Sed Puros de Corazon - Bruce R. Mcconkie 1977 Chile

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Sed puros de corazón
por el élder Bruce McConkie
del Consejo de los Doce
Sesión General de la mañana
H
e decidido dejarme guiar por el
poder del Espíritu Santo, para
decir aquellas cosas que el Señor desea
que diga en esta ocasión.
Me gustaría hablaros de la visión
que tengo para el pueblo chileno. Puedo prever el día en que la séptima estaca en este país, sea setenta veces siete;
puedo prever el día en que los 250 misioneros chilenos lleguen a ser miles;
puedo prever el día en que los 30.000
miembros de la Iglesia en esta gran nación, lleguen a ser los miles de Efraín y
los miles de Manases de los cuales hablan las Escrituras; puedo prever el día
en que La Iglesia de Jesucristo de los
Santos de los Últimos Días sea la mayor
influencia de esta nación. Puedo ver el
día en que el Señor derrame abundantemente sus bendiciones sobre Chile,
debido al gran número de miembros
justos de la Iglesia que viven aquí.
Sois bendecidos por pertenecer a
una gran nación. El Señor ha preparado
a las naciones de Norte y Sudamérica
para poder establecer la Iglesia en esta
dispensación. Ya nos hemos establecido.
eficientemente en Norteamérica y ahora
ha llegado el día en que esta misma habilidad y fortaleza espiritual se esparza
por todas las naciones de Sudamérica.
El Señor está levantando un selecto
número de líderes en cada nación. Aquí
mismo tenemos aquellos que tienen la
capacidad para ser Representantes Regionales, presidentes de estaca y presidentes de misión. Aquí tenemos aquellos que tienen la habilidad para dirigir
y guiar la Iglesia en esta parte de la viña
del Señor, y esto continuará.
El gran Profeta del Libro de Mormón, Nefi, cuyos pies quizás hayan p¡-
sado las tierras de Chile, vio en visión lo
que habría de ser en los últimos días.
El vio que la Iglesia del Cordero de
Dios estaría en toda la superficie de la
tierra; vio que los Santos del Cordero
estarían en todas las naciones hablando
todas las lenguas; vio que el pueblo del
convenio se reuniría en cada nación; vio
que habrían de encontrar oposición y
resistencia por parte de las fuerzas del
maligno; vio que habrían de tener la
oposición del mal y la iniquidad. Pero
también vio que estarían armados con
el poder y la justicia de Dios, porque el
Señor preservaría a su pueblo. Ese día
está ahora amaneciendo; la Iglesia se
está estableciendo en las naciones de la
tierra; se están organizando estacas en
los confines de la tierra. El profeta José
Smith dijo que todo el norte y el sur del
continente americano es Sión.
No podéis tener una estaca de Sión a
menos que esa parte de la tierra se haya
convertido, y se convierta en una parte
de Sión.
Nuestras revelaciones nos dicen que
Sión es "los puros de corazón," lo que
significa que los puros de corazón de esta nación, los que buscan la verdad y la
justicia, se reunirán en las estacas que se
establecerán aquí. Ellos se ajustarán a
los principios del evangelio sempiterno,
lo que los hará puros de corazón. Y
cuando un individuo llega a ser puro de
corazón, adquiere el derecho de morar
en Sión y la meta principal del puro de
corazón, es llegar a morar con el Señor
Dios del cielo. "Bienaventurados los de
limpio corazón, porque ellos verán a
Dios." (Mateo 5:8.)
Esta es una tierra bendita; este es un
lugar donde el Señor quiere que su
reino crezca; este es un lugar donde crecerá. En un grado pequeño, vosotros
habéis sentido la efusión del Espíritu
del Señor; esto es tan sólo un pequeño
ejemplo, de lo que ha de ser. En el mes
de abril de 1976, dije públicamente en
Santiago que el día habría de llegar
cuando haya un templo en Santiago, y
hoy, os repito lo mismo. Podéis escribirlo en vuestros diarios íntimos puesto
que ha de acontecer. No puedo deciros
cuándo, pero ha de suceder.
Antes de que se logre esta gran meta,
tenemos una importante tarea que llevar a cabo: debemos llegar a ser puros
de corazón en forma individual; debemos vencer al mundo; debemos seguir
cuidadosamente el consejo que el presidente Kimball nos ha dejado hoy.
Si permitimos que el evangelio de
Jesucristo viva en nuestro corazón,
nuestra alma se limpiará y perfeccionará, tendremos gozo y felicidad en esta
vida, y seremos herederos de la vida
eterna. Es en este día cuando hemos de
establecer los cimientos de la obra que
el Señor tiene preparada para este país.
Recordad mis hermanos, que esta
obra es verdadera; que es la obra del
Señor y no de ningún hombre. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es el reino de Dios en la tierra, y como tal ha sido designada para
prepararnos y calificarnos para poder
llegar al otro reino de Dios, el Reino
Celestial. El Señor; nos da |a sabiduría
para saber lo que debemos hacer.
Ruego para que Dios nuestro Padre,
en su amor y misericordia, y de acuerdo
con lo que El decida, derrame su Espíritu abundantemente sobre esta nación y
su Iglesia. Y esto ha de suceder si nosotros hacemos aquellas cosas que sabemos debemos hacer. Y en el futuro, habrá miembros de la Iglesia que dirán a
otros: "Quita tu calzado de tus pies,
porque el lugar en que tú estás, tierra
santa es" (Éxodo 3:5). En el nombre de
Jesucristo. Amén.
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