La Acción Socialista

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N°
1
Bnonos Aires, Julio 11 de 1005
Año I.
La Acción Socialista
Periódico Sindicalista Revolucionario
A parece el 11 y 21 de cada m es
L A A'CCION SOCIALISTA
niltEC'f'IOX V REDACCION:
beneficio, y n o e sa a b s u r d a a b stracció n
S A .V JO ív Iv 7 l S
fe ~
sim bólica, in m a te ria l, con (pie a lg u n o s
lo in te rp re ta n , d á n d o le la ideológica con­
A 1) I I I X I S T n A C I O N:
SU PR O G R A M A
Coehabawba 3401
cepción q u e p o d ría m o s te n e r de un m ito
re lig io so ó p a trió tic o c u a lq u iera. P u e s
L a ob se rv ació n d el m ovim iento socialista
terial, qu e la experien cia desm iente constante­
esto n o es en el l’o n d o sino la inconfcP recio de S uscripción
mente.
u n iversal, perm ite com prob ar que existe:
s a d a é ín tim a e sc ru p u lo sid a d de la mo­
i° U n a d esviación bien definida en la ac­
A n te estas anom alías de criterios que re­
ra l b u rg u e s a , q u e re s p e ta la opinión
■ANO......................................................... 2.00
ción gen eral del P artid o, d e la verdadera lu ­
flejan en la m erte y acción proletarias unn ine x te rio r, al p u n to d e h a c e r h ip ó c rita los
SKM KSTltK...................................................... i.ou
cha d e clases, hacia m edios y procedim ientos
certidum bre constante y perniciosa ásus intereses
in d iv id u o s y la s co lectividades, p a r a no
TÜ IM EST K K .......................................................U..VI
M 1IKKO SU ELTO ............................................«.m
q u e confunden en el trabajad or la noción cla ­
gen erales de clase revolucionaria y oprim ida,
m e re c e r la c rític a m o rd a z del a d v e rs a ­
ra del problem a social y d e la irreductibilidad
la a c c i ó n s o c i a l i s t a , sostendrá el siguiente
rio. Y n o q u e re m o s tam poco p e n s a r que
d el antagon ism o de clases, que caracteriza el
program a:
in te rv e n g a n á a c e n tu a r e sta a n im a d v e r­
actual sistem a de producción.
i° F ijación absoluta y precisa del m ovi­
sió n á u n c rite rio n u e v o ó ren o v a d o , m e­ orien tarse con aquella para alcanzar un feliz
2® Una tendencia á am enguar en la consi­
m iento obrero en el tCTrer.o de la .lucha de
jo r dicho, c o m b in acio n es de in terese s éxito y con tribuir con eficacia á la obra eman­
deración de los obreros, la eficacia de sus
clases, y m antenim iento del espíritu re v o lu ­
c o n stitu id a s p o r incon'fesadas am bicio­ cipadora.
arm as p rop ias de lucha y d e su acción autó­
L a 1ucha de clase no es un dogm a, com o
cionario que debe anim arlo, por m edio de
n es y p ro p ó sito s, q u e la g ra n d e z a c re­
nom a, para hacerles aceptar una excesiva y
un d is iirg u id o cam arada ha preten dido califi­
una propagan d a tendiente á hacer im posible
cien te del P a rtid o , a tra e sin cesar, ni
p erju d icial avaloración de los recursos le g a ­
toda interpretación dual y com pleja sobre las
tam p o co a trib u irla al a m o r m ás ó m e­ carla (sin m erecer la excom unión), ni una
les d ejad os á su alcance por una clase en e­
funciones de los ó rgan os é instituciones de
n o s loable, p e ro p ern icio so y e x a g e ra d o , creación diabólica de nuestras m entes, com o
dom inación burguesa.
m iga.
q u e ten em o s to d o s á n u e s tra s conviccio­ afirman los in ielectuales de la burguesía, ni
3o U n criterio , cada vez más erróneo, so ­
2° E n altecim ien to constante de la acción
nes, al p u n to d g c o n stitu irn o s in fa tu a ­ ha sid o desiubietta por los socialistas, com o
propia y directa desarrollada por un proleta­
bre la sign ificación y concepto de la política
d a m e n te com o ú n icos y v e rd a d e ro s p ic - dijo o n o ile los nuestros (tisutn tcncalis). No;
socialista, la qu e se intenta expresar en su
riado in dependiente d e toda tutela lega l, por
p ie ta rio s d e la v e rd a d . No, n o so tro s no la fic h a de clase es una realidad palpitante,
faz m era y sencillam ente electoral ó parla­
indiseuiida; es la relación sccial diaria y per­
su sim ple y deliberad a voluntad, en el sentido
P re ju z g a m o s, sin o in d icam o s la len id ad
de dism inuir prácticam en te las condiciones de
m entaria.
dt 1 h ech o e n sí, su im p o rta n c ia real, y m anente en tie los poderosos y ios hum ildes,
4® U n a d esvin colación im posible y con tra­
inferioridad económ ica en que está colocado
e x p o n e m o s q u e su g ra v e d a d no re sid e entre los capitalistas y los asalariados.
dictoria entre la acción sindical (ó d irecta)
E l pueblo ( b rero desde que se inicia en la
frente al capitalism o.
en su o b je tiv id a d , c u a n to sí en la p si­
que d esarrolla la clase trabajadora organ izada,
3° D em ostración teórica y práctica: i° del
c o lo g ía deficiente y n o e d u c a d a aú n de defensa de sus intereses, d eclara la gu erra de
y las representaciones y partido socialistas,
pap el altam ente revolu cion ario del sindicato,
la g ra n p a rte d e los so cialistas m ili­ clases, se em peña en una lucha política. E s­
y su efectiva superioridad com o instrum ento
ta no se halla ceñida á fórm ulas ó m oldes
d ivorcio q u e vien e á estab lecer en las inteli­
ta n te s.
de lucha social; 2° de su función histórica en
preestablecidos, invariables y ríg id os. E lla es
gen cias obreras la errónea creencia de que
H e a q u í, p u es, p la n te a d a la (u e stió n
pueda e xistir una dualidad de acción p o r ] ar­
el p « iv tn ir com o em brión de un sistem a de
q u e se p re te n d e tra sc e n d e n ta l: la ex is­ m últiple y com pleja, con tendencias construc­
te d el p roletariad o, cuando la observación e x ­ p rodu cción y gestión enteram ente colectivista.
ten cia de c rite rio s d ife re n te s d e n tro de tivas y destructivas.
L a acción socialista que es ta práctica de
4® Integración absoluta de la acción revo­
perim en tal d em u estia, p or el contrario, que
n u e s tro P a rtid o . Q ue es v e rd a d el hecho,
lu cion aria del proletariado, por m edio de una
toda política, en sentido gen eral y am plio, no
no m erece la p e n a de u n a confiim ación, la lucha de clases asum e las variadísim as m o­
puede cum plir sino una función de defensa ó * absoluta y com pleta subordinación de la ac­
p e ro a p re c ia r la m a n e ra com o en el fu­ dalidades que determ inan las circunstancias de
ción parlam entaria, á los intereses y necesida­
con solidación de un conjunto de intereses d e ­
tu ro p u e d e n s e r o b v ia d o s los in co n v e­ cada m om ento. S e inspira en estas y de
des de la clase trabajadora, quien ha d e se­
term inados, á los cuales se subordina en todo
n ie n te s q u e s u r g irá n del conflicto n a tu ­ acuerdo con ellas se pronuncia.
S o lo así, en esta tendencia de adaptación á
ñ alar en tod o m om ento á sus m andatarios la
m om ento d e una m anera incondicional.
r a l en q u e d e b e rá n h a lla rse , es un g r a ­
con d ucta á se gu ir dentro de los parlam entos
v e d e b e r n u e stro . E n tr a en e sta consi­ las tm e ig e n cia s diarias del com bate, la acción
5® U n con cepto eq uivocado de la lunción
socialista se hace fecunda y práctica. S o lo así,
burgueses.
d e rac ió n , p rim o rd ia lm e n te , u n a cuestión
que toca cu m p lir al sindicato en el proceso
5 ” R atificación entera del con cepto m arxista
ella es colocad a en un terreno concreto, real
d e o rd e n m o ral, com o s e r ía el re s p e to
de la revolu ción social, y una falsa apreciación,
sob re el sign ificad o d e la acción política d el
p ro fu n d o a l juicio del c o m p añ e ro d isi­ y positivo.
intencionada ó ign oran te, sobre su efectiva
Tan estéril es e l cristianismo de los socia­
p roletariad o, sob re su fundam ental expresión
d ente, y o l reco n o c im ien ro del p ro p ó s i­
im portancia, la que se ha id o desm ereciendo
de lucha de clsses.
to lo a b le q u e lo in s p ira , a m o r á la v e r­ listas alem anes, com o e l dcmagogisaio guedisal punto de asign arle un papel secundario en
6° N egació n del estad o com o órgan o so­
d a d y á la g ra n d e z a efectiva del P a r ti­ ta y el practicism o empírico de los refor­
la organ ización obrera
de clase, cuando, por
cial y un iversal, y su dem ostración am plia y
do, d ism in u y e n d o el v a lo r de la p ro p ia mistas.
el contrario, ella encierra en germ en los ele­
N uestros prácticcs tienen un poco de todo
ejem plificada de institución d e clase.
p e rs o n a lid a d a n te su s re a le s c o n v en ie n ­
m entos cristalinam ente revolucionarios del nue­
7" M isión d^l parlam entarism o, y adju d ica­
cias. P o rq u e n o d e o tr a m a n e ra , es p osible esto. Son lo uno ó lo otro según convenga
vo orden social, y es la escuela m aestra de la
ción á éste d el único papel que le está re­
la d e fe n sa d e los in te re se s cíe e sa co­ á la explicación de sus errores. Son todo,
conciencia proletaria.
se rv ad o en el p roceso revolucion ario, com o
lectiv id a d ; y es claro, q u e c u a n d o p ri­ m enos prácticos. Y la frasecita que de con ti­
6° U na interpretación in exacta del papel y
a gen te d e crítica y d escie d ito de las institu­
m an á la so m b ra d e ella, to d a su e rte de nuo acarician sus labios, bien m erecería un
c arácter desem peñados por el estado burgués,
poco de más cuidado y respeto.
ciones políticas del régim en capitalista.
p e rs o n a le s v a n a g lo ria s y m éritos, r a r a s
al qu e se adju d ica condiciones d e agen te so­
Con este program a d e lucha, l a a c c i ó n | veces es se rv id a su cau sa, y sí lo es, en
C om probam os nuestras afirm aciones: E n el
cial abstractp.é in dependiente de los intereses
s o c i a l i s t a , adoptará por
principio absoluto,
cam bio, la p o p u la rid a d in d iv id u a l, que periodo actual del m ovim iento obrero, en que
econ óm ico s d e clases, al punto de hacer creer
una autonom ía d e juicio com pleta, y pospon­
h ip ó c rita m e n te se c o b ra con creces, su s los contrastes de clase se recalcan é intensi­
á los trabajad ores en su adaptación y con­
drá en tod os los m om entos, á los intereses
m alo s servicios. A sí p u d ie ra o c u rrir en fican, en que abiertam ente el en em igo se o r­
quista po r siem ple e jercicio del sufragio, o l­
u n iversales del proletariado, las m ezquinas r i­
el ca so n u e stro , q u e m uchos, su b o rd i­ gan iza y ataca recurrien do á todos los extre­
vidan do que £1 solo es un ó rgan o d e defensa
validades de los hom bres.
n a n d o á ra z o n e s p e rs o n a le s, la s u n iv e r­ m os, los m ás brutales y los m ás violentos; en
b u rgu esa, cu ya am putación ó translorm ación
S u actitud d entro d el partid o socialista queda
sa les co n v en ie n c ia s del P a rtid o , y p o s­ que las arbitrariedades gubernam entales me­
se hará de acuerdo con las conveniencias
estab lecid a com o enteram ente autónom a, y en
p o n ie n d o sin esc rú p u lo s, to d a co n sid e­ recen el único aplauso del capitalism o a rgen ­
efectivas d e la clase dueña d e los instrum en­
el sentido de m antener su unidad m aterial,
rac ió n e le v a d a al a m o r p ro p io y á la tino, com o lo dem uestra el álbum ofrecido al
tos d e produ ción , en el m om ento histórico
para una m ejor acción contra el en em igo de
p ro p ia in d iv id u a lid a d , o fen d id o ó mo­ Presiden te de la R epú b lica por los banqueros,
qu e no sea y a útil á la defensa de sus m ate­
clase, pero dispuesta en todo tiem po, á hacer
lesta d o , u se la d ia trib a y la calum nia, com erciantes é industriales en h om enage á su
riales intereses.
firm eza y tino de hombre de estado para im ­
e lectiva y real la libertad de pensam iento y
g e rm in a d o ra d el odio, en u n a cuestión
7o U na concepción exagerada del efectivo
crítica que p restigia el socialism o.
•
en q u e la su b je tiv id a d d eb e se r v o lu n ­ p oner la defensá de sus intereses; en que es­
servicio que prestan las representaciones so­
ta ria m e n te m u e rta á fin de colocarse en tos capitalistas forman agru pacion es tendien­
cialistas parlam entarias, y el em peño en ad­
LO S CO O PER A D O R ES
u n te rre n o c o n v e n ie n te á los g ra n d e s tes á con trarrestar la acción obrera, y á re­
ju d icar á éstas condiciones de conquista ma­
in te re se s d e n u e sto P a rtid o . E l resp eto , cabar con insistencia m arcada la sanción de
la le a lta d , el n o b le in te n to de a n u la r el leyes que los garan ticen , m ientras todo esto
a m o r p ro p io d e n u e s tra p e rs o n a lid a d , ocurre, entre nosotros se perm anece indiferen­
d e b e n ser, p u e s, n u e s tra in v a ria b le con­ te á ello, com o en el m ejor de los m undos,
d u c ta en el fu tu ro , si es que, en v e rd a d y com o si se tuviera al en em igo m etido en
y n o fa risa ic a m e n te am am os, no el m ito un zapato.
la
m
a
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z
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p
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b
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m
a
Una acción práctica en estas circunstancias
L os hechos del 4 d e fe b re ro , con su
so cialista, sin o la v e rd a d e r a y efectiva
séq u ito de a tro p e llo s y d e sa fu e ro s le g a ­ c u y a re so lu ció n b u sc am o s a rd u a y p a ­ s u s ta n c ia del socialism o: la em an c ip a­ consistiría en la crítica en érgica y en la d e­
nuncia de los m anejos del adversario al pue­
les, h a n v e n id o p o r su in fluencia p ro ­ c ie n te m en te. N.o es p o sib le, si la d ise n ­ ción d e la clase tr a b a ja d o ra .
sión ex iste, e x p lic a rla , a d ju d ic a n d o su
blo trabajador. En la orientación de sus ac­
fu n d a en la v id a obrera^ á d e te rm in a r
tos de clase con el planteo de un problem a
fenóm enos in e s p e ra d o s d e n tro d e su c a u sa á u n a c ap ric h o sa y a b s u r d a fa n ta ­
Debemos ser prácticos
sía, ni á e x tr a v ia d a s elu c u b ra c io n e s
político concreto, concordante con las e xigen ­
p lácid a n o rm a lid a d , y á a lte r a r p o r vez
cias del presente.
p rim e ra , n u e s tra c o n su e tu d in a ria a rm o ­ m en ta le s, sin ó á la re a l y ta n g ib le p r e ­
D e continuo se nos exhorta con cierta in­
Y no habría que devanarse m uch o- los se­
n ía con u n a se ria d iferen ciació n d e c ri­ sen cia d e fen ó m en o s q u e d a n á n u e s tra sistencia que toca á m ajadería y con adem án
in te lig e n c ia u n a n u e v a visión y ra z o ­
sos, para encontrarlo. E l se presenta lúcido
terios. No es q u e on la c o n c u rre n c ia d e
enfático
y
solem
ne,
á
que
seamos
prácticos.
á la m ente de quien desea conocerlo.
N os
id eales com unes, n o d e ja r a d e e x is tir n am ien to , q u e se m an ifiesta n a tu r a l­
R e p e tir esta frasecita en todas las circu n s­
referim os al p royecto de L e y N acional del
u n in e x p re sa d o d isen tim ien to , q u e n o h a ­ m en te en u n a b a n d o n ó ó m odificación
tancias
y
esgrim
irla
com
o
poderosa
argum
en
­
do ju icio s q u e h a s ta a h o ra hem o s con­
T rab ajo , que cada día se hace una amenaza
lla n d o m otivo d e tra d u c irso en o p in ió n
s id e ra d o d e s u p e rio r ex celen cia y v e r­ tación en las más variadas y m últiples oca­ más peligrosa para el proletariado del país.
p o p u la r, se m a n tu v ie ra con c a u te la en
siones, basta para acreditarse com o hom bre
L a clase capitalista la reclam a, y su san­
la in tim id a d d e la conciencia. No; es q u e dad .
L a u n id a d m a te ria l do u n P a rtid o , no in teligen te, reflexivo y ¡es natural! com o hom ­ ción le produciría el g o ce de ver m ejor g a ­
p o r fa lta d e u n a c a u sa e x te rio r, e sta
bre
práctico.
p u e d e re s e n tirse en m odo a lg u n o p o r la
rantido el provecho de su explotación.
d iv e rg e n c ia en la ap reciació n n o te n ía
L a frasecita en sí contiene, indiscutible­
Pero nuestros prácticos están m uy lejos de
ra z ó n a lg u n a en tra d u c irs e en u n m an i­ p re se n c ia d e u n a ap re c iac ió n n u e v a do m ente, un herm oso consejo, d ign o de servir
fiesto y pú b lico criterio , y en c o n stitu ir­ la re a lid a d , co n ceb id a p o r u n a p a rto de com o principio inspirador de una m etodolo­ caracterizar su acción en este sentido y de
se com o te n d e n c ia ó d ife re n c ia c ió n d e su s a d h e re n te s. Se tr a ta , sólo, d e u n a gía para el em pleo de nuestras fuerzas mo- dar al partid o Socialista la índole de avanza­
da de las fuerzas obreras.
juicio. Los su ceso s del 4 d e fe b re ro , y m an ifestació n su b je tiv a , im p u e sta po l­ ‘ rales é intelectuales
Y m uy posiblem ente, mañana cuando el
el e sta d o de sitio (pío lo siguió, h a n te­ las m odificaciones o p e ra d a s en ol medio,
Pero
no
basta
recomendarlo
á
lo
m
a
g
is
te
r
proletariad o argen tino se viese en la necesi­
nid o e sta v irtu d p re m a tu ra , p e ro n ece­ (jue en vez d e m e re c er unn co n d en ació n
para
set
lo,
ó
desearlo
ó
em
peñarse
en
ello
en
sa ria. No es p o sib le o c u lta rse q u e, á p e­ a n tic ip a d a y p re m a tu ra , s e ría lógico in- cu alqu ier forma. E s indispensable saber ser dad de realizar una dem ostración de e n érg i­
ca protesta y defensa, una vez más se a rg ü i­
s a r de to d o s los bien in te n c io n a d o s e s­ d ü c ie ra n á la in v e stig a c ió n y al raciocinio. práctico.
ría de la falta de preparación, etc.
fu erzo s q u e h u b ié ra m o s Bido c a p a c es d e E n c a ra d a s así, y no con e stre c h a y r í­
Las funciones de cada uno de los gru p os
g
id
a
a
n
tip
a
tía
,
«pie
es
en
el
fondo
ol
P or eso á la obra de crítica del aludido
lle v a r 6 cabo en e l se n tid o do im p e d ir
políticos obedecen á una determ inada filosofía
m
isoneísm
o
fa
ta
l
de
to
d
o
s
los
tiem
p
o
s
y
proyecto, de revelación sobre el propósito po­
la pro d u cció n d e Un h ech o sem ejan te,
social
em
anada
de
las
necesidades
im
puestas
n u e s tro eihpeñ o h u b ie ra fra c a sa d o ta rd o de to d o s los d o g m as, n o jiu e d e h a b e r por la situación que se ocupa en el actual lítico de clase que lo inspira, á la obra de
p elig ro alg u n o p a ra el p o rv e n ir del
form ar conciencia en las masas obreras sobre
ó tem p ran o , c o n tra la ley in e x o ra b le y
orden de cosas.
el p e lig ro que entraña y de prep ararla para
e x tra ñ a á n u e s tra v o lu n ta d (jue g o b io r- P a rtid o , (jue ro b u ste c e su acción y su
N osotros poseem os la nuestra, y es la que
una eficaz oposición, nuestro periódico se d e­
na la v id a d e las so c ie d a d e s h u m an as. u n id a d , con un elem en to n u ev o y p re ­
nos correspon de com o socialistas, que bien
dicará con especial cuidado, con ven cido de
L as m o d alid a d es de fo rm as n u e v a s, los cioso, q u e tie n d e á c o n s e rv a r su lo z a n ía
p rocedim iento s in u sitad o s, to en ese con­ y la elev ació n do su s p rin cip io s. E s d e ­ puede ser resum ida en otra frasecita de inne­ que llenará una laguna y sarisfará una de las
ga
b
le
superior
transcendencia,
pero
que
de
m ás aprem iantes exigen cias de la lucha.
ju n to de fenóm eno^ q u e in n o v a n co n s­ cir, si p o r P a rtid o S ocialista en ten d e m o s
el co n ju n to de los m a te ria le s in te re se s continuo se o lvid a...sin desearlo: la lucha de
Y entonces nosotros nos consagrarem os co ­
ta n tem en te n u e stro s h á b ito s y n u e s tra
mo los ú nicos verdaderamente prácticos.
m en talid ad , h u b ie ra n lo g ra d o este re s u l­ del p ro le ta ria d o y p o r su acción p ro fi­ clase.
Una actuación práctica por parte nuestra en
tado, y h u b ie ra n d e te rm in a d o e sta d is­ cu a todo acto do él em an u ilo q u e lleve
crep an cia, ó m ejo r dicho, re n o v a c ió n , en ó la m usa (jue lo com pone, un p o sitiv o el m ovim iento obrero, d ebe necesariam ente
LA U NIDAD DEL PARTIDO
1
L A ACCION SO C IA L IST A
UARTA DE MANUEL UGARTE
A l ciudadano secretario d el centro socialista
de la circu n scripción 20*.
M uy estim ado com pañero: A g ra d e zco pro­
fundam ente e! honor que me hace el C entro
S ocialista d e la circunscripción 20o al e le g ir­
me candidato para las próxim as elecciones le­
gislativas y aprecio en lo que vale la nueva
prueba de estim ación que me dan los corre­
ligionarios. E n em igo de la injusticia social,
estoy dispuesto á ser útil al proletariado en
todas las circunstancias, pero por la razón que
v oy A exp on er sucintam ente, me veo ob liga ­
do á ro g ar A ustedes que desistan de soste­
ner mi candidatura.
Cuando un hom bre nacido d entro de la b u r­
gu esía se da cuenta de que son abusivos los
p rivilegio s de una clase, y com prendiendo los
dolores de la masa popular va hacía ella,
atraído por un gran ideal de reparación y de
con cordia igualadora, d ebe hacerlo com o sim ­
ple soldado y no com o jefe. A l renunciar ¿
los beneficios que le procura una organ iza­
ción social caprichosa, renuncia tam bién al
p rivilegio de gob ern ar y v u e lv e A entrar en
las filas.
Si conservase, aunque de una m anera indi­
recta, sus p rerrogativas y sigu iese siendo d i­
rector en el nuevo m ed io e le gid o por el, los
mal intencionados le podrían hacer el repro­
che de que su conversión no fué leal y de
que la consum ó con el fin am bicioso de apo­
derarse de una fuerza inexplotada y abrirse ru ­
ta al a b rigo de la com petencia.
Adem ás, los obreros deben defenderse de
la excesiva bondad que les m ueve A colm ar
de favores A los recién llegad os y A segu ir
confiando sistem áticam ente la dirección d e s ú s
asuntos A hom bres nacidos fuera de su clase
social, cuando ya tienen ellos la preparación
y la responsabilidad necesarias para conocer
sus exigencias y traducirlas.
El socialism o sería una ficción si, bajo otro
nom bre y con m odificaciones de len guaje, el
poder y la influencia siguieran en m anos de
una m inoría, y si, con pretexto de aptitud,
continuaran presidiendo los mismos.
Claro está que se hallan m ás preparados
para gob ern ar los que han gobern ado siempte; pero si él proletario abriga el propósito
irreductible de em anciparse, sólo lo con segu i­
rá afrontando al fin la responsabilidad de co n ­
ducir sus propios asuntos.
B itn sé que hay hom bres valiosos por su
habilidad, y desde aquí aplaudo y sosten go
sus candidaturas. Pero al lado de esos inte­
lectuales, deben figurar algunos proletarios,
iniciando así su aprendizaje político.
Mi deseo sería que nuestra circunscripción
fuesé representadada en la cámara por un obre­
ro que, sencillamente, con la fresca audacia
de la sinceridad, revelase á los pudientes los
sufrim ientos y las aspiraciones d e su clase.
L o s desertores de la burguesia no deben
ser el lujo del partido, sinó ser servidores
más modestos; y y o ten go placer y o rg u llo en
ced er el puesto de honor á uno de esos hé­
roes de la labor diaria.
Com o hom bre de plum a y com o ciudada­
no, he dicho cuanto he podido en favor de
la cansa que creo justa. Pero cum plir con un
deber, no es hacerse acreedor á una recom ­
pensa.
Cuando haya una dificultad que vencer, una
opinión que avanzar, una fatiga, un conflicto,
acuérden se ustedes de mí: y olvídenm e en Ioshonores.
C o nven cido de que el escritor debe ser un
partidario, continuaré defendiendo en mis ar­
tículos, en m is libros, en mi labor tenaz de
publicista y de poeta, nuestro alto program a
de transform ación social y difundiendo las
verdades que deben hacer de nuestra v id a
torpe el a legre jard ín de todos los sueños.
Pero, aunque pueda parecer am bicioso, sólo
asf iro A una gran recom pensa: v er menos dlesitguadad y menos injusticias dolorosas.
S ea usted, mi estim ado com pañero, el in ­
térprete d e mis sentim ientos de fraternidad so< al y d iga á los am igos de la circunscripción
20’ , que los acom paño en sus luchas y que
d ispon gan de mí en cuanto pueda serles útil.
U n apretón de manos.
M
a n u e l
U
g a r t e
.
Palia, Jo tic A lnil <lr 1VUÓ.
CARTA ABIERTA
Camarada Ugarte:
L a única y corta conversación q u e tuve oom
V d . hace dos años, podría resum irse en una.
pregunta suya.
« ¿ Es. V d . realm ente socialista?»
N o pensó V d. en hacerla A otros. . .
A l contestar h oy de motu propio á la pá<gin a adm irable enviada por V d . á la circuns­
cripción 20o, al darle el sitio que no encon­
tró en el órgan o oficial del Partido O brero,.
( reo respondo á su pregun ta más victoriosa­
mente que entónces.
E scribí, no recuerdo donde, que lo s aman*
tes d e las bellas palabras adoptaban á m enu­
d o las bellas ideas; de allí á am ar las bellas
acciones, solo hay un paso.
Es la escala de estetism o cerebral y m o­
ral que com ienza por adm irar, lu e go imita y
ejecuta.
N o quiero analiza» su carta. S o lo los ni­
ños d esgranan collares, m ientras los m ayo­
res para contem plarlos resérvanles lu gares que
favorecen su belleza.
L a pobreza de nuestro pequeño gru p o s o f­
ito puede ofrecerle una parte del prim er nú­
m ero de «La Acción Socialista» donde vierte
toda su fé.
Por ese m o tivr verá orlada y salpicada con
cla ve le s rojos de nuestro pensam iento esa
epístola tan con cord an te con las doctrinas
sindicalistas, eco fiel de mis propios senti­
m ientos, cual si les hubiera dado V d . una
m agistral armonía.
Entónces: ¿qué decirle?
Q u e la lucha lo reclam a. E l artista no debe
prim ar sob re el socialista; antes del g o z o están
la pena y el trabajo para igu alarlo con sus
hermanos; vengan pues á com batir y enseñar.
Combatir! he dicho. . . R uda tarea si se en­
tiende la palabra lucha con su verdadero s ig ­
nificado y no com o su parodia, cuando se la
entiende fuera del quietism o y de la legalid ad
que es p a z. '¿Puede uno ser revolu cion ario y
legalitario?
¿N o es engañarse A sí m ism o y A los d e­
más?
Cam arada. . . d ígam e si para luchar basta
á unos hom bres m arearse por m edio de sus
palabras alineadas sem analm ente con esa mis­
ma m ano que saluda autoridades, jefe, aun­
que sea d e policía, apreta la de m inistros, y
con bríos, d ign os de otra causa, pero, no de
la causa obrera, escriben adm irados:
« ad elan tam o s cada día. . . » pero ellos no
se m ueven; jam ás se
rinden en prosa, pero
siem pre en la acción y en la vida pública son
la n egaeión de su pensam iento escrito.
¿Puede llam arse «lucha de clases» estas
alianzas fraguadas á la som bra de corpulen­
tos árboles b u rgu eses, cu yos torneos corteses
con la clase obrera se confunden con am a­
bles con versacion es d iplom áticas, lucha que se
desliza suave, cual a rroyo de é g lo g a , tan len­
ta y errada que funda sus mayores esperan­
zas entre los brazos de sillones que se apolillan sin que los ele gid o s nuestros alcancen á
dignificarlos?
N o com prendo los luchadores que, con el
pretexto de sus poderoras luces, enfocando
situaciones solo de altivez, donde no caben
cálcu los sino d ign idad , abandonan á la clase
trabajadora en aciagos momentos: «C orre al fra­
caso!» dicen.
/ Como s i debiera ir sola!
T a le s luchadores es cierto, espantarían á la
V icto ria .
/ E nsueños!
A llí tam bién! cuántos esco­
llos! En m edio d e la clase obrera el intelec­
tual más m odesto está exp u esto á trocarse sú­
bitam ente en ped ago go; y los hay, terribles,
cejijuntos, verdaderos Padres Palm etas que
educan al antigu o sistem a, lá tig o en mano.
N ad a de la m oderna y tranquila, sugestión.
D escu bren al obrero sus taras; obcurecen,
ennegrecen sus defectos, ridiculizan sus fa tas sin tratar al m ism o tiem po de enum erar
las circunstancias atenuantes haciendo la lla g a
m ás leve y suavizán do la pena. . . N o. . . C011
el ejercicio tolerado de los pacientes, se^ han
vu elto cuales m édicos de hospitales enseñando
á sus alum nos,
in anima vtli. . • m ientras e
enferm o con los asistentes sigu e el p roceso de
su m al, conoce la extensión de la parte gangrenada, la atrofia 6 hipertrofia de sus órganos y hum illado en su o rg u llo d e ser vivie n ­
te. . . m aldice al que tanto habló.
Intelectuales que som os, reyes d el V erb o y
’ de la T eoría, m oralistas, críticos á nuestras
horas, Saintes B euves de la plum a, S an L u i­
ses de G o n zag a con el infaltable lirio, ¿que
perfectos debem os de ser para m origerar así,
qué talentos, y qué águilas para ju z g a r y
despreciar A los otros? Y de lo contrario; ¿qué
cínicos seríamos? ó que larsantes?
¡Enseñar, alentar, dar co ra ge al trabajador!
Para hacerlo desinteresadam ente es necesario
am arlo, es necesario ser conciente y unir al
socialism o teórico el práctico, dar su tiem po,
su corazón, su ayuda. ¿\ acaso el cariño
d estila ponzoña con la plum a y los labios?
¿Q ué m aestro repite á porfía «Sois un idio­
ta, un cie g o , un ig n o r a n te .. . »
¡Y ellps, los obreros respetan todos n ues­
tros defectos, no nos disecan!
P or eso, cantarada U g arte, gu sto estar en
m edio de ellos, allí olvid o qu e existe la vani­
dad, la en vid ia, la am bición; no las tienen.
Y al v o lve r á la tranquilidad d e mi h ogar
m uy am enudo recuerdo estas palabras de
V ícto r H ugo.»
«Sien to un sombrío amor qne irraefra sobre
m i so/e</a</: es e l calor <fel pueblo bueno y
triste.»
V d . dirá:
¿A qué vienen estas
disertacio­
nes?
Pien se V d . cu alqu ier cosa, culpe al tiem po,
al mal hum or, una necesidad de d esah o go que
tenía su cam arada ó una consecuencia d el e s ­
tado de sitio.
M e olvid ab a ob servarle, cam arada U g arte,
que su carta y la mía padecen de un defecto.
H ablan do en favor del obrero, lo lamemos.
E s un pensam iento de intelectual, nacido al
calor d e los azotes, durante el estado de si­
tio, pero de una sanísim a y d esentiresada in­
tención, O tros no pueden d ecir otro tanto.
G a h r ie la
de
Co m .
LA A C C I O N D I R E C T A
Refutación á sus detractores
E n los últim os núm eros de «L a
Vanguar­
d ia » se han publicado algunos artículos, á ob­
je to de criticar al sindicalism o revolucionario.
L o s leí, creyen d o encontrarlos nutridos de
¡deas y objeciones al criterio de los que lan­
zam os esta hoja de com bate, y me ha sor­
pren d id o hallarlos tan sosos, llenos de contra­
diccio n es y fundam entalm ente equivocados.
S e ha preten d ido asom brarnos en m ateria de
m étodo y de doctrina, se ha pretendido d es­
a cred itar una concepción de la acción prole­
ta ria y socialista, que recién, y p or obra
nuestra, com ienza á ser difundida entre la cla­
se trabajadora argentina; pero no han lograd o
el fin propuesto.
L o que han hecho, es eviden ciar una ign o­
rancia absoluta con respecto al m étodo que
pretendían criticar (V éase los núm eros 2 1, 23
y 24); y á m anera de prem isa, podem os sen­
tar desde ya lo siguiente: han escrito por es­
crib ir, carecen de una noción clara del sindica­
lism o revolucionario, lo que aleja d e ellos
to d a crítica sincera y convincente.
A n te todo, es indispensable h acer constar
q u e la doctrina m arxista, en la cual dicen
inspirarse la m ayoría de los partidos socialis­
tas, ha sido deform ada por un gran núm ero
d e teóricos ídem, em pezando p or E n gels, que
no vaciló, en atribuir á M arx descubrim ientos
que éste no h izo, dando lú ga r á críticas justi­
ficadas de parte de nuestros adversarios.
En electo, E n g e ls dice: «Estos dos grandes
descubrimientos, la concepción materialista de
la historia y la revelación d el misterio de la
producción capitalista p o r medio de la supervalia (plus valor') hemos de agradecérselo
á Carlos M a r x ». (S o c. utópico y S o c . cient.,
P*g- 37)E sto hace suponer que E n g e ls desconocía
la s producciones anteriores á M arx en que
«esos dos grandes descubrimientos» habían si­
d o tratados con m aestría.
Sism ondi, antes del nacim iento de E n gels,
A dam Sm ith, Thom pson etc., habían hablado
y a del mayor valor.
E l prim ero desde el punto puram ente cien­
tífico, y sin aplicación á determ inada teoría
sociológica, había com probado en el trabajo
asalariado, la producción de un mayor valor por
electo de una cierta cantidad de trabajo no
pagado, acaparado por el capitalista.
Sm ith reconoce que la base del salariado
es la apropiación por parte del capitalista, de
una cierta cantidad de trabajo im pago, y que
él, lo m ismo que los fisiócratas que le prece­
dieron, llam aba producto neto, no justifican­
do, desde el punto de vista m oral, esa apro­
piación.
Thom pson tiene la misma idea que Sm ith
al d ecir que la riqueza es producida por los
trabajadores, y no h ay para que recordarlo
respecto á la supervalfa, desde que es citado
por el mismo M arx.
E n cuanto á la concepción m aterialista de
la historia, G uizot, sin ser m aterialista, habla
de conflictos de clase en la Inglaterra del si­
g lo X V I I , conflictos que no pueden ser g e ­
n erad os sinó por factores económ icos; y sin
citar á otros V o ln e y no nos m uestra en las
R u in as, la influencia d e las con d icicn es eco­
nóm icas en el p rogreso humano?
Saint Sim ón, citado por el m ismo E n gels
— pred ice la absorción de la política p or la
economía, dando com o base d e los fenóm enos
h istóricos á las co n d icicn es económ icas (E n ­
g e ls — obra cita d a — -pág. 12).
¿Cóm o se explica qu e E n ge ls con ocien do y
citand o la opinión de Saint Sim ón, afirm e, más
tarde, que M arx descubrió esos dos gran des
principios de in vestigación económ ica y so­
ciológica?
L a glo ria im perecedera de M arx, está en
haber -elevado al ra n go de teoría científica
p ara la in terpictación histórica, al determ inismo económ ico, com pletando las inteipretaciones unilaterales-; en haber enlazado á la
econom ía con las dem ás ciencias, in troducien ­
do en ella la ley evolu tiva
com o principio
in d estructib le y verdadero, que así rig e en el
m undo orgán ico com o en el inorgánico; en
haber h echo de la teoría de la supervalfa
parte in tegrante de la doctrina socialista; en
haber criticado m agislralm en te el proceso de
producción capitalista y la propiedad privada,
indicando lum inosam ente la vía que llevará al
proletariad o á la coronacióu de su obra fe ­
cunda: la lucha de clases, y en que, la d irec­
ción de su pensam iento, m istificado m ás tarde,
fué em inentem ente revolucionario y antiesta­
tal etc., etc.
Sentado esto, no creem os necesario d ecir
que la táctica seguida por los partidos socia­
listas ha sido errónea, que se ha pretendido
su stitu ir— y en algunos paises ya lo e stá á la lucha de clases p o r la colaboración, con­
siderando a l movimiento socialista, como una
prolongación de la vieja democracia (y esta es
la quinta esencia d el ••efot mismo) y no tal co­
mo debe ser: movimiento eminentemente revo­
lucionario, generado p o r antagonismos de cla­
se irreductible, que ninguna form a de gobierno
puede aminorar, sinó p o r e l contrario acen­
tuar y precipitar a l desenlace fin a l.
Fu era de esto hay otros errores, no sólo
tácticos, sinó tam bién de concepción respecto
al m ovim iento y acción obrera, de los cuales
nos ocuparem os al refutar los artículos publi­
cados en « La Vanguardia.»
GSB
D ejem os de lado la im itación inconsciente
que en uno de esos artículos (véase el núm e­
ro 22), quiere adjudicársenos.
E so es una puerilidad. Los que aquí d e ­
fendem os al sindicalism o revolucion ario som os
unos pocos; quien más, quien m enos razona
y sabe defenderlo en el periódico ó en la tri­
buna.
En cam bio los com pañeros que disienten
con nuestro criterio son la m ayoría; aquí está
la im itación inconsciente, salvo algu nas e x ­
cepciones: ella, la m ayoría es la qu e a e e p u
tod o lo que le d icen stn hacer un ju ic io crítlC° a masai cuando no es con scien te, tiene
h orror á la variación y en esto coin cid e con
el m isoneísm o b u rgu és
S e d ic e — con tod a fre s c u ra — qu e
nosotroi
im itam os in con scien tem en te, al transportar
aquí cuestiones q u e se d eb aten allen de el
OC^ j" y en esto un e rro r fundam ental que de­
nota falta d e ob servación y de criterio.
L as m ism as causas q ae obran
en la vieja
E u ropa obran aquí.
A llá com o acá, el p ro le taria d o y el m ovi­
m iento sociblista han sá g u id o un * ruta equi­
vocada.
L as veleid ad es m inisteriales del reiormismo, han d esvia d o al p ro letaria d o d e su ver­
dadera sen da, el v a lo r a d ju d icad o á
la ac­
ción parlam en taria, la edu cación
perniciosa
de la masa ob rera etc., im ponían una reacE s cierto que aqu í no ha o b ra d o la pri­
m era d e las causas in d icad as, porqu e somos
pocos; m añana, sigu ie n d o com o h asta ahora,
pasaría lo que en otras partes.
Sin em b argo, las ú ltim as capsas apuntadas
han influido y m ucho.
No
se n egará q u e aqu í, sean cuales
fu eren las dificu ltad es con qu e se tropieza
para la o rg an izació n , y sin d escon ocer la gra n ­
d e labor realizad a p o r lo s lu ch ad ores d e la
prim era hora; no se n e g a rá , repetim os, que
la o rg an ización ob rera ha sid o d esd e un prin­
cip io mal en carrilada.
E s cierto q u e h ay un factor interm itente,
la inm igración, q u e vien e á trastorn ar la obra
edu cativa y organ izad ora; p e ro esto es un
m otivo m ás pod eroso aún, para haber form a­
do, en lo posible, una con cien cia re volu cio­
n aria de clase, q u e en el pais se ha d escu i­
d ad o en absolu to, y m e refiero á los o rg a n i­
zad ores, tanto socialistas com o anarquistas.
L a s o rg an izacion es ob reras, llevan en el
pais, el sello d el m ás m arcado tradeunionisnw.
el interés eg o ista d e la m ejora ^informan su
espíritu.
L o s unos trataron d e con d ucir al proleta­
ria d o por la via parlam en taria, esperando por
este m ed io ob ten er con d icion es m ás am plias
d e vida.
E l que el p roletariad o a rgen tin o
pudiera
ser en la hora d el com icio un buen coeficien ­
te de voto s, y la relega ció n á un puesto se­
cu n dario de la acción d e los grem ios, ha sido
in discutiblem en te, el o b je tiv o d e los o rg an iza­
d ores socialistas.
E n cuanto á los anarquistas, encerrándose
en un unilateralism o, q u e no es tal, y que es
n ocivo dad os los vicio s del m edio electoral ar­
gen tin o, creian and ar m ás de prisa, ellos han
dad o tam bién una capacid ad com bativa ficti­
cia á sus agru pacion es.
E n ton ces lo d e la im itación in con scien te es­
tá fuera de com bate; plenam ente con ven cidos
de los m ales qu e a carreará en el futuro al p ro­
letariad o la táctica d e las en tidades ob refas
actuales, ven im os á luchar por en carrilarla y
lucharem os á pesar d e las em bestidas k ilo m é­
tricas de que som os y serem os objeto.
C reem os que la acción segu id a p o r el p ar­
tido ob edece á un criterio definido, á una ma­
nera de apreciar los h echos d e p arte d e los
que son capaces d e d irig irlo y el m ismo de­
recho reclam am os para nosotros.
E n el núm ero 21 de La, Vanguardia h ay un
a rtícu lo in titulado «H a d a e l corforativism o
anárquico», d estinad o á criticar al sindicalis­
m o y qu e pu ed e reducirse á estas cuatro
proposicion es fundam entales.
I. L a s prim eras m anifestaciones dé la ac­
ción obrera, en cerrada en lím ites estrech os,
rechazaba la acción póTftica con ten tán dose con
la económ ica.
II. G racias ¿ la a cció q de k>s teóricos so­
cialistas, las agru pacion es ob reras com enzaron
á exp an d ir su estera de acción entrando en
la lucha política.
III. H o y los estad os no son lo q u e en otra
época; son h o y los recolectores de la volu n ­
tad popular. L a s m asas obreras, por m edio
de sus representantes, participan fatal y ne­
cesariam en te en el go b ie rn o b u rgu és, cu yas
form as son cada v ez m ás d em ocráticas.
IV . E l sindicalism o, 110 e s m ás que el re­
ju ven ecim ien to d el v iejo con cepto corporativista, al que no se q uiere llam ar anárquico
siquiera para d iferen ciarlo d el prim ero.
V am os á con testar sintética y claram ente á
estas afirm aciones:
I. E s ló g ic o qu e todo sea casi im perfecto
en sus com ienzos. L a acción d e las masas obre­
ras, en un principio, dada Su educación, su
m entalidad y el am biente en q u e actuaban no
pod ía ser sino lo qu e ha sido.
E sp erar d e aquellas masas, som etidas á una
exp lotación bru tal p o r un régim en que co­
m enzaba á im plantarse, esperar, repetim os, de
ellas una acción in tegral, am plia, es una uto­
pía.
A ú n hoy, esta aspiración no se ha realiza­
d o en la m ayoría d e los paires, dada la via
se gu id a p or el proletariado.
II. A la segu n da proposición no h zy en
realidad objeción qu e hacerle.
L as masas obreras expanden su esfera de
acción, com o clase, entrando en la lucha po­
lítica.
1 ero la gran m ayoría de los teóricos sociaistas han confundido y confunden acción po­
lítica con acción sim plem ente parlam entaria.
II. En cuanto á que los estados no son
o que antes, en cuanto á q u e h o y van siendo
cada vez más representantes d e las ideas é int'e-
L A ACCION S O C IA L IS T A
La asamblea socialista local
virse el proletariado; y que esa misma acción
directa, entendida com o ellos, ejercida por
m asas obreras con servad oras, com o las in g le ­
A fin d e n o rm a liz a r la situ ació n c re a ­
sas, solo podrá traernos el frade unionismo
d a con la re n u n c ia del C. E je c u tiv o del
que lejos de detrim entar el provecho capita­
P a rtid o y con la no aceptación do la casi
lista y el m ecanismo fundam ental de la pro­
to ta lid a d d e lo s d e sig n a d o s p o r ol últi­
ducción, lo consolidan.
m o v oto g e n e ra l, tu v o lu g a r la a sam b lea
S e dirá que esto es una prueba de que el
de los so cialistas m etro p o litan o s convo­
sindicato desarrolla entre los individuos un es­
c a d a p o r el se c re ta rio p ro v isa rio .
píritu egoista.
L a d iscu sió n en ella p ro m o v id a, cir­
A firm ación pueril, pues el egoísm o de las
c u n sc rip ta (com o c o rre sp o n d ía ) á aco r­
tradesuniones, es una resultante de la falta de
d a r la m e jo r fo rm a d e in s titu ir un Co­
educación d e clase, del individualism o retar­
m ité p ro v isio n a l h a s ta ta n to un n u ev o
d atario que plasm a todas las instituciones,
vo to g e n e ra l d ete rm in e cual h a de ser
sean bu rgu esas ú obreras.
la efectiv a D irección del P a rtid o , carece
E n cuanto á nuestro país, teóricam ente, las
de to d a im p o rta n c ia su sta n c ia l (pie m e­
em presas enum eradas por el articulista, apa­
re zca su co n sig n ació n ó com entario.
recen com o efecto de la acción directa.
Sólo v a le p a ra n o so tro s no d e ja r p a ­
P ero los hechos, com o d ice ¡jN ovicow, tie­
s a r en silencio la im p u tación, de d u d o sa
nen una potencia dem ostrativa á que no lle ­
calid ad , h e ch a p o r el c o m p añ e ro I)ickg a teorización alguna.
m an q u e a trib u y ó á n u e stro p eriódico
Y vam os á ellos.
la p ro rro g a c ió n d e la sa lid a de L a Vo ¡L a conciencia m edia de clase en el pais‘
guardia, d iario . No dió ra z o n e s de n in ­
es inferior á la de m uchos proletariados.
g u n a n a tu r a le z a q u e certificaran su afir­
L a acción d irecta ejercida por la clase o b re­
m ación: y n o las d a r á n u nca. B u en o es
q u e co n ste q u e si el d ia rio n o h a a p a ­
ra argentina, lejos de estar im pregn ada de
recid o en la fech a d e sig n a d a se d eb e á
un potente sentim iento com bativo, presenta
analogías con el trade unionismo inglés.
la s d ificu ltad es e n c o n tra d a s p a ra la in s­
L a reform a, la bendita reform a, es lo que
talació n de los ta lle re s y oficinas; esto
se les ha enseñado L los ob reros— incubando
se g ú n p ro p ia s d e c la ra cio n es de los co­
m isio n a d o s al efecto.
en ellos un sentim iento am bicioso 'q u e más
tarde se m anifestará en toda su plenitud —
A d em ás el co m p a ñ e ro T ro ise su p o d es­
tr u ir con eficacia y o p o rtu n id a d , la es­
com o si la R evolu ción que nosotros precon iza­
pecie v e rtid a . E l im p u ta n te se dió por
mos, y aceleram os, fuera á ser el resultado de
satisfecho.
una serie ininterrum pida de m ejoras y triunfos
Y con re sp e c to á l a reso lu ció n to m ad a
parlam en tarios, que cim enten un nuevo dere­
p o r la a sa m b le a d e le g a n d o en el com ité
ch o y nuevas relaciones entre las clases en
lucha.
1 e n u n c ia n te la dirección p ro v is o ria del
A q u í no se exp lica cual debe ser el con­
P a rtid o , p o d em o s d e cir q u e se h a adopc e p to que el proletariad o debe tener de toda
la d o el p ro c e d im ie n to q u e a q u é l com ité
reform a y cuando se hace, se hace mal.
d eb ió o b s e r v a r (á p e s a r de su re n u n c ia )
S e les d ice que es para obtener m ejores
tn v is ta d e la n o acep tació n de los elec­
to s p o r el voto.
co n d icio n es de vida y para pod er conquistar
E l a c u e rd o d e la a sam b lea en fo rm a
otras; co n cep to com pletam ente erión eo.
Si querem os tener un proletariad o cons­
m á s ó m en o s hiijilícita, n o s h a re v e la d o
ciente y anim ado de un tuerte espíritu
de
u n a vez m á s la a d h e sió n de la m a y o ría
cla se, d eb em os d ecirle clara y sencillam ente:
del P a rtid o á l a c o n d u cta o b s e rv a d a p o r
la reform a solo sirve en cuanto os capacite [ta­
el com ité y al p e n sa m ie n to ten d en cio so
•aso
E n el núm ero 23 de L a V anguardia, apa­
ra una mayor acción de clase-, solo sirve en
del m ism o. P o r n u e s tra p a r te a n te s que
rece el prim ero de dos artículos titulados «La
cuanto os ponga en condiciones de poder hacer
d is im u la r e sa c o n fo im id a d de la m a y o ­
acción directa».
ría , h em o s c o n trib u id o á d e slin d a rla ,
obra revoluciona}ia, de moledor o, debilitando el
C o m ienza por algunas afirm aciones,
entre
p o d e r burgués-, ceñir m iñ a en zuesfro sindica­
co n v en cid o s d e q u e p ro c e d ie n d o a sí fa­
las cuales vuelve á m encionar la ya relutada
to y en vuestra mente.
c ilitam o s la m a rc h a r e g u la r del P a rtid o
im itación inconsciente, reproduce la frase de
y el n a tu r a l d e se n v o lv im ien to de los
U n a b u rgu esía in teligen te puede m ejo rare n
F erri: «el sindicalism o atraviesa por su cuarto
hechos.
a lg o las condiciones de vida del proletariado,
de hora de moda» y com o el a rticu lista es
E s in d u d a b le q u e si u n ta l e s p íritu
p u e d e con ceder m uchas reform as sin que por
a m igo de los absolutos, dice que probará que
d e d iscip lin a, ta n fecu n d o y p ro v ech o so ,
eso lle g u e m o s á nada tan gib le, en lo que á
el sindicalism o está en contradicción con el
in s p ira r a sie m p re los actos de todos, 110
la em ancipación de la clase obrera se refiere.
m étodo de lucha d el P. S . A . cosa que tra­
h a b r ía n u n c a q u e la m e n ta r la m e n o r le­
T a lv e z nuestro pensam iento se h aya d esvia­
tarem os á! final.
sión á la u n id a d del P a rtid o .
d o de lo qu e queríam os d ecir, respecto á las
E n segu ida se .p reg u u tji: <^Qué se , entiende
P e ro p a r a ed o se re q u ie re un poco
em presas enum eradas por el com pañero á quien
p o r acción directa! »
de le a lta d , se rie d a d y ca riñ o h á c ia aquél.
refutam os; pero ha sido una d esviación exp li­
Y se contesta: « L a huelga es la acción dica tiva y necesaria.
P o r n u e s tra p a rte , en e sta p rim e ra oca­
rectd.%
sión h em o s d a d o el ejem plo. T oca á
V o lv a m o s á ellas.
E sta definición, que el articu lista d ice ser
n u e s tro s a d v e rs a rio s te n e rlo m uy en cuenta
L a fábrica de ciga rrillo s y la cám ara de
clara y term inante, aceptándola com o verd ad e­
p a r a o b r a r d e c o n fo im id a d en la cir­
trabajo, pod em os refundirlas en una sola, la
ra y que a trib u y e á la com pañ era C o n i, es
c u n sta n c ia re sp e c tiv a .
cám ara, pu esto que la prim era se fundó para
de F erri, com o puede verse en la enquete
el sostenim iento de la segunda.
del M ouvcm ent Socialiste so b re la huelga g e ­
A q u í no h ay Bolsa de T rab ajo , sinó una ca­
nera).
ricatura y m ala de las Bolsas E uropeas.
N o sotro s nos perm itim os opinar de d istin to
E sta s son una v erd a d e ra fuerza; federacio­
m odo creyen d o, com o lo probarem os, que el
nes de grem ios de don de su rgen las gran des
com pañero F erri se ha eq uivocado y
que
Un luch ador m ás que se va.
iniciativas proletarias y cum pliendo m últiples
el a rticu lista que acep ta esa d efin ició n «orno
U n a in teligen cia superior y una alm a no­
funciones; aquella es una institución con vicios
ló g ica, para criticarla, tam bién ha errado.
ble que cae, obedecien do á las leyes inflexi­
orig in ario s y anacróncia.
S e ha lomado la pa rte p o r el todo. L& huel­
bles que dom inan la vida.
H a sido una tentativa buena, pero ha nacido
g a es acción directa; pero tío es la acción diU n a existencia laboriosa, con chispazos g e ­
con dos gra n d es defectos: la falla, talvez, de
recta.
niales, puesta al serv icio d e la idea m ás g ra n ­
una noción clara de lo que es una cám ara de
L a h uelga es una parte de la acción di­
de y m ás sublim e que h aya a gitad o á los
trabajo, en sus fundadores, y lo reducido de
recta pero no toda; ésta es com pleja y abar­
hom bres: la liberación del p roletariad o y con
los elem en tes conscientes que deben soste­
ca tod as Jas form as d e lu ch a ob rera em ana­
ella la redención y elevación hum ana, es la
nerla.
das d el m ism o proletariado.
que acaba de desaparecer, para p a g a r su tri­
La B ib lioteca obrera es indiscutiblem ente,
A rg u m e n ta en segu ida, para probar que la
buto A la tierra, q u e él d escrib iera en p á g i­
no solo una sim pática, sinó tam bién, una no­
h u elga es m étodo d e lucha v iejo , cosa que
nas m agistrales.
b le y eficaz obra.
nadie ha pensado en negar.
R eclu s, viejo y a p u es nació en 1830, fué
¿Es hija de la acción d irecta del proleta­
S í, la h uelga, m étodo d e lucha viejo, es el
d esde niño, com o d ice uno d e sus b iógrafos,
riado?
arma más poderosa d el proletariado, infinita­
am ante de la lib ertad é ideas republicanas,
E l acta de fundación es la m ejor respuesta.
m ente superior al voto; en la sociedad contem ­
q u e m ás tarde trocara p o r las anárquicas; é
¿ Y los grem ios, se dirá?
poránea ha aparecido con el proletariado
inspirado por ellas form ó parte de los coSabem os cual es la característica de los g r e ­
acom pañándole en su trayectoria ascendente y
m unalistas del 7 1 , b atién d ose com o sim ple sol­
m ios, tanto de la F ederación com o de la
ella será la que ha de d arle el triunfo final.
dado.
Unión.
A n aliza después, el m ovim iento obrero en
S u s obras y la acción p o r ellos desarrolla­
N o vam os á h acer aquí un análisis d e las
Inglaterra, para probar q u e la acción directa,
d a, las' conocen todos los que se interesan
n um erosas obras en qu e d em ostró sus profun­
que para él se reduce únicam ente á la huel­
en la lucha que el proletariado ha em prendi­
dos conocim ientos, sob re to d o en m ateria g e o ­
g a , ha sido el m étodo de lucha con que se
d o con tra los p rivile gio s de clase.
gráfica; porqu e sería in u y extenso y á m ás
inició el proletariado de d icho país.
H a habido aquí acción d irecta, llam em os
solo conocem os una parte d e ellas.
Pasa enseguida al nuestro, enum erando una
así á la acción del proletariad o argen tino p e ­
D esd e hace a lgu n o s años enseñaba g e o g r a ­
serie de em presas llevadas á cabo por el par­
ro no am plia é im pregnada d e espíritu de cla­
fía, en la U n iversid ad lib re d e Bruselas, don­
tido ó por la Unión (V an gu ard ia diario, F á ­
se, sinó restrin gida y casi traefe unionista.
de se concentran la m ayoría
de los intelec­
brica d e cigarrillos, Cám ara d e trabajo etc..)
L a acción d irecta del proletariado a rgen ti­
tuales revolucionarios.
com o fepuliaatgs d e la acción directa.
no, y la carabina de A m b rosio corren pare­
A l record ar al so ld a d o de la libertad y d e
E s necesario que nos detengam os a lg o so­
jas.
las ideas nuevas q u e acaba d e caer, no nos
bre estos puntos.
E l artícu lo que venim os critican do, term i­
inspira un sentim iento d e lacrim osa m ogigaE n Inglaterra, com o aquí, ha habido y hay
na con algu nas afirm aciones que dem uestran
teria, com patible solo con in teligen cias estu­
acción d irecta, tom andó dicha palabra en el
hasta la eviden cia, el desconocim ieuto que el
pradas por los absurdos religiosos.
sentido q u e le dan los com pañeros adversos
autor tiene del sindicalism o y que confirma la
L a m ateria y la e n ergía
que constituían
á este m étodo.
prem isa sentada al principio de éste.
esa existen cia n oble, v u e lv e n á la tierra,
En realidad, para nosotros, no ha habido
D ice I. L a acción directa existe, es la obra
cum pliendo ley es naturales é in violables.
aquí ni en Inglaterra acción directa, en ten ­
e xclu siva porqu e el proletariado es incapaz,
P ero sus obras, q u e son su vida, quedan
diendo por esto la acción autónom a del pro­
por ahora, de usar la lucha política.
para enseñanza de los b uenos q u e luchan por
letariado, inspirado en una clara visión de su
II.
L a acción d irecta tiene dos caras: una una sociedad más hum ana.
interés de clase revolucionaria y explotada.
que exp on e él, en el artículo que acabam os
A cció n autónom a que parte del sindicato
de analizar y otra que criticarem os, en segu i­
obrero donde deben concentrarse todas las
da, al com entar el artícu lo aparecido en el
SOLIDARIDAD DE CLASE
en ergías proletarias; com o ó rg an o no solo ca­
núm ero 24 de L a Vanguardia,
L a tranquilidad de n u estros capitalistas vie­
paz de conquistar m ejores posiciones de com ­
L a prim era proposición la dejarem os para
ne siendo perturbada p o r el v ig o ro so desarro­
bate, sinó tam bién com o agente de transfor­
el final, pues hay m ucho que d ecir sobre ella.
llo del m ovim iento ob rero en el país. C ad a
mación que ha de so b revivir á la bancarrota
L a segu n da no hay necesidad de tom arla
día es más gra n d e el tem or q u e les inspira
de la burguesía com o clase parásita y d irí­
en cuenta: una cara, la criticada, ya la cono­
las huelgas, y el p a ro infructífero de sus me­
gem e.
cemos; es según ,él la linda, la otra, en gen ­
canism os de exp lotación . E ste estad o d e áni­
H agam os, sin em bargo, la concesión de que
dro m unstruoso que nosotros imitadores in ­
mo, que transform a la característica flem a del
aquí y en Inglaterra h aya habido acción d i­
conscientes callam os por tem or de asustar al
burgués, en una zo zo b ra continuada y casi
recta.
proletariado, es la que expone en el artículo
dem ente, los han llevad o á solicitar con reite­
Pero la lógica nos dice que la acción d i­
que analizarem os enseguida.
rada insistencia el a u x ilio d e su ó rg a n o cen­
recta, influenciada por un espíritu revolucioE m il io T k o is k .
tral y ejecutivo, el E sta do, á fin d e ob ten er
hvw> de clase, es indiscutiblem ente el m éto­
(Cuuululr* 00 ol oAjiioit) pnjxlinu).
p o r su eficaz intercesión, la vuelta á los b u e­
d o tnáa preuMMO do lucha de que puede se r­
reses generales, en lu^ar de serlo de una cla­
se; es un concepto com pletam ente erróneo.
A q u í asoma la itusidn democrática del refot mismo de.que hablam os más arriba, la cual
considera, repetim os, al m ovim iento socialista
coriio prolongación de la dem ocracia.
H ay una verdad que ningún socialista pu e­
d e poner en duda, y es que el estado es un
órgano f e clase.
É l no r e p i escuta, r.i puede representar más
qu e intereses de clase. Su esencia es la salva­
gu ardia d el p rivile gio de la burguesía.
E l debe m antener por la fuerz», en prove­
cho de la clase capitalista, la cohesión nece­
saria á la gran producción m oderna; cohesión
que, dado el antagonism o actual, sería rota á
cada instante.
L a división de V an d erveld e en estado g o ­
bierno y estado industrial no tiene razón
de
ser y no hace más que obscurecer una no­
ción, que estam os o b ligad os á presentar al
proletariado con la m ayor claridad.
N osotros los anarcoides, com o nos llaman;
nosotros, los que según la opinión de m uchos
y entre ello s la del articulista de qu e nos
ocupam os enseguida, debiéram os estar en el
cam po.anárquico, porque a llí se camina con
una pierna sola, nosotros, repetim os, som os
lo¿ que con M arx en la m ano, tenem os que
ven ir á disipar estas veleidades estatales, di­
ciendo con él: ei poder político es precisamen­
te 'el resumen oficial de> antagonismo en la so­
ciedad civil.
Y para que sea m ás claro este pensam ien­
to á los com pañeros trabajadores, puesto
qu e escribim os más para ellos que para otros,
podríam os d ecir en síntesis: el estado, órgan o
de clase, sanciona vuestra esclavitud económ i­
ca; vuestra participación en él con el o b jeto
d e obtener reform as es contraproducente, sien­
do! un órgan o iuadaptable á la finalidad so ­
cialista; vu estro puesto está en las o rg a n iz a ­
ciones obreras desde donde realizareis v u e s­
tra fecunda acción revolucionaria d e clase.
L a cuarta proposición la incluirem os en la
última del artículo publicado en el núme­
ro 24 de L a Vanguardia.
E I iI j S E O B E C D U j S
nos y glo rio so s tiem pos pasados, en q u ? la
beatífica m ansedum bre obrera, servia tan a d ­
m irablem ente la voracidad de sus apetitos. La
intervención del estado en los conflictos e n ­
tre capital y trabajo, no es m uy antigua. En
1902, R oca, gobernante de un no m uy ríg i­
do criterio de clases, sólo se prestó en parte
á servir incondicionalm ente los intereses del
capitalism o, d isgustándole quebrar brutalm ente
los preceptos constitucionales, no tanto por
respeto á estos, com o por no m ostrar un e x ­
cesivo tem or hacia un m ovim iento al que 110
atribuyó la im portancia excepcional que con ­
tenía. El estado de sitio de 1902, dicta !•>
después de una serie de hechos sangrientos,
sólo tuvo una duración de tres días, á pesar
de la insistente dem anda de los capitalistas
para ser prorrogad o por más tiem po.
En
I 9° 5> Q uintana, genuino represensante del
capitalism o en el gobiern o, no sólo obra de
distinta m anera, sino que, sin m otivos g ra ­
ves, sin perturbaciones de órden público <iue
justifiquen tal m edida, dicta en previsión de
movimientos obreros que puedan perturbar el
proceso de la cxplotacióa capitalista, un est.i lo
de sitio por tres m eses. E l objeto de esta
m edida de fuerza, anticonstitucional, no puede
ser más obvia, y patente, es un recurso ar­
b itrario adoptado por el gobern ante burgués
en protección de los intereses de su clase.
Un jefe de estado que tan perfectam enie
proteg e y custodia los intereses de la bmgu esía, debe m erecer con ju sticia de los in­
divid u os pertenecientes á esta clase, las más
calurosos elogios. D esd e el principio de su
gob iern o, cuando recién em pezó á caracteri­
zarse ccm o estadista de un ríg id o criterio de
clase, la alabanza de todos los explotador! s
sociales, lo consolidó en su arbitraria poli tic.1.
N o hubo al respecto, discrepancia alguna, e n ­
tre m ercaderes é industriales, sobre el con ­
cepto de su habilidad adm inistrativa. Q u in ­
tana era, para ellos, el F én ix de los go b e r­
nantes deseables. Su sim patía por los m edios
de coacción, su nítido criterio econom ista bur­
gu és de m irar al capitalism o com o el funda­
m ento del progreso y cultura nacional, y la
franca y deliberada sumisión de sus actos de
gob iern o á la consolidación y defensa de él,
agran d aren su personalidad al punto de a d ­
ju d icarle una excepcional celebridad y renom ­
bre. E l ángel tutelar del capitalism o, ha re­
dondeado sus glorias de gobernante burgués;
con la obstinada persecución, y extrañam iento
de los elem entos más en érgicos de la org an i­
zación sindical del país, aclarando las perspec­
tivas de paz duradera y provechosa para la
b urguesía argentina. E sta no puede ser d es­
agrad ecid a, y su interés la incita á apoyar
en todas las form as á un estadista de tan e x ­
cepcion ales d otes gu b ern ativas, que, dejando
de lado todo m iram iento y escrupulosidad, se
p o n e en un terreno unilateral, y abiertam ente
d e clase. ¿Cóm o sign ificarle su sim patía y
apoyo? T o d o s los recursos son buenos. S u b ­
repticiam ente, por m edio de la participación
d el provech o de la explotación capitalista, y
públicam ente, por el m antenim iento de la fal­
sa aureola que la ignorancia de las masas por
un lado, y el interés de los privilegiad os, por
ctro , rodea la frente de los gran des m alhe­
chores sociales. A s í hace h o y nuestra bur­
gu esía com ercial, industrial y bancaria al pre­
sentar, en este titulado aniversario patrio, un
álbum en que se abona la satisfacción que les
m erece, una política y un gobern ante de tan
extraord in ario criterio d e clase.
L a clase trabajadora debe v er en este acto
de una solidaridad tan estricta y luciente, una
provechosa enseñanza. E l enem igo suyo, no
se d ivid e para ella. En todos los m om entos
y en todas las circunstancias difíciles en que
puede encontrarse, tiene siem pre una brújula
orientadora y segura: E l criterio de clases,
q u e anim a todos sus actos sociales, y que
unifica á sus m iem bros, sin discrepancia al
gu n a, frente á su adversario com ún: el p ro le ­
tariad o revolu cion ario. E n su seno, y ante
las con ven ien cias m ateriales d e su econom ía,
las d iverg en tes id eologías, se desvanecen; sólo
q ueda en toda su firm eza y predom inio el
sentim iento d e clases, ríg id o é inalterable. A n ­
te el trabajador, no se presenta y ¿ sino el
b u rgu és, inconciliable, duro, severo, sin escru ­
pulosidades incóm odas y dem agogism os ri­
d ícu los. E sto s son prendas d e lujo, que echa
á un lado en el m om ento del p e lig ro y d e -la
lucha, para m ostrar al desnudo su organism o
absorben te y voraz, y de inaplacables apeti­
tos. E l proletariado, en cam bio, carece do
este sentido práctico y positivo de sus in tere­
ses. S u b d iv id id o por criterio s é id eologías
qu e se niegan, tercam ente, á aprovechar de la
experim entación la enseñanza que le p ropor­
ciona el realism o brutal de los hechos socia­
les, se enterca en no adjudicar á las relacio­
nes humanas, individuales y colectivas, com o
norm a invariable, la razón fundam ental (píe­
las exp lica, el m aterialism o d e su m oral, que
su rgien d o de la explotación sencilla d el hom ­
bre por el hom bre, se eleva hasta adquirir
carácter colectivo ó sea de clase. N ada hay
tan pernicioso com o estas dualidades de in­
terpretación, que nos llevan sin q uerer, hasta
la inconsciente y errónea creencia d e adm itir
p sicologías y hum anitarism os contradictorios
en una clase, c u y a brújula invariable d e ac
ción , es la m ayor exp lotación económ ica del
proletariado.
L a burguesía, edifica su m oral
so b re el conjunto de sus intereses m ateriales;
enseñando así al proletariado su único y ló ­
g ico criterio en la lucha social: el criterio de
clases, al que d ebe subordinar sus actos si es
q u e espera la victoria.
L A ACCION SO C IA L IST A
CONCIENCIA SOCIALISTA
H ay criterios estrech os (jue abundan por
d esgracia en nuestro partido y que acostum ­
bran á valorar la conciencia socialista de la
masa obrera por el número de representantes
que ella ten ga en los parlam entos b u rgu e­
ses.
E s este criterio uno de los tan tos erróneos
está de que im buida la masa, á causa de su de­
ficiente educación, de clase y que es indispen­
sable destruir para el m ejor encarrilam iento
de su acción revolucionaria.
Un ejem plo aclarará la cuestión y nos p ro­
bará que el hecho de depositar una boleta
en la urna, no significa una visión clara del
interés de clase, ni tam poco un criterio so ­
cialista.
E l ejem plo nos lo da Alem ania, el país
donde la acción parlam entaria socialista está
más desarrollada, prim ando sobre la acción
sindical y divorciándose de ella en la m a y o ­
ría de los casos, com o ha pasado en la huel­
g a de los m ineros del Rhur; el país no solo
m ás im perialista, sinó tam bién el que concede,
después de Rusia, nicnos libertades al pue­
blo á pesar de la g> an cantidad de votos y d i­
putados socialistas.
«Jaurés no ha podido dar una conferencia
en Berlin. El canciller del im perio lo prohíbe
y los socialistas revolucionarios alem anes (vie­
jo cuño, com o dice M ichels,) no son capaces,
por m edio de un aclo i'h il, de oponerse in­
m ediatam ente á esa arbitrariedad burguesa y
hacer sentir al autócrata alem án, la potencia
que encierran y representan.
Si esos tres m illones y pico de votos y los
ochenta y tantos diputados, representasen con
una verdadera fuerza y fuesen la expresión de
una potencialidad, capaz de actuar en cual­
q uier m om ento y bajo la presión de cualquier
circunstancia, indiscutiblem ente la conferencia
Jaurés hubiera tenido lu gar, y el em perador no
se hubiera atrevido á desafiar la ira de semeante enem igo.
E stos hechos valen y dicen más que todas
las teorizaciones.
E llos son los que harán com prender á la
m entalidad sencilla del proletariado, cuáles
son sus armas más eficaces de lucha y cual
es el valor que debe a trib u ir á los diversos
m edios de que dispone.
Bien venidas estas enseñanzas que confir­
man una vez más nuestras afirm aciones de
que un falso socialism o ha in vertido el valor
de la acción sindical y parlam entaria, dando
preem inencia absurda á la última sobre la pri­
mera.
Los semicultos
José Ingegn ieros, cuyo nombre llena las co­
lumnas de L a Nación, no es infelijente.
Pedim os escusas á Ingegn ieros por hacer
uso de sus palabras al encabezar este ar­
tículo.
L o que él decía de Lom broso le sienta
m agníficam ente al sabio á la violeta, al escritor
científico m ás paradojal que se conoce.
¿D ebem os criticar párraio á párrafo cuanto
ha escrito Ingegnieros? N ó. Perderíam os el
tiem po si dijéram os más que el hom bre al
que él n iega intelijencia ha preocupado al
m undo y ha m erecido los honores de la crí­
tica científica, en tanto que él, Ingegn ieros,
el hom ónim o de ese otro sábio que cuenta
buen m ozo, elegante y enam orado, no ha
preocupado á nadie, felizm ente.
Baste d ecir que sus correspondencias á L a
N ación, son un fárrago de dualidades y here­
jías científicas y sociales, com o lo dem uestra
á la perfección su criterio so cio ló gico de que
á los n egros de Cabo V erde se les coloque
en condiciones de una extinción dulce, negan ­
do con ello las leyes de la evolución.
Y concluyam os diciendo que las obras apa­
recidas con su nom bre no tienen de él más
que el trabajo m aterial de extraer ob servacio­
nes agenas, sin m ayores conclusiones que
afirmar cosas sabidas.
E l ingénuo Lom broso, de h ongo sucio y
saco de corte antiestético, que ha podido cons­
tatar hechos sin encontrar la interpretación,
es leal, es inteligente; por eso mismo es que tie­
ne la virtud de no avergon zarse ante la im­
potencia de la razón humana.
Ingegnieros, en cam bio, es un accidente his­
térico de la vida orgánica, m ovedizo, cruel, zizañero y sábelo-todo com o las com adres de
barrio.
Podem os d ecir aquí de Ingegn ieros, lo que
cuenta V oltaire que dijo cierto individuo de
un doctor: «Este hom bre debe ser un gran
ignorante, porque contesta á todo lo que le
preguntan».
P. T .
HUELGAS ""
Biseladores C o n tin ú a con en tu sia sm o
el m ovim iento h u e lg u ista d e c la ra d o p o r
este grem io. Su últim a asa m b le a h a re ­
suelto el m an ten im ien to de ella en g e­
n eral, h a sta su v ictoria com pleta. E s
n o ta b le y elogioso el a rd o r q u e an im a
á esto s co m p añ ero s en su actu a l con­
tie n d a c o n tra el capitalism o. S u s re u ­
n io n es son c a d a vez m ás n u m ero sas, y
se n o ta en el esta d o del e sp íritu g e n e ­
ra l el p ro p ó sito in q u e b ra n ta b le d e no
c e ja r un ápice en su s ju s ta s re iv in d ic a­
ciones. T odo hace e s p e ra r q u e el triu n fo
c o ro n a rá la cau sa o b re ra , pu es á la esp ecialísim a cohesión del m ovim iento, se
a g re g a , p a ra p erju icio de la resisten cia
p a tro n a l, u n a excesiva a b u n d a n c ia de
tra b a jo , que im p o n d rá n e cesariam en te
á los d u eñ o s de taller, u n a a ctitu d de
conciliación y m a n se d u m b re , q u e h a sta
a h o ra se h an n e g a d o á a d o p ta r.
Tallores de San Martin P e rsiste la re­
sisten cia do los o b re ro s de estos ta lle ­
re s h a sta q u e no les se a n co n ced id as
la s m e jo ra s q u e so licitaro n en su s pé­
sim as condiciones de tra b a jo . El g e re n ­
te hizo p ro p o sicio n es c o n ciliato rias á fin
de o b v ia r los in c o n v e n ie n tes del eonilicto, p e ro la asa m b le a g e n e ra l te n id a
p o r los h u e lg u istas, re ch azó con to d a
ra z ó n las co ndiciones do a rre g lo p ro p u e s­
tas. A fin do h acerle co n o cer e sta re so lu ­
ción fu ero n d e sig n a d o s c u a tro c o m p añ e­
ros; poro no p u d ie ro n lo g ra rlo d eb id o á
la a rb itra rie d a d policial, q u e los re d u jo á
p risió n en el m om ento de lle n a r su co­
m etido. Los o b re ro s p re so s do tun b ru ­
tal é in ju sta m an e ra , p e rm a n e c en inco­
m u n icad o s en la c o m isaría, d o n d e se h a
p ro h ib id o á su s p a rie n te s y am igos el
v isitarlo s. L a in g e ren c ia sistem ática de
la policía en serv icio del cap italism o , en
to d a s la s h u elg as, es y a p o r d em ás co­
n o cid a y o d ia d a, p a ra q u e ella te n g a
p o r fru to s el re s u lta d o .que p re te n d e la
a u to rid a d y el p a tro n a to . P o r el con­
tra rio , n o sirv e y a sino p a r a e x c ita r los
án im o s y a le n ta r la re s iste n c ia de los
o b re ro s conscientes. E s lo q u e en esto
caso h a o cu rrid o . E l m o v im ien to de los
o b re ro s d e S an M artín , d e sp u é s de esta
b ru ta l violación, re v iste u n m a y o r e sp í­
ritu d e re b e ld ía , y su disp o sició n p a ra
la luch a, lejo s de d ecrecer, h a a u m e n ta ­
do n o tab lem e n te .
Bronceros M ás de un m es hace, q u e
el g rem io d e b ro n c e ro s se lan z ó á un
m o v im ien to p a r a la o b ten ció n d e la jo r ­
n a d a d e 8 h o ra s. L a h u e lg a sig u e aún,
m a n te n ié n d o se firm e el e n tu siasm o , si
b ien n o fa lta n Krum iros.
E s in d isp e n sa b le q u e los c o m p a ñ e ro s
b ro n cero s, q u e h a n ido á la h u e lg a en
p ro de u n a reiv in d icació n u n iv e rsa l y
de trascen d e n cia , p a ra la m a rc h a del
m ov im ien to o b re ro n o se a rr e d re n y con­
tin ú e n con el m ism o a rd o r e n la lu ch a,
h a sta o b te n e r el triu n fo , q u e indudable-g
m en te se rá d e ellos si sa b e n im p o n erse!
á la ex p lo tació n p a tro n a l.
’(
U na re siste n c ia ten a z y la a d h esió n !
d e los elem en to s b ro n cero s, a sí com o ell
em pleo d e to d o s los m ed io s p a ra im pe-!
d ir el Krum iraggio, se im p o n e an te la te s­
ta ru d e z cap ita lista .
T riu n fa n te s en este m ovim iento, p o ­
d ía n e n to n ce s a p re c ia r la s deficiencias
d e su o rg a n iz a c ió n y a te n u a rla s en lo
posible, in fu n d ien d o en los a g rem ia d o s
u n a m a y o r conciencia de clase, q u e los
p o n d rá en ‘condiciones de h a c e r fre n te
á los a v a n c e s p a tro n a le s.
Ebanistas L os eb a n ista s, hace alg u n o s
dias, te rm in a ro n con u n triu n fo com ple­
to la b re v ísim a h u e lg a q u e so s tu v ie ro n
p o r la jo rn a d a de 8 h o ra s y la ab o li­
ción del tr a b a jo á d estajo.
In m e d ia ta m e n te de p re s e n ta d o el p lie­
go. n u m e ro so s p a tro n e s firm aron.
L os pocos q u e se re sistie ro n tu v ie ro n
q u e h a ce rlo en b re v e s d ías, p u e s la
época en q u e fué d e c la ra d a la h u e lg a
e ra d e sfa v o ra b le á los p a tro n e s.
L os q u e firm aro n p rim ero , á c a u sa
del exceso d e tra b a jo , n e c e sita b a n o p e­
ra rio s, y o c u p a ro n á los q u e e sta b a n en
h u e lg a en a q u e lla s c a sa s q u e no h a b ía n
accedido á la reclam ació n , lo q u e v in o
á fa v o re c e r y a c e le ra r el triu n fo .
L os c o m p a ñ e ro s e b a n ista s, a le n ta d o s
p o r e sta victoria, d eb en p e rs e v e ra r en
la o rg an iz ac ió n , p erfec c io n arla , acre c e n ­
ta r la conciencia de su s a so ciad o s p o r
m edio d e u n a a ctiv a p ro p a g a n d a , no
solo en conferencias, sino m ás a ú n en
el p erió d ico y con la edición de folletos
c la ro s y ed u ca tiv o s q u e s e rá in d isc u ti­
b le m e n te d e p re cio so s re s u lta d o s p a ra
el fu tu ro .
Movimiento socialista Universal
China - E l
D r. Sun-Yat-Sen d elegad o del
partido socialista revolucionario chino, residen­
te en Bruselas, ha sostenido con un colabora
ríor de un periódico socialista b elga, una in­
teresante conversación, en la cual se dan d e­
talles hasta ahora poco conocidos sobre las
condiciones y grad o de conciencia « el p roleta­
riado en aquel extraño país.
P o r lo expuesto por el com pañero Sun-YatSen, podem os saber que el territorio chino es­
tá casi en su totalidad bajo una forma de e x ­
plotación com unal, y que la tierra es dada á
los habitantes, de acuerdo con ciertas reglas
sencillísim as. E l sistem a de im puestos no exis­
te propiam ente; cada posesor paga de acuer­
do con sus recursos ó con la productividad y
rendim iento del suelo, que ocupa. L a misión
de los socialistas chinos consiste en m e­
jo ra r aún este régim en, y evitar la absorción
de la propiedad por unos cuantos. E l maquinism o está todavía m uy poco desarrollado, y
la producción se realiza á mano, pudiendo
considerarse al obrero chino en las con d icio­
nes del artesano antiguo. E sto no obsta á que
el espíritu de organización triunfe más rápipidam ente que en cu alqu ier otro país.
La
suerte m aterial del obrero chino es relati­
vam ente superior al de su colega europeo;
baste decir, que la acum ulación de g la n d es
riquezas en pocas manos es aún desconocida.
D ebid o á este bienestar m edio que es la ca­
racterística d e la vida proletaria en aquella
región , las corporaciones y gild es, se han
opuesto siem pre á la introducción del maqui-
nism o, y de la gran de industria b u rgu esa. L o s
socialistas, esperan, segú n el juicio del e egad o Sun-Y at-Sen, transform ar la sociedad
china de un golp e, pasando sin transicciones
del régim en de las corporaciones m edievales
al sistem a colectivista. Esperan que su reali­
zación será cuestión de pocos años, V se
a
san en el espíritu revolu cion ario que anim an
las cojp oracion es y gild es chinas.
Com o se ve, aparte del optim ism o a lg o e x ­
trem ado d el com pañero S u n A at Sen, su visi­
ta y sus palabras, nos revelan la existencia e
un proletariado vigoroso , casualm ente en e
país que sum inistra la m ayor provisión
e
krum iros á la organización am ericana, (¿ue o
aseverado por el d elegad o oriental, no es una
fábula, 10 dem uestra la existencia de una po­
d erosa prensa socialista china, que cuenta con
el respetable núm ero de 54 publicaciones.
E l proletariado chino, será representado en
el próxim o C o n g reso internacional de StuttRa rtt-
Rusia Lo s últim os dias han sido de sin­
gu la r fecundidad en a ctos revolu cion arios de
gran trascendencia. El más im portante de to­
dos lo sum inistra la sublevación del k ,lari
Potenkine, acorazado de gran
poder de a
flota rusa. L a tripulación de esta uay e» com ­
puesta d e revolucionarios, ha elim inado la
oficialidad é izado el pabellón rojo, en el puer­
to de O dessa, después d e un m ovim iento in­
surreccional llevad o á térm ino con todo éxito.
E l acorazado, zarpó de aquél puerto sin ser
m olestado en m odo alguno, en dirección á
otros puertos del im perio, donde hizo escala
y se provisionó de víve re s, sin que la flota
obedeciente al czar, intentara im pedirlo.
E l hecho es altam ente significativo, y se­
gú n lo que se deduce de las inform aciones de
carácter oficial, que son dadas por la censura
rusa, se observa un com pleto desfallecim iento
de las energías del autócrata, m otivado, no es
posible dudarlo, por su absoluta im potencia
para dom inar el m ovim iento revolucionario
estendido en todo el im perio.
E l proletariado de San P etersb u rgo, Moscow , O dessa, Cáucaso, V a r s o v a y otras gra n ­
d es region es y ciudades industriales, intensifi­
ca cada día su actitud de abierta rebelión,
sin que los sicarios del czarism o, basten ya
á reducirlos á la obediencia. En V arsovia, y
San P erstersb u rgo se efectuaron inmensas ma; nifestaciones populares, sin que se arriesgara
‘ á in terven ir la tropa, y en algunos puntos, éstá anim ada por el espíritu revolucionario, han
dado m uerte á jefes y autoridades m ilitares.
L o s últim os despachos telegráficos anuncian
que las tripulaciones de los buques lanzados
en persecusión del K n ia z Poten kine se han
n egado á hacer fu ego sobre la nave insurreccio­
nada, y que todo hace prever, se pleguen de
vn m om ento á otro á la revolución.
D espués de estos hechos, tan fecundos en
d educiones favorables, no es utópico, afirm ar
que la caida del zarism o, el más bárbaro ana­
cronism o de los tiem pos presentes, está á
punto de llevarse á cabo, y que el proletariado
ruso, adquirirá parte de la anhelada libertad
porque com bate heroicam ente desde hace tan­
tos años.
F ra n c ia
E l 23 de M ayo, realizaron los
proletarios parisienses su acostum brada pere­
grinación al c m u n U r io del P ére Lachaise, en
el célebre m uro de los Federados.
E l desfile fué enorm e, yen do á la cabeza de
la inmensa colum na obrera, un gru p o de re v o ­
lucionarios rusos cantando him nos en su id io­
ma nacional.
E l espíritu de la m uchedum bre era á lgid a ­
m ente entusiasta, á pesar del enorm e desplie­
g u e de fuerzas que la policía y jefatu ra m ili­
tar había dispuesto de antem ano.
Com o de costum bre no hubo discursos d e­
bido á la prohibición especial que rig e para
esta cerem onia proletaria.
En la república
burguesa y anticlerical, por excelencia, sólo
son agradables, dice nuestro co lega L a lucha
4e Clases, de Bilbao, los discursos dirigid os
al autócrata ruso y al reyezuelo papista que
casi estuvo á punto de term inar su jo v en v i­
da de holgazan ería y honores en la m etrópo­
li parisina.
E l C om ité Confederal del T rab a jo dió
con m otivo de los festejos preparados al rey
de España, por las autoridades francesas, un
manifiesto en que hace constar que el espúiritu de estas recepciones am ables de un g efe
de estado por otro, ya sean m onárquicos ó re­
publicanos, son un sign o inequívoco de la co­
mún identidad de intereses existen tes entre
ambos.
¡i-** L o s sucesos trágicos de L im oges, han
tenido una profunda repercusión en el prole­
tariado del país. Las federaciones y agrem aciones obreras, aprovechan todas las oportu ­
nidades propicias, á fin de hacer recalcar la
sim ilitud de los m edios brutales, usados por
la burguesía dem ocrática francesa para som e­
ter al proletariado, con la de los dem ás tirá­
nicos procedim ientos de gob iern o de otras
regiones celebradas por s j barbarie.
MOVIMIENTO OBRERO LOCAL
Comité pro-presos E sta ú tilísim a in s­
titu ció n c re a d a á ra íz d e los últim os
a te n ta d o s g u b e rn a tiv o s, con el o b jeto
d e p ro te g e r m o ral y m a te ria lm e n te á
la s v íctim as de la p ersecu ció n ca p ita lis­
ta, p ro sig u e con ra ro em p eñ o y cons­
tan cia su s lo ab les pro p ó sito s.
Con tal m otivo, d a rá el sá b a d o 22 u n a
im p o rta n te función, b ajo el p atro cin io
de la sociedad T in to re ro s y A nexos, en
el local de la C. do T ra b a jo , F lo rid a 7 7 7 ,
con el sig u ie n te p ro g ra m a : C onferencia:
com edia *Mi E sp o so - , - Don A nclúón y
8Us d is c íp u lo ^ » ; d ra m a «U na v ,d ad a
m o d e r n a . La e n tr a d a p a r a h o m b re s ha
sid o fijad a en un poso.
C reem os in n e c e sa rio e n r a r e c e r la ex ­
cepcional im p o rta n c ia q u e e n tr o n a una
in stitu ció n do e sta ín d o le p a ra un p ro ­
le ta ria d o rev o lu c io n a rio , b u e ra del ra s g o
p o c u liarísim o y sim p á tic o q u e tie n e de
s e r .m ín im am en te o b re r a , y d e n o b le y
líim ú d a id e a lid a d , olla c o n s titu y e d e p o r
sí u n p aso Inicia la a b s o lu ta in d e p e n ­
d en cia de la acción p ro le ta r ia , p u e sto
q u e v ien e á c ro a r u n ó r g a n o d e d efen ­
sa pro p io , y d e ese n c ia c rista lin a m e n te
re v o lu c io n a ria . Son ra z o n e s , p o r d em ás
p o d e ro sa s, p a r a q u e c a d a o b re r o cons­
c ien te c o n trib u y a con su ó b o lo á su
so ste n im ie n to y d e sa rro llo , y se e sfu e r­
ce en p r o p a g a r la ex c e le n c ia d e su s no­
bles p ro p ó sito s.
Reuniones, asam bleas, etc. C irc u n sc rip ­
ción 2*, M iércoles 1‘2; 3’, C o n feren cia,
p o r el sub-com ité, en el lo cal d e la F ra te lla n z a A rtig ia n a , K uiz D ía z 381, o ra ­
d o res: N. K ep etto , A. L. P a la c io s y o tro s;
13a, co n fe re n c ia e u el local d el O rfeón
E sp a ñ o l, P ie d r a s 537; o ra d o re s : Ju sto ,
M antecón, P a la c io s, C úneo, D el V alle
Ib a rlu e e a y P é re z A rce: 16*, (B e lg ra n o )
co n fe re n c ia en la D em o c rá tic a Ita lia n a ,
el d o m in g o 16 á la s 8 p. m., C e n tra So­
c ia lista F em en in o , v e la d a , el S á b a d o 15
en la C. de T ra b a jo , o r a d o r N. Iíe p c tto '
CONFERENCIA
El jueves 14 dol corriente mes, á
,las 8 p. 111., la compañera Gabriela
de Coni dará una conferencia en el
salón de la Cámara de Trabajo, sobro
le tema: Actuación de las mujeres en la
Revolución Francesa.
ACLARANDO
E 11 el últim o n ú m e ro de La Vanguardia
se a n u n c ia b a p a r a el p a s a d o d o m in g o
u n a co n fe re n c ia q u e la com p. d e C oni
d a r ía en el saló n d e la XX Settembre.
E s a ío n fe re n c ia 110 se re a liz ó p o r la
sen cilla ra z ó n d e q u e n a d ie , p e rs o n a l­
m en te ó p o r c a rta , h a y a p e d id o el con­
cu rso de la co n fe re n c ia n te .
A sí n o s lo d e c l a i a la com p. C oni, p i­
d ié n d o n o s d a r p u b lic id a d á e s ta su d e ­
c laració n , q u e s irv e á un tiem p o á d is­
c u lp a r su in a s iste n c ia á la tal co n feren cia.
A
V
I S O
S
“LA VA N G UARDIA "
D iario socialista
APARECE EL I DE AGOSTO
S uscripción mkxsual L $
Es deber de todo socialista cons­
ciente el contribuir con su suscrip­
ción al sostenimiento del órgano ofi­
cial del partido.
L A I Revista
N T E R Socialista
NACIONAL
JÑparece m ensualm ente
Redacción: A zcuenaga 981
Admistración: Cuyo 1932
SUSCRIPCIÓN TRIMESTRAL 50 CENTAVOS
, LA LEY DEL TRABAJO
Folleto conteniendo los juicios que
ha merecido de los socialistas el pro­
yecto del ex Ministro González.
A parecerá en breve
P o r pedidos dirigirse al Ceutro ¡Socia­
lista del Azul.
EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO EN RUSIA
por A . S. L O R E N Z O
Precio 10 centavos.
El beneficio de la venta so destina
por mitad al Comité Pro-Presos y
Centro Socialista dol A zul, que lo
edita.
Avanguardia Socialista
ORGA *o
de la pracciórj Revolucionaria
D IR IG ID O
po r
A. LABRIOLA V V. MOCCRI
MILAN
Via ligo Foscolo 5
Es necesario recordar á los compa
ros, la conveniencia de no cejar er
Boycott, que el consejo de laUnión.
ce algún tiempo inició contra la fábr
de Alpargatas La Argentina, como
medio do ayudar á la resistencia (
los valientes huelguistas hacían á
cha casa.
Ningún obrero debe comprar p
ductos do la fábrica La Argmti
para hacer comprender á los dueí
capitalistas el valor déla fuerza obre
N°
Buenos Aires, Julio ‘21 de 1005
2
Año I.
La Acción Socialista
P eriódico
S in d ic a lis ta R e v o lu c io n a rio
Aparece el 11 y 21 de cada m es
¿ _ ....
=#■
A
CCION SOCIALISTA
SU PROGRAMA
Ante estas anomalías de criterios que re­
La observación del movimiento socialista
flejan en la mente y acción prolectarias una
universal, permite comprobar que existei ” L’ na desviación bien definida en la ac­ incertidumbre constante y perniciosa á sus in­
ción general del Partido, de la verdadera lu­ tereses generales de clase revolucionaria y
oprimida.
cha de clases hacia medios y procedimientos
L a A c c i ó n S o c i a l i s t a , sostendrá el si­
que confunden en el trabajador la nación cla­
guiente programa:
ra del problema social y de la irreductibilidad
i° Fijación absoluta y precisa del movi­
del antagonismo t e clases, que caracteriza el
miento
obrero en el terreno de la lucha de
actual sistema de producción.
clases;
mantenimiento
del espíritu revolucio­
2° Lrna tendencia á amenguar en la consi­
deración de los obreros, la eficacia de sus ar­ nario que debe animarlo, por medio de una
mas propias de lucha y de su acción autóno­ propaganda tendiente á hacer imposible toda
ma* para hacerles aceptar una excesiva y per­ interpretación dual y compleja sobre las fun­
judicial avaloración de los recursos legales de­ ciones de los órganos é instituciones de do­
minación burguesa.
jados á su alcance por una clase enemiga.
3° Un criterio, cada vez más erróneo, so­
20 Enaltecimiento constante de la acción
bre la significación y concepto de la política
propia y directa desarrollada por un proletasocialista, la que se intenta expresar en su
riádo independiente de toda tutela legal, por
faz mera v sencillamente electoral ó parla­ su simple y deliberada voluntad, en el senti­
mentaria.
do de disminuir prácticamente las condiciones
4o Una desvinculación imposible y contra­ de inferioridad económica en que está coloca­
dictoria entre la acción sindical (ó directa) que
do frente al capitalismo.
desarrolla la clase trabajadora organizada, y
3° Demostración teórica y práctica: i° del
las representaciones y partido socialistas, di­ papel altamente revolucionario del sindicato
vorcio que viene á establecer en las inteligen­ y su efectiva superioridad como instrumento
cias obreras la errónea creencia de que pue­ de la lucha social; 2o de su íunción histórica
da existir una dualidad de acción por parte
en el porvenir como embrión de un sistema
del proletariado, cuando la observación expe­ de producción y gestión enteramente colecti­
rimental demuestra, por el contrario, que to­ vista.
da política, en sentido general y amplio, no
4° Integración absoluta de la acción revo­
puede cumplir sino una función de defensa
lucionaria del proletariado, por medio de una
ó consolidación de un conjunto de intereses
absoluta y completa subordinación de ' la ac­
deteiminados, á los cuales se subordina en
ción parlamentaria, á los intereses y necesi­
todo memento de una manera incondicional.
dades de la clase trabajadora, quien ha de se­
5o Un concepto equivocado de la función
ñalar en todo momento á sus mandatarios la
que toca cumplir al sindicato en el proceso
conducta á seguir dentro de los parlamentos
de la revolución social, y una falsa aprecia­ burgueses.
ción, intencionada ó ignorante, sobre su efec­
5® Ratificación entera del concepto marxista
tiva importancia, la que se ha ido desmere­
sobre
el significado de la acción política del
ciendo al punto de asignarle un papel secun­
proletariado,
en su fundamental expresión
dario en la organización obrera de clase, cuan­
de lucha de clases.
do, por el contrario, ella encierra en germen
6o N egación del estado como órgano social
los elementos cristalinamente revolucionarios
y
universal, y su demostración amplia y ejem­
del nuevo orden social, y es la escuela maes­
plificada
de institución de clase.
tra de la conciencia pioletaria.
7
o
Misión
del parlamentarismo, y adjudica­
6o Una interpretación inexacta del papel y
ción á éste del único papel que le está reser­
caiácter desempeñados por el estado burgués,
al que se adjudica condiciones de agente so­ vado en el proceso revolucionario, como agen­
te de crítica y descrédito de las instituciones
cial abstracto é independiente de los intereses
políticas
del régimen capitalista.
económicos de clase, al punto de hacer creer
Con
este
programa de lucha, L a A c c i ó n S o ­
á los trabajadores en su adaptación y con­
c i a l i s t a , adoptará
por principio absoluto,
quista por simple ejercicio del sufragio, olvi­
una autonomía de juicio completa, y pospon­
dando que él solo es un órgano de defensa
drá en todos los momentos, á los intereses
burguesa, cuya amputación ó transformación
universales
del proletariado, las mezquinas ri­
se hará de acuerdo con las conveniencias efec­
validades
de
los hombres.
tivas de la clase dueña de los instrumentos
Su
actitud
dentro del partido socialista que­
de producción, en el momento histórico que
da establecida como enteramente autónoma, y
no sea ya útil á la d e rensa de sus materiales
en el sentido de mantener su unidad material,
intereses.
para una mejor acción contra el enemigo de
7° Una concepción exagerada del efectivo
clase, pero dispuesta en todo tiempo, á hacer
servicio que prestan las representaciones so­
efectiva
y real la libertad de pensamiento y
cialistas parlamentarias, y el empeño en adju­
crítica que prestigia el socialismo.
dicar á éstas condiciones de conquista mate­
rial, que la experiencia desmiente constante­
LO S CO OPERAD O RES.
mente.
PROXIMO CONGRESO 1E LA
UNION G. EE TRABAJADORES
N unca circu n sta n cia s r e v e la n d o tan in­
ten sam ente la lucha de clases, p re c e d ie ­
ron á la realizació n de un c o n g r e s o en
el b r e v e curso de n u e stro m o vim ie n to
obrero, como las (pie nos han r o d e a d o
v nos rodean en vista del p r ó x im o de
ía U. O. dé T.
Nunca, por consiguien te, á a lg ú n co n ­
g r e s o p ro letario en la R e p ú b lica A r g e n ­
tina, se p resen ta ron p a r a se r co n s id e r a ­
das, cu estiones co n cretas de tan p a lp i­
tante im portancia, íntim am en te lig a d a s
A la lu d ia contra todas las fu o r z a s é
instituciones de la clase enem iga, com o
las qu e d e b e rá n constituir la p r e o c u p a ­
ción fu n d a m en ta l del (pie v a n á re a liz a r
los tr a b a ja d o r e s afiliados ú la Unión
(leneral.
En efecto, la actitud de abierta y f r a n ­
ca hostilidad se halla a d o p ta d a por o b r e ­
ros y capitalistas. R e sp o n d ie n d o á la
acción e m a n cip a d o ra de los prim eros,
nuestra b u r g u e s ía se r e p lie g a so b re sí
misma y a n im a d a por el instiivío de
c o n serva ción tiende á o b s ta c u liz a r la
m archa a m e n a za n te de aquellos. A tal
fin, pone en jucg¿> todos los m edios de
defensa y a ta q u e qu e lo p ro p o rcio n a su
condición do clase* d e ten ta d o ra de la ri­
qu eza social y dueña del poder político:
el Estado. Invoca la p ro speridad de la
industria y el com ercio como condición
stn* t/uti non pai a el biem^star nacional y
g a ra n tía de la patria: la paz social, ó
mejor dicho, la sum isión incondicional
del p ueblo t ra b a ja d o r , com o im prescin­
d ible p a r a el d e s a r r o llo y libro d e s e n ­
v o lv im ie n to de a qu ella s. D o a q u í la ju s ­
tificación ló g ic a y fatal, ante su a lia d a
la opinión pública, del em pleo de m edios
co e rc itivo s y v io le n to s p a r a im p o n e r la
q u ietud á las m a s a s p o p u la r e s y a ca lla r
sus p ro te sta s p r o g r e s iv a m e n t e r o b u s te ­
cidas. D e a q u í su iniciación desm e d id a ,
sin co rta p isa s, en un a actitud de p ro ce ­
d e r e s co a c tiv o s qu e tienden á sistem ati­
z a r s e é intensificarse.
L a ley de resid en cia, a p lic a d a c u o tid ia ­
nam ente, r a le a la s filas o b r e r a s d e b u e ­
nos lu ch adores. L o s a se sin a to s colocti vos
se suceden con la í n t e g r a a d q u ie sce n c ia
de todo el e sta d o ca p ita lista (p arlam ento,
p o d e r e jecu tivo , m a g is tr a tu r a , etc.) La ley
m arcial d e c r e ta d a , no y a p a r a reprimir,
sino p a r a ptn<enir.
A esto, co rre sp o n d e p o r p arte del
p u e b lo ob re ro , un silencio ó inacción,
p or d e m á s e x p r e s iv o s , p a r a o c u lta r las
c a u s a s do d o b ilid a d (pío los m otivan.
Q u iz á s esta p orsp o ctiv a real de la lu­
cha social, no te n g a el p o d e r de p re o ­
c u p a r á n u estro s titu la d o s h o m b res «re­
flexivos» y «prácticos». N oso tro s e n ten ­
dem os cpie los actos do los o r g a n ism o s
ob rero s, (pie la vid a a ctiv a de éstos, d e ­
be r e g la rs e en vista d e las co ndiciones
ex te rn a s, ó por a d a p ta c ió n al m undo
o b je tiv o.
Y en tal sentid o p en sam os q u e h a y
do s cu estion es de in d iscu tib le im p o r ta n ­
cia, p la n te a d a s por los hechos, qu e recla­
man ser e s tu d ia d a s y se p r o v e a á su
solución sin dilaciones. La prim era co n ­
sistente en la deficiencia m a n ifestada
por los ó r g a n o s o b r e r o s p a r a a d a p ta r s e
á las circu n sta n c ia s de la lucha, r e s p o n ­
d e r á sus e x ig e n c ia s, o b r a r en su ínti­
_'*£[
^
--™,
m a co n co rd an cia. E sto o b e d e cie n d o á su
d esorientación, co n fusion ism o é indife­
rencia, y, (piizás en lo principal, á su
falta de cohesión, de a r m o n ía entre sí,
á la a n tip a tía torp e (pie los d iv id e malg r a d o su identidad específica.
L a s e g u n d a consisten te en el im p erio ­
so d e b e r de (pie se p ro p e n d a á reingresar
en la lucha qu e se su p o provocar, y á la
cual se p re se n ta la b u r g u e s ía a n im a d a
del firme p ro p ó sito de re d u cir el a d v e r ­
sa r io o b r e r o tom a n d o sus posiciones
co n qu ista d a s.
A lo prim ero, p r o v e e r ía la U. (¡. de
T.. por interm ed io de su co n g reso, fijando
su c a r á cte r de clase y de a b ie r ta hosti­
lid a d á tod a s las e x p lo ta c io n e s y tira ­
nías: despojándose co nscientem ente d d e s ­
p íritu e o r p o r a tiv is ta de q u e se ha e n ­
c o n tra d o im p r e g n a d a con la co m p la ce n ­
cia de sus directores, e sp ír itu corporativ is t a qu e los h ec h o s se h a n e n c a r g a d o
de a c u s a r co m o co n tra r io á u n a eficiente
acción de clase: independizando, en su co n­
secuencia, á los sin dicato s q u e lo form an,
de las e x c lu s iv a s preocupaciones de gremio,
siem p re de ten dencia c o n s e r v a d o r a , p a r a
co loca rlos en el t e rr e n o m á s á m p lio y
fecundo, d e la s preocupaciones de clase. E li
fin, tom a n d o to d a s las m ed id a s (pie tien­
dan á in y e c ta r en su o r g a n is m o la s á v ia
v i v a z y triu n fa d o r a de un a fu e r z a n u ev a
e r ig id a co n tra todas las fu e r z a s reaccio­
n a r ia s de la so cie d a d capitalista.
Y
e sta o b r a de e scla re cid a cohesión
interna de b e co m p le m é n ta m e con la no
m eno s im p orta n te de cohesión e x te rn a .
L a e x is te n c ia de d iv e r s a s instituciones
o b re ra s, qu e san cion a la divisió n del
s ó lo e jé rcito p ro letario, h a sid o en m u ­
ch o la c a u s a d e la d e b ilid a d m a n ife s ta ­
da fren te á los a ta q u e s del a d v e r sa r io ,
y de la in h ab ilitación de u n a s y otras
p a r a d e s e m p e ñ a rs e con eficiencia en la
lu ch a de clases.
N e c e s a rio e s decirlo, los a n ta g o n is m o s
q u e s e p a r a n á la U. (L d e T. y á la
F. O. R. A. tienen un o r ig e n en a b so lu to
a r b itr a r io é ilógico. S on a n ta g o n is m o s
(pie (o n s p ir a n co n tra el idéntico objetivo
(pie anim a á lo s o b r e r o s c o n g r e g a d o s
en u n a y otra, co n tra los idénticos intcieses
m o r a le s y m a te ria le s d e aquellos, con­
tra las idénticas exigencias á qu e a m b a s
deben respo n d er; co n tra la idéntica acción
com p leja, d e m o le d o ra y consti uctiva, que
a m b a s d e b e n d e sa rro lla r.
¿ D o n d e e stá lo fu e n te de su s discre ­
p an cia s? E ll a sólo e x is te en la c a b e z a de
sus d irectores; y es la p r o p a g a n d a ir ra ­
cional de éstos la (pie ha se m b r a d o las
a lu d id a s a n tip a tía s entre los m iem b ro s
do la fa m ilia o b rera .
S on los h om b res, y no los hechos, los
q u e h an p r o v o c a d o y m antienen la a d ­
v e r s id a d entre los t r a b a ja d o r e s de am­
b a s instituciones. C o n ste bien, (pie los
hechos h an un id o te m p o ria re a m e n te á u n o s
y otros; y q u e ellos tiend en á v in c u la r ­
los m á s sólid am ente.
L a s d istin tas id e o lo g ía s socialistas
c u a n d o lle g a n á d e s c o m p a g in a r en tal
form a la u n id a d de las f u e r z a s o b r e r a s
en el c a m p o do la s o r g a n iz a c io n e s sin ­
dicales, d e ja n de o b e d e c e r á u n a sim p le
d iv e r s id a d en la ap re cia ció n de los he­
chos, p a r a c o r r e s p o n d e r á un a b so lu to
d iv o rc io con aquellos. S e a p a r ta n de la
r e a lid a d social p a r a p e r d e r s e en el la ­
b e rin to d e m e ta física s estériles, q u e sólo
p u e d e n tener p o r efecto la g e n e r a c ió n
de n ú cleos secta rios e m p e cin a d o s en im­
p o n e r sus e x tr a ñ a s id e o lo g ía s.
E s t a s d a n por re su lta d o el e x t r a v í o
de la m e n ta lid a d ob re ra , p o r cu an to di­
fieren en m u ch o de la rica filoso fía de
los hechos, ún ica c a p a z d e e sc la r e c e r á
a q u e lla y c o n trib u ir á la eficacia de una
in telig en te acción r e v o lu c io n a r ia del p ro ­
letariado.
A s a l v a r estos e r r o r e s p ro d u cid o s p or
el capo»alismo d e los m a lo s p astores, dela» d e d ic a r se en m u ch o n u e stra d a s e
tra b a ja d o r a .
No va m o s p or esto á p ro p icia r la in­
m ediata fusión de las o rg a n iz a c io n e s sin­
dicales. D e m a sia d o p ro fu n d o es t o d a v í a
el ab ism o q u e las se p a r a . D e m asia d o
p a lp ita n te so e n cu e n tra n aún sus enco­
nos, sus odios, sus a ntip atías. D e m a sia ­
do a r r a i g a d o p erm an ece el p re stigio
pernicioso de irre fle x iv o s directores.
E s a o b r a co m p leta d e p re cio sa u n id a d
p ro le taria , e stá h o y p or encim a de todo
an h elo hum ano. E lla co r re sp o n d e á las
s e v e r a s lecciones de futuras circu n sta n ­
cias en el p roceso de la lucha y á una
m ás p recisa educació n d e las masas.
I’e ro s\, co n ce p tu a m o s factible la e x ­
p resa m anifestación d e un a c u e r d o s o ­
lidario entre a m b as instituciones (la I’ .
(¡. de T. y la F. O. R. A.), no sólo p or
d e m a n d a r lo las e x ig e n c ia s in m e d ia ta s
R E D A C C IO N
V
A D M IN IS T R A C IO N :
C o c h a b a n ib a 3401
P r e c io ite S u s c r ip c ió n
l’Ol:
A N O .......................................
S K . M K . v n i H ...................
T K I M K S T U 1-:...............
M
MERO SU ELTO
.*
.»
.»
.»*
J.nii
1.0»
O.ÓO
0.1»
(le la lucha, sinó tam bién p o r e xistir
u n a p redisp osición f a v o r a b le de los áni­
mos.
E11 tal se n tid o el p ró x im o c o n g r e s o
de la U nión (¡enera!, bien h a r ía en p ro ­
p icia r la más p ro n ta re aliz a ció n de un
pacto de solidaridad qu e r e sp e ta n d o la to­
tal a u to n o m ía d e c a d a u n a de las o r ­
g a n iz a c io n e s, las v in c u la r a en las em er­
g e n c ia s u n iv ersa les.
Y él v e n d r í a á co nstituir la m e jo r so­
lución de la s e g u n d a cuestión q u e h e­
m os p la n te a d o , p o r cu an to e n t r a r ía á
h ac erse e fectivo in m ediatam en te con la
iniciación de u n a e n é r g ic a y an im a d a
c a m p a ñ a co n tra la L e y de R e sid e n cia y
co n tra el P r o y e c to de L e y N acio n a l del
T r a b a jo .
H e a q u í las co n sid e racio n e s q u e nos
s u g ie r e la p ró x im a re aliza ció n del co n ­
g r e s o aludido, y los a su n to s qu e á n u es­
tro ju icio d e b e n re c la m a r le m a y o r c u i­
dado. T o ca á los co m p a ñ e ro s qu e e stu ­
vie re n de acuerdo, se r sus p ro p icia d o re s
en el se n o de su s r e s p e c t iv a s so cie d a d e s
g rem ia les, á fin de q u e en cu en tren ca ­
bid a en la orden del d ía y p u e d a n ser
e x a m in a d a s en el congreso.
Y a sí m ic n tia s u n o s cu en ta n á la lu na
tod a s las m iserias p ro letaria s, y otros
p ro c la m a n una c a n d id a tu r a o b r e r a (la
del eomp. C ú n eo ) p a r a p r o te s t a r (¡terri­
ble protesta!) contra los e x c e so s de la
clase dom inante, d e s a r ro lla n d o un a ac­
tiv id a d nunca vista, los o b r e ro s p rá cti­
cos, los re alm e n te p rá cticos se d e d ica r á n
á la p o sitiv a tare a de la p a u la tin a inte­
g r a c ió n de las f u e r z a s p ro le ta r ia s p a r a
la m e jo r in te g ra ció n d e la lucha, r e a li­
z a d a p o r el único ó r g a n o o b r e r o y de
revolución : el sindicato.
Plegaría Industrial
El estado de sitio, prorrogado en vista de
eventuales movimientos obreros y las matan­
zas del 21 de mayo, ponían de manifiesto
cuan defensor del comercio argentino era un
gobierno que se atrevía á usar de tales me­
didas de represión.
En consecuencia, ocho días después del san­
griento suceso, justo el tiempo necesario para
elaborar el bien meditado documento, la Unión
Industrial Argentina recordando el reirán «Niño
que no llora no mama» pintó sus temores y
esperanzas al Congreso de la Nación por me­
dio de una angustiosa y sollozante, cuando no
veladamente amenazadora solicitud.
En ella empieza por pedir no sea sancio­
nado el Proyecto de L ey del Trabajo. ¡E stán
perfecto, tan adelantado, tan liberal! «Son no­
civas, dice más lejos, las leyes que no se adap­
tan al medio social.» Entonces, ¿no será ni
perfecto, ni adelantado, ni liberal el medio en
que viven, señores industriales? Hace tiempo
que lo sabíamos.
Y con una flema inglesa de pince sans rite,
añade la U. 1 . A. «También los obreros en
obsequio de quien el Proyecto fué confeccio­
nado lo rechazan.»
Es cierto; por el motivo opuesto al de los
señores industriales. Ella lo encuentra dema­
siado bien; nosotros demasiado mal.
Las reivindicaciones en esta tierra, carecen
de fundamento, añade, las agitaciones son ar­
tificiales (¿pensarán asi cuando sufren las con­
secuencias de una huelga en regla?) y el Pro­
yecto de L ey del Trabajo ha sido confeccio­
nado por personas adictas á las más avanza­
das teorías.
¡Oh! capítulo X II, ley sobre accidentes, so­
bre la mujer y el niño, etc.; de lo contrario
¡que hubiérais sido!
Con una habilidad, digna de la suerte que
tendrá, á no dudarlo, la U. I. habla de las
largas huelgas y perjuicios causados á la in­
dustria francesa por la ley Millerand-Colliard.
Esa ley fijaba la jornada de trabajo en 10 i 2
horas para el año 1902, y en 10 horas para
1904 en los talleres donde los hombres traba­
jaran conjuntamente con mujeres y niños.
«Los obreros mismos protestaron» dice la
solicitud de la Unión. ¿Acaso podía ser de otro
modo? El salario sufrió una diminución pro
porcional á la diminución del horario. Al
acordar un plazo á la industria para que en
trase en vigor el nuevo horario, el objeto era
precisamente para que tomasen sus medidas
los industriales perfeccionando, por ejemplo,
su maquinaria á fin de que no se mermara el
salario.
L A ACCION S O C IA L IS T A
E l obcecam iento, la avaricia de los patrones
tejedores franceses que contaban sobre su
unión, para no cejar, les hicieron conservar
los m ismos telares. E l obrero tejedor francés
se quejaba de v ig ila r dos m áquinas, cuando el
obrero in glés tiene 16 bajo su cuidado, pero
tan perfeccionadas estas últimas que req u ie­
ren igual atención, com o cuatro francesas.
Adem ás en Inglaterra em plean de preferencia
hilos de prim era calidad que no se rompen.
Por ese m otivo, m ientras en H uplines, Arm entiéres, un obrero cardador recibe 14 fran­
cos sem anales, las m ujeres y niñas de catorce
años, al entrar en las fábricas en Inglaterra,
reciben ya un sueldo de 17 francos 50.
¡Y los patrones franceses argüían que la
com petencia internacional im pedíanles aum en­
tar los salarios!
T o d o eso se olvidó d e exp licar la U . I. A .
Adem ás, bueno es hacer notar que anterior­
mente la «Conféderation G én érale du T ravail»
habla m antenido una cierta agitación , realizan­
do gran propaganda para que los ob reros no
consintieran les fuera reducido el salario. T é n ­
gan lo en cuenta los obreros de nuestra tierra
por si acaso.
Con una gracia de niño m im ado rehusando
com er, para co n segu ir de su papá lo deseado,
la U. I. A . insinúa que no pocos industriales
han pensado instalarse en países veeinos, si el
P royecto de L e y del T rab a jo estaba sancio­
nado en la A rgentin a.
Infantil sería la am enaza com o la ejecución.
A l paso que vam os, tendrían que llevar fábri­
cas portátiles para m udarse á cada momento.
L a legislación del trabajo, buena ó mala, per­
fecta 6 no, es la espada de D am ocles de la
industria; caída hay que tragarla. S ó lo en
N icaragu a ó en San S alva d o r se podría espe­
rar tranquilo m edio siglo.
L a Unión aceptaría com placida la reglam enta­
ción del trabajo de la m ujer y del niño «siem­
pre que no se incurra en exageracion es d oc­
trinarias.... en la fijación d el ho-ario (no co­
m ulga con las 8) y en las condiciones de
adm isibilidad» (catorce años no les conviene,
cuanto más jóven es, más baratos y más d ó ­
ciles).
Pero, señores yacarés, tratándose de la mu­
je r y del niño, estas cuestiones son prim ord ia­
les, es un derecho hum ano que les quieren
quitar: ¡es la salud! A ceptan do las insinuacio­
nes suyas ¿qué quedaría para reglam en tar si
el P ro y ecto o torga ya á la m ujer el trabajo
nocturno?
R econ oce la Unión la conveniencia de legislar
sobre la higiene d e los talleres «sin extrem ar
las exigencias ni caer en las pu erilidades de
detalles que á nada conducen.»
Q uisieran lim itarse al blanqueo y al barrido
probablem ente.
Inútil d ecir que la reglam entación de las
Bociedades obreras le inspira dos colum nas,
recibiendo allí su m erecido los agitad ores de
profesión y qu e el capítulo X II es la consa­
gración de sus más ardientes deseos. N o lo
dice, pero se deduce de la exposición.
Sabem os desde el 8 de Julio, por un artículo
aparecido en L a Vanguardia, que las leyes de
excepción en iugar de con trarrestar el m ovi­
m iento socialista lo acelera, sirvién dole de es­
tím ulo y (¡gran resultado!) que d iez años de
persecuciones en A lem an ia pudieron llevar al
Parlam ento algu nos diputados.
D e la lucha
económ ica no se habla, es cierto. Q u é fuerza
habrán conquistado los socialistas alem anes
cuando en el C o n greso de A m sterdam no pu­
dieron contestar afirm ativam ente á los socia­
listas que deseaban realizar el próxim o C on ­
greso en Berlín, si sería posible. ¡El gran can­
ciller, los m inistros, el em perador... todos los
cucos! no lo perm itirían.
No; 110 es de desear este tratam ienro ho­
m eopático para la clase trabajadora. «La re­
glam entación de las sociedades obreras es un
paso dado hacia los tribunales de arb itrage á
los que hem os de llegar...» dice la Unión.
¿Porqué los querrá? ¿Por estar de acuerdo con
el program a m ínim o del Partido?
P or suerte que esta cuestión, á la orden del
dia, ha sido bien dilucidada por el cam arada
L o ren zo y la clase trabajadora desconfiará
siem pre de los tales tribunales. Ultim am ente
(feb rero de 1905) los socialistas de Vincennes
y M ontreuil (m unicipio de P aris) sancionaban la
sigu ien te órden del día:
«Exam inado el inform e de M r. Colliard so­
bre el p royecto de le y M illerand, tendiendo á
la obligación del arb itrage en las h uelgas, los
m iem bros de estas secciones declaran:
«Q ue la adopción de sem ejante proyecto
e q u iv a ld iía á retirar al proletariado la única
arm a que posee en el terreno económ ico, de­
nuncia al m ismo tiem po la hipocresía de los
políticos que tem iendo atacar directam ente el
derecho de h uelga, bajo esa form a velada,
esperan lle g a r á sus fines; recom iendan á los
d iputados del P artid o S ocialista de F rancia
poner en ju e g o los m edios á su alcance, para
im pedir, sea el voto de este p royecto, sea otro
que proponiendo la reglam entación de las
h uelgas entrañara idéntico peligro.»
L a U. I. A . term ina pidiendo el nom bra­
m iento de una com isión com puesta por repre­
sentantes de los poderes públicos, patrones y
obreros para estudiar los puntos indicados.
E s lógico pregun tarse si el trabajo de estos
señores será d ign o de rem otas épocas, cuando
han encontrado tan liberal, perfecto y adelan­
tado el actual P ro yecto de L e y del Trabajo.
G
a b r ie l a
C
o n i.
LA A C C IO N D IR E C T A
Refutación á sus detractores (C o n t in u a c ió n )
E n este artículo (véase el núm ero 24 de
L a Vanguardia) es donde encontram os no
solo m ayor núm ero de errores, sinó, tam bién,
una falta de sinceridad en las citas, cosa
in exp licable tn un ccm p añ eio socialista.
Y vam os de lleno á tratar los puntos prin­
cip a le s de dicho artículo, dtjar.d o para otra
oportunidad, que á buen segu ro r.o faltará,
la cuestión de la identidad del sindicalism o ' y
e l socialism o; pues de lo contrario nuestra re­
fu tación alcanzaría proporciones inconvenien­
tes.
E s indispensable hacer constar sin em bargo,
q u e cuando el com pañero articulista, dice que
los sin dicalistas han pla gia d o los fines del
socialism o, refiriéndose á la m anera, com o
G riffu elh es plantea la cuestión obrera y su fi­
nalidad; es indispensable repetim os, tener en
cuenta que esa proposición del cam arada
G riffu elh es, es exp licativa y en oposición al
m étod o que proponen los reform istas.
T c d o el m undo sabe y se repite indefini­
d am e n te — com o dice S o re l— que el socialism o
tien e por objeto la liberación del proletariado
com o clase explotada; pero es necesario agre
g a r que esa em ancipación sea la abra de ellos
m ism os, de su acción d irecta revolucionaria,
rech azand o las conciliaciones patron ales y la
falsa paternidad parlam entaria, que de acuer­
d o con la realidad objetiva no tiene m ás que
un valor secundario siendo un coadyuvan te
eficaz en ciertos casos de la acción sindieal.
Y esto es lo que el grem ialism o am orfo
de los reform istas y el absurdo fetichism o
parlam entario de los m ismos, no quiere acep­
tar.
E l com pañero á quien refutam os, trata de
hacer, lu ego, una crítica bastante desgraciada
á la definición que el cam arada Griffuelhes,
hace de la acción directa.
N ad a más claro que dicha definición que
en síntesis es la acción de la m isma clase
obrera inspirada en sus intereses y necesida­
des cuotidianas, subordinando toda otra for­
ma de lucha á su criterio y esfuerzo revo lu ­
cionario; acción que da á la clasa trabajadoja una claridad patente respecto del valor de
sus m edios de acción y que le perm ite la
crítica de los mismos.
Y se adm ira cuando G riffuelhes dice: «de­
cidido á no confiarla á otros sinó á sí m is­
mo para liberarla»; cuando esto es lo lógico.
E l p ro letariad o debe proced er con toda au­
tonom ía, rechazando tutelas que entorpecen
su acción de clase.
L o s dos casos de acción directa anuncia­
d os po r el cam arada francés prueban evid en ­
tem ente, su superioridad sobre la acción
parlam entaria, superioridad n egada y rid icu li­
zada injustam ente por un gran
número de
socialistas.
V am o s á referirnos solo á uno de ellos,
c a s o D reyfu s, el cual sirve de argum ento a¡
articu lista de 1.a Vanguardia, para afirm a1"
q u e la acción d irecta es la sim ple y vieja a c
ció n grem ial, la acción obrera sin lucha po_
lítica , entendiendo p or esto, com o lo entien­
de la m ayoría de nuestro partido y
el arti­
culista la pura y sim ple acción electoral.
D ice el cam arad a G iiífu ell fs y ren sobra­
da razón q u e si se hubiera esperado de la le­
galid ad establecida, la liberación de D reyfus,
esta 110 hubiera tenido lugar.
Y en seguida nos refiere com o el proletaria­
do francés, por m edio de una serie de a gita ­
ciones, m ítines y dem ostraciones por la calle,
que en ciertos casos degeneraron en choques
sangrien tos, preparó un am biente favorable al
procesado.
E l com pañero articulista ha leido indiscuti­
blem ente, toda la conferencia G riffuelhes y de
la crítica que hace al caso D reyfu s, su rge
una cuestión fundam ental:
E l articulista no es sincero a l citar esc ca­
so de acción directa, ó de lo contrario no sa­
be lo que es acción política.
D ig o que no es sincero porque Griffuelhes,
dice inm ediatam ente después de lo citado:
E s la masa sublevada que hace presión sobte
los poderes constituidos y entonces la pesada
m áquina ju d icia ria , puesta en movimiento, dá
la libertad a l capitán.»
Y si desconoce que esto sea lucha política
y la más fecunda— le d evu elvo la sinceridad
— pero queda el derecho de decir: queda com­
probado con claridad meridiana, que para la
mayoría de nuestros compañeros socialistas, lu ­
cha política es Unicamente acción parlam enta­
ria. Y a volverem os al term inar, sobre este
asunto.
M etido en un carril de puerilidades, el com ­
pañero articulista, trata de probarnos, com o
«.esa fam osa acción directa» llevada al terreno
de los hechos en 1902, lejos de im pedir la
sanción de la ley de residencia y el esiado
de sitio, por el contrario con tribuyo á que se
sancionara. L a huelga general de 1902 fué
prestigiada solo por una parte del proletaiado argentino.
N uestro partido n egó su concurso y con él
ciertos grem ios.
N o tu vo el éxito que debió tener porque
no h ubo solidaridad en el m om ento de la ac­
ción; parque faltaba la cohesión y unidad de
m iras en el m omento, entre las fracciones
obreras.
N o vam os á discutir aquí, si había ó no
razones para n egar el apoyo á la Federación
O brera, no hacem os más que enunciar el he­
cho, com o uno de los tantos factores que con­
tribuyeron á la relativa ineficacia del m ovi­
miento.
C on m ayor razón podríam os d ecir nosotros
que 33 ó 34 d iputados socialistas en Italia no
pudiero im pedir los sucesos sa n g rie n to s
e
Berra, G iarratan a, C an d ela
etc; y más re­
cientem ente, hace pocos dias, q u e och enta y
tantoe dipu tad os en A lem an ia, no han podi o
im pedir qu e el em p erad or proh íb a una confe­
rencia de Jaures en Berlín.
«O
E ntram os á analizar la últim a proposición
del artícu lo aparecido en el
núm ero 24 de
L a Vanguardia con el deseo de term inar b re­
vem ente; pero una aserción fa ls a q u e en con ­
tram os en ella, nos o b ligará tal vez, á exten ­
dernos más de lo que hubiéram os deseado.
S e trata del últim o m ovim iento ferroviario
en Italia.
A p rovech a la m ala term inación de d icho mo­
vim iento, para dem ostrar la in eficacia de la ac­
ción directa.
D ice que esa h uelga estaba d irig id a por
los sindicalistas revolucion arios.
E s necesario record arle al com pañ ero que
el Secretariado de la Resistencia, q u e estaba
al frente del m ovim iento no es revolu cion ario,
ni tam poco los d iputados q u e in tervinieron
p ara hacer un papel bien triste.
E s necesario d ecir aunque no sea nada edi
ficante, ni propio entre socialistas, que los refor­
mistas italianos y sus diputados traicionaron la
causa d el proletariado ferroviario.
M ientras en las reuniones del secretariad o
algu n o s reform istas se declaraban partidarios
de la h uelga; en cam bio en las resp ectivas fe­
deraciones que representaban hacían propa­
gan da en contra.
T a l sucedió con Peraudo consejero socialista
rejorm isia de T u rin , que en tanto que en lás
reuniones era favorable a l movimiento; escri­
bía una circular á los federados de T u rin ,
aconsejándolos la no participación en e l movi­
miento.
E l gru p o parlam entario italiano, opon ién d o­
se á que el d iputado Costa, acom pañase á la
representación de ferrocarrileros á la conferen­
cia que debían tener con el m inistro F ortis,
cuando éste iba ya á ced er á la presión obre­
ra, la propagan d a anti-huelguista de los re­
form istas que escribieron hasta en revistas re­
publicanas con tra ei m ovim iento; el fam oso te­
legram a para la term inación d e la h uelga m ien­
tras ésta segu ía su curso ascendente y m ien­
tras los d elegad os revolucionarios, andaban de
ciudad en ciudad levantando los espíritus, es
lo que ha hecho fracasar esa h u elga ju stísim a
del proletariado ferrocarrilero italiano.
Una desvin culación notable entre la m asa
ob rera y la represen tación parlam entaria, se
ha notado en este m ovim iento.
Com o nos falta espacio, rem itim os á los
com pañ eros que se interesen por ese m ovi­
m iento al inform e exten so pu blicado en la
Avanguardia Socialista de M ilán en los núm e­
ros 124 y 125.
-50
Y vam os á term inar esta la rga refutación,
e n glob an d o en una sola idea las varias q u e en
los artículos criticados se encuentran respecto
á la acción directa y la política.
E llo s consideran la acción d irecta com o s i­
nónim o de un grem ialism o apolítico.
P ero es indispensable saber que ellos en ­
tienden tam bién por lucha política solo la lu ­
cha electoral.
D e acuerdo con la concepción m arxista,
nosotros consideram os á ¡a Incha de clases co­
m o una lucha necesariamente política, no porqu e
se m anifieste en el parlam ento, form a secunda­
ria d e ésta lucha; sinó porqu e tiende á ata­
car el poder político que sanciona y hace
efectivas las relaciones de coercitiva d epen ­
dencia en que se halla el proletariado en el
actual régim en.
E n una palabra, nosotros entendemos p o r
lucha política-. la vasta acción de clase que el
sindicato obrero debe realizar.
N o vam os á d iscu tir si estam os ó no fuera
d el partido Socialista A rg e n tin o , com o afir­
ma el com pañero, y sí d ebiéram os estar en­
tre los gru p os anárquicos.
N osotros creem os q u e aún cuan do estu vié­
ram os fuera del partid o Socialista, á causa de
nuestra táctica y criterio, nunca estarem os fue
ra de la d octrin a socialista; y nuestra actitud,
reflejo fiel de nuestro pensam iento, d eb e m e­
recer el respeto de todos, aún cuando no re­
huim os la crítica; pero ja m á s la d iatrib a y la
mofa com o hasta ahora, bajezas que deben de
estar m uy lejos de los espíritus socialistass.
Y com o esta réplica se ha hecho p o r dem ás
extensa nos vem os o b ligad os á term inarla, d e­
jan d o para núm eros ven id eros las am pliaciones
que consideram os necesarias sobre la acción d i­
recta y la política.
E
m il io
T
r o is e
.
LA REFORMA DE LA LEY ELECTORAL
D espués de un debate cu yo resultado se
preveía por tratarse de una m ayoría gubernista ríg id a y torpem ente regim entada, se ha
aprobado en gen eral la reform a d e la le y de
elecciones, coronación del esfuerzo político del
inteligente d irector de los destinos d el país.
N o podem os, en verdad, sentirnos a g rav ia ­
dos por la reform a electoral. P or el contrario,
consultando la deficiente intelectualidad d e las
masas populares, la reform a m encionada viene
á beneficiar nuestra sana propaganda.
S i, com o es notorio, no existe aún concien­
cia política ni sentido crítico en las grandes
masas, una reform a sem ejante traída en estos
momentos, no podrá perjudicar en absoluto
á los intereses del partido socialista; y asisti­
remos, en cam bio, á una evolución provechosa
del proletariado, cu yas en ergías dispersas y
em peñ adas en una luch a p o lítica estrech a— el
p arla m e n tarism o — v o lve rá n al verd a d ero terre­
no d e la lu ch a am plia, em in en tem en te « e " * .
nal: la lu ch a d e clases, única en q u e gg « .
presan las n ecesidad es é in tereses del piolet»,
rio u n iversal.
S ó lo así en carrilad a la lucha política en su
ún ico y v erd a d e ro co n ce p to cien tífico d e lucha
d e clases, pod rem os d ecir q u e se hace carne
en las con cien cias p roletarias la idea de reden­
ción hum ana.
L o dem ás, es lirism o.
EL SINDICALISM O
EN LA ARGENTINA
E x p re sa r en un le n g u aje sen cillo, claro y
con ciso una ten d en cia m odernísim a, es em­
presa no m uy fácil, y p o r m ú ltip les razones.
A d em á s, sería n ecesario, ante todo, estar con­
v en cid o d e q u e quien n os lee tiene un crite­
rio só lid o y bien n u trido so b re los diferentes
doctrin arism os q u e hallan cam p o prósp ero y
fecundo en las m entes proletarias. Pues, no
d e otra m anera sería p o sib le h allar la causa
ó la g én esis d e esta n u eva co n cep ció n de la
acción p roletaria, q u e se ha d ad o en llamar
sindicalism o, sólo p o rq u e n ecesita un térm ino
adecu ad o d e com paración y distin ción con tas
dem ás d esign acion es de d octrin as y tendencias
filosóficas.
N o h ay en e sta n ada q u e in tente crear
ó cree, un abso lu to d iv o rcio con la filoso­
fía socialista; no, ella v ien e p o r el contra­
rio, á com plem en tarla y ren ovarla, con una
nueva y v ig o ro sa in terpretación á los fenóm e­
nos sociales con tem porán eos, y á ensalzar, en
d etrim en to d e las v a g a s y com p lejas id eolo­
g ía s en a u g e hasta este 1110 Tiento, la eficacia
suprem a d e la acción proletaria. E s d ecir, que
el sindicalism o, com o ten den cia en el m ovim ienta ob rero un iversal se d istin g u e , p or «la
especial im portancia q u e a trib u ye á la acción
qu e puedan d esarrollar los tra b a jad ores o rg a ­
n izados con con cien cia d e clases p o r su p ro ­
pia y exclu siva volu n ta d , y con ca rácter de
lucha abierta y franca á tod o el ord en social
existente.»
S u diferen ciación con el socialism o refo r­
m ista y revolu cion ario, está en qu e tanto en qu e
aqu ellos son n ítidam ente estatales, en su fina­
lid ad y en su acción d iaria, pu esto qu e acep­
tan la conquista de los poder-es p ú blicos bur­
gueses, realizad a p o r una constante, laboriosa
y utópica pen etración d e los m ism os, lo que
sign ifica su con solid ación actu al, el sin d icalis­
m o entiende el con cep to de la acción revo­
lu cion aria d el proletariad o en su v erd a d ero
sign ificad o, q u e es el d e in u tilización d e los
órgan os d e dom in ación b u rgu esa p o r m edio
d e la creación d e ó rg an o s p rop ios y o rig in a ­
les de gestión co lectiva, su rg id o s d el seno
m ism o d e la clase trabajad ora con el especialísim o propósito de su stitu ir con ello s las ac­
tuales in stitucion es capitalistas.
S u d ivo rcio con el anarquism o, resid e en
con sid eraciones aún m ás elem entales. E n tan­
to
ue aqu él sólo v e en la o rg an ización sin­
d ical un instrum ento d e gim n ástica rev o lu ­
cionaria y de con stan te con flicto en tre ca­
pitalistas y trabajad ores, sin atrib u irle su
con tenido verd a d e r m ente rev o lu cio n ario com o
creadora d e n u evos ó rg a n o s d e ge stió n colec­
tiva y d e con cien cia ríg id a d e clases; ni vé,
en el m ejoram iento m aterial d e las con d icio­
nes d e vida d el trabajad or sino un m otivo
de anonadam iento, el sin d icalism o considera
á la organ ización ob rera d e clase com o el
elem ento p rim ord ial y con stitu tivo d e tod a la
obra revolu cion aria del p roletariad o, y d esig ­
na su^ organ ism os, m ás p erfeccion ad os y po­
tentes, á sub stitu ir d efin itivam en te en el fu ­
tu ro todas las in stitu cion es b u rgu esas, d es­
pués de haber v acia d o lo q u e estas ten gan de
bueno en las n u evas form as d e co n tra lo r p ro ­
letario.
H é aquí en síntesis sus caracteres m ás sa­
lientes, su d iferenciación m ás d istin tiva con
las tendencias q u e existen en el m ovim iento
o b rero contem poráneo, falta ah ora saber si de
acuerd o con las exige n cias d e la realid ad que
nos circu n d a, él es e xó tico é in ad aptable, ó si
su presencia en este país está reclam ada por
con d icion es y circu n stan cias perfectam en te es­
tablecidas.
Y esto es lo q u e m erece una se gu n d a dem ostración:
S i se p regu n tara al och enta p o r cien to de
los trabajad ores q u e m ilitan en las o rg an iza ­
ciones d el país con su corresp on d ien te disfraz
d e socialista ó d e anarq u ista, sob re el funda­
m ento, carácter, táctica, d iferen cia y finalidad
d e sus corresp on d ien tes d octrin as, sufriríam os
una profunda decepción .
E n la m ayoría d e los casos no obtendríam os
una con testación ca te g ó rica y clara; en otras,
com probaríam os una d ep lorab le con tradicción
en as con cepcion es, á tal pu n to erróneas que
no sabríam os q u e co le g ir d e ellas, ni m enos
d e sus exp ositores. S in e m b a rgo , y á d esp e ­
cho de esta especie d e sectarism o ignorante
d e los ob reros soi disant socialistas y anarquistas
su actuación d en tro d e la o rgan ización , se dis­
tin gu e siem pre por un sano criterio d e clases,
a dq u irid o exp en m en ta lm en te en los repetid os
con ictos en qu e han in terven id o contra el ca­
pitalism o.
L a d e s a v e n e n cia no form al, y sólo sí ideoo gica , proven ien te d e la efervescencia con
trina ° a ?■ l,T ° sustenta Ia correspon dien te docana«ir>SOl*l° ®IC? ’ P uec^e caracterizarse por una
Dor pi? 3 3 antlPat*a reciproca, que termina
aecirSn ! f neinar
arm onía Y 1* unidad de
acción d e los sindicatos.
E l mal es paten te.
En
las
organ izacion es
K«
causa
en
an¡incasu
LA ACCION SOCIALISTA
zación, (y ya comienza á serlo; lo que ha hecho,
hasta ayer, dignas de elogio por la vinculación
estrecha de apreciación en sus miembros, las , que contra ella y no contra su acción política
discusiones doctrinarias, inconsistentes y ab­ esgrima la clase capitalista todas sus armas),
ese día el Parlamento, el Estado, el clero,
surdas, y suscitando constantemente agrias
el periodismo, y en general toda la comparsa
disputas sobre la mejor suerte ó practicabiliñad de extraordinarias utopías, termina por ha­ capitalista se apresurarán á lamerle los pies
cer dejar de lado lo más elemental, importan­ (¡tan poca cosa vale el hombre!) y tratarán
de consagrar ó sancionar lo más pronto posi­
te y lógico, la acción del momento contra el
ble los derechos adquiridos única y exclusi­
poderoso enemigo común.
vamente por la unión, por la solidaridad g re ­
¿No es esto lo ocurrido ha<ta ahora en el se­
mial. Y su reconocimiento será tácito recién
no de la clase trabajadora argentina? He ahí,
entonces.— Todo lo cual necesita una activí­
como demostración patente y dolorosa, los
gremios divididos, las asociaciones fragmenta­ sima propaganda, á fin de educar y de des­
das y las vorágines de sus asambleas, mala­ arrollar conciencia y un sentimiento elevadímente concordes sobre puntos de vistas ob­ simo de solidaridad de clase, que aún no po­
vios y lucientes y donde individuos, de mal di­ see la clase trabajadora.
Ese es á mi juicio el verdadero camino, el
gerido doctrinarismo suscitan los odios fra­
camino estrecho que conduce á la única con­
ternos y hunden los intereses colectivos en
un proceloso mar de contradicciones y super­ quista á que debemos aspirar: la conquista del
cherías, cuántas veces solo por el amor que pan (no la del poder), y que será la conquis­
ta de la vida.
tienen á una popularidad estrecha y egoísta.
Todo lo demás es, á mi juicio, puro artifiPero ¿qué es lo que determina la produc
cialismo, obra estéril é infecunda. Y tal co­
ción de estas lamentables anomalías?
mo lo pienso, así lo digo.
Las ocasiona en no pequeña parte, la
Es así como entiendo y he entendido siem­
lalta de suspicacia que caracteriza casi siem­
pre la acción socialista, y el nuevo periódico
pre al obrero y su inferior mentalidad que no
constituye á mi juicio su verdadero intérprete.
puede hallar la luz en algunos problemas de
Los obreros lo comprenderán y él hará rá­
suyo bien embrollados; pero más que todo ellas
pidamente carrera entre el desprecio de los
son el fruto del inextricable confusionismo que
menos, la indiferencia de los sectarios y el
embarga las supenores inteligencias de los que
sarcasmo de los perfectos.
se han dado ante él el simpático papel de
¡Pobre proletario! Eternamente oprimido, sa­
Mentores.
luda con entusiasmo la aparición de todo nue­
Se ha propagado mucho el socialismo, y
más talvez, el anarquismo. ¿Pero qué socia­ vo periódico que te oriente hacia la ruta ne­
cesaria para que conquistes la libertad econó­
lismo y qué anarquismo, pueden ser estos,
mica, base de toda otra libertad!
cuya concepción es tan variada y elástica,
Por uno de los artículos de su programa,
que cada uno de sus apóstoles parece haber
veo que L a A c c i ó n S o c i a l i s t a considera
tenido uno propio y original?
al Parlamento simplemente como un medio
Cada uno de estos ha contado la verdad á
de «crítica y de descrédito» de las institucio­
su modo.
nes burguesas.
No es de extrañar, pues, qué el embrollo
Pareciéndome deficiente ese juicio, me p e r­
reinante en las cabezas de los maestros Se
mito apuntar por ello algunas de las ventajas
haya trasmitido á la masa de los discípulos, con
indiscutibles, que, á mi modo de ver, entraña
todos los agravantes á deducirse de una menor
el Parlamento y de las que no se ha hecho
elaboración intelectual.
mención alguna.
Y á que seguir, basta solo detener la vís­
Ahí van:
ta sobre el estado de la organización sindica!,
I a El de ser un excelente medio de propa­
para comprobar la división insana, injusta; é
ilógica en la familia obrera, mantenida se­ ganda doctrinaria dentro y fuera de su seno,
á fin de iluminar la conciencia colectiva.
gún se pretende por razones de táctica, cuan­
2a El de ser un medio de obstruccionismo á
do en todo el procedimiento de la acción
la
elaboración de leyes tendientes á consoli­
proletaria realizado hasta la fecha, no se re­
vela nada absolutamente que distinga ó dife­ dar el factual régimen de producción capi­
talista.
rencie un grupo de otro. Para evidenciarlo
3* La de agitación constante de la opinión
basta y sobra comparar las reglamentaciones
pública en el sentido de interesar á esta en
estrictamente análogas en ambas fracciones.
la gestión personal de sus intereses económicos.
Queda, pues, demostrado que el motivo de
4“ La. de proporcionar al pueblo trabajador
la división é incerlidumbre íeinante en nues­
tro mo\ ¡miento obrero, se debe exclusivamen­ un término de comparación, que le permita
te, á una causa exterior, ideológica, que inva­ comprender que la representación parlamenta­
diendo la organización, hace imposible la ar­ ria (no socialista, se entiende), representa en
la actualidad los intereses de una sola clase:
monía entre sus elementos.
la clase capitalista.
El remedio consiste en una concepción más
5a Y , finalmente, la de promover campañas
sencilla y positiva de la acción proletaria, que
extii pando de raiz las causas del mal, permi­ moralisadoras, llevando al seno del parlamen­
to todos los escándalos é inmoralidades adta en el futuro realizar sobre bases estables
ministrativos.
la unidad material y mental de todos los tra­
Sin otro motivo reciba mi más sincero
bajadores organizados.
aplauso.
La única concepción que pueda tener hoy
Su compañero y amigo
esta virtud innegable, es el sindicalismo.
Aceptando su espíritu, impregnado de uVi
C arlos H ersch el.
experimentaüsmo preciso, no hay manera al­
guna de divergei; las circunstancias imponen
constantemente el procedimientp á seguir, rec­
to é invariable, en el terreno de la lucha de
El uso continuo, y por consiguiente arbi­
clases.
trario
y cobarde, de esta ley hacen los fun­
Toda influencia ideológica exterior queda
cionarios
policiales del pais, ha hecho comanulada, pues él establece el fundamento de
la obra revolucionaria del proletariado, en sus , prender á la Federación O. Regional A rgen­
tina, la necesidad imperiosa de contrarrestar
verdaderos órganos de combate, los sindicatos,
sus
efectos adoptando procedimientos tendien­
que transcienden su acción política, en la
tes
á
este fin.
única forma racional, y por lo tanto científica
Y
en
tal sentido ha resuelto la fundación
en que es posible concebir á ésta, la lucha de
de un C o m i t é d e P r o p a g a n d a I n t e r n a ­
clases. El sindicalismo, además; al desterrar
c io n a l c o n tr a
la
L e y d e R e s i d e n c i a con
la lalsa hipótesis de un dualismo de acción,
asiento
en
la
vecina
capital de Montevideo.
coloca á los trabajadores, en una situación li­
Como
fácil
es
concebir,
el arma que la F e­
bre y francamente revolucionaria frente á la
deración
se
propone
utilizar
á sus loables pro­
clase dominante, manteniendo en ellos de una
manera constante, la visión exacta del antago­ pósitos es la solidaridad de los obreros euro­
nismo irreductible que divide á las clases so­ peos con sus hermanos de ésta.
La iniciativa en cuanto tiende á combatir
ciales.— L . B.
la torpe ley de extrañamiento, solo puede me­
recer nuestras simpatías
y nuestro mejor
concurso.
Pero diferimos en la elección del procedi­
miento para llevarla a la práctica.
Julio 15 de 1905. Compañero Redactor de
No pensamos que sea lo más acertado con­
la A c c i ó n S o c i a l i s t a : He leido con verda­
dero placer el primer número del primer pe­ centrar, principalmente, la campaña contra la
aludida disposición legal en un llamado á la
riódico sindicalista que aparece entre nosotros.
solidaridad
del proletariado europeo. Porque
Es un esfuerzo que toda conciencia socia­
la actuación del materialmente interesado que­
lista debe generosamente aplaudir.
daría reducida á invocar tal solidaridad. En
La acción proletaria verdaderamente eficaz
cambio toda la obra positiva, real y más tees una sola: esencialmente económica, y el
cunda, correspondería á quien solo habria de
triunfo progresivo de ella hará debilitar más
empeñarse en nombre de un sentimiento f r a ­
y más el poder, exclusivamente económico, de
su enemigo: la clase capitalista, obligada co­ ternal, pero no impulsado por una necesidad
sentida en propio cuerpo.
mo se halla á hacer, día á día, concesiones á
La ley de residencia fué creada contra aque­
las exigencias cada vez más imperiosas, más
llos obreros extranjeros, radicados en el pais,
soberbias, más conscientes de la clase traba­
jadora, que ha comprendido con ese buen sen­ que por sus actos y convicciones revolucio­
nas debilitaban el régimen coercitivo que de­
tido que la caracteriza, que «solamente quien
fiende los privilegios burgueses y propendían
todo lo produce puede destruirlo todo, porque
con su crítica y su propaganda, á dificultar el
sabría reedificarlo todo de nuevo.» (Turatti).
proceso de la explotación capitalista.
Y la decadencia y disolución paulatina de
Los obreros europeos pueden y deben sen­
la clase capitalista, traerá á su vez la deca­
dencia fatal, inevitable de sus órganos natu­ tir antipatía hacia aquella ley; pero solo es
una antipatía refleja. En cambio la que á no­
rales de defensa: el Estado y el Parlamento.
No sé, ni me interesa saber, si esta mane­ sotros nos inspira surge directamente del da­
ra práctica de concebir la acción del proleta­ ño que nos hace, ó por cuanto es esgrimida
en contra nuestra.
riado se llama directa ó de cualquier otro mo
Ella es un producto de la lucha de clase
do- No son las palabras las que van á redi­
piaclicada en la República Argentina; es un
mir á la clase trabajadora de su esclavitud
producto del proceso revolucionario que vá
económica. Solo sé que es acción verdadera,
cumpliendo
el choque entre los capitalistas y
porque es acción victoriosa. Y la experiencia
los obreros de la República Argentina. La bur­
está ahí para probar lo que decimos.
guesía la emplea para dificultar la acción de
Está de más afirmar, que el día en que el
Contro la ley de residencia
CARTA ABIERTA
de
■Mh
En su consecuencia, los fundamentalmente
lesionados somos nosotros; y es á nosotros á
quienes fundamentalmente incumbe el deber
de empeñarse por su derogación. Así, al me­
nos lo determina una lógica en extremo ele­
mental.
Si la ley de residencia ha sido sancionada
con el objeto de poner un obstáculo á la lucha de los obreros argentinos, eliminar ese
obstáculo es condición ineludible para la prosecusión libre y ámplia de aquella. A esto no
pueden, ni deben ellos permanecer indiferen­
tes ó ágenos.
La derogación de la ley de residencia co­
rresponde plantearla, sino como una etapa
(conceptuamos que sus efectos no alcanzan á
obstrucionar en tanto la acción obrera} al me­
nos como parte de una etapa que es indis­
pensable recorrer en la lucha pertinente á este
país. ; Y es posible aceptar que una tarea se­
mejante sea realizada por los trabajadores de
allende los mares, cuando estos tienen á su
cargo el cumplimiento de la misión liberado­
ra en el rincón burgués donde habitan?
No; esa etapa debe ser alcanzada por los
llamados á practicar y consumar la lucha en la
R. Argentina, por los trabajadores argentinos.
Y nótese que recurrir á la solidaridad in­
ternacional para combatir la ley que nos ocu­
pa, en caso de hacerse efectiva, tendría por
efecto empeñar al proletariado europeo en
guerra, no solo con la burguesía argentina,
sino también con la que á ellos directamente
les explota y oprime. Pues no alcanzamos á
colegir de que medios podrían valerse que no
tuviera tales consecuencias. Y no alcanzamos
tampoco á colegir de que medios podrían va­
lerse que no les requiriera un esfuerzo cuyos
frutc/s ó beneficios, si los hubiera, solo corres­
pondería al proletariado de este país, precisa­
mente al que en poco ó en nada contribuyó
para ello.
¿Es esto íazonable, es esto lógico, es esto
aceptable? Nó!, un procedimiento semejante
adoptado por nuestro pueblo trabajador, san­
cionaría, por su parte, una manifiesta cobar­
día, y una irritante violación á la propia so­
lidaridad internacional invocada.
Tal concepto nos ha merecido la ingenua
actitud del Comité Ejecutivo del Partido So­
cialista, cuando ante la prorrogación del esta­
do de sitio, soio alranzó á concebir el envío
de una nota al Secretariado Internacional de
Bruselas para que este invitara á los partidos
socialistas de Euiopa á declarar el to yco tt á
los productos argentinos, toda vez que nues­
tro gobierno reincidiera en el empleo de fa­
cultades extraordinarias.
A esto se llama desde tiempos inmemoria­
les, sacar las castañas del fuego con mano
age na a.
Lo que era peligroso y descabellado para
nuestros obreros, no lo era, en el concepto de
estos ciudadanos, para los obreros europeos
que nada tenian en ello que ganar, pero sí
algo que perder.
Es muy fácil y muy bonito llamarse socia­
lista y subrayarse revolucionario, si tal socia­
lismo y revolución han de ser practicados por
terceros.
De palabra revolucionarias está lleno el mun­
do. L o que de continuo escasean son los ac­
tos revolucionarios.
Pero otras consideraciones nos sujiere la
iniciativa de la Federación Obi era: Pensamos
que esta no prosperará, por cuanto no se ha­
rá efectiva la solidaridad internacional de los
trabajadores europeos. Y no por razones de
deficiencia en su ear.'cter y fuerza combativa
(mucho de ellos tenemos que aprender), pero
sí, por razones de inoportunidad é improceden­
cia en el concurso solicitado.
En todas las circunstancias (la historia del
movimiento obreio en cualquier parte y en
cualquier época nos confirman) la solidaridad
se reclama para apoyar para robustecer, para
secundar una campaña concreta y determina­
da, ya empeñada por quienes están directa y
materialmente interesados en ello. No es el
rol de los obreros del grem io A. ó de la re­
gión X . hacer lo que solo á otros correspon­
de realizar. Ellos tienen el deber solidario de
coadyuvar al mejor éxito de lo que los intere­
sados hacen.
E11 esta forma la solidaridad tiene un estí­
mulo palpitante é intenso para manifestarse
espontánea y hermosamente, cuando es reque­
rida. En la totalidad de los casos, así ha trans­
cendido á la vida de la realidad social. Y
siempre aquel estímulo» ha sido su gran fuer­
za propulsora.
La ausencia de este, en la cuestión que nos
ocupa, es lo que precisamente nos induce á
pensar en el fracaso de la iniciativa de la
F. O. R. A.
Quizas se nos objetara la falta de una cla­
ra conciencia por parte de nuestra organizanización para realizar una enérgica campaña
contra la ley de residencia. No nos encarga­
ríamos de demostrar lo contrario, pues esta­
mos convencido de ello. Pero esto 110 impli­
ca , de manera alguna, la aceptación del eter­
no estribillo de los parlamentaristas: los obre­
ros son incapaces. . . .
Es que precisamente la formación de esa
capacidad debe ser el propósito ulterior de to­
dos los movimientos cuotidianos de la masa
proletaria.
Ella no se adquiere por milagro celestial ó
por habilidades de un mago. Tam poco se prociea reliiáuilose á los montes uventinos, pa­
ra después, una vez preparados y fuertes, ha­
cer irrupción sobre la sociedad burguesa... No,
esto es sueño, es utopia, y en muchas ocaciones grosera mistificación.
n r in iiiP lfá
plena educación y disciplina de sus energías
físicas, morales é intelectuales, no esquivan­
do la lucha, sino llendo á la lucha.
No en un campo ideológico ó apartado del
combate, sino en el propio campo de la acción.
Su fuerza, su gran fuerza dominadora, in­
teligente y lozana, no será el resultado de
una adición de reformas, como prc-tendr-n nues­
tros politiqueros; pero si, el resultado de una
suma de cuantiosas lecciones de hechos.
Las victorias y las derrotas, las habilida­
des ó torpezas del adversario, *y las torpezas
ó habilidades propias, los movimientos de
unos y otros, en una palabra: la totalidad de
las impresiones del combate, constituye la in­
mensa fuente donde los obreros han de ad­
quirir el vigoroso temple de su carácter.
En nuestro concepto, los opúsculos, los pe­
riódicos, libros etc, tienen por misión aclarar,
Precisar en la mente del obr<-ro el mur.do de
impresiones recibidas en el choque cuotidiano.
H ay en su consecuencia una razón transcedental que reclama la realización por mies
tro proletariado, de una enérgica canq li­
ña contra la ley de residencia. Hasta aho­
ra no hemos hecho nada sério en este sentido.
Llevada á cabo, en lo principal, por los
obreros de otros países, en el caso improba­
ble de éxito, este no nos beneficiai ía en nada
sólido y estable— Porque no habríamos apren­
dido á conquistarlo, y por consiguiente, á de­
fenderlo.
Solo se aprende á amar la libertad y saberla
valorar cuando se lucha por ella.
En todas estas consideraciones apoyamos
nuestra oposición á la iniciativa que nos ocupa.
Hemos sido lo suficientemente claros, para
que los compañeros de la Federación puedan
atribuir nuestra crítica, á torpe antagonismo
entre anarquistas y socialistas.
A l contrario, las observaciones hechas obe­
decen al leal ?y sincero propósito de contri­
buir en la medida de nuestras fuerzas á ro­
bustecer la acción de la F. O. R. A. en su
campaña contra la ley de extrañamiento. Por
eso esperamos que esta sabrá tener en cuen­
ta nuestra palabra.
En nuestro concepto lo que corresponde
hacer es, que la Federación proinutba la fun­
dación un Comité Obrero de agitación contra
la ley de residencia, formado por representan­
tes de todas las instituciones proletarias que
que hay en el país.
El rol de este Comité sería el de editar
folletos, n aiiititstos, oiganizar conferencias y
m itints en todo el territorio, en una palabra:
empeñarse en exaltar la conciencia de nues­
tra clase obrera, agitar la opinión pública y
ejercer presión sobre la clase dominante. Y
para secundar esta campaña, sería entonces
eminentemente oportuno, requerir la solidari­
dad de los trabajadores de Europa.
Y así habríamos realizado una obra, á la
par que hermosa, preñada de nueva vida.
En el Parlamento
Los debates parlamentarios á que ha dado
margen la relorma electoral han sido real­
mente interesantes y ricos en enseñanzas para
el pueblo trabajador.
A pesar de lo habituados que estamos á pre­
senciar los rasgos de repugnante moral que
caracterizan á los falsos mandatarios, y per­
fectamente convencidos del cínico desparpajo
con que cumplen su obra de depredación so­
cial, ha sido tan excepcional en esta ocasión
la franqueza con que han confesado sus prác­
ticas lraudulentas que no ha podido menos de
sorprendernos.
El parlamento burgués lia escuchado en su
recinto y por boca de sus mismos miembros,
su propia condenación, como institución de­
mocrática y honesta, sin que uno solo de los
representantes heridos en su honradez se al­
zara en su defensa.
La confesión de los mismos mandatarios,
vale más que la impugnación de todos los
acusadores habidos y por haber, y es preciso
dar fé á sus palabras: «En la legislatura bur­
guesa, solo tienen asiento los paniaguados de
los gobernadores de provincia, quienes inte­
gran las cámaras con personajes de su devo­
ción y confianza.»
¡Después de esto, qué podríamos agregar
en defensa de la más democrática institución
burguesa, cuando sus mismos miembros son
con semejante franqueza tan calurosos y ori­
ginales paladines que no dejan ya nada que
decir A todos los que como nosotros desde
afuera miramos y meditamos sobre la suerte
de una sociedad puesta bajo la égida de tales
desvergonzados salteadores!
CDNQRESD HE LA F. 0. fl. A.
En breve, realizará su quinto congreso es­
ta importante institución obrera, que como es
bien sabido reúne en su seno á varios de los
grem ios más esenciales en la economía na­
cional.
A juzgar por los asuntos que se pondján
A su consideración y por el espíritu animado
de los obreros, se puede preveer la transcen­
dencia que tendrá para todo el movimiento de
clases en el pafs.
Y no de otra manera puede ser, ya que las
cuestiones á resolver por nuestro pueblo obre­
ro, están planteadas por las circunstancias
propias al actual período de la lucha.
Estudiarlas y resolverlas, sin timideces y
con tino, es lo que corresponde hacer á los
organismos proletarios que entre nosotros
concentran las mayores y mejores fuerzas de
L A ACCION S O C IA L IS T A
L a s c o s a s c la r a s
A sí titula la redacción de L a Vanguardia á
unas pretendidas aclaraciones que hace con
m otivo d e la q ueja interpuesta por varios com ­
pañeros, por la flagrante parcialidad d el ciu­
dadano redactor del ó rgan o oficial d el partido
en favor de algu nas producciones que coinci­
dían con su criterio, y su actitud totalm ente
diversa con respecto á otras de pensam iento
antagónico.
Creem os necesario, aunque nos m oleste m u­
cho en verdad, el ratificar nuevam ente lo ase­
verad o por nosotros, que la actual redacción
de L a Vanguardia ha rechazado artículos de
los com pañeros Lorenzo, Bosio y C o ni, en
oportunidad, com o es de gen eral conocim iento
en el Partido, que daba cabida en las colum ­
nas del periódico á críticas, por dem ás en co­
nadas contra la m anera de pensar y obrar de
los aludidos ciudadanos, alegan d o caprichosa­
mente excusas de un pueril fundam ento.
Adem ás, aunque reconozcam os ju sta la ob ­
jeció n que en forma d e nota h aga A cualquier
artículo de colaboración el redactor d e un pe­
riódico, no deja de ser casi una prueba de lo
que afirm am os la a gre ga d a á la producción de
E liseo Ibañez, en el núm ero 24 de L a Van­
guardia en la que en forma asaz a gresiva por
cierto, se le amenaza autom áticam ente con la
interdicción total si se em peña en continuar
sobre el mismo argum ento.
¿En qué quedamos? H ay libertad 6 no de
escribir en L a V anguardiaf Creem os que sí,
cuando lo que se escriba sea á gusto y pa­
ladar del redactor del órgan o oficial. . . . del
partido, puesto que es así.
LAS DEL1C1¿: EELM EM ISM O
C o n ocido es en sus resultados terribles so­
bre las condiciones de vid a de los trabajado­
res, el desm edido proteccionism o con que la
bu rgu esía gobernante, interesada m aterialm en­
te en él, ha socorrido algunas nacientes in­
dustrias nacionales.
E n tre los casos de proteccionism o descara­
d o y crim inal más notables, podría citarse la
fabricación del papel que ha arruinado casi la
industria del libro en el país.
E n balde han sido las peticiones reiteradas
hechas á las cám aras por los lesionados por
esta política económ ica, cu ya aplicación entra­
ña la ruina de una im portante y útilísim a indus­
tria; el ju ego de gran des intereses capitalistas
ha dado al traste con todas las solicitudes de
este género; y la privilegiad a situación de los
fabricantes de papel del país ha continuado
siendo la misma.
P or tercera vez, creem os, la Sociedad t i ­
pográfica Bonaerense, con encom iable firmeza
v u elv e á la carga, reclam ando un poco de
equidad legistativa á fin de restablecer la mal­
parada s ili ación de los obreros de la im­
prenta.
E n un m em orial presentado á la Cám ara de
diputados, hace presente á esta los estragos
de su política proteccio nista sobre las condi­
cion es gen erales del trabajo tipográfico y si­
m ilares, y dem uestra que ellos son por entero
la consecuencia de los crecidos giavám en es
aduaneros, im puestos al papel en blanco, que
perm ite á las gran des em presas del país,
sus im presiones á E u ropa y obtenerlas á más
barato precio que los confeccionados en los
talleres nacionales.
T erm in a pidiendo se g ra v e á la im portación
del im preso, y se libere del im puesto que tie­
ne actualm ente la introducción del papel en
blanco.
.
Sin dejar d e aplaudir la actitud de la 00ciedaa Tipográfica Bonaerense, estam os se g u ­
ro s de la infructuosidad del reclam o inter­
puesto, por cuanto intervienen en la consolida­
ción de estos p rivilegio s, grandes buitres ca­
p italistas que no se dejarán así no más arre­
batar la rica presa que tienen entre sus garras.
S ó lo , habría una probabilidad de triunfo
para el laudable propósito de la Tipo gráfica, y
seria el de que los editores, usando eficaz­
m ente de sus m edios m ateriales de con vic­
ción legislativa, se aseguraran una m ayoría al
servicio de sus intereses industriales.
L a benem érita institución de socorros mútuos, p a ie ce aún confiar en la ecuanim idad le­
gislativ a b urguesa, olvidando la función emi­
nentem ente de clase que los parlam entos bur­
gueses desempeñan.
L a f a r s a e le c t o r a l
d e l D o m in g o
B IB LIO G R A FIA
c u a n to d e c ía m o s a n te rio rm e n te ; 2 P ^
c ía
m u e s tra , ta m b ié n sin q u e re rlo , u n
g , , me
s u p in a s o b re la c a u s a d e d e te rm in a
¡ ¡ ja d
m o s y u n a p é s im a p e rc e p c ió n d e
La tiran ía del frac. -T a l es el título de
la ú ’ iima producción de A lb erto G hiraldo.
E s una interesante crón ica de preso, v iv ifi­
“ t t ó d n parece c o n v e le n ,. S
cada por los entusiasm os de un
alm a de lu ­
U f n U ü a n r M es enteram ente
*
chador y de poeta, en la que el escritor
re­
q u e la acción directa lo e s to d o .
N unca ha
volucionario va rem em orando hora por hora,
M o u n fra n c o y u n t ó p e » , c o m o .c u a n d o
día por día, las em ociones del cautiverio á
a firm a q u e só lo la organización (n o s e a tre v
que lo tuvo sujeto la barbarie bu rgu esa du­
a ú n á d e c ir la acción de los sindicatos),P ued*
rante el últim o estado de sitio.
o b te n e r la a b o lic ió n d e l e y e s r e s tn c t .y a s al
L a mente artista y m editativa de G h irald o
d e s a rr o llo o b re ro . O n o h a m e d ita d o .b ie n
ha herm oseado el relato de aquellas horas mo­
q u e e sc rib ía , ó d e c id id a m e n te , él ta m b é n e
nótonas y som brías pasadas en las m asinorras
u n p a r tid a r io d e la acción directa. ¡O h, la ím
de la nave de guerra, con origin ales reflexio­
ta c ió n in c o n sc ie n te , ta n p o d e ro s a é in flu y e n te
nes sobre las inm oralidades é in justicias que
q u e lle g a h a s ta h a c e r e s tr a g o s e n u n p re c la ro
caracterizan á esta bárbara dom inación b u r­
e s p ír itu c o m o el d e S a n g u in e tti!
guesa, á la que por una exactísim a m etáfora
Pero, en lo que d ivergem os un poco, con
él sagazm en te llam a la tiranía d el fr a c , título
nuestro enconado crítico (h o y partí ario in
acertado y llam ativo que ha dado á su última
con victo), es en la aseveración de que será la
producción liteiaria.
misma bu rgu esía la que anulará sus leyes, una
A cusam os recibo del ejem plar c|ue nos ha
vez que com pruebe un p ro g re so constan e en
sido enviado galantem ente.
la capacidad del proletariado. N o es esto o
La palabra de un desterrado — Con este que sucede norm alm ente, sino que, p or el con ­
titulo, Progreso de la Boca ha em pezado á pu­
trario. las b u rgu esías contem poráneas, v etera ­
b licar la interesante narración de las penalida­
nas y a en las luchas de clases, sólo dictan
d es sufridas por uno de nuestros más activos
le ye s de restricción al m ovim iento obrero,
p ropagan distas en los calabozos terrestres y
cuando el desarrollo de éste adqu iere una e x ­
m arítim os de esta libérrim a república b u r­
tensión am enazadora al regu lar y tranquilo
guesa.
A ju zg a r por los dos prim eros folletines
publicados, se trata de un relato rico en de­
talles, cu yo riguroso realism o lia de herir v i­
vam ente el espíritu del lector. L a v erd a d pal­
pitante de algunos de sus cuadros es notable
en sumo grad o, especialm ente la de aquellos
que describen la vid a del preso obrero y la
rebelante inm undicia de los calabozos policialts.
L a pa labia de un desterrado, así com o L a
Urania d el f i a c , del que podría decirse es un
com plem ento, servirán á ilustrar las in teligen ­
cias de los que deseen conocer á fondo esta
época de recrudeciente arbitrariedad burguesa.
Felicitam os al m odesto com pañero que es­
conde m odestam ente sus m éritos literarios, y
le aconsejam os, desde ya, por la lectura de lo
poco aparecido de su trabajo, la conveniencia
de ponerlo en volum en, con la certidum bre de
que hallará una fácil y rápida salida.
La Vanguardia — E n el N° 28 de nuestro
órgan o oficial, se publica un artículo titulado
« Vieja comedia» del ciudadano F . D agn in o, y
que trata sobre la revolución francesa. N o po­
dem os dejar pasar desapercibidos los m ons­
truosos errores en que se incurre, siqu iera sea
en hom enaje á lo que nadie ign ora. Pero nos
lim itarem os á unas escasas líneas, precisam en­
te, en virtu d de que todo el m undo está por
dem ás ilustrado sobre este asunto; m enos uno,
el articulista.
D el análisis, por e l deierminismo económico,
de aquel trascendental acontecim iento h istóri­
co, surgen las siguientes conclusiones:
Q ue las condiciones económ icas, políticas,
m orales y hasta id eológicas anteriores á aquel
hecho histórico, tenían perfectam ente m adura­
da una radical transform ación y una nueva
disposición social: el régim en capitalista.
Q u e su agente revolucionario fué la bur­
guesía, com o úuica clase capaz de realizarlo,
en virtud de haber ésta adquirido, dentro de
la sociedad feudal, el dom inio d e la produc­
ción, y gen erado nuevas relaciones jurídicas.
Q u e el advenim iento d e la b urguesía com o
clase dom inante determ inó un cam bio funda­
m ental en las bases y en la superextructura
social, al sustituir e l régim en de producción
fe u d a l por el capitalista, el derecho feudal por
el derecho capitalista, el poder político feudal
por el poder político capitalista d esem peñ ado
con órgan os propios: la com una y el parla­
mento.
Q u e esta revolución (la más perfecta que
conoce la historia) ha im plicado un gran paso
en el curso de la evolución social, al reem ­
plazar un régim en insostenible y caduco por
otro de tipo superior, concordante con las nue­
vas necesidades de una hum anidad más desen­
vuelta.
¿ *% En otro lu gaa, del m ismo número, el co m ­
pañero San gu in etti publica un la rgo artículo
sobre las leyes contra el socialism o y el m e­
dio de abolirías, en el que arriba después de
largas digresion es y de m alas citas, á las si­
gu ien tes conmovedoras conclusiones, qu e c re e ­
mos de suma utilidad el transcribir:
«La le y de residencia y el d ecreto que p ro ­
híbe el uso de banderas rojas no serán abo­
lidos por el solo hecho de que s e p r o t e s t e
JVERBALM EN TE
6
SE
P R O C U R E D E M O S T R A R SU
{ i n c o n s t i t u c i o n a l ! da d .
E stas leyes serán abo­
lidas P O R L A M IS M A b u r g u e s í a que las a p ro ­
bó, sólo cuando nuestro proletariado sepa or­
Buenos A ires ha visto reproducidos el doganizarse seria y sólidam ente, económ ica y po­
n in go pasado las repugnantes escenas de un
liticam ente, cuando á pesar de las mencionadas
:om icio, en que la corruptela y la venalidad
le) es la burguesía compruebe un progreso cons­
¡on los únicos triunfantes.
tante en la capacidad de nuestro proletariado;
N unca, com o en las elecciones del 16 de
cuando, com o en Alem ania, el Partido Socia­
[ulio, y esto lo dice despechada L a Nación,
lista aum ente la cantidad com o la calidad de
ha sido tan patente y repulsivo el com ercio
sus adherentes. En una palab a, cuando la bur­
del voto, y el cínico descaro de los trafican­
guesía pueda com probar que á pesar de la ley
tes de conciencias populares.
de residencia y prohibición de hacer uso de
Segú n lo afirma el órgan o partidario del
las banderas el Partido Socialista progresa.
fracasado candidato Cullen, no ha habido ex­
Entonces, la misma burguesía que en nombre
cepciones honrosas capaces de substraerse á
de la segu rid ad social aprobó esas leyes, se
la corrupta influencia del dinero 6 de la m ez­
convencerá de su inutilidad, etc., e tc ...... «A
quina am bición de un em pleo presupuestado.
mi ju icio, no serán las lamentaciones y las p ro ­
L o s elem entos sufragantes del vencedor fueron
testas sino la obra séria y consciente de pro­
conjuntam ente hum ildes obreros, y orgullosos
intelectuales no habiendo más diferencia entre paganda y organización política y económ iea
del proletariado argentino, lo que decidirá la
ellos sinó en el consistente precio de la venta
abolición de las leyes excepcionales.»
de la respectiva libreta.
Estas herm osas palabras que salen casual­
N uestras candidaturas de protesta, Cúneo y
mente de uno de nuestros más hirientes de­
R osaenz, obtuvieron un reducido núm ero de
tractores, son adm irables y fecundas en su sen­
sufragios, los únicos votos, tal v ez, insacula­
cilla interpretación: i" porque nuestro crítico
dos con honradez en los com icios del d o­
viene, sin quererlo é incautamente, á abonar
m ingo.
proceso de su exp lotación, y no las d eroga,
sino qee se ve forzada á no darles sanción,
sólo cuando la acción resistente y victoriosa de
los trabajadores hace imposible su aplicación.
H aciendo con star que el com pañero Sangu in ettí no recuerda para nada la eficiente acción
parlam entaria, repetim os con él, que no serán
las lamentaciones y protestas, sino la acción
consciente y en érgica del proletariad o la que
d ecidirá la abolición de le ye s excep cion ales,
y tam bién la obtención definitiva de su em an­
__________
cipación económ ica.
HUELGA#
v ez e q u itativas m ejoras. E l espíritu
reinante
es altam ente bueno, ca racterizá n d o se por su
d eterm in ación en no v o lv e r á los talleres sinó
d esp u és d e o b te n :d a una v icto ria com pleta.
L a s p ersp ectiva s del m ovim iento son alta­
m ente favorab les para los o b rero s huelguistas,
pu d iénd ose d ecir qu e su é x ito d ep en d e por en­
tero, d f la con stan cia y firm eza con que es­
tos se jn an ten gan en su actitu d .
~
G R E M IA L E S
Federación m etalúrgica. -E l laud able pro­
p ósito d e form ar una vasta con federación en­
tre los o b rero s d el m etal, está en vías de ser
lle v ad o á la práctica.
L a reunión realizad a el 16 d el corriente,
con la co n cu rren cia d e los d ele g a d o s d e la fe­
d eración de fu n d id ores y m odelistas, herreros
d e obras, e lectricistas, m ecán icos y anexos,
b ron ceros plom eros y ga sista s,
yu gu illeros,
zin g ü ero s y h o jala tero s ha con fiado la prepa­
ración d e un co n g re so á un com ité interino,
com puesto por un d ele g a d o d e cad a sociedad
presente, y resu elto se lle v e á ca b o una acti­
va y con tin uada p rop ag an d a á fin de que el
p ro y ecto sea u m versalm en te co n o cid o d e los
interesados.
H o y , viern es 2 1 , ten drá lu g a r en la
calle
M éjico 2070, una segu n d a reunión d e d elega ­
dos á la qu e han sid o in vitad os los no a sis­
tentes á la d e l d om in go.
Mecánicos y anex08.— (S e cció n B oca y Ba.
rracas). E sta noche realizan asam b lea en su lo­
cal P a tricio s 8 55.
Conductores de carro s. - A s a m b le a , m aña­
na sábad o 22, á las 8 p. m. en el salón de
la socied ad C a v o u r S arm ien to 76 4 .
E lectricistas. — A sam b lea, el lun es 24, á
las 8 p. m. en la C á m a ra d e trabajo; F lo ri­
da 7 7 7 , para tratar im portantes asuntos.
Ebanistas. - E l 29 d el co rrien te ten drá lu­
g a r una im p orta n te con feren cia, á ca rg o de
los com p añ eros C oni y L o re n z o , en la Casa
S u iza. A esta se a g re g a rá una v elad a familiar.
B ronceros. — M antiénese aún el estado
de
h uelga en este grem io, habiéndose enfocado
todo el v ig o r del m ovim iento en la sección de
los fundidores. L o s obreros de otros ram os de
la industria, sea por lo estéril de una m ás
prolon gad a resistencia, ó por su m ezquindad
de conciencia, han vu elto á las tareas, en las
oprobiosas con dicion es d el ven cid o. Sin em ­
b argo, con la reducción de estos elem entos,
el patronato no vé m ejorada en gran m anera
su d elicada situación.
E l gru p o de los fundidores, el más im por­
tante sin duda de la industria de la broncería,
pués es, puede decirse, el que provisiona de
m ateria prim era los talleres que asegu ra con
su labor la continuidad del trabajo, en los m is­
mos, ha resuelto constituir su sección aparte y
p rosegu ir la resisten cia hasta la obtención de
las condiciones de trabajo que ha exigid o . T o ­
do parece favorecer el intento de estos e n é rg i­
cos obreros, pues se une á la im portancia de
las funciones que tien en en la industria broncera, la e xigü id a d d el núm ero y la sólida con­
ciencia de clases que los d istingue.
L a socied ad d e bron ceros dada la trascen ­
dental im p orta n cia que puede tener una p ro ­
lo n ga d a resisten cia por parte d e los fundido­
res para la m ejor suerte del g rem io en g en e­
ral, ha resu elto no escatim ar sacrificios á fin
de m antenerla m oral y m aterialm ente el ma­
y o r tiem po p osib le. P o r ahora, es tal el espí­
ritu anim oso de los h uelguistas, que parece
felizm ente no ser n ecesaria ayu d a algu na, y su
resolución, «i es m antenida con valentía y
constancia, no cabe la m enor d ud a de q u e les
asegurará el triunfo.
B is e la d o r e s .- - P e r s is t e a ú n e n los patrones
la in transigencia del prim er m om ento, y en
los ob reros la firm e resolución de no cejar en
su d ign a actitu d , hasta ob tener las m ejoras so­
licitadas en las con dicion es d e trabajo. L as
asam bleas que se realizan d enotan un espíritu
v igo ro so y sin d epresiones en la totalidad de
los ob reros h uelguistas qu e hace p resagia r una
victoria próxim a y com pleta.
Taller de San M artin.— L a h u elga producida
en la sección carros establecim iento propiedad
de A lb e rto de B ary, y c u y a crón ica hicim os,
en nuestro últim o núm ero, continúa tod avía
sin perspectivas de solución. L o s obreros injus­
tam ente detenidos han sido p u estos en lib er­
tad, después d e sufrir el en cierro y la in co­
m unicación en los calab ozos policiales.
L o s obreros h uelguistas han rechazado p r o ­
posiciones d e la geren cia para som eter la cu es­
tión al arbitraje, alegan d o con justicia la ra­
zón de q u e habiendo ellos p rovocad o el m o­
vim iento, quieren lle ga r á la solución d e él
obrando p o r sí m ismos y sin m ediación é in­
geren cia extraña de nadie.
N o podem os menos qu e felicitar calurosa­
m ente esta resolución de les huelguistas de
San M artin, de su bstraerse
á las artim a
ñas
capitalistas, y á sus enredos
arbitratarios, qu e sólo tienen por resultado en
la m a y o r ía de los casos obscurecer el crite­
rio de sus verdaderos intereses en los traba­
jad ores y d ebilitar la cohesión y solidez de
los m ovim ientos.
A d em ás, es bien obio y patente que los
conflictos entre capital y trabajo, no se resuel­
ven con entrevistas, sinó con el dom inio de
la fuerza organizada, que es la que determ i­
na la victoria.
E banistas. — E l m ovim iento h uelguista de
este grem io subsiste aún en algu nos talleres
de la C apital, cu yos dueños se espera subscri­
ban pronto las con d icion es de trabajo solici­
tadas por los obreros.
E n cam bio, los ebanistas de L a Plata han
d ejado en igasa el trabajo, reclam ando á su
A las o rganizaciones g re m ia le s
y c e n tro s socialistas
L a red acción d e L a A c c ió n S o c i a l is t a
a g rad e ce ría á las com ision es adm inistrativas
de estas a gru p a cio n es la rem isión de informes
de sus asam bleas y d em ás a ctos sociales á fin
d e d arles p u b licid ad en su s colum nas.
AVISOS
"LA VA N G U A R D IA "
D ia rio socialista
APARECE EL I" DE AGOSTO
S u s c r ip c ió n
m en su al
1
$
Es deber de todo socialista cons­
ciente el contribuir con su suscrip­
ción al sostenimiento del órgano ofi­
cial del partido.
Ayanguardia Socialista
ORGANO
de la J-raccióq Revolucionaria
D IR IG ID O P O R
l
m m
MILAN
7 w. mccchi
Via Ugo Foscolo 5
L A I Revista
N T E R Socialista
NACIONAL
¿Aparece m ensualm ente
Redaoción: A zcu enaga 981
Admistración: Cuyo 19U2
SUSCRIPCIÓN TRIMESTRAL 50 CENTAVOS
í T l e y I el tr a b a jo
Folleto conteniendo los juicios que
ha merecido de los socialistas el pro­
yecto del ex Ministro González.
A parecerá en breve
Por pedidos dirigirse al Centro Socia­
lista del Azul.
EL MOVIMIENTO & EV01flM !0 E M U
por A . S. L O R E N Z O
Precio 10 centavos.
E l beneficio de Ja venta se destina
por m itad al Comité Pro-I*resos y
Centro Socialista del A zul, que lo
edita.
Es necesario recordar á los com
ros, la conveniencia de no cejar
Boycott, que el consejo de laUnió
ce algún tiempo inició contra la fí
de A lpargatas La Argentina, coi
medio de ayudar á la resistencia
los valientes huelguistas hacian
cha casa.
Ningún obrero debe compra
ductos de la fábrica La Arge
para hacer comprender á los d
capitalistas el valor déla fuerza o
P eriódico
^
S in d ic a lis ta R e v o lu c io n a rio
Aparece el 11 y 21 de cada m es
^------------------
Tercer Congreso de la U. G. de Trabajadores
1 '
A poco más de un año de distancia, la
Unión General de Trabajadores, celebra su
tercer congreso.
El organismo, más crecido en fuerzas, con
más savia de vida, con un año más de expe­
riencia en la lucha, vá a deliberar en uno de
los más críticos momentos de su vida.
Su enemigo, le ha asestado un gran golpe,
y se prepara á asestarle otros más poderosos,
más detrtmentes.
Los tiempos han mudado mucho. La asam­
blea congresal del año 1904, tenía ante sí un
horizonte límpido, casi halagador,— sin una
amenazadora nube que anunciara una borras­
ca entorpecedora para la acción del proleta­
riado. Su labor fué tranquila, casi despreocu­
pada, iniciada y terminada sin tropiezos, sobre
asuntos de relativa trascendencia para la vida
de la institución, y para la gran causa que
defiende.
En cambio, la asamblea proletaria de ma­
ñana, se hallará de frente á graves y delica­
dos problemas, que reclaman una profunda
elaboración de juicio, y una desapasionada y
enérgica resolución.
Tiene que considerar y resolver, ante un
enemigo audaz y sin escrúpulos, la manera
como contestará sus brutales agresiones, y de­
berá elegir las armas, con que ha de comba­
tir en una lucha impuesta por aquel, con
singular animosidad y empuje.
La burguesía de 1904 no se parece á la
de 1905. La despreocupación característica
que investían sus actos de entonces, se ha
trocado en una íérrea determinación ante la
potencia creciente del proletariado del país, y
su indeterminismo clásico, que favorecía el li­
bre desenvolvimiento de nuestra acción, se han
transformado en un rígido espíritu de clises,
manilestándose en actos de un excepcional
arbitrarismo, que amenaza seriamente con con­
mover les cimientos revolucionarios de nues­
tra organización.
Todo ha sido violado brutalmente por la
dase enemiga. La letra de sus legislaciones,
su gran carta fundamental, que consagra los
derechos individuales, la fundación imparcial
de sus instituciones jurídicas, todo ha sido
barrido y ultrajado por ella misma sin deco­
ro ni dignidad alguna, ante la simple amena­
za de que ese conjunto de libertades y dere­
chos pudiera servir la caus2 justa y humana
del proletariado.
Abur, pues, las esperanzas en la ecuanimimidad de las leyes y de las libérrimas insti­
tuciones burguesas.
La clase trabajadora, ha aprendido en car­
ne propia, la feiocidad de la lucha social, y
la intransigencia crt el del adversario con que
lucha, y no le será dable ya, volver á la aceptarión de recursos y teorías destruidos por la
brusca lección de la experiencia.
En esa asamblea de trabajadores casi todos
ungidos por la persecución capitalista, con el
punzante recuerdo de la cárcel injustamente
sufrida, y con la amenaza que el odio
burgués suspende inexorablemente sobre su9
cabezas, sería una aberración imposible la
aceptación de una paz social, rota y comba
tida por el mismo enemigo.
El despotismo arbitrario de la burguesía
argentina, ha abierto un abismo entre ella v
el proletariado, que éste no puede cerrar, si­
no á condición de su sometimiento absoluto
á las imposiciones de aquella.
¿Harán estos los obreros que formarán el
tercer congreso de la U. G. de T.?
No es dable, no es lógico creerlo. Sería
claudicar con un acto bastardo y de vergon­
zosa cobardía, el elevado ideal que nutre sus
mentes y que alienta y vigoriza sus corazo­
nes, de hombres dignos, en una lucha librada
por el triunfo de una causa de libertad, sin
obtener ninguna utilidad.
La paz de clases, es una burla cruel á la hu­
manidad y á la justicia. Es la capa de plomo
de la libertad.
Sólo rige luciente, sobre el infortunio y la
miseria de la clase productora, sólo resplande­
ce bajo el peso brutal de las tiranías.
¿Habrá un obrero socialista, un trabajador
consciente y digno, que acepte la paz en su
existencia, sometiéndose á la férrea esclavitud
que !e ofrece en cambio, de tal infamia, un
amo cruel y desalmado?
No, los miembros de la gran asamblea pro­
letaria, no harán eso.
Lo dicen bien alto y claro; las proposicio­
nes á tratarse, lo aseguran el espíritu rebelde
de esos hombres templado en una lucha te­
naz y desfavorable, y no quebrantado por el
sombrío cuadro de las mazmorras burgucs.is,
ni por e l . encarnizado rigorism o' de los sica­
rios asalariados del actual régimen.
Esta es nuestra convicción, nuestra lógica
esperanza, y bajo la impresión de ella, es que
nviantos nuestro saludo ferviente al tercer
congreso de la Unión General de Trabajado­
res, recabando de el por el gran ideal que nos
mancomuna, rectitud de juicio en sus resolu­
ciones y ecuanimidad en sus debates, á fin
de que su labor se traduzca en provechosos
resultados para la acción futura del proleta­
riado que lucha por su total emancipación del
yugo capitalista.
I
soluta de ella, en la conciencia del proletarieR e iv in d ic a c io n e s
i
do organizado.
Jornada
de
trabajo
—
Trabajo
nocturno—
Una positiva concepción socialistá del con­
Trabajo á destajo— Trabajo de la mujer y dél
tenido del sindicato, y de la acción trascen­
niño—
Higiene de los sitios de trabajo— Des­
dental que él debe desarrollar, aconsejan la
canso sem anal.
necesidad, para el futuro y ulterioridades de
Son estas reivindicaciones exigidas por ■la
la lucha, de no dar á este interpretaciones y
clase trabajadora de un carácter de justlcia
valor duales, sino á establecer con rígido em­
peño, perseverancia y claridad, en las con­ tal, que se encuentran perfectamente impues­
*
* *
tas á la mente de todos los obreros, y reco­
ciencias de los que lo forman, la concepción
A fin de simplificar la apreciación de las
nocidas por los mismos como dignas de bre­
real de la lucha en que intervienen y de su
numerosas proposiciones, presentadas á la con­
resolución única y fatal, por la energía y en­ garse sin tregua por su conquista.
sideración del tercer congreso, hemos resuelto
Las causas de la dilación en obtenerlas no
tereza desplegada por un proletariado revo­
analizarlas y englobarlas en la forma siguien­
consisten,
pues, en que haya en el campo
lucionario, en guerra abierta, (ranea é incon­
te, ccn la economía de comentarios que nos
obrero
quien
discuta su conveniencia ó efica­
ciliable contra su enemigo de clase.
impone la poca capacidad de nuestro pe­
cia. Ellas estriban, más bien, en la determi­
Es, en virtud, de estas consideraciones que
riódico.
nación de los modos, de las formas ó medios
creemos necesario, por parte del Congreso,
á adoptarse para conseguirlas. Y precisamen­
la declaración explícita de institución de clase
A cción obrera
te á esto responden todas las proposiciones
aue inviste la Unión General de Trabajadores,
que al respecto figuran en la orden del día
y la aceptación de que la acción desarrollada
Para un proletariado que como el de este
del congreso.
por esta no puede ser, en todas las contingen­
país, que se va educando en la escuela del socia­
En nuestro pensamiento la cuestión es sen­
cias de la li cha, sino inspirada estrictamente
lismo, bajo la bandera de la Unión general
cilla porque la solución es una.
en
este
principio
fundamental.
de Trabajadores, no puede haber variedades
La experiencia tiene revelado á los trabajaen el concepto y en los modos prácticos de
ñores
que el goce de las más elementales me­
H u elga g e n e r a l
la acción que debe desarrollar contra su ene­
joras,
siempre es el fruto de su propia gestión.
migo de clase. Las aspiraciones obreras en­
Una de las formas en que más típicamen­
La clase capitalista y sus mandatarios, los
globadas en las organizaciones gremiales van
te puede exteriorizarse esta acción del sindi­
gobernantes, no niegan su justicia; hasta
cato, es sin duda alguna, la huelga general.
rígidamente á detrimentar los intereses del
reconocen; pero no las conceden buenamente
capitalismo, que las rechaza sistemáticamente,
En cualquier modo que se aprecie la huel­
por
cuanto ellas implican una merma inme­
en la medida de sus fuerzas y de las circuns­ ge general, ella es siempre el arma magna
diata á sus provechos. Las dan, cuando los
de los trabajadores organizados.
tancias.
obreros las reclaman y con sus propi..s fuer­
Los sindicatos obreros, surgen fatal y nece­
Como signo de protesta por las coacciones
zas las imponen.
sariamente de la convicción adquirida por los
de la clase enemiga; como acto práctico y
Muchas veces por una falsa apreciación se
trabajadores de la inutilidad absoluta de toda
efectivo de inpugnación al capitalismo, reali­
espera de dudosas leyes la virtud de tales
demanda interpuesta por ellos ante los due­ zado al exclusivo objeto de dañarlo; como re­
concesiones, sin tener en cuenta que una bue­
mate crítico de la gran obra revolucionaria
ños de los instrumentos de producción, que
na legislación social no hace más que tradu­
no sea robustecida y apoyada por la presión
del proletariado, ella se impone constante­
cir
lo que los hechos ya tienen sancionado,
efectiva y doblegante de una voluntad y ac­
mente como único y salvador recurso en la
lo
que
los obreros ya tienen adquirido direc­
batalla, y es la única arma que por su po­
ción colectivas, uniforme y conjunta, y con­
tamente.
En el mejor de los casos univerzatencialidad social efectiva y práctica tiene la
tra la cual la resistencia capitalista sea inc lisan lo que la mayoría ha conquistado.
paz de lesultar victoriosa. El sindicato obrero,
virtud de amedrentar y cohibir la audacia de
Todo emerge, pues, de una fuente eminen­
es, por así decirlo la forma en que disciplina­ la burguesía dominante.
temente obrera. El remedio está en robuste>riamente, el proletariado libra su gran batalla
Maestra moral de los trabajadores, inculca
cer las organizaciones; dar á esta la m ayot
al capitalismo.
en ellos la convicción aguda de su capacidad
vida,
las mejores energías. Y así los resulta­
económ ica y política, revelándoles con una
La agrupación gremial es la unidad funda­
dos son múltiples: se obtiene el florecimiento
claridad meridiana, que _ no obtendría jamás
mental del ejército obrero, y la condición
de los órganos propiamente proletarios de lu­
una elocuencia máxima de la frase ó del libro,
esencial de su permanencia, reside en la
cha
y de emancipación, los sindicatos, y se
la superioridad absoluta de la fuerza social con­
existencia efectiva de un duelo á muerte que
habilitan á estos para todas las conquistas, para
tenida
en
el
proletariado
organizado.
se libran las clases dentro de la sociedad con­
la imposición de leyes saludables y la práctica
temporánea.
Ella expresa, á los obreros, en forma al
de agitaciones sobre cuestiones concretas.
Su carácter, por lo tanto, no puede ser
par profunda y sencilla, la existencia del an­
Y pensamos que en tal sentido debe pro­
otro, que un carácter de lucha, combativo,
tagonism o de clases, y revela ante sus con­
nunciarse
el Congreso, aconsejando la fortifi­
ciencias la enormidad de la injusticia social
en tanto subsistan clases sociales, en tanto
cación de las sociedades como medio nids
de que son víctimas, ofreciéndoles en la soli­
permanezca frente á ella el enemigo que ha
eficaz de convertir en realidad lo que hasta
generado su existencia.
daridad inmensa del acto que realizan, la sal­
hoy son aspiraciones.
Así considerada en su misión histórica la
vación y redención total, por el acrecenta­
miento de esa misma fusión de intereses y
agrupación de obreros, es claro advertir que
L e y Nacional d e T rab ajo
convicciones.
su acción social, no puede ser otra más que
Sobre este importante tópico el Congreso
de lucha y de impugnación al capitalismo, es
L a huelga es el arma propia y natural de la
está interrogado por varias asociaciones.
'
decir, que su acción no puede ser sino una
unidad obrera de combate: el sindicato. Su
No cieem os que sea ardua la respuesta,
acción de clases, y por lo tanto distinguirse co­ ejercicio, sabiamente adopiado, en los casos
pues el criterio de los trabajadores está per­
mo tal en todas las contingencias de la lucha
especialísimos y críticos en que las contin­ fectamente ilustrado al respecto.
que libra contra el adversario.
gencias de la lucha lo impongan, se resuelven
Es bueno recordar, sin embargo, que el re­
Para definir con claridad este carácter revo­ por el doble beneficio para el proletariado
chazo de la ley, no puede hacerse sino de una
lucionario, sumamente transcendental del sin­ de una intimidación al enemigo, con daño pa­ manera efectiva y práctica por los mismos tra­
ra sus intereses materiales, y en un aumento
dicato, es necesario que este se determine
bajadores, en su acción, donde deberán ser
por si mismo, por medio de una categórica y
de conciencia y solidaridad de clase entre los
aplicadas las disposiciones contrarias á los in­
expresa declaración del papel que debe desem­ obreros, que determina en éstos una mayor
tereses del salariado.
peñar en la lucha social, é incube en las
capacidad política y económica en la lucha.
Esto impone necesariamente una determina­
conciencias de los obreros que los forman, la
Ante este beneficio moral y práctico, no
ción enérgica y una cohesión perfecta en I09
noción clara y precisa de su función histórica
puede considerarse como prudente la siste­
interesados, á fin de anularla en la forma úni­
que tiende necesat ia y fatalmente d eliminar mática condenación de la huelga general, ba­
ca que es razonable; es decir, haciendo impo­
la explotación del hombre por el hombre y al sada en el argumento venal de una inútil
sible la ejecución de todas las disposiciones
mismo tiempo, á dar á los trabajado>es la ne­ pérdida de salarios y en el 110 menos pueril
que tienden á perjudicar á la clase trabajadora.
cesaria capacidad para sustituir la gestión
de que origina una mayor coacción oficial
Arbitraje obligatorio
personal y privada de la riqueza social con
sobre los trabajadores que le practican.
En ambos casos, la refutación es elemental;
una form a de contralor colectivo ejercida por
No creemos, seriamente, que el arbitraje
ellos mismos.
para el primero, basta establecer que no hay
obligatorio sea el desideiata de los trabajado­
La obtención de esta conciencia revolucio­ sino suspensión de producción; en el segundo,
res coneientes, desde que estos no tienen con­
naria, y la exteriorización por actos correspon­ que en la lucha social, es inevitable y fatal,
veniencia alguna en someter al arbitrio de un
dientes que la manifiesten con claridad, no es
la resistencia y agresividad de las clases an­ tribunal cualquiera la resolución de sus cues­
posible, sino cuando los sindicatos y confede­ tagónicas, de acuerdo con el grado de poten­ tiones é intereses.
raciones obreras, proponen ante los trabajado­ cia éfectiva en que se encuentran reciproca­
Es obvio, además, que en la lucha que tie­
mente.
res el antagonismo existente entre capital y
nen entablada con el capitalismo, no pueden
trabajo, y presentan su única resolución en la
Basados en estas consideraciones, á nues­
fijar ni les serla posible hacerlo, convencio­
tro juicio creemos que el congreso debe acep­ nes inmutables ó determinadas que regulen sus
conquista y anulación revolucionaria de los
tar ampliamente y sin cortapisas de ningún
privilegios de todo orden en que aquel sus­
relaciones con la clase enemiga.
tenta y basa su dominación social.
género el procedimiento de la huelga gene­
La lucha social en su forma típica no tiene
Introducir interpretaciones equívocas á la
ral, reconociéndole su efectiva y real impor­
carácter de inmutabilidad alguna; ella es in­
tancia, y dejando completa libertad á los obre­
función efectiva y fundamental que desarrolla
fluida en sus alternativas por la mayor ó me­
el sindicato, es hacer una grosera mistifica­ ros adheridos para decretarla en las circuns­
nor capacidad de las fuerzas en conflicto.
ción en la mentalidad obrera, mistificación que
tancias en que sea necesaria imprescindible­
D e aquí, pues, que 110 es posible creer en
mente .;u adopción.
afortunadamente
destruye
con frecuencia,
la observancia, de una parte ni de otra, de
la misma realidad social, al establecer de ma­
reglas establecidas que las condiciones mate­
S olid a rid a d ob rera
nara experimental y obvia el conflicto perma­
riales de la producción por un lado, y de la
Sobre este tópico nos remitimos al artículo
nente de intereses enire capitalistas y obre­
organización por otra, hacen imposible de ser
ros, y la imposible armonía de las clases que
del compañero Piot, que va en otro lugar, y
respetadas.
estos representan.
con cuyas afirmaciones nos solidarizamos en
El arbitraje, á lo más, puede ser aéeptado
Tal mistificación, no viene sino á servir efi­ absoluto.
en una forma especial y circunstancial en los
cientemente los propósitos perseguidos por el
La tendencia á aunar las fuerzas proletarias
casos de huelga, para terminar buenamente
avieso capitalismo, y su fiel aliada, la religión,
en los momentos críticos en que los avances
un acuerdo momentáneo entre las fuerzas en
de mantener la obscuridad y el error en los
bi niales del estado huí gués, ponen en peligro
lucha, pero nunca, á objeto de comprometer
cerebros obreros, con grave perjuicio para la
nuestras posiciones do lucha, debe merecer
en reglas invariables de conducta, las relacio­
más amplia acción revolucionaria de los sindi­
por p.irte de los trabajadores conscientes, sa­ nes de dos clases «pie viven en un estado per­
catos socialistas, (pie aceptan fundamentalmen­ nos de juicio y que vigilan sin apasiona­
manente de guerra, y para los cuales no hay
te la división de las clases, y que tienden
mientos y sectarismos enconados sus bien
más solución racional, sino la anulación ó ab­
por lógica á establecer la noción precisa y ab
entendidos inteteses, el más decidido apoyo.
sorción de una por la otra.
L A ACCION SO C IA LIST A
con éxito en las difíciles emergencias, fren te d
la actitud coercitiva de la bu ig u esta y de su
servil instrumento: e l Estado; y considerando
Que la verdadera manera de tea /ija r am­
28.— Medidas tendientes atenuar
las espeperanzas entre obteros so­ plíam e nie esa unión, consistiría en fusionar la
U. G. de T. y la F . O. A . en un soto y po­
cialistas y anarquistas.
deroso organismo de clase:
En este articulo vam os á ocuparnos de la
Q ue esa fu sió n no puede aún realizarse de
proposición que bajo el número 28 figura en
una manera difiniiiva y permanente debido d
la orden del dia del 3 .0 C o ngreso de la Unión
razones de diversidad de criterios y de tenden­
General de Trabajadores, que dentro de pocas
cias sociológicas, que priman poderosamente y
hora* deberá iniciarse, y que á nuestro ju icio
dividen d los individuos que constituyen ambas
m erece por su im portancia, que todos los
federaciones-, y
com pañeros en general, y en particular los dele­
Q ue d pesar de todas estas razones puede
gados al Congreso, le dediquen una especialírealizarse un mutuo acuerdo para accionar
airaa atención.
unidos y eficazmente en determinados periodos
Tenem os el propósito de ser claros, conci­ de la lucha, j cuando tas cinunstancias im­
sos y concluyentes en esta exposición, resum i­ puestas por la burguesía asi lo exifiera;
remos pués en las más breves líneas posible,
Resuelven aceptar y proponer á lo conside­
nuestro modo de pensar al respecto de esa
ración del próxim o Congreso de la F . O. A .
proposición y de la solución que á ella puede
la realización de un Pacto de So Hila t idad, ten­
darle ql Congreso, si él se inspira en un crite­
diente d unifhar la fuer za y acción de ta cla­
rio sano y elevado.
se obrera organizada en las siguientes circuns­
N o hay duda que el desarrollo paulatino
tancias;
de la lucha de clases, los efectos que de ella
Para oponerse tenazmente d la aplica­
se derivan y que de cuando en cuando sue­
ción de cualquier proyecto de Ley N acional
len tomar más ó menos importancia debido á
del Trabajo que en sus disposiciones contuviera
la acom etividad de uno, ó de ambos com ba­
como e\ proyecto G on zález, medidas restricti­
tientes, proporcionan buenas y saludables ense­
vas a l desenvolvimiento y desar rollo de las or­
ñanzas, obligándonos á adoptar nuevos proce­ ganizaciones obreras.
dimientos de acción que consolidando nuestra
2.0 Cuando manifiestamente se decretara el
obra aceleran el lo gro del fin revolucionario
«Estado de Sitio» con e l propósito de ahogar
que nos proponemos realizar.
probables ó efectivos movim en tos de la ciase
Uno de los efectos im portantes de la lucha
trabajadora-, y
de clases, es entre nosotros, eloE stado de S i­
Í-* P ara combatir hasta su completa dero­
tio», m edida coercitiva en contra de nuestra
gación, á la odiosa y draconiana L ey de E x ­
propaganda y de nuestra acción, recientemen
trañamiento de extranjeros, valiéndonos para
te sancionada por el gobierno por un mes, y
ello de una asidua propaganda, y de una ac­
prorrogado luego por dos meses más, al ob­
ción seria y meditada, realizada en e l interior
jeto, no ya de terminar con conflictos efecti­ y exterior de la república.
vos sinó que único y exclusivam ente en pre­
Para llevar á buen término la realización
visión de probables m ovim ientos obreros que
de las campañas mencionadas, la Unión
Ge­
entorpecieran la libre recolección, transporte
neral de Trabajadores reconocerá y propagará
y exportación de la cosecha.
las conclusiones á las que e l j . ° Congreso de la
H ay que confesarlo, los propósitos de nues­
misma haya arribado, respecto á los rnéticos
tra burguesía hanse vistos esta vez plenamen­
de acción y combatividad á adoptarse contra las
te satisfechos, es pues indispensable prevenir­
medidas y leyes coercitivas creadas p or e l E sta­
nos por cuanto teniendo en cuenta el resul­
do, conit a ¡a organización proletar ia y su obra
tado obtenido, la clase gobernante en sus an­
revolucionar ia.
sias de entorpecer nuestra obra que directa y
E r n e s t o P. P io t .
considerablem ente perjudica sus intereses, no
E sta orden del día ha sido aprobada por la
titubeará un solo instante para volver á las
sociedad de m etalúrgicos, dando mandato im­
andadas, declarándonos otro «Estado de Sitio»
perativo á su delegado al congreso de la
cuaDdo las circunstancias permitan á la clase
Unión General de Trabajadores.
obrera exijir algunas mejoras en sus condi­
ciones de vida y de trabajo.
Los últimos meses de reacción brutal de
nuestros enem igos han de haber hecho obser­
var á los com pañeros que con más ó menos
Siempre la teor ia— Dificultades de la práctica
actividad actúan en el m ovim iento obrero de
aquí, la falta com pleta de solidaridad y de
Según un artículo de «La Vanguardia» del
orientación difinida en nuestra clase traba­
29 de Julio, un fenómeno de periódica apa.
jadora.
H a bastado que el Estado, previendo la rea­ ríción como los de la luna, del mar, del sol,
etc... suele preocupar en algo la atención de
lización de varias huelgas que estaban en
preparación, adoptara la actitud de todos co­ un número de ciudadanos socialistas. Y es po­
ner en discución cuestiones y a dilucidadas. Ese
nocida, para que toda nuestra acción quedara
fenómeno ocurre, á compañeros que, con un cau­
reducida al quietismo más absoluto y ver­
dal grandioso de teoría, lo dice el articulista, y
gonzoso.
deseos justificados de práctica, no pueden verY esto h? sucedido y seguirá sucediendo si
la puesta desdeñosa ó diplom áticamente á un
nosotros que constituimos la fracción organi­
lado, sin protestar ó reaccionar contra un prin­
zada y por consiguiente más inteligente del
proletariado argentino, no tomamos las m edi­ cipio de contagiosa cristalización.
Habiendo gastado estos compañeros, duran­
das necesarias para evitarlo, ó por lo menos
te su poca actuación una actividad igual á la
aténuarlo; y para ello nada mejor ni más
raiz cuadrada de ese mismo tiempo, dem ues­
oportuno que aprovechar los Congresos que
tran ser concordantes con su carácter retrac­
van á realizar la Unión General de Trabajado­
tad o á una inmobilización regreslsta.
res primero, y la Federación O brera A rg e n ti­
Pero...nos estamos contagiando con la ado­
na después.
Una de las medidas que estos dos C o n gre­ ración hipnotizadora que algunos tienen por
propio om bligo, á sem ejanza de los sacerdo­
sos deberían adoptar es la realización de un
tes hindúes.
Pacto de Solidaridad entre ambas entidades,
Con el deseo de hacernos pasar por ingéque daría una satisfactoria solución á la propo­
nuos, el articulista pretende haber observado
sición con la cual encabezamos estas lineas,
entre nosotros este despertar de cuestiones ya
por cuanto que si ella no tendría la virtud de
resueltas, pero no dice quela mismísima cuestión
hacer desaparecer por com pleto las asperezas
fundamental: (oh combien\ com o dicen los iranceque existen entre obreros socialistas y anar­
ses) ser á la vez legalitario y revolucionario,
quistas por lo menos las atenuaría en sumo
divide el Partido socialista en Italia, Fran­
grado, y consolidaría nuestra com batividad en
cia, Alem ania, por su reflejo en la táctica
los momentos difíciles de la lucha.
e t c .....................Ella une la disputa enire re­
Con la realización de ese acuerdo evitaría­
formistas y revolucionarios, ella significa el có­
mos el triste papel de que la Unión y la F e­
modo quietismo en trente de la reacción com­
deración invitaia cada una por su parte y en
bativa, ella es la teoría provocando la práctidiferentes momentos á la clase obrera á un
tica; de ella proviene las divisiones y escisio­
movim iento de eficaz protesta, y que ambas
nes constituyendo en fin en la actualidad la
salieran fracazadas en sus propósitos como
crisis general socialista.
sucedió últimamente por falta de unidad de
¡Como será dilucidada!
acción, tan necesaria en ciertos momentos.
« E l socialismo es antilegalitario en teoría-,
Estam os convencidos que el próxim o Con­
« pero en lo práctica los socialistas son legalitagreso de la Unión realizaría una obra plausible
« ríos porque no tienen la Juerza necesaria para
si tomara la resolución de proponer al próxi­
« ser lo que quisieran.»
mo Congreso de la Federación la efectuación
E s la síntesis del artículo de «La V an guar­
de ese Pacto de Solidaridad, entendiendo que
dia» respondiendo quizás á una simple frase
las cláusulas del mismo deberán determinar
mia: «Ruda tarea si se entiende la palabra lu­
con toda la amplitud y claridad posibles los
ce cha con su verdadero significado y no cocasos en que la practicabilidad del mismo debe­
« mo su parodia, fuera del quietismo y legará hacerse efectivo, evitando que en un mo­
« lidad, que es p a z. ¿Puede uno ser legalitamento en que fuera menester su rigoroza
« rio y revolucionario? ¿No es engañarse á siaplicación, una de las partes pactantes se ne­
« mismo y á los demás? »
ga ra á poner en práctica lo pactado.
L o s revolucionarios no solo desean, como
L as razones que nos induce á no patrocinar
los reformistas, que la teoría sea un lu ch o lo
por el momento la fusión de ambas federacio­
más pronto posible, sino que aprovechan todas las
nes, consisten en que creemos que ello es aún
muy prematuro, debido á causas demasiado probabilidades de triunfo, aunque so'o st a mo­
ral, para combatir á la cíase dominante en
arraigadas para poderlas extirparlas en un so­
cualquier terreno tratando de desviar á la cla­
lo golpe, como sería el deseo m uy plausible
se trabajadora de) camino errado donde los
por cierto de muchos obreros sentimentalistas.
estatístas la colocaron. Si por ese m o'ivo so
P o r todas las razones expuestas y otras mu­
chas que sería largo enumerar creemos en su­ mos enchapados de anarquismo ¿fie que serán
ma que el Congreso de la Unión podría y de­ enchapados los que se d rigen á la C l.a :a rita
para llegar al puerto?. Aspiran mucho alcan­
bería adoptar la resolución que enseguida for­
zar la meta soñada, asegura el articulista. A s ­
mulamos:
Reunidos los delegados que constituyen el piración y teoría es el estribillo de la polémi­
j o Congreso de la Unión General de Traba­ ca aludida y es también el simbolismo de ac­
tuación reformista ó estatista como tratare­
jadores, teniendo en cuenta que es de indispen­
mos de piobarlo.
sable necesidad e l unir la fuerza organizada
de la clase trabajadora argentina, para actuar
. . e>*.
,
Pacto de solidaridad
LA LEG ALIDAD
« tes i cam biar nuestra táctica experim entada
« N o tenemos ¡a fu e r z a necesaria para ser
« y gloriosa basada sd |r« la lucha de clases y
antilega/i/arias» diée. Pero, cuando la
« á reem plazar lacon qju ata d el poder político de
trabajadora, nutrida y hasta .in digestad* de
« alta H i t a contra la burguesía por una p 0teoría «ocialista ha querido, ponerla en Pr^ tl
« tilica de concesiones tU órden establecido.
ca, luchando contra una legalidad depririietití
« L a 'consécuesu ia d i sem ejante táctica reviy opresiva (estado de sitio prorrogado á su^ « sionista sería hacer de un Partido persiguíen,
intenefón), los mismos propagandistas y e r
« do la transformación la más rápida posible de
Partido, atrincherados en su teoría de parada,
« la sociedad burguesa en sociedad socialista—
no prestaron el apoyo de su fuerza á quien
4 de un Partido, de consiguiente, revolucionavalientem ente quería probar la suya.
« río en e l mejor sentido de la palabra— un
Voluntariamente pues son l e g a l itarios en la
« Partido que a co n ten ta ría de reform ar la sopráctica, á pesar de lo «severado por el arti­
« ciedad burguesa.»
. . . . .
culista, y aunque aspiren á no serlo.
Durante la misma época, bajo una dirección
N os hem os perm itido subrayar.
socialista revolucionaria «La V anguardia» fué
M editen bien esto* do* párrafos • los aficio­
secuestrada.
nados á la lucha parlam entaria que n# se ha­
Bajo otra dirección voluntariamente legalibrán enfriado con el escrutinio por lista, los
taria circuló, sabiendo la policía que con­
creadores de una dem ocracia siem pre iluso­
tribuía á fortalecer la tranquilidad, á adorm e­
ria ¿Q ue dice M orx sobre la dem ocracia, ya
cer altiveces y sofrenar rebeldías. Su triunfo
q ue nuestro órgan o oficial nos indica su inten-moral á la par que su decoro, hubiera sido
eión d e reform ar la sociedad bu rgu esa a rgen ­
no aparecer, siquiera en obsequio á los princttina.
pios.
A propósito del program a d e G oth a .fran­
Bajo uua dirección socialista revulucionaria,
cam ente estatista, con ideas lasallistas y del
el suplem ento de la
«Internacional» fué se­
Partido social dem ócrata, M arx decía: « A descuestrado por ser voluntariamente antilegalita­
« pecho d e su oropel d em ocrático, el prog*ario en aquel momento y concordante ccm el
« ma está infestado con la creen cia servil de
pensamiento de la clase trabajadora.
« lo s partidarios de Lasalle al E stado, 6 - lo
¿Cuáles cumplieron más con su deber?
« que no vale más, con la fé á lo sobrena­
Siento salir de la teoría tan cara á los po­
t u r a l dem ocrático. E s una m ezcla de ambas
lemistas, para citar hechos recientes probando
« f é s , tan alejadas la una como la otra delsoque los estatistas, por hábito ó....cualquier
« sialismo.»
otra causa, no quieren ni ensayarse á ser an*
• i
* *
1
tilegalitarios.
E l articulista habla de estos moderni&t&s
¡Aspiración y teoría!
Acqua e chiacchiere...
regresistas, em peñedos á d ar vida á m ediós de
luchas fósiles.
*
* *
¿Por las huelgas dirá esto? Prefiere el arbi­
Pero hay más. ¿Cómo obran nuestros esta­
trage, quizás más m oderno, pero tam bién más
tistas para llegar á ser antilegalita.rios, es d e ­
contrario al interés del trabajador.
cir, adquirir esta fuerza que lamentan no te­
T o d o s los organism os poseen sus m edios de
ner?
defensa. En el cuerpo hum ano, tiene la boca
/ Yendo á robustecer la legalidad burguesa!
desde tiem pos rem otos, dientes para m order y
(Véase en el m ism onúm ero «Dem ocracia y so­
com er, los dedos uñas para arañar y prote­
cialism o») ayudando á la ilusión dem ocrática,
gerlos, manos para trabajar, acariciar ó dar
afianzando esta mentira, buena también solo en
puñetazos;
P o r m edio de la activid ad de es­
teoría.
tas manos, el obrero m antiene la paz; deján­
En los paises más adelantados á su respec­
dolas en reposo, enciende la gu erra. E l sindi­
to' la dem ocracia más perfecta no lia conse­
cato, organism o com puesto por estos mismos
gu id o sino desarrollar el individualism o á la
trabajadores con el fin de obrar de acuerdo
par que una aristocracia autoritaria, Sabido es
en guerra y en paz, form a así un conjunto de
que el éxito suyo se basa en obras filánsus armas individuales. E s ló gico , aunque sea
tropicas, el respeto d é la familia, de la religión,
rem oto.
preponderancia del industrialismo, que ella otor­
A dem ás, estos m edios fósiles se encuentrán
ga al obrero relativo y engañador beinestar; so­
bajo una le y llamada de regresión aparente,
ciedades tiene que regalan el ajuar al recien
(Spencer,
L o ria, F erri....) que consiste to­
nacido obrero, hasta el ataúd que lleva el pa­
m ar de lo pasado una base, perfeccionada en
dre al cem enterio ...dem ocracia en fin á lo q u e
cada
época, depurada sí puede decirse así,
falta lo principal: el espíritu democrático.
abandonada á v eces y v u e lta á lom ar para
Los estatistas socialistas consolidan esta
tarnarla cada vez m ás progresista. G oeth é la
dominación de la clase capitalista dando
define com o una espiral que parece v o lver s o ­
la mano á reform itas— diplom áticas para la
bre si misma y al contrario avanza sin desdr.
clase obrera; pregonan cantidad de leyes, genA sí es com o la h uelga parcial tan remota,
re Millerand. arbitrage, Cámara de Trabajo
lle g a á ser la h uelga gen eral m oderna obede­
subvencionadas, jueces letrados, etc...dobles y
ciendo á la lé y de regresión aparenté.
;
triples m ordazas que costarán á los trabajado­
res dobles y triples luchas para deshacerse de
ellas. Es así com o el mismo Partido realiza
Infantil es d ecir com o el articulista, qoe
el trabajo de Pénelope. Por un hueso com ­
cuando la clase trabajadora será numerosh,
prom ete el asado. Basta hacer en el Parla­
inteligente, disciplinada, habrá llegad o el m e­
mento política obstruccionista, enteram ente som ento de discutir (^incorregible discutidor);'si
bordinada á la voluntad de la clase trabajado­
debe ó no d ar batallas y en que forma 'las
ra, defendiendo aúnque sea sin esperanza de
dará. A caso ¿no se educa el niño ‘en p revi­
resultados, solo como propaganda: el terreno
sión del hom bre que será? ¿el so ld a d ó 'd e s­
conquistado p o r ella.
pués de la teoría no realiza sim ulacros de com­
« A ñ ade el articulista que nosotros reprebates, marchas, ejercicios de tiro etc.... sabien­
« sentamos á los socialistas (á su gru p o quedo por con siguien te á que está destinado?
« ría decir) com o un conglom erado de ciudaE l obrero habiéndose en sayado en las huel­
« danos, solo y exclusivam ente empeñados en
ga s de su grem io? necesitará discutir si esta
« la lucha electoral para tener representafltes
clase de com bate debe extenderse á 'las fede­
« en el Parlamento, y que no se detendrá á
raciones y confederaciones? C laro que no. '•
« dem ostrar la taita de verdad que ella en
P ero en estos casos retardan siempre-6 ootfi« cierra.»
prom eten el éxito, los que no son hom bres de
Pero ¡aj¡l el artículo de fondo de nuestro ór­
acción y solo conocen la teoría d e la solida­
gano oficial pegado ju n to al de «Legalidad» que
contestamos, é intitulado «Dem ocracia y so­ ridad.
cialismo», habla con más elocuencia que todos
nosotros, confirmando lo que hemos dicho, sin
haber sido jamás tan categóricos com o lo pre­
tende el articulista. C ierto es que leyendo el
último artículo de fondo «Sindicalismo» re­
sulta nuestro diario oficial un verdadero calaiN o nos extraña. E s el procedim iento que
doscopio, una cacofonía de prim er órden. D es­
en circunstancias análogas han puesto y po­
de ayer es sindicalista con ingestión de «ac­
nen en ju e g o los adversarlos del sindicalis­
ción diecta ¿será desde el escrutinio por lis­
mo revolucionario en todas las partes don­
ta? \Sindicalis tos que disienten\con la carta de
de este se ha m anifestado.
Ugarte/ ¿Que burla, engaño ó infantilismo es
Cuando no aoelan al insulto, á la insi­
esto? .
nuación pérfida, al descrédito peréonah
V olvam os á la cuestión. Sabido es que en
do no caracterizan esta nueva forma de aprem omentos aciagos durante las largas y gen e­
S ré'
aC
socialista, de
vieja y desusada
ralizadas huelgas del año p. pasado, los ora­
táctica ó procedim iento d e lucha, se proejadores genuinam ente obreros quedaban casi inu­
” » i U ! w ° 10S ,nt^rPreles y « . verdaderos
tilizados, tal era su recargo de trabajo; invisi­
bles estaban los socialistas que infunden ánimo
SU Crít¡Ca y SU exámqi»
en las luchas electorales ¿Quien pregona el arb i­ ren n Ín :a
renos y objetivos; nunca le tratan con el ho­
trage puede alentar huelgas? En una confe­
nesto propósito de inform arse de su verdad,
rencia realizada hace poco, más de mil com pa­
sin prevenciones, ó revelar su eq uívoco, tatoñeros aplaudían frenéticamente á un miembro
bien sin prevenciones.
'
de la J, E. que afirmaba la preponderancia de
La bordean desnaturalizándola, sin ir al fonla lucha política (entiéndese parlamentaria).
“La Vanguardia,,
sindicalista..;.
¿Dónde está el que lo desmintió?
Q ue me disculpe otra vez el articulista si
salgo de la teoría para entrar en los hechos.
Pero de todas manera; lo expuesto no es
modalidad del país. E s un caso de fauresism o,
como lo decía al principio; es el camins erra­
do en que guíarola clase obrera y m otivó
la resolución del Congreso de Am sterdam .
¿Para que sirven nuestros Congresos si que­
dan letra muerta para los socialistas ¿Vamos
ver quien acata más: los «enchapados ó
sindicalistas» ó los estadistas. (De.-pues del ar­
riado de fondo «Democracia y socialismo», el
otro grupo se ha consagrado estatista, quiéra
ó nó.)
. « El Congreso rech aza. de la manera más
«.enérgica las tentativas revisionistas, tendien-
lo n L eShqUí Vand0 SÍC-mpre la co 111paradón con
lo que hasta ayer afirmaban.
ó r i l r ^ r ^ dlscus*^n > y sin discutir condenan
nuinné
r l 11
adversario. 6 se proclam an geV manten#..-1111 a *"* gen erar el confusionism o
y m antener el dom inio de sus errores.
En <T?rl|le
¡a acción d i
(para en 1
SC fe p ' te Por todas partes.
/an° e Bonom i. eleva Himnos á
a ^ est¡gm atiza a l parlamento,
SO) al mismnPr.
c a h s U s T af i °
los franceses
Ca 0bfar M SetUÍd° ÍnVer'
^ P0 ? Ue ca,ifica á los Sindi■
r lm ‘ tadores inconscientes dé
* sob rero,.'
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LA ACCION SOCIALISTA
sindicalistas revolucionarios hubiesen pensado
de dar lecciones á los socialistas tradicionaEn la R. Argentina nuestros críticos nos opo­
nen una idéntica argumentación, sin que por
eso pequen de imitadores inconscientes (oh!
ellos 116!)
Y así, en el último número de «Z.a Van­
guardia* el redactor se despedía con un artí­
culo sobre «Sindicalismo y socialismo» donde
* consigna una série de afirmaciones de un ca•íácter netamente sindicalista revolucionario, y
tal como nosotros las tenemos expuestas en
varias ocasiones, mezcladas con otras muy
distintas y que son la real expresión de lo
que realmente piensa.
, Según el ciudadano redactor «la función
principal, única y exclusiva, puede decirse,
que el Partido ha ejercido en todo tiempo,
desde que existe, ha sido siempre la de fo­
mentar la organización económica de la clase
trabajadora, impulsándola sin cesar al sindica­
lismo, y á la acción directa, entendida como
su emanación inevitable.»
¡Esto no es cierto, ciudadano redactor!
- E l P. Socialista no ha demostrado nunca
cómo su función principal, única y exclusiva
fuera la de fomentar la organización sindical,
entendida esta como la tarea más transcedental en el proceso revolucionario de su eman­
cipación.
Ha prestigiado sí, la acción económica pe­
ro sin dedicarle á ella sus mejores energías y
sin adjudicarle el valor que en realidad tiene
y que solo el sindicalismo revolucionario ha
comprendido y revelado.
Su mayor atención, su mayor tiempo ha si­
do todo concentrado en la propaganda ideoleógica de los grupos y en prestigiar la ac­
ción política (limitada al parlamentarismo) co­
mo la más eficaz y poderosa; como la que de­
mandando menos esfuerzos daba mejores re­
sultados. Más aún, para justificar el poco arrai­
go que ella obtenía en nuestra masa obrera,
siempre se adujo la razón de que no era com­
prendida, en virtud de que para ello se re­
quería una capacidad que todavía no poseían
los trabajadores del pais.
S e fomentaba la organización sindical y se
Instituyó la Unión General de Trabajodores
dándole á esta, como sola acción propia, el
de resistencia á los avances patronales, el de
obtención de mejoras que aliviaran las con. diciones del obrero. Se le mantenía y adjudi­
caba, por consiguiente, un carácter puramen­
te corporativista; y se veia en ella, más que
otra cosa, un medio piecioso de conquistar elec­
tores y adherentes a l Partido.
El redactor de «La Vanguardia» manifies­
ta con un coraje que le honra haberse tenido
siempre por aceptado de que cuando la clase
trabajadora haya «alcanzado el pleno desario11o de sus órganos» «el Partido habrá cumpli­
do su misión histórica, y se disolverá en la
•masa obrera de la cual representaba la van­
guardia batalladora y el guía».
jNo! ciudadano redactor: lo que siempre se
dijo es que la U. G. constituía la vaca leche­
ra del Partido socialista (palabras textuales
de un propagandista); y lo que siempre se
eptó es que este llegaría á agrupar en su
nó' á la .totalidad de los obreros, incumbiéndole la misión de sancionar, como partido,
la completa emancipación de los trabajadores.
Siempre se identificó Socialismo con Partido
socialista.
. Y por si impensadamente, el'ciudadano re­
dactor, ha incurrido en estos errores de he­
cho y de concepto, hemos de recordarle la dis­
cusión provocada por un grupo de compañe­
ros que se oponían á toda propaganda polí­
tica en el seno de las sociedades gremiales
por considerarla funesta á la estabilidad de
las mismas; discusión en la cual la mayoría
del partido estábamos por lo contrario ale­
gando: que siendo la ación política la más efi­
caz había eljdeber ineludible de empujar hacia
ella ó los obreros, aprovechando el campo
muy favorable que ofrecían las organiza­
ciones.
Unos querían el corporativismo cerrado á
toda' influencia de
partido; otros querían
ese corporativismo puesto á servicio ó secun­
dando la acción del partido socialista.
Los propagandistas han puesto á disposi­
ción de los gremios «su buena voluntad y en­
tusiasmo» y «el partido les ha alentado en
esa tarea fecunda» viendo en ello, por un lado,
el medio de que los obreros obtuvieran mejo­
ras, y por otro (principalmente) la mejor for­
ma de atraerles hácia las filas del Partido,
para que en el seno de este cumplieran la ta­
rea principal solo reservada á la acción polí­
tica (limitada á una acción electoral y parla­
mentaria, desde que no es del resorte de los
partidos hacer huelgas, huelga general, boycott, etc.) Se propendía, por consiguiente, á
vaciar en el Partido los afiliados de los g re­
mios, y se veía en la Unión General el puente
para realizar dicho traspaso. Todo lo contra­
rio, de lo que pretende hacer creer el redac
tor de «La Vanguardia» en el párrafo trans­
cripto más arriba.
Y precisamente la divergencia á que hemos
hecho alusión, estribaba en que unos adjudi­
caban á la Unión como rol principal el de la
resistencia corporativa, el de la conquista de
mejoras, considerando como peligrosa toda
propaganda de partido; y los otros, opinando
que aquella acción era de una importancia
muy•" relativa dada la dudosa estabilidad de
sus conquistas, insistían en que era necesario
hacer propaganda socialista en la Unión G e­
neral para (pie los obreros ingresaran al Par­
tido y cumplieran en este la misión más tras
cendenlal de ¡a conquista de los poderes públi­
cos. Se entendía (y escuche bien, ciud. redactor)
por
conquista
del
a q u e lla s
d e l o s p o d e r e s p ú b l i c o s ó del e s ta d o b u r ­
gués.
Y en tal se n tid o , natural es, q ie se
d ie ra á la acción p a r la m e n t a r ia y elec to ra l una
m a y o r im p o r ta n c ia , r e le g a n d o á l u g a r s e c u n ­
d a r io la ac ció n d e las o r g a n iz a c io n e s sin d i­
cales.
poder
p o l ít ic o
De estos errores hemos participado mucho
de sindicalistas revolucionarios de hoy; así
entendíamos el movimiento obrero y socialista,
con la entera ailquiescencia de los viejos lu­
chadores
Hoy nos permitimos pensar en forma diver­
sa. Creemos que á los sindicatos les corres­
ponde la misión fundamental en la lu ha con­
tra la burguesía. Estamos c mvencidos de que
ellos son la escuela donde los obreros ad­
quieren una profunda conciencia de su con­
dición de explotados y donde perciben con
mayor intensidad los antagonismos de clase;
donde en una forma efectiva desarrollan y
consolidan el sentimiento de solidaridad; don­
de concurren á la lucha en su calidad de pro­
ductores, para revelársela á si mismo, medir
su magnitud y su importancia en la vida so­
cial, darse la impresión de su valor y hacerla
sentir al enemigo; donde los obreros discipli­
nan ú organizan sus huestes, templan su ca­
rácter de luchadores, se familiarizan con los
obstáculos y adquieren el necesario espíritu
de sacrificio; donde los obreros aprenden á
amarse, á sentirse solidarios, á asistirse en las
horas de prueba y defenderse de las arbitra­
riedades ó represalias del contrario; donde se
instruyen para óptimos productores dándose
la respectiva enseñanza profesional; donde se
capacitan en las funciones de dirigir y admi­
nistrar la producción social; donde se habili­
tan, pues, para la instauración de un régimen
de trabajadores libres é independientes; donde
torjan su moral, la moral obrera, la moral
del porvenir á base de solidaridad humana;
donde generan su derecho, el derecho de la
compañía obrera que impone su voluntad en
los lugares del trabajo, y que tiende á afir­
marse como dueña del taller colectivo; donde
utilizan medios de combates propios y genuinamente proletarios, patrimonio exclusivo de
su clase, y donde se adiestran en su ejercicio
pára su mayor eficacia.
Nosotros entendemos que en los sindicatos
se elaboran los resoi tes del mecanismo que
animará á la nueva sociedad; que ellos cons­
tituyen el embrión de ésta en continua ges­
tación, en continuo ensanchamiento, abarcando
cada vez un círculo más vasto, hasta llegar
á un grado de absorción completa de la vida
social, que le hará indispensable romper los
marcos del régimen capitalista, á fin de al­
canzar un mayor florecimiento y sancionar su
gobierno absoluto.
Nosotros entendemos que los sindicatos son
fu erzas políticas erigidas contra las ju erza s
políticas de la burguesía concentradas en el
Estado.
Nosotros entendemos que la conquista del
poder político consistiiá en la exaltación de
los sindicatos á un límite de potencia supe­
rior al del Estado capital sta ó poderes p ú ­
blicos actuales; así inutilizados y
por consi­
guiente destruidos. Y nó, en la loma de
posesión de los poderes públicos por infiltra­
ción ó por presión como nos lo cuentan los
socialistas estatistas transigentes ó intransi­
gentes.
Y es en virtud de cpncebir en esta forma
el movimiento obrero, que consideramos á la
acción parlamentaria de un valor secundario;
subordinada á los sindicatos; [tara servir á los
sindicatos, en cuyas necesidades concretas de­
berá inspirarse, y cuya acción deberá reforzar
siempre.
No aceptamos la acción parlamentaria que
colabora, que dá más vida y más impoitancia
al órgano burgués, haciéndole árbitro de to­
das las clases sociales y dispensador de favo­
res. Aceptamos la acción parlamentaria que
critica, que agita, que controla, que vela por
los sindicatos y que deja traslucir bien á las
claras la incapacidad del parlamento para c o l­
mar las aspiraciones del pueblo trabajador.
En esta forma los obreros no se engañan, ni
son engañados- Apremien á confiar en sus
propias fuerzas, refunden todas sus energias
en los sindicatos y en el seno de estos -ama­
san su emancipación.
El ciudadano Redactor podrá decir que
siempre se manifestó lo que acabamos de ex­
poner, ó por el contrario le ^aplicará el califi­
cativo de corporativismo anárquico', pero nun­
ca probará ni lo uno ni lo otro. ¡Su palabra
bastal
Nosotros más humildes le vamos á ofrecer
algunos papelitos le-.timoniales, y nos vamos
á permitir demostrarle como ojeó á obscuras
la colección de «L i Vanguardia».
En tal sentido, k: i emitimos (tomamos lo
más fresquito) á un artículo titulado «Acción
económica y acción política» aparecido en el
número 13 (año 1905) perteneciente á la re­
dacción Schalfer. Transcribim os 1111 párrafo
que dice así: «No huían tampoco venl.ideia
lucha de clase, los qne dedicando todos sus
esfuerzos á la acción po'íiicn descuidaran por
completo la organización económica. El prole­
tariado que lucharía en esta Intuía, carcceiía
en un momento darlo del factor que puede y
debe secundar con eficacia su acción política.»
Esto dice uno de los más autorizados de
nuestro partido, viejo luchador y uno que no
acostumbra á diveitirsc con su manera de
pensar.
Pero ya que el Redactor se mucstia tan
olvidadizo, vamos á remitirle á algo más fres­
co todavía, al artículo del compañero Ful ino,
titulado «Hacia el coiporativísmo anárquico»
aparecido bajo su redacción y ron el cual de-
hi$ estar de acuerdo desde que nó lo acom­
pañó de la respectiva notita que siempre tuvo
para los de la otra orilla.
¿Y el artículo «El Socialismo y el Estado»
transcripto de II Tempo} (La Vanguardia, nú­
mero 26). ¿O lo transcribió porque no estaba
de acuerdo?
Además, ciudadano Redactor, sepa que en
las conferencias últimamente dadas por los
viejos luchadores, estos han recalcado su ma­
nera de apreciar la acción socialista. Y lo que
ellos dijeron y lo que Vd. escribe 110 se dan
la mano con mucha cordialidad.
Pero aún, tememos que todo lo que ante­
cede no alcance á conformar al ciudadano re­
dactor; entonces ¿nos permite que le recorde­
mos su recientísimo pasado de turatiano enragé? ¿O ts que también Turad se ha vuelto
sindicalista?
FEDERACION DE ESTIBADORES Y AFINES
de las R. Argentina, Uruguay y Brasil
El comité federal ha pasado una circular á
las sociedades federadas y no federadas, á fin
de que consulten la opinión de sus adheren­
tes, sobre la constitución de la Federación
de todas las sociedades de Transportes Ma­
rítimos y terrestres y de Estibadores y afines
de los puertos sudamericanos y la realización
de un congreso sudamericano de transportes
marítimos y terrestres en Montevideo, en la
I a quincena de Octubre próximo;
con repre­
sentaciones de las sociedades de todos los
puertos de Sudamérica, á objeto de deliberar
sobre la mejor forma de lucha contra el ca­
pitalismo y de relacionar las organizaciones
de esta parte del continente con la Federación
Internacional que tiene su asiento en Hamburgo (Alemania).
Se ha resuelto una jira importante de pro­
paganda por el interior y litoral de la repú­
blica. Con tal motivo casi todas las asocia­
ciones del gremio han sido solicitadas á fin
de contribuir á los crecidos gastos que ella
ocasionará.
El Comité denuncia á las sociedades fede­
radas el común acuerdo reinante entre el
«Centro de Navegación Trasatlántica», «Cen­
tro de Cereales» y gerentes de ferrocarriles
para contrarrestar la acción cada vez más po­
derosa de las sociedades obreras. Cree ne­
cesario recomendar úna activísima propagan­
da á fin de anular el propósito capitalista y
honestamente aconseja la fusión de las dife­
rentes agrupaciones existentes en una misma
localidad, antes de la efectuación del próximo
Congreso.
Hace notar á las sociedades la necesidad
imperiosa de hacer una campaña de agitación
en contra de la L ey Nacional del Trabajo,
tuyas disposiciones restrictivas son una gra­
vísima amenaza para el libre desarrollo de la
organización obrera y aconseja se ponga en
práctica lo acordado por el tercer congreso
de la Federación.
Como se vé, el Comité Federal, llena cum­
plidamente las funciones de relación que le
fueron conferidas por el último congreso, y
se preocupa con seriedad de las imposiciones
apremiantes del actual momento.
La iniciativa de urt congreso sudamericano
de trabajadores de transportes marítimos y
terrestres, es sumamente plausible por la uti­
lidad que entraña. El internacionalismo prole­
tario, va ensanchando cada día su radio de
acción, y acrecentando las energías y capaci­
dad revolucionaria de los trabajadores con
detrimento de la potencialidad capitalista, que
se ve dividida amenudo por grandes rivalida­
des de intereses.
Con la realización de un pacto de solida­
ridad y acción conjunta de los trabajadores de
de los puertos sudamericanos se recorrería
una de las etapas más importante de la lucha
de clases, con gran beneficio para los intere­
ses generales del proletariado.
Hé aquí porque la loable iniciativa de la
comisión de relaciones de la F. de E. y A.
debe merecer el apoyo sincero y enérgico de
todos los trabajadores conscientes.
CONGRESO DE LAF.O.R.A.
Sigue la presentación de proposiciones por
las sociedades adheridas á la gran institución
obreia.
A juzgar por las que se van publicando en
Ea Protesta, 110 cabe duda alguna que los
debates serán sumamente importantes y las
resoluciones provechosas para la acción ulte­
rior de la Federación Obrera y la parte del
proletariado que la forma.
La poca distancia en tiempo que separará
la realización' de los congresos de las dos
instituciones obreras, Union G. de Trabajado­
res y Federación O. R. A., permitirá avaluar
Con claridad el espirito conciliador ue pare­
ce animarlas, y, si no es mucho optimismo,
de ellos veremos surgir la ratificación formal
lie un pacto de solidaridad, tendiente á re­
chazar con mayor eficacia las aglesiones del
estado burgués.
L i orden del día del Congreso, asi como
su fecha no lian sido aún determinadas y á
este motivo se debe el que nos veamos lor­
za los á 110 entrar en mayores detalles.
Es de esperarse que la labor del Congreso
será piovechosa en resultados si anima á sus
delegados un espíiitu recto y un bien infor­
mado ri itei io de las necesidades de la clase
trabajadora en estos momentos críticos de la
lucha.
REDACCION Y ADMINISTRACION:
C o c h a b a m b a 340 1
P r e c io tle S u s c r ip c ió n
1 * 0 1 4 A Ñ O .......................................................................................... . * 2 .0 0
„
SEM ESTRE
»
T R IM E S T R E
»
NUM ERO SU ELTO
» 1.0
» 0.50
» 0.10
Evacuando una pregunta
En cuanto á mi criterio sobre el reconoci­
miento legal de las asociaciones obreras, pienso
que este es contrario á sus fines inmediatos y
ulteriores.
Los sindicatos obreros como órganos de lu­
cha, de revolución y plantel de un nuevo or­
den social, deben desenvolverse en un medio
absolutamente ageno á todas las influencias de
las instituciones estatales que salvaguardan y
prestigian el régimen capitalista.
Es necesario tener en cuenta que ellas con­
centran el verdadero espíritu proletario de crí­
tica y de acción contra la clase dominante
desde el momento que están constituidas, di­
rigidas y administradas exclusivamente por
obreros animados del propósito efectivo de
emanciparse.
Aceptar su reconocimiento legal implicaría
ponerlas al alcance ó control del estado bur­
gués, que mas fácilmente y en nombre de la
ley podría proceder á su disolución cuando
llegaran á molestarles. Implicaría también reconojer la dominación jurídica de la bur­
guesía.
Esto tiene sus efectos morales muy contra­
producentes al porvenir de los sindicatos: el
alma aún inconsistente de organizaciones muy
débiles, con facilidad se vicia al conformarse
á tal control ó superintendencia del Estado.
Y en esta lorma se alejan de su verdadera
ruta de lucha y ataque contra aquél.
Las organizaciones obreras no pueden ni
deben quedar como simples núcleos de resis­
tencia corporativista. Este es el mal de que
adolecen las Irade-Unions de carácter é in­
fluencia social fundamentalmente conservadora,
por cuanto á pesar de su larga existencia, del
inmenso número de obreros que agrupan, de
las ingentes sumas que atesoran sus cajas, de
sus grandes cooperativas, etc., en nada han
debilitado el poder de la clase dominante, y
en mucho han contribuido á su consolidación
neutralizando toda acción revolucionaria del
proletariado.
Las organizaciones obreras tienen un rol más
trascendental que cumplir en la evolución his­
tórica. Ellas constituirán los órganos destina­
dos á regir la vida de una nueva sociedad.
Así como la burguesía creó los suyos: la co­
muna y el parlamento, así también el proleta­
riado desarrolla los propios: el sindicato y las
Cámaras de trabajo.
Para esto es indispensable una obra lenta
y laboriosa de capacitación; un grado de de­
sarrollo tal que haga imposible la existencia
de las viejas instituciones de la sociedad bur­
guesa. Los obreros sindicados deben adquirir
los conocimientos técnicos, administrativos y
directivos necesarios para saber administrar y
dirigir con acierto la producción.
Fácil es observar como se vá generando en
las organizaciones obreras toda una nueva superextructura social correspondiente á una
nueva forma de producir. En su seno se en­
cuentran en gérmen el derecho y la moral
del régimen comunista.
¿Puede esta obra de construcción revolucio­
naria merecer la adquiescencia de la sociedad
burguesa, cuyas bases y superextructura ataca
y tiende á demoler?
¿Es posible que esas organizaciones obreras
puedan adquirir la personería jurídica ó el
reconocín iento legal que dispensa el Estado
capitalista?
¿Es conciliable esa obra de los sindicatos
con toda la legalidad burguesa?
Porque pienso que no, opino que las orga­
nizaciones obreras deben permanecer obsolutamente autónomas, libres de toda relación de
dependencia jurídica con los órganos de do­
minación capitalista, para poder accionar en
contra de ellos.
El exámen del movimiento obrero nos lleva
á tales conclusiones:
Son las Cámaras de Trabajo y los sindi­
catos de Italia los que hacen temblar á la
burguesía de aquel país, son los sindicatos
franceses los que resuelven implantar la jo r­
nada de oeho horas desde el 10 de Mayo de
1906, prescindiendo en absoluto del Estado,
son esas organizaciones obreras las que en
este país han dado lugar á que nuestro g o ­
bierno declarara por dos veces el estado de
sitio, y se prepare á sancionar el Proyecto de
Ley Nacional del Trabajo, que será una ver­
dadera eigástula para dichas organizaciones,
si no saben resistir su sanción.
¿Es conciliable esta acción de los sindicatos
con su reconocimiento legal?
Una sociedad obrera que acepta la perso­
nería jurídica, renuii' ia á la lucha compleja é
integral contra todas las formas de explota­
ción y tiranía.
Es ingenua la argumentación de les socia­
listas que opinan favorablemente al reconoci­
miento legal: aceptan á este porque libra al
fondo social del escamoteo de un mal com­
pañero. A la seguridad de los pesos se quiere
sacrificar el carácter y el rol de las organiza­
ciones.
¿No es insensato y antipático pedir al ene
m igo que le garantice su dinero contra los
desfalcos?
L a ACCION S O C IA L IST A
L a m ejor segu rid ad de los capitales obreros
está en la formación de una robusta m oral y
en el v igilan te control de los asociados.
Y en lo que antecede dejo contestada b re ­
vem ente su consulta en la m edida de mis
fuerzas.
A . S. L.
F e d e ra c ió n m e ta lú r g ic a
H ay, pues, una razón d e alta conveniencia
y de in teligen te d isposición táctica para una
acción de clase más en érgica y eficaz, de que
am olden sus organ izacion es á las exigen cias
ó formas que determ ina su situación en el se­
no del taller; de que al víncu lo que entre
ellos cría la m isma producción capitalista, lo
robustezcan con un espontáneo sentim iento de
confraternidad.
D e esta manera, podrán com binar con todo
acierto sus m ovim ientos y hacer m ás fácil­
mente efectiva la solidaridad proletaria.
Persistan, pue¿ los trabajadores m etalú rgi­
cos en sus propósitos de fundar la F ederación
del grem io; persistan en ello, convencidos y
tenaces, eludiendo todos los obstáculos y d es­
preciando los m alos consejos. D e una obra tal,
pronto percibirán sus beneficios.
H abrán con seguido estim ular sentim ientos
afectuosos entre un m ayor núm ero de obre­
ros, habrán proporcionado á estos la ocasión
de percibir toda la fuerza que reside en el
pueblo ob rero cuando este sabe vincularse en
gran des masas/ les habrán infundido confian­
za y hecho sentir la necesidad que se tienen
los unos de los otros;
Y no solo esto: también habrán dado el
gran paso de disponerse á rom per los extre­
chos m arcos del corporativism o para dar á
sus organ izacion es un ríg id o carácter de cla­
se, m ejor dispuestas á la lucha, y convenci­
dos de que la m isión revolucionaria del pro­
letariado no donsíste en alardearla sino en
practicarla-
Seria poco sensato reclam ar de un m oví
m iento obrero tan jó v en com o el de nuestro
país, una perfección ó alcance que no puede
corresponder á su desarrollo incipiente.
L a s deficiencias y los errores se subsanan
fundam entalm ente á m edida que ellos son
percibidos con toda nitidez, y cuando su sal­
vación se presenta en form a de aprem iante
necesidad. L a experiencia, ¡a vida vivid a es
la que ofrece m ayores v m ejores enseñanzas;
la que en una forma más positiva y más ló ­
g ic a , determ ina lo que es necesario hacer.
P o r eso los organism os o b reros, tan d éb i­
les é inform es en un principio, realizan su
obra de integración y robustecim iento en la
m edida que las exigencias de la própla lucha
lo reclaman.
L a m entalidad ob .era, inadecuada á las es­
peculaciones de quinta esencia, es de una m ar­
cada p e cu lia rd ad práctica, con tendencia á lo
fácilm ente perceptibl \
N ecesita la aguda im­
presión de los hechos para decidirse á obrar
y p r o v e e r á la solución de problem as m uy pa­
ten tes, y m uy concretos.
Com prende las deficiencias de sus o rg a n i­
zaciones ó los errores d e los mismos, y sien­
te la v iva necesidad de subsanarlos, cuando
ellos se le presentan en la torma m ás im pre­
N otab le por más d e un concepto fué la
sionante, cuando los perciben en la acción, en
conferencia dada por el com pañero Z a ccagn i­
la lucha. L a experiencia le dá sus provecho­
ni sobre el m ovim iento ferroviario en Italia,
sas enseñanzas y le dem arca la senda más se­
y sus analogías y correlación con el que se
gu ra y directa.
d esarrolló últim am ente en este pais, y en el
Actualm en te, después de un período de dos
que él intervino en la forma de todos con o­
ó tres años de m ovim iento intenso y con m úl­
cida.
tip les alternativas; en presencia de un porve­
T e stig o presencial de los hechos, el confe­
nir qu e presagia gran des batallas, las o rgan i­
renciante ilustró brillantem ente con datos y
zaciones obreras del país han percibido en to­
detalles poco con ocidos la historia del m ovi­
da su realidad algu no s de sus m ales y la ne­
m iento, estableciendo con entera im parcialidad
cesidad de contribuir á su elim inación.
lo s m otivos á que fué debido su fracaso y
U n o de ellos, quizás el más aprem iante, ya
confirm ando en un todo las versiones expues­
lo hemos con sign ado en las colum nas de nues­
tas en el órgan o revolucionario italiano «La
tro periódico; nos referim os á la inconsulta
A v an gu a rd ia socialista».
disgregació n de las organizaciones o b reios, al
desgaiam iento de un grem io en diversas so ­
ciedades y á la d esin teligencia existente entre
las que corresponden á oficios afines.
N uestra representación parlam entaria se ha
E s por eso que co n la más gran de satislacen grosad o en estos días con un nuevo m iem ­
ción, acojem os hoy la prim era iniciativa, en
este sentido, lanzada entre los obreros m etalú r­ bro.
P ero esta v ez ya no ha sido en la Cám ara
g ico s para constituir la F ederación del grem io.
jó ven : en la Cám ara Honorable, el cuerpo de
N o h ay absolutam ente ninguna razón, ni
los ancianos y capitalistas: el Senado, uno de
fundam ental, ni secundaria, ligadas á los in­
su s m iem bros, se ha encargado de hacer la
tereses materiales, de los trabajadores y á sus
«crítica y el descrédito» según reza en nues­
aspiraciones de em ancipación, que justifique
tro program a d el m ismo parlam ento, com o
en ’o más m ínim o la existencia de varios so­
preten dido órgan o de representación popular.
ciedades de un m ismo grem io, ó el aislam ien­
E l D r.
Bernardo Irigoyen es el que ha
to de las que corresponden á grem ios afines.
dicho lo que á continuación se expresa:
Cuando dos id eologías (anarquista y socia­
« Se presentan aauntos para los que no es­
lista) tienen el efecto de d ivid ir á los obreros
tamos preparados, y por consideraciones perso­
en el cam po de la organ ización sindical, am ­
nales, todos deferim os á tratarlos sobre tablas....
bas conspiran abiertam ente contra los intere­
E sta es la práctica y es la verdad: V o t a m o s
ses de aquellos y se traducen en sus pecres
POR D E F E R E N C IA S R E C IP R O C A S , PO R C O N D E S ­
flajelos; porque olvidan las exigencias im pe­
C E N D E N C I A S p o l í t i c a s ; después, cuando sali­
riosas que reclam a la realización de la obra
mos á las antesalas, m uchas veces nos hemos
transcedentalísim a que los obreros tienen que
cum plir en el cam po sindical, porque olvidan
arrepentido del voto.»
Irigoyen se ha encargado, pues de confe­
que es requisito esencial para una acción enér­
sar el criterio em inentem ente burgués con que
g ica y revolucionaria, la unidad obrera y el
nuestros representantes, rigen los intereses más
poderoso sentim iento de solidaridad; porque
sagrados de la clase productora.
todo esto- lo sacrifican á sus disputas abstrac­
L o felicitam os por su franqueza y más que
tas y sobre fórm ulas convencionales totalm en­
te divorciad as de la filosofía práctica, de la
to d o
p or su ingenuidad.
filosofía de la acción.
U n d ign o pendant de lo que antecede es lo
L o s obreros de un grem io para poder em ­
sancionado por la Cám ara de representantes....
peñarse con éxito en la lucha, para poder ir
del capitalism o. En efecto, se ha sancionado la
dando m aycres contornos é intensidad á esta,
siguien te enorm idad: los dependientes idó­
necesitan la concentración de sus fuerzas, de­
neos de farm acia que sean propietarios, es d e ­
term inada por la igualdad de condición, de ín­
cir, capitalistas pueden in gresar sin más trá­
teres, de propósitos, y consolidada por el
mite á la U niversidad para segu ir los cursos
m ás fuerte vínculo de solidaridad y sim patía.
Y precisam ente, las desm enbraciones no so­
de farmacias.
L a distinción establecida entre los depenlo conspiran contra la unidad proletaria, sino
pendientes no propietarios y los propietarios no
que también separan á los trabajadores por
puede ser más odiosa y confirm a á las mil
rencores, por odios, m uchas veces irreconci­
m aravillas lo afiirm ado por el sindicalism o:
liables.
que el parlam ento ha sido creado y será siem­
E sta es la obra delecterea y m ala que los
obreros deben contrarrestar en toda form a si p r e destinado para defender los intereses de
una sola clase: la clase rica parasitaria. C o n ­
quieren propender a que sus organizaciones
adquieran superiores grad os d e solidez y se
siderarlo como un futuro órgan o de defensa de
los intereses de los explotados es forjarse una
habiliten com o órganos de com bate y de em an­
ilusión que los hechos, com o el que expone mos,
cipación.
L a esperiencia bien nos dem uestra com o las
se encargan de desm entir, y es oscurecer, al
sociedades pertenecientes á un m ismo grem io
m ismo tiem po en la conciencia proletaria el
llevan por lo general una vida raquítica, siem ­ verdadero papel que desem peña en el presen­
pre lim iiadrs al peqneño núcleo de sectarios.
te régim en económ ico, el parlam ento.
E s que á su desarrollo se opone la incónciencia de la m ayoría, y tam bién (quizás
principalm ente) la propaganda de descrédito
que recíprocam ente se hacen. E sta es la me­
Circunscripción 8 .*— E n el local de este
jor com probación del criterio extraviado que
centro, Constitución 3 5 8 1 , se realizan discusio­
informa á los aludidos sectarios.
nes familiares todos los lúnes. E l tercer anir
Y en consideraciones análogas apoyam os la
versario de su fundación será conm em orado
necesidad im prescindible que existe de que
con una im portante conferencia y función que
los grem ios afines procedan á confederarse.
tendrá lu gar el 23 de Septiem bre próxim o en
D eb e tenerse en cuenta de qne en el cam ­
po de la producción se encuentran intim am en­ el local de la sociedad T ipográfica Bonaeren­
se. Las reuniones de com isión se efectúan to­
te vinculadós; de que el trabajo ó la tarea de
uno de estos grem ios está encadenado al tra­ dos los m ártes, y las asam bleas ordinarias de
adherentes el mismo día de la segunda sem a­
bajo de otro; de que la paralización de uno
na de cada mes.
de ellos, determ ina, m uchas veces, la parali­
Circunscripción 18.a— E ste centro ha cedi­
zación de los otros; de que por consiguiente,
do su local á la A sociación O brera de S o c o ­
al organ izarse para hacer valer sus derechos
rros M útuos para la realización de conferen­
de productores, no pueden ni deben hacerlo,
cias. S e han designado dos com pañeros para
prescind ien d o los unos de los otros, ó mante­
atender y acom pañar á los ciudadanos que
nién dose en una relación de absoluto aisla­
deseen nacionalizarse. L o s viérnes se llevan á
m iento ó desinteligencia.
Conferencia Z a cc a g n in i
Notas
P arlam entarias
Informativas
cabo conferencias de propagan d a. L a B ib lio­
teca está abierta al público todas las noches
de 8 á 10 p. m.
,
A zu l. — E l C en tro S ocialista realizó asamDiea
ordinaria el 6 de A g o sto y resolvió.
P r o s e g u ir en lo s tra b a jo s s o b re la c o n s titu ­
c ió n y fu n c io n a m ie n to d e l s u b -c o m ité
ro
p re s o s fo rm a d o p o r u n d e le g a d o d e ca a so
c ie d a d g re m ia l y u n o d e l C e n tro S o c ia ista ,
R ein tegrar el com ité adm inistrativo con e
el com p. A . Jaurena;
R ealizar el voto general. S e apoyó la lista
propuesta por «F.1 O brero», para rein tegrar e
C . E. del partido, dándole el carácter quen°
se quiso darle: desaprobación del m étodo e
C. E. durante el estado de sitio.
H e aquí la lista:
G abriela Coni, A . S. Lorenzo, L. Bernard,
E. Piot, A . C evasco, L. Lotito, A . Zaccagn in i,
E. T roise, J. R icciu tli, J. Cuom o, L . R oselli,
T o rtorelli.
— Se prepara una velada para el mes de S e p ­
tiem bre.
(
S e ha pedido el envió del com p. F . Cuneo
para el mes de Septiem bre.
— La sociedad de resistencia de panaderos
ha realizado una asam blea extraordinaria con el
objeto de discutir la orden del día del tercer
C o n greso de la Unión G . de T rab ajad ores.
S ob re el P royecto de L e y N acional del 'Irabajo; se pronunció por su rechazo absoluto, y
com batirlo. Se pronunció por la h uelga gen e­
ral com o arma de lucha proletaria. S e ad­
hirió á la realización de un pacto de so ­
lidaridad entre la Unión G . de Trab ajad ores
y la F ederación O b rera. Por la fundación de
escuelas obreras y cooperativas de consum o y
producción obreras. P or la form ación de un
órg an o de defensa para la protección d e los
obreros perseguidos. P or m edidas contra los
obreros traidores, etc., etc.
S e nom bró d elegad o al com p. L u is Bernard.
— L o s albañiles están en plena actividad.
— S e agita la idea de em peñar una cam paña
para con segu ir las ocho horas.
— E l dom in go 30 de ju lio dió una conferencia
el com p. B. Bosio sobre: L a s enfetm edades y
la clase obrera.
— E l d om ingo 13 del corriente el com p. Tancreni hablará sobre: L a utopia en e l desenvol­
vimiento de las sociedades.
A los suscriptores de la Boca—S e les
advierte que ha sido d esign ad o com o nuestro
a gen te el com p. V tn tu iin i G a iib ald i, S a r ­
miento 782, quien en lo sucesivo está encar­
g a d o de la venta del periódico en esa lo ca ­
lidad.
Cortadores de ca lza d o — E sta sociedad g r e ­
mial dará mañana Sáb ado 12 de A g o sto una
interesante función y con feren .ia, en el salón
L ’A rtc, á beneficio de la caja social.
H ará uso de la palabra el com p. J. J. O li­
vero. E ntrada para hombres: un peso; asiento:
20 centavos.
Confederación de empleados de tranvías—
H a qu ed ado definitivam ente constituida la a so­
ciación de los obreros de este g ie m io , cu ya
característica apatía, ha sido hasta ahora d ign a
de la m ás severa y justificada crítica.
Próxim am en te tendrá lu gar su prim era asam ­
blea.
A las organizaciones gremiales
y centros socialistas
L a red acción d e L a A c c ió n S o c i a l i s t a
a grad ecería á las com ision es adm inistrativa»
d e estas a gru p a cion es la rem isión d e informes
de sus asam bleas y dem ás actos sociales á fin
d e d arles p u b licid ad en sus colum nas.
estan d o, de resu ltas de ese m ovim iento, com­
pletam en te p aralizad a d icha industria.
Francia -Q u in ie n to s ob re ro s de S aulues que
hicieron causa com ún con los huelguistas de
L o n g w y , atacaron con re v ó lve rs á la gen d ar­
m ería, vién d ose o b lig a d a ésta á dar varias
c a rga s a yu d ad a por fuerzas d e caballería.
T r e s gen d arm es q u ed aron heridos.
Estados U n id o s— S e ha in iciado una cam ­
paña para p ro vo ca r una h u e lg a ge n e ral d e los
m ineros d e P en silvan ia. L o s prom otores del
m ovim iento asegu ran q u e la h u elg a estallará
antes del in vierno p róxim o.
E spaña — L a m iseria en A n d a lu cía está to­
m ando p roporcion es d escon ocid a s hasta hoy
día. En A rc o s y San L ú ca r, la m iseria es tan
gran de, qu e los cam pesin os y ob reros asaltan
en los cam inos los co n v o y es d e pan.
B IB L IO G R A F IA
H em os recib id o las sigu ien tes publicaciones:
P ro g re so d e la B oca, E l F e rro c a iril, D e­
m ocracia C ristian a, E l R o jo (R o sa rio ), E l
O b re ro (A z u l), E l R e p ó rter d el P u erto , E l
T r a b a jo (Junin).
N o ta s a d m in is tr a tiv a s
Q u ed an d esign ad o s com o a g e n te s d e nues­
tro p eriódico, los com pañeros:
F.
G ian frin i..................B ahia B lanca
B.
B o sio ......................... A z u l
E.
I b a ñ e z ......................S . d el E ste ro
y
la Banda.
L o s su b scrip to res d el in terior d e esa loca­
lidades deberán en ten derse para tod o lo que
concierna á la adm inistración d el perió dico,
con los ciudadan os a gen tes en los pun tos en
qu e residan.
— S e han recib id o las don acion es siguien tes:
C írcu lo A v a n ti, C ap ital, $ 20; com pañ ero
C o n síglie ri, 1; varios,' 0.60. T o ta l: $ 2 1.60 .
Correo— B. Bosio, A z u l. . R e cib id o s $ 3.
E . Ibañ ez, S . d el E stero.
id
» 2.50
J. B. S ola ri, B arad ero . .
id
*3
A z u l— A cu sa m o s recib o d e $ 5.50 rem iti­
dos por B. B osio.
— L a adm inistración hace saber á los com ­
pañeros, que el p erió d ico ha sido d ad o á co­
m isión para su ven ta en tod os los k io sco s de
la C ap ital, d on de p u ed e a d q u irirse al precio
de d iez centavos el ejem plar.
AVISOS
Im prenta y Encuadernación
de LOTITO y BARBERIS
HUELG AS
417 -
R E C O N Q U IS T A -
417
Ebanistas de La Plata — Continúa co a en­
tusiasm o la resistencia de estos valientes obre­
ros, con gran d es perspectivas de resultar com ­
pletam ente victoiiosa.
L a policía ha intervenido com o de costum ­
bre, en una form a parcialísim a á favor de los
intereses capitalistas.
N um erosos obreros han sido detenidos é in­
tim ados brutalm ente con el objeto de hacerlos
v o lver al trabajo en condiciones im puestas por
el m ismo jefe de policía.
T a l procedim iento ha surtido un efecto con­
trario al que esperaba el m agistrad o bu rgu és.
L a actitud de los obreros se ha íe te m p ’ ido
en energía, y se hallan resuellos á no v o lver
á la labor, sinó después de un com pleto
triunfo.
Casa especial para impresiones de todo género
MOVIMIENTO OBRERO INTERNACIONAL
de la fra c c ió rj Revolucionaria
"LA VA N G U A RD IA "
D iario socialista
APARECE EL I DE SEPTIEMBRE
S u s c r ip c ió n
1
$
Avanguardia Socialista
ORGANO
d ir ig id o
Rusia — E l m ovim iento obrero d e R usia asu­
me cada día un carácter más y más violento:
francam ente revolucionario.
H e aquí los últimos informes recibidos:
El gefe de policía de la ciudad de Vib o rg ha fallecido á causa de las heridas que
recibió en el atentado de que fué objeto.
«le** Los bancos de San P etersb u rgo han
cerrado el crédito en vista de las am enazas de
h uelga que circulan en el grem io de ferrovia­
rios, y de que los cam pesinos se niegan á le­
vantar la cosecha de los gran des propietarios
territoriales.
* * * L o s obreros fundidores realizaron en
S osnow ice una m anifestación tam ultuaria, lle­
vando banderas íojas.
E ste grem io im pidió el trabajo á los m ine­
ros, que no quisieron adherirse á la huelga.
Ha ocurrido un serio choque entre
obreros y soldados en el pueblo de S etovoresk,
á un paso de San Petersburgo. L a tropa fué
apedreada, resultando m uchos heridos de una
parle y otra.
Los agitad ores de K u tais lanzaron bom ­
bas contra las tropas durante una m anifesta­
ción popular.
.j.** Se han declarado en huelga 9000 o b re­
ros em pleados de los establecim ientos meta
lúrgicos.
**(. Com unican de Costroina que 100,000
obreros de los m olinos se hallan en huelga,
m en sual
Es deber de todo socialista cons­
ciente el contribuir con su suscrip­
ción al sostenim iento del órgano ofi­
cial del partido.
A. LAERICLA 1
MILAN
po r
MCCCH1
y¡a Uqo Foscolo 5
L A I Revista
N T E RSocialista
NACIONAL
JÑparece m ensualm enfe
Redacción: A zcuenaga 9 8 1
Admistraoión: Cuyo 193Í
SUSCRIPCIÓN TRIMESTRAL 50 CENTAVtó
, LA LEY DEL THARAJO
i olleto conteniendo los juicios <
ha merecido de los socialistas el i
yecto del ex Ministro (Jonzalez.
Aparecerá en breve
Por pedidos dirigirse al CeutroSv*
lista del Azul.
U MOVIKIIHTO REVOLUCIONARIO EN RESE
Por A . S. L O R E N Z O
Precio 10 centavos.
Kl beneficio
s ; f s d a,
edita
Ir if l *
|a Vünta
c 'o m
, ,
¡ t i
hOCUll,sU ,lel A “ l. l« e
Buenos Aires Agosto ‘21 de 1905
Afio I
N°4
La Acción Socialista
P eriódico
^
S in d ic a lis ta R e v o lu c io n a rio
Aparece el 11 y 21 de cada m es
k-
tercer Congreso de la Unión General de trabajadores
El sábado doce á las 8 p. m. hallándose
presentes un buen número de delegados, el
tercer Congreso de la U. G. de Trabajadores,
inaugura sus sesiones'en presencia de un nu­
meroso público obrero.
Como es de práctica y de acuerdo con el
Estatuto se constituye la comisión á fin de
proceder á la revisión de los poderes, la cual
después de un cuarto intermedio se
expide
manifestando que se encuentran en forma las
credenciales correspondientes á 65 sociedades;
propone el rechazo de dos representaciones
por no estar al corriente con la caja central
las sociedades respectivas; é indica que que­
da sin delegado la asociación Oficios Varios
de Posadas en virtud de que el designado,
compañero Tortorelli, representa á otra socie­
dad.
La nómina total de las organizaciones con
representantes en el Congreso es la siguien­
te:
. Capital— Alpargateras, herradores, tintore­
ros, confiteros, picapedreros, obreros en gene­
ral, metalúrgicos, zapateros, constructores de
carros, unión gremial femenina, escoberos, pintóres, fraguadores, yuguiyeros, escultores, tor­
neros, obreros de las usinas de gas, electri­
cistas, cepilleros y pinceleros, lustradores de
calzado, colchoneros, chocolateros, tundidores
tipográfos, empajadores, curtidores, faenadoren,
hojalateros, fotógrafos, liga textil, herreros de
obra, vidrieros, horneros, carameleros, ebanis­
tas.
Interior— Santiago del Estero: panaderos,
zapateros— San Pedro: Unión G. Femenina,
C. C. de Trabajadores, Albañiles— 25 de Ma­
yo: Centro C. de Trabajadores— San Nicolás:
Curtidores y talabarteros, metalúrgicos— Per­
gamino: Panaderos, carpinteros y herreros,
pintores— Ayacucho: Centro O brero— A vella­
neda: fósforeros— Tres Arroyos: Panaderos,
horneros, metalúrgicos; carpinteros— Baradero:
Centro C. de Trabajadores— Bahia Blanca: Pa­
naderos, albañiles— Rojas: Panaderos— Junin:
L iga O. de Resistencia, herreros— Mendoza:
constructores de carros— Concordia: obreros
del puerto, panaderos, albañiles— Posadas: Ofi­
cios varios— Mercedes: Unión O brera— La Pla­
ta: conductores de carruajes, constructores de
carros— Azul: panaderos— Mercedes de San
Luis: U. G. de Trabajadores— San Isidro: U.
G, de T .— G. Villegas: C. de Trabajadores—
San Juan: Panaderos.
¡|
Luego, el miembro de la Junta Ejecutiva*
compañero Pintos, pronuncia el discurso de
apertura y saluda á los congresales, deseando
á estos serenidad y acierto en sus deliberacio­
nes.
Se procede á la designación de la mesa,
acordándose que el presidente será nombrado
en cada sesión; no asf los secretarios que co­
rresponderán á todas las sesiones del Congreso.
Queda oonstituida la mesa con los compa­
ñeros: Cuneo, para presidente, Oddone y J.
Ricciutti como secretarios.
Se discute el reglamento á que deberán
ajustarse las deliberaciones del Congreso.
Para los asuntos de mayor interés, se acuer­
da que la votación deberá producirse por el
número de adherentes que represente cada de­
legado.
A fin de facilitar la discusión de la exten­
sa orden del día, se nombra una comisión
compuesta por los compañeros López, Bernard
y Rosaenz. Dicha comisión, en cumplimiento
de su cometido, engloba las proposiciones so­
bre asuntos semejantes, dando preferencia á
los que por su Indole reclamarán una mayor
atención del Congreso.
En tal sentido queda modificada la orden
del dfa en la forma siguiente:
Acción obrera: Huelga general, Solidaridad,
Defensa obrera.— Acción política: Reivindica­
ciones, Jornada de Trabajo de la mujer y el
niño, Higiene de los sitios de trabajo, Descan­
so dominical.— Instituciones obreras: Coopera­
tivas, Cámara de Trabajo, Empresas de pro­
ducción.— Relación de clase: Legislación so­
cial, Arbitraje obligatorio ó legal, L ey nacio­
nal del trabajo.— Unión General de Trabaja­
dores: Reforma del estatuto, Prensa obrera.—
varios.
El Secretario General, compañero E. Piot,
dá lectura al informe de la Junta Ejecutiva,
que contiene una minuciosa y prolija relación
de la obra realizada por la Unión desde el
Congreso anterior.
Aprobado el mismo, se acuerda aplazar la
lectura del balance para una de las sesiones
posteriores, á pedido del secretario por no es­
tar aún preparado.
Luego se pasa al examen y discusión de
las proposiciones.
Pacto de solidaridad
Inicia la discusión el compañero Cutillo ma­
nifestando que: Mientras se discutan teorias
la clase capitalista se vale de estas disputas y
disenciones para explotar más y más á la cla­
se trabajadora.
Tortorelli dijo que la diferencia de doctri­
nas llevaba á los apasionamientos y de ahí á
los personalismos, y á los odios; que los so­
cialistas y anarquistas tienen el mismo ideal
fin a l: la emancipacián económica; que ambos
eran igualmente explotados y que por consi­
guiente la diferencia doctrinaria de ambas
denominaciones no tenía porque distanciarlos
en el campo de la acción.
Ha habido más guerra entre los titulados so­
cialistas y anarquistas de este pais qne entre
los burgueses y los asalariados, y esto era sen­
cillamente vergonzoso y debía acabar una vez
por todas.
Afirma que la Federación Obrera era una
gran fuerza que no podía ser despreciada.
Desde que se habló de un posible pacto de
solidaridad entre socialistas y anarquistas se
notó un interés y animación especial por esta
cuestión en todas las sociedades gremiales.
La única diferencia que existe entre ambos es
que mientras unos luchan en el campo eco­
nómico y político, los otros solo lo hacen en
el primero. Luego en ese terreno no tiene ra­
zón ninguna de ser la divergencia. Las cir­
cunstancias impusieron desgraciadamente la di­
visión de la clase trabajadora en dos gran­
des organismos, cuando siempre habían mar­
chado de común acuerdo.
Cúneo dijo que el odio es debido esencial­
mente á la mala propaganda de periódicos
que nosotros, los trabajadores, contribuimos á
sostener para que venga luego un señor A ó
B á desahogar sus odios y rencillas ya sea
contra los anarquistas 6 los socialistas— y es­
to debe cesar en adelante, pues el periódico
está para hacer propaganda elevada é infor­
mar á la clase trabajadora de todos aquellos
asuntos que puedan interesarle.
El delegado por los metalúrgicos, Aim am i
dijo que no todos los adheridos á la Federa­
ción Obrera eran anarquistas, de igual mane­
ra que no todos los adheridos á la U. G. de T .
eran socialistas.
Montesano afirma que la clase trabajadora es
una sola— y es necesario desarrollar un es­
píritu de tolerancia, del que aun carecen los
trabajadores. Que la lucha de clases es una
sola, y que hay que evolucionar en la táctica,
pactándose la unión para determinadas circustancias y cuando los hechos la impongan.
Cuando la F . O. decretó la huelga general,
la U. G. de T . y el P. S. A . se adhirieron tam­
bién á ella y el resultado hubiera sido mucho
más fructífero si hubiera habido un pacto pre­
viamente realizado entre estas instituciones
obreras. La ley de residencia se aplica sin
mirar si se trata de socialistas ó anarquistas.
Luego hay que abandonar las diferencias que
dividen y constituir un comité para que
cuando el caso lo requiere obre en consecuen­
cia. Este comité vendría á representar así á
toda clase trabajadora organizada de la repú­
blica.
Rodríguez afirma que somos opuestos en el
fin, en los medios y en la táctica á emplear.
Lotito se pregunta ¿qué intereses opuestos
puede haber entre socialistas y anarquistas?»
y se contesta que ninguno absolutamente.
A grega que la L ey Nacional del Trabajo es
un verdadero código penal para los obreros y
que el pacto se hace cada vez más indispen­
sable para combatirla eficazmente.
Piot insiste en que la sola realización del
pacto sería una amenaza para la burguesía.
Bem aod dice que se ha encarado solamen­
te la cuestión bajo un aspecto doctrinario, no
haciéndose mención de que se trata de cum­
plir y completar disposiciones contenidas en
el articulo I de los estatutos de la Unión— Lo
que se propone y se discute, es la realiza­
ción de un pacto de solidaridad, que vendría
á fortificar la acción del proletariado contra su
enemigo de clase y en este sentido la lógica
y aun la doctrina socialista que sustentamos
nos impone su aceptación.
Las divisiones fundamentales que se preten­
den existen entre la Federación y la Unión,
sobre apreciaciones de lucha son sencillamen­
te una mentira.
•
Las reglamentaciones de ambas institucio­
nes tienen al respecto una estrecha analogía,
y en la práctica han adoptado constantemen­
te los mismos procedimientos.
No es posible pretender guardar inmutable
apreciaciones que podrían ser esactas hace
dos años, hoy la burguesía cambiando de ac­
titud á nuestro respecto nos fuerza á adoptar correspondientemente reglas
de con­
ducta, que tiendan á destruir sus malévolos
propósitos. Estas no pueden ser otras más que
las consentidas en el proyectado pacto de so­
lidaridad, que el buen sentido por una parte
y los intereses generales de clase, del prole­
tariado, por otra imponen incontestablemente.
López observa que un boycot tendría mu­
cho más probalidades de éxito el día que exis­
ta un pacto de solidaridad aceptado por am­
bas partes; y agrega que si se aplicara inde­
bidamente no había porque seguir solidari­
zándose; y que por otra parte, solo se san­
cionaría por el término de un año; hasta la
realización del próximo congreso obrero.
Votación-. Puesta á votación por adherentes
la proposición N° 29, que es la que serefiere
al pacto de solidaridad, dió el siguiente hermo­
so resultado:
A su favor
5 6 3 1 votos
En contra
488
«
Se abstuvieron
420
«
Ausentes
1120
«
Total:
7659
— Luego se suscita una viva discusión con
motivo del proyecto de reglamentación del
Pacto de Solidaridad propuesto por el dele­
gado López, que fué vivamente impugnado
por el compañero Bernard, el cual insiste en
que se debía discutir desde un punto de vis­
ta doctrinario y que no se puede, sin caer en
el ridiculo, tener la pretención de imponer á
la F. O. A . una reglamentación que no se sa­
be si será ó no aceptada y que debe ser el
resultado de un mutuo convenio entre ambas
partes; agregando, entre otras consideraciones
de orden general, que el pensamiento obrero
no debía cristalizarse y que habiendo variado
las circunstancias en que tiene lugar el movi­
miento obrero debía igualmente variar su ac­
ción.
Por mayoría de delegados se votan dos de­
claraciones de los compañeros Oddone y Cú­
neo, cuyos textos dicen asi:
El tercer Congreso de la U. G. de Trabaja­
dores considerando que las causas que tienen dis­
tanciados á los obreros socialistas de los obre­
ros anarquistas en el terreno de la lucha tie­
nen sus raíces en dos escuelas sociológicas
distintas y por ende en las distintas maneras
de concebir las causas que determinan el mo­
vimiento económico en la historia.
Considerando que solo las necesidades im­
periosas del desarrollo industrial y proLetario
y una mayor educación económica-pohtica in­
telectual, atenuarán haste suprimirlas las dife­
rencias de método de lucha.
Declara:
Que la solidaridad entre todos los obreros
es no obstante un medio de eficacia indiscu­
tible para alcanzar sus aspiraciones y que la
Unión aceptará un pacto con las demás orga­
nizaciones obreras siempre que no perjudique
los principios de nuestro método de lucha.
Oddone.
El 3er. Congreso de la U. G. de T . decla­
ra: que solo la unión y la solidaridad entre
todos los asalariados de todos los paises pue­
d e arrancar progresiva y paulatinamente á la
clase capitalista las mejoras y ventajas que
han de encaminarla á su completa emancipa­
ción política, económica y social. En conse­
cuencia, y lamentando las luchas intestinas
que se manifiestan entre trabajadores de dife­
rentes tendencias políticas, (cuyas luchas solo
favorecen al capitalismo imperante:
Resuelve iniciar una enérgica acción por
medio de la propaganda oral ó escrita con el
propósito de desautorizar toda polémica ó
controversia que se aparte de las reglas de
un debate sereno é instructivo que tienda á
exasperar más de lo que están las relaciones
entre obreros.
N o rehúsa pactar actos de solidaridad con
otras instituciones obreras y podrá iniciarlas
también si son necesarias siempre que así
convenga á los intereses de la clase obrera.»
Esta moción presentada por los electricistas
es aprobada por m ayoría de votos.
Sobre las bases á que habrá de ajustarse di
cho pacto de solidaridad, se acuerda aceptar,
por unanimidad de votos, la declaración for­
mulada por los m etalúrgicos concebida en los
siguientes términos:
«Resuelve aceptar y proponer á la conside­
ración de todas las organizaciones obreras del
pais, que no militan en la Unión, la realiza­
ción de un Pacto de Solidaridad, tendiente á
unificar la fuerza y acción de la clase obrera
organizada en las siguientes circunstancias:
1" Para oponerse tenazmente A la aplica­
ción de cualquier proyecto d e L e y Nacional
«leí Trabajo que en sus dis|x>siciones contu­
viera como el proyecto G onzález, medidas res­
trictivas al desenvolvim iento y desarrollo de
los organizaciones obreras.
2o Cuando manifiestamente S'5 decretara el
«Estado de Sitio» con el propósito de ahogar
probables ó efectivos movimiento'» de la clase
trabajadora; y
5o Para combatir hasta su completa deroga­
ción, á la odiosa y draconiana L ey de Extratrañamiento de extranjeros, valiéndonos para
ello de una asidua propaganda, y de una ac­
ción seria y meditada, realizada en el interior y
exterior de la república.
Para llevar á buen término la realización
de las campañas mencionadas, la Unión G e­
neral de Trabajadores reconocerá y propagará
las conclusiones á las que el 3.0 Congreso de
la misma haya arribado, respecto á los méto­
dos de acción y combatividad á adoptarse
contra las medidas y leyes coercitivas creadas
por el Estado, contra la organización proleta­
ria y su obra revolucionaria.»
Huelga general
Piofñ (albañiles- de Bahia Blanca) afirma qtie
en caso de ingresar el gremio de barrende­
ros ó sea de empleados de la limpieza pú­
blica en un movimiento de huelga general,
dadas las condiciones especiales de las ciuda­
des modernas, puede constituir una verdade­
ra arma ofensiva.
Objeta que siendo muy reducido el nú­
mero de obreros organizados en la A rgen­
tina (30.000 solamente, ó sea algo más del
5 0/° sobre el total de obreros) él cree que 66
iría á un fracaso seguro.
No hay que olvidar que se había resuelto
en Italia, por decisión de los congresos obre­
ros, que una huelga general no debía durar
más de cuatro (4) días.
D ice que en Alemania el 45 , 1o de los obre­
ros se hallan organizados (1) y sin em barga
no se habla de huelga general, como se p«K
tende entre nosotros; que laclase trabajadora1
no se halla organizada y que eso constituyeel más sério oDstáculo para llevar á feliz ter-'
mino un movimiento tan trascedental— Es errta
locura pretender equiparar la República A r­
gentina con Alemania ó Bélgica.
El delegado de los Ebanistas objeta que UÓ
clase trabajadora padece hambre 365 días de4>
año, y que por consiguiente el argumento d£f
que la huelga general perjudica sus intereses
materiales era en extremo pueril.— ¿Que es lo
que tiene que perder la clase trabajadora?
Nada— En Lóndres hubo un movimiento de
huelga general que duró 7 meses y aquí so-:
lamente en Buenos A iresla huelga general de
1902 arrastró á cerca de i 100,000 obréros.
1
Piot dice que para que la huelga genertsl
se perfeccione es necesario practicarla. T.C°n‘
sidera á la huelga general como exterioriza*-'
zación de una protesta— y que laclase traba­
jadora para aprender debe hacerlo en carn e!
propia.
Cebeso objeta que se ha dicho que solo el
3 por ciento de la d ase trabajadora se ha«i
lia agremiada y que eso era falso; que de­
bíamos dejarnos de manifestaciones platónicas
y hacer algo práctico; y eso era la huelga ?
general cuando las circunstancias lá impu-i
siesen.
Lotito observa que el argumento de los que
afirman que el trabajador se perjudica en sus
intereses materiales es viejo y trivial porque
la clase trabajadora se halla siempre e x ­
hausta.
iHay que tener en cuenta que el fracaso de-'
la huelga general de 1902 se debe á que no>.
fué preparada de antemono con la debida
propaganda. Es muy natural que la clase tra­
bajadora no se adhiera incondicionalmente i>!
la huelga general, cuando en los mismos con­
gresos, los*delegados,:los más conscientes sé,
declaran adversarios de ella.
Los enemigos de la huelga general, ya que
la rechazan deberían proponer el medio de
sustituirla; no es posible esperar nada del par­
lamentarismo, pues fuera de su poca eficacia l
nos encontramos en un país cosmopolita don»'
de las autoridades obstaculizan de todas [ma­
neras la adquisición de la carta d e ciuda­
danía.
Montesano afirma que no ha sido la huel­
ga general la que ha provocado la sanción
de la L ey de Residencia, ni de la L ey de
T rabajo.» -L a clase capitalista había puesto
en práctica todos los medios imaginables para
contener los avances del proletariado. ¿Y no
debíamos hacer otro [tanto nosotros?— observa
que no se declarará la huelga general en cual­
quier tiempo y por cualquier motivo. Se ha­
rá en los momentos en que se pueda perjudi­
car los intereses materiales de la clase capita­
lista; en tiempo de la cosecha, por ejem plo— S e
lia dicho que solo la minoría de U clase tra­
bajadora se halla organizada. Es cierto, pero
así como un pequeño grupo de [propagandis­
tas empezó á agitar al proletariado, hista con­
seguir los resultados que hoy palpamos, de
igual manera hay que empezar A propagar y
[ 1] Hato tinto (tu tu inuoho tic *or tu P tiirrftM n «1* 1h r a d ic a d W
«Uta w iIiiiiiim <|tit* MiiiiuuMttú b i\v l m ilU in «lo obrvnoa orxoH li«<ltw
i'ii A lon m m 'u , «tontlo la* oIim-Hoiio-* «U rn»n, alit omtwirgív, y m illo
im » 1I 0 voto* nin'IuIíhUím. N . do lt«
_
LA ACCION SO C IALISTA
REDACCION Y ADMINISTRACION!
C o ch n bK m b * 3401
k. - w m
Precio dejmu^jUpe IA*
J .
1*011 A lio ..
» SKMS.sTKK.........................
» T K 1MK8 1 KK........................ ..........
» Nl’MKItOSl’KI-TO.................
practicar la huelga general, si se quiere conve rtir á
-etr-tm arm a-tem ible de luchar
O tro tanto acontece con la acción política.
Los votos a u m e ^ ^ p t. te pm paganda y
otro tanto r e s u l y í co¿ Ja ¡huelga general.
Lo huelga, áVe#(ejéó»h adef *npít«l,'-éis «th
arma que se perfecciona más y nras. A sí co­
mo este al concentrarse aumenta en poder,
aquella se intensificará £ medida qqe vaya
stehclo ihayOr 'él número de lÓk óHrérós que
sfe' ádníéVaJÍ A1 ellK.
'' u'Ó evaicdA'fíi 1V1» que él tema ‘ que se está
dScüR'éniTO no ^s'hád? nüpvo y qué ha sido
¡fcé^Vctó' cVi Vdditó los cÓngresÓs, pétó ton
cierta timidez.
;
.
1
1 Ueétái'á qué SOrt éném i¿bk dp la
hdel¿'á Teñera! tóaos aqiíétlcjs que fio deseaft'áp'iVéyé/ dWécjáménté , com o " adversarlos
de eiiáJén8p,oneh ti'ab'hfe á Su réálizaéión.— E l
dóVffo e á á ’ cu^’éTtá está eri confia de ella’.— E fí tófirgSoit'ácibfife ítáV siéip^Ve qn 1 nlihbrK*1Hiá^ cbnstiénte; qüe refleja lo s verdaderM H ? f t I f f ’thaéoi'fá, lós é'ualeá tienen
el deber imperioSd ld,e Kóriéhtái1' á la ' masa;
pero si surge entre ellos divefg'HUJttiS, f estas
sprftó dfMftleft paraI la evolución del movimient9 |,qbf«íi(}.
■
M.Pfc\»lt#{&liimftherál que i«n época de.eleccio-,
nft& w iq n tf^ i waos ,,vani decid ¿ d i e n t e 4 .echar,
SRl boietal á ,|a urna, qferosse estusan ,-dictando,
qup, |el,^rimsÉo p s 'm u y dudosp:. así tam bién
acontece con la huelga gen eru L u »0 S , Sftndeci-,
dea perohribáruse,¿pella,.h y objgs gp.^bstienfln^dAh8terh>,-r,Y,difícilm ente,, á e, cqusjgufl,
rtejjiaalrda. Kakimente», agregó, ¡que.eu, vea ,Ú6 \
¡Byefltpr j^iftof; sa finyéctaba o p io 'á la, .claspi
trabajadora.
• (.»,-u.ñ m i ■ 1
o)&H!iWdi d íte quo.ilfk huelga,genpral,., no/.es
asiprpcjedimíentD uauego en la, lucha,-q.ue líbr#,
lajssi*e jtratejadora aJu5«tprt«hsnto-
up ;,n
Im pugnada en un prirttipip por Jos .,$pciarn
li#taS' baf sido1 pjoj; (último aceptada y resuelta
:flpng|cpsps, casi pui;,, .unanimidad. , -Malí
gaa^o -Jas, «rtsrpretacionps, d iíe f eflteg dada&por,,
a<sét1lAiÁcófiTty (S¿CiaAíst«j| hqy¡:, está , imiverpahi
n»e*ít,ví«S)nq«ida-flomQ artpa d e singUÍar efi-n
c a w y in é n « » . específicam ente ctbT<ua.,; rN q9
cabe 4 iloS(,«»ogresoft determ inar el,,grad o , dm
efiwda->tjue,¡elíá pueda,,4f¡a^r; ésta dep^nd^ién,
absoluto de Ui.eapactdad*.energía y>. Prfiy,fi>ión
dULproletatíade, que- la e je rc ita .,, A lg u n o s ;la
d a^ id u rao ,q o i» o i,,atmple : actq fie , .protesta^,
oth ot)jn ttíg^ K á|« trib u itle e l,, p q d er.dp detf>i.
meottMial c*pjtaji$mpi y p.tfos, aú^i m ás ^ p lu s¿ti#iaa'j6>ja.lti,aHe|ñanf<ionio el remate ,cr(ítipo
de-tanrevfilrtfiiÓiioS0l^aU!
-1,
ufA<mhijMlemr!la,buelaa({ffnei»lr,tiepuT Ia5 . l tós
p rep iap a d ef.,
rttsarl» ,el pr^JetHíiado puedqt
eittefm ítaaj gg \esníon^thacia^.el ,capitalísm oeAr[
presan^d*U deaag^adahpqr.yipa a g ie s e n . dp
d#te,,, B4ie<ieí«Prt ellaMtpmbjéa dapar, ,fi,su *pem igo y.fp ad itá,también.-en $1 límitaodgl/iP^Rcccc«síh«ew}ÍMC¡QUiMÍO servirse ,de pUa [Para , se-,
Uad,;ía djaw!Qt« finql de !»• burguesía. £ erp so^
brfrnestae, cuglidadf s d e i Ja huelga general pri.-,
man aún otras que á ninguno de los d^legg;
dto seles lia, pcu irido m encionar y, es la del valocrtnwalKqufei tdlg con tien e. Efectiyamegte^na-^
dalhayrr^ue paiten tice, de una manqrg más^nítVfi
d aciá '^ íiáten cia , d e Jos, ■
antagonism os
Cfigl unh ehocuesicia r e a l. q y e ftg tendría gn.tnP'v
doi(plgunfl
lid io, >»i la brillante , ffiasep|ogÍ4v,
de los propagandistas, cpmo este acto cplgcj,.
trog d e : «d^se; que .3^, llam a la, fyuqlg# general.
^iPen©) in sia d v e s55**0* W c-om peñan rad¡ca|7,
nstnte.i^n ides$gi*rar|a, .de.mna, m an ^ a intrap-..
nonde en gran parte la re sp o n sa b ilid a d de
te hecho al poder e j e d ^ o , quien sin cono,
n á los obreros |
cer las ''* * * & au e ¡nd
se ocupa de comdeclarar:
r sus m otivos, po^ batir á ■ a '^ ín amen
cito al servicio de
iflLníendo
productores y ca­
— Tos contratT?
este propósito cree, asimismo, a e utilidad la
i,alistas y defendiendo el egoísm o y la
m exRealización de una activísim a propaganda ten
ítación, realizada por aquellos, sin ningún
nehcio para la sociedad,
Q ue m ientras por un lado el parlam en­
cuando el Estado trata de desorganizar las
nización.
to burgués ae d esvela fom entando la inm igra­
asociaciones obrerás.
' " 'H l
M .■ O h l í
V v b t w k p<JL rȒ>Rlimdad.
ción de.Jus. p r o ílu c to re s-a g r íc o la s ¿ - in d u s t m ,
- -Cuneo cree q u e la huelga general ea la Sobre accidentes del trabajo
les, con sus correspondientes capitales, para
obra final de la lucha entre el capital y
Pioppf indica la necesidad de que el estado
el engrandecim iento del p»»»s por otro, el poe lt .a b a m ., ,
\
d ictc ltív es ^ « p o ta b iliz a n d o á loe p atfoi)***»
^ ■a c u t i v c ^ d ^ l » ) ^ ^ ' ' ^ prestando sus
1 « t § ( ^ ) ^ i a l u f l i c y a l de contratis­
tas y süs protectores los geren tes de em pre­
af Fefpfbto sí^hSn saWcffiWado
neral.
sas cuya obra acarrea tantos males
necesjdad indispensable Aa
de haror
hacer una contiE s aceptable pero es un arma de dosHIrtT.
P or estas consideraciones:
(
nua agitación sobre el asunto.
S e pqnert á votación las ctos njiociones si­
'3W Cóégfési) dé )d U. G. a é T . desi.lvlíMAflM,sostiene que lpe accidentes del tra­
r . pfótésta^
.
.1. eriéi-gitátóétíYe
,n
ji^i* có
-óhtrá
la’iht
guientes: ’
'
i ' 1 i1
'
bajo son producidos por la criminal, desidia y
MiéS'tfé
títrá ja
irttról
E l jé r . C o ngreso dé la Ü . C«.' d'¿ T rab aja­ egoísm o ,¿e, los patrones, y que iconaider» inom?!>10n cíe ia '^ o ím ía ' y ' él ejénHfó e i i ’ lá j
dores declara qué la h u elga general si por
1 ^ 1 ^ ; , ! , ■■»,»•»,
fioioso pedir al Estado,, ipstiiución eminente­
ella se éntiéride el abdndbng cortsciehíé'Q est
m ente, ¡de, qlase, leyes,que defienda»mA Jo» tra­
Resuelve:
1
pontánéo jdél trabajo pjjr |>árté dé los ^ r é bajadores por ¡quanto. dem ás qe sabe los reBub
' ABónsé/áf á 1'toéfós ldS' óbréi-o^ ’de lóH' diferos de uhá localidá i aeterm'ibajd'á, acto ’ «jiié
tados. obtenidos en ,otros» paísesreh t^ í g'feifilÓS qllé tPabafart’ ^ l1Yri^rido d é ’cbnt
traiga jpor consecuencia _ la paraiizajci^n",1 dé
, , 7ivV<vtffó' ojírnia que por m edio de, la a«'
tóitísl'Js ’f fetóWéSaVidk, Ú ’ qhe áttóeiV M tóéfl
aquellas industrias indispensable^ para Tá' /vi­
ció» direeta ha ,de ser cpm o los trabajadores
zá$
’actfv’eAMta ’p fópágárid á pátó ’HeíilÓStfai'
da económica tjé dicha localidad p n é d é ’sér en
conseguináil, las m edidas.necesarias para evitar
ó b f ’ffíédi'o'de H t i t e í V boyéótó °á Tai ''Báj^l
deternynadas clrcjunstáVici^p ^é lugar y 'd e
dichos accidentes.
'
,
,,
! hj
tálikfck’lá función í ^ t i l
páráütafjfi' d é ’ ' ’ éi?
tiempo uií‘ medio éhcaz ' phrá éxte río fizar1 la
. R ofrigU á* s^ tiq n e que, »o. solo p o r .lá ab­
tó’á"lh’<éfniétfíaf?os'y- n ó’‘te ja r eft’ e itó s’ ptó'jióí
protest^ de la clase trabajadora resudantes de
ejón , directa, sino,.tam bién,por la Jugha soste­
sitéis', haSÍh c/Btenér qÓé cadá greWll6J SffeaWlj
algunas m ed id as'co ercitivas púésVás en Prácti­
nida p o r Jos trabajaótwíes en p! cam po pollticol
zadb^'éÓh/rafe el trabajó' párá'^ il& 'A soW ádd ^
ca por’ la clase gobernante con 'él "objélp de
sq .obtendrán dichas .mejoras d e 4 , higieise y 'se­
d ire ctam e n te 'có d ' loá,lcaphafi5tás '■
’
‘i
obstaculizar é l 1 desarrollo del tóoVlAiíléhtQ'obreguridad, y al respecto rita la legislación exisj
■'■ ,J " r:
!' / Htyeü— fíém 'r d . h
ro. Oáone.
ten feten España y otras nacione» europeafi.
' A ten tad a' pbV1 trriáfifthidild.'
: m *)»,»! »» ^
El 3er. C ongreso de la U. p . de Trabaja­
FíVíW sosiien e la. necesidad de que el 3er.
dores considérándo: que siéltdó la huelga ge^
r
e
r
p
s
no
^
c
i
a
d
o
s
,
.
, \"
Congreso de la, U \ ;G. de T - afirme ,qu{¡ k>i
rteral n o;sold un medio de lucha que más efi­
3 J C p nS reo°^ .
1
r * c'f v r obreros deben luchar para que^^l Estado d ic­
D eclara:
^
cazm ente puede la clase obrera defender y finalte u n a ,¡e y al respecto, y,,cree q u e ¿i qompar
nvenée (reivindicar sns 'deréeftos éocialeé y iqub
ñeno,¡ C o r e o está en corU^pdu-jón al firmar la
1-s a lg iin o i áí-) fin del
nq deberá, om itir esíuerzo
ett'eiMtíqulér concepto que t e 'l e m ire'Ó se le
o rd e n ; del día B e rn a rd ,,por, cua^tq éj^necienr
jOZgné es el> ttVeibr instrum ento c o n ' el cual
S í
te candidato» dpj Partido, Socialista. .A rgentin p
aqiiíell¿ pn'ede! detrirhentanáil eajxitalifeiboMy dei,JPS.
ppr laJ/fiipqunsqt*pción,)ia,»)dehía; ir al parla­
ílíndet- 1aS"posldone» qxif-hg' liegadoii ifc>oladm ento, qon ,el uv»ndato,de los , lijaba jadores d
r n 'RWW%V )°.l,
quíriy eft' la fechm Birtoi'tanfbiióH’ tinaili esbtielh
lando, sin embareOj a Tas’ m ismas ia, libertad
pedjr leyes al rqspeqto y¡ reconOcíeudouen tóx
J,
-je)
- i riv >n - ; 1vTtja ,>0• n
dé^edueáteitity m oral'1para los obreroh qüe-cbn-l
i * a, 9? .P '? G } ^ u^ ?.s 'm orf/e^ y , f i a r a , pa-,
dad»! aflqión-poldjca parlam entaría d e los tratH báyendb,,á sdairles la' boneiencia y , energía!
ra,
.impediijá
to
q
o
l()tra
y ce la traaaón d^ Jos
bftiadoros.
1I0 ,
,,
,,
, - ,¡,
revóllfciDfthria «que les será- necesaria plarilire-i
r^ír^efanop! í la Erganizaciéin y T a ’ solidaridad^
, AUnfafaik*1 d e sp u é s d«¡ re b a tir-á los q u e co«<->
sólVUrfla ilucha d e cla se s'e n 'su. entero Leneén p erju icip ' d"e ios intereses g e n e rá íe s , de ja
b a te n la acció n d ire c ta p r p p o n e la >for»mafiióhL
fldOi'iReSlíelve: A ceptar >Ur huelga getteraf coi
cí m traf e a d o r a ; ¿ ^ ^ a ^
d?, c a ja s d o ifo n o r ro a y, au x ilio s c o m o , e n „ lo s 's in m edio1 lesjiedíficq de lucha proletaria ip o r
Sociedades de rompe huelgas
>, ¡
cüpatps,. in g le s a s y ‘d e o tra s ,¡n a c io n a lid a d e s ;! ,
süvefitaéiá' moral 'y ‘m aterial estableciendo-quei
.«AoonsYjar. ,á Jqs M p ciacifisn esH ad l^ íh ^ j la
j, íT^WWipide, ,se le e p íte sd a la p a la b ra pue^»
ef"mt<yor'id'-mertop''tíenoíició'lqlue d e lella>ipue>,
n e c é sid e d l de, edqptflrj la m u y frr,ep(::xgía,yiaipjs
lo, dicb O ü p o r.ü el,c o m p a r ó » V idpl jo,.qoloca,ien
da obtenerse no estriba en su esencia sino en
UW R.qsiciÓI); v iolenta a a te j-e l.c p n g rq s o i.y e n «SOI fouimidbd; d e accjón ’á fin. ¡de hQqtjjiyar,;y obtey
el vigor, inteligencia y previsión que en su
s e n tid o m a n ifie sta q u e le p a re c e ¡senda loá poooo» n « lr'Ja,.d esap arición !,eje.,(p ellas soj:i>da<J<3 for7
reéhzaciótt1 ponga t í clase i trábajaóora 1q u é ! la
niieip.brps d f l P a v íid p q y e m o ,h a c and»iado d e ; imt.das íp o r - lp s .p e r o r e s j . objgtp d e pcnudÍ3
e j e t ó i tb. 'Pórhhrcfí •! i -.':
,¡»
«i •, !t:->
c rito tip r-y , :que,,al fiflmar Ja. o jd e o . d¡el,día R er-, c a r la a^ci^n z e a jjw d a p o t ,-JaB. agru pacion es
L a votación dió eF'resultado siguiente: .‘ -y<
n a td e fé e e s ta r p e rfe c ta m e n te d e a c u e r d o con,, o b íéra A qué -JHchannepnr)criterio d« dase, oq»-¡
j 5090 .‘OÍOiipt— ^7413,
su m a n e ra d e p en car.. S o s tie n e , q pe.-Jp acción,. tra Ja-dom inación capitalisjta.»^ ,
In tro m isió n d e L E sfia d o )¡j,,,,1 ,
.
P U f^ W q n ^ tia d e Ips tra b a ja d o re s e s. aofundaB o y c o t’1 •
<
«u,<»ri
'El j e t . Cortgréhtí de la U. G , de T . declaria; la .fu tjiz q , d e l p ro le ta ria d o e s f á , ep e l caíaEl
Cbiferéhb de la ;U;‘ G / d é ' T .’ r e é fc V
ráVqfife llt iWti slhisión1 nVbítraria'del estado en
PRieqflnftmi.qoLies, en .qste,, d p n d e r e s i d e r*\\
169 co n flicto s; entre capital- y trabajo no1 ‘ó f r Z f l.d e ,c ía s e , c o m p ip ro d u c a o ra ! d e . l a rjqwer v é “í^ c o n o ¿ é 'f’él"bioycbtt é W ré 'ló s Áecúr^oV/á'
dfshiitnílráfl híritá!' tanto" la ->élase-obrera^ ,no o «é- za social; y a firm a q u e n a d a h a rá n .n i io n n i-, adÓbta'fke' p/tó, ’deftmdér Toá':5ífft^resék oBrér^?
í W
i
optthga'Friérgleárfientieiá >H0‘ p o r m edio de süj 2°»sjRt!tad,i>s,i0'bW ü^
e l ,p a rj3 m >^ t o ) ,siic n
propia a cción ," 8pel 4ndb(>CotttO‘óltim o (Wcuratv TCÉ ' j?u no,.^ 5 í^ ? r y.na, D 0tente ?y vc o ^ c i e q ( e n
1Ó,
--------—
,
------ . „ ----„
páVa eátórloriza'r sW protestai y desagrado >i'la
organización e c q n ó .m ic a ^ ( ,.j¡r i( , <(¡>
1lició n ' 'd é lnC&TÍsé¡p' iV abiónáP^l r ó h t détórnifd
htiél^lkfigídnéfal’ practicándola "en un niomentoi
C q ^ r ^ o ' í«a¡j
oporturiO á! íin d e 1dañar ’lios-’ ifiteneses u espitavarias ijno^ones. p r g ^ p t a j í ^
.aprobaba, (a, n íífl eif , tpdttk‘,'lb s r8sÓá1la’F,fb rfn a1é í / qué' ‘ H t1’
b erá s'él; 'ia p jltíd o /' y .'k ó 'ré é fJi fófe tñédjJs riáFa1
MÚik.-Piot.'''11 " "I"' J-''»¡d niiMi.ní IsuJr.j,.. d el com pañero ^ erna.;^ q u q
¡9sí- J .
obtéhéF ' ktil‘4táyo"réftcacfá'.*
'*
' >0 ,«i
4541 votos á su'ldvüí-.t»b m .,¡.
.1
PvSK-.T*»--! Cooperativas, »
Sobre el mismo asunto también se : vdta la
^ ' ? .oj.->i
1
ri?‘
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VMH , ,.1 ^ f ? l n i ¡ | t:
,' », f i L p i » ún b
slgülwAfte' decía ración:111' bi;l i .
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'/Qt¡é''eí. m edio má^ éíéctjyo, jy.pr^c)(^o| p a ra • ?P U sf,
!s„
''«Cbiilo *k>s pbliciales casi nunca pueden»,ser
evitar los.¡accmereejs del tjr^pjq y¡ o^teñjer la/ mqnfjo SíP
I o Q u e Jas
idóifieos pái a Suplantar á'lws "obreros, o l jelr
re sre n sa b n iá a á ’/ ^ e d ^ pafp n .es f o ^ t ó £p¡n cqojgg^flióp/
...■
.-.ssp
íff?^?t?»íi§W. i?55:
,e?cg)qnté^
Cohgrefió‘íd é la U1. GJ’d tfT .' aconsejn é la cla-' que los opreros al m j^rno
e ^"jvii
^ p n . escuela ad
adm
i , tiem po que
^
m ini
in istrativ a en q u e p u ed a adquiru*
sé' trábtijadorá1 á ’ d ivu lga r lo más posible los
el.
iento del ?a/^ riq y ¡^cortam jentp,
el m ejoram
ejprjm iénto
la,.< d^e t p b ^ a ^ o f a \^, p q g e ^ ri^ ..cqippejepjjla"
acciéléntés q u e 's d produjeran originaidos, :p o r, Ia jo rn a d a 1 no se .olvjd^p rde / o^teper L >!jái:
PSTft lgp$Lon,az, u n lidia >qs
la imp'eri<^a de quienes han sustituido á los
plantación én^.os "talleras y. fá b ric ^ ,
cpndi,coA) Wf?Pjefp,.,R<?npd^qt^)
m - y,/
deÜrah'Qi dudo q u e ie^p p c y ftp casi j fjym pye
- *lL - - - 1
y. s e g u r i d a d q,u,é g a r a n t i c e n
eo lo s sbj;V»WÍ4l»:wíbipco^, , . y ^stjmvJar, .,á.,log., íu s a
», y ^ s.táb lez^ n , por , su pxp- ^
. ri jT)
perjqdieaidqsqm },íorm vilen|,paj;gp^ r r^ popsapía accióij
d , 7 resp.onsat
ínsabilidad.CQ.qiRlgta d e d o ^ o t ^ rp^tor^í y , f l% i W
t % s c o m q .jc q p J G
bilíZando-ót, lfiSídmpte>ayios, del, daño, sufrido».
pátrón es//én los1, flcpjdéntéX jéJ.; trabajo, hasta / ctoness mejores
mejoré de t . a ^ ' . y s e ^ r ^ T , ^ ^
impóner una sanción 'legislativa'.
. .. .
A c c ió n p o lític a J esio io m »c! r.ifeiii.nqi,
S k # f1^
ae distingueiurior sus temperados momios de
acción. En mr, la huelga general A lSflenW n aHace poc
|ei á Jjjieepia<«| p im t d y Jfrp ljk t"1'
| u l> W fu A s * o n niML a
lip o basta ahora
^l.arfna «apc^Éfi^de
«■d
clase del proletariado.
t IPintos
’mlos ICe
1411 párrafo de una re'nsta,
jsta, en el
lée un
ger uniformemente sus energías en el sentida
indicado, coa*(enc¡d|fc de que es esta
;,f
le iá fe jW S t-
fráLwjaab A * * .
<<tónsictérantío' (q Üe
(áe ‘ 'feláÜíéWdé' , JpSr’ át-
c o p tr a .,^
VO
, "f.
Alcoholismo,
laafcód-j^uefiOcawoua ^J.paw , á J*@ .treabuiu^pre^,,
quoiiníeitvieilen ep ftdany,: estq, esiseqqUilumebf,,
t é unar puérílklad,,.pi 4BSto ^vw Ja huelgajfl'pi^q- >
tenmna»mBBnpéildvda d«(ipriQdqpcióp,.pipó .siflii I
ptemente» úw i.w sptansión dei,Kjla;
S e dice también;: j que. mqUYa ’!Una,1m£ep-:,J
sédqd ide íc»<«i^ ijJOr, parbe-.de.la ,,bMrguesíp.
Yjlest 6>:»esrincierto.jl( a m ^ no<30}fí involq 9ta
. ef »
de por upa fo r in a ’üÁ^éi<álaí l é 'Jiésta "acbrbri1, lá
«r,-Lconl',í''iÁn r»a-ÍLl»Jffo 'trtAlicA» 1
rífPr ;sén¿áci6n pá'rlámén.íkri'a ^ odálistá' ‘ c ó h tin
pap f secuncláno! y córftblémeritarlo *én ’la ftÜW
de^traiisformkcifeñ feoclál póVcjbé lüthd la cfá-1'
se’ trabátacloVa, y ’ qijéu,,¿tla n o puede fiúbdá
atribuirse la' ^iréccmh' 'dél movimiénter1 óbVefoV
sinoIíafehérsé, eii Vódoií1 lo s' momeritós irV "tíFcun stancias á Jas necasidades, fiscálízábión; ‘y
no
¿s"tráDajáBóFe.sJI <(itt'é ¡la eMéen,' Temapjeiató" Já é ’ i>
suelve: Jlacepííi r fiy íb c h a '^ H t ik 'erf é r Verdad
d é r o J i ^tTfficall/í'I llIP E l'lfl 'UIÓID m 1 llflT B ^ tlé1clas.es; 'y á .’la aqéíón'haviaméntartáf en W'c'dncepto Be' Vué ñ ó 1 realiza1;' bbra éfebtíVá revohh -*
cionaria, y sbíó1” sii*vé *'j)hi'á,'lfcortíjflétjiéhtíéf!,la r
acción material y positiva- que realiza el proleliiVialdb ew ná 'fuérité Verdadepa .d e' ia explotaéldH j?1 dóm iníó'capitLlisca; iói sea bivdl 'cumj »
pof ’écdhótHíbó> w 1 , "
'■
■ ' i
V otada' por tvnanintkUd de>adherentes-.
"
........•; ;
^
,nv ,,
oí
Vs, A
m1
e8^xRf<¡
Eli Coqgneso de k -U;, G . d a T . d ed a rh : 4 t>e((
una de lasncaitías ámpuríantes-i que determ i-y
nan» k ínfériorfoiad, moral de loa 4rabajad<jpfes
es'sindujda, alguna,. 13I ¡vicio» del alcoholism o, ym
qué e l único Jinedio piláctico , ^bava hacer d br »
minuir la intensidad' do,,esto D a g a obrera, - é s '
una constante (propaganda individual y ctolefcti\a en -el sentido- de 'hacer- conocer , «Le los
trabajadores ,d i, inmenso daño: q u e les -ocasiónawt .- i . . i , . - . , ; ,■
, ¡ ,(1
eféctpi-doBlln iCBMSBj- L<é¡qiw ¡determ'11*:
- *-*» , , . r R f. s u e i . v k :
teñsádád
reacción. fentgURíR, nP,
I
-Recomendar á Jas organizBciones adheridas ¡
mBDiíestBbkpVf*0^ * ^ «fe vtes&.tQWH.JPftfc-Wr,
á la 1 Unión» úná propaganda eohstíante-á,fin de ¡ »
lozítrabajadonts; »«lla,m el; fri*tp„4q Ju,, qreqifn^f,
apartár A lo i trabajadores d e k iuflueneja pec-ü-, tenfí^»na?, ^.tafemp - A P ¿ L tí W:L..
ti -I CI
tesblaon sly temor que^í0gle , , 4 t q ^ (!as|
nicitaai de-Jai.taberna, »haaiendQ>iver los .iparói*.
IO¡J
guesías del globo, ante el desarrollo n^amrjj
ju ic io s:d*- ío d o orden,,que el,veneno' aioohólw l
fidatol y afipilló dd lanorgptftuqión ,, revqlucioco le^i’ím QgajI-'', ■
- „-,
ra a e su seno una coúusión ,pa:,
naéiandel pt-oletaciado- u L oi deip"CftW.riSlptc,)sy
Los íntérrirediarios
''
dé» rvacbióal bírguesa, em .ipaijps j.dppde ¡ 1^;
a e j^ ía l^ c t ón /áe 1
bufidga geaiehal ha'Sidói siempre, pn
consupio.' Lqtiio.
% A $ fi 9 % W ^ S? J Í - ^ Ü Ifión;,'G/'áo' fr a /
bajadores,
mieittej«desechado por[;, la,,.cl»sd 1trabajadora
;v>h Empresa obr.er^
'
-í'-itohA m
■
(<Alerif%nia)l y «ntíe ■
nopfltrost,, Pómp, ,¡lo ,fppqj7-j
‘
I o Q ue u n a.d e las causas
fiesta >bierf olipreteoio» de Ja,, Ley ¿GpQz&lezi ReiY/jtylicafiooes obreras
q u é ‘ fiendén •do, t . ^ ^ ' ^ ^ f f t . ^ í ' b ^ p c e , fi fin formo ’,del’ ’ esÉ haeí-, C o n g resq !d e' lq Lf. 'íp^ d e ’ T . 'Consi-(
ld*nmiflnJ»a oonsidef«cionCs ,hso : primadp,
disJ?i?ÍH»L'?í f W ? y
: cuales,
d^ ' ^
todás fesrresoluciortef coercUi^as de, la, qlase randp ,Que las condiciones telaiivam ente bue­ trabajo,en industrias y.com crcip determ inados.
rebelan el v r o l r Á Í H T W
^
qu* M s
nas
,
j
e
,
pabajo;
qn
que
se
hallan^determinados
gdbernantó, .i";
,j, , ,
es .S'fi d u¿a algu na,1a' intromisión de in ikiles" ' á pesar d'e los m úlL 1^ ^ ^ ' M r r i U o s
Lpe qua han, hablado, .anteriormente, en tf^
eÜbs, •e l co m p a ñ ír» 1Piopi d e ; R. Blanca, han
d ich o 'q u e nd es practicable, entre npsotros la
huelga gen eral i debido á la im perfecta .pr^fr
nrractón d o lp clase trabajadora argentina, j
en «sto h áy. bni .evidente' pesim ism o.,Cppparat5»amente».,|ton otros ..paisesd aiiB - Argentina
da tui 'p o refn lage elevado de, pbrerqs, .organi­
zados que en el corto transcurso de 4 añoá,
por su acción directa han determ inado la jo r
nada’ media d e 'q "horas que no rig e aún para
paise^ de m ayor organización obrera y que
ramos de. 1* industi'ia con respecto, á otros,
son la .o b rp ¡Por enteco de la acción desarro­
llada ,por las organizaciones grem iales,., que
han llegado á imponer por, si m jsmassu aplicao ión .y observancia^ Declara: Q ue es b|jra
especial de l° s grem ios organizados el establecef¡|lusj,condicionéis y forma üe trabajo fa­
vorables para los mismos en todo el campó
de la, producción, sea ejj lq que se refiere al
trabajo á destajo y nocturno dei niño (apren­
dizaje), como en la labor femenina; que co­
rresponde por lo tanto a los mismos conver-
intermediarios, cuya tonsecuencia trasciende
que ha tenido oh J 1 1
•m cofiw« ^«ktes con,
e n , i" L aumento d éí preqto del producto,” , qqe "
L a fábrica se instaló T o n ;
' ■ ' ’
J
llega á v^ces hasta originar la paralización del
tanje reducido
^
CaP,tal ba9desenvqlvim ientq comercial é industrial del *'á 9 27 c «
f
í(lcr‘Ulzaudp’ !,l° y
pais,( con su correspondiente desocupación de
L a v e n ta i J Z w
,
! ’ "
!, ,
obreros; ,
,
y
c q uito duranfei los ie , tujeses |
2° Q ue á pesar de. jas continua^ p ro te sta s''/
G uando lVfáK
alcanzado,4-,'Ó.-,|Vó:í; m. ux,.i
por parte: de estos, la clase ¿ÓpitaUsta n u n c a '1
^ b r‘ca s,e ¡nstoló
P>o,
calle
R
ivadavja,
l a ' v e n S ’^l ^ . JpCal- p r°
se preootipÓ de. elim inarlos, contratando é í' 1
Hos aum entó lentam ente E n
¡W
trabajo directam ente con' los obreros, á rin de
e ra ^ e ¿ 3>0Ü0 atados, a s c f e ^ S ^ ; . ^
evitar los daños materiales' que le ocasionan
en Diciem bre del m ismo año.
añr\,,vJ i ‘J }
'
las huelgas, y teniendo en cuenta que corres, ?3°.,pq9 en
aA ° d e} Porriente, año.
’
|- - •••, l-v ti
c si»%
> “S ,
* C S '-
Js n,
oís.
^
(V *
'v ; *
S| sin ’* «t
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”! i «
id
íirW
c*>c
T 'H j '1
iP> M o
^
ry.
de
La
«j.
sns
otes de ntr%
— Las utilidades de W* empresa serán reparti­
das según lés conclusiones á que llegue la
comisión nombrada por el congreso á ese
efecto y compuesta por los compañeros O li­
veros, I.optz y P . Ricciutii.
Esa comisión dará cuenta de sus trabajos
ante el Consejo Nacional de la Unión.
Es opinión corriente que se distribuirá de
la siguiente maneras Giras de propaganda por
el ittlerior de la república, fomento de escuelas
obreras y para una comisión de patrocinio d d
Comité Pro presos, que como se sabe, pasará,
por resolución del congreso, á ser una de­
pendencia de la L-nión.
Cámara de Trabajo
^ *2 ?
Se aprueba por 4620 votos contra 5791
absteniéndose 3 sociedades lá siguiente pro­
posición:
«La C. de Trabajo será una oficina anexa á
la secretaría de lá Unión, administrada y di­
rigida por el consejo nacional y la junta eje­
cutiva de la misma, sin peíjuicio de ampliar
sus funcionéis á medida que las circunstancias
lo requieran.»
— Se nombra una comisión compuesta por los
compañeros Cúneo, Bernard y Pinto para que
estudien el informe de la Cámara, revisando
el balance presentado y debiendo darcuenta de
su cometido ante él C. Nacional.
“ est°s n rJf
Comité Pro-presos
•ales
eitlPre
G ' de T - d
.c°titrak • ^
« te
¡'
^ a íd s
t~~&híard. ’
de T.
Con respeto á esta institución de indiscu-*
tibie importancia dadas les nuevas exigencias
impuestas por las actuales condicionés de la
lucha, se hace la siguiente declaración:
,*E 1 Congreso vería cou agrado que el ac­
tual Comité Peo-presos pasara á ser una co­
misión baja la dependencia del Consejo N acio­
nal y de la Junta Ejecutiva de' la Unión.
Sobre arbitraje
^anizaaón en’
m t— r
-
'
Q
;lnteresfs
,as> > m a 3
rateriales pj.
UV Jos
ÜU)
f d6n' df
la solidaridad
ra e rá le s([de lí)
- ■ id
;«d%?<i^|ja
«*rig/a y uni¡tili?ar y obte*
sociedades for-j
o de perjudii
agrupación^
de clase con­
de T. restrel-'
s recursos!
tases óbréms
xfmerfdo par^
ítnacionefe'qu'é1
ío á fá 'ráó-J
qÜé tieierntfa ’én' qué1 dé-,
fe nlédips ^ara'
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Notable’ en todos conceptos, fué la discusión
qüé‘ se originó sobré este importante tema.
Itifeúvinieron en ella un Jbuen número de ,delégádofe, coúcéntráhdosé el debate por último
stíbfe él cáricter permanente ó nó de los tri­
bunales' de arbitrajes. Geran, López, 'Bernard,
Itfbnfesáno, poilo, Tortorielli, Cúneo y oíros ha;
bVaron en contra de su'Yunción absoluta pará*
dirimir todós lbs conflictos entre el capital y*
tftrbajo, haciendo notar la perniciosa influen-j
cS¿f efité tiene para el méjor 'ejercicio del con­
tralor directd de lós trabajadores sobre sus
verdaderos intereses, la éxisteheia dé esljós
tribunales mixtos, con ^autorización amplia par á ’sofdtíonar inapelabléménte todas las cue§-ú
tiones que les' fueran sÓrnetidas. ‘ Se hizo no­
tar igualmente, como en la constitución “ déesos tribunales, 1 1>9* l(>Kg«n«ral,, e\ obrero se
halla junto a la sá^hfcidac? y " má^or espíritu
de picardía burguesa en efectivas- condiciones
de .inferioridad, dando, la experieqciá nume­
rosos ejemplos de cómo en los fallos, arbitra­
les dictados por ellps, Jas cláusulas son ,cagi
sjemprej indeterminadas, y de doble interpre­
tació n ; permitiendo ¡por ;imedio de subterfq-r
gios elpdir su cumplimiepto al capitalismo,,
Hechos recientes,, confirman además, la inefi­
cacia absoluta de los fallos conciliatorios para
resolver 3 e modo duradero las cuestiones en­
tre capital a» trabajo, qup, áendq.ei} et fprido,
una cueétroA'^fe vida ó- Wméít^'aé Hlna ' db las
partes en lucha, no admiten otra solución que
la derrota absoluta y definitiva de la tina por
la. otra, determinada ¡por su tótal eliminlación. ’
Capitalistas y obreros, por igual, de acuetdo
con sus respectivas fuerzas, violan en momen-'l
tos dados lo resuelto por las convenciones ar-1
biHales, una vez que observan en el adversalío una carencia efectiva de fuerzas para exh
gir su cumplimiento.
n
,
Con estos actos, la lucha agrega [á su ca­
rácter inconciliable, un contingente de
mala
fé,.en gran modo nocfvo y criticable,1 y s\é
resultado alguno positivo. Tal podría ser eL
casa de los patrones de curtiduría no aceptando hoi convenido y desediando el fallo arbitral
del icompañero Justca, y tal es el caso de lofel
obreros del puerto: de Marsella, no acatandolo dictaminado por el árb itro1oficial, por con­
siderarse ambos en condiciones de fuerza pa*'
ra no aceptar su cumplimiento). La función!
permanente de los tribunales de arbitrajes,;
por una parte es contraría al desenvolvimien­
to progresivo de la lucha de clases, que hace'
imposible la conciliación de 1las partes en con­
flicto, y que impone como término final la elu*b
minación definitiva de una de ellas; p o r 1 otra,
determina en los trabajodores un erróneo con­
cepto) de-arm onía y- >equidad->1 de parte del
capitalismo^ que está lejos de ser justo y exac-x
to, y qite los lleva, á descuidar la defensa di»
recta de sus asuntoá/ para confiarlos á la reso­
lución caprichosa y^sibitraria de estos cueprpos mixtos, investidos de facultades excesivas
é inapelables . La única manera- cómo p o d r í a n ser aceptadas eo pmtela^, fundones del arbi­
traje, sería en caSójWcufifetáfifclafrt, y determinadps, por qjemplo, en una huelga ó en
una desaveniencia de menor importancia, en
que para hallar la solución de éL con menor
perjujeio para ambas clases, se designan co-,
; yíVlef, oon Jyuior3eci()n' clrcnnsoijbtá
por sus asambleas respectivas p'ára establéter
una iórmula de arregló.
1 1
Buirat Aim am i y otros, opinan lo contrario.
El tribunal de arbitraje, cumple una misión
importante y útil, que no debe ser combatida
por los trabajadores sensatos. El caso de los
cu itid m fs, revela á juiciq <ljl primero, lar exceldK iajdfi sus viriudes, pués mátmtia»»ét fun­
cionó resolviendo las cuestiones Surgidas en­
tre patro»*s y obrero^ éstos se ruañtlivieron
oiganizados; y una vez. que ¿I no fué aqep- t.ulo por aquellos, la asociación sufrió un des­
bande completo. (Este argumento de Buira,
como lo ólijetó 'Lotif»', ratificada plenamente
ACCION SOCIALISTA
la opinión de los adversarios del arbitraje).
Aimami, dice á su vez que el arbitraje lia
prestado muchos servicios á los trabajadores,
y que si 110 les presta más és debido á que
ellos son, en verdad demasiado exigentes é inconteniabies. Los fallos dictados por el jefe de
policía y otros árbitros, han sido muy equita­
tivos, pero la intransigencia desmedida de los
obrero», les ha quitado toda utilidad.
Terminada la lista de oradores, la mesa da
lectura e dos mociones presentadas por Cú­
neo y ■ rnani.'que deberán ser votadas. Rea­
lizado el voto resulta una mayoría de 100 vo­
tos para la segunda. Se objeta que ella es
irrisoria, y que debe renovarse la • votación.
Se hace por este motivo, un vivo debate que
termina con el pedido de sus mociones de
parte de Cúneo y Bernard, que convienen en
modificarlas, y presentan luego á la mesa, la
siguiente orden del dia:
Que los tribunales de arbitraje, considera­
dos como organismos de función permanente
para solucionar todos los conflictos entre ca­
pital y trabajo, son inaceptables; pero recono­
ce útil la1 designación provisional y circuns­
tancial de delegados obreros investidos de au­
torización para constituir con carácter transi­
torio comisiones arbitrales encargados de so­
lucionar con la menor esperanza posible las
pequéñás dificultades que se creen entre las
dos clases combativas.
Ley Nacional del Trabajo
El 3et¡nCcngreso de la U. G. de T . decla­
ra: jQ ue reconoce al proyecto de ley Na­
cional del Trabajo corno legislación dictada
por la burguesía dominante al objeto esclusivo de quitar todo carácter de clase á la or­
ganización obrera del país y que si bien es
cierto que este objeto principalísimo sq halla
velado y obscurecido por algunas disposicio­
nes de aparente espíritu bienhechor, su san­
ción en conjunto constituye como se expresa
francamente en el título X II, una gravísima
amenaza ál desarrollo de la organización obre­
ra del pais, cuya realización equivaldría á su
suicidio, resuelve recomendar al proletariado
en general la impugnación enérgica del pro­
yecto de ley González, y continuar coa más
perseverancia lau propaganda iniciada en el
sentido de preparar la conciencia y la acción
de los trabajadores de modo que dado el ca­
so de su sanción-i puedan estos victoriosamen­
te hacer imposibles en \x práctica todas aque­
llas disposiciones que sean contrarias á.:loS|
intereses generales del proletariado.
Votada por unanimidadi
Reforma a Ips estatutos
A fin de facilitar la tarea del Congreso, se
designa una comisión para que consultado
las modificaciones propuestas, uniforme á es­
táis y presente un ^proyecto de reforma á los
Estatutos.
. D e acuerdo pon jas" indicaciones de dicha
comisión, se modifica el inciso (e) de la de­
claración de propósitos (art. 1°) en la siguien­
te forma:
^ ,
.
“
oe) Haqer presiói^.sobre lós poderes púbíiqo6 á fin, de obtener la^ sanción de leyes que
favorezcan los intereses . generales de los tra­
bajadores.»
A la misma se agrega un inciso que dice
rias ó cuando menos les hacen *1 vacio.
Que por tanto, nada pueden esperar los tra­
bajadores de los periodistas conservadores, y
en consecuencia,
Declara:
,
Que la clase obrera no escatime esfuerzos ¿
fin de robustecer á la prensa obrera, pues es
ella solamente quien ha de interpretar los ver­
daderos intereses del proletariado.
Que aprovechando la próxima aparición dia­
ria de «La Vanguardia» los adherentes de la
Unión no pueden menos que prestarle todo su
apoyo moral y material para así cc-ntar con
un vocero cuotidiano de las aspiraciones de
todos, esperando que él interprete fielmente
los métodos de lucha de esta institución.» —
Pintos.
dos suscriptos por,los compañeros congresales,
quien ha modelad» t<Jda lanobra del congreso,
ha sido la palpitante realidad de los actuales
momentos de la lucha, la imposición pertinaz
de los hechos, el incentivo agudo de nece­
sidades no cumplidas, la conveniencia de pre­
visiones lógicas en vista-de un porvenir que
augura múltiples alternativas, y la experiencia
que por ser demasiado sabia siempre consigue
influir, siquiera en algo, sobre el pensamiento
y el ánimo de los sencillos trabajadores,
Es indudable que, en nuestro concepto,
quien ha tenido una más clara y profunda
conciencia de esta aguda realidad han sido
nuestros compañeros sidicalistas revolucipnarios, bien manifestada en sus discursos; perp
también honestamente reconocemos qué ha
sido,
quizas solo, esa aguda realidad la,, que
Nombramiento de la junta
ha inspirado el. criterio de la mayoría, y. la
Se procede a] nombramiento de los 9 miem­
que, en su consecuencia, ha dictaminado tocLijs
bros que han de cómponer la junta ejecutiva
las conclusiones del congreso.
resultando electos los siguientes compañeros:
. Es ella quien ha tenido la virtud de vence^
López con 38 votos, Fpruandez 23, Pinto
las resistencias puestas por pasiones de sec­
32, Porrini 25, Olivero 2^, Buira 31, Rosaenz
tarismos nocivos, y qui^n ha podido violentar
24, Goñi 21 y Gauna 23.
_ ■ PF.econcepto^ fle ideologías cristalizadas, taq
irreverente^ á ¡la filosofía práctica de la reyoBaiance
lucjón proletaria.
r,
. 1
La comisión designada para revisar el báEs en tal virtud que el congreso sancjonita
lance manifiesta que le és ímjS'ósible llenar su
casi upánjmeuaflflte,. la necesidad dé realizar
cometleo en el tiempo qué dure el Cóngfésó,
pactos de solidaridad con .Ja? otras in?t,itudo;
por ser tarea pue requiere" varios dias.
nes obreras, á fiq de prevenir ios posibles'
Se resuelve que dicha cofniS'óñ ’ llene sil
ataques ó agresiones de Ja clase capitalista,
cometido á la mayor brevedad,1'^ sé publiqué
E. inspirado en, idénticas razone^ aceptó | el
su informe junto con los balances en la «Unión1
empleo de la huelga general cpmo recqrsfl,
Obrera.»
extremo) pero resistiéndose á recoopcfirja en
ni
principio cqtno el.arm a específica, fundar^jj-,
Última resolución
1
tal ¡y má? poderosa fiel pueblo trabajador. ^
El Congreso aprueba la siguiénte déclaración
, En fiompnage. á la .experiencia^ tan reveja^
presentada por los compañeros CeVasco, Rf¿-'!
dora entre nosotros, el congreso ha sanciona-,
ciutti, Piot y Gerán;
do la profupda verdad, ipuphas veces .plvidq^
«El 3er, Congreso de la U. G., de T. antes
da, de. que la obra . constructiva y revpluqjpj.
de qlausurar sus sesiones declara:
naria del prp.letariadq sojo .pqede .sej^e^ fruto
Que reafirma el ideal de' fraternidad1 Uni­
de su propio esfuerzo. .
.
,jn.
versal del proletariado 'áhgéhtinó y áf éhvíar
Así lo r^vejqn la.Jptalidajd qe. sus resofíir*
un saludo á los camaradas del viejo mundo qué1
dones (arbitraje, jp^dente.s ¿jeí (trabajo, pro-’
luchan contra la tiranía, fórmula la rnás enérgi­
tección á las mujeres y niños, sobré jornada
ca protesta contra la rúa tan
récieitte de Grctii-1'
y salario, acción parlamentaria, etc.) que ma­
michfle (Italia); así com o1cóntxa las persecu­
nifiestamente tienden á .confiar en él concurscíj
ciones de que son victimas los obreros rudos
directo de los sindicatosobreros, la adquisi­
en jucha por ¿u emancipación y al mismtt1
ción de las reivindicaciones principales y el^
tiempo hace votos para que pronto sea un
planteo dé¡ un nuevo orden dé .cosas.
hecho la abolición del 'régiñien abtocrático de
Esta profunda coherencia en el espíritu de
los zarps,?..
.
..., ....
todas sus dejibéradones, es la justificación
más satisfactoria del rol f secundario atribuido^
)l :
I,
11
1
a
Por indicación de yartps cqmp. ,se resuelve
á la acción parlamentaria, sofo eficaz .cqaqdp*
la edición de. un folleto que contenga tódas
traduce la vobmtqd y, las necesidades de Ja
las deliberaciones, (k l congps$); .así com o los
dase organizada y e s. directamente ejercida |
diversos informes producidos, por las varias, por ella.
,
_
comisiones nombradas para engloba! ó infor­
Los trabajadores de nuestro pais, máf qye
mar sobre ciertas proposiciones.
los de otras naciones, han elaborado todas)
sus conquistas en el seno de sus organism<^53
Lógico eg'q u e confien á esto?, Ja obra fuudpmental de su emancipación, y tiendan á, arifo
marles de una vida superipq./jinás fiorepiéptefcj
____
,ií
Ha habido, pues, un sabio, aprovechamien­
..'i i r !
11
1
¡
-11. , ■
El tercer 'C ongreso de la U, G. de Traba­ to de las enseñanzas recojifias por la
rienqia» y una inteligente adaptación . al mun-^
jadores h a 1dado cumplimiento á sus tareas,
da externo, á las apreciacipnes objetiyas fjg,(
en medio de la ansiedad y con la animación,
justamente provocadas por la importancia d e ( la lucha, fcn ello restrib^ la tarea posjli.vq..y^
juiciosa del congr.eso.
.
los cuestiones sometidas á su eximan.
Se han roto los moldes corporaljvista?[ y
Ha tenido1 todo el ínteres y lia revestido
toda la transcendencia que en el concierto uní-) los criterios neutralistas que en otros, mpn]Wj
to9 restringino ,el caTacter y las fuqciqpes jje
versal d e los actividades humantes les está
a s l*
- - n o i >i,, .
deparada hoy á las asambleas n proletarias, no: la U. G. de Trabajadores, y
«¿) Aceptará representantes propios y gepor la teatralidad de su perspectiva á por l«ti mantenerla desprovista de un antpliov¿ ^ r ^ q
nuinamente obreros en el Parlamento, y si lo
revolucionario y de clase, j ,
, ,¡, ,.(T,hu,
m agestuosidad, muchas veces afectada, de las
créfl conveniente,
fin de obtenpr la realiza-1 disertaciones propias á las asisses de los honi)-.
Lo que los hechos habían impuesto,
ción de, este propósito,' pactará,con el Partido
br«s de estudio yhá los parlamentos de todají. do- inteligentemente reafirmado, ep Jornia .pxSocialista, dentro de las cOnditjáone^ estable­
pllcita, por el Congreso, liberáqdpj^ <jj? ’l10?"
los matices, sino en virtud del objeto á que
cidas ep la resolución del Congreso de 1905,
loras preocupaciones, para, marcarle una ac-^
obedecen, del pensamiento y de la acción so*
sobre acción política y su interpretación.»
tuación futura concordante cpn las exigencias
dial que reflejan, de la fuehza revolucionaria
.^Se modifita el artículo 2°jde la siguiente
en plena gestación y movimiento que materia­ inmediatas de la lucha y con las inspirac^ó^
nes de na- -más, netn socialismo giqryista.
manera; ,.
'
lizan.
irjfn.
. i'
«Art. 2“ Con estf objeto, y complementánDe una simple federación de gremios, solo
Y no podía ser de otra manera. Al, más ajto,
dplp la tjpión acepta en principio la lpcha de
grado de preparación^ á la mayor experieflria
clases, no pertenece á ningún partido jstjlítirecogida por loi lélementos obreros ag/npadqti,
co, no profesa ninguna religión) ’ nó reconoce
en la U .G . de Trabajadores, .después de. UBidñq, á la Unión General como- fuerza de clase dis­
distinciones de razas ó'nacionalidades, y se' más de vida intensa y activa, ha correspondido., puesta abiertamente á librar batalla, deqsw a
go^ier^k
lk| resol ucj^n^^de sus c o n g r e ­
una serie dé hechos que, con indiacutida acen­ cOÚ aquel régtnlen j t á lelaborai' el nuyvo| or­
sos.
tuación, marcan «nuevos estadios en reí prqqepo, den de cosasi que ha de reemplazarle.
, Sus miembros son libres personalmente de
¡Se1 ha dadb uú1 programa’ más éoaipletoidéi
de nuestra lucha de clases.
, b ul
defender y propagar las opiniones que consi­
E l escenario*>de la acción obrera se ha ex;., révóluéíótl,' y principalmente, ha denqnrritatío-'
deren más acertadas, siempre que estas no va­
una'absolutá independencia en sti aatuaeióni
tendido como resultancia de su proptq creqiyan en ,contra de los principios fundamenta­
1
r • -m
miertto. ,E1 adversario ha asumido explicable^ presente .y véniderú.
les de la institución.»
Todó e'stó, como 1fruto de su natural ilesa-1
actitudes de1 defensa, y ae propone adqptar
S e aumenta á jo centavos la cuota que paotras que, en su’ 'concepto, mejor garanticqi], rrollo lqtié e ^ g e un éartípo de acción más¡ éxb
da organización debe pagar por adherentp, á
tendido, y como acertada satisfacción ó I laa
la estabilidad de sus previlegios. T od o ello,
excepción las organizaciones femeninas que
nuevas necesidade'i'llmpitesta9 por las nuevas
ha generado una serie de problemas déijndo:
abonarán cinco centavos por ..federada.
dable importancia que reclaman de los traba­ cóñdicionés de lá r i u é h a . '- 1 l w . 1 > -d nórj
Con respecto A
proposición eje sup rim ir. jadores uná inmediata y juiciosa,solución, por
y . si bien no yémofe en ^T aludido'cAÚgreso
el actual Consejo bUciqnal, se suscit^ una
estar intimamente ligados coui la sajud1 de.Si’fi», una maíérialtzacion1 del óeni'^,rrtie'rttO> SindlCáM
interesante discusión, acord^ndq^e, en defini­
órganos de clase y con disposiciones de lucfia^ li?ta ^eyoluci^nario, conppptuamos, sin -eml>áiu
tiva la permanencia del nfipmo.
g p ,,q u e Aus acuérdos ’ tieñdérf'' á ‘‘'orienta»! y
frente á un enem igo aincfiazante.
El congreso resuelve indicar á la Junta ó .
A si h>lfia hecho ia U. G , dn TiaLajadqrc^f preparar la J'Uj G. dé T. i^ará su futvtrá acepH
aj Consejo que cuando la p aja de j a Unión
tación..
, n
' '
1 mi -fe
pdfl'inedio de su terder Congreso.
lo permita se haga aparecer quincenalmente, á
Esas 'cuestione* sou las que lian demandado,
líó y por hoy, nuch'fro crilerló' sobte lo»
la «Unión Obrera*.
su mayor atención, promoviendo los uiás ,iq;
moejos dé acción, socialista, d e lie ' permanecer
L uego el Congreso continúa en la revisión
teresantes debatés; y las resoluciones tomadas
en estado de tendéncia.
de- los estatutos, modificando ó complemen­
al respecto, constituyen el signo del aludido
El desarrollo incipiente d é ’ ntiesthy morí-<
tando algunas de sus disposiciones, agregán­
miento obrero y la falta de una ' más rléa ex-1
congreso, sobre el cual vamos ^ anotar |as
dole otras, ya sea .sobre voto general*., atrí-, impresiones y los comentarios que nos merece.
periencia, hace imposible su* ádopcióft inme-*
bucionefi y, funciones d é la J. E. y del C .r N;
diata por el proletariado del país.
4
relaciones de las sociedades adheridas, , lniel* .*
Para más tarde deben, pues, aplazar'J sti»
gas, etc.
,,
Se contraría á la verdad cuando se preten-, aspavientos é iipprecaclones los psetidos soda*-1
Sobre la prensa obrera
listas que califican al congreso de hiuhfo dé
de afirmar que los congresales inspiraron sus
la incoherencia.
En la seéeión 12 del Congreso fué votad a' deliberaciones en un criterio tendencioso, para
Esta vez los trabajadores de la Unión, juó
por unanimidad la siguiente declaración pre­
ellos consciente y definido. Se contraría á la
sentada por el compañero Pintos:
verdad cuando se quiere ver en ellos la con­ ciosamente se han limitado á obrar en Con*
«F.l 3er. Congreso de la U. G. de Traba­
sagración del pen. (amiento que anima á la fla­ formkiad con exigencias muy advertible9.jadores, Considera: que á medida que las or
Mañana aleccionados por la9 enseñanzas de
mante mimotia de los sindicalistas revolucio­
gnnizacionies obreras se forrifiran y afirman su
una experiencia superior harán efectivo n|
narias, pues en este- caso, én algo ellas habrian
espfritu de clase, y por tHnto rmisteiv á l a ' variado, ó por lo m enos habrían sido funda­ sindicalismo revoiuríoncttib, sellando cotri la
dominación capitalista, los diarios burgueses,
tinidad absoluta de sus fuerzas y con la in­
mentadas en consideraciones más amplias, más
la prensa en general, defensora del régimen)
explícitas y de una m ayor solidez teórico prác­ tegración funcional de Sus órganos, el )>eriosocial, acentúa también su espíritu de clase á
do formal de reales conquistas y la mar. ha
tica.
cuyo efecto mistifica la.4 aspiraciones proletaEn verdad, quien &a determinado los ^cuer­ decidid^ hacia la victoria final.
• IMPRESIONES Y COMENTARIOS
El atentado
P o r p rim e r a v e r e n el p a is, é in fo rm a d o
p o r un e s p ír itu re b e ld e á la so c ie d a d c a p ita ­
lis ta sé h a lle v a d o á c a b o u n a te n ta d o c o n ­
tr a el p re s id e n te d e la re p ú b lic a , a te n ta d o q u e
f r u s tr ó le v a n ta n d o u n o le a je d e p ro te s ta s , c o ­
m o e ra d e e s p e ra rs e d e p a rte d e la p re n s a
b u rg u e s a .
Y esa prensa burguesa, que ha dem ostrado
una v ez más un desconocim iento absoluto del
tnóvim iento proletario, ha pretendido respon­
sabilizar y solidarizar á toda la organización
obrera, ton un acto com pletam ente individual
que por nuestra parte no podem os reprobar,
tfáda la com plejidad de los factores q u e lo han
determ inado.
Y esa piensa burguesa, nos lia m ostrado
adem ás con claridad evidente, la solidaridad de
clase, á veces oscurecida por las distintas ca­
m arillas políticas á que pertenece; pero que
su rge lum inosa com o la m ayor y m ás fe­
cunda de las realidades, cuando un acto óbre­
lo , aun que sea aislado, lesiona la persona de
aquéllos <jue disponiendo de la fuerza y la
coerción inherentes al estado salvagu ardan su
p rivilegio .
.
D ecíam os que en la determ inación de ese
aefó, que lá bu rgu esía y la gente bien califi­
ca de delictuoso, lian intervenido una serie de
factores',' ya p sico ló gico s ya am bientes.
Los prim eros aparecen evidentes aun en las
mismas ¿fónicas de los diarios burgueses; un
fém pérábíénto especial de irritabilidad estre­
n a d a , la influencia de las lecturas de obras sociólogicas, que determ inaron en Planas la foririación de qn criterio rebelde, individualista
d butrdhce, que concibe de un m odo especial,
la bólidad de los m edios á adoptarse para e li­
minar las causas de lo s m ales sociales; que
séfá en m iiclios casós in gen u o , pero que es com ­
pletam ente reaj siendo la antitesis violen ta y
absoluta opuesta á la tiranía burguesa.
Los segundos fio son m enos com plejos. L a
m iseria de su familia de la cual está tan le­
jo s, la cegu era de su padre, sold ado del traBá]o‘; qué mañana si le falta el apo yo del h ijo
que m énsualmente le enviaba una cierta ca n ­
tidad d e dinero] p a ra a v e n i r á sus más apre­
m iantes necesidades se Verá confundido con esa
g ra n ca p tíd a d ’ d e 'in d iv id u o s que v iven de la
c r i d a d p ú b lica y que son la prueba m ás con ­
tundente d e 'l a bondad 'y ju sticia del régim en
cápitáÚsta.
.
Y á otro más pod eroso aun. N ad ie ignora
las p érá écu aon es brutales de que. son objeto
los afiliados á la F . O brera.
E l g ó b ie m o de Q uintana parece haber recófeido la herencia m iserable del que le pre­
cedió.
'•
¿ a persecución, las violaciones, la aplicaciób de lk ley dé residencia jam ás han sido
tari "inteifáás. ni tan continuadas.
S e fra ta d e elim inar á los elem entos más
córitfentés, m ás rebeldes d el m ovim iento obre­
ro y sobré tod o en aquellos grem ios qu e puedáíi con uh acto de resistencia, paralizar la
vld á ¿tohóníicá d el pais, lesio n ar fundam en­
talm ente .el interés capitalista.
' E)e 'í/hÍllq u e rio es d e estrañar la produc­
ción dé; estos hechos, com o el atentado de Pia­
rá s.' que están determ inados, que están g e n e ­
rados’ "¿‘árie jjd f la m ism a b u rgu e sía q u e g o l
bíélhri ’ y' ¿n io s eriales, rio cabe duda, el pre­
sidente d e la repúbliica, tiene su reponsabilidad.’
’
.*
En fin s d p > # ^ del
.
.
sobre. el obreJ°
pesa faíálrfiente la m iseria y los accidentes del.
trabajo, sobre lós gefes de estado q u e encar­
nan la dpi eáióri pesa otro accidente: e l aten­
ta d .
E l triunfo de la incoherencia
r ib
' ■ I — fr— ,
• L o esperábam os/
<
;
E lv artlduk> d e ’ fon d o d e L a Vanguardia
Nu
vierte á iconfinriar una opinión aprio-t
rfitioa, 'n u estra, acerca d el j,uicip que á la
redanoión d e l ó fg a n p central del Partido, le
m érecerían las ,resoluciones adoptadas por el
reciente con greso de la U nión sobre asuntOtf'de im portancia! sumu para el proletariado
det> páis, (pacto d e solidarid ad , acción pohti-,
<M,’ huelga general, etc.) ••
• Y no es que cream os;, flúé á dicha redac­
ción le está vedado hacer ap/yctfciones, ju z ­
ga r con im Pfrflialkiad las conclusiones á que
U egónél con greso, de acuerdo con su cnteW L o !q u e ,no es, posible tolerar, lo que no es
posible adm itir, ^ que en. el ó rgan o «m íre!
d T un partido obrero, primen los personalis­
mos m ezquino* Y & A p e c h o sobre los intere­
sas m ás qu eridp s de la clase trabajadora.
E l juicio que le m erecen los tópicos más
im portantes es erróneo, más, no es sincero,
porque falsea á sabiendas la naturaleza, la
esencia misma: del pacto.
_
N o hubiéram os deseado polem izar, prefirien­
do dedicar las colum nas de L a A c c ió n á la
difusión d el sindicalism o revolucionario, apor­
tando toda nuestra en ergía á la obra de edu­
cación y elevación intelectual del proletariado
P“ °
« T * i° T “
com o
continuam ente, á eausa de articulo» que com o
el T riu n fo de la incoherencia de L a Vanguar
día, contienen conceptos erróneos que es imorescindible desvanecer.
D e una m anera sintética analizarem os esas
a p r ^ .a c i o n e s .^ r eso de la U n ión
no
marca,
con respecto, al 2», una regresión, com o pre­
tende el cam arada redactor de L a v W P * dt*P or el contrario, dada la m utabilidad
la lucha, dadas las condiciones distintas en
que se va sucesivam ente presentando cuanto
más se acentúa y cuanto más consciente se
hace el proletariado; el 3er. con greso señala
un jalón más colocado en el cam ino á re c o ­
rrer por la clAse trabajadora en un terreno
claro y definido, libre d e vagu ed ad es y equí­
vocos.
L a realidad objetiva, el m edio y la forma
que va asum iendo el desenvolvim iento de la
lucha de clases en el pais, es lo que ha compelido y determ inado al con greso á discutir
y votar asuntos, que para la redacción de
L a Vanguardia, son los que han im plicado la
regresión.
E llo s que apelan siem pre á la realidad, p a­
ra tratarnos de líricos y u tópicos son los que
en la m ayoría de los casos la contradicen.
E s ló gico suponer que si la m ayoría de los
delegad os al C o n greso, que tienen por otra
parte, respecto á m étodos de lucha, el mismo
criterio que el redactor de L a Vanguardia,
han votado esas órdenes del día, ha sido por­
qu e la m isma realidad las condiciones actua­
les de la lucha, los han ob ligad o á ello.
E l III C o n g reso indica una d esviacción de
la ruta inicial de L a Unión, desviación que viene
á colocarla en un m edio más ám plios dentro de
la verdadera lucha d e clases, que quitará á
sus agrupacion es el espíritu corporativista, para
hacerlas netam ente revolucionarias; habiéndo­
se disipado, con la propagan d a á efectuarse pa­
ra cum plir lo establecido por el congreso,
una cantidad de errores respecto á ciertos
m edios de acción.
Esa d esviación ha sido im puesta por las cir­
cunstancias. y no se puede pretender la cristali­
zación de los m étodos de lucha, que deben
v ariar correlativam ente con las variaciones que
sulre el m edio en que se vive ,
E l pacto de solidaridad, al cual dedica una
gran parte del artículo, 6 no ha sido com pren­
dido ó com o dijim os más arriba se falsea su
naturaleza,
E se pacto no im plica una restricción á la
autonom ía de las diversas instituciones obre­
ras existentes en el pais.
E l artículo del cam arada Piot, en el núme­
ro 3 de este periódico lo especificaba clara­
mente; las discusiones habidas en el co n gre so
lo han aclarado más aun.
Pero se a rg u y e que el instinto de conser­
vación que rije tanto al in d ivid u o aislado, co­
m o á las colectivid ad es, traería por si solo
ese pacto cuando la clase trabajad ora se v ie ­
ra am enazada. N egam os qu e el instinto de con ­
servación dada la educación y las d ivergen cias ac­
tuales del proletariado, en nuestro pais ten ga la
bondad que se le atribuye.
E l ejem plo práctico qu e esta, el paro g e ­
neral del i ° y 2o d e D icism b re, en a p o yo de
su tesis, es precisam nnte el argu m en to que nos
probará lo e q u ivocad o de esa m anera d e pen­
sar.
En el paro gen eral de 48 horas, no hubo
m ás que el asentim iento, entre am bas institu­
cion es obreras y el partido para decretarlo.
L as fuerzas com ponentes no actu aron 1d e co­
mún acuerdo, no se com penetraron para que
el -resultado fuera más fructífero.
*H ubo m ás aún, m ientras por p arte de la F .
O . se había decretado la h u elga gen eral, por
parte d e la U nión y el Partid o, 9e tem ía su
aceptación , y m uchos eran contrarios á ese
m ovim iento.
D e todas maneras, á pesar d e ser el instinto
de con servación com ún á los anim ales inferio­
res y al hombre, no e s posihle dejar d e re­
conocer, sin caer en el absurdo, qu e no obra
d e idéntica manera.
E n nosotros, dado el perfeccionam iento y la
elevación intelectual, el instinto d e con serva ­
ción cu antitativa y cualitativam ente es m ucho
m ejor qu e el de los anim ales inferiores.
E n estos últim os es un factor prim ordial
en su vida; en nosotros dada la com plegid ad
de la s'cau sa s que actúan, es m uchas veces re­
ducida.
D e ahí que siendo los actos d e la clase trar
bajadora,1 resu ltantes d e un p roceso in te le o
tual, consciente, h aya necesidad d e preparan,
el am biente, para que en la hora d el peligro,
pueda actuar el instinto d e conservación y
no esperar q u e esas circunstancias se p ro d u z­
can para q u e obre; pues se corre el riesgo de,
q u e d adas las asperezas existentes y el deseo de
no a c e p ta r! iniciativas que surgen de una ú
otra institución, sean lo s verdaderos causan­
tes d e una derrota.
E l pacto no es un lazo incóm odo creado
para dificultar los m ovim ientos d e las a g ru ­
paciones.
A i contrario, con la propaganda que debe
hacerse para que el sea un hecho, d esap are­
cerán nn chas d iversidades de criterio que
nd tienen razón de ser; y volvem os á repetir­
lo ese pacto no restringe en nada la auton o­
mía, sea de la Unión ó de la Federación.
%
* *
L a declaración respecto á la h uelga geneneral, es la que le parece más acertada, aunque prem atura.
A p esar de que esa declaración restrin ge en
m ucho los verdaderos aspectos en que la h uel­
ga general se presenta com o una arma [excep­
cional en la lucha obrera; apesar de que ella
no revela en lo más mínimo el verdadero ' y
com plejo caráeter ó esencia de la misma; a pe­
sar d e eso, repetim os, el cam arada redactor
crée que «ha de correr m ucha agua» para
que pueda llevarse á la práctica con alguna
eficacia.
Soberbia m anera de pensar.
Si jam ás nos preocupam os de hacer co n ­
ciencia de clase, si jam ás nos preocupam os de
la difusióh de las bondades ¡d e los m étodos
de acción, haciendo con ocer al proletariado
cuales son los más eficaces y que m ás lo acer­
quen á su finalidad; siem pre estarem os com o
al principio, y después, cuando llega e
m entó de ob rar cuando la clase ob rera nece­
site im ponerse con un acto d e clase
a»
im posiciones d e la b urguesía, nos contentare,
m os con decir: no hay capacidad, es una
ocu
ra, vendrá una gran reacción y será peor.
*
* *
L a últim a parte del artículo que se re­
fiere á la orden del dia votad a por el C o n g re ­
so sobre la acción ¡política, contiene algu nos
juicios que no pueden ser d ejad os de a o.
Siem p re las insinuaciones m alévolas, las pa­
trañas de toda especie para rid icu lizar
»
dar de la sincesidad de algunos.
E s un argum ento m uy cóm odo dudar de
que no piensan com o uno; es a l g o sublim e c *j®er
se el m onopolfzador de la sin cerid ad y
ue
ñas intensiones.
,
«A quí la discrepancia entre la torm a y
substancia d e los considerandos adop tad os, es
verdaderam ente soberbia 6 se tiene con anza
en la bondad de un m étodo de lu d ia , ó no se
tiene. E n el prim er caso, se le adopta, corri­
gien d o sus im perfecciones y defectos, a ap o
dolo á la s circunstancias variab les de la lu ­
cha; en el segu n do caso se le rechaza».
H em os transcrito ese párrafo para que sé
vea la argum entación inconsistente y la sa ^
los cam aradas que disienten con nuestro cri­
terio.
L a resolución adoptada p or el co n greso , es­
tá en consonancia con nuestro m odo depensar,
acerca de la acción política y con su
orm a
secundaria; la lucha parlam entaria.
E lla refleja el criterio sindicalista
que no
tardará en im ponerse á la m asa obrera
n
d olé una visión clara sobre el v a lo r d e los
m étodos de acción, im pidiéndo que la acción
de clase d el proletariado organizado, en que
reside la fu e r z a revolucionaria que ha de ope­
rar la transformación social, sea convertida en
un sucedáneo de la lucha parlam entaria que
desem peña en el proceso revolu cion ario un
p a p el negativo y secundario.
« La sinceridad d e algu n o s d elegad o s, que
votaron por la lucha parlam entaria,
espu s
de haberla ridiculizado relegán d olo en tre lo s
cachivaches, m iserables, e x ig ía el rechazo absoluto, claro, term inante.»
S egu n d a transcripción segu n d o sofisma.
N osotros no hem os rid icu lizad o lo que tie­
ne d e bueno para el proletariad o la lucha parla­
m entaría en sí; lo que hem os atacado y ata
carem os, porque es un absurdo que c oca con
lo real, es el v a lo r ip m p s o q u e se le ha
adjudicado; es el v a lo r com o m edio de con ­
quista obrera que la m ayoría de los socialistas
le han dado; considerándola de un v a lo r posi­
tiv o , considerándola com o superior á la acci1 n
de los interesados m ism os, hacia la cual e a^
estos co n verger su esfuerzo.
_
E n una palabra, q uiere hacérsenos d ecir lo
que no hem os dicho.
Para term inar direm os que sería íló g 'c o
afirm ar que en C o n g reso ha habido una ri­
g id e z y coherencia de criterio absoluto.
H a habido vagu ed ad es, im presiciones en la
discusión, cosa n a t u r a l pués no tod os lo s o b re ­
ros son C aslelar, para expresar con nitidez
su pensam iento.
Pues en el fondo, en las resoluciones adop­
tas había una coherencia profunda entre la
realidad y dichas resoluciones.
En puridad de yerd ad , de los qué se han
ocupado del C ongreso; ha h ab id o un inco­
herente: el redactor de L a Vanguardia, qué
habla de adoptar un m étodo á las circunstan­
cias variables
de la lucha
y que después
cu an d o eso se hace, cuando las nuevas con­
diciones en que esa luch a se d esenvuelve,
reclam an de los ob reros nuevas vistas, evo­
lucionando estos en ese sen tido; él se h iergn e
airado para decirles: incoheren tesf
V C o n g re so d e la F . 0 . R. A .
El
sábado
próxim o in au gu ra sus sesiones el
V C o n greso de lá F . O . R . A .
Su im portante orden d el día consta d e nu­
m erosos tem as y propósicioneS' de gran tras­
cendencia é interés, cu ya interpretación y re­
solución será de indiscutible p rovech o para el
porvenir de la acción d el proletariado o rgan i­
zado del país.
H ay entre ellos y los tratados en el reciente
C o n greso de la
U. G.
de T . una visib le
lo gía, que nace
de la unidad real d e causa
que las han m otivado y puesto en el tapete
d é l a discusión en las dos gran des asam bleas
proletarias.
T a les son, por ejem plo, la h uelga gen eral,
el pacto de solidaridad; el rechazo de la L e y
N acional del T rab ajo , m edios d e repeler la
coacción estatal, etc., que serán som etidas
nnevam ente á la consideración del C o n g re so
de la F . O - R . A ., y que creem os, excep to
algunas apreciaciones de orden secundario, se ­
rán resueltas con idéntico criterio proletario.
Adem ás de estas cuestiones, hállanse enum e­
radas otras de singular n ovedad é interés, co­
mo el label ó m arca sindicada y la reducción
de los alquileres, que no han sido aún tratadas
en los con gresos obreros del país.
E s nuestra con vicción arraigad a que el V .
C o n greso de la F O . R . A . elevándose sobre
los doctrinarisnios y rivalidades de sectas y de
individuos, realizará una labor de proficuos
resultados para la m ejor acción del p roleta­
riado argentino, contra su enem igo de clases.
V en este sentido, enviam os nuestro saludo y
nuestro augu rio á los representantes obreros
que en él tom arán intervención.
h
u
e l g
a
#
T a l a b a r t e r o .- / - » huelgx d I . « «
, Z , Hm,.
y
K U rt-
Íi».-U n hrrmco
»■
Maridad proletaria y de bieo en te, id.da deí , „ , a obrera, e . »¡n d u d a alguna el r e a lz a d o
á raiz de la arb itraria exp u lsión d el co m p a ­
ñero T o rlasco y 6 otro s o b re ro s por la ge­
rencia d e la casa arriba m encionada; tem pe­
ram ento adop tad o p o r esta sin m ediar otros
m otivos plau sibles que los clasicos y acostum ­
b rados d e qu e d ich o s ob reros, perjudicaban
la tranquila d igestión d el p ro vech o capitalista,
con su e n érgica p rop ag an d a hecha en el seno
del taller con objeto d e reafirm ar el espíritu
de organ ización y rebeldía proletaria.
A pesar d e la actitu d a lg o d esorien tad a
que adop taron las dos o rg an izacio n es en que
por d esgracia se h all-n d ivid id as las fuerzas
organ izad as del g re m io , la h u elg a de solid a­
rid ad term inó con un triun fo rela tivo. L a in­
transigen cia patronal fué ven cid a y con streñ id a
á aceptar por fuerza á los ob reros víctim as de
su cólera.
L a situación de estos sin e m b a rgo , no es
m uy h alagadora, y es d e presum irse q u e d e­
berán sufrir por v ía in directa y d esleal, toda
suerte d e h ostilidades. S e ria un d eb er d e los
com pañeros, en este caso, buscar una co ro n a ­
ción á su v ictoria lográn d oles la b o r etv cu al­
qu ier otro taller d e talabartería.
Horneros de Bahía B la n c a — C o n tod as las
probab ilid ad es de triu n fo d eseables, se d e­
claró en h u elg a el 15 d el corrien te e ste im ­
portan te gre m io . V ario s patron es han subs­
crito y a el p lie g o d e condiciones.
Trabajadores del aserrad ero de La Banda—
D esp u és de pacíficas y reiteradas solicitu d es
interpuestas ante los in gleses, ; p o r parte d e
los ob reros, reclam ando aum ento d e salario,
aqu ellos no hallaron otra con testación m ás
equitativa que despedidlos. A n te tal arb itra­
ried ad , tod os los trabajadores, con una soli­
d arid ad d e causa absoluta, resolvieron m an­
tenerse rad icalm en te en la posición q u e los
colocab a la b ru talidad d e los capitalistas in­
gleses, y para reafirm arla con a lg o propio,
presentar á su v ez un p lie g o d e con d icion es
en q u e se in clu ye, la abolición d e los con tra­
tos y d e la tarifa d el oro, con ceptu an d o es­
tas con dicion es com o fuente d e con stan tes fa­
voritism os é injusticias.
L a h u elg a sigu e m anteniéndose con en er­
g ía y resolución, y las p robab ilid ad es d e
éxito se hacen cada día m ayores.
G r e m ia le s
Som brereros — R e a lizará una im portante
función y conferencia el S áb a d o 26 d el corriente,
á las 8 pm. en el salón V o rw a e rtz, R in cón
1 1 4 1 , con un im pórtate p rogram a. H ablarán
el chm pañero L o re n zo , sob re sindicalism o, y
la com pañera Julia R e y . E n trad a para hom -1
bres 0,60 cts, para m ujeres y niños, 0.30.
L a s lo ca lid ad es se ven d en S o lis 2 14 9
In fo rm a c ió n s o c ia lis ta
La Banda.— E l acto d escab ellado d el ciu d a ­
d an o B ern ardo Irurzun, d ire cto r d e la e sc u e ­
la d el oentro obrero, llevan d o personalm ente
los niños de ella á cantar el him no patrio y á
e n grosar la colum na cív ica en los fe ste jo s del
9. d e Julio., dió lu g a r á una seria p rotesta por
parte de los com pañ eros que con stitu yen el
centro m encionado.
C itad o á dar exp licacion es d e su con d ucta
á una asam blea con vo cad a al efecto, no pu d o
obtenerse su presencia. S om etid o el [caso con
sus antecedentes al C . E . del P a rtid o , sin es­
pesar su resolución el ciu d ad an o B . Irurzun
ha renunciado en com pañía d e la m aestra S allaverry, la d irección d e la e s c u e la ,: y al m is­
m o tiem po, se ha pu esto en relación con lo s
padres d e los niños, á ob jeto d e d eja r v a c ía
la escu ela del centro, y p roced er en unión d e
la ciu d ad an a cita d a á la in stalación d e o tra
particular.
A u x ilia d o en esta tarea p o r los oom pañeros
M aképranz y M olinari, ba ob ten id o e l o b je to
buscado; la ruina d e la escuela ob rera, creada
después de tantas d ificultades p o r lo s com pa­
ñ eros d e este centro.
L a asam blea d el 16 d el corriente, despu és
d e haber jn vitado d e n u evo al ciudadan o I r u r * 1
ana­
z ú a á d efen d er su oondncta, ha resu elto la ex» >
pulsión d efin itiva d el m ism o y d e M olin ari, y
la suspensión tem poraria d el com p añ ero Ma»
k ep ran z, únied' qu e se presen tó i le v a n ta r los
c a rg o s q u e se le hacían.
A d m in is tra tiv a s
D o n a cio n es recibidas: A .
V aria s, 1 . 7 5 - T o t a l: 2.25.
M ondm i,
0.50;
Im prenta y Encuadernación
de LOTITO y BARBERIS
417 -
R E C O N Q U IS T A -
417
C a sa e s p e c ia l p a r a im p re s io n e s d e to d o g ñ ner
U I Revista
N T E RSocialista
NACIONAL
J^porece mansuaimenta
Redacción: A zcuenaga 981
Admistración: Cuyo 1 9 3
SUSCRIPCIÓN TRIMESTRAL 50 CENTAVOS
■
Alto I
Buenos Aires Setiembre 11 (Je 1905
.
N° 5
La Acción Socialista
i
P e riód ico S in d ic a lis ta R e v o lu c io n a rio
“5* Aparece el 11 y 21 de cada m es
_
...
61
p a c to
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s o lid a rid a d
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■
V
d e
la
T .O .R .f l.
do en la resolución votada por el V Congre­
so de la F. O. R. A. y enunciaremos la se­
gunda sólo como una proposición á contestarse.
***
Dice la resolución citada, entre otras mu­
chas necedades y 'contradiciones de orden so­
ciológico y natural, que la solidaridad no tie­
ne porque ser subscripta ni consignada en
contratos, desde que ella es inherente á la es­
pecie.
¡Inherente á la especiel......
¿Quiénes dicen esto? Los socialistas y anar­
quistas enragés, furiosos, sectarios, que en múl­
tiples circunstancias déla lucha, invitados por
las agresiones del mismo enemigo han prefe­
rido, no una, sino diez veces, dejarse batir
ignominiosamente por él, haciendo morder el
polvo de la derrota á los trabajadores, sus víc­
timas, antes que elevarse sobre sus miserables
sectarismos doctrinarios. Los que siempre, siem­
pre volvemos á repetirlo, antes de analizar el
beneficio de un proyeoto cualquiera, lo han re­
chazado inconsultadamente, sin más consi­
deraciones que las de investigar su proceden­
cia socialista ó viceversa.
¡Oh! Y ahora nos dicen que las solidaridades
inherente á la especie, cuando ellos, práctica
y constantemente se encargan de demostrar de
un modo palmario, todo lo contrario: la nega­
ción de todo consorcio, de toda fraternidad,
aun ante el común enemigo que nos conglome­
ra en una misma y única adversión y odio.
*
«
-------------------- :
i
re c h a z o
C o n g re so
Un hecho de trascendental importancia que
viene á corroborar la veracidad de nues­
tros juicios anteriores, es el rechazo de pac­
to de solidaridad por el reciente Congreso
de la Federación, y que le fué propuesto, en
cumplimiento de una orden del día votada en Su
último Congreso, por la J. E. de la U. G. d e T .
Decíamos, y lo abonan ahora actos de in­
discutible realidad, que las causas que,más pro­
fundizaban é imposibilitaban la integración de
las fuerzas obreras organizadas del país, no
eran por cierto, diferenciaciones apreciables y
lógicas sobre métodos de acción contra el ca­
pitalismo, sino cuestiones de bajo orden moral,
tajes como efervescencias sectarias, rivalidades
y antagonismos personales y, no pocas veces,
miserables apetitos de vientre y vanagloria.
A no muy largo tiempo de la fecha en que,
enunciábamos tales conceptos, que más de un
herido por nuestros tiros, á objeto de cubrirse
á tiempo, atribuyó á móviles mezquinos é in­
dignos, se nos ofrece uno de esos ejem­
plos que, sea dicho sin espíritu de maligna
intención, deseábamos ardientemente se produ­
jera á fin de demostrar al proletariado argen­
tino la intensidad del mal qué lo aflije y seña­
larle el remedio.
El pacto de solidaridad votado por el Con­
greso de la U. G. de T ., no diremos á nues­
tra instigación, pues fué aprobado en virtud
d e reales y efectivas imposiciones de las cir­
cunstancias, ha sido rechazado por el C ongre­
so de la otra organización obrera más impor­
tante del país, que se ha atribuido, á justo ó
injusto título, el ampuloso dictado de genuina
representante y defensora de la clase trabaja­
dora argentina.
La organización que más se ha distingui­
do siempre por sus ataques á la U. G. de T .,
imputándole el carácter de una camarilla de po­
litiqueros, elaborando productos electorales y
sometida al capricho de tres ó cuatro ambi­
ciosos intelectuales, acaba de demostrar cuán
verídico es el proverbio de que todos vemos
la paja en el ojo ajeno......
Triste es decirlo, pero la realidad del hecho
doloroso lo impone. Un Congreso de genuinos
delegados (creemos que así lo sean, á pesar de
que las publicaciones de última hora casi nos
invitan á ponerlo en duda), se aboca el dere­
cho arbitrarísimo de resolver (ofendiendo el
propio concepto anárquico del parlamentarismo)
una cuestión de interés vital y universal de las
organizaciones federales, de una manera tan
inconsulta como contradictoria á las mismas
aspiraciones de sus asambleas.
Y lo hace y lo resuelve en virtud de con­
sideraciones de un absurdísimo tan hiriente y
tan contrario á las conveniencias obreras, que
no tiene, como se dice vulgarmente, perdón de
dios.
Los mismos prestigiadores constantes y
fogosos, de la unión y solidaridad obreras,
que en cada conferencia, como el ilustre Jaquet, fastidian á su auditorio con el sem­
piterno estribillo de molde de que la unión
y¿la solidaridad entre todos los trabajadores
determinará su triunfo final sobre el capita­
lismo, son en este caso los primeros en com­
batir rabiosamente el solidario abrazo que le
ofrecen trabajadores no desorganizados é in­
concientes, pero sí bravos y valientes soldados
fogueados y veteranos ya en la lucha sindical,
á objeto de combatir más eficazmente al ene­
m igo de clase.
¿Qué contra-sentido es este? Difícil sería ex­
presarlo sino recalcáramos nuestras primeras
apreciaciones.
La verdad sólo puede hallarse buscándola
en dos fuentes: la bastarda ideología de estos
delegados ó el factor económico inmediato, con­
sistente en el pan de cada día amenazado ó
en peligro más ó menos lejano.
Si es una razón ideológica, fruto de las de­
pravaciones ó virtudes morales ¿podría ésta pri­
mar sobre los hechos externos y taogibles que
obligan á los trabajadores á obrar de arreglo á
las efectivas exigencias d é lo s actuales, circuns­
tancias bien difíciles por cierto y de imperiosa
perentoriedad?
Si es una razón económica de defensa, por
ejemplo, de un modas vivendi, labrado con ra­
ra constancia é inteligencia, pero fomentando las
discordias y los malos doctrinarismos entre la
familia obrera, á objeto de imponer su perso­
nalidad y cobrarse el esfuerzo, ¿es justo y
honesto, que los trabajadores luchando por
desligarse del dogal asfixiante con que lo opri­
men dominaciones, iniquidades y explotacio­
nes de todo orden moral, material é intelec­
tual, vengan ahora á caer de nuevo bajo la
férula y extorsión de una nueva especie de pa­
rásitos y dominadores?
Queremos creer, en salvaguardia del buen
nombre del movimiento obrero, que sea la pri­
mera de las causas anotadas la que ha influi­
■
♦
*
Pero, dejemos este campo de consideracio­
nes, y abordemos, otra vez, la cuestión en su
faz serena y razonable: la conveniencia qüe
tiene para los trabajadores de las tituladas
dos escuelas sociológicas, la subscripción de
un pacto que los reúna en ciertos momentos
difíciles de la lucha ante el común enemigó.
Desechemos esa utópica é irracional teoría
de una solidaridad inherente á la especie, que
destruye la implacable realidad de la vida,
presentándonos al hombre individual y co-lectivamente librado á una lucha cruda y
mortal por la subsistencia y defensa de su
modus vivendi, y reconozcamos, lealmente, la
existencia comprobada de antagonismos pro­
fundizados y ahondados cada día, por una
propaganda encarnizada y sectaria.
Y una vez, hecho esto, preguntémonos:
¿Puede hacer daño á los trabajadores, toda
tendencia á mancomunarlos y estrecharlos
fraternalmente, para la mejor defensa de sus
intereses?
¿Puede reportarles perjuicio un convenio'
subscripto, un consorcio establecido y acep­
tado ya por ellos, que no podría ser sino
motivo de una noble predisposición á deste­
rrar toda causa de alejamiento entre ellos?
¿No subscribimos, acaso, nuestras regla­
mentaciones ordinarias con todo cuidado y
previsión, á fin de que ellas puedan ser, en el
mayor límite posible, una regla invariable de
acción, difícil de prestarse á entorpecimien­
tos y extravíos en su aplicación?
Y si esto, es así, ¿puede acaso alegarse,
con sensatez que en esta ocasión un pacto
para la acción común de los trabajadores
contra el capitalismo, sea innecesario é inútil?
Difícil sería contestar afirmativamente á -es­
tas preguntas sin incurrir en una contradic­
ción palmaria con nuestras prácticas acostum­
bradas, y lo que es más grave aún, sin pre­
sentarnos como verdaderos enemigos de la
causa obrera.
Pues, bien, esta9 respuestas afirmativas, que
no tendríamos valor de formular son las que
sirven de base á las argumentaciones de los
adversarios al pacto.
En una1 forma ú otra, tácita ó explícita­
mente, la condenación al pacto hecha por anar­
quistas y socialistas noencierra sino el propósito
deliberado de dificultar la obra integral del
proletariado argentino, y por consecuencia,
servir los intereses y la causa del capitalismo,
debilitando las fuerzas que contra sus agre­
siones reiteradas pueda ofrecerles las organi­
zaciones obreras del p.iís.
En el fondo, no hay sino un mezquino es­
píritu corporativo, que se traduce en esta
inconfesada esperanza: de oue una institución
debe absorber á la otra, no por medio de un
acuerdo mutuo que haga posible el loable
propósito, sino batiendo á la otra con toda
la ferocidad de un vencedor implacable.
No es así como en la honradez de nues­
tras intenciones, que son las íntimas y verda­
deras alimentadas por el pueblo trabajador,
que vive distante de estas deleznables mise­
rias de malos caudillos, juzgam os esta cues­
tión de trascendental importancia para la cauxa de su emancipación.
Entendemos, que no puede, no puede ha­
ber lucha entre los trabajadores, que no se
—— -------------------- --------------------------------
traduzca en resultados contradictorios para
ellos dada la creciente inteligencia y sagaci­
dad del enemigo, que aprovecha las discusio­
nes entre la familia obrera en su propio be­
neficio.
Entendemos, y sobre esto recalcaremos
nuestra propaganda, que no es lucha doctri­
naria, aguda é intemperante á fin de distan­
ciarnos más, la que corresponde hacer en los
momentos actuales, y en los que con toda
seguridad sobrevendrán, sino propaganda sa­
na y honesta en el sentido de armonizar
nuestras pequeñas diferencias, para permitir­
nos confiar con probabilidades de éxito en la
victoria final, qué, por las inducciones del
socialismo científico deberá alcanzarse con la
inté'gfación total de las fuerzas organizadas
del proletariado militante.
Y para la realización de esta obra, recla­
mamos el enérgico apoyo de los trabajadores
conscientes, únicos que podrán, realizarla, y
únicos también que podrán higienizar el mo­
vimiento obrero, de los malos pastores, que
en vez de guiarlos hácia el triunfo y la li­
bertad, entorpecen su marcha, desarrollando
e l,o d io y las divisiones entre individuos á
quienes mancomuna una misma é idéntica
explotación.
,
M ilitarism o
t
•
*
«Cuando se* pionsa que en estos momentos
los fhinrcecs. los alemanes, los rosos, los injílosos, los italianos, los austríacos, etc., oto..
creen todavía que deben ser soldados y habi­
tar tinos cuarteles nauseabundos, haciendo en
ellos ejeivie.ios grotescos, y que todos los ciu­
dadanos de Europa gastitn. por la gloría de
inuui pretendidas frontoms trazadas en el |u»
peí. diez y srtt mtllont» diario#, destinados ¿
impedir que los hombres so ostén en sus casas
ocupados cada uno en su oficio y en sus de­
beres, se vé que la edad de la razdn no ha
sonado todavía, para nuestro pobre planeta y
que la scrvidnmhre voluntaria forma parte
del patrimonio de la buinanidud.»
C. Flammarión.
Este juicio, tan exacto como imparcial, que
la vieja y desatinada Europa en cuanto á mi­
litarismo formula el célebre astrónomo, puede
aplicarse perfectamente á la Am érica del Sur,
y de un modo especial á la República A rgen ­
tina.
Allá, sin embargo, la creencia á que alude
el sabio francés, va desvaneciéndose con la
misma celeridad con que germina la simiente
que arroja á todos los vientos el socialismo.
En Francia, en Italia, en España, etc., la ju­
ventud socialista ha fundado y funda incesan­
temente sociedades cuyo fin es difundir la
propaganda en contra de esa abominable ins­
titución, el militarismo, baldón oprobioso que
estigmatiza la frente de la civilización y roe
la conciencia de las sociedades de todos los
países de la tierra.
Aquí, á pesar de nuestra propaganda— de­
ficiente, si se quiere— y á pesar del terrible
incremento que la clase gobernante va dando
año por año al militarismo, nada, absoluta­
mente nada práctico se ha intentado por par­
te de la juventud, de la verdadera interesada.
La más estupenda, la más criminal indiferen­
cia la caracteriza. Que los de arriba, los en­
caramados á la roca Tarpeya del poder, sigan
cada vez con más ahinco remachando las ob­
sesionantes cadenas, parece tenerla sin cuida­
d o .‘ Ni la sombra de una iniciativa libertado­
ra, ni la manifestación más insignificante del
muy lógico, del muy natural deseo de sacu­
dir ese yugo vejatorio, escándalo y ultraje de
la civilización, hánse visto asomar ó partir de
la juventud de este país. No parece sino que
en las filas de nuestra clase trabajadora no fi­
gurasen la carne de cañón de veinte años.
¡Qué ironía! A la edad en que en los paises
europeos, todo el entusiasmo de las grandes
causas y de los nobles ideales del presente
lo aporta con sus esfuerzos y sacrificios esa
parte de la humanidad de sangre ardiente y
generosa; aquí, en la tierra fecunda y hermo­
sa, cuya naturaleza eleva eternamente un him­
no sacrosanto á la libertad y á la vida am­
plia y amable como debe ser, la juventud, en
lugar de aprestar sus energías y dirigirlas
contra el monstruo cuyas garras se ela\arán
en sus* entrañas, se cruza muy bonitamente
de brazos y aguarda como manso, viejo y su­
miso buey que se la unza, humille, y veje en
todas las formas.
*
*
*
No obstante, veamos una vez más cual es
el rol que dicha institución juega en la so­
ciedad.
En primer lugar, cuando cuatro de los nu­
merosos parásitos que medran á costa de esa
bestia que se llama pueblo, se ven dcsalo'ados por la mayor audacia y brutalidad de sus
congéneres, careciendo de la fuerza que dan
la razón y lá justicia, para recuperar nueva­
mente las posiciones perdidas, abandonados
por la opinión y la sensatez, acuden inmedia­
tamente al ejército. Este, dirigido por unos
cuantos asesinos profesionáTes, en este corno
en todos los casos, representa al Cristo ven­
dido por los treinta dineros.
Y Una mañana (4 de Febrero último), la na•
1
ñu
1
ción despierta con la noticia de que una bu e"
na parte del ejército se ha sublevado y qu
en ese momento se matan fieles y rebeldes.—
La carniceria ha sido espantosa. Un tendal de
cadáveres, impresa en el rostro la expresión
de la más bestial inconsciencia, queda sobre
el campo de batalla como recuerdo imborra­
ble de la farza trájica; y los farsantes que la
engendraron,— no satisfechos aún de su obra,'
y anatematizados, maldecidos por millones de
almas, se sumergen en la sombra y vuelven
á meditar otro drama, de más sangrientas
consecuencias para los hijos del pueblo que
están á su merced, pero de más brillantes re­
sultados para ellos.
Esta paz la conoce todo el mundo, y todo
el mundo, por supuesto, sabe perfectamente
también quienes ganan y quienes pierden en
la referida circunstancia.
Veamos, ahora, otra faz no menos conocida,
pero muy poco tenida en cuenta por los pa­
triotas, esto es, por los latifundistas, los que
con escasa compañía han acaparado y dividídose entre sí las grandes áreas de tierras que
constituyen la patria. Estos señores, que, cómo
es tatal, al mismo tiempo que dueños de la
tierra, son los directores de la cosa pública,
no han caído en la cuenta de que el milita­
rismo, si bien les guarda las espaldas, los per­
judican por el flanco. Claman, gritan y se des­
gañifan implorando inmigración, porque, según
ellos, se necesitan brazos para que les cultiven
sus extensos campos, les cuiden el ganado, les
recojan las cosechas, etc., etc.; y estos brazos,
forzosamente que vengan del exterior, del ex­
tranjero, por cuanto los de aquí los hijos del
país... ¡esos están corrompiéndose, enviciándo­
se, pudriéndose en esa cloaca inmunda llama­
da cuartel! Esos están perdiendo su salud, fí­
sica y moral, en la escuela infame del homi­
cidio á sangre fría! Esos, en fin, lejos del ho­
gar, de la fábrica, del campo, solo sirven para
apuntalar con sus hombros el edificio ruinoso
y tambaleante de la patria de media docena
de terratenientes, ignorando si en su casa sus
ancianos padres, sus pequeños hermanos, se
mueren de hambre y de frió!
Cuando después de haber cumplido las im­
posiciones de la ley, al cabo de uno, dos ó
más años, vuelve á su casa, no es raro que
encuentre á su familia en la miseria; y lo que
es peor, habiendo perdido sus hábitos de tra­
bajo, y, por el contrario, adquirido los victos
inherentes al género de vida del cuartel, se
halle con que su voluntad y sus energías es­
tán agoladas. De aquí al delito sólo meijia un
paso.
*
*
*
Pero esto no importa. El ejército, más que
por otra cosa alguna, ha sido creado para de­
fender las áreas de tierra de que antes hablá­
bamos, contra las posibles invasiones de la»,
países colindantes, esto es, de los usurpadores.
Lo curioso del caso es que los dueños de
dichos territorios no forman parte del ejército,
generalmente. De aquí se sigue que la clase
trabajadora,— con raras excepciones, los solda­
dos son miembros de ella,— no sólo está obli­
gada á hacer producir los, campos en benefi­
cio de los patrones, sí que también la ley le
impone que, á costa de su vida, los defienda
de las garras extrañas.
Y bien: si ella, la clase obrera, no posee
campos ni ganados en ellos que defender, ¿á
qué se presta tan bellacamente, tan estúpida­
mente, á fines tan funestos é innobles?
Claro, se nos objetará que, «quieras que nq,
las leyes deben ser acatadas. ¡Perfectamente!...
¿Y cuándo empezaremos por convencernos de
que todos los males nos vienen precisamente
de ellas?
Lo que se impone, lo que es imperiosamente
preciso, es que aquí, como en Francia, en E s­
paña, Italia, Bélgica, se empiece por funda*r
sociedades netamente antimilitaristas, con el
sólo y exclusivo objeto, si así se quiere, de
combatir por todos los medios esa llaga uléérosa cuyo virus contamina y pudre y disgre­
ga, en particular, al proletariado.
Y esta misión, á nadie sinó á la juventud
le está dado cumplir, puesto que ella, lo re­
petimos, es la parte más afectada, ó la víc­
tima.
S. V . F.
¿TRIUNFO OE LA INCOHERENCIA
'
0 TRIUNFO DEJ. BUEN SENTIDO?
(Una voz más, la del conocido compañero
Elíseo Ibáñez, viene á ratificar el juicio um­
versalmente favorable que han inspirado la la­
bor y resoluciones del último congreso de la
Unión General de Trabajadores. En sus re­
flexiones atinadas sobre el torpe é inhábil ar­
tículo publicado en el semanario La Vanguar­
dia venios, con mucho placer, la reproducción
lógica de nuestras opiniones anteriormente ver­
tidas, que adquieren así un mayor valor de
concepto, desde que ellas interpretan el senti
miento de general desaprobación que aqiiel ha
merecido).
11
/
L a ACCION
Indudablem ente el T e rc er C o n g reso d® la
U nión G . de T rab ajad ores m arca una nueva
fase en el m ovim iento- proletario argentino,
fase que, apoyad a en lós hechos pasados, sigue
la nueva corriente tendenciosa que define aún
más nítidam ente la acctón proletaria contra el
estado burgués.
L o s que hablam os m anifestado cuál debía
ser la actitud que debía o b se rv a r' el proleta­
riado en sus futuros conflictos con la b u rgu e­
sía, los que convencidos de que la d a se obrera
seguía una falsa senda en su marcha hacia su
com pleta liberación com o clase oprim ida y le
indicábam os cuál es la verdadera, no podem os
m enos que con gratularnos por las resolucio­
nes sensatas y trascendentales em anadas del III
con greso de la Unión G en eral, deduciendo al
m ismo tiem po que m uchos de los obreros que
com ponían esa asam blea proletaria, estaban po­
seídos d e una buena dosis de buen sentido,
con un criterio ya form ado acerca de aquellas
proposiciones más im portantes, q\te las nuevas
m odalidades de la lucha de clases— m odalida­
des que se han traducido en la m atanza de
las masas 6 en el desconocim iento de los d e­
rechos proletarios— había hecho concebir y que
por ende el con greso debía con sagrarle pre­
ferente atención.
L a unánime aprobación que ha recaído en
dichas resoluciones dem uestra bien á ilas claras
que era una aspiración que palpitaba en los
pechos proletarios y que tan sólo esperaba el
m om ento oportuno de qu e el eco de una voz
les diera la forma sintética para convertirlas
en resoluciones que son una orientación segu ra
para la acción futura de la Unión G eneral de
Trabajadores.
P ero héte aquí q u e en presencia de la labor
re a liza d i por el co n greso de la Unión G en eral—
labor que repetim os indica una nueva co n cep ­
ción, ó m ejor dicho, una nítida concepción de
lá nueva acción proletaria— para la sindicalista
redacción de L a Vanguardia ella no es m ás que
«incertidum bres», «vaguedades», «incoheren­
cias», «impacientes audacias» y «una deplora­
ble anarquía d e criterio», etc. (véase e.l n.° 32).
¿Q ué se trasluce detrás de toda esa fraseología
intemperante? Poca cosa, casi nada. N ada que
no denote que la benem érila redacción de
L a Vanguardia está dom inada por un estrecho
espíritu sectario, dado que todo lo que no está
dé acuerdo con su criterio son «vaguedades,
incoherencias ó deplorable anarquía de criterio...»
P ero ¡qué atolondrados han sido los d elegad os
al con greso de la Unión General, al no p e­
dirle sus luces á la sindicalista redacción de
L a Vanguardia! E s de lam entarlo...
Afirm a también la redacción de L a V an­
guardia del número 33, que la obra del con ­
greso antedicho es «una desviación regresiva
de su rum bo inicial». E sto si fuera escrito
para los habitantes de la luna, pasaría; pero
para nosotros, m ortales que v ivim o s de realid id e s y no de m istificaciones, no cuela. P o r­
que, en realidad de verdad, la obra del con­
greso de la Unión General, es una obra pro­
gresiva, ascendente, de expansión, por cuanto
está informada en nuevas necesidades y hechos,
cuyas consecuencias fatales el proletariado las
siente y expresa en la nueva concepción de su ac­
ción que debe desarrollar en presencia de
cualquiera irrupción d e la burguesía.
SI, pues, el T e rc er C o n greso de la Unión
General no es el triunfo de la incoherencia,
ntr; al contrario, es el triunfo del buen sen ti­
d a de convicciones arraigadas, pues su obra
es la consecuencia ló gica d e la experiencia
aquilatada en la lucha cuotidiana á partir del
con greso anterior, siendo po r tanto una obra
p ro gresiv a y d e orientación segu ra del m ovi­
m iento proletario.
E líseo Ibañez.
á
Santiago de! Estero, Setiembre 4de 1905.
E n s e ñ a n z a s s o c ia le s
d e la e c o n o m ía m o d e r n a
Con este título aparecerá en b reve una
queva obra del poderoso crítico m arxista
J. S o rel, cuyas Conclusiones, por haber sido
publicadas en revistas europeas, nos dan una
iflea del lu ga r prom inente que d ich o lib ro de­
berá ocupar en la literatura socialista y la
eficaz influencia que tendrá en la tendencia de
positiva orientación del m ovim iento proletario
internacional.
Sorel, exam inando la acción socialista rea ­
lizada en los paises europeos, pone de mani­
fiesto con la sagacidad propia á su espíritu,
las características que m ejor revelan la triste
degeneración del verdadero socialism o m ar­
xista, y que pueden condénsarse en las si­
gu ien tes palabras:
«N o se podía h acer de otra manera que
aprovechar los diversos é xito s obtenidos en
las elecciones, y poco á poco se introdujo la
idea de que era necesario conquistar fracmentariam ente el poder en todos los grad os. L a
catástrofe fatal fué entonces reem plazada por
uaa revolución progresiva, ejecutándose á me­
dida que los elegid os socialistas se convertían
en personages políticos influyentes. L a s d iver­
sas etapas solo podían alcanzarse por m edio
d e com prom isos; se con cluyó por adm itir que
el E stad o podia suprim ir el capitalism o crean­
d o un sistem a industrial seriam ente controla­
d o por los partidos avanzados, y |que el so­
cialism o debía proponerse de hacer v o lv e r
m ás en provecho de los pobres la p ro d u c­
ción que había sido dem asiado en
pro­
vech o de los ricos. L a conclusión á que se
ha llegad o, en la hora actual, es el reem pla­
zo total de lo s principios de M arx por una
m ezcla d e las ideas de Lassalle y d e los a pe­
titos dem ocráticos.
M ientras M arx solo quería oc®£M®®> de la
organ ización de los brazos, el *oci':i’ ¡<imo¡ que
se im agina proceder de- él, q u iere ' oaw pirse
d e la cabeza de la industria. L a c m y i i s U del
pod er político conduce necaeariatn :nt<* al re ­
surgim iento de las concepciones d e los uto­
pistas.»
L u e g o , continuando su análisis crítico, ter­
m ina fo rm u lá n d o lo s sigu ien tes o o tse jo i; en yo
exám en recom endam os por la rica enseñanza
que contienen:
i . ° C o n r e l a c i ó n á l a d e m o c r a c i a : No
perseguir la idea de conquistar m uchos asien­
tos políticos, pactando con los descontentos
de todo género; no tom ar una parte activa en
el anti-clericalism o; no presentándose com o el
partido de los pobres, sinó com o el de los
« ib
goCTAClStA
,
• a
k— .
ciar alal proletariad
trabajadores; no nHpcIar
proletariadoo Q P * *
ro con los em pleadós de las aUm inistr«|P»n»
(xdbltcas; no p r o p e n d e r* lá elttensión d *l dd»
rain ¡o d el E stado.
R e,
a .°
Con
r e la c ió n
ai.
c a pita lísim o
:
ch azar to d t m edida q u e pudiera restriftgir el
desarrollo industrial, aún cuando, m om entánea­
m ente, parezca favorable á los trabajadores,
3 .0 C o n
r e la c ió n
a
ix jb
o o n c ilia .d o r e *
(filántropos ó políticos)-. R eh usar á en trar en
toda institución q u e tienda á con vertir la lu ­
cha de clases en una rivalidad d e intereses;
rechazar toda participación de d elegad o s ob re­
ros en las organ izacion es crea d a s por el E sta ­
do ó por la burguesía; en cerrarse en las C á ­
maras de T rab a jo y concentrar en su seno to­
da la vida obrera.
La lucha de clases en el parlamento
¿Se puede observar y criticar?
P reg u n to á los com pañeros que aceptan en
silen cio y com placientes todo lo q\te dice y
hace el diputado socialista en el Parlam ento,
y que al m enor asom o de crítica sincera, se
espantan y se enfurecen hasta el extrem o de
d escarg ar sobre los que critican, todo un
cúm ulo de epítetos, señalándolos com o anár­
quicos disfrazados...
¿Se puede...?
*
* *
En varias y distintas ocasiones e l 1 dipwtndo
socialista ha hecho afirm aciones c o n 1 las cu a­
les no es posible solidarizarse, por cuanto
contradicen, con evidencia, nuestros principios
y nuestro carácter de partido revolucionario.
E sto nos induce á hacer algunas observacio­
nes críticas: especialm ente por la im portancia
que se le atribuyen á las palabras em itidas
por el diputado socialista d esde la alta tri­
buna parlam entaria.
Una v e z afirmó que reconocíam os la nece­
sidad de la institución m ilitar; h oy de que no
som os partidarios de la transición violenta
(com o si eso fuera á volu n tad...) en la cues­
tión de la liberación de derechos aduaneros
(¿y el libre cambio?); y que som os un parti­
do d e orden, q u e brega dentro de la legali­
dad, ajustándose á l a . Constitución y respetan­
do sus preceptos... etc.
Si tan tem prano, y con un solo diputado,
se quiere hacer obra, positiva, por m edio del
Parlam ento, ¿qué es lo que se querrá hacer
cuando tengam os unos cuantos diputados?...
entonces, seguram ente se hará, por su inter­
m edio, el socialism o!
Pronto, m uy pronto, se echa en olvidó
que el Parlam ento es de creación burguesa,
y que el papel que cuadra á un representan­
te de una clase revolucionaria no es cierta­
m ente el de querer hacer funcionar á esa ins­
titución en beneficio de los oprim idos.
S i nuestra finalidad ha de inspirar á nues­
tro m étodo de lucha; si el m ovim iento obrero
tiende á destruir las actuales relaciones sociales
y sustituirlas por otras nuevas — elaboradas
por los sindicatos obreros: — si lo? represen­
tantes obreros lian de coordinar su acción á
la acción del proletariado, que con el desa­
rrollo de los sindicatos obreros se am engua,
se restan ó destruyen las funciones del o rg a ­
n ism o estata l— órgan o de la clase capitalis­
ta — no com prendem os cóm o pueden tener
coherencia con los principios revolucionarios dél
m ovim iento obrero, las diversas afirm ac'ones
y la actitud legisladora de nuestro diputado.
E l Parlam ento es incapaz de satisfacer las
necesidades de la clase obrera.
P retender la contrario es ilusionarse, crear
ilusiones peligrosas en la masa obrera, ha­
ciéndole v ivir en la esperanza d e que su me
joram ien to y su em ancipación es posible por
obra y gracia de un pequeño esfuerzo reali­
zado al poner la boleta electoral en lá urna,
esfuerzo que dará com o resultado un cam bio
de personajes en el Parlam ento, los cuales
riendo socialistas legislarán para el, pueblo
obrero, reform arán y, p or fin, serán capaces
de... crear un sistem a socialista!
E stas ilusiones peligrosas, esas esperanzas
vanas son el resultado forzoso de la actitud
y de las afirm aciones en contradicción con
nuestros principios revolucionarios.
*
* *
E< representante de una clase revoluciona­
ria, ¿á qué vá, cuando se introduce en una
institución enem iga? ¿Vá á legislar, ó v á á
h acer obra de agitador? ¿Vá á recabar con so
vo to beneficios y reform as para los que re­
presenta, ó vá á combatir á la clase dom i­
nante?
E s evidente que, según el criterio que in­
form e y gu íe en la acción, será exacto ó nó
que el partido socialista b rega dentro de la
legalid ad , ajustándose á la
constitución y
respetando sus preceptos...
L o s aplausos venidos de las bancas p arla­
m entarias, las palabras de felicitación de los
diputados burgueses, nos dan la impresión
m olesta de que el diputado revolucionario ha
satisfecho á los parlam entarios burgueses con
sus declaraciones y les ha dado, á ellos, la
im presión de que el partid o socialista es un
partido
que no
m olestará, por
por cuanto
cuanto pracpráo
H-.UU» que
uu les inuicsiara,
ticam ente se desenvuelve con el m ayor orden,
en e más adm irable respeto de h legalidad y
de los preceptos constitucionales, por más
que de trecho en trecho, el representante revolucionario diga que e l ideal es revoladonano.
Y si el revolucionario llega á em pequeñecer
las grandes cuestiones de principios, com o
en
la d is c u s ió n s o b re la o rg a n iz a c ió n d e l e jé rc ito
y en la discusión sobre derechos aduaneros,
tem iendo plantear el d ebate en los térm inos
precisos y extrem os del m ilitarism o y la m en­
tira p a triótica , del libre cam bio y p roteccio­
nism o, por no aparecer, ante los parlam enta­
rios, com o un utópico, ó un falto de sentido
práctico; si hace cuestión de reducción- d e im­
puestos, cuando su voto no vale nada en la
solución de los debates, es ló g ico y es nece­
sario preguntar: ¿en q u é consiste la . obra revoluáonat ia d el representante socialista?
E l pueblo obrero no pu ed e esperar el m e­
joram ien to de sus condiciones d e v id a .y de
trabajo del funcionam iento d e la m áquina
parlam entaria— creación b u rgu esa;— pues la
lógica lo rechaza. E l pueblo ob rero lo consi­
g u e c o n . e l . esfuerzo propio d e todos los dias
en el camino real d e su vid a, en di terreno
de. la explotación m aterial, en la producción
capitalista. A llí, en la vid a real, es d onde rea ­
liza, la obra positiva d e m ejoram iento, y la de
capacitación y. desarrollo d e fuerza para los
fines ulteriores.
* *
L o que puede y debe esperar es qu e sus
representantes se com porten en el am biente
parlam entario com o representantes de una
clase que combate la dom inación de otra. L o
que debe e x ig ir de ellos es que combatan y
no que pretendan convencer á quienes no ne­
cesitan de tales convencim ientos. L o que debe
e x ig ir y esperar es que el revolucionario, en
el Parlam ento, con su actitud, con su crítica
dem oledora, con sus dem ostraciones y denun­
cias haga desencadenar una tem pestad que
cubra de escándalo la función legislativa, que
la desacredite y que dem uestre al pueblo la
obra d e los satisfechos, de los qu e m anejan
la m áquina del E stado en beneficio p ro p io y
de la c la s e dom inante.
L o q u e d eb e esperarse d el revolucionario
en el am biente pestífero del parlam ento bur­
gu és, es la ironía cruel, ó la sátira m ordáz,
qu e arranque la careta que cu b re á los acto­
res d e la. com edia 6 d e la farsa. L o que d e­
be esperarse d el revolucionario es que aseste
en pleno rostro á la burguesía rapaz, bofeto­
nes sonoros, sin reparos ni m iram ientos, con
la m ayor pasión y arranque, qu e la pasión y
el arranque son el alma de las conm ociones
del pueblo.
Y- para esto, para ser revolu cion ario, h ay
que sentirse diferente de los dem ás p arla­
m entarios; hay qu e lle v ar al recin to b u rgu és
todas las pasiones d olorosas del pueblo e x ­
plotado y sufriente, la im pulsión irresistible y
d esbordante d e los que luchan contra la e x ­
plotación patronal; h ay que ser el reflejo de
la lucha de clases que se com bate en la are­
na colosal del mundo d e afuera; h ay que r e ­
huir. lo s aplausos y felicitaciones de los en e­
m igos irreconciliables, no ser jam ás conside­
rado com o sereno, práctico, reflexivo, ni tan
incautam ente servir d e instrum ento para d es­
autorizar la. obra d e un con greso obrero que,
á.pesar d e la id e o lo gía con que está revestido,
tiene las mismas aspiraciones, está im pulsado
por los m ism os intereses, y m archa ig u a l­
mente que nosotros á la destrucción d e la
organ ización social actual.
¿Y se dirá que el representante socialista,
no e s un ilustrado sociólogo, y sí un sectario?
¿Y qué importa?
t í .papel
del represen,
. ¿Acaso
.
x-------tante proletario es el d e un académüo 6 el
de
un
discutidor
cortes,
m
i
a
ph
A»
de un discutidor cortes, que en elegantes étor­
neos oratorios trata de con ven cer á preten di­
dos adversarios ideológicos?
Para nosotros, el revolu cion ario es un com­
batiente que hace ob ra crítica, de dem olición
profunda; que desm enuza los sofismas y las
tram oyas de adversarios, d e enemigos p o r inierés de clase; que aprovecha d el sitio en q u e
está para hacer una intensa y repercutidora
propaganda de principios, denunciar las miserias del capitalism o, para en torpecer el funpionam iento de las instituciones b urguesas.
a yu d ar al proceso d e d escom posición social,
contralorear los actos gu b ern ativos, y jam ás
preocuparse de correg ir sus defectos, ni d e
los desequilibrios que ocasionaría... la transíoión violenta .de la com pleta liberación d e los
derechos aduaneros.
C iiu c a dem oledora, vasta y profunda al
capitalism o; audacia creciente, y no un sim,e n)anejo parlam entario con pretensiones d e
,.rfoi mar cosas
s¡stemas
P la f
3£
las cosas , no perm ite.
de
* *
La política socialista— inspiración profunda
d el m ovim iento real de la clase ob rera— sin
distinción de id eologías anárquicas ó socialisLas— es el ataque continuo y creciente á las
in s titu c io n e s, lá c o rro s ió n h a sta su d e s tr u c
ción para ser sustituid»* p o r otras d e creación
iam
„
¿^ ¡¿/aria . YY ja
m ááss d
p»
u ed
e d e d ejarse pasar een
. i u nc¡0 J a » afirm ación® ! del aju ste á la cong.
t¡tuc¡6ri; y
precepflOS; ja m á s h ay qu e desautoriza»', con
a p 'au so» ru id osos y entusiastas
de los- pa rla m en tarios b u rgu eses, la ob ra de
un co n gre so obrero (el d e la K O . R . A .)
qu e pudo exp resar ju ic io s errón eos, pero que
representaba una org an izació n q u e com bate
con arrojo, tenacidad al sistem a capitalista, y
á cu y o s m iem bros se aplica con
intensidad
crecien te la op robiosa
le y d e residencia,
resu ltado evid en te d e la agitación obrera.
*
* *
E n el caso de las d iscu sion es aduanera^, rio
h ay térm inos m edios ni tem p eran cia s.J S e H i­
ta d e un verd ad ero sistem a d e expoliación
q u e realiza el E sta d o b u rgu és, para hacerse
d e recu rsos y p ro te g e r á la clase rentista.
Y la resisten cia á cam b iar el sistem a de
p rotecció n, se ex p lica p o r razo n es d e orden
político y social: con servación d e clase.
E s una gra n rapiñ a com etid a en perjuicio
d e los con su m id ores pobres, un latrocin io re­
pugnante!
Y no tem am os jam ás d e c ir estas cosas en
alta v o z, ya sea en las asam bleas ob reras, en
las plazas, com o en el recin to d on d e se fa­
brican leyes y se com binan los plan es más
diab ólico s para rob ar al pueblo.
N o perdam os esas ocasion es y esas batallas
p o r el d eseo d e a p arecer com o legislados,
cuan do lo q u e realm en te u rg e es d em ostrar­
se un com batiente, a g ita r el pantano parla­
m entario, batir sus fan gosas a g u a s para ha­
cer saltar á la vista los re p tiles inm undos
q u e se anidan en su seno, para pon er al d es­
n udo su fondo p ú trid o con sus prodn etos
m efíticos, y para q u e la clase ob rera alec­
cion ada v a y a á b eber á fuentes pu ras q u e su
esfuerzo con stan te le proporcion a.
B a rto lo m é
Bosro.
E n s e ñ a n z a s d e la h u e lg a
S u r g e d e la h u e lg a com o esen cial enseñan­
za, q u e e l ob je tivo m a terial d e ella, es d ecir,
el aum ento d e salario y el acortam ien to d e la
jorn ada d e trabajo, no es en el fon d o sin ó el
ob je tivo aparente, el m o tivo grosero y su per­
ficial; el beneficio real d e la h u e lg a es ante
tod o un beneficio m oral: es la cohesión obrera
agran d án d ose, son las nociones ju r íd ic a s nue­
vas, q u e se form an en la con cien cia d e los
trabajad ores d uran te el cu rso m ism o d e la
lucha.
L o s obreros, en efecto, adq u ieren la
exp erien cia d e que, para triunfar les es nece­
saria una cohesión perfecta, no sólo d e taller,
d e región , d e nación, sin ó in tern acion al; se
con ven cen , de q u e el obreio aislado es im po­
tente; la corporación obres a aislada tam bién,
y q u e es n ecesario no sólo e le va rse m ás allá
d e los lím ites im puestos á cada uno p o r su
egoísm o in d ivid u al, sin ó m ás allá m ism o de
aqu ellos im puestos p o r el ego ísm o coo p erativ o
ó por t í egoísm o nacional; e llo s ad q u ieren la
con cien cia d e la unidad internacional proletaria,
adquieren la con cien cia d e q u e si la clase tra­
b ajadora pu diese alcan zar á con stitu ir un bloc
internacional tan p erfectam en te co h eren te qu e
nin guna ranura pu d iese serle p racticad a, los
trabajad ores llegarían á se r al m ism o tiem po
lo a propietarios reales d e tod o el inm enso m a­
terial d e produ cción d eten tad o p o r el c a p ita ­
lism o, y d el q u e h o y no son, d eb id o á sus
d ivision es co rp o rativ a s y n acio nales, sin ó los
virtuales propietarios, los usu fru ctu arios im po­
ten tes y p recarios.....
E duardo Ber th .
Incitación á la resistencia
T ran scribim os á continuación una herm osa
p ágin a d e literatura obrera, cu y a adm irahle
sencillez, clarid ad y persuasión, es sin gu la rm en ­
te notable. E lla sale d e la plum a d e n u estro
estim ado com pañ ero B artolom é B o sio , d el
A z u l, y se d irig e á alentar la resisten cia d e
los ob reros albañiles d e aqu ella locálid ad .
R a ro s son los trozos literarios d e tal mérin to , y es en esta con sid eración, q u e querem os adorn ar nuestras colum nas, d án d ole cabida:
<<Los obreros, con ven cid os de q u e solam en^ COn
- •■
con SU
su nrnnirt
propio pcChocha
esfuerzo i.
han dj e_ conseguid
el m ejoram iento d e sus con d icion es d e traba­
jo , deben persistir con ten acidad en la dem an­
da de sus d erechos.
•
.
___ se quiere eleCuando el pueblo trabajador
ir é n u n /ÍA haA
i •
*
v a r’ cu ando reclam a el d erech o á la v id a ” v
Quiere más pan, m enos fa tigas y sufrim’ien
tos> m enos m iserias y m ás salud; cuan do el
Pueblo tra b a jad o r q u iere m ás libertad v se lé»
v an t? con tra la p rep oten cia patron al ó autorita n a , h a y q u e sen tirse felices
h a v a u e ale8 rarse d * tod o corazón porqu e lo s exp lotad os
Quieren ser hom bres, sacu d ir el v u J o d e la
T aldita caden a d e exp lotación v v iv ir una v
da hum ana.
•
L o s Que no se a W r a n
.
r
m agnífico d e los op resos y no prestan t o d ^ s u s
fuerzas y su in teligen cia en esta
fu.ndam ente hum ana d e redención son- l o s rA
P a s t a s , q Ue v iven bien v f . n l ’ k
á costillas d e tod os ln . » k •
a b u n d an o a
su continua la b o r lo
n
J T
qUC C° "
q u e viven d e la
,OS
pred '
■ 'g n o ra n cia d e los m iseros,
• • l<Tan ° resiS nación y som etim ien to á las
p l u m a j . ™ l s e na s ; l° s periodistas burgueses,
p o re m o le o sÁ
escriben á ta n*<> la líneá,
estóm a
rf a v i?os Que llenen sus in s a c ia b le
las le ^ °S k
b u ' tres; *os gobiernos, qu e con
nit r ^
^ a y ° n e tks d e fie n d e n á la c l s e ca
pitalista y COmen l0s d in ero s d el pueW o ^
LA ACCION SOCIALISTA
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leiüladoj
n c » _
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blado de impuestos; los politiqueros que ven
con creciente temor el desarrollo de la concien­
cia y capacidad de los trabajadores, no dis­
puestos á servir á los caudillos por unos tra­
gos de caña, por unos pesos ó por promesas
que jamás se cumplen. Los politiqueros que
odian la huelga porque con ella los obreros
éonquistan e l l o s m i s m o s s i n n e c e s i d a d d e
i n t e r m e d i a r i o s las mejoras y derechos, que
piden.
Hay otros que aún permaneciendo indife­
rentes son un obstáculo al movimiento, y son
los Obreros inconscientes.
El significado de la lucha es profundo y
grandioso: es el bienestar, el pan y la liber­
tad de la inmensa multitud humana, que escla­
vizada trabaja y suda como bestia de carga
para mantener á los ociosos.
Pero, los explotadores jamás lo compren­
derán porque ellos viven á costa de la mise­
ria y privaciones de los trabajadores y claro
está que los interesados en cambiar esta situa­
ción sean los trabajadores mismos.
En la lucha empeñada decide la fuerza de
la organización, la conciencia iluminada de sus
intereses y el profundo entusiasmo por la ju s­
ticia de su propia causa.
Trabajadoresí Recordadlo bien: la gota de
agua es imperceptible y débil; mientras que
la unión de millones y millones de gotas for­
man los arroyos, los rios, los mares, una fuer­
za inmensa; una ó unas pocas hojas de un ár­
bol no*dan sombra, mientra», la unión de mu­
chas hdjjbs hacen la sombra. De la misma ma­
nera con la fuerza de los trabajadores, que
dá -resultados inmensos coaqdo hay unjóq.,
’
resistencia á la explotación patronal es
deber de todo obrero que tenga anaor por su
clase, es una obligación que impone el inte­
rés unánime de los explotados.
Recordadlo bien; que en esta lucha abierta
contra la tiranía patronal no haya distingos,
ni debe haber flaquezas, porque un solo inte­
rés nm tve á tpdos los obreros.
Fiinitís en 1* brecha, que los demás,: obre­
ros cti rorftempfau ansiósfls de‘ fu estfo triun­
fo. Firmes contra la avaricia patronal, que el
triunfo, es d é lo s fuertesL» .
*
Entre colegas
S IN
C \ O M E g T A R lO $
Sr. Palacios— El diputado Varela Urtiz sa­
be! toda la diferencia que existe entre los hom­
bres que luchan dentro del partido socialista
por una convicción valiente, que bregan por
el mejoramiento de la clase obrera dentro de
la legalidad, ajustándose á la Constitución y
.respetando sus preceptos, y aquellos otros
hombres que por ser obreros para mí1son res­
petables, pero que están equivocados en sus
pirócedlftiiehtosi y que indudablemente están fue­
r a de mi Partido (\Muy bien! aplausos en las
bancas\
Sr\ Ifarelm Ortiz— Le t r i b u t o al se íio f d i p u ­
ta d o m is m á s sin c e r o s y a r d i e n t e s p lá c e m e s en
trabloc
que
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d i p u t a d o PALABRAS MÁS SOLEMNES Y TRANSCEd e n t a l e s q u e las q u e a c a b a d e p r o n u n c i a r en
e s te momento! ¡En s ü vjDa !
(C. de Diputados, Sesión del i “ de Sbre.)
M 'ili
,i,«i
Reclames
La codicia, esa característica de industria­
les y comerciantes logreros, torpe y grosera­
mente egoístas, á los que nada arredra, que
ante nada se detienen con tal de que sus bru­
tales ansias de lucro se vean satisfechas, la
explotación infame y canallezca como conse­
cuencia de esa sed inextinguible de acaparár­
selo todo; la ruindad rufianesca, como pan
bendito de que se alimentan las almas de
esos traficantes que se cubren con el- manto
de las más repulsivas inmoralidades,— todo
eso, y mucho más aún: de un lado la estuptr
dez, la ignorancia desgraciada, la completa
ausencia del sentimiento de dignidad1 huma­
na; del otro, la miseria en toda su horrorosa
realidad; la insensatez y la falta de todo es­
píritu de reflexión,— han hecho que una, vez.
más fuésemos testigos de un espectáculo
tan indigno para explotadores como para e y
plotados.
l o d o el mundo recuerda aún la indigna­
ción de las personas honestas ante la inicua
y baja explotación de que eran víctimas me­
dia docena de infelices obreras en un salón
de lustrar de la calle Esmeralda; y nadie, se­
guramente, habrá olvidado la forma en que
se satisfizo la vindicta pública.
Pues bien. Un sastre de la Avenida de Ma­
yo, no sabiendo á que medio apelar para dar
salida á su stock de pésima mercancía, premu
nido de una conciencia que jamás ha podido
experimentar ni aún siquiera el roce de un
solo escrúpulo, en una palabra, un miserable
de la más b «ja estofa; para llamar la atención
del público sobre sus vidrieras, no le ocurrió
Otra cosa sino la de buscar una desgraciada
cualquiera, ó muy hambrienta ó muy desver­
gonzada, que mediante algunos roñosos bille­
tes, se exhibiera en algunos escaparates.
El público, naturalmente sorprendido por
la presencia de una mujer en una vidriera en­
señando cartelilos cubiertos de estupideces, no
tárdó en aglomerarse, una, dos y más noches,
haciendo comentarios y profiriendo gritos y
palabras que indicaban muy claramente cuán­
to lo divertía aquello, pero también cuánta
tristeza, en el fondo, le causaba.
Así las cosas, el domingo último, mientras
la reclame exhibía cartelitos, ó mejor se ex
hibia á sí misma, el público iba deteniéndose
en la acera, como de costumbre, y de un
grupo, quizá llegado en aquel instante, de
pronto, partió un grueso proyectil, un ado
quín, probablemente, que volando por sobre
las cabezas allí estacionadas, fué á cho­
car violentamente contra el enorme cristal de
la vidriera, haciéndolo estallar.
Una salva de aplausos y ¡vivas! saludó
aquel impulso generoso con toda certeza sa­
lido del fondo de algún corazón indignado
ante el innoble espectáculo. La mano justi­
ciera, que instintivamente interpretó el secre­
to deseo del público todo, bien pudo y pue­
de vanagloriaise de su obra, pues ha dado
una hermosa lección á la canalla explotadora
que aún á costa del pudor de las mujeres ño
vacila para estallar de hartura.
La revolución rusa
PROCLAMACIÓN DEL PARTIDO SOCIALISTA
La paz recientemente firmada por las nacio­
nes beligerantes, podría hacer creer á muchos
que el movimiento revolucionario ruso podría
entrar en un período de debilitamiento en vir­
tud de la seguridad internacional en que se
va hallar el zarismo.
Pero no es así. La revolución rusa tiene ya
indestructibles raíces, y su desarrollo progre­
sivo no depende de la existencia ó no de con­
flictos internacionales en que puede verse en­
vuelto aquel pais.
El movimiento es más hondo. Está en la
mente y en el corazón del pueblo sufriente y
expoliado, harto ya de miserias y esclavitudes,
que no¡pueden sino extremarse en lo sucesivo,
como consecuencia de la ruina nacional que
azotará á Rusia, después de una guerra de
tan terribles resultados para ella.
Doloroso es, que el anhelo de los socialis­
tas rusos no se haya cumplido completamente.
Roubanovitch, decía no ha mucho, que el mejor
deseo que pudiera nutrir un hombre honrado,
en esta emergencia, era de que el imperio de
los zares se hundiera en el abismo de la de­
rrota, para que su caida fuera más próxima y
segura.
Sin. embargo, no se ha cumplido del todo
este humano deseo. El zarismo sale de la g u e­
rra, en condiciones en que no creíamos saliera.
Su vencedor ha tenido con él consideraciones
increíbles é inesperadas, que vienen á aligerar
en mucho el rigor de su derrota.
Hay, empero, una nebulosa en el futuro de
la revolución rusa, que será aclarada en un
plazo inmediato; nos referimos á la actitud que
asumirán las tropas derrotadas del Extrem o
Oriente á su llegada á Rusia.
Batidos por el enemigo nacional, ante el
que se retiraron constantemente, no sería ex­
traño, que como los fran:eses de 1877, vinie­
ran á lavar su mancilla militar, asesinando al
pueblo ruso, y ahogando en un mar de sangre
sus justas reivindicaciones. El caso no es nue­
vo, y es de uso corriente. Un ejemplo histó­
rico nos lo dan los mártires de la Comuna, ex­
terminados por los vencidos de Sedán.
Hemos creído necesario hacer estos comen­
tarios, antes de dar sitio al manifiesto que si­
gue, á fin de establecer con claridad nuestro
criterio, sobre tan trascendental cuestión.
He aquí algunos párrafos de la proclama­
ción á las fuerzas socialistas por el comité
central de ese partido, publicada en L a Tribune Russe, y que constituye la tercera adver­
tencia amenazadora al zarismo.
«El gobierno autocrático no cederá de buen
grado. Todo lo que hará, á lo sumo, será cons­
tituir, por un úkase redactado en términos hi­
pócritas, una especie de cámara consultatíva,
un «douma del Estado» que no será sinó una
despreciable caricatura de los parlamentos occi­
dentales. Pero esta concesión aparente no de­
tendrá en nada la revolución, incapaz de dar
satisfacción á la voluntad popular; ella no será
sino un nuevo punto de vista de la energía
revolucionaria.
«¿Como alcanzar el fin? Un levantamiento
armado es para nosotros el único medio capaz
de asegurar el triunfo de la causa revolucio­
naria.
«Este levantamiento de las masas exige en
primer lugar un esfuerzo práctico, que debe
consistir en el armamento del pueblo.....
«El momento, tanto tiempo esperado, en que
se debe pasar de las palabras á la acción, ha
llegado por fin.
«E9 necesario en esta hora histórica, en la
cual la autocracia sentenciada va á recibir la
tercera y última advertencia, que no seamos
sorprendidos por lo imprevisto. Debemos pre­
parar los cuadros revolucionarios y dirigir el
movimiento de las ciudades y la campaña, hácia el fin buscado, y sea cualquiera la marcha
ulterior de la revolución rusa, es deber nues­
tro realizar todo el esfuerzo de que seamos
capaces para que el acto final del drama re­
volucionario sea orientado hácia nuestro ideal
socialista, que torna su fuerza de la vida real.
«Como antes, con mayor energía aún, y con
la misma precisión, los socialistas vamos á he­
rir otra vez á los enemigos de la revolución,
y aquellas que continúan la política de Plehwe
no escaparán á >a suerte- que les hemos deparado.
«Al lado de esto, perseguimos un objetivo
práctico y concreto: armar los cuadros revolu­
cionarios organizados y prepararnos A una lu­
cha decisiva p<wf la libertad y la tierra, para
la realización efectiva del programa d : nuestro
pai tirio. Sólo un levantamiento anuario permi­
tí á á nuestro pueblo entrar en una lucha Am­
plia y segura por el triunfo del socialismo;
sólo él n >s llevará al fin indicado desde hace
un cuarto de siglo por nuestros gloriosos pre­
decesores.
«Compañeros, el levantamiento armado es
nuestra consigna! Sea ella observada hasta
tanto la obra de la revolución no haya sido
cumplida!»
HUELG A S
Albañiles — Un movimiento de seria im­
portancia, fué el de los albañiles, iniciado el
dom ingo 3 del corriente.
Este gremio, de larga y accidentada his­
toria en la lucha por su mejoramiento, tiene
en su haber tres ó cuatro
huelgas de consi­
deración, y que han, en su tiempo, atraído
con justicia la atención general del mundo
obrero.
E l año pasado y éste, en sus primeros
meses, dos movimientos de trascendencia tu­
vieron lugar con muy pocos resultados prác­
ticos y sin más prcívecho que retemplar el
espíritu de lucha de los obreros albañiles,
debido á las circunstancias poco favorables
del momento elegido y la falta de una con­
ciencia societaria bien formada.
Las condiciones materiales del trabajo, las
nueve horas, conquistadas en la huelga de
1903, no pudieron ser mejoradas.
La organización, sufrió
las consecuen­
cias del fracaso con una diminución sensible
de su fuerza.
H oy han mudado mucho las condiciones
anteriores. El fuerte impulso dado á la edi­
ficación, como consecuencia
del aumento
progresivo y rápido de la población metro­
politana, han creado para los obreros albañi­
les, circunstancias muy favorables para una
fructífera acción contra el capitalismo.
El gremio, no perfectamente organizado,
como hemos dicho, tiene sin em bargo’ un es­
píritu combativo de singular fogosidad, que
se despierta fácilmente. Así es que sin gran­
des esfuerzos, y por simple publicidad del
proyecto, en muy poco transcurso de tiempo
le ha1 sido permitido preparar el nuevo m o­
vimiento:
L os contratistas y arquitectos de una sin­
gular intransigencia, son en gran parte los que
determinan esta predisposición á la 'huelga
que especializa á sus obreros.
Malgrado las grandes fortunas que, rápida­
mente acumulan con la explotación del su­
dor de éstos, no son accesibles á las justas
demandas que los trabajadores le hacen én
vías pacíficas y normales, y contestan inva­
riablemente negándose á concederlas.
Esto,1 con justicia; produce la natural irri­
tación en las filas obreras, y crea entre el
capital y trabajo, un saludable espíritu de be­
ligerancia continua y álgida.
Uno y otro, viven perennemente por así
'decirlo, el arma al brazo, vigilando cautelo­
samente la situación del adversario, para caer
sobre él y doblegarlo.
Los albañiles, no se han dejado intimidar
por la resistencia y encono de los contratis­
tas y arquitectos, pues, á pesar de la inter­
mitencia de sus éxitos, no tienen sino moti­
vos para felicitarse de su predisposición á la
lucha. De cuatro años á esta parte, la jo rn a ­
da que era de doce horas, ha venido dismi­
nuyendo hasta tocar el límite de las nueve,
que es la que rige actualmente.
El salario, ha aumentado en algo también,
y hoy oscila entre 3.50 y 4 pesos por jornal.
Apreciando estos resultados, los albañiles
siguen siendo un grem io bien dispuesto á la
acción.
La huelga en que se han empeñado, tiene
por Objetivo único la fijación de la jornada
de ocho horas, para todas las estaciones del
año. Hasta ahora, el movimiento puede con­
siderarse triunfante en el fin práctico que
perseguía. Los arquitectos y contratistas, se
han prestado, en esta ocasión, forzados por
las causas que enunciamos más arriba, á con­
cederlas sin gran resistencia, pero se niegan
con terquedad, los más importantes, Ballestreti, Simonazzi, Bernasconi y otros, «s sus­
cribir todo convenio con la sociedad de re­
sistencia que pudiera obligarlos en lo suce­
sivo á no violarlas.
El sindicato, de poca fuerza, y teniendo en
su contra la carencia de un sentido societa­
rio bien desarrollado en los individuos del
grepiiO'Uia debido en cierta forma ceder á la
aplastadora influencia de estas circunstancias
adversas.
Ha aceptado la victoria, en la extensión y
mérito que ella tiene, y no lia hecho gala de
una .presión, que por lo demás 110 podría
ejercer, sobre la acción individual de los obre­
ros y contratistas, que han eludido y desacátado sus disposiciones; y ha dado al m ovi­
miento un carácter parcial.
Sin, embargo, en virtud, de pactos de soli­
daridad que tiene contraídos con poderosas
organizaciones de la ciudad, la Cosmopolita
de Albañiles 110 piensa dejar las cosas en el
terreno resbaladizo y peligroso en que se
encuentra y que son un 1 verdadera amenaza
para el futuro. No sería de extrañar, que la
asamblea general del gremio, convocada para
el domingo 10, adoptara 1111a resolución con­
tra uno de los más fuertes y ém pede,nidos
de sus adversarios y entablara una lucha for­
mal y seria á objeto de forzarlo á suscribir
con su fuma el pliego de condiciones. Si esto
se obtuviera, 110 sería ya diifcil, ir haciendo
entrar para el aro, ¿ sus demás colega» re.
calcitrantes.
Como quiera que sea, y con las deficien­
cias apuntadas, la huelga de los albañiles,
puede considerarse un triunfo. Para comple­
tarlo, y consolidarlo sólo resta, la labor pa­
ciente de la organización que tienda á hacer
ingresar á los obreros albañiles,ya predis­
puestos, por su fácil victoria, en las filas de
la sociedad de resistencia.
Y creemos, fundadamente, que esto se ha­
rá, pues, hay en estos, elementos enérgicos
y luchadores, que por cierto, 110 se desani­
marán.
Constructores de Carruajes - La huelga
declarada al taller de Feliling, ha sido un
efectivo triunfo moral y material, que ensal­
za con justicia, la seria organización del g re ­
mio, y la admirable conciencia societaria de
los que lo forman.
'
El personal del taller, en masa, fué á la
huelga, impulsado por los repetidos abusos
del industrial mencionado, hombre de poco
escrúpulo, y de recursos mezquinos. Fué ini­
ciada por los dannificados y secundada más tirde
de todo el personal, que advirtió ,1a alteración
fraudulenta del horario, por los avances y re­
tardos hechos intencionalmente en la hora -de
entrada y salida de operarios al estableci­
miento.
La sociedad, tomó la intervención debida.y
el boycott fué establecido en una forma rígi­
da y estrecha, proponiéndose al capitalista
mencionado la solución del conflicto con la
promesa de proceder en buena ley, acordar
las reformas que solicitaban los
huelguistas
y responsabilizándolo de la pérdida de sal»
rios que, con motivo del movimiento debie­
ran perder sus obreros.
A los tres días, el industrial Fehting.
subscribía íntegras las condiciones que le
fueron impuestas.
•)
Nada mejor que este hecho, de tan pooa
repercusión, puede demostrar el grado de
potencialidad de un sindicato debidamente
organizado y animado por un excelente es­
píritu revolucionario en lucha.
Talleres de Mihanovich — El sindicato de efij
dereros, secundado por los metalúrgicos, fra­
guadores, y carpinteros, ha declarado la huel­
ga al establecimiento que el gran armador tie­
ne en la isla, cuartel 70, rivera sur.
La causa á que obedece tal resqfución,-.es
el envió de tres chatas á los talleres que el
mismo capitalista tiene en el puerto del Salto,
donde á pesar de las convenciones estableci­
das en 1903, entre el sindicato mencionado y
Mihanovich, subsisten aún algunos contratistas
que han sido boycoteados, y que la organiza­
ción brega con serio y justo empeño, por elimi­
nar totalmente, dado los perjuicios graves qqe
irrogan á las condiciones del trabajo en el g re­
mio.
El paro fué resuelto el domingo 3, en caso
de no ser satisfecha la demanda que por es­
crito debía ser pasada al propietario de fos
talleres. En vista del rechazo absoluto que
ella sufrió, el sindicato, después de una segun­
da asamblea, puso en práctica la resolución y
desde el sábado 9, rige el estado de liuqlga
para el establecimiento mencionado.
Cuatrocientos son los obreros parados, per
tenecientes á las organizaciones de metalúrgi­
cos, fraguadores y carpinteros, que se han so­
lidarizado con el movimiento iniciado por los
caldereros.
A fin de hacer más peligrosa la posición
del armador Mihanovich, la sociedad de Calde­
reros y anexos, ha apelado al apoyo de las
organizaciones de marineros y fogoneros, obre­
ros del puerto, carreros, y otros que tienen su
campo de trabajo en el puerto, á fin de apli­
carle un severísimo boycott terrestre y marí­
timo que ha de adquirir grandes proyecciones,
y damnificar seriamente al riquísimo armador.
Este, sin embargo, con su característica in­
transigencia, ha anunciado el propósito de no
ceder esta vez á las reclamaciones de susobrftros, bajo pretexto de que un compromiso for­
mal y escrito lo obliga á mantener en site
puestos y proteger á los contratistas que son
origen y motivo d d conflicto.
La huelga, adquiere proyecciones más am­
plias cada día. Numerosos obreros, que traba­
jaban en la rivera en construcciones de Mifiár
novicli, lian suspendido igualmente sus labores,
obedeciendo las prescripciones de los respec­
tivos sindicatos.
Es opinión de los obreros, que el movi­
miento que se inicia, será de larga duración,
y pondrá á prueba la consistencia de las ohganizaciones que en él intervienen, asi como
la educación societaria de sus afiliados. Esto
no obsta, sin embargo, á que confíen justifi­
cadamente en el éxito, tanto más cuanto
el sindicato de caldereros y anexos, que tiene
en sil mérito buenas y victoriosas campañas
contra el capitalismo es, sin disputa, uno de
los más poderosos y mejor organizados de la
capital.
En el puerto
Un despertar halagüeño—
Un hecho de grande y significativa importan­
cia ha ocurrido en el puerto el juéves 8 del
corriente. El vapor Bellailsa, á la carga bajo
el contratista W arsehit, fué boycoteado por
estivadores de la sociedad de resistencia, d e­
bido al intento de aquél de disminuir, en con­
tra de las costumbres establecidas, el número
de obreros que trabajan en las bordadas. Ba­
jados los hombres, fueron llamados, como de
costumbre para substituir los individuos pertn
necientea á las Sociedades patronales l^a iV gentina é Independiente (Libre Traluqo) á qü;qnes fué dadas las condiciones de trabajo regla­
mentarias, que hablan sido en vano solicita-
dos por los obreros sindicados. E ste hecho se
produjo el m iércoles. A l día siguiente, una re­
solución d e W afse h it, dism inuía otra v ez el
núm ero acostum brado de obreros en las di­
versas operaciones de abordo, é intentaba contfnilar el trabajo en condiciones anorm ales. A n ­
te este propósito, y p or prim era vez, los ele­
m entos que hasta ahora han servid o tan in­
conscientem ente la causa d el patronato, aban ­
donaron uniform em ente el vapor, y d escendie­
ron á tierra m anifestando su resolución de no
subir á él, sinó después que fueran restableci­
das las condiciones norm ales del trabajo.
D espechado el contratista, hizo ordenar la
detención d e los obreros Carm ona y D upuis,
afiliados respectivam ente á las sociedades de
resistencia y L ibre Trabajo . C onocido este des­
mán, fue reabierto el b oyco tt por el sindicato
que lo declaró en el principio, hasta tanto la
libertad de los estivadores citados, no fuera
obtenida, lo que ocurrió poco tiem po después.
L a casa Graham Brow n, cargad o ra d el Bellailsa y en perfectos antecedentes d eíh e ch o , se
d irig ió á la sociedad O b reros del Puerto, solteitando el levantam iento del b oycott, y corhunicándole su resolución d e rescindir el con­
trato qu e tiene pendiente con W arseh it, único
ttiúsante del conflicto.
E s de suponerse la im presión que el ines­
perado acontecim iento habrá producido en el
áljim o d e los personajes cristianos y b u rgu e­
ses1, Capurro, Cristophersen y otros, fundado­
res y propiciadores d e estos sindicatos am arillos,
ante la actitud tan abiertam ente solidaria de estó%* con sus sim ilares revolucionarios.
É l'h e c h o para nosotros, no puede ser más
h alagador y liso ngero, y e s con verdadera fruicciórt1 que alrededor de él tejem os nuestros co­
m entarios.
L o explicam os, por la le y inflexible é ine­
vitab le del m aterialism o económ ico, que rig e
todas las acciones co lectivas é individuales. A n ­
te la identidad específica de intereses existen­
te en tre los obreros d e un m ism o grem io, no
e s posible que subsistan largam en te diferencia­
ciones ideológicas; y e s ló gico que ante la igu al
explotación y agresividad que sufren del patro­
nato, tarde ó tem prano, reúnan sus fuerzas y
en ergías para una acción contra el com ún en e­
m igo.
en este terreno no pueden y a ser dueños de
su conducta? E l m edio en que se d esenvu el­
ven les im pone su regla, y deben som eterse
á ella.
R econ ocer así las e xigen cias d e la acción
parlam entaria, que son condiciones de vid a pa­
ra los partidos, no es excusar las cobardías,
las traiciones, las corrupciones que constante­
mente se denuncian. E s com probar, para un
sencillo trabajo de análisis q u e el parlam enta­
rism o tiene leyes propias, que los partidos son
organism os que deben som eterse á ellas y que
no se puede e x ig ir d el parlamentarismo sino
lo que puede dar. Im potentes para crear las
instituciones y las nociones revolucionarias, los
partidos sscialistas no sabrían satisfacer todas
las preocupaciones de la clase trabajadora: se­
ría prepararse gratuitam ente nuevas d ecepcio­
nes, singularm ente más crueles, que las pasa­
das, el esperar de su activid ad otra cosa más
que una ayuda útil, y de su conducta más
que una d ign idad política elem ental. C reer una
v ez más, después de las experiencias ob teni­
das recientem ente, q u e un partido socialista
sobre su terreno propio, que es el parlam en­
tarism o, puede d ar toda su intensidad á la
luch a de clases, eq uivaldría á v o lve r de nue­
v o á la conquista d e la piedra filosofal.
***
dem ostrándole la causa d e su esclavitu d , la
posibilidad de su em ancipación m ediante su
propio esfuerzo, é indicándole los m edios Paj*a
llega r á ella, es el objeto de la propagan d a
socialista; y á él han respondido com pleta­
m ente las dos conferencias q u e el com pañ ero
A q u iles S . L o ren zo ha dado el d o m in go 3
los trabajadores d e esta localidad.
Con am plitud de criterio, form a clara, riqueza
d e datos tanto de la m iseria de la clase obrera
com o de la consecuencia del acaparam iento de
la riqueza social realizado por la clase burguesa;
con la ayuda de sus agentes: m ilitarism o, le­
gislación y educación; definió al E stad o com o
órgan o de clase; evid en ció los electos sociales
d e esta condición de cosas; y puso d e m ani­
fiesto la función del partido socialista en esta
lucha, com o educador y p restigiad or d e m edi­
das sociales en pro d e los obreros y d e agen te
crítico de las instituciones burguesas con los
parlam entos; dem ostró la eficacia del m étodo
de lucha in te g ia l que desarrolla el sindicato
obrero revolucionario, em brión de la socied ad
nueva, adonde y en el que se van creand o las
capacidades técnicas, form ándose una nueva
m oral y desarrollándose e n ergías d estru ctivas
y constructivas. E x h o rtó á los trabajadores del
Baradero á secundar la obra d e la m inoría
consciente, entrando á form ar parte del C en tro
obrero, á cu yos esfuerzos se deben las m ejoras
de que disfrutan los trabajadores del cam po.
E s la ciase trabajadora organ izad a revolucio­
nariam ente en sus instituciones económ icas, la
que elabora gradualm en te el socialismo. E ste
es la lucha cuotidiana, que se v e ob ligad o á
sostener el proletariado contra todas las je ­
rarquías, todas las autoridades y todas las
Circunscripción 2.a.— E n unión con la so­
creencias del m undo bu rgu és, y la que lep>erciedad de cu rtid ores lle v ó á cabo el 9 de
mite ir edificando a l mismo tiempo que des­
S eptiem b re en el salón d e la T ip o g rá fica B o ­
truye. E l proletariado no entiende pedir p res­
naerense, San Juan 324 5, una im portante fun­
tado nada al orden capitalista, y su misión
ción y conferencia.
esencial consiste en dar vida á creaciones ori­
Circunscripción 3.».—La fiesta d el prim er
gin a les y propias. N in gu n a com binación p o ­
subcom ité, realizada el 5 d e A g o s to ha
drían atenuar la lucha política que él realiza,
dado el sigu ien te resultado: E n trad as, 683.25;
en tod os los m om entos contra la sociedad ac­
salidas, 354.02; B eneficio líq u id o , 309.53.
tual en conjunto. E l proletariado organ izado
Circunscripción 8 .a— L a asam blea últim a
no parlam enta, ni negocia: él com bate. A ún
de este centro con la la presen cia d e x6 com ­
hasta en los casos en que la lucha toma for­
pañeros resolvió d eja r sin efecto, p or gran
m as orgán icas— tal es la evolución d e todos
mayoría la d eterm inación d e la C . A . de subs­
los dias— ésta no pierd e nada d e su virtu d
cribirse al periódico L a A c c ió n S o c ia l is t a
revolu cion aria ni de su valor educativo. N in ­
(50 cen tavos por trim estre).
gún dogm a, n inguna fórm ula la guían: la e x ­
La C . A . d e este cen tro ha qu ed ado cons­
periencia es la única qu e señala su camino.
tituida p or los sigu ien tes com pañeros: A . R o ­
N in gu n a preocupación , n ingún tem or de des­
d rígu e z secretario gen eral; J. R o d ríg u e z, de
truir alianzas ni de rom per com prom isos pue­
actas; J. F ernández, tesorero; G oñ i, M o n r o y y
d e haber: ella se basta á sí misma.
A y o lfi, vocales.
L a m isión d e un partido socialista en el par­
Circunscripción 9 .— Próxim am en te d ará una
lam
ento
no
puede
consistir
sino
en
ayu
d
ar
le­
E l problem a que se propone h oy á todos
im portante función y conferencia.
gislativam ente al proletariado en su obra de o r ­
los partidos socialistas, no es tanto el de ha­
Circunscripción 12.- y 13. — C eleb ró el 2
gan ización autónom a. A l proletariado le toca for­
llar la form a de su organización, cuanto la de
d e Septiem b re su segu n do aniversario con
m
ular
sus
reinvindicaciones,
y
definir
sus
con
­
adquirir una noción precisa d e su acción. Un
funcióu y conferencia en el salón U nione e
cepciones: al partido socialista, si q uiere exis­
partido no puede tener la pretensión d e absorber
B enevolenza; ¡C an ga llo 1308. H ab ló E . D itir com o tal, inspirarse en estas m anifestacio­
én él ese vasto m ovim iento de transform ación
chmaun.
nes
de
la
vida
obrera,
y
facilitarle,
en
la
m
e­
histórica que es el socialismo. L a práctica de la
Circunscripción 20. —A beneficio d el dia­
dida en que él pueda hacerlo, su libre desen­
lucha de clases,— es decir, la organ ización de
rio L a Vanguardia dará una
fiesta el do­
volvim
ien
to.
Y
esto
no
es
un
papel
inferior,
si
la revuelta obrera, la elaboración de nuevas
m ingo 24, en la C asa S u iz a ’
bien sea secundario. N ad a h ay de hum illan­
instituciones económ icas, é ideas ju ríd icas y
te para él en com probar los lím ites de sú po­
m orales, únicas capaces d e traer al m undo un
der, y en evitar el ridículo de una actitud
conjunto de reglas superiores de v id a ,— es la
que sería m ortal, si quisiera superar las p ro ­
obra exclusiva del proletariado revolucionario,
Rosario.— L a in iciativa d e instalar una
pias capacidades. E s en este sentido, que en
actuando en sus agrupaciones de clases. Pero
cooperativa de consum o de rop ería, p restigia ­
F
ran
cia,
el
partido
socialista
debe
concebir
su
un partido pe Utico socialista tiene, á lo m enos
da por el C en tro S ocialista de esta ciudad va
acción ju n to el sindicalism o revolu cion ario, si
en el estado actual de cosas, su sitio al lado
abriéndose fácil cam ino. S e han distribuido
no q uiere in gresar irrem ediablem ente en el
de estas agrupaciones autónom as de las m asas
profusam ente m anifiestos al p u eb lo trabajador
dem ocratism o burgués.
obreras, á condición de no confundir lo que
en que se evidencian los beneficios qu e d e la
*
con stituye la acción d el par tido, con lo que es
* *
em presa pueden redundar en su favor. L a
propio de la acción de clases.
idea, en gen eral, ha sido bien a co g id a , y las
T a le s son á nuestro juicio las conclusibnes
qu e deben aceptarse d e la experiencia d e ' los
acciones (2500, de 5 c/u, á pagarse en cu o­
***
últim os años. E l socialism o se ha descom ­
tas) en buena parte están ya suscriptas. S u s
La doble característica d e un partido, es an­
puesto en Francia, al contacto d e la dem o­
iniciadores, piensan que una v ez cubiertas to­
te todo, su com posición por elem entos de ori­
cracia. N o se reconstituirá sino sacando pro­
talm ente, la apertura d e la «Casa d e l , Pueblo»
g en esencialmente desemejantes, y que no se
vech o de las lecciones que le dá el últim o p e­ será un hecho práctico y realizable.
reúnen sino para la acción parlam entaria. E sto
ríod o de su evolución. P u ed e decirse, m odifi­
B a h ía B la n c a .— A principios de S e p tie m ­
es tan exacto para el partido socialista com o
cando ligeram en te una fórm ula ya dada, que
bre em pezó á funcionar d efinitivam ente para,
para todos los dem ás partidos.
el socialism o no pu ed e ser otra cosa más que
el pú blico la cooperativa de panificación, crea­
D onde quiera que los partidos no represen­
da p or los obreros d e esta localid ad .
un movimiento obrero revolucionario dentro de
ten las clases, en F rancia por ejem plo, ¿quién
una democracia.
Cruz Alta (Tucuntán.) — L a s últim as n oticias
se atrevería á afirm ar q u e el partido socialista,
H. L a g a r d e l l e
llegad as de esta región azucarera, revelan la
es en el sentido estricto de la palabra, el par­
afligente situación de los trabajadores de los
tid o de la clase trabajadora? E s un partido
{D e L e M ouvem ent Socialisle)
hfgenios, y dem uestran que, á pesar de la op i­
popular, más bien que un partido obrero. ¿A ca­
nión corriente, no han m ejorado en m ucho sus
so, no ha tom ado en sus m anos la defensa de
condiciones de trabajo. E l jo rn a l actu al d e qu e
las clases m edias y de los pequeños burgueses?
gozan es el m iserable de $ 1.50, insuficiente
¿Sus cuadros no están form ados com o los de
p or el excesivo costo d e los a rtícu los d e p ri­
todos los partidos, de hom bres salidos d e to­
das las posiciones sociales, pequeños burgue­
Santiago — L a cám ara local ha sancionado m era necesidad.
ses, intelectuales, y hasta profesionales de la
una ley q u e establece la enseñanza religiosa
política? ¿El partido no se resum e, en cierto
ob ligatoria en las escuelas de la provincia,
m odo, en ese personal especial que tiende, de
asignando ciertas partidas de dinero á iglesias
acuerdo con una le y natural, á constituir una
y asociaciones católicas que no existen. E ste
agrupación m uy diferenciada con intereses par­ clericalism o de los diputados locales, ha pro­
El Som brerero—C onm em orando la funda­
ticulares, con concepciones definidas, y subor­
ducido una v iva protesta popular. E l centro
ción de su sindicato, los trabajadores som bre­
dinado á la masa electoral y á la clientela que
ha lanzado un m anifiesto estigm atizando la
reros han confeccionado un núm ero especial
lo sigue? ¿Y sería posible que fuera de otro
reacción clerical, y el m agisterio santiagueño
cu ya lectura nos produce la más herm osa
m odo, desde que son los rasgos esenciales de
ha form ulado, con palabras vigorosas, su d es­ im presión sobre la vitalidad qu e anim a á aquel
tod o partido?
aprobación.
organism o sindical.
En cuanto á su acción, quiérase ó no se
— L a h uelga d e talabarteros sigu e firme. H ay
U na serie de artículos abiertam ente inspi­
quiera, no dejará d e ser pirlam entaria. En
m otivos para creer que dentro de breves días
rados en la crítica valiente d e las exp lota­
una dem ocracia, com o la francesa, en la que
terminará con una victoria com pleta de los
ciones y tiranías burguesas; en todos ellos
los partidos políticos, gracias á las intrigas
obreros.
palpitando la claroviden cia d e los espíritus
de corredores y al ju e g o norm al de las ins­
— E n una nota á la Unión G . d e T rab a ja ­
libres, y la viril e n ergía d e luch ad ores ente­
tituciones parlam entarias, se ven envueltos en
dores, se envía una palabra de aliento, al m is­
ros; el conjunto dando la n ota im presionante
com binaciones im previstas, el partido socia­ mo tiem po que de felicitación por la labor de
de una literatura genuinam ente proletaria sa­
lista se ha am algam ado, con más ó menos ni­
su T e rcer C ongreso, cuyas resoluciones son
na, v iva z y triunfadora, qu e m arca el gra d o
tidez, con los partidos dem ocráticos bu rgu e­
conceptuadas com o el fruto d e la sensatez y
de capacidad intelectual d e una organ ización
ses. S o b re todo, en los últim os años, es una
de una nítida concepción de las condiciones
obrera, consciente de su eleva d a m isión, se­
ley que se ha im puesto él mismo, y á lo cual
específicas en que se ha planteado la lucha
gu ra de su porvenir.
no ha podido substraerse. L a fracción refor­
entre el capital y el trabajo, en la R epú blica
E s un ejem plo todavía p oco com ún entre
m ista, con m ás im pudor, y la fracción revo­
A rgentin a.
nosotros, el que nos ofrecen los trabajadores
lucionaria con más circunspección, han una
B ír s d flr o — Infundir en la clase obrera el
som brereros; por eso m erece s e r recom enda­
y otra, contribuido al m antenim iento de m i­ espíritu de rebelión excitando su instinto á la
do insistentem ente á los d em ás obreros y
nisterios burgueses. ¿Q ué es esto, sino dem os­ libertad, al bienestar y el horror á su con d i­
tributarle justo y sincero aplau so com o alen­
trar q u e desde que la función propia de I03 ción abyecta, dar á esa clase trabajadora la 1
tador estím ulo á persevei a r en esa obra d e
partidos es la acción parlam entaria, una vez
energía para una acción constante y continuada
positiva em ancipación proletaria.
A c u s a m o s re c ib o d e la s
A d m in istra tiv a s
S on n uestros a g e n te s en el interior:
B oca ( S u b C o m it é d e la 4.a circ.), Venturini G a rib ald i.
A z u l— B. Bosio.
B a rad ero — Juan S olari.
Bahía B lan ca— J. G ian frin i.
S a n tia g o del E ste ro y L a B and a- -E . Ibáñez.
L a P lata - R o b e rto B ord en ave.
R E D A C C IO N Y
B ib lio g ra fía
X
P r e c io d e S u s c r ip c ió n
POR A Ñ O ............................................................................... 2.00
»
S E M E S T R E ................................................................... lu
>•
»
T R IM E S T R E ..................... ... 7
> 0.86
N U M E R O S U E L T O ................................" ! ” !!!» o!lO
AVISOS
Im prenta y Encuadernación
de LOTITO y BARBERIS
321 -
CALLE
LAVALLE -
321
Casa especial para impresiones de todo gánero
IA INTER-NACI DUAL ~
Revista Socialista
pa rece m ensualm ente
Redacción: A zcuenaga 981
A dm inistración: Cuyo 1932
"LA VA N G U A RD IA "
D iario socialista
S u s c r ip c ió n
m en sua l
1 $
Es deber de todo socialista cons­
ciente el co ntribuir con su suscrip­
ción al sostenim iento del órgano ofi-cial del partido.
Redacción y A dm inistración: D efensa 888
Avanguardia Socialista
INTERIOR
Movimiento socialista
A D M IN IS T R A
C o cb a b a m b a 3 4 0 1
Inform ación socialista
U ACCiOH DEL FARnSO SOCIALISTA
H i ACCIÓN DE CLASES
s ig u ie n te s p u b lic a ­
c io n e s:
^
L 'A v a n g u a td ia Socialista, M ilán; L a A u r o ­
ra d el M arino; E l Obrero, A zu l; E l F e r r o ­
c a r r il, E l N uestro, B ra gad o ; E l Trabajo,
Junín; L a P a lan ca,
P ergam in o ;
J u stic ia l
Paraná; E l som brerero; E l Proletario.
ORGANO
de la y raedor] Revolucionaria
D IR IG ID O
PO R
A. LABRIOLA I 7, MCCCHI
MILAN
Via Ugo Foscolo 5
1A LET SEL THABAJD
Folleto conteniendo los juicios que
h a m erecido de los socialistas el pro­
yecto del ex M inistro González.
A parecerá en breve
P o r pedidos dirigirse al C entro Social
lista del Azul.
EL MOMENTO LEV01ÜCI0NAL10 ENLEJIA .
por' A . S . L O R E N Z O
Precio 10 centavos.
El beneficio de la venta se destina
<W
q
»1 Comité Pro-Presos y
C entro SociaJista del A zul, que lo
A las organizaciones g rem iales
y cen tro s so cialistas
» i¿ d e, S r i V e La •Acc,á" Soc-Aum
2:
^ 7 = a s í t = ! =
dc
P - b lic ^ d e T f us“
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„ r a L Í 'e S á 6 °
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Es necesario recordar á los cc
ros, la conveniencia d e n o c e j
Boycott, que el consejo de la Ur
ce algún tiempo inició co n tra la
m J l^ r^ t&aLa Agentóla, (
,“ ed‘°| dot i
c h a c t r * 63
la r e s i s t í
h a ci,
N ingún obrero debe couip
ductos d é la fábrica La, Ir
para hacer com prender á los
capitalistas el valor d éla fuerza
«--.o»
ífwwiy -irKjiflg
i
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aj,-. .ti#.
La Acción Socialista
P eriódico
—---------------*
S in d ic a lis ta R e vo lu c io n a rio
Aparece el 11 y 21 de cada m es
ALOO SOBRE SINDICALISMO
Se agita el pueblo obrero anheloso de con­
quistar su emancipación. Brega por destruir
el actual orden social que conceptúa incompa­
tible con su completo bienestar.
Dedica á ello tiempo y energías.
Hay pues, el propósito indisoluble de col­
mar aspiraciones, de satisfacer necesidades.
¿Pero cómo el pueblo trabajador podrá ha­
cer efectiva la abolición de todas las explota­
ciones y tiranías que pesan sobre él?
He aquí un problema que debe previamente
plantearse y cuidar de resolverlo.
Está ligado á la exacta orientación del mo­
vimiento obrero, de la cual depende, á no du­
darlo, la realización de una obra positiva y
de indiscutible valor social.
A l efecto, la historia contiene ricas enseñan­
zas y su interpretación científica ilustra sobre
el mecanismo que ha movido las sociedades
y determinado sus profundas revoluciones.
Ella nos indica cómo en las múltiples y va­
riadas luchas de clases que llenan, puede de­
cirse, todo su curso, los agentes de transfor­
mación social al cimentar su triunfo han de­
terminado la ascensión de un nuevo mundo
generado en su propio seno y por su propia
obra en intensísima actividad revolucionaria.
Esa nueva organización social realizada, no
caprichosa y arbitrariamente por sus promo­
tores, sinó como sabia y lógica satisfacción á
las necesidades é intereses colectivos de aque­
llos. Sustitución continuada, pues, de un ré­
gimen social por otro ya constituido y sólida­
mente organizado. A las clases oprimidas co­
rrespondiendo la alta misión histórica de pro­
vocar nuevas etapas evolutivas como resultado
de su lucha sin cuartel contra las fuerzas
opuestas á su advenimiento al gobierno social.
Podemos, en su consecuencia, concluir que
el movimiento de las masas obreras no puede
ser un conjunto informe de brutales instintos
de conservación, y encaminado por absoluto á
la tarea negativa de destruir un régimen, para
sobre sus escombros pretender iniciar la erec­
ción de otro. Porque ello se traduciría en una
verdadera disolución social, y no en el cum­
plimiento de una revolución social. El movi­
miento obrero debe tender á ordenarse y de­
finirse en la serie de actos impuestos por las
exigencias de la lucha externa y del creci­
miento interno de una nueva sociedad en es­
tado naciente y promovida por las masas obre­
ras en una incesante tendencia á organizarse,
á constituirse ó afirmarse por sí misma como
clase.
El movimiento obrero traduciéndose en la
vida activa y precoz de un nuevo mundo que
disputa al mundo burgués su predominio en
la sociedad y su gobierno.
En tal concepto entendemos que la eman­
cipación del pueblo trabajador está ligada á
la formación de un organismo obrero tan vasto
y complejo como fuere indispensable, destina­
do á sustituir en la sociedad a l organismo ca­
pitalista fruto de la clase respectiva. Un or­
ganismo obrero cuyo funcionamiento implique
la absoluta negación del régimen burgués y
avive la guerra civil hasta sus extremos. Un
organismo obrero en cuyo seno se vaya ela­
borando la solución perfecta á todas las cues­
tiones planteadas por la emancipación de la
clase productora. Que haga efectiva y práctica
una nueva forma de producción social con
trabajadores libres é independientes; que g e­
nere uno nueva ética y nuevas relaciones ju ­
rídicas á base de la más acabada solidaridad
proletaria. En fin, un organismo obrero que
respondiendo progresivamente á sus funciones
generadoras, concentre en su seno toda la vida
y el alma de la clase obrera, desligue á esta
de la sociedad capitalista, y vaya en tal sen­
tido determinando la inutilidad y el desmoro­
namiento paulatino del viejo mundo burgués.
Tal es el verdadero aspecto de la dinámica
social correspondiente al actual momento his­
tórico, y tal es la obra que el proletariado
debe cumplir para hacer efectiva su emanci­
pación.
¿Pero cómo y por cuales medios?
Es esta una cuestión que ha obsorbido her­
moso tiempo y cuantiosas energías. La vague­
dad, el confusionismo en los modos de lucha
ha caracterizado una gran parte de la acción
obrera. Y natural que fuera así. La carencia
de buenos puntos de mira y del necesario ma­
terial de estudio no ha hecho posibles otros
resultados.
Además, un movimiento tan vasto, tan com­
plejo y profundo, determinado por el juego
de todas las fuerzas sociales, y tendiendo al
cumplimiento de una revolución de alcances
insuperados en la historia de la humanidad,
no pudo ser presentido en todas y cada una
de sus partes. Su dirección y su tendencia sa­
bia y positiva no pueden ser prefijadas á ca­
pricho mediante reglas ó moldes emanados
ve un cerebro. El propio movimiento es quien
da iluminando su camino, determinando su ac­
ción, enseñándose á si mismo. En cada una
de sus etapas ó gradaciones se ha cumplido
en la manera de las circunstancias, en la me­
dida de sus recursos y en el alcance de su
propia clarovidencia.
Es por eso que solo hoy, después de una
fecunda experiencia y e n poder de las reve­
lantes enseñanzas acumuladas por aquella, se
hace posible á dicho movimiento obrero el
orientarse con exactitud é inteligencia.
Y es, quizás, recien hoy que se poseen los
elementos necesarios para poder determinar en
buena ciencia, los modos y los medios con que
el proletariado realizará la obra impuesta por
su emancipación.
Es, pues, en presencia de tal realidad viv i­
da que diremos lo que al respecto pensamos.
Hasta época reciente, puede decirse, que el
movimiento obrero tuvo por únicos centros
de inspiración y promoción á los grupos so­
cialistas y anárquicos.
Unos y otros unánimemente atribuyeron á
las organizaciones sindicales, un papel secun­
dario y transitorio: los socialistas viendo en
ellas la forma más elemental para los obre­
ros de iniciarse en la lucha reivindicadora,
excelente medio de conquistar mejoras, y ri­
co campo para fabricar conciencias socialistas
y afiliados al Partido; los anarqqjstas aceptán­
dolas como buen escenario de ginnástica re­
volucionaria.
Solo en los últimos tiempos, la organización
sindical de los obreros se presenta afirmando
un rol apreciable, llenando funciones no cum­
plidas, y concurriendo así á la lucha con advertible eficacia.
Pero socialistas y anárquicos persisten con
marcada insistencia en conservar para sus gru ­
pos respectivos la calidad fundamental de ejes
de la revolución social.
Lo más que se concede hoy, es el recono­
cer para aquellas organizaciones una tarea de
innegable transcendencia, pero sin que esto im­
plique la más mínima limitación al rol pre­
sente y futuro de los aludidos grupos.
En tal sentido cabe preguntarse:
¿La estupenda obra constructiva á que hi­
cimos referencia anteriormente, la generación
de un organismo obrero disputando al organis­
mo capitalista el gobierno de la sociedad, ha­
brá de consistir en el desarrollo paralelo de
todas esas instituciones que indiscutiblemente
presentan una estructura muy diversa?
Pensamos que no, pues á nadie se oculta
que ellos solo pueden constituir un conglom e­
rado iniorme y heterogéneo, en absoluto des­
provisto de la necesaria coordinación y enla­
ce orgánico de las partes componentes,
Más aún, estas agrupaciones sociales (gru­
pos políticos y sindicatos obreros) en la inte­
gración efectiva y permanente de un mismo
organismo, se excluyen, se contradicen por su
naturaleza fundamentalmente distinta.
Es por eso que en nuestro concepto el
surgimiento de un nuevo orden social munido
de todos sus atributos solo se operará, y ya
se optra, en el seno de los sindicatos obreros
y revolucionarios. Su desenvolvimientoprogresivo les confirma en ese rol. Su acción cada
vez más vasta y compleja tiende á limitar ó
reducir la función de los partidos (anárquico
ó socialista.)
La sociedad proletaria del porvenir no pue­
de ser la obra de un partido, sino la obra de
la clase proletaria.
El socialismo inarxista puro y real, no es
ni puede ser patrimonio de partido, sino de
la clase destinada á elaborarlo y combatirlo á
través de un paciente y accidentado proceso
revolucionario.
La naturaleza del partido socialista es emi­
nentemente circunstancial y transitoria. Y no
desvirtúa esta afirmación el hecho de que ha­
ya constituido la vanguardia de las fuerzas
en rebelión.
Natural que así fuera, desde que constituía
la «entéte» de los pocos que habiendo com­
prendido el mecanismo del régimen capitalis­
ta, obraban contra dicho régimen.
Es por eso que en nuestro concepto el rol
cumplido por el Partido socialista está níti­
damente precisado y restringido á su acción
negativa de crítica énérgica al capitalismo, á
la de agitación de las masas obreras caóticas
é informes; removér á estas é incitarlas á or­
ganizarse, á tomar conciencia de si misma,
constituyéndose en clase.
Ese rol se traduce, pues, en el estímulo
inteligente y generoso que impulsa á los pro­
ductores á realizar su oiganización, para asu­
mir ellos mismos la gestión de sus intereses
con toda la clarovidencia y tenacidad corres­
pondiente; y para que en esta lorina los ata­
ques al régimen burgués sean el resultado de
la lucha directamente ejercitada por la clase
trabajadora.
lie ahí la misión del Partido socialista: con­
tribuir áqu e el proletariado haga su organi­
zación para que sil victoria sea el resultado
de su propia obra; y no empeñarse torpemen­
------------------
te en la vana pretensión de ser él (el parti­
do socialista) el autor de tal éxito, pues los
partidos nunca han sido los genitores de nin­
gún retazo de la historia.
En su consecuencia, lo racional y científico
para dicho partido consiste en propiciar la
madurez de la organización proletaria, dándo­
le todas sus energías, toda su vida, y no res­
tarles esta en la creencia de constituir esa or­
ganización total ó parcialmente, pues se en­
cuentra fuera de ella y solo es un apéndice
de la misma, destinado á desaparecer en lo
futuro.
Solo así se habrá facilitado «la superación,
como dice Leone, de la fase transitoria del
socialismo de partido para ascender á la fase
del socialismo de clase,» el cual se materiali­
za, se concreta, y constituye, puede decirse,
toda la obra elaborada en el seno de los úni­
cos órganos específicamente revolucionarios:
los sindicatos obreros.
Son estos los que en realidad plasman la
organización de la clase-, son estos los que lle­
vados á un grado superior de florecimiento
torman, por si mismos, la anhelada y querida
sociedad del porvenir: la sociedad del trabajo.
Son ellos los que absorbiendo toda la vida
obrera, gestionando los intereses de clase y
respondiendo á sus exigencias, con las Cáma­
ras de Trabajo como centros motores sólida­
mente coordinados y con las federaciones de
oficio como músculos tendidos á través de to­
das las distancias, vienen á integrar felizmente
aquel organism o obrero que habrá de susti­
tuir en el gobierno social al organismo capi­
talista.
Y su naturaleza bien los revela y acredita.
Ellos convocan á los obreros, no en nom­
bre de una ideología, sino en su calidad mate­
rial de productores, que vale por todas las
ideologías, para que hagan valer sus dere­
chos colectivos de productores, para que se
habiliten en la defensa de sus intereses co­
lectivos de productores, para que afirmen la
calidad de su función social de productores, la
hagan pesar, y organicen convenientemente co­
mo tales la gran revolución que impondrá la
soberanía del mundo proletario.
Ellos al concentrar á los obreros en nombre
de todas las necesidades é intereses de cada
uno, refundidos en las necesidades é intereses
colectivos del núcleo, están forjando en su
mayor fuerza, en su máxima solidez el vínculo
material de solidaridad de clase, que á su vez
se convierte en rica fuente de lozanos y puros
cariños fraternales.
En esta forma los sindicatos al concertar
de tal manera los intereses, las voluntades y
los afectos obreros, en un solo interés, en una
sola voluntad y en un solo afecto colectivo,
no solo organizan una nueva forma de p ro­
ducción social (el taller colectivo), sino que
también van modificando el espíritu de los
hombres para adaptarles al medio de un nue­
vo orden de cosas.
Los círculos políticos difieren radicalmente.
En ellos sus afiliados se congregan en nombre
de una ideología, que por más bella y bon­
dadosa que sea, no adjudica á quien la posee
un rol social efectivo, material y práctico.
Y venidos así porque se está conforme con
una determinada teoría ó doctrina sociológica,
natural que su composición se verifique con
elementos desemejantes,— como dice Lagardelle;— con hombres llegados de todas las capas
sociales, formados en los ambientes más d i­
versos, con educación, costumbres, gustos y
afectos distintos; y en el terreno material des­
vinculados por la contrariedades de sus inte­
reses.
¿Que acción específicamente de clase les será
dado ejercitar, si ocurre que una parte de sus
miembros no son obreros, y están impedidos,
en su consecuencia, de comportarse como tales?
Esa accjón, esa lucha solo puede ser el pa­
trimonio exclusivo de las organizaciones habi­
litadas por su naturaleza para comportarse en
el combate social en una forma típica, profun­
damente especial á la clase; á las organiza­
ciones en que el resorte de todos sus movi­
mientos, de toda su vida, sean la afirmación
cada vez más nítida y triunfadora de la cali­
dad de obreros propia á sus componentes; á
las organizaciones, en fin, que constituyendo
por sí solas una fuerza, la puedan hacer sen­
tir con el recurso de armas ligadas á la con­
dición de obreros.
l’or eso, como dice Michels, «el sindicato
abierta y decididamente socialista es el ins­
trumento, es la base de la revolución social*,
y los que, superado el proceso de la lucha,
habrán de asumir áinplia y libremente la di­
rectiva de la producción, y el gobierno moral
de la sociedad por la orgánica inteligencia de
los mismos.
A. S. L o k k n z o .
Difundid
£ a
fic c ió n
S o c ia lis ta
U SÉ M E t m
DEL TRABAJO LIBRE
A una mayor conciencia del proletariado, á
una mayor penetración del elemento obrero
en la lucha de clases y á una mejor compren­
sión de la misma, corresponde una variación
correlativa en la clase enemiga.
Esa variación puede traducirse en represio­
nes brutales, en leyes coercitivas que obstacu­
licen el desarrollo progresivo, creciente de la
organización y conciencia obrera; 6 en ciertas
iniciativas privadas, que tienden por hábiles
artimañas á dificultar el movimiento prole­
tario.
A e s te ú ltim o g é n e r o p e r te n e c e la s o c ie d a d
Protectora del trabajo libre, f u n d a d a r e c ie n te ­
m e n t e p o r c a p ita lis ta s d e las e m p r e s a s d e t r a s ­
p o r te s .
Bajo la apariencia de protección á los tra­
bajadores que en ellas ingresen, se encubre el
fundamental propósito de impedir las huelgas,
que tanto lesionan su privilegio, y que tantos
beneficios de orden moral reportan al prole­
tariado, poniendo en acción su conciencia y
energía y cimentándolas paulatinamente.
En efecto; esos capitalistas emplearán todos
los medios para obligar á sus obreros á for­
mar parte de la sociedad por ellos fundada,
y los más conscientes que á ello se nieguen
se verán boycoteados y perseguidos.
La cohesión, la unidad de pensamiento y
acción tan indispensables, para abordar con
éxito la lucha, desaparecerán por completo, i
Con esto lograrán dificultar la producción
de las huelgas, y las que se realicen llevarán
pocas probabilidades de triunfo, estando como
estarán obstaculizadas, por el carneraje de los
obreros de la sociedad patronal, que so pre­
texto de la mentida libertad de trabajo, trai­
cionarán á sus hermanos en lucha.
*
*
*
Los capitalistas han comprendido la impo­
sibilidad de ahogar el movimiento obrero por
la fuerza bruta y las leyes de excepción.
Buscan ahora la mentira y la ruindad que
caracteriza á todos sus actos de clase parásita
y exploradora, para aminorar los efectos de
la mayor conciencia revolucionaria del prole­
tariado.
Este que sabe todo lo que ha costado lle­
gar á la altura en que se encuentra, presen­
tando al enem igo baluartes como la Unión y
la Federación, debe rechazar de plano estas
iniciativas burguesas que redundarán en per­
juicio de la organización y la conciencia obrera
del país.
Las entidades obreras de la República están
en el deber, si en algo estiman la labor
realizada y la emancipación de la clase traba­
jadora, de realizar una activa propaganda, á
fin de impedir que los obreros entren en esas
sociedades patronales, embriones de futuras
corporaciones rompe-huelgas, y en hacer co­
nocer á los inconscientes los propósitos que
guian á los capitalistas, bajo tanta apariencia
filantrópica: la mejor defensa de sus intereses
y la prolonga! ión en lo posible de la esclavitud
obrera.
Y al mismo tiempo que realizan esa obra
defensiva, deben completarla con el robusteci­
miento constante de sus sindicatos, infundién­
doles un potente sentimiento revolucionario,
despojándolos de todo espíritu de estrecho y
mezquino corporativismo, encauzándolos en la
lucha de clases, árnplia y fecunda, via única
que traerá la emancipación obrera y que re­
bela á los explotados el abismo que media
entre sus intereses y los de la burguesía.
PROPAGANDA ANTIMILITARISTA
En nuestro número anterior apareció un
artículo de propaganda antimilitarista. En él
se revelaban á grandes rasgos, la función pa­
rásita y por ende degradante que cumple el
ejército en el actual régimen, las selecciones
regresivas que ocasiona el servicio militar, los
hábitos nocivos que infunde á sus indivi­
duos, etc.
Nosotros convencidos de todo eso, de que
esos ejércitos sostenes en todo tiempo de la
tiranía, de que esos ejércitos que como ha dicho
alguien, no vigilan la defensa de la integridad
territorial de los pueblos, sinó que por el con­
trario, toda su atención se reconcentra en la
defensa del privilegio burgués, conmovido
constantemente por la acción del proletariado,
creemos que esa propaganda debe hacerse en
un doble campo.
l’or la prensa, los folletos y las conferen­
cias haciendo conocer al pueblo el espíritu
criminal y bárbaro que informa A los ejércitos
de todo el mundo; denunciando en todo mo­
mento los fines para que ha sido creado, el
peligro que entraña la organización militar
para la estabilidad de la paz universal y los
gastos enormes que reclaman su sostenimiento.
El otro campo de una gran eficacia es la
organización anti-mi/itarista, como existe en
Bélgica, Francia, Italia, etc.
L A ACCION
Los jóvenes de cierta edad, directamente
interesados porque les toca la conscripción,
esos son los que deben formar esas asociacio­
nes que en los países citados y especialmente
en Bélgica dan tan hermosos resultados.
A q u í, cada cen tro.so cialista puede servir de
base para esa organización, cediendo su local
y ayudando moral y m aterialm ente, para a g ru ­
par á los jóven es por parroquias ó com o se
crea más conveniente.
F orm ar por el m om ento una federación lo ­
cal y lu ego una nacional. E sa federación ten ­
dría su periódico dedicado á una activa p r o ­
paganda anti-m ilitarista.
S e enviaría á todos los conscriptos cuyos
nombres y dom icilios aparecen en los diarios
d espu és del sorteo y podría realizar las o tia s
form as de agitación que se efectúan en B é lg i­
ca, y para no citar más que una: en los días
de sorteo, es.i^ agrupaciones pueden reunirse
para protesta t contra el servicio m ilitar y el
m ilitarism o, pui m edio de m ítines y gran des
conferencias, presentándose al sitio m ismo del
sorteo.
Y aquellos jó v en es fogueados en esa propa­
ganda, cuando van al cuartel socavan los ci­
m ientos de la organ ización m ilitar, hacen que
los desgraciados allí m etidos le cobren odio y
salgan futuros luchadores de la causa obrera.
D el C entro S ocialista de la 8" había su rg i­
do esta iniciativa no ha m ucho tiem po, pero
parece que ha q uedado en la nada.
Incitam os á esos cam aradas á renovarla, á
tener una reunión preparatoria con com pañe­
ros de otras circunscripciones, para llevar a d e­
lante esta idea que dará buenos resultados y
com enzar los trabajos prelim inares para la fo r­
m ación de las organ izacion es anti m ilitaristas
á las que ofrecem os desde ya nuestro ai diente
y d ecidid o apoyo.
S O C IA L IST A
necesidad histórica de la tendencia que pres­
tigiam os e a este pais, y que contemporánea­
mente con designaciones distintas, los p role­
tariados de otras n a c io n a lid a d e s , aceptan co­
mo norma invariable de acción contra el capi­
talismo.
H em os subrayado intencionadam ente a lg u ­
nas afirm aciones de principios, tales com o las
del 5n párrafo, que establece contra el viejo
criterio anárquico, el reem p lazo de las actua­
les instituciones burguesas por la com unidad
de libres productores, que utilizaría los m e­
dios de producción y distribución de una mane­
ra sistemática y bajo la dirección de las orga­
nizaciones obreras. E s la orientación revolu ­
cionaria del sidicalism o, el p ro gresiv o p erfec­
cionam iento de las organizaciones grem iales,
para qu een un m om ento dado puedan sustituir
ventajosam ente á la clase q u e m onopoliza hoy
la producción y
distribución de la riqueza
social, y tom ar á su vez su dirección, sin in­
terrupciones ni entorpecim ientos, y en el m a­
y o r beneficio de la colectividad entera, per­
m aneciendo después de este acontecim iento
histórico com o instrum entos de registro y
salvagu arda sociales.
E sta concepción está reñida enteram ente
con la anarquista, de que los sindicatos son
instrum entos de gim nástica revolocionaria,
que deberán una v ez cum plida la destrucción
del actual régim en burgués, desaparecer igu a l­
m ente, para dejar sitio á una aglom eración
de individuos, organ izad os expontáneam ente
y sin sistem a alguno.
E l párrafo (8'’ , que se refiere al socialism o
de estado, refleja nuestra apreciación de la
utopía, tan en boga, hasta hace algu n o s años
de la conquista de los poderes públicos bur­
gu eses por la clase trabajadora, por su sim ­
ple acción electoral, y la pueril creencia de
una transform ación fundam ental d e las rela­
ciones económ icas por un acto em anado del
estado en manos ya de la dem ocracia socia­
lista.
H o y , esta utopia está ya desechada para
siem pre, y el proletariado no piensa ya en la
L a s uniones socialistas libertarias y gru p os
conquista del estado, sino en la destrucción
anárquicos de diez localidades de H olanda, se
del estado, basado en la concepción científica
han reunido en A b ril del corriente año, con
de que una revolu ción social no podría ope­
el propósito de fundar una Federación comu­ rarse sino en virtu d de m odificaciones hechas
nista libertaria, y han concertado su unión
en las condiciones m ateriales no solo de la
dando la sigu ien te d eclaración que establece
producción sino tam bién de los individuos
de una m anera clara la evolución operada en
que en ella intervienen, y por lo tanto en las
las prim itivas concepciones del anarquism o,
instituciones que de las e xigen cias de la m is­
basadas en el principio individualista más in­
ma, y para su consolidación, surgen con ca­
transigente.
rácter social.
L a Federación de los Com unistas Ii bet ta­
Una revolución social, debe tener p or ca­
rtos se com pone de personas y agrupaciones
racterística, una transform ación d é la s formas
convencidas de los principios siguientes, y
de la producción, y no podría operarse sino
concordes con ellos:
en virtud de la existencia de nuevos órganos
i ° Siendo un hecho que en la sociedad
ó instrum entos, que anulen ó substituyan, peractual existen la m iseria y la servidum bre, y
feccionadam ente, los anteriores que tenían co ­
que se trata de hacerlas desaparecer.
m o predom inio su gestión . E sto s órganos, no
2° Q ue la m iseria de las gran des masas
podrían ser nunca, ni el estado, que sólo es
de una parte, y la situación privilegiad a de
tal en v iitu d de representar la coacción de
unos pocos, de otra, son la consecuencia ló ­
una m inoría sobre la m ayoría, es d ecir un
gica de las relaciones económ icas actuales,
instrum ento d e tuerza y opresión, ni el par­
que sirven igualm ente de base social á la d o ­
lam ento, institución genuinam ente burguesa,
m inación de los hom bres, los unos sobre los
qu e su rgió y perm anece en el régim en capi­
otros;
talista, com o asam blea de individuos pertene­
3 o Q u e la esencia de estas relaciones con­
cien tes á la clase dom inante, á objeto único
siste en el hecho de que en cada población,
de discutir sus intereses de clase, consolidarlos
la m ayoría de los hom bres— la clase trabaja­
y robustecerlos, frente á las agresion es de la
d ora- producen todas las riquezas; en tanto
clase dom inada.
que una m inoría— la clase capitalista— dom i­
E l sindicato, y
sus
am pliaciones, cada
na la producción y la repartición de esas r i­ día más perfeccionados son los órgan os inevi­
quezas;
tablem ente destinados á cum plir esta obra de
4 o Q ue la estabilidad de las relaciones so­
revolución 6 transform ación social, es decir,
ciales existentes debe ser atribuida al hecho
á reem plazar, en la gestión de la producción,
de que todos los m edios de producción y
con una m ejor repartición de sus riquezas, á
distribución de las riquezas pertenecen á la
las instituidas por la actual clase dom inante.
minoría dom inante, y que ésta puede servir­
L o s com unistas libertarios holandeses, con
se de ellas para el m antenim iento de su dom i­
una d esignación gu ardad a en virtu d de un
nación trascendiendo del p od er coercitivo del
inconfesado cariño á nom bres que represen­
estado: ju sticia , policía, ejército;
taron una etapa m ental ya superada, han hecho
5° Q ue la sociedad actual debe ser igu a l­
sin em bargo, declaraciones categó ricas que los
mente m odificada en sus bases de m odo que
confirman verdaderos sindicalistas, y cuya re­
las diferentes clases sociales sean reem plaza­
producción hem os creído oportuna para dem os­
das por la comunidad de los productores que
trar una v ez más, que el sindicalism o no es
p o r la asociación, utilizará los medios de p ro ­ sino una tendencia de este m om ento de la lucha
ducción y distribución d e u n a m a n e r a s i s t e ­
de clases, im puesta por la experiencia h istó­
m á t i c a BAJO LA DIRECCIÓN DE LAS ORGANI­
rica adquirida por el proletariado en la mis­
ZACIONES o b r e r a s ;
ma, y cuya m isión será inevitablem ente la de
6U Q ue la clase trabajadora no poseyente sellar su última etapa del triunfo d el p ro le ta ­
— el m oderno proletariado— no lograría obte­
riado sobre su en em igo de clase.
ner un m ejoram iento durable y fundam ental
de su suerte sobre los bases de la sociedad
actual y que todas las m ejoras económ icas
tem porarias no tienen valor social, en tanto
N o es hecho nuevo.
que ellas no puedan servir á la intervención
L o s órganos creados por la burguesía pa­
de los obreros en las relaciones industriales,
ra la defensa de sus intereses de clase, obran
y á la expropiación de la clase poseyente.
7 ” Q u e es m isión especial de los com un is­ de acuerdo con ese pensam iento que infor­
mó su creación.
tas libertarios propender á que todos los
Pero si no es un m isterio para nadie que
cam bios posibles en las relaciones sociales, se
la policía, com o el parlam ento y los dem ás
realicen respetando en el m ayor grad o la li­
ó rgan os integrantes del estado burgués, no
bertad individual y los principios de la a gru ­
pueden ser sino elem entos de defensa del ré­
pación libre;
8o Q ue por esta razón, los com unistas li­ gim en capitalista; es también notorio que la
institución policial en el país ha evolucionado
bertarios combaten a l socialismo de estado, f o r ­
en el sentido de afirmar cada vez más su es­
ma naciente de la esclavitud de estado, basada
píritu de clase, adaptándose á las necesida­
sobre la utopia de un cambio fundam ental de
des nuevas creadas por el m ovim iento obrero.
las relaciones económicas por la intervención
Antes, la policía era en virtud del m edio
d el poder d el estado y sobre la idea nefasta
m ismo en que se desenvolvía, sino una insti­
emanada de esta utopia, de la conquirta délos
tución com pletam ente social, porque siem pre
poderes públicos realizada p o r los obreros, or­
se d istin guió por su saña con el débil y el
ganizados en partido de clase]
pobre y su servilism o con el rico: pero por
9° Q u e para lo grar su em ancipación los
lo menos un elem ento que no efectuaba ac­
obreros deberán luchar con todas los m edios
tos de clase, pareciendo protejer por igual
que consideren ellos m ismos lícitos y efica­
los intereses.
ces;
H o y ha cam biado.
io Q u e en esta lucha los obreros de tod os
L a policía no es guardadora del orden pú­
los países deben m ostrarse solidarios los unos
blico, sinó continua perturbadora del mismo, d e­
con los otros»
fensora en todo m om ento del p rivilegio bur­
H e aquí un p rogiam a verdaderam ente sin­
gu és, interviniendo bárbara y brutalm ente en
dicalista, desde el prim ero hasta el últim o con­
los conflictos que á diarjo sfe suscitan ’ entre
cepto, que vú ne á dem ostrar una vez m ás,la
LA EVOLUCION DLL ANAtpMO
HACIA LL SINDICALISMO
LA EOLICiA u
n
DE CLASE
obreros y patrones, obstacu lizan do por tod os
los m edios el m ovim iento proletario lanzando
hordas de p tsq u izas á la caza de trabajad o­
res conscientes.
.
D esd e que la agitación obrera en el país se
h izo cada v ez más creciente, la policía se pre­
sentó com o un excelen te instrum ento d e re­
presión.
,
Su actuación en las h uelgas lo com pru eba
eficientem ente; aprisiona ob reros huelguistas,
prom ueve d istu rbios que hace cesar a m ache­
tazos y ni siquiera las m ujeres están á salvo
d e los procederes inicuos d e esos bárbaros.
Su activid ad en defensa d e la clase parási­
ta es ilim itada, toda una legión de pesquizas,
in d ivid u os d eg en erad os, en la cual el ladrón
alterna con el crim inal y el borracho, son I09
en cargad os de aprehender y
m altratar á los
trabajadores que luchan por una idea noble.
L o s ob reros más conscientes, los m iem bros
de com isión de las sociedades de resistencia
y los propagandistas, son á cada m om ento
llam ados al departam ento policial, con el pre­
texto de pedir inform es etc., pero con el
m al propósito de co n ocerlos, retratarlos, to ­
m arles las im presiones d igitales, haciéndoles
sufrir toda clase de vejacion es y am enazas.
N um erosos son los cam aradas á d iario t o ­
m ados presos en la vía pública, b a jó la im ­
putación de peligroso, de ebriedad, uso de a r­
mas, etc.
S e les m ete en un calabozo y no h ay re­
clam o que valga; 15 ó 20 días de prisión es
por lo gen eral el presente g rieg o .
S u zaña no tiene lím ites; las m atanzas del I o
de M ayo, d el R osario, del 21 de M ayo y los
atropellos del pasado estado d e sitio la han
revelad o á los trabajadores com o á un enem i­
g o m ás á 'q u ien com batir.
Y la clase obrera tiene el d eb er d e neutra­
lizar estos ataques continuos de la policía;
fortificando su organ ización de clase, en la
cu al vé la m ism a burguesía el a u gu r de su
futura bancarrrota, y es por eso que trata de
am inorar sus efectos lesionando la persona de
sus m ás calu rosos y conscientes defensores.
Cretinismo p arlam en tario
A q u ello s pobres hom bres (la izquierda en
el parlam ento de F rancfort, en 1848) en el
prosaico transcurrir d e sus m ezquinas existen­
cias, estaban tan poco acostum brados á nada
que fueran éxitos, que habían tom ado m uy en
serio sus insignificantes triunfos obtenidos con
dos ó tres votos de m ayoría, y se figuraban
q u e con ellos iba á cam biarse la faz d e E u ro ­
pa. D esd e el principio de la A sam b lea estaban
atacados, en proporción m ayor q u e las dem ás
aprupaciones de la Cám ara, de aquella en fer­
m edad que podría calificarse de cretinism o
parlam entario, y que consistía en una especie
de delirio que acom etía á sus víctim as, las
cuales creían que el m undo entero, su pasado
y su porvenir, se gobernaban por una m ayo­
ría de votos de aquella Asam blea, en la cual
tenían el honor de contarse, y que todo lo
que acaecía fuera de las cuatro paredes de su
recin to, guerras, revoluciones, construcciones
de ferrocarriles, colonización d e nuevos con ti­
nentes, descubrim ientos de m inas d e oro en
California, canales d e la A m érica Cen tral,
ejércitos rusos y dem ás cuestiones que pudie­
sen influir en los destinos de la H um anidad,
eran m uy poco, ó no significaban nada, al
la d o de lps im portantes debates que ocupaban
la atención de aquella honorable Asam blea!
C arlos M arx
(Revoluciónjf Contra-revolución)—Tratl. esp. pég. 135.
LA EM IG R A C IO N CHINA
L o s celestes se ven rech azados d e todos los
países.
L a situación inferior de esta raza, es un
obstáculo para su expansión, y sus corrientes
em igratorias corren el riesgo d e ser totalm en­
te rechazadas.
Y a en E stados U nidos el C o n g reso votó una
le y en 1882 por la cual prohibía la in m igra­
ción china por 10 años, á causa de la gran
afluencia de am arillos desde hace más de m e­
d io siglo , sobre todo en California.
L a le y no d ió los resultados que se espe­
raban y en 1893 una nueva disposición le g is­
lativa determ inaba la expulsión de los chinos
residentes, disposición que, por otra parte, fra ­
casó com o la primera.
En el Perú acaba d e proponerse recien te­
m ente la sanción de un p royecto de ley q u e
im pida la entrada de chinos en aquel pais.
Indudablem ente será aprobado, pero su efi­
cacia real será relativa.
N o ha m ucho un buque que conducía inm i­
gran tes am arillos fué rechazado, no record a­
m os en qu e puerto, y en el T ran sval se está
efectuando una agitación con tra la in m igra­
ción china.
E s esta una cuestión que afecta al proleta­
riado, aunque á prim era vista perezca carecer
de interés, por la influencia que tiene en el
valo r de los salarios y en la duración de la
jorn ada de trabajo, lo m isino que en la mar­
cha general del obrero.
V eam os las razones que se aducen para el
rechazo de estos inm igrantes.
L a em igración tal y com o debe ser, no fo­
m entada artificialm ente, es un fenóm eno n atu ­
ral y lógico determ inado por la d esigual d en ­
sidad de población, en los distintos países, y
que tiende á restablecer el necesario eq uilibrio
de las mismas.
Y esto lo com prueba la sencilla observación
de las direcciones de las corrientes emigrato­
rios, que van siem pre, de los países cuya densidad de población es enorm e, á aquellas en
que es reducida.
A s í ItaH*. con una pob lación relativa de 100
h abitan tes por k iló m etro , en vía sus hijos á la
A rg e n tin a cu y a p ob lación reían va es aproxi­
m adam ente de 1,80 h. por k iló m etro . L a C h i­
na con 36.3 h. p o r k iló m etro , los en vía á Estados U n id os cu ya d en sidad es m ucho menor:
o por k iló m etro cu ad rad o.
. . .
E l h echo inverso: es d ecir d e q u e los inmi­
g ra n tes vayan d e países m enos p ob lad os á países d e m ayor pob lación , no se o b serva, y es
ló g ico , p u esto qu e el e xceso d e pob lación crea
m ayores d ificu ltad es para la satisfacción de
las necesidades.
S i estas co rrien tes em ig rato rias son enton­
ces un fenóm eno n atural, inherente á la vida
m ism a de lo s pu eb los y m ás tratán dose de
p u eb los com o la C h in a cu y a p rodu cción y
perfeccion am ien to técn ico no está á la altura
d e otros paises, ¿porqué se les rechaza?
L a d ive rsid a d d e las razas con su correla­
tiva d esigu ald a d d e h ábitos y aspiracion es es
un factor p rincipalísim o, tratán do se de los am a­
rillos.
E s una raza in ferior,
un p e lig ro
para el
pred om inio d e los b lancos, se d ice con fre­
cuencia.
S e d á un v a lo r e x a g e ra d o , un v a lo r ina­
cep ta b le al térm ino raza, d e su yo inconsisten­
te y v a g o .
L a s razas propiam en te d ichas, p u ed e afir­
m arse qu e h o y no existen .
C o n el frecuente
trato d e los pu eblos, en sus cada v e z m ayo­
res relacion es in telectuales y com erciales, el
cru ce d e las razas es un h echo real, in n egab le,
q u e ha q u itad o tod o v a lo r ab so lu to al térm i­
no raza.
D e b e tom arse en un sen tido com pletam en ­
te rela tivo , desde q u e dom in a el co sm op olitis­
m o y tal v ez d eb ería ser su stitu ido p o r otro
m ás apropiad o, d esde qu e h o y no ob servam os
razas absolutam ente puras, sino varied ad es.
E vid en tem en te las am arillas están en una
situación in ferior m aterial é intelectualm en te
con relación á los blancos y no tam p o co en
un sentido absoluto.
S o n elem entos étn icos d eten id os en su p ro­
g re siv a ascención, p e ro no son inm utables.
S o n tan su scep tib les d e m odificación com o
lo han sid o las blancas.
E n un tiem po, las n obles razas com o d ice
N o vico w , estu vieron en p e o re s con d icion es que
las am arillas.
P robad o el o rig en sim ian o d el h om b re, pro­
bad o q u e la e sp ecie hum ana p o r m odificacio­
nes grad u ales, q u e se ob servan en las d iv e r­
sas capas g e o ló g ica s d on d e se en cuen tran los
instrum entos d e qu e se ha v a lid o en su lucha
p o r el alim en to y la vid a , p rob ad o, decim os,
q u e ha p o d id o eleva rse hasta la altura en q u e
se en cuen tra m orfológ ica, m oral é intelectualm ente, se d ed u ce q u e esta le y n atural d el
transform ism o, de la evo lu ció n d e los séres no
es patrim onio e xclu sivo d e una raza ó una r e ­
g ió n , sin o q u e o b ra con m ay o r ó m en or in­
ten sidad segú n los factores q u e se op o n ga n á
ella en tod os lo s tiem p os y lu ga res, y enton­
ces sería un absu rdo a d m itir el estan cam ien to
ó la cristalización d e los am arillos.
L o s am arillos, com o los n e g ro s, con tra los
cu ales se tienen p reven cion es absu rdas y b ru ­
tales, elevad os á o tro m edio, han e volu cion a d o,
se han m odificado.
E l m edio en qu e actualm en te v ive n no fa­
vo rece ese cam bio y el od io crim in al d e ra­
zas, del cual los blancos son los gra n d e s cu l­
pables, es un ob stácu lo m ás á esa eleva ció n
tan necesaria.
E l cru ce cada v ez m ayor d e las razas, la
infiltración d e las razas in feriores y o tro con ­
ju n to d e factores, tales com o la m ayo r m orta­
lid ad y la m enor natalidad d e los in d ivid u os
de esas razas, etc., con stitu yen á p esar d e to­
do, esa evolución indispensable para la fr a ­
tern ización de los pueblos y el adven im ien to
d el m undo proletario.
Y la em igración, q u e es una d e las form as
qu e con trib u ye á la elevación de los pueblos,
es siem pre benéfica aun que sean razas in fe ­
riores los inm igrantes.
S e d ice que los chinos se aíslan y no buscan
el con tacto con el pu eb lo q u e los asila.
S ab id o que cuanto m ás se extien d a la po­
blación por el planeta, tanto m ayor será e x ­
plotada, y d om inada la naturaleza y pu esta al
serv icio d e la hum anidad.
L a pob lación con cen trada en d eterm in ad os
p un tos no pu ed e ser un h echo d eseab le, d es­
de que los produ ctos no pueden o b ten erse to ­
dos en una m ism a regió n y perm anecerán
inexp lotad as é incultas g ra n d e s exten sion es d e
tierra.
L a m odificación de las razas es un h echo
real, ¡n egab le y sería la rg o para un artícu lo
de perió d ico enum erar la g ra n cantid ad de
pruebas que abundan en su favor.
Im ped ir la expansión d e esas razas q u e
necesitan m odificarse es con spirar con tra los
intereses y el bien hum ano; el od io d e razas
que se fom enta de ese m odo es crim inal y ha
d ado resultados d esastrosos: en cam b io favo­
recien d o esa evo lu ció n por tod os los m edios,
se evitarán g r ndes castástrofes y se abre una
vía más para la futura igu a ld a d d e los seres
hum anos.
***
e r a ^ n ^ T dÍCh° V * ,a in m iffración china
era un hecho q u e afectaba al proletariado.
E n efecto, los ob reros chinos pueden h acer
una com petencia desastrosa á los ob reros de
otros países, en el m ercado d e trabajo, d eter­
m inando una dim inución en el v alo r d e los
salarios y una p rolon gación e.i la duración
L a ACCION SOCIALISTA
5
5 á Pa¡.
U
p .
Sn crea
6« ¿
, e n to n.
v id a
1ama­
ina-
de la jornada de trabajo, fuera de otros tras­ manas y vaciar las redacciones de sus diarios
cial para entregarse á esa obra desordenada
tornos de orden moral, que influyen en la
y las organizaciones obreras.
de creación legislativa! Y hay socialistas que,
«¿Es necesario correr este riesgo por la
marcha de la organización
llevando á cabo esta concepción democrática, y
grande idea que defendemos?
El gasto de un obrero chino es inferior en
jacobina, sueñan con un Parlamento socialista
¿Qué se ganaría con ello? E l martirio por
subordinando y dirigiendo la vieja máquina
mucho al del trabajador de. cualquier pais.
una idea que parece todavía criminal á la ma­ administrativa. Lejos de serla reabsorción de
Su alimento se reduce á un poco de arroz,
substancia de no mucho valor. Carecen por yoría de la población, criminal como sería el ac­
lo político en lo económico, el socialismo se­
to que, en caco de guerra, abriría a l país d ' ría así la absorción, por el lado político del
su misma condición, de otras aspiraciones y
la invasión enemiga con todos sus honores.
mundo productor, y la incorporación de los
necesidades, llegando muchas veces ó ser de
«Sin la menor probabilidad de impedir una
trabajadores en la vieja jerarquía burguesa.
práctica la sodomía.
guerra, se provocaría las más graves compli­
Hombres inconsciente en lo que ó la lucha
El sindicalismo revolucionario rompe¡abierde cl'se s se refiere, se dejan explotar inicua­ caciones para no obtener sino este resultado:
tamente con toda esta fantasmagoría estatista
y democrática.
mente trabajando largas jornadas y reclaman­ E l Ponido grandemente comprometido y su
Juersa de propaganda disminuida por completo.»
Se propone conducir al parlamentarismo á
do poco i alario.
Decididamente en esta parte, Kautsky se
Con razón ha podido decir Loria, que los
su rol esencial de crítica, negación y des­
presenta despojado de todo espíritu revolucio­ composición; no posee elfetiquismo de la Ley,
obreros americanos, fuertes é inteligentes eran
vencidos por los chinos degenerados y bru­ nario, y se olvida, lo que es más grave, de
este nuevo ídolo, esta moderna expresión de
ia lección histórica proporcionada por las le­ un nuevo: sobrenalui al: e l sobrenahu a l democráti­
tales.
yes excepcionales de Bismarck, que permitie­ co. Y lo que reclama para la clase obrera, no
Pero esto no es un argumento para que
ron en doce años doblar el número de las
es la protección, sino la libertad,— la libertad
los trabajadores se opongan á la inmigración
fuerzas electorales de la democracia social.
de erigir poderosas colectividades frente á la
china.
Luego intenta demostrar !a imposibilidad
Por el contraiio, ellos tienen el deber de im­
burguesía, y de desarrollarse de tal manera
de hacer eficaz, una huelga general militar,
que absorba en sí, á medida de su desenvol­
pedir esa explotación, colocando A los chinos
en igualdad de condiciones, respecto á sala­ que no hallaría en modo alguno la simpatía
vimiento, toda la sustancia del Estado, y le
de los campesinos.
reduzca finalmente á no ser más que una vai­
rio y jornada, imponiéndose á los patrones.
Como se puede ju zgar por lo expuesto, le
na vacia.
Ese elemento será más tarde un obstáculo
pasa á Kautsky, lo que á la mayoría de los
que se opondrá á la explotación capitalista.
Por esto es que sostendremos los puntos de vis­
Ese elemedto pondrá en guardia á los nue­ teóricos socialistas, sumamente temerarios y
ta del sindicalismo revolucionario. Denunciare­
vos inmigrantes de su raza,- compenetrándo­ audaces en la idea, sumamente tímidos en la
mos infatigablemente las ilusiones estatistas|y de­
acción. Es, á lo que parece, la característica
mocráticas: Nada de socialismo de Estado, na­
los con la demás población obrera.
de la social democracia alemana.
da de paternalismo patronal ó gubernamental,
El proletariado debe tender por todos los
H ay un maleamiento de la opinión propia
nada de proteccionismo, nada de catolicismo
•medios P su alcance á elevar, intelectual y
social laico! Guerra á los Consejos del Traba­
moralmente, al trabajador chino, hacerle en­ al medio ambiente; el ideal socialista sometido
inconsideradamente a la influencia preponde­ jo, guerra á las Comisiones mixtas de ¡toda
trar en la organización; y tratar de que esas
rante de los prejuicios populares, que debe
especie, guerra á toda tentativa de parlamenfuerzas disgregadas y dispersas se incorporen
tarización del movimiento obrero! La lucha,
á la falange proletaria, reduciendo la ampli­ combatir sin miramientos.
Su horror al martirio, que dice estéril, es
tud del campo de explotación del capitalismo.
siempre la lucha, en toda su nitidez, en toda
realmente deplorable, y contradicha por la ex­ su amplitud, la lucha del trabajo centra el ca­
periencia histórica. Nada hay más erróneo que
pital, de la libertad contra la autoridad, del
ese juicio atrevido, pues todas las causas re­
productor contra el improductivo, de la igual­
volucionarias han triunfado en virtud de una
dad contra el privilegio! Y que, como dijo
lucha encarnizada con las situaciones conser­
Prondhon, «de las entrañas del pueblo, de
Los sindicatos de ebanistas, torneros, esculvadoras, y pagando sus hombres, con sangre
las profundidades del Trabajo surja una auto­
cultores en madera, silleteros y lustradores, en
una asamblea que tuvieron el domingo pasa­ propia, es decir el martirio, sus convicciones
ridad más grande, una acción más poderosa
é ideales revolucionarios.
que se sobreponga al capital y al Estado, y
do en la Stella dTtalia, han resuelto implan­
En cuanto á la practibilidad temporaria de
les subyugue.»
tar la jornada de ocho horas á partir del pri­
mero de Octubre próximo en todos los talle­ las huelgas generales militares, no hay nada
Eduardo Berth.
que objetar.
res de la titulada primera categoría.
'P ero esto no obsta, á que la clase obre i a
La resolución ha sido adoptada en virtud de
sea orientada en .el sentido de negar su apo­
que para esa fecha debería entrar en vigor
yo y su contribución corporal y moral, al for­
la jom ada de nueve horas establecida en el
convenio que se hizo últimamente entre obre­ talecimiento de la idea patriótica, cueste lo que
El formulismo curialesco
cueste, pues ella será una etapa necesaria de
ros y patrones á raiz de una huelga, y que
en las organizac ones obreras
su triunfo.
ahora las organizaciones han determiiTado no
Sin embargo, esto no se hace, y Hervé lo
acatar, considerando hallarse con fuerzas su­
dice con toda razón y justicia:
L a Protesta, del 14 del corriente, deplora
ficiente para eludir su aplicación.
Debe intentarse. Por el contrario, la social
en conceptos que denotan en el fondo, una
Esto es come se vé, lucha de clases franca
real simpatía hacia nosotros, la pretendida
tal como ella se presenta en la realidad so­ democracia en uno de sus congresos, ha re­
chazado de plano, el proyecto de una cam­
desviación de nuestro criterio habitual, en
cial y como á objeto de alumbrar el criterio
paña práctica antimilitarista, objetando los ries­
cuanto se refiere al juicio de las resoluciones
obrero ella se exhibeá nuestravista diariamente.
del quinto congreso de la F. O. R. A . so­
Esto comprueba una vez más, que las al­ gos y perjuicios que ella entrañaría para los
bre el célebre pacto de solidaridad.
ternativas de la lucha, no pueden ser elimina­ socialistas militantes, padres é hijos, y la jus­
Y el colega, en virtud de las vinculacio­
das por textos y convenciones, cuyas disposi­ ticia del reproche que podría venir del estado
burgués alemán.
nes que lo ligan estrechamente con los ele­
ciones ambas partes están prontas siempre á
mentos integrantes del citado congreso, intenta
fracturar, de acuerdo con la potencia de suá
con poco éxito vindicar la contradictoria re­
fuerzas respectivas.
solución, y hacernos comb se dice vulgarmente,
comulgar con ruedas de molino.
Cuando nos hemos colocado en el terreno
H ay dos socialismos entre los cuales es ne­
abiertamente franco en que nos hallamos, no
cesario elegir.
ha sido con el propósito de llévar el rebaño
H ay el socialismo de Estado, reformista,
Es Un tema que está agitando intensamente
de una capilla á otra, permítasenos la frase,
democrático,
pacifista,
parlamentario,
el
socia­
el mundo socialista internacional.
sino simple y sencillamente, para contiib uirá
A las opiniones decisivas que emitió G us­ lismo de patada, el socialismo de la frase, el
librarlo en lo posible de la influencia perni­
socialismo de salón y de antesala ministerial;
tavo Hervé, y que fueron reproducidas en L a
ciosa de los malos pastores.
los financieros le adoptan, la gente de mundo
Internacional, del r° de A gostó, han seguido
No somos neófitos en el movimiento obre­
le admiten, los profesores le discuten y ponen
las de otros eminentes socialistas, solicitadas
ro;
há mucho ya que estudiamos y analiza­
en
grandes
libracos,
á
nadie
inspira
temor,
en forma de cnqucle por la Vie Social™ le.
mos los defectos y llagas que lo roen, y mal
Esta, como la realizada á propósito de la pero es peligroso porque ilusiona las masas y
consolida á la burguesía; engaña al pueblo siem­ que les pese, á los que sienten heridos por
huelga general por L e Mouvement Social/ste,
nuestros dardos, difícilmente se llegaría á pro­
permite comprobar con sentimiento la profun­ pre demasiado crédulo! — Y hay el socialismo
bar en nuestra conducta un fondo de mala
da anarquía de criterio que reina entre los obrero, que no es necesario calificar de otra
intención ó animosidades de orden inferior.
manera
para
determinarlo
y
oponerlo
al
pri­
más grandes pensadores socialistas.
Los obreros que nos leen, lo saben; y si
Berstein, se revela un intemacionalista bur­ mero.
Pero ¿cual es el prejuicio típico, el prejui­ hubiera vindicaciones posibles y justas, se­
gués á lo Ribot, Méline, Bourgeois ó Clemenríamos los primeros en hacerlas constar, abo­
cio esencial del primer socialismo? Es el de
ce*u.
nando la buena fé, no del adversario, pues
Debel, llega á acordar á los socialistas fran­ creer que el socialismo pueda realizarse por
no aceptamos esta designación, sino del her­
via
parlamentaria
y
electoral,
el
de
atribuir
al
ceses el derecho de defenderse contra una agre­
mano de causa con quien nos separan peque­
sión de Guillermo II, sin exponer lo que ha­ parlamentarismo un valor creador, el de es­
ñas diferenciaciones de conceptos.
ría en caso recíproco la democracia social ale­ perar de una mayoría socialista en el Parla­
L a Protesta, quiere hacernos decir lo que
mento la transformación de la actual sociedad.
mana.
no hemos dicho; por ejemplo, pretende que
Será vano no entrar más en los ministerios,
Los socialistas franceses, por su parte, sal­
nuestros ataques van á la institución, cuando
no más formar parte de blocs democráticos: si
vo excepciones honrosas y muy escasas, son
sólo nos referimos y esto lo ratificamos, á un
apasionados defensores de la patria socialista se continua considerando al Parlamento como
el eje de la transformación socialista, y conci­ congreso de delegados, de dudosa genuinidad,
francesa.
que no se ha inspirado, volvemos á afirmarlo,
Kaustky, es uno de los pocos que emite al biendo la conquista del poder político como
la simple substitución, en el manejo de la má­ en los verdaderos intereses de sus represen­
respecto una verdadera opinión socialista. Hé
tados.
quina gubernamental, de un personal dicho
aquí lo que dice el gran pensador:
Se ha hecho, es cieito, al rededor del ce­
«No es patriota. Está proto á sacrificar socialista al personal burgués, nada se ha
lebrado pacto una polémica caótica y necia,
su patria, todas las pátrias, á la causa del cambiado y el socialismo sigue amenazado de
volvemos también á repelólo, que lejos de
proletariado. Con Marx, declará que los tra­ una creciente degeneración democrática
alumbrar la cuestión, 110 ha hecho sino envol­
El sindicalismo revolucionario se presenta
bajadores no tienen patria.
verla en un inmenso manto de obscuridades,
con dos palabras de orden: acción directa y
«Cree, como Bebel en Amsterdam, que una
que
hace imposible ahora apreciar con exac­
huelga
general.
Pero
¿que
quiere
decir
acción
guerra entie Francia y Alemania, no podría
titud, los verdaderos motivos de su rechazo.
ser considerada sino como una lucha entre dos directa y huelga general? Quiere decir, que
Y sino véase, y aprécielo también nuestra
los obreros toman á lo serio el principio de
clases capitalistas, tan poco democrática la una
la Internacional: la emancipación de los traba­ amiga L a Protesta, en la que nosotros lamen­
como la otra.
tamos asi mismo su desviación del buen sen­
«Considera que la organización de los mi­ jadores será la obra de los trabajadores y
que quieren hacer ellos mismos la Revolu­ dero que había adoptado en un principio.
licias ciudadanas, sería un grande obstácu<9
La más fundamental de las razones que
ción, y no más por delegación parla mentaría
opuesto á las veleidades belicosas de los gdcontiene la orden del día, q e es como lo de­
biernos, pero reconoce al mismo tiempo que y gubernamental.
El socialismo es .la reabsorción de lo polí­ cíamos, un verdadero contrasentido de órden
para obtener esta institución, será necesario
tico en lo económico, la desaparición del E s­ sociológico y natural, se basa en la inherencia
una revolución.
de la solidaridad en la especie, muy difícil por
tado en las organizaciones de los trabajadores«No le repugna enteramente, en principio,
cierto de probar, y en la inutilidad de fórmu­
la idea de contestar á una orden de moviliza­
¿Y que es el Estado moderno'?!Es esencialmen­
te, un vasto cuerpo administrativo sólidamen­ las escritas que establezcan la determinación
ción, por una insurrección de ambos lados de
circunstancial de este instinto natural en indi­
te jararquizadu y centralizado, y á quién se
la frontera.»
Pero al llegar á este punto, Kautsky, abor­ dice, contralorea el Parlamento. La democra­ viduos y en colectividades, lo que vendría, si
se aceptara in extenso, á hacer perfectamente
cia contemporánea, en efecto, ha conservado
dando la práctica y la ejecución de este pro
inútil la existencia de nuestra cada día más
yecto, aparece presa de escrúpulos, hesitacio­ religiosamentu el marco napoleónico; ella
pretende solo manejarla, gracias á un Parla­ compleja 1eglamentación.
nes y timideces extrañas:
Y bien, si este formulismo, era innecesario,
mento, en un sentido demociático. Y el Par­
«La propaganda de la insunccción en caso
y si, contrariamente á la experiencia dada por
lamento instituido para votar el presupuesto,
de guerra ¿se sabe acaso lo cpie ella quiere
controlar los ga.tos y limitar el ai bilí iu ad­ las 1¡validades que han dividido hasta ahora,
decir en la mayoría de los estados? La huelga
la familia obrera, se tenía el convencimiento
ministrativo, es decir, para un rol por entero
militar, por ejemplo, que es una de sus fases,
negativo y crítilo, es erigido en tpoder crea­ de que el pacto de solidaridad, se impondría
reconocida por la democracia social alemana
en los momentos de la lucha, ¿cómo se expli­
en uno de sus congresos, sería el mejor me­ dor, que pretende legislar subre ludo y
dio p.-.n lim ar de socialistas las cárceles ale­ con respecto á todo: abandona su tarea esen­ ca y justifica esa contradictoria nota publicada
1 U S 0fE A CIltO JE ACCION D U R A
EL FACIO IE JQ L ID a HIIIAD
Los c/os socialismos
Patriotismo y socialismo
ínie-
U po-
lo*
i*ai
v *»
en L a Protesta del 15, en que escrito, y ETen
escrito en letras de molde, se acepta el. con­
denado pacto en la forma más explícita y ter­
minante posible?
^
Y después de esto, díganos L a Protesta,
si s? puede dar atadero á la resolución vo­
tada por el quinto congreso de la F. O . R . A.,
que nosotros sin cipillism os ni sectarismos,
hemos impugnado teniendo en cuenta, créalo
el apreciable colega, á todas las opiniones
vertidas en la polémica que halló campo
en sus columnas, y después de conocer por
contacto con diversas organizaciones de la
F . O. R. A . la opinión casi generalizada
en ellas, favorables en un todo, á la rea­
lización del combatido convenio.
¿Y á qué extendernos más?
Si L a Prptesla, puede ahora reconocer con
una veleidad desconsoladora que erró en su
primera apreciación de los hechos, nosotros
por el contrario, no tenemos después de las
actitudes variables asumidas por los impug­
nadores más fogosos del pacto, sino motivos
muy serios y formales para ratificar lo dicho
anteriormente, sin rencores de capillas, sin
doctrinarismos sectarios, socialistas ni anar­
quistas, y sí apreciando, como lo haremos
siempre, los verdaderos intereses de la clase
trabajadora.
De los boycotts
Un acuerdo que se impone
A medida que la adopción de esta arma
ofensiva contra el capitalismo, se generaliza
en las organizaciones gremiales del pais, se
van advirtiendo ciertos defectos en su aplica­
ción que pueden ser fácilmente corregidos.
Uno de los que hasta la fecha, puede ser
considerado el más grave, puesto que ha im­
portado en ocasiones el fracaso de su aplica­
ción, es la forma independiente, caprichosa­
mente autónoma con que él ha sido declara­
do por organizaciones aisladas.
El boycott, si surte su efecto, no puede
ser sino en virtud del apoyo que ha de pres­
tarle la clase trabajadora, que constituye el
mercado consumidor por excelencia.
Es á ella, que corresponde en primer térmi­
no conocer la justicia, causas y antecedentes
de él, para proceder en la circunstancia, 'con
el mayor convencimiento posible, [condición
imprescindible de su éxito.
Sin embargo, esto no se hace, y no se ha­
rá probablemente, si al evidente y palpable
perfeccionamiento de la organización obrera
en el pais, no corresponde correlativamente
la creación de órganos ó instituciones, que
llenen nuevas funciones, reclamadas por el ma­
yor desarrollo y extensión de la lucha de
clases, rica ya en innumerables aspectos y al­
ternativas.
Tal sería entre nosotros, un consejo de boy­
cotts, establecido en casos especiales, para ‘es­
tudiar y resolver sus aplicaciones, cuando ellas
sean requeridas por organizac;ones, que se
crean con derecho y en salvaguardia de sus
intereses á apelar á la solidaridad de todos
los trabajadores, para hacer prevalecer sus
reivindicaciones.
Este consejo, debe ser compuesto por indi­
viduos pertenecientes á las dos grandes orga­
nizaciones obreras del pais, y su dictamen
ser ratificado por el acuerdo d élas asambleas
gremiales.
Así, no podría alegarse en ningún caso
desconocimiento del hecho, injusticia de él, ó
cualquier otro subterfugio, nacido de diferen­
tes causas, y cuyos resultados son esterilizar
y hacer imposibles los frutos que de esta po­
derosa arma podría obtener el proletasiado.
La ¡ornada de 8 horas
COMO MEDIO DE AGITACIÓN
Con motivo de la intensa agitación promo­
vida en toda Francia, de acuerdo con la de­
cisión adoptada en el Congreso de la Con/edctaiión
General del Trabajo realizado en
Bourges, el ciudadano A . Bruckére publica en
L e Socialisle (órgano central del partido So­
cialista de FYancia) del 20 de A gosto próxi­
mo pasado, las siguientes observaciones, que
creemos de utilidad reproducir ha orientación
práctica y directa que va tomando paulatina­
mente el movimiento obrero internacional alec­
cionado con una amarga experiencia de la pi­
rotecnia parlamentaria, espumosa, desbordan­
te..; pero absolutamente estéril é infecunda co­
mo lo reconocía hace poco el mismo Jaures
en un artículo de su periódico L'H um anité,
si no se halla, no secundada, sino cimentada
en una formidable base de organización sin­
dical y en una viva é intensa conciencia de
clase es digna de estudio.
Hé aquí algunos párrafos del artículo én
cuestión.
'
La verdadera importancia de las ocho horas
No se podrá acusarnos de ver algo trascedental en la Jornada ríe Ocho Horas como re­
forma; precisamente porque la desembaraza­
mos de las esperanzas ilusorias es que nos per­
mite afirmar mejor desde luego toda su im­
portancia como medio de agitación.
La jornada de ocho horas no constituye so­
lo una reforma, ni mucho menos un fin; es
ante todo un medio de propaganda. Un medio
maravilloso.
Nuestra propaganda tiene por fin formar
conciencia de clase. Ahora bien, esta propa­
ganda 110 puede limitarse á predicar verdades
abstractas; es en la acción y por la acción que
se forma la conciencia de clase.
L A ACCION SO C IA L IST A
REDACCION Y ADM INISTRACION-
E s preciso ilustrar nuestros principios marxistas con im ágenes concretas del mismo m o­
do que se ponen grabados en un libro.
Nuestra táctica consiste: I o en volver cada
día más clara la conciencia de clase; 2o en vol­
ver más eficaces nuestras armas de clase, (la
huelga).
L a agitación de las ocho horas realiza em i­
nentem ente estas dos condiciones,
En efecto ella tiene la inmensa ventaja de
plantear la cuestión sobre su verdadero terre­
no, el terreno económ ico, y sobre esa parte
d el terreno económ ico que ha d ejado de ser
corporativa para con vertirse en política.
Especialm ente en F rancia, este m odo de
agitación tiene la ventaja de d esviar la aten­
ción proletaria del g n ig n o l parlam entario, don ­
de se agitan los farzantes del dem ocratism o
para hacer o lvid ar al proletariado su verda­
dera misión.
L a pequeña Imrguesía dem ócrata, que d e­
tenta en nuestros días el pod er político, d es­
p lieg a sus talentos para h acer olvid ar a los
trabajadores las cu estion es vitales. C o m o un
charlatán de feria ella nos aturde con sus de­
claraciones y hace brillar reform as tras refo r­
mas.
L a agitación de las ocho horas nos aparta
de este espectáculo entontecedor.
E n segu n do lugar, cuanto más dudoso sea
que la jorn ad a de ocho horas con stitu ye una
m ejora durable de las condiciones de vida pues
después d e las experiencias que han sido he­
chas, la jornada de ocho horas, lejos de redu­
cir los beneficios de los gran des capitalistas,
tendría más bien una tendencia á acrecentarlos,
tanto m ás cierto resulta que ella constituirá un
m ejoram iento considerable de las condiciones de
lucha del proletariado. Parece, aún, que sea es­
ta última m ejora la más im portante y d ign a de
ser tenida en cuenta.
E n com paración de esta poderosa m ejora
d e nuestro arm am ento en la lucha social, toda
m odificación política resulta bien poco eficaz.
P o r el hecho m ism o que la jo rn ada de ocho
horas tendría una tendencia á elevar los sala­
rios (ó más bien á neutralizar provisoriam ente
la tendencia al descenso), p o r el hecho m ismo
que ella otorgará más tiem po para el reposo de
la «bestia», y para la cultura d é la conciencia,
por el hecho m ismo que ella detendrá la espan­
tosa decadencia física de la raza, por todo eso
ella preparará soldados individualm ente más
vigo ro so s para la lucha social, para la santa
g u erra civil.
Para conquistar la jorn ada de ocho horas, el
proletariado tendrá que presentar la batalla al
en em igo y esta lucha le servirá de ejercicio,
de preparación á las batallas futuras más gran ­
d es y más decisivas.
N o se tratará de la lucha de clase p o r delega­
ción, com o en cam paña electoral, por un conse­
jero de distrito.
S e trata de la lucha de clase directa, la que
se realiza en el taller y en la calle, la que tem ­
pla los caracteres.
L a jorn ad a de ocho horas no constituye una
reform a, sino un medio de agitación. N o cons­
tituye un alivio, sino un arma.
L a ¡ornada de ocho horas form a;á un pro­
letariado fuerte, y nosotros debem os ser fuer­
tes en la lucha, porque solo vencerem os por la
lu ch a. E l perro capitalista defenderá terrible
mente sus privilegios; para arrancárselos habrá
q u e rom perles los dientes.
Arm ém onos para la lucha, porque el prole­
tariado solo puede contar para su em ancipación
con el derecho del puño.
internacionalismo del capital
«El capital no tiene patria, va donde encuen­
tra una buena colocación. Y si esto es así, si
la explotación burguesa ha llegad o á ser, ne­
cesariam ente, por razón del desarrollo econó­
m ico, una explotación internacional q u e n o r e cqaoce razas, ni fronteras, y que se ejerce in­
diferentem ente donde quiera h aya que robar,
al am paro de una intervención gubern ativa in­
distinta, ante este cosm opolitism o de la In­
ternacional am arilla, debe alzarse el interna­
cionalism o obrero, correspondiente al verda­
dero antagonism o de los intereses en conflic­
to .» — G a b r i e l D e v i l l e .
C om o varían los hom bres y los tiem pos, di­
ría un filósofo desilusionado. Y la verdad, que
el D e v ille que escribió eso, no es, el de la
época que tan cínicam ente ha traicionado en
el parlam ento francés los intereses de clase
del proletariado.
Huelgas
Cortadores de ladrillos de los hornos -S o ­
licitando aum ento de salario y condiciones
inás hum anas de trabajo, se ha declarado en
huelga este grem io.
H asta la fecha no se ha obtenido una solu­
ción satisfactoria al conflicto. L o s dueños de
hornos se avienen solam ente á acordar un au­
m ento de 20 centavos por m illar de ladrillos
m oldeados, pero se resisten con em peño á
acordar las dem ás condiciones pedidas, que se
refieren á la m edida fija de la adobera y tra­
to más hum anitario á los obreros.
E stos, por su parte, no se dejan intimidar
por la actitud altiva de los patrones y se m an­
tienen firmes en el terreno que han elegid o,
dispuestos á obtener una victoria com pleta.
D ías pasados los dueños hicieron propalar
la noticia de que en caso de no reanudar sus
labores los obreros parados, se verían en la ne­
cesidad de desalojarlos de las viviendas que
éstos tienen en los hornos. Conocida la am e­
naza por la organización gremial, ésta dispu­
so se preparara en el caso de que ella se lle­
vara á efecto, alojamiento para los obreros ex­
pulsados. Aún más. A objeto de provocar es­
ta resolución, los huelguistas presentáronse en
los hornos pidiendo á los patrones el pago in­
m ediato de los salarios que se le adeudaban
y re sueltos á llevar por sí mismos á la prác­
tica la amenaza patronal.
L a cosa fué casi cóm ica. L o s dueños de
hornos se jabonearon, com o vulgarm en te se d i­
ce, y se resistieron á abonar los salarios ad eu ­
dados, con su bterfu gios de diversa índole, pe­
lo en el fondo con el propósito de im pedir
el éxo d o de sus obreros.
A título de inform ación describirem os á
gran des rasgos las condiciones norm ales del
trabajo para los cortadores de ladrillos.
L a forma de la rem uneración es el ajuste
á destajo por m illar de ladrillos m oldeados,
$ 2,50 antes de la h uelga, sum a m iserable que
no perm ite á los obreros obtener después de
una jorn ada que va d e 12 á 16 horas, sino
una m ensualida 1 m edia de ochenta y cinco
pesos. A g ré g u e s e á esto, la im posición de v i­
v ir en alerta constante para que la llu via ú
o tro accidente m eteorológico
no eche á per­
der el fruto de tanta labor y, se considerará
la ju sticia del reclam o obrero.
Hasta el momento de cerrar nuestra hoja
la huelga se mantenía con encom iable firme­
za y estusiasm o.
Obreros del puerto Un conflicto serio en
perpectiva La obra de las organizaciones
patronales -L a consideración del b oycott al
arm ador M ihanovich ha sido postergad o por la
asam blea de los obreros del puerto, el dom in­
g o 17 del corriente, para resolución de otra
que debería realizarse el 23 6 24. L a produc­
ción de otro conflicto con la casa cerealista
D reyfu s, no ha sido ajena á este tem pera­
m ento, pero la causa prim ordial consiste en
la gra v ed a d especialísim a que reviste ahora el
asunto. L a aplicación estricta de un boycott
va haciéndose cada día más im posible para la
sociedad de resistencia, por la fuerza contra­
ria y esterilizadora que im portan las asocia­
ciones patronales, las que á pesar del núm ero
reducido de sus hom bres, logran sin em bargo
savar al patronato de la coyun tura y substi­
tuir á los ob reros organizados. D e aquí que
éstos se vean ahora después de un frío y ra­
zonado análisis de la situación ob ligad os á optar
más bien por m ovim ientos gen erales, de esfuer­
zos más difíciles, pero de resultados más positi­
vos, y tal v ez más favorables. Ten ien do en
cuenta estas circunstancias, es más que probable
la producción de una gran h uelga en el puer­
to para la sem ana próxim a. T a le s á lo m enos
son los inform es que hem os obtenido en fuen­
te fidedigna. N o solo la pedirán los estivadores sino tam bién los conductores de carros,
que por las causas anotadas, se verían casi en
el m ism o riesgo de fracaso.
E sta es la obra de las organizaciones p a tro ­
nales, sobre cu ya m isión de orden se foijan
tantas ilusiones sus fundadores y la prensa
asalariada del capitalism o. Un m ovim iento que
se resolvería por un b o y co tt parcial, fácilm en­
te term inado con un poco de buena fé de par­
te de uno de los más voraces lobos del capi­
talism o, está á punto d e en volver ahora á las
dos clases en una batalla de sin gu lar trans­
cendencia y peligros.
P o r nuestra parte, nos felicitam os de acuer­
do con el principio de que la agud eza é in­
conciliabilidad de espíritu de capitalistas y
obreros con trib u ye á determ inar en m ayor g ra ­
do, lo que hace aún tanta falta al proletaria­
do del país: la conciencia de clase.
T alabarteros — E ste grem io realiza otro im ­
portante m ovim iento en protección del obrero
E . Zopatti expulsado arbitrariam ente del ta­
ller de L ó p ez A lv a re z y Cia., A rte s 58.
R equ erida la Unión O b reros T alabarteros
por los com pañeros de Zopatti á fin de obte­
ner su readm isión, con una buena voluntad incom iable, se ha hecho inm ediatam ente solida­
ria y enviado una nota á los propietarios del
taller reclam ando la abolición de las multas,
el in greso del expulsado y la im plantación de
la segunda entrada de la mañana.
Sabedora la otra organ ización O b reros Ta­
labarteros y anexos del conflicto producido se
ha solidarizrdo por entero con el m ovim iento.
L a h uelga dada la arm onía de la acción
em prendida, no cabe duda term inrá con un
triunfo análogo al obtenido últimamente.
Albañiles—E l m ovim iento que parecía lle­
g a r á su térm ino con la obtención casi g e n e ­
ral de las ocho horas, parece de nuevo reabrir­
se por la actitud desleal y doble d e construc­
tores y arquitectos.
Com o lo advertía el sindicato de los alba­
ñiles á los obreros del grem io, la aceptación es­
pontánea por parte de aquellos á las condicio­
nes pedidas, y su resolución contradictoria de
no subscribir ningún docum ento eran m otivos
más que suficientes para despertar las sospe­
chas y desconfianzas de obreros ya avezados y
escarm entados por las artim añas capitalistas.
E l hecho se ha producido antes de la fecha
en que era esperado.
E l 16 del corriente la m ayoría de los g ra n ­
des constructores y arquitectos con toda ho­
m ogeneidad, restablecieron la jornada de nue­
ve horas, colocando al grem io en las condi­
ciones anteriores al m ovim iento.
L o s albañiles em pleados en esas obras han
parado inm ediatam ente el ttabajo y la huelga
ha vuelto á asum ir el carácter general de sus
prim eros días.
Con su acostum brada talsia la prensa bur­
guesa y el parlam ento ha condenado la .b ra­
va y ju sta actitud de los obreros engañados
pretendiendo desconceptuarlos ante la opinión
pública
i
intentando demostrar com o siempre
que la situación de ellos es por demás envi­
diable y satisfactoria.
C ochebem b•
P r e c io d e
N o han faltado obreros en vejecid os en el
trabajo que se hayan en carg ad o de restable­
cer la verdad en todo su brillo, descon certan ­
d o los falsos apóstoles de la d em ocracia y la
„ 8EMEHTKE.................................... .
» TRIMESTRE
............................
»
Circunscripción 16”— R ealizará una im por­
tante velada el d om in go 24 del co rrie n te á las
8 p. m. en el local de la «Sdad. D em ocrática
Italiana» C ab ild o 2358.
L a conferencia estará á ca rg o del co m p añ e ­
ro A. S . L o ren zo, y se pondrá en escena las
chistosas com edias en un acto « L os dem onios
en el cuerpo» y «Caerse de un nido»; y el d iá ­
lo g o titulado «Tam bién la ge n te d el pueblo.»
E l precio de entrada á esta fiesta ha sido
fijado en 0.60 centavos, destinándose su pro­
ducto á beneficio de « L a V an gu ardia» y del
C om ité Pró Presos de la U . G . de T .
Circunscripción 8 .“— E ste centro ha o rg a ­
nizado una función teatral conm em orando el
tercer aniversario d e su tundación, que tendrá
lu g a r el día 23 de S etiem b re en los salones
de la « T ip ográfica B onaerense», ca lle San
Juan 3244.
En tre los núm eros d el p rogram a figura la
obra de reciente producción del com p. L u is
L o tito, titulada « L a E x p u lsió n » .
A BENEFICIO DE “LA AC01ÚN SOCIALISTA"
Un gru p o d e com pañeros ha o rg an izad o
una conferencia, función y rifa, cu yo producto
se destina á aum entar los fondos d e esta p u ­
blicación.
A fin de asegu rar el éxito, se rem itirán á
las organ izacion es grem iales y cen tros so cia ­
listas, invitaciones y boletos de rifa, qu e a gra ­
decerem os destinen un poco de esfuerzo para
colocarlos en el m ayor núm ero posible.
L a fiesta tendrá lu ga r el 11 d e N oviem b re
próxim o, en el salón W orw aerts, R in cón 1 1 4 1 .
¿Devbabes crueles?
Con las reservas d el caso, reproducim os el
sigu ien te telegram a á e L a Prensa:
« E n la sesión celebrada a yer por el co n gre ­
so socialista reunido en la ciudad de L ieja el
diputado B ern stein ,jefe de la fracción llam ada
revisionista, pronunció un discurso, en el qu e
puso de m anifiesto la decadencia del Reichstag, puesto que el gob iern o adop ta con fre­
cuencia m edidas im portantes sin consultar á
los representantes de la nación. Lam en tó que
la im potencia política de los socialistas para­
lizara el efecto de sus triunfos, y term inó d i­
ciendo que á pesar del núm ero crecid o de
los representantes socialistas en el parlam en­
to, la influencia del partido sobre la m archa
de los sucesos es casi nula.
«Las declaraciones de Bernstein fueron a co­
gid as con algunos m orm ullos d e protesta.
«En la reunión que celeb ró esta tarde el
con greso, el d iputado Bebel d eclaró que los
obreros estaban en el d eber de repeler con
todos los m edios de que disponen los ata­
ques que se hacen al principio d el su fragio uni­
versal y d el vo to secreto.
« E sadeclaración fué som etida al con greso en
lo r m a d e u n proyecto».
** $
N ada com o las palabras del leader d el re­
visionism o alemán tan insospechables d e toda
falsía ó mala intención, vendrían á ratificar la
veracidad de nuestros ju icio s anteriores.
N o som os ya nosotros los detractores ca­
prichosos del parlam entarism o alem án, su con ­
denación sale de la boca misma de uno d e los
im portantes hom bres de la dem ocracia social
alemana.
L a graved ad y contundencia de las palabras
de Bernstein hace inútil todo com entario; el
lector por sí sólo ante sus verdades, podrá
lácilm ente hacer el ju icio más oportuno y ló­
gico , sobre las virtu des exim ias y tan pondera
das, que se han atribuido á la acción parla­
m entaria positiva, no sólo del R eich stag ale­
mán, sinó de todas las cám aras legislativas
el mundo.
N U M E R O S U E L T O ....................................................0.10
Notas administrativas
Movimiento Socialista
Unión ObreroSjTalabarteros— E sta sociedad
festejará su duodécim o aniversario, con una
gran función conferencia y baile fam iliar el sá­
bado 23 del corriente á las 8 p. m. en el sa­
lón de la U nione é B enevolenza, C a n g a llo 1368.
S e pondrá en escena el dram a L a Pa sion aria
y el ju g u e te cóm ico Salvarse en una tabla. H a­
blará E m ilio T roise. E n trad a un peso, asientos
0.20.
S om brereros -Celebrarán asam blea el dom in­
g o 24 á las 8 a. m. en su local S olis 2 14 9 ,
O rd en del día. A cto anterior, n om bram iento
de revisadores de cuentas, inform e de la com i­
sión en cargada de estudiar la constitución de
las secciones, pacto de solidaridad, varios. S e
recom ienda puntal asistencia.
Unión Gremial Femenina—E sta sim pática
agrupación prepara un interesante m atinée que
tendrá lu g a r el dom in go i° de O ctu b re en el
salón de la calle M éxico 2070.
L a conferencia de costum bre estará á ca r­
g o del com pañero Iñ ig o Carreras.
S a e c r lp c ló a
POR A Ñ O .............................. ................................................* 2 U0
iusticia.
. .
E l grem io se m antiene resu elto á reivin d icar
sus derechos y con el propósito esta v ez de
no ser víctim as de los fraudes y pillerías de sus
insaciables amos.
_____
Gremiales
340*
E . Iba ñ ez— R ecib im o s carta. S e contestará
p or correo .
— E n reem p lazo d e este com pañ ero q u e se
ha ausen tad o d e la ciu d ad d e S a n tia g o del
E ste ro , se ha d esig n ad o en el carácter de
a gen te d e nu estro p e rió d ico al com p. R óm ulo
R ava.
P rim itivo Centeno.
San Ju a n — R ecibim os
carta acep tan do el c a rg o d e a g e n te en esa.
G racias; va con testación .
R ogelio E spinosa. R o ja s — R ecib im o s carta.
Ind íqu enos un com pañ ero que q u iera ser nues­
tro agente.
AVISOS
Im prenta y Encuadernación
de LOTITO y BARBERIS
321 -
CALLE
LAVALLE -
321
Casa especial para impresiones de todo gánero
LOS FUNDAMENTOS DEL SOCIALISMO
CA R LO S H ERSCH EL
p o r
E s una re co p ilació n d e los ju icios v ertid os
sob re el socialism o, p o r los m ás em inentes so­
c ió lo g o s con tem porán eos. S u lectu ra es tan
necesaria com o in stru ctiva.
E n ven ta, en la a d m in istración d e L a V an­
guardia, D efen sa 888.
LA IN T E R N A C IO N A L
Revista Socialista
J tp a r e c e m ensualm ente
R edacción: A zcuenaga 981
A dm inistración: Cuyo 1932
“LA V A N G U A R D A
D iario socialista
S u sc r ip c ió n
m en sua l
1 $
Es deber de todo socialista conscien te el contribuir con su suscrip­
ción al sostenim iento del órgano ofi­
cial del partido.
Redacción y Administración: Defensa 888
Avanguardia Socialista
ORGANO
de la fr a c c ió q Revolucionaria
D IR IG ID O P O R
A. LASCOLA 7 W, M0CCH2
MILAN
Via Ugo Foscolo 5
LA LEY DEL TRABAJO
F olleto conteniendo los juicios que
h a m erecido de los socialistas el pro­
yecto del ex M inistro González.
A parecerá en breve
P or pedidos dirigirse al C entro Socia­
lista del Azul.
EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO EN RUSIA
por A . S. L O R E N Z O
Precio 10 centavos.
El beneficio de la venta se destina
por m itad al Comité Pro-Presos y
edita °
° CÍalista del
que lo
A las organizaciones gremiales
y centros socialistas
La
redacción
agrad e ce ría
á
de
las
L a A c c ió n S o c i a l is t a
com isiones adm in istrativas
de sis asfm
UK
Pr aOCeS, h rCmÍSÍÓn ^ inform es
de sus asam bleas y dem ás actos sociales á fin
de d arles pu b licid ad en sus colum nas
Es necesario recordar á los compañeros, la conveniencia de no cejar en el
o e a lm n l? ’0 8’ cons.ej o d e ' “ Unión, hace algún tiempo inició contra la fábr íca
m « l t Pi“ 'e a ta 'V-a
como un
medio do av ad ar a la resistencia que
d i casa
™ ' f * lue'&nistas hacían A dicha
Ningún obrero debe
prar pro­
ductos de la fábrica Lacom
Argentina;,
p a r a h a o e r c o m p , , „ dV
;
capitalistas el valor d éla fuerza obrlera.
La Acción TSbeialista
ÍI8 * * a q i o * .
34oz
r lP o ¡6 n
í p e r ió d ic o
s in d ic a l is t a
r e v o l u c io n a r io
AÑO
sírativ as
ir ta .
B a jo ©1 estado
Se
i C d e Pt r0
*
en el r nt!tag0 d el
al c°m p .
R ó tu lo
J ^ n ^ R e c ib ¡m o s
de aS ente en esa_
Recibimos carta.
l,e quiera ser
núes-
os
adernación
arberis
ALLE - 321
nes de todo ¡jónero
EL SOCIALISMO
ÍR S C H E L
los juicios vertidos
más eminentes soSu lectura es tan
ración de La Van-
CIONAL
tlista
ta lm e n te
a 981
ón: Cuyo 1932
1A "
> socialista
ju a l
1
1.
T R A B A JA D O R E S !
Contestar4
0
$
socialista cons;on su suscripdel órgano ofi:ión: Defensa 888
ocialista
v o lu c h n a r ia
OR
Ugo Foscolo 5
TRABAJO
los juicios que
ialistas el proGonzález.
U ° a v e z más nuestra
■
“ ----------------------------burguesía ha apelado
...
á sus recu rsos extrea e s it io
mos para sofocar las
vig o ro sa s
dem andas
proletarias; una vez más ha puesto en ejercicio to ­
dos los m edios de represión y tiranía para detener
vuestro avance, para im poneros el servilism o, para
asegu rar su gan an cia y afianzar su p riv ileg io so­
cial; una xez más con audacia cín ica se ha d es­
pojado de la hipócrita vestidu ra que la consagran
como distribuidora de ju sticia, para p resen tarse
tal cual es y tal com o se le imponen las circun stan ­
cias- la clase capitalista dueña de la riqueza, que
se apropia de una parte del trabajo obrero, que
acum ula á expensa del eslu erzo obrero, que ha
organizaEo la socied ad en la form e determ inada
por la naturaleza y la esen cia de sus in tereses, que
tiene el gobierno político jurídico y m oral de
aquella, que d esarrolla y estim ula una serie de
convencionalism os m uy aptos para afirm ar su pri­
vilegio; la clase capitalista, en fin; que al sen tir
amenazada su ganancia, al sen tirse disputada en
la posesión de los frutos del trabajo; que ante la
actitud resu elta y revo lu cio n aria del proletariado
se bate á brazo partido en la plénitud de sus fuer­
zas, sin am bajes ni cortapizas, y solo espasm ódicam ente preocupada en reconquistar su predom i­
nio absoluto, en refo rza r su im perio tam baleante,
y en perpetuar el pasado que és p erp etu arse á si
misma.
Una vez más, trabajadores, la punzante enseñ an­
za de los hechos proclam ándoos con su elocu en ­
cia soberana é indiscutida, com o frente á vu estro
mundo en plena gestació n y desarrollo, sabe eri­
girse el mundo capitalista dispuesto á em peñar
todas las b atallas, dispuesto á re sistir y á atacar,
arm ado de todas las arm as, irrespetuoso de todos
los escrú p u lo s.
Una vez más la lucha revelán d ose en su clara y
precisa rerlidad. acentuando sus ca ra cteres y d e­
m arcando con m ayo r nitidez las p ersp ectivas de su
porvenir.
A l crecim iento constante de vu estras o rga n iza ­
ciones, único p resag io del triunfo de mañana, á la
capacitación y disciplina p ro gresiva de vu estras
energías, al robustecim iento continuo de vuestra
acción en el cam po accidentado de la lucha, c o ­
rresponden tedos los actos y sentim ientos de
oposición del adversario, y su decidida voluntad
de b aegar por vu estra absoluta sum isión y por
el vencim iento de todo obstáculo á la estabilidad
de su régim en.
Y no invoquéis á las pretendidas garan tíás con s­
titucionales y disposiciones ju rídicas consign adas
en los códigos. E scritos por la b urguesía para re s­
ponder en determ inadas circun stan cias á sus reales
intereses, la ló gica y el buen sentido bien indica
que se ha de despojar de ellas cuando le m olesten,
que las ha de olvid ar cuando no las n ecesite para
m ueirse de las que le inspire su conveniencia
en cada momento ae la g u e rra civil.
G arantías constitucionales! son hoy com ida de
ingenuos, que solo pueden continuar sugestionan­
do á los ingenuos.
L a lucha ha conquistaeo su verdad ero terreno y
su m ás exa cta fisonom ía: es el choque continuo
y cada vez m ás enconado de dos fuerzas sociales
que se repelen y se exclu yen ; es la g v e rra á m uer­
te de dos mundos cu yas existen cias no pueden co n ­
cillarse; es la g u e rra á m uerte de la legalid ad
burguesa constituida por toda su tradición h is­
tórica y jurídica, por las inspiraciones de sus in ­
tereses, por todos y cada uno de sus actos con ­
tra la leg a lid a d obrera que em pieza á crecer, á
desarrollarse, que b rega por definirse h asta ad?[uirir la n ecesaria consistencia y solides de triuno; contra esa le g a lid a d obrera que se m odela
en en el seno de las organ izacion es p roletaria y
que se m anifiesta cada vez más vigorosa, en cada
una de los actos, en la acción com pleja y conjunta
de aquellas oaganizaciones.
Y esa es la lucha, lucha de predom inio entre el
mundo de la explotación, del parasitism o, de la ti­
ranía, de la cla se cap italista y el mundo del traba­
jo organizado, de la fam ilia p roletaria en m archa
á su independencia, dispuesta á im poner su g o ­
bierno, á sancionar su ley.
Y «sa t s la lucha em peñada sin escrúpulos, lle­
vada á todos los lugares, realizad a con todo los
medios y con el recu rso de todas las arm as.
T R A B A JA D O R E S !
Inundad vu estro s cereb ro s con la gran luz de los
hechos. D isipad vu estras vagu ed ad es y afirm ad
-
B U EN O S
A IR E S ,
OCTUBRE . DE
1905.
N U M ERO
7.
vuestra coneiencia con las enseñanzas profundas
de los hechos.
A p ren ded en ell js las preciosas nociones que os
ofrecen para q n e s e p ú s a c e la ra r vu estra m archa,
afirm ar vuestro mundo y conquistar su victoria.
A prended en la actitud del ad versario á ven cer
tim ideces, debilitadoras de las m ejores energías.
O b servad com o aquél rom pe todos los escrúpulos,
supera todos los lim ites, y se esfu erza con audacia
y cinism o en satisfacer las ex igen cia s im puestas por
la consolidación de su dominio. O b servad com o ante
cada acto de los vuestros, apela á todas sus fuerzas,
pone en ejercicio s todos sus recursos: el recu rso
de la ley, el recu rso de las m edidas violentas y
coercitivas.
Cuando los obreros estivad ores han paralizado
la vida de los puertos argentin os, cuando han n e­
gado el provech o que rinde su trabajo abriendo un
paréntesis al proceso de la explotación b urguesa,
cuando han violentado así la ley prim era y funda­
m ental del régim en actual consistente en la sum i­
sión obrera y en >a acum ulación capitalista, nuestra
b urguesía, la burguesía criolla, sacudida en sus b a­
ses, herida en pleno corazón, no ha vacilado en
obrar, com o y en la íórm a reclam ada por las c ir­
cunstancias S e inicia obstrucionando la libre
acción de los huelguistas, obstaculizando el libre
funcionam iento de sus organizacion es sindicales,
aprisionando los cam aradas más in teligen tes y lu­
chadores; pero ante la ineficacia de estas medidas,
que sólo tienen el poder ds e x a lta r las conciencias
y las pasiones obreras, de rob ustecer y ensanchar
el m ovim iento huelguista, ya no va cila en adoptar
las actitudes extrem as; y para disculpar sus crím e­
nes, para en volverlos eb las som bras del silencio
sanciona la ley d el e s ta d >de sitio, en la esperanza
de que su sim ple decreto llevaría, com o en ocasio­
nes anteriores, el terror entre las filas obreras.
Ha hecho todo lo que ha podido, todo lo que le era
perm itido realizar, y hubiera continuado en sus
m ovim ientos si no se hubiese sentido paralizado
ante la terrible im presión cíe un debilitam iento en
sus tuerzas, no presentido, com o consecuen cia de la
m ayor potencia del ad versario que ju zgab a aún
extrem adam ente débil.
E sp eraba que el miedo cundiendo entre vosotros,
os acon sejaría el inm ediato retorno á los lu g ares
del trabajo os acon sejaría la sum isión y el respeto
servil á su autoridad cíe prepotentes.
Os creían débil y cobarde com o en la jornada
anterior durante los prim eros m eses del corriente
año. No os pencaban cap aces de v o lv e r por vuestra
dignidad, aleccion ados por la exp erien cia, fo rta le­
cidos por la lucha, con vu estra conciencia de clase
m ás nítida y perfecta, con vu estro espíritu de luch a­
dores vigorizados, com o resultado ue sus propias
arb itrariedades y desm anes.
Es así com o estaban m uy lejos de p resen tir que
la sanción de la ley m a rcia l por el estado burgués,
sería contestada por el estado obrero con la d ecla­
ración de la h u elga general, y con la perm anencia
airada de los obreros del puerto en sus lu g ares de
com bate.
Y asi habéis cum plido con vu estro deber, obrando
en la m edida de las circun stan cias im p revistas y de
la im preparación de vu estras huestes.
T en éis cum plida una jorn ada, tenéis conquistado
un palm o. L o s erro res y deficiencias de hoy os
servirán de lección p ara mañana.
A la aud acia de arrib a h abéis sabido con testar
con m ás en erg ía que en circu n stan cias anteriores.
P ero no está cum plida aún toda la obrainm ediata.
P or espacio de noventa días pesará sobre nosotros el
estado de sitio con to d is sus arb itrariedades, con
todas sus traiciones, aum entado con las m últiples
probabilidades de ser prorrogado por va rio s m eses
m ás.
¿D urante todo ts e tiem po qué debem os hacer?
¿D isculparía vu estra resisten cia del prim er m o­
mento, á la indiferencia, al m utism o á la inacción
posterior?
Nól trabajadores, vu estro p orven ir está preñado
de gran d es esp ectativas, que p resagian nuevas
batallas.
L a lucha reclam a m ayores esfuerzos, superiores
en ergías. En el m utismo y en la inacción se pier­
den las adquiridas.
Tenéis, por consiguiente, el deber de no consentir
que la tiranía b urguesa d isg reg u e vu estras filas.
D ebéis em peñaros entusiastas y decididos en m an­
tener vitro'el espíritu de rebeldía, en aum entarlo, en
h acerlo más poderoso. En a cla ra r la conciencia de
las m asas con la difusión de nuestra literatu ra
o b rera y revolucionaría.
En m atener y estim ular el espíritu de solidaridad
llevando á cabo reuniones, y asam bleas.
En ejercita r así el desarrollo y la fortaleza de
vu estras organizaciones. Estas son el principal
balu arte de la lucha. E llas constituyen el peor
p elig ro del enem igo. C ontra ellas d escarga toda
su audacia, todo su poder. A ellas sólo le co rres­
ponde el arm a única capaz de ten erle en jaque, de
producir su desconcierto.de q u eb rarsu prepotencia.
L os hechos os lo ensenan con su lucidez irrefuta
ble: la hu elga, la deserción de los lu g ares del tra­
bajo de los productores, tiene el poder de sacu dir
al mundo burgués; la h u elg a le obliga á las a ctitu ­
des más extrem as; y sólo con la huelga os es posi­
ble ejercita r un acto de protesta y de resistencia.
A m ad la, pues; dedicadle vu estras m ayores aten ­
ciones, vu estros m ejores cuidados.
A cada momento tendréis que esgrim irla, porque
á cada m omento tendréis que obrar.
Trabajadores!!
olvidéis que estam os bajo el estado de sitio,
y, por consiguiente, expuestos á las arbitrariedades,
á los abusos, á las audacias del adversario, que sólo
se pueden red u cir con audacias m ayores.
Y no olvidéis que el medio más práctico, m ás r á ­
pido, más contudente de re le g a r á la historia y para
siem pre el ejercicio de la ley m arcial sólo co n ­
siste, sólo puede consistir en la resisten cia p ro leta ­
ria realizad a m ediante vu estras o rgan izacion es sin ­
dicales puestas en la plenitud de sus fuerzas y en el
g rad o más álgido de la acción revolucionaria: en
L A H U E L G A G E N E R A L que determ ina la m uerte
transitoria (por ahora) de la sociedad cap italista y,
á su vez la exaltación á su vida más intensa de la
sociedad proletaria. ¡¡ ^ b a j o e l e s t a d o d e s i t i o !!
d o n e s estatales de la burguesía; em pleo de tg io s
los m edios para con trarrestar la barbarie en auge;
preparación de un próxim o y gran m ovim iento
p roletario en que cada agru pación siendo solidaria
con la6 dem ás, obre com o debe obrar, sin m ira,
m lentos, sin hum anitarism os que han conducido en
m uchos casos, ai proletariado á la m atanza.
E so es lo que reclam am os de la clase ob rera de
de la república, eso esjlo que los suprem os intere­
ses de la misma le aconsejan, y esta realidad pal­
pitante, aguijoneando la m ente y el corazón de
nuestro proletariado, no^se esterilizará en pueriles
tem ores; sin ó ,p o r el contrario se traducirá en una
robusta acción revo lu cio n aria, que determ inurá el
debilitam iento de la b u rguesía y una explosión de
vida en perpétuo retoñnm ienio en el m uado p role­
tario.
. ■
.
■
mi. C1.1¿¿I
m inos claros, la revueltaVde la clase trabajadora,-«s
la negación del régim en cap italista; es la tíu e rz u
nu eva que al ir elaborando otro orden de cosas,
con sp iraLcontra la existen cia del predom inio bur­
gués; es la u u ’. eriaUzACióaó m ejor dichcg leí Iplanteo
en térm inqs claro..!, p recisos é irred uctibles de-los
antagonism os sociales,u.-.Bor eso Ja otgar.ización
obrera tendiendo d sacudir el y u g o cap ita lista , sblo
es factible m ediante ln luchh contra tn clase e x p lo ­
tadora.! L a organ ización o b r e ra , trae p u e s ’fáialm ente ap arejad a rea lucha. F rente á la socfeddti
proletaria, la sociedad b u rg u e sa .v Y ’'ln fcolueióñ
librada exclu sivam en te d u n í g u erra" sin 'c u a r te l
entre am bas clases.
i1
. i. i !
, ,iti
L a obra co n stru ctiva del proletariado’ réeFartih,
en su cohseóuencia, la destrucción prijgrdsivá* y
contem poránea del actual orden de1 donas.)lj L ,'ir r '
> Y en* v e r d a d q u e )a org a n iz ació n o b re ra Yin di
- Una v e z más qüe_
rem os llam ar la a te n ,
ftntimilitHi'iHfa ción de los trabajad o­
re s sobre este asunto
Muy poco ó nada se ha hecho, entre nosotros con
respecto á la propaganda antim ilitarista.
Es un cam po da la a cción socialista y rev o lu c io ­
naria aue aún D erm anece inculto; ni cual tod avía no
m ism a im plica ese d e s m o ro n a m ie n to , érr euánfó
c o n c e n tra n d o en su s e n e toda la vida y la'a'cfívidad
de Irt clase tra b a ja d o ra .
"h •
" * ''* 'J 't * n i
P e ro esa o rganización ob re ra; al e s t a r áh^désarrollo ín tim am e n te ligado con el d e r ru m b e cótrefá*
tiv o id e l m undo bu rgu és, necesita e j e r c ita r fina
aéeión d ire c ta m ónte en c a m in a d a á tal o b j e t o . ' Ufia
acción 1n eg a tiv a que s e c u n d e el esfudPzo co n s­
tructiv o d é l a clase t r a b a i n d o r r una acción iidir.Ytlvh
Ii V i v a
la re v o l u ció n so c ia l
H ay algo de fatal en la
h istoria.
El ejem p lorep etido de m u­
<3© clase.
chas revoluciones y tra n s­
form aciones soeiales..no-basta á e n s e ñ a r á la clase dom inante lo que significa
la obstinada, la brutal defensadel p rivilegio, fren­
te á una clase oprim ida que m archa hacia el
cum plim iento de una gran misión histórica.
No p arece sinó que. á pesar de todas las mutacionesoperadas en el seno de las sociedades p e r­
sistiese una necesidad fatal y terrible: la guillotina
y el g arro te para las clases dom inantes en los m o ­
mentos resolu tivos d«d proceso revolucionario; y
no p arece sinó, que el em pecinam iento la con­
tinua violación de las m ism as leye s im puestas
por la b u rgu esía para la defensa y p erp etu a­
ción de su régim en podrido y tiránico, hicieran
ap arecer á la violencia, com o un medio orgánico é
inseparable de toda transform ación social.
Y la burguesía argentin a tan rapáz com o c o ­
barde, se coloca en este terreno; y la burguesía
argentina, inepta, con instintos de bestia, com o si
p erm aneciera cristalizada en el fondo oscuro de
los com ienzos hum anos, incapaz de sosten er un
com bate leal, con el p roletariado del pais, d esp re­
ciando las gran d es leccion es de la historia, quiere
que la hum anidad entera se co n vierta en una nue­
v a plaza de la R evolu ción .
Extasiada, con un orgu llo im bécil, ante la opu­
lencia de su régim en, labrada con la m iseria y la
san g re del proletariado, no sabe que sin éste, su
mundo es nada; que sin el m úsculo potente y la
in teligen cia de la cla se obrera, su mundo tom a
aspectos de cad á ver, no sabe que la im potencia y
la degrad ación son su característica, frente á la
en ergía, á la fuerza incontrastable que se a gita en
el mundo proletario.
Y es por esto, por que com prende que se a c e r ­
ca la hora de su bancarrota como c la se parásita
y exp lotadora del esfu erzo humano, que recu rre á
los m edios más brutrles para salva g u a rd a r su pri­
v ileg io , que trata de h erir á m uerte á la orga n iza ­
ción ob rera del país, en la que ve el au g u r de su
derrota.
iis por eso que ante la form idable h uelga de
estibadores, que ha paralizado todos los puertos de
la república con un v ig o r y una espontaneidad que
asom bra, que ante la am enaza de hue’g a de los
ferro ca rrilero s del R osario, ha prom ulgado por 90
días el estado de sitio. N osotros que no resp eta ­
mos su legislación , por que es la reglam en tación de
la esclavitu d obrera, y por tanto la defensa de la
explotación; nosotros que pensam os con toda r a ­
zón que el estado es un órgan o de clase, resu lta n ­
te de la existencia de una clase poseedora y otra
no poseedora, no pedim os la prescindencia del
mismo en la lucha de clases, porque es im posible;
pero di m enos es n ecesario que el pueblo sepa,
ENZO
y
V
la n fa a a a k ..« M
A
rH im « *U la u t i n
ffrn n
P r o p n jg fn n id a
• un nuevo golpe
d eben disponerse
i resistencia obsti
j :nto y ia energía
• clara y termin
opósito de contest
al enemigo, no cc
, ón y cobardía, sinr
* a su g ra d o mayo
con todos los ene
i los recursos eñe
terse una vez por te
J e la bu rg u e sía ti
:onveniencia bien c
i ip a clases. O b ra ag
: £,-‘ miento obrero, pe
la perjudica, la m
, ,:j •' 1 necesidad de co
com o hasta ahor
pro du cido ese i
m ientras así le
declarará el estad
tio le ofrece la pe
x ió n ieivindicador
B r u ta lid a d
1UÍ10 ENE®
lo
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país.
s, no caer en los
es que tenem os
!!
J Centro Sucia-
miento ae ia socieuau ig u a n m m j ■
rvi i'j wv» * * m«m
cado. obstaculizado, asesinado tam bién, por la entL
dad que resum e en sí la fuerza de la b u rguesía y
salvaguarda sus intereses; el estado.
El hecho real, incontrovertible, lo tenem os d In
vista; estam os sufriendo sus efectos.
*
Una b u rg u esía que de acuerdo con la com ple­
jidad de sus intereses, que inspirándose en sus
necesidades de c la se detentadora del esfu rzo
proletario, no vacila en ap elar á los m edios más
brutales para im pedir la elevación de la m asa
obrera; que ante el acTescentam iento constante de
la organización proletaria, que significa para ella
los com ienzos de su derrota; que ante la m ayor
capacidad de acción de los trabajadores, que le
niegan en la época p r o p ic ia d esfuerzo de su bru­
zo y su inteligencia: quiebra su propia legislación
y se adapta á las n u eras necesidades cread as por
la organización revolucion aria del proletariado.
Y así es com o vem os á una de las fuerzas so­
ciales no cristalizarse, así es com o vem os á la bur­
guesía no inm ovilizarse en ios moldes rljidos de
su reglam entación jurídica, sinó por el contrario,
bregando por co n serva r su situación de cla se di­
rigente; así es como la vem os pujando por a p la s­
tar las energías que se agitan en d mundo del
trabajo.
i
L
A P A R E C E E L 11 T 21 de CADA M BS
breve
lü l
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variar su co nduct
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> que im pone el reí
ts, las exigencias
íplo de las b urgu
nadas hasta en p
•era, p o rq u e toda
oobres zonzos extr
irutecedor de ideol
is estas son pamj.
aso una burguesía
jeta en la conce;
ses.
os d e repetir lo q;
n varias ocasiones
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los dos contendí
sía) que h o y se
, solo pueden so
or la victoria de
; obtenida en la m
id desp legad a en
a. O tra solución
jji inobservancia saci
,\\slituciones, el irre
: ' s públicas y de h
Itn p re o c u p ar á q i
capitalista qu e d e í
' le clase qu e conqi
(•abajadora del pah
■ jnenazas de estado dt
• ¿ su m ovim iento sit
neficaz aquellas m<
lya c o nq uistad o un:
n.
pensable hacerle p
nirg u e sía la inconv
o. P a ra ello es in<J
nd er con hechos,
abras, que sus nú
fejar de p ro d u c ir su;
'á estas no sucede
la inactividad pro
sta el presente. Q i
sitio para co nten er
obrero, en adelan
1, y que su sanción
ecer ese movimiento
•ralización, llevarle
po tente manifestac
'ha, d e represalia obr
irguesía sepa, por h
d u ra y e jem p lar 1<
; sitio ya no tienen
e las ma/aderias prole
rio, ile hacerla más ii
a en renunciar á to
a, ella será la prim
ctos d e clase, la sane
esto, no p o rq u e nuest
c o n v e rtid o de hdrfi,
trece creerlo a lgunos
ícillamente p o rq u e v<
tolerancia, la más
á sus intereses de cli
los tra b a ja d o res del f
am enaza d e un nuevT
i en érg ica y ilecididi
a genera!,
d id o m uy o p o rtu n a m i
Iga General d e la F. ()
i. de T. al recabar
eras cual serla su act
te d e nuevo el estadi
o se lian pronunciai
>s m anifestando unánii
hu e lg a general.
LA
is preciso ilustrar nuestros j
as con imágenes concretas (
que se ponen grabados en i
íuestra táctica consiste: Io t
más clara la conciencia de c
más eficaces nuestras arma
Iga).a agitación de las ocho hoi
temente estas dos condición
!n efecto ella tiene la inme
itear la cuestión sobre su v
el terreno económico, y s
terreno económico que ha
>orativa para convertirse en
specialmente en Francia, «
ación tiene la ventaja de d
proletaria del guignol parís
¡e agitan los farzantes del
. hacer olvidar al proletari
misión.
a pequeña Kurguesfa demé
i en nuestros días el pode
ja sus talentos para hacer
ajadores las cuestiones vita
llatán de feria ella nos atur
Aciones y hace brillar referí
i agitación de las ocho ho
ste espectáculo entontecedc
i. segundo lugar, cuanto n:
hr Jornada de ocho horas
ra durable de las condición
jés de las experiencias qu
la jornada de ocho horas,
is beneficios de los grane
ía más bien una tendencia ;
más cierto resulta que ell
ramiento considerable de la
del proletariado. Parece, <
tima mejora la más import
enida en cuenta,
comparación de esta po
estro armamento en la lucí
cación política resulta bier
|r el hecho mismo que la jo
tendría una tendencia á t
ó más bien á neutralizar j
dencia al descenso), por f
lia otorgará más tiempo pa
stia», y para la cultura d
hecho mismo que ella de
ecadencia física de la razt
reparará soldados indivic
sos para la lucha social,
civil.
■
a conquistar la jornada d(
riado tendrá que presentí
go y esta lucha le servir
paración á las batallas fe
más decisivas,
se tratará de la lucha de i
:omo en campaña electora
distrito,
rata de la lucha de clase
iza en el taller y en la c í
caracteres,
jornada de ocho horas no
[a, sino un medio de agita
un alivio, sino un arma,
ornada de ocho horas f<
o fuerte, y nosotros del
la lucha, porque solo vem
El perro capitalista defi
sus privilegios; para arra
mperles los dientes,
émonos para la lucha, p>
solo puede contar para si
erecho del puño.
RmCIIMLISUO DEL
apital no tiene patria, va
buena colocación. Y si
?tación burguesa ha llep
lente, por razón del de
|na explotación internad
1 razas, ni lronteras. y q i
(emente donde quiera ha
Jiro de una intervención
ante este cosmopoliti:
|nal amarilla, debe alza:
10 obrero, correspond
Itagonismo de los inter
( a b r ie l
que todas las prom esas de libertad, de am paro de
derechas y de respetos hacia el mismo de parte
del estado son una mentira, son una farsa de la
dem ocracia basada en antagonism os de clase, y
reclam am os del proletariado ninguna consideración
hacia su brutal y torpe enem igo.
Esta continua violación de la legalidad burguesa,
por la misma bu rguesía, cuando el proletariado
revolucionario la coloca en situación aprem iante,
enseña á la clase obrera, d no v e r en la lucha de
clases, un com bate hiddlgo, sinó un largo y d o lo ­
roso proceso revolucionario, en que am bos con­
tendientes apelarán d todos los m edios para d efen ­
der sus in tereses.
Esto enseña á la clase obrera, á u tilizar todos
los modos de acción que puedan lleva rla hacia su
triunfo finál, d no desperdiciar las circunstancias
favorables para a sertar d su enem igo de clase,
golpes certeros que la desconcierten, d 110 depirse
a rrastrar por al ilusionism o dem ocrático, p erm a­
neciendo iiel d la v ieja máxim a de la internacional:
la em ancipación de los trabajadores será la obra
de los trabajadores mismos.
Y así, confiada en su propio esfuerzo, teniendo
com o norma de conducta, que su m ism a acción, es
la gran cread ora de conciencias rebeldes, con cen ­
trando toda su energía revolu cionaria en el seno
de sus sindicatos, com o centros de descom posición
y recom posición social; es com o logrará su straerse
á estas arrem etidas brutales de su enem igo de
clase, asi es com o neutralizará, para redu cir á la
impotencia, á la acción coercitiva del estado, puesta
en ju ego por la burguesía, cuando se detrim ento
su provecho.
E l estado de sitio viene á realizar en gran e sc a ­
la, lo que realizaban en épocas norm ales, los ins­
trum entos de la burguesía, aunque menos intensa­
mente.
En efecto, ese gran m ovim iento proletario, estaba
obstaculizado en toda la gran de amplitud de su de­
sarrollo, por la acción can allezca del estado bur­
gués.
Y a la policía, precioso instrum ento de represión
obrera, conglom erado de inconscientes abajo de
hipócritas y bestias arriba, había violado con cínica
im becilidad el derecho d t reunión, creyen do am i­
n orar la resistencia de los cam aradas en huelga.
Y a los poderes públicos habían lavorecido, por
todos los medios, el carn eraje, poniéndose de parte
de los que pueden estar: los patrones.
Y á pesar de esto el m ovim iento era cada vez
m ás firme, la solidaridad proletaria jam ás dió
ejem plo más vigoroso.
Y ante
amona» , de huelga de los fe rro c a rrile ­
ros rosarinos, que com plicaba más la luena. y ha­
cia más ditícil, para la burguesía su triunfo en un
terreno leal, ésta y el gobierno creyeron que ha­
bía llegado el día del ju icio , en que había de dar
cuenta de sus gran des crím enes ante el terrible
tribunal de la justicia popular, y se apresura á
sancionar el estado de 6itio, contando con el s e r v i­
lismo de ambas cám aras, para poder así con el
im perio de la fuerza, desbaratar el triunfo obrero,
desconcortar el m ovim iento y som eter á los re ­
beldes.
El presidente Quintana, ex-asalariado de las em ­
presas ferroviarias, no podía olvid ar en este trance
á sus antiguos patrones; el presidente Quintana
ex-asalariado de las em presas ferroviarias, re cib i­
rá su recom pensa por haber impedido que a lg u ­
nos miles de libras dejasen de entrar á los bolsi­
llos oe los accionistas; pero tam bién el pueblo
obrero ha de retribuirle sus am abilidades . . . .
Hoy, hasta la hora en que escribim os, las bruta­
lidades del estado de sitio no han am enguado en
nada los efectos de la gran gu elga.
En el puerto el m ovim iento es m ás firme, toda
la extensa zona que abarca está muerta; la huelga
gen eral solidaria, en lo que realm ente pesa en la
vida ecoúóm ica del país, fábricas, talleres y com er­
cio m ayorista dió un excelen te resultado; solo el
tráfico de tranvías y coches, los dos grem ios más
inconcientes, continuó norm alm ente.
A h o ra los obreros conciernes, quedan á m erced
de la horda degen erada de pesquizas, á m ereed de
la policía, m onum ento de cu ltu ra y equidad, que
hará una v isita de cortesía á los dom icilios obreros,
la ley de residencia, aplicada en gran escala, los
periódicos obreros clausurados y secuestrados; los
calabozos llenos de cam aradas, c u y o único delito
es repudiar este sistem a de opresión y explotación.
P ero todos estos actos vandálicos, estos m alones
especiales de la burguesía argentina, que denota
en el fondo uua gran debilidad y un miedo también
grande, á la organización obrera, no harán sinó
encarrilar por un sendero más revolu cionario á la
obra del proletariado argentino, no harán sinó c i­
menta la conciencia de clase del proletariado, que
pronto se herguirá altivo, cansado de tantas
bestialidades, para pedir cuenta á todos los ban­
didos que la oprimen y tom ar la gran revan ch a
ansiada por todos los hum ildes y sufrientes.
Cam aradas de toda la república: el desaliento no
puede cundir en nueetras filas, todos los bárb ara­
mente perseguidos y vejados confían en nosotros,
nadie debe rehuir el com bate,ninguno debe aparecer
m añana con el est gm a de traidor y de cobarde!
A n im o puesl
V iv a la em ancipación obrera!
ACCION
%
S O C IA L IST A
P r e s id e n t e
Q U IN T A N A
de
i e B e p d b liM y
a b ogad o de U l
salp resa* fe r r o v ia r ia s : H a s in s t it u id o a l o s ta d o
do s it io com o s is ts m a do t u g o b isr n o p a ra rospondor m ojor & t u ca lid a d da d ó c il fu n c io n a r o
b u rgu és y do oolooo p a tr o cin a d o r do loo ingrlooot.
E s tá s em p eñ ado en d e te n e r la c ía de p ro g reso
y o iv ilisa o ió n que a v a n sa au gu ran d o un p o rv en ir
de v e n t u r a ; e s t á s em p eñ ado en eo fo o a r e l m o v i­
m ien to em an cip ad or de la e m a sa e p r o le ta r ia s ,
q u ieres p or to d o s lo s m ed ios a s s g u r a r la e s ta b i
lid ad d el E sta d o , co n te n e r en derru m b e f a ta l, y
g a r a n tir la g a n a n c ia la d ro n a d e lo e c a p it a lis t a s
esq u ilm a d o res de la sa lu d d el pueblo.
P a ra e llo , a p ela s á to d o s lo s r e c u r so s, e s g r i ­
m es to d a s la s a r m a s ; n ad a t e arred ra, que no
se » la ín e r s a de lo s d e ab ajo ; e l c rim en no to
rep u gn a y lo bae p u e sto á la ord en d el d ía : j la s
c a lle s d el B o e a rio h an sid o m a n ch a d a s oon la
«angra d e lo s ob reros !
] G ra cia s Q u in ta n a 1 A s í t e q u erem os : c ín ic a ­
m en te fra n co , y no c ín ic a m e n te h ip ó c r it a !
¡G r a c ia s Q u in tan a! por tu co n cu rso 4 la o b ia
d e a c la ra r, de d efinir la c o n c ie n c ia d e ola»e e n ­
t r e la s m a sa s o b r e r a s ; 4 la obra d e eep ecifio a r
b ien n ítid a m e n te e l ro l de la s in s t it u c io n e s e s ­
ta ta le s ; 4 la ob ra do forjar, en e l cam po d el
com b ate a g iio y v io le n to q u e p ro v o ea t u a u d a ­
cia , ro b u sto s y b ien tem p la d o s e s p ír itu s d e la c h a ,
ta n in d isp e n sa b le p ara arru in ar t u m undo y
ed ificar e l m undo d el t r a b a jo .
P or eso, to d o s t e deb en u n a reo o m p en sa :
A la s p reb en d a s y p ita n s a s qne t e ofreo e e l
E s ta d o 4 la s UbraB e s te r lin a s q n e t e p a g a n
lo s in g le s e s , p ron to, m u y p ro n to , ir á 4 a g r e g a r s e
e l ob seq u io de lo e tra b a ja d o res a g r a d e c id o s.
¡ E s p e r a ! ¡ E sp era !
Si las m odalidades
que asum e la lucha
de clases en el país,
a n tim ilita ri8ta
no fueran m otivo su ­
ficiente para lle v a r la
propaganda revolucionaria a ciertos cam pos vírgen es aún, seguram ente que la acción p ráctica
y fecunda en el cam po antim ilitarista, no se haria
sentir
N ecesidades im periosas que su rgen de la lucha,
obligan hoy más que nunca, al p roletariado á e x ­
tender su radio de acción al cam po m ilitarista;
pero no Diatónicamente, con la sim ple p ro p ag an d a
ideológica, sinó de una manera p ráctica, de a c u e r­
do con la rea.idad.
Hoy más que nunca, repetim os, se hace sen tir
la necesidad de una activa propagan da a n tim ili­
tarista, en el sentido de preparar á las gran d es
m asas de conscriptos, para que se nieguen á a ta ­
car al pueblo obrero cuando éste, en lucha con el
capitalism o, ponga en p eligro, siquiera sea por
un momento, su estabilidad.
Una propaganda activa, tenaz, que se palpe en
los hechos, dando por resultado la resisten cia de
los conscriptos á acom pañar y defen der á los
carneros, dando com o resultado m ás fecundo aún,
la resisten cia de esos mismos con scriptos á su sti­
tuir á los obreros huelguistas, cuando alcan cen á
com prender la traición que hacen al pueblo de
donde salieron, pada ir á resp irar la atm ósfera
podrida del cuartel, esa escuela del crim en, foco
de barbarie que anula las m ejores in iciativas,
para desarrollar el espíritu de servidu m b re y los
instintos más bajos y bestiales del hom bre.
E ste sería el prim er paso para hacer m ás tard e
im posible el servicio militar, sea por las d e se r­
ciones y la resisten cia de los sorteados, sea por
la misma propaganda revolu cio n aria en e l seno
del cuartel.
P erd esta prim era etapa á re c o rre r no puede
ser la obra de individuos a isla d o s; debe se r la
resultante de una fuerte y concierne organización
antim ilitarista, en la que deben form ar parte los
directam ente interesados: los futuros conscriptos.
Y esto no es un im posible, aunque ten ga sus
obstáculos que habría que ven ce r con p e rse v e ­
rancia y energía.
En otros países las organizacion es de este g é ­
nero dan sus herm osos resultados L a propagan da
su b versiva en el cuartel preocupa sobrem anera
á la burguesía de todo el mundo, porque su r é g i­
men se ap oya en la fuerza y la ignoran cia
Aquí, entre nosotros, h ay qile ech ar las bases
de esa organización, dedicarle los m ayores e s ­
fuerzos, y sus consecuencias se harían m ás n o­
tables que en otros pueblos, p or el mism o c a rá c ­
ter del criollo.
F ácil es hacer com prender á los conscriptos
que en gran parte son de los cam pos, que m ien­
tras ellos defienden á los cap italistas en los pue­
P r o p a g a n d a
blos y ciudades* ah ogan do con la fue,
vkBiftfttos obreros; allá, en ctrck|ipo,
son e*p lo t* d o * por los terratenfeiuc*
trabajfcd°r*? p ? r *0*. in d u s t r ia »
Q u * alhtTñnim én, en m edio d e
que los rodea, sus g rito s de p rotesta cüaj
m ás pan y una jo rn a d a mas humana, _
ados por la fuerza; que ellos v o l v e r ^ .
su casa y un dfa sentirán éñ sT e t^ g ^ L
lucha, v serán tam bién m altratados, como
época lo hicieron ellos con sus hermanos
del pueblo.
Q ue sus padres, com o ellos, no serán
perm anezcan sum isos, m ás que bestias d tl
instrum entos del c au d illo ra te ro y de'
exp lo tado r.
Y esos hom bres que am an la libertad
en ella han vivid o , serán rebeldes,
toscam ente, in stintivam ente talvez, á iiu
no so p ortar la d iscip lin a em brutecedoñ U 1
tel, á no d efen d er á los capitalistas ej
y am ar á sus herm anos de infortunio,
i A la obra enton ces I
No esp erem o s que se p roduzca otro g m
vim iento ob rero com o el qu e hemos p m m m S
en que vearao á los carn e ro s escoltadosTaS?
criptos y á los h u egu istas sustituidos
p or ellos para a co rd arn os recién lo quejfc
hacer, culpándonos nosotros mismos por fifitrab ajado en ese terreno.
f
presentado
ner para h a cer tj
d e 1 . i n j u s t i c i a ti
^
Una vez más U
ffo b e rn a n te s ,
d es
S a n id a d , de honj
re ite ra r su
la c lase trab aja d o
Una v e z más, ei
confiado, c u y a bo
tontería, ha.podid;
poderosos « e " enM
1 Q a é le resta, f
que todos los tral
buena v ez p or tod
otra exp resión qu
m inante m am festa
•hacia todo cuanto
del p ro letariad o ?
¿Q u é puede esp
de los que con ta
lidad han aho gad o
L A IN T E R N A C IO
inaciones, a Pon ^án.
cida, encarcelánd ol
S e nos p id e que pon gam os en c o n o cm i^
ultrajándolo torpe
los su scrip tores de esta revista que
¿C on tin u ará c re j
¿ A q u ila ta rá , p or 1
situació n an orm al que atravesam os,
p en d id a la a p arición d e su ú ltim o número.
él tie n e p ara sus h
Tan pronto como la s circu n stan cias lo
do y oprim ido ?
se procederá d e nuevo á su publicación.
¡ Oh 1 c re em o s, 1
ciclos, que esta es, 1
ficios serán in calci
laff discusiMg
da sald rá al cab o
P a r la m e n to á En
brará e n e rg ía s a
diario sostenewgK
m uchos compañeros* 1 desesp eración y la
y sin d ic a to
afirm ar que la a a $
can alla g o b ern an te
c ia lista parlamenta^
tallsm o. el fraca so
disputable triun fo 1
be se r una a cción absolutam en te negativa;P o r esto (bendita
los rep resntan tes so cia lista s en los padu
deben lim itarse á h a cer ob ra crítica, obra
opresión!
ledora.
T od o ellos, con el
C riterio este em in en tem en te marxista y a
zas que trae apareja
del capital! hará qi
lista.
Sin em bargo, los que asi piensan no se cootÉ ■
. el fin de todas vu
v u estras indignidad
sindicalista y. lejos de eso, nos combaten.
/Com o se ex p lica esto?
realizad a su cohesié
y tom e con su s pr<
L o s so cialistas de todas las tendencias
de acu erd o en que al actu al gobiern o d e J k S f tros os em peñáis er
bres, su ced erá la «adm inistración de las eos» t
S i el parlam ento debe s e r objeto de nuestrai I
dem oledora; si ten dem os á la «destrucción delji *
político burgués» y de las instituciones
todas ¿cual se rá esa «adm inistración de lasABi tf L a h u e lg a
No vem os otra sinó el sindicato.
f
S i este debe se r el ente re g u la d o r de la pnl j e n d i v e r s o s
ción y la distribución en n uestro mundo fin
este es eh la actu alidad e l ente defensor de iií
proletaria, p or quien y p ara quien ha sidoen
tiem po contra las bi
n uestra m isión es la a e ro b u stece r su
.
guesfa, se ha hecho
tándolo de todos los ó rga n o s, de todas k m * rosos puntos del paí
En el A stil, el me
ciones, que podam os.
E sta s atribuciones-*"!! ¡
de 800 tran aja d o res
que ro bu stecen al sin d icato debilitan al 4
días 11 y 12 del co rr
político b ú rg u és » frente y con tra quien se kifj
aquel.
vibran te m anifiesto 1,
sociedades grem iales
E se poder b u rg u é s no está lim itado al parla 1
T odo estab a para
es verd ad , pues, la jurisp ru d en cia, la pnKd'
A zu l, ha dem ostradi
ejercito, etc., son p arte de ese poder, pero fia l
parte del m ism o com o puntales, como soma* ■ de clase, y sus firmes
á sus herm anos en la
parlam ento de quien han solido y de quiOrtT
En B a h ía B la n c a ,
den. E l parlam ento es el órga n o burgués por*1
tinúá
cad a v e z m ás 1
len cia pues que con la b u rg u e sía nació.
d esm erece á la de lo
E l adven im ien to de una cla se a l predomiwi
tos de la re p ú b lica .
p oder social, del p od er p olítico, no es c®
Están firm em en te 1
advenim iento de F u la n o ó M engano, 110 a «
lu
ch a y antes que ce
el cam bio de p erson as que no produce ®
abandonarán la ciudc
algun o en los re so rtes del réjim en; elasnü
una clase so cial en el predom inio de la ski * cbas.
L o s albañ iles que
trae . a p arejado un cam bio com pleto en el*
político, jurídico, m oral, etc , com o c o n s é * !, están .en h u elga, sjg
mentó.
de la tran sform ació n económ ica que haeJH*®
A lg u n a s y a han sai
tado la sociedad, y que ha dado lu gar « n t!!
cosecha.
ción de clase. E sto nos dice la historia.
¡
En
J u n in , cada una
C re e r que la revolu ció n so cia l que pfeg® !
ras, lanzó su m anifle
no p roducirá cam bios radicalísim os en laHífl
dores á la h u elga gen
ra política actual, es infantil, com o infantfrts*
acto de solidarid ad p
que el parlam ento pod rá h a cer y s o b r e d i 1
C a p ita l. E n el puvi
R evo lu ció n ,
tinuado con m ás firn
E l parlam ento con la b u rg u esía nació
gación del estad o di
con ella.
medida iba directam e
L o s com pañ eros que tienen este criterio'kjj
c
asar ese herm oso mo
al parlam ento deben con sid erarse sindicflWí
Jam ás la b u rg u e sía
si tales no se proclam an porque no qui*s®i
el estado, h u b iera c re i
en el Partido S o c ia lis ta hayan diferencias
líente com o tenazm en
n o s y p areceres, (única exp licación á 1*1
pensado, que el im pe
pregu n ta que hicim os en este artículo)^
intensificada, qu e r e p f
can é n tre lo s dos bandos á fin de aunarlo? f 1
se r ineficaz, a n t- la
d e sap a recer las dos ten den cias, sepan qucí
los o b rero s del puerto,
hacen es form ar la te rc e ra ten den cia.
esos hom bres, in cap ac
testar á una a g re sió n
a
D e v ille .
varían los hombres y los tiempos, diílósofo desilusionado. Y la verdad, que
lie que escribió eso, no es, el de la
ue tan cínicamente ha traicionado en
mentó francés los intereses de clase
ietariado.
Huelgas
dores de ladrillos de los hornos —So> aumento de salario y condiciones
nanas de trabajo, se ha declarado en
:ste gremio.
la fecha no se ha obtenido una solnisfactoria al conflicto. Los dueños de
se avienen solamente á acordar un aule 20 centavos por millar de ladrillos
os, pero se resisten con empeño á
las demás condiciones pedidas, que se
á la medida fija de la adobera y trahumanitario á los obreros.
por su parte, no se dejan intimidar
ctitud altiva de los patrones y se manrmes en el terreno que han elegido,
>s á obtener una victoria completa,
jasados los dueños hicieron propalar
1 de que en caso de no reanudar sus
os obreros parados, se verían en la nede desalojarlos de las viviendas míe
La huelga dada la armonía de la acción
emprendida, no cabe duda terminrá con un
triunfo análogo al obtenido últimamente.
Albañiles — El movimiento que parecía lle­
gar á su término con la obtención casi gene­
ral de las ocho horas, parece de nuevo reabrir­
se por la actitud desleal y doble de construc­
tores y arquitectos.
Como lo advertía el sindicato de los alba­
ñiles á los obreros del gremio, la aceptación es­
pontánea por parte de aquellos á las condicio­
nes pedidas, y su resolución contradictoria de
no subscribir ningún documento eran motivos
más que suficientes para despertar las sospe­
chas y desconfianzas de obreros ya avezados y
escarmentados por las artimañas capitalistas.
El hecho se lia producido antes de la fecha
en que era esperado.
El 16 del corriente la mayoría de los gran­
des constructores y arquitectos con toda ho­
mogeneidad, restablecieron la jornada de nue­
ve horas, colocando al gremio en las condi­
ciones anteriores al movimiento.
Los albañiles empleados en esas obras han
parado inmediatamente el tiabajo y la huelga
ha vuelto á asumir el carácter general de sus
primeros días.
Con su acostumbrada talsia la prensa bur­
guesa y el parlamento ha condenado la .brava v
m eto a rfífn /J ^
1
'------
— *
to, la influencia del partido sobre la marcha
de los sucesos es casi nula.
«Las declaraciones de Bernstein fueron aco­
gidas con algunos murmullos de protesta.
«En la reunión que celebró esta tarde el
congreso, el diputado Bebel declaró que los
obreros estaban en el deber de repeler con
todos los medios de que disponen los ata­
ques que se hacen al principio del sufragio uni­
versal y del voto secreto.
«Esadeclaración fué sometida al congreso en
lorma de un proyecto».
Nada como las palabras del leader del re­
visionismo alemán tan insospechables de toda
falsía 6 mala intención, vendrían á ratificar la
veracidad de nuestros juicios anteriores.
No somos ya nosotros los detractores ca­
prichosos del parlamentarismo alemán, su con­
denación sale de la boca misma de uno de los
importantes hombres de la democracia social
alemana.
La gravedad y contundencia de las palabras
de Bernstein hace inútil todo comentario* el
lector por sí sólo ante sus verdades, podrá
fácilmente hacer el juicio más oportuno y 16
g.co, sobre las virtudes eximias y tan pondera
das, que se han atribuido á la acción parla
mentaría positiva, no sólo del
.
por m itad al Comité P ro -P r
Centro Socialista del A z u l,'q u e lo
e d ita .
«e«to c e ,a Sü¿ lcuau
«do. ob staculizado, asesir
que resum e en s í la f
a‘ ~
A las organizaciones g rem iales
a
»»• in tereses
¡8ta e*t ® rea1, in co n trov
Tin - raoS h i e n d o s ,
Una o u rg u e sla qüe de
y cen tro s so cialistas
,| ír a d e c e r 1 r i6“ , de LA ACC,ÓN S « « a u St a
de ]as a
aS comislones administrativas
de susS agrU K
P,aC,0neSJ 13 remisión ^ informes
de
h f 3A ya en áS
soc‘a,es á fin
a e darles
darles pubhcidad
sus aCtOS
columnas.
eces^dades
in tereses, q,
de c la 9e dei
rutl¡an° ’ n° Vacila en «
w T V Para itnpedir la
an
ante el aoresci
Proletaria
u A C0.®ienzos de su d err,
«P oddad de acción d é l o
0 y s u T , a é p o c a P rop ici
se ad te!,8e p cia: q uitib
Es necesario reco rd ar á los compañeBovr.ntfOOnV0T I1CÍa d en o cejar en el
Boycott, que el consejo de la Unión, haA
giUn “ P° lnició contra la fábrica
p aig atas La Argentina, como un
lo rd¿ d6*a>T ,a r a
resistencia que
os vahentes
huelguistas hacían á dií*.HA.
riucin
cha casa.
N ingún obrero debe com nrar nro-
í' °rganÍ2a^ U aS nueTas 1
Y asf l f t
re v o lu c jo ,,
^ lesSnnÜ_COmo Vemo* á
esianno0|-la,Uarse- a« «
f r e g a n d o POr
P u e n te ; así
in d ic a
c<w,Serva r su
í tar las e n e r? í
^trabajo.
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rgías que se a
clase a h r
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rá n r e b e ld e s
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• e m b r u t e c e d o r a h !]0i
» c a p ita lis ta s e m ?
^
e in fo r tu n io .
plotad»
p rod u zca otro
q u e h em os presen?" y
^ r o s e s c o lta d o s ¿ 2 * 4
« a s s u s titu id o s d n A
>os re c ié n lo q„e d" A
'tros m
ism
os por
N A C U )¡v 4
Tantos en conocimitnh
i r e v is ta que d e b $ t
a tr a v e s a m o s , ha s i l ,
e s u u ltim o número
circu n sta n cia s lo t>tmr
a s u publicación
= 4
En las discusiones
á diario sostenemos'
m uchos compañeros,oi»
a firm a r que la accióe
c ia lis ta parlamentaria
solutam ente negativa’ ;
l i s u s en los parlad
r o b ra critica, obra da
em ente marxista y sin4
asi piensan no se considf
so, nos combaten.
^
i
das las tendencias estt
:tu a l gobierno de losk
n istración de las cosas>
e s e r objeto de nuestrar
s á la qdestrucciímdelp
las instituciones burga
m in istración de las cosa
úndicato.
e r e g u la d o r de la proi
n n u estro mundo fon:
i el en te detensor de lac
p a ra quien ha sido en:
ro b u ste c e r su acciót
g a n o s, de todas lasan
E sta s atribuciones i ü
id ica to debilitan al >p
; y c o n tra quien se 1er
>está lim itado al parla»
u risp ru den cia, la pouc
de ese poder, pero m
p un tales, como sostente
in solido y de quien
el ó rg a n o burgués port
b u rg u e s ía nació.
¡na c la se al predonu»
:r p o lítico , no es co#
-o ó M e n g a n o , no es
5 que no produce c»
d el réjim en; Pl c ^ J
p redom in io de la
im b io com pleto en
al. etc . com o consec»
con óm ica que baeíp
e ha dado lugar á i»
js d ice la h R t o r i a . ^
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so c ia l q “ en ^ eV
r a d ic a lís im o s e n la e
a b u r g u e s ía nació y 0
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~ r» í ’,0\'Ar 0 P
T
o lí»
IaR
, C*ail»tia
r .
en aeClOll
^ na vez míis’ e ' Estado,
eterno instrum ento de bajo
y rastrero servilism o del
capital, ha venido á probarnos su condición opresora
y tiránica. Una vez más las instituciones g u b e r­
nam entales, hechuras de la clase expoliadora, hanse
presentado en la palestra para alentar, para soste­
ner para h acer triunfar el im perio de la sinrazón,
de la injusticia, de la inm oralidad burguesa.
Una vez más la brutalidad, la ferocidad, de los
gobernantes, despojados de todo sentim iento de
dignidad, de honradez, de pudor, han venido á
reiterar su sanción de enem igos .1 toda costa de
la clase trabajadora.
Una vez más, el pueblo, siem pre sumiso, siem pre
confiado, cu y a bondad raya en la más inaudita
tontería, ha podido verifica r el concepto que los
poderosos tienen form ado de él.
Una vez más, en fin. la clase obrera de la A r ­
gentina, ha podido darse cuenta del lam entable
papel que desem peña con su pasividad ante los
desm anes del gobierno.
¿Q ué le resta, pues, por h acer al Estado para
que todos los trabajadores se convenzan de una
buena vez por todas que él no representa, no es
otra expresión que no sea la más cla ra y te r ­
minante m anifestación de su abierto antagonism o
■hacia todo cuanto signifique derechos é intereses
del proletariado ?
¿Q ué puede esp erar, desde luego, el obrero,
de los que con tan cín ica y escan dalosa p arcia­
lidad han ahogado la voz de sus legítim as re cla ­
maciones, apuntándole al pecho el m áoser hom i­
cida, encarcelándole, vejándole en todas las form as,
ultrajándolo torpe y villanam ente?
¿C ontinuará creyendo aún en el D ios Estado ?
¿ Aquilatará, por fin, el significado verd ad ero que
él tiene para sus intereses de productor esquilm a­
do y oprim ido ?
¡ Oh l creem os, estam os profundam ente con ven ­
cidos, que esta es una nueva lección, cuyos beneJfictos serán incalculables, porque la clase exp olia­
da saldrá al cabo de su funesta irresolución, c o ­
brará en e rg ías arrolladoras, gen erad as por la
desesperación y la cólera ante la infam ia de la
canalla gobern an te puesta en acción por el cap i­
talismo, el fracaso del éxito de hoy, será su i ndisputable triunfo de m añana.
P o r esto (bendita sea la tiranía, bendita sea la
opresión!
Todo ellos, con el caudal de saludables enseñan­
zas que trae aparejadas (creedlo, estúpidos rufianes
del capital! hará que se acelere vertigin osam ente
el fin de todas vu estras prepotencias, de todas
vu estras indignidades, y que la clase proletnria,
realizad a su cohesión com pleta, a la rgu e su abrazo
y tome con sus propias m anos lo quo hoy v o so ­
tros os em peñáis en n e g a rle.
F.
La h uelga g e ­
neral d e clara ­
da en señal de
en diversos puntos protesta
y ata­
que al mismo
tiem po contra las brutalidades estatales de la bur­
guesía, se ha hecho sentir intensam ente en n u m e­
rosos puntos del país
En el A zul, el m ovim isnto fué espléndido, m ás
de 800 trabajad ores abandonaron sus tareas los
días l l y 12 del corriente, invitados á ello por un
vibrante m anifiesto lanzado por los com ités de las
sociedades g rem iales de dicha ciudad.
Todo estaba paralizado y el proletariado d el
A zul, ha dem ostrado una vez más. su conciencia
de clase y sus firm es propósitos de no abandonar
á sus herm anos en la lucha.
En B a h ía B lan ca , la h uelga de estibadores, con ­
tinúa cada vez más firm e y su resisten cia en nada
desm erece á la de los obreros de los dem ás puer­
tos de la república.
Están firm em ente decididos á continuar en la
lucha y antes que ced er á la im posición patronal
abandonarán la ciudad para dirigirse á las cose. chas.
L os albañiles que tam bién hafce m uchos días
están .en huelga, siguen com o en el prim er m o­
mento!
A lg u n a s ya han salido para los trabajos de la
cosecha.
En J u n in , cada una de las organ izacion es o b re­
ras, lanzó su m anifiesto invitando á los tra b a ja ­
dores á la huelga gen eral, la que fue un herm oso
acto de. solidaridad proletaria.
C a p ita l. En el puerto, la h u elga h uelga ha con­
tinuado con más firm eza después de la prom ul­
gación del estado de sitio, á pesar de quo, esta
medida iba directam ente tncam in ada, á h acer fra ­
casar ese herm oso m ovim iento.
Jam ás la b u rgu esía por interm edio de su órgano:
el estado, hubiera creído en una resisten cia tan v a ­
liente com o tenazm ente ejercitada; jam ás hubiera
pensado, que el im perio de la fuerza, la barbarie
intensificada, que rep ren ta la ley m arcial, pudiera
ser ineficaz, ante la o rgan ización conciente de
los obreros del puerto, jam ás hubiera creído, que
esos hom bres, incapaces hace pocos m eses de con­
testar á una agresió n brutal del estado, idéntica
L a huelga general
miento OC U SUClCUMU l^uantnrm j itvivf w«. ««
cado, obstaculizado, asesinado tam bién, por la entf.
dad que resum e en sí la fuerza de la b u rguesía y
salvagu ard a sus intereses: el estado.
El hecho real, incontrovertible, lo tenem os d Irt
vista; estam os sufriendo sus efectos.
Una b u rg u esía que de acuerdo con la com ple­
jidad de sus Intereses, que inspirándose en sus
necesidades de c la se detentadora del esfu rzo
proletario, no vacila en apelar á los m edios más
brutales para im pedir la elevación de la m asa
obrera; q
ueante el acrescentam ien to constante de
la organización proletaria, que significa para ella
los com ienzos de su derrota; que ante la m ayor
capacidad de acción de los trabajadores, que le
niegan en la época p r o p ic ia d esfuerzo de su bra­
zo y su Inteligencia: quiebra su propia legislación
y se adapta á las n u eras necesidades creudas por
la organización revolucion aria del proletariado.
Y usí es como vem os á una de la* fuerzas so­
ciales no cristalizarse, así es com o vem os á la b u r­
guesía no inm ovilizarse en los moldeó rijklos de
A C C IO N
S O C IA L IS T A
N° lc
¿
A la actual, perm anecieran bajo el estado de sitio
firm es en la dem anda y perjudicando g ra n d e­
mente el provecho capitalista.
Bien por ellos]
b u ran te más de 15 días los estibadores de todos
los puertos de la república, han p aralizado la vida
económ ica del país dem ostrando una ve z más
la inutilidad de la burguesía en el concierto de la
producción v la esterilidad del provecho robado á
los trabajadores, cuando estós le niegan el con­
curso de su brazo.
Hasta la hora en que escribim os, es casi com ­
pleta. A ella han contribuido grandem en te los
carreros, que en érgicam en te han correspondido,
que han dado el ejem plo más herm oso de con­
ciencia y de firmeza.
L e s hacem os n o­
t a r que la a n o r­
m alid a d de las
A
M
i G
O
S
a c tu a le s c ir c u n s ­
ta n c ia s nos o b li­
g a á lu c h a r con m u ltitu d de o b stácu lo s, h a c ie n ­
do por c o n sig u ie n te m ás d ifíc il la ta rea . Que
á ello se debe e l reta rd o de n u estro p eriód ico
en su ap arició n y la tra n sfo rm a ció n d el m ism o.
A d em ás le s recom endam os se esfu ercen en
difun dirlo y en re ca u d a r racu rsos á fin de que
su m arch a no re v e a en to rp a cid a por razon es
p ecu n ia ria s.
P o r n u e stra p a rte , estam os disp u estos á no
esoatim ar esfu erzos en pro de n u e stra s co n v ic­
ciones y á p esar de tod os los con tratiem p os.
NÜJLCSTROSÍ
Choque e n tre ob reros y fu e r ­
zas del e jé rc ito . — L a resisten cia
incom parable, form idable,del pro­
H o i s a r i o letariado rosarino á la exp lota­
ción patronal, ha puesto fuera de
quicio á los o lig a rca s de esa ciudad.
Han recu rrid o á todos los m edios para h acer
facasar esa vigorosa m anifestación de c la se y no han
v a cila d o en ap elar á la fuerza bruta pretendiendo
quebrar la resisten cia y red u cir á los trabajadores
á la misma situación por estos rech azada.
A pesar de que se ha asesinado cobardem ente al
pueblo obrero, éste ha perm anecido firme contestan­
do en érg ica y valientem ente á la salva je agresión.
Por inform* s recibidos subam os p ositivam ente
que se ha hecho fu ego sobre los trabajad ores y las
cosas parecen haber ocurrido del sigu ien te modo,
sin afirm ar, por nuestra parte, la veracid ad de b s
particularidades del hecho, pero repetim os que en
el tondo, lo indiscutible es que na habido una
m asacre: 60 ubreros de una réfineria abandonaron
el lúnes el trabajo en señal de protesta y afirm ando
su solidaridad con los dem ás cam aradas.
Ei burgués avisa á la policía, despechado de que
á él también se le sublevaran ; la tropa se presenta
y al salir á la puerta los tra b a ja d o re s , hace un
disparo de m etralla, destrozando á todos
L a noticia cunde en. el mundo proletario, la in d ig ­
nación se espande y todos, com o un solo hom bre
organizan una m anifestación por las calles, llev a n ­
do á los caídos, víctim as de tan bestial atentado;
los choques se reproducen y el pueblo contesta á
la agresión con la agresión y p arte de la tropa se
n iega á tirar sobre el pueblo.
Un saludo y un augurio de triunfo al v a lien te
proletariado rosarino, que sabe responder á todas
las exijen cias de esta lucha gijantesca!
Nuestro sentim iento mas profundo de cariño y
adm iración por los cam aradas caídos, víctim as de
este crim en de clase; ellos han caído com o buenos
en defensa de la redención humana y sus hijos
crecerán am ontonando odio á este sistem a de la ­
trocinio y servidum bre!
N uestra excecra ció n á la canallo que ha obligado
al soldado inconsciente, em brutecido por la d isci­
plina, á fusilar á sus hermanos!
E n el
¡=Fr=
C onsideraciones
sobre —
La hnelga «>-oii*»>-r1
L a huelga g e n era l no es una utopía; al contrario
es el ú n F o m edio para derrum bar el E s ta d o d e
clase y da al proletariado la posibilidad de d e st.u ir
la base eñ que descansa el estado de clase.
¿En que cosa se base el listado de clase? S im ­
plem ente en este hecho: el p roletariado es e x p lo ­
tado com o factor de la producción, com o tal su
existen cia es indispensable á la existen cia del esta ­
do de clase.
El Capital es nulo, cosa m uerta si no hav brazos
para infundirle vida v perm itirle crea r valo r Si
entonces el proletariado, adquiere co n cien cia de
su función y se da cuenta de lo que puede, reh u ­
sando su concurso al proceso de producción, *el
Estado de clase term ina.
C ierto y se com prende que nosotros no creem os
clo n es estatales de la burguesía; em pleo de t-idos
los m edios para con trarrestar la b a rb a rie e n auge;
preparación de un próxim o y gran m ovim iento
p roletario en quo cada agru pación tiend o solidaria
con las dem ás, obre com o debe obrar, sin mirar
mientos, sin hum anitarism os que han conducido en
m uchos casos, ai proletariado á la m atanza.
Kso es lo q u e reclam am os de la clase ob rera de
d é l a república, eso eslío que los suprem os intere­
ses de la misma te aconsejan, y esta realidad pal­
pitante, aguijoneando la m ente y el corazón de
nuestro proletariado, not se esterilizará en pueriles
tem ores; sin ó ,p o r el contrario se traducirá en una
robusta acción revo lu cio n aria, que determ inurá el
debilitam iento de la burguesía y ana explosión de
vida en perpétuo retoñam iento en el mundo p role­
tario.
tlL a il
P r o p n a p n n d n
IjL
'" Una v e z más que.
rem os llam ar la a te n .
de hoy á mañana, en la posibilidad de la h uelga
g en eral (1); y naturalm ente, la fuertísim a o rg a n i­
zación del estado actual, que dispone de grandes
recursos, no caerá con la sola am enaza ve ro a l de
la huelga general.
Pero la idea d e la
j a r a l p ro le ta ria d o á
n ec esid a d de fo r m a r
p o n e r en ella toda su
h u tlg a g e n e r a l debe e m p u ­
co m p re n d er con p resició n la
u n a j u e r t e o rg a n iza c ió n y
e sp e ra n za p a ra el p o ven ir.
Una revolución política, no podría verifica rse sin
elusión de san g re y sin violen cia. L a h uelga g e ­
neral es un medio de lucha moral: es el rechazo
libre y consciente del trabajo, que se transform a
en un arm a de com bate.
V en g a lo que ven ga; nuestros ad versarios podrán
reducirnos á los estrem os, podrán dejarnos ham ­
brientos, pero en esto no debem os preocuparnos
m ucho
•No sabem os, ciertam ente, obligados á respetar
las leyes de la sociedad capitalista, que hemos
heredado de un pasado de esclavitud y si habrá
sufrim ientos, los m ayores no serán para el p ro le­
tariado que rom pe sus cad en as.
E l medio de lucha preconizaoo por nosotros,
tiene un g ra n valor educativo. P ara n eg a rse en la
plenitud de la responsabilidad, del trapajo, se n ece­
sita una alta conciencia m oral, puesto que para
realizar esto, es indispensable e le v a rse por encim a
de los propios intereses egoístas y sacrificarlos por
el interés suprem o de su clase y el p rogreso hu­
mano.
A tal fin, es necesario quebrar todos los o b stá ­
culos que se oponen á nuestra liberación m oral.
A aq u ello s q ue nos o b jetan q u e
ra l, es im posible con los ejé rc ito s
el estad o , yo c o n te s ta ré que p o r
d e b e r del sin d icalism o es h a c e r la
m ilita ris ta del p ro le ta ria d o .
la h u e lg a g e n e ­
de q u e d isp o n e
esto m ism o, el
ed u cació n a n ti­
H ay naciones en las cuales los sindicatos ponen
en mano de cada uno de sus adherentes que parten
cuarteles, los opúsculos antim ilitaristas, y que o r­
gan izan instituciones esp eciales, para p rotejer á
los obreros d u rarte su perm anencia en el r e g i­
miento, é inm ediatam ente después de su licenciam ento restau rarlos al sindicato.
El trabajador, así ayudado, no pierde, m ientras
está en el cuartel su conciencia de clase. L os so l­
dados sabrán entonces lo que nosotros harem os.
SI los trabajad ores no castigaran nunca sus hijos,
si les dieran una educación libre y verd ad eram en ­
te moral, sin sofocar bajo los golp es el sentim iento
de respeto, estos niños se harían hom bres que
en el regim iento, no se dejarían fácilm ente insul­
tar, y sabrían desob ed ecer á la orden de tirar so­
bre sus propios herm anos.
H uelga generall No es, nó, una palabra vana,
pronunciada hoy, olvidada mañana; pero si la
barí le ra de la organización ecanóm ica del p ro le­
tariado, la idea en nom bre de la cual, los o b re­
ros, elaborarán su propia cultura personal, la de
sus propios hijos y la de sus com pañeros de lu­
cha. E d a dice en cla ras notas: P roletarios, v u e s ­
tra suerte, la suerte de vu estra clase está en
v u e stras manos, depende de vu estra fuerza moral!
Unios en tuertes organ izacion es, haceos con cien ­
te de vu estra potencia, y a sí haréis caer en tierra
vu estras cadenas!
Y por encim a de todas las constituciones e s c ri­
tas, fruto de un pasado de servidu m bre, vosotros
haréis triunfar las ley es im p rescrip tibles de la l i ­
bertad
HUM ANA.
D
octor
F
r ie d e b e r g
(l) E l autor se refiere a una huelga general resolutoria del
proceso <le descomposición y recom posición so cial, que opera el
p ro letariad o.
Más de 300 v a lien ­
tes cam aradas, su ­
fren las vejacion es
y deportaoiones policiales en los c a ­
labozos.
L o s pesquisas y la policía, con una astucia febril,
m uestran al proletariado, las bellezas del estado
de sitio, cazando trabajad ores conciernes.
V a rio s han sido ya deportados el sábado, entre
los cuales iba nuestro com pañero de redacción
L u is B ernard.
Una recua de pesqu izas que los acom pañaban,
enfatuados con su dictadura presente, sin com p ren ­
d er que son se rviles instrum entos dé una clase
brutal; no querían que á este último se le en treg a se
la ropa necesaria.
N uestra palabra de ¡diento á los luchadores e n ­
jau la d o s y á los expulsad os del país; los que que(frin luchando no reh u yen el com bate; todas estas
prisiones y deportaciones influyen en el alm a noble
del pueblo obrero y le dan m ayor vig o r y en tu ­
siasm o para la acción revo lu cio n aria.
D etenoiones
m in o sd u r o s , lu revu elta, de la clase trabajadora,-eis
la negación d e l régim en cap italista; es la ’luerzu
nueva que al ir elaborando otro orden de cosas,
con sp iraLcontra la existen cia del predom inio buzgucs; es U u u ’.erlttUzACióaó m ejor dichov elIplanteo
en térm inos d a r o .i, precisos ó irred uctibles de-los
antagonism os so cia le s,a ñ P o r eso fia otgar.taación
obrera tendiendo ¡t sacudir el y u g o cap ita lista , stolo
es factible m ediante la luchb contra la clase-'expiOt adoro. L a organ ización o b r trá , trae pues " fa ta l­
m ente aparejad a t s a lucha. F rente á la soefedsü
proletnria, la sociedad b u rg u e sa .1 Y ' ‘la ' holacíóh
librada exclu sivam en te d u n í g u e rra 11 s in 0 cu a rtel
en tre am bas cla ses.
n
•
L a obra con stru ctiva del proletariado1 réelártilt,
en su coh seduen tia, la destrucción p rtíg résiv a 1 y
contem poránea del actual orden dé1 c'oshs,11' *• )f" ’
Y en* verd ad que )a organ ización obrera"ém óí
mismu im niiea ese desm oronam iento,éiv cuanto \*Vi
concentrando en su seno toda la vida y lá 'a tílv id a d
de Id cia se trabajad ora.
i
ian co ncurrido á deb
0 de defensa realizad
país.
s, no caer en los mi
es qu e tenem os co
■ un nuevo golpe, le
deben disponerse de.
1 resistencia obstinad
•nto y ia energ ía r
■ clara y te rm in a nt
opósito d e contestar
•I enemigo, no con
ón y cobardía, sino co
a su g ra d o m ayor d
con todos los encon
; los recursos eficace
u rse una vez por toda
de la b u rg uesía tiene
:onveniencia bien cale
0 clases. O b ra agres
miento obrero, p orqi
la perjudica, la mole
1 necesidad de contr
com o hasta ah ora :
. pro ducid o ese resi
, m ientras así le co
d e clarará el estado e
tio le ofrece la posi
rción leiv in dicad ora
variar su con du cta r
isposiciones d e la san
i qu e im pone el respe
is, las exigencias de
íplo de las burguesí
fiadas hasta en pro
>era, p o rq u e todaa
jo b re s zonzos e x tra v :
irutecedor de ideologí
is estas son pamplin
aso una bu rg u e sía q
jeta en la concepci
ses.
os de repetir lo que
n varias ocasiones: 1
.do el fruto del anta
’
los dos contendien
• sía) que ho y se dis
, solo pueden soluc
or la victoria de un
¡ obten id a en la medi
id desplegada en c
a. O tr a solución real
; inobservancia sacril
b litaciones, el irresp
s públicas y d e la
Itn p re o c u p a r á quie
capitalista que defen
le clase q u e conquis
•abajadora del país s
(uenazas de estado de s
su m ov im iento sindi
neficaz aquellas medi
lya c o n qu istado una e
n.
pensable hacerle pal
n irg u e sía la inconven
o. P a ra ello es indis
nder con hechos, y
abras, q u e sus med"
iejar de p ro d u c ir sus e
\á estas no sucederá
la inactividad prolet
sta el presente. Q u e
, sitio p ara contener,
ob rero , en adelante
, y q u e su sanción te
ecer ese m ovim iento o
■ralización, llevarle á
p o ten te manifestació
ñu, de represalia o b re r
irguesía sepa, p or ha
d u ra y e jem plar lee
; sitio ya no tienen la
e las majaderías prolet
rio, de hacerla más int
a en renu nciar á tod
a, ella será la prim er
ctos de clase, la sanció
esto, no p o rq u e n uestra
co n v e rtid o de bdrbar
irece creerlo a lgu nos b
icillamente p o rq u e ver
tolerancia, la más cc
á sus intereses de clasi
los tra b a ja d o res del pal
am enaza de un nuevo
i enérg ica y decidida
a general.
did o m uy o p o rtu n a m e n
Iga General de la F, (). I
L A T AC CIO N
con victo del ham bre de sus pobres herma®* .
Valle, ese, pues, más que el nom bre de hoi
Mnnifleiüto del C en tro h a c e ­
m erece el de «alcahuete de la clase capit, 5 ¿
mos no­
L a s prostitutas tienen sus a lcah u etes y los
NoeialiHta d el .-^zitl
tar e n
listas tien en á su vez, los su yos. Ambos »0u^,
otro sinos del d esp recio de los hom bres honestos *T
tio, la huelga gen eral en el A zu l, fué un h erm o­
anatem a de los oprim idos.
^ obioo n * » » * ’
so acto de protesta proletaria.
A in ve n ta r este re cu rso suprem o, á que recto,
Publicam os á continuación algunos p árrafos del
la b u rg u esía reinante, ha contribuido indudshu
e n érgico m anifiesto, lanzado por los cam aradas
m ente la a v a ric ia cap ita lista, la que dAndos*
azuleflos:
cuenta de que sus p riv ile g io s no han de ser eterZ
«Trabaiadores: Cuando vosotros perm anecéis
com o no lo fueron ni los de la clase feudal, ni i
sum isos al m andato incondicional de los explota­
dores; cuando os desinteresáis de vuestra situación
de la cla se cle rica l, se agita, se extremece t
y dejais en plácida tranquilidad á la voracidad
pudiendo re c u rr ir á la ló g ica para refutar
Ci en virtud de una tenc
insaciable de la sanguijuela capitalista; cuando
fundam entos económ icos, ético é histórico del
'deraramo* *g'
consic
servís de triste com parsa á los politiqueros ó de
cialism o, se v a le de la fu erza com o recurso i
roble
epo*0
y
resueltos
los ■
p■ ti,
ue'"carne de m atadero para las g u e rra s ó revu eltas
mo, com o la única «razón capitalista». Antes
¡tío
ha planteado á ■
■
burguesas, ensonces, os honran con el título de
bern aba con la fu erza del ham bre «venced;
r*Qe‘ * ‘" - ‘lación afir»»
pueblo bueno, porque com o m ansas ovejas os de­
sin vaci
todos los escrúpulos»; h oy sig u e gobernando
ja is impunem ente esquilar.
Pero, cuando im pul­
fuerza de las ballo n etas. de la reclusión,
sados por la angustiosa m iseria ó por una más
persecución y de la extra d ició n (L ey de r'
clara conciencia de vuestros intereses, os lanzáis
cia).......
á reivind icar vuestros derechos conculcados por
E l único rem edio eficaz p ara suprim ir esa
patrones y gobiernos, enton ets os llam an chusm a,
tula cap italista que se denom ina: comisaría de^
íe la critica enégioa á la
y toda la btutalidad del poder, toda la osadía
v e stiga cio n es (sección so cial) t s la organizad
«dores- y» hemoS 8Up
canallesca de los esbirros, toda la inm undicia de
cad a v ez m ás form idable de la clase trabaj
las plumas vendidas, toda la salvajada de los
de la rep ú blica.
“ jo. d « l o . o b ,e ,o .to d o
brutos de uniform e todo se v u elca sobre vosotros,
E l día, que á la prisión de un solo obrero,
con la intención p erversa de ahogar las manifiestai , violen*. conduett del
hab er incitad o á la h u e lg a á un compañero,
ciones de libertad los prim eros pasos hacia la orsu ced a ipso f a d o , una nota a l je fe de policía, en^ ligo más que realizar.
g a n iiació n del mundo n uevo de los trabajadores,
La crítica y la protesta i
que se le notifique, qu e si en el término d e í
vuestros ataques al p riv ilegio capitalista, g e n e r a ­
feas no implican ua acto ]
h o ra s ese com p añ ero no es puesto en libertad al
dor de m iseria y em brutecim iento, de ignorancia
m
uta, se d e clarará un m ovim ien to de hnelga
Sus efectos se dirigen
, .. ..— •y servilism o.
g rem io á qu e p erten ezca e se dia, decimos, no itj
L a única libertad que poseíais era la de hacer
preciso, com o ha su ced ido y a repetidas veces, jrü
huelga, la de n egar vuestros brazos ú la exp lo ta ­
v a le rse de influencias p erso n ales ó de medios leji
ción; y el «comité de los ricos», el Estado, con un
les, para o b ten er la libertad de ese compafler;
grosero y crim inal atentado os lo ha arrebatado.
sino que los m ism os cap ita listas, por intermedióte
T odos los poderes del Estado se oponen al desa­
su órgano, el Estado, ord en arán en el acto i
rrollo del pueblo obrero, á su obra fecunda y c i­
libertad del m ism o y se gu a rd a rá n de reincidir q
vilizad ora de elevación y em ancipación.
la p rá ctica estúpida de un m edio, que cada vez qi
D ebe resonar alta y fuerte la voz del pueblo,
se e je rcita se co n vierte en una verdad era malí
debe lanzar á la faz de los explotadores el grito
p ara ellos: la dism inución de su s ganancias
de indignación y de protesta, debe de im pedir que
Nos hallam os, pu es con todas sus consecm
se le am ordace ni que se le corrte en sus m ovi­
fren te al sigu ien te dilem a: ó la clase trabaj;
mientos, y á los desm anes de la canalla explotado­
trata de h a cer efectiv a la organización, haciendí
ra debe responder con energía y vigor.
de ella un poder que lla m a rem os el Estado obm
E l servilism o, el acatam iento á la osada im posi­
audazm ente le va n tad o fren te al E sta do burgult,i
ción del E stado Burgués, no puede se r para los
ERIÓD1CO SINDICAL!
bien, renuncia abiertam en te á todas las reivii
obreros concientes, que aman á su clase y que lu­
cion es que ha afirm ado hasta el presente, se entrchan contra esa sociedad burguesa.
g a á se r v íctim a de la exp lo tació n pacifica y de J
TRABAJAD O RES:
c ara d a del cap italista, le lam e los pies cuando a
H ay que reb elarse á tam aña imposición; hay
le ordene, ren u n cia á todas las conquistas realizad:
que hacer sentir á la cu rg u esía la potencia de la
en los órd en es c iv il, religio so , político y económia
organización obrera, y prácticam ente su inutilidad
ípeesidad
com o clase social; hay que defen der la dignidad
y se tran sform a en el a cto en la bestia del capiti
proletaria y nuestro más preciado derecho: la
la nooión
abdicando de su dignidad de hom bre, permanecía
t
hnalga. L a rapaz burguesía criolla lo quiere aho­
do por todos los sig lo s de los siglos, en la situad*
g a r en medio de la violencia é iniquidades. S ep a ­
reda en soberbio torbell
del paria.
mos responder como se m erece á este ataque co ­
X. Y así como el movim ien
barde.
atería y de la fuerza, a:
cha son inseparables de
El estancamiento, la cri
No podemos suponer
lonstituye una fuerza, en
Los grupos humanos ur
ses materiales, por idén
lonstituyen una clase, e;
A
L O S
S U S C R I P T O R E S
ismo.
A sí como hay un dinah
L a red a cció n y adm inistración d e n u estro p erió d ico s e h an tra sla d a d o mo terna evolución de la ro:
mismo; así tam bién hay
m entáneam ente Á M on tev id eo , de donde con tin u arán la n za n d o e s t a Hoja d e combatí pide la cristalización de
ue obran en la sociedad, q
* misma.
J a toda acción corres poi
Peñ os intensa, según la pe
n lucha. L a fiera acorr
H A F IE S T A A B E N E F IC IO D E
“ L A A C C IO N S O C IA L IS T A
tona contra el ataque en 1,
brarla de la muerte.
Y D E “ L A IN T E R N A C IO N A L ”
Y «na d a s e a eelal, cuan
C om o
reciso ilustrar nuestros
on im ágen es concretas
se ponen grab ad os en
tra táctica consiste; Io
i clara la conciencia de
l eficaces nuestras arn
gitación de las ocho h
:nte estas dos condicic
fecto ella tiene la inn
■la cuestión sobre su
terreno económ ico, y
eno económ ico que h:
tiva para convertirse í
rialm ente en Francia,
n tiene la ventaja de
oletaria del g u ig n o l pai
tgitan los farzantes d<
cer olvid ar al proleta
isión.
squeña '■u’-guesía der
i nuestros dias el poc
¡us talentos para hact
lores las cuestiones vi
n de feria ella nos atnes y hace b rillar refe
gitación de las ocho 1
espectáculo entontece
gundo lugar, cuanto
otnada de ocho hora;
durable de las condicú
de las experiencias c
jornada de ocho hon
beneficios de los gra
más bien una tendenci
lás cierto resulta que <
niento considerable de
el proletariado. Parece
1a mejora la más impe
da en cuenta,
omparación de esta p
tro armamento en la h
ición política resulta bt
1 hecho mismo que la
ndría una tendencia á
más bien á neutralizar
□cía al descenso), poi
otorgará más tiempo
ia», y para la cultura
echo mismo que ella c
cadencia física de la ra
parará soldados indi'
)s para la lucha soda
civil.
conquistar la jornada
iado tendrá que preser
y esta lucha le serv
aración á las batallas
rás decisivas.
tratará de la lucha dt
no en campaña electoi
distrito.
ta de la lucha de cías
i en el taller y en la
aracteres.
rnada de ocho horas t
sino un medio de agi
n alivio, sino un arm
rnada de ocho horas
fuerte, y nosotros d
lucha, porque solo ve
£1 perro capitalista d<
us privilegios; para ar.
iperles los dientes,
monos para la lucha,
olo puede contar para
srecho del puño.
De nuestra ciase
g o b e rn a rte parasi­
J aQN perroK
taria. todo lo esp e­
tlel oai>italÍHMto rábam os. Pero lo
que ra y a en lo in­
creíble, lo que da la nota más alta de la ruindad,
de la bajeza y de la corrupción m oral de nuestra
oligarqu ía criolla, es el triste esp ectáculo que nos
ofrece de poner ál se rvicio del capital extra n g ero,
por no d ecir grin go, todo un cuerpo organ iza o,
costeado con nuestro sudor y destinado, única
y exclu sivam en te, á defender y con solidar sus
intereses m ateriales, persiguiendo y catan do
indefensos obreros, en su m ayor parte argen tin os.
|Es asi como esa clase corrom pida nos da leccion es
de patriotism o, á nosotros los socialistas!
A l m encionar este hecho, no lo hacem os com o
patriotas. D enunciam os sim plem ente la conducta
de la canalla gubern ativa, para que sea com entada
com o es debido por los que aun con servan el p re ­
ju icio de am ar á su nación, odiando á las dem ás,
aberración en la que nó incurrim os los so cialistas,
que dem ostram os con la historia, que la idea de
patria se ha ido ensanchando cada v ez más, p a ­
sando por la de familia, la de tribu, de ciudad, de
provin cia, y de nación, para llegar, finalm ente, en
un porvenir no m uy lejano, á la de hum anidad.
L a explicación del hecho que m otiva estas lín eas
es á Duestro ju icio bien sencilla: la com isaría de
in vestigaciones vive, por una parte, de toda la
podredum bre social: ladrones, asesinos, etc. de
profesión, con que nos brinda el régim en cap ita­
lista actual. Pero sucede con esa industria (nos
referim os á la de investigaciones) lo que con todas
las demás: hay exceso s de brazos; para u n puesto
hay cien postulantes, que están prontos para c o l­
garse el collar del em pleo y ladrar á sus com peti­
dores. - Y así com o L a N ación inventó el recu rso
de abrir una biblioteca popular, á fin de dar tarea
á sus obreros!...., expulsados de su im prenta por la
introdución de una nueva m aquinaria, de igu al
manera la C om isarla de in vestigacio n es exten dió
sus funciones inventando una n ueva sección desco­
nocida hasta estos últimos tiempos: la de in vesti­
gación social, cu ya triste m isión hem os analizado
más arriba.
¿A quien se podía colocar á su frente? ¿Cuál
sería el perro más apto para p ersegu ir á sus h er­
manos, que luchan para que sus pobres esposas y
sus débiles criaturas tengan más pan, m ás aire y
menos frió? ¡Oh, idea luminosal L o s anarquistas
tienen tam bién su Judas, y entre ellos ese se r
m iserable que se llam a Valle, fué el ú nico que
pudo prestarse para personificar la institución más
ruin, más infame que conozcan los tiempos, y á
cuyo lado la santa inquisición, con todos sus ho­
rrores, es todavía una institución e x celen te. E sta
luchaba á lo menos por un ideal, el ideal religio so ;
por el ihás allá. A q u ella, en cam bio, no es otra
cosa que un perro ruin y m iserable que se pone aj
servicio del judío capitalista, y se hace cóm p lice
fatalmente qafere *er re
m ueuusuo m i
pital no tiene patria, i
buena colocación. Y
tacióp burguesa ha 11
ente, por razón del <
ía explotación intern:
azas, ni fronteras, y
mente donde quiera
ro de una intervenció
ante este cosmopoli
íal amarilla, debe al:
10 obrero, correspor
agonismo de los int
SO C IA L IST A
E l esta d o de b arb a rie
■ eterna servid um b re, tam
porque a tr a v esa m o s, lia rá im p o sib le la r e a U z a d é » <
>Prg.* ‘ h agresión, ai
r » r g „ a * la derrota, q i
d o s p u b lica cio n es en u n c ia d a s m á s a r r ib a y propiciad!,
á 'raern os, « T
la fiesta á b en eficio d e la s
p or un gru po d e e n tu sia sta s cam aradas, p ara e l
11 d e
n o v iem b re próxim o.
Huelgas
dores de ladrillos de los hornos -Soi aumento de salario y condiciones
nanas de trabajo, se ha declarado en
:ste gremio,
la fecha no se ha obtenido una soluisfactoria al conflicto. Los dueños de
se avienen solamente á acordar un aule 20 centavos por millar de ladrillos
os, pero se resisten con empeño á
las demás condiciones pedidas, que se
á la medida fija de la adobera y trahumanitario á los obreros.
por su parte, no se dejan intimidar
ictitud altiva de los patrones y se manrmes en el terreno que han elegido,
ds á obtener una victoria completa,
pasados los dueños hicieron propalar
a de que en caso de 110 reanudar sus
SSSr-
ión, -ledestal de i
^ ^ganos queh' ^ SOcieda
'ju c nandei
Moiefr..:e ta n o L
‘ , i a e s ast-
ABRIEL D E V IL L E .
varían los hombres y los tiempos, diilósofo desilusionado. Y la verdad, que
le que escribió eso, no es, el de la
je tan cínicamente ha traicionado en
nento francés los intereses de clase
etariado.
*
La huelga dada la armonía de la acción
emprendida, no cabe duda terminrá con un
triunfo análogo al obtenido últimamente.
Albañiles —El movimiento que parecía lle­
gar á su término con la obtención casi gene­
ral de las ocho horas, parece de nuevo reabrir­
se por la actitud desleal y doble de construc­
tores y arquitectos.
Como lo advertía el sindicato de los alba­
ñiles á los obreros del gremio, la aceptación es­
pontánea por parte de aquellos á las condicio­
nes pedidas, y su resolución contradictoria de
no subscribir ningún documento eran motivos
más que suficientes para despertar las sospe­
chas y desconfianzas de obreros ya avezados y
escarmentados por las artimañas capitalistas.
El hecho se ha producido antes de la fecha
en que era esperado.
El 16 del corriente la mayoría de los gran ­
des constructores y arquitectos con toda ho­
mogeneidad, restablecieron la jornada de nue­
ve horas, colocando al gremio en las condi­
ciones anteriores al movimiento.
Los albañiles empleados en esas obras han
parado inmediatamente el trabajo y la huelga
ha vuelto á asumir el carácter general de sus
primeros días.
Con su acostumbrada talsia la prensa hur­
to, la influencia del partido sobre la marcha
de los sucesos es casi nula.
«Las declaraciones de Bernstein fueron aco­
gidas con algunos murmullos de protesta.
«En la reunión que celebró esta tarde el
congreso, el diputado Bebel declaró que los
obreros estaban en el deber de repeler con
todos los medios de que disponen los ata­
ques que se hacen al principio del sufragio uni­
versal y del voto secreto.
«Esadeclaración fué sometida al congreso en
lorm adeun proyecto*.
$*^
Nada como las palabras del leader del re­
visionismo alemán tan insospechables de toda
falsía ó mala intención, vendrían á ratificar la
veracidad de nuestros juicios anteriores.
No somos ya nosotros los detractores ca­
prichosos del parlamentarismo alemán, su con­
denación sale de la boca misma de uno de los
importantes hombres de la democracia social
alemana.
La gravedad y contundencia de las palabras
de Bernstein hace inútil todo comentario- el
lector por sí sólo ante sus verdades, podrá
lácilmente hacer el juicio más oportuno y 16.
gico, sobre las virtudes eximias y tan pondera
das, que se han atribuido á U
por m itad a l Comité Pro-Presos y
Cen
Centro
Socialista del Azul, que lo
edita,
A las organizaciones g rem iales
y cen tro s so cialistas
La
redacción de
agradecería
á
L a A c c ió n
S
o c ia l is t a
las comisiones administrativas
de sus agrU.PIac,onesJ la am isió n de informes
de darlp
k r 3^
s actos sociales á fin
de darles publicidad en sus columnas
[uesla para SnSrt nSt-n ,m .eht
)IT>pleja v «-•» om ,oación
y g ra n d e obra i
ea»'*a, hora ¡ Z ° D ra<l««
fian,.,
día
tentó qe .1, a h<>ra
“ yy <
,ad°. obstaculizado
dad que resum
Íg,la
a s e sin«
|*a*Va guarda s u s T * * U fu
El ^echo real ,
e s es;
V,8ta' e * ta m S
fn co n tr° v e
Jldad d€ sos •
que de 1
necesidad es riln te r e s e s > qu
Proletario no
C,a3e d e t
O t a t e s ¿ ara Tac,la «n a |
^ I„ ,e T r<1Ír
* ^ g a n iz a c ió n
a c r e sc e
l i e n z o s „ p r o ,e t £ t r i a ,
derro
!?PQc*<Ud dj acción
de *« «erro
de loe
en la
^
* Si
Es necesario recordar á los compañeros, la conveniencia de no cejar en el
Boycott que el consejo d ^ a U ^ n "ha
a
|Un
^ P° lm ció con tra la fábrica
pai gatas La Argentina , como un
•í*e ,a ' l| (lar il la resistencia que
los vahentes huelguistas hacían á dicna casa.
N ín o rín
úpoca
y se ada„* g PcG: quiebi
Y nI 7 ‘*12acid o ~ " U eT as n
su
breg n« j
en
Cntación
riv g8nd<>P¿ á Ón
8ente;
tr*bai„
c<*»SerVa«
rgías
’
Veií
que‘ se
—, — ««yus. timbos son'dVu
nos del desprecio de los hombres honestos y d
anatema de los oprimidos.
e'
A inventar este recurso supremo, á que recur
la burguesía reinante, ha contribuido indudabl^
mente la avaricia capitalista, la que dándos
cuenta de que sus privilegios no han de ser eterno6
como no lo fueron ni los de la clase feudal, ni 1 S’
de la clase clerical, se agita, se estremece y
pudiendo recurrir á la lógica para refutar j
fundamentos económicos, ético é histórico del s°S
cialismo, se vale de la fuerza como recurso supr°
rao, como la única «razón capitalista». Antes
bernaba con la fuerza del hambre «vencedora d
todos los escrúpulos»; hoy sigue gobernando con |*
fuerza de las ballonetas. de la reclusión, de i*
persecución y de la extradición (Ley de Reside *
cia)
n‘
E l único rem ed io eficaz para su p rim ir esa pú
tu la cap italista que se denom ina: co m isa ría de ¡n'
vestig acio n e s (sección social) t s la o rga n iza ció
cad a v e z m ás form idable de la cla se trabajador*
de la rep úb lica.
a
Ef día, que á la prisión de un solo obrero, p0r
h ab er incitado á la h u e lg a á un com pañero, Se
su ced a ipso Jacto, una nota al je fe de p olicía, en la
que se le notifique, que si en el térm in o ’ de 24
h o ra s ese com p añero no es puesto en libertad absouta, se d e cla ra rá un m ovim iento de h u elga del
g rem io á que p erten ezca ese día, decim os, no será
preciso, com o ha sucedid o y a rep etid as v e ce s, ir 4
va le rs e de influencias p erso n ales ó de m edios lega,
les, p ara o b ten er la lib ertad de e se com pañero
sino que los m ism os cap italistas, p or interm edio de
su órgan o , el E stado, orden arán en el acto ia
lib ertad del m ism o y se g u a rd a rá n de rein cid ir en
la p ráctica estúpida de un m edio, que cad a v e z que
se e je rc ita se co n v ierte en una v e rd a d e ra maldición
p a ra ellos: la dism inución de sus g an an cia s.
N os hallam os, pues con todas sus consecuen cias
fre n te al sigu ien te dilem a: ó la cla se trabajadora
trata de h acer efectiva la organ izació n , haciendo
de ella un poder que llam arem os el Estado obrero
audazm ente leva n ta d o fren te al Estado burgués, 0
bien, renuncia ab iertam en te á todas las reivindica,
ciones que ha afirm ado hasta e l p resen te, se entre­
g a á se r v ic tim a de la explotación p acífica y des­
cara d a del capitalista, le lam e los pies cuan d o este
le ordene, ren u n cia á todas las conquistas realizadas
en los órdenes c iv il, religio so , p olítico y económ ico
y se transform a en el acto en la bestia del capital
abdicando de su dignidad de hom bre, perm anecien­
do por todos los sig lo s de lo s siglos, en la situación
del paria.
X.
R
E
S
Ileo se lia.ii trasladado mo<
izando esta lioja de combate.
C IO N
A L ”
S O C IA L IS T A ”
imposibles la realización de
la m ás arriba y propiciada
noviem bre próximo.
m itad al Comité I’ro-Preaos y
ro Socialista del A zul, que lo
i organizaciones grem iales
y centros socialistas
redacción de L a A cción S ocialista
:cena á las comisiones administrativas
* agrupaciones la remisión de informes
asambleas y demás actos sociales á fin
les publicidad en sus columnas.
1
BJ ÜU
tecesario recordar á los compañe*
1 conveniencia de no cejar en el
tt, que el consejo de la Unión, ham tiempo inició contra la fábrica
pargatas La A r g e n t in a , como un
do ayudar á la resistencia que
ientes huelguistas hacían á di­
ga.
jun obrero debe comprar pro­
de la fábrica La Argentina ,
icer comprender á los dueños
istasel valor déla fuerza obrera.
C
9
u
c i a
PE R IO D IC O S IN D IC A L IS T A R E V O L U C IO N A R IO
A Ñ O I.
-
Imposiciones do fa lucha
Si en virtud de una tendencia & la tranquilidad y al
repqso consideráramos agotado el tema del estado de
litio y resueltos los problemas que la arbitrariedad
burguesa ha planteado á la clase obrera de la repú­
blica, sin vacilación afirmamos que tal pensamiento
solo se inspiraría en una pura conveniencia particular(
y nunca en los vitales intereses é imposiciones de la
clase trabajadora luchando por su emancipación.
Sin duda alguna ya hemos superado la oportunidad
de la critica enégica á la bárbara actitud de los dom i­
n a d o r e s ; ya hemos superado el
momento en que se
hacia necesario revelar con la mayor claridad á los
ojos de los obreros todo el alcance y significado de
la violenta conducta del adversario. Pero aun hay
algo más que realizar.
La critica y la protesta verbal ó escrita por si mis­
mas no implican un acto positivo ó material de lucha.
Sus efectos se dirigen más hacia la clase obrera, en
»_
-.1
fnn H fia
i i s u
A P A R E C E E L 11 Y a i DE CADA M
B U E N O S A IR E S', N O V IE M B R E D E
1906. -
N Ú M ERO 9 .
tenga la virtud do ofrecerlo una situación do cosas muy
conveniente á sus intereses; la calma absoluta, el quietis­
mo de las organizaciones obreras, la actividad febril en
las fábricas y talleres
De aquí que surja evidente una afirmación por todos
aceptadas: La burguesía argentina ha erigido e l esta d o
d e s ttio . corno sistema de gobierno para ahogar todo
movimiento obrero y suprimir cualquier obstáculo en el
proceso de su explotación durante la época de mayor ac >
tiv'dad económica.
Frente á e ste hecho, á esta realidad innegable, la
clase trabajadora no puede coi,tentarse con pronunciar
palabras de ruido 6 proferir amenazas que minea se
cumplen.
Ella tiene ante si una trascendental cuestión que estu­
diar y resolver.
Se dice que la conducta desmedida del enemigo es de
consecuencias saludables para el movimiento y las orga­
nizaciones obreras, porque al dar á la lucha modalidades
más ásperas y fuertes ejércita al pueblo trabajador gene
Ha Rido unánime en las filas obreras la opinión de q
él actual estado de sitio no terminaría en los primei
días de Enero por cuanto con suma probalidad él st
prorrogado.
Y por poco que reflexionemos necesario es convei
que poderosas razones apoyan tal previsión. A l mes 1
Enero corresponde la época de la mayor actividad en
economía nacional y durante la cual se realizan en 1
industrias agrícolas operaciones que no admiten dilació
que deben efectuarse en un plazo perentorio.
Y á no dudarlo si el estado de sitio se levantara,
movimiento huelguista alcanzaría, quizás, prnporeiom
no superadas debido á la imposibilidad en que se ht
encontrado la casi totalidad de los gremios de interpon»
sus reivindicaciones en estos últimos meses del año.
Esto no lo ignora la burguesía, y por el contrario 1
sabe perfectamente bien.
Por eso, y en vista de su conducta anterior y de 1
prepotencia que parece caracterizarla juicioso es prevee
que el estado de sitio será prorrogado.
.\T
i.-
I ..
5Cion
'Ul1
P E R IÓ D IC O S IN D IC A L IS T A R E V O L U C IO N A R IO
-
.BU EN O S
A IR E S ,
OCTUBRE
DE
1 9 0 5 .' -
N Ú M ERO 8 .
¡ La acción es la vida ! liberando al trabajo cread or de la explotación
— — — —— —
Rna i,a surgido del ch o­ p arasitaria, y la clase obrera sobre la cual actúa
c lo l a d o o i ó n
que, del perpétoo movim ás intensam ente el factor económ ico y factores
miento de los átom os y
m orales que determ inan en ella la necesidad de
m overse, de luch ar y organizarse, tam bién se ins­
rueda en soberbio torbellino por el planeta.
pira en la vida: la acción y el movimiento,) para
Y así com o el m ovim iento es in sep arab le de la
lan zarse al com bate, hacer cada ve z m ás cruenta
materia y de la fuerza, asf tam bién la acción y la
la lucha de clases y p resen tar al enem igo nuevas
lucha son in sep arab les de los grupos hum aros.
El estancam iento, la cristalización, son la m uer­ situacion es á las cu ales un día no pueda adaptarse.
Y así tenem os á los dos mundos en la brecha: el
te. No podem os suponer una clase social, que
mundo del trabajo y el mundo de la explotación,
constituye una fuerza, en estado estático.
Los grupos hum anos unidos por idénticos in te­ m ovidos por las m ism as leyes inflexibles del m ate­
rialism o económ ico.
reses m ateriales, por idénticas aspiraciones, que
Así vetnos á uno de ellos ap elar á los ipstrutneBconstituj en una clase, están en perpétuo dina­
tos
de opresión, para s a lv a r el provecho robado á
mismo
los productores; así lo vem os m ostrándonos la fra­
A sf como hay un dinam ism o en el cosm os la
gilidad de sus id eo lo gía s dem ocráticas, cuando el
eterna evolución de la m ateria y la en erg ía por
proletaria lo rom pe la dependencia forzada en que
el mismo; asf tam bién hay un dinam ism o social que
se encu entra en el régim en actual, p ara d. term inar,
impide la cristalización de las fuerzas antagónicas
m om entáneam ente, la paralización del proceso de
que obran en la sociedad, que acelera la m archa de
la explotación capitalista.
<r
la misma.
A sí vem os á la m isa obrera, vacilan te prim ero,
A toda acción corresponde una reacción más 6
menos intensa, según la potencia de los elem entos
firm e y decidida después, a ta ca r y defenderse,
en lucha. L a fiera acorralada se defiende, re a c ­ esp erar la reacción sin tim ideces, convencida de
ciona contra el ataque en la form a que m ejor pueda
que ú fuerza de Combates es com o form ará las
librarla de la m uerte.
huestes que preparan el advenim iento del mundo
Y una c la s e s o e ia l, cuando es lesionada^ cuan d o
proletario; así la vem os contestar á la ley m arcial,
brutalm ente qotere 4 e r reducida por su enem igo,
im puesta por la b u rguesía com o m edida violenta y
á eterna servidum bre, tam bién refiecw na, tam bién
eficaz, para sem brar la derrota y el terror entre las
contesta á la agresión, aunque sufra después la
filas obreras; asf la tem o s, repetim os, contestar con
la h uelga generdl en pleno estado de barb arie y
am argura de la derrota, que si sobreviene, rto'p or
eso deja de traernos, en m edio de sus tristezas,
co n serva r la integridad de sus organ izacion es.
C on servan d o sus orga n iza cio n es el p roletariado
preciosas enseñ an zas para el futuro.
Y en la lucha g ig an tesca que el proletariado sos­ triunfa. T riu n fa porque ellas surgen de la lucha é
Inflaren en ella;’ si son co n secu ín cia de la luch a »
tiene contra el p rivileg io burgués, en la afirm ación
quiere decir que la inactividad y el renunciam iento
constante de su derecho á una vida verdaderam ente
humana y libre, en consonancia con la función p rin­ están desterrados del cam po p ro le ta rio ; que la
cipalísim a que desem peña en el mundo de la produc­ agitación constante, la lucha sin pactos que la r e ­
glam enten y que desn aturalicen su c a rá cte r de
ción. pedestal de las sociedades, en la elaboración dfe
g u erra de intereses an tagón icos que no pueden
los órganos que han de sustituir en el futuro mundo
proletario, á los instrum entos utilizados por la b u r­ co ex istir sin chocar, , es la norm a de, conducta
adoptada por el ejército obrero é im puesta por la
guesía para su dom inación de clase, en fin, en la
m ism a realidad.
com pleja y gran d e obra que ese mismo proletariado
[A cció n y m ás acciónl
realiza, hora á hora y dfa & día, para el a d ven i­
L ucha sin tregua, no acatam iento á las disp osi­
miento de la sociedad igu a lita ria y lib r e .s e ve ata­
cado, obstaculizado, asesinado tam bién, por la enti­ cio n es estatales de la burguesía; em pleo de t ajos
los m edios para con trarrestar la b arb arie en auge;
dad que resum e en s( la fuerza de la b u rgu esía y
preparación de un próxim o y g ra n m ovim iento
salvaguarda sus intereses: el estado.
p roletario en que cada agru pación siendo solidaria
El hecho real, in con trovertib le, lo tenem os d la
con las d» más, obre com o debe obrar, sin m ira­
vista; estam os sufriendo sus efectos.
Una b u rg u esía que de acuerdo con la com ple­ mientos, sin hum anitarism os que han conducido en
m uchos casos, al proletariado á la m atanza.
jidad de sus intereses, que inspirándose en sus
E so es lo q u e reclam am os de la clase ob rera de
necesidades de c la se detentadora del esfu rzo
de la república, eso esjlo que los snprem os intere­
proletario, no va cila en ap elar á los m edios más
ses de la m ism a le aconsejan, y esta realidad p al­
brutales para im pedir la elevación de la m asa
pitante, aguijoneando la m ente y el corazón de
obrera; que ante el acrescentam ien to constante de
nuestro proletariado, noase esterilizará en pueriles
la organización proletaria, que significa para ella
tem orei; sin ó ,p o r el contrario se traducirá en una
los com ienzos de su derrota; que ante la m ayor
robusta acción revo lu cio n aria, que determ inurá el
capacidad de acción de los trabajad ores que le
niegan en la época p r o p ic ia d esfu erzo de su bra­ debilitam iento de la burguesía y una explosión de
vida en perpétno retoñam iento en el mundo prole­
zo y su Inteligencia: quiebra su propia legislación
tario.
y se adapta á las nuevas necesidades cread as por
la organización revolu cion aria del proletariado.
Y así es com o vem os á una de las fuerzas so­
Una v e z más que.
ciales no cristalizarse, así es com o vem os á la b u r­
rem os llam ar la a te n ,
guesía no inm ovilizarse en I09 molde9 rljidos de
ción de los trab ajad o­
su reglam entación ju rídica, sinó por el contrario,
res sobre este asunto.
bregando por co n serva r su situación de cla se di­
Muy poco ó nada se ha hecho, entre nosotros con
rigente; así es com o la vem os pujando por a p la s­
respecto á la propaganda antim ilitarista.
tar las en erg ías que se agitan en el mundo del
Es un cam po d e la acción socialista y revo lu cio ­
trabajo.
naria qué aún perm anece inculto; ni cual todavía no
Y la clase obrera, destinada á cum plir una gran
íe heñios dedicado ningún esfuerzo.
revolución, para la cual necesita fortificar pro
Y sin em bargo su im portancia os indiscutible. A
greslvam ente sus elem éntos de com bate, de los
nadie puede pasar inadvertida su transcendencia
cuales depende su triunfo; y la clase obr< ra sobre
en la com plejn y azarosa lucha contra el mundD
1* cual pesa la c a rg a de la producción de las
del despotism o y de la explotación burguesa.
riquezas, que un día gestion ará por sí misma,
Nipeesidad
1*00
A P A R E C E E L 11 T 21 DE CADA BIES
KíO »0
A Ñ O I.
i
t. «UíVMi
.. in J in n frlid -ib
u--. ,
n.M .
ni,
En el continente europeo es una de las grand es
cuestiones que en la actualidad agitan y m ueven
á las masps proletarias: L os revolu cion arios rusos
afanosam ente em osñ alo» en p rovocar la in su rre c ­
ción entre las filas de los rese rv ista s que debían
ser conducidos á la gu erra, así com o tam bién en el
seno de la fuerza arm ada que la au tocracia opone
al esfuerzo abnegado y gen eroso del pueblo m osco­
vita bregando por su em ancipación. L o s tra b a ja ­
dores franceses que ante la p ersp ectiva de un
posible conflicto con A lem an ia, afirm an cla ra y
term inantem ente el cará cter antipatriótico, en
absoluto y sin lim itaciones, de la lucha obrera; y en
tal sentido resu elven p ro vo car la in su írecció n
interior, toda vez que la clase dom inante de su país
se d eclara se en g u e rra con otra potencia extran gera.
L o s m ism os trabajad ores fran ceses que á taléS
efectos, y en vista de los m asacres de L im o g es y
Saulnes, reafirm an su acción sistem ática y activa
contra las instituciones m ilitares, m ediante la d es­
organización ó d isg reg a ció n de los ejércitos.
L os trab íjadores italianos que en presencia de
las bárbaras y continuas m atanzas obreras re a liz a ­
das en el S u r de la península, intensifican con
m ayor em puje la propaganda antim ilitarista!‘p ro ­
vocando la inquietud de las clases dirijentes al
sentirse herid-as en su baluarte principal jl m ás
querido: el ejército.
i
E s que esta acción tiene perfectam ente m arcado
su lu g ar y su rol enáa vasta tarea confiada al p role­
tariado de instituir su nuevo régim en social co rre s­
pondiendo á su em ancipación.
♦
* *
La lucha á m uerte contra la sociedad b urguesa
presenta dos fases diversas, una constructiva, y d e s­
tru ctiva la otra.
L a prim era consistiendo en la organización de la
cla se, en la form ación del nu evo régim en m ediante
-el d esa rro llo paulatino y cada vez más precoz de
sus órganos re sp e c tiv o s.
-n
L a segunda faz se p resen ta com o una co n secu en ­
cia fatal y necesaria de la prim era: la organ izació n
o b rera com o g erm en de una nueva, sociedad sblo
puede nacer y desarrollarse en contra y á pesar dp
la sociedad burguesa. Esa organización es en t é r ­
m inos claros, l« revu elta, de la clase trabajadora,-«s
la negación del régim en capitalista; es la tuerza
n u eva que al ir elaborando otro orden de cosas,
conspira contra la existen cia del predom inio bur­
gués; es la uuieriüliiZACióaó m ejor dicho, el planteo
en térm inos claroj», .precisos é irred uctibles de-las
antagonism os so ciales, !. P or eso la organización
obrera tendiendo á sacudir el y a g o cap ita lista , sblo
es factible m ediante la luchii contra In clase e x p lo ­
tadora.) L a organ ización o b rtrá , trae-p u es1Tamul­
m ente ap arejad a rea lucha. F rente á !a soefedátí
proletaria, la sociedad burguesa. Y 'la ‘ Solución
librada exclu sivam en te á u n í g u erra s in 'c u a r t e l
en tre am bas cla ses.
1 1 .
■íu
L a obra con stru ctiva del proletariadóréeFartih.
en su coh secu encia, la destrucción p rb g résiva' y
contem poránea del nctoal orden de1 dosas. 0 1 -Jno-.
Y en* verd ad que la organ ización o b re ra 'é n áí
m ism a im olica ese desm oronam iento, érr cuanto vh
concentrand o en su seno toda la vida y la'aCfividad
de In cla se trabajad ora.
P ero e9a organización obrera; al estar stúd ésarrollo íntim am ente ligado con el derrum be córrela*
tiro del mundo burgués, necesita e je rc ita r üna
acción d irectam en te encam inada á ta! objeto. Ufla
acción n eg a tiva que secunde el esfüeTzo con s­
tru ctivo d é la clase trabajadora; una acción negrftlva
que p recipitan do el de^m orónam iento d e 'l h ’*vieja
sociedad,- v e n g a Sá facilitar la floración exub e­
rante y robusta de la anhelada socñ dád drl p orvenir
En tnl sentido, eficazm ente, los obreros deben
ex ten d er su accidn revolu cion aria al s e r ó dé Ids
stra tacuca consiste: i
is clara la conciencia d
h eficaces nuestras ar
agitación de las ocho
lente estas dos condici
efecto ella tiene la in
ir la cuestión sobre su
terreno económico, j
rreno económico que 1
ativa para convertirse
ecialmente en Francia,
ón tiene la ventaja de
iroletaria del guignol p¡
agitan los farzantes <
lacer olvidar al prolel
nisión.
pequeña burguesía dt
en nuestros días el pe
sus talentos para hat
idores las cuestiones '
tán de feria ella nos a
ones y hace brillar reí
igitación de las ocho
i espectáculo entontec
¡egundo lugar, cuanto
jornada de ocho hori
durable de las condic
s de las experiencias
a jornada de ocho hoi
beneficios de los gr
más bien una tendenc
más cierto resulta que
miento considerable de
del proletariado. Paree
ma mejora la más imp
íida en cuenta,
comparación de esta
stro armamento en la
cación política resulta l
el hecho mismo que la
tendría una tendencia
• más bien á neutraliza
ncia al descenso), pe
otorgará más tiempo
ia*, y para 'a culturs
¡echo mismo que ella
cadencia física de la i
parará soldados ind
as para la lucha soci
civil.
conquistar la jornada
iado tendrá que prese
o y esta lucha le ser
laración á las batallas
nás decisivas.
; tratará de la lucha c
mo en campaña electc
distrito.
■ato de la lucha de cía
za en el taller y en la
caracteres.
ornada de ocho horas
,, sino un media de ag
in alivio, sino un an
ornada de ocho horas
o fuerte, y nosotros
a lucha, porque solo v
E l perro capitalista «
sus privilegios; para a
nvperles los dientes,
émonos para la lucha
solo puede contar par:
derecho del puño.
Im ram usuo si
apital no tiene patria,
buena colocación. Y
tación burguesa ha 1
lente, por razón del
na explotación interr
razas, ni ironteras. j
:mente donde quiera
ro de una intervencF
ante este cosmopol
nal amarilla, debe al
no obrero, correspo
:agonismo de los in;
a b r ie l
D e v ille .
i varían los hombres y
filósofo desilusionado,
lie que escribió eso, r
¡ue tan cínicamente h;
imento francés los ir
letariado.
Huelga
adores de ladrillos de
o aumento de salarie
imanas de trabajo, se
este gremio,
a la fecha no se ha o t
itisfactoria al conflicto
se avienen solamente
de 20 centavos por ir
idos, pero se resisten
r las demás condiciones
a á la medida fija de
5 humanitario á los ob
>s, por su parte, no se
actitud altiva de los p
firmes en el terreno q
stos á obtener una viel
5 pasados los dueños
¡cia de que en caso de
s los obreros parados,
d de desalojarlos de 1:
tienen en los hornos. (
Publicam os á continuación algunos párrafos del
e n érgico manifiesto, lanzado por los cam aradas
axuleflos:
«Trabajadores: Cuando vosotros perm anecéis
sum isos ál m andato incondicional de los explota­
dores; cuando os desinteresáis de vuestra situación
y dejais en plácida tranquilidad á la voracidad
insaciable de la sanguijuela capitalista; cuando
servís de triste com parsa á los politiqueros ó de
carne de m atadero para las gu erra s ó revu eltas
burguesas, ensonces, os honran con el título de
pueblo bueno, porque com o m ansas ovejas os de­
jais impunem ente esquilar.
Pero, cuando im pul­
sados por la angustiosa m iseria ó por una más
clara conciencia de vuestros intereses, os lanzats
á reivin d icar vuestros derechos conculcados por
patrones y gobiernos, enton ets os llam an chusm a,
y toda la brutalidad del poder, toda la osadía
canallesca de los esbirros, toda la inm undicia de
las plumas vendidas, toda la salvajada de los
brutos de uniform e todo se v u elca sobre vosotros,
con la intención p erversa de ahogar las m&nifiestaciones de libertad los prim eros pasos hacia la organiaación del mundo nuevo de los trabajadores,
vuestros ataques al privilegio capitalista, g e n e r a ­
dor de m iseria y em brutecim iento, de ignorancia
___
oligarqu ía criolla, es el m e te e sp e cia c .™ - i- - •—
o frece de poner al .en rie lo del capl.al
por no decir grin go, todo un cu* rp
*
lcft
costeado con nuestro sudor y de*‘ ln a .G r 9U9
y exclusivam ente, á defender y consolidar sus
intereses m ateriales, persiguiendo y
,nos#
Indefensos obreros, en su m ayor par e
g
|Es asi como esa clase corrom pida nos da leccion es
de patriotism o, á nosotros los sociallistas
A l m encionar este hecho, no lo h ^ e tn o s com o
patriotas. D enunciam os sim plem ente
d
de la canalla gubernativa, para que sea com entada
com o es debido por los que aun c ° nse*
dem ás;
ju icio de am ar á su nación, odian o
¡_iista9
aberración en la que nó incurrim os o
^
que dem ostram os con la historia, que
patria se ha ido ensanchando cada v
’
sando por la de familia, la de tribu, e
’
provincia, y de nación, para llegar,
na
t
un porvenir no m uy lejano, á la de human
’
L a explicación del hecho que m otiva estas 1 neas
es A nuestro juicio bien sencilla: la c o m is a ra
in vestigaciones vive, por una parte, de to a
podredum bre social: ladrones, asesinos, etc. a e
profesión, con que nos brinda el régim en cap ita­
lista actual. Pero sucede con esa industria (nos
referim os á la de investigaciones) lo que con todas
LA
A C C IÓ N
S O C IA L IS T A
bu rgu esía reinante, ha con tribuid o ind _
m ente la a v a ric ia cap italista, la que dán
cuenta de que .u s p r iv ile g io , no han de ser eti
com o no lo fueron ni los de la cla se f e u d a l ^
de la clase c lerica l, se agita, se extrem ece yj
pudiendo re c u rrir á la ló g ica para refutar,*
fundam entos económ icos, ótico é histórico
cialism o, se v ale de la fuerza com o recurso •«
mo, com o la única «razón capitalista» . A n t j ^
bern aba con la fuerza del ham bre «vencedora,
todos los escrúpulos»; h oy sigu e g o b e r n á n d o s e
fuerza de las b allonetas. de la reclusión, dei
p ersecución y de la extrad ición (L e y de R e * u
la
cia)
.
E l único rem edio eficaz para su p rim ir esa
tula cap italista que se denom ina: com isaría de ¡g.|
v estiga cio n es (sección social) t s la orgaoizacjfcl
cad a v ez más form idable de la cla se trabajadoril
de la rep ú blica.
I
E l día, que á la prisión de un solo obrero, porl
haber incitado á la h u elga á un compañero, J
su ced a ipso f a d o , una nota al je fe de policía, en fal
que se le notifique, que si en el térm ino de ad
h o ra s ese com pañ ero no es puesto en libertad abso-l
uta. se d eclarará un m ovim iento de huelga de||
tf,ct»c
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J
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á Ja taita de fuerza moral en nuestra clase trab a­
ó r g a u ts "ó it^tttucioiws burguesas, «ó con el
propósito van o y utópico de conquistar la dtrecció i j a d o r a para afrontar <on decisión y en ergía las
de su funcionam iento para hacerle se rv ir á sus y arbitrariedades del E stado Es indudable que ese
tan necesario espíritu com bativo, carácter de lu ch a ­
intereses? nó para robustecerías prestándoles su
dores, lo adquirirán los obreros con su con cu rren ­
concurso nuevo, inteligente y fecundo; sinó, al
cia persistente y continuada á la acción de clase.
contrario, anim ados del propósito bien definido, de
La propaganda antim ilitarista, á su vez, daría
entorp ecer su mecanism o, de obstruccionar su
por resultado fortalecer el cará cter de los obreros,
funcionamiento, á fin de obtener, en form a práctica
despojándolos del tem or que les infun *e la presen­
y sen cilla, su debilitam iento progresivo, su anu­
cia de los soldados, y 1 1 irresolución que les pa­
lación completa.
raliza ante las medidas ó actos violentos de la bur­
En uha palabra, acción n egativa mediante la
guesía. Más confianzu en sí mismos y menos
irrupción en el propio seno del adversario, con el
miedo á la fuerza militar, tienen el a p reciable e fe c ­
propósito único y fundamental de d esorganizar sus
to moral de hacerles capaces de resistirse y luchar
filas, de p aralizar sus instituciones, y descom pa­
contra los obstáculos de cualquier gén ero opuestos
g in a r el com plejo engranage que m ueve y sustenta
por el adversario.
á su organism o de clase.
En tal sentido hacem os un llam ado á todos los
T al es el fin á qae debe obedecer, en nuestro
elem entos revolucionarios que estando dispuestos
concepto, la acción parlam entaria y electoral del
á cooperar en la tarea de organ izar la acción anproletariado.
tim ilatarista, se sientan con la en> rzía necesaria
T al es el fin á que dobe ser encam inada una
para afrontar las adversidades inherentes á esta
tenaz, activa y en érgica propaganda antim ilita­
lucha áspera y fuerte.
rista.
El período histórico
por 1 1 que atraviesa la
d e b e h a c e r s e
clase obr. ra de este
país, debe servirle de
provechosa enseñanza en lo futuro. H em os co n sta ­
tado. clara y palpablem ente en más d f u n a op o r'u nidad, las m aniobras del gobierno de Quintana, fiel
y genuino representante de la burguesía, al im plan­
tar como sistem a contundente, el estado de sitio,
cada vez que los trabajadores, en defensa de sus más
legitim as aspiraciones, tratan de conquistar por su
esfuerzo propio, m ejores condiciones de vida, á que
son a c m dores como seres humanos y como úni­
cos productores de la riqueza social.
L a actitud parcialísim a del Estado se manifiesta
en toda su desnudez, defendiendo descaradam ente
los intereses capitalistas frente á las justas exíjencias de los obreros. Vem os al parlam ento, (órgano
em inentem ente burgués) se r v ir adm irablem ente á
la clase que lo ha creado para su único y exclu sivo
servicio, sancionando leyes y dictando toda clase
de medidas coercitivas, te n iien te s a restrin gir la
libertad de pensam iento, cuando se trata de sus
capitales amenazados.
L a lucha entre explotadores y explotados está
claram ente delineada. Los prim eros buscan por
todos los medios á su alcance, asegu rarse las tabulo sas ganancias que les perm ite p rev alecer sobre
los segundos, y estos tratan sacar el m ayor ben e­
ficio de su trabajo, imponiéndose á sus opresores
por medio de sus organizaciones, en las diferentes
form as de lucha que exijen las circunstancias.
A h o ra bien, los trabajadores deben prestar mu­
chísim a atención á la táctica usada por nuestra
burguesía, y luego obrar en consecuencia, inutili­
zando con su acción netam ente revolucionaria, todas
las prevenciones que tome la clase capitalista para
asentar su predom inio so bre la clase productora;
todas nuestras en ergías han de dirigirse obstina­
dam ente á desbaratar sus planes, m anteniendo
latente e l espíritu de rebelión en las fitas o b re­
ras, no dejándose am edrentar por todas las le) es
de represión existen tes y por existir, contestando
go lp e por golpe á las brutalidades del Estado, y
manteniéndose firmes y decididos en sus fortifi­
caciones: los sindicatos de resistencia.
D e este modo, robusteciéndonos en la lucha que
es vida, tem plarem os nuestro espíritu en la fragua
del com bate y estarem os siem pre preparados para
repeler con energías todo avance de nuestros co­
munes enemigos.
Por ejemplo: á nadie escapará que aproxim ándo­
se la época de la exportación de la cosecha, el g o ­
bierno prorrogará el estado de sitio con el objeto
de impedir cualquier m ovim iento huelguista, y es
entonces cuando los trabajadores deben asum ir una
actitud tranca y decidida, abandonando todos, co ­
mo un solo hombre, el trabajo, y alzándose airosos
llenos de noble indignación,ante la canallesca a r ­
bitrariedad de los que queriéndose burlar de noso­
tros, erijen el im perio del estado de sitio como una
mordaza, á los que clam an una parte de lo que le
pertenece. Es entonces cuando debem os dem os­
trar á toda esa cáfila de parásitos que es peligroso
L o
qn^
.
mil!
»»•00'..«* diriseL-t-
¡
Siendo ese el alcance y significado de la acción
obrera contra las instituc ones m ilitares, no puede
ser desconocida para nadie la im portancia que
reviste y la necesidad de em peñarla á la m ayor
brevedad.
E sa im portancia la da el lu gar prom inente que
ocupa el m ilitarism o entre las dem ás fuerzas de
explotación y tiranía puestas al servicio de la clase
enem iga.
Y el valo r que para esta representa se a crece á
medida que la gu erra social toma caracteres más
ásperos é intensos.
El m ovim iento obrero progresivam ente robuste­
cido y generalizado va destruyendo los prejuicios
y las mentiras sociales que tan eficazm ente explota
la bu rgoesía en su favor. Y ese desm oronam iento
paulatino de la actual su perextructura social, obli­
g a á la clase dominante á con cen trar la defensa y
conservación de su predominio en el seno de sus
instituciones de fuerza.
Estos se convierten, en definitiva, en el único am ­
paro y baluarte de la vieja sociedad contra los
ataques vigorosos y continuados de la huestes pro­
letarias.
Y a no se trato de una sim ple crítica académ ica
á la económia burguesa, que no incom oda m ayor­
mente á los poderosos y que estos se limitan á
contrarrestar con los sofismas capciosos de sus
sabios asalariados.
L os obreros abandonan el verbalism o de una
pura propaganda ideológica, p ira em peñarse en
una acción sistem ática y efectiva, de actos, de
hechos revolucionarios. Y a l m lestar así, el pro­
ceso de la explotación capitalista y sacudir las bases
de la vieja sociedad, esta debe asum ir actitudes de
conservación que por lo gen eral, y en una dada
etapa de la lucha, solo pueden traducirse en medi­
das violentas, y por consiguiente en el funciona­
miento activo de las instituciones militares.
E sto nos explica todo el cuidado, toda la atención
que aquellas merecen de la clase capitalista.
Pero así como la burguesía está profundam ente
interesada en el robustecim iento de dichas institu­
ciones, nosotros debem os estar profundamente in ­
teresados en su destruccióu
He aquí toda la
u rgencia y toda la im portancia de la acción anti­
m ilitarista.
Es verdad que nunca se ha dejado de hablar
contra el militarismo; pero no se trata de una sim ­
ple critica teórica, de una simple cuestión de pala­
bras, sino de una critica práctica, de una acción
efectiva, de una serie sistem ática de actos, de hechos
meditada y enérgicam ente encam inados á desor­
g a n iza r ó d ebilitar la fuerza arm ada de la bur­
gu esía .
Y suponemos que no se objetará de extem porá­
nea á nuestra iniciativa, por cuanto son las actúa,
les circunstancias ,as que más hablan á favor de
ella. En efecto, frente á cada acto de la clase tra­
bajadora organizada, nuestra burguesía, sin recato
ni escrúpulos, apela á las medí las más extrem as y
moviliza su gente de cuartel.
Adem ás otra consideración de indiscutible valor
yjene á prestigiar dicha iniciativa. Nos referim os
„oe Pu
de Q°c van
tres
ju g a r con la dignid ad de los que trabajan v pr^n Y apesardi(ia co e rc ió 3' 1
nAM y
rt h
Vi a
o c e r de
Ai* m
H n que
n iip la
<;Anri<l9 d
tr iu n fe L
cm a :_
^ n t o s O»
¡njjcntos
cen.
mnodo
la sonrisa
dee triunfo
, imisma
m0vinwt*pro!
sus labios, se torne en una m ueca de espanto. >fchoZar
, ias filas prolet
•ntuplt*
n ien d oqu e reco n o cer al fin que todo el p od er* F ni' ac,''"uciones, ce-ellos ejercen no basta á deten er la avalancha ti las Perse pr0ietariado, so
multuosa de esa turba que se im pone y se yergi tos, nuesír P bratai¡jad de
com o una am enaza te rrib le á la tranquila <Ug( namente Inélga general P
tíón de sus ahitas person alid ad es.
con una
manifestaCÍdD
D ^ d e ya, deb mos em pezar una activa y c ta m A - .
nte propagan da en el seno de nuestras orgai que valoran ^ c0sia, «.«'•**•ciones, reuniendo el m ayor núm ero Je asocia*
brutalidad del en
eni cada uno de los diferentes grem ios organizad! suyos J
y |a DI!"'*ja
,, presión
oresión
y h acer d eclaracion es term inantes en este sentid &s d¿clr'hq ra haber obra
Q ué á raiz de un decreto del go b iern o prorroga ri«. ‘I01'
,Cde la hurgues
do el estado de sitio, los trab ajadores declararán] )' l o s órganos
h u elga gen eral, valién dose en tooas las formi cia.
r0letariado del
para p erjud icar á aquellos que no conformes ro Nuestro p
no es
v iv ir de nuestro sudor, nos oprim en y nos veji vez Por to a ; . j esW(j0;
tan infam em ente. Esta
K o n propaganda
nrnnaoranHa se
ef* ha de
rto hact
hiiJ.inlllirí
anulará Ih acc
en todas partes, en la calle, en las fábricas y ü todos lot
cia l será un hecho,
lleres, en todas las r< uniones, lanzando manifiest# *:“l corA un *iec*10' S*
- ;V U J U V ,wM-
—
Tenemos por delante un
... ior,tn r\p tocias la
dor de todo lo que existe, y entonces sí,
oirem os g rito s de angustias, no ya p r o fe r id o s » ,
g a rga n ta s p roletarias sinó por los que hasta ahnr ciones que acusen
'
creyeron triun far
y que en lo su cesivo , sentir*"riase.
c*ase
co rre r un escalofrío por todo su cuerpo cada ve; La elección no es dudosa
S i amamos realmente la e
que piensen en la posibilidad de un movimieifo
p roletario
que al fin se ha dado cuenta eiacn tañado, si todas las palabi
de su tuerza de acción, que lo puede todo, y e$(j años de acción, son la expreí
pronto á se gu ir adelante, siem pre adelante con l| y no palabras vanas; si qu<
fé de su prooio poder, h ista su com pleta emanci que sufren, luchemos por s
tad.
pación del do gal capitalista.
J uan R oulé.
JL >efen sa
JL o m
e n é r g ic a
actitpp o b r e r a
D E L P U E B L O OBKBMj
— U na estúpida medid*
de proteccionism o al glj
d
e
O liiie
_____________
nado chileno, ha dado
origen á choques violar
tos entre el pueblo y los g u a rd ia n es d el orden.
L o s ganados chilenos im potentes para competir
con los que se introducen de las p ro vin cias andina*,
n ecesitaban el apoyo gu bern am ental que se tradujv
en un fuerte im puesto á la introducción de ganad»
D e aquí su rgen dos hechos fundamentales: el
cará cter com pletam ente cap italista del parlamento,
que por una medida de proteccion ism o á los inte­
reses de los hacendados chilenos, cre a una vidi
más difícil aJ pueblo obrero; y la necesidad de uw
m anifestación extra-legal, de parte de aquel prole
tariado, que saliendo de la órbita restringida d*
las peticiones sum isas, com p eliera al estado á ans
la r ese impuesto.
Y así han acaecido los hechos.
s u c e e o s i
miento y acción obrera, ha!
deraao como secundario-, el ]
en la lucha de clases.
El sindicato obrero, actu;
estrechos, despojado de su
Organo transitorio y de si
estabilidad se ponía en dud
pación amorfa, para reunir
aarlos al torpente revolucu
disgregación al dia siguienl
mación, para los otros; se
potencia que encierra, cuan
Pprn f " él t0 d a SU e n e r g l
«Ji»
rente á esas concer
d o Í K Ü f Slndtcaltsy»o r
de acuerdo con la J " »
necesidades A p u esta s " n i
«'gano no solo cana, H P r
datos á los e m i& j de prc
Lr su potencia cn u0'"’ en
plir la gran rJt ?
D u r a n t e v a r i o s d ía s e l p r o l e t a r i a d o c h ile n o , cuy»
s itu a c ió n e s b ie n t r i s t e , s e la n z ó á la c a lle , comb*ij
ttó , le v a n t ó b a r r i c a d a s , in c e n d ió , lle v ó e l pánico j
l a a r i s t o c r á t i c a b u r g u e s í a c h i l e n a y a r r a n c ó la pro!
m e s a f o r m a l d e la a b o lic ió n d e e s e i m p u e s to que 1*¡
im p e d iría e n a d e la n te c o m e r c a r n e .
f
ttva;
viendo á i, i 0luci6n que
--!?ídp
- - - v obrero
«orerw
-y — ”
m
.S in d ic a l is m o hace h i
de toda id!
mismas cí!^!Uetnente obn
Patada, n n . f j 0nes ^ que
ttna de las fu^ “ Dlendo en
Si no hubiera sido por la presión llevada i . \l ,las tnecesidades cohÍe
los extrem os, el estado no habría cedido; y por mis!: todo rnSE*®08 intereses
discursos que se pronunciaran en la cám ara, pof u los interela/ i a acción
más peticiones que se hicieran ante los poderes
V asi. consiLr Ja c,as
públicos, el im puesto habría sido un hecho y 4 2 S ! j rio- s u s c e S S °n
pueblo chileno, de su yo m iserable, habría visi« ra, qoe^nL^^entamipn1
lle g a r las reses á los m ercados y las habría faen* &»nda ideí?.A de l{* locha
do para los ricos, él se con tentaría con com® p,roceso re¥oi8 l5a ' conside
porotos.
T-^evo r¿l;JUlvo, que *7
P e ro nó. E l proletariado chileno ha defendió*
valientem ente el derecho que no se dejan arran ctf A cción a Co®o ei Á p-a
ni las bestias: el derecho d comer, d n utrirse por*
v iv ir y poder un d ia sem brar la derrota entre U
cW
Í d e lProiÍi!Xpl°t;
d a s e que to explota y envilece.
**las e! s c°mo ias j ado
¡Que contraste la actitu d resuelta de los o b re f # son , . f a eSfu *as ener;
chilenos y la de nuestro p roletariado!
i
La DT tito d el
** OI
Y la ofensa es la misma.
Si á aquél se le quita el derecho* de com er comMí t a ^ í la orKan^0cial.
debe hacerlo un ser humano, al nuestro
estro s í lequH*\ mí, .pero elian'4ac¿ón
e l derecho d m overse, d lu ch a r, á accionar - ,
libertad, para lle v a r a la p le n itu d de su desarrfl
5,1 esin
_a
lio d la organización obrera, fu en te de todo
jora m ien to para la cla se explotada y base i e »\
fu tu r a revolución.
« «a— A
4\lN U i .
—
J5UAINU2» A tK E S » ,
N O V IE M B R E
DE
N U M ERO 9 .
1905
« aI* s e a ¿ ti \ C U se ' « « t a F S
^ 4 ,a lógica " *xtre«aeL ,p*
,nómiCoS) ét!Co Z ara ref¿ V *><> Imponicioncg do Ir lucho.
' de la fuerza® hlswriCo ! , lo*
Si en virtud de una tendencia á la tranquilidad y al
?* ,ra*ón cap?tTr recQrso su S°' reposo consideráramos agotado el tema del estado de
h e r z a del v, PUa,,sta». An?ttPrt,
sitio y resueltos los problemas que la arbitrariedad
burguesa ha planteado á la clase obrera de la repú­
“ “« « « . I d “ , * obe" * M Í ^ ■><
blica, sin vacilación afirmamos que tal pensamiento
15
solo se inspiraría en una pura conveniencia particular,
üo etica»
w'<' y nunca eu loa vitales intereses ¿ imposiciones de la
clase trabajadora luchando por su emancipación.
" « >ienom¡!‘ . S“pri®"- « a M
Sin duda alguna ya hemoa superado la oportunidad
,l6n social) t's ,0ailSaría de
de la critica enégioa 4 la bárbara actitud de los dom i­
n a d o r e s ; ya hemos superado el
momento en que se
hacia
necesario
revelar
con
la
mayor claridad 4 los
‘ »«»<*» d e „
JÍ^
U l> a e li a a " „ S°
o t> re r«, p »
ojos de los obreros todo el alcance y significado de
•» Una nota al je fe h Oa,paftero, ^ la violenta conducta del adversario. Pero aun hay
Ue’ <l«e si Vn el ® P° Ucía^ n í algo más que realizar.
ler° no es puesto
dr®u»o de ^
La critica y la protesta verbal ó escrita por si mis­
Un m° vi miento d e ^ f « - Í mas no implican ua acto positivo ó material de lucha.
.
nuelea de|
Sus efectos se dirigen más hacia la clase obrera, en
llos-: *>oys ¡ ^ ” b r' ■«»££**>■
tenga la Tirtud do ofrecerlo una situación de cosas muy
conveniente á sus intereses; la calma absoluta, el quietis­
mo do las organizaciones obreras, la actividad febril en
las fábricas y talleres
De aqui que surja evidente una afirmación por todos
aceptadas: La burguesía argentina ha erigido e l esta d o
d e s it io , como sistema de gobierno para ahogar todo
movimiento obrero y suprimir cualquier obstáculo en el
proceso de su explotación durante la época de mayor ac •
tiv'dad económica.
Frente á e s te h ech o , á esta realidad innegable, la
clase trabajadora no puede coi,tentarse con pronunciar
palabras de ruido ó proferir amenazas que nunca se
cumplen.
Ella tiene ante si una trascendental cuestión que estu­
diar y resolver.
Se dice que la oonduota desmedida del enemigo es de
conseouenoias saludables para el movimiento y las orga­
nizaciones ubreras, porque al dar á la lucha modalidades
más ásperas y fuertes ejércita al pueblo trabajador gene
vig o re
-o ír' ’ ’ 1
”
Ha sido unánime ep las filas obreras la opinión de que
él actual estado de sitio no terminaría en los primeros
días de Enero por cuanto con suma probalidad 61 será
prorrogado.
Y por poco que reflexionemos necesario es convenir
que poderosas razones apoyan tal previsión. A l mes de
Enero corresponde la época de la mayor actividad en la
economía nacional y durante la cual se realizan en las
industrias agrícolas operaciones que no admiten dilación,
que deben efectuarse en un plazo perentorio.
Y á no dudarlo si el eBtado de sitio ae levantara, el
movimiento huelguista alcanzaría, quizás, proporciones
no superadas debido á la imposibilidad en quo se han
encontrado la casi totalidad de los gremios de interponer
sus reivindicaciones en estos últimos meses del año.
Esto no lo ignora la burguesía, y por el contrario lo
sabe perfectamente bien.
Por eso, y en vista de su conducta anterior y de la
prepotencia que parece caracterizarla juicioso es preveer
que el estado de sitio será prorrogado.
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la clgs^
u .:. J —
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rn ^ a d d C
l0 S q u e t r a b a j a n
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la SOnri?a de triu f : Y apesar de quq van tres veces que se dicta la
Cn Una m ueca d e espa
* misma medida coercitiva, el estado de sitio , para
ce r al
que todo e! n i*0' 1 ah° £ ar ,os m ovim ientos obreros y llevar la desornasta á detener la aval
gani’ ación á las filas proletarias, á pesar de todas
turba que se im pone v 3riCba 11 las persecuciones, centuplicadas en estos momena*a terrib le á la tranouM6
tos’ nuestro proletariado, solo ha contestado mediaas P ersonalid ades.
'°
namente á la brutalidad da la burguesía argentina,
fi m os em pezar una aeti
con una hue,8 a g eneral pacífica; cuando debiera
a en el sen o de nuest V3 y COn! haber sido la manifestación enérgica de una clase
el m ayor núm ero J ^ ° rgatt que v al°rando ,a grandeza de su organización la
>s d iferen tes grem ios 6 aso.c'a<b defiende á toda costa, contra la inconciencia de los
'io n e s term inantes en ° r^an*Za<** su?os ? la brutafidad del enem igo
i d ecreto del gob iero
Senii(l1 És decir, que la presión, violenta si es necesatio, los trabajadores d , Pr° rr° sai ria’ 9UP debiera haber obrado contra los carneros
v a lién d o se
„
eciararáni y los órganos de la burguesía, brilló por su auseni a q u ello s que n o w n f í * k""* C‘a‘
sud or, nos o
'-ull,orines co
Nuestro
proletariado debe
darse
cuenta, una
E sta' proDag
^ n° S Veí>l vez por todas’ 9 ue no es éste el m edio, con que
pn la c a lle en 1* 3 f e b !1 de ^
anulará la acción del estado; debe darse cuenta, que
s r( uniones 1 ^
r,cas y a todos los años y en esta m ism a época, la ley marn. r , r , ,
\ a n za ndo manifiestoi cial será un hecho, si él no la anula, con su en ergía
e c u e í * ClaSe ° b rera > para qJ revolucionaria.
á c ° n c u r r ,r al trabajo crea
Tenem os por delante un dilem a de hierro: ó el
, q ^ e x ,s te > y entonces sí. q“ renunciam
.................. iento de toaas
_____
....
las afirm aciones ,y conria s ^ s 8^ 35' n0 y a Pr°feridos po- quistas proletarias, ó la lucha cruda, sin v a c ila ­
ra por los que hasta ahon ciones que acusen debilidad y tem or al enem igo de
J que en lo su cesivo, sentiré» clase.
por todo su cuerpo cada vei
ve? L a elección no es dudosa.
P osib ilid ad de un movimiento
Si amam os realm ente la em ancipación del prolea Ira se ha dado cuenta exacr tariado, si todas las palabras vertidas en tantos
cción , que lo puede todo, y esté aflos de acción, son la expresión de lo que sentim os,
e -inte, siem p re adelante con li y no palabras vanas; si querem os realm ente á los
d er, h tsta su com pleta emanci Que sufren, luchem os por su elevación y su libercap iialG ta,
tad.
J i m n R o u lé .
D e fe n sa
e b íb g ic a
a c t it ü i
D E L P U E B L O OB&BBO
— U na estúpida medidi
rfo
»
,
de proteccionism o al g»
B
nado chileno, ha dado
o rigen á choques violeir
y los g u a r d ia n e s d el orden
ix „ ■
Z. . .
lenos im p oten tes para competu
d u cen de las p rovin cias andinas
ro g u b ern a m en ta l que se traduje
>to á la introdu cción de ganados
dos hechos fundamentales: el
aente cap ita lista del parlamento
a de p roteccion ism o á los inte
dados chilenos, c re a una vid;
o ob rero; y la necesidad de uu
-le g a l.d e p arte de aquel prole
do de la ó rb ita restringida di
sas, co m p e lie ra al estado á ano
o los h ech os.
as el p roletariad o chileno, cap
¡ste, se lan zó á la calle, comba
ías, incendió, lle v ó el pánico i
ruesía ch ilen a y arrancó la pr°
b olición de ese im puesto que K
te co m e r carne,
ido p or la presión llevada
do no habría cedido; y por mi»
ronunciaran en la cám ara, P®
se h icieran ante los poder
to h ab ría sido un hecho y e
s u y o m iserable, fiab ríaV I*
t m erca d o s y las habría faen
U se co n ten taría con come
ta ria d o ch ilen o ha deí®^‘J
ech o q u e no se dejan « rr.«£
echo d com er, d n u ín r s e p ¡,
3 sem bra r la derrota e.drt
Z ^ Z u e lta d e lo s o b r e *
stro pro leta ria d o !
aism a.
lita el d erech o de com
hum ano, al nuestro $e
com'
cCt
'se, d luchat \ dd ü
e Su desard
>a la p le m tu d d e s
/ obrera, fu e n te di> " ’
,
lia s e explotada y base
En nuestro país, com o
en m uchos otros donde
o b r e r a
i
predom ina una co n cep ­
ción especial del m ovi­
miento y acción obrera, h a b í' sido siem pre consi
deraao com o secundario, el papel de la organización
en la lucha de clases>
El sindicato obrero, actuaba dentro de lím ites
estrechos, despojado de su esencia y su cará cter,
O rgano transitorio y de sim ples conquistas, cuya
estabilidad se ponía en duda por la m avoría; agrupación am orfa, para reunir á los oprim idos y lanzarlos al torrente revolucionario; para in;ciar su
disgregación al día siguiente de la gran tran sfor­
mación, para los otros; se d es'o n o ció siem pre la
potencia que encierra, cuando el proletariado con
centra en él toda su en ergía revolucionaria.
Pero, frente á esas concepciones falsas, absurdas,
se levanta el sin d ica lism o revolucionario, que d an ­
do á la organización revolucionaria d el p ro leta ria ­
do, su verdadero valor, hace del sindicato obrero,
de acuerdo con la exp erien cia histórica y con las
necesidades im puestas por el conflicto actual, el
órgano no solo capaz de producir beneficios inm e­
diatos á los e x p lo ta d o s en el sentido de a crecen ­
tar su potencia com bativa; sinó, tam bién de cu m ­
plir la gran revolución que propiciam os, s o b re v i­
viendo á la misma y siendo la base del futuro
mundo obrero
El sindicalism o hace del sindicato, lo que es en
realidad, libre de toda id eología subjetiva: instru­
mentó em inentem ente obrero, que surgiendo de las
mismas condiciones en que se encuentra la clase explotada, que reuniendo en «u seno la totalidad de
uoa de las fuerzas en conflicto, que inspirándose
en las necesidades cotidiancs del proletariado y
en los suprem os intereses del mismo, se opone en
todo momento á la acción ciel órgano que rep resen ­
ta los intereses de la clase enem iga: el estado.
Y así. considerado com o la síntesis del poder
proletario, susceptible de un aum ento de funciones,
paralelo al acrecentam iento de la conciencia ob re­
ra, que surje de la lucha diaria, y no de la p ro p a ­
ganda ideológica; considerado com o el centro del
proceso revolutivo, que elabora los elem entos para
el nuevo régim en, al mismo tiempo que debilita el
poder político burgués, para disociar sus elem entos;
considerado com o el único capaz de a b ro g * r 3e la
dirección de las fuerzas obreras, com o único rep re­
sentante de la clase explotada; así es com o la unidad
de acción del proletariado recu p era toda su poten­
cia, asi es com o las energías dispersas y esterili ­
zadas en esfuerzos aislados y contraproducentes,
son rein tegradas á la organización, sin la cual el
advenimiento del mundo proletario, sería utópico
La Revolución Social, sería un sueño, sin la e d u ­
cación y la organización revolu cion aria drl p role­
tariado; pero ella se hace palpable, surje com o la
más grande y fecunda de las realidades, cuando el
proletariado agrupado revolucionariam ente concen­
tra su esfuerzo en la salva g u a rd ia y acrecenta
miento de esas agru paciones, cuando solo espera
de ellas su em ancipación, cuando se esfuerza en
capacitarse para una m ayor acción de clase, a te ­
niéndose á sus propiaa en erg ías.
»
A C C IÓ N
S O C IA L IS T A
H asta hace poco tiempo, entre nosotros, no se ha
creído que el grem io tu viera en sí la potencia de
ser el m ejor m edio de defensa ob rera en lo que á
cuestiones ju ríd icas se refieren.
L a acción del abogado, el recu rso de habeas
corpas, etc. eran la panacea, siem pre ineficaz; pe­
ro supersticiosam ente, también, siem pre buscadas.
T raigam os á colación algunos casos concretos,
que pueden más que todos los raciocinios, y que
nos dem uestran la eficacia de la presión obrera,
sobre los desm anes policiales.
Es de todos conocida la forma com o procede este
instrum ento de la burguesía, encarcelan do obreros
aun en épocas norm ales, por el solo hecho de d e­
clararse en huelga.
Pues bien, la p olicía puso preso á los obreros
Carm ona y Dupuis, ae las sociedades de R esistencia
y A rgen tin a, respectivam ente ; porqué los tra­
bajadores del puerto declararon el boycot al con­
tratista del vap or B ellailsa, que pretendía redu cir
el núm ero de hom bres que trabajaban en las bode­
gas.
L a casa cargad ora del vap or intervino. E l b oy­
cot, solo fué levantado, una vez aceptada las con­
diciones im puestas por los trabajadores, entre las
cuales figuraba en prim era línea, la libertad de los
detenidos.
En el segundo caso tam bién m ediaba la deten­
ción de dos cam aradas carreros.
L os obreros de la tropa de carros de A lfred o
B lanco, fueron á la huelga.
Triunfaron; pero dos obreros fueron detenidos
por la policía, á instigaciones del burgués Blanco;
entonces la sociedad de carreros y los estivaderes
le declararon el boycot, que solo fué levantado
tam bién, como en el prim er caso, bajo la condición
de la libertad inm ediata de los presos.
H asta tanto los cam aradas presos, no llegaron
al sitio en que se encontraban los otros, ninguno
reanudó el trabajo.
T enem os do6 casos mas pero de naturaleza di­
ve rsa el uno del otro.
En el prim ero se trata del comp. C orrales, preso
á raiz de la h uelga de horneros. M uchos días
estuvo detenido y no habría sido puesto en lib er­
tad. á no ser la enferm edad que le aquejaba.
Todos los recu rsos le g a le s fueron inútiles; poli­
cía y ju ez obraron en consonancia con los in tere­
ses de clase de que depende.
En él segundo se trata de ün cam arada e s ­
cu ltor en m adera.
L os obreros de la casa G uadagna, declararon un
m ovim iento.
V a rio s aprendices no se p legaron á el y el
com pañero Z-iino fué á exh ortarlos para que hi­
cieran causa común con los huelguistas.
L os aprendices, obligados por el patrón, d e cla ­
raron en la com isaría que dicho com pañero les
había am enazado con violencia y bajo esta talsa
im putación fué encarcelado
L os cam aradas de las sociedades de E banistas y
E scu ltores, im pusieron al patrón G uadagna. que hi­
ciera poner en libertad al detenido, so pana dfc
sacarles los operarios del taller.
E ste fué el rem edio.
A tem orizado, hizo d eclarar nuevam ente á los
aprendices, en contradición con la acusación for­
mulada, lo que facilitó la acción del defensor.
D e estos cuatro casos que suscintam ente relata­
mos surgen conclusiones de im portancia que
debem os h acer resaltar:
1° L a in u tilid a d de todos los recursos leg a les,
por m ás razón que se tengan, cuando la policía
obedeciendo al patronato, aprisiona cam aradas
conscientes, como lo dem uestra el caso Corrales.
2 ‘ L a excelen cia de ¡a presión obrera para con­
trarrestar estas confabulaciones patronales y p o li­
ciales, pues los capitalistas, ante la am enaza de
una h u elg a que ¡iistnin -ye su gan a n cia y ci­
m enta la conciencia obrera no trepidan en orde­
nar la libertad el detenido, como lo confirm a el
caso d el B e lla ils a , el de B la n co y el m ás recien ­
te de los Escultores.
De m anera que para estos casos tan com unes,
el sindicato obrero, se revela tam bién de ca p a c i­
dad excelen te para solucionarlos.
Es una función que se a g re g a á las m últiples
que debe cum plir, en la lucha de clases; es una
am pliación de su cam po com bativo, hasta hace
poco desconocido entre nosotros y que dem ues­
tra una vez mas, con la potencia incontrovertible
de los hechos, que su pape) en la lucha de clases
se hace cada vez más prom inente é invencible.
E stas enseñanzas serán aprovech adas por nues­
tro proletariado, que com prenderá la puerilidad
de q uerer anular la acción brutal de la burguesía,
con las m ism as le y e s dictadas por ésta, para Iq
perpetuación de su p rivilegio, y sí por el contrario
con sx esfuerzo decididam ente revolucionario.
A B E N E F IC IO DE N U ESTB .O P E B IÓ D IC O S u m a m a a te com placido» in fo rm am o s d s l e x o s ls n te
re s u lta d o .* n e h a o b ts n id o 1» su s c rip c ió n in ic ia d a
A bsnsfioio d# n u e s tro p erió d ic o A fia de e v ita r
o u s lq u ie r c o n tra tie m p o A loe com paña;.os que figuj
r a n e n le e li s ta s d e eneoripoión, hem o s re e u e lto
a p la s a r p a r a m ejo r o p o rtu n id a d , eu p u b lio ao ió u .
C o m ité
P ro
P resos
Ha sido necesario que se realizara una intensa
reacción burguesa, para que viéram os con claridad
m eridiana toda la im portancia del «Comité própresos», en cuanto al gran papel que puede d e sa ­
rro llar en el sentido de p restar su apoyo decisivo
á los com pañeros perseguidos por la brutalidad
de los gobernantes.
A pesar de las circunstancias del caso, el «Comité
pro-presos» de la U.G- de T . ha llenado su com etido,
hasta ahora, de una m anera digna de todo aplauso,
puesto que ha socorrido á los com pañeros presos
sin distinciones de ninguna especie, que en estos
casos serían odiosas en sumo grado, tratándose de
obreros que luchan por una causa común.
S e atendió á un sin número de com pañeros lle­
vándoles la com ida todos los di »s. lo que por lo
menos les evitaba ve rse obligad os á acep tar el
repugnante m enjurge con que se obsequia á los
infortunados que tienen la mala suerte de pasar
por las cárce les burguesas. A d em ás se socorrió á
las fam ilias necesitadas de esos com pañeros, p ri­
vadas de todo apoyo al serle arreb atado de sus
hogares los que con su esfu erzo m uscular les
llevaban el m endrugo con que alim entar sus m íse­
ras existencias, víctim as de la voracidad cap italis­
ta. Y pensar que la prisión de esos obreros es el
delito h orrible á los ojos de los usurpadores del
t.udor ageno, de ex ijir m ás pan para sus m ujeres
é hijosl
En estos momentos que escribim os, la casi tota­
lidad de los pre os han sido desterrados, unos á
M ontevideo y otros encerrad os á bordo del Santa
Cruz».
Por lo tanto, esperam os que los com pañeros
activen la propaganda para a llega r recu rsos á este
com ité, pués solo no abandonando á los com pañeros
perseguidos, harem os de ellos más ardientes lu ­
chadores. en lu g ar dt verlos v o lv e r á nuestras
filas cansados v abatidos por la falta de apoyo.
L a verd a d era obra de los trabajadores es: L a
solid a rid a d en todos los momentos de la lucha
E speram os que todo esto no caiga en saco roto.
L a Santa Rusia, el im ­
Tí U S I A
perio de los C zares, donde
parecen haberse concen­
trado todas las tiranías del pasado, para fructificar
engendrando un despotism o brutal, bam boléa.
Su viejo arm atoste gubernam en tal, sedim enta­
ción de todos los oprobios, síntesis soberbia de las
tiranías que han pesado sobre la humanidad, cru je
am enaza derrum barse y su caída, será la caída de
toda una época,de uno de los gran d es anacronism os
históricos, perpetuados por la tuerza brutal de los
de arrib a y la ign oran cia de los de abajo.
L a R usia autocrática, incólum e hasta poco, no
ante los avan ces de la pseudo-dem ocracia burguesa
falsa panacea para m itigar asp erezas m uy hondas
é irreductibles, ilusoria porque su estabilidad se
funda en la dependencia de una de las dos fuerzas
antagónicas en lucha; sino ante los avan ces del
proletariado revolucionario, que apesar de todas
sus heroicidades, que á pesar de toda su en ergía
com bativa, no había lograd o conm over hondam ente
los cim ientos de aquel réjim en: vá hoy cam ino de
la bancarrota.
No es posible esp erar y a una reacción favorab le
á la autocracia, no es posible cree r y a en la super­
viv en cia de una Rusia m alvada á lo C atalin a II,
después de la acción revolucion aria tan intenSá
d esarrollada por el proletariado m oscovita.
El resultado de esta lucha terrible no puede ser
otro, que el aniquilam iento, la derrota total y pafá
siem pre de una de las fuerzas en conflicto.
Y la au tocracia es la que caerá; debilitada por
la g u erra exterior que la redujo á los últimos
extrem es, sacudida sin interm itencia por el esta­
llido de las fuerzas revolu cion arias internas, inco­
herentes en si misma por las divisiones, será
aplastada ante la avalan ch a lib ertaria del pueblo
oprim ido.
L a s p royeccion es de este gran dram a social, de
esta lucha de clases intensificada y sin am bajes;
serán m uchas indudablem ente.
No puede afirm arse d priori que se detendrá en
las fronteras rusas, no puede sab erse aun las com ­
plicaciones que Originará en el m ovim iento obrero
internacional; pero .1 pesar de que toda afirm ación
á este respectó seria hipotética, nos es dable cree r
en ulterioridades de trascen d en cia para la em an ci­
pación obr« ra.
P ro dentro de las fronteras rusas, puede afir
m arse que no se lim itará á un sim ple cam bio po­
lítico, a la prom ulgación de una constitución
elección de una representación parlam entaria.
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país.
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la inactivid;
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y qu e su sr
ecer ese movi
■ralización, ll|
p oten te mai
ña, de represal
irguesía sepa,
d u ra y ejein[
; sitio ya no t
e las majadería
rio, de hacerla
a en renuncia|
a, ella será la
ctos de clase, 1;
esto, no po rq u e
co nv ertido de
trece creerlo alg
icillamente por<
tolerancia, la
á sus intereses
los trab ajado res
am enaza d e un
i enérgica y d¡
a general,
did o m uy oporti
Iga General d e 1;
«. d e T. al rec;
eras cual sería s,
se d e nuevo el í
o se han pron
>s m anifestando i
hu e lg a general,
naza debe tomai
¡ intensa, d e ui
■lga).
agitación de las ocho
itemente estas dos condic
En efecto ella tiene la In
ntear la cuestión sobre st
el terreno económico, ;
terreno económico que 1
porativa para convertirse
Especialmente en h rancia,
tación tiene la ventaja de
n proletaria del g u ig n o l p¡
se agitan los farzantes <
a hacer olvidar al prole!
•a misión.
La pequeña burguesía de
ita en nuestros días el pe
ega sus talentos para hai
bajadores las cuestiones
arlatán de feria ella nos a
raciones y hace brillar re!
,s.
La agitación de las ocho
este espectáculo entontec
En segundo lugar, cuanto
e !• jornada de ocho hori
¡jora durable de las condic
spués de las experiencias
as, la jornada de ocho hoi
los beneficios de los gr
idría más bien una tendenc
íto más cierto resulta que
sjora miento considerable dt
(ha del proletariado. Paree
última mejora la más imj:
r tenida en cuenta.
En comparación de esta
nuestro armamento en la
jdificación política resulta l
Por el hecho mismo que la
ras tendría una tendencia
>s (ó más bien á neutraliza
tendencia al descenso), pt
e ella otorgará más tiempo
«bestia1!», y para la culturs
r el hecho mismo que ella
sa decadencia física de la i
a preparará soldados ind
jorosos para la lucha soci
ierra civil.
Para conquistar la jornada
oletariado tendrá que prest
emigo y esta lucha le ser
1 preparación á las batallas
s y más decisivas.
No se tratará de la lucha c
(n, como en campaña electt
-o de distrito.
S e trata de la lucha de cía
realiza en el taller y en la
a los caracteres.
La jornada de ocho horas
forma, sino un media de ag
uve un alivio, sino un ari
i jornada de ocho horas
iado fuerte, y nosotros
¡nía lucha, porque solo v
a. El perro capitalista <
te sus privilegios; para a
romperles los dientes,
finémonos para la lucha
do solo puede contar parí
¡1 derecho del puño.
El capital no tiene patria,
una buena colocación. Y
xplotaciún burguesa ha
r i a m e n t e , por razón del
j, una explotación interr
)ce razas, ni íronteras. }
rentemente donde quiera
mparo de una intervencM
inta, ante este cosmopol
acional amarilla, debe al
alismo obrero, correspo
>antagonismo de los in
— G a b r ie l D e v il l e .
lomo varían los hombres y
un filósofo desilusionado.
Deville que escribió eso, i
ca que tan cínicamente h
jarlamento francés los ii
proletariado.
Huelga
rtadores de ladrillos de
ndo aumento de salarii
humanas de trabajo, se
ja este gremio,
asta la fecha no se ha ol
satisfactoria al conflicto
os se avienen solamente
:o de 20 centavos por n
leados, pero se resisten
dar las demás condicione
ren á la medida fija de
íás humanitario á los ob
»tos, por su parte, no st
la actitud altiva de los p
:n firmes en el terreno <
uestos á obtener una vic
¡as pasados los dueños
oticia de que en caso dt
res los obreros parados,
dad de desalojarlos de 1
s tienen en los hornos. <
«Trabajadores: Cuando vosotros perm anecéis
sum isos al mandato incondicional de los explota­
dores; cuando os desinteresáis de vuestra situación
y dejais en plácida tranquilidad á la voracidad
insaciable de la san guijuela capitalista; cuando
servís de triste com parsa A los politiqueros ó de
carne de m atadero para las g u erra s ó revu eltas
burguesas, ensonces, os honran con el título de
pueblo bueno, porque com o m ansas ovejas os de­
ja is impunem ente esquilar.
Pero, cuando im pul­
sados por la angustiosa m iseria ó por una más
clara conciencia de vuestros intereses, os lanzáis
á reivin d icar vuestros derechos conculcados por
patrones y gobiernos, enton ets os llam an chusm a,
y toda la btutalidad del poder, toda la osadía
can allesca de los esbirros, toda la inm undicia de
las plumas vendidas, toda la salvajada de los
brutos de uniform e todo se vu elca sobre vosotros,
con la intención p erversa de ahogar las manifiestad o n e s de libertad los prim eros pasos hacia la organiaación del mundo nuevo de los trabajadores,
vuestros ataques al p riv ilegio capitalista, g e n e r a ­
dor de m iseria y em brutecim iento, de ignorancia
costeado con nuestro su dar 7
...
#u«
y exclusivam ente, á defender y con solida*_ sus
intereses m ateriales, persiguiendo y cañando á
indefensos obreros, en su m ayor parte a *
¡Es así como esa clase corrom pida nos da lecci
de patriotism o, á nosotros los socialistas
omo
A l m encionar este hecho, no lo hacem 0 . ta
patriotas. D enunciam os sim plem ente la c ° “ ° u
de la canalla gubernativa, para que sea com entada
com o es debido por los que aun con servan
ju icio de am ar á su nación, odiando á as
>
aberración en la que nó in currim os los 80C
•
que dem ostram os con la historia, que a
patria se ha ido ensanchando cada v ez más, pa
sando por la de familia, la de tribu, de c u a ,
provincia, y de nación, para llegar, finalm ente, en
un porvenir no m uy lejano, á la de humani a .
L a explicación del hecho que m otiva estas lin eas
es á nuestro juicio bien sencilla: la com isaría de
in vestigaciones vive, por una parte, de to a a
podredum bre social: ladrones, asesinos, etc. de
profesión, con que nos brinda el régim en cap ita ­
lista actuul. Pero sucede con esa industria (nos
referim os á la. de investigaciones) lo que con todas
com o no lo^fímron ni los de la clase feudal, ni
de la clase c lerica l, se agita, se extrem es* f <
pudiendo re c u rrir i la ló g ica para refutar~
fundam entos económ icos, ético é histórico dr1
cialism o, se v ale de la fuerza com o recurso m
mo, com o la única «razón capitalista». A n i**
bern aba con la fuerza del ham bre «vencedor*’
todos los escrúpulos»; hoy sigu e gobernando
fuerza de las b allonetas. de la reclusión,
p ersecución y de la extrad ición (L e y de R<
cía )
.
E l único rem edio eficaz p ara su p rim ir esa
tula cap italista que se denom ina: com isaría de j¡
v estiga clo n es (sección social) t s la organizad
cad a v ez m ás form idable de la cla se trabaj; ‘
de la repú blica.
El día, que á la prisión de u n solo obrero,
hab er incitado á la h u e lga á un compañero,
su ced a ip to f a d o , una nota al je fe de policía, en
que se le notifique, que si en el térm ino de
h o ra s ese com pañ ero no es puesto en libertad aba*]
uta, se d eclarará un m ovim iento de huelga
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A llí los cam pesinos reclam an la tierra. tallos
quieren poseer en común el ju d o que riegan con
sus sudores y con su san gre y nada ni nadie lo­
grará detenerlos.
Y a no creen en las prom esas del P a d r e c ito , que
hizo asesinar colectivam ente á sus herm anos á
principios de año; no quieren delegaciones que v a ­
yan á reclam ar lo que ellos directam ente pueden
hacer: posesionarse de la tierra que hacen produ­
cir para sus amos, quebrando su misión de clase.
En estos momentos la agitación revolu cionaria
del proletariado, alcanza una iutencidad nunca
vista en todo el Imperio.
L a huelga ferroviaria h.« alcanzado proporcio­
nes extraordinarias.
F av o rece la acción de los elem ento revolucio,
narios en alto grado, porque impide la m oviliza­
ción de las tropas y crea una situación difícil á la
autocracia que no puede impedir la expansión de
las insurrecciones.
L a s ciudades incom unicadas, el pueblo defen­
diendo sus derechos, con la huelga y barricada,
las industrias paralizadas la propaganda re v o lu ­
cionaria extendiéndose é intensificándose, son los
preludios de la bancarrota czarista y del triunfo
del pueblo obrero.
Y á pesar de todos, las m atanzas e fe ctú a la s por
la tropa, á pesar del odio d : razas fomentado por
la autocracia, com o indispensable á su sosten1míen
to, pues ap rovech a la disención de las fuerzas in
ternas para aniquilarlas (odio que vá am enguandosé
por la constante propaganda socialista, que hace
cojnprender á los pueblos rivales que todos caen
bajo la acción nefast i del czarism o). á pesar le
todos los esfuerzos desesperados para elud ir el
golpe certero y finnl, la autocracia m archa á la
derrota.
El proceso de descom posición socia' y político
que opera actualm ente el proletariado en Rusia, ha
llegado á su máximun; la obra de la organización
obrera revolucionaria vá definiéndose, haciéndose
neta y su vasto plan de com bate no será burlado.
Y todos los luchadores de la libertad m artiri­
zados por la tiranía czarista, y todos los buenos
que dieron su vida en defensa del pueble su frien ­
te y oprimido, tendrán la gran revancha: el hun­
dimiento de un réjim en brutal, sím bolo de un pa­
sado bárbaro, cim entado sobre m ontañas de cadá­
veres, y el advenim iento dt la R usia popular y
lib re.
E stib ad oras. — L a c ir­
cunstancia de haber rea­
¡ g r e m io s
nudado el trabajo después
del m ovim iento huelguis­
ta en que se empeñaron, sin ser atendidos en sus
justas reivindicaciones, no parece haber influido
desfavorablem ente en cuanto á su espíritu de lu ­
cha y a la robustez de su organización de resis­
tencia.
A s í lo denuncia la reclam ación interpuesta p or
la sociedad del grem io al contratista Muchinston
que seguram ente confiado en las dificultades cre a ­
das á los obreros con el estado de sitio, se p er­
mitió violar una de las condiciones de trabajo
establecida por aquel os. dism inuyendo el personal
destinado á las bodegas.
Intimado á respetar la aludida condición, y
habiéndose resistido á ello, el 23 de! corrien te los
obreros abandonaron el trabajo.
Pero el mismo día y con más prontitud que la
quizá prevista por los trabajadores, éstos fueron
atendidos en su imposición. El contratista Muchinston con su som etim iento incondicional se habrá
enseñado á sí mismo y á sus colegas que Iqs efec­
tos del estado de sitio no alcanzan basta perm itirle
violar impunem ente las condiciones de faena es­
tablecidas con anterioridad.
E l hecho com entado nos permite justam ente con­
siderar que á pesar del estado de sitio los obreros
pueden hacer y son capaces de hacer a lg o , y que
si tuvieran la fuerza de espíritu de despojarse del
miedo que los inm oviliza ante las m edidas violen ­
tas del adversario, se sentirían con la capacidad
necesaria para hacer a lg o m ás, es decir, todo lo
que las exijencias de la lucha les reclam a en las
circunstancias presentes.
P o i*
lo s
A C C IÓ N
S O C IA L IS T A
T o ia b a r t s r o s .— D esde i l 19 del co m e n te , sin
intim idarse por el estado de sitio, se han declara­
do en huelga reclam ando la abolición dt 1 trabajo á
destajó y otras mejoras.
V arias de las principales casas han aceptado ya
las reivindicaciones exijidas, por lo c aa l el m ovi­
miento ha tomado un cará cte r parcial
L o s que aún continúan en huelga, alcanzan á 600
y el de las casas que se obstinan en no con ceder lo
reclam ado por los obreros, son diez.
Nuestra palabra sincera y efusiva de aliento á
estos trabajadores para continuar en su encom iaW e
actitud de resistencia Todo m ayor esfutrzo p a ia
prolongar é intensificar su en ergía tendrá su pre­
mio: por un lado la conquista de las m ejoras exijida?,
por otro, y principalm ente la form ación del cará c­
ter com bativo ó la educación moral t:n indispensa­
ble para saber afrontar con valentía las múltiples
altern ativas de una lucha la rga y sinuosa.
Panaderos. — El Consejo local de la sociedad de
este grem io ha lanzado un manifiesto en que lorm i .
la su crítica viril á los dtsm ; nes burgueses; é incita
á ¡os asociados á m ajiU in ree firmes y dispuestos
á no perm itir el menor abuso patronal. En tal s e n ­
tido les recuerda que siendo una de las m ejoras
conquista ja s el descanso en t i último dom ingo de
cada i»*,}-, i.ingur.o debe ir á trabajar en tal dí.i
ni consentir una violación por parte de los p a ilo ­
nes.
Y á no dudarlo, lo? obreros p naderos que
cucM .ui con una tradición de fecundo lucha, qqe
h m sabido, responder unánim em ente al últir
ino p .ro general, sabrán cum plir con su deber
y in an .ftstarse celosos de las conquestas alcan ­
zadas.
Ce ra s g a á Ida oc m pafisros que ten ga n ta lo n a rio s
da ri^a y lo hayan vendido, rem itan el im porte á
la brevedad posible donde in d ica la nota re m itid a
Zga«Jme»te se lee recuerd a 4 lo s -g a s ta n gen
lis t a de su scrip ción de m an darlas con lo raooletado , lo m-i8 pronto quejpuedan.
- S e las rn aga á los sasorip toresjp on erss al d ía 1
de lo con trario ao 1# suspenderá ol e nvío do l á
A C C IÓ N .
B a h ía B la n c a . — La
agrupación socialista de
esta localidad acaba de
publicar un enérgico manifiesto incitando á los
obreros á m antenerse firmes y no dejarse in tim i­
dar por el estado de sitio.
No dudamos que los trabajadores de Bahía B lanca
sabrán cum plir con su deber. Así nos induce á
pensar la actividad y el entusiasm o de que vienen
dando prueba de un tiempo á esta parte.
V ario s son los grem ios organizados, y varios
son las organizaciones obreras existen tes en aquella
lpcalidad llenas de vida y excelen tes condiciones
para la lucha.
L o s m ovim ientos huelguistas que han prom ovido
se caracterizaron por su v ig o r y su éxito.
Esto hace que Bahía B lanca se encuentre entre
las prim eras ciudades del interior, en cuanto á la
im portancia y lozanía de la acción em ancipadora
de los obreros.
Nuestro aplauso y nuestra palabra de aliento.
. A su l —Es uno de los puntos del interior que
también se distingue por La prosperidad del mo
vim iento obrero.
Un testim onio de ello nos lo ofrece el tenaz em ­
peño de los funcionarios burgueses en con trarres­
tar de todas m aneras la acción de los obreros.
En efecto, á t a i z del herm oso acto de protesta
contra el estado de sitio que llevaron á cabo los
trabajadores azuleóos, durante los días 11 y 12 de
O ctubre,la policía se inició en una série de medidas
las más arbitrarias y brutales.
Encarceló á sesenta obreros pertenecientes á los
varios grem ios que tomaron parte en el paro gen e­
ral. Clausuró la im prenta del valien te colega «El
Obrero». |Hasta selló la biblioteca del com pañero
Bosio, seguram ente por temor de que su rica dota­
ción de buena literatura socialista y revolucionaria
pudiera arrojarles algo p oligro so. . . .
D e l
in t e r io r
_.»nitud 7
®*gn,lu“ 7 ¡«o, de*Pu
riel •ne0l,g con
’
la
((Imbéciles! siquiera In h u b* s e * utilizado ¡*
bfl
d esasnarse un poco. ..)
q«e
miento ade
. establecer o
A l com pañero F. O jeda le pusieron u« esbw
en la puerta de su casa, con orden de detenerlo
l»s»n
rinit!
salía á la calle.
re» ge Pel
P ero O jeda voló, y aún perm an ece el milico
su honorable p u e s to ...
<*,al
B osio y el se cre ta rio de la sociedad de alhahi
fueron conducidos, carg ad o s de caden as y espo*
Y no 1
prim ero á L a P la ta y lu ego á esta capital.
irrollo
S eg u ra m en te á estas horas, la chusm a burgos
del A zu l, se sei.tirá m uy com placida pensando
la i Acacia decisiva de su go lp e
¡Pobres cretinos! no alcanzan á comprender q«
los resultados serán bien distintos. Conocemw
» » » » “ <!•
los com pañeros del A zu l, y nos com place afina
que saldrán de la prueba con m ás empuje, c
, ¡„po,ibili“ r « '• ) “
más ardor.
, 01o por ahora
e
A l em peñar la lucha en el terreno más radical
de clase, no han ignorado los contratiempos qi
L» burguesía sabe q
les acarrearía; si la han realizad o es porque
h ibrán sentido con la e n e rg ía necesaria pu efecto de ahogar todo
afrontar sus consecuencias.
en absoluto toda inicn
-S £ T --í
-•-eD>“dClC
y
esees el resultad
San P sd ro — L os trab ajad ores del puerto, que sol
los que constituyen d núcleo principal de la orgt principios del año coi
»,n!r todo el
m zación obrera en aquella localidad, han debió para prevenir
sosten er una lucha en extrem o encarnizada
•de la cosecha. En l*
tirante con los em p resarios durante el últin al imperio de la mism
m ovim iento.
los obreros del puerti
La sociedad »Libre T rabajo * en su asqueros
de los realizados hast
misión de ; roporcionar carn ero s á los capitalistas
pleo de estas m ed id i
no ha escatim ado tsfu e rzn s en contra de la cansí
de los obrrros. P ara p. J er trab ajar se quien adjudica un triunío q
conquistado. (Sin ei
exijir de aquellos su in greso en la aludida insti
ticamente se recom
tución.
Pero la totalidad de los afiliados á la tociedi
manezcan en sos cas:
de resisten cia se oponen á ello, manteniéndpa
nos pegue, que la pol
firmes en su organización. Uno solo ha dado
porque los movimient
triste ejem plo de traicion ar á sus compañeros
obra de incon scieni
Los con sejos huelgan. L o que deben hacer es­
casos term inan con li
tos trab ajadores depende de lo que sean capaces
se mienta, aunque la
de rea lizar.
trario)
L a s difíciles circunstancias porque puedan atrave
Es verdad, que el ui
sar deben se r sus me jores con sejeros. Y á no dudar
lo la resolución más honesta de todo conflicto sala provoca alguna antipat
una consideración basl
podrán obten erla m ediante un suprem o esfuer»
traducido en un acto de acción e n é rg ica y audai
Varguesia en sv eje:
que violentando todos obstáculos les devuelva
respeto absoluto de su organización .
G sn sra l V ille g a s - E l grem io de albañiles ki
conseguido la jo r n a ia de 9 horas sin necesidad*
re c u rrir á la huelga.
Un solo con structor se negó á a ce p ta r la reivindi­
cación aludida, lo que m otivó la declaración
boycott por los obreros.
Y aún cuando á los pocus dfas dicho construetqí
se som etía incon Jicionalm en te.sus ob ras han cootí1
nuado paralizadas debido á que otros constructor*
ocuparon á sus obreros. Buen ca stig o á su ter
quedad y excelen te enseñanza para vi porvenir.
— L a cuadrilla m unicipal se decl ró en huelg»
e l día 14 de O ctu bre, reclam an do la jornada de
horas; pero el lo cesab a el m ovim iento con
triunfo com pleto de los obreros.
—L o s h erreros y carpinteros han presentado a*
pliego de condiciones e xig ien d o 9 horas de trabaj»
y otras m ejoras
Com o los patrones se negaran á suscribirlo, M»
segun da reunión de los o b ie ro s rea lizad a el dí
17, acordó pasarles una nota in vitán doles ó prese»
tarse al dfa siguien te en la se c re ta ría de la sociedad
para firm ar el pliego, de lo con trario declarar!»*
la huelga del grem io.
P ero ésta no han necesitado ejercitarla, P®**
con suma diligen cia y docilidad con currieron todo»
á m anifestar su aceptación á las exigen cias obre
— Esta actividad de los trab ajadores bajo ^
estado de sitio, ha provocado, com o era de esp»
rarse, la actividad de la policía que clausuró inmídiatam ente el local de las sociedades, colocaüdP
una guardia en la puerta.
T am bién citó á varia*
com pañeros para m an ifestarles que quedabaB ter­
m inantem ente prohibidas toda clase de reuniones
intim ándoles la suscripción de un documento p*
el cual se com prom etieran á resp etar sus dispod*
ciones.
ioai«
«o ensueño revoluci,
<ioe la realidad está
Para decirnos lo que
Y nadie puede c
« e l estado de sitio:
Se necesitaría muc
¡^rguesiaabandon
«sT¡¡¡,paniella cq
tartaño P r° b lc m á '
marcial l° rgUesía a
Marzo ’ í°1rque ^
centra'(ia toda ta ^
aPelaráa7 r? ,a Pot.
Pr°úuctos.
5> P a r a
as
” *‘ S 4 w rmiiir 1
Masacre* T Proles
i2“ f“ro»»°dUs *“
r ^ tU e aao„.^
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cueste acctón á s,
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que
P E R IO D IC O S I N D I C A L I S T A R E V O L U C IO N A R I O
í o T . reci
m áu írt.^
que
Je_: j*CÍ
e rd4'
, Mw,».
A Ñ O I. B U E N O S A IR E S , N O V IE M B R E D E
tta w i
A P A R E C E E L 11 T 21 D E C A D A M E S
1905
N Ú M ERO 9 .
>,íeuda\,táV*
ttre m e c t ■j^
* reta l»
Imposiciones do ja luelta.
\ 6t\c o 4eV ^
Si en virtud de una tendencia á la tranquilidad y al
reposo consideráramos agotado el tema del estado de
A rñ«s^ sitio y resueltos los problemas que la arbitrariedad
ven ceáou
\xvAxAa * burguesa ha planteado á la clase obrera de la repúclusioQ C0|)li blica, sin vacilación afirmamos que tal pensamiento
eca ts o su ytt.
Resid ^ *ol° 86 *nsP‘rarf* en un* Pura co nven‘encia particular
y nunca en los vitales intereses ¿ imposiciones de la
clase trabajadora luchando por su emancipación.
Sin duda alguna ya hemos superado la oportunidad
de la critica enégioa á la bárbara actitud de los domi'Mor, nadores; ya hemos superado el momento en que se
hacia necesario revelar con la mayor claridad á los
0 °hre re,
ojos de los obreros todo el alcance y significado de
°°>paúiero. P*
conducta del adversario. Pero aun hay
, p ..
v la violenta conaucia
érm . *• eBt algo más que realizar.
libertad *
La crítica y la protesta verbal ó escrita por si mis­
mas no implican un acto positivo ó material de lucha.
.huel«a dt Sus efectos se dirigen más hacia la clase obrera, en
cuanto tienden á ilustrarla sobre el verdadero funda­
mento y mecanismo de la sociedad burguesa, y en
cnanto pueden contribuir eficazmente á prepararla
para empeñarse en la lucha en cada circunstancia.
Pero ya abundan las palabras y los comentarios.
Después de habernos revelado ampliamente toda la
magnitud y el alcance de la conducta audaz y opresi­
va del enemigo, después de habernos convencido por
utilúado
la experiencia, con la repetición del mismo procedi­
miento, de que á la burguesía del país la anima el pro­
ran u« esl
pósito de establecer como práctica de su política de
de deienen
clase, la sanción de la ley marcial toda vez que los
ce el milico trabajadores se permiten molestarla en la adquisición
r de sus ganancias; después de percibir claramente el
ad de alhajé alcance de sus audacias y prepotencias, un problema
lenas respok
se nos plan ea cuya solución de ninguna manera p o ­
c a p ita l
demos rehuir. Y no podemos rehuirla porque de ella
u s in a burgos
depende el desarrollo progresivo y lozano del movi­
l a pensando^.
miento obrero.
En efecto, el estado de sitio se ha convertido en la
omprenderf
Conoce©» madida que sistemáticamente tiende á adoptar la
raplace afina burguesía contra todo acto del proletariado.
No se trata de un obstáculo ó peligro que se limita
> empuje, c§
á imposibilitar el ejercicio de los mejores derechos,
a m á s radica
solo por ahora
Es el gran obstáculo del presente, y
tratiem p os %
una amenaza del porvenir.
t s porque^
La burguesía sabe que el estado de sitio tiene el
n e c e s a ria p f '
efecto de ahogar todo movimiento obrero, de quebrar
en absoluto toda iniciativa ó propósito de lucha.
puerto, quesr^
Y ese es el resultado inmediato que ella busca. A
pal de la orp principios del año corriente prorrogó la ley marcial
id, han
•>*" debí para prevenir todo entorpecimiento en el transporte
encarnizad:
:arnizad:f .d , ;cosecha. En las actuales circunstancias apeló
..
inte: el filtif
de la misma para vencer el movimiento de
j al imperio
imp
los obreros del puerto, el movimiento más ptderoso
i su asqDera^
os capitalisé de los realizados hasta ahora en el país. Y con el em­
ra de la c«f pleo de estas medidas violentas el adversario se
a ja r se qcwr adjudica un triunfo que de otra manera no hubiera
i aludida wr' conquistado. (Sin embargo entre nosotros ststemd'
ticamente se recomienda la calma y que todos per
á ia soeirdi manezcan en sus casas.... para evitar que el vigilante
n a ntenién*
nos pegue, que la policía se irrite, etcétera. Además
0 ha dado
porque los movimientos violentos son descabellados\
compafteroi* obra de inconscientes]I que eu la totalidad de los
ben hacer tr casos terminan con la derrota. Y esto se dice aunque
se a n capaot
se mienta, aunque la experiencia manifieste lo con
l trario)
jaedauatn^
Es verdad, que el uso eontinnado del estado de sitio
Y i oo dtdt
provoca alguna antipatía; pero esta no puede constituir
1 conflictos^
una consideración bastante poderosa, para detener A la
remo esfflfl*
Ipupuesia so su ejercicio, mientras la ley m a rc ia l
gica y 3$
s devneln'
9
tenga la virtud de ofrecerle una situación de rosas muy
conveniente á sus intereses; la calma absoluta, el quietis­
mo de las organizaciones obreras, la actividad febril en
las fábricas y talleres
De aquí que surja evidente una afirmación por todos
aceptadas; La burguesía argentina ha erigido el estado
de sitio, como sistema de gobierno para ahogar todo
movimiento obrero y suprimir cualquier obstáculo en el
proceso de su explotación durante la época de mayor ao <
tivdad económica.
Frente á este hecho, á esta realidad innegable, la
clase trabajadora no puede contentarse con pronunciar
palabras de ruido ó proferir amenazas que nunca se
cumplen.
Ella tiene ante si una trascendental cuestión que estu­
diar y resolver.
Basido unánime en las filas obreras la opinión de que
él actual estado de sitio no terminarla en los primeros
días de Enero por cuanto con suma probalidad 61 será
prorrogado.
Y por poco que reflexionemos necesario es convenir
que poderosas razones apoyan tal previsión. A l mes de
Enero corresponde la época de Ja mayor actividad en la
economía nacional y durante la cual se realizan en las
industrias agrícolas operaciones que no admiten dilación,
que deben efectuarse en un plazo perentorio.
Y á no dudarlo si el estado de sitio se levantara, el
movimiento huelguista alcanzaría, quizás, prnpoicionea
no superadas debido á la imposibilidad en que se han
encontrado la casi totalidad de los gremios de interponer
sus reivindicaciones en estos últimos meses del año.
Esto no lo ignora la burguesía, y por el contrario lo
sabe perfectamente bien.
Por eso, y en vista de su conducta anterior y de la
prepotencia que parece caracterizarla juicioso es preveer
que el estado de sitio será prorrogado,
¿ Y ante tales perspectivas la clase trabajadora del país
ha de continuar indiferente y muda? jSe dejará sorpren­
der por los acontecimientos, demostrando asi que para
ella no tuvieron ninguna eficacia las profundas enseñan­
zas de los hechos anteriores?
Confiamos en que esto no ocurrirá y que como es
propio de los seres inteligentes, sabrá prevenirse con
tiempo de los nuevos ataques con que le amenaza el ad­
versario.
Se dice qua la conducta desmedida del enemigo es de
consecuencias saludables para el movimiento y las orga­
nizaciones obreras, porque al dar á la lucha modalidades
más ásperas y fuertes ejércita al pueblo trabajador gene
rando en él un vigoroso espíritu de combate. Pero para
eso es necesario aceptar esa lucha y no esquivarla Pre­
sentarse al enemigo dispuesto á desarrollar las más
grandes energías, dispuestos á molestarlo en toda forma,
obrando con audacia y empuje, y despojado de la pam­
plina de los brazos cruzados que á nadie asusta, y solo
cuadra á los santos varones de la iglesia.
En verdad que no comprendemos como se pueda adqui
rir ese carácter combativo, si se hace del estado de sitio
un período de tregua, de reposo, cuando debiera por el
En tal sentido conceptuamos muy juiciosa y atinada
contrario, ser un periodo de lucha apasionada.
la proposición que Juan Roulé formuló en nuestro núN a d i e se aventurara á sostener que es eu esa forma
lu c io pocaclo;
—- ¿ w
como la clase trabajadora solucionará la situación excep­
«Aoordar la inmediata realización de una huelga gene­
cional en que la coloca la actitud del enemigo, conquis­
ral en caso de que el estado de sitio fuera prorrogado »
tando ó asegurándose la libertad de ación tan indis
La posibilidad de practicarla ya no se discute Los p e­
p?n sable para el desarrollo y madurez de sus organiza - simistas y los indecisos saben ahora, que no es cosa des­
ciones
cabellada y loca provocar un movimiento general bajo el
Esa solución solo puede ser hija de una franca y abier
imperio de la ley marcial. Los hechos han reivindicado al
ta disposición á la lucha, del retorno al combate obsti­ grupo de los extremadamente jóven es__
nado y vigoroso, á la vida activa, á la más pujante
Lo que ahora debe preocuparnos es la necesidad de
acción revolucionaria y de clase.
darle una mayor extensión y transcendencia, empeñar­
Si la burguesía decreta el estado de sitio con el pro
nos en que sus efectos sean superiores.
pósito de detener el movimiento obrero é inmovilizar las
Para ello solo bastaría iniciar desde ya una activa y
organizaciones sindicales, nadie puede negar que el único
entusiasta propaganda en el seno de todos los gremios
remedio solo puede consistir en contrarrestar sus efec
á fin de preparar el ánimo de los trabajadores, y adop­
tos, en anularlos, provocando consecuencias diametral
tar todas las medidas conducentes á asegurar el óxito
mente contrarias; es decir, haciendo que al decreto de la
en el caso de que se hiciera necesario empeñar la bata­
lla.
ley marcial no corresponda el silencio, el quietismo de
las masas obreras, sino el estallido expontáneo de moví
Y no vacilemos en responder decididamente á todas
las exigencias de la lucha.
mientos generales tan intensos, tan convulsivos y amena
zantes como lo impusieren las circunstancias y lo con­
Concurrir á la acción es manifestar el firme propósito
sintiera el grado máximo de la capacidad obrera.
de emanciparse, de conquistar la victoria á cualquier
Es innegable que la burguesía ante la ineficacia y el
precio Solo en el combate sin cuartel la clase trabajado­
ra adquiere coxciencia de su fuerza y avanza en la jo r ­
resultado edverso del estado de sitio, inspirándose en sus
nada de su rendencíón.
propies conveniencias, se abstendría en lo sucesivo de em­
plearle con tanta facilidad y descaro.
A este fin deben converger todos los esfuerzos del
proletariado.
Su atención debe estar hoy totalmente solicitada por
esa lacha negativa encaminada á eliminar los obstáculos
más inmediatos y poderosos que se oponen á su marcha
triunfadora. Debe empeñarse en librar á su movimien­
to de la amenaza constante que le asedia con la pro
mitigación de la ley marcial toda vez que se inicia en
sus gestiones reivindicadoras. D e otra manera* poco ó
nada sólido le será permitido realizar.
«
• *
Aceptadas estas consideraciones, corresponde concre­
tar la conduota del pueblo trabajador frente á las pers
pectivsB de un porvenir muy inmediato.
Todo temor por la estabilidad de las organizaciones
es infundado.
En el quietismo, en el silencio, se disgregan y debi­
litan.
En la lucha se vigorizan, porque son hijas de la lucha
y necesitan de su ambiente para desarrollarse y vivir.
Marx lo ha dicho: *Un movimiento, una acción valen
más que una doceua de programas».
La
A
c c ió n
S
o c ia l is t a
.
R ecom endam os ó los com pañeros, qne situpatisan son la p rop agan d a de n u estro p eriód ico, se
em p eñ en en difu n d irlo y cooperen á su s o s te n !gziepto.
albaflü*5
necesid»11
ar lare¡v¡4
jclaraciáo *
l u a i a llU p Q V tv n sv y iswv* iviog-M iiw iiw www»- <■»■
^ o sp —
,o c o n s t é
tuo ensueño revolucionario; nó, lo afirm am os, por
ras haocí
que
la realidad está ahí, patente, inconm ovible,
c o n s tr u í
para decirnos lo que p asará y lo que debem os h a­
go á
cer. Y nadie puede cree r que e l o de E nero term i­
ne el estado de sitio sin que en ese m ism o día sea
prorrogado.
, jornad*^
Se necesitarla m ucha ingenuidad para cree r que
liento coi la burguesía abandonará las enorm es cosechas, que
importan para ella cuantiosas ganancias, á los a za ­
res de una problem ática con ciliación con el p ro le ­
T«lS dt t
tariado.
Nó, la burguesía adoptará nuevam ente la .ley
jscribhft f marcial, porque los m eses de E uero, F e b rero y
y
Marzo, son los de más actividad y en ellos está con ­
centrada toda la potencia económ ica del país, y
apelará á todas las m edidas de fuerza que c re a
convenientes, p a ra a se g u ra r la exp ortación de los
productos.
ss«3
*a5{ir0$
<■' re“í ?
A ntes de perm itir la m enor lesión á su p ro vech o
irá á todos los extrem os; antes de consentir una
reivindicación p roletaria, en esos m om entos hará
masacres, si la clase ob rera no o b ra valie n iem e n .
te, rechazando las im posiciones y sosteniendo en
toda form a su derecho á la vida, asegurando am plia
libertad de acción á sus o rgan izacio n es, cu este lo
que cueste.
Y para hacer esto, para anular una vez por todas
las intenciones crim inales de los explotadores, hay
que luchar, h iy que uní.* á la fuerza del p ro leta ­
riado, la audacia de las gran d es em presas, sin que
1PCT HMIIC i m i l JPO 'm n v t n v p i
.
_
propósitos de los dom inadores y habrem os sa n c io ­
nado el acatam iento á las b rutales im posiciones d¿
la burguesía, luchando habrem os dado un paso
más hacia la conquista de la libertad, habrem os
más afirm ado una vez, no con palabras sino en el
terreno de los hechos, nuestra intención de h acer
im posible la paz social m ientras persista la exp lo­
tación, la servid u m b re de la m asa obrera.
A la obra entóneos, si am am os la libertad y el
derecho ú la vida, pues no entendem os á éste en la
opresión y en la m iseria, sinó en el bienestar y en
1* libertad.
¡ Viva la h u elg a g en era l revolucionaria I
/ Viva la em ancipación obrera !
L a A cción S ocialista.
E l p a c t o (le s o lid a r id a d
E s bueno que recordem os algo de esta tentativa
de acercam ien to e n tre las dos gran d es institucio­
nes obreras del país; aspiración noble, pero fr a c a ­
sada ante el sectarism o de m uchos conscientes.
Y la recordam os, no para lam entarnos, sino para
condenar to n toda nuestra energía, á esos preten­
didos defensores de la cla se obrera, que «anteponen
ideologías mal digeridas, á los suprem os intereses
de los trabajadores; que impiden con su uctuación
una acción de clase nítidam ente revo lu cio n aria
á los obreros com ponentes de am bas entidades y
los hechos, la realidad, han venido á dar la razón
d los excesivam ente en tu sia sta s , pero nada prdc~
ticos ni sesudos.
A t íc ió n
c e v o h ic io iia r ia
Si preguntáram os que es un procedim iento re v o ­
lucion ario las respu estas que nos darían serían las
m ás variadas, á pesar de p rovenir todas de hom ­
bres que profesan un m ism o ideal y pertenecen A
un mismo partido. Y no pocas opiniones se han om i­
tido sob re ese tema, ni pocas polém icas se han sos*
tenido, á pesar de lo cual poco dilucidado h ay al
respecto.
T an poca luz hay sobre el p articular que puede
rep etirse que «dos p erfectos evolucion istas se a cu ­
saran recip rocam ente de acon sejar m edios re v o lu ­
cionarios y dos revolu cion arios se acu saran de no
adoptar respectivam en te m ás que m edios legalfsmos», (Labriola, Kef. y R ev. Social).
¿En qué 110 se ha hecho con sistir un acto re v o ­
lucionario? En la reform a m ás insignificante de uno
de los m ás insign ificantes cen ten ares de m iles de
ley es que rigen á los pueblos; en el más pequeño
m ejoram iento obtenido por los trabajad ores, y has­
ta en la aspiración de efectu a r un cam bio ue las b a ‘
ses económ icas del ordenam iento social.
-
ian conc u rrid o á deb
o de defensa realizad
j país.
j s, no caer en los mis­
es q u e tenem os con• un nuevo golpe, los
• d e b en dispo nerse des» re siste n cia .o b stin ad a
:nto y la en ergía re• clara y terminanteopósito de co ntestar á
j¿el enemigo, no con el
ón y cobardía, sino con
a su g ra d o m ayo r de
con todos los enconos
> los recursos eficaces,
irse una vez por todas;
!e la b u rg u e s ía tienen
Conveniencia bien calcu- clases. O b ra agresi,
miento obrero, po rq u e
® la perjudica, la moles|jj. 1 necesidad de contracom o hasta ah o ra su
. p ro du cido ese resulm ientras así le c o n ­
d ec la ra rá el e sta d o de
tio le ofrece la posibi:ción ie iv in d ic a d o ra d e
variar su conducta re. lisposiciones de la santa
i 5 qu e im pone el respeto
is, las exigencias de la
íplo de las burguesías
nadas hasta en propi>era, p o rq u e tod aa esaobres zonzos extravia¡ irutecedor de ideologías
’ is estas son pam plin as
:aso un a b u rg u e sía que
acta en la concepción
ses.
os d e re p e tir lo que ya
11 varias ocasiones: los
ido el fruto del antagolos dos contend ientes
• sía) que h o y se dispu, solo p u ed e n solucioor la victoria de uno ú
<¡ o b te n id a en la m edida
ad desp legad a en cada
^ a . O tr a solución real y
. I-i inobservancia sacrilega
•Ir titildones, el irrespeto
s públicas y d e la cullen pre oc up a r á quienes
capitalista q u e defender
le clase qu e conquistar,
.'abajadora del país solo
(nenazas d e estado de sitio,
bu m o vim iento sindical,
neficaz aquellas m edidas
lya c o n qu istado una efecn.
pensable hacerle palpar,
lu rg u e sía la inconvenieno. P a ra ello es imiispennd er con hechos, y 110
^abras, q u e sus m edidas
lejar d e p ro d u c ir su s efeciá estas no sucederá la
la inactividad p ro le ta ria
sta el presente. Q u e d e ­
sitio p a ra contener, p ara
o bre ro, en a d ela n te sus
, y que su sanción tendrá
iecer ese movim iento obre-ralización, llevarle á ex.. p o te n te manifestación de
' ’tfa, d e represalia ob rera,
irguesía sepa, p o r haberlo
d u ra y e jem p lar lección,
; sitio ya n o tienen la efie las majaderías proletarias,
rio, de hacerla más intensa,
a en renun ciar á toda vea, ella será la p rim e ra en
ctos d e clase, la sanción de
esto, no p o rq u e nuestra burco n v e rtid o de bárbara en
irece creerlo a lg un os buenos
icillam ente p o rq u e verá en
tolerancia, la más conveá sus intereses d e clase,
los trab ajad ores del país d e ­
am enaza de un nu evo esta1 en érg ica y d ecidida amea general.
did o m uy o p o rtu n a m e n te , el
tga General d e la F. O. R. A.
>. d e T . al recabar de las
eras cual sería su actitu d en
-e de nu evo el esta d o d e sio se hau p ro n u n c ia d o los
is m anifestando unánim em enhuelga general,
naza debe to m a r to dos los
, intensa, de una enconada
l^ w C m lp
y
P f t l o e l o a t n c lo d o a i t | o
i i i <11 o í i t o
t a jnffi del c¡rt
,
do cpn los' ¡o R fese» de su fclaaej que^léníT
n ecesidades, tocan te á la coordinación de
Pasado el*prim cr m om ento en que fué decretad o el
«11 rnallriul otrn nona i|iin Gomittín luglituidoa para ouitl.tr tln loa negocio*
feren tes fraccion es de la clase capitalista, .
estado de sitio, con el propósito de salvagu ard ar los
ooinune* de le ulano bnrgueen.
ciad as por razones de predom inio en las fu*
intereses de la clase capitalista, la que se hallaba en el
i U t i n i / i t n t a d e In » C o i b i o t l l t i . S l
de la m áquina estatal, las qu e si bien e$
peligro do soltar una m igaja de lo m ucho qur le p e r­
T o d o s los gab iern ot v m uy erp jcia'm en te el nues­
están d ividid as en este sentido, no pasa lo —
tenece á los trabajadores, parece que todo se ha ech a
tro confirm an e9ta vertf id.
cuando se trata de la clase obrera, frente á u
- -d g .e u p lvid p , lo t jf l ha q u ed ada como. .ej\.est*do nor­
Kl estado es para la b u rgu etia el sostén síñ
se hace-c is o omi9o d e todas las rencilla*.partid
mal. N o se oye una voz de protesta, nada.. ! T o d o s
el cu al le seria im posible su existencia de clase d o ­
para dar lu gar á la acción com pacta de defensa<
parecen dispuestos á acatar las leyes infam es de un
com unes intereses.
m inante; en el estad i cu en ta U burguesía de cada
gob iern o hipócrita é im bécil, dign o de quien lo presi*
Sentada estn V re'fiísá! cíé3fe~$uprop)Vp<!só5.
pais con un defensor po ieroso en las luchas quo s o s ­
d e, viejo ach acoso é in ú til, porque ya la corrup ción
parlam ento es un instrum ento de clase destin»
tiene con las burguesías de otros países, defensor que
en que ha vivido, m asticando esterlinas in glesas ha
h e rir n u e ^ ic s in tereses, desde que represe*
no om ite esfuerzos para protejerla, dictando leyes co­
llegad o á em bargatlo por com pleto, y serian vanos
d e fie n d a «Vieftánrente loa con trarios.
mo las de Primas á la exp ortación de azúcar y á los
todos los esfu eizos que se intentaran hacer para h a ­
A hora bien: ¿Podem os e sp e ra r qu e con la prvapores que hagan viajes rápidos á E u ropa, en la A r ­
cía de los diputados so cialistas en la C i
bituarlo ¿ n o frecuentar sus antigu as... relacion es con
gentina, el im puesto al ganado argentino, en Chile;
puede cam biar en un áp ice el rumbo-que se
los hijos de la rubia A lb ió n
todas las leyes aduaneras, y en fin, las leyes. . . to ­
señalado? Nó, puesto qué e stá n d o lo s represen»Q u ién no se indigna ante los actos vandálicos que
das; consideram os que aún aquellas que son en b e n e ­
cap italistas siem pre en m ayoría no permitirá
com ete este gob iern o repu blican o por e x c e le n c ia ,
ficio do los trabajadores aorovech an á la burguesía
ningún inodo la sanción de cu alq u ier proyecte
que continuam ente hace caer sobre el p u eb lo tra b a ja,
desde el m om ento en que satisfaciend o una n ecesidad
los perjudique, ésto sin m en cionar otros obstá
dor el peso de sus brutalidades, d ecretan do leyes d e
al proletariado evitan luchas que solo perjudicarían á
de Índole d iv e rsa que ven d rían á destruir ei
coersión
para
los
eternos
exp
oliados,
m
ientras
los
aqu ella pues éste, poco tieneque perder.
fuerzo que aquellos pudieran realizar. •
e xp oliad ores colocad os en con d icion es superiores, p o r
V em o s entonces; que p reten d er en el parlamY no para ahí. O uaudo las leyes no bastan está el
set dueños de los m edios de p rod u cción , se le p roteje
le g is la r en nuestro beneficio, es imposible ab*
ejército , aparentem ente defensor de la patria, real­
descarada y arbitrariam ente contra las o rg an izacion es
lam ente, por cuanto trop ezaríam os continuammente defensor del capitalism o.
obreras, cuando sus com ponentes exigen un p o c o
con la ap lastante m ayoría bu rguesa que se *
Las guerras del Tonkin. de A rg elia, de M arruecos,
más de pan y algo más de descanso para su m ísera v i­
desdeñosam ente de hom bros, ante todas las ra
H ispan o-A m erican a la A n glo Boer, la Internacional
m ás justas y m ás g ran d e s que les expusida de trabajo y de privacion es no disfrutando ni aun
en China, ¡a reciente Ruso Japonesa y mil otras, son
nuestros diputados. Lo único que se consen
del arte que la naruraleza ha creado p a ia todos los se­
una luctuosa y sangrienta prueba de fidelidad que el
con esta ingénua actitud, eviden tem en te neg*res sin distinción, no ten ien d o más derecho que el de
estad* ha dado á la b urguesía.
sería la de ro b u stecer las fun cion es de un eleprodu cir para loa am os, y siendo en carcelad os y d e ­
Todas estas guerras han puesto en peligr~ á los go­
enem igo, dándole una im p ortan cia que de ni­
p ortad os cuan do in d 'gn ad os poi tanta infam ia levan­
biernos be'igerantes y á régim enes -m ero s por ejemna m anera tiene, y p erjud icán donos enormetan su voz de protesta.
en la verd ad era acción que tenem os que des
pío, Ru9ia; sin em bargo á ellas han ¡do los estados
Es censurable que los obreros se detengan a tem o ­
fiar en los sindicatos o b re ro s.
cuando los intereses capitalistas lo han requerido.
rizados ante las m edidas im puestas por n u tstro s g o ­
C re e r que la lucha p arlam en taria es un
Esta regla no ha sido eludida por el estado argen­
bernantes. A n tes por el con trario debem os protestar
eficaz para h acer obra co n stru ctiva, es despo¡tino. Todas las leyes que el capitalism o nacional ha
con todaa nuestras fuerzas, de una m an era en érgica,
de toda lógica, es v iv ir fuera de la realidad pn ecesitado, las ha sancionado.
demo; trá n d o le que no acatam os sus le y e s.
to que ninguno puede e star esperanzad o en los
Y cuan do una nueva fu tr ía resultante del d esarro,
tienen in terés en no dár, y si de quitarnos
E llos nos desafian y nos p rovocan por segunda ó
lio de la socied ad burguesa, entró e a ju e g o ponien­
donde sea posible, algo de lo aparentem ente 1
tercera vea y n osotros no debem os rehuirlos, al c o n ­
do en p e lg r o los d ividendos leon in os de los capita­
que tenem os.
trario, hemos de levantarnos llenos de gran in d ign a­
listas, él, no reparó en ob stácu lo s y dictó tres estados
L a única form a cap az de a rra n c a r alguna m
ción pid ién doles cu enta de la sangre p roletar/a que
de sitio, una ley de expulsión, insti uyó una policía
ra no está t n el con ven cim ien to que puedan 11,
allá en la plaza M arzini y Lavalle, ha regado las ca lles
n uestros diputados á sus c o le g a s b u rg u eses- especial,
. ten dien te á im pedir la expansión de esa
á ellos rjue snn los responsables de esos actos sa lv a ­
fuerza: más aún, tendiente á destruirla.
to que á éstos les im porta un com ino, lo que
jes; sí, á ellos y todo su séquito de inquisidores, capi­
sea sus cap itales é in tereses,— sinó en la 1P a ra esto tuvo que rom per sus propias leyes, su
tan eados por el ya renom brado' y antigu o la d ró n
fran cam en te revolu cion a ria lle v a d a á cabo por
propia legalidad.
V alle.
m ism os o b rero s o rgan izad o s, que son la veré
¡V aliente trabajo! ¿Q ué es la legalid ad , el d erecho?
ra fuerza que in teligen tem en te orientada en
SI continuam os así, siem pi* hem os de ser e xp lo ta ­
N ada, frente al d eiech o de los derechos, frente á la
corrien te de e n e rg ía s siem pre nuevas, los
dos y oprim idos; blanco de la am bición capitalista,
fuerza. Esta es la que im pera soberana en todas p ar­
fu ertes y p reparados p ara p od er o b lig a r á sus
m ientras perm anezcam os aislados y no nos demos’
tes E l estado p oseyén d ola ha usado y abu sado de
plotadores A d esp ojarse de todos aquellos pri»
cuenta de una vez por todas q u e nuestro verdadero
ella en beneficio d é l a clase que representa. Estuvo
gío s que hoy por h o y los hacen más pod
puesto, desda el cual debem os lu ch ar y vencer á nues­
en su papel.
sos, pero que sin ellos serían fuera de toda, dtros opresores, es desde los sin d icatos obreros á los
Un acto realizado por un órgano de clase, com o es
in fe n o re s á n osotros.
cuales
hem
os
de
dedicarnos
con
verdadera
pasión
y
el estado, ten dien te á am parar á la burguesía de lo*
L a obra de los diputados so cialista s no debe
entusiasm o, puesto que ellos son los en cargad os de
ataques del proletariado, debía p rovocar en las o rg a ­
la de adaptación al m edio en que se encueta
llen
ar
un
im
portante
papel
en
nuestra
em
ancipación
nizaciones que representan á este, otro a cto tendiente
pretendiendo, aunque inútilm ente, erig irse enl*
E l deber nos im pone segu ir nuestra obra em pren­
á exteriorizar sus sentim ientos, y así acaeció.
la d o r e s ,-c u a n d o los únicos llam ados á hacerlo
dida hasta v en ce rlo s ob stácu los que nuestro gobierno
los m ism os ob reros, im poniéndose directamen
L a lucha, pues, se libra entre las dos organizaciones
nos p resen ta á cad a paso:
su s a m o s—ia acción de los representantes obr
la burguesía y la proletaria, en tre las organizaciones
en el parlam ento debe se r única y exclusivam
La lucha d ebe ser reñida, los más fuertes vencerán y
estatales y sindicales.
de d escréd ito á todo lo que signifique poder
éstos serem os nosotros (A la lucha, pues, y así h are ­
E l proletariado en su lucha á m uerte con la burgu és, adop tar una actitud decididam ente der
m os obra práctical
guesía, en cu en tia en ei estad o al aliad o incondicional
dora, d escu brir todas las m iserias é infamias
_______
B
oilita
de esta; en el sin d i;a to (gobierno que cu id a de los in­
ios hom bres que m anejan la cosa pública, ser
tereses com unes d¿ la clase proletaria) encuentra su
batallador constante, un obstru cionista en toda
J-a, tAceión
a m en tari».
m e;or aliada: la m ancom um ón de sus fuerzas.
am plitud de la p alabra, que rem u eva la podred
Y si lo d icho es verdad ¿cóm o pretender que el p r o ­
bre de este sistem a social, y que la pestilencia
y
l a
o la !» e
o h r o r n
letariad o no ti-n d a á destruir ese pod<r, pedestal de
las porquerías b u rgu esas sirva n para ahogari*
com batirlos sin cesar, con toda la energía de
la sociedad? ¿Cóm o pretender que él luche p .r a a u ­
U n tem a p o r d em ás a g o ta d o en d iv e r s a s o c a s io ­
se siente capaz el que sabe lo que su fre el mi
mentar el poderio del estado? Por que entendem os
n es, p ero q u e se p re sta s ie m p re .1 n u e v o s c o m e n ­
trab ajador que v a uncido al p esado carro de
tario s, estos s e d esp re n d e n co n tin u a m e n te d e lo s
que es aum entar su pod er concentrar ten sus m anos
régim en abom inable; en una p alab ra, ir al pi
h e ch o s q u e á d iario v em o s re p ro d u cid o s, a lg u n a d e
los ferrocar.iles, las minas ect , com o lo pretenden
m entó p ara ob stacu lizar su funcionamiento é 1
la s v e c e s con v a ria n te s m ás ó m en os e v id e n te s !
ios socialistas estatistas estilo V an dervelde. L e jt s de
tih za r lo , no 4 robustecerlo.
lo s o jo s de los tra b a ja d o re s, y d e lo s c u a le s se
eso. d eb e te n d e rá destruirlo porque .la clase obrera
e n tre sa c a n e n se ñ a n za s p r o ficu a s p a ra el m e jo r deL a acció n p a rla m en ta ria d eb e s e r aceptad»
no puede lim itarse á entrar en pooeción de la m áqui­
lo s o b reros co m o uno d e lo s ta n to s m ed ios de 1:
°
la acri6rl o b re ra en la s m ú ltip le s
h
Lns i<i>M*rnna m n iln m o * nf> m n y a
E s preciso ilustrar nuestro1
xistas con im ágen es concrete
do que se ponen grab ad os e
N uestra táctica consiste: i
día más clara la conciencia c
ver más eficaces nuestras ar
huelga).
L a agitación de las ocho
nentem ente estas dos condic
En efecto ella tiene la in
plantear la cuestión sobre si
no, el terreno económ ico,
d el terreno económ ico que 1
corporativa para convertirse
E specialm ente en Francia,
agitación tiene la ventaja de
ción proletaria del g u ig n o l p.
de se agitan los farzantes <
pa ta h acer olvid ar al prole
dera misión.
L a pequeña l.nrguesfa dt
tenta en nuestros días el pe
pliega sus talentos para ha<
trabajadores las cuestiones
charlatán de feria ella nos a
d a ra d o n e s y hace brillar re
mas.
L a agitación de las ocho
d e este espectáculo entontec
E n segu n do lugar, cuantc
que la jorn ada de ocho hori
m ejora durable de las condic
después de las experiencias
chas, la jorn ada de ocho ho
cir los beneficios de los g r
tendría más bien una tendenc
tanto más cierto resulta que
m ejoram iento considerable d<
lucha del proletariado. Paree
ta últim a m ejora la más im[
ser tenida en cuenta.
E n com paración de esta
d e nuestro arm am ento en la
m odificación política resulta t
P or el hecho m ism o qu e la
h oras tendría una tendencia
ríos (ó más bien á neutraliza
la tendencia al descenso), pi
que ella o torgará más tiempo
la «bestia», y para la cultur;
por el hecho m ismo que ella
tosa decadencia física de la i
ella preparará soldados ind
v igoroso s para la lucha soci
gu e rra civil.
P ara conquistar la jornada
proletariado tendrá que prest
en em igo y esta lucha le ser
de preparación á las batallas
des y más decisivas.
N o se tratará de la lucha c
ción, com o en cam paña elect<
jero de distrito.
S e trata de la lucha de cía
se realiza en el taller y en la
pía los caracteres.
L a jo rn a d a de ocho horas
reform a, sino un medio de ag
titu ye un alivio, sino un ari
L a iornada d e ocho horas
letariado fuerte, y nosotros
tes en la lucha, porque solo \
lu ch a. E l perro capitalista i
m ente sus privilegios; para a
q u e rom perles los dientes.
A rm ém onos para la lucha
taríado solo puede contar par;
con el derecho del puño.
INTERNACIONALISMO SI
« E l capital no tiene patria,
tra una buena colocación. Y
la explotación burguesa ha •
cesariam ente, p or razón del
m ico, una explotación interr
cq aoce razas, ni lronteras, 3
diferentem ente donde quiera
al am paro de una intervenci?
distinta, ante este cosm opol
ternacional am arilla, debe al
cionalism o obrero, correspo
dero antagonism o de los in
to .» — G a b r i e l D e v i l l e .
C om o varían los hom bres y
ria un filósofo desilusionado,
el D e v ille que escribió eso, 1
época que tan cínicam ente h
el parlam ento francés los ir
del proletariado.
Huelga
Cortadores de ladrillos de
licitando aum ento de salark
más hum anas de trabajo, se
h uelga este grem io.
Hasta la fecha no se ha ot
ción satisfactoria al conflicto
hornos se avienen solam ente
m entó de 20 centavos por n
m oldeados, pero se resisten
acordar las dem ás condicione:
refieren á la m edida fija de
to más hum anitario á los ob
E stos, por su parte, no se
por la actitud altiva de los p
tienen firmes en el terreno c
dispuestos á obtener una vic
D ías pasados los dueños
la noticia de que en caso dt
labores los obreros parados,
cesidad de desalojarlos de Ir
éstos tienen en los hornos. (
na del estado, com pletam ente m ontada, para hacerla
funcionar á beneficio de sus propios fines, (manifiesto
de los com unistas).
fa c e s con q u e se p resen ta la lu ch a d e c la s e s
S i to m a m o s la a c c ió n p a rla m e n ta ria , co m o un
E ' proletariado no debe amar al estado, ni puede
cm q u ista rlo : d eb e destruirlo. En cam bio d ebe am ar
S i form a °Hten,e r V en tajas Pa ra ><>« tra b a ja d o re s
en fo rm a d e le y e s q u e v e n g a n á b e n e ficia rlo s
e n co n tra re m o s en s e g u id a una c o n tra d ic e * ? p ?
p a b le e n tre la te o ría y lo q u e re a lm e n te e s en la
y vigorizar al nuevo estado, al sindicato, su b a'u arte
actual y gérm eu de la nueva socied ad
L. t,.
w
c u q u e s e e m p e lla r o n , s in s e r a i e u u i u u s c u
u t ó g i c a 3na
V éam os:
sus
justas reivindicaciones, no parece haber influido
desfavorablem ente en cuanto á su espíritu de lu ­
cha y a la robustez de su organización de resis­
tencia.
A s í lo denuncia la reclam ación interpuesta por
la sociedad del grem io al contratista Muchinston
que seguram ente confiado en las dificultades crea ­
das á los obreros con el estado de sitio, se per­
mitió violar una de las condiciones de trabajo
establecida por aquel os. dism inuyendo el personal
destinado á las bodegas.
Intimado á respetar la aludida condición y
habiéndose resistido á ello, el 23 del corriente los
obreros abandonaron el trabajo.
Pero el mismo día y con más prontitud que la
q u u á prevista por lps trabajadores, éstos fueron
atendidos en su imposición. El contratista Muchinston con su som etim iento incondicional se habrá
enseñado á sí mismo y á sus colegas que los efectos del estado de sitio no alcanzan basta perm itirle
violar impunemente las condiciones de faena esta b le a d a s con anterioridad.
E l hecho com entado nos permite justam ente con­
siderar que á pesar del estado de sitio los obreros
pueden hacer y son capaces de hacer algo, y qUe
si tuvieran la fuerza de espíritu de despojarse del
miedo que los inm oviliza ante las m edidas violentas del adversario, se sentirían con la capacidad
necesaria para hacer algo más, es decir, todo lo
? “ ! >,asi ®x y|e n d a ^ de Ja lucha les reclam a en las
fría m e n te con e l e s c a lp e lo
E l p arlam en to e s un m iem b ro im por-
LW4i o u
Í S T m f r e PUéS n0 10 tiene baJ° "in g ú n punto
L a b u r g u e s í a lo h a c r e a d o p a r a s u u s o exclns
L
‘ " ! ¡ f ra r« Cl CaS0 q u e y a n o P o d r í a s e r v i r 1
¿ i L h T /* T a’ o p o n d r í a t ü d o s lo s o b s tá c u lo s *
g i n a b l e s á la e n t r a d a d e lo s o b r e r o s
co sa inútil 4 e ™ú lti“ ° ^ ü s i s
co sa in ú til é in ser v ib le.
a l recinto
lo destruirla
UVt/Vt,
E T
13 achtivid a d y el entusiásm o*desque*vienen
dando prueba de un tiempo á esta parte.
J
“ r , 8 í s o n 108 8 r e n » ° s o r g a n i z a d o s , y v a r io s
s o n la s o r g a n iz a c io n e s o b r e r a s e x i s t e n t e s Ln a q u e l U
l o c a lid a d lle n a s d e v id a y e x c e l e n t e s . . . . . .
para la lucha.
de
rS n í n^ rt0S á ,qUf se Ven obli^ d o s á recurrir,
o jam ás, entiéndase bien, jam ás com o medio
excelen tes condiciones
L o s m ovim ientos huelguistas que han prom ovido
se caracterizaron por su v ig o r y su éxito
Esto hace que Bahía Blanca se encuentre entre
las prim eras ciudades del interior, en cuanto á Ü
VUUIIUW *4
o 2 !d
- U
v
, o b rero s.
ta m b *
HUn° de l0S PUntos del in terio r'q u e
también se distingue por la prosperidad del
vim iento obrero.
mo
m°rnÍ° dC eU° 008 ,0 0frece «1 tenaz emL r ? ? h * func,onanos burgueses en c o n t r a s ­
tar de todas m aneras la acción de los obreros
En efecto, á ia iz del herm oso acto de protesta
contrp el estado de sitio que llevaron á c l l T l o l
trabajadores azulefios, durante los días 11 y 12 d !
O ctubre,la policía se inició en una série de medidas
las más arbitrarias y brutales.
m eataas
Encarceló á sesenta obreros p e rte n e c ie n te á 1
v an o s grem ios que tomaron parte en el paro g t ñ ?
ral. Clausuró la tmprenta del valien te colega ?E1
Obrero-. ¡Hasta selló la biblioteca del ro m p a fie n
Bosio, seguram ente por temor de que su r i ? d o ?
ción de buena literatura socialista y revolucionaria*
Buen c a s tig o á su tef-
c»adrl r a 'e e n se 0 a ° 2 a p a ra “ P ° " CTlr-
tQO
que ?°s<
ia »eñ0
--¿ S í
Cer- Y n ? 0s Jo Qt
s'»«*sí;
p lie e o de^com»02 ^ carp 'nteros han presentada *
y on-as m ejoras
N uestro aplauso y nuestra palabra de aliento
I‘ va.
■e « » e u . i» c o n J lc ¡ Ó ^ to V n ,r /Q r o b 7 a ¡ ha»
*
9 h ‘" “ « • « ■ *
55325
Pr°blen
segunda r e n ^ iT " ? * ,S' " ' 8aran a suscribir*.. «•
NÓ‘ 18 b«,
17. acordó pasaríes uoL°S 0l>ler0S r<¡alizadl d * ^rc *'
tarse al día s ig n íñ te ñ ñ
" " " “ "“ « 'o s ‘ ¡ * * 4
de l0
'onvpt,. ^cias P
¿ m a n ife s ta r su a cep ta ció n á las ex ig en cia s ob*
V e,
e s ta d e ^ s it io ^ h a ^
1<>S trabaj a d o r e s bajo
ra rse, la a ctiv id a d (iP.rí>V0Ca. f 0 ' co m o era de espr
d ia u m e n te e l local d e fas
clausurd * “2
ana guardia en i
so c ied a d e s, coloca»#
com p añ ero” ! " ' *
T am b ién c ité 4 van*
m inaV em ém Pe " S
“ a t!” q “ '
in tim án d oles io
btd^s toda c la s e d e reunioft^
el m u i
su sc n p c i6 n d e un docum ento
si U
^
:
;
'«cante i ,a
aSc' q a e & i,
M Atoas O .tyF * 4 .? a^í de»
in ­
P°r razones dp n
c
ca,,. ®dt - . dicadas T C p feren teaiea e á laa¡ sU dicátos tie 're
resíptencia, robusteciéndolos con ku acción conciente
conciente‘¿quina e.tatal ^ 0^ * e ^ S
ta e w p W fr , el gobfcrjnq nn fyi
inconvpiuen
te en h^cer uso de tpdos los recursos arbitrarios, qb<
h
an puesto
nuestn en
en sus
sus manos
m a n o s nuestros
tiu estrn s m
m b ln cip n tp :
han
complacientes
mente revolucionaria, capacitándose cada vez más
representantes,
para
sofocarlo.
A d i d a s en e ste í
q U e si bi %
en el m anejo del en gran aje social, reconcentrando
/inte la desnuda realidad de ios hechos, no caben
Se tra ta d e 1.a elase6” ^ 0’ n° Pa! *
en el sindicato las fuerzas disem inadas y form ar
dos
interpretaciones
El gobierno es un organismo
c-iso omiso de toda® ia a’ frenf lo» así una organización potente que irá agrandándose
esencialmente
burgués,
ó mejor dicho, un ciego ins
r lu ^ r d l a a c c ¡6 n c ; i s ^ i l U ^
siem pre más, hasta rom per con los m oldes del
s «ntereses.
° mPacta de* fS
trumento
de
la
burguesía
y por consiguiente la de­
da e s t i ' í s á ' ®ffK* mundo viejo: surgiendo de su seno el nuevo r é g i­
fiende
con
todas
sus
energías,
usando para ello de
M csta Premisa, ca'é *->
men que traerá la era del ' Trabajo», de «Verdad»
todos los recursos que tiene á su alcance. Sentada
y de vJusticia».
ue“ " i n
J uan R oulé.
esta premisa, no reconoce la legitimidad de otros in­
^ > ¿ £ £ 2 5 * * & S '
tereses que los que atañen á la clase por él represen­
bien: ¿Podemos esD^r ari°3; ^
tada; y todas las tentativas de reivindicación proleta­
g .! L e l
b a jita . C n i z
ios d ip u tad a sociaí,',’ "6 « « V *
ria, serán sofocadas con odiosas leyes de excepción,
L a b r u t a lid a d e n a u g e
•imbiar en un ópice el r
en lar
serán ahogadas en sangre por la fuerza de las bayo­
>• Nó. Puesto qué e s ta n d o T ^ '*
netas. No hay que forjarse ilusiones, las posiciones
No debe extrañarnos, ni puede tachársenos de
las siempre en mayoría
están perfectamente deslindadas. De un lado están
pesimistas al afirmar que todo lo que venga de la
modo la sanción de cuí£„-° Per^
los explotadores, los que sin producir absolutamente
U'Muef 6sto sin menciol r Pr% burguesía, no puede inspirarse en un pensamiento nada usufructúan todas las comodidades que les pro­
e diversa que v e n d r ía is ° > « f i civil y noble
porcionan sus riquezas mal adquiridas, los que derro­
Ue a^ueHos pudieran real»
' Todo en ella es brutal, desde su pensamiento, chan en una noche de orgía el producto del trabajo de
mal encubierto con un barniz de seudo ciencia,
^entonces; que pretende" Í V
»
centenares de obieros, les que acumulan en sus cajas
en nuestro beneficio e " P^ ’ hasta sus modos de acción en defensa del privilegio
pilas y más pilas de moneda. Del otro las inmensas
L os camaradas presos á causa del estado de sitio
por cuanto tropezaríam o?^1'*
legiones de desheredados, las famélicas falanges de
Justante mayoría burgue*,
H
y trasladados al Santa Cruz, han sido objeto de
explotados, que ignorando 1 enorme fuerza que re­
lamente de hombros, ante
brutalidades de parte del comandante de dicho buque,
presentan, no dándose cuenta de que siendo los úni­
f-as y más grandes que
por el simple hecho de p-otestar contra la violación
cos productores de toda la riqueza ocial, deben ser
diputados. Lo único
'* ** de la correspondencia que les enviaban.
también
los únicos disfrutadores de ella De este an­
mgénua actitud, evidentemím^
Uno de ellos, el ciudadano de la Matta, escribió
tagonismo
de intereses ha surgido bien delineada la
le robustecer las funciona dá los compañeros que le mandaban correspondencia,
lucha
de
clases,
lucha que si bien al principio no alar
dándole una importancia qo ”?* rogándoles dejaran de hacerlo, pues en el buque la
mó
mayormente
á nuestra burguesia, hoy la tiene en
ra tiene, y perjudicándonos **■ abrían.
continua
zozobra,
haciéndola vivir en perpétua alar­
¿adera acción que tenemos í
En dicha carta criticaba duramente al irritante
>s sindicatos obreros.
^ espionaje, y fué por esa causa metido en la barra, ma al ver que día á día tiende á adquirir su verdade­
ro carácter, haciendo peligrar sus privilegios de clase.
que la lucha parlamentaria es nn
durante 48 horasra hacer obra constructiva, es d*
En efecto; los obreros, comprendiendo la verdad que
Varios camaradas quisieron hablar al comandante,
ógica, es vivir fuera de la realid? para exponerle su queja contra esa pena injusta, lo encierra el viejo axioma de que la unión hace la fuer­
nguno puede estar esperanzado J za, y que siendo común el enemigo, comunes deben
cual les fué negado.
terés en no dar, y si de quta¿
ser los esfuerzos para combatirlo, hacen á un lado sus
El comandante del buque los hizo formar y les
a posible, algo de lo aparenten^
disensiones, prescinden de las rivalidades de forma
expresó que nada tenian que decirle á él; cumplo,
que los dividían y se aprestan á la lucha reforzando
:a forma capaz de arrancar algm dijo, órdenes sagradas para mi.
sus organizaciones á fin de presentar sus filas compac
i « n el convencimiento que pac^'
Sin embargo, 6 de esos compañeros no cejaron en
diputados á sus colegas burgne%. su propósito y escribieron al mismo jef* protestando, tas é incontrarrestables ante la burguesia; alarmada
éstos les importa un comino, lo# lo que les valió 48 hora de barra, y los marineros esta por la magnitud que adquiere la concentración
obrera, trata de contrarrestar su acción y para ello
capitales é intereses,—sinó en |T han sido armados de revólver
implora
la protección de su perpétuo aliado, de su
nte r e v o lu c io n a r ia llevada á cabo;
Hemos relatado suscintamente el caso, no con
breros organizados, que son lare el propósito único de revelar iniquidades, pues estas genuino defensor el estado; y este, servidor inconditio
que inteligentemente orienüdu son asoneda corriente, sinó con el de incitar á todc* nal de ella, cómplice de todas sus depredaciones, no
de energías siempre nuevas, li los compañeros decididos á emprender la Un necesa­ vacila en prestarle su apoyo y protección tratando
preparados para poder obligar ii ria propagamda antimilitarista.
de destruir la solidaridad obrera con inicuas y repug­
3 á despojarse de todos aquellos ¡t.
nantes leyes de excepción, pretendiendo atemorizar­
Con ella lograremos impedir la producción de estos
hoy por hoy los hacen máspi.
nos <on las persecuciones y vejámenes más injustos,
hechos, que á pesar de indignarnos no podemos
que sin ellos serían fuera de toii
las prisiones más arbitrarias y los fusilamientos á man­
evitar ahora, con ella haremos del soldado ua hombre
á nosotros.
salva........
libre, que resistirá primero el cumplimiento de esas
i d e los d ip utad os socialistas no tt
¡Bienvenido sea el estado de sitio y bienvenidas to­
órdenes y más tarde negará su concurso á la organi­
ita ció n al m edio en que se ene»
zación militar, para hacer así imposible el em biu
das las arbitrariedades é injusticias que á su sombra
id o , au n q u e inútilmente, erigirseo
se cometen, pues ellas contribuyen, mejor que la más
tecimiento del ser humano, por la disciplina del
cu an d o los ú n ico s llamados ábate
activa propaganda, á despertar las conciencias que
cuartel
al
servicio
del
capitalismo.
is o b re ro s , im poniéndose directi*
aun
permanecen adormecidas, á excitar el espíritu .de
- l a a cc ió n de los representantes»
rebelión
que germina en los pechos de todos los opri­
a m en to d e b e s e r única y exclosim
midos!
lito á tod o lo que signifique po*
¡Burguesía y gobierno mancomunados! ¡Eternos
jt a r una a ctitu d deciduamente i
Las persecuciones inicuas, las prisiones injustas,
expoliadores
de la clase productora! Extremad vues­
u b r ir to d as la s miserias é ufe*
los vejámenes arbitrarios y las iniquidades sin cuenta
tros
rigores,
no vaciléis en tirar de la soga conque
e s q u e m an ejan la cosa pública, *
que á diario se rea >izan contra los obreros conscien­
pretendéis ahorcarnos! ¡Lanzad vuestras desenfrena­
co n sta n te , un obstrucionistaen:
tes, son el digno corolario del brutal estado de sitio
das hordas para que sacien su sed de exterminio en
le la p a la b ra , que remueva la pofc
infelices obreros que no han cometido más delito que
» siste m a so cia l, y que la pesca­ con que un gobierno inepto y despótico, pretende so­
pedir una ínfima parte de lo mucho que les pertenece,
ría s b u r g u e s a s sirvan para abop focar las justísimas aspiraciones de la clase obrera.
que solicitan un mísero mendrugo de pan para sus
is sin c e s a r , con toda la energí». Al pacífico movimiento de los obreros de los puertos,
el gobierno ha contestado de un modo tan contun­
hijosl ¡Tiranizadnos sin compasión, pero no olvidéis
u p a z el q u e sab e lo que sufre
dente, que no deja lugar á dudas acerca de la benig­
o al pesado carro
que la historia nos enseña cual ha sido el fin de todos
que v a u n cid
---------------.
los tiranos!....
b om in ab le; en una pa|abr* “ ‘ n id a d de sus intenciones hacia nosotros. Con su
a o b s ta c u liz a r su funcionan**- ^ modo de proceder ha demostrado claramente cual
Nos habéis arrojado el guante de desafio y con la
será su actitud en lo sucesivo, en todas las emergen­
o á robustecerlo.
^
altivez que surge de la convicción que tenemos de la
n p a rla m e n ta ria debe ser í JJ-- cias que se susciten entre el trabajo y el capital.
justicia de nuestra causa lo recogemos, aceptando
¡ c o m o uno de los tantos m
Los ilusos, que aun creían que era m ucho más fácil
vuestro reto con todas sus consecuencias! Aprestaos
conseguir algo de la clsse capitalista, mostrando el
,5 á q u e se v e n
«do»
¿
á la lucha pues ella será sin cuartell....
e n tién d a se bien, jamás
más profundo respeto hacia las leyes, y evitando que
La clase obrera, por vosotros acorralada como p eli­
p u é s no lo tien e bajo ningí»^
al orden fuera alterado en lo más mínimo, no podrán
grosa fiera, comprendiendo que ha senado la hora de
menos que confesar el error craso en que estaban,
las reivindicaciones, dándose cuenta de que ha llegado
le s la lo ha cre a d o p a ra '«
pues oad-e podrá decir que en la reciente huelga se
el momento de la lucha, se apresta á ella sin temores
o P
^ r
a ,n««
r - - bstáco
a, el c a s o que yya
haya
faltado
el
respeto
á
las
leyea
ni
se
haya
preten
ni vacilaciones y se dispone á discernir justicia....Y la
jes,
f{Cl
íes o p o n d ría todos
dido alterar el orden público; y á pesar de esto, no
justicia
popular suele ser terrible, por lo tanto no os
la e n tr a d a de l o » ° br®* destruid
obstante el tranquilo ambiente en que el movimiento
tioosbieis de lis consecuencias. Habéis pretendido
f en ú ltim o análisis
■ ''a c c io n e s de , / ? r í ' 4 > 5
L a - l i o r a . d e la , ju . s t i. o ia .
sofocar hasta los gérmenes de reJbelifún, sin daros
cuenta de que esta fermenta al calor mismo de las
represiones.
Habéis colmado la medida de la paciencia obrera
sin comprender que esta al desbordarse, cual torren­
te impetuoso arrasará irremisiblemente cuantos obs­
táculos se opongan á su paso
No os quejéis del re­
sultado, pues no teneis derecho para el*o.
Esoj.
R
U
S
I
A
m
L
.i i.
La agitación revolucionaria que se opera actual­
mente en Rusia, va en aumento
A pesar de todas las promesas el proletariado de
aquel país, continúa firme en la brecha, luchando
con tenacidad y sin vacilaciones.
El medio más eficaz, de que se vale para impugnar
el régimen oprobioso de los Czares, es la huelga
revolucionaria arma poderosa, usada únicamente por
los que a ello tienen derecho: los productores.
A llá con un estad o d e s itio perpétu o, la clase
obrera se agita, combate y no omite sacrificios pata
abatir al enemigo, y hoy va camino del triunfo.
Entre nosotros, periódicamente se repite, Lo que en
aquél país es normal.
El estado interviene oportunamente, para salvaguar­
dar la ganancia capitalista, amenazada por el movi­
miento obrero
Y sin embargo, nuestro proletariado no ha hecho
aún, lo que debe hacer: usar consciente y valientemen­
te esa arma de lucha obrera, en los momentos críticos
para enviar al museo de las cosas prehistóricas, los
medios de dominación puestoi en juego por una bur_
guesía brutal y un poder político, reflejo fiel de sus
propósitos é intenciones.
Es tiempo ya que abandone timideces y obre en
consonancia coa su misión revolucionaria, pues de lo
contrario le sucederá lo que al hambriento que espera
el maná del cielo.
S o b r e
h u e lg »
ian concu
0 de defel
país.
s, no caei
es qu e t
■ un nue\
deben de
1 resisten<J
^nto y la
' clara y
1apósito d«
;1 enemigf
írn y c o b a r
a su gra<
con todos
: los recuij
e r s e una ve
J e la bu re
:onvenienci|
; clases. miento ob.
la perjudii
1 necesidad
com o has
producidm ientras
d eclarará tio le ofre<
x ió n ieivin|
g e n e r a l
El llamado á las fuerzas propias y esclu:ivas de la
clase obrera, tanto paia la defensa de sus intereses
económicos ó políticos ccmo para el derrocamiento
del orden burgués y la toma de los medios de pro­
ducción por el proletariado organizado, es lo que en
el fondo constituye la noción de la Huelga General,
considerada bajo su doble aspecto de medio de lu
cha inmediato y de forma inevitable de la Revolución
Social. La Huelga general es el medio de »aeción di­
recta,» á la vez el más simple y el más perfecto que
posée el proletariado.
El socialismo no triunfará más que en la medida en
que el proletariado, su portador histórico, sea capaz
de realizarlo.
El acrecentamiento de la capacidad obrera es el
problema esencial del socialismo.
¿Y que debe entenderse por capacidad? Se trata
pura y simplemente de una cuestión de fuerza: el dia
en que la clase obrera sea solidaria, unida, h om ogé­
nea, ella será capaz moral y materialmente de des
truir el conjunto de las instituciones é ideas tradicio­
nales del Estado y sustituirla por las ideas é institu­
ciones proletarias con los tipos nuevos de vida social
que ellos comportan; pa:a llegar á este grado de fuer­
za el proletariado debe tomar conciencia de ia poten­
cia de que puede disponer, del lugar que ocupa en
el conjunto de la produccióa moderna y de la discon
tinuidad que existe entre el mundo antiguo que c o m ­
bate y el mundo nueve que elabora.
variar su isposicioni que impoi;
:s, las e x i g t
íplo de las,
nadas has:
’ era, porqt
jobre s zonzj
irutecedor d|
is estas soi
aso una b u ­
jeta en la
ses.
os d e rep e tí
n v a ria s ocj
■do el fru to
los d o s Ci
• sía ) q u e h o |
El recurso á la huelga geaeral, es decir al levanta­
miento en masa de las fuerzas obreras, es el mejor
medio de educación y el más seguro excitante á la
organización que encuentra el proletariado revolu­
cionario.
D ec:r que la huelga general es una utopia, es de­
cir que el socialismo es irrealizable Pues es desesperar
d : ver ¿ ia clase obrera bastante unida, solidaria y o r ­
ganizada para erigirse coma un solo hombre y derro­
car el mundo burgués que lleva eu sus espaldas.
L as objeciones dirigidas contra la huelga general,
é in s e r v ib le .
, solo pueo r la victori)
; o btenida ei
td desplega»
i. O tra solu|
éi inobservancj
%stituciones, i
¿ ; S públicas \
k n preocupa!
capitalista q>
le clase que
•abajadora d<
aienazas de es>
su movimient
neficaz aquell
lya conquistad
n.
pensable haci
nirg uesía la ii
o. P a r a ello c
nd er con h<
abras, q u e su
fiejar de p r o iu \á estas no sj
la inactividad
sta el presentí
¡sitio para con
¡ ob re ro, en ai
j, y que su san
ecer ese movin
iralización, lle\
p oten te mani
- .Ai, d e represali;
irguesía sepa, ¡
d u r a y ejemph
? sitio ya no ti«
e las majaderías
rio, de hacerla n
a en renunciar
a, ella será la
ctos ile clase, la
esto, no ¡jorque n
co n v e rtid o de
irece creerlo algu
icillamente porqu
tolerancia, la i
á sus intereses d
los tra b a ja d o res c
am enaza d e un t
i en érg ic a y ilec
a general,
d id o m uv o p ortm
Iga General d e la
i. d e T. al recaí
Í
1 U919 llupuvsvii»v| isvo
tuo ensueño revolucionario; nó, lo afirm am os, por
,-que la realidad está ahí, patente, inconm ovible,
para decirnos lo que pasará y lo que debem os ha­
cer. Y nadie puede cree r que el 0 de E nero term i­
ne el estado de sitio sin que en ese mism o d(a sea
( prorrogado.
Se necesitaría m ucha ingenuidud para cree r que
la burguesia abandonará las enorm es cosechas, que
importan para ella cuantiosas gan an cias, á los nza; res de una problem ática conciiiución con el p role­
tariado.
Nó, la b urguesia adoptará nuevam ente la ley
m arcial, porque los m eses de Enero, F eb rero y
Marzo, son los de más a ctiv id u d y en ellos está con' centrada toda la potencia económ ica del país, y
J apelará á todas las m edidas de fuerza que crea
convenientes, para a seg u ra r la exportación de los
productos.
A ntes de perm itir la m enor lesión á su p ro vech o
' irá á todos los extrem os; antes de consentir una
reivindicación p roletaria, en esos m om entos hará
masacres, si la clase obrera no ob ra val ¡entumen.
te. recha—
Ins. ú m s i i IoIh m i .«
r'triIlilIJCCICll 4U llin viiivo
propósitos de los dom inadores y habrem os sán elonado el acatam iento á las b rutales im posiciones de
la burguesía, luchando habrem os dado un paso
más hacia la conquista de la libertad, habrem os
más afirm ado una vez, no con palabras sino en el
terreno de los hechos, nuestra intención de h acer
im posible la paz social m ientras persista la exp lo­
tación, la servid u m b re de la m asa obrera.
A la obra entónccs, si am am os la libertad y el
derecho á la vida, pues no entendem os á éste en la
opresión y en la m iseria, sinó en el bienestar y en
1 1 libertad.
¡ Viva la h u elg a g en era l revolucionaria !
,1 ’iva la em ancipación obrera!
L
a
A
c c ió n
S
o c ia l is t a
.
E s bueno que recordem os algo de esta tentativa
de acercam ien to en tre las dos grand es institucío-
á los obreros com ponentes de am bas entidades y
los hechos, la realidad, han ven ido A dar la razón
ü los excesivam ente entusiasta s, pero nada prác­
ticos ni sesudos.
tV t‘( ‘i ó u
r t 'v o l u e i o i ia r i a
S i preguntáram os que es un procedim iento re v o ­
lucionario las respu estas que nos darían serían las
m ás variadas, á p esar de p rovenir todas de hom ­
bres que profesan un m ism o ideal y pertenecen á
un mismo partido. Y no pocas opiniones se han om i­
tido sob re ese tema, ni pocas polém icas se han sos"
tenido, A pesar de lo cual poco dilucidado hay al
respecto.
Tan poca luz hay sobre el p articular que puede
rep etirse que «dos p erfectos evolu cion istas se a c u ­
saran recip rocam ente de a con sejar m edios re v o lu ­
cionarios y dos revolu cion arios se acusaran de no
adoptar resp ectivam en te m ás que m edios legalis-
-u
preciso ilustrar nuestr
con im ágenes concre
e se ponen grabados
:stra táctica consiste:
ás clara la conciencia
ás eficaces nuestras í
sultado
t« c o n tr a el s o c ia lis m o ,
S i lo s s o c ia lis ta s re v o lu c io n a rio s e s tá n c o n v e n c id o s
d e q u e el ré g im e n so c ia lis ta n o d e s a p a re c e rá dulce»
m e n te ; si e llo s c re q n e n la n e c e s id a d d e s a c a rle fe e ra
d e su s g o z n es p a r a a r r u in a r le d e fin itiv a m e n te ; si e s ­
tá n p e rs u a d id o s d e q u e la r te o ría s p s e u d o —s o c ia lis ­
ta s d e la c o la b o ra c ió n d .-c'a < e 9 y d e la paz d e ra o c r á tic a y so c ia l s o u u e fa sta * al m o v im ie n to d e lib e ra c ió n
o b re ra ; si p ie n sa n q u e el triu n fo d l p r o le ta ria d o e stá
trabajo.
L a com isión de huelga continúa lanzando m ani­
fiestos para alentar á los huelguista*.
0 -.
agitación de las oche
nente estas dos condi
efecto ella tiene la i
ar la cuestión sobre !
terreno económ ico,
rreno económ ico que
•ativa para convertirs»
ecialmente en Francii
ón tiene la ventaja c
roletaria del g u ig n o l j
agitan los farzantes
lacer olvid ar al proh
nisión.
pequeña ' uirguesía c
en nuestros días el p
sus talentos para h;
dores las cuestiones
án de feria ella nos 5*
anes y hace brillar r<
s u b o r d in a d o al d e se n v o lv im ie n to d a s u e n e rg ía c r e a ­
agitación de las oche
espectáculo entonte
segundo lugar, cuant
jorn ad a de ocho hoi
durable de las condi
s de las exp erien cias
a jorn ada de ocho lie
beneficios de los g
m ás bien una tenden
n ás cierto resulta que
m iento considerable d
del proletariado. Pare,
na m ejora la más im
lida en cuenta,
com paración de esta
stro arm am ento en la
:ación política resulta
el hecho m ism o que 1
endría una tendencia
más bien á neutraliz;
encía al descenso), p
a o torga rá más tiempi
¡lia*, y para la cultur
hecho m ismo que ella
ecadencia física de la
eparará soldados int
¡os para la lucha soc
civil.
i conquistar la jom adriado tendrá que pres
¡o y esta lucha le se
paración á las batalla
más decisivas.
,e tratará de la lucha
imo en cam paña elect
distrito.
rata de la lucha de el*
iza en el taller y en 1
caracteres.
ornada de ocho hora:
t, sino un medio de a.
un alivio, sino un ar
ornada d e ocho hora:
lo fuerte, y nosotros
la lucha, porque solo '
E l perro capitalista
sus privilegios; para í
m perles los dientes,
¿m onos para la luché
solo puede contar par
derecho del puño.
la bo..dad d el estado patrón.
En tanto que los obreros ganan en los talleres pri­
vadas 2 pesos 50 por el mis n i trabajo, en las obras
del estado perciben la mísera c u n idad de 0.50 por
n n m ic w u s u o d:
pital no tiene patria,
m ena colocación. \
aciófi burguesa ha
míe, por razón del
a explotación interi
azas, ni lronteras. ;
nente donde quiera
o de una intervencii
ante este cosm opo
al am arilla, debe a
o obrero, correspc
gon ism o de los in
BRIEL DEVILLE.
varían los hom bres 3
ósofo desilusionado.
s que escribió eso, i
e tan cínicam ente h
íento francés los ir
tariado.
Huelga
es de ladrillos de
amento de salarii
ías de trabajo, se
: grem io,
fecha no se ha ot
ctoria al conflicto
avienen solam ente
20 centavos por n
pero se resisten
dem ás condicione:
la m edida fija de
nanitario á los ob
or su parte, no se
tud altiva de los p
es en el terreno c
á obtener una vic
ados los dueños
d o ra , al s e n tim ie n to d e s j re s p o n s a b ilid a d y d e su
fu erza: «i q u ie re n m a n te n e r in ta n g ib le la c o n c ie n c ia
d e la ru p tu r a a e to d o lazo e n tro las c la se s, del a b ism o
in fra n q u e a b le q u e las s e p a ra , del c o m b a te sin c u a rte l
q u e ello s p e rsig u e n ; re c o n o c e rá n q u e la h u e lg a g e n e ­
ra l, q u e d ic e á lo s p ro d u c to re s d e c e s a r la o b ta d e
la p ro d u c c ió n , á los tra b a ja d o re s d e n o p ro p o r c io n a r
m ás s u tra b a io á la cla se e n e m ig a , es u n a d e las
id e a s m ás fe c u n d a s e n q u e p u e ia v e n ir á re te m p la rs e
e l s o c ia lis m o e* p e lig ro .
H . LAOARDEÜLe.
3
L
o v i i i i i « » n l o
<
) h
H u e lg a
r o
d el
R ia c h u e lo
L os rem achadores en caliente, de las ob ras del
Riachuelo, nos sum inistran un hecho con creto sobre
día trabajando 9 h o ra ¡ y 1(4.
L a situación de estos trabajadores no puede ser
peor y por lo mismo han ido á la huelga, reclam an ­
do un pago idéntico al de las fábricas privadas.
E l estado patrón, cuyas bondades tanto se han
d ivulgado en l.bros y conferencias, ha con ven id o en
pagar lo naísuao. . . . Que a u te i.
Y los huelguistas, jó ven es ob reros de 12 y 13 años
son obstacu lizados y perseguidos por la policía.
Estos hechos si bien perjudican á m uchos trabajañores, traen aparejados, tam bién sus buenos ben efi­
cios pues aclaran la conciencia ds clase de las ma­
sas productoras y les hacen com pren der m ejor que
todas las peroraciones, e! rol d e opresión que juega
el estado en el rég'.m m actúa , sea cual íu e re , la
m anifestación en que lo considerem os.
Bien por ellos qué con tribuyen con su elocu en cia
al más pronto desm oronam iento de esta socied ad
crim inal y facilitan el advenim iento de! m undo del
ti abajo!
Los obreros qm trabajan en la
u n á n lm q
d .e c U ió o
d i
no
c o n ^ u r tif
Y u g u lllo i'o s
C la s is ta s
usina de gas “ La
N ie v a 11 B9 han declarado en huelga reclamando la read
misión de cuatro citnpañeros que han sido despedidos
por distinguirse en la organización y en la lucha del
gremio.
Esta actitud de la empresa obedece al propósito de
restablecer las ant’gtn s condici mes de trabajo, valiéndo­
se de la situación difícil en que coloca á los obreros
el actual estado de sitio.
L is hu-ilgoistas han sido reemplazados por marine­
ros de la armada. Pero es p m b le que estos se resistan
á c mtinuar rsalizan 1 j tan infame papel, debido á los
muchos accidentes de que son víctimas por su incompe­
tencia en un trabajo que presenta alguno* peligros.
Un obrero que traiciouaba la causa fué víctima de un
tiro de escopeta Su estado es bastante grave. Con mo­
tivo de este hecho han sido d°tenido8 siete obreros.
Los huelguistas con inuan todos firmes, anim ados de
la mayor energía.
Nuestra palabra de alieato j nuestro aplauso á quie­
nes stbeu afrontar la lucha sin timideces y dispuestos
¿resistirse á posar de todos los obstáculos,
T a la b a r te r o s
L A B A N D A —L o s t r a b a ja d o r e s d e l a se rra d e ro ^
niara
ta ciu d ad .
En dicha asam blea se resolvió así m ismo ayudar á
los cam aradas presos, y al objeto se com enzó á le
vantar una lista de suscrición entre los com pañeros
presentes en la asam blea.
Otros han prom etido coad yu var ¿ esta solidaria
lezn .
N o a s i se h a co m p o rta d o la c o m isió n d e projn
g a n d a d e l C e n tr o S o c ia lis t a d e S . d e l Estero, q*
se n e g ó á to m a r en c o n s id e r a c ió n u n a n ota acof
p a ñ a d a d*» u n a lista d e s u s c r ip c ió n á fa v o r de ||
h u e lg u is ta s , á q u ie n e s h a sta a h o r a no h a prestó ÍZ
n in g ú n a p o y o ni m o ra l n i m a te ria l.
— A l C e n tr o S o c ia lis ta , c o n c u r r e n to d as las nocht
un b u en n ú m e ro d e o b r e r o s .
— S e h a e s ta b le c id o u n a c á te d r a co n objeto 4
fo r m a r p r o p a g a n d is ta s e n tr e lo s o b r e r o s agreadi
d o s.
— E x c e le n t e a c o g id a h a te n id o la in iciativa j A
r
a d q u ir ir un lo ca l p r o p io p a r a e l c e n tro socialh
y la s s o c ie d a d e s g r e m ia le s .
E n la s v a r ia s r e u n io n e s r e a liz a d a s a l efecto, aeh
p o d id o c o n s ta ta r q u e la id e a s e r á lle v a d a dentr
d e b r e v e tie m p o á la p r á c tic a , n o sólo por
c o o p e r a c ió n g r e m ia l, sin o ta m b ié n p o r la pera
v e r a n c ia q u e c a r a c t e r iz a a l in ic ia d o r , compafitr
O. R a im o n d i.
«
co n una cuotaen
la form a qu e se explica.
— En la A v e aid a Ind epen d en cia de esta ciu d a d y á
pocos m etros del C onsulado F rancés fueron a tro p e­
llad os y apaleados por v a ríe s polizon tes, dos obreros
pan ad eros, que fueron luego con d u cid os á la co m i­
saria.
O tro obrero que iba á poca d istan cia de ellos, se
refugió en el consulado, esperando á que la torm enta
policíaca pasara.
— También ha sido detenido el ob rero p an ad ero
P esce por ser un activo propagandista de la so cie ­
dad grem ial. L u ego fué puesto en lib ertad, p r e v io el
pago de 20 pesos de m ulta.
— Los obreros panaderos de algunas fábricas se d e ­
clararon en huelga, triu n fan d o en sus propósitos d e s­
G B N E B A L V IL L E G A S . — L o s co m p añ e ro s Ha
d iv il y B a rb a , fu e ro n d e te n id o s d ía s pasado!
r a íz d e u n a d e n u n c ia fo r m u la d a p o r lo s dueñosh e r r e r ía s
D e s p u é s d e h a b é r s e le s te n id o encera
d o s é in co n u n ic a d o s e n un c a la b o z o p o r espac
d e s ie te d ías, y p r e v io e l le v a n ta m ie n to de 1
s u m a rio en q u e se le s a c u s a b a d e < alteración ó
o rd e n s o c ia l • , fu e ro n tr a s la d a d o s á la cindi
d e M e r c e d e s v p u e s to s á d is p o s ic ió n d el juezd
crim e n , d o c to r O rtiz. P e r o é s te , o b ra n d o con n
re c titu d m u y a g e n a y c o n t r a r ia á la s práctic
d e n u e s tr o s fu n c io n a r io s b u r g u e s e s , sobreseyó
c a u s a d e lo s a lu d id o s c a m a r a d a s , ordenando
in m e d ia ta lib e rta d p o r n o e n c o n tr a r fúndame!
e n s u d e te n ció n .
E s p e ra m o s q u e la c o n tr a r ie d a d s u fr id a por l
c o m p a ñ e ro s M e n d iv ii y B a r b a , no h a de tener
m a l e fe c to d e in tim id a r le s e n lo m á s m ínimo, pl
q u e h a d e s e r v ir le s d e s a lu d a b le e stím u lo pi
im p u lsa rle s á la lu c h a co n m á s entusiasm o
d e c is ió n .
pués de seis dias de huelga.
R o s a r lo
Hermoso
ejemplo de fuerte espíritu de lucha es el
que acaban de ofrecer los trabajadores del Rosario pro
vocando movimientos huelguistas, que animados de la
necesaria energia y empuje han podido contrarrestar
las prepotencias de la burguesía.
Para la mejor información de los lectores d etallare­
mos los hechos día por día y en la forma que nos han
sido trasmitidos por nuestro corresponsal
D IA 13— Declararónse en huelga los mayorales y co
cheros de tranvías reclamando un aumento de 0 50 cen­
tavos por dia. Las cuatro estaciones de la localidad
han permanecido cerradas, y durante todo el dia no ha
circulado ningún coche.
D IA 14 — La huelga de les obreros de tranvía conti
niia en el mismo estado. Circula un número reducido
d : coches guiados por los iaspectores, que en to la s las
ocasiones han sido la causa del fracaso de los movimien­
tos. E l batallón 4 de caballería ha sido puesto á dispo­
sición de la empresa. Se dice que en la esquina de C»
rrientes y S a i L u is los huelguistas dieron muerte á un
vigilante y á un krumiro.
DIA 15— Continúa la huelga de los tranvía Son m uy
pocos los coches en circulación, y manejados por in d ivi­
duos incoan petantes. A las ocho de la noche se parali­
za totalmente el trífico de los mismos. La ci misión d i
huelga ha concurrida hoy á la municipalidad, pero toda­
vía no se conoce el resultado de la entrevista
El m ovim iento h uelgi ista que sostiene este grem io
continúa en la misma fo:m a
El voto general exp edid o para consultar la opin ión
— La Federación Obrera Rosarina declaró la huelga
general para *1 23 del corriente por ser el aniversario
de los hechos sangrientos que en ese día tuvieron lugar
Ó estado de ánim o de los obreros, ha dado por re­
en aquella localidad el año pasado y en loa cualea fu e-
E l g r e m io d e albañiles
B A H IA B L A N C A
Todo augura un triunfo para los obreros dado el entu
siaemo y la decisión que los aDima
D IA 16 - L i sociedad Unión Artes Gráficas ha en
viado un pliego de oondiciones á las direcciones de todo*
los diarios de la ir añina, los cuales han contestado favo
rablemente, á excepción de E l N a c io n a l que iechazó
la reclamación de los operarios. Inmediatamente estos
se levantaron en huelga, dejando aquel de aparecer en el
día de hoy.
La
JO **»
«*< *
fe r r o c a r r il B u e n o s A ir e s y R o s a r io , qu e hacen
m e ses y 2 0 d ía s q u e s e e n c u e n tra n en huelg, pgflO®
p e rm a n e c e n fir m e s v a n im a d o s d e l fo rm a l propür
s ito d e p e r s is tir en la re s is te n c ia , d isp u e sto s 4 todo)
lo s sa c rific io s . H a s ta a h o r a n in g u n o h a traiciom
d o tan sim p á tic a c a u s a
Y en lu g a r d e desmaya
lo s o b r e r o s a n te la te rq u e d a d p a tro n a l -aclaran»
c o n c ie n c ia de c la s e y r o b u s te c e n su ca rácte r 4
lu c h a . T o d o h a c e e s p e r a r q u e e l co n flicto term
n a r á con un r e s u lta d o fa v o r a b le á lo s ob reros.
E l C e n tr o S o c ia lis t a d e L a B a n d a , solidarizó*
d o se in te g r a m e n te co n la c a u s a d e e sto s trabaja
d o re s, no ha o m itid o s a c r ific io d e n in gu n a natoq
E l Centro Socialista de la circu n scripción Oeste,
se reunió en asam blea num erosa, n om bran do una nue
va junta ejecutiva que ha q u ed ad o con stitu ida con
cinco anim osos com pañeros, varios de e llo s p r o b a ­
dos en la larga lu ch a que han venid > sosten ien do to ­
dos los com ités y centros obreros que existieran en es
o b ra con su ób olo
Así mismo se resolvió contribuir
v tfí* .
W Iflf
f e lM *
Los empleados fíe tra n v ía han vuelto todos «1 „
bajo, después de obtener 0 30 oentavoa de aumento.
Se desmiente la noticia de que loa huelguistas haj;
do muerte á un vigilante y 4 un oochero.
c
dado
Nos aseguran que los obreros de este grem io se
d eclararon en huelga obtenien do una com pleta s a ­
tisfacción en lo reclam ado.
E a
única á la B ib lioteca de Propaganda.
La propaganda continúa á pesar de todo, pero
r o
I lu e ls a .d o
la
rqn
»1
si fu e ra n fu n d a d a s , v a ld r ía n ta m b ié n irrefutabjejnw x*
TE
Bajo el imperio
ger gu» «¡tos y P«
Una ruda leooiói
en el alcance de sus
las
La
pebIÚDICO SHTBICALIS 1
E l e sta d o
d e
SÍ
Su pi
El periolo de crítica, á la 1
nuestra bnrpesía para imp
obreros, en la época de may<
ca, lo hemos ya superado.
__
En los primeros
momentos
después que la clase*Trabai'ad
* la ley marcial, con una huelí
tra actividad debía limitarse a
hechos, cuya brutal real d
^’
^ p e d ia s te° ria s pacifistas'
cíase, en la guerra social
e sta lo c a lid a d y a lle v a 45 d ía s d e huelga. I
o b ra s en c o n s tr u c c ió n p e r m a n e c e n paralizad»
L o s o b r e r o s , d a n d o e l m á s h e rm o s o ejemf
d e te n a z r e s is te n c ia p r o le ta r ia , r e c la m a n la je
n a d a d e o ch o h o ra s y s e m a n ifie sta n dispuestos
c o n tin u a r firm e s h a sta ta n to n o h a y a n obten»
d ic h a r e iv in d ic a c ió n .
E r a el
momento en que la
E l d ía 9 d e l c o r r ie n te lo s p
a tro n e s ofrecieros
■
—
— presentaba
r'^wuau; como el
¡•a,, se
1 ^ h u e lg u is ta s la re g la m e n ta c ió n d e la jornadr para contribuirá
la s ig u ie n te lo rm a : 7 h o ra s e n in v ie r n o , 8 hotfde la lucha
í i UDa Dia^or n
en —
p r J—
im a v e r a« y- 9
o h o ra s en v e r a n o .
®de las rmc», — aSes‘ ’ H’ P'die
P e r o lo s o b r e r o s h an re c h a z a d o la proporidloegan e^ ^
Ct0ras’ rec
p a tro n a l y s e m a n tie n e n firm e s en
d e la s 8 h o ra s p a r a to d a s la s te m p o ra d a s .
N o d u d a n d e q u e p ro n to e l c o n flic to
uní
mirn»..
10
sserá
c i » ss
«
uni m
aoera =
irr-Aanta§onisi
•
cio n a d o á su e n te r a s a tis fa c c ió n , en v ista del 1 sencilla d* ir, “reaucttble y
« • o s trabajador.
c e le n te e s ta d o y
b u en e s p ír itu d e lucha
a n im a á to d o s lo s o b re ro s.
— H a q u e d a d o d e fin itiv a m e n te
constituida
C o o p e r a tiv a d e A lb a ñ ile s y y a h a empezad»1
tra b a ja r , te n ie n d o á su c a r g o tr e s o b ra s.
H°y ha
mente.
lle&*do ei
A l d e s e a r le la m a y o r p r o s p e r id a d en el
mome
rr o llo d e d ich a in stitu ció n , re co m e n d a m o s í
,P « P h a y
o b r e r o s a lb a ñ ile s cu id en d e n o v ic ia r la con el ^cioue¿
•
C|ae
accionar
Wnesque
sin t
m ín im o d e b ilita m ie n to d e u n a m p lio espirito i o s D|anr , ^ P o r t a ,
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w vuí ^/v-iiui V I, OKI OV1 MlLllUlUUa CU 8U3
ju s ta s re iv in d ic a c io n e s, no p a re c e h a b e r influido
d e s fa v o ra b le m e n te en cu an to á su e sp íritu de lu ­
c h a y á la ro b u ste z de su o rg a n iz a ció n d e r e s is ­
ten cia.
A s í lo d en u n cia la re cla m a ció n in te rp u e sta p o r
la so c ie d a d d el g re m io al c o n tra tista M uch in ston
q u e se g u ra m e n te co n fiad o en las d ificu ltad e s c r e a ­
d as á lo s o b re ro s con el e stad o d e sitio, se p e r ­
m itió v io la r una de las co n d icio n es de tra b a jo
e sta b le c id a p o r aqu el os. d ism in u y e n d o el p erso n a l
d estin a d o á las b o d eg as.
In tim ad o á re s p e ta r la a lu d id a co n d ición , y
h ab ié n d o se re sis tid o á ello, el 23 del c o rr ie n te los
o b re ro s a b a n d o n a ro n el tra b a jo .
P e ro el m ism o día y con m ás p ron titu d qu e la
qu>2á p re v ista po r los tra b a ja d o re s, ésto s fueron
a te n d id o s en su im p o sició n . E l co n tra tista M uch in ston con su so m e tim ie n to in co n d icio n a l se h ab rá
en señ a d o á sí m ism o y A su s c o le g a s q u e Iqs e fe c ­
tos d el e sta d o d e sitio no a lca n za n b asta p e rm itirle
v io la r im p u n em en te la s c o n d ic io n e s d e fa e n a e s ­
ta b le c id a s co n a n te rio rid a d .
E l h ech o co m en ta d o n os p e rm ite ju sta m e n te co n ­
s id e r a r q u e á p e s a r d el e stad o de sitio lo s o b re ro s
p u ed en h a ce r y son c a p a c e s de h a c e r a lg o , y que
si tu v ie ra n la fu e rza d e e sp íritu de d e s p o ja rse del
p e n sa r la a ctiv id a d y el e n tu sia sm o d e q u e v ie n e n
dan d o p ru e b a d e un tiem po á e sta parte.
V a r io s son los g re m io s o rg a n iz a d o s , y v a rio s
son la s o rg a n iz a c io n e s o b re ra s e x is te n te s en a q u e lla
lo ca lid a d lle n a s de v id a y e x c e le n te s co n d icio n e s
p a ra la lu ch a.
L o s m o v im ie n to s h u e lg u ista s qu e han p ro m o v id o
se c a r a c te riz a ro n p o r su v ig o r y su é xito .
E sto h a ce q u e B a h ía B la n ca se e n c u e n tre e n tre
la s p rim e ra s ciu d a d e s d el in te rio r, en cu a n to á la
im p o rta n cia y lo za n ía de la a c c ió n e m a n cip a d o ra
de los o b re ro s.
N u e stro a p lau so y n u estra p a la b ra de alien to .
. A * a l . - E s uno de lo s pu n tos d el in te rio r q u e
tam b ién se d istin g u e por la p ro sp e rid a d d el m o
v im ie n to o b re ro .
Un testim o n io de e llo nos lo o fr e c e el te n a z e m ­
peñ o d e los fu n cio n ario s b u rg u e se s en c o n tr a r r e s ­
ta r d e tod as m a n e ra s la a cció n de lo s o b re ro s
En e fe cto , á ia iz d el h e rm o so a cto d e p ro te sta
co n tra el e sta d o d e sitio qu e lle v a ro n á ca b o los
tra b a ja d o re s a zu le ñ o s, d u ran te los d ías 11 y 12 de
O c tu b re ,la p o licía se in ició en una s é rie de m ed id as
la s m ás a rb itra r ia s y b ru tale s.
E n c a r c e ló á se se n ta o b re ro s p e rte n e c ie n te s á los
v a rio s g re m io s qu e tom aron n a rte en ai
__
zi»
s e so m e tía m c o n d ic io n a lm e n te .s u s o b r a s han coo¿
n u ad o p a r a liz a d a s d eb id o á q u e o tro s con stru ctor*
Uciona ía h"
o cu p a ro n á s u s o b re ro s . B u e n c a s t ig o á su & ," ' la r .X '''01»'*"q u ed a d y e x c e le n te e n se ñ a n za p a ra vi porvenir.
ahí _
cer. v~arnos j0
’ Pai
.
, c “ a d n U a m u n icip a l s e d e c l ró en bueH>
— el t s . r ? ,c P uede ' p a s * r á y
e l d í a l 4 d e O c tu b r e , r e c la m á n d o la jo rn a d a de»
h o ra s; p e ro e l i 0 c e s a b a e l m o v im ie n to
sin
Se
RUe
triu n fo c o m p le to d e lo s o b re ro s.
h e r r e r o s y c a rp in te ro s h an presentad» u‘
p lie g o d e co n d icio n e s e x ig ie n d o 9 h o ra s d e trabó»
y o tr a s m e jo r a s
C o m o los p a tro n e s se n e g a r a n á su scrib irlo , o®'
s e g u n d a re u n ió n d e lo s o b ie r o s r e a liz a d a el <»
t a r ^ a f r f í P a s a r le s u n a n o ta in v itá n d o le s á prese»
ta r s e al d ía s ig u ie n te en la s e c r e t a r ía d e la socied^
p a ra firm a r el p lie g o , d e lo c o n tr a r io d e c la r a ^
la h u e lg a d el g re m io .
P e ro é sta no han n e c e s ita d o e je rc ita r la .
con su m a d ilig e n c ia y d o cilid a d c o n c u rrie ro n tod*
^ m a n ife s t a r su a c e p ta c ió n á la s e x ig e n c ia s obN
a c tiv id a d
de
Jos
tr a b a ja d o r e s
bajo
r a í s e 0l í ea r H ,0H ^ Pr o v o c n d o, co m o e r a d e eip*
r a r s e , la a c tiv id a d d e la p o lic ía q u e c la u su r ó ¡n»p
d ia ta m e n te e l lo c a l d e la s 8nr¡í>íi»Hflc onincaDÓf
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Bajo el imperio de la ley marcial que por tercera vez viene á sancionar la burguesía argentina, no podemos ya vacilar en suponer cuales puedan
ser sus actos y propósitos ulteriores
Una ruda lección de hechos nos ha enseñado que por la defensa y salvaguardia de sus privilegios no se detiene ante nada y ante nadie. Que confiada
en el alcance de sus fuerzas, pasa & travez de todos los obstáculos Que indiferente á sus propios convencionalismos de cínica moral, pisotea y destruye
las estúpidas promesas de libertad consignadas en sus códigos y leyes. Que ante nuestra dudosa sumisión á soportar, como antes sin protestas el peso de su
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DECADA
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19 0 5 . —
NÚM ERO
10.
S()b r í / -------
0rdc«J»
"° encon*ar
deba ni pueda detenernos nada, ó de lo con trario
renunciem os á todas nuestras afirm aciones, yendo
° SX l ' . a. . COní r a r ¡edad sufrid»•
S il p r o r r o g a c ió n
á ocultar nuestra im potencia junto á los estériles é
s M e n d iv il y B a r b a ,'
incapaces, ven cidos en la lucha por la vida, más
d e i n t i m i d a 'r l e s " e n ló “- i * S
por su taita de co rag e que por lo? o b stácu lo s deí
s e rv irle s de salnVakimáSlDílli#‘i
> á la lucha
a01e estlnujl El período de crítica, A la m edida adoptada por
enem igo.
c °n más entusiij,',iüestra b urguesía para im pedir lo¿ m ovim ientos
¿Debemos e n e r a r qu - llegue el ó d,- E n eio , pat a
obreros, en la época de m ayor activid ad eeonórnisaber lo que debem os hacer?
S erla una puerilidad y un crim en
B L A N C A - - E l gremiode albwc a ’ ,0 hem0S y a suPe ra d o ’
Una puerilidad porque los gran d es m ovim ientos
dad y a lle v a 45 días de h
,o s Prim e r o 3 m omentos del estado de sitio, y
obreros no se im provisan en 24 horas, m áxim e en
:on stru cción permanecen
^ d esp u és flue ,a clase trabajad ora hubo contestado
iro s, dando el más h
aratatt la ley m arcial, con una h uelga general; toda nuesel m edio nuestro; un crim en, porque ab an don aría­
m os el cam po al enem igo, que ob raría ensañándo­
■esistencia proleta ’
ermoso ^tra actividad debía lim itarse al esclarecim ien to de
se ante la im preparación y la con sigu ien te d eb ili­
bo horas v se m a*^ ’ reClanua h ech o s, cu ya brutal realidad, asestab a un rudo
dad de las huestes p roletarias.
firm es hasta ta t**' ^ h° d'Spi(,EolPe á las teorías p acifistas y de colaboración de
D esde y a sabem os las intenciones de la b u rg u e­
indicación.
” ° n° ha*M °V/«se, en la g u erra social
sía, que han de co n vertirse en hechos en el mo­
del m rrien r*
w
.
E ra el m om ento en que
la propaganda ídeológif
.
p? "^^^ttfca.se presentaba com o el n ecesario com plem ento,
m ento oportuno,
a r e g amentación de la jonnpara contribuir á una m ayor nítidezen la concepción
F u es nuestra ob ra debe se r de agitación y p re­
° rniQ h
° raS en *nv*erno'^Üe la lucha de clases, im pidiendo m alear el criterio
paración constante, para rep eler en érgicam en te la
e ra y y horas en verano.
de las maS)as productoras, recalcan d o el papel que
prorrogación de la ley m arcial.
ob rero s han rechazado la pn>|»jueg an e n el conflicto las instituciones estatales,
¿Que es lo que quiere la b u rguesía, con una nu eva
se m antienen firmes en la enpaprovechando la agu dez intensificada del choque,
im posición de estado de sitio?
>ras p ara todas las temporadas que presentaba los antagonism os de clase de una
L a com pleta inm ovilidad del P roletariado, la no
n de que pronto el conflicto sdde una m anera irreductible y clara' ante la m ente
realización de m ovim ientos ob reros que impidan
su e n te ra satisfacción, en vista ^sencilla de tos trabajadores, no disim ulados por la
la lib re exp ortación de los productos y que puedan
tado y buen espíritu de luchingenuidad dem ocrática, y haciendo en fin. resaltar
ocasionarle pérdidas.
)dos los obreros.
la im periosa necesidad de defend erse y atacar, inY es de suponerse que la clase trabajad ora no
tedado definitivamente constitiidicando el m edio más eficaz para quebrar los prose rv irá adm irablem ente los propósitos de la bur
guesía, perm aneciendo quieta; es de suponer que
'a de A lbañiles y ya ha empeapósitos de la b u rgu esía.
oh ará precisam ente lo que los explotadores no quie­
m iendo á su cargo tres obras.
Hoy ha llegado el m om ento de obrar nuevaren que h a g a : declararse en h u e lg a , negarse d
ir le la m ayor prosperidal en d mente.
transportar y ^embarcar las cosechas.
dicha institución, recomendamos P etp h ay que a ccio n ar sin tim ideces, sin vacilaE l único m edio de anular la m edida co ercitiva
bañiles cuiden de no viciarla cottciones que im portarían una derrota y fav o recerían
que im porta la ley m arcial, es n egar el contttrso
bilitam iento de un amplio espitaos planes del enem igo de clase.
Y decim os que hay que obrar nuevam ente y con
d é lo s brazos, es la deserción d el m undo de la
producción, por los trabajadores.
energía, porque la le y m arcial term in ará dentro de
Y cuando nuestro proletariado h a g a ésto con
poco tiempo.
toda la am plitud é intensidad n ecesariaj puede de­
Pero term inará para se r otra vez im puesta, .para
impedirnos por dos ó tres m eses toda la libertad
cir que ha quebrado, reducido á la nada á la k y
de acción, para p erseguir, en ca rcelar y d esterrar
m arcial y la fuerza del estado.
á los rebeldes, para llev a r nuevam ente luto y dolor
P rep a ra r un gran m ovim iento obrero, h acer toda
al hogar obrero, para d escon certar la organ ización
la propaganda indispensable para su m ejor t x ,t o i
y salvar las cosechas.
m antener viv o el sentim iento de la revu elta p ro le ­
Y si afirm am os todo esto, no es porque una neutaria, debe ser la obra de todos los luchadores.
rosis im paciente, nos tenga hundidos en un perpéPermanecien Jo inactivos habrtmos servido á los
'7 .’ ^ ' T
cns obras han c* tuo ensueño revolucionario; nó, lo afirm am os, por
propósitos de los dominadores y habremos sancio­
anJicionalm ente.sus
congtrUCl# que la realidad está ahí, patente, inconm ovible,
nado el acatamiento á las brutales imposiciones de
das debido á fiue 0tr0Si .„ „ 4 sí i para decirnos lo que p asará y lo que debem os h a­ la burguesía, luchando habremos dado un paso
s obreros. Bueo cMbg»•*
cer. Y nadie puede cre e r que el o de E nero term i­ más hacia la conquista de la libertad, habremos
ne el estado de sitio sin que en ese mism o día sea
más afirmado una vez, no con palabras sino en el
prorrogado.
terreno de los hechos, nuestra intención de hacer
Se necesitaría m ucha ingenuidad para cree r que
imposible la paz social mientras persista la explo­
la burguesía abandonará las enorm es cosechas, que
tación, la servidumbre de la masa obrera.
A la obra enlónccs, si amamos la libertad y el
>to de los obreros.
-.peentai11 importan para ella cuantiosas gan an cias, á los a za ­
res de una problem ática con ciliación con el p ro le­ derecho á la vida, pues no entendemos á éste en la
tariado.
opresión y en la miseria, sinó en el bienestar y en
Nó, la b urguesía adoptará nuevam ente la ley
la libertad.
ÍS es se negaran ásuscnm
nj
¡cribi*1
marcial, porque los m eses de E n ero, F e b re ro y
¡ Viva la h u elg a g en era l revolucionaria !
ltron, jos 05ieros reabza¿nft/ M arzo,son los de más a c tiv id a d y en ellos está con/ Viva la em ancipación obrera !
dn Cna nota invitándoles
centrada toda la potencia económ ica del país, y
La A cción S o c i a l i s t a .
.^ ^ m re n la secretaría de
apelará á todas las m edidas de fuerza que crea
uiente ^ ^ contrario dec
..«f-nte
convenientes, p ara a se g u ra r la exportación de los
pliego,
productos.
E l p a c t o d o H o liiln rid su l
grem iontes de perm itir la m enor lesión á su p ro vech o
necesitado eíer^ í j . A
.....................................
^ ,rá á todog log extrem os; antes de consentir una
ao haD docilidad concurre
rancia y
•An á las exigefln
reivindicación p roletaria, en esos m om entos hará
E s bueno que recordem os algo de esta tentativa
;U acepthc ‘dn
masacres, si la clase ob rera no ob ra valien tem en .
de acercam ien to en tre las dos grand es institucio­
trab»jad°reí a. di te, rechazando las im posiciones y sosteniendo
en
nes obreras dei país; aspiración noble, pero fra c a ­
idad de
108 ‘ como era rái^jí
* J .«
a . forma
--------------------------------------------------------t°da
su derecho á la vida, asegurando
am plia
sada ante el sectarism o Ue m uchos conscientes.
que cUusu ^
libertad de acción á sus orga n iza cio n es, cueste lo
Y la recordam os, no para lam entarnos, sino para
dad de >a v s0Ctedades,
^ que cueste.
condenar con toda nuestra energía, á esos p reten­
Y para hacer esto, para anu lar una vez por todas
didos defensores de la clase obrera, que anteponen
las intenciones crim inales de los exp lotadores, hay
ideologías mal digeridas, á los suprem os intereses
n Ia P^ !S ta rlea fi“c
ara
toda cla*c de re#ff!r que luchar, h i y que u n i: á la fuerza del p ro le ta ­ de los trabajadores; que impiden con su actuación
docu®6".
o r o h i b i d ^ t0
o0 a
o^~una acción de clase nitídam onte revo lu cio n a ria
riado, la audacia de las gran d es em presas, sin que
l su scrtp cid " respetar sus
la
e s ta d o d e s itio
un nuevo f
deben dispoi
i resistencia
into y la em
■ clara y te
opósito de ce
¿1 enemigo, i
'jn y cobardía,
a su g ra d o i
con todos lo;¡ los recursos
*:rse una vez |
de la burgue:
ronveniencia n
e clases. Ob|
miento obrerí
la perjudica,
1 necesidad t
como hasta
. p ro ducid o t
m ientras asi
declarará el
tio le ofrece
x ió n ieivindii
M BS
J
f ,0narios b o g ú e s e ! *
a lu d id o s
A PA R ÍC E
R E V O L U C IO N A R IO
ían c o nc urrid
o de defensa
país,
s, no caer en
es q u e teñe
que tratan de m antener en el cam po obrero, una
división puram ente ideal, contraria á lá realidad,
apelando á todos los odios y á todas las insanias
que por una y otra parte se han voniitadó.
El hecho real está ahí, incólumne, irrefutable,
para dar un soberbio mentís, á lac seudo-argumeñ-
taciónc:. Je Jos enemigos dei pacto
S e dijo que era innecesario porque el ins*inio
de conservación, im pelía á ias o rga n ú a cio n esj en
los m om entos de peligro, á una unión m om entánea.
No bastaban dos estados de sitios an teriores, p a­
ra dem ostrar la falsedad de este argum ento; ha s i­
do necesario un tercero p ara h acer m ás luz sobre
el asunto.
¿D onde está el instinto suprem o de c o n s e rv a ­
ción ?
Ha desap arecido ante el odio y el sectarism o de
los unos y de los otros.
Hemos visto á am bas entidades ob rar separada*
m ente con distintos criterios y con resultados e v i­
dentem ente efím eros, ante los que se hubieran o b ­
tenido m ancom unando los esfuerzos.
Hemos visto á la F ed eración y la Unión a p re cia n ­
do diversam en te la duración del acto de protesta;
las hem os visto d ecretar el paro en distintos días,
perdiendo éste toda la intensidad que debía r e ­
vestir.
L a s hemos visto separadas com o en épocas nor­
m ales, en tanto que, el enem igo de clase ap elab a á
todos los m edios para ah o gar el más gran d e de los
m ovim ientos p roletarios habidos en la república.
Y sin em bargo, para los sectarios, ésto, no sig n i­
ficará nada.
V o lv e rá en el próxim o congreso á se r tratado el
asunto, y se apelará, otra vez, al instinto de c o n s e r ­
vación , para rechazarlo!
L a realidad nada dice á estos ofuscados.
Pero la m asa ob rera que va adquiriendo día á
día m ayor conciencia, com o resultado de una acción
cada vez más intensa, ha de im poner su voluntad
en los futuros congresos, anulando la activid ad
p erniciosa de estos elem entos in capaces de a c c io ­
nar com o deben ante el enem igo común; pero si
de perpetuar y abordar d iverg en cias en el cam po
proletario.
El m omento actual ha de se rv ir de enseñanza
á los obreros com ponentes de am bas entidades y
los hechos, la realidad, han ven id o á dar la razón
d los excesivam ente entusiasta s, pero nada prdeticos ni sesudos.
¿ V c o i ó i i v o v o l i i o i o i i í i r ’i »
S i p reguntáram os que es un procedim iento re v o ­
lucionario las respu estas que nos darían serían las
m ás variadas, á p esar de p rovenir todas de hom ­
bres que profesan un m ism o ideal y pertenecen á
un mismo partido. Y no pocas opiniones se han om i­
tido sob re ese tema, ni pocas polém icas se han s o s ­
tenido, á pesar de lo cual poco dilucidado hay al
respecto.
Tan poca luz hay sob re el p articu lar que puede
rep etirse que «dos perfectos evolucion istas se a c u ­
saron recíp rocam ente de acon sejar m edios re v o lu ­
cionarios y dos revolucion arios se acu saran de no
adoptar resp ectivam en te m ás que m edios legalismos». (Labriola, Ref. y R ev. Social)
¿En qué no se ha hecho consistir un acto re v o ­
lucionario? En la reform a m ás insignificante de uno
de los más insignificantes centen ares de m iles de
ley es que rigen á los pueblos; en el más pequeño
m ejoram iento obtenido por los trabajad ores, y has­
ta en la aspiración de efectu a r un cam bio ae las b a ‘
ses económ icas del ordenam iento social.
variar su coi
isposiciones d
j qu e im pone
is, las exigen)
íplo de las I
nadas hasta
•era, po rq u e
oobres zonzos
>rutecedor de
is estas son
aso una burg
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n varias oca.do el fruto d
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or la victoria]
; obtenida en
id desplegad,
a. O tra solur
inobservanci,
lstituciones,
,
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capitalista qu1
le clase que
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n.
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o. P a ra ello e
n d e r con h<
abras, q u e su
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■n p o te n te man>
’:ia, de represalq
irguesía sepa,
d u ra y ejempl
; sitio ya no ti
e las majaderías
rio, de hacerla i
a en renunciai
a, ella será laj
ctos ile clase, la
esto, no po rq u e
co nv ertido de
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icillamente porq
tolerancia, la
á sus intereses
los trabajadores!
am enaza de un|
i enérg ica y di
a general,
did o muy o p o rt|
Iga General d e 1;
i. tle T. al re,
eras cual sería
se d e nuevo el
o se lian jirón
>s m anifestando i
hu e lg a general,
naza debe toma
. intensa, de u
can p - m m m n o . a *
?n grabados e
ca consiste: i
a conciencia d
!9 nuestras ar
deolararon en huelga oDtenlenao una
tisfacción en lo reclamado.
dora, al sentimiento de s 1 responsabilidad y d e su
fuerza- «i quieren mantener in angible la conciencia
de la ruptura oe todo lazo entre las clases, del abismo
infranqueable que las separa, del com bate sin cuartel
nue ellos persiguen; reconocerán que la huelga gene­
ral, que dice ó los productores de cesar la obia de
la producción, ú los trabajadores de no proporcionar
más su trabaio á la clase enem iga, es una de las
ideas más fecundas en que pue la v.rnir á retem plarse
el socialism o ea peligro.
E l Centro Socialista
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de los im
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os hombres y
esilusionado,
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do» en la larga lucha que han venid ,
do» los com ités y centros obreros que exls
ta ciudad.
..,„ d a r á
En dicha asam blea se resolvió así mism
>
los cam aradas presos, y al objeto se comenz
vantar una lista de suscrición entre los cornp u
presentes en la asamblea.
Otros han prom etido coadyuvar
.„ i María
a esta
con una cuota
única á la Biblioteca de Propaganda.
La propaganda continua á pssar de to o, pe
<
u ia o u u o io
Los rem achadores en caliente, de las obras del
Riachuelo, nos suministran un hecho concreto sobre
la bo..dad d el estado patrón.
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Li *. .ihrecox minan en los talleres pn-
q u e s'e e n cu en tra n e T T
y
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firm e s v a n im a d o * d el formal nr?
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se reunió en asam blea numcr08Rin° m bra' ? luida co n
va junta sjecutiva que ha quedado con
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cinco animoso» com pañeros, varios e e o.
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obra con su óbolo
Asi mismo se resolvió contribuir
burguesía de
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3 cuestiones
ría ella nos a p
lace brillar re!
e v il l e
p .c u a u - s o c in ii..
de U colaboración d • o ' w i V de la pa* dem ocr*tlca y «acial sou nefasta < al movimiento de liberación
obrera; si piensan que el triunfo d 1 proletariado está
subordinado al desenvolvimiento da su energía c re a ­
de las ocho
as dos con d ic
la tiene la in
stión sobre s i .
económ ico, 3
inómico que 1
a convertirse
e en Francia,
la ventaja de
del gu ign ol p¡
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dar al prolel
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que m i w o n n
la forma que se explica.
,
— En la Avenida Independencia de esta eluda y
poco» metros del Consulado Francés fueron atrope­
llados y apaleados por v aríes polizontes, dos obreros
p a n a d e r o s , que fueron luego
co u d u cid o . á la comí-
Pi; las Haita ahora ninguno ha trai?
* n " ic fc a u * a
Y « lugar * «¿*¡1
ios o b re ro s a n te la te rq u e d a d P ír tro n a U d * , N
c o n c ie n c ia Je c la s e y ro b u s te c e n su c a r * *
p r íió íí
fu ch a1 lid ® b a c e < S p e ra f \ T ®l oonfllcto ^
n ará con un re su lta d o fa v o r a b le á lo .o b r fcro?
í l C e n tro S o c ia lis ta d e L a B and a, solidaril_
in te g ra m e n te con la c a u s a de estos trahj
J w s , n«Tha om itid o sa c rific io d e ninguna ^
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h u e lg u ista s, á q u ien e s h a sta a h o ra no ha prestW
prestí ^ ,
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- A l C e n tro S o c ia lis ta co n c u rre n todas las nod
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un bu en n ú m ero de o b re ro s.
— S e ha e sta b le c id o una c á te d ra con objeto (
fo rm a r p r o p a g a n d ista s e n tre lo s ob reros agre*
aer
— E x c e le n te a c o g id a h a ten id o la iniciativa 1
a d q u irir un lo ca l p r o p i c i a r a e l cen tro soci*
la,
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8>i« e! !” f
.
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UDarU< a Busfuer**8’
LA ACCIÓN SOCIALISTA
Vccynps: ¿ t a refiorma, la su p re sió n ó la p ro m u l­
g a ció n u e una ie y es un a cto rev o lu cio n a rio ? Nó,
pu es todos los d ías s e están re fo rm a n d o , su p rim ie n ­
do y -prom ulgan do le y e s, sin q u e p o r esto a d e la n ­
tem os un paso en Sentido re v o lu c io n a rio . P o r lo d e ­
m ás, los que h acen todo eso son los c o n s e rv a d o re s )
_PLTí ; císíi m ente:
. . .
¿L o es la con q uista de un.i m e jo r ’ ? T a m p o c o t
pue:, m ejo ras
la c la s e d om in an te ha d ado síem
pre, n ó p or n u estros bellos o jos, sino por su in te ré s
p a ra T etard ar y d ila cio n a r el cam in o de la id ea so ­
cia lista re v o lu cio n a ria , com o M edea tira b a á lo la r­
g o d el cam in o los tro zo s sa n g u in o len to s de su p r o ­
p io h erm an ito, para re ta r d a r la c a r r e r a d el p e r s e ­
g u id o r G ete-. (F e rri. M ov. Rev.). S e r á en ton ces a cto
re v o lu c io n a rio la asp ira ció n á e fe c tu a r un cam b io
d é l a s b ases d el ord en am ien to social? T a m p o co lo
es, pu es las asp ira cio n es, los fin es, co m o tales, «son
m eros estad o s del ánim o, ten sió n idea! d el espírituprosp ecto s ló g ic o s v iv ie n te s d e pu ra v id a in te rio r"
(L a b riola . R e í. y R e v .S o c ia l)
T o d o ré g im e n social tien e sus ó rg a n o s p o lítico s
y a d m in istrativ o s que lo re p resen ta n y defienden.
E n la s so cie d ad e s p rim itiv a s el p a tria rcad o ; en e l
ré g im e n .fe u d a l la m on a rq u ía a b so lu ta y en el r é ­
gim en hurgué» el estad o re p re s e n ta tiv o . C ad a uno
de esto s o rg a n ism o s tien en In m isió n e sp e cia l, p r i­
m ordial, de c o n s e rv a r el ré g im e n q u e rep resen ta n
con sus re sp e c tiv o s siste m a s de propiedad, ju ris ­
p ru d en cia, e tc., de cu a lq u ie r m odo, aun q u e se a r e ­
form and o eso s siste m as p a rcia lm e n te , p a ra m a y o r
seg u rid a d d el con ju nto.
L a c la se dueña d el p o d e r eco n ó m ico h ace del p o ­
d er p o lítico un in stru m en to, un a g e n te de co n se r­
v a c ió n se g u ro y g ra tu ito . L a e x iste n c ia de é ste es
in d isp e n sab le á la e x isten c ia de ella, m ien tra s él se a
lo su ficien tem en te fu erte para p red om in ar sob re el
resto de la so cie d ad ó so b re c u a lq u ie r a gru p a ció n
de in d ivid u o s que tien d a á d estru ir el ré g im e n que
él re p resen ta , la so cie d ad e x isten te no p e iig ra . A
m edida que su pod er d ism in u y e , d ism in u ye la s e ­
g u rid a d de ésta. Y sólo cu an d o el p o d er p olítico de
la c la se d om inante esté rela jad o , d esacred itad o d es­
com pu esto; só lo cu an d o c a ie z c a d e los recurB os
q u e so la m en te en la actu a lid ad , e l b ra zo p roletario
puede a p o rta rle ó d eja r de a p o rtarle, cu an d o sea
su ficien tem en te o rg an izad o y co n scie n te , e sp era n za
que n u estro ten az em p eñ o ha d e colm ar; só lo e n ­
to n ces será posiple la tra n sfo rm ació n de las b ase s
eco n ó m ica s d e la s o c ie d a d .
A cció n re v o lu c io n a ria es, pues, la d em olició n de
ios ó rg an o s de las so c ie d a d e s q u e s e d ese a d estru ir.
P e ro la m isión del re v o lu cio n a rio es: d e stru ir y
co n stru ir.
Y e sta es la p a rte d estru ctiv a
L a p arte c o n stru c tiv a co n siste en lle v a r al n u evo
ó rg a n o que c re a la c la se re v o lu cio n aria; tod as las
fu n cion es n e ce sa ria s á la buena m arch a d e la so ­
cied ad ; c o n c e n tra r toda la a ctivid ad d ire ctiv a y a d ­
m in istrativ a en él y h a c e r q u e el pueblo no acate
no re co n o zca m ás al ó rg a n o , al estad o an tigu o , sino
al n u evo .
E sto es lo q u e en ten d em os p o r p ro ced im ien to r e ­
vo lu cio n ario .
D e sd e q u e vem o s en los lá b io s d e m uch os co m ­
p añ eros a so m ar la son risa del pesim ism o que p a re ­
ce decirn os: ¡rela jar, d esa c re d ita r, d esco m p o n e r el
ré gim e n im p eran te y d estru irlo opon ién d ole n u es­
tra s d éb iles o rg an izacio n e s! ¡Q ué locu ra! P e ro n os­
otros con testam os: ese es el p ro ced im ien to q u e la
h istoria y la n ecesid a d señ alan A tod a c la s e r e v o lu ­
cio n a ria que q u iere lle g a r al fin propu esto. No d e ­
cim o s ni sabem os el tiem po q u e d u ra rá el p roceso
rev o lu cio n ario ; y , no d ec im o s q u e la o rg an izació n
ob rera, actu alm en te, sea ca p a z de su stitu ir al e sta ­
do, pero d ecim o s q u e a lgú n d ía se rá ca p a z de d e­
rrib a rlo y su stitu irlo . Y e ste d ía está tanto m ás c e r ­
ca cu an to m ás pronto se d ec id a el p roletaria d o á
re co n o c e r al sin d icato la im p ortan cia que tiene.
E l punto d e a p o yo q u e d eseó A rq u ím ed e s, lo tie ­
ne el p ro letaria d o en el sin d icato, y con la p alan ca
de la lu ch a de c ia se s re m o v e rá h asta el co ra zó n , al
m undo b u rgu és.
-ol
mu
nyiiru
L, L .
L a netnación polítie»
t lo l
P a r t i d o
H u b iéram o s d ese ad o no o cu p a rn o s de e ste tem a,
p e ro las c ircu n sta n cia s nos fu erzan a h a c e rlo .
L a acción política d el p a rtid o so cia lista d eb e s e r
se n cilla m e n te lu ch a d e cla ses, in spirán d ose en los
su p rem os in te re se s d el p ro le taria d o y eslo rzá n d o se
p o r r e a liz -r lo s .
D e lo co n tra rio no s e ría m ás q u e un partid o b u r­
g u é s a va n za d o .
No o b stan te eso, el B o le tín , p a re c e no en ten d erlo
así.
P a ra él la cu e stió n p o lítica d e actu a lid ad p a lp i­
tante, se re d u ce á las fu tu ras e le c c io n e s d e M arzo;
á P e lle g rin i, V illa n u e v a , U g a rte , etc,, y á la c o a li­
ción e le cto ra l.
Ni u n a p a la b ra siq u iera, de lo q u e co n stitu y e el
v e rd a d e ro m otivo para una in ten sa a g ita ció n p o lí­
tica d e cla se, q u e se tra d u zca en h ech os p rá ctico s
d en tro d e b r e v e tiem po: la se g u ra p ro rro g a ció n
d e l estad o d e sitio ; y d esp u é s sa lim o s in g e n u a m e n ­
te a p e lan d o á la so lid a rid ad p ro le taria in te rn a ­
cion al, so lid a rid ad q u e d eb ía se rn o s n egad a , pu esto
q u e aqu í don de re a lm e n te e stam o s in te re sa d o s en
e v ita r la le y m arcia l con to d as la s brutalidades»
no h acem os lo q u e d eb ié ra m o s h acer: esfo rza rn o s
en a n u la r esa m ed id a de opresión , ten der p or todos
lo s m ed ios á b u rla r los p ro p ó sito s d e la cla se d o ­
m in a n te.
Y a h em os d em o stra d o m ás d e una v ez, d esd e e s ­
tas m ism as colu m nas y d esd e la trib u n a, q u e la
a cció n p o lítica d el p ro le ta ria d o , no es ú n icam en te
la a ctu a ció n de una 1 e p re se n ta d ó n parlam en taria;
q u e la a cción p o lítica e s m uch o m ás v a sta y se sin ­
te tiza en d os p alab ras: ta ch a d e clases.
H em os re p e tid o que el p a rtid o so cia lista , deb e
su b o rd in ar su a cció n á la acció n s e g u id a por los
p ro d u cto re s, d esd e q u e no e s e l p a rtid o ni los g r u ­
pos a n á rq u ico s los q u e h arán la R e v o lu ció n , sino la
o rg a n iz a ció n de c la se d el proletariad o: hem os a fir
m ado, d e a cu e rd o con la e x p e rie n cia h istó rica , que
la u n idad d e a cció n es la m ás fecu n d a para la r e ­
v o lu ció n o b re ra , que es una d u alid ad a bsu rd a, p r e ­
te n d e r u n a o rg a n iz a ció n económ ica d e l p ro leta ­
ria d o , y por fu e ra de ella u n a a g ru p a ció n p o lític a
d e l m ism o, y en fin, que h asta tan to el partid o so ­
cia lista no se a a b so rb id o en la g ra n d e unidad d e la
o rg a n iza ció n re v o lu c io n a ria d e los p rod u ctores,
debe, si q u ie re s e r co n sid e ra d o com o p artid o de
cla se, e sfo r za rse c o a d y u v a r a l m e jo r é xito del m o­
vim ie n to o b re ro , e n tre g á n d o le tod a su d ec isió n y
toda su e n erg ía .
¿O bra a sí n u estro p a rtid o en estos m om entos?
¿ C o n trib u ye en a lg o á la m ejo r solu ción d el p ro b le ­
m a de tra sce n d e n ta l im p o rta n cia p a ra la m arch a
fu tu ra d e la org an izació n ? ¿Su a ctu a ció n p o lítica
resp on d e á la s n e ce sid a d es im p u estas por e l co n ­
flicto?
N o pu ed e h a b e r v a c ila c io n e s en la resp u esta , si
se a n a liza la m arch a d el p artid o en esto s últim os
tiem pos.
N o ha co n trib u id o en n ad a y lo q u e es m ás d o lo ­
ro so aun, el ó rg a n o del C o m ité, p a re c e q u e r e r a h o ­
g a r en el sile n cio la cu e stió n q u e m ás p reo cu p a
á la c la s e tra b a ja d o ra d el país: la P rorroga ción
d e l estad o d e sitio , la n e ce sid a d m ás se n tid a que
tra b a ja ála o rg a n iz a ció n y que d eb e d a r lu g a r á
una v iril m an ife sta ció n d e cla se .
A la c la s e tra b a ja d o ra no le p reo cu p a, ni pu ed e
p reo cu p a rle P e lle g rin i y U g a rte , las fu tu ras e le c c io ­
n es ni la coalición ; nó; á n u estro p ro letaria d o le
preocu p a e l estad o b u rg u és con sus m edidas de r e ­
presión con su le y m arcia l p erió d ica m en te a p lic a ­
da, para s a lv a r la g a n a n cia ca p ita lista y el m edio
m ás e fica z para a n u la rla .
¿C óm o la co n se g u irá , y e n d o á la s u rn as ó n e g a n ­
do el co n cu rso de su b r?zo y de su in te lig e n c ia en
la é p o ca propicia?
N o es d ud osa la e lecció n .
E l partido so cia lista com o fu e rza e le cto ra l pu ed e
m uy poco, y si su a cció n en e se te rre n o im p lica se
una lim itación á la lib e rta d de la b u rg u e sía ésta
h ub iera im pedido en una ú o tra form a la s reu n io­
nes de c a rá c te r e le c to ra l q u e se e stán efectu an d o.
E n ca m b io el p ro le ta ria d o con su s ó rg a n o s de re-
sis te n c ia e s lo q u e le p r e o c u p a y tra ta de
La huelga
general
no es pues
la realiza.
b rar.
I fantasía « “ ba“ ' w'e . A l n ° ldea
E l ab a n d on o d el tra b a jo , la h u e lg a en losm
L |d ,d lm p r« c
tr0 D aliStb itl
tos de m a y o r a c tiv id a d e co n ó m ica , es lo qQe i Z j o r a , la táctica P
cuantos
q u ie r e im p e d ir y p o r e so a p e la á la le y m arciifB L eado. Y sin e m b a rg o’ndo se tr.
No d eb e m o s o b s c u r e c e r , en to n ce s, el objeti*
SD,0S socialistas- cua
. as dt
q u e la m asa o b re ra p e rs ig u e ; d eb e m o s constitniJ
scncjili.mente,feo l8S p ° forma
to d o s y c a d a un o en v o c e r o s d e ese m o vim io j ;enómeno inevitable, ya■
.
£
n e c e sa rio , p a ra lle g a r á lo .q u e la burguesía
p ara muchos corr . ‘ ntroVet
qu iere: a b a n d o n a r e l t r a b a jo en lá época de las J COQj 0nto de dogmas meo
se ch a s, h a c e r todo lo in te n s ó y exten so p o s ib le * ctnsufable discutir y anattz
m o vim ie n to d án d o le un m a rc a d o ca rácter de clan■ fuera de los congresos,
U n a v e z m ás n os e s d o lo ro so com probar elp i^I tudiar ¡mparcialmente el divorcie
iu n d o a le ja m ie n to d e n u e s tro partid o y la cli
o b re ra .
Icón la acción, á no s e r la del a
E l p rim e ro , en e sto s m o m e n to s en que debia
roca; los que guardan U s verdac
n e r tod a su e n e r g ía é in te lig e n c ia al servid*
dominio propio, bajo globo de e n
lo s tra b a jo re s, re d u c e su a cció n á una propaga
e le c to ra l e sté ril, sin c o m p re n d e r que la grande 1 car-, se han visto obligados á re<
(Jaurés entre otros). El m ovim ient
ción p o lític a la e fe c tu a ría con trib u yen d o á lai
liz a c ió n d e un fu e rte m o v im ie n to proletario enij rriló malgrado sus observaciones,
é p o c a en q u e el e sta d o d e sitio se prorrogase.
de una evolución de mosquito á el
L a se g u n d a co lo c á n d o s e en e l terren o en que i su empuje, y tratados á la par de
be e star; t e n d e r á s a l v a r su organ ización ,base( talistas, instigadores obcecados, v
la R e v o lu c ió n S o c ia l y d e su mejoramiento
un día de luz, otro de pan y ca
sen te.
la vez. Era difícil entonces no rene
E l p a rtid o d e b e s e g u ir lo s im pulsos d elai
cia, negar la fuerza y eficacia d el
o b re ra ' q u e a p o rta á la lu c h a un conjunto de
te. pero como esta lucha es p elig r
cio n e s p r á c tic a s in e stim a b le s, y no encastillánd
con el med.o de captarse las sim|
en un m odo d e acció n , q u e s í en tiempos nórmala) tarias, necesarias á la obtención
no re a liz a o b ra e fe c t iv a m en o s podrá realizarían sorias, una selección se opera en el
é p o ca s a n o rm a le s.
alejándose los que no están direcl
I n c ita r á lo s tr a b a ja d o r e s á u sa r del derecho 1 dos en el resaltado de un com bate
su fra g io , sa b ien d o d e a n te m a n o lo que vale 1
to, los que prefieren el ca lifica d
m étod o d e lu ch a, m á x im e cu a n d o se le da caráctd siempre original, sinónim o de abnc
d e co n q u ista í y no d e c ir u n a palab ra sobre otr mo, á percances y responsabilidad
cu e stió n m ás c e rc a n a , m ás g r a v e y que más hondal
Los obreros, preñados de teorías
m eDte a fe c ta los in te r e s e s su p re m o s del proleti
al acto aespués de la explicación,
do, no nos p a r e ;e e l m ed io m e jo r para manteos de las paradojas y sofism
^ as que ca
la a rm o n ía e n tre la m a sa p ro d u cto ra y el partidoH híbrido de legalitario y antilegalit;
ni ta m p o co e l m ás a d e c u a d o p a ra preparar la sco » han tomado la delantera del me
q u ista s fu tu ra s de lo s e x p lo ta d o s.
I p u é s de haber preparado la ruta 1
C r é e m o s q u e el p a rtid o p u e d e y debe coopere!hora, quedan rezagados, porque m<
a l m ejo r é x ito d e un m o v im ie n to iniciado ptrlaor-i formando el socialism o p etlf b
g a n iza c ió n á o b je to d e im p e d ir la prorrogación de| sorio que real, perjudicial p o rq u ” n
la le y m a rcia l, y á e llo le in citam o s.
exigencias de la reacción
mid°ahiSU féen 13 hUelga g e " e r a l, c
B
a j o
l a
m
o r d a z a
S
t ? reK
COn°Cen
,0S 0níanos
»i
cialismo
obrero
m archa
solo. ¿No
as utopías de a ye r son las verdad
C o n ra p id e z los a n ta g o n ism o s d e cla se se revelsi
con a so m b ro sa c la rid a d , á la v e z q u e la lucha entre
ca p ita l y tra b a jo c a r a c t e r iz a m ás netamente íl
tá c tic a o fe n s iv a y d e fe n s iv a .
C u a n d o la c la s e o b re ra sin co n cie n cia y sin I*
e n e r g ía q u e d e e lla d e r iv a , a c e p ta b a plácidameo*
su su e rte , la s e x ig e n c ia s p a tro n a le s crecían á o*d id a d e su ig n o ra n c ia y su m isió n , así como i lfll
p u eb los d om in a e l m ás a u d a z o p r e s o r. Por fin.**
un tiem p o re la tiv a m e n te c o rto , m erced á co#'
ju n to d e c irc u n sta n c ia s m a te r ia le s y morales, U *
elión d e la in te lig e n c ia o b re ra h a preparado In ^
su s m an os y v e m o s en p le n a lu z lo q u e vió Marx.»
m a ra v illo so filósofo d e la a cció n , con su esplóN
p ro fé tico .
greso? reahZadÓn de 138 utopía
msmo ii otro s u e d ü
m ás adí
consumo, que D2
á falta de .
el Pobre g r a n e ?
Pr° Veer al o
y W « k ta
J D,rí c n ," d» s e
“a manos amigas
c onsti
.-"« « s-p rta S
CO»
cs>ta tierra de.
P o r tod as p a rte s, d esd e la v ie ja E u ropa hasta I»
jo v e n A r g e n tin a , im p e rio s, re in o s, repúblicas,
ó m énos d e m o c rá tic a s , s ir v e n a l ca p ita l por m^10
de su v e r d u g o , el esta d o , y lo s a g e n t e s subalterno*,
c o sa co s y o ficia le s, h a b la n la le n g u a de la barbar*
Í Í 2 ! e u o i
c iv iliz a c ió n. p o r m ed io d el k n u t .d e lr fj
L ÍS
íír t
.
P ° lic ía ' Je £ ¡stas, representantes
htjos s a c r ile g o s d e h e rm o sa constitución-
io i / ”
^ an° p a ra ah o 8 a r al p u e b lo p r o d u c to r^
en '
°
í a e s p e cia l d e lo s la d ro n e s de Bolsa J:1
coim eros: el e sta d o d e sitio .
rr „ ? í r a b s a rm a s s o ld a d e s c a s h irien do conelfi*;
la J e fe u siv a d e lo s trabajadores *
pu ed e s e r o tra q u e la p r o p a g a n d a antimilitaris]*
m u e r t p 1 4*1
° d i° 31 i n s t r u m e n t o c o b a rd e
do se l í la n e « a tiv a d e u sa rlo , á la traición, c a l ­
ch as ü » a , 6 re e ra P,a z a r á lo s o b re ro s en sus in­
d a c a ra °
ut* h ue lg a g e n e r a l capitalista, surg^
m ed io m á s ^ e ™ ? 81*8 p a rc ta ,e s’ respondede0£
d e r a c io n « p o d eroso Pa r a re p e le r lo : h u elgas de £
n " r « r• ^se g úr nn°ladegreT
g r a v e d a°d' dsi-°
el p e i°“
lig ro,es'
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Ufuerz! v mientras pof e ? 6 S(
Ulttarie d a 5 h ! lCQe e u s í i o s ’ 1C° n t '
^ res¡ón clí Qniana: la huela mei
n t e Puede gnn
a ge n
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dttct0 de
le “ la » , p°u ers
Co* o p ro d n
obrera
pero cuand
c‘óndeiau
° Untaria
se Pasa s
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-
.y
-
■ü"B¡en“ ¡V ires'y Rosario, que hacen d0i
20 dias que se encuentran en huelg>
ce» firmes v animados del formal propa.’
ersi^nr en l a resistencia, dispuestos á todos
Idos. Hasta ahora ninguno La traiciona.
Apática causa
Y en lugar de desmaya
-os ante la terquedad patronal-aclaran n,
ii le clase y robustecen su carácter ae
odo hace esperar que el conflicto termj.
un resultado favorable á los obreros,
tro Socialista de La Banda, solidarizan,
gramente con la causa de estos trabaja
ha omitido sacrificio de ninguna natur¡u
se ha comportado la comisión de propa,
1 Centro Socialista de S. del Estero, q„t
tomar en consideración una nota acom.
e una lista de suscripción á favor de i0j
as, á quienes hasta ahora no ha prestado
joyo ni moral ni material,
ntro Socialista, concurren todas las noches
lúmero de obreros,
establecido una cátedra con objeto dt
■opagandistas entre los obreros agremia.
P E R IO D IC O
S IN D IC A L IS T A
AÑ O I.
P N IÓ N
tí
tí
tí
tí
O
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,nte acogida ha tenido la iniciativa dt t í
n local propio para el centro socialista t í
AFABECE
R E V O L U C IO N A R IO
pENERAL
-
B U EN O S
1906.
A IR E S , EN ER O D E
UE 'J ’RA Bft J A U O H 6 S
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DE CADA M ES
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J Í E G í ONAL. /A R G E N T I N A
TRABAJADORES:
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Bajo el imperio de la ley marcial que por tercera vez viene á sancionar la burguesía argentina, no podemos ya vacilar en suponer cuales puedan
ser sus actos y propósitos ulteriores
Una ruda lección de hechos nos ha enseñado que por la defensa y salvaguardia de sus privilegios no se detiene ante nada y ante nadie. Que confiada
en el alcance de sus fuerzas, pasa á travez de todos los obstáculos Que indiferente á sus propios convencionalismos de cínica moral, pisotea y destruye
las estúpidas promesas de libertad consignadas en sus códigos y leyes. Que ante nuestra dudosa sumisión á soportar, como antes sin protestas el peso de su
—
^
miooti-ao oot,alúas todo el azote brutal de sus audacias, todo el instinto sanguinaro de sus esbirros.
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O
O
1 £
LA ACCIÓN SOCIALISTA
¡o que le preocupa
y trata de desmetn.
no del trabajo, la huelga en los momenr actividad económica, es lo que ella
fir y por eso apela á la ley marcial,
ios obscurecer, entonces, el objetivo
obrera persigue; debemos constituirnos
i uno en voceros de ese movimiento
»ra llegar á lo .que la burguesía no
lonar el trabajo en la época de las cor todo lo intenso y extenso posible el
Jándole un marcado carácter de clase
is nos es doloroso comprobar el proliento de nuestro partido y la clase
, en estos momentos en que debía potnergía é inteligencia al servicio de
i, reduce su acción á una propaganda
ril, sin comprender que la grande ac­
ia efectuaría contribuyendo á la rea;n fuerte movimiento proletario en la
el estado de sitio se prorrogase,
colocándose en el terreno en que de­
le r á salvar su organización, base de
Social y de su mejoramiento preiebe seguir los impulsos de la masa
>orta á la lucha un conjunto de nois inestimables, y no encastillándose
; acción, que sí en tiempos normales
a efectiva menos podrá realizarla en
les.
trabajadores á usar del derecho del
ado de antemano lo que vale este
a, máxime cuando se le da carácter
' no decir una palabra sobre otra
rcana. más grave y que más hondaí intereses supremos del proletarias:e el medio mejor para mantener
: la masa productora y el partido,
ás adecuado para preparar las conle los explotados,
el partido puede y debe cooperar
t un movimiento iniciado por la or|eto de impedir la prorrogacioh de
á ello le incitamos.
t> l a m o r d a z a
antagonism os de clase se revelan
andad, á la vez que la luch a entre
> caracteriza más netam ente su
f defensiva.
■obrera sin conciencia y sin la
ia deriva, aceptaba plácidam ente
(encías patronales cre cía n á mencia y sumisión, así com o á los
I más audaz opresor. P o r fin, en
ivamente corto, m erced á conacias m ateriales y m orales, la re­
gencia obrera ha preparado la de
» en plena luz lo que vió M arx, el
o de la acción, con su esp íritu
desde la vieja E uropa ha9ta la
U penos reinos, rep ú b licas, más
¡as, sirven al capital por medio
istado, y los agentes subalternos,
hablan la lengua de la barb arie
*n, por medio del knut, del rifle
lA legistas, representantes d el
lie g o s de herm osa constitución,
i ahogar al pueblo productor ba­
tial de los ladrones de B o lsa y
de sitio.
Soldadescas hiriendo con el fiegnsiva de los tra b a jad o re s no
la propaganda an tim ilitarista
1 al instrum ento co b ard e de
1 de usarlo, á la traición, cuanllazar
los obreros en sus lu*
••ga general capitalista, surgi*
Igas parciales, responde otro
para repelerlo; huelgas de fe*
j®8re mio, sino lo cales, regio*
pravedad del p eligro .
á
L a h uelga g en e ra l no es pues la crea ció n de una
fantasía com b ativa, es la realización de una n ece ­
sidad im prescindible. A l no id earla la c la se traba­
jadora, la táctica patronal, súbitam ente la hubiese
creado. Y sin em bargo, ¡cuantos anatem as entre los
mismos socialistas, cuando se trataba de estudiar,
sencillam ente, ¡en las páginas de sus diarios, este
fenómeno in evitab le, y a en form ación!
P ara m uchos correligion arios, el socialism o es uu
conjunto de dogm as in con trovertib les, siendo tan
censurable discutir y an alizar sus m edios de acción,
fuera de los congresos, com o p ara un católico es­
tudiar im parcialm ente el d ivorcio en las colum nas
de E l Pueblo.
Y sin em bargo, los m etafísicos, siem p re en riña
con la acción, á no ser la del a g u a horadando la
roca; los que gu ard an las verd ad es de a y e r com o
dominio propio, bajo glo b o de crista l «ver y no to­
car», se han visto ob ligad as á recon ocer su e rro r
(Jaurés entre otros). E l m ovim iento obrero se en ca ­
rriló m algrado sus ob servacion es; el g r a v e axiom a
de una evolución de m osquito á elefante, no detuvo
su empuje, y tratados á la par de aristócratas cap i­
talistas, in stigad o res ob cecados, vié ro n se privados
un día de luz, otro de pan y carn e, ó de todo á
la vez. E ra d ifícil entonces no rendirse á la evid en ­
cia, n eg a r la fuerza y eficacia d el arm a contunden­
te. pero com o esta lucha es p eligrosa, incom patible
con el m edio de cap tarse las sim patías p arlam en ­
tarias, n ecesarias á la obtención de reform as ilu ­
sorias, una selección se opera en el cam po socialista
alejándose los que no están directam ente in teresa­
dos en el resultad o de un com bate franco y re su e l­
to, los que p refieren el calificativo de socialista,
siem pre o rigin al, sinónim o de abnegación y altru is­
mo, á p ercan ces y respon sab ilidades g r a v e s .
Los obreros, preñados de teorías, acostum brados
al acto aespués de la explicación, enem igos natos
de las paradojas y sofism as que caben en el estado
híbrido de leg a lita rio y an tileg a b tario sim u 'tán eos,
han tom ado la delantera del m ovim iento. D es
pués de h aber preparado la ruta, los de la prim era
hora, quedan rezag a d o s, porque m enos necesitad os
formando el socialism o p etlt bourgrois, m ás ilu­
sorio que real, perjudicial porque no responde á las
exigencias de la reacción .
Con su fé en la h uelga g en eral, cu ya eficacia fo r­
midable reconocen los Organos b u rgu eses, el s o ­
cialismo obrero m archa solo. ¿No es verd ad «que
las utopías de a y e r son las verd ad es de mañana» y
que la realización de las utopías form a el pro­
greso?
El m ovim iento obrero argen tin o debe p rep a ra r
el porvenir con ahinco. S i m ás adelan te el Quintanismo ú otro sucedáneo ataca, él posee una arm a
sola; la huelga g en eral, á falta de co o p era tiva s de
consumo, que puedan p ro veer al obrero y llenar
el pobre gra n ero p ara cuando se nuble el cielo
y estalle la tem pestad! C uando sabrán en E uropa,
qué sirena engañadora es la C onstitución a rg e n ti­
na manos am igas en lazarán se con la de los tra b a ­
jadores oprim idos de esta tierra d ^..libertad
C l l l tf ANGO
F u
o rz a
v io lo n o ia
Entre la una y la otra hay mucha diversidad: la
violencia no depende de la libre voluntad de los
individuos, ella surge de las condiciones objetivas
de las circunstancias; no puede ser eficazmente
predeliberada, mientras por el contrario el sistema
fie la fuerza tiene en sí los elementos de la vo­
luntariedad humana; la huelga general que es su
expresión culminante puede ponerse en práctica
como producto de “ la voluntaria 11solidaridad
obrera.
Pero cuando se pasa á examinar.la manifesta­
ción de la huelga general, se nos presenta una pro­
posición que á primera vista parece absurda é iló­
gica. Ella no es manifestación legal; ella no es ma­
nifestación ilegal.
No legal porque tiende á romper las institucio­
nes actuales, comprendidas en el Estado; no ilegal
porque desenvuelve su aéción en un campo, que es
base de la sociedad burguesa: la libre compra y
ven ta de la fuerza de trabajo. P o r consigu iente
es extrale g al.
L a h uelga g en eral tiene por objeto ofender en
sus cim ientos la existencia del capitalism o y es por
eso que durante tales m anifestaciones se descubre
á fondo la neta división de las clases; no es el
ju e g o de los m omentos electo ra les en los que á
menudo, elem entos que de todo tienen m enos de
p roletarios, votan por el candidato socialista; la
h u elga g e ñ é r a lp o r lo m ism o que es un fenóm eno
agudo y por lo tanto típico aleja de sí todos los
elem entos extrañ os á la clase trabajadora.
E lla dice con hechos que el proletariado es la
sola fuerza acreed ora del socialism o.
A s í la lucha de clase identifica su verd ad era na­
turaleza; ella polariza al proletariado con las
otras clases, no los aproxim a.
C on secu en cia de ste exam en es que la “ fuer
za cread ora., del rescate, la solidaridad obrera, se
d irig e hacia una form a antagónica al poder b u r­
gués, m ientras los intereses de las otras clases se
agru pan al red ed o r de aquel poder.
Solo partiendo entonces, del sindicato de ofi­
cio st puede d elin ear el cam ino exacto que debe
s e g u ir el proletariado, cu yo problem a siendo co ­
mo es un problem a de fuerzas, puede dar lu g ar,
según Sorel, á que se p regu n te si la cla se tra b a ja ­
dora tiene noción de su destino histórico, si tiene
la clara visión de su situación ante las otras c la ­
ses, si ha llegad o en fin, á tal punto de m adurez
com o para poder revo lu cio n a r la socied ad todaE
n r iq u e
L
eone
.
I j JI in u n d a c ió n
« Llueve continua é incesantem ente durante días
y semanas».
E l a g u a penetra por doquier, los pequeños arroy u elo s se han con vertid o en im petuosos torrentes,
los cam pos están inundados de una á otra e x tre ­
midad; la ola cre c e terrib le, pasa por sobre los
obstáculos v arrolla cuanto se le opone. En vano
se intenta deten erla, en vano se levantan á su
paso diques y valladares; todo obstáculo á >-u m ar­
cha es vana tentativa, el agu a soberana é indo­
m able destruye todo io que encu entra á su paso,
avanza im ponente, penetra, rom pe, dom ina; ha
vencido».
«Hace m eses y años que se predica y difunde
la p alab ra de paz, ju sticia y regen eración soc a>.
E l sol del p o rven ir ilum ina las conciencias, los
p e q u e ñ o s 'y lejanos países despiertan del letarg o
en que vivieron, las ciudades están com pletam ente
conquistadas, en ln cam paña pululan valien tes
com pañeros que difunden la buena nueva; la g r n
Idea se ha im puesto por doquier y el m ovim iento
em an cip ador ha resultado gran d ioso y prepoti nte .
«Y esta agu a salu d able destinada á la v a r v pu­
rificar á la hum anidad c o rre siem pre gritando: yo
paso, señores, yo pasol ..»
Con estas p alabras saludaba el com pañero Díñale
á la organ izació.. obrera, que después de haber
sido so m ttid a á la dura prueba de la reacción, su r.
g la m ás lu e rte q u e nunca dispuesta á lib rar nuevas
b atallas, á c e le b ra r nuevos triunfos. Y la b u rgu e­
sía que no v a ciló en m asacrar ni pueblo italian >,
que ham briento pedía un pedazo de pan, m ordió
el polvo de la derrota ante la firm eza y cohesión
de las o rgan izacion es que no om itieron esfuerzo
alguno para m antenerse firm es en la lucha em p e­
ñada por su ideal de Justicia y Libertad.
En nuestro pais, donde la fistoria del m ovim iento
obrero cuenta aún m uy pocos núos la b u rguesía no
quiero saca r enseñ an zas de la vieja E u ro p a ,y apela
á la prisión y la m ordaza para sofocar el m ovi­
m iento revolu cion ario de las clases trabajadoras.
Pero si los p roletarios se m antienen decididos en
la lucha entablada por la reivin dicación de sus de­
rechos, la burguesía tendrá, á pesar de todo, que
sen tir palpar la inutilidad de los m edios violentos
y co ercitivo s por ella em pleados Por lo tanto no
hay que om itir esfu erzos, nuestra causa es digna
de que por ella nos sacrifiquem os y aventurem os
nuestra propia libertad, si es n ecesario.
Itokarbk
E l
e sta d o
e le
s it io
. •.
n o s en señ a
El estado de sitio actual decretado con el único
propósito de sofocar las huelgas, que en el más
p erfecto orden se producían, y las que en p ers­
p ectiva estaban, es una m edida á la que por cierto i
nuestro gob iern o no es la prim era vez que apela.
Un gobierno com puesto en su m ayoría por te.
rraten ien tes industriales y com erciantes no p o d ía
p erm anecer indiferente ante la am enaza hecha
á sus intereses por el avance del proletariado
en su lucha contra el capital, traducida en su
form a m ás p ráctica y eficaz: la abstención al tra ­
bajo; y es por esto que nuestra b u rguesía im p e­
ran te decretó el estado de sitio al v e r en pe.
igro sus cosechas, y la exportación de sus p r o ­
ductos. com o una m edida co ercitiva á la acción
de los trabajad ores. P ero los hechos enseñan, y
de ellos debem os saca r las consecuen cias que
dicten á los ob reros sus determ inaciones que han
de fijar s u ; futuros rum bos.
V a ria s ve ces el gobierno, á raíz de una huelga;
s e ha valid o de la ley m arcial com o de un medio
infalible para sofocarla y hasta ahora lo ha con­
seguido en m ayor y m enor parte. S i antes la lucha
contra el capital presentaba ciertos inconvenientes
(que y a se puede d ecir se han salvado) y hoy, en
cam bio se nos presenta de otra m anera más fuerte
y por consiguiente es m enester que una sólida y
buena organización, no y a capaz de arran car m e­
jo ra s al capital, sinó para algo más im portante,
para rep eler leyes de coherción, por ejem plo, que
hagan al proletariado capaz de oponer una fitm e
resistencia á sus opresores
P ues bien, si ante los hechos que á nuestra pro.
pia vista se suceden, perm anecem os anonadadost
incapaces de tom ar una m edida verdad eram ente
enérgica, continuaríam os siendo un ju g u ete de las
intenciones de nuestros enem igos.
El paro g en eral último llevado á cabo, fue todo
un éxito á pesar de la ley m arcial y de la p recip i­
tación con que fué preparado.
En los actuales m om entos, en que todo tiende á
dem ostrar que el estado de sitio será p roriogad o,
los trabajadores pueden, y tienen el deber de in­
sistir en las m ejoras que habían exijido y que aún
no han conquistado, preparando al efecto, desde
j a , un m ovim iento, q u e su hará tanto m as fácil si
se tiene en cuenta el m om ento propicio que se p re­
senta con la escasez de brazos y acum ulam iento de
las cosech as, que necesariaraeute deben se r exp or­
tadas.
P or lo tanto, si nos proponem os h acer a lg o ese
algo, ha de ser de en erg ías revolucion arias; hechos
que sirvan de escarm ien to y enseñen á nuestros
m in d o n e sq u e los obreros de hoy no son los esc la .
vos de antaño; que nos rebelam os porqué ellos nos
obligan, porqué sentim os una im periosa necesidad
que nos llam a á ejecu ta r actos que nosotros no
desearíam os, pero que recu rrim os á ellos ob ligad os
por las ciacun stan cias del caso.
Ellos nos desafian, forzosam ente debem os re co g e r
el guante; reu sarles seria sen cillam en te una co.
bardia.
B
o il it a
/ I Ln8tfi c u á n d o /
S í, hasta cuando, p erm an ecerás sin reb elarte
contra el despotism o b urgués y la tiranía que p re ­
sid e el san guinario inquisidor Q a in tin a . Olí! cpmpañeros de infortuniol Si sup ierais el triste papel
que representáis, perm aneciendo in ertes ante la
b arb arie -do vu estros verdu gos, que día á día nos
ciñe más el cordel que con clu irá por e s tr a n g u la r ­
nos, si no tratam os de poner coto á ello.
S e ha im puesto la necesidad que abandonem os
éste estado de inercia, parecido á la m uerte, y .e n ­
trem os en la lucha qu * es vida, para re iv in d ica r
nuestros derechos de hombres, arran cad os por
otros nuestros sem ejantes. Es cobarde, dejarnos ti­
ran izar por los mismos que nos roban el fruto de
nuestro sudor. Sacudam os de una voz por todas este
m arasm o que nos tiene invadido, y dem ostrem os
al despótico gob iern o de este país y á la b n rg u esía
i lu st ra r u u c s i i '
ig e n e s
d e su»
c o n c re l
g ru ñ e -; p a r a
tá n p e r s u a d id o s
ríe n
g ra b a d o s
tic a
c o n s is te :
la
c o n c ie n c ia
ces
n u e s tra s
de
la s
dos
e lla
tie n e
la
d e la r u p t u r a o r
s
> e c o n ó m ic o ,
que
ara
c o n v e rtirs e
n te
en
e
la
v e n ta ja
a
del
g u ig n o l
lo s
fa rz a n te s
Iv id a r
al
la
c o m b a te s in
que
su
el
de
va ju n ta
de
tra b a io
á la c l a s e
cesar
la
de no
es
una
A
v o n ir
b u r g u e s ía
s tro s d ía s
re te m p la rs e
LaGARDEiAC.
han
o b ra co n
le n to s
la s
ú n ic a
p
p ara
<
e lla
) l > i * o r o
la s
tá c u lo
a
iln e l^ a
Los
rt
ocho
re m a c h a d o re s
en
p ro
a s í m ism o
o b je to
s u s c r id ó n
se
e n tre
a
á
p ro m e tid o
su
á
coadyuvar
e s ta
n ará
se
la B ib lio te c a
c o n trib u ir
con
R ia c h u e lo
un
de
la s
o b ra s
h e c h o c o n c re to
-
.
.
del
e n lo s
ta lle re s
fu e ro n
lu e g o
de
y
c o n d u c id o s
á
y
lu g a r d e desm »,
P A tro n a U c la ra a
ro b u s te c e n
q u e
de
con
c a rá c te r
á
p flIÓN
lo s o b re ro s.
Banda, s o l i d a r i a
de e s t o s tra W
de n i n g u n a n a t j
L a
la
su
e l c o n f lic to terJ
fa v o ra b le
ríri
cau sa
s a c rific io
buen
ni
ha
p ri-
m o ra l
e s ta b le c id o
un
ni
4
¿
f a v o r de |
no
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h a p re s
m a te r ia l.
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la s
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0*1° el Tpropómtoi
d e o b re ro s.
u n a
p ro p a g a n d is ta s
a d q u irir
4
ah o ra
J
n o ta
S o c ia lis t a c o n c u r r e n tod as
d o s.
— E x c e le n te
c o m i-
u n a
s u s c r ip c ió n
q u ie n e s h a s ta
n ú m e ro
fo rm a r
c o n s id e r a c ió n
lis ta d e
apoyo
- S e
á
o b re ro s
la
una
A l C e n tro
a tro p e ­
lla d o s y a p a le a d o s p o r v a r ic s p o liz o n te s , d o s
so b re
p a n a d e r o s ,q u e fu e ro n
-------í ^ . . , K r » r , u i m a n a n
F ra n c é s
en
e sp e ra r
n o h a o m itid o
n in g ú n
un
C o n s u la d o
Y
S o c ia lis ta
h u e lg u is ta s , á
en
— E n la A v e a id a I n d e p e n d e n c ia d e e s ta c iu d a d
p o c o s m e tro s
del
c la se
h ac e
s e n e g ó á to m a r e n
c u o ta
p ero
*D‘ C°
h„.
une.
l a c o m i s i ó n d e p ro ,
N o a si se h a c o m p o rta d o
g a n d a d e l C e n t r o S o c i a l i s t a d e S . d e l E ste ro ,,
d e P ro p a g a n d a .
to d o ,
en
le z n .
p añ ad a
una
e n c u e n tra n
te rq u e d a d
in te g ra m e n te
d o re s,
le
la
u n re s u lta d o
E l C e n tro
*
re s o lv ió
Je
T odo
con
do se
s o lid a ria
ó b o lo
a n te
c o n c ie n c ia
c o m p a ñ e ro s
á
s im p á tic a c a u s a
o b re ro s
lu c h a .
ayudar a
com enzó
lo s
R o s a rio , q u e hacen
m aa dd oo *s dd ee ll ff oo rr m
aA nniim
m aa ll .
yv
firm e s
y
se
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a c o g id a
lo c a l
c á te d ra
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c a lie n te ,
la b o ..d a d d e l e s ta d o p a tr ó n .
e n to n te
lu g a r,
e llo s
la f o r m a q u e se e x p lic a .
R ia c h u e lo , n o s s u m in is tr a n
de
de
v e n id > s o s te n ie n d o io ­
L a p ro p a g a n d a c o n tin ú a á p e s a r d e
nos
h a c e b rilla r
n
v a r io s
ta n
lo s
hí
c u e s tio n e s
fe ria
do
p r e s e n te s e n la a s a m b le a .
d
el
p re so s, y al
v a n ta r u n a lis ta d e
A si m is m o
i
nue
c o n s titu id a c o n
,
lo s c a m a r a d a s
la s
O tro s
II.
quedado
E n d ic h a a s a m b le a s e r e s o lv ió
s o c ia lis m o e e p e lig ro .
p ro le
ha
ta c iu d a d .
de
de
que
qu e
sS iitt oo ud ee p e r s i s t i r e n l a r e s i s t e n c i a , d i s p u e s t o s 4 ^■— - ■
H a as tUa a h o r »a n i n g u n o h aa t tr ra ai i _^
iWo s s- .aacr r i f i c i o s .
O e s te ,
d o s lo s c o m ité s y c e n tr o s o b re ro s q u e e x is tie ra n e n e s
p ro p o rc io n a r
e n e m ig a ,
e je c u tiv a
p erm a n ec en
p la ta
c ir c u n s c rip c ió n
d o s e n la la r g a lu c h a q u e h a n
gene­
o b ra
la
c in c o a n im o s o s c o m p a ñ e ro s ,
c u a rte l
la h u e lg a
de
B u e n o s A ire s
mtses yv 20 días
s e r e u n ió e n a s a m b le a n u m e ro s a , n o m b r a n d o u n a
su
c o n c ie n c ia
q u e e llo s p e rs ig u e n ; r e c o n o c e r á n
id e a s m á s fe c u n d a s e n q u e p u e í a
{
y
i n f r a n q u e a b l e q u e l a s ‘i c p a r a , d e l
m ás
E l C e n tr o S o c ia lis ta
s u e n e rg ía c r e a ­
¡ n 'a n g i b l e
la p r o d u c c i ó n , á lo s t r a b a j a d o r e s
d
d e lib e ra c ió n
e s tá
fe rro c a rr il
e n lo r e c la m a d o .
I-a
to d o liu o e n t r e la s c la s e » , d e l a b is m o
ra l, q u e d ic e á lo s p r o d u c to r e s
F ra n c is
tis f a c c ió n
d e m o c rá ­
re s p o n s a b ilid a d
fu e rz a : “ i q u ie re n m a n te n e r
i
so b re
c o n ó m ic o
pa?
l p ro le ta ria d o
d e s e n v o lv im ie n to d e
d o r a , al s e n tim ie n to d e s i
N o s a s e g u r a n q u e lo a o b r e r o s d e e s t
8
d e c la ra ro n e n
h u e lja o b te n ie n d o u n a c o m p le ta
p s e u d o — so c ia lis ­
tic a y s o c ia l s o n u e f u s l a ; a l m o v im ie n to
condi
le s tió n
d e f in itiv a m e n te ; ai c a ­
te o ría s
o b r e r u ; a i p i e n s a n q u e e l t r i u n f o il
a
ocho
jta s
q u e la r
t a s d e la c o l a b o r a c i ó n d - c 'a s e s y d e la
s u b o rd in a d o ai
n
a rru in a rle
de
ocho
is e x p e r i e n c i a s
da de
c io s
ocho
de
he
lo s
.
.
movimientos
nuestros
¡mpen
e e U b le c ie n d o ^ ^
K‘
> ie n u n a t e n d e n
rto
L A
re s u lta q u e
A C C IÓ N
S O C IA L IS T A
c o n s id e ra b le d
le ta r ia d o . P a re i
¡o ra
la m á s
e n g o m e r a ) , q jl< ? s / y t \ o s h o r r a r e s y q o e
in v
n id a d , q u e d e n in g u n a m a n e r a n o s p a r e c e m o s á lo s
c u e n ta .
a c ió n
re b a ñ o s
de
e s ta
c ito p a r a
1;
d e sc e n so ),
p
-a
la
lu c h a
[s ta r la j o r n a d ;
ta
a
á la s
le
te h a n
si ta lle r y
A
tí y
la
b u rg u e s ía ,
lo s
d erech o s
puede
n o s o tro s
p ro d u c to s
b ra z o y
medio
jn
10, s i n o
tro s ,
p ara
es de
d e s b a ra tá n d o le
en
ar
de
o c h o h o ra :
2, y
n o s o tro s
la
0 c a p ita lis ta
su
la
to d o s
p la n e s
sus
de
c o m b a tié n d o lo s
d e ltro n o
á
e n c a rr ila »
se n d e ro ,
en
en que
la
s in
n o la
a c c ió n
a m b a je s
tie n e
la fe ro c id a d
h ech o s p rá ctica s,
p a ra lle v a r á
c o o r d in a c ió n d e
con
ni
noso­
c a p ita lis ta ,
q u e s ie m b re n
cabo
la s
e s ta lu c h a
h u e s te s
to d o s lo s o b r e r o s e n
c ió n
de
e s ta
m an e ra, p a ra
e s c u e la s
t-i r o b o , l a
le d e c o n t a r p a r
a lb e ­
y a c c io n a r
d e rro c a rlo s
v erd ad ero
ni
con
en
v e r­
e l e s p a n to
que en
un
es
s ó lo
haz
e s ta
d ía
no
la
d is tin ­
de
le ja n o , p o d a ­
cadenas
im p ía s o c ie d a d
y
u n ié n ­
s in
p re p a rá n d o n o s
u n a v e z p o r to d a s , la s
c o rru p c ió n
n e c e s a rio
p ro le ta ria s ,
un
te n d e n c ia s ,
n o s tie n e s u je to s á
lu c h ;
co­
ro m p e rla
c a to e s n e c e s a r io
su
m os ro m p e r d e
d ie n te s ,
p ara
que
b asad a
¡C o m p a ñ ero s lia so n a d o la h ora. A la acción !
C on feren cia
c o lo c a c ió n .
n
b u rg u e sa
, por
ra zó n
r p lo ta c ió n
ni
El
\
la r
del
fr o n te ra s .
;
en
b re ro ,
de
lo s
a
la a c c ió n
ó rg a n o s
e je rc id a
por
d e c la s e , s o b re
a n á rq u ic o s ,
to ra l? ¿ p o rq u é
in
H iz o
y
fo
d e s ilu s io n a d o ,
ue
e s c rib ió
an
c ín ic a m e n te
h
o
fra n c é s
ir
i
lo s
ta d o ,
la s
eso,
ado.
se
la
Huelga
ladrillos de
s a la rá
no
se
c o n f lic to
n o ta r
p ara
la
im p o s ib ilid a d
re a liz a r
d ife r e n c ia s
in s titu c ió n
la
R.
e n tre
de
la
el
c la s e ;
de
>
se
por
S .; p o n i e n d o
re v o lu c ió n
c a rá c te r
e x p lic ó
v a lo r n u lo
de
la
a c c ió n
e l p a r la m e n to
a rg e n tin o y
d ire c ta m e n te a fe c ta
al
c u e n c ia c o n q u e s e
h a b la
c ia lis ta
d e S a n tia g o
el
lo s
lo s
se
d e lo s p
una
<
v ic
caso
la
de
la
d e m o s tra n d o
con
con
c a ­
c o n s id e r a c io ­
so b re
el
im p u e s to
p u e b lo o b r e r o y
de
de
que
la
d is m in u irlo
fre ­
p o r
v ía
d(
de
h o rn o s.
e x te n s a
n o ta
d e l C e n tro
S o­
la
n es
cual se
p o r n u e s tro
en
el
n°
co rre sp o n sa l
d e d ic h o
s o s te n e r
s id o
nunca
C e n tro
C e n tro , y
A
á
en
a p o r ta r
d ,e
S ep ­
d e S a n tia g o ,
lo s h u e lg u is ta s ;
que
esa
fu é
el
com p.
fie s ta
h a b ló
to d o s
su pequeño
lo s lu c h a d o re s .
F o rtu n a to
.1p
e x p u ls a d o
la
M o lin a ri,
a g ru p a c ió n
de
S a n tia g o .
c u m p lid o
con
la
p e tic ió n
c a m a r a d a s s a n t i a g u e ñ o s , e n lo e s e n c i a l
de
lo s
q u e la n o ta
TVXovimieiito obrei*o
N o la p u b lic a m o s ín te g r a p o r s u m u c h a e x te n s ió n
v ie n e n
S in
c o n tie n e té rm in o s
a lg o
g ro se ro s
que
no
al caso.
e m b a rg o
d ar un
e x tra c to
d is m in u c ió n
rre sp o n sa l n o s
A f ir m a
Y
c r e ta r io
<
hecho
d ic h o
un
d eb er
la
en
á
la
lo s
m i s m a s e n d a , r.o
dem ás
h a c e r o tro
g re m io s
ha
que
d e p a s a r d e s a p e rc ib id o
d e b ie ra n
em p e ñ a rse
en
ta n to .
E n
el
p u e r to
de
la
c a p ita l
le a lta d
por
c o n f ia n z a
A
nos
o b lig a
eso
im p liq u e
que
n u e s tro
U n a s é r ie d e m o v im ie n to s p a r c ia le s , e n lo s c u a le s
la v ic to r ia m á s c o m p le ta fu é d e lo s tr a b a ja d o r e s ,
n o s d e m u e s tr a n q u e e l e s p ír itu d e lu c h a d e lo s c a ­
m a r a d a s d e l p u e r to , e n n a d a h a d is m in u id o , á p e s a r
d e la p ro x im id a d d e l g r a n m o v im ie n to q u e p a r a liz ó
to ta lm e n te , y p o r m u c h o s d ía s ; la v id a e c o n ó m ic a
d e l m ism o ,
R e la ta r e m o s s u s c in ta m e n te lo s h e c h o s :
V apor C a s ild a — B o y c o t l o s d í a s 3 y 4, c o n s i g u i e n ­
d o q u e to d o s lo s p e o n e s f u e r a n d e la S o c ie d a d d e
R e s is te n c ia O b r e ro s d e l P u e rto .
4
V apor N o y r tle d e n c -
h o m b re s p o r b o d e g a
te rio rm e n te .
co ­
B o y co t el
en lu g a r d e
5.
2
c o n s ig u ie n d o
q u e h a b ía a n ­
C e n tro
p ro
de
por
es
lo s
in te rm e d io
in c ie r to
que
h u e lg u is ta s
de
no
de
su
se
se ­
haya
a se rra -
E n Z á ra te —L o s o b re ro s
fic a s s e h a n d e c la r a d o e n
c a u sa d e l m a l tra to d e q u e
M uchos h an m a rc h a d o p
á
^ T e r u e l experieu
—
a c tú a '
m
la s
d e l a s c á m a r a s f r ig o r th u e lg a d ia s
pasados, í
e r a n o b je to .
a r a la c o se c h a .
o re s
L o s c a rre ro s , e s e g re m io q u e ta n a d m ira b le m e n te
lu c h ó e n e l r e c ie n te m o v im ie n to , d a n d o la n o ta m á s
a lta e n e s p íritu d e re s is te n c ia , ta m b ié n h a e n tra d o
e n a c c ió n .
L a t r o p a R io L u já n ,
c o m p u e s t a d e 35 c a r r o s ,
h a s id o b o y c o te a d a p o r la S o c ie d a d d e C a r r e r o s v
E s tiv a d o re s .
H ace
ra d a .
m ás de
15 d í a s
q u e e s tá c o m p le ta m e n te
p a­
v
M u c h o e s p e r a m o s d e lo s c a m a r a d a s e s tiv a d o r e s
y c a r r e r o s , a n te la p o s ib le p r o r r o g a c ió n d e l e s ta d o
d e s itio ; s u d e c is ió n y e s p í r i t u r e b e l d e n o s e r á d e s ­
m e n tid o y h a n d e c o n tr ib u ir a l m e jo r y m á s s e g u r o
é x ito d e c u a lq u ie r m o v im ie n to q u e s e e m p r e n a a .
B a h ía B la n c a — U n g r a n t r i u n f o h a c o r o n a d o e l
« t u e r z o d e c id id o d e lo s a lb a ñ ile s d e B a h ía B la n c a
M á s d e 60 d í a s d e l u c h a , s i n d e s m a y a r , h a n t r a í d o
c o m o r e s u lta d o la im p la n ta c ió n d e la jo r n a d a d e 8
h o ra s , a c e p ta n d o a d e m á s lo s e m p r e s a r io s c o n s tr u c ­
to r e s , to d a s la s c lá u s u la s d e l
c o n tra to
del
a f ín
pasado.
N u e s tr o a lie n to á lo s c a m a r a d a s d e B a h ía B la n c a
y
n u e s tr a in c ita c ió n á p e r s e v e r a r
en
la
m ism a
s e n d a , d o ta n d o A la o r g a n iz a c ió n d e
un
p o te n te
s e n tim ie n to c o m b a tiv o ,
c ie rn e
M en d o sa
E n e l ta lle r m e c á n ic o d e lo s s u c e s o r e s d e B e r r i
lo s o b re ro s h a b ía n h e c h o a b a n d o n o d e l tr a b a jo
A
c a u s a d e la b r u ta l tir a n ía d e l c a p a ta z , el q u e lle v ó
s u s a b u s o s á ta l e x tre m o , q u e fu é im p o s ib le c o n ti­
n u a r tr a b a ja n d o b a jo la fé ru la d e e s e s e r v il in s tr u ­
m e n to d e lo s in te r e s e s c a p ita lis ta s .
E s to d ió lu g a r
á q u e lo s o b r e r o s d e e s e t a lle r e x ig ie r a n la in m e
d i a t a e lim in a c ió n d t d ic h o su je to * lo o u e c o n s i s u i e ro n
d e s p u é s d e 6 d ía s d e h u e lg a , re a n u d a n d o e l
tr a b a jo e n la s c o n d ic io n e s m á s fa v o ra b le s .
S an
R a fa e l (M e n d o za)
L o s p e o n e s d e l F . C . T ra s a n d in o q u e tra b a ja b a n
b a jó la s ó rd e n e s d e d o s c o n tra tis ta s , s e d e c la r a r o n
e n h u e lg a , p id ie n d o a u m e n to d e s a la rio , l o q u e c o n -
H em os
re c ib id o
de
n u e s tro
B e rn a rd , h a c ie n d o
un a
s e rv a c io n e s
el
R e p ú b lic a
L a
y
de
su
O
O
so
d e la jr
de
en
un
p o c o ta rd e
v em o s
re c ib o d e
v irtu d
c a rá c te r
m uy
nos
o b lig a d o s
de
tu a r tíc u lo .
s e r s u m a m e n te
fu n d a m e n ta lm e n te
a p r o p ia d o
4
p a r a e l p r ó x im o n ú m e ro .
B o » io — A c u s a m o s
y
in te re s a n te
o b re ro
á la s
a c tu a le s
K s ti
e x te n ­
d o c trin a rio
c irc u n s ta n c ia s )
a p l a z a r e m o s s u p u b l i c a c i ó n p a r a m e j o r o p o rtu n id a d -
A d m in .s tr a c ió n
P o r
del
ú ltim a
vez se
in te rio r, re m ita n
ro q u e te n g a n
en su
le
á la
lo s
a g e n te s
m a v o r b re v ed ad
c o m u n ic a
e l d in e ­
p o d e r , d ’e
á
re c ib o s
co b rad o s
lis ta s d e s u s c r ip c ió n , e s p e c ia lm e n te n u e s tr o
en C ó rd o b a .
— L a
fie s ta
v ie m b re
d e s itio .
q u e
d e b ía
p p d o . fu é
S e re c o m ie n d a
o n an o s
de
rifa ,
c e le b ra rs e
p o s te rg a d a
á
la
v e n ta ,
1 CS a * Sj r t a , i z a r á e n l a p r i m e r
le v a n ta d o e l e s ta d o d e s itio .
A lo s a g e n te s
A 1 ''c c l d N
e l e n v ío
y
no
qu e
h ay an
h r 7 c E A Cí p r 6 x i m o n ú m e r o s e
b r e s d e l o s a g e n te s m orosos.
q u e
re c ib id o
se
de
que
I*
se*
p a q u e t e s d*
la s
le
N o­
t e n g a n ta-
p o r c u a n to
q u in c e n a
h a y a n c o n te s ta d o á
p ° r e s ta A d m in istra c ió n
d e l p e r ió d ic o .
11
d e l estado
cau sa
á lo s c o m p a ñ e r o s
a c tiv e n
el
1
a g e n te
n o ta s
en-
su sp e n d e r!
p u b lic a rá n
lo s n om ­
ai
ni
A. la p r o lo i
la huelga» g<
m u y j u i c i o s a s ob- B
h a b e r lle g a d o
e s p a c io ,
p u b lic a c ió n
b rilla n te , p e ro
(n o
d e
qut
No podéis, no debeis,
co m p añ ero
O r ie n ta l.
fa lta
a p la z a r
s e r ie
m o v im ie n to
c irc u n s ta n c ia d e
p o r
B .
so b re
u n a
q u e r id o
re s p o n s a b ilid a d e s
organizaciones nacidas por
p o b l a c ió n q u e d ó s in pan.
M o n te v id e o
de
e l d u el<
logrará sus propósitos
R e d a c c ió n
c o rre s p o n d e n c ia
d e l a s c<
emancipación y por la «
La burguesía defendií
Vapor D u n K e ld — B
4hom
a c e p ta r
Si de otra manera obi
L a l e y p r o v i n c i a l c o m o l a l e y n a c i o n a l s o b r e el
d e s c a n s o d o m i n ic a l , e x c l u y e e n t r e o t r o s tra b a ja d o ­
r e s á lo s p a n a d e r o s .
E s te g re m io , q u e e n la c a p ita l
d i ó u n a l t o e je m ­
p l o d e c o m b a t i v i d a d , t o m á n d o s e p o r s u c u e n t a el
d e s c a n s o , q u e l e n e g a b a n , h a s i d o i m i t a d o p o r los
p a n a d e ro s , d e Q u ilm e s ; q u e
el
p r i m e r d o m in g n
que
c o m e n z a b a á r e jir la le y n o
c o n c u r r i e r o n *1
tra h a jo .
o y c o t el d ía 8 h a s ta c o n s e g u ir
por bodega,
d efen sa
T e n e d p re s e n te q u e
R o s a rio -L o s
tip ó g ra fo s
q u e
t r a b a j a b a n e n el
d ia rio d e e s ta lo c a lid a d « E l N a c io n a l-' h a n
v u e lto
al tra b a jo , d e s p u é s
d e 8 d í a s d e h u e l g a , co ro n a
dos
de
u n triu n fo c o m p le to .
E s to
l o g r a i o n los
o b re ro s p o r
h a b e rse
im p u e s to
e n é rg ic a m e n te á
su s e x p lo ta d o re s n e g á n d o s e
to d o s c ó m o
u n solo
h o m b r e á c o n c u r r i r a l tr a b a jo , lo q u e
tra jo
com o
c o n s e c u e n c ia ,
q u e
m ie n tra s d u ró
l a h u e l g a no
a p a re c ió d ic h o d ia r io .
N u e s tr a
a p la u so
s in c e ro
á
e s to s
v a l i e n t e s ca­
m a ra d a s
E n Q u ilm a s
c o n s e c u e n c ia la
La
solución:
de
C om o
sitio,
Una vt* más p on d rá
P a n a d e r o s — E n la m is m a lo c a lid a d , lo s panade­
r o s lia n e f e c tu a d o
un
m o v im ie n to
que
c o n tin u a
f i r m e . R e c l a m a n l o s i g u i e n t e : l o s c u a t r o D o m in g o s
d e l m e s f e r i a d o s , e n l u g a r d e l ú l t i m o ú n ic a m e n te ;
c o m e r f u e r a d e l a c a s a , p u e s s e l e t r a t a m a l ; 1$25
p o r c a d a c o m id a
y
1 k ilo d e p a n
E l l o c a l les
fu é c la u s u r a d o p o r la p o lic ía .
o y c o t e l d ía 5 h a s ta o b te n e r
4 h o m b re s p o r b o d e g a y e l d ía 8 n u e v a m e n te a b ie r ­
to e l b o y c o t, h a s ta o b lig a r á a c e p ta r la a d m is ió n
d e u n c a m a r a d a d e s p e d id o .
de
¡Trabajador©
e s o s tra b a ­
E n S a n N i c o l á s » - N o t i c i a s i n c o m p l e t a s n o s lle g a n
u n a h u e lg a d e o b re ro s d e tra n v ía s .
N o h e m o s p o d id o s a b e r la c a u s a .
U n ic a m e n te
s a b e m o s q u e d u r a n t e e l d í a 7 no
c i r c u l ó n i n g ú n c o c h e . P o r l a n o c h e e l m o v im ie n to
h a b í a t e r m n a d o , p r o b a b l e m e n t e c o n u n a rre g lo ,
E n e l p r ó x im o n ú m e r o d a r e m o s lo s d e ta lle s .
estado
de todas las libertades.
d También la piensa as
No caben conjeturas,
Vapor B a u f ie ld e s — B
m e re c e .
g e n e ra l, q u e
nada
de
d e e lla , s in q u e
en
P a n a d e ro s
U n h e r m o s o a c to d e a c c ió n d ire c ta
h a n r e a liz a d o lo s p a n a d e r o s , h a c e p o c o s d ía s .
L a le y d e d e s c a n s o d o m in ic a l, in c lu ía e n t r e
la s
e x c e p c io n e s a l g r e m io d e p a n a d e r o s
el
c u a l 110
q u is o r e s ig n a r s e y r e s o lv ió to m a r p o r
si m ism o ,
lo q u e n o le d a b a n .
A l e fe c to , e l p r im e r d o m in g o e n q u e c o m e n z a b a
á r e g ir la le y , n in g ú n p a n a d e r o
c o n c u rrió a l tr a ­
b a jo , h a c ie n d o e f e c tiv a u n a r e iv in d ic a c ió n q u e le a
negaba.
A n te la a c titu d r e s u e lta d e e s te g re m io , c u y o e s ­
p ír itu d e c o m b a te e s b ie n n o to r io , lo s p a t r o n e s h a n
c e ja d o , c o n c e d ie n d o á d e m á s el I $ y 20 p a r a la c o ­
m id a .
A lg u n a s c a s a s - e l m e n o r n ú m e r o — p a r e c e n
re ­
s u e lta s á n o a b o n a r e l im p o rte d e la c o m id a , p e ro
s e v e rá n fo rz a d a s á a c a ta r
la
im p o s ic ió n
o b re ra ,
p u e s e m p e ñ a r la lu c h a e s p a r a e lla s m a s p e lig ro s o
q u e a c c e d e r.
E s te a c to d e lo s p a n a d e r o s , q u e m e r e c e
to d o
n u e s tr o a p la u s o y n u e s tr a in c ita c ió n á p e r s e v e r a r
po r
s i g u i e r o n i n m e d i . ' v t a t n c n t e ; a c r p c q m o l o s o b re ro »
¿ e p l W é e n d e l o s a r t í c u l o s a e c o n s u m o e n l o s désp a c h o s d e q u e s o n d u e ñ o s l o s m i s m o s c o n tra tis ta s ,
é s t o s q u i s i e r o n d e s q u i t a r s e a u m e n t a n d o e l p re e io
d e l a c a r n e , e l p a n , e t c . , d a n d o l u g a r á a u e a q u e llo »
a b a n d o n a ra n n u e v a m e n te el tra b a jo .
E l c o n f lic to
c o n tin ú a s in s o lu c io n a rs e to d a v ía .
L a p o l i c í a , c o m o d e c o s t u m b r e , s e h a c e n o t a r por
• -u p e r s e c u c i ó n á l o s o b r e r o s , á q u i e n e s e n c a lid a d
iíe p r e s o s s e l e s l l e v a á m a t a r l a n g o s t a .
F s d e e s p e r a r q u e e s t o s t r a b a j a d o r a s n o s e d ejen
i n t i m i d a r d e i a i n f a m e a c t i t u d d e l o s s i c a r i o s d é la
b u r g u e s í a , y s e p a n d a r u n a m u e s t r a d e l o q u e p ue­
d e l a f u e r z a a e l a u n i ó n e n t r e l o s o b r e r o s , e l triu n ­
f a r á p e s a r d e to d o .
N u e s tr o s a lu d o y p a la b r a d e a lie n to
ja d o re s
re c ib id a tie n e .
9
en
c iu d a d .
y adem ás
u n a
p arad o s,
lo ja rlo s
lo s
ob
no
dueños
e en
os
de
te rr e n o
ener
y
com o
p a r la m e n ta ria
p id e re c tifiq u e m o s a p ie c ia c io n e s h e c h a s
d ic h a
Itiv a
e s ta d o
s ig n if ic a d o
d e l E s te ro , e n
d id a
á
e s­
re lie v e
b u rg u e sa
del
el
d e
el
C on testa n d o
H e /n o s r e c ib id o u n a
n
r e s is te n
p a r te ,
p ro p a ­
p a r la m e n ta ria .
d e n u e s tr o p e r ió d ic o ,
irio
p re ­
n e s s o b re e l im p u e s to á la s h e r e n c ia s a d o p ta d o p o r
is c o n d i c i o n e
ñ ja
g ru p o s
dos
a d a p ta r
lu c h a p o lític a y d e l p a r la m e n ta r is m o
h a ol
s o la m e n te
n ta v o s
lo s
en
se
al
:n
de
c a m b io , la
r á c te r d e c o n q u is ta ; te rm in . n d o
tra b a jo ,
su p e­
p ro le ta ria d o
c o n d e n s á n d o la
n o s im p id e , e n
p r o le ta r ia ; a n a liz ó
el
de
el
la
d e re s is te n c ia ?
h o m b re s
d
e s ta d o d e
el
re s a lta r
g a n d a e m in e n te m e n te o b r e r a , e n la s o r g a n iz a c io n e s
D e v ille .
ía n lo s
re g u ­
g u n ta s : ¿ p o rq u é se n o s p e r m ite la p ro p a g a n d a e le c ­
c o rre sp c
lis m o
e l
debe
su s
de
a l N o r te ,
a n te
ca m a ra d a s.
la o rg a n iz a c ió n , h a c ie n d o
p o lític o s y
cosm opo
B a rra c a s
A c ció n p o lí t ic a ,
so b re
a lg u n a s c o n s id e r a c io n e s s o b re
y
rio rid a d
q u ie ra
im a rilla ,
n ú m e ro d e
s itio
e u n a in te rv e n c ii
; e s te
c o n fe re n c ia
H iz o
in te n
te d o n d e
I o d ió , e l c o m p . T r o is e , e n
u r.a
ha
no ha
en
liA Q U E D A N O .
ía
p o r el
de
X X
m e n tira .
del puño.
; n o tie n e p a tria ,
d et
A f ir m a ta m b ié n q u e e l c o m p .
la
fila s b u r g u e s a s .
donos
v ile g io s ; p a r a ;
1 lo s
la s
P e ro
i, p o r q u e s o l o -
la
lo s
que
esta d o d e s itio
s ie m p re ,
h a s ta
re sp o n d a m o s
d a d e ro s
d e a.
un
ó b o lo p a r a
la in te lig e n c ia
q u e n o s te n g a s u m is o s á
c o n te m p la c io n e s p a r a q u ie n
o c h o h o ra :
to ­
lo q u e e x i s t e
som os
lo s
to ta l b e n e fic io
C ré e n lo s h a b e r
q u e lo
to d a la fu e rz a d e n u e s tr a a c c ió n , tr a d u c id a
de
111:1.
" que
d e la h u e lg a , in c ita n d o
tu y o s !
d e to d o
e x tra e m o s
tira n ía d e
c o lo c a d o .
F e to
en 1
e jé r­
Q v .d
tie m b re o rg a n iz a d a
á
R a im o n d i,
de un
la
tu s
fu e rz a
cread o ra
avan zan d o
o b re ra p o r
lucha de el*
de
p is o te a n
n u e s tro
to d a s !a s fo rm a s
lucha
c a m p a ñ a e le c t
la
e llo s
d efen sa,
ú s iv a s .
rá d e la
d eb er
c o n tra
b a ta lla
lila s
c o n tr a la
n o s im p o n e e l
u n a lig a d u ra
d río , e l
se
lle v a r
d ,c l a
o b re ro .
m o
q u e p re s
lu c h a
d e ja n
d ero s
d e fe n d e r m e n tira s p a tr ió ­
m a d r e N a tu r a le z a , o fr e c e a l
del
la s
a r tif ic ia l, p o r q u é
S i e l g o b ie rn o
m d rá
A
q u e e la b o ra m o s y
soc
se
in te re s e s
q u e so m o s
en el m u n d o
in t
en
110 t e r e b e l a s
d o , o u e s to q u e e s la
fís ic a d e la
1 s o ld a d o s
lo s
c ru e lm e n te
R e fle x io n a
la c u ltu r
veces
v id a s p o r
tá n d o te le n ta m e n te
m is m o q u e e lla
c ía
d efen d er
l« .s q u e t a n
ja rá m á s tie m p i
p ara
m uchas
tic a s ; y e n c a m b io
n e u tra liz ;
c o rd e ro s, q u e
c a b e z a g a c h a .— N o: J a m á s l
d a n d o v u e s tra s
u n a te n d e n c ia
il
la
F o rm a d o s
p o lític a r e s u lt a
ie n á
de m ansos
al c o rra l con
m a m e n to e n la
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o
enérgica y
profúndame!
Q
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Que cada uno se co
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el efecto saludable de p:
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Así lo reclama la
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¡¡V iv a la lio
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■
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ia de que loa huelgu¡8ta(, V
nte y á un cochero.
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¡res y Rosario, que hacen ¿J
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• animados del formal pro8* PBMODICO SINDICALISTA REVOLUCIONARIO
resistencia, dispuestos a tod*
. ahora ninguno
ninguno hh aatri.-J
traición 01
ANO I. BUENOS AIRES, ENERO DE 1 9 0 6 .
Y en lu g a r de desm an*
-
¡rquedad PA tronal-aclaran *
Y robustecen su carácter í
¡perar que el conflicto ter^
►favorable á los obreros
a de La Banda, solidariza,,
>n la causa de estos trabai
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rtado la comisión de pron
ialista de S. del Estero, , ,
•□sideración una nota acó*
e suscripción á favor de ¡
í hasta ahora no ha prestaJ
al ni material.
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una cátedra con objeto a
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P n i ÓN P e n E R A L
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O
ha tenido la iniciativa & Ñn
pió para el centro soriai.-^.
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02
O
ccrp cpmo los obreros
s ae consumo en los tléslos mismos contratistas,
se aumentando el preeio
ando lugar á que aquellos
el trabajo. El conflicto
todavía,
umbre, se hace notar por
ros, á quienes en calidad
atar langosta,
trabajadores no se dejen
itud de los sicarios de la
a muestra de lo que pueatre los obreros, el triuna de aliento á esos trabá­
de las cámaras frigoríhuelga dias pasados, á
s eran objeto,
jara la cosecha.
ia localidad, los pana.iejvimiemo que continúa
yute: los cuatro Domingos
r del último únicamente;
íes se le trata mal; 1 $ 20
lo de pan El local les
icía.
is incompletas nos llegan
¡ de tranvías,
la causa.
|ue durante el día 7 no
■la noche el movimiento
¡mente con un arreglo,
laremos los detalles.
¡ que trabajaban en el
SI Nacional» han vuelto
días de huelga, coronaleto. Esto lograion los
juesto enérgicamente á
•se todos cómo un solo
•ajo, lo que trajo como
ras duró la huelga no
o á estos
v a lie n te s ca­
lata*
la ley nacional sobre tí
je entre otros trabajado¡apital dió un alto ejem*
indose por su cuenta el
. ha sido imitado por los
ne el primer domingo
ley no concurrieron al
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DE y R A B f t J A U O K E S
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pE O E R A C IÓ N
pBRERA
R E G IO N A L . / U g E N T I N A
TRABAJADORES:
Bajo el imperio de la ley marcial que por tercera vez viene á sancionar la burguesía argentina, no podemos ya vacilar en suponer cuales puedan
ser sus actos y propósitos ulteriores
Una ruda lección de hechos nos ha enseñado que por la defensa y salvaguardia de sus privilegios no se detiene ante nada y ante nadie. Que confiada
en el alcance de sus fuerzas, pasa & travez de todos los obstáculos Que indiferente á sus propios convencionalismos de cínica moral, pisotea y destruye
las estúpidas promesas de libertad consignadas en sus códigos y leyes. Que ante nuestra dudosa sumisión á soportar, como antes sin protestas el peso de su
inicuo parasitismo, sabe descargar sobre nuestras espaldas todo el azote brutal de sus audacias, todo el instinto sanguina™ de sus esbirros.
I Y bien nos lo ba enseñado, trabfcjidores 1 En la fachada de su lúgubre castillo, tiene escrito con la sangre de nuestros hermanos de combate con
el hambre de nuestros hijos y esposas, que sus crímenes irán hasta donde lo demande el siniestro respeto de su predominio socal, hasta donde lo permita
el mayor alcance de sus fuerzas.
|Y bien ni s lo ha enseñado, trabajadores! Por tres veces seguidas la burguesía argentina ha esgrimido sus armasde odiosa represión para ahogar
nuestros movimientos reivindicatoríos, quebrando los más elementales derechos, llenando sus cárceles con centenares de esforzados compañeros, y
estableciendo asi el imperio del silencio y de la muerte, la noche tris e de los grandes crímenes s 'c ;a!es
Dentro de breves días va á espirar el plazo del actual estado de sitio coincidiendo con la época de la mayor actividad económica de la república.
Y esa cruel experiencia, con harta claridad nos enseña que la burguesía del país en la defensa avarienta de sus provechos, como ayer y como hoy,
obrará solo inspirada en sus conveniencias de clase muy libre, de toda ingenua idea de iroderac:ón y de paz.
Y esa dura experiencia nos dá la convicción deque la clase dominante á fin de garantirse el tranquilo transporte de sus cosechas, prorrogará el
actúa1 e sta d o d e s it io ; y que una vez más, esta situación discrecional de los poderosos\enoiá á disculpar sus crímenes, sus infamias, la violación
de todas las libertades.
También la piensa asalariada, con cínica displicencia nos ha revelado la g r a ta n u eva .
No caten conjeturas, pues, sobre lo que harán nuestros explotadores
Una vez más pondrán de manifiesto su desprecio por cualquier libertad que les moleste, y oon sarcástica arrogancia
nos
invitarán á la lucha.
¡ T r a b a j a d o r e s ! — Las circunstancias nos marcan con demasiada claridad el camino que debemos elegir.
La defensa de las conquistas realizadas, la dignidad y la salud de nuestras organizaciones, el porvenir de nuestra causa, sólo nos consienten una
solución: aceptar el duelo, concurrir á la batalla.
Tened presente que hemos sido los primeros en provocarla al abandonar la situación de esclavos sumisos. ¡Tengamos entónces el valor de afrontar
las responsabilidades que nos hemos creado!
Si de otra manera obráramos, á la par de revelar una infame cobardía, denunciaríamos el propósito de no incomodarnos por la conquista de nuestra
emancipación y por la vida de nuestras organizaciones.
La burguesía defendiendo sus privilegios se empeña en anular el poder naciente de nuestros órganos de combate; pero tened presente que estas
organizaciones nacidas por y parala lucha solo pueden vivir y desarrollarse en el ambiente fecundo de las contiendas enérgicas. Por eso el adversario solo
logrará sus propósitos si nosotros nos obstinamos en no rompei el silencio de vergonzosas retiradas
No podéis, no debeis, pues, vacilar en responder, entusiastas y generosos, á nuestro grito de guerra y á nuestro llamado á la lucha :
A la p r o l o n g a c i ó n d e l e s t a d o d e s i t i o c o n t e s t e m o s c o n l a d e c l a r a c i ó n d e
la ln te lg -a g e n e r a l , d e s d e e l I jU I N E S
8 de E N E R o ,
ta n e x te n s a , ta n
e n é r g ic a
y
p od erosa
y
com o se a
in d is p e n s a b le p a r a
a c e n t u a r b ie n
p r o fu n d a m e n te s u c a r á c t e r r e v o lu c ió n a r io .
Solo asi habremos cumplido con nuestro deber, y afirmado nuestra capacidad para marchar á la conquista del futuro.
¡ T r a b a j a d o r e s ! — No olvidéis que el triunfo de las grandes causas siempre han impuesto tributos dolorosos y muchos sacrificios.
Manifestémonos, pues, decididos á rendir lo que hoy nos demandan las emergencias de nuestra lucha
YT asi, despojado de las timideces y
cobardías anteriores, resolvamos concurrir al combate con energía, con decisión, dispuestos á obrar en la medida de las circunstancias y como nos lo
impusiere ri mejor éxito de nuestra causa.
Que cada uno se convierta en el mas entusiasta y valiente agitador, que cada sociedad de resistencia-dedique todo su tiempo y todas sus actividades á
apasionarlos compañeros del gremio, impregnando sus pechos de santa indignación é iluminando sus cerebros
con las fulguraciones de estas próximas
contiendas.
Que el ejemplo sublime de los compañeros rusos, soldados esforzados del acontecimiento social más grandeque registra la historia del mundo, tenga
el efecto saludable de producir en nuestros organismos una profunda vibración de coraje y de ira.
A sí lo reclama la necesidad ineludible de aplicar un severísimo oorrectivo á nuestros adversarios por sin audacias y prepotencias.
Así lo reckma la necesidad de trocar su mueca sarcástica de triunfo y poderío en una mueca de terror y de miedo.
¡ T r a b a j a d o r e s ! — En la hora de la prueba dos conquistas nos esperón: Afirmar nuestra fuerzay respeto frente á los tiranos sociales, y
consolidar para siempre el hermoso abrazo fraternal que hoy une á todos los proletarios argentinos.
¡¡V iva
la
¡¡A bajo el
h u elga
estad o
ge n era l!!
de
¡¡V iva
la
en iaxio lp ao ló n
o b r e r a !!
sitio!!
U nion
G eneral
F ederación
O brera
de
T rabajadores
R egional
A rgertina
>blación quedó sin pan.
3 C ÍÓ 1 1
tevideo una interesante
ro querido compañero
rie de muy juiciosas obvimiento obrero de la
¡r llegado un poco tarde
ios vemos obligados A
:» el próximo númeroibo de tu artículo. Está
í ser sumamente extenvitalmente doctrinario
Actuales circunstancias)
para mejor oportunidad
tr a c ió n
Omunica á los agentes
layor brevedad el diñede recibos cobrados y
tímente nuestro agente
•lebrarse el 11 de N®*
Ida á causa del estad
lafleros que tengan t*'
l venta, por cuanto 1°
Imer quincena que se*
i recibido paquetes de
testado á las notas en
frión se le suspen derá
re publicarán los noifl*
ian concurrid
o de defensa
país,
s, no caer en
es que teñe
hasta tanto pueda obtener- el un própdéfetrt. y
hasta que los obreros no consigan neutrali­
zarlo ó inutizarlo.
Es un acto de la lucha de clases.
Con esas medidas el E stad o— que la inte­
resada enseñanza ha hecho considerar como
la potencia tuteladora de los intereses gene­
rales, de lodos; como el padre amoroso é im­
parcial que con la más buena voluntad vijila
y salvaguarda á todos— se ha evidenciado,
una vez más, con su actitud resueltamente
hostil hacia el movimiento obrero, en su pa­
pel de instrumento del patronato.
Siguiendo la encadenación lógica de los he­
chos se pone de manifiesto que el patronato
cuando se ve acosado por la fuerza de la or­
ganización obrera, y no la puede dominar
con sus recursos habituales, con la simple re­
sistencia, recurre á su defensor natural, el
Estado, que tiene medios y coarta la libertad
de acción, impide á los trabajadores el ejer­
cicio práctico del derecho ríe la huelga.
La inercia concertada de los brazos obre­
ros, á veces llega á asumir tal fuerza que la
simple resistencia patronal no logra vencer.
Los brazos obreros en reposo vencen por
un momento y dan la impresión rápida y pro­
funda de la potencia que encierran, poniendo
en ridículo las propaladas mentiras de los ca­
pitalistas y sus asalariados sostenedores, de
fítfin u n w ,
c u n ic iT iiu id s ,
itÁ G o p a
c iv ,u iu T t u r T y “
administrativos. De esto no se excluyó ni al
mismo Partido Socialista, que siempre fué con­
siderado como un partido subversivo.
Si este último hecho no tuviera una expli­
cación positiva, diríamos que solo se debe á
la deferencia que el «compañero» Quintana
tiene para con los compañeros socialistas del
programa mínimo.
La verdad es, que todos los partidos polí­
ticos que se desarrollan y accionan solo en el
terreno de la legalidad burguesa, en el cam­
po electoral, contribuyendo al funcionamiento
regular de las instituciones políticas, no pue­
den detrimentar ni entorpecer; no realizan obra
revolucionaria.
La acción de los partidos, así considerada,
no podía, ni aun durante el estado de sitio,
incomodar el proceso de la producción, ni el
funcionamiento de la máquina Estado. Y hu­
biera sido una torpeza, una falta de sentido,
si la clase gobernante hubiese obstaculizado
las inofensivas manifestaciones de los parti­
dos.
Esta diversidad de tratamiento, según fue­
ran partidos políticos ó sindicatos obreros, in­
dica claramente que la fu erza real y efectiva
que puede amenazar y que trastorna la pro
ducción capitalista, r e s i d e e n i . ds s i n d i c a ­
t o s o b r e r o s (sea socialista ó
anárquica la
flbvcpai'cmonos
Con el recrudecimiento vigoroso de la acti­
vidad obrera, viene á presentarse la posibilidad
de que la burguesía insista en utilizar el esta­
do de sitio, como medio de defensa y salva­
guardia de sus provechos.
Así lo deja prever su conducta anterior,
y así lo insinúa L a Nación del 24 del corriente
en 1111 artículo titulado Las huelgas.
Pero no debe preocuparnos el grado de
posibilidad que exista en la sanción ó 110 del
estado de sitio. Debe bastarnos con saber que
es posible ó se tiene el propósito de decre­
tarlo, para aceptar la existencia de un proble­
ma de urgente resolución.
Ante esa amenaza contra el actual movi­
miento huelguista que sin duda alguna está
destinado á tomar mayores proporcione;, la
clase obrera organizada, suficientemente alec­
cionada con las enseñanzas de un pasado muy
próximo, 110 puede permanecer muda y des­
preocupada. No puede cometer el grave error
de disponerse á !a defensa cuando ya el ata­
que se lia realizado, cuando las medidas del
enemigo dificultan en mucho sil acción amplia
y profunda de resistencia.
Esa falta de previsión ha sido una de las
O
te
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tT"1
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Conveniencia b
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55
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n.
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la inactividad p
sta el presente,
sitio para conten
obrero, en adeh
, y que su sanció
lecer ese movimien
eralización, llevarl
potente manifest
iuerza, de resistencia, de represalia ° 1
Y cuando la burguesía sepa, por
aprendido en una dura y ejemplar
que sus estados de sitio ya no tienei
cacia de salvarla de las majaderías pro
y sí, por el contrario, de hacerla más
ella será la primera en renunciar á I
leidad reaccionaria, ella será la pri
descartar de sus actos de clase, la sar
la ley marcial. Y esto, no porque nueí
guesía se hubiera convertido de bdf
civilizada, como parece creerlo alguno:
socialistas, sino sencillamente porque
una tal actitud de tolerancia, la má:
niente satisfacción á sus intereses de <
En tal sentido, los trabajadores del
ben contestar á la amenaza de un nue
do ile sitio, con la enérgica y decidt¡
naza de una huelga general.
Así lo ha entendido muy oportunan
Comité de la Huelga General de la K. (|
y de de la U. (I. de T . al recabar
organizaciones obreras cual sería su ac
caso de sancionarse de nuevo el estad
tio. Y al respecto se han pronunci;
principales gremios manifestando unáni
te que irían A la huelga general.
Pero esta amenaza debe tomar te
caracteres de una intensa, de una e'
a
LA
ACCIÓN
SO C IA L IST A
ja metafisi
m e n te q u e n u n c a , r e a liz a r la u n ió n
INuost rn
T ra b a ja d o re s :
pnlabr»
E l e . ta d o d e s itio v a á s e r p r o r r o g a d o , y s in
m ie n to
E s tá
lu s tr a r n u e s tr
genes
la
c o n c re
á
p u n to d e
b u r g u e s ía
te rm in a r el
g o b e rn a n te
de
p la x o
e s te
s e ñ a la d o
p a ís ,
en
g ra b a d o s
n u e str o s d erech o s d e reu n ió n y h u e lg a
ic a
c o n s is te :
o tra
la
c o n c ie n c ia
es
n u e s tra s
de
la s
as
dos
la
tie n e
g s tió n
vez
d e v u e lto s .
la s a lta s r e g io n e s e n
;
tra m a n d o
c r im e n
;
y
p o s ib le m e n te ,
condi
re p re s e n ta n
:
a d o p ta d a
que
en
c o n c ie n c ia
F ra n c i:
v e n ta ja
tra n q u ila
e
g u ig n o l \
del
que
al
p ro l
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del
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á
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[m s id e ra b le d
añ a d o . P a re
la m á s
m e jo r
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1
m o m e n to s
lo s
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el
E l
de
s e g u irá
s itio ,
de
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re d u c ir
al
m asa
de
h o m b re s,
s ó lo
es
capaz
que
se
de
y
y
in .
d ic io n e s
que
L a
com o
m ira n d o
e c o n ó m ic o s y
del
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y
el
que
le s
m o ra l
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fu e ro n
que
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de
e lla
de
la
la n z a rn o s
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de
c la s e
sag rad o s
s u m is a
la
y
lib e ra c ió n
d eb e res
c u m p lim ie n to
el fu tu ro se h a lla rá n
s o c ia le s , y
fo rm a rá n
no
que
puede
en
su
a te m o r iz a re m o s
g ra n
es
n e c e s a rio
e x p lo ta d o ra
á
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p ara
o rg a n is m o .
y
de
s a c rifi­
audaces
ai h u ra ñ o s
la d ro n a
a lu d ir,
sf y
n u e s tro
c o n v e n c e rn o s
y
á
que
nos
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u n c id o s , p a r a
\ucka de el
esa;
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lo s
m isió n
es
e s c la v itu d , a h o g a r
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s ó lo
puede
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la
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E s
la
fe ró z
lib e rta d ,
b u rg u e se s no
de
ya
la
v io le n ta
p o ic ió n s o c ia l
m a n te n e r la
p ro d u c ir
o b te n e rlo m e d ia n te
liz a c ió n d e t s i e
n o s o tro s
> rq u e s o lo
ip ita lis ta
que
ó
se
m ise ria , y
s u m is ió n y a
im p u e s ta ,
lla m a
de
el p ro le ­
e u rn a s
d e ja r
la
á
to d a
d ie n te s ,
s e g u ir c o n s in tie n d o la r e a ­
c r im e n
ú n ic a s y
p afs, q u e
jio s ; p a r a .
b u rg u e s ía
s ig a
s o c ia l,
del
cual
so m o s
v íc tim a s ? ¿ P o d e m o s, p o r
g o b e rn a n te
a u d a z m e n te su
lib e rta d ,
de
y ra p á z
p ro p ó s ito
im p e d ir
to d a
la s
e je m o lo ,
d e e s te
de
a n u la r
re iv in d ic a c ió n
T erem o s
c o n ta r p ai
el
sag rad o ,
el
in e lu d ib le
d efen d ern o s y d e sal v am o s. Y
puño.
h u e lg a
g u n a q u e n e s lo q u i t e y n o s
e » to
se
T re s
c o n d ic io n e s ,
m in e a
re q u ie re
n u e s tra
no
lo
c o n c ie n c ia ,
s in
g ra n
la s
la s
h ab rá
no
y
la
e n e rg ía s o c ia l.
b u rg u e s ía
ro b á n d o n o s
c u r a r s a c ia r s u s in e x tin g u ib le s a p e tito s
c ió n y
a l­
c u m p lire m o s
e m a n c ip a c ió n
c u a le s
y
de
fu e rz a
d ig n id a d
de
tin u a rá e s q u ilim á n d o n o s ,
d erech o
a rre b a te . P e ro p a ra
c u a le s
eb ra
T r e s c o n d ic io n e s , s in
y
capaz
S i
n e c e s id a d
Si
d erech o
á
la
h a s ta
que
de
un
e s te
d ig n o
es
con­
p ara
de
p ro ­
d o m in a ­
d e riq u e z a s .
c ie rto
q u e
del
es
n u e s tra
s e n tir
que
d esd e
fu e rz a
la rg o
d e tra d u c irs e
tra d u c irs e
d ev o rar
n u e s tra
en
en
un hecho.
o tro
y
á
tra b a ja d o ra
por el hecho
la v ic to ria p r o le ta ria , e s
in d is o lu b le
v o lu n ta d
con
d e
re sp o n d e r
c o n la o b s tin a d a
en su s
á la e q u ív o c a
y h a c ie n d o
la
q u e en caso
en
que, desde
lo
p ara
a lto d e
lo s
n o s o tro s
la
á
A b a jo
la
ea
g u e r r a ! ,»
e l p ro le ta ria d o
á l a o rd e n
ese
d ía
e s ta m o s
d e in te re s e s ,
p o d re­
seg u ro s
lo s
e n c o n tra r
de
d irig e n te s
e l j u r y d e la
H a y a , y s o m e t e r s u d i f e r e n c i a al
ú n ic o m e d io
con
c o n se rv e
de
la s
m asas
p o p u la re s
c o n te s ta r
d e s lig a r la
de
á
á
la
o rd e n
será
el p ro le ta ria d o
una
sea
p re fe re n c ia
p a trio ta ,
y
d e lo s
m ie n tra s
s e n tim e n ta l
m e re c e q u e se
im p o sib le o b te n e r d e
c lo n e s re v o lu c io n a ría s
fin á la s
por
esa
dé
la
él
p a trii
p a t r i a vale
l a v i d a p o r e lla ,
l o s t r a b a j a d o r e s l a s re s u lu
que
ú n ic a m e n te p u e d e n poner
g u e rra s in te rn a c io n a le s .
H a s ta a q u í lo s
s o c ia lis ta s
m a s a s p o p u la re s :
r e c u r s o e f ic a z
p ara
ah o g ar
n o s c o lo c a e n la s itu a c ió n
e s ta d o
el
de
Es
m o v im ie n to o b r e r o
esa
to d o s
E l
p ro v o c a d o ra . P o r eso n o
s u p o s ib le
p ro rro g a , á
o b re ra p erm an ezca
que
a g u in a ld o ,
n a tu ra le z a
sus
se
su s
no
d iv e rs a s
in te n s ific a ­
o c a s io n e s , y
sus
es
e n tre
de
un
n e c e sa rio
la s
a c tu a le s
c a rá c te r
u n m i n í m u n de
q u e v iv e n
e n ré ­
lib e r ta d e s e le m e n ta le s que
e n su p a r te ,
al
H iz o
ta d o ,
la s
n o ta r
p ara
la
im p o s ib ilid a d
re a liz a r
d ife r e n c ia s
de
R.
e n tre
p r o le ta r ia ; a n a liz ó
in s titu c ió n
la
la
el
c la s e ;
de
a d a p ta r
S .; p o n i e n d o
re v o lu c ió n
c a rá c te r
e x p lic ó
e s ta d o
jelga
v a lo r
n u lo
de
de
s a la ru
ra b a jo ,
a c c ió n
y
la
de
la
d e m o s tra n d o
p a rla m e n ta ria
r á c te r d e c o n q u is ta ; te rm in . n d o
con
con
c a ­
c o n s id e r a c io ­
n e s s o b r e e l im p u e s to á la s h e r e n c ia s a d o p ta d o p o r
e l p a r la m e n to
idrilíos de
la
e s­
com o
s ig n if ic a d o
lu c h a p o lític a y d e l p a r la m e n ta r is m o
el
el
re lie v e
b u rg u e sa
del
el
de
a rg e n tin o y
d ire c ta m e n te a fe c ta
al
c u e n c ia c o n q u e s e
h a b la
so b re
el
im p u e s to
p u e b io o b r e r o y
de
de
d is m in u irlo
que
la
fre ­
por
v ía
p a r la m e n ta ria .
se
0
se
1
c o n f lic to
p o r el tra b a jo
g e n e ra c io n e s .
No
hem os
s a lie ra
de
m a ta r p o r
h a ot
C on testa n d o
se
por
n
r e s is te n
H e jn o s r e c ib id o u n a
c ia lis ta
d e S a n tia g o
e x te n s a
n o ta
d e l E s te ro , e n
d e l C e n tro
la
c o n d ic io n e
p id e re c tifiq u e m o s a p ie c ia c io n e s h e c h a s
la
d e n u e s tr o p e r ió d ic o ,
fija
> á
lo s
irte ,
a
de
no
ob
sí
d e lo s p
te rre n o
c
d ic h a
p o r n u e s tro
cual se
en
el
c o rre sp o n sa l
S o­
nes
n°
9
en
c iu d a d .
N o la p u b lic a m o s in te g r a p o r s u m u c h a e x te n s ió n
y adem ás
v ie n e n
c o n tie n e té rm in o s
al caso.
a lg o
g ro se ro s
que
no
"
d e b e m o s m á s fu e rte -
la s pa-
son
v ic to ria
con
máS d * 15 dÍ3S qUC CStá co m Ple ta m e n*e
ra d a ° e
pa-
M u c h o e s p e r a m o s d e lo s c a m a r a d a s e s t iv a d o r e s
v c a r r e r o s , a n te la p o s ib le p r o r r o g a c ió n d e l e s ta d o
d e s itio ; s u d e c is ió n y e s p í r i t u r e b e l d e n o s e r á d e s ­
m e n tid o y h a n d e c o n trib u ir a l m e jo r y m á s s e e u r o
é x ito d e c u a lq u ie r m o v im ie n to q u e s e e m p r e n a a .
B a h ía B la n c a U n g r a n t r i u n f o h a c o r o n a d o e l
e s f u e r z o d e c id id o d e lo s a lb a ñ ile s d e B a h ía B la n c a
M á s d e 60 d í a s d e l u c h a , s i n d e s m a y a r , h a n t r a í d o
c o m o r e s u lta d o la im p la n ta c ió n d e la j o r n a d a d e 8
h o r a s , a c e p ta n d o a d e m á s lo s e m p r e s a r io s c o n s tr u c .
*
as
c lá u s u la s
del
c o n tra to
del
ello »
M en d osa
E n e l ta lle r m e c á n ic o d e lo s s u c e s o r e s d e B e r r i
lo s o b r e r o s h a b la n h e c h o a b a n d o n o d e l tr a b a io
á
c a u s a d e l a b r u t a l t i r a n í a d e l c a p a t a z , e l q u e l l e ’v ó
s u s a b u s o s á ta l e x tre m o , q u e fu é im p o s ib le c o n ti­
n u a r tr a b a ja n d o b a jo la fé ru la d e e s e s e r v il in * tru
m e n tó d e lo s in te r e s e s c a p ita lis ta s .
R c m a ja
del
com bat
o r g a n iz a c ió n o b r e r a j
co n fu n d en , s e id e n tific a n .
O rg a
y luchar es o rg a n iza rse. L a org,
convierte en el prod u cto d e la h
su vez', la lu ch a d e cla ses e x te
llevada d su s ú ltim o s e x tre m o :
organización obrera.
Casos práeticos
de aeclc
Desde la a parición d e n u e s tro pe
do hemos venido d e fin ie n d o y des
criterio sobre la m a n e ra d e concebí:
lista y revolucionaria, las ex ig e n cia :
ria con sus bruscas a lte rn a tiv a s, n
definir ó aclarar u n a s e rie d e conc
terpretados p o r un v e re d ic to vulgai
| s do bárbaram ente a se sin a d o s m edía
í mistificación
E n tre e llo s se c u e n ta la s a r a n d e a d
frruoc ón lreCta>
para m uchos
P oa 'n o p ’n a d a y loca d e las a
eenre e¡
rh Vh ce hc he o, a ^trá too jde reoi ay ^ Vt
g iccaóp'c
o , c a lle
m atar u n v ig ila n te , p o r q u e s í v L ♦
o p o rtu n a ,. E s to e n c u a t o
i „
*
en cerrab a el c o n c e p to e n e l n o n
dicalistas r e v o lu c io n a rio s
P
^
en su m ás a m p lía e x n r l •
c ta * e
i r a d a m e n t e m e z a u in »
al fu n <
en v ir tu d d e l ? 0 l s e ? * -a * ° Tgani
Preten d en a s ig n a r le s .
u n d an o qu
d t f u a L o eÍ o r l a c , i t i c a d e
desdén, se empeña* J ? n c '* * vi«>nia
cta». «sindicalism o
d ,c u lu a r lo
in o ra n te s
manas.
d“
e a tr
CÍOnan'° »
a e « i n o r i z a r c ie rt
; ' “ “« 8M g“» " d ó T ) d í s P » f id » d e n l¡
\
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g u e rra
c iv il,
m a sa s p o p u la re s n o
la
fa lta
a p la z a r
b
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su
de
h o m b re s
e n t i e n d e n n a d a d el
o
(
y
o
h a b e r lle g a d o
e s p a c io ,
p u b lic a c ió n
de
m uy
en
nos
re c ib o d e
v irtu d
c a rá c te r
a p r o p ia d o
u n p o c o ta rd e
v em o s
de
tu a r tic u lo .
s e r s u m a m e n te
fu n d a m e n ta lm e n te
A
o b lig a d o s á
p a r a e l p ró x im o n ú m e ro -
B o s io — A c u s a m o s
b rilla n te , p e ro
la s
a c tu a le s
E s tá
e x te n -
d o c trin a rio
c irc u n s ta n c ia s )
a p la z a r e m o s s u p u b lic a c ió n p a r a m e jo r o p o rtu n id a d
A d m iii.stra oió n
Hai
d ltim a v e z s e le c o m u n ic a á lo s ag en tes
r n m ía .n o r ’ r e m ' ta n á la m a y o r b r e v e d a d e l diñel i k t a c h e nfi:an .e n s u P o d e r, d e r e c i b o s c o b ra d o s J
en
C ó r d o Sb a S C n P C Í Ó n , e S p e C Í a , m e n t e n u e s t r o
vi¡'mbrefiennHqUre Adebítt « O b r a r s e el 11 de Nod e ritió
P o sterg a d a á ca u sa del estado
lo n a r ^ s °
rfie"da
>' -o c ¡ » l¡,m o
re v o lu d ó »
O r ie n ta l.
c irc u n s ta n c ia d e
p o r
‘
g é n e ro h u m a n o d e s d e m uchas
dora nr
c o m o la s
R e p ú b lic a
í , e '0 . P e r o
d e l a s r i q u e z a s s o c i a l e s a c u m u la d a s
año
N u e s tr o a lie n to á lo s c a m a r a d a s d e B a h ía B la n c a
y
n u e s tr a in c ita c ió n á p e r s e v e r a r e n
la
m ism a
s e n d a , d o ta n d o á la o rg a n iz a c ió n d e
un
p o te n te
s e n tim ie n to c o m b a tiv o ,
p v n e n ie
d e o rg a n iz a c ió
el au­
’ ’
3
s e c u e n c ia
taQtas form a
v ic to rio s a ,
la
h a v m á s q u e u n a s o la g u e r r a d ig n a d e
in te lig e n te s ,
so c ia l.
L a t r o p a R io L u já n ,
c o m p u e s t a d e 35 c a r r o s
h a s id o b o y c o te a d a p o r la S o c ie d a d d e C a r r e r o s v
E s tfv a d o re s .
p as^ fd
s o la m e n te
iv o s
e n a c c ió n .
T odo p rin c ip io
re ja d o l a i n i c i a c i ó n
p ro la ta ria d o ,
[ ÍV IL L E .
hombres j
ilusionado,
ribió eso, i
camente h
icés los ii
se dominante.
su p e r­
m is m o e n t o d a s la s p a­
lo s p a ís e s
¿ozan de
defensa y p a r a su p ro p ia c o n s e r
E m peñarse, p u e s , e n g e s ti ó n
sus in te re se s, e s e m p e ñ a r s e e n g
h ijo s,
c e sa r:
p u e d e n e s p e r a r , p o r la e x p r o p ia c i ó n
c r e c ie n te .
m o m e n to s c r ític o s
es el
siguiente, e s p r o v o c a r la , e s d e.
L a s o l a g u e r r a q u e n o s e a u n a m e n t i r a , e s a q u e ll»
a l f in d e l a c u a l , bi s o n
v e n c e d o re s
lo a p ro le ta rio s
e n q u e n o s c o lo ­
L a h u e lg a g e n e r a l y a n o e s la ir r e a liz a b le d e a y e r ;
en
to d o s
p u e d e fu n c io n a r s in
A u n c u a n d o su p a tiia
P e ro ¿q u é d e b e m o s h a c e r?
E n e s to s
com o
ta lis ta , a p o d e ra r s e
p o d id o c o n s t a t a r s u e f ic a c ia
p ero
le n g u a je ,
e x is te n
to ta lid a d
q u ie n e s
pagan
lo s g a s to s
m e n to d e lo s im p u e s to s .
d a s y c o n tin u a s .
la h e m o s a d o p ta d o
de
L o s tra b a ja d o re s
que se h acen
tria s a c tú a le * s o n e n g a ñ a d o s
re a c c io n e m o s
o p re s io n e s
á las
b e lla ,
E n R u s i a m i s m o , h a s i d o a t a c a d o d e m u e r t e e l r é g im e n
a u to c rá tic c .
d a c ia s d e l a d v e rs a r io .
c a h o y la b u r g u e s ía c o n
que
su
n o se p u e d e n a rre b a ta r,
a n te
la c la s e
a r m á n d o n o s d e la firm e v o lu n ta d d e q u e b r a r la s a u ­
Y e s ta e s la c o n d ic ió n d e e s p ír itu
en
lib e r ta d e s p o lític a s , t o d o s
re p e tirá , h a s ta
in fa m ia s , n o
so n
g im e n c a p ita lis ta
in d ife re n te .
U n o b s e q u io d e ta l
de
el
v io le n ta y
p u e d e a d m itirs e
títu lo d e
o tro
ré g im e n c a p ita lis ta
tria s ; y
c u a le s s o n lo s e f e c to s y
m e d id a d e g o b ie rn o , ta n
d ife r e n c ia s
p a tria s ,
fic ia l.
ex p e­
e n e s ta fo r m a , A d a p ta rs e á s u s c ir c u n s ta n c ia s .
de
d ic h o
es
e s i n d i s p e n s a b l e a l p ro ­
d ig a m o s y le r e p ita m o s s in
L as
la
e m p le a r
han
no
«L o s p ro le ta rio s n o tie n e n p a tñ a .
r ie n c ia a d q u irid a p a r a d e s c if ra r e l p o r v e n ir y p o d e r
a lc a n c e
n e c e s a rio
q u e le
a c e p ta r
la p o s ib ilid a d d e s u p r o r r o g a c ió n .
E s p o r lo m e n o s ju ic io s o a c o n s e j a r s e d e
p a tria
g re so h u m a n o ; es el b ie n c o m ú n
a u n d e lo s d e s h e r e d a d o s .»
d e s itio , c o m o
n o v a c ila r e n
p a trio ta s
« N u e s tr a
tie n e u n p a s a d o g lo rio s o ; e lla
A g u in a ld o de ano n u evo
del
la
expl
t o m a r !a i
L a A c c ió n S o c ia l is t a
s is te m á tic o
c o n tra
t o d o s e n tim ie n to
d o n d e el a z a r te h iz o n a c e r y c r e a q u e
tra b a ja d o re s .
e m p le o
A bandonar e se
p r á c t i c o é in f a lib le de
la n e g a tiv a u n á n im e
n e c e s a rio
M ie n tra s
h u e lg a
g e n e ra l re v o lu c io n a ria , v iv a la e m a n c ip a c ió n
la
in s u rre c c ió n , n o s o tro s
la r e s o lu c ió n v in l d e
m á s q u e la s o tr a s
tira n o s , v iv a
que
p a trió tic o .
p a la b ra s b e n é v o la s q u e
lo s
« ¡S e a cusí
in te rn a c io n a l.
d e m o v iliz a c ió n
arm as,
c r im in a l
lo s g e n e r a d o r e s d e to d a v id a .
T ra b a ja d o re s :
lo s g o b e r n a n t e s
P e ro p a r a lle g a r á o b te n e r
c á r c e l, d e s tie r r o , h a m b r e y p lo m o : s ie m p r e la m u e r ­
te
s i se
el m undo,
sepan q u e
d e c o n f lic to s
es el s ó lo y
q u e to m e n
g o b ie rn o s b u rg u e s e s , n o
m ás
p a tria
c u r a r á lo s g o b e r n a n t e s d e s u s v e l e id a d e s b e lic o s a s .
re sp o n sa­
y
c o n la
p a z q u e re s id e e n L a
lo e s t á im p o n ie n d o . L o
p a ra s itá ria
s o c ia lis ta s p a ­
nuest a
to d o
d e la s d iv e rá a s p a tr ia s s a b r ía n
im p o s i­
e s e l a g r e s o r , de
lo s
a n t e s la in s u r r e c i ó u
m o s d o rm ir tra n q u ilo s ;
s a lv a c ió n c o m o c la s e re v o lu c io n a ria .
á la c la s e
P o rq u e la e s ta b ilí'
)a s o c ie d a d c a p i t a l i s t a : l a
c o n c illa rte
e s tá b ie n d e c id id o á r e s p o n d e r
d e m o v iliz a c ió n
h o ra p r e s t n te , m e jo r
re s u lte , c o r r e s p o n d e
ella
m ie n to .e s r e b e l a r s e
q u e e s i m p o s i b l e sa-
fó rm u la d e
lo s g o b e r n a n te s
a r b itr a je
d eb e r en
L a e x p e rie n c ia h is tó r ic a n o s
tie n e n
a g re so r,
o rg a n iz a d o ,
p ro c e so
la i n t r a n q u i l i d a d
h o g ares,
s o c ie d a d
r e a liz a n u n h ech o c o n t
b u rg u é s* . te n ie n d o p o r b a s d y '
b lo tra b a ja d o r, s ó l o e s p o s i b l e
e s e in te rn a c io n a ­
a ta c a » , e s ta o tra n e ta y c la ra p a r a
fu e ra el
e x p lo ta n d o
del
¡ieCho ttu
n0S6,0á ; r X d e l a
* g el Á
i
el p a trio tis m o .
E s te
q u e d e e s te a c to
a d e la n te ,
y b a s ta r d o q u e p * e te n d e
p a r a lo s p r o le ta r io s y p a r a
la
b le la p a z s o c ia l.
d ic h o n u e s tr a
a f ir m e m o s
s e g u ir
b e r , c u a n d o e s ta lla u n c o n f lic to , q u ie n
c o n el e s ta d o
a lte ra c ió n
p ro d u c c ió n , s e m b ra n d o
n u e s tro
cu al
an tip atriótico
Y e s tie m p o , s o b re to d o d e s d e
la a m b i c i o s a
paz
e—
conspirar c o n tra la e x is t e n c ia c
lism o a d u lte r a d o
C u an lo
d e é s ta d e s e g u ir e n
e sfu e rz o , h a y q u e
E s te e s
el
o b s tá c u lo s .
S o cia lism o
van­
d e c ir, c o n
d e l p ro p ó s ito q u e p e r s ig u e
y
so p o r­
g u e rra
s u a v e y p la ­
' w d ,u
m is ió n d e é s t e .
c o n s c ie n te
la c la s e
io .” d ' “ i
la p esa d a
v e n im o s
B o ilita .
m e d id a
de
3 5 * . ó r ior'
»“
5
e l d e b e r de
L a h u e lg a g e n e ra l debe
hecho, con
tr a v é s d e to d o s lo s
b u rg u e s ía .
la
n o s o tro s
la p r ó r r o g a d e l e s t a d o d e s itio p u e.
le
s u s e s p íritu s
la »
para g e s tio n a r p
y te rm in a -
n u e s tro
im ro n e
tie m p o
d e s a lu d a b le v e n g a n z a q u e e lla r e q u ie r e
de g u e rra ,
A
s a c u d ie n d o
trio ta s : « N o s o tro s d e f e n d e r e m o s
A l p ro p ó s ito
im p o n e n
s o m o s e x p l o t a d o s y q u e a n h e la -
lo s r ig o r e s
a n u la c ió n
lo
p r e s e n t e y la con-
tr a ic io n a rn o s
o p re s o re s , c o n to d o s
b le s ó lo c o n
nos
h acer
T ra b a ja d o re s :
v id a ,
no com o una
p ro testa
d e m o s tra c ió n d e
lo s
u n e f e c t o p r o f u n ’.
A si
h ay q u e c o n te s ta r
s u b lim e a c to
L a h u e lg a g e n e ra l s a lv a r á
á
c a rá c te r y
un
E s y a tie m p o d e r e a c c io n a r c o n tr a
e n e s to s m o m e n to s . P e r o
o fe n sa
d a r le
e m a n c ip a c ió n , s e
c o n tr a lo s e x p lo ta d o r e s .
de
la h u e lg a g e n e ra l,
r e v o lu c io n a ria , s in té r m ir o
p ro le ta ria d o
re a liz a r,
s o lid a rid a d , de
A
m o s n u e s tra
su
le s d e v o ra .
p ro rro g a d o
á
de esa
re c u rr ir
ta n d o .
n o lo
p e r d id o s , p u e s
lle g a r ía n
g e n e ra l
l a s m e d i d a s v i o l e n t a s d e I* '
r e v o lu c io n a rio .
cad en a
de
c o lm a r su a v a ric ia , el in s a ­
riq u e z a s
s itio
ta n to , c a n s a d o s
o b re ra ?
lu c h ;
de
a lc a n c e q u e
es
in fa ­
d e e llo s ,
p re c io .
p o r n u e s tro
p ara
B ie n c o n o c e m o s
¿ P e ro , pod< m e s a c a so
m isió n
una
ta ria d o .
o ch o h o ra
e s ta ría m o s
lim ite s
y
que
m ism o s .
p r o d u c ir le riq u e z a s
g o b e rn a n te s
o tra .
a c e p ta d a ;
e s a in m e n s a
de a
y
El
N o . L a m isió n
es
c re e d lo ,
c u e rp o s
p ara
deo em o s
P e n s a r lo c o n t r a r i o
que
d e c re ta r el h a m ­
n o s o tr o s la
c u a lq u ie r
c ia b le a p e tito d e
la
la
y de
á
e n c o n tra r ía
con
in s a c ia b le s
c o n q u is ta r el re s p e to
c r e c ie n te d e s p r e c io
A l e s ta d o
é
c u m p le n
lib e rta d
p ara
te m ib le s
y
q u is ta d e l p o r v e n ir .
tra b a ja d o re s .
im p o n e
a n u la r
c ir c u n s ta n c ia s , la s e g u r id a d
te n d r á c o n m is e ra c ió n
y b ie n e s ta r.
n ip a ñ a e le c l
e s ta d o
la
d e s ig n io s ;
d e n u e s tr a d e b ilid a d , y n o s lib e r ta r á d e l y u g o
vas.
lle ­
la s m is m a s c o n ­
p r e s e n te e s d e im p o s ic io n e s
a c a ta n d o
m e z q u in o s
n e c e s a rio , p u e s
h a c e rn o s
al
c o b a rd e s, p o r h a b e r
una
a n h e la d a
tie n e
cuyo
Jam ás
ja m á s ,
ne patria,
locación. ^
Iguesa ha
1 razón del
Ición interi
Ironteras.
l d e quiera
|intervenci
cosm opo
a, debe a
correspc
ld e los in
lo s
es m ás, se
de
in m e n s o
con
h o ra
d a m e n te
tra n ­
N u e s tr o s h ijo s, n u e s tro s
tira n o s ,
la
d o m in a d o re s ,
UIISUO1
E s
del
a h e rro ja r
b re p a ra
en
p re d ic a .
te n d rá n
que,
y
o b ra
b u rlá n d o s e
de
d is p u e s to s
c o n s c ie n te s
en
a c u e rd o
e lla
n ad a
el
o b re ro s
in s ta n te
ese
s u s titu ii
L e c o r re s p o n d e c o m b a tir, p a ra
en
h o ra
c io s .
lucha
de
e n e rg ía »
e n t u s i a s m o y e m p u j e , s e o to .'
Y c o m o la m e jo r e x p r e s ió n
es n u es­
in e lu d ib le .
d á lic o y a p la s ta d o r, s in o c o m o v iril s ig n o d e a ta q u e
o c a s io n e s
cáe
el
é
N o hay nada de
p riv ile g io s
p rin c ip ie s
e lla
A lo s
d e b e re s
soc
Irá que pres
P u c h a le se
. las b a t a l l a
m e
tó n ic a
lo p e r m i t e .
v erd ad .
h is tó r ic a .
p ro le ta ria d o
n ar;
I r la jo r n a d
e x p lo ta d o re s
n u e s tra s
rc e rse co n
n ifie s te c a p a z d e
to d o s lo s g o b e r n a n te s ; d e e s e c ú m u ­
b ilid a d p o r e n te r o
lu c h a
la
su
tr a b a ja d o r a , p o r e l c o n tr a r io , e s la ú n ic a
re ta rd a r
p ld a d o s
ra
una
h irie n te a p ó s tro fe d e
lo s
un
lo s
S o b re
I fís ic a d e la
s in o
de
b u rg u é s,
im p e rio s o
íiio , il im i t a d a , e t e r n a , s i f u e r a p o s i b le , e n la
m e jo r p ro v e c h o , y
re s p o n s a b ilid a d
n i fa ls e a r
(tedio
su
fa b ric a d o
d a se
am o q u e e ll.
a lle r y
m udado
seg u ro
e lla
sus
to d o s
m á s tie m p
la
la
s o c ia l.
la c u ltu i
de
d esd e el sen o
e n é rg ic o
u n iv e rs a l; m is tific a n d o e s to s h e r m o s o s
d é b il,
Se
h a b r ía
g o b e rn a n te ;
de
en
|á
Ira
a c to
e s ta d o
á
tris te
c o n c e p to s
p e rm itid o
j
seg u ro , en
un
to d o s lo s p e r ío d o s h is tó r ic o s
d efen sa
la te n d e n c ia
n e u tra liz
buen
g o b e r­
c o n s e c u e n c ia
del
e s c la v o s ,
c la s e
d e s c e n d ie n te s ,
J iis m o q u e
d e sc e n so ),
á la
c u lp a b le .
(tic a r e s u lta
h u b ie ra n
d e la ju s tic ia
L a
de
y
v erg ü en zas
la c la s e
o b je tiv o
c o n s id e ra rn o s
la s to rp e z a s d e
in -
p re o c u p a rse p ara
m ism a
a e n to e n la '
é
s o c ia le s , s in
je n ta .
|ó n
á
m e d io
in a c c ió n ,
la p u r a y
p e rm itid a s ,
im
y
m ansa
in te lig e n c ia
en
de
h ic ié r a m o s ,
A n te
a s í; y
un
de
o b ra d o en
la
re s u lta q u e
la
o b ra r cu an d o
E s ta e s
i u n a te n d e r
y
re c u rso
la
a c c io n a r ú
ha
lo s
c o b a rd ía
la s v io la c io n e s y
p ro le ta ria d o ,
él
d ic h o ,
(e x p e rie n c ia s
de
d e s m á n ic a
tra b a ja d o ra , q u e
lo h a c e .
del
ta n to
hoi
h(
e x tra ñ o
y
E lla c o r r e s p o n ­
in c a lific a b le
p ro c e d e ría ,
que
v a lié n d o s e
m e jo r
ocho
de
s u s e n e m ig o s .
n o h a s id o
qué acu sar
ls
la
el
se
c o rre s p o n d ie n te m e n te .
I d e la s c o n d i
de
n ad a
a r b itr a ria
to n
q u ilo s y s u m is o s , in c lin á r a m o s n u e s tr a s f r e n te s a n t e
lo
b u rg u e sa .
c la s e
no
v a lie n te
s ile n c io y
cuant
ocho
é s ta
P e ro ,
e n to n te
|l u g a r ,
que
y
&e je
c la s e g o b e rn a n te .
m o m e n to ,
r e v o lu c io n a rio s d e s d e
n u e s tro s
*
oche
p ro te g e r
c a p ita lis ta s
del
D e ja ría m o s
y
no
y
r
de
será
n u e s tro s d e re c h o s ,
lib re y h u m a n a .
d eb er
c r e c ie n te s a ta q u e s d e
a c titu d
nos
fin
s itio
h a c ia
H a c e r im p o s ib le e s te
tro
a c c ió n d e lo s t r a b a j a d o r e s f r e n t e á lo s
y
fo rm a b ru ta l
h;
á
de
o tro
s o c ie d a d
re ite ra d o s
n a n te .
la s
e s ta d o
lo s
s o c ia le s ,
f e lo n ía ,
a lg u n o
m u ltip lic a r
a c c ió n
to rp e p ro p ó s ito d e im p e d ir n u e s tr a a s c e n s ió n á u n a
d o m i n a d o la
e
lio
la
le im p o n e n
j
el
lia
á
s u lre to d a s
as
s tio n e s
|de
b ie n ,
je s ía
p ara
a c titu d
S i e l v a lo r, la e n e r g ía
fa rz a n te s
Id a r
e s ta
p o r la tir a n ía
d e , s a b e d lo
sean
e n el g o b ie rn o .
en
c o n v e rtirs »
nos
la s o m b r a d e
o tra
p la z o ,
de
que
lo s ti r a n o s
N o h a y n a d a , a b s o lu ta m e n te
so b re
p n ó m ic o
la
el
nuevo
la tr a n q u ila e x p o t a c i ó n
an o rm a l
;e
q u e v iv e n
E n
o tr a a r tim a ñ a ,
p ro rro g a d o p o r u n
oche
la
se e s tá
I e c o n ó m ic o ,
la
N o s e r á a s í.
por
p ara
p ara
m ira ­
n u e s t r a c l « j |¿
c o m Pa ñ e r o s q u e tengan ta*,
*' P r°P ia y e«Ji
° a “ b re
clase Z g* HÍ3ada « ¿ 2 “ IVa de
65 dec¡r, / 0 5 « - j ‘,n te s «s ó re j
'te que nunca, realizar la Unirtn .
i multiplicar nuestra*
, ae n^ K
ón á ejercerse
e je r c e r s e con
c o nentusia.I®
V u s S ? 8 y ParaS
>
LA
:ste c a p a z d e a n u la r las m e d i í , ? » * . f *
’ meditJas
vioie^
e g o b e rn a n te .
as Vl®lentijf
c o m o la m e jo r e x p re sió n de es-,
a
acuerdo
c u e r d o deoem
deoem o
oss recurrir
r e c u r r ir ** .*,
-n a ,,
uestos
'u
e sto s á darle
d a r le un «
c a r áic rte ,r .v. a huetea
Ue,8» «5*
lí*
ten te r e v o lu c io n a r io . A s i . L ,
u n s ta n c ia s , la s e g u rid a d del Dr? InipoO
ita d el p o r v e n ir .
^ esente y
e n s a r lo c o n lr a r lo „
t r a ic io n a n ., .
a to a
'
S i «X
i es cierto que somos explotados v
s nuestra emancipación, se im roiJ
er sentir nuestra fuerza sacudiend ^
lenguaje abstracto de la metafísica, como es indispen
sable para hacerse comprender de ellas hablar un len
guaje concreto, se hace necesario no vacilar para ex presarles muy bien que nosotros no tenemos ningún
sentimiento naciona1, y proclamar muy alto que nos
es indiferente ser franceses, alemanes, IngleRes, italia­
nos ó ru«os.
Si seriamente queremos acelerar el acontecimiento
de los Estados Un'dos de Euiopa, es necesario desde
ya, proc’au.ar ardientemente que no S om os ni alema
nes ni franceses, ni ingleses, ni italianos, ni rusos,
pero si Europeos, ó mejor, los compatriotas de los
explotad 's de toda la tierra
G u st a v o H e r v é .
L u d i a y o r g a n iz a c ió n
Qo,a q u e d e s d e u r * ° « ™ p »
r a b a ja d o r e s : la p r ó rr o g a del estado dP
tr a d u c ir s e en un h ech o . L a huelga J
“S
d u c ir s e en o tro h ech o , con el c Uaf nera1^
s t r a in d is o lu b le v o lu n ta d de s e g U ifirnie®t
v é s d e to d o s lo s o b stácu lo s.
'F adeiaítt
S o c i a l i s m o a n t i p a trióte
Es ya tiem po de reaccionar contra ese inte.*
no ad u lterad o y bastardo que p-etende '
«ncilit,
i el p atriotism o.
Y es tiem p o, sobre todo desde que es ianmiKi
r, cuan d o estalla un conflicto, quien es el ae
*'
itituii á la equívoca fórmula de los so cial?'4
otas: «Nosotros defenderem os nuest a pat
ataca», esta otra neta y clara para todo eU 1'
ra los proletarios y para los gobernantes «s(1
sra el agresor, antes la insurreción que la ' » ?
Cuando los gobernantes sepan que el proleu*1
ganizado, está bien decidido ¿responder állod!
m ovilización con la insurrección, nosotros po*.
os dorm ir tranquilos; ese día estamos seguros
ie en caso de conflictos de intereses, los d¡ri»»
ilas diveráas patrias sabrían encontrar el jury dj|
iz que reside en La H aya, y someter su diferendit
bitraje internacio nal.
E ste es el sólo y único medio práctico é infalib)»
irar á los gob eroan tes de sus veleidades belicosa
Pero para llegar á obtener de las masas popule
íe tom en la resolución vird de contestar á la orde
i m ovilización con la negativa unánime á toman
mas, es necesario desligarla de todo sentimia.
itriótico.
M ientras el p ro letariad o sea patriota, mientras:
onserve una preferencia sentimental por la pac
onde el azar le hizo nacer y crea que esa patria*
lás que las otras y m erece que se dé la vida pore*
¡rá im posible obtener de los trabajadores las rea
,ones revolucion arias que únicamente puedenpoa
n á las gu etras internacionales.
H asta aquí los socialistas patriotas han dicho ii
s a s u populares: «Nuestra patria no es bella, pe
ene un pasado glorioso; ella es indispensablealp
reso hum ano; es el bien común de todos sos i*
un de los desheredados.»
E s necesario em plear otro lenguaje, es necear
|ue ln digam os y le repitam os sin cesar:
«Los proletarios no tienen patria.
L as diferencias que existen entre las »
latrías, son en su totalidad de un car
‘“ ¿ i régim en capitalista es el mismo e"
jjj!
rias; y com o no puede funcionar sin u
^
ibertades políticas, todos losi países q
rimen cap italitta ^ozan de hbertade
|ltlI¡á
so se pueden arrebatar, en su P5” 1®»
Pe el régi*
En Rusia mismo, ha sido atacado d
t ic c ^
_ . t « r not I»?
rabajadores que se hacen
tua!e« son «ngañados
jon a
cuando su p atiia saltera vic:
■
, p ig a n los gastos de la victoria
ie los im puestos.
_,„tira. « ^
-,la guerra que no sea u" 8
jos prole“í
e la cual, hí son venced? í de ia clase #
esperar, por la expropiad
. , s jen®0^
apoderarse de las riquezas
‘ rabajo y por el género humano
av más que una sola 8uerr* id -fM|a ^
s, ésta es la guerra civ.l,
Cuando los trabajadores se proponen organizarse
para gestion ar por sí m ism os sus propios intereses,
no sólo realizan un hecho nuevo, desconocido y
ageno á la vida de la sociedad burguesa, sino que
también realizan un hecho contrario á la existen cia
de aquella. Porque la estabilidad de la sociedad
burguesa, teniendo por base la explotación del pue­
blo trabajador, sólo es posible con la absoluta su­
misión de éste. A b an don ar ese estado de som eti­
miento, es reb elarse contra la ley fundam ental de
la sociedad capitalista: la explotación o b re ra ; es
conspirar contra la existen cia de aquella; por con­
siguiente, es p rovocarla, es desafiarla a lu ch ar en
defenca y para su propia conservación.
Em peñarse, pues, en gestion ar autónom am ente
sus in tere ses.es em peñarse en g u erra contra la cla ­
se dominante.
Todo principio de organ ización obrera, trae apa­
rejado la iniciación del com bate social. En su con­
secuencia organización obrera y lucha de clase se
confunden, se identifican. O rgan izarse es lu ch a r,
y lu char es organizarse. L a organización obrera se
convierte en el producto de la lucha de clases; y d
su ves: la lucha de clases ex ten d id a , robustecida
lleva d a d su s ú ltim o s extrem os, se alim enta de la
orga n ización obrera.
C a s o s p r á c tic o s
d e a e c ió n d ir e c ta .
Desde la apariciÓD de nuestro periódico, aún cuan­
do hemos venido definiendo y desarrollando nuestro
criterio sobre la manera de concebir la acción socia­
lista y revolucionaria, las exigencias de la lucha día
ria con sus bruscas alternativas, nos han impedido
definir ó aclarar una serie de conceptos que mal in­
terpretados por un veredicto vulgar é ignorante, han
s do bárbaramente asesinados mediante una espantosa
mistificación
Entre ellos se cuenta la sarandeada cuestión de «la
acción directa» que para muchos se traduce en la
irrupc ón inopinada y loca de las masas obreras para
consumar el asalto caótico de la sociedad burguesa; ó
en el hecho trágico, callejero y vu'gar, á la vez, de
matar un vigilante, porque sí y en todas las ocasiones
oportunas. Esto en cuanto á lo nuevo que según ellos
encerraba el concepto en el pensamiento de ios sin
dicalistas revolucionarios
Con respecto 4 lo h ech j hasta ahora susceptible de
ser definido por «acción directa» entienden por tal,
en su más amplia expresión, al funcionamiento deli­
beradamente mezquino de las organizaciones gremia­
les, en virtud del rol secundario que pretendieron y
pretenden asignarles.
Y nunca anduvo mejor la ciitica de nuestros críticos.
Ignorantes de su ignorancia y víctimas de un petulante
desdén, se empeñan en r dieulizarlo todo: «acción di­
recta», «sindicalismo revolucionario», etc. Es una de
las tantas formas de esteiiorizar ciertas desgracias hu­
manas.
Es lógica una seria disparidad en la interpretación ó
alcance asignado á la a c c ió n d ir e c ta , porque en co
rrelativa á la profunda disparidad en el modo de con­
cebir uoos y otros, al socialismo y al movimiento
obrero. Pero lo que no nos parece igualmente lógico
es a q u ella ir o n ía que muy de continuo toma moda­
lidades c r e tin a s .
Para nosotros «la práctica del socialismo», «la lu­
cha obrera» y «la emane pación obrera» deben ser la
obra directa, propia y esdusiva de la c la s e tr a b a ja «
d ora o r g a n iz a d a mediante sus órganos naturafes de
d ate, es decir, lo s s in d ic a t o s que se presentaneo-
A C C IÓ N
S O C IA L IS T A
mo instituciones genuinamente obreras, como p r o ­
d u c to s tín ico s de la guerra entre exptotadores y ex­
plotados.
Pensamos que estas organizaciones son las únicas
habilitadas para entender en la gestión to ta l de los
intereses proletarios, y para empeñar la lucha en todos
los campos y en todas las circuntancias, perqué en
ellas actúan los obreros d ir e c ta m e n te en su ca'idad
de p r o d u c to r e s , porque allí sólo se ventila., cuestio­
nes y se persiguen propósitos exclusivamente relacio
nados con los intereses obreros.
Esto hace que la lucha social, en una forma natural
y expontánea asuma la extensión y la intensidad co­
rrelativa á la capacitación superior de la clase traba­
jadora para bastarse á sí misma, correlativa á la ma­
durez creciente del nuevo orden social que los obre­
ros van elaborando en sus órganos de revolución, los
sindicatos.
Es asi como entendemos que se practica la sentencia
marxista por todos aceptada y propalada: la emanci­
pación de los trabajadores debe ser obra de los tra­
bajadores mismos.
Y mientras nosotros adjudicamos á las organizacio
nes sindicales la realización, dirección y monopolio de
todo el movimiento obrero, nuestros críticos le adjudi­
can un rol visiblemente secundario.
A c c ió n d ir e c ta es, pues, para mosotros esa vasta
y compleja actividad desarrollada por los sindicatos
es todo el movimiento obrero en cuanto éste se realiza
por obia de las aludidas instituciones
Nuestros críticos piensan y se com pjrtan en una
forma distinta. Ellos consideran que «la práctica del
socialismo», «la emancipación obrera», etc , se realiza
fundamentalmente por medio de u n a a cció n d e p a r ­
tid o y no por medio de la a cció n de la c la s e o r g a ­
n iz a d a .
Para ellos, al partido socialista le corresponde la
preeminencia en la dirección del movimiento obrero,
y un papel secundario á las organizaciones de resis­
tencia.
No comprenden, ó no quieren comprender, que una
nítida y fianca acción de clase, nunca puede ser des­
arrollada por unidades políticas, compuestas por ele­
mentos eterogéneos, que cuando no obstaculizan con
su imperfecta visión de la guerra civil desvian en mé
rito á la adversidad de sus propios intereses ó á la
ausencia de una amplia sen.im eculidad de clase.
La acción directa por ellos entendida se restringe,
en su consecuencia, al rol que asignan á los sind catos
obreros. Y esta acción directa, difieie fundamental
mente, como lo hemos visto, á la explicada por ei sin­
dicalismo revolucionario.
Paia nosotros la acción directa debe tender á ab ar­
car todo el movimiento obrero. Para nuestros críticos
ella queda constituyendo una parte de lo que entien­
den por movimiento obrero.
Hemos querido hacer esta pequeña disgre-ión. por
conceptuarla necesaria, antes de entrar á exponer dos
nuevos casos concretos de efectiva acción directa apli
cada á la defensa de los trabajadores contra las p erse­
cuciones policiales.
Anteriormente hemos tenido oportunidad de reve­
lar la absoluta ineficacia que ha resultado,hasta ahora,
de los iecursc>s legales inleipuestos para obtener la
liberación de obreros detenidos á consecuencia de la
lucha
En cambio, nos ha sido muy grato ofrecer á nues­
tros lectores una serie de hechos concretos, en los
cuales los trabajadores han apelado á la fuerza de su
organización y solidaridad para imponer la libertad de
sus camaradas, obteniendo el éx to más feliz
Al repetirse estos hechos, nos hacemos un de­
ber en exponerlos á fía de que los trabajadores robus
tezcan su sentido práctico cor estas enseñanzas de la
experiencia; se desprejuicien de toda supersticiosa es
peranza en la ley, y apiendan á esperarlo tedo, de sus
propias y exclusivas fuerzas.
Los casos concretos á que hemos aludido se refieren
á dos huelgas que detallamos en la sección respectiva
En la primera los obreros constructores de carruaje
d é la casa S i g u í B o ttch fl, al tiempo de solucionar el
conflicto con la íntegra aceptación de lo reclamado,
imponen como requisito primero y fundamental para
la vuelta al trabajo, la liberación de los compañeros
Juan Sabalza y Remo* Di Pietro, que habían sido em ­
barcados en el Santa Cruz, á causa del movimiento.
Como es na ural el capitalista puesto en la disyuntiva
de continuar con sus talleres paralizados ú obtener la
libertad de los dos obreros, optó por lo rejundo.
En la segunda, ocho de los obreros huelguistas de
la imprenta M ikei (Mendoza) fueron detenidos por la
policía; pero á las tres horas de ariesto obtuvieron la
l.bcrtad, ¿ requirimiento de los dueños de las otraj
imprentas que fueron aaserazado* por sus respectivos
personales, con declarar la huelga general del gremio
Este s hechos, no sólo tienen el efecto saludable de
ejercitar la fuerza obrera
ñanzas, sino también r
simpática y hermosa de
solidaridad proletaria, lib.
ciones y torpes timideces.
U t o p í a d e c r e ti*
Es una locura pretender que e1 sistema ecc.
moderno, que la clase dominante ha constituido >.
grandes esfuerzos, á través de varios siglos, por la vio­
lencia, por la astucia, por el talento, poT la cen cía ,
reconozca sus deficiencias, y se destruya á sí mismo,
para dar lugar á las reivindicaciones de los pobres y
a los razonamientos de sus abogados.
¿Cómo pedir la supresón de la miseria sin pedir la
destrucción de todo lo restante? Requerir de esta so­
ciedad que cambie su derecho, que constituye su d e ­
fensa, es requerir una cosa absurda. Requerir del
Estado que cese de ser el amparo y la defensa de esta
sociedad y de su derecho, es navrgar en el ilogismo.
He ahí cómo ha nacido, especialmente en Prusia,
la ilusión de una m o n a rq u ía so c ia l, que pasando
por encima de la época liberal, resolvería arm ónica­
mente lo que se llama la cuestión social.
Esta absurdidad se ha reproducido hasta el infinito,
en las distintas variedades del socialismo de cátedra
y del socialismo de estado. A las diferentes formas
de utopismo ideológico y leiigioso, se ha agiegado
una forma nueva: la utopia democrática y fiscal, la
u to p ia d e lo s c retin o s.
A ktonio L a b r i c l a
a
si h u e l g a
y
g r^ n e ra l
¡sus p r e p a r a t i v o s
Con un entusiasmo y una expontaneidad que nos llena
de la más grande satisfacción, se han realizado los
preparativos y la propaganda indispensable para el
mejor éxito de la jornada proletaria
A diferencia de otras ocasiones la totalidad de los
gremios se han preocupado de realizar los trabajos
del caso, á fin de concurrir al movimiento general en
la mayor unanimidad posible.
Aparte del manifiesto lanzado, en número crecido,
por la Unión General de Trabajadores y la Federación
Obrera Regional Argentina, la mayoría absoluta de las
sociedades giemiales han decidido publicar el suyo
por su parte
Todo induce pues, á c rje r que en caso de prorro­
garse el estado de sitio, la huelga general decretada
aiu arrá en esta opo-tunidad. una mayor importancia.
Este es el resultado lo g c o de la lucha; la educa­
ción moral que esta proporciona, cuando los obreros
se esfuerzan en satisfacer sus imposiciones.
No creemos que la huelga general en perspetiva
vaya á tener ef efecto de realizar milagros; pero nos
cabe la convicción de que alcanzará propoiciones su ­
periores, y que de ella saldrán los trabajadores más
aguerridos, mejor preparados para cualquier emergen
cia posterior.
Por lo pronto, podemos congratularnos de ios efec­
tos producidos, ante la eminencia del peligro común,
por el amigable y cordial acuerdo de todos los o b re­
ros organizados para concurrir unidos á una lucha
que va asumiendo cada vez modal dades más ás­
peras.
Omitimos la relación detallada de los trabajos verifl a d osen cada uno de los gremios pe r considerarlo
supeilluo, limitándonos á dar en otra paite del perió­
dico los detalles que conceptuamos de algún interés
de información.
De varias localidades del interior se han ¡recibido
entusiastas comunicaciones manifestando el firme pro
pósito de no ahorrar saci ¡fictos á fin de responder
también, al movimiento geuertl
P .dem os adelantar que en la casi unanimidad <
los puertos del lit -ral, la paralización será cumple'
e n tie n d e n n»*
no la* masas populares no
! d e h ab er lle* ad? ? b í¡8 *
p ació , nos ventos
acio, n0V « r ó Xi® °°Ú P
:ión
e ttu artic^
>
lO S rpe a
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en su Po d c r ’ lm ente nue!
•ipción, e sp eci
. j i lif,
celebrar**
del ***
|ue d e b ía ce i
c#uSa
. f0é postergada
^
aue ieJ é f
hasta tanto pueda obtener el luí propuesto, y
hasta que los obreros no consigan neutrali­
zarlo ó ¡nutizarlo.
Es un acto de la lucha de clases.
Con esas tnedid«s el Estado — que la inte­
resada enseñanza ha hecho considerar como
la potencia tuteladora de los intereses gene­
rales, de lodo:', como el padre amoroso é iniparcial que con la más buena voluntad vijila
y salvaguarda á todos— se ha evidenciado,
una vez más, con su actitud resueltamente
hostil hacia el movimiento obrero, en su pa­
pel de instrumento del patronato.
Siguiendo la encadenación lógica de los he­
chos se pone de manifiesto que el patronato
cuando se ve acosado por la fuerza de la or­
ganización obrera, y no la puede dominar
con sus recursos habituales, con la simple re­
sistencia, recurre á su defensor natura!, el
Estado, que tiene medios y coaita la libertad
de acción, impide á los trabajadores el ejer­
cicio práctico del derecho de la huelga.
La inercia concertada de los brazos obre­
ros, á veces llega á asumir tal fuerza que la
simple resistencia patronal no logra vencer.
.n n A n
nnr
reuniones, comeieiicias, ununiwa t . t . i u i » . . . j~
administrativos. De esto no se excluyó ni al
mismo Partido Socialista, que siempre fué con­
siderado como un partido subversivo.
Si este último hecho no tuviera una expli­
cación positiva, diríamos que solo se debe á
la deferencia que el «compañero» Quintana
tiene para con los compañeros socialistas del
programa mínimo.
La verdad es, que todos los partidos polí­
ticos que se desarrollan y accionan solo en el
terreno de la legalidad burguesa, en el cam­
po electoral, contribuyendo al funcionamiento
regular de las instituciones políticas, no pue­
den detrimentar ni entorpecer; no realizan obra
revolucionaria.
La acción de los partidos, asi considerada,
no podía, ni aun durante el estado de sitio,
incomodar el proceso de la producción, ni el
funcionamiento de la máquina listado. Y hu­
biera sido una torpeza, una falta de sentido,
si la clase gobernante hubiese obstaculizado
las inofensivas manifestaciones de los parti­
dos.
Esta diversidad de tratamiento, según fue­
ran nartidos políticos ó sindicatos obreros, in-
Iptucpavcinonos
Con el recrudecimiento vigoroso de la acti­
vidad obrera, viene á presentarse la posibilidad
de que la burguesía insista en utilizar el esta­
do de sitio, como medio de defensa y salva­
guardia de sus provechos.
Asi lo deja prever su conducta anterior,
y asi lo insinúa La Nación del 24 del corriente
en un artículo titulado L as huelgas.
Pero 110 debe preocuparnos el grado de
posibilidad que exista en la sanción ó 110 del
estado de sitio. Debe bastarnos con saber que
es posible ó se tiene el propósito de decre­
tarlo, para aceptar la existencia do un proble­
ma de urgente resolución.
Ante osa amenaza contra el actual movi­
miento huelguista que sin iluda alguna está
destinado á tomar mayores proporcione-i, la
clase obrera organizada, suficientemente alec­
cionada con las enseñanzas de un pasado muy
próximo, no puede permanecer muda y des­
preocupada. No puede cometer el grave eiror
ftiwr\íinpr*íi» á la defensa cuando va el ata-
tuerza, de resister
Y cuando la 1
aprendido en un.
que sus estados 1
cacia de salvarla
y si, por el contr
ella será la primt
leidad reacción»!
descartar de sus
la ley marcial. Y
guesia se hubiera
civilizada, como |
socialistas, sino si
una tal actitud d
niente satistneciói
En tal sentido
ben contestar á 1
do de sitio, con
naza de una hnel
Asi lo ha en tí
Comité de la /fu
y ile ile la l '.
organizaciones ol
caso ile sanciona
lio. Y al respei
v * .
<t>. V
\
C»
L A ACCIÓN SOCIALISTA
s e a c u a lq u ie r a la d u ra c ió n y e l e n
su s
^Tovimiojrtío <>t>.roro
Es
p re c is o
¡s ta 9 c o n
3 que
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N u e s tr a
c o n c re t^
E S T IV A D O H .E 8 .— C o m o
ponen
g ra b a d o s
tá c tic a
c o n s is te :
^ ^
c o n c ie n c ia
4
a
m ás
c la ra la
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m ás
e f ic a c e s
^
n u e s tra s
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dando
:n te n ie n te
En
a n te a r
de
e s ta s
e fe c to
>, e l
la
la s
c u e s tió n
e c o n ó m ic o
p ara
E s p e c ia lm e n te
tie n e
>n p r o l e t a r i a
a g ita n
ia
hacer
ra
m isió n .
ega
que
gu ign ol
p
del
p ro le
’ iK g u e s ia
ta le n to s
la s
de
y
el
p ara
e lla
el
m i.-m o
la
con­
p ro rro ­
de
p lie g o
de
a v iv a
de
la
tra b a ja d o re s
R e p ú b lic a , c o n
con m ás
c a u s a n te
fu e rz a
de
lo s
cual
o tro s
s ie m p re h a b la n
lo s d e m á s , \e s
de
d is f r a z a r la
de
in c a p a c id a d
fo rm a
p ro p ia
com o
en
q u iz a s ,
re ju v e n e c e r
e s p íritu s
sus
esa
que
la
e n é rg ic o
á
c o n tin u a c ió n
m a n ifie s to
que
le s te
de
la s
e s p e c tá c u lo
ün s e g u n d o
de
d u ra b le
}ués
de
e n to n te »
lu g a r,
1* j o r n a d a
ira
F re n te
m osa
c u a n t,
ocho
1¿»£
to d a s
g ra n
debe
hor
la
lío s
b e n e fic io s
|r ( a
m ás
ho
lo s
gi
d irla
y
re s u lta q u e
v io le n c ia
b u rg u e sa ,
y la e n e r g ía
sus
d e l p ro le ta ria d o . P a re e
m e jo ra
te n id a
en
la m á s
r e v o lu c io n a ria
im ¡
ra r
e s ta
c e s a c ió n
f u e rz a y d e c o m b a te l
s a lu d a b le
te rr ib le
o d io
v irtu d
de
e n a rd e c e r
c o n tra
de
id e n c ia
al
p ara
hecho
p'
p re p ara rá
al
c o m b a te
usos
la
se
so ci
e s ta
a c ió n
á la s
le
en
lucha i
de
s in o
de
lo fu e rte ,
la
|E
d e ap
un
an
1p e r r o
lo s
tm o n o s
la
y
b u rg u e sa
la
e x p lo ta c ió n
ra zas,
ni
to d o s
con
n u e s tra
d e fe n d ie n d o
ó
v
de
h a s ta
el
c rí­
donde
d e m o s c u e n ta
de
de
en
lo
m ás
do
de
tra b a jo .
de
s itio ,
n u e s tro
en
d eb er en
io d o
el
n u e s tra s
P e ro
im p ro p ia
e s to
de
s e ría
h o m b re s
de
re a c c io n a r
el re s p e to
de
m e d id a
a lc a n c e
de
su s
g ru p o n u m e ro ­
en
s o c ie d a d d e
g re m io , o r ­
una
a c tiv a
del
p ro p a g a n d a
á
en ca so d e p ro ­
r r o g a r s e e l e s t a d o d e s itio .
m io . y m á s a u n
p a r te d e lo s c o m p o n e n te s d e l
cu a n d o e sp e ra n
e
P r e s e n ta rá n
á
to d a s
la s
s itio ,
p r e te n d e
la n c é m o n o s
el
s ig u ie n te
p lie g o d e c o n d ic io n e s :
l e C u a tro
p esos
la
lu c h a ,
so m o s
capaces
de
h acer
a p e s a r d e to d a s
v a le r
sus
a rb i­
g u e rra
y
O. R
la
a
ya
ha
s id o
e n é rg ic o s
. y
de
h u e lg a
si
la
por
c o m p a ñ e ro s
U
de
G . d e T ., r e s o l ­
g e n e ra l
el
la n z a d o
y
jo rn a d a
m á x im a
de
8
de
c a te g o ría s .
D e s c a n s o s e m a n a l.
s itio
se p ro ­
p u e s to s
lo s
e m p le a d o s
1903,
S e tie m b re d e
d e s p e d id o s
p o r fo rm a r p a r te
de
el
29
de
la S o c ie d a d
d e R e s is te n c ia .
« p a r te s » y q u e j a s
en
g e n e ra l.
m a n ife s ta r
que
g e n e ra l,
e s te
dado
s a b id o
g re m io ,
que
u iz á s e a
m anche
de
á
con
la
de
n u e s tra
re p u g n a n te
h is to r ia
v erg ü en za
no
de
e n to d a s
d is tin g u irs e
la s
p o r su
á
o c a s io n e s
o b re ra .
H a a p a r e c i d o e l p e r i ó d i c o g r e m i a l E l lá tig o d e l
carrero p l e t ó r i c o d e l a m e j o r y m á s s a n a d i s p o s i c i ó n
e l c o m b a te .
T a m b ié n
han
la n z a d o
un
m a n i*
fie s to in c ita n d o á ia h u e lg a g e n e r a l.
M A R IN ER O S Y FO G U IST A S
c o n c u r r ir á la
h u e lg a
-
c o n p lie g o d e
H an
la
v a lie n te a c titu d
no
c u m p lir c o n su d e b e r y n o
re s u e lto
c o n d ic io n e s ,
de
c o n te s te
lo s d e m á s
o b re ro s
n u e s tr o g r e m io c o n la
p re s e n te
que
n o s o tro s
y
CENTHO SO C IA L IST A C IR C U N S C R IP C IÓ N
n
la a s a m b le a r e a liz a d a p o r lo s c a m a r a d a s d e
e s te c e n tro
el
30
d e D ic ie m b re ,
se
han
to m a d o
e s p e c ia lm e n te
le
la
c o n v e n ie n c ia
yando
de
la
de
p u b lic a r
un
m a n ifie s to a p o ­
h u e lg a g e n e ra l d e c re ta d a p o r la
T ra b a ja d o re s
y
la
U n ió n G .
F e d e r a c ió n O . R . A r g e n tin a ,
á
pa .
c o tn .
la con­
unos
p ero
su
e a n s a d o s de
in m e d ia ta s
e s to
p u n to
se
que vam os
m e d id a s
á lo s d e
a rg e n tim
a m e n a z a d o e n su
c la se
s e - 'e n c e -
p re d o m in io .
a d q u i r i e n d o n o c i o n e s so­
q u e to m a n
de
p o rq u e
no
a d e la n ta n
m ás
c o n tra
su
l a s o rg a ­
e le m e n to
d e rru m b e
e le m e n to in c o m p e te n te
o tra c o sa
in e p to ,
f a t a l é in e v ita b le .
l a b u r g u e s í a n o hace
q u e p e r d e r p a r te d e
e s to a l p e r ju ic io
tra n s ig e n c ia ) p o r e l
lo q u e e x p l o t a ; ag re­
o c a s io n a d o
ó
lo s
(d e b id o
g re m io s
que
á
s u in­
s e encuen­
e n h u e l g a . U n h e c h o r e c i e n t e m e n t e s u c e d id o !
un b u rg u é s
ta r
con
d e e s ta lo c a lid a d , a c a b a
v e z p o r to d a s
lo
una
la p é r d id a
la n c h a
a d e la n te
si n o le s
flo te ,
su d o r
de
s u s c a p ita le s
lo
co m p ro b a r
la
« P re fe rid a » i
cap aces
d e condu­
e g o is m o ! te n e r q u e
(e s to
P erú
n a tu ra lm e n te
lo s p o b r e s
ta n
la m e n ­
p ara
s ie m p r e
o b re ro s),
p o rq u e
p ero
no
en
a c re c e n ­
s in
á la
ta l
e s te
p o d e r lo s
h o ra d e
o c u lta r,
y
d esengáñese
Corresponsal.
s o c ie d a d
c la ra d o e l b o y c o tt á
« A r te s
de
ha
de­
ló s o fo
ta n
c ín ic a m e n te
lu
eso,
n
fran cé s
in
ta ria d o .
H iz o
n o ta r
p ara
la
la s d ife r e n c ia s
e n tre
p r o le ta r ia ; a n a liz ó
in s titu c ió n
el
Huelga
de
g re m io .
a
fe ch a
ra c t o r i a
se
al
c o n f lic to ,
c e n ta v o s
se
> dem ás
ie
la r e v o lu c ió n
c a rá c te r
e x p lic ó
v a lo r n u lo
de
la
a c c ió n
de
el
es­
re lie v e
b u rg u e sa
del
el
e s ta d o
y
la
com o
s ig n if ic a d o
de
la
d e m o s tra n d o
p a r la m e n ta ria
r á c te r d e c o n q u is ta ; te rm in . n d o
con
con
c a ­
c o n s id e r a c io ­
n e s s o b re e l im p u e s to á la s h e r e n c ia s a d o p ta d o p o r
a rg e n tin o y
so b re
el
im p u e s to
d ire c ta m e n te a fe c ta
al p u eb !o o b re ro y
c u e n c ia c o n q u e s e
p a r la m e n ta ria .
h a b la
de
de
d is m in u irlo
que
la
fre ­
por
v ía
una
v ic t
caso
1
de
p arad o s,
d e s a lo ja rlo s
de
h o rn o s.
H e /n o s r e c ib id o u n a
d e S a n tia g o
e x te n s a
n o ta
d e l E s te ro , e n
d e l C e n tro
S o­
la
nes
cual se
p id e re c tifiq u e m o s a p i e c ia c io n e s h e c h a s
d e n u e s tr o p e r ió d ic o ,
d ic h a
p o r n u e s tro
en
el
n“
co rre sp o n sa l
en
c iu d a d .
y adem ás
v ie n e n
S in
d ar un
una
:
la
C
c o n tie n e té rm in o s
a lg o
g ro se ro s
que
no
al caso.
e m b a rg o
un
e x tra c to
de
le a lta d
d e e lla , s in q u e
d is m in u c ió n
rre sp o n sa l nos
d eber
en
la
por
c o n f ia n z a
L a
nos
o b lig a
eso
im p liq u e
que
n u e s tro
tro p a
R io
L u já n ,
E s tfv a d o re ^ s 001" 3
ra d a °e
P°r
á
co ­
m e re c e .
A f ir m a d ic h o
C e n tro p o r in te rm e d io d e su s e ­
c r e ta r io
g e n e r a l , a u e e s in i- io » - » . . . . . - - - ■
^
c o m p u e sta
S o c ie d a d
35
de
de
c a rro s
C a rre ro s
m d S d e 15 d Í 3 S q U C e S t á c o m P l e t a m e n t e
cias r i d i c u l a s la p
p id e e n a b s o l u t o
ce la y
d e s tie rra ;
a ta q u e
ria d o .
v ig o ro s o
« o rd e n p ú b l i c o » .
P a ra rs e
a g ita d o r e s , c a fre s , e tc .
a c titu d im b é c il d e l a lu d id o J a im e
a l c o m p o rta m ie n to
e c u á n im e
le c o n s in tie ro n s u s
L a
causa
de
la
M a s , c o rre sp o n d e
de
lo s
tra b a ja d o re s
s in
m e d id a .
abusos
m ejor en tu sia sm o anim a á todo e l gremio en
esta lucha. S e han p ublicado los m anifiestos abnn
dando en d eta lles al resp ecto .
E l
V a rio s p o b re s
de
e s p irítu o c u p a n
lo s h u e lg u is ta s ;
p ero
le s io n a e n
á
nada
su
L a
p o lic ía
c o n d u c t a no
o b r e r o s , p o r sí
d e t u v o á 8 d e lo s c o m p a ñ e r o s e n hnd-
3 h o ra s
d e b ió
re q u ir im ie n to
d é lo s
dueños
que
lo s
p u e s t o s de
e l o fic io .
g a ; p e ro á la s
ta s
lo s
b o ch o rn o sa
la c a u s a d e
a b s o lu ta in c a p a c id a d e n
fu e ro n
p o n e r lo s
d é la s
en
c o n d e c la r a r la
lib e rta d !
dem ás
am en azad o s, en caso
su s p e rs o n a le s
g re m io .
im p re n ’
c o n t r a r i o , p»f
h u e lg a
g e n e r a l de1
o tra eo s;
' a * defender a l ,
d e fe n s a .
ve tra n s e
c r e ta , poi
Propósito
Es un
ya indica
*a clase
anule ó E
^abajadoi
Los hei
Cu ande
Proporcio
cupitalism
Paraliza r
nómica, d
y de
pa-
c irc u n s ta n c ia d e
ypor
fa lta
a p la z a r
de
su
h a b e r lle g a d o
e s p a c io ,
p u b lic a c ió n
nos
u n p o c o ta rd e
vem os
o b lig a d 0 5 *
p a r a e l p r ó x im o n ú m e ro
k - m 'i
0 , l ü ~ A c u s a m o s r e c i b o d e t u a r t í c u l o . E 5**
b r i l l a n t e , p e r o e n v i r t u d d e s e r s u m a m e n t e extenfn o
(n o
B a h ía B la n c a — U n
e s f u e r z o d e c id id o
r 'p £ !
R epública O riental.
L a
c a ra c te r fu n d a m e n ta lm e n te
d o c trin a n »
a p r o p i a d o á l a s a c t u a l e s c irc u n s ta n c ia s )
m uy
tales
• P a rc j
y Sal
lo a
desmayar,
M á s d e 60 d í a s d e l u c h a , s i n
han
ra íd ó
c o m o r e s u lta d o la im p la n ta c ió n d e la j o r n a d a d é s
h o ra s , a c e p ta n d o a d e m á s lo s e m p r e s a r io s c o n s t r L
4 ti;
P eí c
N u e s t r o a l i e n t o á l o s c a m a r a d a s d e B a h í a R u n ^ r.
y n u e s tr a in c ita c ió n á p e r s e v e r a r e “
! Í C
s e n d a , d o ta n d o á la o rg a n iz a c ió n d e
un
n ó te m e
s e n tim ie n to c o m b a tiv o ,
p o te n te
M endosa
ta lle r m e c á n ic o d e lo s s u c e s o r ia
S an Rafaal (Mendoza)
n p n n f c H a I C"
/"» *r»
S i,
d e r r n ° t 7 Ú ltÍm 3
ro a u e
tJ ü * '
lis ta s d e J
en
V ez s e
re tn ita n
311 ,e n .s u
le
á la
r ú n i c a
lo s
agen***
m a y o r b re v e d a d
e l d in 6"
P o d e r, d e
á
re c ib o s
'ho*
cd a n ,
co b rad o s.
8 a n ¡*
C ó r d o b a c n P c i ó n , e s p e c i a l m e n t e n u e s t r o age»
v i ¡ ¿ b r e f i e n n H qU re
d e s itio
°
lo n a rio s ° ™ é e r if a
f i e s t a « e - . i-
c°n <
s ¡
Estad
de a-
N»'
h . d
lo s o b r e r o s h a b la n h e c h o a b a n d o n o d e l t r a b ^ á
c a u s a d e la b r u ta l tir a n ía d e l c a p a ta z . ¿ 1 q u e
J
s u s a b u s o s á ta l e x tre m o , q u e fu é i m n o s , h i . V . ^
n u a r tr a b a ja n d o b a jo la fé r u la d e e s e w r r i l
m e n tó d e lo s in te r e s e s c a p ita lis ta s .
E s to d L n ,
á q u e lo s o b r e r o s d e e s e ta lle r e x i g i r á n
la
n £ ar
d i a t a e l i m i n a c i ó n d t d ic h o s u je to , lo q u e c o n s i a , ^ !
ro n
d e s p u é s d e 6 d ía s d e h u e lg a
r e a n » H . ? U ie ’
tr a b a jo e n la s c o n d ic io n e s m á s /a v o ra b re s
eI
L os
-^-dmiii.stra ció n
, " d,s l‘ ! cláus"las del “ i» ™
E n el
fesae
la p,
a z a r e m o s s u p u b l i c a c i ó n p a r a m e j o r o p o rtu n id a d
g r a n triu n fo h a c o ro n a d o el
d e lo s a lb a ñ ile s d e B a h ía R ia í?7
1
ta c io n e s d e v i d a <
fic a b a
y
M u c h o e s p e r a m o s d e lo s c a m a r a d a s e s tiv a d o r e s
y c a r r e r o s , a n te la p o s ib le p r o r r o g a c ió n d e l e s ta d o
d e s itio , s u d e c is ió n y e s p í r i t u r e b e l d e n o s e r á d e s ­
m e n tid o y h a n d e c o n trib u ir a l m e jo r y m á s s e g u r ó
é x ito d e c u a lq u ie r m o v im ie n to q u e s e e m p r e n a a .
9
N o la p u b lic a m o s ín te g r a p o r s u m u c h a e x te n s ió n
q
dueños
en
lo s
se
te rr e n o
lo s
o b re ro s
1
obi
no
lo s t r a b
lu c h a ; s u p r i m e c o
en acción.’
“3
C ontestando
c ia lis ta
d e lo s p;
el
que
n en
m
de
lo s
p a r te ,
o b te n e r
¡a d o s
fija
á
a ltiv a
en
por
re s is te n
m e d id a
> or s u
á
a d a p ta r
ha ob
c o n d ic io n e s
m a n ita rio
itu d
de
S .; p o n i e n d o
s o la m e n te
p ero
la
se
no
a v ie n e n
íe s
s a la rio
tra b a jo ,
te
20
R.
el
c la s e ;
e l p a r la m e n to
ires de ladrillos de
,
im p o s ib ilid a d
r e a liz a r la
lu c h a p o lific a y d e l p a r la m e n ta r is m o
de
d e l a m o r d a z a , cc
a<L0 í* P (
Se trat:
ta d o ,
e s c rib ió
anas
in te re s e s c a p i ta l is t
b e b ó n o b r e r a , d ec
cualquier
y
se
¿ im p u d ic ia in c r e i
t»,? ,0s (
d e s ilu s io n a d o ,
de
p o lític a s , q u e
p a ra « h a c e r b ie n »
d e l e s t a b l e c i m i e n t o , á q u i e n e s d i c h o i n d i v i d u o ca li­
de
r<
el s ile n c io y l a ii
l6~ -ent0
h o m b res
a u m e n to
com pk
L a s m e d i d a s de
in t
lo s
C o n la
m e n tó , t i t u l a d a
“nidad de
que
le n to
d ig n id a d .
v is te n n u e v a m e n t e
D e v ille .
I v a r ía n lo s
in q a e b ra n '
c a s a M i k e s p o r ha­
al
lo s
n az é
b a ja d o re s, q u e d i
M a s d e s p e d i d o á l o s o b re ro s
la a n tig u a
d u e ñ o D . Ja im e
G rá fic a s *
co rre sp o
L g o n is m o
J b r if.l
debe
c u a l q u ie r f o r m a ]
fie n d e y p r o t e j e h
a b d ic a r s u p r e p o te n c ia .
cosm opol
o b re ro ,
lista .
E l p ro p ó s ito e
blico » a m e n a z a d o ,
q u ie ra
a m a rilla ,
lo
lid a d y c o n t i n u i d
b u r g u e s i a e s t o s h ec h o s
d e u n a in te rv e n c ió
J a n te
e je r c ic io n o m c o i
a c tiv id a d p u e d a n i
g ig a n te
y
fr o n te ra s ,
d e re c h o s y ? n ra r
q ue se g o z a en
T odo se hace
de en señanza
M a n d o sa -L a
b e r su
del
c o m o an­
á paso d e
h a c ía n .
pasan
fu e r z a
ta c ió n d e l e s t a d o
c u s ió n á
i d o á p iq u e .
c o s ta rá u n
te n d rá n b u e n c u id a d o
S ir v a n
que
¡o h
com o
si so n
del b u q u e p o r h a b e rse
h a c e rla p o n e r á
s a ld rá d e l
de
p e r n i c i o s o q u e e s p a r a s u s in­
que no saben
d e e x p l o t a c i ó n de
4 la
c l a s e s ) ve­
l o s e m i s a r i o s , s i n o q u e . n o hace
q u e a p r o x im a r
C on
n ad a
z0l r e c l a m a n d o
m e jo r a m ie n to d e
S p e rto
se
d e v i s t a , p o r q u e e l l a no
e l m o v im ie n to p r o le ta r io ( lu c h a
a rre ro s
-sción. ccar
pU An
ta lis m o
la
que
•
<” ar,De
a s í los
e n tre g a r la
e q u iv o c a
e g o is m o e s tre c h o , e n
xa mov,'m
que
( k r u m i r o s ) com o
m a ta d e ro p a ra
to d o s
q u e lo i
e m is a r io s
hum ana
en
i
e s té
d esahogada;
c u a n to s
b e s tia a l
p re d o tn i-
h u e l g a re c la m a n d o
m ás
Es de
acontecimient°sértos,
y
c u a n to m e d io
que
el
/
cuan­
e v o lu c io .
lle v a rá n
m e jo ra s
£¡ E stadt
d e lo s
g ra n d io s a s y
se d d e g a n a n c ia
a c o p ia r c a rn e
m o s q u s e s ta s
la s
s ig u ie n te s r e s o lu c io n e s :
y
m o m e n to s
n iz a c io n e s s o n in e f ic a c e s y h a s ta c o n tra p ro d u c e n te s ;
cam a-
— M a n d a r u n a ni ta a l C o m ité E je c u tiv o in d ic á n d o
s o m o s lo s p r i­
d e c o s a s , y a q u e la b u r g u e s ía d ir ig e
tra ic io n a r á s u s
y a
d e s d e e l m o m e n to d e s u
que no
ra d as.
18 - E
de
L o s o b re ro s
la
e s p o n ta n e i­
d a d y e n e r g ía p a r a c o n c u r r ir á la lu c h a
un
c o b a rd ía !
v a le rs e
m ás que
b re
á cons-
la s enseñan-
p rá c tic a
su p er-
c o n c u rrir!
p u b lic a r u n m a n ifie s to in v ita n d o á to d o s lo s o b r e r o s
p á g in a
en su
e x p lo ta d o re s
d e g o lla d o r;
rró
a l re s
v ie n e
d esen g añ an ,
en b u sc a r, p o r
q u ie n lle v a u n a
ve
re s o ln -
re a c io s , p re p a rá n d o s e
á lle v a r u n a v id a
q u e lle g a la
CO NDUCTO RES DE C A R B O —Q
p ara
sus
ayuden
ta ñ o
to s c o m p a ñ e ro s e s tá n re s u e lto s á in te r p o n e r e l p lie ­
se
m ás
la
e s to s
a lc a n c e , s u p la n ta r lo s o b r e r o s
al
la
eu ro p eo
que
ta n ta e s c la v itu d , s e d e c la r a n e n
de
m i t i n el
d e l l l a m a d o ..D o -
n u e s tr a e m a n c ip a c ió n .
tre p id a
ta rá n
J u s tif ic a r lo s
de
fo r ta le c e r la s
b u r g u e sia ,
no
su
A u n , e n e l c a s o d e l e v a n ta r s e e l e s ta d o d e s itio , e s ­
flu o
y
m ás
en
p a lp a n y
A h o ra, ju z g u e n
á
re a liz a r u n
n o s d e m u e s tra n
s u rje n
c irla , p a r a d e s p u é s
6 o A l a C o m p a ñ ía « A n g lo A r g e n tin o » : R e p o n e r e n
á
h erm o sa
q u is ta d e
la h u e lg a .
7¡
p a la b ra
lo s c e r e b r o s
in d iv id u o s
N o d e s p e d ir á n in g ú n e m p le a d o p o r to m a r p a r le
de
p a c ta s fila s p r o l e t a r i a s , q u e lo s
L a
no
c o n t r a ia
lo r m a r p a r te del
p ro le ta ria d o
p re c is a m e n te
te r e s e s c o n f ia r
A b o lic ió n d e l tra b a jo p o r h o ra .
id e a
el
m enudo
in g re s a r
una
A b o lic ió n
su s
r e v o lu c io n a ria
e s ta d o d e
ra
tra n
d ia rio
h o ra s.
p ro rro g a r
á
nando
g ado
e m p re sa s
e n é rg ic a
P a la c io s a l
q u e c a d a d ía
h ech o s es
g re ­
p o d e r c o n ta r co n
c o n c u r s o d e lo s d e m á s tr a b a ja d o r e s .
en
p or
p ro p o rc io n a d o p o r
la s e g u r id a d d e q u e s u lla m a d o e n c o n tr a r á
eco en u n a g ra n
2C
3“
4o
5o
lo
zas que á
re s is te n c ia y a d h e rid o s á
c u r r a n ta m b ié n á la h u e lg a g e n e r a l
á
n u e s tro s
la
d e tra n v ía co n ­
h ab rem o s
m e ro s in te re s a d o s e n d a r p o r tie r r a c o n e s te e s ta d o
.*•
y
su
. „
„
el C . E. por
In terio r
vem os
c o n s e g u ir q u e lo s e m p le a d o s
su s
in te rn
Im e n te d o n d e
fin d e
in d if e r e n c ia y e l s ile n c o d e lo s c a r n e r o s !
1 le
s a n ta v o lu n ta d
C.
p ar»
.
ocupan de
con
m e jo r e n c o m io , r e a liz a r
la
to d o s
m ín im o
o b lig a c ió n
E n ero ,
T engam os
del
la
la U . G . d e T ., h a d e c id id o c o n e n tu s ia s m o d ig n o
a c titu d b ru ta l d e l
c o n s e n tim o s
a rg e n tin a
de
com o
de
la
¡Q u é
n u e s tro g rito
m ás
a n n iv e rs a rio
c a p ita lis ta b a jo to d o
g a n iz a d o s
•
la
e n tu s ia s ta s
8
m in u to
'
por
EM PLE A D O S DE T R A N V ÍA —U n
T ie n e n
T ra b a ja d o re s !!
Y
ha
ra z ó n
y
b u rg u e s ía
g rito
el
lu c h a ,
m e d io s .
p o r la lib e r ta d d e
e s ta
c o b a rd ía
d e la R e p ú b lic a
por
á
rro g ase:
ip ita l n o tie n e p a tria ,
|e n t e ,
tie rra
p ro p ó s ito s
im p o n ié n d o le s
F e d e ra c ió n
se
Ita c ió n
arm a s,
m á s ru in e s ,
c o n el e s ta d o
p u es,
tira n o s
p ara
la
p ara
g o d e c o n d io n e s p re c e d e n te .
la
¡Q u é
c o lo c a c ió n .
de
to m a d a
S an F a d ro -U n a
c u e s te
tra b a jo
del
lo s á n im o s en
m in g o R o jo » e n R u s ia , y d e a c u e r d o c o n
n io
lu g a re s
m o v id a s
m a y o r c o ra je
s ie m p re h a
del puño.
Ibuena
lo s
c o b a rd e s
v ie n d o d e c la r a r
di
su
h u e lg a
la
lu c h a
rsmcioMisMO
de
tro s
Is o lo p u e d e c o n ta r p a r;
le re c h o
la s
que nos
m e jo ra r
vez
n u e s tro s
(
d ie n te s ,
p ara
asegu­
o p re s ió n
h o n e s to s .
E sfe
p riv ile g io s ; p a r a a
p e r le s
y
c o n te s te
si
a lm a s re b e ld e s
d é m o le s u n a e je m p la r le c c ió n , d e m o s tr a n d o á n u e s ­
n o s o tro s
c a p ita lis ta
la
y
de
re a c ­
tra rie d a d e s
lu c h a , p o r q u e s o lo v
bus
b a jo s y
n u e s tr a s re iv in d ic a c io n e s
o ch o h o ra s
y
to d a s
q u e n o s c o lo c a
v erg ü en za
Y
o ch o h o ra s
a liv io ,
la
d erech o s.
en k
medio
y
p o d a m o s c o n tin u a r
e l a c tu a l e s ta d o
s in o u n
lo m a d a
en
n u e s tra
to rn a d a
m ise ria
lo g ra r su s
T enem os,
c a ra c te re s ,
lu n
h a s ta
lib re s y
lucha de cía
el ta lle r y
no
e s c la v o s
u na
: d is tr ito .
|i z a
lo s m á s
c o n d ic io n e s d e v id a
c a m p a ñ a e le c ti
r a ta d e la
la
re c u rre á
re n u n c ia d o á
b a ta lla s
tr a ta r á d e la
lo m o e n
de
p e rm ita m o s n o s o tro s .
g re m io
sei
m á s d e c isiv a s .
Ise
a v a rie n ta
a t r o p e l lo s , c o n s e n ti m o s q u e á la h u e l g a
q u e p re st
lu c h a
y
c a m in o
á
C o m p añ ero s:
a d v e rs a r io .
r a c o n q u is ta r la j o r n a d a
y
lo
Si
iria d o te n d rá
el
c la s e .
s itu a c ió n
c iv il.
ig o
m is m a
d e te n e r n u e s tra m a rc h a
E s n e c e s a rio , p u e s,
in d
lu c h a
sí
por
n u e s tr o s h ijo s y lu c h a n d o
m enes
fís ic a d e la i
p ara
e n e rg ía
te n g a
d is p u e s to s
d e m a r c h a r á la c o n q u is ta d e s u r e d e n c ió n .
c o n s c ie n te
Y a s í, s e g u ir á e n s u o b r a d e v io le n c ia s
la c u ltu r ;
s o ld a d o s
de
n u e s tra
m is m o q u e e lla
[d e c a d e n c ia
m e d io s
pan
tila o to r g a r á m á s tie m p e
e s iia » , y
á
e llu
á fin d e q u e
n e u tra liz a
d e sc e n so ),
la
o rg a n iz a c ió n , re d u c ir n o s á u n a c o m p le ta im p o te n c ia
u n a te n d e n c ia
m á s b ie n á
de
la n z a
b ie n e s ta r co n
p ara
n u e s tro s p e c h o s d e
lo s tir a n o s b u r g u e s e s , y
la n z a rn o s
el
g u e r r a n o s e a e l d e lo s a m b r ie n to s , p e r o s í e l d e
la s
ser
d o lo s o b r e r o s
y d o lo re s s e n tiio s te n g a n
Q u e c a d a u n o c u m p la
p ro le ta ria d o
Q u ie re a n iq u ila rn o s , d a r p o r
l¿
pr e l h e c h o m is m o q u e
la s
de
E . la
d e E n ero , p o r
la
d el tra b a jo e n p o d e ro s a m a ­
B o le tín
p ro p a g a n d a
P r o A m n i3 tía
-I n d ic a r al C
ta t« r
Q u e lo s s u f r im ie n to s
im p o te n c ia .
n u e s tro s .
lo s
p fic a c ió u p o lític a r e s u l t a 1
te n d ría
su
Y
lu c s tr o a r m a m e n to e n la
|( ó
g a n a n c ia s , se
lo s
de
a r g e n tin a h a s e n tid o
un
con
¡A la c e s a c i ó n d e t o d a s l a s l i b e r t a d e s y g a r a n t í a s ,
e fe c to
a c titu d d e l c o m p a ñ e ro
d e u n p ro le ­
so d e c o m p a ñ e ro s p e r te n e c ie n te s á e s te
c ió n , d is p u e s ta
c u e n ta .
c o m p a ra c ió n
d is p o n e r
c o n te ste m o s
de
p re p a ra r
m e d id a
p e c to .
del
.
P o r e s o , te m e r o s a
i r a m i e n t o c o n s i d e r a b l e d<
lltim a
puede
lu c h a d o
m uchos
lo s
de
to d a
m e re c e r
p u b lic a ra a r tíc u lo s
t e r que
el
g a r s e e l e s ta d o d e s itio .
— A l m is m o tie m p o p r o te s ta a n te
re c la m a n
lo q u e c u e s te .
Y que al ab an d o n ar
e s tiv a d o re s
íe v e lá n d o le
y
re c la m a r
que
h u e lg a g e n e r a l á fin d e
p ro le ta ria d o
d ic h o s
fre n te á e s a h e r­
lo s
ile l
p re c io , y
v ez h a b ía m o s c o n s e g u id o s a c u ­
p ro fu n d a m e n te
de que
b ie n u n a te n d e n »
m á s c ie rto
to d o s
R e p ú b l i c a , la b u r g u e s ia
C o m o n u n c a , e s ta
ocho
de
por
te rr ib le s im p re s io n e s d e su
e x p e rie n c ia s
la jo r n a d a d e
re a liz id a
al des
á c u a lq u ie r
la n z a d o
ú ltim a h u e lg a ,
v ic to ria s .
v ic to ria
ag rad o
ln r e a l i z a c i ó n d e e s t e m o v i m i e n t o e n c a s o d e p r o r r o -
C o m ité
que
con
h a b e r to m a d o u n a
m ise ria y d e
c o n q u is ta r e l triu n fo
d e m o s tra c ió n d e fu e rz a y d e c o n c ie n c ia r e v o ­
lu c io n a r ia
d e la s c o n d ie
la s
á n u e s tra
de
p á rra fo s
co m p a ñ e ro s:
ocho
m e re c e d o re s
c o m p a ñ e ro s
d e s c e n d e r á lo s c a m p o s d e
a g ita c ió n
C o n g re so
ta r ia d o c o n s c ie n te !
o f r e c e n lo s
a lg u n o s
han
la
n ife s ta c ió n d e
y
la
g lo rio s o p a s a d o d e
T ra b a ja d o re s !!
¡A
v e r ía n
E je c u tiv o
c o n c u r r ir d e c id id o
el
h a c e rn o s
dem ás
-O u e
c ió n
lu c h a )
e n v e je c id o s
n u e s tro
to m a d a s e n e l q u in to
q u e la
o p o n g a m o s la
fo rm a c o n s e g u ir ,
de
s a c rific io s .
la
T ra n s c rib im o s
del
lo s
o tra
cansados.
;
de
lu c h a N o o lv id e m o s
c o b a rd ía
p ara
b ie n e n p e n e tr a r e l e je m p lo
d e l p u e r to , p a r a
y
o lv id a r
F . O . R . A ., y
v io le n c ia
c u a lq u ie r
in c a p a c id a d
o b re ro s
re
la
p re c io
te n d re m o s
q u e c o n ta n e s tú p id o d e s ­
la
una
o rg a n iz a c ió n
d e l p u e r to , s e r ia f a lta r a l c u m p lim ie n to
d e la s re s o lu c io n e s
e x te n s ió n , la h u e lg a
d e l a c t u a l e s t a d o d e s itio .
reflex iv o s,
y
lo
y
p
nos
lo s o b r e r o s
s a c r i f i c i o * ', y
to d a s la . v io le n c ia s y h ru
lo s
la
la b a ta lla .
N o o b r a r a s í, s e r ia
de
d
ha
h a c e b rilla r
h arán
de
c u e s tio n e s
fe ria
■ a c io n e s
den
fa rz a n te s
al
de
á
re v o lu c io n a rio
sabios
/.o s
h a r ía n
b a ja d o re s
d .s p e c h o d e
pasada
F ra n c ia
d
caso
de
m e jo re s d is p u e s to s a s o s te n e r lo
m ism o
p u e r to s
v e n ta ja
n u e s tro s d ía s
¡ r la tá n
L o
y á
en
o lv id a r
su s
ta ü d a d e s .
re p ro d u c id o
lo s
L a pequeña
en
tu e rz a
s
c o n v e rtirs e
la
p ara
p ro p ó s ito
d e l m a l re s u lta d o
h u e lg a , s o s te n d rá n
c o n d ic io n e s
i
e c o n ó m ic o ,
1 te rre n o
ita c ió n
la
so b re
rp o ra tiv a
ita
d e c id id o
c u r r i r á u n m o v im ie n to g e n e r a l e n
s u ú ltim a
c o n d ii
tie n e
g re m io
g a r s e e l a : t u a l e s t a d o d e s itio .
ocho
dos
e lla
te rre n o
se
su
A l e fe c to , y c o m o r e v a n c h a
a g ita c ió n
e s te
e je m p lb d e e x c e le n te s d is p o s ic io n e s
lu c h a , h a e x p r e s a d o
te lg a ).
La
s ie m p re ,
c o n tra
g re m io .
’
N a d ie p u e d e , p u e s , v a c ila r e n
ilu s tr a r n u e s tn
im á g e n e s
g o lp e s
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Prorr0.
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P ea c P° r i
La Acción Socialista
P eriódico
(Mi la ,
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S in d ica lista R e vo lu cio n a rio
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Aparece el 11 y 21 de cada m es
Redacción y Administración: ^MÉJICO 2070
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la» n°*eJ,drf;
le
E l E stad o de sitio
y e l m ovim iento obrero
Es de todos conocida la historia de los
acontecimientos. Basta recordar que á raiz
del movimiento de los trabajadores de los
puertos, marineros y foguistas de la nave­
gación, carreros y parte de los ferrocarriles,
solidarizados en un grande y armonioso abra­
zo, reclamando con energía y decisión, un
mejoramiento de las condiciones de trabajo y
respecto á los derechos conquistados, el capi­
talismo argentino, conmovido en sus bases,
amenazado en su vida, impedido en su obra
de explotación desmedida é inhumana, recurre
á la fuerza del Estado, y obtiene la implan­
tación del estado de sitio, la supresión de los
derechos y garantías de libertad de acción de
que se goza en épocas normales, cuando su
ejercicio no incomoda mayormente la estabi­
lidad y continuidad de la explotación capita­
lista.
El propósito era bien claro: ahogar bajo
cualquier forma y con cualquier medio la te­
naz é inquebrantable resistencia de los tra­
bajadores, que defendían sus intereses y su
dignidad.
Con la complacencia manifiesta del Parla­
mento, titulada representación del pueblo; con
el silencio y la inactividad de las fracciones
políticas, que se disputan á diario el poder
para «hacer bien», el gobierno, con rapidez
é impudicia increíble, acude en defensa de los
intereses capitalistas, amenazados por la re­
belión obrera, decreta é implanta el imperio
de la mordaza, continúa la ya iniciada persecusión á los trabajadores organizados, y en
lucha; suprime con brutalidad ó con exigen­
cias ridiculas la prensa obrera; prohíbe é im­
pide en absoluto toda reunión obrera; encar­
cela y ■destierra á los elementos que por su
actividad puedan inspirar la resistencia obrera.
Todo se hace en nombre del «orden pú­
blico» amenazado. A s í se ahogan las manifes­
taciones de vida de la clase obrera, y se de­
fiende y proteje los intereses capitalistas del
ataque vigoroso que le llevaba el proleta­
riado.
Las medidas de fuerza del Estado se re­
visten nuevamente con el «atrapa bobos» de
«orden público». Y no podía pedirse, ni es
perarse otra cosa. La misión del E stad o es
la de defender al capitalismo y enmascarar esa
defensa.
El procedimiento no es nuevo. En el bre­
ve transcurso de menos de tres años se de­
creta, por el mismo motivo y con el mismo
propósito, tres veces el estado de sitio.
Es un procedimiento que por sus efectos
ya indica que es un recurso de fuerza, que
la clase gobernante adopta, cuando con él
anule ó neutralice la fuerza combativa de los
trabajadores.
Los hechos ocurridos lo demuestran.
Cuando el ejercicio de la huelga asume
proporciones grandiosas, amenazantes para el
capitalismo, por su extensión é intensidad, y
paraliza rápida y profundamente la vida eco­
nómica, deteniendo el proceso de la produc­
ción y del transporte— como en efecto suce­
dió— entonces, para la conservación y conti­
nuidad de la ganancia, se impone que de
cualquier modo se continúe el trabajo.
Si los obreros no ceden, la fuerza del Es­
tado se pone en movimiento para que cedan.
Se trata sencillamente de un procedimien­
to de guerra de clases, del uso de un medio
que posee la burguesía, y del cual hará uso
hasta tanto pueda obtener el fin propuesto, y
hasta que los obreros no consigan neutrali­
zarlo ó inutizarlo.
Es un acto de la lucha de clases.
Con esas medidas el E stado— que la inte­
resada enseñanza ha hecho considerar como
la potencia tuteladora de los intereses gene­
rales, de todos; como el padre amoroso é im. parcial que con la más buena voluntad vijila
y salvaguarda á todos— se ha evidenciado,
una vez más, con su actitud resueltamente
hostil hacia el movimiento obrero, en su pa­
pel de instrumento del patronato.
Siguiendo la encadenación lógica de los he­
chos se pone de manifiesto que el patronato
cuando se ve acosado por la fuerza de la or­
ganización obrera, y no la puede dominar
con sus recursos habituales, con la simple re­
sistencia, recurre á su defensor natural, el
Estado, que tiene medios y coarta la libertad
de acción, impide á los trabajadores el ejer­
cicio práctico del derecho de la huelga.
La inercia concertada de los brazos obre­
ros, á veces llega á asumir tal fuerza que la
simple resistencia patronal no logra vencer.
Los brazos obreros en reposo vencen por
un momento y dan la impresión rápida y pro­
funda de la potencia que encierran, poniendo
en ridículo las propaladas mentiras de los ca­
pitalistas y sus asalariados sostenedores, de
que «los capitales son la base y el factor in­
dispensable de la vida social.»
Eso sucedió en ocasión ae la huelga que
motivó el estado de sitio.
Pero, la ruda realidad, la siempre iecunda
realidad, con soberbia indómita desmentía
tantas y tan interesadas mentiras.
El brazo vigoroso del mocetón-proletario
se ensayaba, y veia con asombro que él, tam­
bién era capaz de asestar sonoros bofetones al
matón burgués, propalador de temeridades y aventuras, pretendido indispensable para la
vida de todos.
La farsa estaba al descubierto. Las entradas
que el esfuerzo obrero hace afluir diariamente
á las cajas patronales, eran interrumpidas en
su curso; el prestigio del capital tambaleaba.
Era necesario, para la conservación y de­
fensa capitalista, que la situación creada por
la rebelión obrera terminara, pero, sin ceder
nada á los productores.
Se qi.ería la continuidad de la ganancia, y
esto exigía como condición prévia é indispen­
sable, la continuidad de /a producción y del
transporte.
¿Cómo conseguirlo? L a resistencia patronal
no era suficiente. Ella, por el contrario, anula­
ba su misma vida.
El Estado no es un órgano inútil para los
capitalistas. Con su fuerza sirve para aplastar
la resistencia obrera. Y esto tuvo su sanción
práctica.
El pensamiento y la acción, la vida de los
trabajadores fué puesta á merced de los ó r­
ganos ejecutivos de la burguesía; las huelgas
sofocadas é impedidas.
¿Qué hicieron los partidos políticos, ante esta
supresión de derechos elementales?
¿Qué actitud tomaron, los que tanto decla­
man á las libres
libertades de la Constitu­
ción de este país, al verlas desconocidas y pi­
soteadas?
Hicieron lo que era lógico que hicieran,
como elementos ó fracciones de una misma
clase: la burguesía.
>
Frente al movimiento obrero, que atacaba
el provecho capitalista, los unos (los más in­
mediatamente afectados) se defendieron acti­
vamente; y los otros (los menos perjudicados
materialmente) permanecieron en una pasivi­
dad tolerante, porque veían en el movimiento
obrero, un movimiento de clase, del cual siem­
pre temen su extensión y desarrollo.
El respeto á las libertades «conquistadas
por los próceres de la independencia» fué ol­
vidado porqué así convenía.
Los intereses materiales ponían en fuga to­
das las ideologías jurídicas, políticas, patrio­
tas, etc. . . .
Los hechos venían á demostrar que la lucha
de los partidos políticos era para escalar los
poderes públicos, desde donde mandar, espe­
cular y defender la estabilidad de la sociedad
actual.
¿Contra quienes se ejerció la más intensa é
inicua persecusión?
Los actos gubernativos, por intermedio de
uno de sus instrumentos, la policía, hicieron
sentir su rigor á las organizaciones obreras y
los miembros que por su actividad se des­
tacan.
Las reuniones gremiales absolutamente p ro ­
hibidas; los secretarios de los sindicatos, en ­
carcelados, perseguidos ó molestados; los lo­
cales clausurados; las huelgas y toda la ac­
tividad de los sindicatos obreros impedida ó
sofocada, como si se tratara de una manifesta­
ción de peligrosa delincuencia.
A los partidos políticos se les permitieron
reuniones, conferencias, trabajos electorales y
administrativos. De esto no se excluyó ni al
mismo Partido Socialista, que siempre fué con­
siderado como un partido subversivo.
Si este último hecho no tuviera una expli­
cación positiva, diríamos que solo se debe á
la deferencia que el «compañero» Quintana
tiene para con los compañeros socialistas del
programa mínimo.
La verdad es, que todos los partidos polí­
ticos que se desarrollan y accionan solo en el
terreno de la legalidad burguesa, en el cam­
po electoral, contribuyendo al funcionamiento
regular de las instituciones políticas, no pue­
den detrimentar ni entorpecer; no realizan obra
revolucionaria.
La acción de los partidos, así considerada,
no podía, ni aun durante el estado de sitio,
incomodar el proceso de la producción, ni el
funcionamiento de la máquina Estado. Y hu­
biera sido una torpeza, una falta de sentido,
si la clase gobernante hubiese obstaculizado
las inofensivas manifestaciones de los parti­
dos.
Esta diversidad de tratamiento, según fue­
ran partidos políticos ó sindicatos obreros, in­
dica claramente que ia fu erza real y efectiva
que puede amenazar y que trastorna la pro
ducción capitalista, r e s i d e e n i . os s i n d i c a ­
t o s o b r e r o s (sea socialista ó anárquica la
ideología con que se revistan) y nó en los
núcleos político-electorales de un partido, aun
cuando este tenga una ideología revoluciona­
ria.
Se sabe perfectamente que las manifestacio­
nes de los partidos no afectan el funcionamien­
to del centro del sistema (la producción), pues­
to que se exteriorizan al través, y por interme. dio de mecanismos (elecciones, parlamento,
municipios etc.) propios de la sociedad bur­
guesa.
Los sindicatos obreros agrupan á los indi­
viduos por sus intereses; los partidos políti­
cos por sus ideas. Y es una enseñanza ele­
mental que nos proporciona el materialismo
histórico, y la práctica diaria, que tiene más
eficacia y más profundidad la acción á base
de interés, que á base de ideas.
Los movimientos de los grupos que se ri­
gen por su interés son capaces de provocar
transformaciones, desplazar un estado de co­
sas.
Los sindicatos obreros son instituciones nue­
vas, que aparecen en pleno mundo burgués, y
que se desarrollan en una esfera aparte de su
influencia, adquiriendo una independencia ab­
soluta, un carácter propio, y escapando á to­
da influencia gubernativa, á toda ingerencia
del poder.
Se entiende que hablamos de los sindicatos
de obreros revolucionarios.
Ellos son una amenaza inmediata y futura,
para la estabilidad del mundo burgués.
Los sindicatos obreros manifiestan su acti­
vidad en el campo de la producción— base y
vida de la burguesía— ; y los efectos inmedia­
tos y reales de su acción se hacen sentir en
perjuicio de la ganancia capitalista, de la au­
toridad patronal, y del prestigio del Estado.
Esa actividad, esa lucha contra el patrona­
to y contra el Estado se traduce, para los tra­
bajadores, en un a j mentó de bienestar (por
las mejoras que se conquistan); en un aumen­
to de conciencia (por la agudeza y claridad
de los antagonismos sociales que se manifies­
tan en los conflictos); y en un aumento de
fuerza y capacidad (por el ejercicio y la ex­
periencia diaria) revolucionaria de la m sa
obrera.
Como consecuencia lógica de esta actividad
diaria, el sindicato obrero se desarrolla, se agi­
ganta como organismo nuevo. Eso solo, no es
una amenaza, sino una realización progresiva
de la amenaza que está irguiéndose frente
al mundo de la explotación.
Es una cuestión de vida y de predominio
entre dos organismos antagónicos é irreconci­
liables.
Las instituciones burguesas erigidas en nom­
bre y para la defensa de la sociedad capita­
lista.
Las instituciones obreras erigiéndose por y
para la defensa de los intereses de los traba­
jadores, en focos, núcleos activos, de un nue­
vo mundo social.
Los sindicatos obreros organizan la rebe­
lión obrera, desarrollan su acción directamen­
te, prescindiendo de todos los partidos y po­
deres, de toda influencia extraña y de toda
tutela que no sea la que emane de sus pro­
pias conveniencias.
Esto, explica suficientemente, el porqué de
la persecución gubernativa, la lucha manifies­
ta ú oculta que el Estado burgués realiza con­
tra las organizaciones obreras revolucionarias.
Recordemos que la lueba desarrolla, forti­
fica, agiganta, capacita y transforma.
B a r t o l o m é B o s io .
p r e p a r é m
o n o s
Con el recrudecimiento vigoroso de la acti­
vidad obrera, viene á presentarse la posibilidad
de que la burguesía insista en utilizar el esta­
do de sitio, como medio de defensa y salva­
guardia de sus provechos.
Así lo deja prever su conducta anterior,
y así lo insinúa L a Nación del 24 del corriente
en un artículo titulado Las huelgas.
Pero no debe preocuparnos el grado de
posibilidad que exista en la sanción ó 110 del
estado de sitio. Debe bastarnos con saber que
es posible 6 se tiene el propósito de decre­
tarlo, para aceptar la existencia de un proble­
ma de urgente resolución.
Ante esa amenaza contra el actual movi­
miento huelguista que sin duda alguna está
destinado á tomar mayores proporcione», la
clase obrera organizada, suficientemente alec­
cionada con las enseñanzas de un pasado muy
próximo, no puede permanecer muda y des­
preocupada. No puede cometer el grave error
de disponerse A !a defensa cuando ya el ata­
que se lia realizado, cuando las medidas del
enemigo dificultan en mucho su acción amplia
y profunda de resistencia.
Esa falta de previsión ha sido una de las
causas principales que han concurrido á deb
litar en mucho todo acto de defensa realizad
por los trabajadores del país.
Es indispensable, pues, no caer en los mis­
mos errores de ayer, si es que tenemos con­
ciencia de ellos.
Ante esa amenaza de un nuevo golpe, los
trabajadores organizados deben disponerse des­
de ya á la defensa, á la resistencia obstinada
con todo el apasionamiento y la energía re­
querida. Deben expresar clara y terminante­
mente su decidido propósito de contestar á
un ataque reiterado del enemigo, no con el
silencio que es humillación y cobardía, sino con
la acción llevada hasta su grado mayor de
potencialidad, caldeada con todos los enconos
y robustecida con todos los recursos eficaces.
Es necesario convencerse una vez por todas:
las medidas de fuerza de la burguesía tienen
su razón de ser en ia conveniencia bien calcu­
lada de sus intereses de clases. Obra agresi­
vamente contra el movimiento obrero, porque
ese movimiento obrero la perjudica, la moles­
ta. Siente, pues, la vital necesidad de contra­
rrestar sus efectos, y como hasta ahora su
conducta agresiva le ha producido ese resul­
tado, persistirá en ella mientras así le con­
venga. Una vez más declarará el estado de
sitio, si el estado de sitio le ofrece la posibi­
lidad de contener la acción leivindicadora de
las masas obreras.
Y no se pretenda variar su conducta re­
cordándole las santas disposiciones de la santa
constitución, los deberes que impone el respeto
de las libertades públicas, las exigencias de la
cultura cívica, ó el ejemplo de las burguesías
de otras regiones empeñadas hasta en propi­
ciar la organización obrera, porque todaa es­
tas son pamplinas de pobres zonzos extravia­
dos en el laberinto embrutecedor de ideologías
sofísticas. Porque todas estas son pamplinas
de las que no hará caso una burguesía que
sepa inspirar su conducta en la concepción
realística de sus intereses.
Una vez más debemos de repetir lo que ya
tenemos manifestado en varias ocasiones: los
conflictos de clase siendo el fruto del antago­
nismo irreductible de los dos contendientes
(proletariado y burguesía) que hoy se dispu­
tan el gobierno social, solo pueden solucio­
narse por la fuerza, por la victoria de uno ú
otro de los adversarios obtenida en la medida
de la mayor capacidad desplegada en cada
emergencia de la lucha. Otra solución real y
positiva no existe. La inobservancia sacrilega
de las libérrimas constituciones, el irrespeto
hereje de las libertades públicas y de la cul­
tura cívica, solo pueden preocupar á quienes
no tienen un provecho capitalista que defender
ó una reivindicación de clase que conquistar.
Por eso la clase trabajadora del país solo
se verá libre de las amenazas de estado de sitio,
solo verá respetado su movimiento sindical,
cuando haya hecho ineficaz aquellas medidas
violentas y cuando haya conquistado una efec­
tiva libertad de acción.
Para ello, es indispensable hacerle palpar,
dolorosamente, á la burguesía la inconvenien­
cia del estado de sitio. Para ello es indispen­
sable hacerle comprender con hechos, y no
con el ruido de palabras, que sus medidas
reaccionarias van á dejar de producir sus efec­
tos anteriores. Que á estas no sucederá la
calma, la quietud de la inactividad proletaria
como ha ocurrido hasta el presente. Que de­
cretado el estado de sitio para contener, para
ahogar el movimiento obrero, en adelante sus
efectos serán distintos, y que su sanción tendrá
por resultados recrudecer ese movimiento obre­
ro, provocar su generalización, llevarle A ex­
tremos peligrosos en potente manifestación de
fuerza, de resistencia, de represalia obrera.
Y cuando la burguesía sepa, por haberlo
aprendido en una dura y ejemplar lección,
que sus estados de sitio ya no tienen la efi­
cacia de salvarla de las majaderías proletarias,
y sí, por el contrario, de hacerla más intensa,
ella será la primera en renunciar A toda ve­
leidad reaccionaria, ella será la primera en
descartar de sus actos de clase, la sanción de
la ley marcial. Y esto, no porque nuestra bur­
guesía se hubiera convertido de bárbara en
civilizada, como parece creerlo algunos buenos
socialistas, sino sencillamente porque verá en
una tal actitud de tolerancia, la más conve­
niente satisfacción á sus intereses de clase.
En tal sentida, los trabajadores del país de­
ben contestar á la amenaza de un nuevo esta
do de sitio, con la enérgica y decidida ame­
naza de una huelga general.
Así lo ha entendido muy oportunamente, el
Comité de la Huelga General de la F. O. R. A.
y de de la L1. (L de T . al recabar de las
organizaciones obreras cual sería su actitud en
caso ile sancionarse de nuevo el estado de si­
tio. Y al respecto se han pronunciado los
principales grem ios manifestando unánimemen­
te que irian A la huelga general.
Pero esta amenaza debe tomar todos los
caracteres de una intensa, de una enconada
L A ACCION SOCIALISTA
agitación para que ella produzca sus efectos
morales, no solo sobre todo el proletariado
del país apasionándolo, disponiéndolo á la
lucha, sino también sobre el propio ánimo d e h
clase capitalista.
Los trabajadores tienen el deber ineludible
y sagrado de defender su m ovim iento obrero,
y esto solo lo podrán realizar manifestando
la firme voluntad de responder sin vacilacio­
nes á todas las exigencias de la gu erra que
sostienen con su enem igo á muerte, la bur­
guesía.
Y con muchas probabilidades, bien pudiera
ser que el enérgico propósito de contestar al
estado de sitio con un m ovim iento general y
por tiempo indeterminado, tuviera la eficacia
de conducir á la clase contraria por un camino
de conveniente y calculada tolerancia.
----Regalos de la Dem ocracia
fin q u é te
E llo s criticab an no lu cu alid ad , sino la ca n ­
G ranval, e t c .. .. los mismos del sindicatoam atidad; 110 el contenido, sino el volum en.
rillo. Los alimentos, aseguran, serán d e pri­
Muy en breve iniciarem os una «enquéte» íoh
A si, por ejem plo, (iu esd e y M illerand acep te
mera calidad — ¡como el trato! -al precio más
el valor, la im portancia y el papel de la
batí igu alm en te las reform as que h oy con ­
equitativo, -com o el jornal..
den a el p roletariad o revolu cion ario, G u esu e,
gan ización en el m ovim iento obrero. P a r a ?
N o dicen las promesas si com erán allí los
revolu cion ario, aprobaba aqu ellos Consejos
revista un carácter práctico, requeriremos
días de huelga y s i . . . será prudente
del trabajo, que M illerand, reform ista, b aoia
prim era linea la opinión de los trabajado'”
Pero no irán los obreros; han visto la tram­
in stitu id o ..
,
que vienen luchando y vivien d o en la orga *
pa, conocen, la dama filantropía, con atavio vis­
Y tíl m ism o G u esd e p resen ta b a a la la m a r a
zación, por con sid erar que ellos pueden trae’
un p royecto de le y sobre arb itraje o b lig a to ­
toso y descuidados dessous. «Progreso de la
la im presión más real del m ovim iento.
f
rio en poco d iferen te del p ro y e c to q u e nliu eBoca» inició una campaña en favor de los
A sí, pues, nuestra «enquéte» se dirigjr ¿
rand tentó de h acer sancionar por el I ar*
fonderos del puerto, pobres diablos unos, que
lam en to. G u esd e concebía, en su con secu encia,
especial á los secretarios de organización'”
fían durante la huelga y si bien son patro­
las reform as en m odo id én ticas á M illerand.
obreras; y ped irem os, para más ilustración 1
nes, solo lo son de sus cacerolas.
N o era sobre su sígn ilicad o Intim o que su rg ía
opinión de propagan d istas y otras persona!
Una señora argentina en tregó á Mr. E spi­ el d esacuerdo entre los dos cam peon es del so­
que vienen actuan do y estudiando en el nio
nosa 200.000 pesos para ser distribuidos en
cialism o, pero si, sobre el núm ero y la exten vim iento ob rero y socialista del país.
esta forma: 100.000 $ para la fundación ije , sión de estas re fo rm a s.
E stá dem ás hacer n otar la importancia
una Universidad católica (¡necesidad sentida!)
11
pueda tener esto, en la clarificación del crite.
50.000 para el sem inario concilio; 50.000 pa­
E l sin d icalism o rev o lu cio n ario d eterm in a
rio que se ten ga sobre el asunto.
ra los circuios de obreros, empleando con pre­
una orientación m uy d iversa de la acción so ­
ferencia esta suma en la construcción de casas
----c ia lista . N o se trata m ás de h ab lar com o so­
para obreros, alquilándoselas de manera que
cialistas para lu ego h ab lar com o d em ócratas:se
más adelante puedan ser propietarios.
debe hablar y obrar en un m ism o modo, Si
L os filósofos del home han dicho que *la
no, las palabras socialistas vuelan y qu ed an
casa d el obrero a l obrero es e l mejor gaje y
los actos dem ocráticos.
(E l E stad o de sitio fué una medida anti­
S e r socialista sign ifica obrar com o so cia lista ,
seguridad de paz.»
constitucional. . . . los derechos que acuerda
es decir crear una rea lid ad d iferen te á a q u e lla
Bajo la dirección de las hermanas de San
la carta o rg án ica d e la nación fueron desco­
V icente de Paul que acaban de llegar de E u ­ que nos circunda. L a organ ización de la vid a
puede asum ir un ca rácter so cia lista , com o un
nocidos y p is o te a d o s. . . . no h ay espíritu de­
ropa, ex-profeso y presididas por una señora
carácte r dem ocrático ó con servad or, ó re a ccio ­
m ocrático en los g o b e rn a n te s. . . . la burguesía
argentina, se ha fundado la sociedad «Ampa­
nario.
ha pisoteado la leg a lid a d . . . . es una clase
ro de las obreras» con el fin de desenvolver
E l problem a consiste, precisam ente, en de­
inculta, ignorante, b r u t a l . . . etc., e t c .)
una acción moralizadora extraordinaria, dice
finir bien el v erdadero ca rácter que re v iste
( í* Vanguardia
«El D iario»,
cada acción.
To dos conocen el grad o de ternura que
A q u e lla s reform as, que com o en el ejem plo
N o podem os, ni debem os adoptar para la
de los C o n sejo s del trabajo, tienden á lesio­
las señoras del pais de cierta posición social,
nar la lucha de ciases, á d estru ir ei e sp íritu
explicación de los hechos últim os, argumentos
tienen para la obrera. Esta última sabe que
d e índole sentim ental ó legal, com o lo ha
jamás una m iiada simpática, ni siquiera curio­ de rebelión en el corazón del proletariad o, se ­
rán reform as d em ocráticas, p ero son c ie rta ­
hecho más d e un com pañero, y com o lo he­
sa, acarició su rostro al rozar en la acera,
m ente a n ti-so cia lista s.
m os visto exp resado en editoriales d e nuestro
con opulentas matronas. L a atraerá más segura­
P o r el con trario, es so cia lista tod a reform a
órgan o central «La V an gu ardia».
mente un perro cualquiera, haciendo travesu­
que facilita la acción autón om a de la clase
ras, que una mujer sin som brero.
Para unos, las m edidas gu b ern ativas son
trabajadora, que d esarrolla la con cien cia del
Sin em bargo, acaban de com prar para ellas,
una flagrante violación d e la ca rta fundamen­
antagonism o de la s clases, que d ism in u ye el
las obreras, con ó sin trabajo, un edificio que
tal del país, de la fam osa y nunca bastante
dom inio de la a ctivid ad del E stad o, que d eja
valía 1 millón y 1/2 de pesos y fué dejado
lib re el cam po al con flicto social. E11 este sen ­
ponderada Constitución: son torpes y arbitra­
tido se puede decir que e x iste un «reform ism o
á la sociedad por doscientos mil ¡que pichin­
rias violaciones de la legislación , d e la legali­
revolucionario».
cha! T ien e dorm itorios con ventilación inme­
dad, un caso d e dictadura, d e m a l gobierno!
L o s so cia lista s del viejo e stilo no te­
jorable, salones, salas de baño y sobre todo—
Para otros, es efecto del espíritu criollo de
dic_- «El Diario» — una m agnífica capilla don­ nían un concepto preciso de todo esto. ¡ L o s
que está em papada la b u rgu esía, de la falta
«revolucionarios», aunque p red icand o la lu ­
de predicará el padre Laphitz. E l «Amparo»
de modernidad de criterio, una manifestación
cha de ia ciase y h abland o de revolu ción , o b ra ­
establecerá grandes talleres de lavado y plan­
de incultura de nuestra clase d irigen te, que
ban segú n crite rio s d e m o c rá tic o s!
chado para grandes hoteles y particulares; se
no sabe tom ar ejem plo en la cu ltu ra y en el
E llo s no podían hacer de otra m anera, por­
com pondrá, confeccionará ropa para afuera.
que su revolu cion arism o era puram en te v e r­
m odo de proceder de las b u rgu esías de NorLas obreras con trabajo que quieran ser am­
bal, y porque 110 reconocían ningún v a lo r so­
te-A m érica, In g laterra, etc.
paradas alquilarán cuartos.
cia lista á Jas in stitu cion es proletarias y a tr i­
N o h ay duda de que se trata de un socia­
buían poca im portancia á la acción práctica.
Tam poco dice si no tendrán que mudarse
lism o, «m odern-style*, porqu e d e otro modo
L a con q uista del elector era su única p reocu ­
por huelga.
no se exp lica com o pueda echarse por tierra
pación, y ia lu ch a de clases se reso lvía p a ra
Cabe concluir con las palabras de Schulzetoda una concepción orgán ica, com o la con­
ellos en una batalla electoral.
D eliztch: «Insistamos para llevar la cuestión
cepción m aterialista, y v o lve r de nuevo á l a ;
E l balance del socialism o revolu cion ario tra ­
del dom inio de las tendencias humanitarias al
concepciones idealistas, m ás ó m énos manifies­
dicional se cierrra con la b an carrota de su
terreno económ ico general.»
acción práctica, que no b a producido n in gú n
tas, más ó m enos ocultas, bajo una capa de
Am pliando, diremos nosotros: «del terreno
m odernidad.
efecto específicam ente socialista, y tam bién con
de la dem ocracia al del socialismo.»
la b an carrota de su teoría, Ja cual dem asiado
L a
C o n s titu c ió n
es
lo m e n o s
te n id o
en
ab stracta y por esto m al com pren dida de la
c u e n ta p o r e l p a tr o n a to , c u a n d o la d e fe n s a y
L a b r ie g a .
m asa, h a degenerado en un d ogm a estrech o y
la c o n s e rv a c ió n
d e sus
in te r e s e s le
im p o n e
e sté ril.
EQUÍVOCOS 01 n o s IDEOLOGOS
L a especialidad de las dem ocracias, por
más que quieran justificar su nombre, es te­
ner algunas veces para el pueblo productor,
mimos de madre que adula con el objeto de
hacerse obedecer, y rigores de suegra celosa
cuando resiste. Desarrollándose en círculo vi­
cioso, busca con paliativos, el medio de c o ­
rregir (sin dañarse en demasía) el error que
trae en sí. El respecto á la familia, la propie­
dad, las leyes, 6 una superstición cualquiera,
protestantismo ó catolicism o, son los puntales
en que descansa y que el socialism o trata de
derribar. O bligada en dar vigoroso impulso á
la industria, se acrecenta la miseria por la
intensividad del maqumismo que provoca so­
breproducción, abaratamiento de los artículos,
aumentando el número de desocupados. S ien ­
do el lema de la dem ocracia el tender siem­
pre á m ayor igualdad entre los hombres, el
problem a se torna entónces insoluble: no pudiendo nivelar, solo trata de remediar.
Democracia, aunque deriva de pueblo, es en
verdad gobierno burgués, predom inio del ca­
pital sobre el trabajo; por consiguiente si no
se suprime el gran desigualador á que su exis­
tencia está supeditada, ella miente en sus ac­
tos á los com prom isos que involucra un nom­
bre usurpado. N ivelar sin tocar á la propiedad
es imposible; atenuar apenas; solo puede hacer
acallar un momento los clamores que se ele­
van, alejar el peligro próximo. L o consigue
por medio de obras filantrópicas.
Para asegurar la quietud de los niños albo­
rotados, la madre-democracia fabrica el gran
remedio soporífico; el chupón destinado á en­
gañar el hambre del inocente, que aspira sin
sacar nada, consolándose con el gesto.
En sus arranques filantrópicos, las demo­
cracias utilizan á las mujeres, con ó sin há­
bitos. De antemano aquellas discuten el con­
trato; asegurado el mantenimiento, la mora­
u n a a c c ió n in m e d ia ta .
S i la
c o n s titu c ió n no
da, la capilla, se encargan de distribuir igual
III
e s p e c i f i c a , n o d á v i s o s d e leg alid ad á u n a m e ­
beneficio temporariamente, durante algunos
L o s obreros revolucion arios, o rg an izad os en
d i d a g u b e r n a t i v a , e l a p e g o á l o e s t a t u i d o , á lo
días ú horas, en salas-cunas, refugios, asilos,
su s liga s de resisten cia, d espu és de haber su ­
c o d ific a d o , n o lle g a h a s ta e l e x tr e m o d e q u e
talleres, donde vienen á estrellarse los más
frido los a taq ues de un gobiern o dem ocrático,
la c la s e p a tro n a l y g u b e r n a m e n ta l s e d e te n g a
U na gu erra sin cu artel ha sido d eclarad a
débiles, los impotentes, que la marejada in­
y a saben ahora qué m edios deben em p lear en
y
a m o ld e
su s
a c to s á
lo s d ic ta d o s
d e la
al socialism o obrero. T o dos los propietarios
la lu ch a de clase y en la acción p ráctica d es­
dustrial desecha y arroja sin pan, sin abrigo,
C o n s t i t u c i ó n . L a a d o r a c i ó n , e l r e s p e t o p o r lo
de fórm ulas anticu adas se levan tan en su con­
arro lla d a p or su s asociaciones económ icas.
sin techo, á merced de la desesperación.
tra , denunciando la «degeneración sin d ica ­
c o d ific a d o n o lle g a h a s ta a s u m ir e s e c a rá c te r,
P a ra com batir el capitalism o y d em oler el
E s obra de la mujer pues, dar á estas ins­ lista».
e s p e c ia lm e n te c u a n d o
a s í n o c o n v ie n e
á lo s
E stad o, para form ar la conciencia so cia lis­
tituciones un carácter lorzoso de proselitism o.
L o que turba á estos ca b a llero s del d ogm a
g o b e rn a n te s
y b u r g u e s ía ;
lo
ta y d esarrollar la ca p acid a d in telectu al de los
contrario
sería
E s innecesario dictarle su conducta; el interés
es la prep on deran cia dad a por el sin d icalis­ obreros, e l sin d icato es el in strum en to n atu ral
una
n e g a c ió n
d e l p ro c es
natural de las
de conservación de su clase se la dicta. In tu i­ mo revolu cion ario á la acción práctica. D e s ­
cosas.
y p tin cip al. E l o rg an iza la lu ch a. Y solam en te
tivam ente ella sabe que, de un sublevado d e­ de el m om ento que la clase obrera está decidi­ la lu ch a m antiene v iv o el esp irito de resisten ­
L o s a c t o s i n d i v i d u a l e s , c o l e c t i v o s ó d e c la ­
be devolver á la sociedad un resignado, si
da á sacar ú n icam ente de su propia e x p e ­ cia . Y esta es la su stancia del socialism o.
s e , d e ja r ía n d e te n e r u n a b a s e r e a l, u n fo n d o
rien cia la s reglas de conducta, q uiere decirposible, es un agradecido; soldados distraídos
E o s teóricos pueden con tin uar contraponien­
que ha llegado á su propia m adurez, y en v ir­
in te re s a d o , q u e re s p o n d ie ra á n e c e s id a d e s
in ­
al enem igo, inertes para contingencias futuras.
do a la acción d irecta del sin d icato, Ja con­
m e d ia ta s ó m e d ia ta s.
tud de lo cual ellos sienten que su función de
qu ista de lo s poderes pú b licos y la p olítica
Pero, el interés es tan anclado en la socie­
tu tores e stá por term inar. L a acción m atará
L a burguesía argen tina, com o clase patronal
electoral pero ahora los obreros saben q u e ca­
dad capitalista, que los huevos filantrópicos
á la frase.
m ino deben segu ir. E llo s uo con fian m as que
y dom inante, frente al m ovim iento obrero,
no se rompen para nacer, sino bajo presión.
T o d a la origin alid ad del socialism o obrero
veía seriam ente am enazados sus intereses, y
Hpifn 8 1,r.üpias b e r z a s ,e n su s propios sacrificios
E s necesario que la miseria amenaze y amese con creta en el hecho, que el espíritu revolu«
sin detenerse á con siderar la constitucionalidad
08 Cn ,c? niúl1’ en la con cien cia c re ­
naze bien, exhibiéndose en las calles en im po­ donario debe emanar de la acción practica.
ciente de su solidaridad, en su recíproca a yu a6ní , lnconstitucionalidad d e su
proceder,
nente número, que sus clamoreos hayan des­
E l no d esciende del cielo, y a sea este el cielo
t-n.v
. aCf lü.n d ,recta les P ^ e c e el m ejor iiisapeló para
defenderse, d e los
medios y
pertado á los padres demócratas durmiendo en
socialista; no es el fruto de predicaciones a b s­
E ? 0, ? blUalJa
en la s m anos.
tractas. P ero se adquiere, ó m ejor dicho, se
recursos de que d.sponía y d e q u e era capaz.
los sillones parlamentarios; es necesario que
M ientras proporciona la ocasión de probar
R e c u r s o s le g a le s
y re c u rs o s ile g a le s.
R e­
los voceros de las supersticiones hayan estig­ con q uista poco á poco, en la prueba cu otid ia ­
el coraje de lo s com pañeros y d esarrolla el
c u rs o s q u e ie b rin d a b a su c o n s titu c ió n , co m o
m atizado de lo alto de sus esculpidas tribu­ na de la lucha y en el con stan te contacto de
sentim iento de la resp onsabilid ad , e lla m antiela organización: es de la vida que se obtienen
u r s o s q u e le p r e s e n ta b a n la s c irc u n s ta n c ia s .
nas, los agitadores del populacho, los seres
lás ideas y los sentimientos.
“ ' a t a r 10 81 esplrilu «»"»>«iVoy t J S a r e c especialm
ente las fuerzas del Estado!
que se sublevan contra el poder, emblema de
la generosidad y bondad de Dios.
IV
D o n e e I|| g lC ° qU C 3SÍ f u e r a ‘
L a hiCha, ¡m P a rtie n d o de esta prem isa, se com prende
Sin em bargo, algunas veces, basta la vista
Hiii >ji P recisam ente porque la acción del sin ­
más
J
miSma’
la
ad°
pCÍOn
de
los ” ‘ d'° s
fá cilm en te que el sin d icalism o revolucion ario
mas eficaces para vencer, para con seguir el
de un trapo colorado.
d ic a li s m o revolu cion ario, se m an ifiesta sustan
p r o p ó s ,,, pe
¡do
^
| o "m* 5 f ^ d
re v u e lv a todas h s trad icio n ales id eas socia­
Pero el pueblo com prende ya estas cosas,
cialm ente d iversa á la de los socialistas tradi
listas.
descubre las mentiras de los amos que se dió;
L a coherencia entre la práctica y la teoria
2 v 1 h •“ í ' “ ,0d0s los
d' 1»
estos últim os. ¿ Q ue cosa su rgirá de este c o n .
el pan ofrecido gratuitam ente lo irrita.
no es una de aqu ellas verdades q u e se ha
í
h
£
.
‘
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m
?1
y
h‘,mana’
T
lo
1“«
Ultimamente 10.000 desocupados desfilaban
a
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s
t
o
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i
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l
a
s
s
o
c
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e
d
a
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s
d
i
v
i
d
i
d
a
s
e
n
c la ­
S Ch°,?
jJ anifestado
d, ? ; ? ya, SÍdo
d isim ulado y
querido afirm ar. H asta ah o ra se ten ía la cos­
se
h a y a am
con meQOS
m ayo r evid en cia y
ses,
c u y o s in te re s e s s o n
a n ta g ó n ic o * ,
donde
en los barrios más aristocráticos de Londres
tum bre de con trapon er la una á la otra.
clarid ad ?
llevando banderas con estas inscripciones: *N o
ad ivin arlo. N ° debeU,° 8 tra ta r’ por a l— , ¿
¡ V dom inados y
L a acción práctica parecía la negación del
espíritu revolucion ario.
* ----------tan Y quienes son explotados.
P
queremos caridad.» «Pedimos trabajo para no
e
e
?
r
°
1
?
tr0f
a
o
*
i,n
Porta
m
ien
tras
tanto
ha¿
No
reivin
dicab
an
los
reform
istas
para
su
morirnos de hambre.» Antes de disolverse re­
elementa3!
?
813^
‘
nd'
cac‘ones
fundam
entales
y
d istín ter Y la ®x iste n cia de dos m ovim ien tos
ten den cia e x clu siva m en te el m érito de rea­
dactaron la siguiente declaración:
distinto*. Y com o 110 e s e i acuerd o teórico el
porau e pm ”
f o n w >><“"cia s lamentables,
liz
a
r
la
acción
práctica,
de
ocu
parse
de
la
rea­
« Los obreros sin trabajo de Londres proque interesa, sino la unidad de la a S
d
lid ad de la v id a ? ¿ Y los revolu cion arios no
porven ir perm anece obscuro.
’
í e la realidad^Taria.0"116™0’ CntUrbia Ia visi6n
« testan enérgicam ente contra la idea que la
proclam
aban
el
v
a
lo
r
m
uy
secundario
de
la
P
ero
cu
alqu
iera’
que
~fu¿s¿
el
»
« caridad es un rem edio á los males que soacción in m ediata, á la cu al preferían la propa- este conflicto que n osotros cre nm í ?
la ^ u r !u e s / 'tUC'<">n’ t0da ' a *e£ a''d a d escrita de
« portan los desocupados. Piden reconozca el
^ burguesía, no responde siem
siem nre
pre vy exactada teórica?
P e! sin d icalism ^ rev o lu c^ n a rfo 'Í H J K d l
« gobierno el derecho elemental que tiene ca- gan
L o s hom bres p rácticos no
eran re v o lu cio - que temer: él no es el D r o d u c m a !
add
áme? e Í ! U. ' ! ga,Ídad * * * » • reall d el momento
s u s c o n v e n ie n c ia s
« da individuo de ganar su sustento con un
narios, y los revolucion arios no eran de las cepción abstracta, pero si el m o v im f o n E 3. (!0n
m ateriales y sociales de
«■ trabajo honrado, y se haga votar por el Parpersonas practicas.
táueo de las m asas Y si w ñlloH
, espoaPodroue10 lo s íaS- T SC CXP,ÍCa V e
En el fondo, los hom bres «de la realidad» y
teoría, no es igu alm en te
Ut^r una
« lamento grandes trabajos de utilidad naciop u d ie ro n i f a ro n
C o n s titu c ió n n o
los h om bres «del ideal» tenían una m ism a
ga n izá cio n es ° Ua “
d estru ir la s or« nal. L a asamblea declara, además, una gueconcepción d e ]a p r t c t i c .
H
„
, ¡ e n e , su ^
^
q ! e su c J ^
S P r e V C e r C O n e x a « ¡t “ d t o d o lo
« rra sin cuartel al sistema capitalista, que
A s i para los unos como para lo s otros la
E n lin e a *
, c o r .r e r d e
lo s tie m p o s ,
« condena á los obreros honrados á vivir en
E fias ! . ! ! » : multUl,.d proletaria.
acción p ráctica con sistía en cualquier m ejora
le g is la -o n g C n e
es
>n s t > t u y e r o n
su d efen sa,
« la ociosidad y la miseria. »
obtenida, de la cual no se exam inaba ni ’ su
v ictoria v e l í d ? ’ « 2 ! 1 “
ae»tido, q ue la
sS en T e Z r o ? ¿ T '™
y
L a dem ocracia argentina hizo soportar á
índole ni su sign ificad o. L a acción práctica
■ m e ro n
e la b o ra n d o , y
e la b o ra n su
los creadores de la riqueza nacional seis me­
siendo m eritoria,todos indistintam ente podían
ses de estado de sitio en un año, para difi­ aprobarla.
E l movim ie n to o b re ro ,
L o que d ivid ía á los unos de los otros era
cultarles el m edio de pedir y obtener más
c < ? a c i d a d 1p a r <a s u s t i t u i r l o .
X
^ o s fa c to re s.
que no fué previsto con clar id a d , v ie n e ,
salario, jornada más corta, etc., y sim ultánea­ sim plem ente una cuestión de m ás ó de m e­
les -U sfo?nP° il0S trabajadores perm anecen fieprovocar m~a a ° H
actos é instituciones, á
nos. L o s reform istas condicionaban toda la
m ente preparaba apósitos inteligentes para la
transform ación social en la acum ulación de
bra de órden e*s ^
cioliariói cuya paladablem ente la' T ' P.roc?dim ientos que, induherida.
pequeñas m ejoras, en una secu ela de su cesivas
tu los <*«•/ a / ° nstltuc>ón, la legalid ad esetif er¿° peiSOn'11 y ™ ¡6 n
El ministro de hacienda ha concedido tres
reform as.
e s p e c T fic ?
' í
,a SOCiedad b u r g u e s a no
lotes de terreno en el costado oeste del puer________________
H u b z ht L iq a r d b l l i.
A estas reform as los revolu cion arios las
E sto n ó ” 0 m
an> S ° n hechos posteriores,
ó (¿que le costaba?) para cocinas económicas
aceptaban com o á otras tan tas concesiones,
D IF U N D ID
guien do á 1 0 ! % ? ? para q a e nosoü-os, si­
destinada á los trabajadores del puerto. L os
pero dem ostraban su exigu o núm ero é in su fi­
e n ta de i» k adoradores de la legalidad esiniciadores d e . . . . l a cocina, son M ihanovich,
ciencia.
La ftcción Socialista
fensores de ,Ur8ues*a ’ nos convirtam os en deres de la constitución, clam ando por su
H c c íó n p r á c tic a
prdctl
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L a ACCION SOCIALISTA
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™al gobierno!
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manifestación
d irig e n te , que
:u*tUra y en el
uesías de Ñora de un sodade otro modo
arse por tierra
como la conle nuevo á la
nénos manifies’ una capa de
ios tenido en
o la defensa y
>es le impone
onstitución no
dad i unameestatuido, á lo
tremo de que
ital se detenga
iictados de la
respeto por lo
r ese carácter,
onviene á los
ontrario sería
atural de las
¡vos ó de dareal, un fondo
ecesidades ¡o-
medios que deben usar para neutralizar ó
respeto, ni que veamos en su violación la
anular esas medidas de fuerza.
bondad ó la maldad de un gobierno.
Unicamente olvidando el juego de las tuer­
Lo que realmente se vé, es un acto defen­
zas que se agitan en el seno de la sociedad
sivo por parte de la burguesía. Una ruptura
de la legalidad escrita, para defender la lega­ capitalista, se puede atribuir el decreto del
Estado de sitio, las persecuciones, los encar­
lidad real, sus intereses materiales, que para
celamientos/ las medidas contra las organiza­
ella representan la verdadera legalidad.
ciones obreras, á la torpeza, á la falta de
Y también surge una enseñanza para los
cultura, al criollismo ó á la fa lla de 'moder­
trabajadores que aún creen que los actos de
la clase que gobierna, se inspiran en precep­ nidad de la burguesía de este país.
Las clases dominantes, siempre para la de­
tos constitucionales, en fórmulas escritas.
La burguesia ha pisoteado su propia lega­ fensa de sus intereses y de su predominio
social, han organizado esa defensa, formando,
lidad! Bien venido sea el acto. El enseña
creando instituciones con ese propósito.
cuán mentido es el respeto á la constitución.
La defensa, la conservación así se lo exi­
Que los intereses materiales son la determinan­
gía; y es un hecho visible y comprobable,
te real de los actos del patronato y del poder.
que tiene su reproducción en todos los cam­
Jamás demolición más acertada se hizo de
pos de la actividad animal y humana.
la legislación burguesa, que la que realizó
Frente al ataque, ó á la probabilidad, sur­
prácticamente la misma burguesía para la de­
ge inevitablemente la necesidad de la defensa.
fensa de sus intereses.
Y , frente á estos hechos preñados de en­ Frente á la continuidad del ataque ó de la
señanzas y de confirmaciones de nuestra doc­ continuidad de la amenaza, surge inevitable­
mente la necesidad de la organización de la
trina, vamos, acaso, á cometer la torpeza de
defensa.
clamar por el «crimen de lesa Constitución»?
El gobernante personalmente nunca podrá
.■Vamos á ser tan ingénuos, tan cándidos, que
ser el determinante real de los acontecimientos,
nos transformemos en los paladines esforzados
de las medidas. Sólo podrá ser el exponente
de una legalidad escrita?
Lo lógico es que de lo sucedido aprenda­ de todo un momento ó laz de la clase patro­
nal, el instrumento de ejecución inmediata,
mos la manera como hacer respetar nuestros
que defiende los intereses amenazados por la
derechos, conveniencias é intereses, y nó una
acción enérgica del enemigo, de la clase sulegalidad escrita, una constitución que tiene
geta.
nada más que vaguedades, cuando se trata de
Si nos pagamos con términos y adjetivos
los dominados, de los trabajadores.
Cuando vivimos en periodos constituciona­ más ó ménos impresionantes, ó buscamos la
explicación de los hechos pasados (Estado de
les— estamos cansados de verlo —los ciudadanos,
sitio, etc.), en la falta de ciertas cualidades
para quienes se han estatuido las garantías y
cultura, inteligencia etc.), de la burguesía
los derechos, son privados de esos mismos
argentina, caemos en la obscuridad más ab­
derechos de
la tan decantada
libertad.
soluta. Que lo realizado es obra de la mala
Basta recordar las prisiones que efectúa la
policía cuando los ciudadanos, reivindican me­ índole, de la incultura, de la brutalidad, etc.,
de la burguesía. De lo cual resultaría este es­
jores condiciones de vida y de trabajo en las
tupendo descubrimiento: |que la burguesía
fábricas, campos, talleres, en el terreno de la
puede realizar la felicidad del proletariado,
producción.
siempre que los hombres de Estado, se inspi­
La constitución, teóricamente, permitirá, el
ejercicio de derechos elementales de asocia­ raran en el bien, fueran cultos y respetuosos
de los derechos de aquellos á quienes...........
ción, huelga, etc., pero, la conveniencia, el
están explotando diariamente, sumiéndolos en
interés material de la burguesía no lo puede
la más negra miseria!
permitir, por qué se vé lesionada.
Cuando se implanta el Estado de sitio, no
La necesidad de conservar el predominio,
se hace más que intensificar un procedimiento
que diariamente se usa en pleno funciona­ de continuar la explotación, de vivir á expen­
sas de la labor agena y de gobernar, impele
miento constitucional.
á la clase burguesa á organizar su defensa y
Lo que se desprende es bien sencillo: los
á llevar el ataque á la clase que explota,
ciudadanos (trabajadores) son respetados en la
medida que ellos lespeten los intereres mate­ cuando esta se rebela.
La necesidad de conservar su vida y mejo­
riales de la clase pational; es decir, mientras
rarla, de poner término á la explotación de
no usen de esos derechos, para la defensa de
que es objeto, y de capacitarse para gestionar
sus mtereses, como productores.
1.a Constitución es de una elasticidad directamente sus intereses y la producción,
asombrosa. Se amolda á todas las convenien­ sin necesidad de intermediarios, patrones, g o ­
cias de la burguesía; sus apologistas, sus asa­ bernantes é.... intelectuales, impele á la clase
lariados se esmeran poique así sea. Y cuan­ obrera á organizar su defensa inmediata, á
llevar el ataque recio y continuado á la ga­
do no lo consiguen, entonces, se le relega al
nancia capitalista, y á organizar en permanen­
olvido, se le pasa por alto.
cia, la rebelión obrera y el mundo de los
Bien pobie sería nuestra defensa, si recu
rriéramos á cobjarnos bajo su sombra, cuan­ trabajadores que será llamado á sobrevivir al
mundo viejo burgués, y que heredará la g es­
do arrecia el ataque de la burguesía. Llena
tión de la producción.
de conlusiones y de malas enseñanzas sería
Esta es la base de toda la actividad de las
tal actitud para los tiabajadoies.
dos clases en lucha.
La deiensa de los trabajadores no puede
Trabajemos por el desarrollo de la concien­
reposar en el respeto de la Constitución.
cia y de la capacidad proletaria, la fuerza
¡Sería como decir que la legalidad burguesa
es la defensa ó garantía de los derechos ele­ real de transformación social y riámonos de
la burla y d é la sátira anticipada de los ideó­
mentales de los obreros!
Funciona la Constitución, y los trabajado­ logos, aun cuando se titulen socialistas.
res quieren prácticamente usar de los derechos
B. B.
que dicen le acuerda, son oprimidos, perse­
guidos, encarcelados y obstaculizados en mil
iormas. Deja de funcionar la Constitución, se
aumenta el rigor con que eran tratados.
¿De qué modo puede ser respetado el ejer­
cicio práctico de esos derechos?
N uestra concepción socialista y revoluciona­
ria con rapidez fácilm ente perceptible gana
¿Esperando, confiando en el advenimiento
terreno y conquista voluntades.
de un buen y demoo ático gobierno, respetuo­
Se robustece en los paises que cons­
so de la Constitución, tolerante, imparcial,
tituyen su foco y penetra donde imperan las
culto y moderno?
organizaciones obreras de m arcado carácter
Sería la espera de un nuevo Mesías, de un
conservador.
dios social, de una potencia sin Ínteres en las
L a sencillez, la claridad que es su esencia,
contiendas sociales, sin base de vida en la
la profunda verdad que guardan sus premi­
sociedad, de modo que pudiera armonizar á sas y conclusiones como vigorosa filosofía de
todos y con paternal cuidado vigilar para que
la realidad de los hechos, de la experiencia
adquirida, se impone á las mentes proletarias.
la acción, el desarrollo, la actividad de un
Les aclara su horizonte hasta ayer nebuloso;
grupo, ó de una clase no fuera á herir los
les precisa su acción hasta ayer confusa y
intereses de otra y vice versa.
caóLica; les restituye su tesoro, consistente
El Dios de la paz social entre las clases
en la tarea de labrar con sus propias manos
en lucha! El Estado de los ideólogos!
su anhelada em ancipación; les pone al frente
Cuando se pierde el contacto con el mundo
de su propio movimiento; y les plantea el
real y se remonta el vuelo por los espacios
problema de la cuestión social en términos que
infinitos de las teorías, se vá á caer, inevita­
iiaceu depender la solución de sus exclu sivas
blemente, en esas absurdas concepciones.
fuerzas.
En esta form a les infunde confianza y les
El respeto, la garantía de los derechos pa­
ahorra desengaños.
ra la libre acción de los trabajadores, es me
Es así que en los E. U . de Norte A m érica
nester recordarlo bien, solo puede ser obra de
el
sindicalism o revolucionario em pieza á preuna fuerza real que lo imponga; solo los inte­
0
-upar
á los trabajadores, encontrando euturesados pueden conseguirlo.
iastas A inteligentes sostenedores en sus filas.
En una sociedad como la capitalista, en
M is prácticos que otros estos cam aradas han
donde les hombres están divididos en clases,
coavocado un congreso, que inspirándose en
y tienen intereses diversos y opuestos, en
la : mcrpcíón sindicalista del movimiento
donde la lucha para la defensa de esos inte­ o b r e n . tuvo por objeto coordinar y concre­
tar la acción de los elem entos sindicalistas
reses, es una realidad y constituye la vida de
revolucionarios.
esas mismas clases no es posible pedir, ó es­
Ei (L n greso se lia realizado en la gran ciu­
perar que la clase gobernante y dominante
dad de Chicago, desde el 29 de Junio al 3 de
respete el ejercicio de derechos que usados
•i ulio
por la otra clase, le perjudican en sus intere­
Las organizaciones ndberenles se podrían
ses. Sería un tenóineno monstruoso, que indi­ sub'lívidir en varios grujios de acuerdo con
caría en la clase que tal cosa hiciera por pro­ la» tendencias especiales que los informaba:
pia voluntad ó por «el que dirán», la mayor
Kl Club de los obreros industriales, representado
incoherencia, el indicio de incapacidad, una
l> >r lla g erty , anteriorm ente miembro del liár­
telo xicialista americano, y boy afiliado á un
falta manifiesta del más elemental instinto de
nartido obrero independiente del estado de
conservación. Y esto no es posible que suce­
Montana; el grupo del Socialist Labor Partycon
da, jamás en la realidad, sinojtan solo en la
1 laiu d l)u León á la cabeza, quien debido á su
mente de algún ideólogo.
iutegridid, á jiesar de haber, antes del con ­
Una B a ñ a
interpretación puede muy bien
greso, ejercitado una táctica violenta contra
contribuir á que los trabajadores, con el cau­ todas las Trade Union»— jiorque á toda cos­
dal de experirncias adquiridas en la lucha
ta quería la sii|>remacia de Inacción política
diaria, sepan cuales son los motivos verdade­ — negó a ejercitar una gran influencia sobre
ros de las medidas del poder, y cuales los
las decisiones del Congreso; el grujió de las
EL SINDICALISMO EH JO S ESTADOS UNIDOS
danien tales y
lamenrabie*1
sión
rbia la vi
lad escril* ie
re V eXaCU
*del
y s'*cialeSJae
e a*< ción
*0 %
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defen5»'
su
„ n progre'
El m°vi'
* h eSt^1,0
ga,i
lega"
:3 ° v
0de-
-
adhesiones individuales, notable en cuanto
comprendía á Eugenio Debs, el popular obrero
militante, candidato del Social Democratio Party
en las últim as elecciones presidenciales y sobre
cuyo nombre se acumuló el m ayor número
de votos socialistas que hasta ahora haya si­
do dado 4 un solo hombre ((>0(1,OUÜ votos).
A. M. Simons, uno de los primeros cerebros
del socialismo norte-americano, y director de
la interesante International Socialist lleview;
Mother Jones, la valiente luchadora en la
huelga de los mineros; Transntann antiguo
redactor del periódico de la Federación de
los cerveceros, destituido del puesto debido
á los manejos de Jouiper, y como consecuen­
cia de su participación en el m ovim iento sindi­
calista revolucionario.
En fin, el último grupo estaba constituido
por 72 delegados representando á !J1 .OiJU sin­
dicados, cuyas organizaciones la m ayor par­
te son adherentes de la Federación Am erica­
na del Trabajo.
El total de delegados al congreso, sum a­
ba 207 .
El voto se basó en el sistem a de proporcio­
nalidad de manera que un delegado venia á
representar 1000 adherentes.
Se pidió que Jos delegados á título indivi­
dual tuviesen un puesto en las Comisiones y
naturalmente derecho al voto, pero después
de un severo discurso de P orvers contra Jos
intelectuales que pretendían dirigir el m ovi­
miento, el Congreso decidió que solo los dele­
gados de las organizaciones tuviesen cabida
en las comisiones.
Pero fué en los debates sobre las cuestiones
fundam entales puestas á estudio y exam en
del Congreso, que se reveló nítidam ente todo
el progreso alcanzado por la idea y acción
sindicalistas.
Eugenio D ebs afirmó la necesidad de una
nueva organización basada sobre un terreno
más vasto y más en arm onía con Jas necesi­
dades de la clase trabajadora, em peñada en
una lucha de emancipación; luego D aniel De
León, á nombre de su num erosísim o grupo,
pronunció un discurso que fué toda una ver­
dadera revelación.
De León ha sido, durante estos últim os
tiempos, el sostenedor ferviente de ia acción
opolítica-electoral» socialista á la cual so de­
bía subordinar, como factor secundario, el
movimiento de la organización sindical; por el
contrario en el aludido congreso él se ha pro­
nunciado por la suprem acía del sindicato obre­
ro. «La clase capitalista— ha dicho— puede
corromper la papeleta del voto, no así á una
buena organización económica».
Todas las discusiones, en suma, que se pro­
dujeron han dem ostrado como y ¿cuanto la
idea sindicalista se había reforzado eri el con­
vencim iento de sus partidarios, conquistándo­
se la sim patía y voluntad de muchos que an­
tes eran su» adversarios de buena fé.
Al punto de vista de la unidad socialista en
los Estados Unidos, el Congreso sindical de
Chicago es significativo. M ilitantes de los dos
partidos socialistas disidentes, se han recon­
ciliado sobre el terreno del sindicalism o revo­
lucionario.
Dirijiéndose hacia De León, el incansable
campeón del Socialist L a‘>os Parta, Debs, can­
didato del Social- Democrat Part, declaró en
el Congreso:
«Yo me encuentro por completo junto á
aquellos d? quienes lie estado alejado durante
varios años, y estoy bien lejos de aquellos al
lado de los cuales me encontré hasta^esta época
En efecto, Daniel De León es el protagonista
en los E stados Unidos del sindicalism o re­
volucionario, por el cual el partido de Debs
no manifiesta sentim ientos m uy sim páticos.
Vale hacerse notar que la nueva organiza­
ción colocándose abiertam ente en el terreno
revolucionario é inspirándose en el más puro
marxism o, no se adhiere á ningún partido
político.
Y sin rechazar la acción electoral, sus fun­
dadores afirman el rol fundam ental y princi­
pal de la acción desarrollada por las orga­
nizaciones sindicales.
Adem ás, como expresiva y profunda afir­
mación del pensamiento que anim aba al Con­
greso, este ha proclamado la huelga general
como uno de los m ejores medios de acción
del proletariado.
Es asi como con el nombre de Trabajado­
res Industriales del mundo, se ha creado esa
nueva organización que ingresa al movimiento
obrero de los Estados Unidos muy dispuesta
y m uy anim ada del firme propósito de suplan­
tar al viejo trade-unionismo conservador, hoy
encastillado en ia American Federaiión nf Labor.
E sta enorme federación de sindicatos de
oficio, calcada en el tipo de las organizaciones
es inglesas, ha emponzoñado la clase obrera
americana con las estúpidas doctrinas de la
arm onía entre el Capital y el Trabajo.
D urante los últim os años, esta antigua táotica lia proporcionado al proletariado de aquel
pais, derrotas sobre derrotas; io s g e fe s d e i inavimiento se han convertido en los agentes co­
rrom pidos del capitalismo.
Un político burgués, Mark Hanna, les feli­
citó por ser «los lugartenientes obreros del
Capital.»
Y el presidente de la R epública, Roosevelt, en su su mensaje al Congreso Nacional
( 1903) aconsejaba á los trabajadores á organi­
zarse en las trades-uniones, «desde que estos
reco n o cía n la legitim idad de los otros» es d e ­
cir, de los capitalistas.
Bien venida sea, pues, la flamante o rgan i­
zación de los sindicalistas revolucionarios de
N orte-Am érica que dando, á no dudarlo, exac­
to cum plimiento á su hermoso program a de
doctrina y de acción, consiga rejuvenecer con
su poderosa savia revolucionaria, el cuerpo
proletariado am ericano. Y , ojalá, el ejemplo
de estos compañeros tengan el efecto delnducir á nuestros «viejos luchadores» á exam inar
coa más juicio, más reflexión y honestidad lo
que se empeñan en ilustrar y difundir «los
recién venidos»... delito este m uy disculpable
si se tiene en cuenta que son «extrem adam en­
te jóvenes»....
E l movimiento obrero
bespués bel estabo be sitio
Las esperanzas de mayor tranquilidad que
pudiera abrigar la clase dominante, una vez
levantada la capa de plomo del estado de si­
tio, han debido desvanecerse. Nos hallamos
como al jirincipio: en una situación que tiene
todos los caracteres de una verdadera revuel­
ta obrera. iNada hay que induzca á suponer
una diminución de las energías proletarias,
ni mucho menos, un descorazonamiento en la
ardua empresa que realizan por su elevación
económica y política los obreros del país.
¿Y cómo podría ser de otra manera?
Por un lado, subsisten siempre las causas
materiales de los movimientos obreros, es
decir, la inferior situación del proletariado
que trabaja, su natural descontento por una
insuficiente remuneración y una excesiva é in­
humana jornada; del otro, hay un reavivamiento del espíritu rebelde en toda la masa.
Esto es fruto de una luminosa comprobación de
la guerra de clases que se libra en el seno de
las sociedades contemporáneas, que contribuye
á aleccionar á los trabajadores inspirándoles
una moral de lucha y de antagonismo contra
todas las representaciones de la tiranía bur­
guesa.
Este espíritu de rebeldía intensificada que
surge después de un período de opresiones
desmedidas y que se expresa en una súbita é
inmensa sucesión de huelgas, tiene un alcan­
ce poderoso en su interpretación, y que
comjjrueba cuán contradictorias son en ver­
dad, las vandálicas disposiciones del esta­
do contra un movimiento obrero que se ins­
pira en el concepto revolucionario de la lu­
cha de clases, y es determinado por un es­
fuerzo deliberado de sus miembros, en el sen­
tido de conservar sus conquistas, y ampliar­
las y enriquecerlas constantemente.
Con un jiroletariado así, la derrota del or­
den burgués, no es sino cuestión de tiempo.
El alma que lo enciende, es indestructible, y
sólo jiodrá apagarse con la obtención total
de sus grandes anhelos. La burguesia corrom­
pida, de apetitos despreciables, no jjodrá
nunca ojioner la grandeza de un sentimien­
to tan profundo, encendido y creado al amor
de una causa de trascendental justicia y fra­
ternidad.
Si dejamos de un lado el móvil aparentemen­
te material, que impulsa la acción del jiro­
letariado del |>a(s, y penetramos, mediante la
apreciación de sus actos en los últimos años,
la eminente moral revolu ionaria de que ¿1
está investido, jiodremos ciertamente asegurar
que el movimiento obrero en la Argentina tie­
ne un carácter peculiar, que constituye, por
asi decirlo,
su verdadera caracterización,
muy distintiva y alejada de todo móvil estre­
cho y egoísta. Esto lo presenta á la faz de
sus colegas del mundo entero, como ejemplo
á imitarse, en lo que concierne á la elevadísima moral que lo inspira.
Sea por bien las condiciones ambientes, por
la especial y extraña forma en que la represión
burguesa se manifiesta, ó aún más, por la cir­
cunstancia de ser este un país nuevo, singu­
larmente favorecido con un excepcional des­
arrollo de la producción, el hecho es, que
un movimiento de clase más límpido y pro­
gresivo que el que desarrolla entre nosotros es
muy dificil de ser observado en las viejas na
dones europeas.
En el movimiento obrero de la Argentina
no existe esa lémora que se opone al ascenso
triunfal del proletariado en los países euro­
peos, y que se distingue con el nombre de
corpor a iivismo.
Las organizaciones, los sindicatos, han sido
inoculados con una recia y severa propaganda
de clases, agria, si se quiere, pero cuyos Futos sabrosos se recogen en las circunstancias
extraordinarias
en que atravesamos, bajo
una obstinada represión
del estado ca|>italista.
Otro movimiento obrero que no estuviera
insjiirado, mejor dicho, encendido en la llama
d é la revolución social, hubiera restringido sus
manifestaciones, abatido su alma y circuns­
cripto el camjjo de su acción. El nuestro, por
el contrario, siente bajo el peso de la perse­
cución buiguesa, reavivarse su espíritu y des­
arrollarse al infinito ese afán de lucha que lo
lanza constantemente á acrecentar sus reivin­
dicaciones y á manifestarlas m is enérgicani“ nte.
Esto es lo que vemos. Surgidos del estado
de sitio, ile esa abominable violación que el
democratismo burgués de los bárbaros en el
gobierno, se ha inferido á sí mismo, por to­
das jiartes, en todos los límites de nuestro
mundo obrero, advertimos la exuberante flo­
rescencia de nuestros ideales, merced al riego
virtuoso de las persecuciones, de los ostracis­
mos, de los encarcelamientos, de las restric­
ciones sin cuento y sin medida, con que los
odiados gobernantes se lian servido reani­
marlos y darles más amplia y jioderosa vida.
Y ¿qué más manifestaremos?
Nada,
sino es la persuasión
siempre
acrecentada bajo el bárbaro azote de la ti­
ranía, de que es latal, dc.que es necesario, de
que urge converger los esfuerzos proletarios
bácia el centro de nuestras aspiraciones mag
ñas, para desde alli, explotar en un» mani­
festación de tuerza poderosa, incontrarrestable,
P r e c io d e
que hunda para siem pre el ruinoso edificio
b u rgu és, receptáculo de oprobios, de in justi­
cias, de crím enes, entre el estrépito d e las
aclam aciones de un m undo nuevo, esplenden­
te de ju sticia y libertad.
Talabarteros
T erm in ad o el lock out y abiertos los talle*
res, puede decirse con la victoria capitalista,
se reanudó la producción en esta industria. E l
go lp e sufrido po r ambas organizaciones, y por
el grem io en gen eral, habla sido duro. L a i n ­
fluencia moral de este triunfo bu rgu és, sobre
ciertos elem entos obreros, no d ejó de ser ma­
lign am en te poderosa, pero, en general, el es­
píritu de los trabajadores batidos, al v o lver A
la cárcel de la producción revelaba A sim ple
vista el mAs profundo rencor y el más ardo­
roso deseo de una próxim a revancha. E ste es,
p or suerte, generalm ente, el fruto p sico ló gico
que las tiránicas m edidas del capitalism o, en­
cienden en las almas proletarias que pueden ser
reducidas sí, circunstancial y tem poralm ente,
pero no aniquiladas al punto que la fantasía
m ental de alguno s sórdid os bu rgu eses desea­
rían ó pretenden verla.
E l cenáculo capitalista, ha exten dido a xa geradam ente el alcance d e su victoria. E l pro­
pósito de m atar las organ izacion es d e resis­
tencia de una m anera efectiva v real, y que
se m anifestó enseguida en una disposición, con­
fabulada en las regiones lóbregas de su dom i­
nio, se dirigían A castigar con la expulsión y
con la inscripción en la lista n egra A todos
aquellos obreros que efectuaran trabajos de
propagan da en el interior v en el exterior del
establecim iento de su propiedad. Por otro la­
do, con hábil diplom acia, intentaban, m erced
A una prom esa de gratificación, de dudoso
cum plim iento, interesar en el normal funcio­
nam iento de sus fAbricas, A los ob reros de
débiles convicciones, que am edrentados por el
la rgo pato sufrido, no se hallaran dispuestos
A correr con las privaciones inherentes de una
nueva y más prolon gada desocupación.
E l conocim ientc de estos torpes propósitos
capitalistas tuvo por frutos inm ediatos, tina
espontánea con vergencia de los elem entos
obreros conscientes, que se creía derrotados,
efectuado con el propósito francam ente e x ­
p u esto de im posibilitar la im plantación d e la
odiada le y patronal.
L a sim ilitud de opiniones en tre los obreros
talabarteros, fué com pleta; ni las la rga s pri­
vaciones sufridas durante el lock out, ni las
am enazas de una inm inente reproducción del
mismo; ni la segu rid ad de las vejacion es po­
liciales, nada, en fin, fueron obstáculo bastan­
te para enfriar su deliberado deseo de librar
una nueva batalla.
L a asam blea del 12 del corriente fué e x ­
plícita y term inante en ese sentido; A la im ­
plantación del reglam ento interno en los talle­
res, se respondería con la suspensión com ple­
ta del trabajo en los mismos.
E l conflicto se produjo casi inm ediatam ente.
L o s industriales Fernández, Caim ari y C ia.,
O tero y Cia., H ijo s de L u is M arconi, y
U rioste y A b al, fueron los prim eros en fijar
en los m uros de su casa, el brutal docu­
mento.
C om o contestación, el personal com pleto de
las mismas abandonó sus tareas.
D esd e la fecha en que se o rig in ó el conflic­
to, 17 del corriente, hasta hoy, la actitud de
abierta resistencia de los obreros talabarte­
ros no se ha m odificado en nada, A pesar de
todas las amenazas y atropellos infligidos A
sus elem entos, por la policía puesta al serv i­
cio, com o siem pre, del patronato. Sin em bar­
g o , todas estas dem ostraciones y actos de
fuerza, no son suficientes para o b liga r A los
obreros A reanudar las suspendidas tareas, y
no lo harán hasta tanto no sean am pliam en­
te reconocidos p or la lig a patronal sus ofen­
didos derechos.
N o hay para qué d ec ir la im presión d es­
agradable que ha producido esta altiva a cti­
tud de sus obreros, en los dueños de talabar­
tería, que creían haber obtenido una victoria
decisiva con la aplicación del últim o lock out.
E l hecho los ha casi desm oralizado, pues las
circunstancias porque atraviesa esa industria
son totalm ente distintas A las que precedieron
el cierre de los talleres. Entonces, los capita­
listas • que los subscribieron contaban con un
gran stock de productos que les perm itió ha­
cer frente A la dem anda en ese periodo de no
productividad, sin riesgo algu no en cuanto
A la pérdida de la clientela y por lo tanto de
reducción de beneficios. A h ora, no pueden de­
term inarse A clausurar sus puertas, sin correr
el albur de g ra v es riesgos, y esta circunstancia
hace que la sin gu lar solidaridad de que d ie­
ron m uestras en el prim er conflicto con sus
obreros, haya ^ido bastante debilitada.
E n tre los obreros es gen eral la opinión de
que en esta em ergencia la célebre lig a patro­
nal quedará m uy mal parada. Y todo induce
A creer que están en lo cierto, pues A pesar
de haber am enazado con un nuevo lock out,
el hecho es que hasta ahora han dejado en la es­
tacada A las cuatro em presas m encionadas, las
que no saldrán seguram ente del conflicto sino
p or su esfuerzo propio.
E sto es m uy natural, y los obreros no pue­
den m enos que tenerlo en cuenta para pro­
lo n ga r la resistencia hasta el lím ite que les
sea posible. Q uienes aprovechan de la situa­
ción crítica de estos talleres, no pueden ser
sino los dem ás capitalistas del ram o, que g ra ­
cias Ala suspensión del trabajo en las casas huel­
gueadas vien e A acrecer enorm em ente la produ c­
ción en los suyos, y extender de un m odo
rápido é inesperado el cam po de su clientela.
E l lock out, es un arm a de suicidio en las
m anos d el capitalism o, ilógico , contraditorio
con las condiciones substanciales del mismo,
que es el de producir supervalía, provtch o, y
A nadie puede ocurrírsele que el cieiíre de
talleres en una industria dada tenga por con­
secuencia un beneficio para el capitalista que
lo realiza. S u s resultados son pérdida
pro­
ducción, pérdida de m ercado, resurgim iento
victorioso de in dustiiales locales ó extranjeros,
que están siem pre alerta para usqluctuar
en su provecho las condiciones de inferioridad
en que pueden encontrarse sus colegas Iconcu­
rrentes.
S irv a esto de aviso, A los bravos obreros
talabarteros, y con tribu ya A con servad os en
la actitud asum ida, de cuya prolongación pue­
den estar convencidos, d epende la más com ­
pleta d e sus victorias sobre el sórdido y g ro ­
sero capitalism o d e esa industria.
A últim a hora se hablaba de defecciones
en el bando capitalista, y se anunciaba que
una de las más im portantes casas de las pa­
radas, había anunciado el propósito de en ten ­
derse directam ente con sus obreros en huelga.
de estaciones d e que no reciban ca rga para
M ercado y barracas hasta tanto no sea so lu ­
cionado este conflicto.
C om o se ve esta disposición
desm iente la
pretendida no im portancia de la h uelga, y de­
term ina una suspensión de operacion es que no
puede ser más que perjudicial á los intereses
POlt
A S O . . . , ...............
S u s c r ip c ió n
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clara A q u e d eb erá aju starse la revista, ^
la preten d ida in spiración práctica (?!) qUe
ten er y q u iere tener, la plum a del redactor ha
traicion ad o su p rop ósito y en el párrafo qUe
hem os tran scrito, vem o s retratad o de cuerj®
en tero al crite rio q u e g u ia á la revista.
E n pocas palabras.
P a ra la revista Vi£
N ueva el socialism o y a no es lucha de c¿amt¡
sino una discusión, un estudio, un razonamien­
to d e «los in trin cad os problem as que abrumas
trabajo.
á las colectivid ad es.» T o d o q u ed a en el cam­
po d e la teoría, d e la d isertación y del ra­
H erradores
zon am iento m ás p u ro, lo cual indudablemen­
O tro m ovim iento de seria im portancia, es
te o b lig a rá al ca p italism o á reflexion ar «obre
el que ha iniciado este g rem io por la o b te n ­
la vida nueva, y d esp oján d ose, él también, de
ción de la jo rn a d a de och o horas y aum ento
sectarism os (lo m ism o q u e los trabajadores
de sus salarios.
q u e se inspiren en « V id a N u eva» ), solucionar
L a casi totalidad de los o b re ro s q u e lo
n orm al y razo n ad am en te los p ro b le m a s. . . .
com pone, cerca de quinientos, han su spen d i­
C onductores de carro s
E ste es un reju ven ecim ien to, con la más­
do en un m om ento dado el trabajo, haciendo
Hacía la rg o tiem po que este im portante
cara d e socialism o, d el id ilio en tre las clases,
efectivo su propósito de o b lig a r A los p atro­
grem io sentía la necesidad de lanzarse A la
d el id e a lism o — in cap az para n ad a — con pre­
nes A conceder las m ejoras pedidas.
huelga, reivin dican do su derecho A m ejores
ten did o rop aje d e cien tífico.
M uchos dueños de talleres, su b scrib ieron
condiciones d e trabajo.
L a academia, resucita, en el cam po socia­
favorablem ente el p lie g o de con d icion es que
S u participación desinteresada en varios
lista! Y el socia lism o re volu cion ario, la lucha
les fué pasado, solicitan do personal para sus
m ovim ientos de otros oficios, realizada A
d e clases, para esos n u evos idealistas, es cosa
casas.
Las asam bleas, en cargad as d e d iscu ­
sim ple y puro título de solidaridad, le había
vieja, propia d e sectarios, de doctrinarios. Lo
tir estas peticiones, han resuelto con uniform i­
im pedido por un m otivo de elevada moral,
dicen ahora, en el m om en to
preciso que el
dad y reiteradam ente, en n egativa, m ante­
form ular anteriorm ente las reclam aciones al
movimiento obrero, se orien ta cada vez más,
niendo el carácter gen eral del m ovim iento,
patronato.
con su acción d e tod os los d ías, en la ver­
hasta que el núm ero de los patrones firman­
C reíase, d igna y justam ente, que un acto
dad era lucha d e clases.
tes sea lo bastante con sid erable para d ete r­
de solidaridad no podía ser desvirtuado con
P e ro es v erd a d q u e para esos socialistas
m inar la victoria de los obreros.
exigencias de orden m aterial.
razonadores , estudiosos serenos, el movimiento
E l 24 del corriente, con sideran do la asam ­
A sí es, com o, no obstante, su intervención
ob rero es bien p o ca cosa cu an d o no inspirán­
blea, que las p erspectivas de un a rre g lo p ró ­
en la h uelga de portuarios, el grem io no
dose en sus e lu cu b racion es preten d a segu ir lu­
xim o, eran a lg o lejanas todavía; ha resuelto
aprovechó las circunstancias favorables de
chando, por un cam ino in d ep en d ien te y propio.
aquel m ovim iento, para obtener m ejores con ­ sensatam ente la reapertura de la v ieja co o p e­
rativa grem ial que había d ejad o de funcionar
L a revista « V id a N u eva» d ice que «será
diciones de trabajo para sus asociados.
hace ya algún tiem po.
socialista A secas, sin adorn os d e inútiles ad­
Sin em bargo, h oy, por un esfuerzo d elib e­
jetivos». Y y a sabem os el v a lo r q u e pueda
rado y directo, los conductores de carros, han
E m pajadores de d am aju an as
tener ese térm ino tan d esg a sta d o por pillos y
iniciado una lucha tendiente A conquistar las
E ste grem io com puesto por un núm ero re­
e m b ro llo n es cien tíficos, por p o litiq u ero s y go­
mejoras que creen legítim as y ju stas, pero
ducido de obreros, no m ayor d e ciento cin ­
biernos y p o r tod os los qu e qu ieran cubrir
confiando el éxito A su esfuerzo colectivo y A cuenta, vien e sosteniendo desde hace un mes,
sus acciones, sus in tereses reales, con una más­
la ob ligad a solidaridad A que se han hecho
un m ovim iento huelguista d ig n o en todos
cara m oderna, con un n om b re en v o g a .
acreedores de los otros grem ios A quienes han
sentidos, de la atención y e lo g io d e los tra­
S om os am igo s d e las cosas claras y de las
apoyad o moral y prácticam ente en sus rei­
bajadores conscientes.
posicion es definidas. Y m ás aún en épocas co­
vindicaciones ante el patronato.
L a lucha es por dem ás difícil, pues se lle­
m o la actu al en q u e to d o el m un d o es socia­
E l aspecto de la huelga, puede sin e x a g e ­
va A cabo contra la más p od erosa fábrica de
lista «A su m odo».
ración alguna, considerase m agnifícente. L a
botellas d e la ciudad, la de Barbi, y contra
E l p ro gra m a d e « V id a N u eva» puede sin­
totalidad de los obreros del grem io, no m e­
un capitalista dispuesto A extrem ar su re sis­
tetizarse en estas p alab ras, p o r tod as las con­
nos de once mil, han suspendido sim ultánea­
tencia A fin de no som eterse á las ju stas e x i­
sid eracion es qu e se hacen en el pró lo go : se­
m ente el trabajo, determ inando la paralización
gen cias de sus obreros.
remos lo que seamcs\ y los le cto re s vayan atan­
com pleta de las operaciones de ca rga y trans­
E l m otivo de la h uelga es un aum ento de
d o cabos con esa fórm ula fam osa que que­
portes, en m ercados, barracas y puertos.
20 °[0 reclam ado p or los em pajadores en to­
rien d o abrazar todo, no d ice nada.
L a cohesión del m ovim iento, no inesperada
das las catego rías del trabajo qu e realizan.
en uua colectividad grem ial com o esta, cuyos
E n una n ota q u e la red acción pon e A una
E l industrial Barbi, aún no ha m anifestado
antecedentes en la lucha contra el patronato,
tradu cción « A cció n Sin dical» (F ed e ra ció n de
de una m anera con creta sus deseos de arri­
son por dem ás honrosos, ha producido el d e­
B otelleros-Italia), los bu rlon es de la acción
bar A un arreglo, y los dueños de pequeños
sorden y la estupefacción con siguien te en los
d irecta, los m ism os q u e en « L a V anguardia»
talleres de la plaza, que en su m ayoría tra­
centros del alto com ercio cerealistas^ que se
lanzaron sus d ard os literarios-satíricos á los
bajan para él, no se arriesgan , en v irtu d de
ven am enazados de nuevo con una nueva y
com pañ eros sin d icalistas, p reten d en ahora dar­
órdenes expresas que les ha sido dadas por
d esagrad able interrupción en el proceso de
nos una lección d e esa acción directa que
el botellero, en con ven ir un a rre glo con sus
sus ganancias.
ellos tanto d esp restigia ro n .
obreros, A pesar de que están casi ahorcad os
N ad a vale, ni vald rá para atem orizar al v a ­
P arece q u e el espíritu d e im itación d e que
de necesidad.
leroso grem io, en su propósito, de conquista.
tanto g u sta h ablar A otro re d acto r de Vida
L o s em pajadores, en su m ayoría ob reros j ó ­
Su s asam bleas notables por el núm ero de los
N ueva, se vá en señorean d o d e los hasta ayer
venes y bien dispuestos p a ia la lucha, no se
concurrentes y la arm onía de las opiniones,
inm unes socialistas A secas. P e ro lo m alo es
sienten intim idados por la d ureza patronal, A
exteriorizan una resolución inquebrantable de
qu e se trata d e una in m itación sim ulada, por
la que ellos oponen d e su parte la in q ueb ran ­
reanudar solam ente el trabajo, en el caso de
q u e d eb ajo d e la cáscara p ro viso ria, se en­
tab le resolución d e no v o lv e r al trabajo, sino
una com pleta victoria.
cuentra siem pre A los socialistas «art noudespués de haber con segu id o las m ejoras que
E sta no puede dejar de prodm irse en b re ­
veau.»
con toda ju sticia han reclam ado.
ve, A pesar de las m anifestaciones de alardea­
E llo s tam bién son s in d ic a lista s. . . . pero á
S a stre s
d a intransigencia que hacen algunos troperos,
su m odo!
tal vez, con el pueril propósito de d ebilitar
L o s obreros sastres se reunirán en asam blea
Vida N ueva, m arca un re g re s o en nuestra
el espíritu d e algunos h uelguistas de pocas
gen eral, el d om in go 28 del corriente á las 2
v id a p erio d ística, por cu an to ella es de un
robustas convicciones.
de la tarde en el salón San M artin, R o d r í­
criterio sum am ente con tra d icto rio , am biguo,
g u e z Peñ a 344.
C óm ico en cierto m odo ha sido el hecho
lleno d e v agu ed ad es, p o r cierto adorn ada de
de la solidaridad ofrecida A los obreros por
lindas frases, algu n a s tallarinescas ( 1 ) , pero
—
—
algunos patrones al objeto exclusivo de ob te­
nada m ás que d e lin d as y pu lim entad as frases.
ner apoyo m oral, con el que intentan robus­
S en tim os q u e una sem ejan te p rodu cción li­
tecer las reclam aciones form uladas ante las
teraria te n ga un títu lo tan sim pático, y se di­
autoridades con m otivo de la prohibición de
g a socialista.
usar el cadenero en las calles céntricas de la
Vida N u e v a — Buenos A ires. A cu sam os re­
ciudad.
cibo d el núm. 1 de esta revista.
L a organización, ha entendido cuál era su
Confesam os con franqueza que la lectura de
d eber en esta em ergencia, y desvinculándose
esta nueva revista socialista, nos ha causado
por com pleto del patronato en su conflicto con
una penosa im presión. C reíam os qu e se trata­
N u e stro s su scriptores, han d e considerar
la m unicipalidad, ha resuelto e x ig ir de los tro­
ra d e una revista qu e denotara, q u e fuera el
qu e si la aparición d e esta h oja no se hizo
peros la contestación perentoria y escrita al
Índice del adelanto d e nuestras ideas, y de
con la regu la rid ad in d icad a anteriorm ente, fué
pliego de m ejores condiciones que les fué pa­
la robustez del m ovim iento obrero, pero en
p or la sen cilla razón d e q u e el estad o de sitio,
sado últim am ente
cam bio nos hallam os frente A una d e las tan ­
con todas sus circunstancias, nos o b lig a b a A ha­
S i la respuesta no es concedida A satisfac­
tas d ivagacion es literarias qu e d esgra ciad a ­
cerlo cuando se pudiera, sin aten ern os para
ción del grem io en h uelga, el salario de cada
m ente abundan para enturbiar y eq uivocar el
eso A días determ in ados. C o n tod o eso el pe­
dia que transcurra después del plazo fijado,
criterio sim ple y real d e los trabajadores.
riód ico ha aparecido siem pre, aun cuan do para
correrá p or cuenta de los recalcitrantes pa­
L ejos dem arcar un progreso, esa revista v ie ­
m ayor facilidad tu vim os q u e h acerlo en un
trones.
ne A in d icar— si todos los que la leen se orien ­
form ato m ás pequeño.
Con esto, la sociedad entiende cu stod iar
tan por ella en cuanto A la robustez d el cri­
C o n el n úm ero actu al v o lv e m o s á tomar
correctam ente los intereses de sus m iem bros
terio y d el m ovim iento d e los trabajadores
n uestro form ato habitual, y d esd e el m es pró­
y clarificar su conducta de m odo que tod a
de este pais— un regreso, ó un estancam iento.
xim o la aparición será con la re g u la rid a d an­
errónea ó m aligna interpretación sea im po­
R e p ro d u ce — con una precisión incom prensible
terior ( 1 1 y 2 r de cad a m es). Y dado el
sible,
ante el cam bio continuo de circunstancias, y
a p oyo crescien te qu e en cuen tra en el seno de
¡M uy bien por los carreros!
factores en el m ovim iento ob re ro — el viejo
las o rg an izacion es ob reras, y la n ecesidad que
criterio de los idealistas, d e los am igo s d é la
llena un perió d ico d e la Índole d el
nuestro,
Peones de b a rra c a s y M. C. de F rutos
frase elegante, del periodo literario. N ad a d i­
podem os a se gu rar q u e m uy p ron to su apari­
E s este otro im portante m ovim iento, cu yos
ce y deja A obscuras sobre el m étodo y el
ción será cada 10 días.
efectos em piezan A ser realm ente sensibles, un
program a de acción práctica.
poco retardado, si se quiere, debido al estado
Para darse cuenta de esto basta leer a lg u ­
A g ra d e ce m o s las sum as v o ta d a s para nues­
de sitio, ofrece la perspectiva de una prolon­
nos de sus articulos, espec'alm en te el « P ró­
tro p erió d ico p o r los g re m io s
siguientes:
gada duración, que som eterá A prueba el v i­
lo g o de estilo».
C o nstructores d e carros $ 20, S astre s $ 20,
g o r de la organ ización y resistencia d e sus
R eprodu cim os un pasaje, adm irable por su
E ban istas $ 30, S o m b rerero s d e C o g h la n $ 20.
m iem bros.
obscuridad, por su falta de criterio é inspira­
E sto es una d em ostración bien clara y con­
E n los días que van trascurridos desde su
ción socialista.
creta, de q u e nuestro p erió d ico es un verda­
iniciación, t6 d el corriente, no puede pedirse
« E l socialismo debe ser, cada día más la
d ero d efensor d e los intereses ob reros.
una m ayor cohesión ni solidaridad obreras.
tendencia que nos em puje A despojam os de io­
L a exp on tan eidad d e esas asam bleas obre­
M ercado y barracas, tienen casi com pletam en­
do resabio de absolutismo sectario, pa ra buscar
ras al v o tar parte de sus fon dos d e resisten­
te paralizadas sus operaciones norm ales, y em ­
en la discusión y en e l estudio de los hechos
cia para el sosten im ien to d e esta hoja, sin
pieza A producirse el consiguiente atiborram ienla solución norm al y razonada de los in b incajam ás h abérselo solicitad o p o r nuestra parte,
to de m ercancías.
dos problem as que abruman d las colectivida­
es sena evid en te d e q u e esos trabajadores hsdes . »
L o s efectos, que se ¡pretenden nulos de
an en él su hoja de com bate, el defensor
este m ovim iento, em piezan A hacerse sentir en
A pesar de que en todo el p rólogo se note,
g e nuino d e sus in tereses d e clase.
la cam paña. L as em presas de ferrocarriles han
con m arcada acentuación, la n egativa A darse
im partido por circular la orden A los jefes
un program a, á exp on er una linea d irectiva
capitalistas.
Los obreros, m anteniéndose resueltos A no
reanudar el trabajo, sin antes haber obtenid o las
m ejoras pedidas, en las frecuentes asam bleas
que realizan, sólo se expresan en térm inos que
no denuncian por cierto un quebranto en su
espíritu de resistencia, y sí, al con trario, la
resolución de forzar A los patrones A rem une­
rarles más eq uitativam ente su penoso y duro
Bibliografía
DE LA REDACCIÓN _7 ADMINISTRACCIÓN
en la ii'vUta^Uíuí,^01' '° 3 ntuneroso9 italiauiamos que aparee*»
Buenos Aires Febrero 11 de 1905
A ño I
No 13
La Acción Socialista
Periódico S in d ic a lis ta R e v o lu c io n a rio
->
ap arece el 11 y 21 de cada m es
Redacción y ARi«4nirtración: MÉJICO ‘2 070
en el cual se exponían los fundamentos d
cada uno de los artículos del Programa de
pFrancés, igual al nuestro, con peque
ñas diferencias; trabajo que tendía á fací lita
No es un misterio para nadie la situación
el conocimiento de los propósitos socialistas
política porque atraviesa la clase trabajadora
Esa forma de difundir la idea socialista
de la república.
exigía personas que estudiaran y pensaran los
La acentuación de los antagonismos, la as­
medios más adecuados para facilitar su éxito.
pereza en las relaciones de las clases sociales,
De aquí que yo encaminaba con preferencia
proletariado y burguesia, indica claramente
mi propaganda al medio burgués, procurando
que hemos entrado de lleno en una nueva faz
interesar á aquellas personas que habían de­
de la lucha.
mostrado cierta independencia en la exposi­
La burguesía argentina se manifiesta más
ción de sus juicios, circunstancia que facilita­
agresiva que nunca. Obstaculiza en todo sen­
ba la aceptación de la idea socialista.
tido y de cualquier modo, la acción de las
Una noche conversaba sobre los progresos
masas obreras, descargando sobre sus organi­
que hacía el Partido, con uno de los compa­
zaciones el peso de las medidas más violen­
ñeros mas estudiosos, y las consideraciones
tas y represivas.
que aducía eran que comenzaba á formarse un
La burguesía, con clara conciencia de sus
núcleo de personas instruidas. . .E l compañero
intereses de clase, ha comprendido todo el pe­
Palacios necesitando probar la importancia del
ligro que las organizaciones obreras entrañan
P- S. A . en el Congreso, enumeró las perso­
para el proceso de su explotación y para la
nas que componían el núcleo á que hacía re­
vitalidad de su dominio y privilegio. Ha com­
ferencia el compañero anteriormente citado.
prendido que ¿as organizaciones obreras son
La forma ideológica de concebir el socia­
órganos de la lucha proletaria, y focos de ac­
lismo, me conducía á probar (con el objeto
tivísima rebeldía.
siempre de llamar á nuestras filas el elemen­
D e esa comprensión, la burguesía
dedu­
to más inteligente y honesto de la burguesía)
ce, lógicamente, que el funcionamiento libre
que el movimiento socialista era humanitario,
de esas organizaciones obreras, perjudica los
civilizador, justo, y el único capaz de llevar á
intereses y conveniencias patronales, y que
cabo los progresos sociales.
para que tal cosa no suceda hay que llevar
Como puede notarse, esa forma de concep­
el ataque al campo obrero, haciendo paralizar
ción y propaganda socialista es ideológica.
su acción.
Tendía á constituir una clase dirigente más
Para ello, apela á los recursos que le brin­
capaz y mas preparada que la existente en
da su condición de clase privilegiada.
la actualidad, la que debía llevar á cabo la
Pero, á su vez, esas organizaciones obreras
nueva organización social, á cuyos efectos tenía
que fueron capaces de provocar tales actos
por misión instruir al pueblo con las nuevas
del adversario, se han manifestado, también,
ideas, y organizado en condiciones adecuadas
capaces de realizar su defensa y de conservar
para realizarlas.
la integridad de sí mismas. A las agresiones
D e aquí la necesidad de tomar posición e
un
charlatán,
en
un
pelafustán\—
N
o
com­
{Con la presente iniciamos la publicación de
del enemigo han sabido responder con ener­
todas las instituciones actuales que se forman
prendían
la
lucha
de
clases,
los
distintos
me­
gía, animadas de excelentes disposiciones para una serie de interesantes apuntes sobre socia­
lismo sindicalista que en forma epistolar nos dios en que había actuado, y buscaban en las por el voto popular, y don de se em peñaría
la lucha.
cualidades intelectuales y morales de la per­ batalla con la clase explotadora y dirigentr
La burgesía argentina no decae en sus pro­ euvia el compañero D r. J . A . Arraga.
la Municipalidad, el Parlamento, el Gobie
sona, la explicación de esa contradicción entre
Nos complace recomendar muy especialmente
pósitos reaccionarios de contener á viva fuer­
n o . . . haciendo s e rv ir á esos propósitos toda
el
obrero
asalariado,
y
convertido
después
en
su lectura á los trabajadores, por asistirnos la
za el movimiento obrero.
las otras instituciones secundarias. — El triun
patrón,
en
lugar
de
buscarla
en
las
diferentes
firme convicción de que ella contribuirá salu­
A su vez, la clase trabajadora organizada,
fo d e l a s i d e a * t i n r i a l i e l - a s í t o k í - ,
condiciones
de
vida
en
que
se
había
encon­
enrinlista,
con
los instrumentos y por los procedimien"
con más vigor que nunca, continúa en la im­ dablemente á clarificar la
trado.
posición de sus reivindicaciones, y, libre de dada la sencillez y exactitud de la argumenta­
tos legales que usa la clase dirigente actual
Las discusiones habidas últimamente en el
ción en que abunda el aludido camarada.
las timideces de otro tiempo, se afirma en el
Nuevas é interminables faces podía presen
Congreso entre los diputados representantes
A la presente carta seguirán otras de no
propósito de robustecer su defensa y vigori­
de los patrones y el compañero Palacios re­ tar de la concepción socialista que vengo ex­
menor interés que y a tenemos en nuestra mesa
zar el ataque contra la clase enemiga.
poniendo, pero me llevarían muy lejos, y por
presentante de los asalariados, me confirman
Esta persistencia obstinada de los conten­ de redacción.)
otra parte, pienso que con las anotadas, bas­
también en aquella opinión— ¿Como podían
dientes nos dá la característica del momento
tan para que un compañero relativamente pre­
convencerse, probarse qne lo que convenía y
Compañero Lorenzo: Varias veces me ha
político del país.
parado, se dé una idea de aquella.
era ju sto ! legal! etc. para los patrones, debía
pedido le enviara un artículo. E l tema es el
Actualmeute mi criterio socialista se mode­
ser ju sto ! legal! etc. para los asalariados? C a ­
que debía tratar en la conferencia que sus­
la, no sobre el programa del Partido, sino
De aquí, que la preocupación dominante de
da uno razonaba de su punto de vista, desde
sobre el movimiento obrero mismo.
todos los socialista deba ser la de salvaguar­ pendí por el decreto del Estado de S itio . . .
medios distintos.— Esas discusiones pusieron
«Mi nuevo criterio sobre el movimiento obre­
Socialismo no es ya, para mi, una forma
dar la integridad y el libre funcionamiento de
de manifiesto que los diputados aunque apa­
ro»—
aunque
ya
he
adelantado
algunas
refle­
de
concepción social mas justa y mas igualita­
las organizaciones obreras.
rentaban concluir opinando basados en los ra­
xiones en artículos publicados en «La Van­ zonamientos de sus discursos, en la realidad,
ria, sino la expresión de cierto movimiento
Por razones fundamentales de doctrina y
obrero— Con demostrársenos ahora que el pro­
por razones no menos importantes de circuns­ guardia», hoy más firme en mis opiniones, y
ellos tenían su opinión hecha de antemano,
con más caudal de datos y de observaciones,
grama socialista no es realizable, p. ej. no se
tancias, los socialistas deben hacerse entuimpuesta por el me lio y después arrimaban
voy
á
completar,
á
desarrollar
aquellas.
me demuestra que el movimiento obrero no
ciastas y decididos defensores de la libertad
razones, argumentos, etc. que aparentemente
Las
breves
discusiones
que
surgieron
en­
existe.
de acción y del libre desarrollo de los sindi­
parecían que fueren los que habían formado
tonces nos demuestran lo difícil que me será
N o necesito tampoco ahora, saber como djcatos obreros, que son la base real del movi
su opinión.
hacerme comprender, y poner de relieve, la
berá realizarse el programa mínimun ó máxi­
miento socialista.
Para darse cuenta exacta de todo eso, es
diferencia entre mi criterio anterior y el ac­ necesario comprender como actúan las clases
mo del Partido. Ahora me interesa conocer que
Por eso pensamos que el Partido Socialista
dificultades diarias necesita vencer el movi­
al disponerse á la lucha electoral, en los pró­ tual .
en la sociedad y concluir que sus problemas
Cuantos
esfuerzos
necesitan
hacer
los
hechos
miento obrero y los recursos y elementos pa­
ximos comicios de Marzo, debe contribuir á la
se solucionan por la fuerza.— La clase que es
ra realizarlos; los encontrará, no en el progra­
defensa de las organizaciones obreras, batallan­ para destruir el tejido espeso que nos produ­ más inteligente, mas enérgica, esa solucionará
do contra el propósito reaccionario y liberti­ ce la dañina enseñanza que recibimos: la ideo­ los conflictos. . . . y después, no le faltará opi­ ma, sino en la enseñanza misma de los he­
logía burguesa, producto de la ideología de la
chos.— Nótese que el movimiento obrero no
cida de las clase burguesa y gobernante.
niones de autores, leyes, constituciones, etc.,
iglesia.
Todo
lo
cual
nos
impide
pensar
so­
se ha desenvuelto ejecutando gradualmente el
Pensamos que la concreta afirmación de los
etc. que fundamenten y justifiquen lo que se
bre hechos para hacerlo sobre palabras. Está
programa, sinó luchando con la clase patro­
principios del socialismo obrero, el programa
haya resuelto.
tan arraigada en mi esa opinión qúe me he
nal, y es la lucha constante y sin interrup­
de combate en estos momentos, y siempre, lo
La Convención Nacional en la Revolución
ción la que le ha ido marcando lo que de­
constituye las necesidades, las exigencias in­ convencido de que toda discusión es inútil; que
Francesa, pone á las claras, como les daba
mediatas y vivamente sentidas del pueblo tra­ los argumentos, razones, e t c .. .n o modifican
forma constitucional á las resoluciones que to­ bía hacer para desenvolverse é ir mejorando
el criterio de las personas. Estas piensan y
sus condiciones de vid a .— No es la teoría que
bajador organizado.
maba en detensa y salvaguarda de los intere­
obran según las condiciones materiales de su
ha ido marcando su acción, sinó por el con­
Y siendo esas necesidades y exigencias de
ses de la clase burguesa.
trario, esta ha ido formulando aquella. N o
la hora presente, las de conquistar más li­ existencia— ó en otros términos— los hechos
La solución del problema social no estaba
es propagando la idea socialista que se han
bertad de acción para las org nizaciones pro­ influenciando su espíritu lo determinan á pen­ en las discusiones de Jos convencionales para
sar y á obrar de un modo especial.
ido organizando los gremios y después vincu­
letarias y más respeto para las mismas, el
legalizarlas, sino, en la lucha de las fuerzas
A sí cuando llega á encontrarse una perso­
lándose estos en una acción colectiva.
Partido Socialista debe hacer de ellas el ob ­
sociales, en que la mas fuerte determinaba la
La idea es impotente para influir los espí­
jeto principal y único de su campaña electo­ na inteligente que vive en el medio capitalis­ forma de la solución.
ta y un obrero que ha comprendido su medio,
ritus
y llevarlos á conducirse de un modo
ral.
Concluyo afirmando que las discusiones no
determinado. Son los hechos que tienen esa
Así lo exige la coherencia con los princi­ — por más que discutan, por más argumen­
modifican la manera de pensar de las perso­
tos, razones, etc. que se presenten, eso no in­
pios socialistas, y la práctica de la lucha de
nas, sinó que estas piensan según sus condi­ vittud, los que influencian á las personas á
fluirá
en
io
más
mínimo
en
el
criterio
de
ellos.
pensar y á obrar; por eso no hay que propa­
clases.
ciones de existencia, y que los conflictos de
gar ideas, sinó demostrar hechos.— Asi el obre­
Siendo la actitud de los obreros organiza­ ¿Porqué? Porque este está determinado por
las clases sociales no se solucionan por las
los hechos, y cada uno es lógico con su me­ constituciones, leyes, e t c . . . sino por la fuerza.
ro recapacita y se determina por sí á la ac­
dos la lucha franca y áspera contra todas
ción; no necesita de otros, se basta asi mismo;
las formas de explotación y tiranía, el Parti­ dio.— El único camino para modificar sus cri­
La clase más fuerte determina la forma de
terios respectivos, es hacerlos cambiar de me­
él se dirige, y entra en el camino de su
do Socialista solidarizándose por completo con
solución.
dios.
todas las organizaciones obreras que luchan
emancipaciónEn un principio me esforzaba por contribuir
En varias ocasiones algunas personas que
No me dirijo ahora al elemento mas ó me­
en el terreno de clases, debe al concurrir á
viven en el medio capitalista, han creído ha­ á formar un partido socialista, compuesto de
nos
inteligente de la burguesia, sino á los
los comicios de Marzo, hacerlo inspirado en
personas de todas las clases sociales que acep­
obreros, en mis observaciones y reflexiones,
iguales propósitos de lucha enérgica y deci­ cerme un argumento contundente, al presen­ taran nuestra doctrina expuesta brevemente
tarme casos, en que obreros asalariados que
pues son estos los que deben prepararse jiara
dida.
hablan hecho propaganda gremial y converti­ en el Programa del Partido y explicada y
sostener
la lucha con la clase patronal, la cla­
Y siendo la caracteiistica del socialismo
fundamentada con los folletos, conferencias,
dos en patrones, habían combatido más que
obreio nna g u en a tenaz y persistente contra
se
dirigente
que sirve y ampara sus intere­
artículos, etc., que se publicaban al efecto—
muchos patrones de origen, las organizaciones
todas las ius/ituciones políticas da la burguesia,
ses.
quería que la idea socialista se difundiera por
hasta su total eliminación, el Partido Socialis­ gremiales; tic lo que deducían que el movi­ medio de la propaganda, con el propósito de
N o necesito demostrar ahora, que el movi­
miento obrero era una farsa, y los propagan­
ta, como organización electoral de la clase
miento socialista es humano, civilizador, justo,
formar
conciencias
socialistas,
hacer
convencí
distas unos vividores.— Pensaban esos santos
obrera, debe continuar la guerra en el seno
progresista, etc., pues para el elemento obre­
dos, los cuales á su vez deberían trasmitirlas
mismo de las fortalezas enemigas, en el Par­ varones que los obreros socialistas debían ha
ro no tiene eso importancia práctica. — Lo que
ber nacido y venido al mundo con una mi­ á otros y asi se iría formando el P. S. A .,
lamento, municipios, etc; con el propósito bien
necesita es saber como aquel se capacita y se
hasta constituir una inmensa mayoría que im­
sión socialista, que su personalidad moral era
difinido de demoler, desacreditar y entorpecer
hace fuerte para luch ar. . . .
plantaría la nueva forma social.
el funcionamiento de esos órganos de la so­ algo superior que escapaba á su medio, y que
La importancia y valor del Partido Socia
Respondiendo
á
esos
propósitos,
traduje
se imponía á todo.— El había sostenido como
lista
no la busco ahoru en el núcleo, en la
ciedad burguesa.
del francés un folleto que me facilitó el com ­
El proceder en esa forma, es de una per­ asalariado sus opiniones gremiales y deberá
personas
inas ó menos competentes que despañero Justo, escrito por Guesde y Lafargue
sostenerlas siempre, so pena de convertirse en
fecta coherencia con la práctica de la lucha de
La lucha electoral
dores, siguiendo la lógica que deriva de la
cía es. En la realidad diaria, el choque délas
dos clases se concreta así: destrucción, desmo­ misma lucha, tiendan á obstaculizar, combatir
ronamiento, ineficacia de las instituciones bur­ y paralizar toda la actividad de la clase ene­
miga y de sus instituciones.
guesas por obra de la fuerza, y á consecuencia
El Partido Socialista debe reflejar fielmen­
del desarrollo independiente de las instituciones
te en su acción, las necesidades y la vida
obreras.
nueva que procrean las organizaciones obreras.
En tai sentido, la conducta de los repre­
Solamente asi, será ú til a l desai rollo del
sentantes socialistas, dentro y fuera del Par­
movimiento
obrero.
lamento, es la de una lucha enérgica y atre­
Si
no
procede
de ese modo, y se dej'< in­
vida, tendiente á obstaculizar el runcionamienilusiones democráticas, querien­
to de los órganos de la clase burguesa, é im­ vadir por las
do ser el porta voz y la acción de todos los
pedir su acción contraria á la vida de las or­
ciudadanos honestos y de buena voluntad, que
ganizaciones obreras.
pertenezcan
á cualquier clase, olvidando por lo
La misma clase burguesa, con su ataque,
tanto
su
carácter
de o r g a n i z a c i ó n e l e c t o ­
con las medidas contra el libre funcionamien­
r a l d e l a c l a s e o b r e r a , no hará más que
to y desarrollo de las organizaciones obreras
agitarse en el vacío, engendrando, al mismo
está enseñando la conducta á seguirse en la
tiempo, confusión en la mente de los trabaja­
lucha empeñada.
dores. Si as! procede, resultará un elemento
inútil y hasta nocivo al movimiento obrero.
A sí consideramos la acción del Partido S o ­
E l desarrollo, la actividad de las institucio­
cialista
y de sus representantes, en la lucha
nes obreras perjudica la vida y los intereses
electoral
y en las instituciones políticas de la
de la burguesía, tendiendo á la elimjnacifyj,
burguesía.
de la explotación capitalista, y es claro que
Y estamos convencidos que cada adherente
las instituciones políticas de la burguesía tra­
proletario
á esta lucha política no se ilusiona­
ten de combatir, neutralizar ó anular á los sin­
rá,
ni
tendrá
desalientos, porque sabrá muy
dicatos de obreros revolucionarios.
bien
que
el
mejoramiento
de sus condiciones
A su vez, el funcionamiento de las institu­
de
trabajo
y
de
vida,
y
la
emancipación de
ciones burguesas, perjudica á los intereses y
su clase solo puede ser obra de su propio es­
vida de la clase obrera combatiente y á sus
fuerzo.
instituciones, y es por esto que los trabaja­
Mi nuevo criterio sobre
el movimiento obrero
L A ACCION
c u e lla n , s in ó
de
en
la
lo s o b r e r o s
s o c ia l
que
c a p a c id a d
y
o rg a n iz a d o s .
p re s e n ta ría
en
E s ta
el
es
si tra ta ra
de
lock out ,
El
n ú m e ro
la
c o n tra rio
fu e rz a
c a p ita lis m o ,
d e m o s tra r
s o c ia l q u e n o
g e n e ra r
es
e l re s u lta d o
c u a n to s p ro ­
c o n tra d ic c ió n
la
y
s in ó
p ro d u c c ió n
lo s
la r e s u lta n te
a c tu a l.— E l
p ro p a g a n d is ta s
a s a la ria d o s .— L o
de
lo s
no
de
d e te n e r
de
fo rm a
ha
de
la
en
m o v im ie n to
de
con
lo s
á
la
a c e p ta b a
lu c h a
to
el
za
la
que
lo s
el
resolvía
y
a s a la ria d o s
a r b itr a je ,
lu c h a ,
el
la
lo
d io
o b re ro
se
la s
e n tre
h a b la
la
d ía
e je rc e r e n
a c c ió n
su
de
cada
im p o rta n c ia
S egún
mi
y
m o v im ie n to
a c tu a lid a d
se
c u a lid a d
la
p ara
la
la s
com o
á
la s in s ­
de
s e r v ir
re v o lu c io n a rio .
y
E n
s o lo a c e p to
in s titu c io n e s
a s a la ria d o j c o m o
puede
de
la
b u rg u e s ía
crear
m o
s e r v ir s e
nuevos
que
b u rg u e s ía
ser
c la se
p e n d iz a rs e
si
m is m a ,
si
e lla
de
tro n a l,
de
la
creó
c la se
crear
del
m is ­
m e c a n is m o s
de
sus
de
re c u rso s,
d e s tin a d a
á
v iv ir
p.
su
la
a c tu a lid a d ,
á
d e s e n v o lv im ie n to ,
del
E s ta d o d e
c o n s e g u ir lo , n o
g uesas,
s in ó
con
con
sus
s itio ,
la s
p ro p io s
te
o b re ro s
una
in te n s id a d
uno
y
por
el
e n tre
lo s
p o d id o
re c u rso s
de
que
te ó ric a
ó
lo s
ha
es
fá b ric a s
b a tir
de
del
la
s in
c a p ita lis m o ,
o rg a n iz a c ió n
a lg u n a ,
con
de
el
lo s
ob­
en
ta la b a rte ro s ,
p u n to
de
de
en
L as
cuya
y
él
á
d a r le
aquí
to
de
a c u e rd o
deber
n u e s tro
cha que
tie n e
en
e f ic a c ia
el
la s
p aro
en
de
en
el
que
de
de
la
es
lu ­
m u­
p re p a ra d o
por
poder
p re v is o r
hacer
m e rc a d o
s in
p ro d u c c ió n
fre n te
que
un
s e tra d u z c a
a r tic u lo
c irc u n s ta n c ia s
se
de
ig u a l
cuando
d is m in u id o
m ás
ce rra r
s in
fu e rz a
re q u e rid a
m odo
la
lo s
m ucho,
d e
p e r ju ic io
y
p a tro n e s
p ro d u c c ió n
a m o n to n a m ie n to
p e rm ite n
q u e su
en
y
de
D e
o tra
un
m a n e ra ,
de
m a
de
d e m e n te s .
ta r
c o n v e n c id o s
te lig e n te ,
m enos
y
de
za r to d o
de
lo s
es
m e rc a n c ía s ,
le s
de
p u e ita s
en
o b re ro s
que
s u e le
es
c o n s e c u e n c ia s
p e r ju ic io
p ara
é l,
á
el
nos
le e n ,
dos
con­
que
se r­
p a r a a lc a n ­
y tra s c e n d e n c ia d e l p r o ­
p r o d u c ir le s
dos
que
un
sus
del
la
un
la
el
se
á
la
m ás
á
fa v o re c ie n d o
h a s ta
el
sea
p o s ib le
m ism o s
lo s
p ro p ie ta rio s ,
la
e le m e n to s ,
m ás
el
de
ó
v ig ila r
m enos
d e sus
no
c o n v ic c ió n
b u rg u é s
y
si lo g r a n
ló s
el
c r ític o s
p ero
de
se
de
tra d u c e
y
su
por
por
puede
m ism o
la
el
p é r d id a
v u e lv e
ya
re c u rso ,
á
re s is ­
p o rq u e
de
re s u rg im ie n to
d e s u s c o m p e tid o re s ,
in g e n te s
de
m uchos
re a b rir
sus
ta ­
lle re s , s in m á s tr á m ite s .
in d u s tr ia
a e tiv id a d , y
ha
la
ha
re c o b ra d o
se
la
le h a n
re a liz a r
a q u í a lg u n a s
q u e s u e le
s in
an
pan
de
fin
el
a n te to d o
la fo r ta le z a
lock out
p o d ero so
en
hechas
el
con
d e l m o m e n to ,
en
ta n to te m o r.
esa
de
la
c la s e ,
s a g a c id a d ,
á
d o m in ic a l,
p ero
de
la
le y
to d o
no
cuyos
e f ic a c ia
in te lig e n -
e n e rg ía
p o r la
m ás
con
ta l
p rá c tic a
lo q u e
con
o fre ­
que
á
6
te re s a
en
de
C uando
c ió n
de
se
e s p íritu
se­
y
re a ­
e x a m in a n
d o g m á tic a
a m o ld a r
o b re ra
com o
no
Y
le y
del
s in
con­
o c a s io ­
la
le g is ­
de
en
fó rm u la s id e o ló g ic a s ,
com o
vá
le g is la c ió n
d e crear n ad a nuevo;
y a e x is ­
p ara
lo s
tra­
bajadores organizados, hecha, conquistada
m e­
d e lo q u e y a
d ia n te
su
m as
la
es
e sfu erz o
a llá
una
de
lo
re a lid a d
d ire c to
y
e x c l u s 'v o .
un
d e c la ­
ig u a l
n ic a
do
de
que
la
le ­
y
la s
tie m p o
s a lu d a b le
in ­
la s
la
en
la
a p re m ia n te s
ó
por
(á
de
su
c o n tra
m undo
«L a
V a n g u a rd ia »
a u tó n o m a
c o n q u is ta
c ie n c ia
de
poner
su
una
á
la
y
p re s ió n
so b re
m ás
«al
ta m p o c o
e s te
de
m o ra l
Q u e re m o s d e te n e rn o s
fe n o m e n a l:
del
á
del
hecho,
m as,
c a tó ­
cou
por
a lto
por
lo
en
O tro
cado
el
o c u rrió
á la
lo s
en
de
a tri­
la
« la
lo s
y
im ­
in flu e n ­
le y »
de
á
m ás cóm o­
á
la
ac­
p le n a c o n ­
e je rc ie n ­
p a n a d e ro s.
c o n s ta ta r,
pueden
á
h a b ilita b a
a trib u irlo
á n im o
que
ta n to
de
en
c o n tin u o
c o n tin u a
pasa
F ru to s .
y
basada
lo
que
y
en
p o d rá n
con
lo s
su p lie g o
del
M e r­
m ila g ro s o y
m o ra l d e la
a q u e llo s
de
in te g ra c ió n .
o b re ro s
e fe c to
in f lu e n c ia
c o m p re n d e !!)
yen en
c o n s ta n te c re c i­
c o n s ta n te
P o r el
p e r h u m a n o d e la
su-
le y
so­
« L a V a n g u a rd ia »
tra b a ja d o re s
c o n d ic io n e s la
in c lu ­
a lu d id a
re i­
v in d ic a c ió n .
S in
a n te
e m b a rg o
la
crey en d o
d e F ru to s
poso
se
que
lu e rz a
P e ro
su
p ara
a n te s
«L a
la
su
de
o b re ro s
en
la
d e te rm in a r
le y
un
que
y
te n ie n d o
Q ue
n e g o c io s
q u erem o s
Q ue
lo s
caba­
h o n ra
en
la in s p ir a c ió n d e s u s
d o m in ic a l
a lm a c e n e ro s
de
. . E s
b u rla n
fo n d a
se
le y .
ó
á
casa
d is p o n e n
no
en
ta l
e s ta
de
á
re ­
in te re ­
de la in ­
é tic a e m e rg e
ob­
c o m id a .
a b r ir
sus
d o m in g o s.
im p o rta d o re s
d e se m b a rc o
ser
que
lo s c a p ita lis ta s a r g e n tin o s
m is m o s
lo s
re ­
c o n s id e ra n
descanso
p a te n te
lo s
se
d e s c u b rim ie n to
A h o ra esa
lo s
del
c o m p re n d id o y s e n ­
flu e n cia y d el espíritu de la
v irtu d
M ercad o
del
é tic a
c la se .
del
c o n q u is ta
n e c e s id a d ,
V a n g u a rd ia » :
fre n te á
v a c ila n te s
im p o n e rla .
re v e la n d o
g u la n
aunque
n o s p e rm itim o s c o n ­
p o rq u e h an
v iv a m e n te
co rt
lo s
em peñan
d o m in ic a l
tid o
á
n o s o tro s ,
c o lo s a l a f ir m a c ió n ,
tin u a r
de
a g r íc o la s ,
p id e n
m á q u in a s
e tc .,
se
e x c e p tú e
d e s tin a d a s
á
el
la s f a e ­
e tc .
P e ro « L a V a n g u a rd ia » ló g ic a c o n s e c u e n te c o n
a c c ió n
d e m o c rá tic a ,
p a z s o c ia l.
p o r v ía p a r la m e n ­
a r b itr a je
o b lig a to ­
C re tin is m o R o sarin o
E n
c ie rre
por
al
p ro y e c to
del
m o v im ie n to
en
a lg o
de
«L a
lis ta s
del
V a n g u a rd ia *
R o s a rio
os
no
p o b re s
in te le c tu a l p o r
d o re s
del
tro
de
lo s
la
y
la
p ro m e te r
el
o jo s
á
lo s
lo s
v u lg a r
en
y
soda
p ro te s ta
e te rn o
fran ca
lo s
a c c ió n
d e c is iv o
< £ ¡£ ta nl ° J
y
qu.
a g re c ió i
za rp a z o
su
d.
s e r v ilis m i
d esp reo cu p a d :
de
y la s b u r d a s
re a c c ió n d e
a ta q u e
ra d a d e
á
s o fis m a s
una
h e r id o s
n u e s tra
re v e la r
c o n c e p to
E s
to rp e
n o s e x tra ñ a . E s
e s p íritu s
a c titu d
d e l ju é v e s ,
p u b lic a n
se c o n v ie rte e n u n a
c o n tra n o s o tro s .
el
lo s
r e s is te n c ia
m uy
le
e n c o n tró
e s p íritu
pensó
c a p a c id a d
m ie n to ,
Y
c o n s ig u e n
com p.
un
se
C e n tro
lo s
h u e lg a ,
de
le y
fra c a sa d a ,
p asam o s
r e fe r im o s a l « g r o s e r o
la
la s
d o m in ic a l»
d e s u s c r ib ir
la
una
to ­
«L a
d e s f ig u ­
a lc a n z a d o
fu e rz a
p re o ­
de
la
com o
pasam os
la s
l a s o r g a n i z a c i o n e s o b r e r a s ; a s í , c ó m o su eficad a ó su f u e r z a n o d e p e n d e n d e s u naturaleza
s i n o d e la capacidad c o n q u i s t a d a p o r
la m is ­
hechos.
c o m p ru e b a
a c tu a c ió n
á
le
lo s
e s p e c ie ,
se
de
e sfu e rz o
in v ita c ió n
ta m b ié n
« re p o so
d e b ilid a d
á
ra iz
y
su
in ic ia tiv a
no
y
p a n a d e ro s
que
democrático
m o ra l»
Y
se
lo s
fu e rz a
y
do
no
de
re iv in d ic a c ió n ;
do
p o r’ a tri­
a n á lo g o s
tra n s ito rio
con
d e s g ra c ia d a
N os
la
la
a n ta g ó ­
p o litic a n te s
d e s u s in d ic a to ,
c ia
nas
le c h e ,
m e n ta l q u e
d e c la se
y
in te re s a d o s ;
c o n tra rio
de
la
y
de
a c c ió n
c a p ita lis ta
lo s
e lo c u e n ­
g é n e ro .
s a tis -
re s u lta d o
P ero
la
de
e sfu e rz a
m enos
la
triu n fo
la
le ­
in te re s a ­
fu e rz a
de
se
n e c e s id a d ;
p a rc ia l
a s u n to
la
el
la s
b u rg u e sa s
s e m a n ifie s ­
lo s
fe liz
e fic a z m e n te
te rm in ó
el
del
n in g u n a
pesar
que
ó
la s c o s a s
a lto
que
cuando
to d a s
con
hechos
a d v e rsa s d e
c ió n
n e c e s id a ­
n e c e s id a d e s
de
a f ir m a
lo s
el
y
im p lic a
d e s p re s ti­
in s titu c io n e s
que
de
d e to d o
un
re fe re n c ia
de
la
be­
s o lo
tra b a ja d o ra .
com o
en
b u ir
n a tu ra ­
c o n tr a r io , la s
e s tra v ío
d e p e n d ie n te s
lo s
c o n s ta ta
c o le c tiv i­
c o m p re n d i­
s e m a n a l.
re iv in d ic a c io n e s
irra c io n a l
se
b o n i­
c la ra m e n te
afan a,
m ás
d escanso
d e m o s tra r
to d o p ro p ó s ito
á
en
d ire c ta m e n te
só b re en v a se
se
e fe c to s
lic o s )
que
tie n e la v ir tu d
no
y e fe c to s
el
b a jo la o b s e s ió n
r e s u lta d o
p re o c u p a ­
hechos
la
envase
c la se
son
la m e n ta b le m e n te
to d a
lo s
la
la c a p a c id a d
P asam os
á
v a r ia s
a lc a n c e s
de
á
a te n d id a s
m u n ic ip a l
le ­
v ie n e
m ás
V a n g u a rd ia »
ó
que
te ,
e lla
y
sus
lib re
m uy
de
d o m in ic a l
p e rc ib ir
por
son
dos poseen
fa c e rla .
b u ir
m enos
com o,
so lo
c ie rre
o b je tiv o ,
á
com o
c la se p o r
te n ,
de
á
p re o c u p a
que
c o n v e n ie n c ia
del
le y
acción directa
de
d e rro ta
so b eran a
lle ro s
in a d v e rtid o p a ­
una
la
c u p a c io n e s
le s
la m e n ta b le m e n te
m undo
descanso
a lc a n z a
das, y
c o n q u is ta
re s p e c to
el
‘q u e r i d o
pensado.
c u e n to s
ó
che,
N o
e fe c tiv a
em anadas
ses
n e c e s id a d
to d o
pa­
im p o te n te s
V a n g u a rd ia »
n a rra
r e g la m e n ta c ió n
nunca
la c ió n o b r e r a .
con
«La
s e n tid o a d ju d ic a
al
b u r­
b e n é v o la m e n te
p arece p asa r
á la
y
al
descanso
c a p ric h o
de
nunca
le z a
n e f ic ia ,
al
el
re c u e rd o
que
o fic ia l
una
En
cuando
fu e r­
d e sus cues­
p an a d e ro s
ta ria ,
rio y
sin o
in d iv id u o s
la
dad
se.
nunca
b u rg u e sa s:
le ­
e x c lu ­
c o n tr a la s
to ta l
o b re ro s
lo s
e l cuento de la em ancipación
es
r e s is tirá
d e s c a n s o d o m in ic a l
s o s te n id o
el
b e n e fic io
e s to
ó rg a n o
O b re ro
la
un
m ás qu e
im a g in a c ió n
in c ó lu m e
b u rg u e sa ,
gozar
P ero
su
a u tó n o ­
e fe c to
to d o
por
(se
a c c ió n
des­
la
p a s a in a d v e rtid o q u e
con­
im p re ­
su
y
su s
c o n c re to
g e n e ra le s e n c u e n tra n in m e d ia ta s a tis fa c c ió n
LA EFICACIA J1E LA LEY
en
en
c o n se rv a rá
tra d u c e
hem os
a trib u irá n
se
ra
firm a r
lo
M añana
d e ja r s in
V a n g u a rd ia »
caso
p ro n to
ja n o s .
del
o c u rra
e n lu c h a
s u p ie ro n
de
y
e s p íritu
r e s o lu c ió n
d i­
o b re ro s
a ira d a co n ­
s o lo e n
b r e d e s c a n s o d o m in ic a l, s e g ú n
in s titu c io n e s
p a r la m e n to .
le
tro n a l,
la s
e r ig id a s
ta n
s u s o rg a n iz a c io n e s .
aunque
ei
se
v in c u la r lo *
de
el
con­
m o ra l
to d a
h á c ia
e s tá
a lu d id o s
v io le n ta y
c o n f ia n d o
la
p e r d id o h as­
co m p re n d e ,
Al
c la se .
no
m ín i­
he­
d o m in i­
g rito s
le s
des
o b re ro s p u ed e n
liz a r el s a c rific io in m e d ia to
de
á
m ism a ,
m ism o
esos
m ás
de
d is tin ta s .
p re c e p tu a d o
haber
lo s
lo s
cuya
á
y
e x is te n c ia
gués
e lfo s
P a ra
lo
de
p o r­
to d o s lo s e f e c ­
en
re s u lta n c ia
a d v e rs a m e n te
in te re s e s ,
t,- . r
c o n c ie n c ia
la
lo s a lu ­
reivindica­
e s a lu c h a .
p o d rá
m e jo ra q u e
e x c e p c ió n d e
de
sus
c o n trib u ir
su
por
(n o
que á
lock o u t,
c a p ita lis ta ,
s in d ic a to
de
te n d rá
s io n a rlo s
m a
le y
el
fo rm a r
q u is ta r,
'm e s -
convencer
no
in te lig e n c ia
re s u lta d o s s e g u r o s ,
m enos
tra rio ,
á
la
d ía s
c o m o c o n s e c u e n c ia
de
han em peñado
tra b a ja d o re s
la
c a rn c t° r
gozan
d efen sa
lo s
in te r p u e s ta s
d o m in ic a l.
tie n e p a r a
pue­
de
c a p ita lis ta ,
en
nunca
un
lo
c u m p lim ie n ­
to d o s
g e s tfo n e s
d is c ip lin a d o ,
e s p a n to s o
d e la
de
lu c h a
á
del
c a p ita lis ta s , re c a b a n d o
N o
g a­
e s p íritu
descanso
m ás
no
organización obrera
o rg a n i­
d o m in ic a l,
in te re s a d a d e c o n ­
b u rg u e sa
la s
no
s in n in g u n a
e fe c to s
c o n v e n ie n c ia
lock out.
al
m e re ­
P a r a lo s p a tr o n e s r e s p e c ­
ó
ta n to te rr o r,
c o m b a te
r e u n ir la
nes
p re n sa
de
lo s
el
s e r ie
s o fis m a s !
de
a b s o lu to
«L a
g io d e
o r­
e x p r e s a u n a s itu a c ió n
u n a n e c e s id a d
c o m p le m e n ta r
y e n e r g ía e o n q u e lo s
U n
la
de
s in ­
del
en
el
p arece
a c to
que
h erm o so
yes
re a lid a d
d escanso
El
a lg u n a ,
en
ta rd e n
c o n f u n d ir
duda
to d a
un a p ro ­
por
hu­
P a ra
p er­
e s u n m ito ,
E m p ie z a
no
á
«en
una
e n la
tio n e s .
re a liz a d o
p ara u na
fu e rz a
el
fu e rz a s
descanso
que
lo s
e x ig e n c ia s
que
e llo
le y , n in g u n a
con­
que
la
de
s iv a s
los favorecidos
o b serv ar
del
lo s
e x c e le n te s
o b s e rv a c io n e s
m e re c e rle s
arm a
depende
de
y
á
s u n ú m e r o 50 n o s
to s a l re s p e c to .
de
tra
el
que
lo s
re a c c ió n
m ás
o rg a n iz a ­
el
ágenos
p a r te
e s ta b ilid a d ,
que
d e c la ra c ió n
p ro p o n e m o s
tra b a ja d o re s
que
una
p re c io
co rre sp o n ­
m uchos
tra n s ito ria ,
m odo
\ ic to rio s a ,
e fe c tu a r
a n te r io r á la
nos
c e : te s
la
hoy
ra el
o rig in a d o s .
ro b u s to
p re m u r a , d e b id o á la s
r ’a
en
La
co n su m ad a
ia s
e n tre
o b re ro s
á
tra ­
de
de
to d o
e x c e p tu a d o s
c o n v e rtirs e
gozan
tra b a ja d o re s
d e su
e x c e p c io n a l
fu e rz a
la rg a m e n te
s id o
u n a a c c ió n
p o d id o
p e r ío d o
una
la
m is m a ;
e n c u e n tra n
d ic a to , e n to n c e s ,
un
de
p a ra d e s q u ita rse
p e r ju ic io s q u e
que
d id o s
h iz o
dem anda
v a lo riz a d o
lo s o b re ro s ,
d ic io n e s
H é
d ic h o s
e x is te ,
Y
la le y ,
no
á
hay
s u s in d u s tr ia s d e l d e s c a n s o
A d e m á s e s e b e n e fic io n o
m o
d e fru c ­
en
p a s a je ra ,
de
m uchos
su
a q u e lla s itu a c ió n
a lg o
c a p ita lis m o
e fe c to s
b e n e fic io s ,
b ie ra
ta rd a rá
in fo rm a
de
u lte rio rid a d e s .
C uando
L a
nos
to s ,
c o n s e r v a r la
le y
té rm in o s
c ia
d e la le y ,
no
tra lo r.
la
pueden
que
com o
la
o b te n id o
e llo s la le y
c u a n to
d e la
de
in m e d ia to , d e m o s tra n d o
á tra v é s d e
in m e d ia to s
tie n e
c o n s ta n te m e n te
la s e n o r m e s v e n ta ja s q u e
o rg a n iz a c ió n
tífe r a s
la
re c u rso
r e c o g id a s p o r e llo s ,
e fe c to s
v o lu n ta d
s in d ic a to
in c u lc a rle s
del
o b re ro s
e s te
to
la s
le
s in ­
c ie n d o
z a s c a p ita lis ta s ,
y
p erm a n ec en
de
que
tiv o s
c ie rto
del
h a b ía n
a trib u y e
poder de
im p lic a
le y ,
y
de
q ue
la le y » ,
fu n d a m e n ta lm e n te
V a n g u a rd ia »
tra
o b re ro s
le y »
s im p le b u e n s e n tid o
A
en
r a n tía
s o c ia l.
m o m e n t o q u e in -
ta lle re s p o r la
m isió n q u e
ser
Y
ra zo n a­
a c c ió n
re iv in d i­
c la se .
ción de clase.
C e rra d o s
á lo s
com o
cosas
d ic a to .
o tra
ta n to
zados
p ro ­
la
m o tiv o ,
que
de
en
ta e l
c e rla .
lo s c a p ita lis ta s tr a n q u ila m e n te
lock out,
so b eran o
ya
fu e rz a .
la
de
lo s o b r e r o s p a n a d e r o s
lo s
o b ra
a lu d id a
c u e s tió n ,
y
m esa
p ro v e ­
ni
en
p a r te
lu ­
lo s tr a b a ja ­
in te lig e n te
no
causas
e sfu e rz o p ro ­
su
p ro ­
« L a V a n g u a rd ia *
re a liz a c ió n
ta l s e n tid o
d e
una
g ra n
c o n s o lid a ­
y
la
re s p e c to d e b e m o s
v irtu d
e c o n ó m ic o
que
á la le y ;
á
la
lo s
de
s e c o n te s ta rá
en
del
y
p re s e n ta
de
de
a n u la c ió n
p ro g re so
ré g im e n
de
c a p ita lis m o ,
s u s p e n s ió n
en
a c titu d
del
p ro c e d im ie n to
re s p e c to ,
o r g a n iz a d o s
aún
la le y
A l
e x c e le n ­
p e rs u a s ió n
deben nada
to d o s
g a n iz a c ió n d e
la
p ro c e d i­
una
no
su
no
m a n e c ie ro n
re ­
con
á
lo s
P ero
por
com ­
s ie m p re
su
en
el
la le y d e la m a te r ia ) á s u v o lu n ta d ,
esti­
mulada p o r la influen cia m o ra l de la ley y
^fortalecida» p o r e l espíritu de U misma. ¡ O h
d o m in ic a l.
el
s in d ic a to
a c e rta d a
de
« V o r.
en
fo rm a
d o m in ic a l
a lu d id a
o rg a n iz a c ió n ,
c a m b io
y
c o n tra rio ,
la
p ro d u c to
los "beneficios
á
e c o n ó m ic o s ,
fu n d a m e n ta l
s u re a liz a c ió n ,
fá c ilm e n te
lock. out
E n
u lte rio ­
E n
c o m b a te
organizados
la
con
«L a
de
s a ló n
p u b lic a m o s
e v id e n te
m o ra l d e
le y »
chos
o rg a n iz a c ió n p r o le ta r ia .
den
d ie ro n
in ­
a d o p ta r te m ­
fu n d a m e n ta l,
que
e l s ig n if ic a d o
c e d im ie n to
y aú n es­
r e s u lta d o .
so b re
o rd e n
ar­
un
c a p ita lis m o
cuyas
un
in m e d ia to
de
el
c ie e r
e n e m ig o d e
a c titu d e s
lock out
el
una
la
á?
la
fu e r­
dar
d e d escanso
c o m p re n d id o s
á su
re fle ja ,
ha
un
E llo s
deben
n o h a n a l­
que
el
le y .
le y
g ro se ra
á
del
lu g a r
« el re s u lta d o
in f lu e n c ia
cal
le y
gozaban
s id o
por
lu c h a
la
la
en
de
em anando,
e n tre
p ues,
o tro
a lu c in a c ió n e n f e r m iz a d e
d i­
r e iv in d ic a c io n e s
p r o d u c to
el
d is c u ­
en
vé
un
tra b a ja d o re s
com o
usado
d e s a o a re c id a s
m e rc a d o , q u e
un
la s
o b v io ,
la
por
a c tu a l
lo s
han
la
lim ita ,
es
en
es sen ­
ó
in te ré s
c o n f lic to
F e b re ro
114 » -
g ra m a .
e s ta s a f ir m a c io n e s .
d e te r­
s id o
sus
cuando
c a p ita lis ta ,
bueno,
que
y
h a c e rse
s id e ra c io n e s
á
Y
re s o lv e rs e
P ueden
v irá n
com o es
s u ic id io
p re v is o r
p e ra m e n to s
pueden
o tra
L a le y
arm a
ha
t p n n if ir n H a la
H p rran H a v
c o n d ic io n e s fa v o ra b le s
del
ta lle re s .
s e r ía
él
y
a c tu a l
el
in d u s ­
huelga
la
en
e n c u e n tra
lock out,
ha
usan
de
c o n tra
c la s e s ,
d e c ir,
d e ja r
á
o b re ro s
sus
d e s c ré d ito
tr o n ú m e ro p ró x im o , á
en
e sfu erz o
del
v a lo r
de
c a p ita lis m o .
boycot
un
su
de
lo s
y
p re p a ra d o
su s
el
arm a
de
por
b a s e e n la
b le , q u e
re c o g id a
a lc a n c e ,
m o m e n to
s e n tid o
a v a lo ra d a ,
fá b ric a s
del
s u c in ­
fa b ric a .
tra b a jo
u san el
m anos
in m e d ia ta
com o
m o m e n to s
m ás
el
p o d ero sa
m e d ia n te
escasez
A s í,
de
un
p ro lo n g a d o
tria l
a m b ie n te :
sus
S o c ia lis ta
de un m odo
e x p e rie n c ia
e s ta
n e c e s id a d e s
la
la
re la tiv a
fr u to
re a liz a d o
con
de
p a tro n a to ,
á
el
e x c e p c io n a l
A c c ió n
a n a liz a r
p ro p io
s ig n if ic a c ió n
el
d e s c u id a r
im p o rta n c ia
L a
p o rq u e
su
cho,
no
de
fu tu ­
la f o r ta le z a
de
del
de
de
La
á
al
e n tra ñ a .
H é
y
la
p re ñ a d a s
c o rre sp o n d e
adem ás,
cree
en
c o n o c i­
p io ,
e fe c to s ,
c ió n
e s ta m o s
con
a c tu a le s ,
s o lu c ió n
o b lig a n
a s u n to ,
y
é l,
á
c a c ió n ,
es­
a n u la r s u s
es
b a jo ,
c irc u n s ta n c ia s
nos
que
de
y
honesto
el
e x p e rim e n ta l.
p ro b le m a s
ro ,
por
c o m e rc ia le s,
h a b la r
in ­
c a rru a je s
h a s ta
m a y o ris ta s
de
de
lo s
c u r tid o r e s ,
por
por
d e b a tir
se
que
a n te rio rm e n te
in tim id a ­
a lc a n c e s
de
lo
T odos
d e s tru irle
to d o
sus
y
c o n s titu y e
tra b a ­
por
z a p a te ro s ,
a d o p ta d o
o c a s ió n
m ie n to
o c a s io n e s
c o n s tru c to re s
ser
g re m io
hoy
v a r ia s
a se rra d o re s,
una
d e te rm in a d o
que
tir
E nsayado,
se
p e re n to rie d a d
c o n fa b u la d o
s o c ia l.
Y n u e s tra
ganan­
á
NOTA— En
os
fu e rz a o b re ra .
le g is la c ió n
re an u d ar
p u e d e s e r s in o
educados en
que
fa v o re c e r
de
duda
La
ca­
negar
nuevos
de
R in c ó n
p ro ­
la c la s e tr a b a j a d o r a . E lla s
del
la
de
hechos legales,
la s
de
encuen­
c a p ita lis ta
v ita l
19
S ábndo
w a rts » ,
b u rg u e sa s,
la f o r m a
hechos
s in o
y
le g a l
d e m u e s tra . E n
fe n ó m e n o s
c a rá c te r
v e r s io n e s
re p ro ­
lo
le y ,
s itu a c ió n
sus
q u ie re
d e c la ra d o
p ara
sus
la
no
donde
d e rro ta
co­
de
se
o b re ro s
han
eran
ja d o re s .
d u s tria le s
se
de
h o n o re s
n o s o tro s ,
ha
d e c la ra r
ob­
lla m a d o la a te n ­
c ie rre
m ie m b ro s
de
m ás
á
la
se
la c la s e
con
de
com o
b u rg u e sa
c o n s ta ta
m o ra le s ,
cuando,
por
p a r te
s ó lo
por
se
té rm in o
que
m e re c id o
lock out,
je to
ha
to d o ,
e s c u d riñ a r
d u c c ió n ,
e s te p a ís
e x tra n je ra .
ha
d u c c ió n
de
fo rm a
e lio s ,
y
se
en
o b lig u e
za
que
del
una
lo s tr a b a ja d o r e s ,
p ero ,
que
m odo
y
d e c ir,
p re s e n ta n
E l
n a tu ra le z a .
o c u rre
e fe c tiv a s
una
organizaciones
n o p u d ie n d o
v erd ad era
ta n to
y
no de
m e rc a d o se
Es
en
se
tra n q u ila ­
del
su
de
de
“La Acción Socialista,,
des­
sotne
un
y
c a p ita lis ta
de
que
b e n e fic io
“La Internacional,,
tra o a -
c o n d ic ió n
c o n tra
tie n e
á
una
p ro d u c c ió n ,
ju ríd ic a s
si
e .
lo s
r é g im e n
nuevos
tra d u c e e n
e x is te n c ia ,
no
por
o p rim id a .
obrera , l a s
Y
función y Conferencia
a
p riv ile g ia d a
e n la
c o n s p ira n
p o rq u e
su
del
fo rm a s
lo s
O tro
c lie n te la .
si
A s í la s c o s a s , n o
c a p ita lis ta s
a d q u irid o
c o n te n d ie n te
en
E n tre
el
ha
a d o p c ió n
p re n sa
e n tre
re la tiv a ,
o tro
c id o s
c ió n ,
lu c h a
o r g a n iz a d o s
s e r v a r la
a
la
á
el
d o re s
que
e sp e ra n
la s
re co n o ce ,
re a le s
la s
de
c illa m e n te
con­
p re v ie n d o
o b te n id a
hechos
b u rg u e sa .
s im u la r
puede
re s is te n c ia s
lo
así
cho
f. A. A.
D esd e
su
m ás
de
puede
cha,
m e c a n is m o s .
Como debe apreciarse esta arma capitalista
la
in te lig e n te
que
tra b a ja d o re s y
c o n c ie n c ia
no
b u r­
E l lockouty los sindicatos
de
no
re c o n q u is ta r
e fe c to s
e fe c to s
B a s ta ,
debe­
in s titu c io n e s
lo s
y
“ ?
a s p ira c ió in ,
fo rm a d e
la lucha
c u a n to
de
c o n d ic ió n
son
d u c c ió n
m ie n to .
el re c u rso
eso
por
in m e d ia ­
su
u n a c la se
t r a ^ fu e ra
ó
lo
a b s o lu ta
n e c e s ita
y
que
a n te
p r e n s ió n d e lo s
p e rp e tu a ­
in u tiliz a r
la s
s in d ic a to s n o
s u lta d o s
re v o lu ­
e lla
la
d e c o n s e rv a c ió n
fo rm a d o
que
e j. e n
á
re s u lta d o
tro c a d o
in d u s tr ia s
lock out
in d e ­
a m p a rá n d o ­
c la se
si
e n te ra m e n te .
e x p e rie n c ia
rid a d e s ,
la c la s e p a ­
n o s e r ía
tra e rá
de
la
o b re ra s,
n o p u e d e co m o se
y
por
p ara
en
tra d u c e
e s ta d o
e x p lo ta d o ra
de
P o r eso
s e r f a v o r a b le á lo s
c irc u n s ta n c ia s
g ro se ra
in s tin to
canzado
fe u d a lis m o .
d e p e n d ie n d o
e s ta ría
constitucional
rá
h a s ta
c o n c e p c ió n
n e c e s ita
b a s ta rs e
c la se
re c u rso
re s u lta d o s
c ie rre ,
p ara
de
El
n e c e s ita
del
out ,
arm a
c o n tra
m e n te s o m e tid a .
p ara
lock
s u rtid o
d o m in a n te ,
in s titu c io n e s ,
c io n a ria ,
sus
es
no p erd er
La
s u s p r o p ia s in s titu c io n e s , p u e s
v iv ie n d o
sus
A sí
y
m e c a n is m o s
c o m b a te , lo
re v o lu c io n a ria
c o n tin u a ra
en
d e s tru irla .
p a r a e m a n c ip a rs e
P a ra
se
p ara
s in o
re fle jo
cansan
y la
s in d ic a to s .
esa
re v o lu c io n a ria ,
m ism o s
m e c a n is m o s
la
p ro p io s
lo s
e s te
c r ític a ,
p ro p ia m e n te
fu e rz a
de
un
en
b“ ^
u n a « .v in d ic a c ió n
v erd ad
--------------
com o
c u y a a d o p c ió n , s e ­
d e l c a p ita lis m o ,
que
q u e la s
m in a d a s
no
a u to -
p r o d u c ie n d o
ta n to ,
tra b a ja d o re s
h a m b r e á lo s
o b re ra s.
El
lo s
p ro d u c c ió n
te
lo
en
le y
¡a d o re s o rg a n iz a d o s
L a s fo rm a s ju ríd ic a s
tir
pen o sa
c ió n
la
por
c a p ita lis m o ,
háyanse
un
a trib u ía
del
que
en
r e iv in d ic a c ió n y a
una
v id a
tra b a jo
lo
le g is la d o r d e la
tra d u c ir
r e i¡vvii n d i c a c i ó n
p ro lo n g a ­
la
á
miento
tra s c e n d e n c ia
m o d ific a d o
El
n a tu ra le z a .
p o s ib ilid a d
cuya
f a c ilid a d e s
ta m ­
de
s ig u e n
Io b a p e t e c i d o s
de
c ia s y
fijo
es,
p ita lis m o ,
la
la
y
y
o b te n id o ,
la s
ac­
de
una
la
d e c id e
o b re ra ,
q u e p u e d e p erm a n ec er
m u y tra n s ito rio ,
e n tie n d e
hayan
po­
con
d is tin g o
e lla s ,
d esconozco
la s
la
se
s in d ic a l
de
su
o b re ro
y
con
cuya
in s tr u m e n to s
m a y o r ia d e lo s c a s o s
m e n te á
d ife r e n c ia
to d a
e n te n d e ría
e n c ie rra ,
u lte rio rid a d e s
es
C o n g re so — com o
p rim e r c r ite rio
b u rg u e sa s
que
v irtu d
Es
se
del
tra b a ja d o ra .
d u c ta
a s a la ria d o s .
la
e le c to ra l
a c c ió n
una
ser
del m e­
q u e e s ta s o lo
del
la
fo r tifiq u e .
Se
m a y o ría
d e lo s
c o r p o ra tiv a .— A h o ra
titu c io n e s
al
sen o
c o n f u n d ía
d e s lin d e
b ié n
de
c la se
en
C u a n d o el ó rg a n o
com o
n o rm a lm e n te .
tra e rá ,
p ara
trib u n a l c o m ­
n o ta d o
a c c ió n
p o lític a . P e n s a b a
el
un
una
a s p ira c io n e s
c ió n
ta m b ié n
á
de
no
se
lim ite ,
in te lig e n c ia
in te re s e s
p a ra li­
la c u e s tió n
s u b s is te
s u p e rv a lía .
c a p ita lis n o ,
I0 9
ser,
v e e n la
a p a re c e
e c o n ó m ic a
y fu n d a m e n ta l,
del
lo s
y
to s , p e ro
p ro d u c id o s
n e c e s a ria
y
saca
lo t r a n s p o r ta
p rin c ip io
e x is te
es
que
la
no
fin
H oy no acep­
p o rq u e
c a p a c ite
g e n e ra lm e n te
Al
‘q u e
que
p o rq u e
y
c o n tra ria á
c o n f lic to s
y p a tro n e s .
lu c h a
a c e p to
p o n ía
re al
que
tra n s ito rio ,
a s a la ria ­
que
p re c is a m e n te
o b re ro
Ñ o
p u e s to
a r b itr a je
ó
v is ta ,
e s e n c ia
só lo
dado
P uede
el
gún
e n tre
el
ta n to
c o n tin u a
d o s.
A n te s
un
fá b ric a
d irig e n te ,
medidas consti­
p ro p a g a n d is ta s
á
la
a n u la c ió n d e u n r é g im e n
lo s
ig n o ra n c ia
c la se
y
á
p ro v e ch o
s u b s is te n c ia
c ió n
cread o
han cread o
la
leyes
lo s
el
e s to s
d e m u e s tra
con
d e s tru ir
de
a s a la ria d o
y
p r e te n d e n
tucionales
fin
y
que
c a p ita lis ta s
cuando
unos
s im p le
es,
que
im p o rta n c ia d e a q u e l.— F u e rz a
e x c lu s iv o d e
á
lo
la
p a g a n d is ta s ,
lo
y
lo s
tra b a ja -
m istific a c io n e :
s o c ia lis ta .
c ó m p lic e s
c o n tra
la
a n te
g ro se ra
lo s ti a b a ja d o r e s
su
g r a d a d el
núes
m ascaem an-
so-
a lto
P a la c io s
c o m e te r
d e le y
o b re ro
c u r io s o
fe tic h is m o » ,
á
y
3
la
lU t a fo r ? .L
listas ( ? ) r o
ro n
por
" ° S e X lr a " a
s a n n o s q u e s ie m p re
su in c a p a c id a d
tach"
¡“ r o p p ^ u r
f a rin a c ió n .
a b s o f o ta
d e los ¡ocias e d is tin a u ie p ara
Í e a S
d e p ro p a g a n d a y lié
7 m ° S q “ ' s i e m p r e s e a credi.
mPetencia en e l c h i s m e y l a d i -
L a ACCION SOCIALISTA
Proceso antimilitarista en f rancia
M anifiesto c a u sa de la condenación
Ha llegado el memento en que debeis pagar vuestra deuda á
la patria. Dentro de algunos días debéis abandonar todo lo que os es
querido, familia, amigos, prometida, para endozar la infame librea militar.
Vosotros abandonareis vuestros intereses y vuestro trabajo para en­
trar en el montón de brutos á quienes se les enseña el arte de matar.
Como ya lo hemos hecho el año pasado, venimos á invitaros á que
reflexionéis. Ante-i de renunciar definitivamente á vuestra calidad de
hombres, antes que vuestra razón sea obscurecida en esas cárceles depri­
mentes, que son los cuarteles, pensad en lo que vais á hacer.
Trabajadores, vosotros os debeis ante todo á la clase obrera. La p a ­
tria burguesa, que os exige años de servidumbre y también el sacrificio
de vuestra vida, no ha sido para vosotros más que una m adrasta.
Vosotros no le debeis ni devoción, ni obediencia.
Cuando se os ordene descargar vuestros fusiles sobre vuestros herma­
nos de miseria—como sucedió en Chálon, La Martinica, Limoges— tra­
bajadores, soldados de mañana, no titubiareis un instante, no obe­
deceréis. Vosotros tirareis, pero no sobre vuestros camaradas. Tirareis
sobre los militares galoneados que se atreven á daros semejantes órdenes.
Cuando se os envíe á la frontera á defender la caja fuerte de los ca­
pitalistas contra otros trabajadores explotados, como lo sois vosotros mis­
mos, vosotros no marchareis. Toda guerra es criminal. A la orden de mo­
vilización, responderéis con la huelga inmediata y con la insurrección.
El 1° de Mayo de 1906 vuestros compañeros que luchan contra la
opresión patronal, afirmarán su voluntad de no trabajar más que ocho
horas por dia. En esta circunstancia se os pedirá que ahoguéis en sangre
este esfuerzo de independencia y dignidad obrera. Pero, también, cons­
criptos, os negareis á desempeñar el papel de baja policía, proclamando
la estrecha solidaridad que os une á los manifestantes.
Eso es lo que haréis conscriptos. Eso es lo que debeis examinar
desde ahora.
Recordad que habéis contraído deberes hacia la clase á la cual per­
tenecéis. Recordad bien que vuestro interés está íntimamente ligado al
de los trabajadores.
Faltar á estos deberes, olvidar qsos intereses, sería más que una de­
bilidad, una traición.
Jovenes compañeros conscriptos, vosotros no defraudareis las esperan­
zas de los trabajadores. Vosotros no abandonareis al pueblo, al cual per­
tenecéis. Vosotros no traicionareis la causa de los explotados; que es
vuestra causa!
E l C. N. d e l a A s o c i a c i ó n I . • A n t i m i l i t a r i s t a .
LOS CONDENADOS
Gustave H ervé
4 años de prisión.
Georges Ivetot
3
“ “
“
Miguel Alm ereyda 3
“ “
1‘
Roger Sadrin
3
“ “
“
Loáis G randidier 2
“ “
“
Amedee Bousquet 15 meses de prisión
(í
Auguste G arnery “
U
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E m ile Coulais
15
44
44
Ch. Desplantques
1 ano
44
44
44
fíaym ond Duberos 1
li
44
44
Urbain Gohier
1
44
1
León Clement
Jules L tquery
1
1 44
E m ile Laporte
44
44
1
Lazare Hogeon
44
44
1
Néstor fíosche
44
44
1 {<
E m ile P ataud
44
44
A rnold B antem pt 1
44
1
Jules A. Nicolet
44
(4
Piene Le Blavec 1
44
44
1
f . Castagne
44
1
Eugene Merle
ti
Rene M outon
1
*•
44
14
Jean-M . F rontier 1
44
44
P. Alberl Chavin 1 “
Loáis Perceau
6 meses 44
DEFENSA DE GUSTAVO HERVÉ
Señores jurados:
El gobierno no nos da todos los días, la
ocasión de expresar nuestras ideas, casi siem­
pre desnaturalizadas intencionalmente por re
porters adversarios. Y o dejo á mi abogado la
tarea de defender mi persona. Vosotros decis,
que desde hace cuatro años, yo me entreten­
go en clavar la bandera en el estiércol. Mi
amigo el abogado Lafont se encargará en de­
mostraros cual ha sido mi vida. Por mi parte,
yo os haré ver en que consiste lo que se ha
dado en llamar el «herveismo», como si com­
pañeros como Ivetot, y otros antes que yo,
no hubiesen desarrollado las mismas doctri­
nas. Y o no he hecho nada más que traducir
las ideas nacidas en la clase proletaria, aun
cuando yo haya resultado un símbolo.
Esas ideas son nuevas. Ellas pueden ser
chocantes para vosotros. Todas la* ideas nue
vas siempre en un principio producen uu efec­
to chocante. El protestantismo es uu ej .mido.
Nosotros merecemos la excomunión corro
los herejes de todos los tiempos, que comba­
ten una religión. Hemos sido los fieles 'ír
un principio fuimos discípulos de Derouh.de.
Se nos había inculcado ... .a religión de<dc )a
cura, cuando no teníamos ningún rsp lr u crí­
tico. Con rna tducación semejante se puc.de
llegar á ser un sa lió como Pasteur, pero hay
un rincón del cerebro, aquel en donue la ma
dre ó el sacerdote han derramado á ¡nanos
llenas ’ :» leyenda, que permanece cerrado y
que impide toda discusión.
Alrededoi de la mesa paterna, cuando niño,
sa, reunión, asociación, el jurado para ju zg a ­
ros, los sindicatos profesionales, el sufragio
universal». El sufragio universal! Que es el
sufragio universal? Oprimido, corrompido, ro­
to por toda clase de presiones, por los gran­
des diarios en poder de los capitalistas que
falsean sistemáticamente los hechos para fa
bricar á su gusto la opinión pública.
La libertad sindical, la libertad de palabra?
Preguntadle al amigo Bouquet, que significa
eso. La libertad de prensa? Henos aquí, en
estos bancos, y ya no llevamos cuenta de los
delitos de prensa que se nos atribuye. Que
tenemos el jurado? Y acaso el jurado que es­
tá frente á nosotros se compone de iguales
nuestros? Donde están entre vosotros los de
nuestra clase, los obreros, los que conocen y
participan de los sufrimientos?
Se ve claramente que existen dos clases: la
nuestra, la que está aquí en estos bancos de
acusados, y la vuestra, la clase burguesa, la
que nos juzga! Vos sois, señor abogado g e­
neral, el abogado de oficio.
Que los de vuestra clase amen á la patria,
es lo más natural. La patria es una buena ma­
dre para vosotros. Sí ciudadano abogado g e ­
neral (movimiento). Sí, yo comprendo que á
esta patria, nos les seáis ingratos, que corráis
á defenderla y que tratéis de arrastrarnos á
nosotros, para que la defendamos. Vosotros ne­
cesitáis que seamos patriotas porque, si vues­
tra patria es amenazada en Fourmies, en
Lim oges, en Nancy, en La Rochelle, donde
ayer hubo otro asesinato cometido por los
soldados proletarios, nosotros seamos los pe­
rros de guardia de las cajas fuertes patrona­
les, con la benda del patriotismo sobre los
ojos!
Las fuentes místicas y las fuentes interesa­
das de vuestro patriotismo de clase, las cono­
cemos perfectamente. Soportad, pues que no­
sotros consideremos á la patria nó como una
madre, y al patriotismo como un atrapa bo­
bos. Pero nosotros tenemos libertades;. . . .
Cualquiera que sea la guerra, no obedece­
remos á la orden de movilización.
Declaramos que si por cualquier pretexto,
vosotros nos pedis eljúnico bien que poseemos,
nuestra vida, no os la daremos. Sabemos que
no será sin riesgo. Pero eso no cambiará
nuestra resolución
¿Que gan remos con una guerra inteina­
cional?
La única guerra que nos puede ser prove­
chosa, es la guerra civil, la guerra de ciase,
porque si triunfamos, sereis vosotpi-. 1"- que
pagareis los platos rotos. Esa es la verdade­
ra guerra para los proletarios.
Nosotros hacemos la guerra civil para to­
mar posesión de la riqueza social, que es
nuestra, porque somos nosotros que la pro­
ducimos. Nosotros
pretendemos organizar
una sociedad mejor que la vuestra, y de la que
aprovecharán también vuestros hijos!
yo oí hablar de atrocidades alemanas; de la
la Francia refugio de las libertades, y nues­
tros padres y madres nos daban soldaditos de
plomo, sables y tambores. Nos hicieron pa­
triotas.
En la escuela, los libros que se nos hacía
estudiar, escritos por los charlatanes del pa­
triotismo, representaban el soldado francés co­
mo el eterno soldado del derecho, lo mismo
el soldado del Palatinado, como el de las gu e­
rras de Napoleón. Nosotros contemplábamos
Señores jurados, esa es la declaración que
llenos de admiración los grabados que los
quería hacer. Y o hablo, y lo habéis visto, sin
ilustraban, rebosando odio al estrangero, é
ningún cuidado para evitar la prisión, con
idolatría por el sable.
muy poco cuidado, puede ser, de la libertad
Cuando jóvenes, los grandes diarios hacían
de mis compañeros acusados. Y o le s p d i que
un culto del patriotismo, y cuando de este
me disculpen.
modo ya formados, nosotros vemos pasar los
No os pido, señores, que ap’-ob-i-.
.ús
regimientos, hay un despliegue de teatralidad
ideas, no tengo tan ingénua pretención, pero
que influye sobre nuestros nervios del mismo
estoy scgai^ qav. os marchareis co.i m im­
modo que la música del órgano sobre los de­ presión de nuestras ideas, que forman un só­
votos. Todos hemos corrido para ver desfilar
lido cuerpo de doctrina, que tienen detrás pa­
bajo los rayos del sol los instrumentos de ma­ ra sostenerla, gentes que no tienen fría la mi­
tanza, jóvenes hombres destinados á absurdas
rada y que no son un puñado solamente. No
carnicerías, y cuando pasaba en la estremidad
es una opinión personal, señor abogado ge­
de un palo el pedazo de trapo que es la ban­ neral, como lo habéis pretendido, es la opi­
dera, nosotros nos descubríamos devotamente.
nión de sindicatos que cuentan con miliares
Ah! yo sé que debo herir vuestra conciende adherentes, y á cuyos representantes ha­
ciencia oficial de la cual el acusador se ha hecho
béis visto desfilar por la barra. Es, por ejem­
intérprete. Pero eréis que Voltaire no hirió la
plo, en nombre de treinta mil trabajadores
conciencia de nadie?
leñadores, los siervos del bosque, que habló
Lo único que podéis preguntaros, es si no­ ayer, nuestro compañero V euilLt, secretario
sotros somos sinceros.
de la federación nacional de los leñadores de
Y bien, nosotros hemos abierto los pliegues
Francia.
de esa
bandera para ver
lo que es la patria;
lo que
son todas las patrias.
Oh! es preciso que tengáis mucho valor
Vuestras patrias se nos presentan compues­
para absolvernos. Teneis que reaccionar con­
tas de dos grupos de hombres: uno, sentado
tra la sugestión de todos los días, que se ha
alrededor de una mesa, comprende los hom­
impuesto á vuestros cerebros por la lectura
bres menos numerosos, que comen bien, be­
de vuestros diarios, los que hacen que voso­
ben hbn, trabajan alguna vez y realizando
tros nos consideréis como energúmenos que
tan solo un tia b 'jo de dirección, agradable y
pasamos nuestra vida insultando á los oficia­
noble: comprende á los hombres de las pitan­
les y clavando la bandera en el estiércol. . .
zas, á las grandes cabezas de las administra­
Tendríais que exponeros á las críticas y re­
ciones, nuestros stñores los ministros, el cuer­
proches de vuestros amigos, que no os per­
po de lrs abogados. Nosotros no nos senta­
donarían el haber absuelto «al hombre de la
rnos
fsa n e ja . F.1 otro grupo lo componen
bandera en el estiércol» .........
los perneños negociantes aplastados por los
gi i ?
almacenes, los
pequeños patrones
ar stadoa por la fabrica, los pequeños agri¿No habéis comprendido que nosotros so­
í u ' ; . .
obre todo la clase obrera, la mamos el mejor freno para Guillermo II? No es
c Je lCcíos aquellos que para vivir no cuen­
á vuestros fusiles á quien teme él, sino á los
fusiles de los socialistas alemanes, los camatan mas que con sus brazos! Esa es la patria
ciada 1 n- s jurados!
radas que del otro lado del Rhin hacen la
Y ti eiudafano abogado general, no quie­ misma propaganda que nosotros.
Todos, aún los más nacionalistas, quieren
re t"jr so ’ .anle de clases! Dice que no exist i. -lases! Verdaderamente! Nosotros sabemos
la paz, no es verdad? Deseariais que la alta
finanza de vuestra clase capitalista arreglara
c<mo )•• clase buiguesa ha hecho su fortuna
sus cosas con la alta finanza de los países ve­
/ e m ú ís :1.a la que h i hecho los códigos
cinos, por medio del arbitrage internacional.
«:n provecho proprn, como ha sabido defender
la propiedad y se ha preocupado tan poco
Pero vosotros decís: «Es un fastidio estos tri­
do] trabajo y del trabajador. Se sabe como se
bunales de arbitrage. Ellos arreglan las pe­
queñas cuestiones, pero cuando se trata de una
hí u hecho ’as leyes de ferrocarriles, las leyes
gran cuestión, siempre se soluciona á cañona­
m iiit.rcs, etc. La clase burguesa, durante un
J g .o ;e ha íoimacio una situación privilegia­ zos. El czar de La Haya hace como los otros».
Y bien, nosotros hemos encontrado, para vo­
da, aún desde el punto de vista militar. Ella
ha edificado su fortuna sobre el aplastamien­ sotros, una receta á fin de obligar á los gobier­
to de los pequeñas. Nosotros sabemos todo
nos, á todos los gobiernos, á que arreglen
por medio del arbitrage sus conflictos, lodos
eso, y que la riqueza se halla en poder de
algunos miles de zánganos.
los conflictos.
«Pero, dice el abogado general, vosotros
Nuestra receta consiste en propagar, de ca­
teneis liuertades, todas las libertades de pren­ da lado de las fronteras, y particularmente en
P r e c io d e S u s c r ip c ió n
P O R A Ñ O .................................................................................................« 2 .0 0
n SEMESTRE............................................ . ] (jo
» TRIMESTRE........................................... 0.50
» NUMERO 8UELT0 ................................. . o.10
Francia y Alemania, nuestro grito de guerra
á la guerra: «Mejor la insurrección que la
guerra». Es á vuestros hijos como á los hi­
jos del pueblo que le evitaremos la muerte
horrible de los campos de batalla.
Si nos encerráis en una prisión y si, lo que es
imposible, podéis impedir nuestra propaganda,
temed que una guerra no venga, un día pró­
ximo, á destruir, en la flor de la vida á los
seres que os son queridos. Tem ed que la ma­
dre de vuestro hijo venga á deciros: «Des­
graciado, ha habido hombres que, con peligro
de su libertad, habían encontrado un medio
para impedir que los gobiernos desencadena­
ran la guerra, que masacraran á mi hijo, y
eres tú, miserable, quien los ha encerrado en
una prisión!»
DESPUES DE LA SENTENCIA
LOS ABSU ELTO S
Apenas se pronunció la sentencia, la ciudadadana Numieska se levantó indignada:
— Yo protesto— g ritó — contra el juicio im­
bécil del jurado, en lo que me concierne. Yo
protesto y yo tengo el derecho de protestar.
Es una sentencia de idiotas. Son unos im­
béciles . . . .
E l presidente.— No insultéis al jurado. Po­
dríamos pronunciar otra condena.
Numieska. — Poco me importa!
A . Cipriani y la ciudadana Numieska son
absueltos.
— Enseguida Cipriani manifiesta:
— Pido decir dos palabras. Yo debo pro­
testar contra esta injusta decisión . . . . Y o asu­
mo las responsabilidades. . . . Y o quiero com­
partir la suerte de mis cam aradas. . . . Lo que
acaba de hacerse es indigno, es una vergüen­
za! . . . .
LOS
Bousquet.— Y a
República.
CONDENADOS
no existe
libertad bajo
la
Cibot.— Y o no digo nada, porque detrás
mío hay veinte y seis camaradas.
Nicolet. — Hace tiempo que en mi concien­
cia me he absuelto.
Gustavo Hervé— Y o debo agradecer al ju ­
rado de lo que acaba de hacer y por lo bien
que ha ilustrado la tesis que yo he sos­
tenido. Vosotros habíais jurado juzgarnos sin
odio ni temor.
E l presidente.— Es á la Corte y no á los
señores jurados que debéis dirigiros.
H ervé— Señores de la Corte, los jurados
que habían prometido juzgarnos sin odio y sin
temor, ellos nos han juzgado con el odio de
clase, con el temor déla opinión pública, de los
diarios capitalistas y «del que dirán» de la
gente de su clase. Ellos han trabajado bien
para ahondar entre su clase y la nuestra el
abismo donde nosotros le arrojaremos!
Almereyda.— Y o doy las Vepetidas gracias á
los jurados, por los muy republicanos. . . .
Lo que me interesa es la protesta de
los que han sido absueltos.
Cam us.— Los jurados acaban de trabajar
para la revolución so cia l. . . .
L e Guery.— Si hay pena que sufrir,
soportaré de buen grado.
Baudin.— Y o doy la* repetidas
jurado.
yo la
gracias
al
Yvetot.— Y o marco el record de las conde"
naciones por antim ilitarism o... Y o he siem­
p re— condenado ó absuelto— prometido de
volver A empezar y yo he mantenido la pa­
labra.
Esta vez también os prometo volver A co­
menzar. Estad seguros que mantendré mi pro­
mesa . . .
Pataud.— Jamás me forjé ilusiones sobre la
justicia de los adversarios de mi clase.
Perceaux.— Y o doy las gracias al jurado, no
por las circustancias atenuantes que me ha
acordado, sino por la condena. Esta no será
capaz de impedir A los militantes la continua­
ción de la propaganda.
Le Blavec.— Yo agradezco al jurado por
haber hecho una buena propaganda antim ilita­
rista . . . .
Caslagne,— Y o prefiero haber sido condena­
do que ab su elto. . . .
Duberos. — El jurado ha demostrado, al con­
denarnos, que él es el enemigo de nuestra
clase. No hay que razonar con los burgueses.
Es menester sacudir, puesto que ellos sacu­
den . . . .
M erle.— Vuestra sentencia me es indife­
r e n t e . . . . Mi madre me ha escrito esta m a­
ñana, que, cualquiera que sea el resultado
del proceso, yo saldré más g ra n d e. . .
Mouton— El jurado nos condena, pero un
millón de trabajadores nos absuelveFrontier.— Mi padre tiene una pensión de
8o pesos como viejo militar. El acaba de es­
cribirme que, A consecuencia de este proceso,
teme que la perderá. Pero él está orgulloso
de su hijo.
Garnery. — Esta condena es la revolución
que vendrá mañana. La sangre brilla sobre
vosotros.
Coulais. — Agradezco al jurado. El nos lan­
za un guante. Nosotros le arrojamos el Manual del Soldado al rostro, que vale más!
L A ACIO N
SO C IA L IST A
flfcovínuento obrero
Conductores de carros
E s ta
m e ro
h u e lg a , c u y a
ú ltim o ,
ha
c o n tin u a d o
fa v o ra b le m e n te ,
de
lu c h a
que
L la m ó
lo s
g ra c ia s
a n im a
tro p e ro s ,
que
m enos
p re s io n a n te
p ara
denanza que
E n
un
á
la
p u n to
en
p a ra el
g re m io
por
una
v o ra b le ,
c o n d u c to re s
to d a s
cuya
la s
n o d e te r­
m e jo ra
d e ro g a c ió n
h u e lg a ,
y
no
su
una
p a r te ,
in flu ía n e n
m a n te n ía n se
com ponendas
fa­
de
de
re n c ia
de
es
a s u n to s
m ás q u e
o b re ro s,
o fre c ió
v ita n d o
á
en
Se
el
rnotu propio ,
in flu e n c ia
a n te
o b lig a rlo s
lo s
á
in g e ­
o fi­
c o n f lic to ,
á
su
que
en­
de
y
v a le r
su
c a rro s,
f a v o ra b le m e n te
pa­
el
con­
H a b ie n d o
con
tro p e ro s
el
m ás
en
á
e s to s
o tra
ro tu n d o
re ch az o
la s d ife r e n c ia s
fu n d o
de
fu é
el
con
e n tu e rto s ,
no
re p re s a lia ,
c ió n
de
la
lo s
r e c a 'c i t r a n t e s
jo ra s
p e d id a s
D e sd e el
se
de
m o v im ie n to
s ig u ió
fran co
e n tre
de
d e c irs e
que
e s ta
c a rá c te r
g e n e ra l,
en
to d o
el
re p a 
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