Estimados padres y madres: Es un placer poder llegar a todos, con la finalidad de compartir lo que mi trabajo dentro del programa Berakah y el de muchos voluntarios nos aporta. Lo hago llego de agradecimiento y a la vez de dudas, por lo difícil que es resumirlo en tan breve espacio. Siempre ha sido nuestro interés poder ACOGER y ACOMPAÑAR las necesidades de la gente más pobre que vive en nuestro entorno. Siempre ha sido nuestro sueño que vivan más dignamente y puedan entrar en procesos de inserción social y llenar su vida de humanidad. En esta línea nos hemos movido y nos queremos seguir moviendo. En estas pocas líneas les tengo que decir que en Vitoria, si!!!, en nuestra ciudad, ¡aquí mismo! (que no hace falta irse muy lejos), tenemos mucha gente que sufre. Personas inmigrantes, sin papeles que les autoriza residir, ni trabajar, y que tienen que buscarse la vida en la (siempre injusta) economía sumergida. Muchos hombres y mujeres con la misión de mantener a su familias en su tierra (allí se mueren) y que ven como la carga les pesa demasiado. Cuantas mujeres con niños sin escolarizar, sin techo fijo, sin comida garantizada. Cientos de familias a los que la banca tradicional no presta dinero y que necesitan para la fianza del alquiler, o los gastos de enfermedad en el país de origen…Demasiadas personas que nos demandan alimentos y que no tienen ayudas sociales. Y un número sorprendente (para una ciudad tan pequeña)de mujeres que ejercen la prostitución (con muchos clientes), y que destapan la gran pobreza de valores que tenemos entre los que vivimos en el bienestar social. No me quiero alargar…solamente os quiero decir…en Vitoria, hay pobres, hay gente muy pobre. Y ante ellos, ¿que hacer?. Pues desde mi experiencia, os lo voy a resumir en una palabra…COMPARTIR. Compartamos nuestro dinero, nuestros bienes, nuestra ideas, nuestro tiempo…para que los menos tienen puedan coger un poquito de ello y vivir mejor. Probablemente no dependa todo de nosotros, pero nuestras actitudes pueden comenzar a cambiar este mundo, no lo dudéis. Como padres que sois, me vais a entender, cuando os digo que creo que merece la pena, poder educar a los niños, desde lo que decís, pero sobretodo con el ejemplo de lo que hacéis. Vuestros hijos van a entender el significado de COMPARTIR si os ven distribuir una parte del dinero para los no lo tienen, si os ven dejando la vida en algún proyecto solidario, siendo voluntarios, teniendo tiempo para los demás, si notan que en casa los más desfavorecidos están presentes y les conocéis, y forman parte de vuestras ocupaciones y preocupaciones. Solamente os digo que, estoy convencido de que merece la pena. Merece la pena dedicarse a “los preferidos de Jesús” y por ello, preferidos de todos los que queremos seguirle. En la sinagoga de Nazaret, al principio de su vida pública, Jesús hace suyas unas palabras de Isaías: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la Buena Noticia a los pobres; me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y dar vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos y a proclamar un año de gracia del Señor». Así que no dudéis en poder acercaros por el Casco Histórico, por la parroquia o por el Centro Betania y conocer de primera mano lo que soñamos y en que podéis echar una mano. Y nada más que agradecer vuestro tiempo y acabar con el lema general que solemos utilizar en Berakah…”UNIENDO LAZOS PARA UNA VIDA DIGNA”. Hay mucha gente que nos necesita y nos espera, unidos, a mi y a ti!!!.