¿PARA QUE LA REVISORIA FISCAL EN EL SISTEMA GENERAL DE SEGURIDAD SOCIAL EN SALUD COLOMBIANO? Por: Buenaventura Orduy Burgos. Profesor Universitario y Consultor en temas de Salud. [email protected] Empecemos por decir que de acuerdo con la Constitución Política de 1991, en su artículo 49, la atención en salud y el saneamiento ambiental son servicios públicos a cargo del Estado, y en este sentido le corresponde al mismo garantizar a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la salud. Adicional a dicha responsabilidad, el Estado debe organizar, dirigir y reglamentar la prestación de servicios de salud a los habitantes y de saneamiento ambiental conforme a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad. También debe establecer las políticas para la prestación de los servicios de salud por entidades privadas y ejercer su vigilancia y control, al igual que definir las competencias de la Nación, las Entidades Territoriales y los particulares que participen en el Sistema de Salud Colombiano. Del precepto Constitucional indicado, podemos destacar en primer lugar, que la atención en salud es un servicio público, esto es, que todos los residentes en el país tienen el derecho irrenunciable a recibir del Estado directamente o por medio de los particulares atención en salud, de manera oportuna, eficiente y sin restricciones. En segundo lugar, la norma Superior le impone al Estado funciones precisas y responsabilidades en lo referente a dictar la política y la regulación para la atención en salud bajo ciertos principios, al igual que ejercer la Supervisión Estatal mediante la vigilancia y control sobre el servicio público de la salud. Es aquí donde como profesionales de la Contaduría Pública, tenemos la obligación y el deber de establecer con absoluta precisión la responsabilidad profesional, ética, y social, que desde la misma Constitución debemos asumir de manera permanente en el ejercicio como Contadores Públicos o como Revisores Fiscales en el Sistema General de Seguridad Social en Salud, más aún si se tiene 1 en cuenta que en términos de cifras, el Sector Salud maneja anualmente la suma aproximada de $14 billones, equivalente a 8% del PIB. Ahora bien, es en la Ley 100 de 1993 donde se encuentra el sustento legal de la figura de la Revisoría Fiscal en el Sistema General de Seguridad Social en Salud, al señalar la obligación para las Empresas Promotoras de Salud, tanto del Régimen Contributivo como Subsidiado, Empresas Sociales del Estado, Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud, de nombrar por parte del máximo Órgano de la Administración el Revisor Fiscal con su Suplente, quien debe posesionarse ante la Superintendencia Nacional de Salud para ejercer dicho cargo por un periodo igual al de la Junta Directiva. En este contexto, la Revisoría Fiscal, frente al sector salud, sin duda alguna tiene una gran responsabilidad y función protagónica como agente interviniente dentro del Sistema de Inspección, Vigilancia y Control, liderado por la Superintendencia Nacional de Salud, tal como lo establece la Ley 1122 de 2007. Esperamos que los decretos reglamentarios que expida el Gobierno Nacional sobre el particular, desarrollen el espíritu del legislador, cuando en buena hora creó en la referida Ley el Sistema de Inspección Vigilancia y Control para el Sistema General de Seguridad Social en Salud. Desde esta perspectiva, la Profesión Contable en Colombia por mandato Constitucional y legal, cuenta además de las responsabilidades propias del ejercicio profesional con una gran oportunidad para contribuir como agente y aliado estratégico, mediante su labor enmarcada dentro de altos estándares de competencia profesional, a la solución de la múltiple problemática que hoy por hoy aqueja a nuestro Sistema de Salud. Como es de conocimiento público, la atención en salud y en general todo lo relacionado con el sector, históricamente ha sido profundamente cuestionado y no en vano, por ser un servicio público con un sinnúmero de problemas, de orden asistencial, restricciones en el acceso a los servicios de salud, inoportunidad en el suministro de medicamentos, el mal denominado paseo de la muerte, problemas de tipo financiero, de flujo inoportuno de los recursos, contables, manejo irregular y cambio de destinación de los recursos, fallas en los sistemas de información, 2 desgreño administrativo, debilidad en el sistema de supervisión y control y por desgracia también permeado por el cáncer de la corrupción. Estas situaciones han convertido el tema de la salud en un hecho noticioso de primer orden, al ocupar los espacios editoriales de los principales periódicos del país, revistas, televisión, radio, debates del Congreso al Gobierno, y en fin, la atención de estudiosos y expertos en el tema, así como la preocupación de unos y otros por la profunda crisis que afronta el Sistema. Pero ante semejante diagnóstico y crítico panorama, resulta obligatorio cuestionarnos sobre ¿De quién es la responsabilidad que el Sistema esté pasando por estas circunstancias?, ¿Será que la Revisoría Fiscal también tiene “culpa” de tales hechos? Pues bien, una de las tantas respuestas en lo que tiene que ver con la institución u órgano de la Revisoría Fiscal, es que de una u otra forma sí somos responsables de la problemática actual, en lo que nos compete en relación con el compromiso, la oportunidad, objetividad, permanencia, profundidad y profesionalismo con que se está realizando la labor de fiscalización sobre el Sistema de Salud Colombiano No obstante, las fallas estructurales y coyunturales que hoy presenta el modelo de salud, y que se constituyen en la causa de la mencionada crisis, es claro que tales hechos no son de responsabilidad de la Revisoría. Sin embargo, no debemos perder el norte frente a la función social que estamos llamados a cumplir para que se garantice la adecuada prestación del servicio público de la salud, para lo cual debemos hacernos partícipes principales en el proceso de mejoramiento continuo, colaborando y coadyuvando de manera permanente con los organismos de supervisión y control, para que los recursos de la salud que gozan de la parafiscalidad y de destinación específica, sean aplicados en los distintos programas de salud que le corresponde ejecutar al Estado por mandato Constitucional y legal. En este orden, la Revisoría Fiscal en el Sector Salud debe orientar su labor más allá del mero análisis contable-financiero, administrativo y operativo, con el propósito de incrementar el valor agregado, que permita cumplir cabalmente los principios inspirados en la Constitución en relación con la atención en salud, por 3 cuanto no podemos olvidar que se trata de preservar y garantizar un derecho fundamental: LA VIDA DE LOS SERES HUMANOS. En tal sentido, este debe ser por esencia natural el principio orientador del enfoque y alcance de la labor profesional y la verdadera responsabilidad social de la Revisoría Fiscal en dicho Sector. Concientes de la importancia y del para qué de la Revisoría Fiscal en el Sistema de Salud de nuestro país, es oportuno llamar a la reflexión sobre el rol que debe asumir la Academia por medio de las Universidades que actualmente ofrecen y que en el futuro ofrezcan a los profesionales de la Contaduría Pública, programas de especialización, postgrado, o diplomado en Revisoría Fiscal, para que dentro de sus Planes de Estudio se incluya el módulo del Sistema General de Seguridad Social en Salud, con la suficiente intensidad horaria, de tal suerte que los futuros especialistas conozcan con profundidad todo lo relacionado con la organización, dirección, financiación, supervisión y control del Sistema, su problemática, así como los deberes y obligaciones que le imponen a la Revisoría la Constitución y la Ley, al igual que el sinnúmero de disposiciones que regulan el servicio público de la Salud. Finalizo esta nota recalcando e insistiendo en la función, labor y responsabilidad tanto social como profesional y ética, que tiene la Revisoría Fiscal, en la búsqueda urgente e inmediata de la solución a la grave crisis que vive en la actualidad el Sistema General de Seguridad Social en Salud en Colombia. 4