NUTRICIÓN COMO EVITAR QUE LA COMIDA NOS CAIGA “PESADA” REGLAS BÁSICAS PARA COCINAR SANO Y TENER UNA BUENA DIGESTIÓN CUANDO LA COMIDA NOS CAE COMO UNA “BOMBA” LA CULPA NO LA TIENE NUESTRO SISTEMA DIGESTIVO. LAS PASTAS CRUDAS, LA FRUTA INMADURA, EL QUESO DERRETIDO, EL EXCESO DE GRASAS SON LOS VERDADEROS RESPONSABLES. SEPA CÓMO PREVENIR DESDE LA COCINA Y PROTEJA A SU FAMILIA EN CADA COMIDA. uestra cocina es un verdadero laboratorio. Tal es así que, si fuésemos químicos, estaríamos en ese mundo comprobando todas las reacciones y procesos que sufren los alimentos N entre sí o frente a los diferentes procedimientos de cocción que empleemos. En ellos, se producen fenómenos de hidrólisis, dextrinización, solubilización, oxidación, etc., todas palabras muy difíciles, pero que, de una manera u otra, son las que explican justamente el porqué algunas comidas se sienten “pesadas“ o “patean” nuestro equilibrio digestivo. Lo primero que debemos tener presente es que: No siempre nuestro organismo está preparado para digerir algo que puede resultar dificultoso. La tolerancia está relacionada con la cantidad que se come de aquello que pueda caer pesado. B U E N A 41 S A L U D PDF compression, OCR, web optimization using a watermarked evaluation copy of CVISION PDFCompressor nutrición 15% 4 POR CIENTO DE GRASAS puede tener un corte de carne. Estas están incluidas como tejido graso (se puede remover) o dentro del tejido muscular. También, tiene influencia el conjunto de alimentos o preparaciones que integran nuestra comida... es así que un huevo frito que acompaña un chop suey, o revuelto de verduras, o un puré podrán caernos “bien”, mientras que un huevo frito que acompaña una milanesa y papas fritas seguramente nos caerá pesado. ¿QUÉ SIGNIFICA “CAER PESADO”? Todos lo sabemos: es la sensación que se experimenta cuando una comida exige una digestión “demasiado laboriosa” o que, simplemente, supera la actividad normal enzimática (digestiva), que, en ese momento, el organismo es capaz de brindar. Esta situación puede ocurrir : Porque las secreciones digestivas están disminuidas: es el caso de los ancianos que experimentan una disminución fisiológica en la cantidad y en la intensidad de sus enzimas. Porque los órganos de la digestión (estómago, intestino, páncreas, vesícula) están sufriendo algún tipo de lesión (por enfermedad) o, simplemente, porque no han llegado a su completa madurez, éste es el caso de los niños pequeños que tienen su intestino inmaduro y no preparado para digerir muchos alimentos. B U E N A 42 S A L U D Porque los principios nutritivos (glúcidos, proteínas y grasas) que integran alimentos y comidas no reúnen las condiciones de digestibilidad mínimas. En cambio, cuando nos ocurre lo opuesto, cuando una comida está en condiciones óptimas de digestibilidad, se digiere velozmente. En este caso, estaremos sintiendo una “liviandad” que muchas personas interpretan como “pronto retorno del hambre”... simplemente porque el estómago se vació con mayor rapidez. El riesgo está en que mal interpreten esa sensación y vuelvan a comer antes de lo necesario, con un plus de calorías que seguramente no necesitan. ¿Un ejemplo? Cuando la gente come pescado y, antes de las dos horas, ya está “picoteando” nuevamente. 5 ERRORES AL COCINAR QUE REPERCUTEN EN EL ESTÓMAGO Si hacemos un recorrido por los alimentos que integran nuestra mesa, veremos algunas situaciones que pueden hacer “pesada” la digestión. ¿Qué nos puede caer mal y por qué?: 1) Los almidones crudos. 2) Las frutas inmaduras (en estado crudo). 3) Las carnes si son muy grasas y, también, si durante la cocción esas grasas fueron “atacadas” por el calor. 4) Los quesos cuando se calientan. 5) Los procedimientos de cocción que utilizan los cuerpos grasos como transmisores del calor. • Las combinaciones de más de uno de estos factores en una comida provoca pesadez. Veamos cada uno de ellos: 1) EL ALMIDÓN CRUDO Es un componente de harinas, cereales, legumbres y vegetales feculentos, que, además, está presente de dos formas QUESOS: el Gruyere, Roquefort, Parmesano, etc. de esta famosa salsa constituyen una mezcla poco digestiva. PAUTAS PARA UNA BUENA DIGESTIÓN • El acto de comer no debe significar “solamente” el placer de los sentidos. • El organismo es una ordenador muy perfecto que tiene, instalados, excelentes programas: la digestión es uno de ellos. No insistamos en exigir siempre algo más de lo que el programa puede darnos. No lo saquemos de su ordenamiento natural. Pensemos, también, que, naturalmente, se agregan exigencias al programa: • El alcohol que acompaña las comidas y que, para ser eliminado ocupa al hígado. • Los nervios y el estrés que, a veces, acompañan nuestras comidas. • El apuro con que tragamos masticando poco y mal. • En resumen, no culpemos al organismo: pensemos cómo y qué estamos eligiendo al comer y tratemos de hacerlo mejor. Así, mejoraremos nuestra digestión y nos sentiremos bien. distintas: amilosa (cadena lineal de más difícil digestión ) y amilopectina (de cadena ramificada, que puede ser atacada más fácilmente por las enzimas digestivas). Para ser digerido, necesita estar cocido; se habla de “gelificación” cuando el almidón se cocina en un medio húmedo: se produce espesamiento del agua e hidratación y ablandamiento del almidón (gelificación). Éste es el proceso que sufre la harina, las pastas o los cereales cuando se cocinan en caldo, leche o agua, y, también, es el fenómeno físico químico que sufre la miga de un pan bien elaborado, para el que se cocina la harina en la propia agua de elaboración PDF compression, OCR, web optimization using a watermarked evaluation copy of CVISION PDFCompressor DURANTE EL PROCESO DE MADURACIÓN, LAS FRUTAS VAN CAMBIANDO SU COMPOSICIÓN Y, TAMBIÉN, SE VAN TRANSFORMANDO EN PRODUCTOS QUE SERÁN MÁS FÁCILMENTE ATACADOS POR NUESTROS JUGOS DIGESTIVOS. POR ESO, MEJOR ELÍJALAS MADURAS. del producto, fenómeno que sucede durante el horneado. ¿Nunca comió usted un pan o una factura mal elaborada? ¿Con la miga apelmazada? Seguramente, le cayó “pesada”... ¿Sabe por qué?... porque el almidón no estaba bien cocido y, por lo tanto, su organismo no lo pudo digerir bien. Por esta razón… • CONSEJOS PRÁCTICOS: • Los cereales y las pastas se deben cocinar por hervido y en suficiente agua. • Cuanto más cocción tengan, menor trabajo digestivo exigirán. • Las legumbres deben estar bien hidratadas y se debe tirar el agua de remojo para evitar la producción de gases. • Los panificados deben levar completamente y estar cocidos, sin que se arrebate el exterior y quede crudo el interior durante su cocción. • Para mayor digestibilidad, los panificados deben cortarse en rebanadas finas y hornearse suavemente para, así, dorar su superficie y “dextrinizar” el almidón, un paso adelante hacia una digestión más fácil y completa. Siguiendo este mismo criterio, las pastas “al dente” exigen mayor tiempo para su digestión que las más cocidas, y las papas cocidas por hervido y en puré son de más fácil digestión que las papas hervidas y frías u horneadas. • Cuidado con las grasas. Cuando a un cereal, pasta o tubérculo se le agregan grasas (mayonesa, manteca, cremas o grasas de origen animal, o aceite en cantidad), la digestión se ve sobreexigida y, si este cuerpo graso (aceite o manteca, por ejemplo) está calentado (y, por lo tanto, modificado en su composición), la digestión se complica, porque las grasas, así tratadas por calor, son irritantes y mucho más complicadas para ser digeridas. 2) LAS FRUTAS VERDES Las frutas tienen, en su composición, distintos componentes: ácidos orgánicos, azúcares, fibras solubles (en sus estructuras) y fibras insolubles (en sus cáscaras y hollejos), que actúan como verdaderas cubiertas protectoras. Durante el proceso de maduración, las frutas van cambiando su composición y, también, se van transformando en productos que serán más fácilmente atacados por nuestros jugos digestivos. En las frutas verdes, predominan los ácidos orgánicos sobre los azúcares. Justamente esta sumatoria de ácidos orgánicos + fibras insolubles y, por lo tanto, inatacables por las enzimas digestivas es el factor responsable de la mala digestión. ¿Quién, en vacaciones en el campo, alguna vez, no sufrió un serio “dolor de panza” por comer fruta que aún estaba verde?... Esto es justamente lo que ocurre: la fruta inmadura llega al estómago y al intestino, que son incapaces de digerirla. Se comienza compensando con un mayor tiempo de permanencia en el estómago, pero suele ocurrir que todo termina con muchos retortijones y una diarrea. 3) LAS CARNES GRASAS Las grasas de los alimentos siempre son un factor a tener en cuenta. El aparato digestivo, en el duodeno –porción primera del intestino delgado–, está en condiciones de digerir más o menos con facilidad una cantidad moderada de grasas y, sobre todo, si están emulsionadas. Cuando llegan altas cantidades y sin emulsionar, son muchos los factores que se deben con- jugar en el aparato digestivo (bilis + enzimas pancreáticas + enzimas intestinales) para ponerlas en condiciones de digestión, y esto no siempre es fácil. Tenemos que ser conscientes de que una carne grasa puede tener 10, 15 ó 20% de grasas y que, en esa cantidad, habrá: Grasa como tejido graso: seguramente, la veremos y, tal vez, según su ubicación, será factible o no de remover. Grasas que estarán dentro del tejido muscular (infiltradas en él): que dependerán del tipo de carne y del alimento que haya comido el animal y que, tal vez, no percibamos y, mucho menos, podamos retirar. Esta composición propia se agrava aún más si, en la preparación de las carnes, se están agregando GRASAS: manteca, crema, tocino, panceta. Por ello, si de digestibilidad se trata, conviene ser cuidadosos a la hora de elegir recetas y de verificar ingredientes. Si tiene una receta que indica: • El comienzo de cocción de una carne en grasa de panceta ahumada fundida... • Si luego la receta indica agregado de aceite para continuar la cocción de verduras aromáticas… • Si la receta termina con el agregado de crema de leche... • ¿No cree que está sometiendo a su organismo a una prueba de tolerancia digestiva? La sugerencia es: • Coma con mucha moderación. • Evalúe qué otro plato (entrada o postre) conviene para acompañar esta comida. 4) LOS QUESOS SOMETIDOS AL CALOR Los quesos son productos alimentarios muy ricos en proteínas y nutrien- B U E N A 43 S A L U D PDF compression, OCR, web optimization using a watermarked evaluation copy of CVISION PDFCompressor nutrición tes valiosos, como calcio y vitaminas, pero, también, son productos que contienen muy altos valores de grasas y éstas, por ser de origen lácteo, son ricas en ácidos grasos saturados. Durante el proceso de elaboración, a los distintos tipos de quesos, se les agregan cepas de distintas bacterias lácticas, que definen, en el tiempo que se las deja actuar, la aparición de sustancias nuevas más aromáticas, pero que, por acción del calor, se pueden tornar “irritantes”. Por esto, con seguridad, no es lo mismo, desde el punto de vista digestivo, comer una pasta cubierta con un queso fresco derretido (poco maduro) que prepararla con una mezcla de quesos (más maduros, donde entran el Gruyère y el Roquefort) que será de digestión mucho más comprometida. Para resumir, tenga en cuenta que el orden de facilidad digestiva es: • Use los quesos frescos sin calentar, que no sean demasiado grasos (por ejemplo, cuartirolo, Port Salut). • Utilice esos mismos quesos derretidos por calor, pero sin tostar y sin rociar con más grasas (aceites o mantecas). • Atención con la mezcla de quesos maduros. El Gruyère, el Roquefort, el Parmesano, etc, derretidos por calor, exigen una digestión más comprometida. • La mezcla de más difícil digestión... es ésta última más manteca o aceite, sometidos al calor de un horno. B U E N A 5) PROCEDIMIENTOS DE COCCIÓN QUE COMBINAN CALOR CON CUERPOS GRASOS 44 S A L U D En este rubro, encontramos las siguientes preparaciones, cuyo resultado, en todos los casos, es la pesadez digestiva: • Las frituras u horneados con manteca o margarina, porque éstas se queman con facilidad. Tienen lo que se llama “bajo punto de humeo”. Resultado: “Pesadez” • Las frituras de alimentos empanados o enharinados cuando se cocinan con poco aceite porque... - Si subimos la temperatura, el aceite se quemará, la preparación se arrebatará y quedará cruda en su interior. - Si queremos “cuidar la fritura” y la hacemos a fuego bajo, el resultado será “muchísima” impregnación y un producto final mucho más cargado de grasas que lo previsto. El resultado vuelve a ser la digestión pesada. • La reutilización del aceite 2 ó 3 veces. Cuando esto ocurre frente a un aceite que “nos parece” bueno pero que ya fue sometido a la acción del calor, estamos frente a un cuerpo graso que “tolera” menos, porque se quema más fácil y más rápidamente (a menor temperatura y en un tiempo más corto). Importante: hay que tener en cuenta que NO ES el proceso de fritura el que estamos indicando como generador de “pesadez” sino la mala utilización de una técnica que exige: • Un tipo de cuerpo graso que tolere mejor la temperatura: por ejemplo, un buen aceite de girasol o de oliva. • Primer uso del cuerpo graso (en lo posible, no reutilizar el aceite usado). • En caso de darle un segundo uso, realizar previamente un filtrado muy prolijo. • Utilizar cantidad suficiente para que la cocción se realice por inmersión. • Controlar el tiempo y las temperaturas para evitar descomposición e impregnación del aceite. DECÁLOGO DE COMIDAS INDIGESTAS 1 2 3 . Cereales y pastas crudas. . Legumbres cocidas en su agua de remojo. . Panes arrebatados en su exterior y crudos en su interior. 4 . Platos con abundancia de grasas, por ejemplo, un pollo frito en manteca al que, luego, se le agrega crema de leche. 5 6 . Fruta sin madurar. . Carnes grasas con agregado de panceta, tocino, manteca o crema. 7 . Queso Gruyère, Roquefort, Parmesano, derretidos o mezclados en una salsa. 8 9 . Quesos gratinados, con agregado de manteca o de aceite. . Frituras realizadas en aceite ya usado. 10 . Milanesas o escalopes cocinados en poco aceite. PDF compression, OCR, web optimization using a watermarked evaluation copy of CVISION PDFCompressor