Gabriela Universal - Santiago Borda-Malo Echeverri “Dios lo quiere”. Extenso poema en cinco partes (en estrofas de 8, 10 y 12 versos octosílabos estilo romance, silvas o construcciones asimétricas asonantadas en ‘a’) en que usa la sinéresis (‘o-téan-dolas’), con una cadencia enigmática que acompasa el alma a su inspiración alada. “La poetisa alude al romance que llenaba su alma enamorada” (Edwards Matte)...117 (...) ¡Y el amor como el espino nos traspasó de fragancia! (...) Se apaga Cristo en mi pecho. (...) Y me clavo como un dejo de salmuera en tu garganta (...) Gabriela forcejea entre lo divino y lo humano, en un vaivén desgarrador –fluctuación casi insoportable que agota su alma-, altibajo que la deja desolada y desollada. Comete la osadía de contar con el ‘querer de Dios’ para justificar su amor apasionado. “Desvelada”. Poema escueto de dos cuartetos serventesios en que usa la diéresis (‘son-ri-endo’) y el hiato (‘con-fian-do / a-ho-ra’)... “Reina que fui mendiga”, rastrea en la noche a su amor, insomne, resistiéndose al golpe implacable del olvido. Siente en el siguiente poema, “Vergüenza”: “de mi boca triste, / de mi voz rota, (...) tremolación” en el crudo despojo nocturno, añorando la mañana que le devolverá la ‘hermosura’ primigenia. “Balada”. Es una composición sentimental, íntima, romántica, de estrofas iguales (sextetos consonantes de versos hexasilábicos), que comparte Gabriela a Manuel Magallanes Moure, su amor platónico e imposible en ese momento.118 “No sólo sus escrúpulos hacían florecer su inspiración. Los celos despertados por la presencia de una mujer intrusa arrancaron la queja no disimulada de estos versos dulcemente doloridos”, según Edwards Matte. ‘Él pasó con otra (...) / Ha abierto el espino; / pasa una canción. (...) / (Dios quiere callar).’ Verso elocuente que aparece entre paréntesis, como en un suspenso o ‘epojé’ filosófico en lenguaje fenomenológico que supera toda racionalidad... 117 118 Ibíd., p. 58. Cf. Sergio Fernández, “Cartas de amor de G. M.”, Op. Cit., pp. 197-198. - 118 -