UNA VISION ERRADA “Y zapatos viejos… con vestidos viejos… y todo el pan que traían era seco y mohoso” Josué 9:5 ¿Qué harías si algunas personas vinieran a ti en busca de ayuda, pues dicen venir desde lejos, y al escucharles notas cuán real parece todo lo que te cuentan, al verles puedes también notar, que sus zapatos están rotos al igual que sus vestidos, y aun la poca comida que les queda tiene aspecto de vieja? Algo como esto le ocurrió a Josué, uno de los grandes líderes que tuvo el pueblo de Israel en su historia. En cierta ocasión, unos viajeros venían a él y al pueblo pidiendo que hicieran un acuerdo de paz con sus naciones, las cuales estaban muy lejos. Claro, él sabía que nunca faltaban los engañadores, por lo que indagó, pregunto, y antes de tomar alguna decisión se cercioró que lo que sus ojos veían y escuchaban sus oídos, fuera real. Pero bueno, todo lo que veían era como cierto, por lo que fue movido a misericordia. Pero el problema fue que a pesar de la investigación previa de Josué, esta no le permitió darse cuenta que en verdad era un engaño. No puedo darse cuenta que aunque sí el pan era viejo, y la ropa estaba rota, no quería decir esto que los viajeros vinieran de tierras lejanas. Esta mala decisión de Josué y el pueblo, les llevo a tener un problema, no pequeño, pues ahora tenían que convivir con otra cultura diferente a la hebrea, y sin poderlos sacar del vecindario pues habían jurado ante Dios que no le harían daño alguno, y aunque esto parece noble, hizo un enorme daño a la historia de Israel, y a los planes de Dios para con ellos. Cuántas veces no nos ha ocurrido cosas similares, cuántas veces hemos creído tener la verdad sobre una situación en particular, y solo después del tiempo nos damos cuenta que en realidad la verdad no la teníamos, solo teníamos una parte de la verdad, o una impresión errada. ¿Y Por qué se presenta esto, y porqué le paso a Josué un buen hombre de Dios?, Porque sencillamente el sistema que usa el ser humano para interpretar lo que le rodea, no es perfecto, tiene sus limitantes, aunque muchos griten tener la verdad en su poder. PREGUNTAS DE REFLEXIÓN: ¿Cuántas veces he creído tener la razón sobre algo Y luego me he dado cuenta que no era así? ¿Cuánto confío en mi forma de ver las cosas? Cada juicio que emitimos, es una impresión personal, y generalmente limitada. Señor, permíteme entender y aceptar que mi visión muchas veces puede ser solo una interpretación limitada de la realidad