Programa Intel® Aprender Abriendo puertas a los jóvenes alrededor del mundo Más de un millón de jóvenes en más de una docena de países desarrollaron habilidades de alfabetización digital, pensamiento crítico y colaboración por medio del Programa Intel® Aprender. Los resultados fueron verdaderamente notables. Proyectado para cubrir las necesidades específicas de niños y jóvenes de 8 a 18 años en comunidades marginadas, el Programa Intel® Aprender extiende el aprendizaje hacia fuera de las salas de clase y va a los ambientes informales de los centros comunitarios locales. Incorpora más de 90 horas de un currículum atractivo que aprovecha los intereses de los niños en sus propias comunidades y al mismo tiempo nutre su curiosidad con proyectos creativos impulsados por la tecnología. Los participantes son fomentados a identificar problemas en sus propias comunidades, y a aplicar la tecnología en la búsqueda de soluciones. “Antes, nunca le había prestado mucha atención a los problemas que nos rodean y siempre acusaba a los otros de falta de acción. El Programa Intel® Aprender nos hizo pensar a todos acerca de los problemas que nuestro pueblo enfrenta, y todos nos unimos como un equipo para encontrar soluciones factibles y a largo plazo” Niños construyen el “Camino para la Primavera” En la primavera, el agua sube en un río que corta el pueblo en la Región de Samara, en Rusia. Como el puente del pueblo estaba en mal estado el río acabó dividiendo la ciudad en dos durante las crecidas, y los residentes que vivían en uno de los lados quedaban sin acceso a la escuela, a las compras, servicios sociales y de salud. El gobierno local no tenía dinero y aparentemente poco interés en reformar el puente; entonces ocho alumnos que participaron en el Programa Intel® Aprender decidieron tomar el asunto en sus propias manos con un proyecto que ellos llamaron “Camino para la Primavera”. Crearon un plan de reforma para el puente completo, con estimativas de presupuesto, y presentaron una propuesta de donación a una fundación de rehabilitación social de la región. Lograron la donación, compraron las herramientas y materiales necesarios, y – con la ayuda de un profesor de artes industriales – restauraron el puente durante un período de tres semanas. En el proceso, los niños hicieron mucho más que reconectar el pueblo – construyeron un puente a un futuro mejor. El bosque vuelve a la vida, árbol por árbol Años atrás, nubes de color naranja y negro cubrían los cielos de la región de Mazahua, en México, cuando las mariposas monarcas migraban a un bosque cercano para abrigarse. Hoy en día, las mariposas monarcas son raras, pues la extracción de madera, agricultura y el crecimiento de las ciudades devastaron su hábitat. Los jóvenes que participaron en el Programa Intel® Aprender decidieron asumir la causa de las monarcas en peligro de extinción, y lanzaron un plan para reconstruir el bosque. El acceso a las computadoras y a Internet era prácticamente inexistente en Mazahua antes de la llegada del Programa Intel® Aprender al centro comunitario local. Los niños participantes adoptaron la tecnología, usando las computadoras para hacer investigaciones sobre la migración de las monarcas, para crear una propuesta de reforestación y preparar una presentación multimedia para mostrar su trabajo al público. Miembros de la comunidad, inclusive de la asociación cívica local, les pidieron a los niños que creasen un plan formal para buscar financiación para el proyecto. ¿El resultado? American Express, que ya contribuía para esfuerzos filantrópicos en el área, manifestó su acuerdo en financiar el proyecto de reforestación. En el verano del 2007, los residentes locales plantaron 1.000 árboles y plantas, con la esperanza de que los cielos en breve se llenaran nuevamente con las alas de la migración. Ómnibus abre camino para la alfabetización La minúscula comunidad agrícola de Rosemala en el sudoeste de India tenía solamente una escuela, donde funcionaban los grados de la primaria. Para continuar con su educación, los niños de la zona tenían tres opciones: caminar muchos kilómetros en medio de elefantes, búfalos y panteras, pagar altos precios por el transporte particular, o entonces mudarse lejos de sus familias a una comunidad que tuviera escuelas secundarias. Como resultado, muchos niños de Rosemala dejaban la escuela muy temprano, y los niveles de alfabetización del pueblo eran bajos. El Programa Intel® Aprender llegó a Rosemala en mayo de 2009, y diversos participantes decidieron crear un proyecto multimedia que se centró en el problema del transporte escolar. Presentaron sus conclusiones y las soluciones potenciales a los miembros de la comunidad, y un líder distrital posteriormente entró en contacto con la organización estatal de transporte en busca de ayuda. Como resultado, ahora un ómnibus hace el trayecto entre Rosemala y la ciudad de Aryankavu, donde los niños pueden cursar la secundaria. Aneesha, una participante de Intel Aprender en Rosemala, comentó, “Antes, nunca le había prestado mucha atención a los problemas que nos rodean y siempre acusaba a los otros de falta de acción. El Programa Intel® Aprender nos hizo pensar a todos sobre los problemas que nuestro pueblo enfrenta, y todos nos unimos como un equipo para encontrar soluciones factibles y a largo plazo”. Nuevas habilidades solucionan viejos problemas Las calles están más limpias en Nanjing Durante años, las calles de Nanjing, en China, estuvieron contaminadas por la basura maloliente que caía de los camiones de recolección de basura, lo que resultaba en problemas continuos de salud y ambientales. Un grupo de participantes del Programa Intel® Aprender transformó el problema en un proyecto de dos años que incluyó visitas al basural local para aprender por qué los camiones tenían derrames, investigaciones sobre las normas relativas a la recolección de basura, y el desarrollo de diversas soluciones, como la alteración de los camiones de basura para evitar los derrames con sencillos tubos de plástico. Los niños hicieron una audiencia pública para atraer la atención sobre el problema, y presentaron sus conclusiones a 200 oficiales del gobierno local, educadores y otros miembros de la comunidad, así como a más de 10 representantes de los medios. Un mes después, recibieron buenas noticias: Entre otras medidas tomadas para lidiar con el problema, el departamento de saneamiento ambiental del gobierno local decidió invertir en reformar los 21 camiones de basura de Nanjing usando el proyecto de contención de derrames creado por los niños. En los remotos pueblos indianos de Pulvetta y Singodi, faltan oportunidades educacionales y las habilidades de alfabetización son bajas. Por medio de Intel Aprender, los niños en los pueblos tuvieron acceso a la tecnología por primera vez, y – lo que es más importante – aplicaron nuevas habilidades para solucionar viejos problemas. Seis participantes del Programa Intel® Aprender en Pulvetta, de edades entre 10 y 14 años, desarrollaron planes para renovar un parque de recreación y construir un tanque de agua para enfrentar la escasez de agua potable en el pueblo. Agruparon sus recomendaciones en una presentación; luego, llamaron a los miembros de la comunidad para una presentación pública de su trabajo. El presidente del Consejo del Pueblo quedó tan impresionado con la presentación y la pasión de los niños que autorizó tanto la construcción del tanque de agua como la reforma del parque de recreación. En Singodi, cinco chicas que participaron en el Programa Intel® Aprender llevaron a cabo una investigación de puerta en puerta para recoger informaciones sobre prácticas de higiene y sanitarias, y luego presentaron sus conclusiones a la comunidad. El presidente de la comunidad inició un comité para tratar el problema, y les propuso a las chicas que se tornaran miembros – un caso raro, pues los miembros eran tradicionalmente hombres. Inspirados por las chicas, los residentes de Singodi desde entonces tomaron actitudes para evitar brotes de enfermedades contagiosas tales como malaria, fiebre tifoidea y cólera. Alumnos destierran el desperdicio en el desayuno Aproximadamente 2 mil alumnos reciben, todos los días, el desayuno en la Escuela Elemental de Shijia, en China. Una gran parte de la comida ofrecida se desperdiciaba, pero nadie hacía nada sobre eso hasta que un grupo de participantes del Programa Intel® Aprender llamó la atención sobre el problema. Los niños pusieron en marcha una investigación que confirmó que centenas de desayunos no se consumían en el transcurso del mes, y revelaron algunas de las razones para ello: los alumnos estaban enfadados con la misma comida ofrecida todos los días, las porciones únicas eran demasiado grandes para los niños menores, y los alumnos sencillamente no entendían la necesidad de evitar el desperdicio de comida considerando el hambre que existe en China y en otras partes del mundo. Los participantes del Intel Aprender presentaron sus conclusiones a otros alumnos y al personal de la escuela, junto con sugerencias de soluciones, tales como la diversificación de los alimentos servidos en el desayuno, el ajuste de las porciones de acuerdo con la edad de los niños, y la promoción de hábitos para ahorrar en lugar de desperdiciar la comida. Como resultado, el 90% de los alumnos de la escuela adoptaron el hábito de cortar el desperdicio de comida, y compartieron su aprendizaje con sus familias y amigos. El impacto del proyecto se extendió aún más cuando se presentó en una competición nacional de ciencias, donde ganó el primer premio. Alumnos de quinto grado ahorran agua Alumnos en Kiryat Mal’akhi, Israel, eligieron la preservación del agua como su proyecto en el Programa Intel® Aprender — motivados por los varios inviernos secos que hicieron que el Lago Kinnereth, una importante fuente de agua en la región, alcanzase niveles sin precedentes. Los alumnos de quinto grado desarrollaron una gran campaña publicitaria – incluyendo folletos, afiches, presentaciones y un logotipo del proyecto Kinnereth — para educar a las personas en la comunidad sobre cómo reducir el consumo de agua. Distribuyeron los afiches y folletos en la escuela y en el vecindario, y se reunieron con el alcalde de Kiryat Mal’akhi y con dos miembros del consejo de la ciudad para discutir el asunto. Después de la reunión, el alcalde publicó una página de consejos sobre conservación de agua en el sitio web de la ciudad, incluyendo citas de los folletos de los niños. Además, se instalaron dispositivos para reducir el flujo de agua en los grifos de todas las escuelas de la ciudad, lo que dio como resultado un ahorro de agua de hasta un 50%. Estos son solamente algunos ejemplos de las decenas de miles de formas con que los niños ayudaron a fortalecer sus comunidades usando las habilidades del siglo 21 adquiridas por medio del Programa Intel® Aprender. Todos los días, de varias maneras, los niños en el Programa Intel® Aprender están sintiendo más confianza, abriendo sus mentes y abrazando las oportunidades que la educación de calidad puede ofrecer. Para saber más acerca del Programa Intel Aprender, visite: www.intel.com/education/learn Los programas de la Iniciativa de Educación Intel® Education son financiados por la Fundación Intel y por Intel Corporation. ©2010 Intel Corporation. Todos los derechos reservados. Intel y el logotipo de Intel son marcas de Intel Corporation en Estados Unidos y en otros países. 0410/KEL/100 323045-001