The Masses - La Izquierda Diario

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CULTURA
Revistas que hicieron época
Celeste Murillo
Instituto del Pensamiento Socialista Karl Marx.
The Masses (Las masas) fue un mensuario de
cultura y denuncia social fundado en Nueva
York en 1911 por Piet Vlag, un inmigrante socialista holandés. Funcionaba como una cooperativa y su objetivo había sido fundar una revista
socialista ilustrada que atrajera a los trabajadores a la literatura y el arte en general. Y aunque
Vlag abandonó el proyecto rápidamente, la revista había reunido a jóvenes artistas, escritores
y periodistas, muchos de ellos militantes y simpatizantes del Partido Socialista.
Aunque no tenía afiliación política directa, The
Masses era ferviente defensora de las luchas
obreras, las huelgas, el movimiento sufragista y
desde sus páginas denunciaba las desigualdades
sociales del capitalismo.
En 1911, siguió muy de cerca el incendio de la
fábrica textil Triangle Shirtwaist Factory, que se
transformó en un símbolo de la lucha de la clase
trabajadora, en particular de las mujeres obreras. John Sloan, uno de los editores artísticos de
la revista, que estuvo en la escena del incendio,
escribió sobre una de sus caricaturas políticas:
“Un triángulo [en referencia al nombre de la fábrica en inglés Triangle] negro que dice en cada
uno de sus lados RENTA, INTERESES, GANANCIAS, la muerte de un lado, un capitalista
gordo del otro y el cuerpo carbonizado de una
chica en el centro”.
Nueva época
En 1912, los escritores y artistas que sostuvieron la revista eligen a Max Eastman como editor. Eastman había culminado su doctorado en
Filosofía bajo la tutela de John Dewey y era parte de varios movimientos radicales, partidario
del sufragio femenino y antibelicista. En agosto,
luego de una charla con Sloan y otros miembros
del staff, recibió un telegrama: “Fue elegido editor de The Masses. Sin sueldo”.
En el primer número de la nueva época,
su editorial en forma de manifiesto decía:
The Masses
Publicada entre 1911 y 1917, los 80 números de The Masses
reunieron arte y política con el objetivo de desnudar las
miserias del capitalismo. Enfrentada a la censura y la
persecución, The Masses marcó época o, quizás, estuvo
marcada por una época de huelgas, revoluciones y guerras.
Una revista libre. Esta revista es propiedad
colectiva y es publicada colectivamente
por sus editores. No tiene dividendos que
pagar, y nadie quiere hacer dinero con ella.
Es una revista revolucionaria y no reformista; con sentido del humor y sin respeto
por los respetables; franca, arrogante, impertinente, en búsqueda de las causas reales; una revista dirigida contra la rigidez y
el dogma allí donde se encuentren; publica
lo que es demasiado crudo o demasiado
cierto para la prensa comercial; una revista cuya política en última instancia es
hacer lo que se le da la gana y no conciliar con nadie, ni siquiera con sus lectores.
Existe un lugar para esta publicación en
Estados Unidos. Ayúdenos a encontrarlo.
La revista se sostenía con el trabajo de los artistas, periodistas y escritores (ninguno de ellos
cobraba, salvo un asistente) y la suscripción por
IdZ
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“Aunque no tenía afiliación política directa, The Masses
era ferviente defensora de las luchas obreras, las huelgas, el
movimiento sufragista y desde sus páginas denunciaba las
desigualdades sociales del capitalismo.
correo, una costumbre muy extendida en Estados Unidos. Las decisiones se tomaban en reuniones editoriales colectivas, donde a menudo
las discusiones sobre la libertad en el arte, la
inminente guerra y las huelgas dividían a los
miembros.
La nueva época va a estar signada por la participación de los artistas (pintores e ilustradores) y la
publicación de autores, poetas y periodistas jóvenes de orientación radical y socialista como John
Reed, Louise Bryant, Carl Sandburg, entre otros.
Una de las marcas registradas de The Masses serán las tapas. En cada número, los editores publicaban ilustraciones, algunas veces viñetas y sus
páginas estarán pobladas de sátira social. Varios
de los artistas que colaboraron con The Masses
conformarían más tarde la Escuela Aschan, que
buscaba retratar la vida cotidiana de las ciudades, especialmente la vida de los trabajadores y
las clases populares. Uno de los rasgos distintivos, sin embargo, era que a diferencia de los artistas del siglo XIX que retrataban la vida con un
dejo de patetismo y tristeza, las ilustraciones de
The Masses estaban llenas de vida y color, con
el objetivo de hacerlas atractivas, y también por
qué no, dejando entrever su optimismo en la a
clase obrera.
”
La revista fue famosa por su antibelicismo. Su
oposición a la Primera Guerra Mundial le valió
varios juicios, encarcelamientos y multas. Los
editores apuntaron rápidamente contra la guerra y rechazaron la participación de EE. UU.
en un enfrentamiento que veían motorizado
por intereses imperialistas. Publicaron caricaturas grotescas con banqueros gordísimos, que
se enriquecían con la empresa bélica, que les
costaron más de un juicio.
Uno de los motivos que aceleró el final de The
Masses fue la acusación contra sus editores
por conspirar y obstruir la conscripción de los
soldados en EE. UU.. En julio de 1917 el Correo Central declaró que no iba a distribuir el
número de agosto, amparándose en la Ley de
Espionaje de 1917 (por conducta antipatriótica), y revocó el permiso necesario para la distribución. Aunque dejó de publicarse ese mismo
año por la imposibilidad de distribuirla, en 1918
Eastman1, Reed y otros miembros del staff fueron juzgados (con multas de 10.000 dólares y
penas de 20 años de cárcel), aunque fueron absueltos por falta de evidencias. La absolución
solo confirmó lo obvio: el único objetivo de los
cargos era la persecución de los periodistas y
artistas por su posición ante la guerra.
Huelgas, revoluciones y guerra
La revista seguía de cerca la mayoría de las
huelgas importantes de la época. En 1912 fue la
huelga minera de Paint Creek-Cabin, que exigía
aumento de salarios, reconocimiento del sindicato y el contrato colectivo. En 1913, la huelga
de Paterson Silk, innovadora en la organización
de la solidaridad siguiendo los pasos de la huelga de Lawrence del año anterior. The Masses
apoyó también campañas políticas del Partido
Socialista.
Una de las figuras con las que más simpatizaba
era con Big Bill Haywood, dirigente de la Industrial Workers of the World (IWW), organización
que reunía los ideales socialistas y la organización dinámica de trabajadoras y trabajadores,
los principales intereses de los jóvenes que militaban o simpatizaban con los socialistas.
Difundía también los procesos revolucionarios fuera de su país, a través de las crónicas de
periodistas revolucionarios de la talla de John
Reed. Fue The Masses, la que recolectó el dinero que llevó a Reed a la Rusia revolucionaria, desde donde escribiría los famosos relatos
luego reunidos en Diez días que conmovieron
al mundo.
Ilustración antibélica de unos de los últimos números antes de la censura.
A pesar de su relativamente corta vida, The
Masses marcó su época, uniendo arte y política
para desnudar las miserias del capitalismo norteamericano, dentro y fuera de sus fronteras.
1 Max Eastman publicará más tarde The Liberator,
que no alcanzó el éxito de su predecesora. Viajó a
la URSS, donde conoció a Trotsky, con quien mantuvo una amistad durante varios años, y fue su colaborador durante el exilio del revolucionario ruso. Sin
embargo, años más tarde, luego de la crisis de la década de 1930 dio un giro conservador y abandonó sus
ideas socialistas.
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