418. Inclusión

Encuesta sobre Inclusión Educativa Centro Universitario Anglo Mexicano Investigación a cargo de: Rafael Jaime Zorrilla, Gpo. 504 Asesor: Raymundo Vázquez Rivera Resumen de resultados En total la encuesta fue respondida por 80 personas, 67 estudiantes y 13 profesores. Del total de encuestados, 50 fueron mujeres y 30 hombres, es decir, 62.5% de mujeres y 37.5% de hombres. En la pregunta 1, referida a la definición de inclusión, el 43.04% eligió la opción 1, que se refiere a la primera fase de la inclusión, que era segregacionista. El 40.51% eligió la fase actual de la inclusión, que es integradora, pero compensatoria. El 16.46% eligió la segunda fase de la inclusión, integradora, aunque sin distinciones para necesidades especiales. Esto demuestra que un alto porcentaje de la población escolar, prácticamente el 60%, no se ha apropiado de la definición actual de inclusión. 40.50632911
43.03797468
Fase 1
Fase 2
Fase 3
16.4556962
Figura 1. Definiciones de inclusión seleccionados por los encuestados. En la pregunta 2, si bien el 61.25% eligió la equidad, que es el valor que promueve la inclusión, sólo el 53.75% mostró comprensión del valor seleccionado. Un alto porcentaje de la población, casi el 40% considera que el valor que promueve la inclusión es la igualdad, lo cual es incorrecto, pues la esencia de la inclusión es reconocer las diferencias, es decir, la heterogeneidad y evitar precisamente que todos sean tratados por igual, cuando en realidad no son iguales. 38.75
Igualdad
Equidad
61.25
Figura 2. Valor que promueve la inclusión, en opinión de los encuestados. En la pregunta 3, referente a inclusión material, la respuesta correcta incluía las opciones 1, 2, 3 y 5. De los encuestados, 67.5% eligieron la opción 1, 95% la opción 2, 81.25% la opción 3, 46.25% la opción 4 y 46.25% la número 5. En general esto demuestra comprensión de la noción de inclusión material, aunque 46.25 piensa que incluir intérpretes para sordos en las aulas es una forma de inclusión material, lo que es incorrecto y sólo 46.25% reconoce una campana visual como inclusión material, que sí lo es. En la pregunta 4, referente a la inclusión académica, la respuesta correcta incluía las opciones 2, 3, 4 y 5. De los encuestados, 57.5% eligieron la número 1, 70% la 2, 50% la 3, 43.75% la 4 y 58.75% la 5. Las respuestas en esta pregunta reflejan una comprensión media de la noción de inclusión académica, pues un alto porcentaje de encuestados no eligieron las opciones 3, 4 y 5, que sí son formas de inclusión académica, pues representan formas de hacer accesibles los contenidos a estudiantes con necesidades especiales. En contramano, casi el 60% incluye la opción 1 como inclusión académica, cuando dicha respuesta se enfoca más a la inclusión sociocultural, pues el programa referido no forma parte de los contenidos curriculares. En la pregunta 5, referente a la inclusión sociocultural, la respuesta correcta incluía las opciones 1, 3, 4 y 5. De los encuestados, 40% seleccionó la opción 1, 27.5% la 2, 75% la 3, 71.25% la 4 y 41.25% la 5. Esto también demuestra una comprensión media de la noción de inclusión sociocultural, pues un alto porcentaje de los encuestados no seleccionó las opciones 1 y 5, que son formas de promover la inclusión sociocultural. En general se aprecia una mejor comprensión de la inclusión material que de las otras dos formas de inclusión: académica y sociocultural, como se aprecia en la figura 3. 80
70
60
50
40
30
20
10
0
Inclusión material
Inclusión académica
Inclusión sociocultural
Figura 3. Niveles de comprensión de la diferentes formas de inclusión por parte de los encuestados En la pregunta 6, referente a los desafíos que enfrentan diferentes grupos excluidos, la distribución de las respuestas fue heterogénea, distinguiéndose poca diferencia de valoración entre los desafíos, con un pequeño énfasis en el desafío ubicado en la posición 6 y la menor valoración en el ubicado en la posición 1. Aunque en general no parece haber un acuerdo respecto a la jerarquización de prioridades en los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad. En la pregunta 7, respecto a los beneficiarios de la inclusión, hubo una marcada prevalencia de la respuesta 2, que es "A todos", con un 66.25% de respuestas, seguida por la opción 3, "A las personas con discapacidad, con 45% y en tercer lugar la respuesta 1, "Al gobierno", con 18.75% de incidencia. Las respuestas con menores porcentajes de incidencia fueron la 4 (A las escuelas), con 15% y la 5 (A nadie), con sólo 1.25%. 1.25
15
Gobierno
18.75
Todos
Personas con
discapacidad
45
Escuelas
66.25
Nadie
Figura 4. A quiénes beneficia la inclusión, según opinión de los encuestados En la pregunta 8, referente a la parálisis cerebral, el 63.75 eligió la respuesta correcta, que era la número 3. Conclusiones generales Se aprecia una comprensión general aceptable, aunque insuficiente, de lo que implica la inclusión educativa y sus diferentes formas de implementación.