Adriana Ramírez Campos Isaac Ángeles Flores Christian Vázquez Martínez Sergio Cerezo Romero

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Adriana Ramírez Campos
Isaac Ángeles Flores
Christian Vázquez Martínez
Sergio Cerezo Romero
Adriana Estephania Romero Martínez
Grupo: 01-02
Mercadotecnia
Bases Contables I
Raquel Ruíz Ángeles
Inversiones.
Introducción.
Viene de la palabra latina inversio es el origen etimológico del actual término
inversión que ahora vamos a analizar. Podemos determinar que está conformada
por la suma de tres partes: el prefijo in– que puede traducirse como “hacia dentro”,
el vocablo versus que es sinónimo de “dado la vuelta” y finalmente el sufijo –
ion que es equivalente a “acción”.
El concepto de inversión suele ser sinónimo de activo. Más concretamente, hace
referencia al activo fijo (el "inmovilizado"), ya que las inversiones a largo plazo son
las que se mantienen con la intención de obtener una rentabilidad
Una inversión contempla tres variables: el rendimiento esperado (cuánto se
espera ganar), el riesgo aceptado (qué probabilidad hay de obtener la ganancia
esperada) y el horizonte temporal (cuándo se obtendrá la ganancia).
Inversión dentro de la contabilidad.
Desde el punto de vista contable, se habla inversiones en activo fijo y en activo
circulante. La inversión en circulante se refiere a las partidas que componen o
integran el Fondo de Maniobra, que como se sabe, financian el ciclo de
explotación de la empresa.
Los activos se caracterizan por su rentabilidad, su seguridad y su liquidez. La
combinación de estas tres características producen gran variedad de inversiones.
Normalmente las inversiones de mayor rentabilidad son también las menos
líquidas y las de mayor riesgo. En cambio, la liquidez y la seguridad son conceptos
estrechamente relacionados.
Rentabilidad: Posibilidad de obtener un exceso sobre el importe invertido, lo mayor
posible. Se suele medir en términos anuales y relativos, entre otras cosas, porque
eso permite compararla con el coste de la financiación (interés).
Seguridad: Es un concepto contrario a riesgo. Éste se define como la probabilidad
de perder parte de lo invertido (riesgo económico) o de no poder atender a las
obligaciones de pago a su vencimiento (riesgo financiero). El riesgo económico es
el concepto propiamente asociado a los activos, mientras que el financiero es
propio de los pasivos (es una medida del riesgo económico de nuestros
acreedores). No existe una medida universal de riesgo. Suele usarse el cálculo de
probabilidades, ya sea aplicado al beneficio o pérdida producidos por cada activo,
o bien al propio valor de éstos.
Liquidez: Facilidad para transformar en dinero un activo, con la mayor inmediatez
posible, con la menor pérdida posible y con la mayor seguridad posible. No existe
una medida de liquidez, sino que se determina en función de la naturaleza jurídica
de los activos. Así pues, el dinero es el único activo totalmente líquido, aunque hay
infinidad de instrumentos financieros (aparte de los considerados "dinero") que son
sumamente líquidos.
Inversiones a corto plazo (las relacionadas con tesorería, existencias, clientes,
etc.)
Inversiones a largo plazo, relacionadas con equipo e instalaciones.
El activo fijo, clasificado por el P.G.C. en el grupo 2, subgrupo 22, llamado
inmovilizado material, está constituido por elementos patrimoniales tangibles,
muebles o inmuebles. Son los bienes que utiliza la empresa en su actividad
productiva de forma permanente; tienen por lo general una vida útil determinada
que transciende de la duración de un ejercicio económico, y no están destinados a
su venta.
Es obvio que estas inversiones están (por lo general) estrechamente relacionadas
con la actividad de la empresa de tal modo, que es posible descubrir analizando los
balances, “rasgos característicos” de empresas de un mismo sector.
El plan de contabilidad, establece como es bien sabido normas detalladas para la
valoración y registro de dichos elementos, pudiendo considerar como básicas:
· Aplicación del precio de adquisición (con alguna excepción)
· Vida útil superior a un año, y por lo tanto, sometidos a un proceso
de amortización económica (excepto terrenos).
· Relacionados con la capacidad productiva de la empresa
Inversiones a largo plazo.
Si la empresa tiene sobrantes de efectivo, que no necesita para sus
operaciones normales a corto plazo, entonces puede invertir a mas de
un año plazo, ya sea en acciones o en bonos, y esta inversión se
registrará en una cuenta de Inversiones Permanentes a largo plazo.
Esta cuenta se presenta en el Balance General, después del activo
circulante y el activo fijo, como Otros Activos.
Inversiones a corto plazo.
Son todas aquellas inversiones efectuadas en el corto plazo (por un
período no mayor al año).
Consisten en documentos a corto plazo, como por ejemplo valores
negociables de capital (acciones preferentes y acciones comunes)
documentos negociables, bonos de tesorería, certificados de depósito.
Estas inversiones son adquiridas con dinero en efectivo el cual no se
requiere de inmediato para otras inversiones. A su vez, en caso de
necesidad de efectivo una vez realizada la inversión, se pueden
convertir rápidamente en efectivo.
* Son convertibles en efectivo fácilmente
* Consisten en documentos a corto plazo (bonos de tesorería,
certificados de depósito, documentos negociables)
* Son excedentes de efectivo que sobrepasan los requerimientos de
operación de una persona/entidad.
Tipologías de inversiones.
Entre las posibles tipologías de inversiones, destaca la clasificación por naturaleza.
Las inversiones pueden hacerse en activos materiales, inmateriales o financieros.
Los activos materiales, a excepción de los terrenos (el espacio físico), se deprecian,
van perdiendo valor de forma sistemática, por motivos de uso o por el mero
transcurso del tiempo. En cambio, las inmovilizaciones financieras no pierden valor
de forma sistemática (aunque puedan surgir correcciones valorativas coyunturales),
sino que se recuperan en un determinado plazo (mediante la reventa o el
reembolso). Por su parte, los activos inmateriales, que hoy se llaman "intangibles"
se deprecian en función de unas normas específicas y diversas, dependiendo a su
vez de su naturaleza. Si pudiésemos contabilizar intangibles de acuerdo con
definiciones teóricas, entonces no deberían amortizarse (Cap. 8), puesto que no se
contabilizarían por el coste de adquisición, sino como un valor presente de
rendimientos futuros (Galindo, 2007a) .
Las inversiones también se han clasificado en función de la relación que existe entre
ellas (Suárez, 1998). Dos inversiones pueden ser independientes entre ellas, pero
también pueden ser complementarias (si invertir en una incrementa la rentabilidad
de la otra) o incompatibles (ya sea en sentido estricto o que se restan parte de
rentabilidad unas a otras).
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