Niños del Simoncito en Ciudad Tiuna contribuyen a la siembra y

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Niños del Simoncito en Ciudad Tiuna contribuyen a la
siembra y producción de alimentos
Caracas, 29 Ene. AVN.- En el Centro de Educación Inicial Simoncito Ciudad Tiuna, ubicado en
Caracas, 198 niños y niñas, entre uno y seis años de edad, aprenden sobre la importancia de la
siembra y el cuidado de la tierra, a través del nuevo huerto escolar inaugurado en los espacios de
esta institución educativa.
Con apenas 180 metros cuadrados, 6 de ancho y 30 de largo, este pequeño huerto tiene la
capacidad de producir, en su primera cosecha, hasta más de media tonelada de pimentones que
serán utilizados para la alimentación de los pequeños, a través del comedor del recinto educativo,
así como distribuidos a las demás instituciones que hacen vida dentro del complejo urbanístico.
La iniciativa, propuesta por la Fundación de Capacitación e Innovación para Apoyar la Revolución
Agraria (Ciara), forma parte de los proyectos que realiza el Ministerio de Educación, a través de su
programa Todas las Manos a la Siembra, para potenciar las actividades agroecológicas en las
escuelas del territorio nacional, a fin de promover en sus estudiantes las prácticas autosustentables.
"Además de que nos vamos a beneficiar con el alimento que consumiremos dentro de la institución,
también vamos a enseñarle al niño lo que es la producción en menor escala, para que ellos
aprendan el cariño por las plantas y el cariño por ver el fruto crecer, por cuidarlo y por no dañarlo",
resaltó Danyela Castillo, directora del centro educativo.
El proceso de elaboración de este huerto escolar comenzó a finales de mayo del año pasado, con la
construcción de un acceso y de la casa de cultivo urbano en la parte superior de la institución.
Para mediados de febrero se espera la primera cosecha de pimentones que fueron sembrados en
noviembre de 2015 y que serán entregados a las autoridades del resto de las instituciones del
complejo habitacional de manos de los pequeños estudiantes, "como una muestra de amor por parte
de la escuela" y para "motivar en toda la comunidad la emoción de sembrar", agregó Castillo.
En paralelo a este cultivo, los niños han elaborado 600 semilleros con plantas de perejil, cebollín,
ajos cubanos y lechuga. "Ellos cuidan estas plantas hasta que retoñan y de allí son llevadas a la casa
de cultivo para que se desarrollen", indicó Noraima Romero, maestra del último nivel de preescolar.
En este sentido, indicó que es importante motivarlos en esta práctica que involucra la agricultura y
la ecología, para que desde pequeños aprendan a cuidar el ambiente y contribuyan a la preservación
y aprovechamiento de los espacios. "A ellos le gusta esto, los motiva. Cuando llegan en la mañana
se emocionan al ver que su matica está creciendo", recalcó.
"Sol, agua y amor" es lo que recomiendan los niños para atender las plantas. "Tenemos que
cuidarlas para que el planeta crezca y nos de oxígeno para vivir", agregó la pequeña Valeria,
estudiante de preescolar, al tiempo que señalaba uno de los semilleros de cilantro.
Precisamente, para la protección de estos cultivos se ha conformado una Brigada Ecológica,
integrada por niños, padres y maestros de la unidad educativa, así como algunos miembros de la
Fundación Ciara, quienes tienen en sus manos la responsabilidad de velar por la preservación de los
distintos rubros sembrados.
Grace Madriz, uno de los miembros de la fundación que conforma esta brigada, destaca que ante la
emergencia económica que el pueblo venezolano enfrenta actualmente este tipo de iniciativas
resultan fundamentales. "Ahora que estamos en una guerra económica, hay que aprender a producir
nuestros propios alimentos y elevar el nivel de concientización en los venezolanos. Hay que
entender que no hace falta estudiar una carrera para saber manejar una planta, lo que hay es que
saber cuidarla", resaltó.
Por su parte Yorvi Méndez, también cuidador del huerto, considera que gracias a este tipo de
proyecto es posible cosechar en los niños el amor por la tierra. "Así se les enseña desde pequeños.
Yo que he vivido toda mi vida en Caracas no sabía que era esto de sembrar y cultivar y ahora que lo
conozco estoy completamente enamorado de la agricultura", confesó.
Ante el éxito de esta casa de cultivo urbano, se espera que próximamente la institución ponga a
disposición otra parte de su terreno que será destinada a expandir la diversidad de productos
destinados a la cosecha, con la incorporación de semillas de ají dulce.
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