LA BATALLA

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(m
N.s8.
Pag. I
COMEDIA FAMOSA.
LA BATALLA
D E P AVI A,
Y PRISION
DEL REY FRANCISCO.
D E D. CHRISTOBAL D E MONROT T SILVA.
H A B LA N E N E L L A LAS
P E R S O N A S S IG U IE N T E S .
E ¡ Em perador Cdrlos Quinto. ^ E l Rey de Francia.
4 l^isa rd a ^D a m s.
Carlos de LA noyyirey de tidpoles, ^ E l Duque de Borbon. ^ Lobon ^G radost*
£ l M trques de Pescara.
h E l A lm irante de Fancia. ^ U n Secretario.
E l M arques d e l Basto.
■!> Monsieur de la P a liza . ^ Soldados.
E l Duque d el Infantado.
^ L a ln fa n ta D oña L eonor.^ D a m is . Música,
E lC a p ita n D ie ^ o d e A v ila fB a r b a .f L a In fa n ta M argarita. 4* Acompañamiento.
J O R N A D A
Tocan castas y clarines , y de si ábrese en
una Tienda de cam paña el Rey Francisco escribiendo en un bufete yy el Secreta­
rio d u n lado de rodillas^ y d los lados en
p ie el A lm irante Bonibeto y Mon~
sieur de la P dliea.
está resuelto el Marques
en dar U batalla.
£ 5
hombre^
que no hay valor que !e asombre
ni atemorice. P a liza . Despues»
s e ñ o r » que tu Magestad
tien e cercada á Pavía,
tu denuedo y osadía
se pasa á temeridad;
p u e s sieado tao desigaales
\ 3
A lm ir.
PRIMERA.
en número y eo valor,
depuesto todo el tem or, '
pretenden los Imperiales,
y a , no solo defender
la Ciudad , pero rendir
tu Exército. Secret. H e de escribir
á Trem ulla? Rey Y ha de ser
con orden , que parta a! punto
levantando de Miian
el cerco. A lm ir.
vano podrán
■ resisf'f tu poder junto.
Rey. Quíéi) está dentro en Pavía
d e guarnición? P a liz a .S o\q está
A ntonio de L e y va. R ey .Y x
tengo de su valentía
ooiicia : y quiéa acompaña
A
al
2
L a Batalla de
al M arqaes ? P a liza.O kxloi hAtioy.
A lm ir .Y su General es h o y
Borbon. R ey. L-i lealtad de £ s p a ñ a
perm ite en esta ocasioa
tener eo su cornp;ñía
p o r G eneral en P jv ía
á ese traidor de Bx^tbon ?
Q u ie n fué t n a v t z desleal,
p o d r á , cnmendundo su daño,
ser lejl al R e y extraño,
no $ié')vlolo al natural ?
A lm ir S i pasión ha deeiarado,
siivicMido al E m perador.
R e y N o quiero premio m ayor
que prenderle. A im . E sg rao Soldado.
N u nca e l t r a i d o r e s T a l i e a t e ,
A lm ira n te , no l e alabes.
P a liz a . Pues y a los designios sabes,
. y el número de la gente
del enemigo , señor,
qué determinas hacer?
J í í y . Q u e de p od er á poder
se pelée. A lm ir. G r a n v a lo r !
Secret.Y'itmQ vuestra Aíagestad.
R ey. P o r mí opinion no ío excnso.
V a el Rey firm ando los pliegos , y el Se­
cretario ¡os cierra.
Secret.
es para el de Saltizo,
y para so Santidad
esta. Rey. Mí valor desprecia
quien me hablare en lo contrario:
id cerrando , Secretario.
Secret. Aquesta es para V e n e c ia .
R ey. Y a está ñrmada : el Senado
me está m u y agradecido.
J ) i ‘fa r a n dentro un tir o , cae e l bufete^
y lUganse todos alborotados a l Rey.
A lm ir. Grandesdicha! iVc.Te ha herido?
P aliza» T e ofendió?
R e y .^ o os dé cuidado,
lio es nada. P a liza .ÍA ^ tte no igoala
to valor. A lm ir. K \ m u ndo das
admiración.
Pues es mas
d e haber tirado una bala?
i4/w /r. V a m o s de aquí. lí^y.B onibeto,
vivid con mas confianza,
que á Francisco R e y de Francia
le tiene el plomo respeto:
estas cartas despachad, d isp a ra n .
P a v iu y
Secret. Los cercados d e Pavía
tiran piezas á porfía.
P a liza .ÍJi\te vuestra M^gestad,
que este sitio es peligroso.
R e y .Y z , P a l i z a , he respondido;,
que
me ojgtils ahora os pido.
L evá n ta se el R e y , recoge las cartas e l
Secretario , y córrese la cortina.
A lm ir. Q u é sufrido ! P ^ / . Q u é animoso I
Ilustres vasallos míos,
d e c a y o p o d e r , de c u y o
esfuerzo tiembla la E u ropa
y se atemoriza el mundo.
V alerosos Capitanes,
atrevidos y robustos,
que de los Pares antígoos
h o y resucitáis los trianfos.
Bien sabéis quántas ofensas
incitan mi pecho Augusto
contra España , y que el L e o a
E s p a ñ o l, siempre sañudo
y a r ro g a n te , siempre intenta^
con desvelo y con estudio,
ajar las Francesas Lises,
y malograrlas sus frutos.
N o es n uevo el odio que España
no s tiene , pues si discurro,
naciéron sus competencias
d e los F u n d a d o r ts suy os.
F r a n c o , hijo m a y o r de Héctor^
d e M arte h e ro y c o trasunto,
fué su F u n da d or ; d e F ranco
se llamó Francia : y no d ud o
que habiendo los Españoles,
que en el cerco Aquiles tuvo,
peleando con íos T royano s,
en quien nuestro origen fundo,
naturalizado el odio
viva desde aquellos lustros.
D e x o antiguas ocasiones,
nuevos encuentros excuso;
pues de aquellas las historias,
y de aquestos los discursos
d e las guerras nos informan.
Y o , como es notorio al mundo,
despues que el R e y n o heredé,
p o r muerte del siempre Augusto
Luis D u o d é c im o , mi tío
y señor , siempre procuro
re -
y prisión del
revalidar las hazañas
de tantos héroes difuntos.
C erqué á Milán J gandía:
d ando el asalto á sus muros
prend í á Próspero Colona:
en Milán por V ir e jr soy o
dexé á M onsiear d e Locrecli.
V o lv í á F<iris} que con triunfo
m e agaardaba y con aplausos
d e la N obleza y el vulgo;
mas despues Francisco £sforcU|
esforzado con el sumo
favor del Em perador
Carlos Q u i n t o , vino janto
c o a el M arques de Pescara
y lo restauró : qué mucho,
faltando y o á la defensa,
cogiendo á L o tre ch seguro?
D esvanecido el Marques»
eoo les Capitanes suyos
T con A ntonio d e Leyva»
M o n e a d a , B o rb o a y muchos,
e n tró por Francia atrevido:
pasó el D a rro , ese tum ulto
d e c rista l, que á Italia y Francia
p arte término profondo.
Fosieron cerco á Marsella,
despees de ganar algunos
Lugares , T o lo o y Asáis;
m as y o , sabiendo el insulto,
el Exército prevengo,
el R ea l estoque desnudo,
salgo á la c a m p a ñ a , y to do
el R e y o o airado y confuso
m e sig oió, mas llegué á tiempo
á M a rs e lla , que y a junto
el Exército contrario
se había vuelco i Itah’a , jozgo
que temiendo mi venida;
pues quand« el Marques la sopo,
2 esperar no se atrevió,
aunque su valor es macho.
In dignado y ofendido
de un agravio tan injasto,
e ntré en I ta l i a , y d e nuevo
cerqué d e Milán los muros.
£ I Exército Imperial
i mis intentos se opose
e a defessa de Milán«
y despues d e eocoentros machos,
vencido se retiró
á P a v í a , y luego al punto
se le entregó la Ciudad
al gran M arques de Saiuzo.
L u e g o en Pavía y en Lodi
se repartiéroQ astutos
los Imperiales : Pavía
defienden L e y v a y los suyos:
á L od i e¡ M a r q u e s , Borbon
y los d e m a s : y o consulto
á qual de las dos Ciudades
le pondrémos c e r c o , y jozg«
que es mas acierto á Pavía.
Cerco á Pavía , y el doro
trance d d cerco temiendo,
p o r sacudirse del yo go ,
pidió socorro al Marques,
como si bastara el m undo
á resistir de mi enojo
lo furioso y lo sañudo.
V i n o el Marques de Pavía,
y sobre aquel m onte inculto,
q u e antes d e salir a n hora
registra ai Planeta rubio,
puso su C a m p o : he sabido
que intenta ( segua algunos
Soldados me han inform ad o)
cogernos sobre seguro,
y acometernos de noche,
hallando tiempo oportuno:
y así me he determinado,
ántes que el intento suyo
logre atrevido , á embestirle;
po rque e s , á lo q ae presumo,
ventaja el anticipar
la osadía , y así excuso
a n a vanidad á E sp ^ ñ i,
d e ver q a e osados y astutos
SQ valor adelantaran
quatro Soldados desnudos.
E a , Capitanes mios,
para esta facción os busco,
para ahora es el valor,
que hallar en vosotros juzgo.
A dvierta C a r lo s , que no
porque goza on N u e v o M undo,
que en p l a t a , en oro y en perlas
le rinde ricos tributos,
A l
ha
4
L a Batalla de Pavía,
ha de contrastar e l siempre
qué importará qoe los moros
invencible , el siempre augosto
d e Milán h a y a rendido,
p o d e r de vuestro R e y : tiemblen
si el castigo no executo
los Españoles ; sus muros
en quien á despecho mío
soberbios mire Pavía
se entró por mí R e y n o ? Al pnn to
desvanecidos en humo:
nji E xército se prevenga,
taladre el plomo las nubes,
que no ha de decir el m undo,
hiera el hierro el a y re puro,
que Francisco R e y de Francia
alterne el metal acentos,
temió el Español orgullo.
que repita el parche mudo.
Tocan caxas y clarines y v a n se , y m Francia consiga victorias,
len L isa rd a \ D a m a , de Soldado , y
Espuña envidie sus triunfos,
boHy Gracioso y de Soldado ridículo.
rinda la cerviz Italia,
L is. Y vive C h r i s t o , que sí
y Europa acorte el orgullo.
me replica::- Lobon. H a y tal qüestion!
A lm ir. T o dos , señor , obedientes
tú conoces á Lobon ?
te síguirémos. R ty. Sdluzo
L is. Y tú conócesme á mí?
enviará quatro mil hombres»
Lobon. Sé que eres un ahembrado,
y en llegando , ántes que el ham o
que te tratan como á niñ»,
de las sombras de la noche
que eres ménos que lampino,
dexen el ocaso obscuro,
que vives desesperado
siendo de la luz del dia
de b a r b a s ; que tus mexillas
tornasolado sepulcro,
lo pueden ser de una Dama,
tengo de dar la batalla.
que ta valor y tu fama
P a liza . Q u e no lo aciertas presnmo,
todavía anda eo mantillas:
s e ñ o r , con la dilación
que no alcanzarás favor,
es el vencer mas seguro
que hablas sin poder hacer;
y méoos costoso ; porque
que no puedes pretender
y o del enemigo juzgo,
p o r L etrado ni. D o c to r;
que no podrá sustentar
pues tan calvo te imagino
su gente en campaña mocho,
de barbas y de vigotes,
por estar falto de todo.
que tienes ( no te alborotes )
A lm ir. Q ué dirá del R e y el m undo,
la cara de perro chino:
si rehúsa pelear
que eres capón , aunque osado,
con los que venció Saluzo?
arrojado y atrevido;
P a liza . Y quando los venza el R e y ,
y al ün e r e s , por raído
que y o , Monsieur , no lo dudo,
de barbas , desvergonzado.
rendir qoatro Capitanes,
L is. L obo , Lobato , Lobon
qoé fa m a , qué gloria 6 triunfo
ó Lobillo , en qué te fundas
se ha de adquirir ? quando Cárlos
para intentar::- L o b o n .^ o me hunda*:
peleara , fuera mucho
tanto brio en on capón?
el blasón de la victoria.
L is. Malograrme aquesta hazaña?
A lm ir. Pelear es lo seguro.
Lobon. Luego díceslo de veras?
p a liz a . Mas no lo mas acertado.
pues dime , no consideras,
AUnir. La opinion de mi R e y busco.
que estriba el honor de España
R ey. Q ué es esto i basta , Paliza:
en alcanzar la victoria, '
Almirante , basta : algunos
y la victoria en mi brio,
inconvenientes advierto,
que tu General y mió
mas me resuelvo y reduzco
el Marques ,, c u y a memoria
á d¿r ia batalla , porque
será en Italia inmortal,
▼ien-
y prisión del Rey Francisco,
Tiendo m! esfuerzo , me envia
á que le prenda una espía;
y tú buscando tu mal,
dices que me he de volver,
que la espía llevarás?
ZfV. V e t e y déxame , y verás
si sé y o decir y hacer.
Lobon. Quaiquiera Francés Soldado,
aunque sea Soldado nuevo,
te ha de sorber com o uo huevo
m irándote tan pelado.
L is. Yo tengo barbas , L obon,
. mejores y mas honradas.
Lobon. Si te las pones prestadas:
y dónde ? L is. E n el corazon:
y he de hacer un disparate,
sino te vuelves de aquí;
déxame esta h jz a á a á mí,
ó vive D i o s , que te mate.
Lobon. Qüé he de decir al Marques?
con q u é me hé de disculpar?
L is . Pues déxame á mi llegar,
que y o te daré despues
la espía , y podrás Ikvalla
( y decir que la prendiste )
al de Pescara. Lobon Consiste
mi honor en esta batalla,
y lograrla determ ina
mi corazon valeroso,
que no porque sea el Gracioso^
es fuerza que sea galíina.
L is. Pues matémonos los dos,
y el que quedare podrá
Entfuña*
llevarla.
Lobon. Resuelto está.
L is. £ a , pelea , ó vive Dios::*
Lobon. Aguarda , que y a que has dado
en eso , demos un medio.
L is. E sto ha de &er sin remedio.
L o b o n .'YÒ. en--ese monte emboscado
estarás , y o lleguré,
y si padeciere ofensa,
saldrás luego á la defensa:
con esto aseguraré
aff.
la facción. L is. V a y a con Dios.
Lobon. Y si alcanzamos victoria^
la reputación y gloria
se partirá entre los dos.
L is . Bien está ^ pero detente,
5
que allí d e p«sta nn Frances
está. Lobon. Y abaxo otros tres.
Sale un Soldado Frances con arcabuz.
Sold. Parece que suena gente,
quiero velar con cuidado.
Lobon. Escóndete , que y o llego.
Retirase L is arda.
Sold Q uién va?
Lobon. Un Áletnan Gallego,
que aunque Gallego , es honrado*
Sold. Retírese. Lobon. N o podré,
que so y Tudesco. Sold. Será
blanco á mi tiro. Lobon. Errará,
si me tira. Sold. Pues por qué?
Z o¿.P o rqu e soy negro. Sold. A mi espada
rendirá el cuello. Lobon. Eso no,
que aunque soy Portugués y o ,
naon so y Fidalgo. Sold. Pesada
burla. L is, Q uiero ver si importes
hum or gasta peregrino.
Sold. Alárguese. Lobon. V izcaíno
so y , y es fuerza que sea corto.
Sold A balazos le haré huir.
Lobon. Será el matarme a^í en vaco^
porque y o soy Italiano,
y quemado he de morir.
Q u é Tercio es este en que asisto?
L is . Por D i o s , que rae causa risa.
Sold. De Monsieur de la Paliza.
Lobon. Esa te den, plegue á Christo, aj^.
Sold. N o se quiere retirar?
Lobon. Aguardé : qué necio e s l
Sold.Qüé procura?Z,c^o«.Un m alFran ceí
para tener que curar.
Dófide estáel R ey? Sold. N o procare
al R e y en tales acciones.
Lobon. Es que tengo lamparones,
y quiero que me los cure.
A quí , Lisardo.
Arrójasele d los pies y le derriba y y sa»
le L isarda y le maniatan.
Sold. Aquí , amigos,
que me llevan. L is. N o te pares,
porque saldrán á millares
del quartel los enemigos. Dent.caxas%
D ent. uno. Al arma.
D en t. otro. Qiié atrevimiento!
á la posta se han llevado
del enemigo u a Soldado;
se -
6
L a Batalla
seguidlo. T.h. Ks eosa d e cuento.
SolH. Q 'ie á tanto un hom bre se atreva?
Lobon. Vam os. L is. D e tal ocasion
lobo se ha v ueho L obon,
pues tal borrego se lleva.
'Tómale á cuestas Lobon y vanse. Tocan
ca xa s y clarines , y salen el M arques de
P esc a ra , Carlos de Lanoy , Virey de Ñ á ­
peles t t i M arques del B a sto , Borbon^
el Cíipitan D ie^o de Avila^
B a rb a , y Soldados.
Pese. Capitanes , ilustres Caballeros,
en quien consiste la opiníon de E^paíla^
d e cuyos siempre bélicos aceros
se vé poblado el m onte y la campaña;
aquesta es la ocasion de resolveros,
aspiremos osados i una hazaña,
que vinculando su inmortal memoria,
será de España vanidad y gloria.
Si a y e r valientes« fuertes y animosos
entramos por la Francia sin temella,
de stru ye n do los cóncavos y fosos
d e la Ciudad soberbia de Marsella;
p o r q u é á nuestraN acioa h o y ambiciosos
no hemos de procurar engrandecella,
quando aspirando á pundonores vanos
los Franceses se vienen á las manos?
Y a Cárlos de L a n o y , á quien aclama
N ápo les su V i r e y , traxo so gente:
y a Borbon tra x o , dando á so honorfama,
d e Alemania el socorro diligente:
y o con ios E sp a ñ o les, á quien llama
Italia Tigres ; y el Marques valiente
del Basto cou Tudescos nos hallamos:
i qué con tal Exércico agaardamos?
Bien sé qoe el R e y en nám ero no solo
compite nuestro C a m p o , mas le excede;
pero en el valor , de qoien Apolo,
ascua de las E sfe ra s, temblar puede:
esta v ic to ria , de uno al otro Polo
nos ha de e n g ra n d ec er, eterna quede
en toda Italia , con hazañas tales,
la faina de los héroes Imperiales.
Lanoy. Invicto N u m a Español,
noble Marqués de Pescara,
d e Francia pasmo valiente,
freno invencible de Italia:
00 niego el poder qoe dices,
conñeso el valor qae ensalzas
áe P a v td ,
d e los E s p a ñ o le s, siempre
ilustre por sus haz<iñ)s;
pero en aquesta ocasioa
será facción temeraria^
será atrevido despeño,
probar con el R e y las armas.
E l R e y está poderoso»
tiene e n Pavía cercada
la ñor de la Infantería
E spañola : la venganza
d e haber llegado á Aíarsella,
mas le alienta que de sm a y a .
N uestros T udescos , quejosos
viven d e la mala paga,
y también los E piñoles,
porque ha mucho que Íes falta
socorro : Milán rendida,
desalienta la esperanza,
que Mousieur d e la T rem olla
la sujeta y avasalla.
M i parecer e s » que laeg«
el Exército se p arts,
y en N ápo les y Milaa
restauren todas las Plazas,
que ha rendido el R e y Fraaciico;
que Pavía es cosa llana,
qoe D o n A nton io de L e y r a
para defenderla basta*
B asto, Diferente parecer
s ig o ; en dar la batalla
consiste nuestra opinion,
la reputación de E ^ a ñ a ,
y la destruicion del R e y .
Borbon. Señores , h o y está falta
nuestra g en te d e dineros,
que son de la guerra el alma.
Si nos vence el R e y , perdemos
n o solo el honor y fama,
mas quanto el E m p erado r
posee dentro de Italia,
porque tod o ha d e rendirse
si nuestro Exército falta;
y no obstante eitos reparos,
me parece se acertara
en dar la batalla. L s n o y .t o
sigo lo contrario. Pese. Basta:
P o r vida de Cárlos Q uinto,
E m p erado r d e Alemania,
s i R e y y s e ñ o r , ^u e t€ 0g*
y prisión del Rey Francisco,
d e dar al R e y la batalla,
si viniera eo su defensa,
no solo el po der d e Francia,
mas del m o n d o , vive Dios.
Si juntos h o y nos contrasta,
qué hará estando divididos i
no es cosa evidente y clara,
q o e con mas facilidad
ha d e vencer ? Os eogaña
el tem o r de los Todescos,
q u e mal pagados se hallan,
q u e aunque el socorro ha tardado
(claro está siendo d e E sp aña)
la esperanza los alienta.
N o es v ile z a , no es iafkmia
d e tan grandes Capitanes
volverle al R e y las espaldas ?
L os que a y e r en Francia entramos,
incitándole á las armas,
hemos d e huirle , quando
á buscarnos viene á Italia ?
Si está quejosa la gente,
mas lo estará sí se tarda
la p a g a , y así no es bien
dilatarles la batalla.
L e y v a oprimido del cerco,
porqu e el sustento le fa/ta,
no ha de poder defenderse;
y o le avisaré que salga,
dándole por seña un tiro
luego que toquen al arma,
y todos j u n t o s , no dudo
qne hemos de postrar la vaaa
osadía d«l Francés.
Borbon. Hágase como lo mandas.
Lis<.irda y Lobon con el Soldado
Francés á cuestas , y arrójale.
Lobon. V á lg a n te diez mil demonios,
como pesas. B a sto.Sa palabra
cumplió Lo bo n. Lobon. Esa posta
ofrecemos á tus plantas
Lisardo y y o , que á los dos
d e b e s , señor , CNta hazaña.
Pese Quién es?
Algún m?j4dero,
scgiin pesa. Sold. Q ué cont.aria
fb rtu in ! P m . L'sardo , admito
tu vjlor. Basto» L o que le falta
d e e d a d , le sobra de brio.
Ca^it. Q u é 'a s í 5e atreva Lisurda ap.
7
contra su naturaleza,
atrevida y temeraria,
á semejantes em peños!
Pese. D i , Soldado , lo q u e pasa,
ó en un p otro lo dirás.
Lobon. N o respondes ? á qué aguardas ?
Sold. S e ñ o r , el R e y determina
darte luego la batalla^
aunque algunos Capitanes
d e aquese intento se apartan,
d ic ie n d o , que á ménos costa
veocerá con dilatarla,
pues no puede V uecelencia
sustentar en la campaña
su Exército machos dias.
H o y ha tenido una mala
nueva , sin otra d e ayer»
vencido á Pirro Gonzaga,
y e s , que el Marques de Salozo«
que de Milán enviaba
quatro mil hombres al R e y ,
se perdió en ana batalla
co n tra M am o Milanes:
esto es tod o lo que pasa.
Lobon. Y eso ahorrarse de unas vueltas
do cordel. Sold- Buen humor gasta«
Pese. V e is , se ñ o r e s , que conviene
executar sin tardanza
lo q a e o s he prep uesto ? Borb. V arao s,
se dará la órden , y al arma
to q u e el Exército. Pese. Amigos,
tened en Dios confianza,
que ha de a yudar nuestro zelo,
dándole victoria á España.
Vanse , y quedan L isarda y el Capitan
Dieg» de A vila y Lobon escondido.
Lisarda , no. me respondes?
h ija , Lisarda , muchacha:
h a y libertad semejante!
L is . C o m o y o no so y Lisarda,
sino L isa rd o , entendí,
que á alguna D am a llamabas.
Capit. Bien está j pues has mudado
el ser de moger ? L is. Ea , basta,
nn me trates de muger,
que le p e rd e i! á esas canas
el re sp e to , vive Dios,
si otra vez m oger m e llamas.
Lobon. Q a é es esto? Lisardo es hembra?
qu ie-
8
L a Baiaìia de Pavta^
quiero saber lo que hablan.
Capii. T il l o c u r a !
L is . Sì c o n m i g o
la n a tu r a lc Z J av ara
an d u v o , q u é c u lp i tiene
el v a lo r q u e me a c o m p a ñ a ?
£1 aiina y el corazon
tengo de varón. Capii. Acabif
repórtate , y considera
que quanto mas temeraria
procedes , mas me di<;gust3s.
XiV. T e n g o de hilar en campaña?
y o me he criado en la guerra,
no me traxeras á Icalia.
C apii.T á al campo del enemigo
por una espía ? L is. Y por quaotas
se quedan he de volver,
si mi General lo manda.
C s fit.Q ü é G eneral? c a l i a , hiji.
L is .O pese á m í! que esta infimia
he de sufrir ! que me traten
d e muger ! Capii. Mira que andát
poniéndote en mii peligros,
J.ÍS. D e todos sale mi espada.
Capii. H ija , no me des disgusto,
poes perdí á tu madre Laura,
no se pierda en ti su imagen
para atormentarme el alma,
que me costará la vida
si repites su desgracia.
Vase»
Lobon. £ s ro estaba oculto, Cielos ?
servidor , seora Lisarda;
Sah,
á fe , que no en vano y o
echaba ménos las barbas.
Z w . V i v e D i o s , si me descubres;:Callaré como una urracaj
mas en premio del silencio
que te prom eto , la causa
me has de decir del disfraz.
L is. R e n o v a r, Lobon , me mandas
un disgusto que me al^ige,
y una pasión que me acaba;
pero quiero darte gusto,
o y e y sabrás lo que pasa.
E s M adrid mi patria ilustre,
que por letras y por armas,
T ro n o de Marte
Apolo
con justa razón la llaman.
D e mas nobleza que hacieoda»
fué hercdeio de »u casa
mi p a d r e : nataraíeza
y furtuna son contrarías.
Crióse en Madrid , y un dÍ 2»
que la juvt;ntud lozana
procuraba lucimientos
del ingenio y de la gala,
en el P r a d o , que frondoso
con el cristal y las plantas,
es un depósito ameno
d e las lÍ!>onjas del Alba,
al Prado salió , vió en él
una Dama tan gaiiarda,
que girasol de sus luces
Je tuvo suspensa el alma.
LísonjcóU amoroso,
respondióle cortesana,
siguió la empresa , y despues
de tormentas , que contrastan
en el mar de A m or , deseos
que dulcemente nduf agan,
mereció favores s u y >s:
pidió á sus padres á Laura
( q u e este era su n om bre) y ellof
pagaron con amenazas
sus corteses rendimientos:
( ó vil codicia , que ultrajas
lo precioso del honor,
llegando á baxeza tanta,
que obligas á que se compre
con la riqueza la infamia I j
Ncgáronsela sus padres
por ser pobre , y como Laura
íe habia enriquecido y a
de fa v o re s, empeñada
en ser su esposa , pna n sc h e
le permitió , que en so casa»
con felices posesiones,
lograra sus esperanzas.
F ru to de este amor fui y o ,
sin que descubriera Laura
los accidentes forzosos,
y cuerda y disimulada,
teniendo de to d o aviso,
me dio á mi p a d r e , y on ama
me crió por orden suya,
para alivio de sus canas.
Un lustro dichoso en dulce
posesion se halló el alma
d e Laura favoiecidaj
y prisión del Rey Francisco.
y üna noche entre las pardas
sombras y mudo silencio,
ó por estar y a cansada
la fortuna , 6 por vivir
D o n Ju a n , hermano de Laura,
con mas cuidado en su quarto
escondido ( 6 vil h azañ a! )
le aguardó ; llegó , y apénas
con amorosas palabras
del malogrado himeneo
con su esposa se quejaba,
quando su hermano se arroja
lleno d e cólera y rabia
á matarle : defendióse;
fué mas dichosa su espada:
hirióle en el rostro , y ét
cruel , viendo su venganza
imposible y a en mi padre,
llegó (q ué r i g o r ! ) á Laura
mí m a d r e , y la pasó el pecho
sin poder él remediarla;
pero quándo una desdicha
remedio q u e busca alcanza ?
A quel pecho de marñl
( a y de mí i ) teñido en grani»
puso entredicho á la nieve,
mas no le paso á las ansias.
Mnríó mi m a d r e , y mi p t d r e
iacitado á la venganza,
se arrojó á darle la muerte;
mas discurrió por la sala
h u y e n d o . Acudió Justicia,
y temiendo su desgracia,
viendo sin vida á so esposa,
dexó á Madrid t dexó á España,
y vino á Italia á seguir
las a r m a s , por ver si hallaban
sus peligros en la muerte
alivio de penas tantas.
T ráxd m e á Italia consigo
adonde dÍMoiulada
en el trage de varón,
ninguno el secreto alcanza.
P e ro qué es esto ? D entro caxas»
léobon. Q u e y a
toca
el e n e m i g o a l a r m a ,
y » el R e y ^ e x a las tr in c h e r a S |
y a preseataa en cam paña
la
g
batalla los dos Campos.
Unos. Santiago , cierra España.
0 / r o í. Cierra F r a n c i a , San Dionis.
L is . Brava confusion ! Lobon. Q ué bica
pelean ! qué bien se cascan !
am párate de ese monte,
que y o me e n tro en la batalla.
L is . Eso no , L obon. Lobon, A dv ierte
tu peligro. D e n t. Al a r m a , al arma.
Tocan c a x a s , y suena ruido de b a ta lla .
Lobon. Santiago , y o so y Gallego*
donde teneis vuestra casa,
a yu dadm e , porque corte
q aa tro docenas de caras.
Vase,
L is . £ l corazon en el peclio
me eslá sirviendo de caxa.
Q u é valiente , qué brioso
el gran Marques de Pescara
anima sus Españoles!
Su primo el del B jsto anda
a le n ta d o , eternizando
los blasones d e su casa.
Bien pelean los Tudescos,
el V i r e y los acompaña,
d ando á los Italianos
aliento con sus palabras.
D isim ulando Borbon
rige el T ercio de Alemania.
Y a D o n A n to sio de L e y v a,
noble asunto de la fama,
de los muros de Pavía
sale , y por la retaguardia
acomete al enemigo.
D en t. Santiago , cierra España.
C axas y ruido de batalla.
X fj. Q a é gr^n Soldado es el R e y !
ó Marte invicto de Francia 1
no te juzgues vencedor,
tus presunciones te engañ.in,
mira que son Españotcs
con los que mides las armas.
E l D uque de Memoransi
acomete en la vanguardia,
á quien sigue Bonibeto
el Almirante : y a saca
el Monsieur de la Paliza
d e Arcabuceros las mangas.
C ^da Soldado es un rayO|
B
OH
10
L a Batalla de Pavia*
un vesubi
cada espada,
un bolean es cada tiro,
y nna ruina cada bala.
Andaluces cab illo s,
y los brid on es d e F rancia,
en vez de cándida espuma,
tascando coral y grana,
fuego vierten por los ojos,
ra y o s pisan con las plantas;
pero á Cárlos de L a n o y
le han m uerto el c a b a llo , saíga
ú defenderle mi hrio.Saca l:z espada,
Unos.'V'wA Francia. 0 / r w . V i v a España.
Sale Cárlos de Lanoy retirándose de
una tropa de Fr.inceses , y pénese d
su lado L isa rd .i^y métenlos
d cuchilladas.
Lanoy. M uerto estaré y no rendido.
L is. N o te m a s , que te acompaña
esta espada y este br;izo.
Lanoy. Mi vida pondré á tus plantas.
M ntranse ^y a l son de cascas y clarines
dase muy de espacio una batalla ^ y sa ­
liendo siempre los Españoles retirando
d los Franceses , y sale despues el Rey
Francisco solo , turbado y herido en el
rostro y en la m x n o , y cae á la
entrada d el tablado.
V á lg a m e D io s ! ah fo r to n a !
tan atrevida me ultrajas ?
no te admira mi grandeza ?
mi valor no te desm aya?
Mi gente rendida y a
(q u é deshonra ! ) la campaña
desocupan , y y o herido
en el rostro ( q u é d e s g ra c ia !)
N o sé qué hacer: «I caballo,
sin bastar á heridas tantas
su aliento , me despeñó
de ese cerro por la falda*
Salen el Capitan , L is a rd i y Lohon ^ y
se hincan de rodillas.
Capit. Este es el R e y : gran señor,
vuestra Magestad las armas
me dé en nombre de mi R e y .
Rey. Q u é esto escucho ! qué esto pasa !
no huyáis , viles , afrenta
de los blasones de Frauciat
p o r qué , c o b a r d e s , por q aé
perdeis el honor y fama ?
Capit. Preso el R e y .
A voces.
R ey.V esG á mi brio!
D e n t. Preso el R e y , victoria España.
Sale Borbon cubierto con una banda.
Borbon. D a d m e las armas.
i í í ’jK.Quién sois?
Borbon, Capitan d e l R e y de España
Cárlos Q u in to , que D io s guarde.
E m perad or de Alemania.
R ey. y cómo os llamais ?
Borbon, B orbon.
Descúbrese.
Borbon sois? h a y tal infamia!
prim ero daré la vida,
que os entregue á vos las armas:
llamadme algan C.^pitan
E spañol.
Sale Carlos Lanoy,
Lanoy. Aquí á tus plantas
está Cárlos de L a n o y ,
V i r e y de N áp oles. R ey. A!za,
no te rindas á uii rendido.
D a le la espada á Lanoy , y sale el
M arques d el Basto.
B a s to .^ i M atques del Basto aguarda
tu mano. Rey, N o estéis a*í,
Mdrqoes.
Prodigiosa hazaña!
JSifí/í». V u e s tr a Magestad está
herido ?
Marques , no es nada:
la herida de la opínlun
es la que atormenta el alma,
que las heridas del cuerpo',
con facilidad se sanan.
Lanoy. N otable valor!
Adónde
está el Marques de Pescara?
B asto. H erido se ha retirado.
R e y . M erece por esta hazdña,
que el Em p erad or mi hermano
honre sublime su Casa.
L a m y . Soldados , llevemos preso
al R e y ilustre de Francia,
con el decoro debido
á su Magestad. Capit. Q u é rara
severidad!
SuíVimiento
notable ! Todos. V ictoria España.
lo ca n caxas y clarines , y éntranse tQ»
dos acompañando a l Rey muy
de espacio,
JO R -
y prisión del Rey Francisco.
JO R N A D A
SEGUNDA.
Salftt el R ey Francisco , el M arques
d e l Basto , Carlos de Lanoy ^ el Duque
de Borbon y criados con una, mes*
con servicio de plata.
B asto. D s qoe vuestra M ag estai
esté bueno de la herida,
nos damos mil parabienes,
qoe semejante desdicha
nos tuvo m u y cuidadosos
á sus criados. R ey. Obligan
vuestras obras y palabras,
agasajos y caricias
d e s u e r t e , M arqaes del Basto,
que solo estimo la vida,
p o r poder pagar con ella
lo que os debo. Lanoy. Son precisas
obligaciones d e todos.
R ey. M acho el alma las estima,
V i r e y . Borbon. V u e s tr a Magestad
se s i e n te , que la comida
está prevenida y a .
B asto. Su severidad me admira.
Lanoy. Su prudencia me suspende.
Borbon. Sa valor me maravilla.
R ey. Fuerza es el obedeceros, Siéntase.
que mi libertad no es mia:
los tres os sentad conmigo •
6 no comeré. B asto. N o es digna
nuestra humildad de ese honor,
y así es bien que no la admita.
R ey. Esto ha de ser. Lanoy, G ran señor,
vuestra Magestad se sirva
d e no hacer sospechosa
d e los tres la cortesía.
R ey, Levantaréme , V i r e y .
B asto, Pues á obedecer obliga
vuestra Magestad ^ será
d e esta suerte.
L le sa n almohadas , y pónense de rodi“
lias el M arques y Carlos de Lanoy.
1?^/. Llegad sillas.
B asto. Así e s ta re m o s , señor.
R ey. N o ha de ser a s í , por vida
del £ m p e ra d o f mi herm ano.
11
Lanoy. Ya la obediencia es precisa.
Siéntanse los dos en taburetes rasos.
R e y .'íio os s e n tá is , B orbon?
Borbon. S e ñ o r,
vuestra Magestad permita,
si m erezco tanto honor,
que y o á la mesa le sirva.
R ey. N i > , Borbon , sentaos , sentaos.
Borbon. N o he de se n ta rm e , así viva;
ni he de o b e d e c e r en eso.
R ^y . N i en lo d e m a s ; algún dia
comisteis conmigo en Francia,
D u q u e Borbon , con mas dicha:
p ero entonces y o os honraba
con daros mi mesa misma;
ahora , Borbon , no es honra,
sino deshonra precisa
com er con un prisionero.
Basto. M ucho tu grandeza humillas.
R ey. Yo la humillo con palabras,
pero vuestra valentía
la ha humillado con las obras.
Borbon. N o té qué responda ó diga: ap,
confuso e s to y : quién crey era,
que con ta n nueva desdicha
se lograra mi venganza?
ilusión ó fantasía
parece.
Vase ^ y salen los Músicos.
L a n o y. Salid afuera,
no cantéis. R e y .V o t qué?
L anoy. Alegrías
no son para esta ocasion,
quando tu tristeza miran.
R ey . D e x a d lo s , V ir e y ; volved,
cantad , aunque está advertida
vuestra r a z o o : no cantéis,
pues el V i r e y os lo avisa,
q u e en las mesas de los R e y e s
cantan por costum bre antigua;
y o so y prisionero ahora,
no R e y , y cantar seria
n o tratarme com o á preso.
Lanoy. Pues por esa razón misma,
señor , han de cantar , como
tu Magestad lo permita.
Cantan los Músicos , y sirven d l.i me­
sa los criados i y en acabando sale
Borbon con la copa.
B*
Borbon.
12
L a Batalla de Pav/a,
Barbón. Beba vocstra M agestad*
R ey. S o spe c ho , D uque , y no en ranO)
que beber de vuestra m a n o
00 es poca seguridad.
Borbon. Hso es culpar mi lealtad»
i í í ’y. Q u é lealtad?
Borbon, La que os adora.
R ey. N o lé que haya en vos ahora
lealtad , ni que h ay a habido;
y n.<üu , D uque , ha podido
etilpar aquello que ignora.
Borbon> T a n clara como el cristal
es mi justicia, por Dios.
R ey. Si es tan clara como vos,
será turbio , y sabrá ro^I:
sírvaos en ocasion tal
deespejo. Borbon. Advertencias raras!
R ey. Miraos en sus ondas ciaras,
que aunque mas sereno e$té,
si os miráis en él , y o sé
que os hará , Borbon , dos caras.
Borbon . m e quitasteis mi Estado^
R ey. S í , D uqoe ; pero por Dios,
que mas que y o os quité á vos,
TOS mismo os habéis quitado.
Borbon. E so confuso he dudado.
R ey. N o Jo d u d é is , que eo rigor
foé vuestro agravio m ayor;
pues qué importa en tal contieadai
que os quite y o la hacienda,
si os quitáis vos el honor?
Bfirbon. Mejor fortuna es la mia,
que al E m pe rad or estoy
sujeto , como vos h o y ,
con mas ventaja. Lanoy. Osadía
notable ! Basto. Q u é demasía!
R ey. Dice bien , y o le prefiero,
pues sus armas considero
que en mejor fortuna están;
porqu e ai ña es Capitan
de quien y o soy prisionwo.
Mas diferencia ha de haber,
que en saliendo de prisión
volveré á ser R e y , Boibon,
com o lo dexé d e ser,
y vos no podréis volver
á ser lo que fuisteis ; una
fué la desgracia importuaaj
mas serrimos á o n Señor,
TOS á precio del honor,
y o á riesgo de la fortuna.
Pues os quejáis agraviado,
cnlpándome con exceso,
h o y , Borbon , con verme preso
estaréis de mí vengado.
Borbon. Sabe Dios , quan lastimado
m e tiene el pecho el dolor
de veros en tal rigor;
que aunque con tod o desvelo
le pedí venganza al Cielo,
no pedí tanta , señor.
R ey. D adm e el agua , aunque ofendido,
beberé , porque templeis
el pecho , que Je tenéis
de enojo m u y encendido:
sin rezelo el agua os pido,
que aunque puede en el cristal
venir veneno mortal,
no vendrá en sus arreboles,
que hab'éis de* los Españoles
aprendido á ser leal.
Canta la música miéntras bebe el Rey^
y en acabando se levantan y quitan las
m e sa s , y vanse los Mtisicos
y los criados.
D espachóse con la nueva
á E sp a ñ a? Basto.
gran señor.
Q u é dirá el E m p e ra d o r?
ap.
Mi paciencia el Cielo prueba:
Cielos , quitadme Ja vida,
que me aflige y me importuna;
aunque nfti adversa fortuna
deba estar agradecida,
que aunque tanto me ha rendido
con su invencible poder,
n o me queda que temer
m a y o r mal que el sucedido.
F o r t u n a , triunfando estás
de mi calda y desvelo,
mas sírveme de consuelo
e! DO poder y a caer mas.
Lanoy. H o y , señor , determinamos
llevarte á Ñ á p e le s preso.
R ey, Q u e lo acertaréis conSeso.
B asto. Resueltos en eso estamos. Clarín,
Lanoy. Esta es señal de Andrea Doria,
que
s prisión del
qoe en el P o e rto está aguardando
con las Galeras. R ty . Ju z g a n d o ap,
esto y sueño esta victoria.
Y quándo me he de embarcar?
Lanoy. Sí das licencia , esta tarde.
R ey. A mi hermana es bien que aguarde}
que esta tarde ha de llegar:
es piadosa Margarita,
y á verme viene. B asto. Fineza
singnlar ! R ey. Así mi tristeza
tem plar cuerda solicita.
Tocan caxas , y suenan tiros,
Lanoy. Mas qué es esto?
R ey. Esta sin duda
es Margarita mi hermana,
que ha llegado. B asto. N o es,seño%
sino el Marques de Pescara
mi primo , que viene á verte.
SaU n el M arques de Pescara y cria­
dos todos con luto.
Pese. S tn o x i Rey. M arques?
Pese. £ sa s plantas
me ha de permitir besar
vuestra Magestad. Rey. N o basta,
sia obligar con lo humilde,
que me obliguéis con las armas?
Levantad , Marques ilustre,
cifra del valor de España.
C on luto lia venido. Lanoy.kcc\on
generosa y cortesana!
Pese. V u e stra Magestad se siente.
R ey. M ucho veros deseaba:
sentémonos , Caballeros.
Pese. Señor::- Rey. Será darme causa
á que me levante. Pese. Es justo
obedecer !o que mandas.
Siéntase el Rey en silla , jy los tres en
taburetes rasos.
^ífy .G ra n victoria, Marques. Pesc.Solo
vuestra Miigestad la ensalza
con su prisión ; sabe Dios,,
que !a he sentido en el alma.
R ey. Dios* os guarde» que si vos
vivís dilatará España
los términos de su Im p e rio
por Piofincias dilatadas.
P e to al fin , M irques amigO)
sangre os cosió U batalla?
Pese. S e ñ o r , las cosas preciosas
nunca se compran baratas:
lo. que mas me ha dilatado
la enfermedad y ia cama,
ha sido el pesar d e ver
preso á tan grande M onarca.
R ey. Mas fuera el p e s a r , Marques»
si las suertes se trocaran,
com o lo tuve entendido
al presentar la batalla;
pero h uyéro n los Suizos
con afrenta y con infamia^
y sin ocasion , por Dios:
íos Tudescos (c o sa r a r a ! )
desm ayáron , que lim a s
he visto ta! en campaña.
E l de Alanzon mi cuñado
h u y ó , no sé por qué causa,
y le siguió mucha gente:
p r o m é te o s , que mi desgracia
anduvo m u y poderosa:
quien mas me instó á la batalla
fué Bonibeto ; y así,
viéndome p r e s o , á las balas
se arr('jó y perdió la vida.
Pese. Tam bién murió en la campana
el Mon^ieur de la Paliza.
R ey. H e lo sentido en el alma,
Marques , que era gran Soldado:
qué gente m urió de Francia?
Pese. D iez mil hombres , y el d ísp ojo
ha sido el m a y o r de Italia.
Rey. Y del Cam po de mi hermano,
qué gente murió ? Pese. N o faltan
mas de mil y quatrocientos.
R ey. La victoria ha sido rara.
V u e stra Magestad dio muerte,
al trabarse la batalla,
al Capitan Castrioto,
descendiente de la Casa
del gran R e y de Macedonta.
R ey. Y al fin , Marques de Pescara,
h o y v o y á Nápoles preso?
Pese. V u e stra M igestad so parta ^
al p un to , que y a le he escrito
al Cé^ar , y es tan hidalga
su clemencia , que no dudo
que tendré m u y presto carta^
ea
L a B a ta lla de P a v ía ,
14
eii qne con leves partidos
mande volverle á sa 'casa.
Rey, Así lo han hecho otros R e y e s
con R e y e s , que mi desgracia
h o y tiene por exemplares.
Lanoy. V iv e D i o s , q u e h a d e i r á España,
y no á N ápoles *. al César, ap,
á quien y o debo honras tantas,
he d e hacer esta lisonja,
sin que entiendan los tres nada.
R ey. Y á cargo d e quién v o y preso?
Borbon. Esta prisión me tocaba
á mí , por ser General;
pero no es justo que vaya
. preso mi R e y por mi mano,
y así al V i r e y se le encarga. •.
Lanoy. T e n d rá vuestra M agestad
qnien le sirva con el alma.
R ey. Dios oí guarde. Pese. Q u é valor 1
Sale un Criado.
C riad. Ya mi señora la Infanta
de Francia llega. Veso. Salgamos
á recibirla. Rey. Excusada
p r e v e n c ió n , que y a su Alteza
está aquí.
Tocan ca xa s y clarines , y disparan ti­
ros f y salen de luto la Infa n ta M a r­
g a rita de Francia y D am as
de acompañamiento.
M a rg .S tñ o T 'i Jíí’y. Hermana?
tal v o lu n ta d ! M arg-TaX desdicha!
R ey. Tal fineza 1 M arg. T al desgracia!
Madama hermosa , esas perlas
n o es razón desperdiciarlas:
r e c o g e d , señ o ra , el llanto,
n o sean las pérdidas tantas.
Marz> Señor ( a y de m í ! ) no sé
con qué encarecer ( el ansia
y el dolor me ha su sp e n d id o )
esta desdicha impensada.
Rey. Bien encarecido está
vuestro sentim iento, hermana^
pues venis desde Paris
á aliviar mi pena á Italia: Caxas»
aquesta señal me avisa,
que luego á embarcarme parta,
que vo y á Ñ ip ó le s preso,
y las Galeras me aguardan:
qué determina to Alteza?
M .irg. Hdita que v o lv á is á Francia»
n o h e d e ü e x a r v u e s t r o lado;
el d i s g u s t o IdS p j l d b i a s
en to rp ece , y el ahogo
e s u n n u d o en la g a r g a n t a .
P ese.C on qué valor la consuela!
B asto. C o n qué congoja le habla!
Lanoy. C o a qué cordnra obedece!
Borbon. C o n quévergü.inza está el alma!
R ey. V a m o s , hermana , á embarcarnos:
á D ios , Marques de Pescara.
Pese, V u e s tr o seré eternamente.
Tocan y vanse , y s» quedan Pescara^
Borbon y el d el B.isto.
Q j é fjrtu n a tan extraña!
Borbon. N o table victoria ha sido!
Pese. Q ü é alborotada está Italia
despues que sabe la nueva!
Basto, Los V enecianos y el Papa^
q u e eran nuestros enemigos,
y a contra el R e y se declaran,
y nuestra amistad procuran.
Borbon. P o r D i o s , que es acción ing rati
y ánimo desconocido,
que el Pontífice al d e Francia,
contra el César , f<ivorezca.
Pese. Y a el tiempo le desengiña.
Borbon. A R o m a he d e saquearle,
y he de prenderle en su casa.
Sale un Soldado.
Sold. Q u é hacéis ? que L a n o y se lleva
preso al R e y Francisco á España.
Pese.'B.i c ie rto ? ¿ ^ j/.E s sin düda?5o/cV.Sí:
así que el R e y con la Infanta
entró en la Galera , dió
esta órden. Borbon. Q u é eso pasa?
Pese. Q ué vil trato! B asto. QuétraicionI
Borbon. Q uerrá él solo ganar fama
con esta victoria , quando
solo procuró estorbarla;
p e ro no ha de ser así,
que me he de partir á España,
y en la presencia del César
le he de decir cara á cara,
qoe ha sido traidor amigo,
que ha quebrantado las sacras
l e y e s , que de la Milicia
a p laa -
y ffìsìon del Rey Francisco.
aplaode h eroyca ]a fama.
"Pese- V u ecelen cia parta luego,
que el del Basto y y o en Italia
bastamos á defenderla.
Sorb a n .hgxM tàì y L a n o y , aguarda,
fementido y falso amigo,
que he de postrarte á mis plantas.
V a n sc , y salen el Em perador Carlos
Quinto i Joven , la In fa n ta D oña Leonor
su herm ana , el D uque d el In fa n ta ^
do y acompañamiento.
Leon. Mucho stento , gran señor,
ver á vuestra Magestad
triste. E m p . £ n mí no es novedad^
que son p en siones, L eo no r,
del gobierno y del poder.
Conñeso , hermana , que he estad»
afligido de «n cuidado,
y ia estaré hasta saber
el suceso de Ja guerra,
que en Pavía y cu Milán
mis enemigos me dan.
Leon. T a l valor en ti se encierra^
que solo tu nom bre puede,
a un qu e tan ausente estés,
darle tem or al Francés.
E m p . Es gran Soldado , y excede
á Alexandro y Escipíon
el R e y : nunca en Francia ha habido
R e y , que Je h a y a com petido.
Leon.KiX grande reputación
está el de Francia contigo.
E m p . Su valor todo lo alcanza,
y merece mí alabanza^
aunque sea mi enemigo.
E n sosegando las cosas
de España à Italia daré
la v o e ita , y freno pondré
á sus aimas belicosas.
D uque. B e n puedes , señor , Harte
de tus Capitanes h o y ;
L e y v a , Pescara y L ^ n o y
bastan á de^^cmpeñarte.
Em p.l^A ventaja que el Francés
m e lleva , es tener presente
á su R e y . Duque. Su altiva frente
ha d e rendir .á tus pies.
£ / ; ; ^ . D e l R e y no la conveniencia
15
procuro. Leon. E x trañ o ruido !
Sale un Criado. U n C apiian ha venido
de I t a l i a , y pide licencia.
A lgún suceso rezelo:
entre : sí venció el Francés?
Salen el Capitan y Lobon i y despues L i^
sarda de hombre , recatándose de ellos,
Capit. D a d m e esos invictos píes.
E m p . Capitan , alzad del suelo:
dióse la batalla Ì Capit. Sí,
h ero y c o César, i?»?/». Q ué día?
C apit . d í a de San Matías.
E m p . Pues y a y o sé que vencí.
Capit. V e n c i d vuestra Magestad,
no h a y quien su grandeza exceda:
preso el R e y Francisco queda.
E m p . Preso? extraña novedad I Llora.
Leon. Preso el R e y ? q u é compasion i
Lobon. Esto tenemos ahora?
vive Dios , que el César llora.
Lances d e fortuna son.
D u q u e .^ \ii mas pudieras sentir,
si tu enemigo venciera^
E m p M éiios, D u q u e , lo sintiera.
Lobon. Q u é h ay a quien pueda sufrir
estas razoues d e estado!
y ha de m a n d a r, vive Dios,
que nos cuelguen á Jos dos
p o r la nueva que le has dado.
D enm e los Cielos psclcncla
con Lisarda, que ha venido ap.
á Palacio y ha rompido
mi precepto y su obediencia.
L is. Merezca , s e ñ o r , la gloria
d e esos pies, quien en Pavía,
cotí denuedo y osadía, Arrodíllase,
tu vo parte en la victoriav
E m p. Qoiénsois? L is. Hijo s o y , señor»
del C.ipitan , y él al R e y
prendió. E m p . S e ti justa Jey
premiar tan raro valor..
Cap. H . y igual atrevimiento!
X /í.S e p a el César quien so y y o .
Decidme como pisó..
Leon. Bien disimula el bontenfo. ap.
Cap Despues,César invicto, queta guerra
en Francia introduxeron con desvelo
tus C a p ita n e s , pasmo de la tierra,
i6
Z a b a ta lla de Pavía^
terror deí v ie n to , admiración del Cíelo,
aqtií sus golpes iban resistiendo;
y .Atí.tntcs fuerces , una y o t r a sierra
alíí el Francés ardor se desmayaba,
su iíxército p o b i d n j ü , al azul velo
y el orgullo Español ¡ba creciendo;
diérpn mas de dos sustos pesarosos,
y en tanta confuMon , en tanta pena,
á M.jrselU cercando valerosos,
la campaña tembló de asombro llena.
líl R e y Francisco de este atrevioiíento
E l R e y , se ñ o r, en un Bridón overo
in dignado , poblando la campaña
sus Soldados anima diligente,
de soberbios Franceses, c a y o aliento
y á los duros preceptos delacero
amenazaba la opinion de España,
el bruto siempre atento y obediente,
en tró en Italia , y á Milán , sediento
la tierra olvida , y sube mas ligero,
de h o n o r , ganó, que fué notable hazaña,
atropellando el viento velozmente,
y tu Imperial Exército en Pavía
donde nieve de espuma con decoro
y en Lodi resistiéron su osadía.
llueve , al tascar los alacranes de oro.
N o satisfecho el R e y de esta victoria,
Esgrime el Real estoque airado y fuerte,
cercó X Pavía, cuyos fuertes muros
herido y a en el ro stro, y a en la maao,
D o n Antonio de L e y v a , ho n o r y glorfa
que el sangriento decreto de la moerte
d e E s p a ñ a , aun en los siglos mas futuros,
no respetó el decoro soberano:
d e fe n d ió , eternizando su memoria;
despeñóle el caballo ( adversa suerte !)
pero sos E sp a ñ o le s , mal seguros,
y viendo al R e y vencido el C a m p o ufano,
socorrió el de Pescara diligente,
y que á prenderle llegan á porfía,
Capitan tan feliz como valiente.
victoria España á voces repetía.
DÍTÍdiéron sus gentes tus famosos
E l primero que ai R e y prendió (quisiera
C a p ita n e s , rigiendo á un tiempo osados,
no ser quien refiriera esta victoria)
Borbon los Alemanes valerosos,
fui y o , se ñ o r, que alzada la visera
el del Basto Tudescos esforzados,
le conocí, y por dueño de esta gloria,
L a n o y los Italianos tan briosos,
me dió en u n j manopla la primera
y Pescara*Españoles alentados,
p r e n d a , sí digna de inmortal memoria:
que son siempre en marciales ocasiones
rindió á L a p o y las a rm as, y su gente
furiosos Tigres , béÜcos Leones.
librarle intenta valerosamente.
E ran del R e y de Fran«ia los primerof
D o n Antonio de L e y va de Pavía
C a p ita n e s , que el Cam po gobernaban,
salióáeste tiemp<5, y el Francés perdido»
Monsieur de 1a Paliza, á quien les ñeros
sin poder resistir su Infantería,
Suizos U obediencia le postraban:
peleaba turbado de vencido:
el D uque M em oran si, y los guerreros
de diez mil enemigos este día
Bonibeto y Tremalla sujetaban
fué pira el C a m p o en púrpura teñido,
Franceses y T u descos, c u y o aliento
y los d em as, sin brio ni arrogancia,
se conoció en el lance mas sangriento.
fuéron á renovar su afrenta á Francia,
V ie n d o el R e y el valor y resistenci«
D u q . G ran victoria ! L m h . Peregrina
d e los cercados , y que no podia
hazaña! Lohon.V or esta nueva
rendir con su poder y su asistencia
era poco hacerte D u q ie .
el muro inexpugnable de Pavía,
Capít. Suspenso ha quedado el César.
á tu Exército embiste con. violencia,
E m p . Capitan , y o me confieso
que prevenido ya el Marques tenia,
á vuestro esfuerzo y nobleza
y al son del paiche y del clarín sonante
deudor , y à quantos Soldados
se trabó la batalla en uo instante.
diéron en aquesa guerra
E l humo al vago viento condensaba,
preclaro asunto á ia fama,
rayos el plomo en balas repitiendo;
qoe sus victorias celebra,
muertes allí el acero amenazaba;
para admiración de Italia,
S prisión del Rey Francisco.
p a r i freno de V e n e c ìa ,
para castigo d e Francia,
c o y a arrogante soberbia
la cerviz rinde ¡ndomdble,
postrando su R eal cabeza.
N o «s deshonor la prisión,
q ae al (ia son lances d e gaerra
y accidentes de fortuna,
q u e el m a y o r valor sujetan.
Y
a s í , no hay a regocijos
en España , no h a y a fiestas
por esa victoria , no;
ántes todas ias Iglesias
d e mis R a y n o s con d e r o t a
veneración hagan fiestas
al Monarca soberano,
que en una cándida O blea
cnisteriosamente oculta
los rayos de su grandeza,
rogán do le que me dé
industria, para qoe pueda
usar bien de esta victoria.
L eo n .G rm cordura!
lauque. G ran prudencia !
E m p .h . vos , C a p ita n , os d o y
tres mil ducados de renta
p o r las albricias, y os hago
d e mi Consejo d e Guerra.
Capit. Beso tus p i e s , Alexandro
E s p a ñ o l, invicto César.
E m p . Y añadid á vuestras armas,
p o r esmalte á su nobleza,
la manopla y nn R e y preso.
Capit. Mas me ob lig a s, que me premias.
wEf»/. V u e s tr o hijo;:- Cap. Q u é , señor ?
£»V .Calla, padre.
Tam bién tenga
la Encomienda::- Capii. H o señor.
JEntp. Do A lm agro, que al fin la nueva
me traxo , y es bien premiarle.
L is . Tus pies beso , invicto César.
€ a p . S e ño r, no es posible. E m p. Cómo?
L is . Sí es , señor : qu^ así me afrentas ?
vive D ios::- Xíow .Qué confusioni
L is . Soy , gran s e ñ o r , á la guerra
inclinado , que mas
quisiera, que la Encomienda,
algún cargo Militar.
£'x»/.*Faes y o os d o y ona Giuctii,
»7
y la E ncom ienda también.
i,w . V i v j s , p o rq u e e te r n o seas,
mas años que mi deseo.
Capit. S e ñ o r , es eng.iño ; advierta
v u e stra M ig e sta d ::* Z w .A q uí Aloid*.
no h a y que a d v e rtir, no me ofendas
ni me quites el honor,
pues me diste el ser.
Capit. Q u é intentas ?
L is . I r por Capitan á Italia.
Capit. C ó m o es posible que sea,
siendo m ug er? L is,U so está
p o r averiguar. Capit. Paciencia
me den los Cielos contigo.
E m p S o h xe qué es eso? Cup.'S.iii necia::L is. N ecio iba á decir , y erróse»
Capit. Inad vertida y grosera::L is . E sto va perdido. E m p. Qué
teneís ? C<7^fV.Qué quiere qoe tenga
vuestra M agestad r qoe e sto y
lleno de enojo y afrenta.
E sta muchacha es mi hija,
que no es varón , y la guerra,
en que siempre se. ha criado,
la ha infundido aliento y fuerza:
no la puedo reducir
á que m ude el trage. Lobon. D e esta
quedas desvaronizado.
Absorta e ste y y suspensa
de ver su brio y denuedo.
D uque. Q a é peregrina belleza !
N otable m u ger! mirad
á quien daba una G inrta.
Lobon. Según es de arisca y brava
esta mal domada yegua,
mas ha menester , señor,
ginete , que no Gincta.
L is. También tú , picaro ? E m p. Cóm®
os llamais ? L is. Lisardo.
C*pit. Es tema?
Lisarda , señor. L is. Yo tengo
( q u é importa que inuger sea?)
el pecho de mil Roldanes,
de mil Héctores ia fuerza,
d e mi! Bctnardos ei brio;
y qu ando mis armas tiembla
el Francés en la campaña,
mi p a d re en M adrid me afrenta.
C
Lcon.
iS
L a Batalla
íe o n .
afrentü el ser moger?
L is . N o , que ai fín io es vuestra Alteza;
pero mejor es ser hombre,
si á buena ioz se contempla,
que on hom bre puede ser Papa,
y una muger , aunque quiera,
n o puede ni aun Monacillo;
y véalo en la experiencia
vuestra Alteza , pues me dio
p o r váfon ahora el César
Gincta y H a bito , y y a
lo he perdido por ser hembra.
E m p . N o habéis p e rd id o , Lisarda,
que á quien vuestro esposo sea
hago la m erced que á vos.
L is . V u e stra Magestad no entienda,
que tendré y o tan mal gusto,
que me case : bueuo fuera,
despues d e .h a b e r le ganado
á mi marido en la guerra
á cuchilladas el dote,
que él m u y vano me quisiera
sujetar : sufrir hdbia ^
d e un marido la obediencia?
y o parir? y o arrullar niños?
y o apacible y halagüeñasosegarle en los enojos,
aliviarle en las tristezas,
poniéndom e en ocasion
de cogerle d e una pierna,
si me d.ibi algún enfado,
y arrojifle de aquí á Illescas?
E m p . Qué despejo tan ayroso!
Lt'on. Jamas he visto soberbia
tan hermosa. Duque. Ya rendidas
ia idr>latr''n mis potencias.
Mudad ei t r .i g e Lisarda,
pues vuestro padre os lo ruega,
y creed , que he de premiar
vuestro valor. ¿Ár. Pues lo ordena
vuestra M.igestad , io haré:
sabe Dios lo qtie me pesa.
L fo n . Poes habéis de ser Soldado
siendo muger? L is. Y eso fuera,
Señora , imposible ? quántos
Soldados hay que son hembras?
L ton. Desde hoy habéis de servirme,
que vuestro brio y .belleza
d e P a v fa ^
merecen este favor.
L is. L e y es en mí la obedieocia:
D a m a de la Lifanta y o ?
ap,
C i e l o s , qué desdicha es esta ?
V a m o s . Vasecon la I n f yC riados.
D u q u e. Sois una Amazona.
i í V . Engáñase Vuecelencia:
diga un Aquiles ó un Cid,
y no me acompare á hembras.
D uque. V u e s tro valor y hermosura
se compiten de manera,
que el veros , Lisarda mia,
to do el sosiego me cuesta. Vasc,
L is . £1 del Infantado quiere
apurarme ia paciencia:
sabe y a que s o y muger,
DO es mucho que se me atreva.
Lobon. Enamórela , y verá
ap,
qué tierna da la respuesta.
L is Q u é haya y o perdido , Cielos,
por muger una Encomienda
y una G ineta I ó pesar
de la vit naturaleza!
y que mi padre , mí padre,
de ti'do la culpa. tc.'ngal
Capit.
no h..s de tener juicio?
Sale una D a m a de la Infa n ta con un
vestido en una fuente de plata.
D a m a . La lu fju ta , Lisarda bella,
os envia este vistidoj
que os le pongáis iui-go os ruega,
. y vais, que os está aguardando.
¿ » . B a s t a , que quiere su Alteza
obligar con ios agravios.
Capit L i espada y Ta daga ;^aelta,
y vístete. L is. V ve el Cielo,
que de có.'cra y v rgüenza
e stoy sin mí. Capit. Suelta , acaba«
Quítala la espada y la da^a.
L is . Dexa la daga siquiera,
tendré con quien consolarme:
y no de una vez pretendas
postrar mi altivez bizarra.
Lobon. M(.jor te est. rá una rueca.
L is Para hilar , como la Parca,
la vida de quien me afrenta.
Lobon . h a s
de ser ruñana.
Capit. VoQiG esta basquina apriesa.
L is.
y p r is h n d el
L is. Y<5 con faldas ? vive C hristo ::Póttfse la basquina d el reves,
Capit. Acaba , mira que espera
ia Infanta. l,ís. Y o desespero.
Dama» Al reves la pones ? L is. V e n g i
alguna dueña á vestirme.
D a m a . Póntela de esta manera.
Capit. P on los chapines. L is. N o quiero:
s e ñ o r , pruebas mi paciencia?
sobre corchos he de andar?
6 mal hay a la primera,
que tan aial uso inventó!
Pénese los chapines , y andando cae.
Capit. T e n te . L is, Jesusi
Lobon. Santa Hiena.
L is . Mi padre anda por matarme.
Capit. Levanta. L is. Q ué subsistencia
ha de tener edifìcio,
que se rige y se sustenta
sobre cimientos de corcho?
poudrélos de esta manera.
Siéntase , y a lza las f a l d a s , y cálza-^
selos como zapatos.
Capit. Las piernas descubres? L is. Pues
quántos me han visto las piernas
en Italia y eo España?
mándame también que sea
melindrosa. Capit. S í , Lisarda,
que siempre lo que se nieg»,
y se oculta de los ojos,
se apetece con mas fuerza.
L is. Bueno ; y no sabré y o , á q o le i
apeteciere mis piernas,
con uno de estes chapines
romperle media cabeza?
D a m a . Difícil es de emendar
la costumbre. Capit. E l manto venga.
X / j . También me he de poner manto?
pero v o y con tal vergüenza,
que lo pondré por taparme,
para que nadie me vea.
Pénese el manto terciado como capa.
Capit. N o de esa suerte. Lobon. Pareces
¿ermafrodita. L is. Parezca
B srcebú. Dentro. Muera , matadle.
L is . Qué es aquesto?
Lohon. Una pendencia.
L is. A e l l o s , pléguete Christo.
Quítale la espada á Lobon , y éntrase
corriendo , y todos tra s elU.
C apit. Lisarda , detente , esperas
imposible es sujetarla.
qué denuedo pelea!
con ella , viven los Cielos,
qne es Roldan niño de teta. Vanse.
D entro. T e n te , muger ú demonio.
Lobon.
Sule L isarda con un ch tpin puesto y t>tro quitado coxeando , y limpiando
la espada en el manto.
L is . También h a y acá pendencias,
que es lo que y o he menester:
confusos y absortos quedan,
y aun almagrados algunos:
un chapin se quedó en prendas,
ve á buscar tu com pañero. Arréjale,
Y o v oy á ver á su Alteza,
y á rogarle , que me dexe
dar luego á Italia la vuelta.
^
JO R N A D A
TERCERA.
Sale el Em perador leyendo una caríét
aparte i Cárlos de Lanoy y el D u ­
que d e l Infantado.
Lee el E m p. Despues de haber dado á V .
Magestad el parabién de la victoria
conseguida en su augusto nombre,
he dado á sus Capitanes el pésame
de ver malograr los frutos de esta
hazaña por quien t ú v o l a menor paró­
te en ella. Habiendo determinado
que Cárlos de L anoy llevara á N á ­
poles al R e y p r e s o , por parecemos
convenia así para sosiego universal
de la Christiandad , contraviniendo
á las órdenes le llevó á España : no
se fie V . Mag.
sus lisonjas , qne
el D uque de Borbon se ha partido
de Italia , y de- él sabrá V . Mag.
quien son los que le sirven con ma>
y o r zelo , lealtad y deseo de la pro­
pagación d e su Imperio.
£1 Marques de Pescara.
E l de Pescara escribe
quejoso , como premio no recibe
Cz
de
20
Z a Batalla de Pavfa^
d« esta inmortal hazaña,
de Italia aso m bro , y vanidad de España;
y aonqoe me he descoidado,
y o premiaré el valor de tal Soldado.
D o q a e , cómo está ei R e y ?
D u q . Triste y penoso.
L a n . Sin duda el dePescara está envidioso,
pues lo que escribe el César no me dice.
D u q . A tu clemencia, gran señor, desdice
el rigor qne hás usado:
e! Rjcy de melancólico ha pasado
á enfermo , que sin verte
apeteciendo está su propia muerte:
dos meses ha que está , como mandaste,
en Madrid. E m p. D u q u e , baste.
L a n . Señor, con verte el R e y estará bueno,
que tu ausencia le sirve de veneno.
E m p . N o le he visto jamas: es m u y brioso?
D u q . Sí vivir envidioso
en ti posible fuera,
solo del R e y tu esfuerzo lo estuviera.
E m p . ^ , D uque , le veré.
D u q u e 9 ^ z te he excusado,
con decir que has estado
en una caza ausente.
(dente.
E m p . Sois c uerdo , sois discreto, y sois p r a D uque. M. 1S como vé qne tarda
tanto tu Magestad , y que te aguarda
de la caza , se q u e j a , y lastimado
culpa el mucho rigor que le has mostrado.
E m p . Dicen le hicisteis gran recibimiento»
D uque. Solo füé estará lo qtsedebe atento.
Líiuov- F ué la'fiesta mas rara,
que en sus confines vió Guadalaxara.
E m p. Decid , V i r e y , lo que pasó.
Lanoy. Quisiera,
s e ñ o r , que m¡ memoria se excediera,
que siendo golfo tu festiva gloria,
naufragará confusa la memoria;
pero y a te obedezco.
D uque. La lisonja , V i r e y , os agradezco.
Lanoy. Hn las famosas Galeras
de Gén«va , que A ndrea Doria,
Capitan General , rige,
gran N e p iu n o de las ondas,
vino el R e y Francisco á España,
y quedóse Italia absorta,
porque á Nápoles juzgó
que venia : estas lisonjas
le debe , s e ñ o r , mi afecto
á mercedes tan heroycas.
Desem barcam os al ñn
en V alencia y en so costa,
que el mar lisonjer* lame
con lenguas de espumas y olas*
A Madrid v e n im o s , quando
el del Infantado , gloria
de los blasones ilustres
de los antiguos Mendozas,
ie salió al camino al R e y ,
y con excesiva costa
hizo el gasto del viage,
hasta entrar en la famosa
Ciudad de Guadalaxara,
que con ñestas prodigiosas,
asunto le dió á la fama,
y materia á las Historias.
Aquella noche , despues
que en las tumbas Españolas
del Océano , el Planeta
m a y o r sepultó su pompa,
fué la plaza artifícial
remedo de ia gran T ro y a ,
que en no apagadas cenizas
vivo Fénix se acrisola.
Portátiles baluartes,
exhalando ardientes bombas,
con la luz y ei homo denso
fuéron ardientes Auroras
d e l u z , que repite dias,
de humo , que uoche forma;
rayos , vibrando centellas,
la esfera e scalan, y cortan
el viento , que de turbado
se estremece y se sufoca,
haciendo las burlas veras
con máquinas ingeniosas;
un V e s u b io es cada tiro,
un bolean es cada antorcha.
D e los castillos de fuego
salen gigantes que asombran,
mas con el feroz aspecto,
que con las llamas que arrojan,
donde á pedazos la noche
fué abrasada mariposa.
Despues el siguiente dia,
que
y prisión d$l
qne con so pDrpnrea boca
pronunció los arreboles
del Sol risueña la Aurora,
la misma plaza , que fué
teatro de incendios , to d a
era un ameno pensil,
que Abril coronó de rosas,
de verdes plantas poblada,
la entapizaron de alfombras
diversas ñ o r e s , texieudo
varias labores curiosas.
D oce fuentes de alabastro
tenia el jardín , y en todas
doce figuras de bronce,
que por las abiertas bocas
sonoro cristal vertían,
que el viento esparció en aljófar*
Música alternan las aves,
y en los estanques azotan
las aguas diversos peces:
fué la p la z a , no costosa
imitación de los huertos,
que en sos muros Bibilonla
a d m iró , sino trasunto
d e la huerta deleytosa,
q u e de ios primeros padres
fué R eal Palacio y custodia.
£ n la tarde de aquel día,
todo el jardín bello , toda
la frondosa pobiacioa
de p la n ta s , fuentes y rosas,
desierta campaña fué,
donde Esquadras Españolas
Marciales escaramuzas
trabáron ; y- siendo rodas
las voluptades confírm cf,
pelearon de tal formai,
q u e solo pudo excederle
la batalla prodigiosa
d e Páví;i en costar sangre,
00 en las esquadras y tropas
d e Caballos y de Infantes,
que y a de la voz sonora
del clarin , y a del rumor
de las caxas espantosas
animados pelearon
sin alcanzar In victoria,
N o sabré , señor , decir
los re g a lo s , las costosas
galas , animales raros,
las c o lg adu ras, las joyas,
armas , páxaros y perros,
los caballos y carrozas
qoe el D uque presentó al R e y ;
ba&ie decir , quedó absorta
su Magestad , pues le dlxo:
A unque la fama pregona
tantas grandezas de España,
pienso , D u q u e , que anda corta,
porqu e excede su poder
á lo que aclaman sus trompas.
E m p. Quién , sino el D u q u e , pcdierai
con acciones generosas,
honrar á España ? D uq. Señor,
vuestra Magestad rae honra.
£ m p . Agradecido os estoy
á las costosas lisonjas,
que hicisteis al R e y mi hermano:
mirad , D uque >^de qué forma
po drá mi afecto premiaros.
D uque. Ya que por so cuenta tom»
vuestra Magestad el premio
d e aquestas acciones cortas,
y lo fia á mi elección,
le pido una sola cosa.
E m jp.Y e% iD nq Q u e v a y a á v e r a l R e y >
para aliviar las congojar,
los disgustos y tristezas,
que el no verie le ocasionan.
E m p . Yo os d o y palabra de hacerlo.
JLanoy. Señor , qué hay de Italia?
E m p. Ahora
tuve pliego del Marques:
Borbon viene por la posta
« España. Lanoy. Estarán quejosos
los Imperiales. Em p. N o importa;
D u q u e , no ignoráis que debo
á B 'f b o n muchas costosas
haz ñas : él viene á España,
quisiera hacerle mil honras,
y lo que mas puedo darle
e s , que en vuestra casa propia
se hospede , que quien procede
siempre con tan generosa
bizarria , solamente
merece que mi persona
pro-
¿2
L a Batalla de Vav(a,
propios empeños le fie.
D uque. Mi obediencia te responda,
señor : y o tendré á Borbon
en mi casa , mas perdona,
que en saliendo Borbon de ella
tengo de abrasarla toda.
E m p . Porqué?
Porque!alealtad
de España y blasón de Europa,
mirará con ojeriza
mi casa , pues la persona
de un traidor recibió en sí.
E m p. Decís bien : notable- cosa !
no hospedéis á B o r b o n , primo,
porque os tendrá mucha costa»
si al salir de vuestra casa
habéis de abrasarla toda.
¿ 4 » . L a Infanta viene. Emp. M¡ hermana?
pasará á rezar á Atocha.
Salen la in fa n ta D oña Leonor y L isarcia con las D a m a s , haciéndose ayre
con descompuesta^ acciones , y to­
cada como de hombre,
León, Señor ? E m p. Encuentro feliz
h a sido , Infanta y señora,
para qoo y o de escudero
sirva á vuestra Alteza. £^<7». M e honra
tan to vuestra Magestad,
que no sé qué le responda.
E m p . Y la Infanta Margarita?
Lean. Bien afligida y penosa
de la prisión de su hermanoj
á quien toda el alma adora,
como á dueño que la rige.
Quién ( ay Cielos ! ) ser esposa ap.
del R e y mereciera ! Amor
compasivo lo disponga.
E m p . Presto se volverá á Francia#
León. Está enfermo , y no hallan otra
causa , señor , que ta ausencia.
Fineza esdtji R e y . D u q u e.A b so m
el alma vive eu Lisarda:
ap.
qué belleza tan ayrosa!
L is . H a y mas desdicha que ser
muger ? E m p. V ám on os á Atocha.
Vanse , y quedan Cárlos de Lanoy y Li~
sarda , y hace las cortesías como hombre.
L anoy. A esta D am a he de hablar, ap.
que su belleza enamora
"
la mas dorm ida atencioo.
M erezca y o que me oiga
esa celestial belleza,
á quien el amor le postra.
L is. Señor V i r e y , no me abraza?
A b rá za le con mucha risa y am istad.
Lanoy. Admiro que me conozca,
siendo tan recien llegado.
absorta:
Vuecelencia no conoce
con quien está hablando ahora?
L a n ty . Con una V é n u s divina,
con una Diana hermosa.
L ts . Tenga , tenga Vuecelencia,
no desperdicie lisonjas,
porque aun no me ha conocido*
Lanoy. C ó m o es posible , señora»
si no os he visto jamas?
Aquesta muger es loca.
ap.
L is . Q ué h a y de nuevo en los Paiseí
de Italia? Lanoy. Pues qué os importa
saberlo? X /V .Q üé? bueno es eso:
V uecelencia me responda.
Lanoy. V iv e Dios,que está sin juicio: ap,
Despues de aquella victoria
en que prendimos al R e y ,
cobramos las Plazas todas.
L iS' H u b o guerra y hubo asaltos?
L a n o y.C \axo e s t á ; notable cosa! ap.
L is. Q u é buena ocasion perdí!
y cómo por las pelotas
intrépida me arrojara!
Lanoy. Si las Damas Españolas ap,
son como aquesta muger,
locas deben de ser todas.
N o os toca á vos pelear^
que solo á los hombtes to^a
el manejo de las armas.
L is. Mugeres h a y m u y briosas;
y no es malo hallar al lado
quien deñenda la persona,
y mas si aprieta el Francés.
Lanoy. Quién le habrá dicho mi historia?
C ó m o queda el de Pescara?
Bueno quedó. L is.E s lustre y honra
de España : y L e y va está boeno?
Lanoy. Con las noticias me asombra, ap,
^ue tiene de I t a l i a : hacedme
■tal
L is. Confusa quedo y
ta! f a v o r , porq oe os conozca,
que me digáis vuestro nombre.
J.ÌS. C o n harta afrenta y congoja;
pero no , so y un Soldado.
JLanoy. N o digo y o ? es cierta cosa, ap.
que está Joca esta inugct:
qué lástima ! X w .Q u e me ponga, ap.
tni padre en aquestos lances I
X.iwoy. Compasion la tengo : hermosa
es por extrem o , y gallarda, ap.
L is . Confuso esta: á mí me im porta ap,
no descubrirle quien soy.
A Dios , seor V i r e y , que e n otra
ocasion á V uecelencia
veré. Lanoy. A. risa me provoca.
A l irse L isa rd a sale el Duque d e l I n ­
fa n ta d o } y la detiene.
D u q . Lisarda hermosa ? i w , S e ñ o r ?
«1 juicio he de perder
ap.
con este hom bre.
Gustáis ver
tan mal prem iado mi amor?
cese , mi bien , el rigor,
pues os adora rendida
el alma , en vos suspendida;
tino es que en esta ocasiOQ
quereis cobrar opinion
d e cruel y de homicida.
E l valor q*ie os acompaña,
os obliga de esa suerte
á que aspiréis á mi muerte,
mas la C o rte no es cam pañj;
y fuera de eso se engaña
vuestro rigor en pensar,
que á mí me podrá quitar
la v id a , á
v o s o f 'e t i d . í ,
que á: quien y a no tiene vida,
cómo le píiHréis matar ?
Sois cruel. L is Yo lo confieso,
eruel so y , no digo que no;
pero no puedo ser y o
lo que quisiere ? Duque. Es exceso:
haréisme perder el seso:
á cólera me provoco.
L is. N o le perdáis , y a que es poco:
esa acción , s e ñ o r , condeno;
para qt'é puede ser bueno
el volverse un hombre loco?
Vase,
L a n o y.Ooiìiìàio t s i o y - y admirado,-
D u q u e , de q o e enamoreis
esta D am a , quando veis
que es loca. D u q . Caso extrem ado!
vivís , L a n o y , engañado,
no es loca. L a n o y . l o s Cielos,
que son ciertos mis rezelos. ap.
D uque. L oco el verla me dexó,
despues que el alma la amó,
muerta de am or y de zelos.
Lanoy. Las descompuestas «ccíoiiet,
y el tratarme de la guerra,
me ha d^do á entender que y erra
vuestro amor en sus pasiones.
D u q u e .^ se brío , esas acciones,
ese despe }0 cortes,
me tienen puesto i sus pies.
Lanoy. Q uién , d e c id m e , es esta Dama?
D u q iu . Pues no es informó ia fama,
venid , y s^ibréis quien es. V ansf,
Sale el Rey muy triste.
R ey. Pensamiento afligido,
dexa de atormentarme pesaroso,
no rindas á un rendido,
. que pierdes la opinion de valeroso;
ni intentes de esta suerte
malograr mi venganza con mi muerte*
E xem plos te diviertan
d e R e y e s , que ha postrado la fortuna,
sus mudanzas concieuan
estas desdichas, sin defensa alguna,
que el hado no perdona
la Magestad Real ni la C orona.
Q ue el Español airado,
quando debiera estarme agradecido,
pues mi prisión le ha dado
f a m a , que no ia eclipsará el olvido,
no haya querido verme,
por molestarme m as, por ofenderme!
Pierdo en pensarlo eJ seso:
no le b.iSta tener sujeta á Francia,
su R e y vencido y preso,
y ab.<tidade un R e y no la arrogancia,
cuyas antiguas glori.s
h..n dado eterno asuntr^á hiS historias?
y que la Infanta , Ctvlo',
segunda vez la libertad me quite !
que amorosos desvelos
- su hermosura á mi vida solicite!
que
S4
L a Batalla de Pavía,
que al fin Ics J o s hermanos
contra mí se conjuren inhomanos !
S ú e Ia In fa n ta M argarita.
M a rg . H erm ano y señor ? Rey. Señora?
M arg. N o se alivia la tristeza ?
R (y , Solo en ver á vuestra Alteza
se divierte y se minora.
M a rg . Estimo mucho el favor:
mas que de hermano , de amante ^
parece ; pero el semblante
da indicios de algún dolor.
N o s é , hermana , lo que siento
en tan penoso vivir,
que y a de mucho sentir
ine ha faltado el sentimiento:
Cárlos croel solicita
con sus rigores mi muerte.
M arg. E l pensamiento divierte.
J?^y .N o es posible, Margarita;
porque aumentan mi dolor,
con fuerza siempre importuna,
agravios de la fortuna,
y desvelos del amor.
M arg. A m o r ? d e quién? Rey. N o lo sé,
solo sé que estoy sin mí.
M arg. Es la lufanta acaso ? Rey, Sí;
porque dos veces esté
preso , hermosa me ha prendido
con mas crueldad qoe su hermauo,
que él vence el cuerpo tirano,
y ella el alma me ha vencido.
M a rg . D i g o , que tu Magestad
está empleado m u y bien.
Tem iendo estoy su desden,
tanto com o su beldad;
p e r « , Madama , no sé
qué accidente pesaroso
perturbar quiere el reposo.
M ^rg . Pues no e s té s , señor , en ptie.
Sale el Duque. Señor ?
D uque ? estoy sin mi!
M a r í^ .^ ü accidente le ha dado
al R e y .
Pensión del cuidado.
L a c a m a , h e rm a n o , está aquí;
oU. Rey. Infanta , no llaméis;
recostaréme vestido.
Dasctibrese una rica cama, y recuéstast.
M ^rg . Cárlos su m uerte ha querido.
R ey.'H o el Palacio alborotéis.
D uque. Al E m p e r a d o r , señor,
d e tu achaque iré á avisar.
R ey. Excusadle ese pesar.
D uque. Ya dixo el E m perador,
que vendría á verte luego:
p o r estar tan retirado
cazando lo ha dilatado.
R ey. Q u e me dexeis solo os m ego.
M arg.SXf pero has de dar licencli
que c a n te n , para aliviar
tu tristeza y tu pesar.
R ey. D enm e los Cíelos paciencia, ap.
M arg. Yo v o y á enviar , señor.
Músicos para alegrarte.
Vase,
D u q u e .Y y o pretendo aliviarte,
tra y é ndo al E m perador.
Vase,
R ey. A dos Im perios rendido,
sin saber qual es m ayo r,
la Magestad ó el amor,
vivo confuso y perdido ;
pero el que mas de los do s
puede es A m or , porque asombre,
que Cárlos vence com o hom bre,
pero el Amor como Dios.
M úsica. E n los brazos d e la noche,
por vivir , quise dormirme,
que quien vive como y o ,
solo quando du erm e vive.
Salen el Duque y Lanoy , y detras el
Emperador descubierto ^ limpiándose
el sudor con un pañuelo.
E m p . Q u é tan malo está ? D uq. Señor,
m u y enfermo está.
Cuidado,
D uque , el achaque me ha dado.
Lanoy.
está el Emperador.
Dícelo a l Rey , y él se arroja á los pies
d el Emperador , el que le coge en bra­
z o s , y le vuelve á la cama^
y se sienta.
Rey. A esos pies me he de arrojar.
E m p. H erm ano : J e sú s, qué ezceiol
Rey^ Es tratnrme como preso.
E m p . V uélvase luego acostar
vuestra Magestad , por vida
mia , no vea y o á mis pies
á quien tan mi d aeñ o es.
Dt*que. L a color tiene perdida.
Lan<^,
Lanoy-E^ Em perador advi«rcO| ap,
qoe magestuoso y severo,
por no quitarle el sooìbrero,
entró á verle descubierto.
R ey. Ya es el achaque menor,
que su violencia resisto,
se ñ o r, con haberos visto.
B m p , Estimo m ucho el favor:
algo alborotada está
el pulso. Rey. Indiscreto fuera,
sí sosegado estuviera.
D uque. C o n qué agasajo le va
consolando!
Sabe Dios,
qoe esta desgracia he sentido:
la prisión he permitido,
solo porque entre los dos
haya paces ; porque quando
el T u rco la Iglesia inquieta,
no es , hermano , acción discreta
estar ]os dos peleando:
traed onos dulces. Parece
que llora, estará afligido, Vanse los i .
por D i o s , que me ha enternecido !
R ey. M ü c h o , s e ñ o r , favorece
vuestra M ig e s ta d un preso.
B m p . Q u ando es el preso tal R e y ,
el sentir es justa le y
50 pena. R ey N otable exceso !
Sale el Duque con u m caxa , y Carlos
de Lanoy con tohalla y copa.
Aquí está el dulce,
Llegad.
Duque.TLas lágrimas son despojos
del sentimiento en los ojos.
Bmp.Oom.3i vuestra Magestad:
qué se dice de Borbon?
Come el Rey y bebe.
Lanoy. H o y le estamos esperando.
E m p. T e n g o d is p u e s to , en Il&gaado,
poner ñn á esta prisión:
el viage se prevenga, A l Duque.
correrá por vuestra mano
volverse á Francia' mi hermano:
no es justo que Madrid tenga,
sin merecerlo , tal bien,
tantos dias detenido.
Rey. Su favor me ha saspeodido, ñ f,
quanto temí su desden.
E m p . C ó m o vuestra Magestad
se s ie n te , hermano y
señor?
Viinse el Duque y Cárlos de Lanoy.
R :y . Este agas<íjo y amor
pertu rbó la enfermedad:
y a depuesta su arrogancia
hu y ó el mal ; y claro está,
porque á quién no vencerá
el que venció á un R e y de F ra n c ia ?
N otab le batalla fué,
hermano ia de Pavía.
R ey. F ué en dia de San Matías. Riéndose.
E m p . T engo con él mucha fe:
pero qué dirá , señor.
Pescara en em peño t.into,
si se le atribuye al Santo,
y no á su esfuerzo y valor ?
Í?^>'.Hubo muchas ocasiones
para prenderme en la empresa;
faltáronme m u y apriesa
Italianos y . V alo nes.
E m p. O bien h aya un Español,
que nunca en la ocasion falta!
Rey. Bien h a y a un Francés , que exálta
cu fama hasta el mismo Sol.
Siempre España , h . n n a n o , tleae
un no sé qué de valor,
con que se hace superior.
Rey. Eso á Francia le conviene;
y no es aquesto arrogancia,
porque en los tiempos pasados
no tuvo España Soldados
como los Pares de Francia.
Valientes Soldados fuéron;
mas allá los h a y á pares,
pero en España á millares,
y asi el número cxcediéron.
E s t o no es para negar;
y sino en las ocasiones,
por mi vida , quántos nones
hubo para cada par ?
Quién con R oldan compitió?
Em p.(^\j\éti pudo igualar al Cid?
R e y .Y á D urandarte e» la l i d?
E m p .Y á Bernardo quién llegó?
Oliveros fué valiente,
pocos hombres tuvo ¡guales.
E m p . Al C on de Fernán Gonzalac
nadie excedió en lo valiente.
^
Rey,
26
La Batalla de Pavía,
R ey. D e D a rd ín , al sin seguudo
valor , inclinado e sto y.
E m p . Fernán C ortes de M o n ro y
me conquistó un nuevo M an do .
Cario M íg n o en la cam p a ñ a
filé un asombro soberano.
.E ot/) . Por lo méiios Cario M ágno
no prendió algi3n R e y de E sp añ a;
pero juzgad , qoe son tres
en el mundo celebrados
por lo6 mas diestros Soldados,
y de m ayor corazon.
R ey. H éctor en primer lugar,
y Alexandro en el stgutido,
que <iquesie sujetó üI mondo
coD aliento singular,
y aquel á T r o y a admiró.
E m p . Está bien ; pero y a espero
saber quát es el tercero.
Q u á l es el tercero? y o .
Bueno : desapasionado
juzga vuestra Magestad:
siendo mi preso , en verdad,
que es mucho haberme olvidado.
Si y o le tengo vencido,
lugar no mereceré
e ntre los tres? R e y .Y o juzgué
n o mal , á !o qoe he entendido:
bien está de esta manera,
que á no ser h o y prisionero,
n o me pusiera el tercero,
que el primero me pusiera.
E m p . Eso sí , cuerpo ee Dios,
n o falte el brio jamas.
Presto , C á r lo s , lo verás. ap>
Em p.M .¿\oi amigos los dos
ap.
hemos de ser.
Salen el Duque y Carlos de Lanoy.
D uque. Ya Borbon,
s e ñ o r , de Italia ha venido.
E m p . Yo escribí á mis Capitanes,
que me enviaran aviso,
habiendo hecho consulta
de los tratos y partidos,
que fuesen mas convenientM
á la paz que solicito,
y con Borbon lo remiten.
Si se sieute con alivio
vuestra Magestad , pasemos
á mi q u a r to , que de él mismo
la resolución sabrémos
del Papa , Italia y amigos.
V a m o s , s e ñ o r , que despoes
de esta visita , que estimo,
me siento mejor. Emp.'EX Cielo
dilate esa vida siglos.
Vanse
salen L isarda y Lobon.
L o b o n .T m io rigor con L o b o n ?
tanta extrañcza conmigo,
qoe un mes ha que no nos vemos ?
L is. Camarada , e sto y perdido:
no es para mí aquesta vida,
que me consumo y aflijo
de verme envuelta entre Damas,
y a componiendo los rizos,
y a el solimán preparando,
y a adobando el abanillo,
y a guarneciendo el tocado,
y a arrevolando el hocico,
«on tantos melindres , que
si o y e n algún estallid«
de arcabuz , la dueña tiembla,
y se hace toda un ovillo;
ia menina se amortece,
la D am a , con un Dios mió,
se desm aya ; quando y o
me alegro tanto en oirlo,
que no h a y música que mas
me .deieyte los oidos,
que los golpes de las caxas,
y de las balas los silvos.
V i v e D io s , que algún demonio
me traxo á España. Lobon. Q uedito,
Dam a carretera , votos
echas ? L is. E s to y sin juicio.
Lobon . t e
riñe el G uarda-D am as?
X/x. El otro día me dixo,
que advirtiera no sé qué
ceremonia. Lobon. Y hubo chirlo?
ZíV. N o , pero de uo torniscón
le deshice los colmillos.
Todas me llaman Diana,
por lo escabroso y arisco:
quando me enojo ias Damas
tiemblan de m í , vive Christo.
Lobon. Qué es lo que te enfada mas
de
y prisión deJ Rey Francisco.
de Palacio? X / V .T o d o , amigo,
me molesta ; pero á todo
hallo consuelo y alivio:
solo cna cosa no puedo
re m e d ia r : si el butecillo
veo sacar para lavarse,
á un poco de agua remito
la limpieza de mi rostro:
sí el papel de color Hno,
le rompo , y con dos puñetes
me arrebolo y martirizo;
si se tocan , no me toco;
a! f í n , tod o lo resisto:
solo resistir no puedo
ona cosa , como he dicho.
Lobon. Y quál es? X ú . U n a porfía
d e un D uque , que á fuer d e lindo
.me pK ten dú enamorar.
L olo n . Q uerrá casarse contigo,
y en eso poco te agravia:
un papel traigo del mismo,
y por mí le has de Ie«;r.
L is , Y o papel ? estás sin juicio ?
qué te has metido á alcahuete?
qué su alcahuete te hizo ?
romperéle ; pero no, Toma el papel*
no sea de desafío,
que si toca á le y del duelo,
será el responder preciso.
Lee. Mi bien. Ofeez-o al deraonfo
quien te escribió y te ha traido:
no sabe mas de mí bien. Rásgale,
y en pasando el apetito,
mi bien se vuelve en mi mal,
m u y falsos , si ántes m u y finos.
D i que le beso;:- Lobon. Eso quiere
el D uque. L is La mano digo,
y que me tiene cansada
el alma con sus cariñ'>s;
que no le quiero ni quiero
quererle.
S xle Cárlos de Lanoy,
Lanoy. V e n g o perdido
por Lisarda , que ya el D uque
to do el suceso me dixo.
Señora ? Lisarda mia ?
X » . M i a ? pues quién se lo ha d icho?
X(7Mo>. Perdonad , si en conoceros
grosero anduve y remiso,
»7
quando os hablé el o tro día,
que en esos ojos divinos
;ibsorto , mudo y sospenso:;L is . Basten , señor , los delirios.
L a tt.Y o os adoro. ZrV.Hacéis m u y mal.
Lobon.lBA César y el R e y Francisco
v ie n e n .
Tocan caxas y clarines , y salen el E n tper ador i el Rey ^ Borbon de camino con
unos papeles i el D uque y acompaña­
miento por un la d o , y por el otro M a r­
g a rita , Leonor y D am as , y se sien­
tan las Infantas y los Reyes.
B orbon.(jizw s e ñ o r , despues
de consultados los dichos,
se resolviéron en esto.
E m p L se d , porque el R e y Francisco
mi hermano se determine.
R ey. Fuerza me ha de ser cumplirlo.
L ee
Prim eramente ; que vuelva
ia concordia á sus principios,
asentando paz perpetua
los dos R e y n o s. Q ue Francisco,
Ch.'istianísimo de Francia
R e y , M onarca esclarecido,
entregue todas las Plazas,
Fortalezas y Presidios,
que ocupa en Italia ; y luego
renuncie el derecho antiguo,
que al D ucado de B.orgoña
dice que tiene. Q ue él mismo,
siempre que el Cé^ar augusto
E m perador Cárlos Quinto,
hiciere guerra en Italia,
le ha de ayudar prevenido
con diez mil hombres de guerra;
y si le fueren precisos
aquestos cargos al R e y ,
en rehenes de cumplirlos
entregue al Delfín d e Francia
y á los L ifm tcs sus hijos.
E m p. V u e stra Magestad , qué die«?
R ty Las condiciones admito,
a ñ a d e n i o una. Emp.Q^okX e s?
Rey. Q ue alcance el afccio mío
lograrse en dulce himeneo
con la L .f a n ta , á quien estimo
p o r Fénix de la hermosur^i,
y
28
Za Batalla de Pavía,
y hermana de Cárlos Q uinto.
M m p .Q ú é dicc la In fa n ta ?
León. Siempre
mi voluntad sacrifico
á tu Magestad. Emp.SQré
de aquestas bodas padrino.
M arg. Así la paz se eterniza.
L is. Yo lo contrario colijo,
que en siendo los dos cuñados,
han de ser mas enemigos.
Leen. L ogró el amor su esperanza, ap.
o y ó el Cielo mis suspiros.
Señor , merezca la mano,
en premio de mis servicios,
de Lisarda. E m p . D ad la mano
al V i r e y , Lisarda. Capit. Estimo
el honor con que agradeces
mi casa , César invicto.
L is .Y o lo agradezco , mas no
quiero casarme. D u q . Perdido ap.
estoy .
B m p .Ñ o veis que os lo mando?
L i / . X i se acabáron mis brios:
obedezco com o esclava
tu y a ; m a s , César invicto,
quién es marido d e quien?
Sori;ou,S 2ñor f y o vengo ofendido
d - i V i r e y Cárlos L ano y,
pues faltando á los designios
de todos tos Capitanes,
traxo á España al R e y Francisco,
el premio tiranizando
<áe la hazaña que a o hizo;
con vuestra R eal liceocia,
gran señor , le desafio.
£ m p . B d iti. L .inoy.'V ive Dios::E m p . Q ué es esto ?
XiV.Siñor Borbon , y o no digo
que aquí no tendrá razón; AIqícÍ 9.
pero y o por mi m ^ r ld ',
con su licencia ó sin eiia,
saldré al campo , vive Christo.
Cap. CaWx f atrevida.
Prended
á Borbon. Rey S e ñ o r , suplico
á tü Magestad perdone
su atrevimiento , nacido
del desso de agradarle,
y zelo de su servicio.
Fuerza es que y o le perdone,
se ñ o r, con tan gran padrino.
Rey. Y o sosegaré el enojo.
V a m o s , se dará piincipio
á u a torneo , que celebre
estas bodas. Rey. Yo lo estimo,
porque ensayos d e la guerra
son ñestas del R e y Francisco.
É ntranse f y salen el Emperador ^ t i
R ey , L eonor , Mai^sarita y D am as 4
un bahon , y a l son ae c.tx.%s y clarines
entra por un Palenque el mantenedor , y
tornean los que pudieren , y dase fin
d la Comedia , diciendo
T odos.Y a q u í , Senado , da fin,
si es que ha acertado á sestirof,
la Batalla de Pavía,
y prisioQ dei R e y Franeiscov
F IN
en la Imprenta de la
Viuda de Joseph de Orga , Calle de la Cruz Nueva,
junto al Real Colegio del Señor Patriarca, en donde
se hallará esta, y otras de diferentes
Títulos. Año 17^ 3.
C on L icen c ia :
E n VAtENCiA ,
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