Epilepsias fotosensibles del niño

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A.C. RODRÍGUEZ-BARRIONUEVO, ET AL
REVISIÓN
Epilepsias fotosensibles del niño
A.C. Rodríguez-Barrionuevo a, E. Bauzano-Poley b, M.A. Rodríguez-Vives c
PHOTOSENSITIVE EPILEPSIES OF CHILDREN
Summary. Introduction. Reflex epileptic seizures are caused by a specific sensorial stimulus which determines their classification. Photosensitive epilepsies are the commonest forms and are included with the idiopathic generalized epilepsies. Development and conclusions. We analyze the different responses to intermittent light stimulation, in both normal and epileptic persons,
and study the various epileptic syndromes in which photosensitivity is seen. The purely photosensitive (photogenic) epilepsies
are characterized by seizures caused only by light as compared with the epilepsies with photosensitivity which also present
spontaneous seizures. Special mention is made of seizures induced by the television screen, computer screen and video-games.
The palpebral myoclonias with absences may be considered to be reflex seizures, since they are induced by eyelid closure, and
include the vary rare self-induced epileptic seizures. Finally we study the epileptic seizures induced by ‘pattern’ and exclusively
due to intermittent light stimulation. [REV NEUROL 2001; 32: 768-72]
Key words. Infantile epilepsy with absences. Epilepsy with generalized tonic-clonic crises. Idiopathic generalized epilepsy.
INTRODUCCIÓN
La Clasificación de las epilepsias y síndromes epilépticos contempla un grupo de epilepsias generalizadas idiopáticas que se
precipitan por un modo específico de activación, denominadas
epilepsias reflejas o estímulo-sensibles [1]. En esta forma de epilepsia, los diferentes estímulos actúan sobre el cerebro y le predisponen a la descarga. Existen algunos estímulos específicos que
provocan o facilitan la crisis epiléptica de forma regular, estímulos que en determinadas ocasiones se utilizan para el diagnóstico
del tipo de epilepsia; ello ocurre, por ejemplo, con la lectura o con
la estimulación luminosa intermitente (ELI).
Las crisis epilépticas reflejas pueden presentarse de dos formas: 1. En algunos pacientes, las crisis sólo aparecen cuando existe
un estímulo específico de precipitación, tal como sucede en la
epilepsia de la lectura, música y en algunas epilepsias fotosensibles; 2. En otros casos, además de las crisis estímulo-sensibles,
existen crisis epilépticas espontáneas. Este último grupo es el más
numeroso, ya que un 5-6% de los pacientes epilépticos pueden
padecer crisis desencadenadas por cualquier tipo de estímulo sensorial [2].
Con frecuencia, las crisis epilépticas reflejas presentan una
clínica bien definida que se acompaña de un patrón electroencefalográfico (EEG) más o menos específico; no obstante, en ocasiones, no existe dicha relación, pues un mismo estímulo, como
puede ser la ELI, puede provocar diferentes tipos de crisis.
Según el factor desencadenante, las crisis epilépticas reflejas
pueden clasificarse en diversos grupos [2] (Tabla). De todas estas
formas de epilepsia, las únicas que pueden considerarse como
formas generalizadas idiopáticas se incluyen dentro de las epilepsias fotosensibles.
FOTOSENSIBILIDAD
La luz intermitente es uno de los estímulos más comunes utilizados para precipitar paroxismos epileptiformes en el EEG y, en
a
Servicio de Neuropediatría. b Servicio de Neurofisiología Infantil. c Departamento de Pediatría. Hospital Materno-Infantil Carlos Haya. Málaga, España.
Correspondencia. Dr. A. Carlos Rodríguez Barrionuevo. Servicio de Neuropediatría. Hospital Materno-Infantil Carlos Haya. Arroyo de los Ángeles,
s/n. E-29011 Málaga. E-mail: [email protected]
Presentado en la XXXVIII Reunión de la LECE, celebrada en Málaga, 2-4
de noviembre de 2000.
 2001, REVISTA DE NEUROLOGÍA
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ocasiones, incluso crisis epilépticas clínicas. La fotosensibilidad
puede definirse como una respuesta clínica o EEG anormal a la luz
intermitente [3]. Las crisis epilépticas fotosensibles son aquellas
cuyas crisis se desencadenan por la luz, generalmente intermitente, sea natural (sol) o artificial (ELI, televisión, etc.).
En los sujetos normales, la ELI no provoca ningún cambio en
el registro EEG, mientras el sujeto se encuentra tanto con los ojos
abiertos como cerrados. Sin embargo, a veces puede provocar
diversas alteraciones del EEG, bien sea de la actividad de base o
con aparición de paroxismos epileptiformes.
Respuestas fisiológicas a la ELI [4-6]
– Desincronización del trazado. Como consecuencia del estado
de alerta del sujeto ante el estímulo luminoso.
– Fenómeno de arrastre (photic driving). Caracterizado porritmos de la gama alfa en regiones parietoccipitales que adquieren la misma frecuencia que los destellos del estroboscopio
(Fig. 1a). No tiene ningún valor patológico y se observa en el
5% de los niños de cualquier edad, aunque es más evidente a
partir de los 3 meses de vida. Estos potenciales pueden presentarse como elementos agudos o sinusoidales, según la frecuencia de los estímulos luminosos. Al abrir los ojos, este
fenómeno de arrastre se reduce.
– Respuesta fotomiógena o fotomioclónica. Es una respuesta
fisiológica a la ELI consistente en la aparición de clonías musculares de defensa ante el estímulo luminoso, de las regiones
frontocervicales. Se manifiesta en el EEG por puntas repetitivas en regiones anteriores, que aumentan de amplitud mientras dura el estímulo y cesan cuando se interrumpe (Fig. 1b).
Con cierta frecuencia, se acompaña de parpadeo y sacudidas
verticales de los globos oculares. No tiene valor clínico y se
bloquea con la apertura ocular, incluso al abrir un solo ojo.
Existe una respuesta fotomiogénica hereditaria [7].
– Efecto off. Consiste en una actividad aguda de aspecto trifásico aislada que aparece al cesar la activación. Se observa en
niños pequeños.
Respuesta fotoparoxística
La respuesta fotoparoxística se caracteriza por la aparición de
paroxismos generalizados de punta-polipunta-onda bilaterales,
sincrónicos y simétricos, que descargan a más de 3 Hz (Fig. 2).
Estos paroxismos pueden durar unos segundos más que el estímulo luminoso. Las descargas predominan en regiones frontocentrales y en vértex, y pueden precederse de puntas occipitales. Se han
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EPILEPSIA FOTOSENSIBLE
Tabla. Clasificación de las epilepsias sensibles al estímulo.
Crisis epilépticas fotosensibles
Epilepsias fotosensibles puras
Epilepsias fotosensibles relacionadas con crisis espontáneas
Mioclonías palpebrales con ausencias
Epilepsias autoinducidas
Crisis sensibles determinados pattern
Crisis epilépticas provocadas por el sobresalto
Crisis epilépticas inducidas por el movimiento
Crisis epilépticas provocadas por otros estímulos sensoriales
Estímulos somatosensoriales
Estímulos auditivos
Crisis epilépticas estimuladas por actividades complejas
Crisis provocadas por la lectura
Crisis inducidas por el lenguaje
Crisis inducidas por el pensamiento
Crisis inducidas por la comida
en el 6% son crisis de ausencias y en una pequeña proporción
aparecen crisis parciales y mioclonías [9]. Estas crisis están siempre desencadenadas por la luz, por los destellos luminosos del
ambiente, entre ellos la luz solar proyectada en una avenida de
árboles cuando se circula en coche, u otras situaciones como la luz
solar reflejada sobre las olas del mar o sobre la nieve; no obstante,
lo más frecuente es la ELI provocada por la televisión y los videojuegos. La frecuencia de las crisis es escasa y aparece como una
crisis única en la mayoría de los pacientes, por lo que generalmente no está indicado el tratamiento con fármacos antiepilépticos.
La edad de inicio de las crisis se sitúa entre los 8 y 19 años, y
por debajo de los 5 o 6 años no suele existir fotosensibilidad.
Existe un predominio del sexo femenino en una proporción de
1,5:1, el desarrollo mental es normal en la mayoría de los pacientes y con mucha frecuencia se encuentra historia familiar de respuesta fotoparoxística sin crisis.
El EEG se caracteriza por una actividad de base generalmente
normal. Las anomalías paroxísticas aparecen sólo con la ELI, en
forma de respuesta fotoparoxística (Fig. 2). El EEG es normal en
la mitad de los casos.
Hay dos formas especiales de epilepsias fotosensibles: aquellas en las que sus crisis se precipitan por la pantalla de la televisión y las producidas por las pantallas electrónicas de ordenadores
y videojuegos.
Crisis epilépticas inducidas por la pantalla del televisor
publicado descargas de punta-onda lenta y descargas de punta-onda
irregulares en el 7% de los pacientes [8]. Algunos autores incluyen
ondas lentas de gran amplitud dentro de la respuesta fotoparoxística, pero dichas ondas son raras y de significación incierta [3]. Cuando la descarga dura más que el estímulo de la ELI se produce una
crisis epiléptica acompañante; por el contrario, las descargas que no
sobrepasan el estímulo pueden no relacionarse necesariamente con
crisis clínicas. Durante la ELI son frecuentes las mioclonías.
La respuesta fotoparoxística es generalmente patológica y
característica de la epilepsia, en especial de la epilepsia generalizada idiopática (21%), aunque puede aparecer en otras formas de
epilepsia [9]. Se inicia fundamentalmente a la edad de 12 a 14 años
y es más frecuente en niñas que en niños [3].
La fotosensibilidad aumenta con la privación de sueño y puede observarse en personas no epilépticas, generalmente en niños
con retraso mental, pero además en ciertas encefalopatías metabólicas tales como la leucodistrofia metacromática. Este tipo de
respuesta aparece en el 40% de los pacientes epilépticos con fotosensibilidad [10]. También se presenta en niños en los que se ha
retirado la medicación antiepiléptica, sobre todo con el fenobarbital. Esta respuesta puede provocar mioclonías de todo el cuerpo
que generalmente predominan en los miembros superiores y en la
cabeza; asimismo, en ocasiones, puede llegar a producir una crisis
tonicoclónica generalizada (respuesta fotoconvulsiva) [4-6].
Las primeras publicaciones se deben a Andermann y Charlton,
quienes se refieren a pacientes que sufrían crisis epilépticas al
apagar la pantalla o cuando ajustaban una emisora de televisión
[11,12]. La pantalla del televisor puede provocar crisis epilépticas
por dos mecanismos [13]: por la fotosensibilidad de estos pacientes y, además, porque le afectan los destellos de la pantalla de
televisión (50 Hz en Europa). Las descargas epilépticas se inducen generalmente cuando el paciente apaga el televisor o cambia
de canal, se sitúa a una distancia de menos de dos metros y sobre
todo en condiciones de escasa luz ambiental. Las crisis son más
frecuente cuando la televisión está mal sintonizada. Algunas personas pueden padecer crisis inducidas por las barras de ajuste de
la televisión, pero para que se produzcan el paciente tiene que
hallarse muy cerca de la pantalla.
Esta forma de epilepsia no parece ser muy diferente a las
epilepsias fotosensibles inducidas por la ELI, ya que la edad de
inicio de las crisis, el sexo y las características EEG son parecidas.
Las crisis más frecuentes son de tipo tonicoclónicas generalizadas, pues ocurren en el 84% de los casos [3].
Para evitar las crisis epilépticas inducidas por la televisión,
deberíamos disponer de buena iluminación en la habitación, sobre
todo colocar una lámpara detrás del receptor y separar al paciente
del televisor a más de dos metros de distancia [2]. También debe
aconsejarse al paciente que se tape un ojo cuando tenga que acercarse
a la pantalla del televisor para cambiar de canal o ajustar la sintonía.
EPILEPSIAS FOTOSENSIBLES
Crisis epilépticas inducidas por los videojuegos
y la pantalla del ordenador
Las crisis epilépticas y la fotosensibilidad pueden relacionarse y
dar lugar a distintas formas de epilepsias.
Epilepsias fotosensibles puras
Los pacientes con esta forma de epilepsia sólo padecen crisis en
respuesta a la luz intermitente ambiental. Estas crisis representan
el 40% de los pacientes con epilepsia y fotosensibilidad. Las crisis
son de tipo tonicoclónicas generalizadas en el 84% de los casos;
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La primera publicación de crisis epilépticas inducidas por pantallas electrónicas de juegos fue realizada por Rushton [14]; desde
entonces se han publicado alrededor de 50 casos [15,16]. La
mayoría de estos pacientes padecen fotosensibilidad. La respuesta epileptiforme dependerá de varios factores: frecuencia de las
imágenes del monitor, el número de líneas por segundo del monitor, el efecto flash y la intermitencia.
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a
b
Figura 2. EEG tras estimulación luminosa intermitente. Respuesta fotoparoxística.
Figura 1. Trazados EEG tras estimulación luminosa intermitente. a) Fenómeno de arrastre; b) Respuesta fotomiogénica.
Se han propuesto unas líneas maestras para evitar las crisis provocadas por pantallas electrónicas [17]:
1. Utilizar una pantalla pequeña, de menos de 12 pulgadas; si es
más grande, situarse a una distancia de más de cuatro veces el
tamaño de la pantalla.
2. No estar delante de la pantalla más de una hora por sesión y
evitar situaciones de privación de sueño, fiebre o hambre.
3. Explorar mediante ELI en el laboratorio de EEG a los pacientes
con epilepsia o con antecedentes familiares de fotosensibilidad.
4. Informar a la familia de los pacientes con fotosensibilidad de
la posibilidad que tienen de inducir las crisis por videojuegos.
Epilepsias con fotosensibilidad
Los pacientes de este grupo presentan crisis espontáneas y crisis
evocadas a la vez. El 60% de los enfermos con fotosensibilidad
presentan además crisis espontáneas. En el 33% de los casos las
crisis se precipitan por los estímulos del ambiente. El 7% de los
casos presentan crisis desencadenadas por ELI [3].
Existen una serie de síndromes epilépticos que cursan con fotosensibilidad. Los pacientes con epilepsia mioclónica juvenil presentan fotosensibilidad en el 30% de los casos [18]. En la epilepsia
con ausencias típicas aparece fotosensibilidad en el 18% de los pacientes y en el gran mal del despertar en el 13%. El resto de los
síndromes epilépticos que presentan fotosensibilidad nopertenecen
a la epilepsia generalizada idiopática. La edad de inicio de las crisis,
el sexo y el tipo de crisis no defieren en casi nada del grupo anterior.
La actividad de base EEG depende del síndrome epiléptico en
cuestión. Las descargas de punta-onda espontáneas son las más comunes en este grupo de pacientes [8]. La respuesta fotoparoxística es
frecuente en la epilepsia generalizada idiopática de la adolescencia.
Mioclonías palpebrales con ausencias
Es un síndrome epiléptico generalizado idiopático que no se con-
770
templa en la Clasificación de las epilepsias y síndromes epilépticos [1]. Descrito por Jeavons [19] ha sido sistematizado por Panayiotopoulos [20]; suele denominarse síndrome de Jeavons [21].
Se desconoce su incidencia, pero es muy rara. En nuestra casuística corresponde al 0,65% de todos los niños epilépticos que inician
sus crisis por debajo de los 15 años. Es más frecuente en niños, con
una proporción de 6:4 sobre las niñas [22]. Los pacientes suelen
tener incidencia familiar de epilepsia [23,24]. En nuestra casuística
existen antecedentes familiares de epilepsia en el 52% de los casos;
el 26,3% de los pacientes habían padecido convulsiones febriles
previas y en el 15% de los casos son formas sintomáticas [22].
Las crisis se inician durante la infancia, alrededor de los 6 años
[20,22], y se caracterizan por sacudidas palpebrales con desviación de los ojos hacia arriba, que ocurren cuando se cierran los
ojos [21]. La conciencia se altera poco durante las crisis o no se
altera. Las crisis son de breve duración (3-6 segundos) y son muy
frecuentes (algunos pacientes tienen más de 100 crisis al día). Los
afectados no presentan crisis de ausencias típicas sin mioclonías
palpebrales [25], pero suelen sufrir otros tipos de crisis; entre
ellos, las crisis tonicoclónicas generalizadas son las más frecuentes, se precipitan casi siempre por estímulos luminosos y se favorecen por la privación de sueño, la fatiga, el alcohol o la menstruación, en pacientes adolescentes y adultos [26]. En gran parte de los
casos pueden observarse mioclonías de los miembros superiores
inducidas por la estimulación luminosa.
Pueden diferenciarse dos tipos de pacientes dentro del
síndrome: a) Aquellos que presentan mioclonías palpebrales con
ausencia en su forma completa, y b) Los que padecen mioclonías
palpebrales sin ausencias [20,25].
Crisis de mioclonías palpebrales con ausencias
Ocurren aproximadamente en el 50% de los pacientes [25]. Las
crisis se inician con mioclonías palpebrales rápidas y rítmicas, que
descargan a una frecuencia de 4-6 Hz, son de corta duración y
provocan un movimiento de apertura y cierre palpebral, seguido
de la elevación de los globos oculares. Los ojos están entreabiertos durante la crisis. Las crisis son de intensidad variable y, en
ocasiones, puede observarse de forma simultánea contracciones
de las cejas, de la cabeza o de los brazos.
El EEG muestra una actividad de base normal. Las crisis se
manifiestan en el EEG por descargas de polipunta-onda a 3-6 Hz,
con un pico de 4 Hz, que duran unos 3-4 segundos y se precipitan
por el cierre palpebral (Fig. 3). Las polipuntas iniciales duran
1-2 segundos y se interrumpen por las ondas lentas al final de la
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EPILEPSIA FOTOSENSIBLE
Figura 3. EEG tras el cierre palpebral (flecha hacia abajo). Paroxismos de
polipuntas rápidas seguidas de punta-onda generalizadas, que coinciden
con una mioclonía palpebral con ausencia.
Figura 4. EEG tras el cierre palpebral (flecha hacia arriba). Paroxismos de
polipuntas rápidas seguidas de polipunta-onda lenta, que coincide con
mioclonías palpebrales sin apertura ocular.
descarga. Los paroxismos se facilitan por la luminosidad de la
habitación y se bloquean cuando existe oscuridad ambiental total.
Existe fotosensibilidad que desaparece con la edad [22]. Las anomalías EEG ictales se provocan con el cierre palpebral [22].
compulsiva hacia una fuente de luz específica, la más frecuente de
las cuales es la pantalla del televisor.
La mayoría de los afectados se quedan quietos ante una fuente
luminosa, que comúnmente es el sol, y las crisis se precipitan con
un movimiento de sus dedos de forma rápida delante de sus ojos;
con gran frecuencia, dichas crisis son mioclonías palpebrales con
ausencias. Las crisis autoinducidas se producen más habitualmente
cuando el paciente está estresado, varían con la intensidad de la luz
y se precipitan con más frecuencia con la luz solar. Gran parte de los
pacientes sienten una atracción compulsiva hacia la fuente de luz.
Algunos autores sugieren que los movimientos de la mano no son
intencionados, sino que forman parte del patrón ictal.
El parpadeo ante una fuente de luz es un movimiento que
generalmente forma parte de la crisis, y no es el precipitante. El
parpadeo puede relacionarse con movimientos bruscos del cuello
y algunas veces parece preceder a la descarga EEG. De forma
deliberada, algunos pacientes utilizan la televisión como estimulador cuando la imagen está borrosa o inestable. Jeavons y Harding publicaron los casos de 30 pacientes con una atracción compulsiva por la pantalla del televisor, la cual miraban hasta provocarse las crisis [8]; algunos de estos pacientes parecían sentir una
sensación agradable al precipitarse la crisis. La mayoría de los
casos manifestaban no desear provocarse la crisis, pero sí se sentían atraídos por la pantalla, como si fuera una orden.
La mayoría de las epilepsias autoinducidas se producen en
mujeres, las cuales suelen tener un claro predominio de mioclonías
palpebrales con ausencias y presentan, además, crisis espontáneas.
La epilepsia autoinducida es difícil de tratar, ya que las crisis
son resistentes a los fármacos antiepilépticos [3]. La identificación de este tipo de crisis es importante porque, aunque la medicación no controla las crisis autoinducidas, sí controla las crisis
relacionadas.
Crisis de mioclonías palpebrales sin ausencias
En estos casos, las mioclonías palpebrales no se acompañan de
elevación de los globos oculares al final del episodio. En el 50%
de los casos existen mioclonías de otras partes del cuerpo de forma
concomitante [25]. En ocasiones, las mioclonías palpebrales se
presentan en forma de flutter palpebral, por lo que pueden pasar
desapercibidas o tomarse por un movimiento normal de los ojos.
El EEG ictal de las mioclonías palpebrales sin ausencias se
caracteriza por descargas de polipuntas de 1-2 segundos de duración, que en raras ocasiones duran hasta cinco segundos. Al final
de la descarga puede observarse una polipunta-onda lenta (Fig. 4).
El tratamiento de elección es el valproato sódico, pero con
frecuencia se observan resistencias al tratamiento, en cuyo caso
puede combinarse con clonacepam o etosuximida [21,25]. El tratamiento debe ser muy prolongado.
El pronóstico es reservado ya que el control de las crisis se
produce sólo en el 68% de los casos [22] y las crisis pueden persistir hasta la edad adulta. En el 57% de los pacientes pueden
aparecer crisis tonicoclónicas generalizadas, que se producen por
la estimulación luminosa y se facilitan por la privación de sueño,
la fatiga o el alcohol [22,26,27]. Las crisis parciales aparecen en
nuestra casuística en el 42% de los pacientes [22]. Tanto las crisis
tonicoclónicas como las crisis parciales se controlan fácilmente
con los fármacos antiepilépticos.
Crisis epilépticas autoinducidas
Algunos pacientes con epilepsias fotosensibles utilizan su fotosensibilidad para inducirse las crisis o al menos descargas EEG subclínicas [3]. Son muy raras y lo más frecuente es que los pacientes se
precipiten las crisis moviendo los dedos de sus manos delante de sus
ojos, ante una fuente de luz intensa. La primera descripción de esta
forma de epilepsia autoinducida la realizaron Radovici et al [28] y
posteriormente Andermann et al [29]. Algunos pacientes se estimulan sus crisis con las barras de ajuste de la televisión, o también al
acercarse o apagar el televisor [11]. Las mioclonías palpebrales con
ausencias podrían considerarse como crisis autoinducidas [30,31].
Algunos pacientes, sobre todo los niños, muestran una atracción
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Epilepsia sensible a los pattern
Este tipo de epilepsia fue descrito por Bickford et al en niños que
presentaban fotosensibilidad [7]. Estos pacientes padecían crisis
inducidas al mirar tejidos de pana, popelina o una tela metálica.
Las crisis pueden precipitarse en el laboratorio EEG mediante
pattern de líneas paralelas o de cuadros. Los pattern desencadenan descargas EEG en más de la mitad de los pacientes fotosensibles y muy raramente son efectivos en personas que no son
fotosensibles. En ocasiones, los pattern pueden desencadenar
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incluso crisis epilépticas, cuando el paciente mira contrastes entre
el blanco y el negro, tales como los tejidos listados, escaleras de
rejas, radiadores y alfombras. Las crisis inducidas son de tipo
tonicoclónicas generalizadas, pero muchos pacientes presentan
mioclonías y, de forma ocasional, crisis parciales. Los pacientes
con crisis inducidas por los pattern presentan, además, crisis epilépticas inducidas por la ELI natural o artificial.
Esta forma de epilepsia es muy rara y sólo representa el 0,2%
de todas las epilepsias [3]. No obstante, Darby et al [31] piensan
que podría ser más frecuente de lo que en principio parece, aunque
lo que ocurre es que habitualmente no se utilizan patrones tan
específicos de estimulación.
Crisis desencadenadas solamente por la ELI
Estos casos deben excluirse del contexto de una epilepsia fotosensible, ya que nunca padecen crisis en la vida cotidiana.
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EPILEPSIAS FOTOSENSIBLES DEL NIÑO
EPILEPSIAS FOTOSSENSÍVEIS DA CRIÂNÇA
Resumen. Introducción. Las crisis epilépticas reflejas se inducen
por un estímulo sensorial específico, y dicho estímulo determina su
clasificación. Las epilepsias fotosensibles son las formas más frecuentes y se incluyen dentro de las epilepsias generalizadas idiopáticas. Desarrollo. Se analizan las distintas respuestas a la estimulación luminosa intermitente, tanto en sujetos normales como
en pacientes epilépticos, y se estudian los diferentes síndromes
epilépticos que cursan con fotosensibilidad. Las epilepsias fotosensibles puras (fotogénicas) cursan sólo con crisis inducidas por
la luz, a diferencia de las epilepsias con fotosensibilidad, que además presentan crisis espontáneas. Se hace una mención especial a
las crisis inducidas por la pantalla del televisor, pantalla del ordenador y videojuegos. Las mioclonías palpebrales con ausencias se
pueden considerar como crisis reflejas, ya que se inducen por el
cierre palpebral, y dentro de ellas se incluyen las crisis epilépticas
autoinducidas, que son muy raras. Por último, se estudian las crisis
epilépticas precipitadas por pattern y exclusivamente por la estimulación luminosa intermitente. [REV NEUROL 2001; 32: 768-72]
Palabras clave. Epilepsia con ausencias infantiles. Epilepsia con crisis tonicoclónicas generalizadas. Epilepsia generalizada idiopática.
Resumo. Introdução. As crises epilépticas reflexas são induzidas
por um estímulo sensorial específico, o qual determina a sua classificação. As epilepsias fotossensíveis são as formas mais frequentes sendo incluídas nas epilepsias generalizadas idiopáticas. Desenvolvimento. Analisam-se as respostas distintas à estimulação
luminosa intermitente, quer em indivíduos normais como em doentes epilépticos, e estudam-se as diferentes síndromas epilépticas
que cursam com a fotossensibilidade. As epilepsias fotossensíveis
puras (fotogénicas) cursam apenas com crises induzidas pela luz,
contrariamente às epilepsias com fotossensibilidade, que também
apresentam crises espontâneas. Faz-se uma referência especial às
crises induzidas pelos ecrãs do televisor, do computador pessoal e
dos videojogos. As mioclonias palpebrais com ausências podem
ser consideradas como crises reflexas, pois induzem oclusão palpebral, e dentro destas incluem-se as crises epilépticas auto-induzidas, que são muito raras. Por fim, estudam-se as crises epilépticas precipitadas por padrões e exclusivamente pela estimulação
luminosa intermitente. [REV NEUROL 2001; 32: 768-72]
Palavras chave. Epilepsia com crises tónico-clónicas generalizadas.
Epilepsia generalizada idiopática. Epilepsia infantil com ausências.
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REV NEUROL 2001; 32 (8): 768-772
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