19-C-94. Cornejo vrs. Juzgado Segundo de Paz de San Vicete SALA DE LO CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las catorce horas del día catorce de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro. La exhibición personal se ha decretado en estas diligencias en favor de Jeremías Manrique Cornejo, procesado en el Juzgado Segundo de Paz de San Vicente por el delito provisionalmente calificado de violación presunta en la menor Roxana Claribel Berríos, de seis años de edad, hecho ocurrido el treinta de julio último, como a las once de la mañana en el caserío La Charca, jurisdicción de San Lorenzo. El proceso se inició de oficio por el Juez Primero de Paz de San Vicente el propio día del hecho, por tener conocimiento por llamada telefónica del Hospital Santa Gertrudis de dicha ciudad, que se encontraba dicha menor en dicho hospital víctima de violación, aparece a continuación el reconocimiento médico forense de la menor en el que se dictamina que el himen anular tiene ruptura reciente por intromisión de un cuerpo extraño, el ano con ruptura perianal en forma vertical de tres centímetros ya suturada y además que presentaba una equimosis. Por estas últimas lesiones podía iniciarse de oficio. El reconocimiento de sanidad con fs. 62, expresa que la menor objeto de abuso sexual, se encuentra sana y que la equimosis en la pierna izquierda sanó en doce días sin dejar consecuencia. De la lesión anal nada se dice. El Juez Primero de Paz de San Vicente, por razón de competencia trasladó el proceso al Juzgado de Paz de San Ildefonso quien recibió declaración de la menor ofendida. La que dice que se considera ofendida de Jeremías Manríquez Cornejo, hijo de Jeremías Manríquez y Paula Méndez, y que el día de los hechos se encontraba cerca de la iglesia del Caserío La Charca, cuando el mencionado individuo se acercó a ella la agarró de la mano y la metió a la iglesia, cerrando la puerta, la acostó en una banca, se quitó el pantalón y después de haberla violado le limpio la sangre con el bloomer, el de la dicente, diciéndole que no le fuera a decir a sus padres si le preguntaban. Recibió también la declaración del padre de la ofendida Juan Santos Soriano quien relata el mismo hecho, desde luego, sin haberlo presenciado, y esto, porque se lo dijo su menor hija, quien le manifestó que Jeremías Manríquez Cornejo la llamó y la metió a la iglesia acostándola en una banca, pero que al principio su hija decía que se había golpeado porque Jeremías Manríquez Cornejo le dijo que así dijera. El Juez de Paz de San Ildefonso con estas solas diligencias decretó la detención del imputado y libró ordenes de captura, habiéndose capturado al mencionado individuo Jeremías Manrique o Manríquez Cornejo. El Juez cumplió con lo relativo a los derechos del imputado y no habiendo nombrado éste defensor le nombró uno de oficio y le recibió declaración indagatoria, estando éste presente el imputado negó los hechos y únicamente manifestó que ese día, el de la fecha de la violación, únicamente pasó por la casa de los padres de la ofendida, horas después del hecho y vio que se encontraba ella en el corredor de la casa con otros niños, quienes jugaban, observando que Roxana Claribel que se encontraba manchada de las piernas y el vestido de sangre; que después supo el dicente que la niña había sido violada esto fue hasta el día de su captura. La certificación de la partida de nacimiento de la menor se encuentra agregada en fs. 33. Al recibir el Juez Segundo de lo Penal de San Vicente, la causa con base en el Art. 551 Pr. Pn. declaró la nulidad del proceso por la falta de acusación o denuncia en esta clase de delitos a instancia de parte, por no ser el caso de que pudiera procederse de oficio, no obstante que a la menor también le fue reconocida una lesión en el ano consistente en la ruptura perianal en forma vertical y una equimosis en la pierna izquierda curable en doce días, y por acto posterior resuelve que, habiendo transcurrido el término de la apelación sin que se hubiese hecho uso de el, se ponga en libertad al imputado Manrique o Manríquez. Pero presentándose casi en ese mismo acto y en el mismo día en el Juzgado los padres de la menor ordena recibirles la denuncia verbal de un hecho delictivo cometido en su menor hija Roxana Claribel Berrios. Al efecto levanta las actas respectivas a la denuncia verbal, pero lo hace sin manifestar en las respectivas actas que cada uno de ellos ha llegado a denunciar verbalmente el hecho que relata; lo que hace es recibirles declaración de ofendidos, incluyendo en estas declaración de Roxana Claribel. El padre de la menor en su declaración manifiesta que quien llevó a su hija al hospital fue Paula Méndez, la menor dice que como le salía bastante sangre su madre le pidió a Paula Méndez que la llevara al hospital; y la madre de la menor Beatríz Berríos en su declaración dice que podría aportar datos del hecho la menor Daysí Aracely Soriano. La primera testigo no ha declarado como tal, en las declaraciones de los ofendidos éstos la mencionan como la madre del hechor, y no ha sido citada a declarar; la segunda testigo Daysi Aracely Soriano o Amaya Soriano declara a fs. 82 manifestando ser de seis años de edad, que es prima de la ofendida pero que no sabe nada al respecto y que ignora como fue que ocurrieron los hechos. El Juez como no puso en libertad al reo cuando la decretó y aparecieron los padres de la menor lo dejó detenido durante el término de inquirir, lo pidió a la Penitenciaría Oriental donde se encontraba recluido para recibirle declaración indagatoria; le nombró defensor de oficio al Lic. Mauricio Antonio Valle López le hizo saber los derechos que le correspondían; recibiéndole nuevamente su declaración, en la que manifiesta siempre que no se hace cargo del hecho. A la vez pide al Juez certificación y la acompaña al proceso de los reconocimientos de sangre y sanidad de la menor; y concluido en término de inquirir, decreta que continúe en detención el imputado Jeremías o Manríquez Cornejo, manifestando que lo hace por existir suficientes elementos de juicio en su contra por el delito de violación presunta en la mencionada menor, sin expresar en qué elementos de juicio o pruebas se basa para decretar tal detención. En esa situación se pide la exhibición personal en favor del reo. Como se advierte no existe prueba ni elemento de juicio alguno en el cual poder basarse para la detención provisional del imputado. Los reconocimientos médicos y las declaraciones de la ofendida sobre el hecho en ella cometido no pueden constituir elementos de juicio suficientes para mantener tal detención; y las personas que citan, la primera Paula Méndez por ser la madre del ofendido probablemente no la citó el Juez a declarar sobre el hecho de que fue ella quien llevó a la menor al hospital a petición de la madre de la menor Beatríz Berríos en su declaración de fs. 77, la que debió ser citada por el Juez para interrogarle sobre éste detalle y hecho a la vez; y la segunda manifestó no saber nada al respecto. Es procedente llamarle la atención al Juez Segundo de lo Penal de San Vicente no solo por esta omisión sino por darle el carácter de actas de denuncias de los ofendidos, tal como lo expresa en el auto en el que ordena levantar tales actas, a lo que son declaraciones de ofendidos por parte de los padres de la menor, inclusive en dichas declaraciones que el Juez las estima actas de denuncias, ni siquiera mencionan tales ofendidos que han llegado a denunciar verbalmente los hechos, sino que simplemente se consideran ofendidos del imputado. Por todo lo anterior, esta Sala resuelve: no habiendo mérito para la detención del imputado revocase la resolución del Juez Ejecutor en la que decreta que existe mérito para la detención del favorecido y que continúe el trámite legal correspondiente. Llámase la atención al Juez Segundo de lo Penal de San Vicente por los motivos expuestos en esta resolución, debiendo continuar el trámite del proceso para recibir la declaración de testigo a la que se ha hecho mención, como para cualquier otro trámite que resulte de las ampliaciones de las declaraciones de los ofendidos. Póngase en libertad al favorecido Jeremías Manrique o Manríquez Cornejo, por no existir por ahora, mérito para su detención; devuélvase el proceso al Juzgado de su origen y, con certificación de éste proveído y archívense estas diligencias.---HERNÁNDEZ VALIENTE---E.ARGUMEDO--MARIO SOLANO---O.BAÑOS---PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---A.VALOS---RUBRICADAS. HS019C94.94