EL MUCHACHO REINSERTADO Llegó hace dos años un

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EL MUCHACHO REINSERTADO
Llegó hace dos años un adolescente de unos 14 años, escoltado por dos
agentes de la Guardia Civil. a nuestro centro de Reeducación de Menores de
Picassent, en Valencia; muy cerca de la cárcel de adultos. Venía esposado y
derivado a nuestro centro, por haber perpetrado un robo con violencia a mano
armada.
Su aspecto de niño alto, se perdía cuando le mirabas a los ojos. La rabia, el
desafiante desdén en su mirada, era lo que más destacaba en él.
Después de su ingreso en el Centro su conducta no variaba. Era bravucón, no
quería cumplir las normas impuestas por sus educadores, no se integraba con
los demás adolescentes, que como él, estaban en nuestro centro para ser
reinsertados a la sociedad. Evidentemente, su expediente daba significado a su
actitud. Su padre en la cárcel, su madre fallecida víctima de las drogas, sus
hermanos en centros de acogida… y él, se había criado con su abuela materna
que no podía controlar al muchacho que desquiciado por la situación familiar,
había seguido el mismo camino que sus progenitores.
Pasaron las semanas, y los responsables del centro, le inscribieron en un taller
de formación patrocinado por Consellería de Justicia. Un taller que duraría casi
un año, tres horas de cultura general y 5 de aprendizaje de “Mantenedor de
edificios”. Los principios fueron duros. Parecía ausente en las clases y si el
profesor le preguntaba algo, recibía su respuesta irónica y pendenciera. Mas, el
trabajo constante de sus educadores, su profesionalidad para manejar
situaciones de conflicto, hizo que en un momento determinado de su estancia
entre nosotros, empezara a interesarse por los estudios, a estar atento a los
consejos del profesorado, a trabajar para aprender un oficio que le podría
posibilitar un futuro.
Tanto es así, que el año pasado recibió uno de los premios “Raquel Payá”
concedido por Consellería de Justicia y Administraciones Públicas, destinados a
conceder premios a menores procedentes de centros de reeducación y
reinserción social.
El joven de mi historia fue premiado por: “El cambio prosocial en su perspectiva
de vida, rechazando en la actualidad la forma de vida antisocial y delincuencial
y orientándose hacía metas prosociales”. El día de la entrega del premio, la
abuela emocionada, fue testigo del éxito del nieto, cuando éste llorando
expresó su agradecimiento por todo cuanto había recibido en nuestro centro.
También los responsables del mismo, miraban con orgullo al muchacho. ! El
esfuerzo había valido la pena! Ahí estaba aquél que llegó esposado por la
Guardia Civil, recibiendo ahora una distinción de manos de Juan Luis de la Rua,
entonces Presidente del Tribunal Superior de Justicia de la C.V.
Cada vez que recuerdo aquel acto, me sigue emocionado saber que gracias a la
gestión de los profesionales de nuestro Centro, este joven, ya reinsertado y con
su flamante titulo oficial de “Mantenedor de edificios”, ha tenido su primera
oportunidad para una vida normalizada.
Aquella oportunidad que su familia no le dio jamás.
En nuestro Centro de Reeducación de Menores, hay 55 muchachos
adolescentes que están en su misma situación, escolarizándose y aprendiendo
oficios para que, cuando terminen sus cuentas con la Justicia, nunca más
vuelvan a cruzar las puertas de un centro de reforma juvenil o penitenciario
para adultos.
Más información: www.emausong.es
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