Descargar PDF

Anuncio
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
105736
NOTA CLÍNICA
Dismorfia muscular, vigorexia o complejo
de Adonis: a propósito de un caso
M. Hernández Viadela, J.L. Guillem Mirallesa y J.V. Hernández Viadelb
aServicio
de Psiquiatría. Hospital de Sagunto. Valencia. España.
Psicología. Universidad Castilla La Mancha. Albacete. España.
bDepartamento
La dismorfia muscular, vigorexia o síndrome de
Adonis es una forma de trastorno dismórfico
corporal, en el que los individuos que lo
experimentan presentan una preocupación patológica
por conseguir un cuerpo musculado. En este artículo
se presenta un caso clínico.
Muscle dysmorphia, bigorexia,
or the Adonis complex: a case report
Muscle dysmorphia is a form of body dysmorphic
disorder in which individuals develop a pathological
preoccupation with their muscularity. We present a
case-report.
Palabras clave:
Dismorfia muscular. Vigorexia. Síndrome de Adonis.
Abuso de anabolizantes.
Key words:
Muscle dysmorphia. Vigorexia. Adonis complex. Steroid abuse.
INTRODUCCIÓN
pesar de tener una complexión física más fuerte que el
resto de la población, se entregan compulsivamente al
ejercicio con pesas sin perseguir otra meta que no sea
aumentar la masa muscular. Dedican todos los días un
gran número de horas al ejercicio físico en el gimnasio
e incluso consumen sustancias, como esteroides anabolizantes, para favorecer la formación de masa muscular,
con el riesgo consiguiente para la salud.
Las principales causas de este síndrome se han relacionado con razones de tipo estético. Personas preocupadas por el aspecto físico y el culto al cuerpo, que
persiguen un modelo de varón fuerte y atlético como
prototipo de salud y éxito social y se sienten frustradas
porque consideran que su complexión no se ajusta a este
modelo. El ejercicio físico deja de ser un estilo de vida
saludable para convertirse, junto con las dietas proteínicas y los esteroides anabolizantes, en un medio para
conseguir un cuerpo musculado que nunca acaba de terminar de agradar al paciente. Su cuerpo siempre necesita “un poco más de musculación”.
Las personas con dismorfia muscular suelen ser personas preocupadas por su aspecto físico, con una autoimagen distorsionada (se consideran físicamente débiles
y enclenques), introvertidas, con problemas de integración y baja autoestima, que consideran que tienen poco
atractivo para el sexo opuesto debido a su aspecto físico.
Pueden acompañarse de otras alteraciones psicológicas, como ansiedad, depresión y trastornos obsesivocompulsivos.
Para algunos autores, la dismorfia muscular es el reverso de la anorexia. Mientras que la anorexia suele aparecer
Pope describió este síndrome por primera vez en 1993
y lo bautizó como anorexia inversa o vigorexia por sus
características algunas comunes y otras contrarias a la
anorexia nerviosa. En trabajos posteriores utiliza el término de “complejo de Adonis”, haciendo alusión al personaje de la mitología griega del mismo nombre, Adonis, paradigma de modelo de belleza ideal masculina, de
quien Afrodita quedó enamorada al verlo dormir desnudo. Las personas con este síndrome, generalmente varones, tienen la fijación por conseguir un cuerpo perfecto.
Este síndrome también ha sido denominado dismorfia
muscular, debido a la preocupación excesiva por el tamaño del cuerpo y por el deseo de aumentar el tamaño
muscular.
La dismorfia muscular se encuadraría dentro del grupo de los trastornos dismórficos corporales o dismorfofobias, donde las personas con este tipo de trastornos
tienen una gran preocupación por algún defecto en el
aspecto físico. El defecto es imaginario o, si existe, la
preocupación del individuo es claramente excesiva. Las
personas con dismorfia muscular no se sienten a gusto
con su propio cuerpo y se preocupan mórbidamente con
la búsqueda de un cuerpo ideal, atlético y musculado. A
Correspondencia: Dr. M. Hernández Viadel.
CSM Sagunto.
Avda. Santos de la Piedra 81 bis. 46500 Sagunto. Valencia. España.
Correo electrónico: [email protected]
67
Psiq Biol. 2005;12(3):133-5
133
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Hernández Viadel M, et al. Dismorfia muscular, vigorexia o complejo de Adonis: a propósito de un caso
TABLA 1. Características de la anorexia nerviosa
y la dismorfia muscular
Características comunes
Preocupación excesiva
por la imagen
Autoimagen distorsionada
Baja autoestima
Introversión
Factores socioculturales
Tendencia
a la automedicación
Edad aparición (jóvenes)
Modificación dieta
Características diferentes
Sexo del paciente
Autoimagen percibida
Medicación de abuso
Anorexia
nerviosa
Dismorfia
muscular
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Mujer
Obesa
Laxantes,
diuréticos
Varón
Débil,
enclenque
Anabolizantes
entre chicas jóvenes que por más que adelgazan nunca
llegan a verse lo suficientemente delgadas, la dismorfia
muscular afecta principalmente a varones que se desviven
por alcanzar un cuerpo cada vez más musculado. En la tabla 1 se presentan las similitudes y las diferencias entre la
anorexia nerviosa y la dismorfia muscular.
Como señales de alarma de la existencia de este trastorno se han señalado:
1. Halterofilia y ejercicio compulsivo. La búsqueda de
un cuerpo más muscular puede convertirse en una prioridad, sacrificando relaciones sociales y otros aspectos
del desarrollo físico y emocional de la persona.
2. Trastorno dismórfico corporal. Las personas con
problemas con su imagen física pueden fijarse obsesivamente en detalles que otros no consideran de importancia. Sentimientos de insatisfacción, baja autoestima y
depresión son frecuentes.
3. Trastornos de la alimentación. Varones con problemas de bulimia o anorexia y otras formas menores que
mantienen una preocupación acerca de estar obesos
cuando realmente están delgados.
4. Abuso de esteroides. Intentan conseguir una imagen
física idealizada a través del uso de estas sustancias.
Aunque no se ha descrito un tratamiento específico
para la dismorfia muscular, se han señalado como tratamientos útiles los antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina y la terapia cognitiva.
CASO CLÍNICO
Varón de 20 años de edad sin antecedentes psiquiátricos,
consumidor habitual de cannabis (1-2 porros/día) desde los
134
Psiq Biol. 2005;12(3):133-5
14 años. Siempre ha sido un chico extrovertido, con tendencia
a enfadarse (elevar la voz) cuando algo no sale bien, pero en
general amable y obediente.
Le gustaba ser protagonista y líder en el colegio. Dejó los estudios en segundo BUP porque no le gustaba estudiar. El rendimiento académico era normal y no tuvo que repetir ningún curso. Desde hace 2 años, el paciente trabaja como militar profesional y niega problemas con sus compañeros ni con sus mandos.
Preocupado por su imagen física, desde hace 1-2 años va todos los días al gimnasio, donde emplea varias horas en practicar ejercicio físico. Muestra una preocupación excesiva por el
cuerpo, por mirarse en el espejo y sentirse atractivo. Le gusta
presumir (siempre le ha gustado ir bien vestido y la ropa de
marca). Desde hace unos 6 meses está más agresivo verbalmente, con demandas excesivas de dinero y episodios de agresividad contra objetos (puertas, sillas) cuando no le son satisfechas sus demandas. Su familia atribuye este cambio de comportamiento al consumo de anabolizantes. En su habitación
han encontrado fármacos de esteroides anabolizantes (Testoviron® depot, Decadurabolin®). El paciente minimiza el consumo de anabolizantes y no cree que sean un peligro para su salud. Al contrario, considera que son una ayuda para “hacer
más músculo y dar más volumen a su cuerpo”.
Destaca su imagen física, de gran corpulencia, con una llamativa hipertrofia muscular, que da el aspecto clásico de cuerpo de culturista. Presenta acné facial, posiblemente relacionado con el consumo de anabolizantes. El paciente se ve bien físicamente, pero todavía quiere “aumentar de volumen”. Tiene
tendencia a darse autoimportancia (“Soy muy guapo, tengo
que ser perfecto y tener éxito con las mujeres”, comenta en
ocasiones a su madre). Presenta sensación de rabia interior.
Los análisis de tóxicos en orina han detectado cannabis positivo, y negativo para el resto de tóxicos (cocaína, anfetaminas y heroína). Una tomografía computarizada craneal informa
de ausencia de hallazgos patológicos. El paciente se ha negado
a realizar un análisis de sangre “por fobia al pinchazo”, por lo
que no ha sido posible determinar el valor sérico de testosterona. Tampoco ha sido posible disponer de un test de orina específico para testosterona.
DISCUSIÓN
Se trata de un varón, joven, preocupado por conseguir
una imagen física idealizada como medio de obtener el éxito personal. Esta preocupación resulta excesiva pues, además de dedicar varias horas todos los días a entrenarse en
el gimnasio y mirarse repetidamente en el espejo para confirmar los avances, utiliza sustancias (esteroides anabolizantes) para conseguir el aspecto físico deseado. Sin embargo, a pesar de tener ya un físico abultado e hipertrofiado
y del riesgo para la salud que conlleva el uso de los esteroides anabolizantes (alteraciones cardiovasculares, alteración
del ánimo, agresividad), y a pesar de que se trata de sustancias ilegales y del coste económico que suponen, así como
de los reproches y la alarma familiar, no consigue “alcanzar” ese cuerpo ideal deseado y necesita seguir entrenando
y utilizar los anabolizantes porque todavía cree necesario
“un poco más de musculación”.
68
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Hernández Viadel M, et al. Dismorfia muscular, vigorexia o complejo de Adonis: a propósito de un caso
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Alonso Herrreros JM. La adicción al gimnasio: vigorexia o complejo de Adonis. 2003. Disponible en: www.mifarmacia.es
Andersen A. Book forum. The Adonis complex: the secret crisis
of male body obsession. Pope HG, Phillips KA, Olivardia R.
Am J Psychiatry. 2001;158:1947-8.
Bartolomé A. Preocupación ante el uso recreativo de anabolizantes. 2003. Disponible en: www.diariomedico.com
Choi PY, Pope HG Jr, Olivardia R. Muscle dysmorphia: a new
syndrome in weightlifters. Br J Sports Med. 2003;37:280-1.
Chung B. Muscle dysmorphia: a critical review of the proposed
criteria. Perspect Biol Med. 2001;44:565-74.
DSM-IV-TR. Barcelona: Masson; 2002.
Leit RA, Gray JJ, Pope HG Jr. The media’s representation of the
ideal male body: a cause for muscle dysmorphia? Int J Eat Disord. 2002;31:334-8.
National Institute on Drug abuse (NIDA), 2002. Disponible en:
www.steroidabuse.org
69
Olivardia R, Pope HG Jr, Hudson JI. Muscle dysmorphia in male
weightlifters: a case-control study. Am J Psychiatry. 2000;
157:1291-6.
Phillips KA, O’Sullivan RL, Pope HG Jr. Muscle dysmorphia. J
Clin Psychiatry. 1997;58:361.
Pope HG Jr, Gruber AJ, Mangweth B, et al. Body image perception among men in three countries. Am J Psychiatry. 2000;
157:1297-301.
Pope HG Jr, Katz DL, Hudson JI. Anorexia nervosa and “reverse
anorexia” among 108 male bodybuilders. Compr Psychiatry.
1993;34:406-9.
Pope HG Jr, Phillips K. The Adonis complex: the secret crisis of
male body obsession. New York: Free Press; 2000.
Pope HG, Kouri EM, Hudson JI. Effects of supraphysiologic doses of testosterone on mood and aggression in normal men.
Arch Gen Psychiatry. 2000;57:133-40. Disponible en: www.
anabolicsteroidspharma.com
Psiq Biol. 2005;12(3):133-5
135
Descargar