221b Baker Street - Autores Editores

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221b Baker Street
Introducción
Mencionar 221b de la calle Baker hoy es sinónimo de
Conan Doyle y de la más famosa y conocida de sus creaciones,
el genial detective Sherlock Holmes.
Lo más curioso del asunto es que ni Sherlock Holmes ni
el 221b de la calle Baker existieron.
Ambos son creaciones de Arthur Ignatius Conan Doyle
quien de hecho y a pesar del éxito de sus escritos sobre este
personaje en realidad y por un lapso de diez años lo mató en
uno de sus relatos ocasionando una serie de reclamaciones que
después de esos diez años le hicieron ‘revivirlo’ y de ahí pasó a
la posteridad como uno de los personajes de ficción más
conocidos, queridos y admirados por todo el mundo.
La dirección, y perdonen la comparación, es tan famosa
como el Palacio de Buckingham en el mismo Londres, o como
10 Downing Street.
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De hecho, 221b Baker Street es hoy día uno de los
puntos de referencia del Londres actual.
Arthur Conan Doyle, quería ser reconocido y
considerado como un escritor, y al parecer estaba ‘molesto’ por
el éxito de un personaje de ficción con las características de
Sherlock Holmes.
No sería aventurado decir que hubiera preferido que el
Profesor Edward Challenger o Rodney Stone alcanzaran la fama
del detective, y de su compañero el Dr. John Watson quien es la
persona que relata la mayoría de las aventuras de Sherlock y
que viene siendo la sublimación del médico que pretendió ser y
que a pesar de sus esfuerzos no logró establecer.
La trascendencia de Sherlock Holmes fue tal que no solo
revolucionó las técnicas de investigación de su época (como por
ejemplo, el uso de las huellas digitales para identificación) y
estableció una leyenda tan popular que casi de inmediato se
estableció una sociedad que adquirió el inmueble de la calle
Baker y lo convirtió en un museo dedicado a su memoria que
perpetua las Aventuras de Sherlock Holmes y comercializa los
objetos descritos por su creador como objetos de moda e
inolvidables souvenirs.
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De cualquiera de las maneras, su éxito literario le hizo
ser nombrado Caballero del Imperio Británico en 1902 con el
título de Sir.
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Conan Doyle además fue ‘espiritista convencido’
seguidor de las teorías de Allan Kardec, lo que ocasionó el
rompimiento de una ‘amistad’ con el escapista e ilusionista
Harry Houdini.
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Hoy día el nombre de Sherlock Holmes es mágico y ha
alcanzado tanta popularidad que como Napoleón, basta con su
nombre para que todos sepan de quien se está hablando.
En la vida actual es usual el que al viajar se tomen
fotografías de algunos sitios o de eventos ocurridos durante el
tiempo en que transcurrió ese viaje.
Algunos complementan esas fotografías con relatos de
las experiencias que en ese viaje se tuvieron, pero no todos los
que viajan por necesidad o por placer lo hacen y obviamente no
todos tienen cualidades de escritor que hagan las descripciones
de sus viajes algo memorable o que tengan algún valor
histórico.
Como sucede con Napoleón que no necesita de su
apellido para que todo mundo sepa de quien se está hablando,
lo mismo pasa con Sherlock que no requiere la mención de su
apellido para que todos sepamos de quién se está hablando.
Napoleón solo hay uno: Napoleón Bonaparte.
Sherlock solo hay uno: Sherlock Holmes.
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Curiosamente uno, Napoleón fue un ser que vivió en la
turbulenta época de los años 1769 al 1821, en tanto que el otro,
Sherlock jamás existió y fue un personaje de ficción creado en
1887 pero que ha sido considerado como un ser vivo.
Y por favor,-amables lectores- consideren que no hay
punto de comparación ni se pretende equiparar uno con el otro
solo es que hoy día son inmortales y los siglos pasarán y se
seguirá hablando o escribiendo, opinando o criticando a
cualquiera de estos personajes.
Generalmente en los viajes ‘de placer’ a que hacemos
se suele visitar o acudir a alguno o algunos Museos y para quien
visita París y/o Londres los museos dedicados a estos
personajes son casi casi obligatorios.
En París, están les
Invalides como un recuerdo de Napoleón (además de muchos
otros sitios que rememoran sus batallas, su vida y sus obras).
En Londres está el Museo de Sherlock Holmes, ubicado en el
221b de Baker Street.
Este escrito se refiere a Sherlock Holmes y/o Conan
Doyle y en contra de la costumbre establecida por mí
comenzaré el relato refiriéndome a la visita que mi esposa y yo
realizamos a Londres y específicamente al Museo dedicado a
Sherlock Holmes en 1987.
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“Cómodamente descansados y bañados, a la mañana
siguiente nos subimos en el Hop-on/Hop-off Bus Tour de
la Big Bus Co. Ltd., y siguiendo la Blue Rute, nos
bajamos justo enfrente del 221b Baker Street .........
residencia de Sherlock Holmes, el más famoso detective que
jamás existió.
Y esta expresión tiene un doble significado porque
efectivamente jamás existió una persona que así se llamara o
que fuera detective de esas proporciones, y porque jamás
existió un ‘personaje’ de ficción o no, que haya tenido tan larga
y prospera vida como la que tuvo y tiene éste detective.
“Llegamos muy a tiempo, pues poca gente había, al
igual que nosotros, esperando en ordenada y corta ‘fila’ para
ingresar.......
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Aunque todos sabemos que este personaje nunca fue
una persona real, sino sólo el producto de la fértil y
desbordada imaginación de Arthur Ignacius Conan Doyle,
no podemos menos que ‘reconocer’ el ingenio y el ‘realismo’
con el que todo está elaborado........ parecería, si no se sabe,
que el personaje realmente existió en las fechas en que se dice
‘tuvo sus aventuras’ ...... parecería esa ‘la casa en que vivió’
...... su ‘existencia’ ha transpuesto las hojas de los libros y la
imaginación para instalarse permanentemente en nuestro
mundo real ....... una vez que estás ‘dentro’ de su casa, tienes
la impresión de que él o su inseparable amigo, el Doctor
Watson, aparecerán en cualquier momento ..... es ‘tan real’
que hasta llegas a pensar que ambos están en el cuarto
contiguo.
La ‘ambientación’ está muy bien ‘lograda’ ....... es un
verdadero Museo o verdadera exhibición de los objetos y
‘cosas’ que Conan Doyle describe en cada una de las
‘aventuras’ que escribió y que tuvieron como protagonistas a
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Sherlock, Watson, Moriarty y otros personajes que
constituyen un micro-universo detectivesco único y específico:
‘el mundo de Sherlock Holmes’, (secretamente, volteas a ver
si entre los ‘visitantes’ no se haya ‘colado’ el infame Moriarty
o alguno de sus secuaces)..... ahí, en esa casa, el personaje
‘toma posesión de ti’, tal vez sin que te des cuenta ....... es un
fenómeno extraordinario.
Tan extraordinario, que en
Rusia, Escocia y Suiza, por ejemplo, hay ‘estatuas’ en
plazas públicas que se erigieron a la memoria del ‘ inmortal
detective’.
Edimburgo, Escocia.
Moscú
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