N° 1 Bnonos Aires, Julio 11 de 1005 Año I. La Acción Socialista Periódico Sindicalista Revolucionario A parece el 11 y 21 de cada m es L A A'CCION SOCIALISTA niltEC'f'IOX V REDACCION: beneficio, y n o e sa a b s u r d a a b stracció n S A .V JO ív Iv 7 l S fe ~ sim bólica, in m a te ria l, con (pie a lg u n o s lo in te rp re ta n , d á n d o le la ideológica con­ A 1) I I I X I S T n A C I O N: SU PR O G R A M A Coehabawba 3401 cepción q u e p o d ría m o s te n e r de un m ito re lig io so ó p a trió tic o c u a lq u iera. P u e s L a ob se rv ació n d el m ovim iento socialista terial, qu e la experien cia desm iente constante­ esto n o es en el l’o n d o sino la inconfcP recio de S uscripción mente. u n iversal, perm ite com prob ar que existe: s a d a é ín tim a e sc ru p u lo sid a d de la mo­ i° U n a d esviación bien definida en la ac­ A n te estas anom alías de criterios que re­ ra l b u rg u e s a , q u e re s p e ta la opinión ■ANO......................................................... 2.00 ción gen eral del P artid o, d e la verdadera lu ­ flejan en la m erte y acción proletarias unn ine x te rio r, al p u n to d e h a c e r h ip ó c rita los SKM KSTltK...................................................... i.ou cha d e clases, hacia m edios y procedim ientos certidum bre constante y perniciosa ásus intereses in d iv id u o s y la s co lectividades, p a r a no TÜ IM EST K K .......................................................U..VI M 1IKKO SU ELTO ............................................«.m q u e confunden en el trabajad or la noción cla ­ gen erales de clase revolucionaria y oprim ida, m e re c e r la c rític a m o rd a z del a d v e rs a ­ ra del problem a social y d e la irreductibilidad la a c c i ó n s o c i a l i s t a , sostendrá el siguiente rio. Y n o q u e re m o s tam poco p e n s a r que d el antagon ism o de clases, que caracteriza el program a: in te rv e n g a n á a c e n tu a r e sta a n im a d v e r­ actual sistem a de producción. i° F ijación absoluta y precisa del m ovi­ sió n á u n c rite rio n u e v o ó ren o v a d o , m e­ orien tarse con aquella para alcanzar un feliz 2® Una tendencia á am enguar en la consi­ m iento obrero en el tCTrer.o de la .lucha de jo r dicho, c o m b in acio n es de in terese s éxito y con tribuir con eficacia á la obra eman­ deración de los obreros, la eficacia de sus clases, y m antenim iento del espíritu re v o lu ­ c o n stitu id a s p o r incon'fesadas am bicio­ cipadora. arm as p rop ias de lucha y d e su acción autó­ L a 1ucha de clase no es un dogm a, com o cionario que debe anim arlo, por m edio de n es y p ro p ó sito s, q u e la g ra n d e z a c re­ nom a, para hacerles aceptar una excesiva y un d is iirg u id o cam arada ha preten dido califi­ una propagan d a tendiente á hacer im posible cien te del P a rtid o , a tra e sin cesar, ni p erju d icial avaloración de los recursos le g a ­ toda interpretación dual y com pleja sobre las tam p o co a trib u irla al a m o r m ás ó m e­ carla (sin m erecer la excom unión), ni una les d ejad os á su alcance por una clase en e­ funciones de los ó rgan os é instituciones de n o s loable, p e ro p ern icio so y e x a g e ra d o , creación diabólica de nuestras m entes, com o dom inación burguesa. m iga. q u e ten em o s to d o s á n u e s tra s conviccio­ afirman los in ielectuales de la burguesía, ni 3o U n criterio , cada vez más erróneo, so ­ 2° E n altecim ien to constante de la acción nes, al p u n to d g c o n stitu irn o s in fa tu a ­ ha sid o desiubietta por los socialistas, com o propia y directa desarrollada por un proleta­ bre la sign ificación y concepto de la política d a m e n te com o ú n icos y v e rd a d e ro s p ic - dijo o n o ile los nuestros (tisutn tcncalis). No; socialista, la qu e se intenta expresar en su riado in dependiente d e toda tutela lega l, por p ie ta rio s d e la v e rd a d . No, n o so tro s no la fic h a de clase es una realidad palpitante, faz m era y sencillam ente electoral ó parla­ indiseuiida; es la relación sccial diaria y per­ su sim ple y deliberad a voluntad, en el sentido P re ju z g a m o s, sin o in d icam o s la len id ad de dism inuir prácticam en te las condiciones de m entaria. dt 1 h ech o e n sí, su im p o rta n c ia real, y m anente en tie los poderosos y ios hum ildes, 4® U n a d esvin colación im posible y con tra­ inferioridad económ ica en que está colocado e x p o n e m o s q u e su g ra v e d a d no re sid e entre los capitalistas y los asalariados. dictoria entre la acción sindical (ó d irecta) E l pueblo ( b rero desde que se inicia en la frente al capitalism o. en su o b je tiv id a d , c u a n to sí en la p si­ que d esarrolla la clase trabajadora organ izada, 3° D em ostración teórica y práctica: i° del c o lo g ía deficiente y n o e d u c a d a aú n de defensa de sus intereses, d eclara la gu erra de y las representaciones y partido socialistas, pap el altam ente revolu cion ario del sindicato, la g ra n p a rte d e los so cialistas m ili­ clases, se em peña en una lucha política. E s­ y su efectiva superioridad com o instrum ento ta no se halla ceñida á fórm ulas ó m oldes d ivorcio q u e vien e á estab lecer en las inteli­ ta n te s. de lucha social; 2° de su función histórica en preestablecidos, invariables y ríg id os. E lla es gen cias obreras la errónea creencia de que H e a q u í, p u es, p la n te a d a la (u e stió n pueda e xistir una dualidad de acción p o r ] ar­ el p « iv tn ir com o em brión de un sistem a de q u e se p re te n d e tra sc e n d e n ta l: la ex is­ m últiple y com pleja, con tendencias construc­ te d el p roletariad o, cuando la observación e x ­ p rodu cción y gestión enteram ente colectivista. ten cia de c rite rio s d ife re n te s d e n tro de tivas y destructivas. L a acción socialista que es ta práctica de 4® Integración absoluta de la acción revo­ perim en tal d em u estia, p or el contrario, que n u e s tro P a rtid o . Q ue es v e rd a d el hecho, lu cion aria del proletariado, por m edio de una toda política, en sentido gen eral y am plio, no no m erece la p e n a de u n a confiim ación, la lucha de clases asum e las variadísim as m o­ puede cum plir sino una función de defensa ó * absoluta y com pleta subordinación de la ac­ p e ro a p re c ia r la m a n e ra com o en el fu­ dalidades que determ inan las circunstancias de ción parlam entaria, á los intereses y necesida­ con solidación de un conjunto de intereses d e ­ tu ro p u e d e n s e r o b v ia d o s los in co n v e­ cada m om ento. S e inspira en estas y de des de la clase trabajadora, quien ha d e se­ term inados, á los cuales se subordina en todo n ie n te s q u e s u r g irá n del conflicto n a tu ­ acuerdo con ellas se pronuncia. S o lo así, en esta tendencia de adaptación á ñ alar en tod o m om ento á sus m andatarios la m om ento d e una m anera incondicional. r a l en q u e d e b e rá n h a lla rse , es un g r a ­ con d ucta á se gu ir dentro de los parlam entos v e d e b e r n u e stro . E n tr a en e sta consi­ las tm e ig e n cia s diarias del com bate, la acción 5® U n con cepto eq uivocado de la lunción socialista se hace fecunda y práctica. S o lo así, burgueses. d e rac ió n , p rim o rd ia lm e n te , u n a cuestión que toca cu m p lir al sindicato en el proceso 5 ” R atificación entera del con cepto m arxista ella es colocad a en un terreno concreto, real d e o rd e n m o ral, com o s e r ía el re s p e to de la revolu ción social, y una falsa apreciación, sob re el sign ificad o d e la acción política d el p ro fu n d o a l juicio del c o m p añ e ro d isi­ y positivo. intencionada ó ign oran te, sobre su efectiva Tan estéril es e l cristianismo de los socia­ p roletariad o, sob re su fundam ental expresión d ente, y o l reco n o c im ien ro del p ro p ó s i­ im portancia, la que se ha id o desm ereciendo de lucha de clsses. to lo a b le q u e lo in s p ira , a m o r á la v e r­ listas alem anes, com o e l dcmagogisaio guedisal punto de asign arle un papel secundario en 6° N egació n del estad o com o órgan o so­ d a d y á la g ra n d e z a efectiva del P a r ti­ ta y el practicism o empírico de los refor­ la organ ización obrera de clase, cuando, por cial y un iversal, y su dem ostración am plia y do, d ism in u y e n d o el v a lo r de la p ro p ia mistas. el contrario, ella encierra en germ en los ele­ N uestros prácticcs tienen un poco de todo ejem plificada de institución d e clase. p e rs o n a lid a d a n te su s re a le s c o n v en ie n ­ m entos cristalinam ente revolucionarios del nue­ 7" M isión d^l parlam entarism o, y adju d ica­ cias. P o rq u e n o d e o tr a m a n e ra , es p osible esto. Son lo uno ó lo otro según convenga vo orden social, y es la escuela m aestra de la ción á éste d el único papel que le está re­ la d e fe n sa d e los in te re se s cíe e sa co­ á la explicación de sus errores. Son todo, conciencia proletaria. se rv ad o en el p roceso revolucion ario, com o lectiv id a d ; y es claro, q u e c u a n d o p ri­ m enos prácticos. Y la frasecita que de con ti­ 6° U na interpretación in exacta del papel y a gen te d e crítica y d escie d ito de las institu­ m an á la so m b ra d e ella, to d a su e rte de nuo acarician sus labios, bien m erecería un c arácter desem peñados por el estado burgués, poco de más cuidado y respeto. ciones políticas del régim en capitalista. p e rs o n a le s v a n a g lo ria s y m éritos, r a r a s al qu e se adju d ica condiciones d e agen te so­ Con este program a d e lucha, l a a c c i ó n | veces es se rv id a su cau sa, y sí lo es, en C om probam os nuestras afirm aciones: E n el cial abstractp.é in dependiente de los intereses s o c i a l i s t a , adoptará por principio absoluto, cam bio, la p o p u la rid a d in d iv id u a l, que periodo actual del m ovim iento obrero, en que econ óm ico s d e clases, al punto de hacer creer una autonom ía d e juicio com pleta, y pospon­ h ip ó c rita m e n te se c o b ra con creces, su s los contrastes de clase se recalcan é intensi­ á los trabajad ores en su adaptación y con­ drá en tod os los m om entos, á los intereses m alo s servicios. A sí p u d ie ra o c u rrir en fican, en que abiertam ente el en em igo se o r­ quista po r siem ple e jercicio del sufragio, o l­ u n iversales del proletariado, las m ezquinas r i­ el ca so n u e stro , q u e m uchos, su b o rd i­ gan iza y ataca recurrien do á todos los extre­ vidan do que £1 solo es un ó rgan o d e defensa validades de los hom bres. n a n d o á ra z o n e s p e rs o n a le s, la s u n iv e r­ m os, los m ás brutales y los m ás violentos; en b u rgu esa, cu ya am putación ó translorm ación S u actitud d entro d el partid o socialista queda sa les co n v en ie n c ia s del P a rtid o , y p o s­ que las arbitrariedades gubernam entales me­ se hará de acuerdo con las conveniencias estab lecid a com o enteram ente autónom a, y en p o n ie n d o sin esc rú p u lo s, to d a co n sid e­ recen el único aplauso del capitalism o a rgen ­ efectivas d e la clase dueña d e los instrum en­ el sentido de m antener su unidad m aterial, rac ió n e le v a d a al a m o r p ro p io y á la tino, com o lo dem uestra el álbum ofrecido al tos d e produ ción , en el m om ento histórico para una m ejor acción contra el en em igo de p ro p ia in d iv id u a lid a d , o fen d id o ó mo­ Presiden te de la R epú b lica por los banqueros, qu e no sea y a útil á la defensa de sus m ate­ clase, pero dispuesta en todo tiem po, á hacer lesta d o , u se la d ia trib a y la calum nia, com erciantes é industriales en h om enage á su riales intereses. firm eza y tino de hombre de estado para im ­ e lectiva y real la libertad de pensam iento y g e rm in a d o ra d el odio, en u n a cuestión 7o U na concepción exagerada del efectivo crítica que p restigia el socialism o. • en q u e la su b je tiv id a d d eb e se r v o lu n ­ p oner la defensá de sus intereses; en que es­ servicio que prestan las representaciones so­ ta ria m e n te m u e rta á fin de colocarse en tos capitalistas forman agru pacion es tendien­ cialistas parlam entarias, y el em peño en ad­ LO S CO O PER A D O R ES u n te rre n o c o n v e n ie n te á los g ra n d e s tes á con trarrestar la acción obrera, y á re­ ju d icar á éstas condiciones de conquista ma­ in te re se s d e n u e sto P a rtid o . E l resp eto , cabar con insistencia m arcada la sanción de la le a lta d , el n o b le in te n to de a n u la r el leyes que los garan ticen , m ientras todo esto a m o r p ro p io d e n u e s tra p e rs o n a lid a d , ocurre, entre nosotros se perm anece indiferen­ d e b e n ser, p u e s, n u e s tra in v a ria b le con­ te á ello, com o en el m ejor de los m undos, d u c ta en el fu tu ro , si es que, en v e rd a d y com o si se tuviera al en em igo m etido en y n o fa risa ic a m e n te am am os, no el m ito un zapato. la m a n e ra d e ju z g a r el g ra v e p ro b le m a Una acción práctica en estas circunstancias L os hechos del 4 d e fe b re ro , con su so cialista, sin o la v e rd a d e r a y efectiva séq u ito de a tro p e llo s y d e sa fu e ro s le g a ­ c u y a re so lu ció n b u sc am o s a rd u a y p a ­ s u s ta n c ia del socialism o: la em an c ip a­ consistiría en la crítica en érgica y en la d e­ nuncia de los m anejos del adversario al pue­ les, h a n v e n id o p o r su in fluencia p ro ­ c ie n te m en te. N.o es p o sib le, si la d ise n ­ ción d e la clase tr a b a ja d o ra . sión ex iste, e x p lic a rla , a d ju d ic a n d o su blo trabajador. En la orientación de sus ac­ fu n d a en la v id a obrera^ á d e te rm in a r tos de clase con el planteo de un problem a fenóm enos in e s p e ra d o s d e n tro d e su c a u sa á u n a c ap ric h o sa y a b s u r d a fa n ta ­ Debemos ser prácticos sía, ni á e x tr a v ia d a s elu c u b ra c io n e s político concreto, concordante con las e xigen ­ p lácid a n o rm a lid a d , y á a lte r a r p o r vez cias del presente. p rim e ra , n u e s tra c o n su e tu d in a ria a rm o ­ m en ta le s, sin ó á la re a l y ta n g ib le p r e ­ D e continuo se nos exhorta con cierta in­ Y no habría que devanarse m uch o- los se­ n ía con u n a se ria d iferen ciació n d e c ri­ sen cia d e fen ó m en o s q u e d a n á n u e s tra sistencia que toca á m ajadería y con adem án in te lig e n c ia u n a n u e v a visión y ra z o ­ sos, para encontrarlo. E l se presenta lúcido terios. No es q u e on la c o n c u rre n c ia d e enfático y solem ne, á que seamos prácticos. á la m ente de quien desea conocerlo. N os id eales com unes, n o d e ja r a d e e x is tir n am ien to , q u e se m an ifiesta n a tu r a l­ R e p e tir esta frasecita en todas las circu n s­ referim os al p royecto de L e y N acional del u n in e x p re sa d o d isen tim ien to , q u e n o h a ­ m en te en u n a b a n d o n ó ó m odificación tancias y esgrim irla com o poderosa argum en ­ do ju icio s q u e h a s ta a h o ra hem o s con­ T rab ajo , que cada día se hace una amenaza lla n d o m otivo d e tra d u c irso en o p in ió n s id e ra d o d e s u p e rio r ex celen cia y v e r­ tación en las más variadas y m últiples oca­ más peligrosa para el proletariado del país. p o p u la r, se m a n tu v ie ra con c a u te la en siones, basta para acreditarse com o hom bre L a clase capitalista la reclam a, y su san­ la in tim id a d d e la conciencia. No; es q u e dad . L a u n id a d m a te ria l do u n P a rtid o , no in teligen te, reflexivo y ¡es natural! com o hom ­ ción le produciría el g o ce de ver m ejor g a ­ p o r fa lta d e u n a c a u sa e x te rio r, e sta bre práctico. p u e d e re s e n tirse en m odo a lg u n o p o r la rantido el provecho de su explotación. d iv e rg e n c ia en la ap reciació n n o te n ía L a frasecita en sí contiene, indiscutible­ Pero nuestros prácticos están m uy lejos de ra z ó n a lg u n a en tra d u c irs e en u n m an i­ p re se n c ia d e u n a ap re c iac ió n n u e v a do m ente, un herm oso consejo, d ign o de servir fiesto y pú b lico criterio , y en c o n stitu ir­ la re a lid a d , co n ceb id a p o r u n a p a rto de com o principio inspirador de una m etodolo­ caracterizar su acción en este sentido y de se com o te n d e n c ia ó d ife re n c ia c ió n d e su s a d h e re n te s. Se tr a ta , sólo, d e u n a gía para el em pleo de nuestras fuerzas mo- dar al partid o Socialista la índole de avanza­ da de las fuerzas obreras. juicio. Los su ceso s del 4 d e fe b re ro , y m an ifestació n su b je tiv a , im p u e sta po l­ ‘ rales é intelectuales Y m uy posiblem ente, mañana cuando el el e sta d o de sitio (pío lo siguió, h a n te­ las m odificaciones o p e ra d a s en ol medio, Pero no basta recomendarlo á lo m a g is te r proletariad o argen tino se viese en la necesi­ nid o e sta v irtu d p re m a tu ra , p e ro n ece­ (jue en vez d e m e re c er unn co n d en ació n para set lo, ó desearlo ó em peñarse en ello en sa ria. No es p o sib le o c u lta rse q u e, á p e­ a n tic ip a d a y p re m a tu ra , s e ría lógico in- cu alqu ier forma. E s indispensable saber ser dad de realizar una dem ostración de e n érg i­ ca protesta y defensa, una vez más se a rg ü i­ s a r de to d o s los bien in te n c io n a d o s e s­ d ü c ie ra n á la in v e stig a c ió n y al raciocinio. práctico. ría de la falta de preparación, etc. fu erzo s q u e h u b ié ra m o s Bido c a p a c es d e E n c a ra d a s así, y no con e stre c h a y r í­ Las funciones de cada uno de los gru p os g id a a n tip a tía , «pie es en el fondo ol P or eso á la obra de crítica del aludido lle v a r 6 cabo en e l se n tid o do im p e d ir políticos obedecen á una determ inada filosofía m isoneísm o fa ta l de to d o s los tiem p o s y proyecto, de revelación sobre el propósito po­ la pro d u cció n d e Un h ech o sem ejan te, social em anada de las necesidades im puestas n u e s tro eihpeñ o h u b ie ra fra c a sa d o ta rd o de to d o s los d o g m as, n o jiu e d e h a b e r por la situación que se ocupa en el actual lítico de clase que lo inspira, á la obra de p elig ro alg u n o p a ra el p o rv e n ir del form ar conciencia en las masas obreras sobre ó tem p ran o , c o n tra la ley in e x o ra b le y orden de cosas. el p e lig ro que entraña y de prep ararla para e x tra ñ a á n u e s tra v o lu n ta d (jue g o b io r- P a rtid o , (jue ro b u ste c e su acción y su N osotros poseem os la nuestra, y es la que una eficaz oposición, nuestro periódico se d e­ na la v id a d e las so c ie d a d e s h u m an as. u n id a d , con un elem en to n u ev o y p re ­ nos correspon de com o socialistas, que bien dicará con especial cuidado, con ven cido de L as m o d alid a d es de fo rm as n u e v a s, los cioso, q u e tie n d e á c o n s e rv a r su lo z a n ía p rocedim iento s in u sitad o s, to en ese con­ y la elev ació n do su s p rin cip io s. E s d e ­ puede ser resum ida en otra frasecita de inne­ que llenará una laguna y sarisfará una de las ga b le superior transcendencia, pero que de m ás aprem iantes exigen cias de la lucha. ju n to de fenóm eno^ q u e in n o v a n co n s­ cir, si p o r P a rtid o S ocialista en ten d e m o s el co n ju n to de los m a te ria le s in te re se s continuo se o lvid a...sin desearlo: la lucha de Y entonces nosotros nos consagrarem os co ­ ta n tem en te n u e stro s h á b ito s y n u e s tra mo los ú nicos verdaderamente prácticos. m en talid ad , h u b ie ra n lo g ra d o este re s u l­ del p ro le ta ria d o y p o r su acción p ro fi­ clase. Una actuación práctica por parte nuestra en tado, y h u b ie ra n d e te rm in a d o e sta d is­ cu a todo acto do él em an u ilo q u e lleve crep an cia, ó m ejo r dicho, re n o v a c ió n , en ó la m usa (jue lo com pone, un p o sitiv o el m ovim iento obrero, d ebe necesariam ente LA U NIDAD DEL PARTIDO 1 L A ACCION SO C IA L IST A UARTA DE MANUEL UGARTE A l ciudadano secretario d el centro socialista de la circu n scripción 20*. M uy estim ado com pañero: A g ra d e zco pro­ fundam ente e! honor que me hace el C entro S ocialista d e la circunscripción 20o al e le g ir­ me candidato para las próxim as elecciones le­ gislativas y aprecio en lo que vale la nueva prueba de estim ación que me dan los corre­ ligionarios. E n em igo de la injusticia social, estoy dispuesto á ser útil al proletariado en todas las circunstancias, pero por la razón que v oy A exp on er sucintam ente, me veo ob liga ­ do á ro g ar A ustedes que desistan de soste­ ner mi candidatura. Cuando un hom bre nacido d entro de la b u r­ gu esía se da cuenta de que son abusivos los p rivilegio s de una clase, y com prendiendo los dolores de la masa popular va hacía ella, atraído por un gran ideal de reparación y de con cordia igualadora, d ebe hacerlo com o sim ­ ple soldado y no com o jefe. A l renunciar ¿ los beneficios que le procura una organ iza­ ción social caprichosa, renuncia tam bién al p rivilegio de gob ern ar y v u e lv e A entrar en las filas. Si conservase, aunque de una m anera indi­ recta, sus p rerrogativas y sigu iese siendo d i­ rector en el nuevo m ed io e le gid o por el, los mal intencionados le podrían hacer el repro­ che de que su conversión no fué leal y de que la consum ó con el fin am bicioso de apo­ derarse de una fuerza inexplotada y abrirse ru ­ ta al a b rigo de la com petencia. Adem ás, los obreros deben defenderse de la excesiva bondad que les m ueve A colm ar de favores A los recién llegad os y A segu ir confiando sistem áticam ente la dirección d e s ú s asuntos A hom bres nacidos fuera de su clase social, cuando ya tienen ellos la preparación y la responsabilidad necesarias para conocer sus exigencias y traducirlas. El socialism o sería una ficción si, bajo otro nom bre y con m odificaciones de len guaje, el poder y la influencia siguieran en m anos de una m inoría, y si, con pretexto de aptitud, continuaran presidiendo los mismos. Claro está que se hallan m ás preparados para gob ern ar los que han gobern ado siempte; pero si él proletario abriga el propósito irreductible de em anciparse, sólo lo con segu i­ rá afrontando al fin la responsabilidad de co n ­ ducir sus propios asuntos. B itn sé que hay hom bres valiosos por su habilidad, y desde aquí aplaudo y sosten go sus candidaturas. Pero al lado de esos inte­ lectuales, deben figurar algunos proletarios, iniciando así su aprendizaje político. Mi deseo sería que nuestra circunscripción fuesé representadada en la cámara por un obre­ ro que, sencillamente, con la fresca audacia de la sinceridad, revelase á los pudientes los sufrim ientos y las aspiraciones d e su clase. L o s desertores de la burguesia no deben ser el lujo del partido, sinó ser servidores más modestos; y y o ten go placer y o rg u llo en ced er el puesto de honor á uno de esos hé­ roes de la labor diaria. Com o hom bre de plum a y com o ciudada­ no, he dicho cuanto he podido en favor de la cansa que creo justa. Pero cum plir con un deber, no es hacerse acreedor á una recom ­ pensa. Cuando haya una dificultad que vencer, una opinión que avanzar, una fatiga, un conflicto, acuérden se ustedes de mí: y olvídenm e en Ioshonores. C o nven cido de que el escritor debe ser un partidario, continuaré defendiendo en mis ar­ tículos, en m is libros, en mi labor tenaz de publicista y de poeta, nuestro alto program a de transform ación social y difundiendo las verdades que deben hacer de nuestra v id a torpe el a legre jard ín de todos los sueños. Pero, aunque pueda parecer am bicioso, sólo asf iro A una gran recom pensa: v er menos dlesitguadad y menos injusticias dolorosas. S ea usted, mi estim ado com pañero, el in ­ térprete d e mis sentim ientos de fraternidad so< al y d iga á los am igos de la circunscripción 20’ , que los acom paño en sus luchas y que d ispon gan de mí en cuanto pueda serles útil. U n apretón de manos. M a n u e l U g a r t e . Palia, Jo tic A lnil <lr 1VUÓ. CARTA ABIERTA Camarada Ugarte: L a única y corta conversación q u e tuve oom V d . hace dos años, podría resum irse en una. pregunta suya. « ¿ Es. V d . realm ente socialista?» N o pensó V d. en hacerla A otros. . . A l contestar h oy de motu propio á la pá<gin a adm irable enviada por V d . á la circuns­ cripción 20o, al darle el sitio que no encon­ tró en el órgan o oficial del Partido O brero,. ( reo respondo á su pregun ta más victoriosa­ mente que entónces. E scribí, no recuerdo donde, que lo s aman* tes d e las bellas palabras adoptaban á m enu­ d o las bellas ideas; de allí á am ar las bellas acciones, solo hay un paso. Es la escala de estetism o cerebral y m o­ ral que com ienza por adm irar, lu e go imita y ejecuta. N o quiero analiza» su carta. S o lo los ni­ ños d esgranan collares, m ientras los m ayo­ res para contem plarlos resérvanles lu gares que favorecen su belleza. L a pobreza de nuestro pequeño gru p o s o f­ ito puede ofrecerle una parte del prim er nú­ m ero de «La Acción Socialista» donde vierte toda su fé. Por ese m o tivr verá orlada y salpicada con cla ve le s rojos de nuestro pensam iento esa epístola tan con cord an te con las doctrinas sindicalistas, eco fiel de mis propios senti­ m ientos, cual si les hubiera dado V d . una m agistral armonía. Entónces: ¿qué decirle? Q u e la lucha lo reclam a. E l artista no debe prim ar sob re el socialista; antes del g o z o están la pena y el trabajo para igu alarlo con sus hermanos; vengan pues á com batir y enseñar. Combatir! he dicho. . . R uda tarea si se en­ tiende la palabra lucha con su verdadero s ig ­ nificado y no com o su parodia, cuando se la entiende fuera del quietism o y de la legalid ad que es p a z. '¿Puede uno ser revolu cion ario y legalitario? ¿N o es engañarse A sí m ism o y A los d e­ más? Cam arada. . . d ígam e si para luchar basta á unos hom bres m arearse por m edio de sus palabras alineadas sem analm ente con esa mis­ ma m ano que saluda autoridades, jefe, aun­ que sea d e policía, apreta la de m inistros, y con bríos, d ign os de otra causa, pero, no de la causa obrera, escriben adm irados: « ad elan tam o s cada día. . . » pero ellos no se m ueven; jam ás se rinden en prosa, pero siem pre en la acción y en la vida pública son la n egaeión de su pensam iento escrito. ¿Puede llam arse «lucha de clases» estas alianzas fraguadas á la som bra de corpulen­ tos árboles b u rgu eses, cu yos torneos corteses con la clase obrera se confunden con am a­ bles con versacion es d iplom áticas, lucha que se desliza suave, cual a rroyo de é g lo g a , tan len­ ta y errada que funda sus mayores esperan­ zas entre los brazos de sillones que se apolillan sin que los ele gid o s nuestros alcancen á dignificarlos? N o com prendo los luchadores que, con el pretexto de sus poderoras luces, enfocando situaciones solo de altivez, donde no caben cálcu los sino d ign idad , abandonan á la clase trabajadora en aciagos momentos: «C orre al fra­ caso!» dicen. / Como s i debiera ir sola! T a le s luchadores es cierto, espantarían á la V icto ria . / E nsueños! A llí tam bién! cuántos esco­ llos! En m edio d e la clase obrera el intelec­ tual más m odesto está exp u esto á trocarse sú­ bitam ente en ped ago go; y los hay, terribles, cejijuntos, verdaderos Padres Palm etas que educan al antigu o sistem a, lá tig o en mano. N ad a de la m oderna y tranquila, sugestión. D escu bren al obrero sus taras; obcurecen, ennegrecen sus defectos, ridiculizan sus fa tas sin tratar al m ism o tiem po de enum erar las circunstancias atenuantes haciendo la lla g a m ás leve y suavizán do la pena. . . N o. . . C011 el ejercicio tolerado de los pacientes, se^ han vu elto cuales m édicos de hospitales enseñando á sus alum nos, in anima vtli. . • m ientras e enferm o con los asistentes sigu e el p roceso de su m al, conoce la extensión de la parte gangrenada, la atrofia 6 hipertrofia de sus órganos y hum illado en su o rg u llo d e ser vivie n ­ te. . . m aldice al que tanto habló. Intelectuales que som os, reyes d el V erb o y ’ de la T eoría, m oralistas, críticos á nuestras horas, Saintes B euves de la plum a, S an L u i­ ses de G o n zag a con el infaltable lirio, ¿que perfectos debem os de ser para m origerar así, qué talentos, y qué águilas para ju z g a r y despreciar A los otros? Y de lo contrario; ¿qué cínicos seríamos? ó que larsantes? ¡Enseñar, alentar, dar co ra ge al trabajador! Para hacerlo desinteresadam ente es necesario am arlo, es necesario ser conciente y unir al socialism o teórico el práctico, dar su tiem po, su corazón, su ayuda. ¿\ acaso el cariño d estila ponzoña con la plum a y los labios? ¿Q ué m aestro repite á porfía «Sois un idio­ ta, un cie g o , un ig n o r a n te .. . » ¡Y ellps, los obreros respetan todos n ues­ tros defectos, no nos disecan! P or eso, cantarada U g arte, gu sto estar en m edio de ellos, allí olvid o qu e existe la vani­ dad, la en vid ia, la am bición; no las tienen. Y al v o lve r á la tranquilidad d e mi h ogar m uy am enudo recuerdo estas palabras de V ícto r H ugo.» «Sien to un sombrío amor qne irraefra sobre m i so/e</a</: es e l calor <fel pueblo bueno y triste.» V d . dirá: ¿A qué vienen estas disertacio­ nes? Pien se V d . cu alqu ier cosa, culpe al tiem po, al mal hum or, una necesidad de d esah o go que tenía su cam arada ó una consecuencia d el e s ­ tado de sitio. M e olvid ab a ob servarle, cam arada U g arte, que su carta y la mía padecen de un defecto. H ablan do en favor del obrero, lo lamemos. E s un pensam iento de intelectual, nacido al calor d e los azotes, durante el estado de si­ tio, pero de una sanísim a y d esentiresada in­ tención, O tros no pueden d ecir otro tanto. G a h r ie la de Co m . LA A C C I O N D I R E C T A Refutación á sus detractores E n los últim os núm eros de «L a Vanguar­ d ia » se han publicado algunos artículos, á ob­ je to de criticar al sindicalism o revolucionario. L o s leí, creyen d o encontrarlos nutridos de ¡deas y objeciones al criterio de los que lan­ zam os esta hoja de com bate, y me ha sor­ pren d id o hallarlos tan sosos, llenos de contra­ diccio n es y fundam entalm ente equivocados. S e ha preten d ido asom brarnos en m ateria de m étodo y de doctrina, se ha pretendido d es­ a cred itar una concepción de la acción prole­ ta ria y socialista, que recién, y p or obra nuestra, com ienza á ser difundida entre la cla­ se trabajadora argentina; pero no han lograd o el fin propuesto. L o que han hecho, es eviden ciar una ign o­ rancia absoluta con respecto al m étodo que pretendían criticar (V éase los núm eros 2 1, 23 y 24); y á m anera de prem isa, podem os sen­ tar desde ya lo siguiente: han escrito por es­ crib ir, carecen de una noción clara del sindica­ lism o revolucionario, lo que aleja d e ellos to d a crítica sincera y convincente. A n te todo, es indispensable h acer constar q u e la doctrina m arxista, en la cual dicen inspirarse la m ayoría de los partidos socialis­ tas, ha sido deform ada por un gran núm ero d e teóricos ídem, em pezando p or E n gels, que no vaciló, en atribuir á M arx descubrim ientos que éste no h izo, dando lú ga r á críticas justi­ ficadas de parte de nuestros adversarios. En electo, E n g e ls dice: «Estos dos grandes descubrimientos, la concepción materialista de la historia y la revelación d el misterio de la producción capitalista p o r medio de la supervalia (plus valor') hemos de agradecérselo á Carlos M a r x ». (S o c. utópico y S o c . cient., P*g- 37)E sto hace suponer que E n g e ls desconocía la s producciones anteriores á M arx en que «esos dos grandes descubrimientos» habían si­ d o tratados con m aestría. Sism ondi, antes del nacim iento de E n gels, A dam Sm ith, Thom pson etc., habían hablado y a del mayor valor. E l prim ero desde el punto puram ente cien­ tífico, y sin aplicación á determ inada teoría sociológica, había com probado en el trabajo asalariado, la producción de un mayor valor por electo de una cierta cantidad de trabajo no pagado, acaparado por el capitalista. Sm ith reconoce que la base del salariado es la apropiación por parte del capitalista, de una cierta cantidad de trabajo im pago, y que él, lo m ismo que los fisiócratas que le prece­ dieron, llam aba producto neto, no justifican­ do, desde el punto de vista m oral, esa apro­ piación. Thom pson tiene la misma idea que Sm ith al d ecir que la riqueza es producida por los trabajadores, y no h ay para que recordarlo respecto á la supervalfa, desde que es citado por el mismo M arx. E n cuanto á la concepción m aterialista de la historia, G uizot, sin ser m aterialista, habla de conflictos de clase en la Inglaterra del si­ g lo X V I I , conflictos que no pueden ser g e ­ n erad os sinó por factores económ icos; y sin citar á otros V o ln e y no nos m uestra en las R u in as, la influencia d e las con d icicn es eco­ nóm icas en el p rogreso humano? Saint Sim ón, citado por el m ismo E n gels — pred ice la absorción de la política p or la economía, dando com o base d e los fenóm enos h istóricos á las co n d icicn es económ icas (E n ­ g e ls — obra cita d a — -pág. 12). ¿Cóm o se explica qu e E n ge ls con ocien do y citand o la opinión de Saint Sim ón, afirm e, más tarde, que M arx descubrió esos dos gran des principios de in vestigación económ ica y so­ ciológica? L a glo ria im perecedera de M arx, está en haber -elevado al ra n go de teoría científica p ara la in terpictación histórica, al determ inismo económ ico, com pletando las inteipretaciones unilaterales-; en haber enlazado á la econom ía con las dem ás ciencias, in troducien ­ do en ella la ley evolu tiva com o principio in d estructib le y verdadero, que así rig e en el m undo orgán ico com o en el inorgánico; en haber h echo de la teoría de la supervalfa parte in tegrante de la doctrina socialista; en haber criticado m agislralm en te el proceso de producción capitalista y la propiedad privada, indicando lum inosam ente la vía que llevará al proletariad o á la coronacióu de su obra fe ­ cunda: la lucha de clases, y en que, la d irec­ ción de su pensam iento, m istificado m ás tarde, fué em inentem ente revolucionario y antiesta­ tal etc., etc. Sentado esto, no creem os necesario d ecir que la táctica seguida por los partidos socia­ listas ha sido errónea, que se ha pretendido su stitu ir— y en algunos paises ya lo e stá á la lucha de clases p o r la colaboración, con­ siderando a l movimiento socialista, como una prolongación de la vieja democracia (y esta es la quinta esencia d el ••efot mismo) y no tal co­ mo debe ser: movimiento eminentemente revo­ lucionario, generado p o r antagonismos de cla­ se irreductible, que ninguna form a de gobierno puede aminorar, sinó p o r e l contrario acen­ tuar y precipitar a l desenlace fin a l. Fu era de esto hay otros errores, no sólo tácticos, sinó tam bién de concepción respecto al m ovim iento y acción obrera, de los cuales nos ocuparem os al refutar los artículos publi­ cados en « La Vanguardia.» GSB D ejem os de lado la im itación inconsciente que en uno de esos artículos (véase el núm e­ ro 22), quiere adjudicársenos. E so es una puerilidad. Los que aquí d e ­ fendem os al sindicalism o revolucion ario som os unos pocos; quien más, quien m enos razona y sabe defenderlo en el periódico ó en la tri­ buna. En cam bio los com pañeros que disienten con nuestro criterio son la m ayoría; aquí está la im itación inconsciente, salvo algu nas e x ­ cepciones: ella, la m ayoría es la qu e a e e p u tod o lo que le d icen stn hacer un ju ic io crítlC° a masai cuando no es con scien te, tiene h orror á la variación y en esto coin cid e con el m isoneísm o b u rgu és S e d ic e — con tod a fre s c u ra — qu e nosotroi im itam os in con scien tem en te, al transportar aquí cuestiones q u e se d eb aten allen de el OC^ j" y en esto un e rro r fundam ental que de­ nota falta d e ob servación y de criterio. L as m ism as causas q ae obran en la vieja E u ropa obran aquí. A llá com o acá, el p ro le taria d o y el m ovi­ m iento sociblista han sá g u id o un * ruta equi­ vocada. L as veleid ad es m inisteriales del reiormismo, han d esvia d o al p ro letaria d o d e su ver­ dadera sen da, el v a lo r a d ju d icad o á la ac­ ción parlam en taria, la edu cación perniciosa de la masa ob rera etc., im ponían una reacE s cierto que aqu í no ha o b ra d o la pri­ m era d e las causas in d icad as, porqu e somos pocos; m añana, sigu ie n d o com o h asta ahora, pasaría lo que en otras partes. Sin em b argo, las ú ltim as capsas apuntadas han influido y m ucho. No se n egará q u e aqu í, sean cuales fu eren las dificu ltad es con qu e se tropieza para la o rg an izació n , y sin d escon ocer la gra n ­ d e labor realizad a p o r lo s lu ch ad ores d e la prim era hora; no se n e g a rá , repetim os, que la o rg an ización ob rera ha sid o d esd e un prin­ cip io mal en carrilada. E s cierto q u e h ay un factor interm itente, la inm igración, q u e vien e á trastorn ar la obra edu cativa y organ izad ora; p e ro esto es un m otivo m ás pod eroso aún, para haber form a­ do, en lo posible, una con cien cia re volu cio­ n aria de clase, q u e en el pais se ha d escu i­ d ad o en absolu to, y m e refiero á los o rg a n i­ zad ores, tanto socialistas com o anarquistas. L a s o rg an izacion es ob reras, llevan en el pais, el sello d el m ás m arcado tradeunionisnw. el interés eg o ista d e la m ejora ^informan su espíritu. L o s unos trataron d e con d ucir al proleta­ ria d o por la via parlam en taria, esperando por este m ed io ob ten er con d icion es m ás am plias d e vida. E l que el p roletariad o a rgen tin o pudiera ser en la hora d el com icio un buen coeficien ­ te de voto s, y la relega ció n á un puesto se­ cu n dario de la acción d e los grem ios, ha sido in discutiblem en te, el o b je tiv o d e los o rg an iza­ d ores socialistas. E n cuanto á los anarquistas, encerrándose en un unilateralism o, q u e no es tal, y que es n ocivo dad os los vicio s del m edio electoral ar­ gen tin o, creian and ar m ás de prisa, ellos han dad o tam bién una capacid ad com bativa ficti­ cia á sus agru pacion es. E n ton ces lo d e la im itación in con scien te es­ tá fuera de com bate; plenam ente con ven cidos de los m ales qu e a carreará en el futuro al p ro­ letariad o la táctica d e las en tidades ob refas actuales, ven im os á luchar por en carrilarla y lucharem os á pesar d e las em bestidas k ilo m é­ tricas de que som os y serem os objeto. C reem os que la acción segu id a p o r el p ar­ tido ob edece á un criterio definido, á una ma­ nera de apreciar los h echos d e p arte d e los que son capaces d e d irig irlo y el m ismo de­ recho reclam am os para nosotros. E n el núm ero 21 de La, Vanguardia h ay un a rtícu lo in titulado «H a d a e l corforativism o anárquico», d estinad o á criticar al sindicalis­ m o y qu e pu ed e reducirse á estas cuatro proposicion es fundam entales. I. L a s prim eras m anifestaciones dé la ac­ ción obrera, en cerrada en lím ites estrech os, rechazaba la acción póTftica con ten tán dose con la económ ica. II. G racias ¿ la a cció q de k>s teóricos so­ cialistas, las agru pacion es ob reras com enzaron á exp an d ir su estera de acción entrando en la lucha política. III. H o y los estad os no son lo q u e en otra época; son h o y los recolectores de la volu n ­ tad popular. L a s m asas obreras, por m edio de sus representantes, participan fatal y ne­ cesariam en te en el go b ie rn o b u rgu és, cu yas form as son cada v ez m ás d em ocráticas. IV . E l sindicalism o, 110 e s m ás que el re­ ju ven ecim ien to d el v iejo con cepto corporativista, al que no se q uiere llam ar anárquico siquiera para d iferen ciarlo d el prim ero. V am os á con testar sintética y claram ente á estas afirm aciones: I. E s ló g ic o qu e todo sea casi im perfecto en sus com ienzos. L a acción d e las masas obre­ ras, en un principio, dada Su educación, su m entalidad y el am biente en q u e actuaban no pod ía ser sino lo qu e ha sido. E sp erar d e aquellas masas, som etidas á una exp lotación bru tal p o r un régim en que co­ m enzaba á im plantarse, esperar, repetim os, de ellas una acción in tegral, am plia, es una uto­ pía. A ú n hoy, esta aspiración no se ha realiza­ d o en la m ayoría d e los paires, dada la via se gu id a p or el proletariado. II. A la segu n da proposición no h zy en realidad objeción qu e hacerle. L as masas obreras expanden su esfera de acción, com o clase, entrando en la lucha po­ lítica. 1 ero la gran m ayoría de los teóricos sociaistas han confundido y confunden acción po­ lítica con acción sim plem ente parlam entaria. II. En cuanto á que los estados no son o que antes, en cuanto á q u e h o y van siendo cada vez más representantes d e las ideas é int'e- L A ACCION S O C IA L IS T A La asamblea socialista local virse el proletariado; y que esa misma acción directa, entendida com o ellos, ejercida por m asas obreras con servad oras, com o las in g le ­ A fin d e n o rm a liz a r la situ ació n c re a ­ sas, solo podrá traernos el frade unionismo d a con la re n u n c ia del C. E je c u tiv o del que lejos de detrim entar el provecho capita­ P a rtid o y con la no aceptación do la casi lista y el m ecanismo fundam ental de la pro­ to ta lid a d d e lo s d e sig n a d o s p o r ol últi­ ducción, lo consolidan. m o v oto g e n e ra l, tu v o lu g a r la a sam b lea S e dirá que esto es una prueba de que el de los so cialistas m etro p o litan o s convo­ sindicato desarrolla entre los individuos un es­ c a d a p o r el se c re ta rio p ro v isa rio . píritu egoista. L a d iscu sió n en ella p ro m o v id a, cir­ A firm ación pueril, pues el egoísm o de las c u n sc rip ta (com o c o rre sp o n d ía ) á aco r­ tradesuniones, es una resultante de la falta de d a r la m e jo r fo rm a d e in s titu ir un Co­ educación d e clase, del individualism o retar­ m ité p ro v isio n a l h a s ta ta n to un n u ev o d atario que plasm a todas las instituciones, vo to g e n e ra l d ete rm in e cual h a de ser sean bu rgu esas ú obreras. la efectiv a D irección del P a rtid o , carece E n cuanto á nuestro país, teóricam ente, las de to d a im p o rta n c ia su sta n c ia l (pie m e­ em presas enum eradas por el articulista, apa­ re zca su co n sig n ació n ó com entario. recen com o efecto de la acción directa. Sólo v a le p a ra n o so tro s no d e ja r p a ­ P ero los hechos, com o d ice ¡jN ovicow, tie­ s a r en silencio la im p u tación, de d u d o sa nen una potencia dem ostrativa á que no lle ­ calid ad , h e ch a p o r el c o m p añ e ro I)ickg a teorización alguna. m an q u e a trib u y ó á n u e stro p eriódico Y vam os á ellos. la p ro rro g a c ió n d e la sa lid a de L a Vo ¡L a conciencia m edia de clase en el pais‘ guardia, d iario . No dió ra z o n e s de n in ­ es inferior á la de m uchos proletariados. g u n a n a tu r a le z a q u e certificaran su afir­ L a acción d irecta ejercida por la clase o b re­ m ación: y n o las d a r á n u nca. B u en o es q u e co n ste q u e si el d ia rio n o h a a p a ­ ra argentina, lejos de estar im pregn ada de recid o en la fech a d e sig n a d a se d eb e á un potente sentim iento com bativo, presenta analogías con el trade unionismo inglés. la s d ificu ltad es e n c o n tra d a s p a ra la in s­ L a reform a, la bendita reform a, es lo que talació n de los ta lle re s y oficinas; esto se les ha enseñado L los ob reros— incubando se g ú n p ro p ia s d e c la ra cio n es de los co­ m isio n a d o s al efecto. en ellos un sentim iento am bicioso 'q u e más tarde se m anifestará en toda su plenitud — A d em ás el co m p a ñ e ro T ro ise su p o d es­ tr u ir con eficacia y o p o rtu n id a d , la es­ com o si la R evolu ción que nosotros precon iza­ pecie v e rtid a . E l im p u ta n te se dió por mos, y aceleram os, fuera á ser el resultado de satisfecho. una serie ininterrum pida de m ejoras y triunfos Y con re sp e c to á l a reso lu ció n to m ad a parlam en tarios, que cim enten un nuevo dere­ p o r la a sa m b le a d e le g a n d o en el com ité ch o y nuevas relaciones entre las clases en lucha. 1 e n u n c ia n te la dirección p ro v is o ria del A q u í no se exp lica cual debe ser el con­ P a rtid o , p o d em o s d e cir q u e se h a adopc e p to que el proletariad o debe tener de toda la d o el p ro c e d im ie n to q u e a q u é l com ité reform a y cuando se hace, se hace mal. d eb ió o b s e r v a r (á p e s a r de su re n u n c ia ) S e les d ice que es para obtener m ejores tn v is ta d e la n o acep tació n de los elec­ to s p o r el voto. co n d icio n es de vida y para pod er conquistar E l a c u e rd o d e la a sam b lea en fo rm a otras; co n cep to com pletam ente erión eo. Si querem os tener un proletariad o cons­ m á s ó m en o s hiijilícita, n o s h a re v e la d o ciente y anim ado de un tuerte espíritu de u n a vez m á s la a d h e sió n de la m a y o ría cla se, d eb em os d ecirle clara y sencillam ente: del P a rtid o á l a c o n d u cta o b s e rv a d a p o r la reform a solo sirve en cuanto os capacite [ta­ el com ité y al p e n sa m ie n to ten d en cio so •aso E n el núm ero 23 de L a V anguardia, apa­ ra una mayor acción de clase-, solo sirve en del m ism o. P o r n u e s tra p a r te a n te s que rece el prim ero de dos artículos titulados «La cuanto os ponga en condiciones de poder hacer d is im u la r e sa c o n fo im id a d de la m a y o ­ acción directa». ría , h em o s c o n trib u id o á d e slin d a rla , obra revoluciona}ia, de moledor o, debilitando el C o m ienza por algunas afirm aciones, entre p o d e r burgués-, ceñir m iñ a en zuesfro sindica­ co n v en cid o s d e q u e p ro c e d ie n d o a sí fa­ las cuales vuelve á m encionar la ya relutada to y en vuestra mente. c ilitam o s la m a rc h a r e g u la r del P a rtid o im itación inconsciente, reproduce la frase de y el n a tu r a l d e se n v o lv im ien to de los U n a b u rgu esía in teligen te puede m ejo rare n F erri: «el sindicalism o atraviesa por su cuarto hechos. a lg o las condiciones de vida del proletariado, de hora de moda» y com o el a rticu lista es E s in d u d a b le q u e si u n ta l e s p íritu p u e d e con ceder m uchas reform as sin que por a m igo de los absolutos, dice que probará que d e d iscip lin a, ta n fecu n d o y p ro v ech o so , eso lle g u e m o s á nada tan gib le, en lo que á el sindicalism o está en contradicción con el in s p ira r a sie m p re los actos de todos, 110 la em ancipación de la clase obrera se refiere. m étodo de lucha d el P. S . A . cosa que tra­ h a b r ía n u n c a q u e la m e n ta r la m e n o r le­ T a lv e z nuestro pensam iento se h aya d esvia­ tarem os á! final. sión á la u n id a d del P a rtid o . d o de lo qu e queríam os d ecir, respecto á las E n segu ida se .p reg u u tji: <^Qué se , entiende P e ro p a r a ed o se re q u ie re un poco em presas enum eradas por el com pañero á quien p o r acción directa! » de le a lta d , se rie d a d y ca riñ o h á c ia aquél. refutam os; pero ha sido una d esviación exp li­ Y se contesta: « L a huelga es la acción dica tiva y necesaria. P o r n u e s tra p a rte , en e sta p rim e ra oca­ rectd.% sión h em o s d a d o el ejem plo. T oca á V o lv a m o s á ellas. E sta definición, que el articu lista d ice ser n u e s tro s a d v e rs a rio s te n e rlo m uy en cuenta L a fábrica de ciga rrillo s y la cám ara de clara y term inante, aceptándola com o verd ad e­ p a r a o b r a r d e c o n fo im id a d en la cir­ trabajo, pod em os refundirlas en una sola, la ra y que a trib u y e á la com pañ era C o n i, es c u n sta n c ia re sp e c tiv a . cám ara, pu esto que la prim era se fundó para de F erri, com o puede verse en la enquete el sostenim iento de la segunda. del M ouvcm ent Socialiste so b re la huelga g e ­ A q u í no h ay Bolsa de T rab ajo , sinó una ca­ nera). ricatura y m ala de las Bolsas E uropeas. N o sotro s nos perm itim os opinar de d istin to E sta s son una v erd a d e ra fuerza; federacio­ m odo creyen d o, com o lo probarem os, que el nes de grem ios de don de su rgen las gran des com pañero F erri se ha eq uivocado y que Un luch ador m ás que se va. iniciativas proletarias y cum pliendo m últiples el a rticu lista que acep ta esa d efin ició n «orno U n a in teligen cia superior y una alm a no­ funciones; aquella es una institución con vicios ló g ica, para criticarla, tam bién ha errado. ble que cae, obedecien do á las leyes inflexi­ orig in ario s y anacróncia. S e ha lomado la pa rte p o r el todo. L& huel­ bles que dom inan la vida. H a sido una tentativa buena, pero ha nacido g a es acción directa; pero tío es la acción diU n a existencia laboriosa, con chispazos g e ­ con dos gra n d es defectos: la falla, talvez, de recta. niales, puesta al serv icio d e la idea m ás g ra n ­ una noción clara de lo que es una cám ara de L a h uelga es una parte de la acción di­ de y m ás sublim e que h aya a gitad o á los trabajo, en sus fundadores, y lo reducido de recta pero no toda; ésta es com pleja y abar­ hom bres: la liberación del p roletariad o y con los elem en tes conscientes que deben soste­ ca tod as Jas form as d e lu ch a ob rera em ana­ ella la redención y elevación hum ana, es la nerla. das d el m ism o proletariado. que acaba de desaparecer, para p a g a r su tri­ La B ib lioteca obrera es indiscutiblem ente, A rg u m e n ta en segu ida, para probar que la buto A la tierra, q u e él d escrib iera en p á g i­ no solo una sim pática, sinó tam bién, una no­ h u elga es m étodo d e lucha v iejo , cosa que nas m agistrales. b le y eficaz obra. nadie ha pensado en negar. R eclu s, viejo y a p u es nació en 1830, fué ¿Es hija de la acción d irecta del proleta­ S í, la h uelga, m étodo d e lucha viejo, es el d esde niño, com o d ice uno d e sus b iógrafos, riado? arma más poderosa d el proletariado, infinita­ am ante de la lib ertad é ideas republicanas, E l acta de fundación es la m ejor respuesta. m ente superior al voto; en la sociedad contem ­ q u e m ás tarde trocara p o r las anárquicas; é ¿ Y los grem ios, se dirá? poránea ha aparecido con el proletariado inspirado por ellas form ó parte de los coSabem os cual es la característica de los g r e ­ acom pañándole en su trayectoria ascendente y m unalistas del 7 1 , b atién d ose com o sim ple sol­ m ios, tanto de la F ederación com o de la ella será la que ha de d arle el triunfo final. dado. Unión. A n aliza después, el m ovim iento obrero en S u s obras y la acción p o r ellos desarrolla­ N o vam os á h acer aquí un análisis d e las Inglaterra, para probar q u e la acción directa, d a, las' conocen todos los que se interesan n um erosas obras en qu e d em ostró sus profun­ que para él se reduce únicam ente á la huel­ en la lucha que el proletariado ha em prendi­ dos conocim ientos, sob re to d o en m ateria g e o ­ g a , ha sido el m étodo de lucha con que se d o con tra los p rivile gio s de clase. gráfica; porqu e sería in u y extenso y á m ás inició el proletariado de d icho país. H a habido aquí acción d irecta, llam em os solo conocem os una parte d e ellas. Pasa enseguida al nuestro, enum erando una así á la acción del proletariad o argen tino p e ­ D esd e hace a lgu n o s años enseñaba g e o g r a ­ serie de em presas llevadas á cabo por el par­ ro no am plia é im pregnada d e espíritu de cla­ fía, en la U n iversid ad lib re d e Bruselas, don­ tido ó por la Unión (V an gu ard ia diario, F á ­ se, sinó restrin gida y casi traefe unionista. de se concentran la m ayoría de los intelec­ brica d e cigarrillos, Cám ara d e trabajo etc..) L a acción d irecta del proletariado a rgen ti­ tuales revolucionarios. com o fepuliaatgs d e la acción directa. no, y la carabina de A m b rosio corren pare­ A l record ar al so ld a d o de la libertad y d e E s necesario que nos detengam os a lg o so­ jas. las ideas nuevas q u e acaba d e caer, no nos bre estos puntos. E l artícu lo que venim os critican do, term i­ inspira un sentim iento d e lacrim osa m ogigaE n Inglaterra, com o aquí, ha habido y hay na con algu nas afirm aciones que dem uestran teria, com patible solo con in teligen cias estu­ acción d irecta, tom andó dicha palabra en el hasta la eviden cia, el desconocim ieuto que el pradas por los absurdos religiosos. sentido q u e le dan los com pañeros adversos autor tiene del sindicalism o y que confirma la L a m ateria y la e n ergía que constituían á este m étodo. prem isa sentada al principio de éste. esa existen cia n oble, v u e lv e n á la tierra, En realidad, para nosotros, no ha habido D ice I. L a acción directa existe, es la obra cum pliendo ley es naturales é in violables. aquí ni en Inglaterra acción directa, en ten ­ e xclu siva porqu e el proletariado es incapaz, P ero sus obras, q u e son su vida, quedan diendo por esto la acción autónom a del pro­ por ahora, de usar la lucha política. para enseñanza de los b uenos q u e luchan por letariado, inspirado en una clara visión de su II. L a acción d irecta tiene dos caras: una una sociedad más hum ana. interés de clase revolucionaria y explotada. que exp on e él, en el artículo que acabam os A cció n autónom a que parte del sindicato de analizar y otra que criticarem os, en segu i­ obrero donde deben concentrarse todas las da, al com entar el artícu lo aparecido en el SOLIDARIDAD DE CLASE en ergías proletarias; com o ó rg an o no solo ca­ núm ero 24 de L a Vanguardia, L a tranquilidad de n u estros capitalistas vie­ paz de conquistar m ejores posiciones de com ­ L a prim era proposición la dejarem os para ne siendo perturbada p o r el v ig o ro so desarro­ bate, sinó tam bién com o agente de transfor­ el final, pues hay m ucho que d ecir sobre ella. llo del m ovim iento ob rero en el país. C ad a mación que ha de so b revivir á la bancarrota L a segu n da no hay necesidad de tom arla día es más gra n d e el tem or q u e les inspira de la burguesía com o clase parásita y d irí­ en cuenta: una cara, la criticada, ya la cono­ las huelgas, y el p a ro infructífero de sus me­ gem e. cemos; es según ,él la linda, la otra, en gen ­ canism os de exp lotación . E ste estad o d e áni­ H agam os, sin em bargo, la concesión de que dro m unstruoso que nosotros imitadores in ­ mo, que transform a la característica flem a del aquí y en Inglaterra h aya habido acción d i­ conscientes callam os por tem or de asustar al burgués, en una zo zo b ra continuada y casi recta. proletariado, es la que expone en el artículo dem ente, los han llevad o á solicitar con reite­ Pero la lógica nos dice que la acción d i­ que analizarem os enseguida. rada insistencia el a u x ilio d e su ó rg a n o cen­ recta, influenciada por un espíritu revolucioE m il io T k o is k . tral y ejecutivo, el E sta do, á fin d e ob ten er hvw> de clase, es indiscutiblem ente el m éto­ (Cuuululr* 00 ol oAjiioit) pnjxlinu). p o r su eficaz intercesión, la vuelta á los b u e­ d o tnáa preuMMO do lucha de que puede se r­ reses generales, en lu^ar de serlo de una cla­ se; es un concepto com pletam ente erróneo. A q u í asoma la itusidn democrática del refot mismo de.que hablam os más arriba, la cual considera, repetim os, al m ovim iento socialista coriio prolongación de la dem ocracia. H ay una verdad que ningún socialista pu e­ d e poner en duda, y es que el estado es un órgano f e clase. É l no r e p i escuta, r.i puede representar más qu e intereses de clase. Su esencia es la salva­ gu ardia d el p rivile gio de la burguesía. E l debe m antener por la fuerz», en prove­ cho de la clase capitalista, la cohesión nece­ saria á la gran producción m oderna; cohesión que, dado el antagonism o actual, sería rota á cada instante. L a división de V an d erveld e en estado g o ­ bierno y estado industrial no tiene razón de ser y no hace más que obscurecer una no­ ción, que estam os o b ligad os á presentar al proletariado con la m ayor claridad. N osotros los anarcoides, com o nos llaman; nosotros, los que según la opinión de m uchos y entre ello s la del articulista de qu e nos ocupam os enseguida, debiéram os estar en el cam po.anárquico, porque a llí se camina con una pierna sola, nosotros, repetim os, som os lo¿ que con M arx en la m ano, tenem os que ven ir á disipar estas veleidades estatales, di­ ciendo con él: ei poder político es precisamen­ te 'el resumen oficial de> antagonismo en la so­ ciedad civil. Y para que sea m ás claro este pensam ien­ to á los com pañeros trabajadores, puesto qu e escribim os más para ellos que para otros, podríam os d ecir en síntesis: el estado, órgan o de clase, sanciona vuestra esclavitud económ i­ ca; vuestra participación en él con el o b jeto d e obtener reform as es contraproducente, sien­ do! un órgan o iuadaptable á la finalidad so ­ cialista; vu estro puesto está en las o rg a n iz a ­ ciones obreras desde donde realizareis v u e s­ tra fecunda acción revolucionaria d e clase. L a cuarta proposición la incluirem os en la última del artículo publicado en el núme­ ro 24 de L a Vanguardia. E I iI j S E O B E C D U j S nos y glo rio so s tiem pos pasados, en q u ? la beatífica m ansedum bre obrera, servia tan a d ­ m irablem ente la voracidad de sus apetitos. La intervención del estado en los conflictos e n ­ tre capital y trabajo, no es m uy antigua. En 1902, R oca, gobernante de un no m uy ríg i­ do criterio de clases, sólo se prestó en parte á servir incondicionalm ente los intereses del capitalism o, d isgustándole quebrar brutalm ente los preceptos constitucionales, no tanto por respeto á estos, com o por no m ostrar un e x ­ cesivo tem or hacia un m ovim iento al que 110 atribuyó la im portancia excepcional que con ­ tenía. El estado de sitio de 1902, dicta !•> después de una serie de hechos sangrientos, sólo tuvo una duración de tres días, á pesar de la insistente dem anda de los capitalistas para ser prorrogad o por más tiem po. En I 9° 5> Q uintana, genuino represensante del capitalism o en el gobiern o, no sólo obra de distinta m anera, sino que, sin m otivos g ra ­ ves, sin perturbaciones de órden público <iue justifiquen tal m edida, dicta en previsión de movimientos obreros que puedan perturbar el proceso de la cxplotacióa capitalista, un est.i lo de sitio por tres m eses. E l objeto de esta m edida de fuerza, anticonstitucional, no puede ser más obvia, y patente, es un recurso ar­ b itrario adoptado por el gobern ante burgués en protección de los intereses de su clase. Un jefe de estado que tan perfectam enie proteg e y custodia los intereses de la bmgu esía, debe m erecer con ju sticia de los in­ divid u os pertenecientes á esta clase, las más calurosos elogios. D esd e el principio de su gob iern o, cuando recién em pezó á caracteri­ zarse ccm o estadista de un ríg id o criterio de clase, la alabanza de todos los explotador! s sociales, lo consolidó en su arbitraria poli tic.1. N o hubo al respecto, discrepancia alguna, e n ­ tre m ercaderes é industriales, sobre el con ­ cepto de su habilidad adm inistrativa. Q u in ­ tana era, para ellos, el F én ix de los go b e r­ nantes deseables. Su sim patía por los m edios de coacción, su nítido criterio econom ista bur­ gu és de m irar al capitalism o com o el funda­ m ento del progreso y cultura nacional, y la franca y deliberada sumisión de sus actos de gob iern o á la consolidación y defensa de él, agran d aren su personalidad al punto de a d ­ ju d icarle una excepcional celebridad y renom ­ bre. E l ángel tutelar del capitalism o, ha re­ dondeado sus glorias de gobernante burgués; con la obstinada persecución, y extrañam iento de los elem entos más en érgicos de la org an i­ zación sindical del país, aclarando las perspec­ tivas de paz duradera y provechosa para la b urguesía argentina. E sta no puede ser d es­ agrad ecid a, y su interés la incita á apoyar en todas las form as á un estadista de tan e x ­ cepcion ales d otes gu b ern ativas, que, dejando de lado todo m iram iento y escrupulosidad, se p o n e en un terreno unilateral, y abiertam ente d e clase. ¿Cóm o sign ificarle su sim patía y apoyo? T o d o s los recursos son buenos. S u b ­ repticiam ente, por m edio de la participación d el provech o de la explotación capitalista, y públicam ente, por el m antenim iento de la fal­ sa aureola que la ignorancia de las masas por un lado, y el interés de los privilegiad os, por ctro , rodea la frente de los gran des m alhe­ chores sociales. A s í hace h o y nuestra bur­ gu esía com ercial, industrial y bancaria al pre­ sentar, en este titulado aniversario patrio, un álbum en que se abona la satisfacción que les m erece, una política y un gobern ante de tan extraord in ario criterio d e clase. L a clase trabajadora debe v er en este acto de una solidaridad tan estricta y luciente, una provechosa enseñanza. E l enem igo suyo, no se d ivid e para ella. En todos los m om entos y en todas las circunstancias difíciles en que puede encontrarse, tiene siem pre una brújula orientadora y segura: E l criterio de clases, q u e anim a todos sus actos sociales, y que unifica á sus m iem bros, sin discrepancia al gu n a, frente á su adversario com ún: el p ro le ­ tariad o revolu cion ario. E n su seno, y ante las con ven ien cias m ateriales d e su econom ía, las d iverg en tes id eologías, se desvanecen; sólo q ueda en toda su firm eza y predom inio el sentim iento d e clases, ríg id o é inalterable. A n ­ te el trabajador, no se presenta y ¿ sino el b u rgu és, inconciliable, duro, severo, sin escru ­ pulosidades incóm odas y dem agogism os ri­ d ícu los. E sto s son prendas d e lujo, que echa á un lado en el m om ento del p e lig ro y d e -la lucha, para m ostrar al desnudo su organism o absorben te y voraz, y de inaplacables apeti­ tos. E l proletariado, en cam bio, carece do este sentido práctico y positivo de sus in tere­ ses. S u b d iv id id o por criterio s é id eologías qu e se niegan, tercam ente, á aprovechar de la experim entación la enseñanza que le p ropor­ ciona el realism o brutal de los hechos socia­ les, se enterca en no adjudicar á las relacio­ nes humanas, individuales y colectivas, com o norm a invariable, la razón fundam ental (píe­ las exp lica, el m aterialism o d e su m oral, que su rgien d o de la explotación sencilla d el hom ­ bre por el hom bre, se eleva hasta adquirir carácter colectivo ó sea de clase. N ada hay tan pernicioso com o estas dualidades de in­ terpretación, que nos llevan sin q uerer, hasta la inconsciente y errónea creencia d e adm itir p sicologías y hum anitarism os contradictorios en una clase, c u y a brújula invariable d e ac ción , es la m ayor exp lotación económ ica del proletariado. L a burguesía, edifica su m oral so b re el conjunto de sus intereses m ateriales; enseñando así al proletariado su único y ló ­ g ico criterio en la lucha social: el criterio de clases, al que d ebe subordinar sus actos si es q u e espera la victoria. L A ACCION SO C IA L IST A CONCIENCIA SOCIALISTA H ay criterios estrech os (jue abundan por d esgracia en nuestro partido y que acostum ­ bran á valorar la conciencia socialista de la masa obrera por el número de representantes que ella ten ga en los parlam entos b u rgu e­ ses. E s este criterio uno de los tan tos erróneos está de que im buida la masa, á causa de su de­ ficiente educación, de clase y que es indispen­ sable destruir para el m ejor encarrilam iento de su acción revolucionaria. Un ejem plo aclarará la cuestión y nos p ro­ bará que el hecho de depositar una boleta en la urna, no significa una visión clara del interés de clase, ni tam poco un criterio so ­ cialista. E l ejem plo nos lo da Alem ania, el país donde la acción parlam entaria socialista está más desarrollada, prim ando sobre la acción sindical y divorciándose de ella en la m a y o ­ ría de los casos, com o ha pasado en la huel­ g a de los m ineros del Rhur; el país no solo m ás im perialista, sinó tam bién el que concede, después de Rusia, nicnos libertades al pue­ blo á pesar de la g> an cantidad de votos y d i­ putados socialistas. «Jaurés no ha podido dar una conferencia en Berlin. El canciller del im perio lo prohíbe y los socialistas revolucionarios alem anes (vie­ jo cuño, com o dice M ichels,) no son capaces, por m edio de un aclo i'h il, de oponerse in­ m ediatam ente á esa arbitrariedad burguesa y hacer sentir al autócrata alem án, la potencia que encierran y representan. Si esos tres m illones y pico de votos y los ochenta y tantos diputados, representasen con una verdadera fuerza y fuesen la expresión de una potencialidad, capaz de actuar en cual­ q uier m om ento y bajo la presión de cualquier circunstancia, indiscutiblem ente la conferencia Jaurés hubiera tenido lu gar, y el em perador no se hubiera atrevido á desafiar la ira de semeante enem igo. E stos hechos valen y dicen más que todas las teorizaciones. E llos son los que harán com prender á la m entalidad sencilla del proletariado, cuáles son sus armas más eficaces de lucha y cual es el valor que debe a trib u ir á los diversos m edios de que dispone. Bien venidas estas enseñanzas que confir­ man una vez más nuestras afirm aciones de que un falso socialism o ha in vertido el valor de la acción sindical y parlam entaria, dando preem inencia absurda á la última sobre la pri­ mera. Los semicultos José Ingegn ieros, cuyo nombre llena las co­ lumnas de L a Nación, no es infelijente. Pedim os escusas á Ingegn ieros por hacer uso de sus palabras al encabezar este ar­ tículo. L o que él decía de Lom broso le sienta m agníficam ente al sabio á la violeta, al escritor científico m ás paradojal que se conoce. ¿D ebem os criticar párraio á párrafo cuanto ha escrito Ingegnieros? N ó. Perderíam os el tiem po si dijéram os más que el hom bre al que él n iega intelijencia ha preocupado al m undo y ha m erecido los honores de la crí­ tica científica, en tanto que él, Ingegn ieros, el hom ónim o de ese otro sábio que cuenta buen m ozo, elegante y enam orado, no ha preocupado á nadie, felizm ente. Baste d ecir que sus correspondencias á L a N ación, son un fárrago de dualidades y here­ jías científicas y sociales, com o lo dem uestra á la perfección su criterio so cio ló gico de que á los n egros de Cabo V erde se les coloque en condiciones de una extinción dulce, negan ­ do con ello las leyes de la evolución. Y concluyam os diciendo que las obras apa­ recidas con su nom bre no tienen de él más que el trabajo m aterial de extraer ob servacio­ nes agenas, sin m ayores conclusiones que afirmar cosas sabidas. E l ingénuo Lom broso, de h ongo sucio y saco de corte antiestético, que ha podido cons­ tatar hechos sin encontrar la interpretación, es leal, es inteligente; por eso mismo es que tie­ ne la virtud de no avergon zarse ante la im­ potencia de la razón humana. Ingegnieros, en cam bio, es un accidente his­ térico de la vida orgánica, m ovedizo, cruel, zizañero y sábelo-todo com o las com adres de barrio. Podem os d ecir aquí de Ingegn ieros, lo que cuenta V oltaire que dijo cierto individuo de un doctor: «Este hom bre debe ser un gran ignorante, porque contesta á todo lo que le preguntan». P. T . HUELGAS "" Biseladores C o n tin ú a con en tu sia sm o el m ovim iento h u e lg u ista d e c la ra d o p o r este grem io. Su últim a asa m b le a h a re ­ suelto el m an ten im ien to de ella en g e­ n eral, h a sta su v ictoria com pleta. E s n o ta b le y elogioso el a rd o r q u e an im a á esto s co m p añ ero s en su actu a l con­ tie n d a c o n tra el capitalism o. S u s re u ­ n io n es son c a d a vez m ás n u m ero sas, y se n o ta en el esta d o del e sp íritu g e n e ­ ra l el p ro p ó sito in q u e b ra n ta b le d e no c e ja r un ápice en su s ju s ta s re iv in d ic a­ ciones. T odo hace e s p e ra r q u e el triu n fo c o ro n a rá la cau sa o b re ra , pu es á la esp ecialísim a cohesión del m ovim iento, se a g re g a , p a ra p erju icio de la resisten cia p a tro n a l, u n a excesiva a b u n d a n c ia de tra b a jo , que im p o n d rá n e cesariam en te á los d u eñ o s de taller, u n a a ctitu d de conciliación y m a n se d u m b re , q u e h a sta a h o ra se h an n e g a d o á a d o p ta r. Tallores de San Martin P e rsiste la re­ sisten cia do los o b re ro s de estos ta lle ­ re s h a sta q u e no les se a n co n ced id as la s m e jo ra s q u e so licitaro n en su s pé­ sim as condiciones de tra b a jo . El g e re n ­ te hizo p ro p o sicio n es c o n ciliato rias á fin de o b v ia r los in c o n v e n ie n tes del eonilicto, p e ro la asa m b le a g e n e ra l te n id a p o r los h u e lg u istas, re ch azó con to d a ra z ó n las co ndiciones do a rre g lo p ro p u e s­ tas. A fin do h acerle co n o cer e sta re so lu ­ ción fu ero n d e sig n a d o s c u a tro c o m p añ e­ ros; poro no p u d ie ro n lo g ra rlo d eb id o á la a rb itra rie d a d policial, q u e los re d u jo á p risió n en el m om ento de lle n a r su co­ m etido. Los o b re ro s p re so s do tun b ru ­ tal é in ju sta m an e ra , p e rm a n e c en inco­ m u n icad o s en la c o m isaría, d o n d e se h a p ro h ib id o á su s p a rie n te s y am igos el v isitarlo s. L a in g e ren c ia sistem ática de la policía en serv icio del cap italism o , en to d a s la s h u elg as, es y a p o r d em ás co­ n o cid a y o d ia d a, p a ra q u e ella te n g a p o r fru to s el re s u lta d o .que p re te n d e la a u to rid a d y el p a tro n a to . P o r el con­ tra rio , n o sirv e y a sino p a r a e x c ita r los án im o s y a le n ta r la re s iste n c ia de los o b re ro s conscientes. E s lo q u e en esto caso h a o cu rrid o . E l m o v im ien to de los o b re ro s d e S an M artín , d e sp u é s de esta b ru ta l violación, re v iste u n m a y o r e sp í­ ritu d e re b e ld ía , y su disp o sició n p a ra la luch a, lejo s de d ecrecer, h a a u m e n ta ­ do n o tab lem e n te . Bronceros M ás de un m es hace, q u e el g rem io d e b ro n c e ro s se lan z ó á un m o v im ien to p a r a la o b ten ció n d e la jo r ­ n a d a d e 8 h o ra s. L a h u e lg a sig u e aún, m a n te n ié n d o se firm e el e n tu siasm o , si b ien n o fa lta n Krum iros. E s in d isp e n sa b le q u e los c o m p a ñ e ro s b ro n cero s, q u e h a n ido á la h u e lg a en p ro de u n a reiv in d icació n u n iv e rsa l y de trascen d e n cia , p a ra la m a rc h a del m ov im ien to o b re ro n o se a rr e d re n y con­ tin ú e n con el m ism o a rd o r e n la lu ch a, h a sta o b te n e r el triu n fo , q u e indudable-g m en te se rá d e ellos si sa b e n im p o n erse! á la ex p lo tació n p a tro n a l. ’( U na re siste n c ia ten a z y la a d h esió n ! d e los elem en to s b ro n cero s, a sí com o ell em pleo d e to d o s los m ed io s p a ra im pe-! d ir el Krum iraggio, se im p o n e an te la te s­ ta ru d e z cap ita lista . T riu n fa n te s en este m ovim iento, p o ­ d ía n e n to n ce s a p re c ia r la s deficiencias d e su o rg a n iz a c ió n y a te n u a rla s en lo posible, in fu n d ien d o en los a g rem ia d o s u n a m a y o r conciencia de clase, q u e los p o n d rá en ‘condiciones de h a c e r fre n te á los a v a n c e s p a tro n a le s. Ebanistas L os eb a n ista s, hace alg u n o s dias, te rm in a ro n con u n triu n fo com ple­ to la b re v ísim a h u e lg a q u e so s tu v ie ro n p o r la jo rn a d a de 8 h o ra s y la ab o li­ ción del tr a b a jo á d estajo. In m e d ia ta m e n te de p re s e n ta d o el p lie­ go. n u m e ro so s p a tro n e s firm aron. L os pocos q u e se re sistie ro n tu v ie ro n q u e h a ce rlo en b re v e s d ías, p u e s la época en q u e fué d e c la ra d a la h u e lg a e ra d e sfa v o ra b le á los p a tro n e s. L os q u e firm aro n p rim ero , á c a u sa del exceso d e tra b a jo , n e c e sita b a n o p e­ ra rio s, y o c u p a ro n á los q u e e sta b a n en h u e lg a en a q u e lla s c a sa s q u e no h a b ía n accedido á la reclam ació n , lo q u e v in o á fa v o re c e r y a c e le ra r el triu n fo . L os c o m p a ñ e ro s e b a n ista s, a le n ta d o s p o r e sta victoria, d eb en p e rs e v e ra r en la o rg an iz ac ió n , p erfec c io n arla , acre c e n ­ ta r la conciencia de su s a so ciad o s p o r m edio d e u n a a ctiv a p ro p a g a n d a , no solo en conferencias, sino m ás a ú n en el p erió d ico y con la edición de folletos c la ro s y ed u ca tiv o s q u e s e rá in d isc u ti­ b le m e n te d e p re cio so s re s u lta d o s p a ra el fu tu ro . Movimiento socialista Universal China - E l D r. Sun-Yat-Sen d elegad o del partido socialista revolucionario chino, residen­ te en Bruselas, ha sostenido con un colabora ríor de un periódico socialista b elga, una in­ teresante conversación, en la cual se dan d e­ talles hasta ahora poco conocidos sobre las condiciones y grad o de conciencia « el p roleta­ riado en aquel extraño país. P o r lo expuesto por el com pañero Sun-YatSen, podem os saber que el territorio chino es­ tá casi en su totalidad bajo una forma de e x ­ plotación com unal, y que la tierra es dada á los habitantes, de acuerdo con ciertas reglas sencillísim as. E l sistem a de im puestos no exis­ te propiam ente; cada posesor paga de acuer­ do con sus recursos ó con la productividad y rendim iento del suelo, que ocupa. L a misión de los socialistas chinos consiste en m e­ jo ra r aún este régim en, y evitar la absorción de la propiedad por unos cuantos. E l maquinism o está todavía m uy poco desarrollado, y la producción se realiza á mano, pudiendo considerarse al obrero chino en las con d icio­ nes del artesano antiguo. E sto no obsta á que el espíritu de organización triunfe más rápipidam ente que en cu alqu ier otro país. La suerte m aterial del obrero chino es relati­ vam ente superior al de su colega europeo; baste decir, que la acum ulación de g la n d es riquezas en pocas manos es aún desconocida. D ebid o á este bienestar m edio que es la ca­ racterística d e la vida proletaria en aquella región , las corporaciones y gild es, se han opuesto siem pre á la introducción del maqui- nism o, y de la gran de industria b u rgu esa. L o s socialistas, esperan, segú n el juicio del e egad o Sun-Y at-Sen, transform ar la sociedad china de un golp e, pasando sin transicciones del régim en de las corporaciones m edievales al sistem a colectivista. Esperan que su reali­ zación será cuestión de pocos años, V se a san en el espíritu revolu cion ario que anim an las cojp oracion es y gild es chinas. Com o se ve, aparte del optim ism o a lg o e x ­ trem ado d el com pañero S u n A at Sen, su visi­ ta y sus palabras, nos revelan la existencia e un proletariado vigoroso , casualm ente en e país que sum inistra la m ayor provisión e krum iros á la organización am ericana, (¿ue o aseverado por el d elegad o oriental, no es una fábula, 10 dem uestra la existencia de una po­ d erosa prensa socialista china, que cuenta con el respetable núm ero de 54 publicaciones. E l proletariado chino, será representado en el próxim o C o n g reso internacional de StuttRa rtt- Rusia Lo s últim os dias han sido de sin­ gu la r fecundidad en a ctos revolu cion arios de gran trascendencia. El más im portante de to­ dos lo sum inistra la sublevación del k ,lari Potenkine, acorazado de gran poder de a flota rusa. L a tripulación de esta uay e» com ­ puesta d e revolucionarios, ha elim inado la oficialidad é izado el pabellón rojo, en el puer­ to de O dessa, después d e un m ovim iento in­ surreccional llevad o á térm ino con todo éxito. E l acorazado, zarpó de aquél puerto sin ser m olestado en m odo alguno, en dirección á otros puertos del im perio, donde hizo escala y se provisionó de víve re s, sin que la flota obedeciente al czar, intentara im pedirlo. E l hecho es altam ente significativo, y se­ gú n lo que se deduce de las inform aciones de carácter oficial, que son dadas por la censura rusa, se observa un com pleto desfallecim iento de las energías del autócrata, m otivado, no es posible dudarlo, por su absoluta im potencia para dom inar el m ovim iento revolucionario estendido en todo el im perio. E l proletariado de San P etersb u rgo, Moscow , O dessa, Cáucaso, V a r s o v a y otras gra n ­ d es region es y ciudades industriales, intensifi­ ca cada día su actitud de abierta rebelión, sin que los sicarios del czarism o, basten ya á reducirlos á la obediencia. En V arsovia, y San P erstersb u rgo se efectuaron inmensas ma; nifestaciones populares, sin que se arriesgara ‘ á in terven ir la tropa, y en algunos puntos, éstá anim ada por el espíritu revolucionario, han dado m uerte á jefes y autoridades m ilitares. L o s últim os despachos telegráficos anuncian que las tripulaciones de los buques lanzados en persecusión del K n ia z Poten kine se han n egado á hacer fu ego sobre la nave insurreccio­ nada, y que todo hace prever, se pleguen de vn m om ento á otro á la revolución. D espués de estos hechos, tan fecundos en d educiones favorables, no es utópico, afirm ar que la caida del zarism o, el más bárbaro ana­ cronism o de los tiem pos presentes, está á punto de llevarse á cabo, y que el proletariado ruso, adquirirá parte de la anhelada libertad porque com bate heroicam ente desde hace tan­ tos años. F ra n c ia E l 23 de M ayo, realizaron los proletarios parisienses su acostum brada pere­ grinación al c m u n U r io del P ére Lachaise, en el célebre m uro de los Federados. E l desfile fué enorm e, yen do á la cabeza de la inmensa colum na obrera, un gru p o de re v o ­ lucionarios rusos cantando him nos en su id io­ ma nacional. E l espíritu de la m uchedum bre era á lgid a ­ m ente entusiasta, á pesar del enorm e desplie­ g u e de fuerzas que la policía y jefatu ra m ili­ tar había dispuesto de antem ano. Com o de costum bre no hubo discursos d e­ bido á la prohibición especial que rig e para esta cerem onia proletaria. En la república burguesa y anticlerical, por excelencia, sólo son agradables, dice nuestro co lega L a lucha 4e Clases, de Bilbao, los discursos dirigid os al autócrata ruso y al reyezuelo papista que casi estuvo á punto de term inar su jo v en v i­ da de holgazan ería y honores en la m etrópo­ li parisina. E l C om ité Confederal del T rab a jo dió con m otivo de los festejos preparados al rey de España, por las autoridades francesas, un manifiesto en que hace constar que el espúiritu de estas recepciones am ables de un g efe de estado por otro, ya sean m onárquicos ó re­ publicanos, son un sign o inequívoco de la co­ mún identidad de intereses existen tes entre ambos. ¡i-** L o s sucesos trágicos de L im oges, han tenido una profunda repercusión en el prole­ tariado del país. Las federaciones y agrem aciones obreras, aprovechan todas las oportu ­ nidades propicias, á fin de hacer recalcar la sim ilitud de los m edios brutales, usados por la burguesía dem ocrática francesa para som e­ ter al proletariado, con la de los dem ás tirá­ nicos procedim ientos de gob iern o de otras regiones celebradas por s j barbarie. MOVIMIENTO OBRERO LOCAL Comité pro-presos E sta ú tilísim a in s­ titu ció n c re a d a á ra íz d e los últim os a te n ta d o s g u b e rn a tiv o s, con el o b jeto d e p ro te g e r m o ral y m a te ria lm e n te á la s v íctim as de la p ersecu ció n ca p ita lis­ ta, p ro sig u e con ra ro em p eñ o y cons­ tan cia su s lo ab les pro p ó sito s. Con tal m otivo, d a rá el sá b a d o 22 u n a im p o rta n te función, b ajo el p atro cin io de la sociedad T in to re ro s y A nexos, en el local de la C. do T ra b a jo , F lo rid a 7 7 7 , con el sig u ie n te p ro g ra m a : C onferencia: com edia *Mi E sp o so - , - Don A nclúón y 8Us d is c íp u lo ^ » ; d ra m a «U na v ,d ad a m o d e r n a . La e n tr a d a p a r a h o m b re s ha sid o fijad a en un poso. C reem os in n e c e sa rio e n r a r e c e r la ex ­ cepcional im p o rta n c ia q u e e n tr o n a una in stitu ció n do e sta ín d o le p a ra un p ro ­ le ta ria d o rev o lu c io n a rio , b u e ra del ra s g o p o c u liarísim o y sim p á tic o q u e tie n e de s e r .m ín im am en te o b re r a , y d e n o b le y líim ú d a id e a lid a d , olla c o n s titu y e d e p o r sí u n p aso Inicia la a b s o lu ta in d e p e n ­ d en cia de la acción p ro le ta r ia , p u e sto q u e v ien e á c ro a r u n ó r g a n o d e d efen ­ sa pro p io , y d e ese n c ia c rista lin a m e n te re v o lu c io n a ria . Son ra z o n e s , p o r d em ás p o d e ro sa s, p a r a q u e c a d a o b re r o cons­ c ien te c o n trib u y a con su ó b o lo á su so ste n im ie n to y d e sa rro llo , y se e sfu e r­ ce en p r o p a g a r la ex c e le n c ia d e su s no­ bles p ro p ó sito s. Reuniones, asam bleas, etc. C irc u n sc rip ­ ción 2*, M iércoles 1‘2; 3’, C o n feren cia, p o r el sub-com ité, en el lo cal d e la F ra te lla n z a A rtig ia n a , K uiz D ía z 381, o ra ­ d o res: N. K ep etto , A. L. P a la c io s y o tro s; 13a, co n fe re n c ia e u el local d el O rfeón E sp a ñ o l, P ie d r a s 537; o ra d o re s : Ju sto , M antecón, P a la c io s, C úneo, D el V alle Ib a rlu e e a y P é re z A rce: 16*, (B e lg ra n o ) co n fe re n c ia en la D em o c rá tic a Ita lia n a , el d o m in g o 16 á la s 8 p. m., C e n tra So­ c ia lista F em en in o , v e la d a , el S á b a d o 15 en la C. de T ra b a jo , o r a d o r N. Iíe p c tto ' CONFERENCIA El jueves 14 dol corriente mes, á ,las 8 p. 111., la compañera Gabriela de Coni dará una conferencia en el salón de la Cámara de Trabajo, sobro le tema: Actuación de las mujeres en la Revolución Francesa. ACLARANDO E 11 el últim o n ú m e ro de La Vanguardia se a n u n c ia b a p a r a el p a s a d o d o m in g o u n a co n fe re n c ia q u e la com p. d e C oni d a r ía en el saló n d e la XX Settembre. E s a ío n fe re n c ia 110 se re a liz ó p o r la sen cilla ra z ó n d e q u e n a d ie , p e rs o n a l­ m en te ó p o r c a rta , h a y a p e d id o el con­ cu rso de la co n fe re n c ia n te . A sí n o s lo d e c l a i a la com p. C oni, p i­ d ié n d o n o s d a r p u b lic id a d á e s ta su d e ­ c laració n , q u e s irv e á un tiem p o á d is­ c u lp a r su in a s iste n c ia á la tal co n feren cia. A V I S O S “LA VA N G UARDIA " D iario socialista APARECE EL I DE AGOSTO S uscripción mkxsual L $ Es deber de todo socialista cons­ ciente el contribuir con su suscrip­ ción al sostenimiento del órgano ofi­ cial del partido. L A I Revista N T E R Socialista NACIONAL JÑparece m ensualm ente Redacción: A zcuenaga 981 Admistración: Cuyo 1932 SUSCRIPCIÓN TRIMESTRAL 50 CENTAVOS , LA LEY DEL TRABAJO Folleto conteniendo los juicios que ha merecido de los socialistas el pro­ yecto del ex Ministro González. A parecerá en breve P o r pedidos dirigirse al Ceutro ¡Socia­ lista del Azul. EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO EN RUSIA por A . S. L O R E N Z O Precio 10 centavos. El beneficio de la venta so destina por mitad al Comité Pro-Presos y Centro Socialista dol A zul, que lo edita. Avanguardia Socialista ORGA *o de la pracciórj Revolucionaria D IR IG ID O po r A. LABRIOLA V V. MOCCRI MILAN Via ligo Foscolo 5 Es necesario recordar á los compa ros, la conveniencia de no cejar er Boycott, que el consejo de laUnión. ce algún tiempo inició contra la fábr de Alpargatas La Argentina, como medio do ayudar á la resistencia ( los valientes huelguistas hacían á cha casa. Ningún obrero debe comprar p ductos do la fábrica La Argmti para hacer comprender á los dueí capitalistas el valor déla fuerza obre N° Buenos Aires, Julio ‘21 de 1005 2 Año I. La Acción Socialista P eriódico S in d ic a lis ta R e v o lu c io n a rio Aparece el 11 y 21 de cada m es ¿ _ .... =#■ A CCION SOCIALISTA SU PROGRAMA Ante estas anomalías de criterios que re­ La observación del movimiento socialista flejan en la mente y acción prolectarias una universal, permite comprobar que existei ” L’ na desviación bien definida en la ac­ incertidumbre constante y perniciosa á sus in­ ción general del Partido, de la verdadera lu­ tereses generales de clase revolucionaria y oprimida. cha de clases hacia medios y procedimientos L a A c c i ó n S o c i a l i s t a , sostendrá el si­ que confunden en el trabajador la nación cla­ guiente programa: ra del problema social y de la irreductibilidad i° Fijación absoluta y precisa del movi­ del antagonismo t e clases, que caracteriza el miento obrero en el terreno de la lucha de actual sistema de producción. clases; mantenimiento del espíritu revolucio­ 2° Lrna tendencia á amenguar en la consi­ deración de los obreros, la eficacia de sus ar­ nario que debe animarlo, por medio de una mas propias de lucha y de su acción autóno­ propaganda tendiente á hacer imposible toda ma* para hacerles aceptar una excesiva y per­ interpretación dual y compleja sobre las fun­ judicial avaloración de los recursos legales de­ ciones de los órganos é instituciones de do­ minación burguesa. jados á su alcance por una clase enemiga. 3° Un criterio, cada vez más erróneo, so­ 20 Enaltecimiento constante de la acción bre la significación y concepto de la política propia y directa desarrollada por un proletasocialista, la que se intenta expresar en su riádo independiente de toda tutela legal, por faz mera v sencillamente electoral ó parla­ su simple y deliberada voluntad, en el senti­ mentaria. do de disminuir prácticamente las condiciones 4o Una desvinculación imposible y contra­ de inferioridad económica en que está coloca­ dictoria entre la acción sindical (ó directa) que do frente al capitalismo. desarrolla la clase trabajadora organizada, y 3° Demostración teórica y práctica: i° del las representaciones y partido socialistas, di­ papel altamente revolucionario del sindicato vorcio que viene á establecer en las inteligen­ y su efectiva superioridad como instrumento cias obreras la errónea creencia de que pue­ de la lucha social; 2o de su íunción histórica da existir una dualidad de acción por parte en el porvenir como embrión de un sistema del proletariado, cuando la observación expe­ de producción y gestión enteramente colecti­ rimental demuestra, por el contrario, que to­ vista. da política, en sentido general y amplio, no 4° Integración absoluta de la acción revo­ puede cumplir sino una función de defensa lucionaria del proletariado, por medio de una ó consolidación de un conjunto de intereses absoluta y completa subordinación de ' la ac­ deteiminados, á los cuales se subordina en ción parlamentaria, á los intereses y necesi­ todo memento de una manera incondicional. dades de la clase trabajadora, quien ha de se­ 5o Un concepto equivocado de la función ñalar en todo momento á sus mandatarios la que toca cumplir al sindicato en el proceso conducta á seguir dentro de los parlamentos de la revolución social, y una falsa aprecia­ burgueses. ción, intencionada ó ignorante, sobre su efec­ 5® Ratificación entera del concepto marxista tiva importancia, la que se ha ido desmere­ sobre el significado de la acción política del ciendo al punto de asignarle un papel secun­ proletariado, en su fundamental expresión dario en la organización obrera de clase, cuan­ de lucha de clases. do, por el contrario, ella encierra en germen 6o N egación del estado como órgano social los elementos cristalinamente revolucionarios y universal, y su demostración amplia y ejem­ del nuevo orden social, y es la escuela maes­ plificada de institución de clase. tra de la conciencia pioletaria. 7 o Misión del parlamentarismo, y adjudica­ 6o Una interpretación inexacta del papel y ción á éste del único papel que le está reser­ caiácter desempeñados por el estado burgués, al que se adjudica condiciones de agente so­ vado en el proceso revolucionario, como agen­ te de crítica y descrédito de las instituciones cial abstracto é independiente de los intereses políticas del régimen capitalista. económicos de clase, al punto de hacer creer Con este programa de lucha, L a A c c i ó n S o ­ á los trabajadores en su adaptación y con­ c i a l i s t a , adoptará por principio absoluto, quista por simple ejercicio del sufragio, olvi­ una autonomía de juicio completa, y pospon­ dando que él solo es un órgano de defensa drá en todos los momentos, á los intereses burguesa, cuya amputación ó transformación universales del proletariado, las mezquinas ri­ se hará de acuerdo con las conveniencias efec­ validades de los hombres. tivas de la clase dueña de los instrumentos Su actitud dentro del partido socialista que­ de producción, en el momento histórico que da establecida como enteramente autónoma, y no sea ya útil á la d e rensa de sus materiales en el sentido de mantener su unidad material, intereses. para una mejor acción contra el enemigo de 7° Una concepción exagerada del efectivo clase, pero dispuesta en todo tiempo, á hacer servicio que prestan las representaciones so­ efectiva y real la libertad de pensamiento y cialistas parlamentarias, y el empeño en adju­ crítica que prestigia el socialismo. dicar á éstas condiciones de conquista mate­ rial, que la experiencia desmiente constante­ LO S CO OPERAD O RES. mente. PROXIMO CONGRESO 1E LA UNION G. EE TRABAJADORES N unca circu n sta n cia s r e v e la n d o tan in­ ten sam ente la lucha de clases, p re c e d ie ­ ron á la realizació n de un c o n g r e s o en el b r e v e curso de n u e stro m o vim ie n to obrero, como las (pie nos han r o d e a d o v nos rodean en vista del p r ó x im o de ía U. O. dé T. Nunca, por consiguien te, á a lg ú n co n ­ g r e s o p ro letario en la R e p ú b lica A r g e n ­ tina, se p resen ta ron p a r a se r co n s id e r a ­ das, cu estiones co n cretas de tan p a lp i­ tante im portancia, íntim am en te lig a d a s A la lu d ia contra todas las fu o r z a s é instituciones de la clase enem iga, com o las qu e d e b e rá n constituir la p r e o c u p a ­ ción fu n d a m en ta l del (pie v a n á re a liz a r los tr a b a ja d o r e s afiliados ú la Unión (leneral. En efecto, la actitud de abierta y f r a n ­ ca hostilidad se halla a d o p ta d a por o b r e ­ ros y capitalistas. R e sp o n d ie n d o á la acción e m a n cip a d o ra de los prim eros, nuestra b u r g u e s ía se r e p lie g a so b re sí misma y a n im a d a por el instiivío de c o n serva ción tiende á o b s ta c u liz a r la m archa a m e n a za n te de aquellos. A tal fin, pone en jucg¿> todos los m edios de defensa y a ta q u e qu e lo p ro p o rcio n a su condición do clase* d e ten ta d o ra de la ri­ qu eza social y dueña del poder político: el Estado. Invoca la p ro speridad de la industria y el com ercio como condición stn* t/uti non pai a el biem^star nacional y g a ra n tía de la patria: la paz social, ó mejor dicho, la sum isión incondicional del p ueblo t ra b a ja d o r , com o im prescin­ d ible p a r a el d e s a r r o llo y libro d e s e n ­ v o lv im ie n to de a qu ella s. D o a q u í la ju s ­ tificación ló g ic a y fatal, ante su a lia d a la opinión pública, del em pleo de m edios co e rc itivo s y v io le n to s p a r a im p o n e r la q u ietud á las m a s a s p o p u la r e s y a ca lla r sus p ro te sta s p r o g r e s iv a m e n t e r o b u s te ­ cidas. D e a q u í su iniciación desm e d id a , sin co rta p isa s, en un a actitud de p ro ce ­ d e r e s co a c tiv o s qu e tienden á sistem ati­ z a r s e é intensificarse. L a ley de resid en cia, a p lic a d a c u o tid ia ­ nam ente, r a le a la s filas o b r e r a s d e b u e ­ nos lu ch adores. L o s a se sin a to s colocti vos se suceden con la í n t e g r a a d q u ie sce n c ia de todo el e sta d o ca p ita lista (p arlam ento, p o d e r e jecu tivo , m a g is tr a tu r a , etc.) La ley m arcial d e c r e ta d a , no y a p a r a reprimir, sino p a r a ptn<enir. A esto, co rre sp o n d e p o r p arte del p u e b lo ob re ro , un silencio ó inacción, p or d e m á s e x p r e s iv o s , p a r a o c u lta r las c a u s a s do d o b ilid a d (pío los m otivan. Q u iz á s esta p orsp o ctiv a real de la lu­ cha social, no te n g a el p o d e r de p re o ­ c u p a r á n u estro s titu la d o s h o m b res «re­ flexivos» y «prácticos». N oso tro s e n ten ­ dem os cpie los actos do los o r g a n ism o s ob rero s, (pie la vid a a ctiv a de éstos, d e ­ be r e g la rs e en vista d e las co ndiciones ex te rn a s, ó por a d a p ta c ió n al m undo o b je tiv o. Y en tal sentid o p en sam os q u e h a y do s cu estion es de in d iscu tib le im p o r ta n ­ cia, p la n te a d a s por los hechos, qu e recla­ man ser e s tu d ia d a s y se p r o v e a á su solución sin dilaciones. La prim era co n ­ sistente en la deficiencia m a n ifestada por los ó r g a n o s o b r e r o s p a r a a d a p ta r s e á las circu n sta n c ia s de la lucha, r e s p o n ­ d e r á sus e x ig e n c ia s, o b r a r en su ínti­ _'*£[ ^ --™, m a co n co rd an cia. E sto o b e d e cie n d o á su d esorientación, co n fusion ism o é indife­ rencia, y, (piizás en lo principal, á su falta de cohesión, de a r m o n ía entre sí, á la a n tip a tía torp e (pie los d iv id e malg r a d o su identidad específica. L a s e g u n d a consisten te en el im p erio ­ so d e b e r de (pie se p ro p e n d a á reingresar en la lucha qu e se su p o provocar, y á la cual se p re se n ta la b u r g u e s ía a n im a d a del firme p ro p ó sito de re d u cir el a d v e r ­ sa r io o b r e r o tom a n d o sus posiciones co n qu ista d a s. A lo prim ero, p r o v e e r ía la U. (¡. de T.. por interm ed io de su co n g reso, fijando su c a r á cte r de clase y de a b ie r ta hosti­ lid a d á tod a s las e x p lo ta c io n e s y tira ­ nías: despojándose co nscientem ente d d e s ­ p íritu e o r p o r a tiv is ta de q u e se ha e n ­ c o n tra d o im p r e g n a d a con la co m p la ce n ­ cia de sus directores, e sp ír itu corporativ is t a qu e los h ec h o s se h a n e n c a r g a d o de a c u s a r co m o co n tra r io á u n a eficiente acción de clase: independizando, en su co n­ secuencia, á los sin dicato s q u e lo form an, de las e x c lu s iv a s preocupaciones de gremio, siem p re de ten dencia c o n s e r v a d o r a , p a r a co loca rlos en el t e rr e n o m á s á m p lio y fecundo, d e la s preocupaciones de clase. E li fin, tom a n d o to d a s las m ed id a s (pie tien­ dan á in y e c ta r en su o r g a n is m o la s á v ia v i v a z y triu n fa d o r a de un a fu e r z a n u ev a e r ig id a co n tra todas las fu e r z a s reaccio­ n a r ia s de la so cie d a d capitalista. Y e sta o b r a de e scla re cid a cohesión interna de b e co m p le m é n ta m e con la no m eno s im p orta n te de cohesión e x te rn a . L a e x is te n c ia de d iv e r s a s instituciones o b re ra s, qu e san cion a la divisió n del s ó lo e jé rcito p ro letario, h a sid o en m u ­ ch o la c a u s a d e la d e b ilid a d m a n ife s ta ­ da fren te á los a ta q u e s del a d v e r sa r io , y de la in h ab ilitación de u n a s y otras p a r a d e s e m p e ñ a rs e con eficiencia en la lu ch a de clases. N e c e s a rio e s decirlo, los a n ta g o n is m o s q u e s e p a r a n á la U. (L d e T. y á la F. O. R. A. tienen un o r ig e n en a b so lu to a r b itr a r io é ilógico. S on a n ta g o n is m o s (pie (o n s p ir a n co n tra el idéntico objetivo (pie anim a á lo s o b r e r o s c o n g r e g a d o s en u n a y otra, co n tra los idénticos intcieses m o r a le s y m a te ria le s d e aquellos, con­ tra las idénticas exigencias á qu e a m b a s deben respo n d er; co n tra la idéntica acción com p leja, d e m o le d o ra y consti uctiva, que a m b a s d e b e n d e sa rro lla r. ¿ D o n d e e stá lo fu e n te de su s discre ­ p an cia s? E ll a sólo e x is te en la c a b e z a de sus d irectores; y es la p r o p a g a n d a ir ra ­ cional de éstos la (pie ha se m b r a d o las a lu d id a s a n tip a tía s entre los m iem b ro s do la fa m ilia o b rera . S on los h om b res, y no los hechos, los q u e h an p r o v o c a d o y m antienen la a d ­ v e r s id a d entre los t r a b a ja d o r e s de am­ b a s instituciones. C o n ste bien, (pie los hechos h an un id o te m p o ria re a m e n te á u n o s y otros; y q u e ellos tiend en á v in c u la r ­ los m á s sólid am ente. L a s d istin tas id e o lo g ía s socialistas c u a n d o lle g a n á d e s c o m p a g in a r en tal form a la u n id a d de las f u e r z a s o b r e r a s en el c a m p o do la s o r g a n iz a c io n e s sin ­ dicales, d e ja n de o b e d e c e r á u n a sim p le d iv e r s id a d en la ap re cia ció n de los he­ chos, p a r a c o r r e s p o n d e r á un a b so lu to d iv o rc io con aquellos. S e a p a r ta n de la r e a lid a d social p a r a p e r d e r s e en el la ­ b e rin to d e m e ta física s estériles, q u e sólo p u e d e n tener p o r efecto la g e n e r a c ió n de n ú cleos secta rios e m p e cin a d o s en im­ p o n e r sus e x tr a ñ a s id e o lo g ía s. E s t a s d a n por re su lta d o el e x t r a v í o de la m e n ta lid a d ob re ra , p o r cu an to di­ fieren en m u ch o de la rica filoso fía de los hechos, ún ica c a p a z d e e sc la r e c e r á a q u e lla y c o n trib u ir á la eficacia de una in telig en te acción r e v o lu c io n a r ia del p ro ­ letariado. A s a l v a r estos e r r o r e s p ro d u cid o s p or el capo»alismo d e los m a lo s p astores, dela» d e d ic a r se en m u ch o n u e stra d a s e tra b a ja d o r a . No va m o s p or esto á p ro p icia r la in­ m ediata fusión de las o rg a n iz a c io n e s sin­ dicales. D e m a sia d o p ro fu n d o es t o d a v í a el ab ism o q u e las se p a r a . D e m asia d o p a lp ita n te so e n cu e n tra n aún sus enco­ nos, sus odios, sus a ntip atías. D e m a sia ­ do a r r a i g a d o p erm an ece el p re stigio pernicioso de irre fle x iv o s directores. E s a o b r a co m p leta d e p re cio sa u n id a d p ro le taria , e stá h o y p or encim a de todo an h elo hum ano. E lla co r re sp o n d e á las s e v e r a s lecciones de futuras circu n sta n ­ cias en el p roceso de la lucha y á una m ás p recisa educació n d e las masas. I’e ro s\, co n ce p tu a m o s factible la e x ­ p resa m anifestación d e un a c u e r d o s o ­ lidario entre a m b as instituciones (la I’ . (¡. de T. y la F. O. R. A.), no sólo p or d e m a n d a r lo las e x ig e n c ia s in m e d ia ta s R E D A C C IO N V A D M IN IS T R A C IO N : C o c h a b a n ib a 3401 P r e c io ite S u s c r ip c ió n l’Ol: A N O ....................................... S K . M K . v n i H ................... T K I M K S T U 1-:............... M MERO SU ELTO .* .» .» .»* J.nii 1.0» O.ÓO 0.1» (le la lucha, sinó tam bién p o r e xistir u n a p redisp osición f a v o r a b le de los áni­ mos. E11 tal se n tid o el p ró x im o c o n g r e s o de la U nión (¡enera!, bien h a r ía en p ro ­ p icia r la más p ro n ta re aliz a ció n de un pacto de solidaridad qu e r e sp e ta n d o la to­ tal a u to n o m ía d e c a d a u n a de las o r ­ g a n iz a c io n e s, las v in c u la r a en las em er­ g e n c ia s u n iv ersa les. Y él v e n d r í a á co nstituir la m e jo r so­ lución de la s e g u n d a cuestión q u e h e­ m os p la n te a d o , p o r cu an to e n t r a r ía á h ac erse e fectivo in m ediatam en te con la iniciación de u n a e n é r g ic a y an im a d a c a m p a ñ a co n tra la L e y de R e sid e n cia y co n tra el P r o y e c to de L e y N acio n a l del T r a b a jo . H e a q u í las co n sid e racio n e s q u e nos s u g ie r e la p ró x im a re aliza ció n del co n ­ g r e s o aludido, y los a su n to s qu e á n u es­ tro ju icio d e b e n re c la m a r le m a y o r c u i­ dado. T o ca á los co m p a ñ e ro s qu e e stu ­ vie re n de acuerdo, se r sus p ro p icia d o re s en el se n o de su s r e s p e c t iv a s so cie d a d e s g rem ia les, á fin de q u e en cu en tren ca ­ bid a en la orden del d ía y p u e d a n ser e x a m in a d a s en el congreso. Y a sí m ic n tia s u n o s cu en ta n á la lu na tod a s las m iserias p ro letaria s, y otros p ro c la m a n una c a n d id a tu r a o b r e r a (la del eomp. C ú n eo ) p a r a p r o te s t a r (¡terri­ ble protesta!) contra los e x c e so s de la clase dom inante, d e s a r ro lla n d o un a ac­ tiv id a d nunca vista, los o b r e ro s p rá cti­ cos, los re alm e n te p rá cticos se d e d ica r á n á la p o sitiv a tare a de la p a u la tin a inte­ g r a c ió n de las f u e r z a s p ro le ta r ia s p a r a la m e jo r in te g ra ció n d e la lucha, r e a li­ z a d a p o r el único ó r g a n o o b r e r o y de revolución : el sindicato. Plegaría Industrial El estado de sitio, prorrogado en vista de eventuales movimientos obreros y las matan­ zas del 21 de mayo, ponían de manifiesto cuan defensor del comercio argentino era un gobierno que se atrevía á usar de tales me­ didas de represión. En consecuencia, ocho días después del san­ griento suceso, justo el tiempo necesario para elaborar el bien meditado documento, la Unión Industrial Argentina recordando el reirán «Niño que no llora no mama» pintó sus temores y esperanzas al Congreso de la Nación por me­ dio de una angustiosa y sollozante, cuando no veladamente amenazadora solicitud. En ella empieza por pedir no sea sancio­ nado el Proyecto de L ey del Trabajo. ¡E stán perfecto, tan adelantado, tan liberal! «Son no­ civas, dice más lejos, las leyes que no se adap­ tan al medio social.» Entonces, ¿no será ni perfecto, ni adelantado, ni liberal el medio en que viven, señores industriales? Hace tiempo que lo sabíamos. Y con una flema inglesa de pince sans rite, añade la U. 1 . A. «También los obreros en obsequio de quien el Proyecto fué confeccio­ nado lo rechazan.» Es cierto; por el motivo opuesto al de los señores industriales. Ella lo encuentra dema­ siado bien; nosotros demasiado mal. Las reivindicaciones en esta tierra, carecen de fundamento, añade, las agitaciones son ar­ tificiales (¿pensarán asi cuando sufren las con­ secuencias de una huelga en regla?) y el Pro­ yecto de L ey del Trabajo ha sido confeccio­ nado por personas adictas á las más avanza­ das teorías. ¡Oh! capítulo X II, ley sobre accidentes, so­ bre la mujer y el niño, etc.; de lo contrario ¡que hubiérais sido! Con una habilidad, digna de la suerte que tendrá, á no dudarlo, la U. I. habla de las largas huelgas y perjuicios causados á la in­ dustria francesa por la ley Millerand-Colliard. Esa ley fijaba la jornada de trabajo en 10 i 2 horas para el año 1902, y en 10 horas para 1904 en los talleres donde los hombres traba­ jaran conjuntamente con mujeres y niños. «Los obreros mismos protestaron» dice la solicitud de la Unión. ¿Acaso podía ser de otro modo? El salario sufrió una diminución pro porcional á la diminución del horario. Al acordar un plazo á la industria para que en trase en vigor el nuevo horario, el objeto era precisamente para que tomasen sus medidas los industriales perfeccionando, por ejemplo, su maquinaria á fin de que no se mermara el salario. L A ACCION S O C IA L IS T A E l obcecam iento, la avaricia de los patrones tejedores franceses que contaban sobre su unión, para no cejar, les hicieron conservar los m ismos telares. E l obrero tejedor francés se quejaba de v ig ila r dos m áquinas, cuando el obrero in glés tiene 16 bajo su cuidado, pero tan perfeccionadas estas últimas que req u ie­ ren igual atención, com o cuatro francesas. Adem ás en Inglaterra em plean de preferencia hilos de prim era calidad que no se rompen. Por ese m otivo, m ientras en H uplines, Arm entiéres, un obrero cardador recibe 14 fran­ cos sem anales, las m ujeres y niñas de catorce años, al entrar en las fábricas en Inglaterra, reciben ya un sueldo de 17 francos 50. ¡Y los patrones franceses argüían que la com petencia internacional im pedíanles aum en­ tar los salarios! T o d o eso se olvidó d e exp licar la U . I. A . Adem ás, bueno es hacer notar que anterior­ mente la «Conféderation G én érale du T ravail» habla m antenido una cierta agitación , realizan­ do gran propaganda para que los ob reros no consintieran les fuera reducido el salario. T é n ­ gan lo en cuenta los obreros de nuestra tierra por si acaso. Con una gracia de niño m im ado rehusando com er, para co n segu ir de su papá lo deseado, la U. I. A . insinúa que no pocos industriales han pensado instalarse en países veeinos, si el P royecto de L e y del T rab a jo estaba sancio­ nado en la A rgentin a. Infantil sería la am enaza com o la ejecución. A l paso que vam os, tendrían que llevar fábri­ cas portátiles para m udarse á cada momento. L a legislación del trabajo, buena ó mala, per­ fecta 6 no, es la espada de D am ocles de la industria; caída hay que tragarla. S ó lo en N icaragu a ó en San S alva d o r se podría espe­ rar tranquilo m edio siglo. L a Unión aceptaría com placida la reglam enta­ ción del trabajo de la m ujer y del niño «siem­ pre que no se incurra en exageracion es d oc­ trinarias.... en la fijación d el ho-ario (no co­ m ulga con las 8) y en las condiciones de adm isibilidad» (catorce años no les conviene, cuanto más jóven es, más baratos y más d ó ­ ciles). Pero, señores yacarés, tratándose de la mu­ je r y del niño, estas cuestiones son prim ord ia­ les, es un derecho hum ano que les quieren quitar: ¡es la salud! A ceptan do las insinuacio­ nes suyas ¿qué quedaría para reglam en tar si el P ro y ecto o torga ya á la m ujer el trabajo nocturno? R econ oce la Unión la conveniencia de legislar sobre la higiene d e los talleres «sin extrem ar las exigencias ni caer en las pu erilidades de detalles que á nada conducen.» Q uisieran lim itarse al blanqueo y al barrido probablem ente. Inútil d ecir que la reglam entación de las Bociedades obreras le inspira dos colum nas, recibiendo allí su m erecido los agitad ores de profesión y qu e el capítulo X II es la consa­ gración de sus más ardientes deseos. N o lo dice, pero se deduce de la exposición. Sabem os desde el 8 de Julio, por un artículo aparecido en L a Vanguardia, que las leyes de excepción en iugar de con trarrestar el m ovi­ m iento socialista lo acelera, sirvién dole de es­ tím ulo y (¡gran resultado!) que d iez años de persecuciones en A lem an ia pudieron llevar al Parlam ento algu nos diputados. D e la lucha económ ica no se habla, es cierto. Q u é fuerza habrán conquistado los socialistas alem anes cuando en el C o n greso de A m sterdam no pu­ dieron contestar afirm ativam ente á los socia­ listas que deseaban realizar el próxim o C on ­ greso en Berlín, si sería posible. ¡El gran can­ ciller, los m inistros, el em perador... todos los cucos! no lo perm itirían. No; 110 es de desear este tratam ienro ho­ m eopático para la clase trabajadora. «La re­ glam entación de las sociedades obreras es un paso dado hacia los tribunales de arb itrage á los que hem os de llegar...» dice la Unión. ¿Porqué los querrá? ¿Por estar de acuerdo con el program a m ínim o del Partido? P or suerte que esta cuestión, á la orden del dia, ha sido bien dilucidada por el cam arada L o ren zo y la clase trabajadora desconfiará siem pre de los tales tribunales. Ultim am ente (feb rero de 1905) los socialistas de Vincennes y M ontreuil (m unicipio de P aris) sancionaban la sigu ien te órden del día: «Exam inado el inform e de M r. Colliard so­ bre el p royecto de le y M illerand, tendiendo á la obligación del arb itrage en las h uelgas, los m iem bros de estas secciones declaran: «Q ue la adopción de sem ejante proyecto e q u iv a ld iía á retirar al proletariado la única arm a que posee en el terreno económ ico, de­ nuncia al m ismo tiem po la hipocresía de los políticos que tem iendo atacar directam ente el derecho de h uelga, bajo esa form a velada, esperan lle g a r á sus fines; recom iendan á los d iputados del P artid o S ocialista de F rancia poner en ju e g o los m edios á su alcance, para im pedir, sea el voto de este p royecto, sea otro que proponiendo la reglam entación de las h uelgas entrañara idéntico peligro.» L a U. I. A . term ina pidiendo el nom bra­ m iento de una com isión com puesta por repre­ sentantes de los poderes públicos, patrones y obreros para estudiar los puntos indicados. E s lógico pregun tarse si el trabajo de estos señores será d ign o de rem otas épocas, cuando han encontrado tan liberal, perfecto y adelan­ tado el actual P ro yecto de L e y del Trabajo. G a b r ie l a C o n i. LA A C C IO N D IR E C T A Refutación á sus detractores (C o n t in u a c ió n ) E n este artículo (véase el núm ero 24 de L a Vanguardia) es donde encontram os no solo m ayor núm ero de errores, sinó, tam bién, una falta de sinceridad en las citas, cosa in exp licable tn un ccm p añ eio socialista. Y vam os de lleno á tratar los puntos prin­ cip a le s de dicho artículo, dtjar.d o para otra oportunidad, que á buen segu ro r.o faltará, la cuestión de la identidad del sindicalism o ' y e l socialism o; pues de lo contrario nuestra re­ fu tación alcanzaría proporciones inconvenien­ tes. E s indispensable hacer constar sin em bargo, q u e cuando el com pañero articulista, dice que los sin dicalistas han pla gia d o los fines del socialism o, refiriéndose á la m anera, com o G riffu elh es plantea la cuestión obrera y su fi­ nalidad; es indispensable repetim os, tener en cuenta que esa proposición del cam arada G riffu elh es, es exp licativa y en oposición al m étod o que proponen los reform istas. T c d o el m undo sabe y se repite indefini­ d am e n te — com o dice S o re l— que el socialism o tien e por objeto la liberación del proletariado com o clase explotada; pero es necesario agre g a r que esa em ancipación sea la abra de ellos m ism os, de su acción d irecta revolucionaria, rech azand o las conciliaciones patron ales y la falsa paternidad parlam entaria, que de acuer­ d o con la realidad objetiva no tiene m ás que un valor secundario siendo un coadyuvan te eficaz en ciertos casos de la acción sindieal. Y esto es lo que el grem ialism o am orfo de los reform istas y el absurdo fetichism o parlam entario de los m ismos, no quiere acep­ tar. E l com pañero á quien refutam os, trata de hacer, lu ego, una crítica bastante desgraciada á la definición que el cam arada Griffuelhes, hace de la acción directa. N ad a más claro que dicha definición que en síntesis es la acción de la m isma clase obrera inspirada en sus intereses y necesida­ des cuotidianas, subordinando toda otra for­ ma de lucha á su criterio y esfuerzo revo lu ­ cionario; acción que da á la clasa trabajadoja una claridad patente respecto del valor de sus m edios de acción y que le perm ite la crítica de los mismos. Y se adm ira cuando G riffuelhes dice: «de­ cidido á no confiarla á otros sinó á sí m is­ mo para liberarla»; cuando esto es lo lógico. E l p ro letariad o debe proced er con toda au­ tonom ía, rechazando tutelas que entorpecen su acción de clase. L o s dos casos de acción directa anuncia­ d os po r el cam arada francés prueban evid en ­ tem ente, su superioridad sobre la acción parlam entaria, superioridad n egada y rid icu li­ zada injustam ente por un gran número de socialistas. V am o s á referirnos solo á uno de ellos, c a s o D reyfu s, el cual sirve de argum ento a¡ articu lista de 1.a Vanguardia, para afirm a1" q u e la acción d irecta es la sim ple y vieja a c ció n grem ial, la acción obrera sin lucha po_ lítica , entendiendo p or esto, com o lo entien­ de la m ayoría de nuestro partido y el arti­ culista la pura y sim ple acción electoral. D ice el cam arad a G iiífu ell fs y ren sobra­ da razón q u e si se hubiera esperado de la le­ galid ad establecida, la liberación de D reyfus, esta 110 hubiera tenido lugar. Y en seguida nos refiere com o el proletaria­ do francés, por m edio de una serie de a gita ­ ciones, m ítines y dem ostraciones por la calle, que en ciertos casos degeneraron en choques sangrien tos, preparó un am biente favorable al procesado. E l com pañero articulista ha leido indiscuti­ blem ente, toda la conferencia G riffuelhes y de la crítica que hace al caso D reyfu s, su rge una cuestión fundam ental: E l articulista no es sincero a l citar esc ca­ so de acción directa, ó de lo contrario no sa­ be lo que es acción política. D ig o que no es sincero porque Griffuelhes, dice inm ediatam ente después de lo citado: E s la masa sublevada que hace presión sobte los poderes constituidos y entonces la pesada m áquina ju d icia ria , puesta en movimiento, dá la libertad a l capitán.» Y si desconoce que esto sea lucha política y la más fecunda— le d evu elvo la sinceridad — pero queda el derecho de decir: queda com­ probado con claridad meridiana, que para la mayoría de nuestros compañeros socialistas, lu ­ cha política es Unicamente acción parlam enta­ ria. Y a volverem os al term inar, sobre este asunto. M etido en un carril de puerilidades, el com ­ pañero articulista, trata de probarnos, com o «.esa fam osa acción directa» llevada al terreno de los hechos en 1902, lejos de im pedir la sanción de la ley de residencia y el esiado de sitio, por el contrario con tribuyo á que se sancionara. L a huelga general de 1902 fué prestigiada solo por una parte del proletaiado argentino. N uestro partido n egó su concurso y con él ciertos grem ios. N o tu vo el éxito que debió tener porque no h ubo solidaridad en el m om ento de la ac­ ción; parque faltaba la cohesión y unidad de m iras en el m omento, entre las fracciones obreras. N o vam os á discutir aquí, si había ó no razones para n egar el apoyo á la Federación O brera, no hacem os más que enunciar el he­ cho, com o uno de los tantos factores que con­ tribuyeron á la relativa ineficacia del m ovi­ miento. C on m ayor razón podríam os d ecir nosotros que 33 ó 34 d iputados socialistas en Italia no pudiero im pedir los sucesos sa n g rie n to s e Berra, G iarratan a, C an d ela etc; y más re­ cientem ente, hace pocos dias, q u e och enta y tantoe dipu tad os en A lem an ia, no han podi o im pedir qu e el em p erad or proh íb a una confe­ rencia de Jaures en Berlín. «O E ntram os á analizar la últim a proposición del artícu lo aparecido en el núm ero 24 de L a Vanguardia con el deseo de term inar b re­ vem ente; pero una aserción fa ls a q u e en con ­ tram os en ella, nos o b ligará tal vez, á exten ­ dernos más de lo que hubiéram os deseado. S e trata del últim o m ovim iento ferroviario en Italia. A p rovech a la m ala term inación de d icho mo­ vim iento, para dem ostrar la in eficacia de la ac­ ción directa. D ice que esa h uelga estaba d irig id a por los sindicalistas revolucion arios. E s necesario record arle al com pañ ero que el Secretariado de la Resistencia, q u e estaba al frente del m ovim iento no es revolu cion ario, ni tam poco los d iputados q u e in tervinieron p ara hacer un papel bien triste. E s necesario d ecir aunque no sea nada edi ficante, ni propio entre socialistas, que los refor­ mistas italianos y sus diputados traicionaron la causa d el proletariado ferroviario. M ientras en las reuniones del secretariad o algu n o s reform istas se declaraban partidarios de la h uelga; en cam bio en las resp ectivas fe­ deraciones que representaban hacían propa­ gan da en contra. T a l sucedió con Peraudo consejero socialista rejorm isia de T u rin , que en tanto que en lás reuniones era favorable a l movimiento; escri­ bía una circular á los federados de T u rin , aconsejándolos la no participación en e l movi­ miento. E l gru p o parlam entario italiano, opon ién d o­ se á que el d iputado Costa, acom pañase á la representación de ferrocarrileros á la conferen­ cia que debían tener con el m inistro F ortis, cuando éste iba ya á ced er á la presión obre­ ra, la propagan d a anti-huelguista de los re­ form istas que escribieron hasta en revistas re­ publicanas con tra ei m ovim iento; el fam oso te­ legram a para la term inación d e la h uelga m ien­ tras ésta segu ía su curso ascendente y m ien­ tras los d elegad os revolucionarios, andaban de ciudad en ciudad levantando los espíritus, es lo que ha hecho fracasar esa h u elga ju stísim a del proletariado ferrocarrilero italiano. Una desvin culación notable entre la m asa ob rera y la represen tación parlam entaria, se ha notado en este m ovim iento. Com o nos falta espacio, rem itim os á los com pañ eros que se interesen por ese m ovi­ m iento al inform e exten so pu blicado en la Avanguardia Socialista de M ilán en los núm e­ ros 124 y 125. -50 Y vam os á term inar esta la rga refutación, e n glob an d o en una sola idea las varias q u e en los artículos criticados se encuentran respecto á la acción directa y la política. E llo s consideran la acción d irecta com o s i­ nónim o de un grem ialism o apolítico. P ero es indispensable saber que ellos en ­ tienden tam bién por lucha política solo la lu ­ cha electoral. D e acuerdo con la concepción m arxista, nosotros consideram os á ¡a Incha de clases co­ m o una lucha necesariamente política, no porqu e se m anifieste en el parlam ento, form a secunda­ ria d e ésta lucha; sinó porqu e tiende á ata­ car el poder político que sanciona y hace efectivas las relaciones de coercitiva d epen ­ dencia en que se halla el proletariado en el actual régim en. E n una palabra, nosotros entendemos p o r lucha política-. la vasta acción de clase que el sindicato obrero debe realizar. N o vam os á d iscu tir si estam os ó no fuera d el partido Socialista A rg e n tin o , com o afir­ ma el com pañero, y sí d ebiéram os estar en­ tre los gru p os anárquicos. N osotros creem os q u e aún cuan do estu vié­ ram os fuera del partid o Socialista, á causa de nuestra táctica y criterio, nunca estarem os fue ra de la d octrin a socialista; y nuestra actitud, reflejo fiel de nuestro pensam iento, d eb e m e­ recer el respeto de todos, aún cuando no re­ huim os la crítica; pero ja m á s la d iatrib a y la mofa com o hasta ahora, bajezas que deben de estar m uy lejos de los espíritus socialistass. Y com o esta réplica se ha hecho p o r dem ás extensa nos vem os o b ligad os á term inarla, d e­ jan d o para núm eros ven id eros las am pliaciones que consideram os necesarias sobre la acción d i­ recta y la política. E m il io T r o is e . LA REFORMA DE LA LEY ELECTORAL D espués de un debate cu yo resultado se preveía por tratarse de una m ayoría gubernista ríg id a y torpem ente regim entada, se ha aprobado en gen eral la reform a d e la le y de elecciones, coronación del esfuerzo político del inteligente d irector de los destinos d el país. N o podem os, en verdad, sentirnos a g rav ia ­ dos por la reform a electoral. P or el contrario, consultando la deficiente intelectualidad d e las masas populares, la reform a m encionada viene á beneficiar nuestra sana propaganda. S i, com o es notorio, no existe aún concien­ cia política ni sentido crítico en las grandes masas, una reform a sem ejante traída en estos momentos, no podrá perjudicar en absoluto á los intereses del partido socialista; y asisti­ remos, en cam bio, á una evolución provechosa del proletariado, cu yas en ergías dispersas y em peñ adas en una luch a p o lítica estrech a— el p arla m e n tarism o — v o lve rá n al verd a d ero terre­ no d e la lu ch a am plia, em in en tem en te « e " * . nal: la lu ch a d e clases, única en q u e gg « . presan las n ecesidad es é in tereses del piolet», rio u n iversal. S ó lo así en carrilad a la lucha política en su ún ico y v erd a d e ro co n ce p to cien tífico d e lucha d e clases, pod rem os d ecir q u e se hace carne en las con cien cias p roletarias la idea de reden­ ción hum ana. L o dem ás, es lirism o. EL SINDICALISM O EN LA ARGENTINA E x p re sa r en un le n g u aje sen cillo, claro y con ciso una ten d en cia m odernísim a, es em­ presa no m uy fácil, y p o r m ú ltip les razones. A d em á s, sería n ecesario, ante todo, estar con­ v en cid o d e q u e quien n os lee tiene un crite­ rio só lid o y bien n u trido so b re los diferentes doctrin arism os q u e hallan cam p o prósp ero y fecundo en las m entes proletarias. Pues, no d e otra m anera sería p o sib le h allar la causa ó la g én esis d e esta n u eva co n cep ció n de la acción p roletaria, q u e se ha d ad o en llamar sindicalism o, sólo p o rq u e n ecesita un térm ino adecu ad o d e com paración y distin ción con tas dem ás d esign acion es de d octrin as y tendencias filosóficas. N o h ay en e sta n ada q u e in tente crear ó cree, un abso lu to d iv o rcio con la filoso­ fía socialista; no, ella v ien e p o r el contra­ rio, á com plem en tarla y ren ovarla, con una nueva y v ig o ro sa in terpretación á los fenóm e­ nos sociales con tem porán eos, y á ensalzar, en d etrim en to d e las v a g a s y com p lejas id eolo­ g ía s en a u g e hasta este 1110 Tiento, la eficacia suprem a d e la acción proletaria. E s d ecir, que el sindicalism o, com o ten den cia en el m ovim ienta ob rero un iversal se d istin g u e , p or «la especial im portancia q u e a trib u ye á la acción qu e puedan d esarrollar los tra b a jad ores o rg a ­ n izados con con cien cia d e clases p o r su p ro ­ pia y exclu siva volu n ta d , y con ca rácter de lucha abierta y franca á tod o el ord en social existente.» S u diferen ciación con el socialism o refo r­ m ista y revolu cion ario, está en qu e tanto en qu e aqu ellos son n ítidam ente estatales, en su fina­ lid ad y en su acción d iaria, pu esto qu e acep­ tan la conquista de los poder-es p ú blicos bur­ gueses, realizad a p o r una constante, laboriosa y utópica pen etración d e los m ism os, lo que sign ifica su con solid ación actu al, el sin d icalis­ m o entiende el con cep to de la acción revo­ lu cion aria d el proletariad o en su v erd a d ero sign ificad o, q u e es el d e in u tilización d e los órgan os d e dom in ación b u rgu esa p o r m edio d e la creación d e ó rg an o s p rop ios y o rig in a ­ les de gestión co lectiva, su rg id o s d el seno m ism o d e la clase trabajad ora con el especialísim o propósito de su stitu ir con ello s las ac­ tuales in stitucion es capitalistas. S u d ivo rcio con el anarquism o, resid e en con sid eraciones aún m ás elem entales. E n tan­ to ue aqu él sólo v e en la o rg an ización sin­ d ical un instrum ento d e gim n ástica rev o lu ­ cionaria y de con stan te con flicto en tre ca­ pitalistas y trabajad ores, sin atrib u irle su con tenido verd a d e r m ente rev o lu cio n ario com o creadora d e n u evos ó rg a n o s d e ge stió n colec­ tiva y d e con cien cia ríg id a d e clases; ni vé, en el m ejoram iento m aterial d e las con d icio­ nes d e vida d el trabajad or sino un m otivo de anonadam iento, el sin d icalism o considera á la organ ización ob rera d e clase com o el elem ento p rim ord ial y con stitu tivo d e tod a la obra revolu cion aria del p roletariad o, y d esig ­ na su^ organ ism os, m ás p erfeccion ad os y po­ tentes, á sub stitu ir d efin itivam en te en el fu ­ tu ro todas las in stitu cion es b u rgu esas, d es­ pués de haber v acia d o lo q u e estas ten gan de bueno en las n u evas form as d e co n tra lo r p ro ­ letario. H é aquí en síntesis sus caracteres m ás sa­ lientes, su d iferenciación m ás d istin tiva con las tendencias q u e existen en el m ovim iento o b rero contem poráneo, falta ah ora saber si de acuerd o con las exige n cias d e la realid ad que nos circu n d a, él es e xó tico é in ad aptable, ó si su presencia en este país está reclam ada por con d icion es y circu n stan cias perfectam en te es­ tablecidas. Y esto es lo q u e m erece una se gu n d a dem ostración: S i se p regu n tara al och enta p o r cien to de los trabajad ores q u e m ilitan en las o rg an iza ­ ciones d el país con su corresp on d ien te disfraz d e socialista ó d e anarq u ista, sob re el funda­ m ento, carácter, táctica, d iferen cia y finalidad d e sus corresp on d ien tes d octrin as, sufriríam os una profunda decepción . E n la m ayoría d e los casos no obtendríam os una con testación ca te g ó rica y clara; en otras, com probaríam os una d ep lorab le con tradicción en as con cepcion es, á tal pu n to erróneas que no sabríam os q u e co le g ir d e ellas, ni m enos d e sus exp ositores. S in e m b a rgo , y á d esp e ­ cho de esta especie d e sectarism o ignorante d e los ob reros soi disant socialistas y anarquistas su actuación d en tro d e la o rgan ización , se dis­ tin gu e siem pre por un sano criterio d e clases, a dq u irid o exp en m en ta lm en te en los repetid os con ictos en qu e han in terven id o contra el ca­ pitalism o. L a d e s a v e n e n cia no form al, y sólo sí ideoo gica , proven ien te d e la efervescencia con trina ° a ?■ l,T ° sustenta Ia correspon dien te docana«ir>SOl*l° ®IC? ’ P uec^e caracterizarse por una Dor pi? 3 3 antlPat*a reciproca, que termina aecirSn ! f neinar arm onía Y 1* unidad de acción d e los sindicatos. E l mal es paten te. En las organ izacion es K« causa en an¡incasu LA ACCION SOCIALISTA zación, (y ya comienza á serlo; lo que ha hecho, hasta ayer, dignas de elogio por la vinculación estrecha de apreciación en sus miembros, las , que contra ella y no contra su acción política discusiones doctrinarias, inconsistentes y ab­ esgrima la clase capitalista todas sus armas), ese día el Parlamento, el Estado, el clero, surdas, y suscitando constantemente agrias el periodismo, y en general toda la comparsa disputas sobre la mejor suerte ó practicabiliñad de extraordinarias utopías, termina por ha­ capitalista se apresurarán á lamerle los pies cer dejar de lado lo más elemental, importan­ (¡tan poca cosa vale el hombre!) y tratarán de consagrar ó sancionar lo más pronto posi­ te y lógico, la acción del momento contra el ble los derechos adquiridos única y exclusi­ poderoso enemigo común. vamente por la unión, por la solidaridad g re ­ ¿No es esto lo ocurrido ha<ta ahora en el se­ mial. Y su reconocimiento será tácito recién no de la clase trabajadora argentina? He ahí, entonces.— Todo lo cual necesita una activí­ como demostración patente y dolorosa, los gremios divididos, las asociaciones fragmenta­ sima propaganda, á fin de educar y de des­ das y las vorágines de sus asambleas, mala­ arrollar conciencia y un sentimiento elevadímente concordes sobre puntos de vistas ob­ simo de solidaridad de clase, que aún no po­ vios y lucientes y donde individuos, de mal di­ see la clase trabajadora. Ese es á mi juicio el verdadero camino, el gerido doctrinarismo suscitan los odios fra­ camino estrecho que conduce á la única con­ ternos y hunden los intereses colectivos en un proceloso mar de contradicciones y super­ quista á que debemos aspirar: la conquista del cherías, cuántas veces solo por el amor que pan (no la del poder), y que será la conquis­ ta de la vida. tienen á una popularidad estrecha y egoísta. Todo lo demás es, á mi juicio, puro artifiPero ¿qué es lo que determina la produc cialismo, obra estéril é infecunda. Y tal co­ ción de estas lamentables anomalías? mo lo pienso, así lo digo. Las ocasiona en no pequeña parte, la Es así como entiendo y he entendido siem­ lalta de suspicacia que caracteriza casi siem­ pre la acción socialista, y el nuevo periódico pre al obrero y su inferior mentalidad que no constituye á mi juicio su verdadero intérprete. puede hallar la luz en algunos problemas de Los obreros lo comprenderán y él hará rá­ suyo bien embrollados; pero más que todo ellas pidamente carrera entre el desprecio de los son el fruto del inextricable confusionismo que menos, la indiferencia de los sectarios y el embarga las supenores inteligencias de los que sarcasmo de los perfectos. se han dado ante él el simpático papel de ¡Pobre proletario! Eternamente oprimido, sa­ Mentores. luda con entusiasmo la aparición de todo nue­ Se ha propagado mucho el socialismo, y más talvez, el anarquismo. ¿Pero qué socia­ vo periódico que te oriente hacia la ruta ne­ cesaria para que conquistes la libertad econó­ lismo y qué anarquismo, pueden ser estos, mica, base de toda otra libertad! cuya concepción es tan variada y elástica, Por uno de los artículos de su programa, que cada uno de sus apóstoles parece haber veo que L a A c c i ó n S o c i a l i s t a considera tenido uno propio y original? al Parlamento simplemente como un medio Cada uno de estos ha contado la verdad á de «crítica y de descrédito» de las institucio­ su modo. nes burguesas. No es de extrañar, pues, qué el embrollo Pareciéndome deficiente ese juicio, me p e r­ reinante en las cabezas de los maestros Se mito apuntar por ello algunas de las ventajas haya trasmitido á la masa de los discípulos, con indiscutibles, que, á mi modo de ver, entraña todos los agravantes á deducirse de una menor el Parlamento y de las que no se ha hecho elaboración intelectual. mención alguna. Y á que seguir, basta solo detener la vís­ Ahí van: ta sobre el estado de la organización sindica!, I a El de ser un excelente medio de propa­ para comprobar la división insana, injusta; é ilógica en la familia obrera, mantenida se­ ganda doctrinaria dentro y fuera de su seno, á fin de iluminar la conciencia colectiva. gún se pretende por razones de táctica, cuan­ 2a El de ser un medio de obstruccionismo á do en todo el procedimiento de la acción la elaboración de leyes tendientes á consoli­ proletaria realizado hasta la fecha, no se re­ vela nada absolutamente que distinga ó dife­ dar el factual régimen de producción capi­ talista. rencie un grupo de otro. Para evidenciarlo 3* La de agitación constante de la opinión basta y sobra comparar las reglamentaciones pública en el sentido de interesar á esta en estrictamente análogas en ambas fracciones. la gestión personal de sus intereses económicos. Queda, pues, demostrado que el motivo de 4“ La. de proporcionar al pueblo trabajador la división é incerlidumbre íeinante en nues­ tro mo\ ¡miento obrero, se debe exclusivamen­ un término de comparación, que le permita te, á una causa exterior, ideológica, que inva­ comprender que la representación parlamenta­ diendo la organización, hace imposible la ar­ ria (no socialista, se entiende), representa en la actualidad los intereses de una sola clase: monía entre sus elementos. la clase capitalista. El remedio consiste en una concepción más 5a Y , finalmente, la de promover campañas sencilla y positiva de la acción proletaria, que extii pando de raiz las causas del mal, permi­ moralisadoras, llevando al seno del parlamen­ to todos los escándalos é inmoralidades adta en el futuro realizar sobre bases estables ministrativos. la unidad material y mental de todos los tra­ Sin otro motivo reciba mi más sincero bajadores organizados. aplauso. La única concepción que pueda tener hoy Su compañero y amigo esta virtud innegable, es el sindicalismo. Aceptando su espíritu, impregnado de uVi C arlos H ersch el. experimentaüsmo preciso, no hay manera al­ guna de divergei; las circunstancias imponen constantemente el procedimientp á seguir, rec­ to é invariable, en el terreno de la lucha de El uso continuo, y por consiguiente arbi­ clases. trario y cobarde, de esta ley hacen los fun­ Toda influencia ideológica exterior queda cionarios policiales del pais, ha hecho comanulada, pues él establece el fundamento de la obra revolucionaria del proletariado, en sus , prender á la Federación O. Regional A rgen­ tina, la necesidad imperiosa de contrarrestar verdaderos órganos de combate, los sindicatos, sus efectos adoptando procedimientos tendien­ que transcienden su acción política, en la tes á este fin. única forma racional, y por lo tanto científica Y en tal sentido ha resuelto la fundación en que es posible concebir á ésta, la lucha de de un C o m i t é d e P r o p a g a n d a I n t e r n a ­ clases. El sindicalismo, además; al desterrar c io n a l c o n tr a la L e y d e R e s i d e n c i a con la lalsa hipótesis de un dualismo de acción, asiento en la vecina capital de Montevideo. coloca á los trabajadores, en una situación li­ Como fácil es concebir, el arma que la F e­ bre y francamente revolucionaria frente á la deración se propone utilizar á sus loables pro­ clase dominante, manteniendo en ellos de una manera constante, la visión exacta del antago­ pósitos es la solidaridad de los obreros euro­ nismo irreductible que divide á las clases so­ peos con sus hermanos de ésta. La iniciativa en cuanto tiende á combatir ciales.— L . B. la torpe ley de extrañamiento, solo puede me­ recer nuestras simpatías y nuestro mejor concurso. Pero diferimos en la elección del procedi­ miento para llevarla a la práctica. Julio 15 de 1905. Compañero Redactor de No pensamos que sea lo más acertado con­ la A c c i ó n S o c i a l i s t a : He leido con verda­ dero placer el primer número del primer pe­ centrar, principalmente, la campaña contra la aludida disposición legal en un llamado á la riódico sindicalista que aparece entre nosotros. solidaridad del proletariado europeo. Porque Es un esfuerzo que toda conciencia socia­ la actuación del materialmente interesado que­ lista debe generosamente aplaudir. daría reducida á invocar tal solidaridad. En La acción proletaria verdaderamente eficaz cambio toda la obra positiva, real y más tees una sola: esencialmente económica, y el cunda, correspondería á quien solo habria de triunfo progresivo de ella hará debilitar más empeñarse en nombre de un sentimiento f r a ­ y más el poder, exclusivamente económico, de su enemigo: la clase capitalista, obligada co­ ternal, pero no impulsado por una necesidad sentida en propio cuerpo. mo se halla á hacer, día á día, concesiones á La ley de residencia fué creada contra aque­ las exigencias cada vez más imperiosas, más llos obreros extranjeros, radicados en el pais, soberbias, más conscientes de la clase traba­ jadora, que ha comprendido con ese buen sen­ que por sus actos y convicciones revolucio­ nas debilitaban el régimen coercitivo que de­ tido que la caracteriza, que «solamente quien fiende los privilegios burgueses y propendían todo lo produce puede destruirlo todo, porque con su crítica y su propaganda, á dificultar el sabría reedificarlo todo de nuevo.» (Turatti). proceso de la explotación capitalista. Y la decadencia y disolución paulatina de Los obreros europeos pueden y deben sen­ la clase capitalista, traerá á su vez la deca­ dencia fatal, inevitable de sus órganos natu­ tir antipatía hacia aquella ley; pero solo es una antipatía refleja. En cambio la que á no­ rales de defensa: el Estado y el Parlamento. No sé, ni me interesa saber, si esta mane­ sotros nos inspira surge directamente del da­ ra práctica de concebir la acción del proleta­ ño que nos hace, ó por cuanto es esgrimida en contra nuestra. riado se llama directa ó de cualquier otro mo Ella es un producto de la lucha de clase do- No son las palabras las que van á redi­ piaclicada en la República Argentina; es un mir á la clase trabajadora de su esclavitud producto del proceso revolucionario que vá económica. Solo sé que es acción verdadera, cumpliendo el choque entre los capitalistas y porque es acción victoriosa. Y la experiencia los obreros de la República Argentina. La bur­ está ahí para probar lo que decimos. guesía la emplea para dificultar la acción de Está de más afirmar, que el día en que el Contro la ley de residencia CARTA ABIERTA de ■Mh En su consecuencia, los fundamentalmente lesionados somos nosotros; y es á nosotros á quienes fundamentalmente incumbe el deber de empeñarse por su derogación. Así, al me­ nos lo determina una lógica en extremo ele­ mental. Si la ley de residencia ha sido sancionada con el objeto de poner un obstáculo á la lucha de los obreros argentinos, eliminar ese obstáculo es condición ineludible para la prosecusión libre y ámplia de aquella. A esto no pueden, ni deben ellos permanecer indiferen­ tes ó ágenos. La derogación de la ley de residencia co­ rresponde plantearla, sino como una etapa (conceptuamos que sus efectos no alcanzan á obstrucionar en tanto la acción obrera} al me­ nos como parte de una etapa que es indis­ pensable recorrer en la lucha pertinente á este país. ; Y es posible aceptar que una tarea se­ mejante sea realizada por los trabajadores de allende los mares, cuando estos tienen á su cargo el cumplimiento de la misión liberado­ ra en el rincón burgués donde habitan? No; esa etapa debe ser alcanzada por los llamados á practicar y consumar la lucha en la R. Argentina, por los trabajadores argentinos. Y nótese que recurrir á la solidaridad in­ ternacional para combatir la ley que nos ocu­ pa, en caso de hacerse efectiva, tendría por efecto empeñar al proletariado europeo en guerra, no solo con la burguesía argentina, sino también con la que á ellos directamente les explota y oprime. Pues no alcanzamos á colegir de que medios podrían valerse que no tuviera tales consecuencias. Y no alcanzamos tampoco á colegir de que medios podrían va­ lerse que no les requiriera un esfuerzo cuyos frutc/s ó beneficios, si los hubiera, solo corres­ pondería al proletariado de este país, precisa­ mente al que en poco ó en nada contribuyó para ello. ¿Es esto íazonable, es esto lógico, es esto aceptable? Nó!, un procedimiento semejante adoptado por nuestro pueblo trabajador, san­ cionaría, por su parte, una manifiesta cobar­ día, y una irritante violación á la propia so­ lidaridad internacional invocada. Tal concepto nos ha merecido la ingenua actitud del Comité Ejecutivo del Partido So­ cialista, cuando ante la prorrogación del esta­ do de sitio, soio alranzó á concebir el envío de una nota al Secretariado Internacional de Bruselas para que este invitara á los partidos socialistas de Euiopa á declarar el to yco tt á los productos argentinos, toda vez que nues­ tro gobierno reincidiera en el empleo de fa­ cultades extraordinarias. A esto se llama desde tiempos inmemoria­ les, sacar las castañas del fuego con mano age na a. Lo que era peligroso y descabellado para nuestros obreros, no lo era, en el concepto de estos ciudadanos, para los obreros europeos que nada tenian en ello que ganar, pero sí algo que perder. Es muy fácil y muy bonito llamarse socia­ lista y subrayarse revolucionario, si tal socia­ lismo y revolución han de ser practicados por terceros. De palabra revolucionarias está lleno el mun­ do. L o que de continuo escasean son los ac­ tos revolucionarios. Pero otras consideraciones nos sujiere la iniciativa de la Federación Obi era: Pensamos que esta no prosperará, por cuanto no se ha­ rá efectiva la solidaridad internacional de los trabajadores europeos. Y no por razones de deficiencia en su ear.'cter y fuerza combativa (mucho de ellos tenemos que aprender), pero sí, por razones de inoportunidad é improceden­ cia en el concurso solicitado. En todas las circunstancias (la historia del movimiento obreio en cualquier parte y en cualquier época nos confirman) la solidaridad se reclama para apoyar para robustecer, para secundar una campaña concreta y determina­ da, ya empeñada por quienes están directa y materialmente interesados en ello. No es el rol de los obreros del grem io A. ó de la re­ gión X . hacer lo que solo á otros correspon­ de realizar. Ellos tienen el deber solidario de coadyuvar al mejor éxito de lo que los intere­ sados hacen. E11 esta forma la solidaridad tiene un estí­ mulo palpitante é intenso para manifestarse espontánea y hermosamente, cuando es reque­ rida. En la totalidad de los casos, así ha trans­ cendido á la vida de la realidad social. Y siempre aquel estímulo» ha sido su gran fuer­ za propulsora. La ausencia de este, en la cuestión que nos ocupa, es lo que precisamente nos induce á pensar en el fracaso de la iniciativa de la F. O. R. A. Quizas se nos objetara la falta de una cla­ ra conciencia por parte de nuestra organizanización para realizar una enérgica campaña contra la ley de residencia. No nos encarga­ ríamos de demostrar lo contrario, pues esta­ mos convencido de ello. Pero esto 110 impli­ ca , de manera alguna, la aceptación del eter­ no estribillo de los parlamentaristas: los obre­ ros son incapaces. . . . Es que precisamente la formación de esa capacidad debe ser el propósito ulterior de to­ dos los movimientos cuotidianos de la masa proletaria. Ella no se adquiere por milagro celestial ó por habilidades de un mago. Tam poco se prociea reliiáuilose á los montes uventinos, pa­ ra después, una vez preparados y fuertes, ha­ cer irrupción sobre la sociedad burguesa... No, esto es sueño, es utopia, y en muchas ocaciones grosera mistificación. n r in iiiP lfá plena educación y disciplina de sus energías físicas, morales é intelectuales, no esquivan­ do la lucha, sino llendo á la lucha. No en un campo ideológico ó apartado del combate, sino en el propio campo de la acción. Su fuerza, su gran fuerza dominadora, in­ teligente y lozana, no será el resultado de una adición de reformas, como prc-tendr-n nues­ tros politiqueros; pero si, el resultado de una suma de cuantiosas lecciones de hechos. Las victorias y las derrotas, las habilida­ des ó torpezas del adversario, *y las torpezas ó habilidades propias, los movimientos de unos y otros, en una palabra: la totalidad de las impresiones del combate, constituye la in­ mensa fuente donde los obreros han de ad­ quirir el vigoroso temple de su carácter. En nuestro concepto, los opúsculos, los pe­ riódicos, libros etc, tienen por misión aclarar, Precisar en la mente del obr<-ro el mur.do de impresiones recibidas en el choque cuotidiano. H ay en su consecuencia una razón transcedental que reclama la realización por mies tro proletariado, de una enérgica canq li­ ña contra la ley de residencia. Hasta aho­ ra no hemos hecho nada sério en este sentido. Llevada á cabo, en lo principal, por los obreros de otros países, en el caso improba­ ble de éxito, este no nos beneficiai ía en nada sólido y estable— Porque no habríamos apren­ dido á conquistarlo, y por consiguiente, á de­ fenderlo. Solo se aprende á amar la libertad y saberla valorar cuando se lucha por ella. En todas estas consideraciones apoyamos nuestra oposición á la iniciativa que nos ocupa. Hemos sido lo suficientemente claros, para que los compañeros de la Federación puedan atribuir nuestra crítica, á torpe antagonismo entre anarquistas y socialistas. A l contrario, las observaciones hechas obe­ decen al leal ?y sincero propósito de contri­ buir en la medida de nuestras fuerzas á ro­ bustecer la acción de la F. O. R. A. en su campaña contra la ley de extrañamiento. Por eso esperamos que esta sabrá tener en cuen­ ta nuestra palabra. En nuestro concepto lo que corresponde hacer es, que la Federación proinutba la fun­ dación un Comité Obrero de agitación contra la ley de residencia, formado por representan­ tes de todas las instituciones proletarias que que hay en el país. El rol de este Comité sería el de editar folletos, n aiiititstos, oiganizar conferencias y m itints en todo el territorio, en una palabra: empeñarse en exaltar la conciencia de nues­ tra clase obrera, agitar la opinión pública y ejercer presión sobre la clase dominante. Y para secundar esta campaña, sería entonces eminentemente oportuno, requerir la solidari­ dad de los trabajadores de Europa. Y así habríamos realizado una obra, á la par que hermosa, preñada de nueva vida. En el Parlamento Los debates parlamentarios á que ha dado margen la relorma electoral han sido real­ mente interesantes y ricos en enseñanzas para el pueblo trabajador. A pesar de lo habituados que estamos á pre­ senciar los rasgos de repugnante moral que caracterizan á los falsos mandatarios, y per­ fectamente convencidos del cínico desparpajo con que cumplen su obra de depredación so­ cial, ha sido tan excepcional en esta ocasión la franqueza con que han confesado sus prác­ ticas lraudulentas que no ha podido menos de sorprendernos. El parlamento burgués lia escuchado en su recinto y por boca de sus mismos miembros, su propia condenación, como institución de­ mocrática y honesta, sin que uno solo de los representantes heridos en su honradez se al­ zara en su defensa. La confesión de los mismos mandatarios, vale más que la impugnación de todos los acusadores habidos y por haber, y es preciso dar fé á sus palabras: «En la legislatura bur­ guesa, solo tienen asiento los paniaguados de los gobernadores de provincia, quienes inte­ gran las cámaras con personajes de su devo­ ción y confianza.» ¡Después de esto, qué podríamos agregar en defensa de la más democrática institución burguesa, cuando sus mismos miembros son con semejante franqueza tan calurosos y ori­ ginales paladines que no dejan ya nada que decir A todos los que como nosotros desde afuera miramos y meditamos sobre la suerte de una sociedad puesta bajo la égida de tales desvergonzados salteadores! CDNQRESD HE LA F. 0. fl. A. En breve, realizará su quinto congreso es­ ta importante institución obrera, que como es bien sabido reúne en su seno á varios de los grem ios más esenciales en la economía na­ cional. A juzgar por los asuntos que se pondján A su consideración y por el espíritu animado de los obreros, se puede preveer la transcen­ dencia que tendrá para todo el movimiento de clases en el pafs. Y no de otra manera puede ser, ya que las cuestiones á resolver por nuestro pueblo obre­ ro, están planteadas por las circunstancias propias al actual período de la lucha. Estudiarlas y resolverlas, sin timideces y con tino, es lo que corresponde hacer á los organismos proletarios que entre nosotros concentran las mayores y mejores fuerzas de L A ACCION S O C IA L IS T A L a s c o s a s c la r a s A sí titula la redacción de L a Vanguardia á unas pretendidas aclaraciones que hace con m otivo d e la q ueja interpuesta por varios com ­ pañeros, por la flagrante parcialidad d el ciu­ dadano redactor del ó rgan o oficial d el partido en favor de algu nas producciones que coinci­ dían con su criterio, y su actitud totalm ente diversa con respecto á otras de pensam iento antagónico. Creem os necesario, aunque nos m oleste m u­ cho en verdad, el ratificar nuevam ente lo ase­ verad o por nosotros, que la actual redacción de L a Vanguardia ha rechazado artículos de los com pañeros Lorenzo, Bosio y C o ni, en oportunidad, com o es de gen eral conocim iento en el Partido, que daba cabida en las colum ­ nas del periódico á críticas, por dem ás en co­ nadas contra la m anera de pensar y obrar de los aludidos ciudadanos, alegan d o caprichosa­ mente excusas de un pueril fundam ento. Adem ás, aunque reconozcam os ju sta la ob ­ jeció n que en forma d e nota h aga A cualquier artículo de colaboración el redactor d e un pe­ riódico, no deja de ser casi una prueba de lo que afirm am os la a gre ga d a á la producción de E liseo Ibañez, en el núm ero 24 de L a Van­ guardia en la que en forma asaz a gresiva por cierto, se le amenaza autom áticam ente con la interdicción total si se em peña en continuar sobre el mismo argum ento. ¿En qué quedamos? H ay libertad 6 no de escribir en L a V anguardiaf Creem os que sí, cuando lo que se escriba sea á gusto y pa­ ladar del redactor del órgan o oficial. . . . del partido, puesto que es así. LAS DEL1C1¿: EELM EM ISM O C o n ocido es en sus resultados terribles so­ bre las condiciones de vid a de los trabajado­ res, el desm edido proteccionism o con que la bu rgu esía gobernante, interesada m aterialm en­ te en él, ha socorrido algunas nacientes in­ dustrias nacionales. E n tre los casos de proteccionism o descara­ d o y crim inal más notables, podría citarse la fabricación del papel que ha arruinado casi la industria del libro en el país. E n balde han sido las peticiones reiteradas hechas á las cám aras por los lesionados por esta política económ ica, cu ya aplicación entra­ ña la ruina de una im portante y útilísim a indus­ tria; el ju ego de gran des intereses capitalistas ha dado al traste con todas las solicitudes de este género; y la privilegiad a situación de los fabricantes de papel del país ha continuado siendo la misma. P or tercera vez, creem os, la Sociedad t i ­ pográfica Bonaerense, con encom iable firmeza v u elv e á la carga, reclam ando un poco de equidad legistativa á fin de restablecer la mal­ parada s ili ación de los obreros de la im­ prenta. E n un m em orial presentado á la Cám ara de diputados, hace presente á esta los estragos de su política proteccio nista sobre las condi­ cion es gen erales del trabajo tipográfico y si­ m ilares, y dem uestra que ellos son por entero la consecuencia de los crecidos giavám en es aduaneros, im puestos al papel en blanco, que perm ite á las gran des em presas del país, sus im presiones á E u ropa y obtenerlas á más barato precio que los confeccionados en los talleres nacionales. T erm in a pidiendo se g ra v e á la im portación del im preso, y se libere del im puesto que tie­ ne actualm ente la introducción del papel en blanco. . Sin dejar d e aplaudir la actitud de la 00ciedaa Tipográfica Bonaerense, estam os se g u ­ ro s de la infructuosidad del reclam o inter­ puesto, por cuanto intervienen en la consolida­ ción de estos p rivilegio s, grandes buitres ca­ p italistas que no se dejarán así no más arre­ batar la rica presa que tienen entre sus garras. S ó lo , habría una probabilidad de triunfo para el laudable propósito de la Tipo gráfica, y seria el de que los editores, usando eficaz­ m ente de sus m edios m ateriales de con vic­ ción legislativa, se aseguraran una m ayoría al servicio de sus intereses industriales. L a benem érita institución de socorros mútuos, p a ie ce aún confiar en la ecuanim idad le­ gislativ a b urguesa, olvidando la función emi­ nentem ente de clase que los parlam entos bur­ gueses desempeñan. L a f a r s a e le c t o r a l d e l D o m in g o B IB LIO G R A FIA c u a n to d e c ía m o s a n te rio rm e n te ; 2 P ^ c ía m u e s tra , ta m b ié n sin q u e re rlo , u n g , , me s u p in a s o b re la c a u s a d e d e te rm in a ¡ ¡ ja d m o s y u n a p é s im a p e rc e p c ió n d e La tiran ía del frac. -T a l es el título de la ú ’ iima producción de A lb erto G hiraldo. E s una interesante crón ica de preso, v iv ifi­ “ t t ó d n parece c o n v e le n ,. S cada por los entusiasm os de un alm a de lu ­ U f n U ü a n r M es enteram ente * chador y de poeta, en la que el escritor re­ q u e la acción directa lo e s to d o . N unca ha volucionario va rem em orando hora por hora, M o u n fra n c o y u n t ó p e » , c o m o .c u a n d o día por día, las em ociones del cautiverio á a firm a q u e só lo la organización (n o s e a tre v que lo tuvo sujeto la barbarie bu rgu esa du­ a ú n á d e c ir la acción de los sindicatos),P ued* rante el últim o estado de sitio. o b te n e r la a b o lic ió n d e l e y e s r e s tn c t .y a s al L a mente artista y m editativa de G h irald o d e s a rr o llo o b re ro . O n o h a m e d ita d o .b ie n ha herm oseado el relato de aquellas horas mo­ q u e e sc rib ía , ó d e c id id a m e n te , él ta m b é n e nótonas y som brías pasadas en las m asinorras u n p a r tid a r io d e la acción directa. ¡O h, la ím de la nave de guerra, con origin ales reflexio­ ta c ió n in c o n sc ie n te , ta n p o d e ro s a é in flu y e n te nes sobre las inm oralidades é in justicias que q u e lle g a h a s ta h a c e r e s tr a g o s e n u n p re c la ro caracterizan á esta bárbara dom inación b u r­ e s p ír itu c o m o el d e S a n g u in e tti! guesa, á la que por una exactísim a m etáfora Pero, en lo que d ivergem os un poco, con él sagazm en te llam a la tiranía d el fr a c , título nuestro enconado crítico (h o y partí ario in acertado y llam ativo que ha dado á su última con victo), es en la aseveración de que será la producción liteiaria. misma bu rgu esía la que anulará sus leyes, una A cusam os recibo del ejem plar c|ue nos ha vez que com pruebe un p ro g re so constan e en sido enviado galantem ente. la capacidad del proletariado. N o es esto o La palabra de un desterrado — Con este que sucede norm alm ente, sino que, p or el con ­ titulo, Progreso de la Boca ha em pezado á pu­ trario. las b u rgu esías contem poráneas, v etera ­ b licar la interesante narración de las penalida­ nas y a en las luchas de clases, sólo dictan d es sufridas por uno de nuestros más activos le ye s de restricción al m ovim iento obrero, p ropagan distas en los calabozos terrestres y cuando el desarrollo de éste adqu iere una e x ­ m arítim os de esta libérrim a república b u r­ tensión am enazadora al regu lar y tranquilo guesa. A ju zg a r por los dos prim eros folletines publicados, se trata de un relato rico en de­ talles, cu yo riguroso realism o lia de herir v i­ vam ente el espíritu del lector. L a v erd a d pal­ pitante de algunos de sus cuadros es notable en sumo grad o, especialm ente la de aquellos que describen la vid a del preso obrero y la rebelante inm undicia de los calabozos policialts. L a pa labia de un desterrado, así com o L a Urania d el f i a c , del que podría decirse es un com plem ento, servirán á ilustrar las in teligen ­ cias de los que deseen conocer á fondo esta época de recrudeciente arbitrariedad burguesa. Felicitam os al m odesto com pañero que es­ conde m odestam ente sus m éritos literarios, y le aconsejam os, desde ya, por la lectura de lo poco aparecido de su trabajo, la conveniencia de ponerlo en volum en, con la certidum bre de que hallará una fácil y rápida salida. La Vanguardia — E n el N° 28 de nuestro órgan o oficial, se publica un artículo titulado « Vieja comedia» del ciudadano F . D agn in o, y que trata sobre la revolución francesa. N o po­ dem os dejar pasar desapercibidos los m ons­ truosos errores en que se incurre, siqu iera sea en hom enaje á lo que nadie ign ora. Pero nos lim itarem os á unas escasas líneas, precisam en­ te, en virtu d de que todo el m undo está por dem ás ilustrado sobre este asunto; m enos uno, el articulista. D el análisis, por e l deierminismo económico, de aquel trascendental acontecim iento h istóri­ co, surgen las siguientes conclusiones: Q ue las condiciones económ icas, políticas, m orales y hasta id eológicas anteriores á aquel hecho histórico, tenían perfectam ente m adura­ da una radical transform ación y una nueva disposición social: el régim en capitalista. Q u e su agente revolucionario fué la bur­ guesía, com o úuica clase capaz de realizarlo, en virtud de haber ésta adquirido, dentro de la sociedad feudal, el dom inio d e la produc­ ción, y gen erado nuevas relaciones jurídicas. Q u e el advenim iento d e la b urguesía com o clase dom inante determ inó un cam bio funda­ m ental en las bases y en la superextructura social, al sustituir e l régim en de producción fe u d a l por el capitalista, el derecho feudal por el derecho capitalista, el poder político feudal por el poder político capitalista d esem peñ ado con órgan os propios: la com una y el parla­ mento. Q u e esta revolución (la más perfecta que conoce la historia) ha im plicado un gran paso en el curso de la evolución social, al reem ­ plazar un régim en insostenible y caduco por otro de tipo superior, concordante con las nue­ vas necesidades de una hum anidad más desen­ vuelta. ¿ *% En otro lu gaa, del m ismo número, el co m ­ pañero San gu in etti publica un la rgo artículo sobre las leyes contra el socialism o y el m e­ dio de abolirías, en el que arriba después de largas digresion es y de m alas citas, á las si­ gu ien tes conmovedoras conclusiones, qu e c re e ­ mos de suma utilidad el transcribir: «La le y de residencia y el d ecreto que p ro ­ híbe el uso de banderas rojas no serán abo­ lidos por el solo hecho de que s e p r o t e s t e JVERBALM EN TE 6 SE P R O C U R E D E M O S T R A R SU { i n c o n s t i t u c i o n a l ! da d . E stas leyes serán abo­ lidas P O R L A M IS M A b u r g u e s í a que las a p ro ­ bó, sólo cuando nuestro proletariado sepa or­ Buenos A ires ha visto reproducidos el doganizarse seria y sólidam ente, económ ica y po­ n in go pasado las repugnantes escenas de un liticam ente, cuando á pesar de las mencionadas :om icio, en que la corruptela y la venalidad le) es la burguesía compruebe un progreso cons­ ¡on los únicos triunfantes. tante en la capacidad de nuestro proletariado; N unca, com o en las elecciones del 16 de cuando, com o en Alem ania, el Partido Socia­ [ulio, y esto lo dice despechada L a Nación, lista aum ente la cantidad com o la calidad de ha sido tan patente y repulsivo el com ercio sus adherentes. En una palab a, cuando la bur­ del voto, y el cínico descaro de los trafican­ guesía pueda com probar que á pesar de la ley tes de conciencias populares. de residencia y prohibición de hacer uso de Segú n lo afirma el órgan o partidario del las banderas el Partido Socialista progresa. fracasado candidato Cullen, no ha habido ex­ Entonces, la misma burguesía que en nombre cepciones honrosas capaces de substraerse á de la segu rid ad social aprobó esas leyes, se la corrupta influencia del dinero 6 de la m ez­ convencerá de su inutilidad, etc., e tc ...... «A quina am bición de un em pleo presupuestado. mi ju icio, no serán las lamentaciones y las p ro ­ L o s elem entos sufragantes del vencedor fueron testas sino la obra séria y consciente de pro­ conjuntam ente hum ildes obreros, y orgullosos intelectuales no habiendo más diferencia entre paganda y organización política y económ iea del proletariado argentino, lo que decidirá la ellos sinó en el consistente precio de la venta abolición de las leyes excepcionales.» de la respectiva libreta. Estas herm osas palabras que salen casual­ N uestras candidaturas de protesta, Cúneo y mente de uno de nuestros más hirientes de­ R osaenz, obtuvieron un reducido núm ero de tractores, son adm irables y fecundas en su sen­ sufragios, los únicos votos, tal v ez, insacula­ cilla interpretación: i" porque nuestro crítico dos con honradez en los com icios del d o­ viene, sin quererlo é incautamente, á abonar m ingo. proceso de su exp lotación, y no las d eroga, sino qee se ve forzada á no darles sanción, sólo cuando la acción resistente y victoriosa de los trabajadores hace imposible su aplicación. H aciendo con star que el com pañero Sangu in ettí no recuerda para nada la eficiente acción parlam entaria, repetim os con él, que no serán las lamentaciones y protestas, sino la acción consciente y en érgica del proletariad o la que d ecidirá la abolición de le ye s excep cion ales, y tam bién la obtención definitiva de su em an­ __________ cipación económ ica. HUELGA# v ez e q u itativas m ejoras. E l espíritu reinante es altam ente bueno, ca racterizá n d o se por su d eterm in ación en no v o lv e r á los talleres sinó d esp u és d e o b te n :d a una v icto ria com pleta. L a s p ersp ectiva s del m ovim iento son alta­ m ente favorab les para los o b rero s huelguistas, pu d iénd ose d ecir qu e su é x ito d ep en d e por en­ tero, d f la con stan cia y firm eza con que es­ tos se jn an ten gan en su actitu d . ~ G R E M IA L E S Federación m etalúrgica. -E l laud able pro­ p ósito d e form ar una vasta con federación en­ tre los o b rero s d el m etal, está en vías de ser lle v ad o á la práctica. L a reunión realizad a el 16 d el corriente, con la co n cu rren cia d e los d ele g a d o s d e la fe­ d eración de fu n d id ores y m odelistas, herreros d e obras, e lectricistas, m ecán icos y anexos, b ron ceros plom eros y ga sista s, yu gu illeros, zin g ü ero s y h o jala tero s ha con fiado la prepa­ ración d e un co n g re so á un com ité interino, com puesto por un d ele g a d o d e cad a sociedad presente, y resu elto se lle v e á ca b o una acti­ va y con tin uada p rop ag an d a á fin de que el p ro y ecto sea u m versalm en te co n o cid o d e los interesados. H o y , viern es 2 1 , ten drá lu g a r en la calle M éjico 2070, una segu n d a reunión d e d elega ­ dos á la qu e han sid o in vitad os los no a sis­ tentes á la d e l d om in go. Mecánicos y anex08.— (S e cció n B oca y Ba. rracas). E sta noche realizan asam b lea en su lo­ cal P a tricio s 8 55. Conductores de carro s. - A s a m b le a , m aña­ na sábad o 22, á las 8 p. m. en el salón de la socied ad C a v o u r S arm ien to 76 4 . E lectricistas. — A sam b lea, el lun es 24, á las 8 p. m. en la C á m a ra d e trabajo; F lo ri­ da 7 7 7 , para tratar im portantes asuntos. Ebanistas. - E l 29 d el co rrien te ten drá lu­ g a r una im p orta n te con feren cia, á ca rg o de los com p añ eros C oni y L o re n z o , en la Casa S u iza. A esta se a g re g a rá una v elad a familiar. B ronceros. — M antiénese aún el estado de h uelga en este grem io, habiéndose enfocado todo el v ig o r del m ovim iento en la sección de los fundidores. L o s obreros de otros ram os de la industria, sea por lo estéril de una m ás prolon gad a resistencia, ó por su m ezquindad de conciencia, han vu elto á las tareas, en las oprobiosas con dicion es d el ven cid o. Sin em ­ b argo, con la reducción de estos elem entos, el patronato no vé m ejorada en gran m anera su d elicada situación. E l gru p o de los fundidores, el más im por­ tante sin duda de la industria de la broncería, pués es, puede decirse, el que provisiona de m ateria prim era los talleres que asegu ra con su labor la continuidad del trabajo, en los m is­ mos, ha resuelto constituir su sección aparte y p rosegu ir la resisten cia hasta la obtención de las condiciones de trabajo que ha exigid o . T o ­ do parece favorecer el intento de estos e n é rg i­ cos obreros, pues se une á la im portancia de las funciones que tien en en la industria broncera, la e xigü id a d d el núm ero y la sólida con­ ciencia de clases que los d istingue. L a socied ad d e bron ceros dada la trascen ­ dental im p orta n cia que puede tener una p ro ­ lo n ga d a resisten cia por parte d e los fundido­ res para la m ejor suerte del g rem io en g en e­ ral, ha resu elto no escatim ar sacrificios á fin de m antenerla m oral y m aterialm ente el ma­ y o r tiem po p osib le. P o r ahora, es tal el espí­ ritu anim oso de los h uelguistas, que parece felizm ente no ser n ecesaria ayu d a algu na, y su resolución, «i es m antenida con valentía y constancia, no cabe la m enor d ud a de q u e les asegurará el triunfo. B is e la d o r e s .- - P e r s is t e a ú n e n los patrones la in transigencia del prim er m om ento, y en los ob reros la firm e resolución de no cejar en su d ign a actitu d , hasta ob tener las m ejoras so­ licitadas en las con dicion es d e trabajo. L as asam bleas que se realizan d enotan un espíritu v igo ro so y sin d epresiones en la totalidad de los ob reros h uelguistas qu e hace p resagia r una victoria próxim a y com pleta. Taller de San M artin.— L a h u elga producida en la sección carros establecim iento propiedad de A lb e rto de B ary, y c u y a crón ica hicim os, en nuestro últim o núm ero, continúa tod avía sin perspectivas de solución. L o s obreros injus­ tam ente detenidos han sido p u estos en lib er­ tad, después d e sufrir el en cierro y la in co­ m unicación en los calab ozos policiales. L o s obreros h uelguistas han rechazado p r o ­ posiciones d e la geren cia para som eter la cu es­ tión al arbitraje, alegan d o con justicia la ra­ zón de q u e habiendo ellos p rovocad o el m o­ vim iento, quieren lle ga r á la solución d e él obrando p o r sí m ismos y sin m ediación é in­ geren cia extraña de nadie. N o podem os menos qu e felicitar calurosa­ m ente esta resolución de les huelguistas de San M artin, de su bstraerse á las artim a ñas capitalistas, y á sus enredos arbitratarios, qu e sólo tienen por resultado en la m a y o r ía de los casos obscurecer el crite­ rio de sus verdaderos intereses en los traba­ jad ores y d ebilitar la cohesión y solidez de los m ovim ientos. A d em ás, es bien obio y patente que los conflictos entre capital y trabajo, no se resuel­ ven con entrevistas, sinó con el dom inio de la fuerza organizada, que es la que determ i­ na la victoria. E banistas. — E l m ovim iento h uelguista de este grem io subsiste aún en algu nos talleres de la C apital, cu yos dueños se espera subscri­ ban pronto las con d icion es de trabajo solici­ tadas por los obreros. E n cam bio, los ebanistas de L a Plata han d ejado en igasa el trabajo, reclam ando á su A las o rganizaciones g re m ia le s y c e n tro s socialistas L a red acción d e L a A c c ió n S o c i a l is t a a g rad e ce ría á las com ision es adm inistrativas de estas a gru p a cio n es la rem isión de informes de sus asam bleas y d em ás a ctos sociales á fin d e d arles p u b licid ad en su s colum nas. AVISOS "LA VA N G U A R D IA " D ia rio socialista APARECE EL I" DE AGOSTO S u s c r ip c ió n m en su al 1 $ Es deber de todo socialista cons­ ciente el contribuir con su suscrip­ ción al sostenimiento del órgano ofi­ cial del partido. Ayanguardia Socialista ORGANO de la J-raccióq Revolucionaria D IR IG ID O P O R l m m MILAN 7 w. mccchi Via Ugo Foscolo 5 L A I Revista N T E R Socialista NACIONAL ¿Aparece m ensualm ente Redaoción: A zcu enaga 981 Admistración: Cuyo 19U2 SUSCRIPCIÓN TRIMESTRAL 50 CENTAVOS í T l e y I el tr a b a jo Folleto conteniendo los juicios que ha merecido de los socialistas el pro­ yecto del ex Ministro González. A parecerá en breve Por pedidos dirigirse al Centro Socia­ lista del Azul. EL MOVIMIENTO & EV01flM !0 E M U por A . S. L O R E N Z O Precio 10 centavos. E l beneficio de Ja venta se destina por m itad al Comité Pro-I*resos y Centro Socialista del A zul, que lo edita. Es necesario recordar á los com ros, la conveniencia de no cejar Boycott, que el consejo de laUnió ce algún tiempo inició contra la fí de A lpargatas La Argentina, coi medio de ayudar á la resistencia los valientes huelguistas hacian cha casa. Ningún obrero debe compra ductos de la fábrica La Arge para hacer comprender á los d capitalistas el valor déla fuerza o P eriódico ^ S in d ic a lis ta R e v o lu c io n a rio Aparece el 11 y 21 de cada m es ^------------------ Tercer Congreso de la U. G. de Trabajadores 1 ' A poco más de un año de distancia, la Unión General de Trabajadores, celebra su tercer congreso. El organismo, más crecido en fuerzas, con más savia de vida, con un año más de expe­ riencia en la lucha, vá a deliberar en uno de los más críticos momentos de su vida. Su enemigo, le ha asestado un gran golpe, y se prepara á asestarle otros más poderosos, más detrtmentes. Los tiempos han mudado mucho. La asam­ blea congresal del año 1904, tenía ante sí un horizonte límpido, casi halagador,— sin una amenazadora nube que anunciara una borras­ ca entorpecedora para la acción del proleta­ riado. Su labor fué tranquila, casi despreocu­ pada, iniciada y terminada sin tropiezos, sobre asuntos de relativa trascendencia para la vida de la institución, y para la gran causa que defiende. En cambio, la asamblea proletaria de ma­ ñana, se hallará de frente á graves y delica­ dos problemas, que reclaman una profunda elaboración de juicio, y una desapasionada y enérgica resolución. Tiene que considerar y resolver, ante un enemigo audaz y sin escrúpulos, la manera como contestará sus brutales agresiones, y de­ berá elegir las armas, con que ha de comba­ tir en una lucha impuesta por aquel, con singular animosidad y empuje. La burguesía de 1904 no se parece á la de 1905. La despreocupación característica que investían sus actos de entonces, se ha trocado en una íérrea determinación ante la potencia creciente del proletariado del país, y su indeterminismo clásico, que favorecía el li­ bre desenvolvimiento de nuestra acción, se han transformado en un rígido espíritu de clises, manilestándose en actos de un excepcional arbitrarismo, que amenaza seriamente con con­ mover les cimientos revolucionarios de nues­ tra organización. Todo ha sido violado brutalmente por la dase enemiga. La letra de sus legislaciones, su gran carta fundamental, que consagra los derechos individuales, la fundación imparcial de sus instituciones jurídicas, todo ha sido barrido y ultrajado por ella misma sin deco­ ro ni dignidad alguna, ante la simple amena­ za de que ese conjunto de libertades y dere­ chos pudiera servir la caus2 justa y humana del proletariado. Abur, pues, las esperanzas en la ecuanimimidad de las leyes y de las libérrimas insti­ tuciones burguesas. La clase trabajadora, ha aprendido en car­ ne propia, la feiocidad de la lucha social, y la intransigencia crt el del adversario con que lucha, y no le será dable ya, volver á la aceptarión de recursos y teorías destruidos por la brusca lección de la experiencia. En esa asamblea de trabajadores casi todos ungidos por la persecución capitalista, con el punzante recuerdo de la cárcel injustamente sufrida, y con la amenaza que el odio burgués suspende inexorablemente sobre su9 cabezas, sería una aberración imposible la aceptación de una paz social, rota y comba tida por el mismo enemigo. El despotismo arbitrario de la burguesía argentina, ha abierto un abismo entre ella v el proletariado, que éste no puede cerrar, si­ no á condición de su sometimiento absoluto á las imposiciones de aquella. ¿Harán estos los obreros que formarán el tercer congreso de la U. G. de T.? No es dable, no es lógico creerlo. Sería claudicar con un acto bastardo y de vergon­ zosa cobardía, el elevado ideal que nutre sus mentes y que alienta y vigoriza sus corazo­ nes, de hombres dignos, en una lucha librada por el triunfo de una causa de libertad, sin obtener ninguna utilidad. La paz de clases, es una burla cruel á la hu­ manidad y á la justicia. Es la capa de plomo de la libertad. Sólo rige luciente, sobre el infortunio y la miseria de la clase productora, sólo resplande­ ce bajo el peso brutal de las tiranías. ¿Habrá un obrero socialista, un trabajador consciente y digno, que acepte la paz en su existencia, sometiéndose á la férrea esclavitud que !e ofrece en cambio, de tal infamia, un amo cruel y desalmado? No, los miembros de la gran asamblea pro­ letaria, no harán eso. Lo dicen bien alto y claro; las proposicio­ nes á tratarse, lo aseguran el espíritu rebelde de esos hombres templado en una lucha te­ naz y desfavorable, y no quebrantado por el sombrío cuadro de las mazmorras burgucs.is, ni por e l . encarnizado rigorism o' de los sica­ rios asalariados del actual régimen. Esta es nuestra convicción, nuestra lógica esperanza, y bajo la impresión de ella, es que nviantos nuestro saludo ferviente al tercer congreso de la Unión General de Trabajado­ res, recabando de el por el gran ideal que nos mancomuna, rectitud de juicio en sus resolu­ ciones y ecuanimidad en sus debates, á fin de que su labor se traduzca en provechosos resultados para la acción futura del proleta­ riado que lucha por su total emancipación del yugo capitalista. I soluta de ella, en la conciencia del proletarieR e iv in d ic a c io n e s i do organizado. Jornada de trabajo — Trabajo nocturno— Una positiva concepción socialistá del con­ Trabajo á destajo— Trabajo de la mujer y dél tenido del sindicato, y de la acción trascen­ niño— Higiene de los sitios de trabajo— Des­ dental que él debe desarrollar, aconsejan la canso sem anal. necesidad, para el futuro y ulterioridades de Son estas reivindicaciones exigidas por ■la la lucha, de no dar á este interpretaciones y clase trabajadora de un carácter de justlcia valor duales, sino á establecer con rígido em­ peño, perseverancia y claridad, en las con­ tal, que se encuentran perfectamente impues­ * * * tas á la mente de todos los obreros, y reco­ ciencias de los que lo forman, la concepción A fin de simplificar la apreciación de las nocidas por los mismos como dignas de bre­ real de la lucha en que intervienen y de su numerosas proposiciones, presentadas á la con­ resolución única y fatal, por la energía y en­ garse sin tregua por su conquista. sideración del tercer congreso, hemos resuelto Las causas de la dilación en obtenerlas no tereza desplegada por un proletariado revo­ analizarlas y englobarlas en la forma siguien­ consisten, pues, en que haya en el campo lucionario, en guerra abierta, (ranea é incon­ te, ccn la economía de comentarios que nos obrero quien discuta su conveniencia ó efica­ ciliable contra su enemigo de clase. impone la poca capacidad de nuestro pe­ cia. Ellas estriban, más bien, en la determi­ Es, en virtud, de estas consideraciones que riódico. nación de los modos, de las formas ó medios creemos necesario, por parte del Congreso, á adoptarse para conseguirlas. Y precisamen­ la declaración explícita de institución de clase A cción obrera te á esto responden todas las proposiciones aue inviste la Unión General de Trabajadores, que al respecto figuran en la orden del día y la aceptación de que la acción desarrollada Para un proletariado que como el de este del congreso. por esta no puede ser, en todas las contingen­ país, que se va educando en la escuela del socia­ En nuestro pensamiento la cuestión es sen­ cias de la li cha, sino inspirada estrictamente lismo, bajo la bandera de la Unión general cilla porque la solución es una. en este principio fundamental. de Trabajadores, no puede haber variedades La experiencia tiene revelado á los trabajaen el concepto y en los modos prácticos de ñores que el goce de las más elementales me­ H u elga g e n e r a l la acción que debe desarrollar contra su ene­ joras, siempre es el fruto de su propia gestión. migo de clase. Las aspiraciones obreras en­ Una de las formas en que más típicamen­ La clase capitalista y sus mandatarios, los globadas en las organizaciones gremiales van te puede exteriorizarse esta acción del sindi­ gobernantes, no niegan su justicia; hasta cato, es sin duda alguna, la huelga general. rígidamente á detrimentar los intereses del reconocen; pero no las conceden buenamente capitalismo, que las rechaza sistemáticamente, En cualquier modo que se aprecie la huel­ por cuanto ellas implican una merma inme­ en la medida de sus fuerzas y de las circuns­ ge general, ella es siempre el arma magna diata á sus provechos. Las dan, cuando los de los trabajadores organizados. tancias. obreros las reclaman y con sus propi..s fuer­ Los sindicatos obreros, surgen fatal y nece­ Como signo de protesta por las coacciones zas las imponen. sariamente de la convicción adquirida por los de la clase enemiga; como acto práctico y Muchas veces por una falsa apreciación se trabajadores de la inutilidad absoluta de toda efectivo de inpugnación al capitalismo, reali­ espera de dudosas leyes la virtud de tales demanda interpuesta por ellos ante los due­ zado al exclusivo objeto de dañarlo; como re­ concesiones, sin tener en cuenta que una bue­ mate crítico de la gran obra revolucionaria ños de los instrumentos de producción, que na legislación social no hace más que tradu­ no sea robustecida y apoyada por la presión del proletariado, ella se impone constante­ cir lo que los hechos ya tienen sancionado, efectiva y doblegante de una voluntad y ac­ mente como único y salvador recurso en la lo que los obreros ya tienen adquirido direc­ batalla, y es la única arma que por su po­ ción colectivas, uniforme y conjunta, y con­ tamente. En el mejor de los casos univerzatencialidad social efectiva y práctica tiene la tra la cual la resistencia capitalista sea inc lisan lo que la mayoría ha conquistado. paz de lesultar victoriosa. El sindicato obrero, virtud de amedrentar y cohibir la audacia de Todo emerge, pues, de una fuente eminen­ es, por así decirlo la forma en que disciplina­ la burguesía dominante. temente obrera. El remedio está en robuste>riamente, el proletariado libra su gran batalla Maestra moral de los trabajadores, inculca cer las organizaciones; dar á esta la m ayot al capitalismo. en ellos la convicción aguda de su capacidad vida, las mejores energías. Y así los resulta­ económ ica y política, revelándoles con una La agrupación gremial es la unidad funda­ dos son múltiples: se obtiene el florecimiento claridad meridiana, que _ no obtendría jamás mental del ejército obrero, y la condición de los órganos propiamente proletarios de lu­ una elocuencia máxima de la frase ó del libro, esencial de su permanencia, reside en la cha y de emancipación, los sindicatos, y se la superioridad absoluta de la fuerza social con­ existencia efectiva de un duelo á muerte que habilitan á estos para todas las conquistas, para tenida en el proletariado organizado. se libran las clases dentro de la sociedad con­ la imposición de leyes saludables y la práctica temporánea. Ella expresa, á los obreros, en forma al de agitaciones sobre cuestiones concretas. Su carácter, por lo tanto, no puede ser par profunda y sencilla, la existencia del an­ Y pensamos que en tal sentido debe pro­ otro, que un carácter de lucha, combativo, tagonism o de clases, y revela ante sus con­ nunciarse el Congreso, aconsejando la fortifi­ ciencias la enormidad de la injusticia social en tanto subsistan clases sociales, en tanto cación de las sociedades como medio nids de que son víctimas, ofreciéndoles en la soli­ permanezca frente á ella el enemigo que ha eficaz de convertir en realidad lo que hasta generado su existencia. daridad inmensa del acto que realizan, la sal­ hoy son aspiraciones. Así considerada en su misión histórica la vación y redención total, por el acrecenta­ miento de esa misma fusión de intereses y agrupación de obreros, es claro advertir que L e y Nacional d e T rab ajo convicciones. su acción social, no puede ser otra más que Sobre este importante tópico el Congreso de lucha y de impugnación al capitalismo, es L a huelga es el arma propia y natural de la está interrogado por varias asociaciones. ' decir, que su acción no puede ser sino una unidad obrera de combate: el sindicato. Su No cieem os que sea ardua la respuesta, acción de clases, y por lo tanto distinguirse co­ ejercicio, sabiamente adopiado, en los casos pues el criterio de los trabajadores está per­ mo tal en todas las contingencias de la lucha especialísimos y críticos en que las contin­ fectamente ilustrado al respecto. que libra contra el adversario. gencias de la lucha lo impongan, se resuelven Es bueno recordar, sin embargo, que el re­ Para definir con claridad este carácter revo­ por el doble beneficio para el proletariado chazo de la ley, no puede hacerse sino de una lucionario, sumamente transcendental del sin­ de una intimidación al enemigo, con daño pa­ manera efectiva y práctica por los mismos tra­ ra sus intereses materiales, y en un aumento dicato, es necesario que este se determine bajadores, en su acción, donde deberán ser por si mismo, por medio de una categórica y de conciencia y solidaridad de clase entre los aplicadas las disposiciones contrarias á los in­ expresa declaración del papel que debe desem­ obreros, que determina en éstos una mayor tereses del salariado. peñar en la lucha social, é incube en las capacidad política y económica en la lucha. Esto impone necesariamente una determina­ conciencias de los obreros que los forman, la Ante este beneficio moral y práctico, no ción enérgica y una cohesión perfecta en I09 noción clara y precisa de su función histórica puede considerarse como prudente la siste­ interesados, á fin de anularla en la forma úni­ que tiende necesat ia y fatalmente d eliminar mática condenación de la huelga general, ba­ ca que es razonable; es decir, haciendo impo­ la explotación del hombre por el hombre y al sada en el argumento venal de una inútil sible la ejecución de todas las disposiciones mismo tiempo, á dar á los trabajado>es la ne­ pérdida de salarios y en el 110 menos pueril que tienden á perjudicar á la clase trabajadora. cesaria capacidad para sustituir la gestión de que origina una mayor coacción oficial Arbitraje obligatorio personal y privada de la riqueza social con sobre los trabajadores que le practican. En ambos casos, la refutación es elemental; una form a de contralor colectivo ejercida por No creemos, seriamente, que el arbitraje ellos mismos. para el primero, basta establecer que no hay obligatorio sea el desideiata de los trabajado­ La obtención de esta conciencia revolucio­ sino suspensión de producción; en el segundo, res coneientes, desde que estos no tienen con­ naria, y la exteriorización por actos correspon­ que en la lucha social, es inevitable y fatal, veniencia alguna en someter al arbitrio de un dientes que la manifiesten con claridad, no es la resistencia y agresividad de las clases an­ tribunal cualquiera la resolución de sus cues­ posible, sino cuando los sindicatos y confede­ tagónicas, de acuerdo con el grado de poten­ tiones é intereses. raciones obreras, proponen ante los trabajado­ cia éfectiva en que se encuentran reciproca­ Es obvio, además, que en la lucha que tie­ mente. res el antagonismo existente entre capital y nen entablada con el capitalismo, no pueden trabajo, y presentan su única resolución en la Basados en estas consideraciones, á nues­ fijar ni les serla posible hacerlo, convencio­ tro juicio creemos que el congreso debe acep­ nes inmutables ó determinadas que regulen sus conquista y anulación revolucionaria de los tar ampliamente y sin cortapisas de ningún privilegios de todo orden en que aquel sus­ relaciones con la clase enemiga. tenta y basa su dominación social. género el procedimiento de la huelga gene­ La lucha social en su forma típica no tiene Introducir interpretaciones equívocas á la ral, reconociéndole su efectiva y real impor­ carácter de inmutabilidad alguna; ella es in­ tancia, y dejando completa libertad á los obre­ función efectiva y fundamental que desarrolla fluida en sus alternativas por la mayor ó me­ el sindicato, es hacer una grosera mistifica­ ros adheridos para decretarla en las circuns­ nor capacidad de las fuerzas en conflicto. ción en la mentalidad obrera, mistificación que tancias en que sea necesaria imprescindible­ D e aquí, pues, que 110 es posible creer en mente .;u adopción. afortunadamente destruye con frecuencia, la observancia, de una parte ni de otra, de la misma realidad social, al establecer de ma­ reglas establecidas que las condiciones mate­ S olid a rid a d ob rera nara experimental y obvia el conflicto perma­ riales de la producción por un lado, y de la Sobre este tópico nos remitimos al artículo nente de intereses enire capitalistas y obre­ organización por otra, hacen imposible de ser ros, y la imposible armonía de las clases que del compañero Piot, que va en otro lugar, y respetadas. estos representan. con cuyas afirmaciones nos solidarizamos en El arbitraje, á lo más, puede ser aéeptado Tal mistificación, no viene sino á servir efi­ absoluto. en una forma especial y circunstancial en los cientemente los propósitos perseguidos por el La tendencia á aunar las fuerzas proletarias casos de huelga, para terminar buenamente avieso capitalismo, y su fiel aliada, la religión, en los momentos críticos en que los avances un acuerdo momentáneo entre las fuerzas en de mantener la obscuridad y el error en los bi niales del estado huí gués, ponen en peligro lucha, pero nunca, á objeto de comprometer cerebros obreros, con grave perjuicio para la nuestras posiciones do lucha, debe merecer en reglas invariables de conducta, las relacio­ más amplia acción revolucionaria de los sindi­ por p.irte de los trabajadores conscientes, sa­ nes de dos clases «pie viven en un estado per­ catos socialistas, (pie aceptan fundamentalmen­ nos de juicio y que vigilan sin apasiona­ manente de guerra, y para los cuales no hay te la división de las clases, y que tienden mientos y sectarismos enconados sus bien más solución racional, sino la anulación ó ab­ por lógica á establecer la noción precisa y ab entendidos inteteses, el más decidido apoyo. sorción de una por la otra. L A ACCION SO C IA LIST A con éxito en las difíciles emergencias, fren te d la actitud coercitiva de la bu ig u esta y de su servil instrumento: e l Estado; y considerando Que la verdadera manera de tea /ija r am­ 28.— Medidas tendientes atenuar las espeperanzas entre obteros so­ plíam e nie esa unión, consistiría en fusionar la U. G. de T. y la F . O. A . en un soto y po­ cialistas y anarquistas. deroso organismo de clase: En este articulo vam os á ocuparnos de la Q ue esa fu sió n no puede aún realizarse de proposición que bajo el número 28 figura en una manera difiniiiva y permanente debido d la orden del dia del 3 .0 C o ngreso de la Unión razones de diversidad de criterios y de tenden­ General de Trabajadores, que dentro de pocas cias sociológicas, que priman poderosamente y hora* deberá iniciarse, y que á nuestro ju icio dividen d los individuos que constituyen ambas m erece por su im portancia, que todos los federaciones-, y com pañeros en general, y en particular los dele­ Q ue d pesar de todas estas razones puede gados al Congreso, le dediquen una especialírealizarse un mutuo acuerdo para accionar airaa atención. unidos y eficazmente en determinados periodos Tenem os el propósito de ser claros, conci­ de la lucha, j cuando tas cinunstancias im­ sos y concluyentes en esta exposición, resum i­ puestas por la burguesía asi lo exifiera; remos pués en las más breves líneas posible, Resuelven aceptar y proponer á lo conside­ nuestro modo de pensar al respecto de esa ración del próxim o Congreso de la F . O. A . proposición y de la solución que á ella puede la realización de un Pacto de So Hila t idad, ten­ darle ql Congreso, si él se inspira en un crite­ diente d unifhar la fuer za y acción de ta cla­ rio sano y elevado. se obrera organizada en las siguientes circuns­ N o hay duda que el desarrollo paulatino tancias; de la lucha de clases, los efectos que de ella Para oponerse tenazmente d la aplica­ se derivan y que de cuando en cuando sue­ ción de cualquier proyecto de Ley N acional len tomar más ó menos importancia debido á del Trabajo que en sus disposiciones contuviera la acom etividad de uno, ó de ambos com ba­ como e\ proyecto G on zález, medidas restricti­ tientes, proporcionan buenas y saludables ense­ vas a l desenvolvimiento y desar rollo de las or­ ñanzas, obligándonos á adoptar nuevos proce­ ganizaciones obreras. dimientos de acción que consolidando nuestra 2.0 Cuando manifiestamente se decretara el obra aceleran el lo gro del fin revolucionario «Estado de Sitio» con e l propósito de ahogar que nos proponemos realizar. probables ó efectivos movim en tos de la ciase Uno de los efectos im portantes de la lucha trabajadora-, y de clases, es entre nosotros, eloE stado de S i­ Í-* P ara combatir hasta su completa dero­ tio», m edida coercitiva en contra de nuestra gación, á la odiosa y draconiana L ey de E x ­ propaganda y de nuestra acción, recientemen trañamiento de extranjeros, valiéndonos para te sancionada por el gobierno por un mes, y ello de una asidua propaganda, y de una ac­ prorrogado luego por dos meses más, al ob­ ción seria y meditada, realizada en e l interior jeto, no ya de terminar con conflictos efecti­ y exterior de la república. vos sinó que único y exclusivam ente en pre­ Para llevar á buen término la realización visión de probables m ovim ientos obreros que de las campañas mencionadas, la Unión Ge­ entorpecieran la libre recolección, transporte neral de Trabajadores reconocerá y propagará y exportación de la cosecha. las conclusiones á las que e l j . ° Congreso de la H ay que confesarlo, los propósitos de nues­ misma haya arribado, respecto á los rnéticos tra burguesía hanse vistos esta vez plenamen­ de acción y combatividad á adoptarse contra las te satisfechos, es pues indispensable prevenir­ medidas y leyes coercitivas creadas p or e l E sta­ nos por cuanto teniendo en cuenta el resul­ do, conit a ¡a organización proletar ia y su obra tado obtenido, la clase gobernante en sus an­ revolucionar ia. sias de entorpecer nuestra obra que directa y E r n e s t o P. P io t . considerablem ente perjudica sus intereses, no E sta orden del día ha sido aprobada por la titubeará un solo instante para volver á las sociedad de m etalúrgicos, dando mandato im­ andadas, declarándonos otro «Estado de Sitio» perativo á su delegado al congreso de la cuaDdo las circunstancias permitan á la clase Unión General de Trabajadores. obrera exijir algunas mejoras en sus condi­ ciones de vida y de trabajo. Los últimos meses de reacción brutal de nuestros enem igos han de haber hecho obser­ var á los com pañeros que con más ó menos Siempre la teor ia— Dificultades de la práctica actividad actúan en el m ovim iento obrero de aquí, la falta com pleta de solidaridad y de Según un artículo de «La Vanguardia» del orientación difinida en nuestra clase traba­ 29 de Julio, un fenómeno de periódica apa. jadora. H a bastado que el Estado, previendo la rea­ ríción como los de la luna, del mar, del sol, etc... suele preocupar en algo la atención de lización de varias huelgas que estaban en preparación, adoptara la actitud de todos co­ un número de ciudadanos socialistas. Y es po­ ner en discución cuestiones y a dilucidadas. Ese nocida, para que toda nuestra acción quedara fenómeno ocurre, á compañeros que, con un cau­ reducida al quietismo más absoluto y ver­ dal grandioso de teoría, lo dice el articulista, y gonzoso. deseos justificados de práctica, no pueden verY esto h? sucedido y seguirá sucediendo si la puesta desdeñosa ó diplom áticamente á un nosotros que constituimos la fracción organi­ lado, sin protestar ó reaccionar contra un prin­ zada y por consiguiente más inteligente del proletariado argentino, no tomamos las m edi­ cipio de contagiosa cristalización. Habiendo gastado estos compañeros, duran­ das necesarias para evitarlo, ó por lo menos te su poca actuación una actividad igual á la aténuarlo; y para ello nada mejor ni más raiz cuadrada de ese mismo tiempo, dem ues­ oportuno que aprovechar los Congresos que tran ser concordantes con su carácter retrac­ van á realizar la Unión General de Trabajado­ tad o á una inmobilización regreslsta. res primero, y la Federación O brera A rg e n ti­ Pero...nos estamos contagiando con la ado­ na después. Una de las medidas que estos dos C o n gre­ ración hipnotizadora que algunos tienen por propio om bligo, á sem ejanza de los sacerdo­ sos deberían adoptar es la realización de un tes hindúes. Pacto de Solidaridad entre ambas entidades, Con el deseo de hacernos pasar por ingéque daría una satisfactoria solución á la propo­ nuos, el articulista pretende haber observado sición con la cual encabezamos estas lineas, entre nosotros este despertar de cuestiones ya por cuanto que si ella no tendría la virtud de resueltas, pero no dice quela mismísima cuestión hacer desaparecer por com pleto las asperezas fundamental: (oh combien\ com o dicen los iranceque existen entre obreros socialistas y anar­ ses) ser á la vez legalitario y revolucionario, quistas por lo menos las atenuaría en sumo divide el Partido socialista en Italia, Fran­ grado, y consolidaría nuestra com batividad en cia, Alem ania, por su reflejo en la táctica los momentos difíciles de la lucha. e t c .....................Ella une la disputa enire re­ Con la realización de ese acuerdo evitaría­ formistas y revolucionarios, ella significa el có­ mos el triste papel de que la Unión y la F e­ modo quietismo en trente de la reacción com­ deración invitaia cada una por su parte y en bativa, ella es la teoría provocando la práctidiferentes momentos á la clase obrera á un tica; de ella proviene las divisiones y escisio­ movim iento de eficaz protesta, y que ambas nes constituyendo en fin en la actualidad la salieran fracazadas en sus propósitos como crisis general socialista. sucedió últimamente por falta de unidad de ¡Como será dilucidada! acción, tan necesaria en ciertos momentos. « E l socialismo es antilegalitario en teoría-, Estam os convencidos que el próxim o Con­ « pero en lo práctica los socialistas son legalitagreso de la Unión realizaría una obra plausible « ríos porque no tienen la Juerza necesaria para si tomara la resolución de proponer al próxi­ « ser lo que quisieran.» mo Congreso de la Federación la efectuación E s la síntesis del artículo de «La V an guar­ de ese Pacto de Solidaridad, entendiendo que dia» respondiendo quizás á una simple frase las cláusulas del mismo deberán determinar mia: «Ruda tarea si se entiende la palabra lu­ con toda la amplitud y claridad posibles los ce cha con su verdadero significado y no cocasos en que la practicabilidad del mismo debe­ « mo su parodia, fuera del quietismo y legará hacerse efectivo, evitando que en un mo­ « lidad, que es p a z. ¿Puede uno ser legalitamento en que fuera menester su rigoroza « rio y revolucionario? ¿No es engañarse á siaplicación, una de las partes pactantes se ne­ « mismo y á los demás? » ga ra á poner en práctica lo pactado. L o s revolucionarios no solo desean, como L as razones que nos induce á no patrocinar los reformistas, que la teoría sea un lu ch o lo por el momento la fusión de ambas federacio­ más pronto posible, sino que aprovechan todas las nes, consisten en que creemos que ello es aún muy prematuro, debido á causas demasiado probabilidades de triunfo, aunque so'o st a mo­ ral, para combatir á la cíase dominante en arraigadas para poderlas extirparlas en un so­ cualquier terreno tratando de desviar á la cla­ lo golpe, como sería el deseo m uy plausible se trabajadora de) camino errado donde los por cierto de muchos obreros sentimentalistas. estatístas la colocaron. Si por ese m o'ivo so P o r todas las razones expuestas y otras mu­ chas que sería largo enumerar creemos en su­ mos enchapados de anarquismo ¿fie que serán ma que el Congreso de la Unión podría y de­ enchapados los que se d rigen á la C l.a :a rita para llegar al puerto?. Aspiran mucho alcan­ bería adoptar la resolución que enseguida for­ zar la meta soñada, asegura el articulista. A s ­ mulamos: Reunidos los delegados que constituyen el piración y teoría es el estribillo de la polémi­ j o Congreso de la Unión General de Traba­ ca aludida y es también el simbolismo de ac­ tuación reformista ó estatista como tratare­ jadores, teniendo en cuenta que es de indispen­ mos de piobarlo. sable necesidad e l unir la fuerza organizada de la clase trabajadora argentina, para actuar . . e>*. , Pacto de solidaridad LA LEG ALIDAD « tes i cam biar nuestra táctica experim entada « N o tenemos ¡a fu e r z a necesaria para ser « y gloriosa basada sd |r« la lucha de clases y antilega/i/arias» diée. Pero, cuando la « á reem plazar lacon qju ata d el poder político de trabajadora, nutrida y hasta .in digestad* de « alta H i t a contra la burguesía por una p 0teoría «ocialista ha querido, ponerla en Pr^ tl « tilica de concesiones tU órden establecido. ca, luchando contra una legalidad depririietití « L a 'consécuesu ia d i sem ejante táctica reviy opresiva (estado de sitio prorrogado á su^ « sionista sería hacer de un Partido persiguíen, intenefón), los mismos propagandistas y e r « do la transformación la más rápida posible de Partido, atrincherados en su teoría de parada, « la sociedad burguesa en sociedad socialista— no prestaron el apoyo de su fuerza á quien 4 de un Partido, de consiguiente, revolucionavalientem ente quería probar la suya. « río en e l mejor sentido de la palabra— un Voluntariamente pues son l e g a l itarios en la « Partido que a co n ten ta ría de reform ar la sopráctica, á pesar de lo «severado por el arti­ « ciedad burguesa.» . . . . . culista, y aunque aspiren á no serlo. Durante la misma época, bajo una dirección N os hem os perm itido subrayar. socialista revolucionaria «La V anguardia» fué M editen bien esto* do* párrafos • los aficio­ secuestrada. nados á la lucha parlam entaria que n# se ha­ Bajo otra dirección voluntariamente legalibrán enfriado con el escrutinio por lista, los taria circuló, sabiendo la policía que con­ creadores de una dem ocracia siem pre iluso­ tribuía á fortalecer la tranquilidad, á adorm e­ ria ¿Q ue dice M orx sobre la dem ocracia, ya cer altiveces y sofrenar rebeldías. Su triunfo q ue nuestro órgan o oficial nos indica su inten-moral á la par que su decoro, hubiera sido eión d e reform ar la sociedad bu rgu esa a rgen ­ no aparecer, siquiera en obsequio á los princttina. pios. A propósito del program a d e G oth a .fran­ Bajo uua dirección socialista revulucionaria, cam ente estatista, con ideas lasallistas y del el suplem ento de la «Internacional» fué se­ Partido social dem ócrata, M arx decía: « A descuestrado por ser voluntariamente antilegalita­ « pecho d e su oropel d em ocrático, el prog*ario en aquel momento y concordante ccm el « ma está infestado con la creen cia servil de pensamiento de la clase trabajadora. « lo s partidarios de Lasalle al E stado, 6 - lo ¿Cuáles cumplieron más con su deber? « que no vale más, con la fé á lo sobrena­ Siento salir de la teoría tan cara á los po­ t u r a l dem ocrático. E s una m ezcla de ambas lemistas, para citar hechos recientes probando « f é s , tan alejadas la una como la otra delsoque los estatistas, por hábito ó....cualquier « sialismo.» otra causa, no quieren ni ensayarse á ser an* • i * * 1 tilegalitarios. E l articulista habla de estos moderni&t&s ¡Aspiración y teoría! Acqua e chiacchiere... regresistas, em peñedos á d ar vida á m ediós de luchas fósiles. * * * ¿Por las huelgas dirá esto? Prefiere el arbi­ Pero hay más. ¿Cómo obran nuestros esta­ trage, quizás más m oderno, pero tam bién más tistas para llegar á ser antilegalita.rios, es d e ­ contrario al interés del trabajador. cir, adquirir esta fuerza que lamentan no te­ T o d o s los organism os poseen sus m edios de ner? defensa. En el cuerpo hum ano, tiene la boca / Yendo á robustecer la legalidad burguesa! desde tiem pos rem otos, dientes para m order y (Véase en el m ism onúm ero «Dem ocracia y so­ com er, los dedos uñas para arañar y prote­ cialism o») ayudando á la ilusión dem ocrática, gerlos, manos para trabajar, acariciar ó dar afianzando esta mentira, buena también solo en puñetazos; P o r m edio de la activid ad de es­ teoría. tas manos, el obrero m antiene la paz; deján­ En los paises más adelantados á su respec­ dolas en reposo, enciende la gu erra. E l sindi­ to' la dem ocracia más perfecta no lia conse­ cato, organism o com puesto por estos mismos gu id o sino desarrollar el individualism o á la trabajadores con el fin de obrar de acuerdo par que una aristocracia autoritaria, Sabido es en guerra y en paz, form a así un conjunto de que el éxito suyo se basa en obras filánsus armas individuales. E s ló gico , aunque sea tropicas, el respeto d é la familia, de la religión, rem oto. preponderancia del industrialismo, que ella otor­ A dem ás, estos m edios fósiles se encuentrán ga al obrero relativo y engañador beinestar; so­ bajo una le y llamada de regresión aparente, ciedades tiene que regalan el ajuar al recien (Spencer, L o ria, F erri....) que consiste to­ nacido obrero, hasta el ataúd que lleva el pa­ m ar de lo pasado una base, perfeccionada en dre al cem enterio ...dem ocracia en fin á lo q u e cada época, depurada sí puede decirse así, falta lo principal: el espíritu democrático. abandonada á v eces y v u e lta á lom ar para Los estatistas socialistas consolidan esta tarnarla cada vez m ás progresista. G oeth é la dominación de la clase capitalista dando define com o una espiral que parece v o lver s o ­ la mano á reform itas— diplom áticas para la bre si misma y al contrario avanza sin desdr. clase obrera; pregonan cantidad de leyes, genA sí es com o la h uelga parcial tan remota, re Millerand. arbitrage, Cámara de Trabajo lle g a á ser la h uelga gen eral m oderna obede­ subvencionadas, jueces letrados, etc...dobles y ciendo á la lé y de regresión aparenté. ; triples m ordazas que costarán á los trabajado­ res dobles y triples luchas para deshacerse de ellas. Es así com o el mismo Partido realiza Infantil es d ecir com o el articulista, qoe el trabajo de Pénelope. Por un hueso com ­ cuando la clase trabajadora será numerosh, prom ete el asado. Basta hacer en el Parla­ inteligente, disciplinada, habrá llegad o el m e­ mento política obstruccionista, enteram ente som ento de discutir (^incorregible discutidor);'si bordinada á la voluntad de la clase trabajado­ debe ó no d ar batallas y en que forma 'las ra, defendiendo aúnque sea sin esperanza de dará. A caso ¿no se educa el niño ‘en p revi­ resultados, solo como propaganda: el terreno sión del hom bre que será? ¿el so ld a d ó 'd e s­ conquistado p o r ella. pués de la teoría no realiza sim ulacros de com­ « A ñ ade el articulista que nosotros reprebates, marchas, ejercicios de tiro etc.... sabien­ « sentamos á los socialistas (á su gru p o quedo por con siguien te á que está destinado? « ría decir) com o un conglom erado de ciudaE l obrero habiéndose en sayado en las huel­ « danos, solo y exclusivam ente empeñados en ga s de su grem io? necesitará discutir si esta « la lucha electoral para tener representafltes clase de com bate debe extenderse á 'las fede­ « en el Parlamento, y que no se detendrá á raciones y confederaciones? C laro que no. '• « dem ostrar la taita de verdad que ella en P ero en estos casos retardan siempre-6 ootfi« cierra.» prom eten el éxito, los que no son hom bres de Pero ¡aj¡l el artículo de fondo de nuestro ór­ acción y solo conocen la teoría d e la solida­ gano oficial pegado ju n to al de «Legalidad» que contestamos, é intitulado «Dem ocracia y so­ ridad. cialismo», habla con más elocuencia que todos nosotros, confirmando lo que hemos dicho, sin haber sido jamás tan categóricos com o lo pre­ tende el articulista. C ierto es que leyendo el último artículo de fondo «Sindicalismo» re­ sulta nuestro diario oficial un verdadero calaiN o nos extraña. E s el procedim iento que doscopio, una cacofonía de prim er órden. D es­ en circunstancias análogas han puesto y po­ de ayer es sindicalista con ingestión de «ac­ nen en ju e g o los adversarlos del sindicalis­ ción diecta ¿será desde el escrutinio por lis­ mo revolucionario en todas las partes don­ ta? \Sindicalis tos que disienten\con la carta de de este se ha m anifestado. Ugarte/ ¿Que burla, engaño ó infantilismo es Cuando no aoelan al insulto, á la insi­ esto? . nuación pérfida, al descrédito peréonah V olvam os á la cuestión. Sabido es que en do no caracterizan esta nueva forma de aprem omentos aciagos durante las largas y gen e­ S ré' aC socialista, de vieja y desusada ralizadas huelgas del año p. pasado, los ora­ táctica ó procedim iento d e lucha, se proejadores genuinam ente obreros quedaban casi inu­ ” » i U ! w ° 10S ,nt^rPreles y « . verdaderos tilizados, tal era su recargo de trabajo; invisi­ bles estaban los socialistas que infunden ánimo SU Crít¡Ca y SU exámqi» en las luchas electorales ¿Quien pregona el arb i­ ren n Ín :a renos y objetivos; nunca le tratan con el ho­ trage puede alentar huelgas? En una confe­ nesto propósito de inform arse de su verdad, rencia realizada hace poco, más de mil com pa­ sin prevenciones, ó revelar su eq uívoco, tatoñeros aplaudían frenéticamente á un miembro bien sin prevenciones. ' de la J, E. que afirmaba la preponderancia de La bordean desnaturalizándola, sin ir al fonla lucha política (entiéndese parlamentaria). “La Vanguardia,, sindicalista..;. ¿Dónde está el que lo desmintió? Q ue me disculpe otra vez el articulista si salgo de la teoría para entrar en los hechos. Pero de todas manera; lo expuesto no es modalidad del país. E s un caso de fauresism o, como lo decía al principio; es el camins erra­ do en que guíarola clase obrera y m otivó la resolución del Congreso de Am sterdam . ¿Para que sirven nuestros Congresos si que­ dan letra muerta para los socialistas ¿Vamos ver quien acata más: los «enchapados ó sindicalistas» ó los estadistas. (De.-pues del ar­ riado de fondo «Democracia y socialismo», el otro grupo se ha consagrado estatista, quiéra ó nó.) . « El Congreso rech aza. de la manera más «.enérgica las tentativas revisionistas, tendien- lo n L eShqUí Vand0 SÍC-mpre la co 111paradón con lo que hasta ayer afirmaban. ó r i l r ^ r ^ dlscus*^n > y sin discutir condenan nuinné r l 11 adversario. 6 se proclam an geV manten#..-1111 a *"* gen erar el confusionism o y m antener el dom inio de sus errores. En <T?rl|le ¡a acción d i (para en 1 SC fe p ' te Por todas partes. /an° e Bonom i. eleva Himnos á a ^ est¡gm atiza a l parlamento, SO) al mismnPr. c a h s U s T af i ° los franceses Ca 0bfar M SetUÍd° ÍnVer' ^ P0 ? Ue ca,ifica á los Sindi■ r lm ‘ tadores inconscientes dé * sob rero,.' > que re a " 11 SeKú1 pnindi*'' s?rs su ¡£*t° ? ( £i s; Cómo su * fuera U d< entendió* tal en el ! cipacién- Ha' P*1 ro sin dec si* adjudi y que so» ccniprend Su ma.' do todo < leógica d' c¡ónj¥>l‘! (JlO lá Ú1‘ m andandi jultados. go que * siempre : pren did a, quería ui los traba Se for instituyó dándole de resis' obtenció . diciones caba, p< te corpi o tra eos teres y El re ta con siempre trabajad lio de s do su masa ol guardia • ¡No! dijo es ra del de un .« e p ió , senO- i dolé 1; la con Siemp: socialii dactor cho y cusión ros qi tica ei por < las mi del pj gande ?az h; ella ó muy ciones Un foda' ese o dandi Lo ción tusia esa t el ® ras, rea Para rea tica '«en Part cott vaci mió Pan rio, lor crip ) hec cab *5 Prc q«( rtiu Sil; d ire c ta es n*. ta d e s d é l a r n ^ f 6' P ° r Cl P a r t i d ? so c ia lis ' ’ L . a n os, ¡p u c h o ' a n t e s q u é lo s lié 1 a c c ió n ni - lia, « el W i n r tr a ‘“ <0, LA ACCION SOCIALISTA sindicalistas revolucionarios hubiesen pensado de dar lecciones á los socialistas tradicionaEn la R. Argentina nuestros críticos nos opo­ nen una idéntica argumentación, sin que por eso pequen de imitadores inconscientes (oh! ellos 116!) Y así, en el último número de «Z.a Van­ guardia* el redactor se despedía con un artí­ culo sobre «Sindicalismo y socialismo» donde * consigna una série de afirmaciones de un ca•íácter netamente sindicalista revolucionario, y tal como nosotros las tenemos expuestas en varias ocasiones, mezcladas con otras muy distintas y que son la real expresión de lo que realmente piensa. , Según el ciudadano redactor «la función principal, única y exclusiva, puede decirse, que el Partido ha ejercido en todo tiempo, desde que existe, ha sido siempre la de fo­ mentar la organización económica de la clase trabajadora, impulsándola sin cesar al sindica­ lismo, y á la acción directa, entendida como su emanación inevitable.» ¡Esto no es cierto, ciudadano redactor! - E l P. Socialista no ha demostrado nunca cómo su función principal, única y exclusiva fuera la de fomentar la organización sindical, entendida esta como la tarea más transcedental en el proceso revolucionario de su eman­ cipación. Ha prestigiado sí, la acción económica pe­ ro sin dedicarle á ella sus mejores energías y sin adjudicarle el valor que en realidad tiene y que solo el sindicalismo revolucionario ha comprendido y revelado. Su mayor atención, su mayor tiempo ha si­ do todo concentrado en la propaganda ideoleógica de los grupos y en prestigiar la ac­ ción política (limitada al parlamentarismo) co­ mo la más eficaz y poderosa; como la que de­ mandando menos esfuerzos daba mejores re­ sultados. Más aún, para justificar el poco arrai­ go que ella obtenía en nuestra masa obrera, siempre se adujo la razón de que no era com­ prendida, en virtud de que para ello se re­ quería una capacidad que todavía no poseían los trabajadores del pais. S e fomentaba la organización sindical y se Instituyó la Unión General de Trabajodores dándole á esta, como sola acción propia, el de resistencia á los avances patronales, el de obtención de mejoras que aliviaran las con. diciones del obrero. Se le mantenía y adjudi­ caba, por consiguiente, un carácter puramen­ te corporativista; y se veia en ella, más que otra cosa, un medio piecioso de conquistar elec­ tores y adherentes a l Partido. El redactor de «La Vanguardia» manifies­ ta con un coraje que le honra haberse tenido siempre por aceptado de que cuando la clase trabajadora haya «alcanzado el pleno desario11o de sus órganos» «el Partido habrá cumpli­ do su misión histórica, y se disolverá en la •masa obrera de la cual representaba la van­ guardia batalladora y el guía». jNo! ciudadano redactor: lo que siempre se dijo es que la U. G. constituía la vaca leche­ ra del Partido socialista (palabras textuales de un propagandista); y lo que siempre se eptó es que este llegaría á agrupar en su nó' á la .totalidad de los obreros, incumbiéndole la misión de sancionar, como partido, la completa emancipación de los trabajadores. Siempre se identificó Socialismo con Partido socialista. . Y por si impensadamente, el'ciudadano re­ dactor, ha incurrido en estos errores de he­ cho y de concepto, hemos de recordarle la dis­ cusión provocada por un grupo de compañe­ ros que se oponían á toda propaganda polí­ tica en el seno de las sociedades gremiales por considerarla funesta á la estabilidad de las mismas; discusión en la cual la mayoría del partido estábamos por lo contrario ale­ gando: que siendo la ación política la más efi­ caz había eljdeber ineludible de empujar hacia ella ó los obreros, aprovechando el campo muy favorable que ofrecían las organiza­ ciones. Unos querían el corporativismo cerrado á toda' influencia de partido; otros querían ese corporativismo puesto á servicio ó secun­ dando la acción del partido socialista. Los propagandistas han puesto á disposi­ ción de los gremios «su buena voluntad y en­ tusiasmo» y «el partido les ha alentado en esa tarea fecunda» viendo en ello, por un lado, el medio de que los obreros obtuvieran mejo­ ras, y por otro (principalmente) la mejor for­ ma de atraerles hácia las filas del Partido, para que en el seno de este cumplieran la ta­ rea principal solo reservada á la acción polí­ tica (limitada á una acción electoral y parla­ mentaria, desde que no es del resorte de los partidos hacer huelgas, huelga general, boycott, etc.) Se propendía, por consiguiente, á vaciar en el Partido los afiliados de los g re­ mios, y se veía en la Unión General el puente para realizar dicho traspaso. Todo lo contra­ rio, de lo que pretende hacer creer el redac tor de «La Vanguardia» en el párrafo trans­ cripto más arriba. Y precisamente la divergencia á que hemos hecho alusión, estribaba en que unos adjudi­ caban á la Unión como rol principal el de la resistencia corporativa, el de la conquista de mejoras, considerando como peligrosa toda propaganda de partido; y los otros, opinando que aquella acción era de una importancia muy•" relativa dada la dudosa estabilidad de sus conquistas, insistían en que era necesario hacer propaganda socialista en la Unión G e­ neral para (pie los obreros ingresaran al Par­ tido y cumplieran en este la misión más tras cendenlal de ¡a conquista de los poderes públi­ cos. Se entendía (y escuche bien, ciud. redactor) por conquista del a q u e lla s d e l o s p o d e r e s p ú b l i c o s ó del e s ta d o b u r ­ gués. Y en tal se n tid o , natural es, q ie se d ie ra á la acción p a r la m e n t a r ia y elec to ra l una m a y o r im p o r ta n c ia , r e le g a n d o á l u g a r s e c u n ­ d a r io la ac ció n d e las o r g a n iz a c io n e s sin d i­ cales. poder p o l ít ic o De estos errores hemos participado mucho de sindicalistas revolucionarios de hoy; así entendíamos el movimiento obrero y socialista, con la entera ailquiescencia de los viejos lu­ chadores Hoy nos permitimos pensar en forma diver­ sa. Creemos que á los sindicatos les corres­ ponde la misión fundamental en la lu ha con­ tra la burguesía. Estamos c mvencidos de que ellos son la escuela donde los obreros ad­ quieren una profunda conciencia de su con­ dición de explotados y donde perciben con mayor intensidad los antagonismos de clase; donde en una forma efectiva desarrollan y consolidan el sentimiento de solidaridad; don­ de concurren á la lucha en su calidad de pro­ ductores, para revelársela á si mismo, medir su magnitud y su importancia en la vida so­ cial, darse la impresión de su valor y hacerla sentir al enemigo; donde los obreros discipli­ nan ú organizan sus huestes, templan su ca­ rácter de luchadores, se familiarizan con los obstáculos y adquieren el necesario espíritu de sacrificio; donde los obreros aprenden á amarse, á sentirse solidarios, á asistirse en las horas de prueba y defenderse de las arbitra­ riedades ó represalias del contrario; donde se instruyen para óptimos productores dándose la respectiva enseñanza profesional; donde se capacitan en las funciones de dirigir y admi­ nistrar la producción social; donde se habili­ tan, pues, para la instauración de un régimen de trabajadores libres é independientes; donde torjan su moral, la moral obrera, la moral del porvenir á base de solidaridad humana; donde generan su derecho, el derecho de la compañía obrera que impone su voluntad en los lugares del trabajo, y que tiende á afir­ marse como dueña del taller colectivo; donde utilizan medios de combates propios y genuinamente proletarios, patrimonio exclusivo de su clase, y donde se adiestran en su ejercicio pára su mayor eficacia. Nosotros entendemos que en los sindicatos se elaboran los resoi tes del mecanismo que animará á la nueva sociedad; que ellos cons­ tituyen el embrión de ésta en continua ges­ tación, en continuo ensanchamiento, abarcando cada vez un círculo más vasto, hasta llegar á un grado de absorción completa de la vida social, que le hará indispensable romper los marcos del régimen capitalista, á fin de al­ canzar un mayor florecimiento y sancionar su gobierno absoluto. Nosotros entendemos que los sindicatos son fu erzas políticas erigidas contra las ju erza s políticas de la burguesía concentradas en el Estado. Nosotros entendemos que la conquista del poder político consistiiá en la exaltación de los sindicatos á un límite de potencia supe­ rior al del Estado capital sta ó poderes p ú ­ blicos actuales; así inutilizados y por consi­ guiente destruidos. Y nó, en la loma de posesión de los poderes públicos por infiltra­ ción ó por presión como nos lo cuentan los socialistas estatistas transigentes ó intransi­ gentes. Y es en virtud de cpncebir en esta forma el movimiento obrero, que consideramos á la acción parlamentaria de un valor secundario; subordinada á los sindicatos; [tara servir á los sindicatos, en cuyas necesidades concretas de­ berá inspirarse, y cuya acción deberá reforzar siempre. No aceptamos la acción parlamentaria que colabora, que dá más vida y más impoitancia al órgano burgués, haciéndole árbitro de to­ das las clases sociales y dispensador de favo­ res. Aceptamos la acción parlamentaria que critica, que agita, que controla, que vela por los sindicatos y que deja traslucir bien á las claras la incapacidad del parlamento para c o l­ mar las aspiraciones del pueblo trabajador. En esta forma los obreros no se engañan, ni son engañados- Apremien á confiar en sus propias fuerzas, refunden todas sus energias en los sindicatos y en el seno de estos -ama­ san su emancipación. El ciudadano Redactor podrá decir que siempre se manifestó lo que acabamos de ex­ poner, ó por el contrario le ^aplicará el califi­ cativo de corporativismo anárquico', pero nun­ ca probará ni lo uno ni lo otro. ¡Su palabra bastal Nosotros más humildes le vamos á ofrecer algunos papelitos le-.timoniales, y nos vamos á permitir demostrarle como ojeó á obscuras la colección de «L i Vanguardia». En tal sentido, k: i emitimos (tomamos lo más fresquito) á un artículo titulado «Acción económica y acción política» aparecido en el número 13 (año 1905) perteneciente á la re­ dacción Schalfer. Transcribim os 1111 párrafo que dice así: «No huían tampoco venl.ideia lucha de clase, los qne dedicando todos sus esfuerzos á la acción po'íiicn descuidaran por completo la organización económica. El prole­ tariado que lucharía en esta Intuía, carcceiía en un momento darlo del factor que puede y debe secundar con eficacia su acción política.» Esto dice uno de los más autorizados de nuestro partido, viejo luchador y uno que no acostumbra á diveitirsc con su manera de pensar. Pero ya que el Redactor se mucstia tan olvidadizo, vamos á remitirle á algo más fres­ co todavía, al artículo del compañero Ful ino, titulado «Hacia el coiporativísmo anárquico» aparecido bajo su redacción y ron el cual de- hi$ estar de acuerdo desde que nó lo acom­ pañó de la respectiva notita que siempre tuvo para los de la otra orilla. ¿Y el artículo «El Socialismo y el Estado» transcripto de II Tempo} (La Vanguardia, nú­ mero 26). ¿O lo transcribió porque no estaba de acuerdo? Además, ciudadano Redactor, sepa que en las conferencias últimamente dadas por los viejos luchadores, estos han recalcado su ma­ nera de apreciar la acción socialista. Y lo que ellos dijeron y lo que Vd. escribe 110 se dan la mano con mucha cordialidad. Pero aún, tememos que todo lo que ante­ cede no alcance á conformar al ciudadano re­ dactor; entonces ¿nos permite que le recorde­ mos su recientísimo pasado de turatiano enragé? ¿O ts que también Turad se ha vuelto sindicalista? FEDERACION DE ESTIBADORES Y AFINES de las R. Argentina, Uruguay y Brasil El comité federal ha pasado una circular á las sociedades federadas y no federadas, á fin de que consulten la opinión de sus adheren­ tes, sobre la constitución de la Federación de todas las sociedades de Transportes Ma­ rítimos y terrestres y de Estibadores y afines de los puertos sudamericanos y la realización de un congreso sudamericano de transportes marítimos y terrestres en Montevideo, en la I a quincena de Octubre próximo; con repre­ sentaciones de las sociedades de todos los puertos de Sudamérica, á objeto de deliberar sobre la mejor forma de lucha contra el ca­ pitalismo y de relacionar las organizaciones de esta parte del continente con la Federación Internacional que tiene su asiento en Hamburgo (Alemania). Se ha resuelto una jira importante de pro­ paganda por el interior y litoral de la repú­ blica. Con tal motivo casi todas las asocia­ ciones del gremio han sido solicitadas á fin de contribuir á los crecidos gastos que ella ocasionará. El Comité denuncia á las sociedades fede­ radas el común acuerdo reinante entre el «Centro de Navegación Trasatlántica», «Cen­ tro de Cereales» y gerentes de ferrocarriles para contrarrestar la acción cada vez más po­ derosa de las sociedades obreras. Cree ne­ cesario recomendar úna activísima propagan­ da á fin de anular el propósito capitalista y honestamente aconseja la fusión de las dife­ rentes agrupaciones existentes en una misma localidad, antes de la efectuación del próximo Congreso. Hace notar á las sociedades la necesidad imperiosa de hacer una campaña de agitación en contra de la L ey Nacional del Trabajo, tuyas disposiciones restrictivas son una gra­ vísima amenaza para el libre desarrollo de la organización obrera y aconseja se ponga en práctica lo acordado por el tercer congreso de la Federación. Como se vé, el Comité Federal, llena cum­ plidamente las funciones de relación que le fueron conferidas por el último congreso, y se preocupa con seriedad de las imposiciones apremiantes del actual momento. La iniciativa de urt congreso sudamericano de trabajadores de transportes marítimos y terrestres, es sumamente plausible por la uti­ lidad que entraña. El internacionalismo prole­ tario, va ensanchando cada día su radio de acción, y acrecentando las energías y capaci­ dad revolucionaria de los trabajadores con detrimento de la potencialidad capitalista, que se ve dividida amenudo por grandes rivalida­ des de intereses. Con la realización de un pacto de solida­ ridad y acción conjunta de los trabajadores de de los puertos sudamericanos se recorrería una de las etapas más importante de la lucha de clases, con gran beneficio para los intere­ ses generales del proletariado. Hé aquí porque la loable iniciativa de la comisión de relaciones de la F. de E. y A. debe merecer el apoyo sincero y enérgico de todos los trabajadores conscientes. CONGRESO DE LAF.O.R.A. Sigue la presentación de proposiciones por las sociedades adheridas á la gran institución obreia. A juzgar por las que se van publicando en Ea Protesta, 110 cabe duda alguna que los debates serán sumamente importantes y las resoluciones provechosas para la acción ulte­ rior de la Federación Obrera y la parte del proletariado que la forma. La poca distancia en tiempo que separará la realización' de los congresos de las dos instituciones obreras, Union G. de Trabajado­ res y Federación O. R. A., permitirá avaluar Con claridad el espirito conciliador ue pare­ ce animarlas, y, si no es mucho optimismo, de ellos veremos surgir la ratificación formal lie un pacto de solidaridad, tendiente á re­ chazar con mayor eficacia las aglesiones del estado burgués. L i orden del día del Congreso, asi como su fecha no lian sido aún determinadas y á este motivo se debe el que nos veamos lor­ za los á 110 entrar en mayores detalles. Es de esperarse que la labor del Congreso será piovechosa en resultados si anima á sus delegados un espíiitu recto y un bien infor­ mado ri itei io de las necesidades de la clase trabajadora en estos momentos críticos de la lucha. REDACCION Y ADMINISTRACION: C o c h a b a m b a 340 1 P r e c io tle S u s c r ip c ió n 1 * 0 1 4 A Ñ O .......................................................................................... . * 2 .0 0 „ SEM ESTRE » T R IM E S T R E » NUM ERO SU ELTO » 1.0 » 0.50 » 0.10 Evacuando una pregunta En cuanto á mi criterio sobre el reconoci­ miento legal de las asociaciones obreras, pienso que este es contrario á sus fines inmediatos y ulteriores. Los sindicatos obreros como órganos de lu­ cha, de revolución y plantel de un nuevo or­ den social, deben desenvolverse en un medio absolutamente ageno á todas las influencias de las instituciones estatales que salvaguardan y prestigian el régimen capitalista. Es necesario tener en cuenta que ellas con­ centran el verdadero espíritu proletario de crí­ tica y de acción contra la clase dominante desde el momento que están constituidas, di­ rigidas y administradas exclusivamente por obreros animados del propósito efectivo de emanciparse. Aceptar su reconocimiento legal implicaría ponerlas al alcance ó control del estado bur­ gués, que mas fácilmente y en nombre de la ley podría proceder á su disolución cuando llegaran á molestarles. Implicaría también reconojer la dominación jurídica de la bur­ guesía. Esto tiene sus efectos morales muy contra­ producentes al porvenir de los sindicatos: el alma aún inconsistente de organizaciones muy débiles, con facilidad se vicia al conformarse á tal control ó superintendencia del Estado. Y en esta lorma se alejan de su verdadera ruta de lucha y ataque contra aquél. Las organizaciones obreras no pueden ni deben quedar como simples núcleos de resis­ tencia corporativista. Este es el mal de que adolecen las Irade-Unions de carácter é in­ fluencia social fundamentalmente conservadora, por cuanto á pesar de su larga existencia, del inmenso número de obreros que agrupan, de las ingentes sumas que atesoran sus cajas, de sus grandes cooperativas, etc., en nada han debilitado el poder de la clase dominante, y en mucho han contribuido á su consolidación neutralizando toda acción revolucionaria del proletariado. Las organizaciones obreras tienen un rol más trascendental que cumplir en la evolución his­ tórica. Ellas constituirán los órganos destina­ dos á regir la vida de una nueva sociedad. Así como la burguesía creó los suyos: la co­ muna y el parlamento, así también el proleta­ riado desarrolla los propios: el sindicato y las Cámaras de trabajo. Para esto es indispensable una obra lenta y laboriosa de capacitación; un grado de de­ sarrollo tal que haga imposible la existencia de las viejas instituciones de la sociedad bur­ guesa. Los obreros sindicados deben adquirir los conocimientos técnicos, administrativos y directivos necesarios para saber administrar y dirigir con acierto la producción. Fácil es observar como se vá generando en las organizaciones obreras toda una nueva superextructura social correspondiente á una nueva forma de producir. En su seno se en­ cuentran en gérmen el derecho y la moral del régimen comunista. ¿Puede esta obra de construcción revolucio­ naria merecer la adquiescencia de la sociedad burguesa, cuyas bases y superextructura ataca y tiende á demoler? ¿Es posible que esas organizaciones obreras puedan adquirir la personería jurídica ó el reconocín iento legal que dispensa el Estado capitalista? ¿Es conciliable esa obra de los sindicatos con toda la legalidad burguesa? Porque pienso que no, opino que las orga­ nizaciones obreras deben permanecer obsolutamente autónomas, libres de toda relación de dependencia jurídica con los órganos de do­ minación capitalista, para poder accionar en contra de ellos. El exámen del movimiento obrero nos lleva á tales conclusiones: Son las Cámaras de Trabajo y los sindi­ catos de Italia los que hacen temblar á la burguesía de aquel país, son los sindicatos franceses los que resuelven implantar la jo r­ nada de oeho horas desde el 10 de Mayo de 1906, prescindiendo en absoluto del Estado, son esas organizaciones obreras las que en este país han dado lugar á que nuestro g o ­ bierno declarara por dos veces el estado de sitio, y se prepare á sancionar el Proyecto de Ley Nacional del Trabajo, que será una ver­ dadera eigástula para dichas organizaciones, si no saben resistir su sanción. ¿Es conciliable esta acción de los sindicatos con su reconocimiento legal? Una sociedad obrera que acepta la perso­ nería jurídica, renuii' ia á la lucha compleja é integral contra todas las formas de explota­ ción y tiranía. Es ingenua la argumentación de les socia­ listas que opinan favorablemente al reconoci­ miento legal: aceptan á este porque libra al fondo social del escamoteo de un mal com­ pañero. A la seguridad de los pesos se quiere sacrificar el carácter y el rol de las organiza­ ciones. ¿No es insensato y antipático pedir al ene m igo que le garantice su dinero contra los desfalcos? L a ACCION S O C IA L IST A L a m ejor segu rid ad de los capitales obreros está en la formación de una robusta m oral y en el v igilan te control de los asociados. Y en lo que antecede dejo contestada b re ­ vem ente su consulta en la m edida de mis fuerzas. A . S. L. F e d e ra c ió n m e ta lú r g ic a H ay, pues, una razón d e alta conveniencia y de in teligen te d isposición táctica para una acción de clase más en érgica y eficaz, de que am olden sus organ izacion es á las exigen cias ó formas que determ ina su situación en el se­ no del taller; de que al víncu lo que entre ellos cría la m isma producción capitalista, lo robustezcan con un espontáneo sentim iento de confraternidad. D e esta manera, podrán com binar con todo acierto sus m ovim ientos y hacer m ás fácil­ mente efectiva la solidaridad proletaria. Persistan, pue¿ los trabajadores m etalú rgi­ cos en sus propósitos de fundar la F ederación del grem io; persistan en ello, convencidos y tenaces, eludiendo todos los obstáculos y d es­ preciando los m alos consejos. D e una obra tal, pronto percibirán sus beneficios. H abrán con seguido estim ular sentim ientos afectuosos entre un m ayor núm ero de obre­ ros, habrán proporcionado á estos la ocasión de percibir toda la fuerza que reside en el pueblo ob rero cuando este sabe vincularse en gran des masas/ les habrán infundido confian­ za y hecho sentir la necesidad que se tienen los unos de los otros; Y no solo esto: también habrán dado el gran paso de disponerse á rom per los extre­ chos m arcos del corporativism o para dar á sus organ izacion es un ríg id o carácter de cla­ se, m ejor dispuestas á la lucha, y convenci­ dos de que la m isión revolucionaria del pro­ letariado no donsíste en alardearla sino en practicarla- Seria poco sensato reclam ar de un m oví m iento obrero tan jó v en com o el de nuestro país, una perfección ó alcance que no puede corresponder á su desarrollo incipiente. L a s deficiencias y los errores se subsanan fundam entalm ente á m edida que ellos son percibidos con toda nitidez, y cuando su sal­ vación se presenta en form a de aprem iante necesidad. L a experiencia, ¡a vida vivid a es la que ofrece m ayores v m ejores enseñanzas; la que en una forma más positiva y más ló ­ g ic a , determ ina lo que es necesario hacer. P o r eso los organism os o b reros, tan d éb i­ les é inform es en un principio, realizan su obra de integración y robustecim iento en la m edida que las exigencias de la própla lucha lo reclaman. L a m entalidad ob .era, inadecuada á las es­ peculaciones de quinta esencia, es de una m ar­ cada p e cu lia rd ad práctica, con tendencia á lo fácilm ente perceptibl \ N ecesita la aguda im­ presión de los hechos para decidirse á obrar y p r o v e e r á la solución de problem as m uy pa­ ten tes, y m uy concretos. Com prende las deficiencias de sus o rg a n i­ zaciones ó los errores d e los mismos, y sien­ te la v iva necesidad de subsanarlos, cuando ellos se le presentan en la torma m ás im pre­ N otab le por más d e un concepto fué la sionante, cuando los perciben en la acción, en conferencia dada por el com pañero Z a ccagn i­ la lucha. L a experiencia le dá sus provecho­ ni sobre el m ovim iento ferroviario en Italia, sas enseñanzas y le dem arca la senda más se­ y sus analogías y correlación con el que se gu ra y directa. d esarrolló últim am ente en este pais, y en el Actualm en te, después de un período de dos que él intervino en la forma de todos con o­ ó tres años de m ovim iento intenso y con m úl­ cida. tip les alternativas; en presencia de un porve­ T e stig o presencial de los hechos, el confe­ nir qu e presagia gran des batallas, las o rgan i­ renciante ilustró brillantem ente con datos y zaciones obreras del país han percibido en to­ detalles poco con ocidos la historia del m ovi­ da su realidad algu no s de sus m ales y la ne­ m iento, estableciendo con entera im parcialidad cesidad de contribuir á su elim inación. lo s m otivos á que fué debido su fracaso y U n o de ellos, quizás el más aprem iante, ya confirm ando en un todo las versiones expues­ lo hemos con sign ado en las colum nas de nues­ tas en el órgan o revolucionario italiano «La tro periódico; nos referim os á la inconsulta A v an gu a rd ia socialista». disgregació n de las organizaciones o b reios, al desgaiam iento de un grem io en diversas so ­ ciedades y á la d esin teligencia existente entre las que corresponden á oficios afines. N uestra representación parlam entaria se ha E s por eso que co n la más gran de satislacen grosad o en estos días con un nuevo m iem ­ ción, acojem os hoy la prim era iniciativa, en este sentido, lanzada entre los obreros m etalú r­ bro. P ero esta v ez ya no ha sido en la Cám ara g ico s para constituir la F ederación del grem io. jó ven : en la Cám ara Honorable, el cuerpo de N o h ay absolutam ente ninguna razón, ni los ancianos y capitalistas: el Senado, uno de fundam ental, ni secundaria, ligadas á los in­ su s m iem bros, se ha encargado de hacer la tereses materiales, de los trabajadores y á sus «crítica y el descrédito» según reza en nues­ aspiraciones de em ancipación, que justifique tro program a d el m ismo parlam ento, com o en ’o más m ínim o la existencia de varios so­ preten dido órgan o de representación popular. ciedades de un m ismo grem io, ó el aislam ien­ E l D r. Bernardo Irigoyen es el que ha to de las que corresponden á grem ios afines. dicho lo que á continuación se expresa: Cuando dos id eologías (anarquista y socia­ « Se presentan aauntos para los que no es­ lista) tienen el efecto de d ivid ir á los obreros tamos preparados, y por consideraciones perso­ en el cam po de la organ ización sindical, am ­ nales, todos deferim os á tratarlos sobre tablas.... bas conspiran abiertam ente contra los intere­ E sta es la práctica y es la verdad: V o t a m o s ses de aquellos y se traducen en sus pecres POR D E F E R E N C IA S R E C IP R O C A S , PO R C O N D E S ­ flajelos; porque olvidan las exigencias im pe­ C E N D E N C I A S p o l í t i c a s ; después, cuando sali­ riosas que reclam a la realización de la obra mos á las antesalas, m uchas veces nos hemos transcedentalísim a que los obreros tienen que cum plir en el cam po sindical, porque olvidan arrepentido del voto.» Irigoyen se ha encargado, pues de confe­ que es requisito esencial para una acción enér­ sar el criterio em inentem ente burgués con que g ica y revolucionaria, la unidad obrera y el nuestros representantes, rigen los intereses más poderoso sentim iento de solidaridad; porque sagrados de la clase productora. todo esto- lo sacrifican á sus disputas abstrac­ L o felicitam os por su franqueza y más que tas y sobre fórm ulas convencionales totalm en­ te divorciad as de la filosofía práctica, de la to d o p or su ingenuidad. filosofía de la acción. U n d ign o pendant de lo que antecede es lo L o s obreros de un grem io para poder em ­ sancionado por la Cám ara de representantes.... peñarse con éxito en la lucha, para poder ir del capitalism o. En efecto, se ha sancionado la dando m aycres contornos é intensidad á esta, siguien te enorm idad: los dependientes idó­ necesitan la concentración de sus fuerzas, de­ neos de farm acia que sean propietarios, es d e ­ term inada por la igualdad de condición, de ín­ cir, capitalistas pueden in gresar sin más trá­ teres, de propósitos, y consolidada por el mite á la U niversidad para segu ir los cursos m ás fuerte vínculo de solidaridad y sim patía. Y precisam ente, las desm enbraciones no so­ de farmacias. L a distinción establecida entre los depenlo conspiran contra la unidad proletaria, sino pendientes no propietarios y los propietarios no que también separan á los trabajadores por puede ser más odiosa y confirm a á las mil rencores, por odios, m uchas veces irreconci­ m aravillas lo afiirm ado por el sindicalism o: liables. que el parlam ento ha sido creado y será siem­ E sta es la obra delecterea y m ala que los obreros deben contrarrestar en toda form a si p r e destinado para defender los intereses de una sola clase: la clase rica parasitaria. C o n ­ quieren propender a que sus organizaciones adquieran superiores grad os d e solidez y se siderarlo como un futuro órgan o de defensa de los intereses de los explotados es forjarse una habiliten com o órganos de com bate y de em an­ ilusión que los hechos, com o el que expone mos, cipación. L a esperiencia bien nos dem uestra com o las se encargan de desm entir, y es oscurecer, al sociedades pertenecientes á un m ismo grem io m ismo tiem po en la conciencia proletaria el llevan por lo general una vida raquítica, siem ­ verdadero papel que desem peña en el presen­ pre lim iiadrs al peqneño núcleo de sectarios. te régim en económ ico, el parlam ento. E s que á su desarrollo se opone la incónciencia de la m ayoría, y tam bién (quizás principalm ente) la propaganda de descrédito que recíprocam ente se hacen. E sta es la me­ Circunscripción 8 .*— E n el local de este jor com probación del criterio extraviado que centro, Constitución 3 5 8 1 , se realizan discusio­ informa á los aludidos sectarios. nes familiares todos los lúnes. E l tercer anir Y en consideraciones análogas apoyam os la versario de su fundación será conm em orado necesidad im prescindible que existe de que con una im portante conferencia y función que los grem ios afines procedan á confederarse. tendrá lu gar el 23 de Septiem bre próxim o en D eb e tenerse en cuenta de qne en el cam ­ po de la producción se encuentran intim am en­ el local de la sociedad T ipográfica Bonaeren­ se. Las reuniones de com isión se efectúan to­ te vinculadós; de que el trabajo ó la tarea de uno de estos grem ios está encadenado al tra­ dos los m ártes, y las asam bleas ordinarias de adherentes el mismo día de la segunda sem a­ bajo de otro; de que la paralización de uno na de cada mes. de ellos, determ ina, m uchas veces, la parali­ Circunscripción 18.a— E ste centro ha cedi­ zación de los otros; de que por consiguiente, do su local á la A sociación O brera de S o c o ­ al organ izarse para hacer valer sus derechos rros M útuos para la realización de conferen­ de productores, no pueden ni deben hacerlo, cias. S e han designado dos com pañeros para prescind ien d o los unos de los otros, ó mante­ atender y acom pañar á los ciudadanos que nién dose en una relación de absoluto aisla­ deseen nacionalizarse. L o s viérnes se llevan á m iento ó desinteligencia. Conferencia Z a cc a g n in i Notas P arlam entarias Informativas cabo conferencias de propagan d a. L a B ib lio­ teca está abierta al público todas las noches de 8 á 10 p. m. , A zu l. — E l C en tro S ocialista realizó asamDiea ordinaria el 6 de A g o sto y resolvió. P r o s e g u ir en lo s tra b a jo s s o b re la c o n s titu ­ c ió n y fu n c io n a m ie n to d e l s u b -c o m ité ro p re s o s fo rm a d o p o r u n d e le g a d o d e ca a so c ie d a d g re m ia l y u n o d e l C e n tro S o c ia ista , R ein tegrar el com ité adm inistrativo con e el com p. A . Jaurena; R ealizar el voto general. S e apoyó la lista propuesta por «F.1 O brero», para rein tegrar e C . E. del partido, dándole el carácter quen° se quiso darle: desaprobación del m étodo e C. E. durante el estado de sitio. H e aquí la lista: G abriela Coni, A . S. Lorenzo, L. Bernard, E. Piot, A . C evasco, L. Lotito, A . Zaccagn in i, E. T roise, J. R icciu tli, J. Cuom o, L . R oselli, T o rtorelli. — Se prepara una velada para el mes de S e p ­ tiem bre. ( S e ha pedido el envió del com p. F . Cuneo para el mes de Septiem bre. — La sociedad de resistencia de panaderos ha realizado una asam blea extraordinaria con el objeto de discutir la orden del día del tercer C o n greso de la Unión G . de T rab ajad ores. S ob re el P royecto de L e y N acional del 'Irabajo; se pronunció por su rechazo absoluto, y com batirlo. Se pronunció por la h uelga gen e­ ral com o arma de lucha proletaria. S e ad­ hirió á la realización de un pacto de so ­ lidaridad entre la Unión G . de Trab ajad ores y la F ederación O b rera. Por la fundación de escuelas obreras y cooperativas de consum o y producción obreras. P or la form ación de un órg an o de defensa para la protección d e los obreros perseguidos. P or m edidas contra los obreros traidores, etc., etc. S e nom bró d elegad o al com p. L u is Bernard. — L o s albañiles están en plena actividad. — S e agita la idea de em peñar una cam paña para con segu ir las ocho horas. — E l dom in go 30 de ju lio dió una conferencia el com p. B. Bosio sobre: L a s enfetm edades y la clase obrera. — E l d om ingo 13 del corriente el com p. Tancreni hablará sobre: L a utopia en e l desenvol­ vimiento de las sociedades. A los suscriptores de la Boca—S e les advierte que ha sido d esign ad o com o nuestro a gen te el com p. V tn tu iin i G a iib ald i, S a r ­ miento 782, quien en lo sucesivo está encar­ g a d o de la venta del periódico en esa lo ca ­ lidad. Cortadores de ca lza d o — E sta sociedad g r e ­ mial dará mañana Sáb ado 12 de A g o sto una interesante función y con feren .ia, en el salón L ’A rtc, á beneficio de la caja social. H ará uso de la palabra el com p. J. J. O li­ vero. E ntrada para hombres: un peso; asiento: 20 centavos. Confederación de empleados de tranvías— H a qu ed ado definitivam ente constituida la a so­ ciación de los obreros de este g ie m io , cu ya característica apatía, ha sido hasta ahora d ign a de la m ás severa y justificada crítica. Próxim am en te tendrá lu gar su prim era asam ­ blea. A las organizaciones gremiales y centros socialistas L a red acción d e L a A c c ió n S o c i a l i s t a a grad ecería á las com ision es adm inistrativa» d e estas a gru p a cion es la rem isión d e informes de sus asam bleas y dem ás actos sociales á fin d e d arles p u b licid ad en sus colum nas. estan d o, de resu ltas de ese m ovim iento, com­ pletam en te p aralizad a d icha industria. Francia -Q u in ie n to s ob re ro s de S aulues que hicieron causa com ún con los huelguistas de L o n g w y , atacaron con re v ó lve rs á la gen d ar­ m ería, vién d ose o b lig a d a ésta á dar varias c a rga s a yu d ad a por fuerzas d e caballería. T r e s gen d arm es q u ed aron heridos. Estados U n id o s— S e ha in iciado una cam ­ paña para p ro vo ca r una h u e lg a ge n e ral d e los m ineros d e P en silvan ia. L o s prom otores del m ovim iento asegu ran q u e la h u elg a estallará antes del in vierno p róxim o. E spaña — L a m iseria en A n d a lu cía está to­ m ando p roporcion es d escon ocid a s hasta hoy día. En A rc o s y San L ú ca r, la m iseria es tan gran de, qu e los cam pesin os y ob reros asaltan en los cam inos los co n v o y es d e pan. B IB L IO G R A F IA H em os recib id o las sigu ien tes publicaciones: P ro g re so d e la B oca, E l F e rro c a iril, D e­ m ocracia C ristian a, E l R o jo (R o sa rio ), E l O b re ro (A z u l), E l R e p ó rter d el P u erto , E l T r a b a jo (Junin). N o ta s a d m in is tr a tiv a s Q u ed an d esign ad o s com o a g e n te s d e nues­ tro p eriódico, los com pañeros: F. G ian frin i..................B ahia B lanca B. B o sio ......................... A z u l E. I b a ñ e z ......................S . d el E ste ro y la Banda. L o s su b scrip to res d el in terior d e esa loca­ lidades deberán en ten derse para tod o lo que concierna á la adm inistración d el perió dico, con los ciudadan os a gen tes en los pun tos en qu e residan. — S e han recib id o las don acion es siguien tes: C írcu lo A v a n ti, C ap ital, $ 20; com pañ ero C o n síglie ri, 1; varios,' 0.60. T o ta l: $ 2 1.60 . Correo— B. Bosio, A z u l. . R e cib id o s $ 3. E . Ibañ ez, S . d el E stero. id » 2.50 J. B. S ola ri, B arad ero . . id *3 A z u l— A cu sa m o s recib o d e $ 5.50 rem iti­ dos por B. B osio. — L a adm inistración hace saber á los com ­ pañeros, que el p erió d ico ha sido d ad o á co­ m isión para su ven ta en tod os los k io sco s de la C ap ital, d on de p u ed e a d q u irirse al precio de d iez centavos el ejem plar. AVISOS Im prenta y Encuadernación de LOTITO y BARBERIS HUELG AS 417 - R E C O N Q U IS T A - 417 Ebanistas de La Plata — Continúa co a en­ tusiasm o la resistencia de estos valientes obre­ ros, con gran d es perspectivas de resultar com ­ pletam ente victoiiosa. L a policía ha intervenido com o de costum ­ bre, en una form a parcialísim a á favor de los intereses capitalistas. N um erosos obreros han sido detenidos é in­ tim ados brutalm ente con el objeto de hacerlos v o lver al trabajo en condiciones im puestas por el m ismo jefe de policía. T a l procedim iento ha surtido un efecto con­ trario al que esperaba el m agistrad o bu rgu és. L a actitud de los obreros se ha íe te m p ’ ido en energía, y se hallan resuellos á no v o lver á la labor, sinó después de un com pleto triunfo. Casa especial para impresiones de todo género MOVIMIENTO OBRERO INTERNACIONAL de la fra c c ió rj Revolucionaria "LA VA N G U A RD IA " D iario socialista APARECE EL I DE SEPTIEMBRE S u s c r ip c ió n 1 $ Avanguardia Socialista ORGANO d ir ig id o Rusia — E l m ovim iento obrero d e R usia asu­ me cada día un carácter más y más violento: francam ente revolucionario. H e aquí los últimos informes recibidos: El gefe de policía de la ciudad de Vib o rg ha fallecido á causa de las heridas que recibió en el atentado de que fué objeto. «le** Los bancos de San P etersb u rgo han cerrado el crédito en vista de las am enazas de h uelga que circulan en el grem io de ferrovia­ rios, y de que los cam pesinos se niegan á le­ vantar la cosecha de los gran des propietarios territoriales. * * * L o s obreros fundidores realizaron en S osnow ice una m anifestación tam ultuaria, lle­ vando banderas íojas. E ste grem io im pidió el trabajo á los m ine­ ros, que no quisieron adherirse á la huelga. Ha ocurrido un serio choque entre obreros y soldados en el pueblo de S etovoresk, á un paso de San Petersburgo. L a tropa fué apedreada, resultando m uchos heridos de una parle y otra. Los agitad ores de K u tais lanzaron bom ­ bas contra las tropas durante una m anifesta­ ción popular. .j.** Se han declarado en huelga 9000 o b re­ ros em pleados de los establecim ientos meta lúrgicos. **(. Com unican de Costroina que 100,000 obreros de los m olinos se hallan en huelga, m en sual Es deber de todo socialista cons­ ciente el contribuir con su suscrip­ ción al sostenim iento del órgano ofi­ cial del partido. A. LAERICLA 1 MILAN po r MCCCH1 y¡a Uqo Foscolo 5 L A I Revista N T E RSocialista NACIONAL JÑparece m ensualm enfe Redacción: A zcuenaga 9 8 1 Admistraoión: Cuyo 193Í SUSCRIPCIÓN TRIMESTRAL 50 CENTAVtó , LA LEY DEL THARAJO i olleto conteniendo los juicios < ha merecido de los socialistas el i yecto del ex Ministro (Jonzalez. Aparecerá en breve Por pedidos dirigirse al CeutroSv* lista del Azul. U MOVIKIIHTO REVOLUCIONARIO EN RESE Por A . S. L O R E N Z O Precio 10 centavos. Kl beneficio s ; f s d a, edita Ir if l * |a Vünta c 'o m , , ¡ t i hOCUll,sU ,lel A “ l. l« e Buenos Aires Agosto ‘21 de 1905 Afio I N°4 La Acción Socialista P eriódico ^ S in d ic a lis ta R e v o lu c io n a rio Aparece el 11 y 21 de cada m es k- tercer Congreso de la Unión General de trabajadores El sábado doce á las 8 p. m. hallándose presentes un buen número de delegados, el tercer Congreso de la U. G. de Trabajadores, inaugura sus sesiones'en presencia de un nu­ meroso público obrero. Como es de práctica y de acuerdo con el Estatuto se constituye la comisión á fin de proceder á la revisión de los poderes, la cual después de un cuarto intermedio se expide manifestando que se encuentran en forma las credenciales correspondientes á 65 sociedades; propone el rechazo de dos representaciones por no estar al corriente con la caja central las sociedades respectivas; é indica que que­ da sin delegado la asociación Oficios Varios de Posadas en virtud de que el designado, compañero Tortorelli, representa á otra socie­ dad. La nómina total de las organizaciones con representantes en el Congreso es la siguien­ te: . Capital— Alpargateras, herradores, tintore­ ros, confiteros, picapedreros, obreros en gene­ ral, metalúrgicos, zapateros, constructores de carros, unión gremial femenina, escoberos, pintóres, fraguadores, yuguiyeros, escultores, tor­ neros, obreros de las usinas de gas, electri­ cistas, cepilleros y pinceleros, lustradores de calzado, colchoneros, chocolateros, tundidores tipográfos, empajadores, curtidores, faenadoren, hojalateros, fotógrafos, liga textil, herreros de obra, vidrieros, horneros, carameleros, ebanis­ tas. Interior— Santiago del Estero: panaderos, zapateros— San Pedro: Unión G. Femenina, C. C. de Trabajadores, Albañiles— 25 de Ma­ yo: Centro C. de Trabajadores— San Nicolás: Curtidores y talabarteros, metalúrgicos— Per­ gamino: Panaderos, carpinteros y herreros, pintores— Ayacucho: Centro O brero— A vella­ neda: fósforeros— Tres Arroyos: Panaderos, horneros, metalúrgicos; carpinteros— Baradero: Centro C. de Trabajadores— Bahia Blanca: Pa­ naderos, albañiles— Rojas: Panaderos— Junin: L iga O. de Resistencia, herreros— Mendoza: constructores de carros— Concordia: obreros del puerto, panaderos, albañiles— Posadas: Ofi­ cios varios— Mercedes: Unión O brera— La Pla­ ta: conductores de carruajes, constructores de carros— Azul: panaderos— Mercedes de San Luis: U. G. de Trabajadores— San Isidro: U. G, de T .— G. Villegas: C. de Trabajadores— San Juan: Panaderos. ¡| Luego, el miembro de la Junta Ejecutiva* compañero Pintos, pronuncia el discurso de apertura y saluda á los congresales, deseando á estos serenidad y acierto en sus deliberacio­ nes. Se procede á la designación de la mesa, acordándose que el presidente será nombrado en cada sesión; no asf los secretarios que co­ rresponderán á todas las sesiones del Congreso. Queda oonstituida la mesa con los compa­ ñeros: Cuneo, para presidente, Oddone y J. Ricciutti como secretarios. Se discute el reglamento á que deberán ajustarse las deliberaciones del Congreso. Para los asuntos de mayor interés, se acuer­ da que la votación deberá producirse por el número de adherentes que represente cada de­ legado. A fin de facilitar la discusión de la exten­ sa orden del día, se nombra una comisión compuesta por los compañeros López, Bernard y Rosaenz. Dicha comisión, en cumplimiento de su cometido, engloba las proposiciones so­ bre asuntos semejantes, dando preferencia á los que por su Indole reclamarán una mayor atención del Congreso. En tal sentido queda modificada la orden del dfa en la forma siguiente: Acción obrera: Huelga general, Solidaridad, Defensa obrera.— Acción política: Reivindica­ ciones, Jornada de Trabajo de la mujer y el niño, Higiene de los sitios de trabajo, Descan­ so dominical.— Instituciones obreras: Coopera­ tivas, Cámara de Trabajo, Empresas de pro­ ducción.— Relación de clase: Legislación so­ cial, Arbitraje obligatorio ó legal, L ey nacio­ nal del trabajo.— Unión General de Trabaja­ dores: Reforma del estatuto, Prensa obrera.— varios. El Secretario General, compañero E. Piot, dá lectura al informe de la Junta Ejecutiva, que contiene una minuciosa y prolija relación de la obra realizada por la Unión desde el Congreso anterior. Aprobado el mismo, se acuerda aplazar la lectura del balance para una de las sesiones posteriores, á pedido del secretario por no es­ tar aún preparado. Luego se pasa al examen y discusión de las proposiciones. Pacto de solidaridad Inicia la discusión el compañero Cutillo ma­ nifestando que: Mientras se discutan teorias la clase capitalista se vale de estas disputas y disenciones para explotar más y más á la cla­ se trabajadora. Tortorelli dijo que la diferencia de doctri­ nas llevaba á los apasionamientos y de ahí á los personalismos, y á los odios; que los so­ cialistas y anarquistas tienen el mismo ideal fin a l: la emancipacián económica; que ambos eran igualmente explotados y que por consi­ guiente la diferencia doctrinaria de ambas denominaciones no tenía porque distanciarlos en el campo de la acción. Ha habido más guerra entre los titulados so­ cialistas y anarquistas de este pais qne entre los burgueses y los asalariados, y esto era sen­ cillamente vergonzoso y debía acabar una vez por todas. Afirma que la Federación Obrera era una gran fuerza que no podía ser despreciada. Desde que se habló de un posible pacto de solidaridad entre socialistas y anarquistas se notó un interés y animación especial por esta cuestión en todas las sociedades gremiales. La única diferencia que existe entre ambos es que mientras unos luchan en el campo eco­ nómico y político, los otros solo lo hacen en el primero. Luego en ese terreno no tiene ra­ zón ninguna de ser la divergencia. Las cir­ cunstancias impusieron desgraciadamente la di­ visión de la clase trabajadora en dos gran­ des organismos, cuando siempre habían mar­ chado de común acuerdo. Cúneo dijo que el odio es debido esencial­ mente á la mala propaganda de periódicos que nosotros, los trabajadores, contribuimos á sostener para que venga luego un señor A ó B á desahogar sus odios y rencillas ya sea contra los anarquistas 6 los socialistas— y es­ to debe cesar en adelante, pues el periódico está para hacer propaganda elevada é infor­ mar á la clase trabajadora de todos aquellos asuntos que puedan interesarle. El delegado por los metalúrgicos, Aim am i dijo que no todos los adheridos á la Federa­ ción Obrera eran anarquistas, de igual mane­ ra que no todos los adheridos á la U. G. de T . eran socialistas. Montesano afirma que la clase trabajadora es una sola— y es necesario desarrollar un es­ píritu de tolerancia, del que aun carecen los trabajadores. Que la lucha de clases es una sola, y que hay que evolucionar en la táctica, pactándose la unión para determinadas circustancias y cuando los hechos la impongan. Cuando la F . O. decretó la huelga general, la U. G. de T . y el P. S. A . se adhirieron tam­ bién á ella y el resultado hubiera sido mucho más fructífero si hubiera habido un pacto pre­ viamente realizado entre estas instituciones obreras. La ley de residencia se aplica sin mirar si se trata de socialistas ó anarquistas. Luego hay que abandonar las diferencias que dividen y constituir un comité para que cuando el caso lo requiere obre en consecuen­ cia. Este comité vendría á representar así á toda clase trabajadora organizada de la repú­ blica. Rodríguez afirma que somos opuestos en el fin, en los medios y en la táctica á emplear. Lotito se pregunta ¿qué intereses opuestos puede haber entre socialistas y anarquistas?» y se contesta que ninguno absolutamente. A grega que la L ey Nacional del Trabajo es un verdadero código penal para los obreros y que el pacto se hace cada vez más indispen­ sable para combatirla eficazmente. Piot insiste en que la sola realización del pacto sería una amenaza para la burguesía. Bem aod dice que se ha encarado solamen­ te la cuestión bajo un aspecto doctrinario, no haciéndose mención de que se trata de cum­ plir y completar disposiciones contenidas en el articulo I de los estatutos de la Unión— Lo que se propone y se discute, es la realiza­ ción de un pacto de solidaridad, que vendría á fortificar la acción del proletariado contra su enemigo de clase y en este sentido la lógica y aun la doctrina socialista que sustentamos nos impone su aceptación. Las divisiones fundamentales que se preten­ den existen entre la Federación y la Unión, sobre apreciaciones de lucha son sencillamen­ te una mentira. • Las reglamentaciones de ambas institucio­ nes tienen al respecto una estrecha analogía, y en la práctica han adoptado constantemen­ te los mismos procedimientos. No es posible pretender guardar inmutable apreciaciones que podrían ser esactas hace dos años, hoy la burguesía cambiando de ac­ titud á nuestro respecto nos fuerza á adoptar correspondientemente reglas de con­ ducta, que tiendan á destruir sus malévolos propósitos. Estas no pueden ser otras más que las consentidas en el proyectado pacto de so­ lidaridad, que el buen sentido por una parte y los intereses generales de clase, del prole­ tariado, por otra imponen incontestablemente. López observa que un boycot tendría mu­ cho más probalidades de éxito el día que exis­ ta un pacto de solidaridad aceptado por am­ bas partes; y agrega que si se aplicara inde­ bidamente no había porque seguir solidari­ zándose; y que por otra parte, solo se san­ cionaría por el término de un año; hasta la realización del próximo congreso obrero. Votación-. Puesta á votación por adherentes la proposición N° 29, que es la que serefiere al pacto de solidaridad, dió el siguiente hermo­ so resultado: A su favor 5 6 3 1 votos En contra 488 « Se abstuvieron 420 « Ausentes 1120 « Total: 7659 — Luego se suscita una viva discusión con motivo del proyecto de reglamentación del Pacto de Solidaridad propuesto por el dele­ gado López, que fué vivamente impugnado por el compañero Bernard, el cual insiste en que se debía discutir desde un punto de vis­ ta doctrinario y que no se puede, sin caer en el ridiculo, tener la pretención de imponer á la F. O. A . una reglamentación que no se sa­ be si será ó no aceptada y que debe ser el resultado de un mutuo convenio entre ambas partes; agregando, entre otras consideraciones de orden general, que el pensamiento obrero no debía cristalizarse y que habiendo variado las circunstancias en que tiene lugar el movi­ miento obrero debía igualmente variar su ac­ ción. Por mayoría de delegados se votan dos de­ claraciones de los compañeros Oddone y Cú­ neo, cuyos textos dicen asi: El tercer Congreso de la U. G. de Trabaja­ dores considerando que las causas que tienen dis­ tanciados á los obreros socialistas de los obre­ ros anarquistas en el terreno de la lucha tie­ nen sus raíces en dos escuelas sociológicas distintas y por ende en las distintas maneras de concebir las causas que determinan el mo­ vimiento económico en la historia. Considerando que solo las necesidades im­ periosas del desarrollo industrial y proLetario y una mayor educación económica-pohtica in­ telectual, atenuarán haste suprimirlas las dife­ rencias de método de lucha. Declara: Que la solidaridad entre todos los obreros es no obstante un medio de eficacia indiscu­ tible para alcanzar sus aspiraciones y que la Unión aceptará un pacto con las demás orga­ nizaciones obreras siempre que no perjudique los principios de nuestro método de lucha. Oddone. El 3er. Congreso de la U. G. de T . decla­ ra: que solo la unión y la solidaridad entre todos los asalariados de todos los paises pue­ d e arrancar progresiva y paulatinamente á la clase capitalista las mejoras y ventajas que han de encaminarla á su completa emancipa­ ción política, económica y social. En conse­ cuencia, y lamentando las luchas intestinas que se manifiestan entre trabajadores de dife­ rentes tendencias políticas, (cuyas luchas solo favorecen al capitalismo imperante: Resuelve iniciar una enérgica acción por medio de la propaganda oral ó escrita con el propósito de desautorizar toda polémica ó controversia que se aparte de las reglas de un debate sereno é instructivo que tienda á exasperar más de lo que están las relaciones entre obreros. N o rehúsa pactar actos de solidaridad con otras instituciones obreras y podrá iniciarlas también si son necesarias siempre que así convenga á los intereses de la clase obrera.» Esta moción presentada por los electricistas es aprobada por m ayoría de votos. Sobre las bases á que habrá de ajustarse di cho pacto de solidaridad, se acuerda aceptar, por unanimidad de votos, la declaración for­ mulada por los m etalúrgicos concebida en los siguientes términos: «Resuelve aceptar y proponer á la conside­ ración de todas las organizaciones obreras del pais, que no militan en la Unión, la realiza­ ción de un Pacto de Solidaridad, tendiente á unificar la fuerza y acción de la clase obrera organizada en las siguientes circunstancias: 1" Para oponerse tenazmente A la aplica­ ción de cualquier proyecto d e L e y Nacional «leí Trabajo que en sus dis|x>siciones contu­ viera como el proyecto G onzález, medidas res­ trictivas al desenvolvim iento y desarrollo de los organizaciones obreras. 2o Cuando manifiestamente S'5 decretara el «Estado de Sitio» con el propósito de ahogar probables ó efectivos movimiento'» de la clase trabajadora; y 5o Para combatir hasta su completa deroga­ ción, á la odiosa y draconiana L ey de Extratrañamiento de extranjeros, valiéndonos para ello de una asidua propaganda, y de una ac­ ción seria y meditada, realizada en el interior y exterior de la república. Para llevar á buen término la realización de las campañas mencionadas, la Unión G e­ neral de Trabajadores reconocerá y propagará las conclusiones á las que el 3.0 Congreso de la misma haya arribado, respecto á los méto­ dos de acción y combatividad á adoptarse contra las medidas y leyes coercitivas creadas por el Estado, contra la organización proleta­ ria y su obra revolucionaria.» Huelga general Piofñ (albañiles- de Bahia Blanca) afirma qtie en caso de ingresar el gremio de barrende­ ros ó sea de empleados de la limpieza pú­ blica en un movimiento de huelga general, dadas las condiciones especiales de las ciuda­ des modernas, puede constituir una verdade­ ra arma ofensiva. Objeta que siendo muy reducido el nú­ mero de obreros organizados en la A rgen­ tina (30.000 solamente, ó sea algo más del 5 0/° sobre el total de obreros) él cree que 66 iría á un fracaso seguro. No hay que olvidar que se había resuelto en Italia, por decisión de los congresos obre­ ros, que una huelga general no debía durar más de cuatro (4) días. D ice que en Alemania el 45 , 1o de los obre­ ros se hallan organizados (1) y sin em barga no se habla de huelga general, como se p«K tende entre nosotros; que laclase trabajadora1 no se halla organizada y que eso constituyeel más sério oDstáculo para llevar á feliz ter-' mino un movimiento tan trascedental— Es errta locura pretender equiparar la República A r­ gentina con Alemania ó Bélgica. El delegado de los Ebanistas objeta que UÓ clase trabajadora padece hambre 365 días de4> año, y que por consiguiente el argumento d£f que la huelga general perjudica sus intereses materiales era en extremo pueril.— ¿Que es lo que tiene que perder la clase trabajadora? Nada— En Lóndres hubo un movimiento de huelga general que duró 7 meses y aquí so-: lamente en Buenos A iresla huelga general de 1902 arrastró á cerca de i 100,000 obréros. 1 Piot dice que para que la huelga genertsl se perfeccione es necesario practicarla. T.C°n‘ sidera á la huelga general como exterioriza*-' zación de una protesta— y que laclase traba­ jadora para aprender debe hacerlo en carn e! propia. Cebeso objeta que se ha dicho que solo el 3 por ciento de la d ase trabajadora se ha«i lia agremiada y que eso era falso; que de­ bíamos dejarnos de manifestaciones platónicas y hacer algo práctico; y eso era la huelga ? general cuando las circunstancias lá impu-i siesen. Lotito observa que el argumento de los que afirman que el trabajador se perjudica en sus intereses materiales es viejo y trivial porque la clase trabajadora se halla siempre e x ­ hausta. iHay que tener en cuenta que el fracaso de-' la huelga general de 1902 se debe á que no>. fué preparada de antemono con la debida propaganda. Es muy natural que la clase tra­ bajadora no se adhiera incondicionalmente i>! la huelga general, cuando en los mismos con­ gresos, los*delegados,:los más conscientes sé, declaran adversarios de ella. Los enemigos de la huelga general, ya que la rechazan deberían proponer el medio de sustituirla; no es posible esperar nada del par­ lamentarismo, pues fuera de su poca eficacia l nos encontramos en un país cosmopolita don»' de las autoridades obstaculizan de todas [ma­ neras la adquisición de la carta d e ciuda­ danía. Montesano afirma que no ha sido la huel­ ga general la que ha provocado la sanción de la L ey de Residencia, ni de la L ey de T rabajo.» -L a clase capitalista había puesto en práctica todos los medios imaginables para contener los avances del proletariado. ¿Y no debíamos hacer otro [tanto nosotros?— observa que no se declarará la huelga general en cual­ quier tiempo y por cualquier motivo. Se ha­ rá en los momentos en que se pueda perjudi­ car los intereses materiales de la clase capita­ lista; en tiempo de la cosecha, por ejem plo— S e lia dicho que solo la minoría de U clase tra­ bajadora se halla organizada. Es cierto, pero así como un pequeño grupo de [propagandis­ tas empezó á agitar al proletariado, hista con­ seguir los resultados que hoy palpamos, de igual manera hay que empezar A propagar y [ 1] Hato tinto (tu tu inuoho tic *or tu P tiirrftM n «1* 1h r a d ic a d W «Uta w iIiiiiiim <|tit* MiiiiuuMttú b i\v l m ilU in «lo obrvnoa orxoH li«<ltw i'ii A lon m m 'u , «tontlo la* oIim-Hoiio-* «U rn»n, alit omtwirgív, y m illo im » 1I 0 voto* nin'IuIíhUím. N . do lt« _ LA ACCION SO C IALISTA REDACCION Y ADMINISTRACION! C o ch n bK m b * 3401 k. - w m Precio dejmu^jUpe IA* J . 1*011 A lio .. » SKMS.sTKK......................... » T K 1MK8 1 KK........................ .......... » Nl’MKItOSl’KI-TO................. practicar la huelga general, si se quiere conve rtir á -etr-tm arm a-tem ible de luchar O tro tanto acontece con la acción política. Los votos a u m e ^ ^ p t. te pm paganda y otro tanto r e s u l y í co¿ Ja ¡huelga general. Lo huelga, áVe#(ejéó»h adef *npít«l,'-éis «th arma que se perfecciona más y nras. A sí co­ mo este al concentrarse aumenta en poder, aquella se intensificará £ medida qqe vaya stehclo ihayOr 'él número de lÓk óHrérós que sfe' ádníéVaJÍ A1 ellK. '' u'Ó evaicdA'fíi 1V1» que él tema ‘ que se está dScüR'éniTO no ^s'hád? nüpvo y qué ha sido ¡fcé^Vctó' cVi Vdditó los cÓngresÓs, pétó ton cierta timidez. ; . 1 1 Ueétái'á qué SOrt éném i¿bk dp la hdel¿'á Teñera! tóaos aqiíétlcjs que fio deseaft'áp'iVéyé/ dWécjáménté , com o " adversarlos de eiiáJén8p,oneh ti'ab'hfe á Su réálizaéión.— E l dóVffo e á á ’ cu^’éTtá está eri confia de ella’.— E fí tófirgSoit'ácibfife ítáV siéip^Ve qn 1 nlihbrK*1Hiá^ cbnstiénte; qüe refleja lo s verdaderM H ? f t I f f ’thaéoi'fá, lós é'ualeá tienen el deber imperioSd ld,e Kóriéhtái1' á la ' masa; pero si surge entre ellos divefg'HUJttiS, f estas sprftó dfMftleft paraI la evolución del movimient9 |,qbf«íi(}. ■ M.Pfc\»lt#{&liimftherál que i«n época de.eleccio-, nft& w iq n tf^ i waos ,,vani decid ¿ d i e n t e 4 .echar, SRl boietal á ,|a urna, qferosse estusan ,-dictando, qup, |el,^rimsÉo p s 'm u y dudosp:. así tam bién acontece con la huelga gen eru L u »0 S , Sftndeci-, dea perohribáruse,¿pella,.h y objgs gp.^bstienfln^dAh8terh>,-r,Y,difícilm ente,, á e, cqusjgufl, rtejjiaalrda. Kakimente», agregó, ¡que.eu, vea ,Ú6 \ ¡Byefltpr j^iftof; sa finyéctaba o p io 'á la, .claspi trabajadora. • (.»,-u.ñ m i ■ 1 o)&H!iWdi d íte quo.ilfk huelga,genpral,., no/.es asiprpcjedimíentD uauego en la, lucha,-q.ue líbr#, lajssi*e jtratejadora aJu5«tprt«hsnto- up ;,n Im pugnada en un prirttipip por Jos .,$pciarn li#taS' baf sido1 pjoj; (último aceptada y resuelta :flpng|cpsps, casi pui;,, .unanimidad. , -Malí gaa^o -Jas, «rtsrpretacionps, d iíe f eflteg dada&por,, a<sét1lAiÁcófiTty (S¿CiaAíst«j| hqy¡:, está , imiverpahi n»e*ít,ví«S)nq«ida-flomQ artpa d e singUÍar efi-n c a w y in é n « » . específicam ente ctbT<ua.,; rN q9 cabe 4 iloS(,«»ogresoft determ inar el,,grad o , dm efiwda->tjue,¡elíá pueda,,4f¡a^r; ésta dep^nd^ién, absoluto de Ui.eapactdad*.energía y>. Prfiy,fi>ión dULproletatíade, que- la e je rc ita .,, A lg u n o s ;la d a^ id u rao ,q o i» o i,,atmple : actq fie , .protesta^, oth ot)jn ttíg^ K á|« trib u itle e l,, p q d er.dp detf>i. meottMial c*pjtaji$mpi y p.tfos, aú^i m ás ^ p lu s¿ti#iaa'j6>ja.lti,aHe|ñanf<ionio el remate ,cr(ítipo de-tanrevfilrtfiiÓiioS0l^aU! -1, ufA<mhijMlemr!la,buelaa({ffnei»lr,tiepuT Ia5 . l tós p rep iap a d ef., rttsarl» ,el pr^JetHíiado puedqt eittefm ítaaj gg \esníon^thacia^.el ,capitalísm oeAr[ presan^d*U deaag^adahpqr.yipa a g ie s e n . dp d#te,,, B4ie<ieí«Prt ellaMtpmbjéa dapar, ,fi,su *pem igo y.fp ad itá,también.-en $1 límitaodgl/iP^Rcccc«síh«ew}ÍMC¡QUiMÍO servirse ,de pUa [Para , se-, Uad,;ía djaw!Qt« finql de !»• burguesía. £ erp so^ brfrnestae, cuglidadf s d e i Ja huelga general pri.-, man aún otras que á ninguno de los d^legg; dto seles lia, pcu irido m encionar y, es la del valocrtnwalKqufei tdlg con tien e. Efectiyamegte^na-^ dalhayrr^ue paiten tice, de una manqrg más^nítVfi d aciá '^ íiáten cia , d e Jos, ■ antagonism os Cfigl unh ehocuesicia r e a l. q y e ftg tendría gn.tnP'v doi(plgunfl lid io, >»i la brillante , ffiasep|ogÍ4v, de los propagandistas, cpmo este acto cplgcj,. trog d e : «d^se; que .3^, llam a la, fyuqlg# general. ^iPen©) in sia d v e s55**0* W c-om peñan rad¡ca|7, nstnte.i^n ides$gi*rar|a, .de.mna, m an ^ a intrap-.. nonde en gran parte la re sp o n sa b ilid a d de te hecho al poder e j e d ^ o , quien sin cono, n á los obreros | cer las ''* * * & au e ¡nd se ocupa de comdeclarar: r sus m otivos, po^ batir á ■ a '^ ín amen cito al servicio de iflLníendo productores y ca­ — Tos contratT? este propósito cree, asimismo, a e utilidad la i,alistas y defendiendo el egoísm o y la m exRealización de una activísim a propaganda ten ítación, realizada por aquellos, sin ningún nehcio para la sociedad, Q ue m ientras por un lado el parlam en­ cuando el Estado trata de desorganizar las nización. to burgués ae d esvela fom entando la inm igra­ asociaciones obrerás. ' " 'H l M .■ O h l í V v b t w k p<JL r»í>Rlimdad. ción de.Jus. p r o ílu c to re s-a g r íc o la s ¿ - in d u s t m , - -Cuneo cree q u e la huelga general ea la Sobre accidentes del trabajo les, con sus correspondientes capitales, para obra final de la lucha entre el capital y Pioppf indica la necesidad de que el estado el engrandecim iento del p»»»s por otro, el poe lt .a b a m ., , \ d ictc ltív es ^ « p o ta b iliz a n d o á loe p atfoi)***» ^ ■a c u t i v c ^ d ^ l » ) ^ ^ ' ' ^ prestando sus 1 « t § ( ^ ) ^ i a l u f l i c y a l de contratis­ tas y süs protectores los geren tes de em pre­ af Fefpfbto sí^hSn saWcffiWado neral. sas cuya obra acarrea tantos males necesjdad indispensable Aa de haror hacer una contiE s aceptable pero es un arma de dosHIrtT. P or estas consideraciones: ( nua agitación sobre el asunto. S e pqnert á votación las ctos njiociones si­ '3W Cóégfési) dé )d U. G. a é T . desi.lvlíMAflM,sostiene que lpe accidentes del tra­ r . pfótésta^ . .1. eriéi-gitátóétíYe ,n ji^i* có -óhtrá la’iht guientes: ’ ' i ' 1 i1 ' bajo son producidos por la criminal, desidia y MiéS'tfé títrá ja irttról E l jé r . C o ngreso dé la Ü . C«.' d'¿ T rab aja­ egoísm o ,¿e, los patrones, y que iconaider» inom?!>10n cíe ia '^ o ím ía ' y ' él ejénHfó e i i ’ lá j dores declara qué la h u elga general si por 1 ^ 1 ^ ; , ! , ■■»,»•», fioioso pedir al Estado,, ipstiiución eminente­ ella se éntiéride el abdndbng cortsciehíé'Q est m ente, ¡de, qlase, leyes,que defienda»mA Jo» tra­ Resuelve: 1 pontánéo jdél trabajo pjjr |>árté dé los ^ r é bajadores por ¡quanto. dem ás qe sabe los reBub ' ABónsé/áf á 1'toéfós ldS' óbréi-o^ ’de lóH' diferos de uhá localidá i aeterm'ibajd'á, acto ’ «jiié tados. obtenidos en ,otros» paísesreh t^ í g'feifilÓS qllé tPabafart’ ^ l1Yri^rido d é ’cbnt traiga jpor consecuencia _ la paraiizajci^n",1 dé , , 7ivV<vtffó' ojírnia que por m edio de, la a«' tóitísl'Js ’f fetóWéSaVidk, Ú ’ qhe áttóeiV M tóéfl aquellas industrias indispensable^ para Tá' /vi­ ció» direeta ha ,de ser cpm o los trabajadores zá$ ’actfv’eAMta ’p fópágárid á pátó ’HeíilÓStfai' da económica tjé dicha localidad p n é d é ’sér en conseguináil, las m edidas.necesarias para evitar ó b f ’ffíédi'o'de H t i t e í V boyéótó °á Tai ''Báj^l deternynadas clrcjunstáVici^p ^é lugar y 'd e dichos accidentes. ' , ,, ! hj tálikfck’lá función í ^ t i l páráütafjfi' d é ’ ' ’ éi? tiempo uií‘ medio éhcaz ' phrá éxte río fizar1 la . R ofrigU á* s^ tiq n e que, »o. solo p o r .lá ab­ tó’á"lh’<éfniétfíaf?os'y- n ó’‘te ja r eft’ e itó s’ ptó'jióí protest^ de la clase trabajadora resudantes de ejón , directa, sino,.tam bién,por la Jugha soste­ sitéis', haSÍh c/Btenér qÓé cadá greWll6J SffeaWlj algunas m ed id as'co ercitivas púésVás en Prácti­ nida p o r Jos trabajaótwíes en p! cam po pollticol zadb^'éÓh/rafe el trabajó' párá'^ il& 'A soW ádd ^ ca por’ la clase gobernante con 'él "objélp de sq .obtendrán dichas .mejoras d e 4 , higieise y 'se­ d ire ctam e n te 'có d ' loá,lcaphafi5tás '■ ’ ‘i obstaculizar é l 1 desarrollo del tóoVlAiíléhtQ'obreguridad, y al respecto rita la legislación exisj ■'■ ,J " r: !' / Htyeü— fíém 'r d . h ro. Oáone. ten feten España y otras nacione» europeafi. ' A ten tad a' pbV1 trriáfifthidild.' : m *)»,»! »» ^ El 3er. C ongreso de la U. p . de Trabaja­ FíVíW sosiien e la. necesidad de que el 3er. dores considérándo: que siéltdó la huelga ge^ r e r p s no ^ c i a d o s , . , \" Congreso de la, U \ ;G. de T - afirme ,qu{¡ k>i rteral n o;sold un medio de lucha que más efi­ 3 J C p nS reo°^ . 1 r * c'f v r obreros deben luchar para que^^l Estado d ic­ D eclara: ^ cazm ente puede la clase obrera defender y finalte u n a ,¡e y al respecto, y,,cree q u e ¿i qompar nvenée (reivindicar sns 'deréeftos éocialeé y iqub ñeno,¡ C o r e o está en corU^pdu-jón al firmar la 1-s a lg iin o i áí-) fin del nq deberá, om itir esíuerzo ett'eiMtíqulér concepto que t e 'l e m ire'Ó se le o rd e n ; del día B e rn a rd ,,por, cua^tq éj^necienr jOZgné es el> ttVeibr instrum ento c o n ' el cual S í te candidato» dpj Partido, Socialista. .A rgentin p aqiiíell¿ pn'ede! detrirhentanáil eajxitalifeiboMy dei,JPS. ppr laJ/fiipqunsqt*pción,)ia,»)dehía; ir al parla­ ílíndet- 1aS"posldone» qxif-hg' liegadoii ifc>oladm ento, qon ,el uv»ndato,de los , lijaba jadores d r n 'RWW%V )°.l, quíriy eft' la fechm Birtoi'tanfbiióH’ tinaili esbtielh lando, sin embareOj a Tas’ m ismas ia, libertad pedjr leyes al rqspeqto y¡ reconOcíeudouen tóx J, -je) - i riv >n - ; 1vTtja ,>0• n dé^edueáteitity m oral'1para los obreroh qüe-cbn-l i * a, 9? .P '? G } ^ u^ ?.s 'm orf/e^ y , f i a r a , pa-, dad»! aflqión-poldjca parlam entaría d e los tratH báyendb,,á sdairles la' boneiencia y , energía! ra, .impediijá to q o l()tra y ce la traaaón d^ Jos bftiadoros. 1I0 , ,, ,, , - ,¡, revóllfciDfthria «que les será- necesaria plarilire-i r^ír^efanop! í la Erganizaciéin y T a ’ solidaridad^ , AUnfafaik*1 d e sp u é s d«¡ re b a tir-á los q u e co«<-> sólVUrfla ilucha d e cla se s'e n 'su. entero Leneén p erju icip ' d"e ios intereses g e n e rá íe s , de ja b a te n la acció n d ire c ta p r p p o n e la >for»mafiióhL fldOi'iReSlíelve: A ceptar >Ur huelga getteraf coi cí m traf e a d o r a ; ¿ ^ ^ a ^ d?, c a ja s d o ifo n o r ro a y, au x ilio s c o m o , e n „ lo s 's in m edio1 lesjiedíficq de lucha proletaria ip o r Sociedades de rompe huelgas >, ¡ cüpatps,. in g le s a s y ‘d e o tra s ,¡n a c io n a lid a d e s ;! , süvefitaéiá' moral 'y ‘m aterial estableciendo-quei .«AoonsYjar. ,á Jqs M p ciacifisn esH ad l^ íh ^ j la j, íT^WWipide, ,se le e p íte sd a la p a la b ra pue^» ef"mt<yor'id'-mertop''tíenoíició'lqlue d e lella>ipue>, n e c é sid e d l de, edqptflrj la m u y frr,ep(::xgía,yiaipjs lo, dicb O ü p o r.ü el,c o m p a r ó » V idpl jo,.qoloca,ien da obtenerse no estriba en su esencia sino en UW R.qsiciÓI); v iolenta a a te j-e l.c p n g rq s o i.y e n «SOI fouimidbd; d e accjón ’á fin. ¡de hQqtjjiyar,;y obtey el vigor, inteligencia y previsión que en su s e n tid o m a n ifie sta q u e le p a re c e ¡senda loá poooo» n « lr'Ja,.d esap arición !,eje.,(p ellas soj:i>da<J<3 for7 reéhzaciótt1 ponga t í clase i trábajaóora 1q u é ! la niieip.brps d f l P a v íid p q y e m o ,h a c and»iado d e ; imt.das íp o r - lp s .p e r o r e s j . objgtp d e pcnudÍ3 e j e t ó i tb. 'Pórhhrcfí •! i -.': ,¡» «i •, !t:-> c rito tip r-y , :que,,al fiflmar Ja. o jd e o . d¡el,día R er-, c a r la a^ci^n z e a jjw d a p o t ,-JaB. agru pacion es L a votación dió eF'resultado siguiente: .‘ -y< n a td e fé e e s ta r p e rfe c ta m e n te d e a c u e r d o con,, o b íéra A qué -JHchannepnr)criterio d« dase, oq»-¡ j 5090 .‘OÍOiipt— ^7413, su m a n e ra d e p en car.. S o s tie n e , q pe.-Jp acción,. tra Ja-dom inación capitalisjta.»^ , In tro m isió n d e L E sfia d o )¡j,,,,1 , . P U f^ W q n ^ tia d e Ips tra b a ja d o re s e s. aofundaB o y c o t’1 • < «u,<»ri 'El j e t . Cortgréhtí de la U. G , de T . declaria; la .fu tjiz q , d e l p ro le ta ria d o e s f á , ep e l caíaEl Cbiferéhb de la ;U;‘ G / d é ' T .’ r e é fc V ráVqfife llt iWti slhisión1 nVbítraria'del estado en PRieqflnftmi.qoLies, en .qste,, d p n d e r e s i d e r*\\ 169 co n flicto s; entre capital- y trabajo no1 ‘ó f r Z f l.d e ,c ía s e , c o m p ip ro d u c a o ra ! d e . l a rjqwer v é “í^ c o n o ¿ é 'f’él"bioycbtt é W ré 'ló s Áecúr^oV/á' dfshiitnílráfl híritá!' tanto" la ->élase-obrera^ ,no o «é- za social; y a firm a q u e n a d a h a rá n .n i io n n i-, adÓbta'fke' p/tó, ’deftmdér Toá':5ífft^resék oBrér^? í W i optthga'Friérgleárfientieiá >H0‘ p o r m edio de süj 2°»sjRt!tad,i>s,i0'bW ü^ e l ,p a rj3 m >^ t o ) ,siic n propia a cción ," 8pel 4ndb(>CotttO‘óltim o (Wcuratv TCÉ ' j?u no,.^ 5 í^ ? r y.na, D 0tente ?y vc o ^ c i e q ( e n 1Ó, --------— , ------ . „ ----„ páVa eátórloriza'r sW protestai y desagrado >i'la organización e c q n ó .m ic a ^ ( ,.j¡r i( , <(¡> 1lició n ' 'd é lnC&TÍsé¡p' iV abiónáP^l r ó h t détórnifd htiél^lkfigídnéfal’ practicándola "en un niomentoi C q ^ r ^ o ' í«a¡j oporturiO á! íin d e 1dañar ’lios-’ ifiteneses u espitavarias ijno^ones. p r g ^ p t a j í ^ .aprobaba, (a, n íífl eif , tpdttk‘,'lb s r8sÓá1la’F,fb rfn a1é í / qué' ‘ H t1’ b erá s'él; 'ia p jltíd o /' y .'k ó 'ré é fJi fófe tñédjJs riáFa1 MÚik.-Piot.'''11 " "I"' J-''»¡d niiMi.ní IsuJr.j,.. d el com pañero ^ erna.;^ q u q ¡9sí- J . obtéhéF ' ktil‘4táyo"réftcacfá'.* '* ' >0 ,«i 4541 votos á su'ldvüí-.t»b m .,¡. .1 PvSK-.T*»--! Cooperativas, » Sobre el mismo asunto también se : vdta la ^ ' ? .oj.->i 1 ri?‘ 1 ' r L ) O i f f [ ' ) VMH , ,.1 ^ f ? l n i ¡ | t: ,' », f i L p i » ún b slgülwAfte' decía ración:111' bi;l i . ,! íijQ '/Qt¡é''eí. m edio má^ éíéctjyo, jy.pr^c)(^o| p a ra • ?P U sf, !s„ ''«Cbiilo *k>s pbliciales casi nunca pueden»,ser evitar los.¡accmereejs del tjr^pjq y¡ o^teñjer la/ mqnfjo SíP I o Q u e Jas idóifieos pái a Suplantar á'lws "obreros, o l jelr re sre n sa b n iá a á ’/ ^ e d ^ pafp n .es f o ^ t ó £p¡n cqojgg^flióp/ ...■ .-.ssp íff?^?t?»íi§W. i?55: ,e?cg)qnté^ Cohgrefió‘íd é la U1. GJ’d tfT .' aconsejn é la cla-' que los opreros al m j^rno e ^"jvii ^ p n . escuela ad adm i , tiem po que ^ m ini in istrativ a en q u e p u ed a adquiru* sé' trábtijadorá1 á ’ d ivu lga r lo más posible los el. iento del ?a/^ riq y ¡^cortam jentp, el m ejoram ejprjm iénto la,.< d^e t p b ^ a ^ o f a \^, p q g e ^ ri^ ..cqippejepjjla" acciéléntés q u e 's d produjeran originaidos, :p o r, Ia jo rn a d a 1 no se .olvjd^p rde / o^teper L >!jái: PSTft lgp$Lon,az, u n lidia >qs la imp'eri<^a de quienes han sustituido á los plantación én^.os "talleras y. fá b ric ^ , cpndi,coA) Wf?Pjefp,.,R<?npd^qt^) m - y,/ deÜrah'Qi dudo q u e ie^p p c y ftp casi j fjym pye - *lL - - - 1 y. s e g u r i d a d q,u,é g a r a n t i c e n eo lo s sbj;V»WÍ4l»:wíbipco^, , . y ^stjmvJar, .,á.,log., íu s a », y ^ s.táb lez^ n , por , su pxp- ^ . ri jT) perjqdieaidqsqm },íorm vilen|,paj;gp^ r r^ popsapía accióij d , 7 resp.onsat ínsabilidad.CQ.qiRlgta d e d o ^ o t ^ rp^tor^í y , f l% i W t % s c o m q .jc q p J G bilíZando-ót, lfiSídmpte>ayios, del, daño, sufrido». pátrón es//én los1, flcpjdéntéX jéJ.; trabajo, hasta / ctoness mejores mejoré de t . a ^ ' . y s e ^ r ^ T , ^ ^ impóner una sanción 'legislativa'. . .. . A c c ió n p o lític a J esio io m »c! r.ifeiii.nqi, S k # f1^ ae distingueiurior sus temperados momios de acción. En mr, la huelga general A lSflenW n aHace poc |ei á Jjjieepia<«| p im t d y Jfrp ljk t"1' | u l> W fu A s * o n niML a lip o basta ahora ^l.arfna «apc^Éfi^de «■d clase del proletariado. t IPintos ’mlos ICe 1411 párrafo de una re'nsta, jsta, en el lée un ger uniformemente sus energías en el sentida indicado, coa*(enc¡d|fc de que es esta ;,f le iá fe jW S t- fráLwjaab A * * . <<tónsictérantío' (q Üe (áe ‘ 'feláÜíéWdé' , JpSr’ át- c o p tr a .,^ VO , "f. Alcoholismo, laafcód-j^uefiOcawoua ^J.paw , á J*@ .treabuiu^pre^,, quoiiníeitvieilen ep ftdany,: estq, esiseqqUilumebf,, t é unar puérílklad,,.pi 4BSto ^vw Ja huelgajfl'pi^q- > tenmna»mBBnpéildvda d«(ipriQdqpcióp,.pipó .siflii I ptemente» úw i.w sptansión dei,Kjla; S e dice también;: j que. mqUYa ’!Una,1m£ep-:,J sédqd ide íc»<«i^ ijJOr, parbe-.de.la ,,bMrguesíp. Yjlest 6>:»esrincierto.jl( a m ^ no<30}fí involq 9ta . ef » de por upa fo r in a ’üÁ^éi<álaí l é 'Jiésta "acbrbri1, lá «r,-Lconl',í''iÁn r»a-ÍLl»Jffo 'trtAlicA» 1 rífPr ;sén¿áci6n pá'rlámén.íkri'a ^ odálistá' ‘ c ó h tin pap f secuncláno! y córftblémeritarlo *én ’la ftÜW de^traiisformkcifeñ feoclál póVcjbé lüthd la cfá-1' se’ trabátacloVa, y ’ qijéu,,¿tla n o puede fiúbdá atribuirse la' ^iréccmh' 'dél movimiénter1 óbVefoV sinoIíafehérsé, eii Vódoií1 lo s' momeritós irV "tíFcun stancias á Jas necasidades, fiscálízábión; ‘y no ¿s"tráDajáBóFe.sJI <(itt'é ¡la eMéen,' Temapjeiató" Já é ’ i> suelve: Jlacepííi r fiy íb c h a '^ H t ik 'erf é r Verdad d é r o J i ^tTfficall/í'I llIP E l'lfl 'UIÓID m 1 llflT B ^ tlé1clas.es; 'y á .’la aqéíón'haviaméntartáf en W'c'dncepto Be' Vué ñ ó 1 realiza1;' bbra éfebtíVá revohh -* cionaria, y sbíó1” sii*vé *'j)hi'á,'lfcortíjflétjiéhtíéf!,la r acción material y positiva- que realiza el proleliiVialdb ew ná 'fuérité Verdadepa .d e' ia explotaéldH j?1 dóm iníó'capitLlisca; iói sea bivdl 'cumj » pof ’écdhótHíbó> w 1 , " '■ ■ ' i V otada' por tvnanintkUd de>adherentes-. " ........•; ; ^ ,nv ,, oí Vs, A m1 e8^xRf<¡ Eli Coqgneso de k -U;, G . d a T . d ed a rh : 4 t>e(( una de lasncaitías ámpuríantes-i que determ i-y nan» k ínfériorfoiad, moral de loa 4rabajad<jpfes es'sindujda, alguna,. 13I ¡vicio» del alcoholism o, ym qué e l único Jinedio piláctico , ^bava hacer d br » minuir la intensidad' do,,esto D a g a obrera, - é s ' una constante (propaganda individual y ctolefcti\a en -el sentido- de 'hacer- conocer , «Le los trabajadores ,d i, inmenso daño: q u e les -ocasiónawt .- i . . i , . - . , ; ,■ , ¡ ,(1 eféctpi-doBlln iCBMSBj- L<é¡qiw ¡determ'11*: - *-*» , , . r R f. s u e i . v k : teñsádád reacción. fentgURíR, nP, I -Recomendar á Jas organizBciones adheridas ¡ mBDiíestBbkpVf*0^ * ^ «fe vtes&.tQWH.JPftfc-Wr, á la 1 Unión» úná propaganda eohstíante-á,fin de ¡ » lozítrabajadonts; »«lla,m el; fri*tp„4q Ju,, qreqifn^f, apartár A lo i trabajadores d e k iuflueneja pec-ü-, tenfí^»na?, ^.tafemp - A P ¿ L tí W:L.. ti -I CI tesblaon sly temor que^í0gle , , 4 t q ^ (!as| nicitaai de-Jai.taberna, »haaiendQ>iver los .iparói*. IO¡J guesías del globo, ante el desarrollo n^amrjj ju ic io s:d*- ío d o orden,,que el,veneno' aioohólw l fidatol y afipilló dd lanorgptftuqión ,, revqlucioco le^i’ím QgajI-'', ■ - „-, ra a e su seno una coúusión ,pa:, naéiandel pt-oletaciado- u L oi deip"CftW.riSlptc,)sy Los íntérrirediarios '' dé» rvacbióal bírguesa, em .ipaijps j.dppde ¡ 1^; a e j^ ía l^ c t ón /áe 1 bufidga geaiehal ha'Sidói siempre, pn consupio.' Lqtiio. % A $ fi 9 % W ^ S? J Í - ^ Ü Ifión;,'G/'áo' fr a / bajadores, mieittej«desechado por[;, la,,.cl»sd 1trabajadora ;v>h Empresa obr.er^ ' -í'-itohA m ■ (<Alerif%nia)l y «ntíe ■ nopfltrost,, Pómp, ,¡lo ,fppqj7-j ‘ I o Q ue u n a.d e las causas fiesta >bierf olipreteoio» de Ja,, Ley ¿GpQz&lezi ReiY/jtylicafiooes obreras q u é ‘ fiendén •do, t . ^ ^ ' ^ ^ f f t . ^ í ' b ^ p c e , fi fin formo ’,del’ ’ esÉ haeí-, C o n g resq !d e' lq Lf. 'íp^ d e ’ T . 'Consi-( ld*nmiflnJ»a oonsidef«cionCs ,hso : primadp, disJ?i?ÍH»L'?í f W ? y : cuales, d^ ' ^ todás fesrresoluciortef coercUi^as de, la, qlase randp ,Que las condiciones telaiivam ente bue­ trabajo,en industrias y.com crcip determ inados. rebelan el v r o l r Á Í H T W ^ qu* M s nas , j e , pabajo; qn que se hallan^determinados gdbernantó, .i"; ,j, , , es .S'fi d u¿a algu na,1a' intromisión de in ikiles" ' á pesar d'e los m úlL 1^ ^ ^ ' M r r i U o s Lpe qua han, hablado, .anteriormente, en tf^ eÜbs, •e l co m p a ñ ír» 1Piopi d e ; R. Blanca, han d ich o 'q u e nd es practicable, entre npsotros la huelga gen eral i debido á la im perfecta .pr^fr nrractón d o lp clase trabajadora argentina, j en «sto h áy. bni .evidente' pesim ism o.,Cppparat5»amente».,|ton otros ..paisesd aiiB - Argentina da tui 'p o refn lage elevado de, pbrerqs, .organi­ zados que en el corto transcurso de 4 añoá, por su acción directa han determ inado la jo r nada’ media d e 'q "horas que no rig e aún para paise^ de m ayor organización obrera y que ramos de. 1* industi'ia con respecto, á otros, son la .o b rp ¡Por enteco de la acción desarro­ llada ,por las organizaciones grem iales,., que han llegado á imponer por, si m jsmassu aplicao ión .y observancia^ Declara: Q ue es b|jra especial de l° s grem ios organizados el establecef¡|lusj,condicionéis y forma üe trabajo fa­ vorables para los mismos en todo el campó de la, producción, sea ejj lq que se refiere al trabajo á destajo y nocturno dei niño (apren­ dizaje), como en la labor femenina; que co­ rresponde por lo tanto a los mismos conver- intermediarios, cuya tonsecuencia trasciende que ha tenido oh J 1 1 •m cofiw« ^«ktes con, e n , i" L aumento d éí preqto del producto,” , qqe " L a fábrica se instaló T o n ; ' ■ ' ’ J llega á v^ces hasta originar la paralización del tanje reducido ^ CaP,tal ba9desenvqlvim ientq comercial é industrial del *'á 9 27 c « f í(lcr‘Ulzaudp’ !,l° y pais,( con su correspondiente desocupación de L a v e n ta i J Z w , ! ’ " !, , obreros; , , y c q uito duranfei los ie , tujeses | 2° Q ue á pesar de. jas continua^ p ro te sta s''/ G uando lVfáK alcanzado,4-,'Ó.-,|Vó:í; m. ux,.i por parte: de estos, la clase ¿ÓpitaUsta n u n c a '1 ^ b r‘ca s,e ¡nstoló P>o, calle R ivadavja, l a ' v e n S ’^l ^ . JpCal- p r° se preootipÓ de. elim inarlos, contratando é í' 1 Hos aum entó lentam ente E n ¡W trabajo directam ente con' los obreros, á rin de e ra ^ e ¿ 3>0Ü0 atados, a s c f e ^ S ^ ; . ^ evitar los daños materiales' que le ocasionan en Diciem bre del m ismo año. añr\,,vJ i ‘J } ' las huelgas, y teniendo en cuenta que corres, ?3°.,pq9 en aA ° d e} Porriente, año. ’ |- - •••, l-v ti c si»% > “S , * C S '- Js n, oís. ^ (V * 'v ; * S| sin ’* «t i .„ ”! i « id íirW c*>c T 'H j '1 iP> M o ^ ry. de La «j. sns otes de ntr% — Las utilidades de W* empresa serán reparti­ das según lés conclusiones á que llegue la comisión nombrada por el congreso á ese efecto y compuesta por los compañeros O li­ veros, I.optz y P . Ricciutii. Esa comisión dará cuenta de sus trabajos ante el Consejo Nacional de la Unión. Es opinión corriente que se distribuirá de la siguiente maneras Giras de propaganda por el ittlerior de la república, fomento de escuelas obreras y para una comisión de patrocinio d d Comité Pro presos, que como se sabe, pasará, por resolución del congreso, á ser una de­ pendencia de la L-nión. Cámara de Trabajo ^ *2 ? Se aprueba por 4620 votos contra 5791 absteniéndose 3 sociedades lá siguiente pro­ posición: «La C. de Trabajo será una oficina anexa á la secretaría de lá Unión, administrada y di­ rigida por el consejo nacional y la junta eje­ cutiva de la misma, sin peíjuicio de ampliar sus funcionéis á medida que las circunstancias lo requieran.» — Se nombra una comisión compuesta por los compañeros Cúneo, Bernard y Pinto para que estudien el informe de la Cámara, revisando el balance presentado y debiendo darcuenta de su cometido ante él C. Nacional. “ est°s n rJf Comité Pro-presos •ales eitlPre G ' de T - d .c°titrak • ^ « te ¡' ^ a íd s t~~&híard. ’ de T. Con respeto á esta institución de indiscu-* tibie importancia dadas les nuevas exigencias impuestas por las actuales condicionés de la lucha, se hace la siguiente declaración: ,*E 1 Congreso vería cou agrado que el ac­ tual Comité Peo-presos pasara á ser una co­ misión baja la dependencia del Consejo N acio­ nal y de la Junta Ejecutiva de' la Unión. Sobre arbitraje ^anizaaón en’ m t— r - ' Q ;lnteresfs ,as> > m a 3 rateriales pj. UV Jos ÜU) f d6n' df la solidaridad ra e rá le s([de lí) - ■ id ;«d%?<i^|ja «*rig/a y uni¡tili?ar y obte* sociedades for-j o de perjudii agrupación^ de clase con­ de T. restrel-' s recursos! tases óbréms xfmerfdo par^ ítnacionefe'qu'é1 ío á fá 'ráó-J qÜé tieierntfa ’én' qué1 dé-, fe nlédips ^ara' ti.1! - 4 «’"'• i ,T f t de, óás exceleqje, ueda adquirijj, cqqipelenjsia íusa: y . r' jem A vA ;^ 1 oquefi^ fVe coma, cpiioiT; irid a d eP elj s } ^ ( esJ e i,, tíliC’ idoreS'O^1' “Ó :1 1 1 A . las,, c?"' m K 1ij, £' l5' ? ' e ’ m e' yn cfífÁc0^l' ;U. V a if :i na -f0PJ . ’ . *1 W* d*& 1 r* J •* a,eS' L r f W coP J 9: ^ ■ itft* ütip uital ha* Notable’ en todos conceptos, fué la discusión qüé‘ se originó sobré este importante tema. Itifeúvinieron en ella un Jbuen número de ,delégádofe, coúcéntráhdosé el debate por último stíbfe él cáricter permanente ó nó de los tri­ bunales' de arbitrajes. Geran, López, 'Bernard, Itfbnfesáno, poilo, Tortorielli, Cúneo y oíros ha; bVaron en contra de su'Yunción absoluta pará* dirimir todós lbs conflictos entre el capital y* tftrbajo, haciendo notar la perniciosa influen-j cS¿f efité tiene para el méjor 'ejercicio del con­ tralor directd de lós trabajadores sobre sus verdaderos intereses, la éxisteheia dé esljós tribunales mixtos, con ^autorización amplia par á ’sofdtíonar inapelabléménte todas las cue§-ú tiones que les' fueran sÓrnetidas. ‘ Se hizo no­ tar igualmente, como en la constitución “ déesos tribunales, 1 1>9* l(>Kg«n«ral,, e\ obrero se halla junto a la sá^hfcidac? y " má^or espíritu de picardía burguesa en efectivas- condiciones de .inferioridad, dando, la experieqciá nume­ rosos ejemplos de cómo en los fallos, arbitra­ les dictados por ellps, Jas cláusulas son ,cagi sjemprej indeterminadas, y de doble interpre­ tació n ; permitiendo ¡por ;imedio de subterfq-r gios elpdir su cumplimiepto al capitalismo,, Hechos recientes,, confirman además, la inefi­ cacia absoluta de los fallos conciliatorios para resolver 3 e modo duradero las cuestiones en­ tre capital a» trabajo, qup, áendq.ei} et fprido, una cueétroA'^fe vida ó- Wméít^'aé Hlna ' db las partes en lucha, no admiten otra solución que la derrota absoluta y definitiva de la tina por la. otra, determinada ¡por su tótal eliminlación. ’ Capitalistas y obreros, por igual, de acuetdo con sus respectivas fuerzas, violan en momen-'l tos dados lo resuelto por las convenciones ar-1 biHales, una vez que observan en el adversalío una carencia efectiva de fuerzas para exh gir su cumplimiento. n , Con estos actos, la lucha agrega [á su ca­ rácter inconciliable, un contingente de mala fé,.en gran modo nocfvo y criticable,1 y s\é resultado alguno positivo. Tal podría ser eL casa de los patrones de curtiduría no aceptando hoi convenido y desediando el fallo arbitral del icompañero Justca, y tal es el caso de lofel obreros del puerto: de Marsella, no acatandolo dictaminado por el árb itro1oficial, por con­ siderarse ambos en condiciones de fuerza pa*' ra no aceptar su cumplimiento). La función! permanente de los tribunales de arbitrajes,; por una parte es contraría al desenvolvimien­ to progresivo de la lucha de clases, que hace' imposible la conciliación de 1las partes en con­ flicto, y que impone como término final la elu*b minación definitiva de una de ellas; p o r 1 otra, determina en los trabajodores un erróneo con­ cepto) de-arm onía y- >equidad->1 de parte del capitalismo^ que está lejos de ser justo y exac-x to, y qite los lleva, á descuidar la defensa di» recta de sus asuntoá/ para confiarlos á la reso­ lución caprichosa y^sibitraria de estos cueprpos mixtos, investidos de facultades excesivas é inapelables . La única manera- cómo p o d r í a n ser aceptadas eo pmtela^, fundones del arbi­ traje, sería en caSójWcufifetáfifclafrt, y determinadps, por qjemplo, en una huelga ó en una desaveniencia de menor importancia, en que para hallar la solución de éL con menor perjujeio para ambas clases, se designan co-, ; yíVlef, oon Jyuior3eci()n' clrcnnsoijbtá por sus asambleas respectivas p'ára establéter una iórmula de arregló. 1 1 Buirat Aim am i y otros, opinan lo contrario. El tribunal de arbitraje, cumple una misión importante y útil, que no debe ser combatida por los trabajadores sensatos. El caso de los cu itid m fs, revela á juiciq <ljl primero, lar exceldK iajdfi sus viriudes, pués mátmtia»»ét fun­ cionó resolviendo las cuestiones Surgidas en­ tre patro»*s y obrero^ éstos se ruañtlivieron oiganizados; y una vez. que ¿I no fué aqep- t.ulo por aquellos, la asociación sufrió un des­ bande completo. (Este argumento de Buira, como lo ólijetó 'Lotif»', ratificada plenamente ACCION SOCIALISTA la opinión de los adversarios del arbitraje). Aimami, dice á su vez que el arbitraje lia prestado muchos servicios á los trabajadores, y que si 110 les presta más és debido á que ellos son, en verdad demasiado exigentes é inconteniabies. Los fallos dictados por el jefe de policía y otros árbitros, han sido muy equita­ tivos, pero la intransigencia desmedida de los obrero», les ha quitado toda utilidad. Terminada la lista de oradores, la mesa da lectura e dos mociones presentadas por Cú­ neo y ■ rnani.'que deberán ser votadas. Rea­ lizado el voto resulta una mayoría de 100 vo­ tos para la segunda. Se objeta que ella es irrisoria, y que debe renovarse la • votación. Se hace por este motivo, un vivo debate que termina con el pedido de sus mociones de parte de Cúneo y Bernard, que convienen en modificarlas, y presentan luego á la mesa, la siguiente orden del dia: Que los tribunales de arbitraje, considera­ dos como organismos de función permanente para solucionar todos los conflictos entre ca­ pital y trabajo, son inaceptables; pero recono­ ce útil la1 designación provisional y circuns­ tancial de delegados obreros investidos de au­ torización para constituir con carácter transi­ torio comisiones arbitrales encargados de so­ lucionar con la menor esperanza posible las pequéñás dificultades que se creen entre las dos clases combativas. Ley Nacional del Trabajo El 3et¡nCcngreso de la U. G. de T . decla­ ra: jQ ue reconoce al proyecto de ley Na­ cional del Trabajo corno legislación dictada por la burguesía dominante al objeto esclusivo de quitar todo carácter de clase á la or­ ganización obrera del país y que si bien es cierto que este objeto principalísimo sq halla velado y obscurecido por algunas disposicio­ nes de aparente espíritu bienhechor, su san­ ción en conjunto constituye como se expresa francamente en el título X II, una gravísima amenaza ál desarrollo de la organización obre­ ra del pais, cuya realización equivaldría á su suicidio, resuelve recomendar al proletariado en general la impugnación enérgica del pro­ yecto de ley González, y continuar coa más perseverancia lau propaganda iniciada en el sentido de preparar la conciencia y la acción de los trabajadores de modo que dado el ca­ so de su sanción-i puedan estos victoriosamen­ te hacer imposibles en \x práctica todas aque­ llas disposiciones que sean contrarias á.:loS| intereses generales del proletariado. Votada por unanimidadi Reforma a Ips estatutos A fin de facilitar la tarea del Congreso, se designa una comisión para que consultado las modificaciones propuestas, uniforme á es­ táis y presente un ^proyecto de reforma á los Estatutos. . D e acuerdo pon jas" indicaciones de dicha comisión, se modifica el inciso (e) de la de­ claración de propósitos (art. 1°) en la siguien­ te forma: ^ , . “ oe) Haqer presiói^.sobre lós poderes púbíiqo6 á fin, de obtener la^ sanción de leyes que favorezcan los intereses . generales de los tra­ bajadores.» A la misma se agrega un inciso que dice rias ó cuando menos les hacen *1 vacio. Que por tanto, nada pueden esperar los tra­ bajadores de los periodistas conservadores, y en consecuencia, Declara: , Que la clase obrera no escatime esfuerzos ¿ fin de robustecer á la prensa obrera, pues es ella solamente quien ha de interpretar los ver­ daderos intereses del proletariado. Que aprovechando la próxima aparición dia­ ria de «La Vanguardia» los adherentes de la Unión no pueden menos que prestarle todo su apoyo moral y material para así cc-ntar con un vocero cuotidiano de las aspiraciones de todos, esperando que él interprete fielmente los métodos de lucha de esta institución.» — Pintos. dos suscriptos por,los compañeros congresales, quien ha modelad» t<Jda lanobra del congreso, ha sido la palpitante realidad de los actuales momentos de la lucha, la imposición pertinaz de los hechos, el incentivo agudo de nece­ sidades no cumplidas, la conveniencia de pre­ visiones lógicas en vista-de un porvenir que augura múltiples alternativas, y la experiencia que por ser demasiado sabia siempre consigue influir, siquiera en algo, sobre el pensamiento y el ánimo de los sencillos trabajadores, Es indudable que, en nuestro concepto, quien ha tenido una más clara y profunda conciencia de esta aguda realidad han sido nuestros compañeros sidicalistas revolucipnarios, bien manifestada en sus discursos; perp también honestamente reconocemos qué ha sido, quizas solo, esa aguda realidad la,, que Nombramiento de la junta ha inspirado el. criterio de la mayoría, y. la Se procede a] nombramiento de los 9 miem­ que, en su consecuencia, ha dictaminado tocLijs bros que han de cómponer la junta ejecutiva las conclusiones del congreso. resultando electos los siguientes compañeros: . Es ella quien ha tenido la virtud de vence^ López con 38 votos, Fpruandez 23, Pinto las resistencias puestas por pasiones de sec­ 32, Porrini 25, Olivero 2^, Buira 31, Rosaenz tarismos nocivos, y qui^n ha podido violentar 24, Goñi 21 y Gauna 23. _ ■ PF.econcepto^ fle ideologías cristalizadas, taq irreverente^ á ¡la filosofía práctica de la reyoBaiance lucjón proletaria. r, . 1 La comisión designada para revisar el báEs en tal virtud que el congreso sancjonita lance manifiesta que le és ímjS'ósible llenar su casi upánjmeuaflflte,. la necesidad dé realizar cometleo en el tiempo qué dure el Cóngfésó, pactos de solidaridad con .Ja? otras in?t,itudo; por ser tarea pue requiere" varios dias. nes obreras, á fiq de prevenir ios posibles' Se resuelve que dicha cofniS'óñ ’ llene sil ataques ó agresiones de Ja clase capitalista, cometido á la mayor brevedad,1'^ sé publiqué E. inspirado en, idénticas razone^ aceptó | el su informe junto con los balances en la «Unión1 empleo de la huelga general cpmo recqrsfl, Obrera.» extremo) pero resistiéndose á recoopcfirja en ni principio cqtno el.arm a específica, fundar^jj-, Última resolución 1 tal ¡y má? poderosa fiel pueblo trabajador. ^ El Congreso aprueba la siguiénte déclaración , En fiompnage. á la .experiencia^ tan reveja^ presentada por los compañeros CeVasco, Rf¿-'! dora entre nosotros, el congreso ha sanciona-, ciutti, Piot y Gerán; do la profupda verdad, ipuphas veces .plvidq^ «El 3er, Congreso de la U. G., de T. antes da, de. que la obra . constructiva y revpluqjpj. de qlausurar sus sesiones declara: naria del prp.letariadq sojo .pqede .sej^e^ fruto Que reafirma el ideal de' fraternidad1 Uni­ de su propio esfuerzo. . . ,jn. versal del proletariado 'áhgéhtinó y áf éhvíar Así lo r^vejqn la.Jptalidajd qe. sus resofíir* un saludo á los camaradas del viejo mundo qué1 dones (arbitraje, jp^dente.s ¿jeí (trabajo, pro-’ luchan contra la tiranía, fórmula la rnás enérgi­ tección á las mujeres y niños, sobré jornada ca protesta contra la rúa tan récieitte de Grctii-1' y salario, acción parlamentaria, etc.) que ma­ michfle (Italia); así com o1cóntxa las persecu­ nifiestamente tienden á .confiar en él concurscíj ciones de que son victimas los obreros rudos directo de los sindicatosobreros, la adquisi­ en jucha por ¿u emancipación y al mismtt1 ción de las reivindicaciones principales y el^ tiempo hace votos para que pronto sea un planteo dé¡ un nuevo orden dé .cosas. hecho la abolición del 'régiñien abtocrático de Esta profunda coherencia en el espíritu de los zarps,?.. . ..., .... todas sus dejibéradones, es la justificación más satisfactoria del rol f secundario atribuido^ )l : I, 11 1 a Por indicación de yartps cqmp. ,se resuelve á la acción parlamentaria, sofo eficaz .cqaqdp* la edición de. un folleto que contenga tódas traduce la vobmtqd y, las necesidades de Ja las deliberaciones, (k l congps$); .así com o los dase organizada y e s. directamente ejercida | diversos informes producidos, por las varias, por ella. , _ comisiones nombradas para engloba! ó infor­ Los trabajadores de nuestro pais, máf qye mar sobre ciertas proposiciones. los de otras naciones, han elaborado todas) sus conquistas en el seno de sus organism<^53 Lógico eg'q u e confien á esto?, Ja obra fuudpmental de su emancipación, y tiendan á, arifo marles de una vida superipq./jinás fiorepiéptefcj ____ ,ií Ha habido, pues, un sabio, aprovechamien­ ..'i i r ! 11 1 ¡ -11. , ■ El tercer 'C ongreso de la U, G. de Traba­ to de las enseñanzas recojifias por la rienqia» y una inteligente adaptación . al mun-^ jadores h a 1dado cumplimiento á sus tareas, da externo, á las apreciacipnes objetiyas fjg,( en medio de la ansiedad y con la animación, justamente provocadas por la importancia d e ( la lucha, fcn ello restrib^ la tarea posjli.vq..y^ juiciosa del congr.eso. . los cuestiones sometidas á su eximan. Se han roto los moldes corporaljvista?[ y Ha tenido1 todo el ínteres y lia revestido toda la transcendencia que en el concierto uní-) los criterios neutralistas que en otros, mpn]Wj to9 restringino ,el caTacter y las fuqciqpes jje versal d e los actividades humantes les está a s l* - - n o i >i,, . deparada hoy á las asambleas n proletarias, no: la U. G. de Trabajadores, y «¿) Aceptará representantes propios y gepor la teatralidad de su perspectiva á por l«ti mantenerla desprovista de un antpliov¿ ^ r ^ q nuinamente obreros en el Parlamento, y si lo revolucionario y de clase, j , , ,¡, ,.(T,hu, m agestuosidad, muchas veces afectada, de las créfl conveniente, fin de obtenpr la realiza-1 disertaciones propias á las asisses de los honi)-. Lo que los hechos habían impuesto, ción de, este propósito,' pactará,con el Partido br«s de estudio yhá los parlamentos de todají. do- inteligentemente reafirmado, ep Jornia .pxSocialista, dentro de las cOnditjáone^ estable­ pllcita, por el Congreso, liberáqdpj^ <jj? ’l10?" los matices, sino en virtud del objeto á que cidas ep la resolución del Congreso de 1905, loras preocupaciones, para, marcarle una ac-^ obedecen, del pensamiento y de la acción so* sobre acción política y su interpretación.» tuación futura concordante cpn las exigencias dial que reflejan, de la fuehza revolucionaria .^Se modifita el artículo 2°jde la siguiente en plena gestación y movimiento que materia­ inmediatas de la lucha y con las inspirac^ó^ nes de na- -más, netn socialismo giqryista. manera; ,. ' lizan. irjfn. . i' «Art. 2“ Con estf objeto, y complementánDe una simple federación de gremios, solo Y no podía ser de otra manera. Al, más ajto, dplp la tjpión acepta en principio la lpcha de grado de preparación^ á la mayor experieflria clases, no pertenece á ningún partido jstjlítirecogida por loi lélementos obreros ag/npadqti, co, no profesa ninguna religión) ’ nó reconoce en la U .G . de Trabajadores, .después de. UBidñq, á la Unión General como- fuerza de clase dis­ distinciones de razas ó'nacionalidades, y se' más de vida intensa y activa, ha correspondido., puesta abiertamente á librar batalla, deqsw a go^ier^k lk| resol ucj^n^^de sus c o n g r e ­ una serie dé hechos que, con indiacutida acen­ cOÚ aquel régtnlen j t á lelaborai' el nuyvo| or­ sos. tuación, marcan «nuevos estadios en reí prqqepo, den de cosasi que ha de reemplazarle. , Sus miembros son libres personalmente de ¡Se1 ha dadb uú1 programa’ más éoaipletoidéi de nuestra lucha de clases. , b ul defender y propagar las opiniones que consi­ E l escenario*>de la acción obrera se ha ex;., révóluéíótl,' y principalmente, ha denqnrritatío-' deren más acertadas, siempre que estas no va­ una'absolutá independencia en sti aatuaeióni tendido como resultancia de su proptq creqiyan en ,contra de los principios fundamenta­ 1 r • -m miertto. ,E1 adversario ha asumido explicable^ presente .y véniderú. les de la institución.» Todó e'stó, como 1fruto de su natural ilesa-1 actitudes de1 defensa, y ae propone adqptar S e aumenta á jo centavos la cuota que paotras que, en su’ 'concepto, mejor garanticqi], rrollo lqtié e ^ g e un éartípo de acción más¡ éxb da organización debe pagar por adherentp, á tendido, y como acertada satisfacción ó I laa la estabilidad de sus previlegios. T od o ello, excepción las organizaciones femeninas que nuevas necesidade'i'llmpitesta9 por las nuevas ha generado una serie de problemas déijndo: abonarán cinco centavos por ..federada. dable importancia que reclaman de los traba­ cóñdicionés de lá r i u é h a . '- 1 l w . 1 > -d nórj Con respecto A proposición eje sup rim ir. jadores uná inmediata y juiciosa,solución, por y . si bien no yémofe en ^T aludido'cAÚgreso el actual Consejo bUciqnal, se suscit^ una estar intimamente ligados coui la sajud1 de.Si’fi», una maíérialtzacion1 del óeni'^,rrtie'rttO> SindlCáM interesante discusión, acord^ndq^e, en defini­ órganos de clase y con disposiciones de lucfia^ li?ta ^eyoluci^nario, conppptuamos, sin -eml>áiu tiva la permanencia del nfipmo. g p ,,q u e Aus acuérdos ’ tieñdérf'' á ‘‘'orienta»! y frente á un enem igo aincfiazante. El congreso resuelve indicar á la Junta ó . A si h>lfia hecho ia U. G , dn TiaLajadqrc^f preparar la J'Uj G. dé T. i^ará su futvtrá acepH aj Consejo que cuando la p aja de j a Unión tación.. , n ' ' 1 mi -fe pdfl'inedio de su terder Congreso. lo permita se haga aparecer quincenalmente, á Esas 'cuestione* sou las que lian demandado, líó y por hoy, nuch'fro crilerló' sobte lo» la «Unión Obrera*. su mayor atención, promoviendo los uiás ,iq; moejos dé acción, socialista, d e lie ' permanecer L uego el Congreso continúa en la revisión teresantes debatés; y las resoluciones tomadas en estado de tendéncia. de- los estatutos, modificando ó complemen­ al respecto, constituyen el signo del aludido El desarrollo incipiente d é ’ ntiesthy morí-< tando algunas de sus disposiciones, agregán­ miento obrero y la falta de una ' más rléa ex-1 congreso, sobre el cual vamos ^ anotar |as dole otras, ya sea .sobre voto general*., atrí-, impresiones y los comentarios que nos merece. periencia, hace imposible su* ádopcióft inme-* bucionefi y, funciones d é la J. E. y del C .r N; diata por el proletariado del país. 4 relaciones de las sociedades adheridas, , lniel* .* Para más tarde deben, pues, aplazar'J sti» gas, etc. ,, Se contraría á la verdad cuando se preten-, aspavientos é iipprecaclones los psetidos soda*-1 Sobre la prensa obrera listas que califican al congreso de hiuhfo dé de afirmar que los congresales inspiraron sus la incoherencia. En la seéeión 12 del Congreso fué votad a' deliberaciones en un criterio tendencioso, para Esta vez los trabajadores de la Unión, juó por unanimidad la siguiente declaración pre­ ellos consciente y definido. Se contraría á la sentada por el compañero Pintos: verdad cuando se quiere ver en ellos la con­ ciosamente se han limitado á obrar en Con* «F.l 3er. Congreso de la U. G. de Traba­ sagración del pen. (amiento que anima á la fla­ formkiad con exigencias muy advertible9.jadores, Considera: que á medida que las or Mañana aleccionados por la9 enseñanzas de mante mimotia de los sindicalistas revolucio­ gnnizacionies obreras se forrifiran y afirman su una experiencia superior harán efectivo n| narias, pues en este- caso, én algo ellas habrian espfritu de clase, y por tHnto rmisteiv á l a ' variado, ó por lo m enos habrían sido funda­ sindicalismo revoiuríoncttib, sellando cotri la dominación capitalista, los diarios burgueses, tinidad absoluta de sus fuerzas y con la in­ mentadas en consideraciones más amplias, más la prensa en general, defensora del régimen) explícitas y de una m ayor solidez teórico prác­ tegración funcional de Sus órganos, el )>eriosocial, acentúa también su espíritu de clase á do formal de reales conquistas y la mar. ha tica. cuyo efecto mistifica la.4 aspiraciones proletaEn verdad, quien &a determinado los ^cuer­ decidid^ hacia la victoria final. • IMPRESIONES Y COMENTARIOS El atentado P o r p rim e r a v e r e n el p a is, é in fo rm a d o p o r un e s p ír itu re b e ld e á la so c ie d a d c a p ita ­ lis ta sé h a lle v a d o á c a b o u n a te n ta d o c o n ­ tr a el p re s id e n te d e la re p ú b lic a , a te n ta d o q u e f r u s tr ó le v a n ta n d o u n o le a je d e p ro te s ta s , c o ­ m o e ra d e e s p e ra rs e d e p a rte d e la p re n s a b u rg u e s a . Y esa prensa burguesa, que ha dem ostrado una v ez más un desconocim iento absoluto del tnóvim iento proletario, ha pretendido respon­ sabilizar y solidarizar á toda la organización obrera, ton un acto com pletam ente individual que por nuestra parte no podem os reprobar, tfáda la com plejidad de los factores q u e lo han determ inado. Y esa piensa burguesa, nos lia m ostrado adem ás con claridad evidente, la solidaridad de clase, á veces oscurecida por las distintas ca­ m arillas políticas á que pertenece; pero que su rge lum inosa com o la m ayor y m ás fe­ cunda de las realidades, cuando un acto óbre­ lo , aun que sea aislado, lesiona la persona de aquéllos <jue disponiendo de la fuerza y la coerción inherentes al estado salvagu ardan su p rivilegio . . D ecíam os que en la determ inación de ese aefó, que lá bu rgu esía y la gente bien califi­ ca de delictuoso, lian intervenido una serie de factores',' ya p sico ló gico s ya am bientes. Los prim eros aparecen evidentes aun en las mismas ¿fónicas de los diarios burgueses; un fém pérábíénto especial de irritabilidad estre­ n a d a , la influencia de las lecturas de obras sociólogicas, que determ inaron en Planas la foririación de qn criterio rebelde, individualista d butrdhce, que concibe de un m odo especial, la bólidad de los m edios á adoptarse para e li­ minar las causas de lo s m ales sociales; que séfá en m iiclios casós in gen u o , pero que es com ­ pletam ente reaj siendo la antitesis violen ta y absoluta opuesta á la tiranía burguesa. Los segundos fio son m enos com plejos. L a m iseria de su familia de la cual está tan le­ jo s, la cegu era de su padre, sold ado del traBá]o‘; qué mañana si le falta el apo yo del h ijo que m énsualmente le enviaba una cierta ca n ­ tidad d e dinero] p a ra a v e n i r á sus más apre­ m iantes necesidades se Verá confundido con esa g ra n ca p tíd a d ’ d e 'in d iv id u o s que v iven de la c r i d a d p ú b lica y que son la prueba m ás con ­ tundente d e 'l a bondad 'y ju sticia del régim en cápitáÚsta. . Y á otro más pod eroso aun. N ad ie ignora las p érá écu aon es brutales de que. son objeto los afiliados á la F . O brera. E l g ó b ie m o de Q uintana parece haber recófeido la herencia m iserable del que le pre­ cedió. '• ¿ a persecución, las violaciones, la aplicaciób de lk ley dé residencia jam ás han sido tari "inteifáás. ni tan continuadas. S e fra ta d e elim inar á los elem entos más córitfentés, m ás rebeldes d el m ovim iento obre­ ro y sobré tod o en aquellos grem ios qu e puedáíi con uh acto de resistencia, paralizar la vld á ¿tohóníicá d el pais, lesio n ar fundam en­ talm ente .el interés capitalista. ' E)e 'í/hÍllq u e rio es d e estrañar la produc­ ción dé; estos hechos, com o el atentado de Pia­ rá s.' que están determ inados, que están g e n e ­ rados’ "¿‘árie jjd f la m ism a b u rgu e sía q u e g o l bíélhri ’ y' ¿n io s eriales, rio cabe duda, el pre­ sidente d e la repúbliica, tiene su reponsabilidad.’ ’ .* En fin s d p > # ^ del . . sobre. el obreJ° pesa faíálrfiente la m iseria y los accidentes del. trabajo, sobre lós gefes de estado q u e encar­ nan la dpi eáióri pesa otro accidente: e l aten­ ta d . E l triunfo de la incoherencia r ib ' ■ I — fr— , • L o esperábam os/ < ; E lv artlduk> d e ’ fon d o d e L a Vanguardia Nu vierte á iconfinriar una opinión aprio-t rfitioa, 'n u estra, acerca d el j,uicip que á la redanoión d e l ó fg a n p central del Partido, le m érecerían las ,resoluciones adoptadas por el reciente con greso de la U nión sobre asuntOtf'de im portancia! sumu para el proletariado det> páis, (pacto d e solidarid ad , acción pohti-, <M,’ huelga general, etc.) •• • Y no es que cream os;, flúé á dicha redac­ ción le está vedado hacer ap/yctfciones, ju z ­ ga r con im Pfrflialkiad las conclusiones á que U egónél con greso, de acuerdo con su cnteW L o !q u e ,no es, posible tolerar, lo que no es posible adm itir, ^ que en. el ó rgan o «m íre! d T un partido obrero, primen los personalis­ mos m ezquino* Y & A p e c h o sobre los intere­ sas m ás qu eridp s de la clase trabajadora. E l juicio que le m erecen los tópicos más im portantes es erróneo, más, no es sincero, porque falsea á sabiendas la naturaleza, la esencia misma: del pacto. _ N o hubiéram os deseado polem izar, prefirien­ do dedicar las colum nas de L a A c c ió n á la difusión d el sindicalism o revolucionario, apor­ tando toda nuestra en ergía á la obra de edu­ cación y elevación intelectual del proletariado P“ ° « T * i° T “ com o continuam ente, á eausa de articulo» que com o el T riu n fo de la incoherencia de L a Vanguar día, contienen conceptos erróneos que es imorescindible desvanecer. D e una m anera sintética analizarem os esas a p r ^ .a c i o n e s .^ r eso de la U n ión no marca, con respecto, al 2», una regresión, com o pre­ tende el cam arada redactor de L a v W P * dt*P or el contrario, dada la m utabilidad la lucha, dadas las condiciones distintas en que se va sucesivam ente presentando cuanto más se acentúa y cuanto más consciente se hace el proletariado; el 3er. con greso señala un jalón más colocado en el cam ino á re c o ­ rrer por la clAse trabajadora en un terreno claro y definido, libre d e vagu ed ad es y equí­ vocos. L a realidad objetiva, el m edio y la forma que va asum iendo el desenvolvim iento de la lucha de clases en el pais, es lo que ha compelido y determ inado al con greso á discutir y votar asuntos, que para la redacción de L a Vanguardia, son los que han im plicado la regresión. E llo s que apelan siem pre á la realidad, p a­ ra tratarnos de líricos y u tópicos son los que en la m ayoría de los casos la contradicen. E s ló gico suponer que si la m ayoría de los delegad os al C o n greso, que tienen por otra parte, respecto á m étodos de lucha, el mismo criterio que el redactor de L a Vanguardia, han votado esas órdenes del día, ha sido por­ qu e la m isma realidad las condiciones actua­ les de la lucha, los han ob ligad o á ello. E l III C o n g reso indica una d esviacción de la ruta inicial de L a Unión, desviación que viene á colocarla en un m edio más ám plios dentro de la verdadera lucha d e clases, que quitará á sus agrupacion es el espíritu corporativista, para hacerlas netam ente revolucionarias; habiéndo­ se disipado, con la propagan d a á efectuarse pa­ ra cum plir lo establecido por el congreso, una cantidad de errores respecto á ciertos m edios de acción. Esa d esviación ha sido im puesta por las cir­ cunstancias. y no se puede pretender la cristali­ zación de los m étodos de lucha, que deben v ariar correlativam ente con las variaciones que sulre el m edio en que se vive , E l pacto de solidaridad, al cual dedica una gran parte del artículo, 6 no ha sido com pren­ dido ó com o dijim os más arriba se falsea su naturaleza, E se pacto no im plica una restricción á la autonom ía de las diversas instituciones obre­ ras existentes en el pais. E l artículo del cam arada Piot, en el núme­ ro 3 de este periódico lo especificaba clara­ mente; las discusiones habidas en el co n gre so lo han aclarado más aun. Pero se a rg u y e que el instinto de conser­ vación que rije tanto al in d ivid u o aislado, co­ m o á las colectivid ad es, traería por si solo ese pacto cuando la clase trabajad ora se v ie ­ ra am enazada. N egam os qu e el instinto de con ­ servación dada la educación y las d ivergen cias ac­ tuales del proletariado, en nuestro pais ten ga la bondad que se le atribuye. E l ejem plo práctico qu e esta, el paro g e ­ neral del i ° y 2o d e D icism b re, en a p o yo de su tesis, es precisam nnte el argu m en to que nos probará lo e q u ivocad o de esa m anera d e pen­ sar. En el paro gen eral de 48 horas, no hubo m ás que el asentim iento, entre am bas institu­ cion es obreras y el partido para decretarlo. L as fuerzas com ponentes no actu aron 1d e co­ mún acuerdo, no se com penetraron para que el -resultado fuera más fructífero. *H ubo m ás aún, m ientras por p arte de la F . O . se había decretado la h u elga gen eral, por parte d e la U nión y el Partid o, 9e tem ía su aceptación , y m uchos eran contrarios á ese m ovim iento. D e todas maneras, á pesar d e ser el instinto de con servación com ún á los anim ales inferio­ res y al hombre, no e s posihle dejar d e re­ conocer, sin caer en el absurdo, qu e no obra d e idéntica manera. E n nosotros, dado el perfeccionam iento y la elevación intelectual, el instinto d e con serva ­ ción cu antitativa y cualitativam ente es m ucho m ejor qu e el de los anim ales inferiores. E n estos últim os es un factor prim ordial en su vida; en nosotros dada la com plegid ad de la s'cau sa s que actúan, es m uchas veces re­ ducida. D e ahí que siendo los actos d e la clase trar bajadora,1 resu ltantes d e un p roceso in te le o tual, consciente, h aya necesidad d e preparan, el am biente, para que en la hora d el peligro, pueda actuar el instinto d e conservación y no esperar q u e esas circunstancias se p ro d u z­ can para q u e obre; pues se corre el riesgo de, q u e d adas las asperezas existentes y el deseo de no a c e p ta r! iniciativas que surgen de una ú otra institución, sean lo s verdaderos causan­ tes d e una derrota. E l pacto no es un lazo incóm odo creado para dificultar los m ovim ientos d e las a g ru ­ paciones. A i contrario, con la propaganda que debe hacerse para que el sea un hecho, d esap are­ cerán nn chas d iversidades de criterio que nd tienen razón de ser; y volvem os á repetir­ lo ese pacto no restringe en nada la auton o­ mía, sea de la Unión ó de la Federación. % * * L a declaración respecto á la h uelga geneneral, es la que le parece más acertada, aunque prem atura. A p esar de que esa declaración restrin ge en m ucho los verdaderos aspectos en que la h uel­ ga general se presenta com o una arma [excep­ cional en la lucha obrera; apesar de que ella no revela en lo más mínimo el verdadero ' y com plejo caráeter ó esencia de la misma; a pe­ sar d e eso, repetim os, el cam arada redactor crée que «ha de correr m ucha agua» para que pueda llevarse á la práctica con alguna eficacia. Soberbia m anera de pensar. Si jam ás nos preocupam os de hacer co n ­ ciencia de clase, si jam ás nos preocupam os de la difusióh de las bondades ¡d e los m étodos de acción, haciendo con ocer al proletariado cuales son los más eficaces y que m ás lo acer­ quen á su finalidad; siem pre estarem os com o al principio, y después, cuando llega e m entó de ob rar cuando la clase ob rera nece­ site im ponerse con un acto d e clase a» im posiciones d e la b urguesía, nos contentare, m os con decir: no hay capacidad, es una ocu ra, vendrá una gran reacción y será peor. * * * L a últim a parte del artículo que se re­ fiere á la orden del dia votad a por el C o n g re ­ so sobre la acción ¡política, contiene algu nos juicios que no pueden ser d ejad os de a o. Siem p re las insinuaciones m alévolas, las pa­ trañas de toda especie para rid icu lizar » dar de la sincesidad de algunos. E s un argum ento m uy cóm odo dudar de que no piensan com o uno; es a l g o sublim e c *j®er se el m onopolfzador de la sin cerid ad y ue ñas intensiones. , «A quí la discrepancia entre la torm a y substancia d e los considerandos adop tad os, es verdaderam ente soberbia 6 se tiene con anza en la bondad de un m étodo de lu d ia , ó no se tiene. E n el prim er caso, se le adopta, corri­ gien d o sus im perfecciones y defectos, a ap o dolo á la s circunstancias variab les de la lu ­ cha; en el segu n do caso se le rechaza». H em os transcrito ese párrafo para que sé vea la argum entación inconsistente y la sa ^ los cam aradas que disienten con nuestro cri­ terio. L a resolución adoptada p or el co n greso , es­ tá en consonancia con nuestro m odo depensar, acerca de la acción política y con su orm a secundaria; la lucha parlam entaria. E lla refleja el criterio sindicalista que no tardará en im ponerse á la m asa obrera n d olé una visión clara sobre el v a lo r d e los m étodos de acción, im pidiéndo que la acción de clase d el proletariado organizado, en que reside la fu e r z a revolucionaria que ha de ope­ rar la transformación social, sea convertida en un sucedáneo de la lucha parlam entaria que desem peña en el proceso revolu cion ario un p a p el negativo y secundario. « La sinceridad d e algu n o s d elegad o s, que votaron por la lucha parlam entaria, espu s de haberla ridiculizado relegán d olo en tre lo s cachivaches, m iserables, e x ig ía el rechazo absoluto, claro, term inante.» S egu n d a transcripción segu n d o sofisma. N osotros no hem os rid icu lizad o lo que tie­ ne d e bueno para el proletariad o la lucha parla­ m entaría en sí; lo que hem os atacado y ata carem os, porque es un absurdo que c oca con lo real, es el v a lo r ip m p s o q u e se le ha adjudicado; es el v a lo r com o m edio de con ­ quista obrera que la m ayoría de los socialistas le han dado; considerándola de un v a lo r posi­ tiv o , considerándola com o superior á la acci1 n de los interesados m ism os, hacia la cual e a^ estos co n verger su esfuerzo. _ E n una palabra, q uiere hacérsenos d ecir lo que no hem os dicho. Para term inar direm os que sería íló g 'c o afirm ar que en C o n g reso ha habido una ri­ g id e z y coherencia de criterio absoluto. H a habido vagu ed ad es, im presiciones en la discusión, cosa n a t u r a l pués no tod os lo s o b re ­ ros son C aslelar, para expresar con nitidez su pensam iento. Pues en el fondo, en las resoluciones adop­ tas había una coherencia profunda entre la realidad y dichas resoluciones. En puridad de yerd ad , de los qué se han ocupado del C ongreso; ha h ab id o un inco­ herente: el redactor de L a Vanguardia, qué habla de adoptar un m étodo á las circunstan­ cias variables de la lucha y que después cu an d o eso se hace, cuando las nuevas con­ diciones en que esa luch a se d esenvuelve, reclam an de los ob reros nuevas vistas, evo­ lucionando estos en ese sen tido; él se h iergn e airado para decirles: incoheren tesf V C o n g re so d e la F . 0 . R. A . El sábado próxim o in au gu ra sus sesiones el V C o n greso de lá F . O . R . A . Su im portante orden d el día consta d e nu­ m erosos tem as y propósicioneS' de gran tras­ cendencia é interés, cu ya interpretación y re­ solución será de indiscutible p rovech o para el porvenir de la acción d el proletariado o rgan i­ zado del país. H ay entre ellos y los tratados en el reciente C o n greso de la U. G. de T . una visib le lo gía, que nace de la unidad real d e causa que las han m otivado y puesto en el tapete d é l a discusión en las dos gran des asam bleas proletarias. T a les son, por ejem plo, la h uelga gen eral, el pacto de solidaridad; el rechazo de la L e y N acional del T rab ajo , m edios d e repeler la coacción estatal, etc., que serán som etidas nnevam ente á la consideración del C o n g re so de la F . O - R . A ., y que creem os, excep to algunas apreciaciones de orden secundario, se ­ rán resueltas con idéntico criterio proletario. Adem ás de estas cuestiones, hállanse enum e­ radas otras de singular n ovedad é interés, co­ mo el label ó m arca sindicada y la reducción de los alquileres, que no han sido aún tratadas en los con gresos obreros del país. E s nuestra con vicción arraigad a que el V . C o n greso de la F O . R . A . elevándose sobre los doctrinarisnios y rivalidades de sectas y de individuos, realizará una labor de proficuos resultados para la m ejor acción del p roleta­ riado argentino, contra su enem igo de clases. V en este sentido, enviam os nuestro saludo y nuestro augu rio á los representantes obreros que en él tom arán intervención. h u e l g a # T a l a b a r t e r o .- / - » huelgx d I . « « , Z , Hm,. y K U rt- Íi».-U n hrrmco »■ Maridad proletaria y de bieo en te, id.da deí , „ , a obrera, e . »¡n d u d a alguna el r e a lz a d o á raiz de la arb itraria exp u lsión d el co m p a ­ ñero T o rlasco y 6 otro s o b re ro s por la ge­ rencia d e la casa arriba m encionada; tem pe­ ram ento adop tad o p o r esta sin m ediar otros m otivos plau sibles que los clasicos y acostum ­ b rados d e qu e d ich o s ob reros, perjudicaban la tranquila d igestión d el p ro vech o capitalista, con su e n érgica p rop ag an d a hecha en el seno del taller con objeto d e reafirm ar el espíritu de organ ización y rebeldía proletaria. A pesar d e la actitu d a lg o d esorien tad a que adop taron las dos o rg an izacio n es en que por d esgracia se h all-n d ivid id as las fuerzas organ izad as del g re m io , la h u elg a de solid a­ rid ad term inó con un triun fo rela tivo. L a in­ transigen cia patronal fué ven cid a y con streñ id a á aceptar por fuerza á los ob reros víctim as de su cólera. L a situación de estos sin e m b a rgo , no es m uy h alagadora, y es d e presum irse q u e d e­ berán sufrir por v ía in directa y d esleal, toda suerte d e h ostilidades. S e ria un d eb er d e los com pañeros, en este caso, buscar una co ro n a ­ ción á su v ictoria lográn d oles la b o r etv cu al­ qu ier otro taller d e talabartería. Horneros de Bahía B la n c a — C o n tod as las probab ilid ad es de triu n fo d eseables, se d e­ claró en h u elg a el 15 d el corrien te e ste im ­ portan te gre m io . V ario s patron es han subs­ crito y a el p lie g o d e condiciones. Trabajadores del aserrad ero de La Banda— D esp u és de pacíficas y reiteradas solicitu d es interpuestas ante los in gleses, ; p o r parte d e los ob reros, reclam ando aum ento d e salario, aqu ellos no hallaron otra con testación m ás equitativa que despedidlos. A n te tal arb itra­ ried ad , tod os los trabajadores, con una soli­ d arid ad d e causa absoluta, resolvieron m an­ tenerse rad icalm en te en la posición q u e los colocab a la b ru talidad d e los capitalistas in­ gleses, y para reafirm arla con a lg o propio, presentar á su v ez un p lie g o d e con d icion es en q u e se in clu ye, la abolición d e los con tra­ tos y d e la tarifa d el oro, con ceptu an d o es­ tas con dicion es com o fuente d e con stan tes fa­ voritism os é injusticias. L a h u elg a sigu e m anteniéndose con en er­ g ía y resolución, y las p robab ilid ad es d e éxito se hacen cada día m ayores. G r e m ia le s Som brereros — R e a lizará una im portante función y conferencia el S áb a d o 26 d el corriente, á las 8 pm. en el salón V o rw a e rtz, R in cón 1 1 4 1 , con un im pórtate p rogram a. H ablarán el chm pañero L o re n zo , sob re sindicalism o, y la com pañera Julia R e y . E n trad a para hom -1 bres 0,60 cts, para m ujeres y niños, 0.30. L a s lo ca lid ad es se ven d en S o lis 2 14 9 In fo rm a c ió n s o c ia lis ta La Banda.— E l acto d escab ellado d el ciu d a ­ d an o B ern ardo Irurzun, d ire cto r d e la e sc u e ­ la d el oentro obrero, llevan d o personalm ente los niños de ella á cantar el him no patrio y á e n grosar la colum na cív ica en los fe ste jo s del 9. d e Julio., dió lu g a r á una seria p rotesta por parte de los com pañ eros que con stitu yen el centro m encionado. C itad o á dar exp licacion es d e su con d ucta á una asam blea con vo cad a al efecto, no pu d o obtenerse su presencia. S om etid o el [caso con sus antecedentes al C . E . del P a rtid o , sin es­ pesar su resolución el ciu d ad an o B . Irurzun ha renunciado en com pañía d e la m aestra S allaverry, la d irección d e la e s c u e la ,: y al m is­ m o tiem po, se ha pu esto en relación con lo s padres d e los niños, á ob jeto d e d eja r v a c ía la escu ela del centro, y p roced er en unión d e la ciu d ad an a cita d a á la in stalación d e o tra particular. A u x ilia d o en esta tarea p o r los oom pañeros M aképranz y M olinari, ba ob ten id o e l o b je to buscado; la ruina d e la escuela ob rera, creada después de tantas d ificultades p o r lo s com pa­ ñ eros d e este centro. L a asam blea d el 16 d el corriente, despu és d e haber jn vitado d e n u evo al ciudadan o I r u r * 1 ana­ z ú a á d efen d er su oondncta, ha resu elto la ex» > pulsión d efin itiva d el m ism o y d e M olin ari, y la suspensión tem poraria d el com p añ ero Ma» k ep ran z, únied' qu e se presen tó i le v a n ta r los c a rg o s q u e se le hacían. A d m in is tra tiv a s D o n a cio n es recibidas: A . V aria s, 1 . 7 5 - T o t a l: 2.25. M ondm i, 0.50; Im prenta y Encuadernación de LOTITO y BARBERIS 417 - R E C O N Q U IS T A - 417 C a sa e s p e c ia l p a r a im p re s io n e s d e to d o g ñ ner U I Revista N T E RSocialista NACIONAL J^porece mansuaimenta Redacción: A zcuenaga 981 Admistración: Cuyo 1 9 3 SUSCRIPCIÓN TRIMESTRAL 50 CENTAVOS ■ Alto I Buenos Aires Setiembre 11 (Je 1905 . N° 5 La Acción Socialista i P e riód ico S in d ic a lis ta R e v o lu c io n a rio “5* Aparece el 11 y 21 de cada m es _ ... 61 p a c to d e — s o lid a rid a d p o r el U , v — $ u ■ V d e la T .O .R .f l. do en la resolución votada por el V Congre­ so de la F. O. R. A. y enunciaremos la se­ gunda sólo como una proposición á contestarse. *** Dice la resolución citada, entre otras mu­ chas necedades y 'contradiciones de orden so­ ciológico y natural, que la solidaridad no tie­ ne porque ser subscripta ni consignada en contratos, desde que ella es inherente á la es­ pecie. ¡Inherente á la especiel...... ¿Quiénes dicen esto? Los socialistas y anar­ quistas enragés, furiosos, sectarios, que en múl­ tiples circunstancias déla lucha, invitados por las agresiones del mismo enemigo han prefe­ rido, no una, sino diez veces, dejarse batir ignominiosamente por él, haciendo morder el polvo de la derrota á los trabajadores, sus víc­ timas, antes que elevarse sobre sus miserables sectarismos doctrinarios. Los que siempre, siem­ pre volvemos á repetirlo, antes de analizar el beneficio de un proyeoto cualquiera, lo han re­ chazado inconsultadamente, sin más consi­ deraciones que las de investigar su proceden­ cia socialista ó viceversa. ¡Oh! Y ahora nos dicen que las solidaridades inherente á la especie, cuando ellos, práctica y constantemente se encargan de demostrar de un modo palmario, todo lo contrario: la nega­ ción de todo consorcio, de toda fraternidad, aun ante el común enemigo que nos conglome­ ra en una misma y única adversión y odio. * « -------------------- : i re c h a z o C o n g re so Un hecho de trascendental importancia que viene á corroborar la veracidad de nues­ tros juicios anteriores, es el rechazo de pac­ to de solidaridad por el reciente Congreso de la Federación, y que le fué propuesto, en cumplimiento de una orden del día votada en Su último Congreso, por la J. E. de la U. G. d e T . Decíamos, y lo abonan ahora actos de in­ discutible realidad, que las causas que,más pro­ fundizaban é imposibilitaban la integración de las fuerzas obreras organizadas del país, no eran por cierto, diferenciaciones apreciables y lógicas sobre métodos de acción contra el ca­ pitalismo, sino cuestiones de bajo orden moral, tajes como efervescencias sectarias, rivalidades y antagonismos personales y, no pocas veces, miserables apetitos de vientre y vanagloria. A no muy largo tiempo de la fecha en que, enunciábamos tales conceptos, que más de un herido por nuestros tiros, á objeto de cubrirse á tiempo, atribuyó á móviles mezquinos é in­ dignos, se nos ofrece uno de esos ejem­ plos que, sea dicho sin espíritu de maligna intención, deseábamos ardientemente se produ­ jera á fin de demostrar al proletariado argen­ tino la intensidad del mal qué lo aflije y seña­ larle el remedio. El pacto de solidaridad votado por el Con­ greso de la U. G. de T ., no diremos á nues­ tra instigación, pues fué aprobado en virtud d e reales y efectivas imposiciones de las cir­ cunstancias, ha sido rechazado por el C ongre­ so de la otra organización obrera más impor­ tante del país, que se ha atribuido, á justo ó injusto título, el ampuloso dictado de genuina representante y defensora de la clase trabaja­ dora argentina. La organización que más se ha distingui­ do siempre por sus ataques á la U. G. de T ., imputándole el carácter de una camarilla de po­ litiqueros, elaborando productos electorales y sometida al capricho de tres ó cuatro ambi­ ciosos intelectuales, acaba de demostrar cuán verídico es el proverbio de que todos vemos la paja en el ojo ajeno...... Triste es decirlo, pero la realidad del hecho doloroso lo impone. Un Congreso de genuinos delegados (creemos que así lo sean, á pesar de que las publicaciones de última hora casi nos invitan á ponerlo en duda), se aboca el dere­ cho arbitrarísimo de resolver (ofendiendo el propio concepto anárquico del parlamentarismo) una cuestión de interés vital y universal de las organizaciones federales, de una manera tan inconsulta como contradictoria á las mismas aspiraciones de sus asambleas. Y lo hace y lo resuelve en virtud de con­ sideraciones de un absurdísimo tan hiriente y tan contrario á las conveniencias obreras, que no tiene, como se dice vulgarmente, perdón de dios. Los mismos prestigiadores constantes y fogosos, de la unión y solidaridad obreras, que en cada conferencia, como el ilustre Jaquet, fastidian á su auditorio con el sem­ piterno estribillo de molde de que la unión y¿la solidaridad entre todos los trabajadores determinará su triunfo final sobre el capita­ lismo, son en este caso los primeros en com­ batir rabiosamente el solidario abrazo que le ofrecen trabajadores no desorganizados é in­ concientes, pero sí bravos y valientes soldados fogueados y veteranos ya en la lucha sindical, á objeto de combatir más eficazmente al ene­ m igo de clase. ¿Qué contra-sentido es este? Difícil sería ex­ presarlo sino recalcáramos nuestras primeras apreciaciones. La verdad sólo puede hallarse buscándola en dos fuentes: la bastarda ideología de estos delegados ó el factor económico inmediato, con­ sistente en el pan de cada día amenazado ó en peligro más ó menos lejano. Si es una razón ideológica, fruto de las de­ pravaciones ó virtudes morales ¿podría ésta pri­ mar sobre los hechos externos y taogibles que obligan á los trabajadores á obrar de arreglo á las efectivas exigencias d é lo s actuales, circuns­ tancias bien difíciles por cierto y de imperiosa perentoriedad? Si es una razón económica de defensa, por ejemplo, de un modas vivendi, labrado con ra­ ra constancia é inteligencia, pero fomentando las discordias y los malos doctrinarismos entre la familia obrera, á objeto de imponer su perso­ nalidad y cobrarse el esfuerzo, ¿es justo y honesto, que los trabajadores luchando por desligarse del dogal asfixiante con que lo opri­ men dominaciones, iniquidades y explotacio­ nes de todo orden moral, material é intelec­ tual, vengan ahora á caer de nuevo bajo la férula y extorsión de una nueva especie de pa­ rásitos y dominadores? Queremos creer, en salvaguardia del buen nombre del movimiento obrero, que sea la pri­ mera de las causas anotadas la que ha influi­ ■ ♦ * Pero, dejemos este campo de consideracio­ nes, y abordemos, otra vez, la cuestión en su faz serena y razonable: la conveniencia qüe tiene para los trabajadores de las tituladas dos escuelas sociológicas, la subscripción de un pacto que los reúna en ciertos momentos difíciles de la lucha ante el común enemigó. Desechemos esa utópica é irracional teoría de una solidaridad inherente á la especie, que destruye la implacable realidad de la vida, presentándonos al hombre individual y co-lectivamente librado á una lucha cruda y mortal por la subsistencia y defensa de su modus vivendi, y reconozcamos, lealmente, la existencia comprobada de antagonismos pro­ fundizados y ahondados cada día, por una propaganda encarnizada y sectaria. Y una vez, hecho esto, preguntémonos: ¿Puede hacer daño á los trabajadores, toda tendencia á mancomunarlos y estrecharlos fraternalmente, para la mejor defensa de sus intereses? ¿Puede reportarles perjuicio un convenio' subscripto, un consorcio establecido y acep­ tado ya por ellos, que no podría ser sino motivo de una noble predisposición á deste­ rrar toda causa de alejamiento entre ellos? ¿No subscribimos, acaso, nuestras regla­ mentaciones ordinarias con todo cuidado y previsión, á fin de que ellas puedan ser, en el mayor límite posible, una regla invariable de acción, difícil de prestarse á entorpecimien­ tos y extravíos en su aplicación? Y si esto, es así, ¿puede acaso alegarse, con sensatez que en esta ocasión un pacto para la acción común de los trabajadores contra el capitalismo, sea innecesario é inútil? Difícil sería contestar afirmativamente á -es­ tas preguntas sin incurrir en una contradic­ ción palmaria con nuestras prácticas acostum­ bradas, y lo que es más grave aún, sin pre­ sentarnos como verdaderos enemigos de la causa obrera. Pues, bien, esta9 respuestas afirmativas, que no tendríamos valor de formular son las que sirven de base á las argumentaciones de los adversarios al pacto. En una1 forma ú otra, tácita ó explícita­ mente, la condenación al pacto hecha por anar­ quistas y socialistas noencierra sino el propósito deliberado de dificultar la obra integral del proletariado argentino, y por consecuencia, servir los intereses y la causa del capitalismo, debilitando las fuerzas que contra sus agre­ siones reiteradas pueda ofrecerles las organi­ zaciones obreras del p.iís. En el fondo, no hay sino un mezquino es­ píritu corporativo, que se traduce en esta inconfesada esperanza: de oue una institución debe absorber á la otra, no por medio de un acuerdo mutuo que haga posible el loable propósito, sino batiendo á la otra con toda la ferocidad de un vencedor implacable. No es así como en la honradez de nues­ tras intenciones, que son las íntimas y verda­ deras alimentadas por el pueblo trabajador, que vive distante de estas deleznables mise­ rias de malos caudillos, juzgam os esta cues­ tión de trascendental importancia para la cauxa de su emancipación. Entendemos, que no puede, no puede ha­ ber lucha entre los trabajadores, que no se —— -------------------- -------------------------------- traduzca en resultados contradictorios para ellos dada la creciente inteligencia y sagaci­ dad del enemigo, que aprovecha las discusio­ nes entre la familia obrera en su propio be­ neficio. Entendemos, y sobre esto recalcaremos nuestra propaganda, que no es lucha doctri­ naria, aguda é intemperante á fin de distan­ ciarnos más, la que corresponde hacer en los momentos actuales, y en los que con toda seguridad sobrevendrán, sino propaganda sa­ na y honesta en el sentido de armonizar nuestras pequeñas diferencias, para permitir­ nos confiar con probabilidades de éxito en la victoria final, qué, por las inducciones del socialismo científico deberá alcanzarse con la inté'gfación total de las fuerzas organizadas del proletariado militante. Y para la realización de esta obra, recla­ mamos el enérgico apoyo de los trabajadores conscientes, únicos que podrán, realizarla, y únicos también que podrán higienizar el mo­ vimiento obrero, de los malos pastores, que en vez de guiarlos hácia el triunfo y la li­ bertad, entorpecen su marcha, desarrollando e l,o d io y las divisiones entre individuos á quienes mancomuna una misma é idéntica explotación. , M ilitarism o t • * «Cuando se* pionsa que en estos momentos los fhinrcecs. los alemanes, los rosos, los injílosos, los italianos, los austríacos, etc., oto.. creen todavía que deben ser soldados y habi­ tar tinos cuarteles nauseabundos, haciendo en ellos ejeivie.ios grotescos, y que todos los ciu­ dadanos de Europa gastitn. por la gloría de inuui pretendidas frontoms trazadas en el |u» peí. diez y srtt mtllont» diario#, destinados ¿ impedir que los hombres so ostén en sus casas ocupados cada uno en su oficio y en sus de­ beres, se vé que la edad de la razdn no ha sonado todavía, para nuestro pobre planeta y que la scrvidnmhre voluntaria forma parte del patrimonio de la buinanidud.» C. Flammarión. Este juicio, tan exacto como imparcial, que la vieja y desatinada Europa en cuanto á mi­ litarismo formula el célebre astrónomo, puede aplicarse perfectamente á la Am érica del Sur, y de un modo especial á la República A rgen ­ tina. Allá, sin embargo, la creencia á que alude el sabio francés, va desvaneciéndose con la misma celeridad con que germina la simiente que arroja á todos los vientos el socialismo. En Francia, en Italia, en España, etc., la ju­ ventud socialista ha fundado y funda incesan­ temente sociedades cuyo fin es difundir la propaganda en contra de esa abominable ins­ titución, el militarismo, baldón oprobioso que estigmatiza la frente de la civilización y roe la conciencia de las sociedades de todos los países de la tierra. Aquí, á pesar de nuestra propaganda— de­ ficiente, si se quiere— y á pesar del terrible incremento que la clase gobernante va dando año por año al militarismo, nada, absoluta­ mente nada práctico se ha intentado por par­ te de la juventud, de la verdadera interesada. La más estupenda, la más criminal indiferen­ cia la caracteriza. Que los de arriba, los en­ caramados á la roca Tarpeya del poder, sigan cada vez con más ahinco remachando las ob­ sesionantes cadenas, parece tenerla sin cuida­ d o .‘ Ni la sombra de una iniciativa libertado­ ra, ni la manifestación más insignificante del muy lógico, del muy natural deseo de sacu­ dir ese yugo vejatorio, escándalo y ultraje de la civilización, hánse visto asomar ó partir de la juventud de este país. No parece sino que en las filas de nuestra clase trabajadora no fi­ gurasen la carne de cañón de veinte años. ¡Qué ironía! A la edad en que en los paises europeos, todo el entusiasmo de las grandes causas y de los nobles ideales del presente lo aporta con sus esfuerzos y sacrificios esa parte de la humanidad de sangre ardiente y generosa; aquí, en la tierra fecunda y hermo­ sa, cuya naturaleza eleva eternamente un him­ no sacrosanto á la libertad y á la vida am­ plia y amable como debe ser, la juventud, en lugar de aprestar sus energías y dirigirlas contra el monstruo cuyas garras se ela\arán en sus* entrañas, se cruza muy bonitamente de brazos y aguarda como manso, viejo y su­ miso buey que se la unza, humille, y veje en todas las formas. * * * No obstante, veamos una vez más cual es el rol que dicha institución juega en la so­ ciedad. En primer lugar, cuando cuatro de los nu­ merosos parásitos que medran á costa de esa bestia que se llama pueblo, se ven dcsalo'ados por la mayor audacia y brutalidad de sus congéneres, careciendo de la fuerza que dan la razón y lá justicia, para recuperar nueva­ mente las posiciones perdidas, abandonados por la opinión y la sensatez, acuden inmedia­ tamente al ejército. Este, dirigido por unos cuantos asesinos profesionáTes, en este corno en todos los casos, representa al Cristo ven­ dido por los treinta dineros. Y Una mañana (4 de Febrero último), la na• 1 ñu 1 ción despierta con la noticia de que una bu e" na parte del ejército se ha sublevado y qu en ese momento se matan fieles y rebeldes.— La carniceria ha sido espantosa. Un tendal de cadáveres, impresa en el rostro la expresión de la más bestial inconsciencia, queda sobre el campo de batalla como recuerdo imborra­ ble de la farza trájica; y los farsantes que la engendraron,— no satisfechos aún de su obra,' y anatematizados, maldecidos por millones de almas, se sumergen en la sombra y vuelven á meditar otro drama, de más sangrientas consecuencias para los hijos del pueblo que están á su merced, pero de más brillantes re­ sultados para ellos. Esta paz la conoce todo el mundo, y todo el mundo, por supuesto, sabe perfectamente también quienes ganan y quienes pierden en la referida circunstancia. Veamos, ahora, otra faz no menos conocida, pero muy poco tenida en cuenta por los pa­ triotas, esto es, por los latifundistas, los que con escasa compañía han acaparado y dividídose entre sí las grandes áreas de tierras que constituyen la patria. Estos señores, que, cómo es tatal, al mismo tiempo que dueños de la tierra, son los directores de la cosa pública, no han caído en la cuenta de que el milita­ rismo, si bien les guarda las espaldas, los per­ judican por el flanco. Claman, gritan y se des­ gañifan implorando inmigración, porque, según ellos, se necesitan brazos para que les cultiven sus extensos campos, les cuiden el ganado, les recojan las cosechas, etc., etc.; y estos brazos, forzosamente que vengan del exterior, del ex­ tranjero, por cuanto los de aquí los hijos del país... ¡esos están corrompiéndose, enviciándo­ se, pudriéndose en esa cloaca inmunda llama­ da cuartel! Esos están perdiendo su salud, fí­ sica y moral, en la escuela infame del homi­ cidio á sangre fría! Esos, en fin, lejos del ho­ gar, de la fábrica, del campo, solo sirven para apuntalar con sus hombros el edificio ruinoso y tambaleante de la patria de media docena de terratenientes, ignorando si en su casa sus ancianos padres, sus pequeños hermanos, se mueren de hambre y de frió! Cuando después de haber cumplido las im­ posiciones de la ley, al cabo de uno, dos ó más años, vuelve á su casa, no es raro que encuentre á su familia en la miseria; y lo que es peor, habiendo perdido sus hábitos de tra­ bajo, y, por el contrario, adquirido los victos inherentes al género de vida del cuartel, se halle con que su voluntad y sus energías es­ tán agoladas. De aquí al delito sólo meijia un paso. * * * Pero esto no importa. El ejército, más que por otra cosa alguna, ha sido creado para de­ fender las áreas de tierra de que antes hablá­ bamos, contra las posibles invasiones de la», países colindantes, esto es, de los usurpadores. Lo curioso del caso es que los dueños de dichos territorios no forman parte del ejército, generalmente. De aquí se sigue que la clase trabajadora,— con raras excepciones, los solda­ dos son miembros de ella,— no sólo está obli­ gada á hacer producir los, campos en benefi­ cio de los patrones, sí que también la ley le impone que, á costa de su vida, los defienda de las garras extrañas. Y bien: si ella, la clase obrera, no posee campos ni ganados en ellos que defender, ¿á qué se presta tan bellacamente, tan estúpida­ mente, á fines tan funestos é innobles? Claro, se nos objetará que, «quieras que nq, las leyes deben ser acatadas. ¡Perfectamente!... ¿Y cuándo empezaremos por convencernos de que todos los males nos vienen precisamente de ellas? Lo que se impone, lo que es imperiosamente preciso, es que aquí, como en Francia, en E s­ paña, Italia, Bélgica, se empiece por funda*r sociedades netamente antimilitaristas, con el sólo y exclusivo objeto, si así se quiere, de combatir por todos los medios esa llaga uléérosa cuyo virus contamina y pudre y disgre­ ga, en particular, al proletariado. Y esta misión, á nadie sinó á la juventud le está dado cumplir, puesto que ella, lo re­ petimos, es la parte más afectada, ó la víc­ tima. S. V . F. ¿TRIUNFO OE LA INCOHERENCIA ' 0 TRIUNFO DEJ. BUEN SENTIDO? (Una voz más, la del conocido compañero Elíseo Ibáñez, viene á ratificar el juicio um­ versalmente favorable que han inspirado la la­ bor y resoluciones del último congreso de la Unión General de Trabajadores. En sus re­ flexiones atinadas sobre el torpe é inhábil ar­ tículo publicado en el semanario La Vanguar­ dia venios, con mucho placer, la reproducción lógica de nuestras opiniones anteriormente ver­ tidas, que adquieren así un mayor valor de concepto, desde que ellas interpretan el senti miento de general desaprobación que aqiiel ha merecido). 11 / L a ACCION Indudablem ente el T e rc er C o n g reso d® la U nión G . de T rab ajad ores m arca una nueva fase en el m ovim iento- proletario argentino, fase que, apoyad a en lós hechos pasados, sigue la nueva corriente tendenciosa que define aún más nítidam ente la acctón proletaria contra el estado burgués. L o s que hablam os m anifestado cuál debía ser la actitud que debía o b se rv a r' el proleta­ riado en sus futuros conflictos con la b u rgu e­ sía, los que convencidos de que la d a se obrera seguía una falsa senda en su marcha hacia su com pleta liberación com o clase oprim ida y le indicábam os cuál es la verdadera, no podem os m enos que con gratularnos por las resolucio­ nes sensatas y trascendentales em anadas del III con greso de la Unión G en eral, deduciendo al m ismo tiem po que m uchos de los obreros que com ponían esa asam blea proletaria, estaban po­ seídos d e una buena dosis de buen sentido, con un criterio ya form ado acerca de aquellas proposiciones más im portantes, q\te las nuevas m odalidades de la lucha de clases— m odalida­ des que se han traducido en la m atanza de las masas 6 en el desconocim iento de los d e­ rechos proletarios— había hecho concebir y que por ende el con greso debía con sagrarle pre­ ferente atención. L a unánime aprobación que ha recaído en dichas resoluciones dem uestra bien á ilas claras que era una aspiración que palpitaba en los pechos proletarios y que tan sólo esperaba el m om ento oportuno de qu e el eco de una voz les diera la forma sintética para convertirlas en resoluciones que son una orientación segu ra para la acción futura de la Unión G eneral de Trabajadores. P ero héte aquí q u e en presencia de la labor re a liza d i por el co n greso de la Unión G en eral— labor que repetim os indica una nueva co n cep ­ ción, ó m ejor dicho, una nítida concepción de lá nueva acción proletaria— para la sindicalista redacción de L a Vanguardia ella no es m ás que «incertidum bres», «vaguedades», «incoheren­ cias», «impacientes audacias» y «una deplora­ ble anarquía d e criterio», etc. (véase e.l n.° 32). ¿Q ué se trasluce detrás de toda esa fraseología intemperante? Poca cosa, casi nada. N ada que no denote que la benem érila redacción de L a Vanguardia está dom inada por un estrecho espíritu sectario, dado que todo lo que no está dé acuerdo con su criterio son «vaguedades, incoherencias ó deplorable anarquía de criterio...» P ero ¡qué atolondrados han sido los d elegad os al con greso de la Unión General, al no p e­ dirle sus luces á la sindicalista redacción de L a Vanguardia! E s de lam entarlo... Afirm a también la redacción de L a V an­ guardia del número 33, que la obra del con ­ greso antedicho es «una desviación regresiva de su rum bo inicial». E sto si fuera escrito para los habitantes de la luna, pasaría; pero para nosotros, m ortales que v ivim o s de realid id e s y no de m istificaciones, no cuela. P o r­ que, en realidad de verdad, la obra del con­ greso de la Unión General, es una obra pro­ gresiva, ascendente, de expansión, por cuanto está informada en nuevas necesidades y hechos, cuyas consecuencias fatales el proletariado las siente y expresa en la nueva concepción de su ac­ ción que debe desarrollar en presencia de cualquiera irrupción d e la burguesía. SI, pues, el T e rc er C o n greso de la Unión General no es el triunfo de la incoherencia, ntr; al contrario, es el triunfo del buen sen ti­ d a de convicciones arraigadas, pues su obra es la consecuencia ló gica d e la experiencia aquilatada en la lucha cuotidiana á partir del con greso anterior, siendo po r tanto una obra p ro gresiv a y d e orientación segu ra del m ovi­ m iento proletario. E líseo Ibañez. á Santiago de! Estero, Setiembre 4de 1905. E n s e ñ a n z a s s o c ia le s d e la e c o n o m ía m o d e r n a Con este título aparecerá en b reve una queva obra del poderoso crítico m arxista J. S o rel, cuyas Conclusiones, por haber sido publicadas en revistas europeas, nos dan una iflea del lu ga r prom inente que d ich o lib ro de­ berá ocupar en la literatura socialista y la eficaz influencia que tendrá en la tendencia de positiva orientación del m ovim iento proletario internacional. Sorel, exam inando la acción socialista rea ­ lizada en los paises europeos, pone de mani­ fiesto con la sagacidad propia á su espíritu, las características que m ejor revelan la triste degeneración del verdadero socialism o m ar­ xista, y que pueden condénsarse en las si­ gu ien tes palabras: «N o se podía h acer de otra manera que aprovechar los diversos é xito s obtenidos en las elecciones, y poco á poco se introdujo la idea de que era necesario conquistar fracmentariam ente el poder en todos los grad os. L a catástrofe fatal fué entonces reem plazada por uaa revolución progresiva, ejecutándose á me­ dida que los elegid os socialistas se convertían en personages políticos influyentes. L a s d iver­ sas etapas solo podían alcanzarse por m edio d e com prom isos; se con cluyó por adm itir que el E stad o podia suprim ir el capitalism o crean­ d o un sistem a industrial seriam ente controla­ d o por los partidos avanzados, y |que el so­ cialism o debía proponerse de hacer v o lv e r m ás en provecho de los pobres la p ro d u c­ ción que había sido dem asiado en pro­ vech o de los ricos. L a conclusión á que se ha llegad o, en la hora actual, es el reem pla­ zo total de lo s principios de M arx por una m ezcla d e las ideas de Lassalle y d e los a pe­ titos dem ocráticos. M ientras M arx solo quería oc®£M®®> de la organ ización de los brazos, el *oci':i’ ¡<imo¡ que se im agina proceder de- él, q u iere ' oaw pirse d e la cabeza de la industria. L a c m y i i s U del pod er político conduce necaeariatn :nt<* al re ­ surgim iento de las concepciones d e los uto­ pistas.» L u e g o , continuando su análisis crítico, ter­ m ina fo rm u lá n d o lo s sigu ien tes o o tse jo i; en yo exám en recom endam os por la rica enseñanza que contienen: i . ° C o n r e l a c i ó n á l a d e m o c r a c i a : No perseguir la idea de conquistar m uchos asien­ tos políticos, pactando con los descontentos de todo género; no tom ar una parte activa en el anti-clericalism o; no presentándose com o el partido de los pobres, sinó com o el de los « ib goCTAClStA , • a k— . ciar alal proletariad trabajadores; no nHpcIar proletariadoo Q P * * ro con los em pleadós de las aUm inistr«|P»n» (xdbltcas; no p r o p e n d e r* lá elttensión d *l dd» rain ¡o d el E stado. R e, a .° Con r e la c ió n ai. c a pita lísim o : ch azar to d t m edida q u e pudiera restriftgir el desarrollo industrial, aún cuando, m om entánea­ m ente, parezca favorable á los trabajadores, 3 .0 C o n r e la c ió n a ix jb o o n c ilia .d o r e * (filántropos ó políticos)-. R eh usar á en trar en toda institución q u e tienda á con vertir la lu ­ cha de clases en una rivalidad d e intereses; rechazar toda participación de d elegad o s ob re­ ros en las organ izacion es crea d a s por el E sta ­ do ó por la burguesía; en cerrarse en las C á ­ maras de T rab a jo y concentrar en su seno to­ da la vida obrera. La lucha de clases en el parlamento ¿Se puede observar y criticar? P reg u n to á los com pañeros que aceptan en silen cio y com placientes todo lo q\te dice y hace el diputado socialista en el Parlam ento, y que al m enor asom o de crítica sincera, se espantan y se enfurecen hasta el extrem o de d escarg ar sobre los que critican, todo un cúm ulo de epítetos, señalándolos com o anár­ quicos disfrazados... ¿Se puede...? * * * En varias y distintas ocasiones e l 1 dipwtndo socialista ha hecho afirm aciones c o n 1 las cu a­ les no es posible solidarizarse, por cuanto contradicen, con evidencia, nuestros principios y nuestro carácter de partido revolucionario. E sto nos induce á hacer algunas observacio­ nes críticas: especialm ente por la im portancia que se le atribuyen á las palabras em itidas por el diputado socialista d esde la alta tri­ buna parlam entaria. Una v e z afirmó que reconocíam os la nece­ sidad de la institución m ilitar; h oy de que no som os partidarios de la transición violenta (com o si eso fuera á volu n tad...) en la cues­ tión de la liberación de derechos aduaneros (¿y el libre cambio?); y que som os un parti­ do d e orden, q u e brega dentro de la legali­ dad, ajustándose á l a . Constitución y respetan­ do sus preceptos... etc. Si tan tem prano, y con un solo diputado, se quiere hacer obra, positiva, por m edio del Parlam ento, ¿qué es lo que se querrá hacer cuando tengam os unos cuantos diputados?... entonces, seguram ente se hará, por su inter­ m edio, el socialism o! Pronto, m uy pronto, se echa en olvidó que el Parlam ento es de creación burguesa, y que el papel que cuadra á un representan­ te de una clase revolucionaria no es cierta­ m ente el de querer hacer funcionar á esa ins­ titución en beneficio de los oprim idos. S i nuestra finalidad ha de inspirar á nues­ tro m étodo de lucha; si el m ovim iento obrero tiende á destruir las actuales relaciones sociales y sustituirlas por otras nuevas — elaboradas por los sindicatos obreros: — si lo? represen­ tantes obreros lian de coordinar su acción á la acción del proletariado, que con el desa­ rrollo de los sindicatos obreros se am engua, se restan ó destruyen las funciones del o rg a ­ n ism o estata l— órgan o de la clase capitalis­ ta — no com prendem os cóm o pueden tener coherencia con los principios revolucionarios dél m ovim iento obrero, las diversas afirm ac'ones y la actitud legisladora de nuestro diputado. E l Parlam ento es incapaz de satisfacer las necesidades de la clase obrera. P retender la contrario es ilusionarse, crear ilusiones peligrosas en la masa obrera, ha­ ciéndole v ivir en la esperanza d e que su me joram ien to y su em ancipación es posible por obra y gracia de un pequeño esfuerzo reali­ zado al poner la boleta electoral en lá urna, esfuerzo que dará com o resultado un cam bio de personajes en el Parlam ento, los cuales riendo socialistas legislarán para el, pueblo obrero, reform arán y, p or fin, serán capaces de... crear un sistem a socialista! E stas ilusiones peligrosas, esas esperanzas vanas son el resultado forzoso de la actitud y de las afirm aciones en contradicción con nuestros principios revolucionarios. * * * E< representante de una clase revoluciona­ ria, ¿á qué vá, cuando se introduce en una institución enem iga? ¿Vá á legislar, ó v á á h acer obra de agitador? ¿Vá á recabar con so vo to beneficios y reform as para los que re­ presenta, ó vá á combatir á la clase dom i­ nante? E s evidente que, según el criterio que in­ form e y gu íe en la acción, será exacto ó nó que el partido socialista b rega dentro de la legalid ad , ajustándose á la constitución y respetando sus preceptos... L o s aplausos venidos de las bancas p arla­ m entarias, las palabras de felicitación de los diputados burgueses, nos dan la impresión m olesta de que el diputado revolucionario ha satisfecho á los parlam entarios burgueses con sus declaraciones y les ha dado, á ellos, la im presión de que el partid o socialista es un partido que no m olestará, por por cuanto cuanto pracpráo H-.UU» que uu les inuicsiara, ticam ente se desenvuelve con el m ayor orden, en e más adm irable respeto de h legalidad y de los preceptos constitucionales, por más que de trecho en trecho, el representante revolucionario diga que e l ideal es revoladonano. Y si el revolucionario llega á em pequeñecer las grandes cuestiones de principios, com o en la d is c u s ió n s o b re la o rg a n iz a c ió n d e l e jé rc ito y en la discusión sobre derechos aduaneros, tem iendo plantear el d ebate en los térm inos precisos y extrem os del m ilitarism o y la m en­ tira p a triótica , del libre cam bio y p roteccio­ nism o, por no aparecer, ante los parlam enta­ rios, com o un utópico, ó un falto de sentido práctico; si hace cuestión de reducción- d e im­ puestos, cuando su voto no vale nada en la solución de los debates, es ló g ico y es nece­ sario preguntar: ¿en q u é consiste la . obra revoluáonat ia d el representante socialista? E l pueblo obrero no pu ed e esperar el m e­ joram ien to de sus condiciones d e v id a .y de trabajo del funcionam iento d e la m áquina parlam entaria— creación b u rgu esa;— pues la lógica lo rechaza. E l pueblo ob rero lo consi­ g u e c o n . e l . esfuerzo propio d e todos los dias en el camino real d e su vid a, en di terreno de. la explotación m aterial, en la producción capitalista. A llí, en la vid a real, es d onde rea ­ liza, la obra positiva d e m ejoram iento, y la de capacitación y. desarrollo d e fuerza para los fines ulteriores. * * L o que puede y debe esperar es qu e sus representantes se com porten en el am biente parlam entario com o representantes de una clase que combate la dom inación de otra. L o que debe e x ig ir de ellos es que combatan y no que pretendan convencer á quienes no ne­ cesitan de tales convencim ientos. L o que debe e x ig ir y esperar es que el revolucionario, en el Parlam ento, con su actitud, con su crítica dem oledora, con sus dem ostraciones y denun­ cias haga desencadenar una tem pestad que cubra de escándalo la función legislativa, que la desacredite y que dem uestre al pueblo la obra d e los satisfechos, de los qu e m anejan la m áquina del E stado en beneficio p ro p io y de la c la s e dom inante. L o q u e d eb e esperarse d el revolucionario en el am biente pestífero del parlam ento bur­ gu és, es la ironía cruel, ó la sátira m ordáz, qu e arranque la careta que cu b re á los acto­ res d e la. com edia 6 d e la farsa. L o que d e­ be esperarse d el revolucionario es que aseste en pleno rostro á la burguesía rapaz, bofeto­ nes sonoros, sin reparos ni m iram ientos, con la m ayor pasión y arranque, qu e la pasión y el arranque son el alma de las conm ociones del pueblo. Y- para esto, para ser revolu cion ario, h ay que sentirse diferente de los dem ás p arla­ m entarios; hay qu e lle v ar al recin to b u rgu és todas las pasiones d olorosas del pueblo e x ­ plotado y sufriente, la im pulsión irresistible y d esbordante d e los que luchan contra la e x ­ plotación patronal; h ay que ser el reflejo de la lucha de clases que se com bate en la are­ na colosal del mundo d e afuera; h ay que r e ­ huir. lo s aplausos y felicitaciones de los en e­ m igos irreconciliables, no ser jam ás conside­ rado com o sereno, práctico, reflexivo, ni tan incautam ente servir d e instrum ento para d es­ autorizar la. obra d e un con greso obrero que, á.pesar d e la id e o lo gía con que está revestido, tiene las mismas aspiraciones, está im pulsado por los m ism os intereses, y m archa ig u a l­ mente que nosotros á la destrucción d e la organ ización social actual. ¿Y se dirá que el representante socialista, no e s un ilustrado sociólogo, y sí un sectario? ¿Y qué importa? t í .papel del represen, . ¿Acaso . x-------tante proletario es el d e un académüo 6 el de un discutidor cortes, m i a ph A» de un discutidor cortes, que en elegantes étor­ neos oratorios trata de con ven cer á preten di­ dos adversarios ideológicos? Para nosotros, el revolu cion ario es un com­ batiente que hace ob ra crítica, de dem olición profunda; que desm enuza los sofismas y las tram oyas de adversarios, d e enemigos p o r inierés de clase; que aprovecha d el sitio en q u e está para hacer una intensa y repercutidora propaganda de principios, denunciar las miserias del capitalism o, para en torpecer el funpionam iento de las instituciones b urguesas. a yu d ar al proceso d e d escom posición social, contralorear los actos gu b ern ativos, y jam ás preocuparse de correg ir sus defectos, ni d e los desequilibrios que ocasionaría... la transíoión violenta .de la com pleta liberación d e los derechos aduaneros. C iiu c a dem oledora, vasta y profunda al capitalism o; audacia creciente, y no un sim,e n)anejo parlam entario con pretensiones d e ,.rfoi mar cosas s¡stemas P la f 3£ las cosas , no perm ite. de * * La política socialista— inspiración profunda d el m ovim iento real de la clase ob rera— sin distinción de id eologías anárquicas ó socialisLas— es el ataque continuo y creciente á las in s titu c io n e s, lá c o rro s ió n h a sta su d e s tr u c ción para ser sustituid»* p o r otras d e creación iam „ ¿^ ¡¿/aria . YY ja m ááss d p» u ed e d e d ejarse pasar een . i u nc¡0 J a » afirm ación® ! del aju ste á la cong. t¡tuc¡6ri; y precepflOS; ja m á s h ay qu e desautoriza»', con a p 'au so» ru id osos y entusiastas de los- pa rla m en tarios b u rgu eses, la ob ra de un co n gre so obrero (el d e la K O . R . A .) qu e pudo exp resar ju ic io s errón eos, pero que representaba una org an izació n q u e com bate con arrojo, tenacidad al sistem a capitalista, y á cu y o s m iem bros se aplica con intensidad crecien te la op robiosa le y d e residencia, resu ltado evid en te d e la agitación obrera. * * * E n el caso de las d iscu sion es aduanera^, rio h ay térm inos m edios ni tem p eran cia s.J S e H i­ ta d e un verd ad ero sistem a d e expoliación q u e realiza el E sta d o b u rgu és, para hacerse d e recu rsos y p ro te g e r á la clase rentista. Y la resisten cia á cam b iar el sistem a de p rotecció n, se ex p lica p o r razo n es d e orden político y social: con servación d e clase. E s una gra n rapiñ a com etid a en perjuicio d e los con su m id ores pobres, un latrocin io re­ pugnante! Y no tem am os jam ás d e c ir estas cosas en alta v o z, ya sea en las asam bleas ob reras, en las plazas, com o en el recin to d on d e se fa­ brican leyes y se com binan los plan es más diab ólico s para rob ar al pueblo. N o perdam os esas ocasion es y esas batallas p o r el d eseo d e a p arecer com o legislados, cuan do lo q u e realm en te u rg e es d em ostrar­ se un com batiente, a g ita r el pantano parla­ m entario, batir sus fan gosas a g u a s para ha­ cer saltar á la vista los re p tiles inm undos q u e se anidan en su seno, para pon er al d es­ n udo su fondo p ú trid o con sus prodn etos m efíticos, y para q u e la clase ob rera alec­ cion ada v a y a á b eber á fuentes pu ras q u e su esfuerzo con stan te le proporcion a. B a rto lo m é Bosro. E n s e ñ a n z a s d e la h u e lg a S u r g e d e la h u e lg a com o esen cial enseñan­ za, q u e e l ob je tivo m a terial d e ella, es d ecir, el aum ento d e salario y el acortam ien to d e la jorn ada d e trabajo, no es en el fon d o sin ó el ob je tivo aparente, el m o tivo grosero y su per­ ficial; el beneficio real d e la h u e lg a es ante tod o un beneficio m oral: es la cohesión obrera agran d án d ose, son las nociones ju r íd ic a s nue­ vas, q u e se form an en la con cien cia d e los trabajad ores d uran te el cu rso m ism o d e la lucha. L o s obreros, en efecto, adq u ieren la exp erien cia d e que, para triunfar les es nece­ saria una cohesión perfecta, no sólo d e taller, d e región , d e nación, sin ó in tern acion al; se con ven cen , de q u e el obreio aislado es im po­ tente; la corporación obres a aislada tam bién, y q u e es n ecesario no sólo e le va rse m ás allá d e los lím ites im puestos á cada uno p o r su egoísm o in d ivid u al, sin ó m ás allá m ism o de aqu ellos im puestos p o r el ego ísm o coo p erativ o ó por t í egoísm o nacional; e llo s ad q u ieren la con cien cia d e la unidad internacional proletaria, adquieren la con cien cia d e q u e si la clase tra­ b ajadora pu diese alcan zar á con stitu ir un bloc internacional tan p erfectam en te co h eren te qu e nin guna ranura pu d iese serle p racticad a, los trabajad ores llegarían á se r al m ism o tiem po lo a propietarios reales d e tod o el inm enso m a­ terial d e produ cción d eten tad o p o r el c a p ita ­ lism o, y d el q u e h o y no son, d eb id o á sus d ivision es co rp o rativ a s y n acio nales, sin ó los virtuales propietarios, los usu fru ctu arios im po­ ten tes y p recarios..... E duardo Ber th . Incitación á la resistencia T ran scribim os á continuación una herm osa p ágin a d e literatura obrera, cu y a adm irahle sencillez, clarid ad y persuasión, es sin gu la rm en ­ te notable. E lla sale d e la plum a d e n u estro estim ado com pañ ero B artolom é B o sio , d el A z u l, y se d irig e á alentar la resisten cia d e los ob reros albañiles d e aqu ella locálid ad . R a ro s son los trozos literarios d e tal mérin to , y es en esta con sid eración, q u e querem os adorn ar nuestras colum nas, d án d ole cabida: <<Los obreros, con ven cid os de q u e solam en^ COn - •■ con SU su nrnnirt propio pcChocha esfuerzo i. han dj e_ conseguid el m ejoram iento d e sus con d icion es d e traba­ jo , deben persistir con ten acidad en la dem an­ da de sus d erechos. • . ___ se quiere eleCuando el pueblo trabajador ir é n u n /ÍA haA i • * v a r’ cu ando reclam a el d erech o á la v id a ” v Quiere más pan, m enos fa tigas y sufrim’ien tos> m enos m iserias y m ás salud; cuan do el Pueblo tra b a jad o r q u iere m ás libertad v se lé» v an t? con tra la p rep oten cia patron al ó autorita n a , h a y q u e sen tirse felices h a v a u e ale8 rarse d * tod o corazón porqu e lo s exp lotad os Quieren ser hom bres, sacu d ir el v u J o d e la T aldita caden a d e exp lotación v v iv ir una v da hum ana. • L o s Que no se a W r a n . r m agnífico d e los op resos y no prestan t o d ^ s u s fuerzas y su in teligen cia en esta fu.ndam ente hum ana d e redención son- l o s rA P a s t a s , q Ue v iven bien v f . n l ’ k á costillas d e tod os ln . » k • a b u n d an o a su continua la b o r lo n J T qUC C° " q u e viven d e la ,OS pred ' ■ 'g n o ra n cia d e los m iseros, • • l<Tan ° resiS nación y som etim ien to á las p l u m a j . ™ l s e na s ; l° s periodistas burgueses, p o re m o le o sÁ escriben á ta n*<> la líneá, estóm a rf a v i?os Que llenen sus in s a c ia b le las le ^ °S k b u ' tres; *os gobiernos, qu e con nit r ^ ^ a y ° n e tks d e fie n d e n á la c l s e ca pitalista y COmen l0s d in ero s d el pueW o ^ LA ACCION SOCIALISTA rse «ar * Juste \ pas' 'o 6* 1 3s v y 8 u e r i n: ' Ja ^ s'as L ' n ° bra ,ne 0s ' ^ Pero’ *•) :°n ;n7“s,a. v de re¿ nsida<i '***>■ 06rtra ncU s ■c ‘ 'V 'i '* * c la ¿ dea la tro c .n10 rt. , “ « a lia s leiüladoj n c » _ , blado de impuestos; los politiqueros que ven con creciente temor el desarrollo de la concien­ cia y capacidad de los trabajadores, no dis­ puestos á servir á los caudillos por unos tra­ gos de caña, por unos pesos ó por promesas que jamás se cumplen. Los politiqueros que odian la huelga porque con ella los obreros éonquistan e l l o s m i s m o s s i n n e c e s i d a d d e i n t e r m e d i a r i o s las mejoras y derechos, que piden. Hay otros que aún permaneciendo indife­ rentes son un obstáculo al movimiento, y son los Obreros inconscientes. El significado de la lucha es profundo y grandioso: es el bienestar, el pan y la liber­ tad de la inmensa multitud humana, que escla­ vizada trabaja y suda como bestia de carga para mantener á los ociosos. Pero, los explotadores jamás lo compren­ derán porque ellos viven á costa de la mise­ ria y privaciones de los trabajadores y claro está que los interesados en cambiar esta situa­ ción sean los trabajadores mismos. En la lucha empeñada decide la fuerza de la organización, la conciencia iluminada de sus intereses y el profundo entusiasmo por la ju s­ ticia de su propia causa. Trabajadoresí Recordadlo bien: la gota de agua es imperceptible y débil; mientras que la unión de millones y millones de gotas for­ man los arroyos, los rios, los mares, una fuer­ za inmensa; una ó unas pocas hojas de un ár­ bol no*dan sombra, mientra», la unión de mu­ chas hdjjbs hacen la sombra. De la misma ma­ nera con la fuerza de los trabajadores, que dá -resultados inmensos coaqdo hay unjóq., ’ resistencia á la explotación patronal es deber de todo obrero que tenga anaor por su clase, es una obligación que impone el inte­ rés unánime de los explotados. Recordadlo bien; que en esta lucha abierta contra la tiranía patronal no haya distingos, ni debe haber flaquezas, porque un solo inte­ rés nm tve á tpdos los obreros. Fiinitís en 1* brecha, que los demás,: obre­ ros cti rorftempfau ansiósfls de‘ fu estfo triun­ fo. Firmes contra la avaricia patronal, que el triunfo, es d é lo s fuertesL» . * Entre colegas S IN C \ O M E g T A R lO $ Sr. Palacios— El diputado Varela Urtiz sa­ be! toda la diferencia que existe entre los hom­ bres que luchan dentro del partido socialista por una convicción valiente, que bregan por el mejoramiento de la clase obrera dentro de la legalidad, ajustándose á la Constitución y .respetando sus preceptos, y aquellos otros hombres que por ser obreros para mí1son res­ petables, pero que están equivocados en sus pirócedlftiiehtosi y que indudablemente están fue­ r a de mi Partido (\Muy bien! aplausos en las bancas\ Sr\ Ifarelm Ortiz— Le t r i b u t o al se íio f d i p u ­ ta d o m is m á s sin c e r o s y a r d i e n t e s p lá c e m e s en trabloc que los rapo map it t- sus los eley , o d a * sUS rha pr ¡ 10» 0 - < 3 :V * > 1 iJ d e * esta o p o r t u n i d a d . , ' S?VArgericK-^-y J a m á s p r o n u n c i a r á , el s d ñ o r d i p u t a d o PALABRAS MÁS SOLEMNES Y TRANSCEd e n t a l e s q u e las q u e a c a b a d e p r o n u n c i a r en e s te momento! ¡En s ü vjDa ! (C. de Diputados, Sesión del i “ de Sbre.) M 'ili ,i,«i Reclames La codicia, esa característica de industria­ les y comerciantes logreros, torpe y grosera­ mente egoístas, á los que nada arredra, que ante nada se detienen con tal de que sus bru­ tales ansias de lucro se vean satisfechas, la explotación infame y canallezca como conse­ cuencia de esa sed inextinguible de acaparár­ selo todo; la ruindad rufianesca, como pan bendito de que se alimentan las almas de esos traficantes que se cubren con el- manto de las más repulsivas inmoralidades,— todo eso, y mucho más aún: de un lado la estuptr dez, la ignorancia desgraciada, la completa ausencia del sentimiento de dignidad1 huma­ na; del otro, la miseria en toda su horrorosa realidad; la insensatez y la falta de todo es­ píritu de reflexión,— han hecho que una, vez. más fuésemos testigos de un espectáculo tan indigno para explotadores como para e y plotados. l o d o el mundo recuerda aún la indigna­ ción de las personas honestas ante la inicua y baja explotación de que eran víctimas me­ dia docena de infelices obreras en un salón de lustrar de la calle Esmeralda; y nadie, se­ guramente, habrá olvidado la forma en que se satisfizo la vindicta pública. Pues bien. Un sastre de la Avenida de Ma­ yo, no sabiendo á que medio apelar para dar salida á su stock de pésima mercancía, premu nido de una conciencia que jamás ha podido experimentar ni aún siquiera el roce de un solo escrúpulo, en una palabra, un miserable de la más b «ja estofa; para llamar la atención del público sobre sus vidrieras, no le ocurrió Otra cosa sino la de buscar una desgraciada cualquiera, ó muy hambrienta ó muy desver­ gonzada, que mediante algunos roñosos bille­ tes, se exhibiera en algunos escaparates. El público, naturalmente sorprendido por la presencia de una mujer en una vidriera en­ señando cartelilos cubiertos de estupideces, no tárdó en aglomerarse, una, dos y más noches, haciendo comentarios y profiriendo gritos y palabras que indicaban muy claramente cuán­ to lo divertía aquello, pero también cuánta tristeza, en el fondo, le causaba. Así las cosas, el domingo último, mientras la reclame exhibía cartelitos, ó mejor se ex hibia á sí misma, el público iba deteniéndose en la acera, como de costumbre, y de un grupo, quizá llegado en aquel instante, de pronto, partió un grueso proyectil, un ado quín, probablemente, que volando por sobre las cabezas allí estacionadas, fué á cho­ car violentamente contra el enorme cristal de la vidriera, haciéndolo estallar. Una salva de aplausos y ¡vivas! saludó aquel impulso generoso con toda certeza sa­ lido del fondo de algún corazón indignado ante el innoble espectáculo. La mano justi­ ciera, que instintivamente interpretó el secre­ to deseo del público todo, bien pudo y pue­ de vanagloriaise de su obra, pues ha dado una hermosa lección á la canalla explotadora que aún á costa del pudor de las mujeres ño vacila para estallar de hartura. La revolución rusa PROCLAMACIÓN DEL PARTIDO SOCIALISTA La paz recientemente firmada por las nacio­ nes beligerantes, podría hacer creer á muchos que el movimiento revolucionario ruso podría entrar en un período de debilitamiento en vir­ tud de la seguridad internacional en que se va hallar el zarismo. Pero no es así. La revolución rusa tiene ya indestructibles raíces, y su desarrollo progre­ sivo no depende de la existencia ó no de con­ flictos internacionales en que puede verse en­ vuelto aquel pais. El movimiento es más hondo. Está en la mente y en el corazón del pueblo sufriente y expoliado, harto ya de miserias y esclavitudes, que no¡pueden sino extremarse en lo sucesivo, como consecuencia de la ruina nacional que azotará á Rusia, después de una guerra de tan terribles resultados para ella. Doloroso es, que el anhelo de los socialis­ tas rusos no se haya cumplido completamente. Roubanovitch, decía no ha mucho, que el mejor deseo que pudiera nutrir un hombre honrado, en esta emergencia, era de que el imperio de los zares se hundiera en el abismo de la de­ rrota, para que su caida fuera más próxima y segura. Sin. embargo, no se ha cumplido del todo este humano deseo. El zarismo sale de la g u e­ rra, en condiciones en que no creíamos saliera. Su vencedor ha tenido con él consideraciones increíbles é inesperadas, que vienen á aligerar en mucho el rigor de su derrota. Hay, empero, una nebulosa en el futuro de la revolución rusa, que será aclarada en un plazo inmediato; nos referimos á la actitud que asumirán las tropas derrotadas del Extrem o Oriente á su llegada á Rusia. Batidos por el enemigo nacional, ante el que se retiraron constantemente, no sería ex­ traño, que como los fran:eses de 1877, vinie­ ran á lavar su mancilla militar, asesinando al pueblo ruso, y ahogando en un mar de sangre sus justas reivindicaciones. El caso no es nue­ vo, y es de uso corriente. Un ejemplo histó­ rico nos lo dan los mártires de la Comuna, ex­ terminados por los vencidos de Sedán. Hemos creído necesario hacer estos comen­ tarios, antes de dar sitio al manifiesto que si­ gue, á fin de establecer con claridad nuestro criterio, sobre tan trascendental cuestión. He aquí algunos párrafos de la proclama­ ción á las fuerzas socialistas por el comité central de ese partido, publicada en L a Tribune Russe, y que constituye la tercera adver­ tencia amenazadora al zarismo. «El gobierno autocrático no cederá de buen grado. Todo lo que hará, á lo sumo, será cons­ tituir, por un úkase redactado en términos hi­ pócritas, una especie de cámara consultatíva, un «douma del Estado» que no será sinó una despreciable caricatura de los parlamentos occi­ dentales. Pero esta concesión aparente no de­ tendrá en nada la revolución, incapaz de dar satisfacción á la voluntad popular; ella no será sino un nuevo punto de vista de la energía revolucionaria. «¿Como alcanzar el fin? Un levantamiento armado es para nosotros el único medio capaz de asegurar el triunfo de la causa revolucio­ naria. «Este levantamiento de las masas exige en primer lugar un esfuerzo práctico, que debe consistir en el armamento del pueblo..... «El momento, tanto tiempo esperado, en que se debe pasar de las palabras á la acción, ha llegado por fin. «E9 necesario en esta hora histórica, en la cual la autocracia sentenciada va á recibir la tercera y última advertencia, que no seamos sorprendidos por lo imprevisto. Debemos pre­ parar los cuadros revolucionarios y dirigir el movimiento de las ciudades y la campaña, hácia el fin buscado, y sea cualquiera la marcha ulterior de la revolución rusa, es deber nues­ tro realizar todo el esfuerzo de que seamos capaces para que el acto final del drama re­ volucionario sea orientado hácia nuestro ideal socialista, que torna su fuerza de la vida real. «Como antes, con mayor energía aún, y con la misma precisión, los socialistas vamos á he­ rir otra vez á los enemigos de la revolución, y aquellas que continúan la política de Plehwe no escaparán á >a suerte- que les hemos deparado. «Al lado de esto, perseguimos un objetivo práctico y concreto: armar los cuadros revolu­ cionarios organizados y prepararnos A una lu­ cha decisiva p<wf la libertad y la tierra, para la realización efectiva del programa d : nuestro pai tirio. Sólo un levantamiento anuario permi­ tí á á nuestro pueblo entrar en una lucha Am­ plia y segura por el triunfo del socialismo; sólo él n >s llevará al fin indicado desde hace un cuarto de siglo por nuestros gloriosos pre­ decesores. «Compañeros, el levantamiento armado es nuestra consigna! Sea ella observada hasta tanto la obra de la revolución no haya sido cumplida!» HUELG A S Albañiles — Un movimiento de seria im­ portancia, fué el de los albañiles, iniciado el dom ingo 3 del corriente. Este gremio, de larga y accidentada his­ toria en la lucha por su mejoramiento, tiene en su haber tres ó cuatro huelgas de consi­ deración, y que han, en su tiempo, atraído con justicia la atención general del mundo obrero. E l año pasado y éste, en sus primeros meses, dos movimientos de trascendencia tu­ vieron lugar con muy pocos resultados prác­ ticos y sin más prcívecho que retemplar el espíritu de lucha de los obreros albañiles, debido á las circunstancias poco favorables del momento elegido y la falta de una con­ ciencia societaria bien formada. Las condiciones materiales del trabajo, las nueve horas, conquistadas en la huelga de 1903, no pudieron ser mejoradas. La organización, sufrió las consecuen­ cias del fracaso con una diminución sensible de su fuerza. H oy han mudado mucho las condiciones anteriores. El fuerte impulso dado á la edi­ ficación, como consecuencia del aumento progresivo y rápido de la población metro­ politana, han creado para los obreros albañi­ les, circunstancias muy favorables para una fructífera acción contra el capitalismo. El gremio, no perfectamente organizado, como hemos dicho, tiene sin em bargo’ un es­ píritu combativo de singular fogosidad, que se despierta fácilmente. Así es que sin gran­ des esfuerzos, y por simple publicidad del proyecto, en muy poco transcurso de tiempo le ha1 sido permitido preparar el nuevo m o­ vimiento: L os contratistas y arquitectos de una sin­ gular intransigencia, son en gran parte los que determinan esta predisposición á la 'huelga que especializa á sus obreros. Malgrado las grandes fortunas que, rápida­ mente acumulan con la explotación del su­ dor de éstos, no son accesibles á las justas demandas que los trabajadores le hacen én vías pacíficas y normales, y contestan inva­ riablemente negándose á concederlas. Esto,1 con justicia; produce la natural irri­ tación en las filas obreras, y crea entre el capital y trabajo, un saludable espíritu de be­ ligerancia continua y álgida. Uno y otro, viven perennemente por así 'decirlo, el arma al brazo, vigilando cautelo­ samente la situación del adversario, para caer sobre él y doblegarlo. Los albañiles, no se han dejado intimidar por la resistencia y encono de los contratis­ tas y arquitectos, pues, á pesar de la inter­ mitencia de sus éxitos, no tienen sino moti­ vos para felicitarse de su predisposición á la lucha. De cuatro años á esta parte, la jo rn a ­ da que era de doce horas, ha venido dismi­ nuyendo hasta tocar el límite de las nueve, que es la que rige actualmente. El salario, ha aumentado en algo también, y hoy oscila entre 3.50 y 4 pesos por jornal. Apreciando estos resultados, los albañiles siguen siendo un grem io bien dispuesto á la acción. La huelga en que se han empeñado, tiene por Objetivo único la fijación de la jornada de ocho horas, para todas las estaciones del año. Hasta ahora, el movimiento puede con­ siderarse triunfante en el fin práctico que perseguía. Los arquitectos y contratistas, se han prestado, en esta ocasión, forzados por las causas que enunciamos más arriba, á con­ cederlas sin gran resistencia, pero se niegan con terquedad, los más importantes, Ballestreti, Simonazzi, Bernasconi y otros, «s sus­ cribir todo convenio con la sociedad de re­ sistencia que pudiera obligarlos en lo suce­ sivo á no violarlas. El sindicato, de poca fuerza, y teniendo en su contra la carencia de un sentido societa­ rio bien desarrollado en los individuos del grepiiO'Uia debido en cierta forma ceder á la aplastadora influencia de estas circunstancias adversas. Ha aceptado la victoria, en la extensión y mérito que ella tiene, y no lia hecho gala de una .presión, que por lo demás 110 podría ejercer, sobre la acción individual de los obre­ ros y contratistas, que han eludido y desacátado sus disposiciones; y ha dado al m ovi­ miento un carácter parcial. Sin, embargo, en virtud, de pactos de soli­ daridad que tiene contraídos con poderosas organizaciones de la ciudad, la Cosmopolita de Albañiles 110 piensa dejar las cosas en el terreno resbaladizo y peligroso en que se encuentra y que son un 1 verdadera amenaza para el futuro. No sería de extrañar, que la asamblea general del gremio, convocada para el domingo 10, adoptara 1111a resolución con­ tra uno de los más fuertes y ém pede,nidos de sus adversarios y entablara una lucha for­ mal y seria á objeto de forzarlo á suscribir con su fuma el pliego de condiciones. Si esto se obtuviera, 110 sería ya diifcil, ir haciendo entrar para el aro, ¿ sus demás colega» re. calcitrantes. Como quiera que sea, y con las deficien­ cias apuntadas, la huelga de los albañiles, puede considerarse un triunfo. Para comple­ tarlo, y consolidarlo sólo resta, la labor pa­ ciente de la organización que tienda á hacer ingresar á los obreros albañiles,ya predis­ puestos, por su fácil victoria, en las filas de la sociedad de resistencia. Y creemos, fundadamente, que esto se ha­ rá, pues, hay en estos, elementos enérgicos y luchadores, que por cierto, 110 se desani­ marán. Constructores de Carruajes - La huelga declarada al taller de Feliling, ha sido un efectivo triunfo moral y material, que ensal­ za con justicia, la seria organización del g re ­ mio, y la admirable conciencia societaria de los que lo forman. ' El personal del taller, en masa, fué á la huelga, impulsado por los repetidos abusos del industrial mencionado, hombre de poco escrúpulo, y de recursos mezquinos. Fué ini­ ciada por los dannificados y secundada más tirde de todo el personal, que advirtió ,1a alteración fraudulenta del horario, por los avances y re­ tardos hechos intencionalmente en la hora -de entrada y salida de operarios al estableci­ miento. La sociedad, tomó la intervención debida.y el boycott fué establecido en una forma rígi­ da y estrecha, proponiéndose al capitalista mencionado la solución del conflicto con la promesa de proceder en buena ley, acordar las reformas que solicitaban los huelguistas y responsabilizándolo de la pérdida de sal» rios que, con motivo del movimiento debie­ ran perder sus obreros. A los tres días, el industrial Fehting. subscribía íntegras las condiciones que le fueron impuestas. •) Nada mejor que este hecho, de tan pooa repercusión, puede demostrar el grado de potencialidad de un sindicato debidamente organizado y animado por un excelente es­ píritu revolucionario en lucha. Talleres de Mihanovich — El sindicato de efij dereros, secundado por los metalúrgicos, fra­ guadores, y carpinteros, ha declarado la huel­ ga al establecimiento que el gran armador tie­ ne en la isla, cuartel 70, rivera sur. La causa á que obedece tal resqfución,-.es el envió de tres chatas á los talleres que el mismo capitalista tiene en el puerto del Salto, donde á pesar de las convenciones estableci­ das en 1903, entre el sindicato mencionado y Mihanovich, subsisten aún algunos contratistas que han sido boycoteados, y que la organiza­ ción brega con serio y justo empeño, por elimi­ nar totalmente, dado los perjuicios graves qqe irrogan á las condiciones del trabajo en el g re­ mio. El paro fué resuelto el domingo 3, en caso de no ser satisfecha la demanda que por es­ crito debía ser pasada al propietario de fos talleres. En vista del rechazo absoluto que ella sufrió, el sindicato, después de una segun­ da asamblea, puso en práctica la resolución y desde el sábado 9, rige el estado de liuqlga para el establecimiento mencionado. Cuatrocientos son los obreros parados, per tenecientes á las organizaciones de metalúrgi­ cos, fraguadores y carpinteros, que se han so­ lidarizado con el movimiento iniciado por los caldereros. A fin de hacer más peligrosa la posición del armador Mihanovich, la sociedad de Calde­ reros y anexos, ha apelado al apoyo de las organizaciones de marineros y fogoneros, obre­ ros del puerto, carreros, y otros que tienen su campo de trabajo en el puerto, á fin de apli­ carle un severísimo boycott terrestre y marí­ timo que ha de adquirir grandes proyecciones, y damnificar seriamente al riquísimo armador. Este, sin embargo, con su característica in­ transigencia, ha anunciado el propósito de no ceder esta vez á las reclamaciones de susobrftros, bajo pretexto de que un compromiso for­ mal y escrito lo obliga á mantener en site puestos y proteger á los contratistas que son origen y motivo d d conflicto. La huelga, adquiere proyecciones más am­ plias cada día. Numerosos obreros, que traba­ jaban en la rivera en construcciones de Mifiár novicli, lian suspendido igualmente sus labores, obedeciendo las prescripciones de los respec­ tivos sindicatos. Es opinión de los obreros, que el movi­ miento que se inicia, será de larga duración, y pondrá á prueba la consistencia de las ohganizaciones que en él intervienen, asi como la educación societaria de sus afiliados. Esto no obsta, sin embargo, á que confíen justifi­ cadamente en el éxito, tanto más cuanto el sindicato de caldereros y anexos, que tiene en sil mérito buenas y victoriosas campañas contra el capitalismo es, sin disputa, uno de los más poderosos y mejor organizados de la capital. En el puerto Un despertar halagüeño— Un hecho de grande y significativa importan­ cia ha ocurrido en el puerto el juéves 8 del corriente. El vapor Bellailsa, á la carga bajo el contratista W arsehit, fué boycoteado por estivadores de la sociedad de resistencia, d e­ bido al intento de aquél de disminuir, en con­ tra de las costumbres establecidas, el número de obreros que trabajan en las bordadas. Ba­ jados los hombres, fueron llamados, como de costumbre para substituir los individuos pertn necientea á las Sociedades patronales l^a iV gentina é Independiente (Libre Traluqo) á qü;qnes fué dadas las condiciones de trabajo regla­ mentarias, que hablan sido en vano solicita- dos por los obreros sindicados. E ste hecho se produjo el m iércoles. A l día siguiente, una re­ solución d e W afse h it, dism inuía otra v ez el núm ero acostum brado de obreros en las di­ versas operaciones de abordo, é intentaba contfnilar el trabajo en condiciones anorm ales. A n ­ te este propósito, y p or prim era vez, los ele­ m entos que hasta ahora han servid o tan in­ conscientem ente la causa d el patronato, aban ­ donaron uniform em ente el vapor, y d escendie­ ron á tierra m anifestando su resolución de no subir á él, sinó después que fueran restableci­ das las condiciones norm ales del trabajo. D espechado el contratista, hizo ordenar la detención d e los obreros Carm ona y D upuis, afiliados respectivam ente á las sociedades de resistencia y L ibre Trabajo . C onocido este des­ mán, fue reabierto el b oyco tt por el sindicato que lo declaró en el principio, hasta tanto la libertad de los estivadores citados, no fuera obtenida, lo que ocurrió poco tiem po después. L a casa Graham Brow n, cargad o ra d el Bellailsa y en perfectos antecedentes d eíh e ch o , se d irig ió á la sociedad O b reros del Puerto, solteitando el levantam iento del b oycott, y corhunicándole su resolución d e rescindir el con­ trato qu e tiene pendiente con W arseh it, único ttiúsante del conflicto. E s de suponerse la im presión que el ines­ perado acontecim iento habrá producido en el áljim o d e los personajes cristianos y b u rgu e­ ses1, Capurro, Cristophersen y otros, fundado­ res y propiciadores d e estos sindicatos am arillos, ante la actitud tan abiertam ente solidaria de estó%* con sus sim ilares revolucionarios. É l'h e c h o para nosotros, no puede ser más h alagador y liso ngero, y e s con verdadera fruicciórt1 que alrededor de él tejem os nuestros co­ m entarios. L o explicam os, por la le y inflexible é ine­ vitab le del m aterialism o económ ico, que rig e todas las acciones co lectivas é individuales. A n ­ te la identidad específica de intereses existen­ te en tre los obreros d e un m ism o grem io, no e s posible que subsistan largam en te diferencia­ ciones ideológicas; y e s ló gico que ante la igu al explotación y agresividad que sufren del patro­ nato, tarde ó tem prano, reúnan sus fuerzas y en ergías para una acción contra el com ún en e­ m igo. en este terreno no pueden y a ser dueños de su conducta? E l m edio en que se d esenvu el­ ven les im pone su regla, y deben som eterse á ella. R econ ocer así las e xigen cias d e la acción parlam entaria, que son condiciones de vid a pa­ ra los partidos, no es excusar las cobardías, las traiciones, las corrupciones que constante­ mente se denuncian. E s com probar, para un sencillo trabajo de análisis q u e el parlam enta­ rism o tiene leyes propias, que los partidos son organism os que deben som eterse á ellas y que no se puede e x ig ir d el parlamentarismo sino lo que puede dar. Im potentes para crear las instituciones y las nociones revolucionarias, los partidos sscialistas no sabrían satisfacer todas las preocupaciones de la clase trabajadora: se­ ría prepararse gratuitam ente nuevas d ecepcio­ nes, singularm ente más crueles, que las pasa­ das, el esperar de su activid ad otra cosa más que una ayuda útil, y de su conducta más que una d ign idad política elem ental. C reer una v ez más, después de las experiencias ob teni­ das recientem ente, q u e un partido socialista sobre su terreno propio, que es el parlam en­ tarism o, puede d ar toda su intensidad á la luch a de clases, eq uivaldría á v o lve r de nue­ v o á la conquista d e la piedra filosofal. *** dem ostrándole la causa d e su esclavitu d , la posibilidad de su em ancipación m ediante su propio esfuerzo, é indicándole los m edios Paj*a llega r á ella, es el objeto de la propagan d a socialista; y á él han respondido com pleta­ m ente las dos conferencias q u e el com pañ ero A q u iles S . L o ren zo ha dado el d o m in go 3 los trabajadores d e esta localidad. Con am plitud de criterio, form a clara, riqueza d e datos tanto de la m iseria de la clase obrera com o de la consecuencia del acaparam iento de la riqueza social realizado por la clase burguesa; con la ayuda de sus agentes: m ilitarism o, le­ gislación y educación; definió al E stad o com o órgan o de clase; evid en ció los electos sociales d e esta condición de cosas; y puso d e m ani­ fiesto la función del partido socialista en esta lucha, com o educador y p restigiad or d e m edi­ das sociales en pro d e los obreros y d e agen te crítico de las instituciones burguesas con los parlam entos; dem ostró la eficacia del m étodo de lucha in te g ia l que desarrolla el sindicato obrero revolucionario, em brión de la socied ad nueva, adonde y en el que se van creand o las capacidades técnicas, form ándose una nueva m oral y desarrollándose e n ergías d estru ctivas y constructivas. E x h o rtó á los trabajadores del Baradero á secundar la obra d e la m inoría consciente, entrando á form ar parte del C en tro obrero, á cu yos esfuerzos se deben las m ejoras de que disfrutan los trabajadores del cam po. E s la ciase trabajadora organ izad a revolucio­ nariam ente en sus instituciones económ icas, la que elabora gradualm en te el socialismo. E ste es la lucha cuotidiana, que se v e ob ligad o á sostener el proletariado contra todas las je ­ rarquías, todas las autoridades y todas las Circunscripción 2.a.— E n unión con la so­ creencias del m undo bu rgu és, y la que lep>erciedad de cu rtid ores lle v ó á cabo el 9 de mite ir edificando a l mismo tiempo que des­ S eptiem b re en el salón d e la T ip o g rá fica B o ­ truye. E l proletariado no entiende pedir p res­ naerense, San Juan 324 5, una im portante fun­ tado nada al orden capitalista, y su misión ción y conferencia. esencial consiste en dar vida á creaciones ori­ Circunscripción 3.».—La fiesta d el prim er gin a les y propias. N in gu n a com binación p o ­ subcom ité, realizada el 5 d e A g o s to ha drían atenuar la lucha política que él realiza, dado el sigu ien te resultado: E n trad as, 683.25; en tod os los m om entos contra la sociedad ac­ salidas, 354.02; B eneficio líq u id o , 309.53. tual en conjunto. E l proletariado organ izado Circunscripción 8 .a— L a asam blea últim a no parlam enta, ni negocia: él com bate. A ún de este centro con la la presen cia d e x6 com ­ hasta en los casos en que la lucha toma for­ pañeros resolvió d eja r sin efecto, p or gran m as orgán icas— tal es la evolución d e todos mayoría la d eterm inación d e la C . A . de subs­ los dias— ésta no pierd e nada d e su virtu d cribirse al periódico L a A c c ió n S o c ia l is t a revolu cion aria ni de su valor educativo. N in ­ (50 cen tavos por trim estre). gún dogm a, n inguna fórm ula la guían: la e x ­ La C . A . d e este cen tro ha qu ed ado cons­ periencia es la única qu e señala su camino. tituida p or los sigu ien tes com pañeros: A . R o ­ N in gu n a preocupación , n ingún tem or de des­ d rígu e z secretario gen eral; J. R o d ríg u e z, de truir alianzas ni de rom per com prom isos pue­ actas; J. F ernández, tesorero; G oñ i, M o n r o y y d e haber: ella se basta á sí misma. A y o lfi, vocales. L a m isión d e un partido socialista en el par­ Circunscripción 9 .— Próxim am en te d ará una lam ento no puede consistir sino en ayu d ar le­ E l problem a que se propone h oy á todos im portante función y conferencia. gislativam ente al proletariado en su obra de o r ­ los partidos socialistas, no es tanto el de ha­ Circunscripción 12.- y 13. — C eleb ró el 2 gan ización autónom a. A l proletariado le toca for­ llar la form a de su organización, cuanto la de d e Septiem b re su segu n do aniversario con m ular sus reinvindicaciones, y definir sus con ­ adquirir una noción precisa d e su acción. Un funcióu y conferencia en el salón U nione e cepciones: al partido socialista, si q uiere exis­ partido no puede tener la pretensión d e absorber B enevolenza; ¡C an ga llo 1308. H ab ló E . D itir com o tal, inspirarse en estas m anifestacio­ én él ese vasto m ovim iento de transform ación chmaun. nes de la vida obrera, y facilitarle, en la m e­ histórica que es el socialismo. L a práctica de la Circunscripción 20. —A beneficio d el dia­ dida en que él pueda hacerlo, su libre desen­ lucha de clases,— es decir, la organ ización de rio L a Vanguardia dará una fiesta el do­ volvim ien to. Y esto no es un papel inferior, si la revuelta obrera, la elaboración de nuevas m ingo 24, en la C asa S u iz a ’ bien sea secundario. N ad a h ay de hum illan­ instituciones económ icas, é ideas ju ríd icas y te para él en com probar los lím ites de sú po­ m orales, únicas capaces d e traer al m undo un der, y en evitar el ridículo de una actitud conjunto de reglas superiores de v id a ,— es la que sería m ortal, si quisiera superar las p ro ­ obra exclusiva del proletariado revolucionario, Rosario.— L a in iciativa d e instalar una pias capacidades. E s en este sentido, que en actuando en sus agrupaciones de clases. Pero cooperativa de consum o de rop ería, p restigia ­ F ran cia, el partido socialista debe concebir su un partido pe Utico socialista tiene, á lo m enos da por el C en tro S ocialista de esta ciudad va acción ju n to el sindicalism o revolu cion ario, si en el estado actual de cosas, su sitio al lado abriéndose fácil cam ino. S e han distribuido no q uiere in gresar irrem ediablem ente en el de estas agrupaciones autónom as de las m asas profusam ente m anifiestos al p u eb lo trabajador dem ocratism o burgués. obreras, á condición de no confundir lo que en que se evidencian los beneficios qu e d e la * con stituye la acción d el par tido, con lo que es * * em presa pueden redundar en su favor. L a propio de la acción de clases. idea, en gen eral, ha sido bien a co g id a , y las T a le s son á nuestro juicio las conclusibnes qu e deben aceptarse d e la experiencia d e ' los acciones (2500, de 5 c/u, á pagarse en cu o­ *** últim os años. E l socialism o se ha descom ­ tas) en buena parte están ya suscriptas. S u s La doble característica d e un partido, es an­ puesto en Francia, al contacto d e la dem o­ iniciadores, piensan que una v ez cubiertas to­ te todo, su com posición por elem entos de ori­ cracia. N o se reconstituirá sino sacando pro­ talm ente, la apertura d e la «Casa d e l , Pueblo» g en esencialmente desemejantes, y que no se vech o de las lecciones que le dá el últim o p e­ será un hecho práctico y realizable. reúnen sino para la acción parlam entaria. E sto ríod o de su evolución. P u ed e decirse, m odifi­ B a h ía B la n c a .— A principios de S e p tie m ­ es tan exacto para el partido socialista com o cando ligeram en te una fórm ula ya dada, que bre em pezó á funcionar d efinitivam ente para, para todos los dem ás partidos. el socialism o no pu ed e ser otra cosa más que el pú blico la cooperativa de panificación, crea­ D onde quiera que los partidos no represen­ da p or los obreros d e esta localid ad . un movimiento obrero revolucionario dentro de ten las clases, en F rancia por ejem plo, ¿quién una democracia. Cruz Alta (Tucuntán.) — L a s últim as n oticias se atrevería á afirm ar q u e el partido socialista, H. L a g a r d e l l e llegad as de esta región azucarera, revelan la es en el sentido estricto de la palabra, el par­ afligente situación de los trabajadores de los tid o de la clase trabajadora? E s un partido {D e L e M ouvem ent Socialisle) hfgenios, y dem uestran que, á pesar de la op i­ popular, más bien que un partido obrero. ¿A ca­ nión corriente, no han m ejorado en m ucho sus so, no ha tom ado en sus m anos la defensa de condiciones de trabajo. E l jo rn a l actu al d e qu e las clases m edias y de los pequeños burgueses? gozan es el m iserable de $ 1.50, insuficiente ¿Sus cuadros no están form ados com o los de p or el excesivo costo d e los a rtícu los d e p ri­ todos los partidos, de hom bres salidos d e to­ das las posiciones sociales, pequeños burgue­ Santiago — L a cám ara local ha sancionado m era necesidad. ses, intelectuales, y hasta profesionales de la una ley q u e establece la enseñanza religiosa política? ¿El partido no se resum e, en cierto ob ligatoria en las escuelas de la provincia, m odo, en ese personal especial que tiende, de asignando ciertas partidas de dinero á iglesias acuerdo con una le y natural, á constituir una y asociaciones católicas que no existen. E ste agrupación m uy diferenciada con intereses par­ clericalism o de los diputados locales, ha pro­ El Som brerero—C onm em orando la funda­ ticulares, con concepciones definidas, y subor­ ducido una v iva protesta popular. E l centro ción de su sindicato, los trabajadores som bre­ dinado á la masa electoral y á la clientela que ha lanzado un m anifiesto estigm atizando la reros han confeccionado un núm ero especial lo sigue? ¿Y sería posible que fuera de otro reacción clerical, y el m agisterio santiagueño cu ya lectura nos produce la más herm osa m odo, desde que son los rasgos esenciales de ha form ulado, con palabras vigorosas, su d es­ im presión sobre la vitalidad qu e anim a á aquel tod o partido? aprobación. organism o sindical. En cuanto á su acción, quiérase ó no se — L a h uelga d e talabarteros sigu e firme. H ay U na serie de artículos abiertam ente inspi­ quiera, no dejará d e ser pirlam entaria. En m otivos para creer que dentro de breves días rados en la crítica valiente d e las exp lota­ una dem ocracia, com o la francesa, en la que terminará con una victoria com pleta de los ciones y tiranías burguesas; en todos ellos los partidos políticos, gracias á las intrigas obreros. palpitando la claroviden cia d e los espíritus de corredores y al ju e g o norm al de las ins­ — E n una nota á la Unión G . d e T rab a ja ­ libres, y la viril e n ergía d e luch ad ores ente­ tituciones parlam entarias, se ven envueltos en dores, se envía una palabra de aliento, al m is­ ros; el conjunto dando la n ota im presionante com binaciones im previstas, el partido socia­ mo tiem po que de felicitación por la labor de de una literatura genuinam ente proletaria sa­ lista se ha am algam ado, con más ó menos ni­ su T e rcer C ongreso, cuyas resoluciones son na, v iva z y triunfadora, qu e m arca el gra d o tidez, con los partidos dem ocráticos bu rgu e­ conceptuadas com o el fruto d e la sensatez y de capacidad intelectual d e una organ ización ses. S o b re todo, en los últim os años, es una de una nítida concepción de las condiciones obrera, consciente de su eleva d a m isión, se­ ley que se ha im puesto él mismo, y á lo cual específicas en que se ha planteado la lucha gu ra de su porvenir. no ha podido substraerse. L a fracción refor­ entre el capital y el trabajo, en la R epú blica E s un ejem plo todavía p oco com ún entre m ista, con m ás im pudor, y la fracción revo­ A rgentin a. nosotros, el que nos ofrecen los trabajadores lucionaria con más circunspección, han una B ír s d flr o — Infundir en la clase obrera el som brereros; por eso m erece s e r recom enda­ y otra, contribuido al m antenim iento de m i­ espíritu de rebelión excitando su instinto á la do insistentem ente á los d em ás obreros y nisterios burgueses. ¿Q ué es esto, sino dem os­ libertad, al bienestar y el horror á su con d i­ tributarle justo y sincero aplau so com o alen­ trar q u e desde que la función propia de I03 ción abyecta, dar á esa clase trabajadora la 1 tador estím ulo á persevei a r en esa obra d e partidos es la acción parlam entaria, una vez energía para una acción constante y continuada positiva em ancipación proletaria. A c u s a m o s re c ib o d e la s A d m in istra tiv a s S on n uestros a g e n te s en el interior: B oca ( S u b C o m it é d e la 4.a circ.), Venturini G a rib ald i. A z u l— B. Bosio. B a rad ero — Juan S olari. Bahía B lan ca— J. G ian frin i. S a n tia g o del E ste ro y L a B and a- -E . Ibáñez. L a P lata - R o b e rto B ord en ave. R E D A C C IO N Y B ib lio g ra fía X P r e c io d e S u s c r ip c ió n POR A Ñ O ............................................................................... 2.00 » S E M E S T R E ................................................................... lu >• » T R IM E S T R E ..................... ... 7 > 0.86 N U M E R O S U E L T O ................................" ! ” !!!» o!lO AVISOS Im prenta y Encuadernación de LOTITO y BARBERIS 321 - CALLE LAVALLE - 321 Casa especial para impresiones de todo gánero IA INTER-NACI DUAL ~ Revista Socialista pa rece m ensualm ente Redacción: A zcuenaga 981 A dm inistración: Cuyo 1932 "LA VA N G U A RD IA " D iario socialista S u s c r ip c ió n m en sua l 1 $ Es deber de todo socialista cons­ ciente el co ntribuir con su suscrip­ ción al sostenim iento del órgano ofi-cial del partido. Redacción y A dm inistración: D efensa 888 Avanguardia Socialista INTERIOR Movimiento socialista A D M IN IS T R A C o cb a b a m b a 3 4 0 1 Inform ación socialista U ACCiOH DEL FARnSO SOCIALISTA H i ACCIÓN DE CLASES s ig u ie n te s p u b lic a ­ c io n e s: ^ L 'A v a n g u a td ia Socialista, M ilán; L a A u r o ­ ra d el M arino; E l Obrero, A zu l; E l F e r r o ­ c a r r il, E l N uestro, B ra gad o ; E l Trabajo, Junín; L a P a lan ca, P ergam in o ; J u stic ia l Paraná; E l som brerero; E l Proletario. ORGANO de la y raedor] Revolucionaria D IR IG ID O PO R A. LABRIOLA I 7, MCCCHI MILAN Via Ugo Foscolo 5 1A LET SEL THABAJD Folleto conteniendo los juicios que h a m erecido de los socialistas el pro­ yecto del ex M inistro González. A parecerá en breve P o r pedidos dirigirse al C entro Social lista del Azul. EL MOMENTO LEV01ÜCI0NAL10 ENLEJIA . por' A . S . L O R E N Z O Precio 10 centavos. El beneficio de la venta se destina <W q »1 Comité Pro-Presos y C entro SociaJista del A zul, que lo A las organizaciones g rem iales y cen tro s so cialistas » i¿ d e, S r i V e La •Acc,á" Soc-Aum 2: ^ 7 = a s í t = ! = dc P - b lic ^ d e T f us“ |S „ r a L Í 'e S á 6 ° m Es necesario recordar á los cc ros, la conveniencia d e n o c e j Boycott, que el consejo de la Ur ce algún tiempo inició co n tra la m J l^ r^ t&aLa Agentóla, ( ,“ ed‘°| dot i c h a c t r * 63 la r e s i s t í h a ci, N ingún obrero debe couip ductos d é la fábrica La, Ir para hacer com prender á los capitalistas el valor d éla fuerza «--.o» ífwwiy -irKjiflg i .wr>in aj,-. .ti#. La Acción Socialista P eriódico —---------------* S in d ic a lis ta R e vo lu c io n a rio Aparece el 11 y 21 de cada m es ALOO SOBRE SINDICALISMO Se agita el pueblo obrero anheloso de con­ quistar su emancipación. Brega por destruir el actual orden social que conceptúa incompa­ tible con su completo bienestar. Dedica á ello tiempo y energías. Hay pues, el propósito indisoluble de col­ mar aspiraciones, de satisfacer necesidades. ¿Pero cómo el pueblo trabajador podrá ha­ cer efectiva la abolición de todas las explota­ ciones y tiranías que pesan sobre él? He aquí un problema que debe previamente plantearse y cuidar de resolverlo. Está ligado á la exacta orientación del mo­ vimiento obrero, de la cual depende, á no du­ darlo, la realización de una obra positiva y de indiscutible valor social. A l efecto, la historia contiene ricas enseñan­ zas y su interpretación científica ilustra sobre el mecanismo que ha movido las sociedades y determinado sus profundas revoluciones. Ella nos indica cómo en las múltiples y va­ riadas luchas de clases que llenan, puede de­ cirse, todo su curso, los agentes de transfor­ mación social al cimentar su triunfo han de­ terminado la ascensión de un nuevo mundo generado en su propio seno y por su propia obra en intensísima actividad revolucionaria. Esa nueva organización social realizada, no caprichosa y arbitrariamente por sus promo­ tores, sinó como sabia y lógica satisfacción á las necesidades é intereses colectivos de aque­ llos. Sustitución continuada, pues, de un ré­ gimen social por otro ya constituido y sólida­ mente organizado. A las clases oprimidas co­ rrespondiendo la alta misión histórica de pro­ vocar nuevas etapas evolutivas como resultado de su lucha sin cuartel contra las fuerzas opuestas á su advenimiento al gobierno social. Podemos, en su consecuencia, concluir que el movimiento de las masas obreras no puede ser un conjunto informe de brutales instintos de conservación, y encaminado por absoluto á la tarea negativa de destruir un régimen, para sobre sus escombros pretender iniciar la erec­ ción de otro. Porque ello se traduciría en una verdadera disolución social, y no en el cum­ plimiento de una revolución social. El movi­ miento obrero debe tender á ordenarse y de­ finirse en la serie de actos impuestos por las exigencias de la lucha externa y del creci­ miento interno de una nueva sociedad en es­ tado naciente y promovida por las masas obre­ ras en una incesante tendencia á organizarse, á constituirse ó afirmarse por sí misma como clase. El movimiento obrero traduciéndose en la vida activa y precoz de un nuevo mundo que disputa al mundo burgués su predominio en la sociedad y su gobierno. En tal concepto entendemos que la eman­ cipación del pueblo trabajador está ligada á la formación de un organismo obrero tan vasto y complejo como fuere indispensable, destina­ do á sustituir en la sociedad a l organismo ca­ pitalista fruto de la clase respectiva. Un or­ ganismo obrero cuyo funcionamiento implique la absoluta negación del régimen burgués y avive la guerra civil hasta sus extremos. Un organismo obrero en cuyo seno se vaya ela­ borando la solución perfecta á todas las cues­ tiones planteadas por la emancipación de la clase productora. Que haga efectiva y práctica una nueva forma de producción social con trabajadores libres é independientes; que g e­ nere uno nueva ética y nuevas relaciones ju ­ rídicas á base de la más acabada solidaridad proletaria. En fin, un organismo obrero que respondiendo progresivamente á sus funciones generadoras, concentre en su seno toda la vida y el alma de la clase obrera, desligue á esta de la sociedad capitalista, y vaya en tal sen­ tido determinando la inutilidad y el desmoro­ namiento paulatino del viejo mundo burgués. Tal es el verdadero aspecto de la dinámica social correspondiente al actual momento his­ tórico, y tal es la obra que el proletariado debe cumplir para hacer efectiva su emanci­ pación. ¿Pero cómo y por cuales medios? Es esta una cuestión que ha obsorbido her­ moso tiempo y cuantiosas energías. La vague­ dad, el confusionismo en los modos de lucha ha caracterizado una gran parte de la acción obrera. Y natural que fuera así. La carencia de buenos puntos de mira y del necesario ma­ terial de estudio no ha hecho posibles otros resultados. Además, un movimiento tan vasto, tan com­ plejo y profundo, determinado por el juego de todas las fuerzas sociales, y tendiendo al cumplimiento de una revolución de alcances insuperados en la historia de la humanidad, no pudo ser presentido en todas y cada una de sus partes. Su dirección y su tendencia sa­ bia y positiva no pueden ser prefijadas á ca­ pricho mediante reglas ó moldes emanados ve un cerebro. El propio movimiento es quien da iluminando su camino, determinando su ac­ ción, enseñándose á si mismo. En cada una de sus etapas ó gradaciones se ha cumplido en la manera de las circunstancias, en la me­ dida de sus recursos y en el alcance de su propia clarovidencia. Es por eso que solo hoy, después de una fecunda experiencia y e n poder de las reve­ lantes enseñanzas acumuladas por aquella, se hace posible á dicho movimiento obrero el orientarse con exactitud é inteligencia. Y es, quizás, recien hoy que se poseen los elementos necesarios para poder determinar en buena ciencia, los modos y los medios con que el proletariado realizará la obra impuesta por su emancipación. Es, pues, en presencia de tal realidad viv i­ da que diremos lo que al respecto pensamos. Hasta época reciente, puede decirse, que el movimiento obrero tuvo por únicos centros de inspiración y promoción á los grupos so­ cialistas y anárquicos. Unos y otros unánimemente atribuyeron á las organizaciones sindicales, un papel secun­ dario y transitorio: los socialistas viendo en ellas la forma más elemental para los obre­ ros de iniciarse en la lucha reivindicadora, excelente medio de conquistar mejoras, y ri­ co campo para fabricar conciencias socialistas y afiliados al Partido; los anarqqjstas aceptán­ dolas como buen escenario de ginnástica re­ volucionaria. Solo en los últimos tiempos, la organización sindical de los obreros se presenta afirmando un rol apreciable, llenando funciones no cum­ plidas, y concurriendo así á la lucha con advertible eficacia. Pero socialistas y anárquicos persisten con marcada insistencia en conservar para sus gru ­ pos respectivos la calidad fundamental de ejes de la revolución social. Lo más que se concede hoy, es el recono­ cer para aquellas organizaciones una tarea de innegable transcendencia, pero sin que esto im­ plique la más mínima limitación al rol pre­ sente y futuro de los aludidos grupos. En tal sentido cabe preguntarse: ¿La estupenda obra constructiva á que hi­ cimos referencia anteriormente, la generación de un organismo obrero disputando al organis­ mo capitalista el gobierno de la sociedad, ha­ brá de consistir en el desarrollo paralelo de todas esas instituciones que indiscutiblemente presentan una estructura muy diversa? Pensamos que no, pues á nadie se oculta que ellos solo pueden constituir un conglom e­ rado iniorme y heterogéneo, en absoluto des­ provisto de la necesaria coordinación y enla­ ce orgánico de las partes componentes, Más aún, estas agrupaciones sociales (gru­ pos políticos y sindicatos obreros) en la inte­ gración efectiva y permanente de un mismo organismo, se excluyen, se contradicen por su naturaleza fundamentalmente distinta. Es por eso que en nuestro concepto el surgimiento de un nuevo orden social munido de todos sus atributos solo se operará, y ya se optra, en el seno de los sindicatos obreros y revolucionarios. Su desenvolvimientoprogresivo les confirma en ese rol. Su acción cada vez más vasta y compleja tiende á limitar ó reducir la función de los partidos (anárquico ó socialista.) La sociedad proletaria del porvenir no pue­ de ser la obra de un partido, sino la obra de la clase proletaria. El socialismo inarxista puro y real, no es ni puede ser patrimonio de partido, sino de la clase destinada á elaborarlo y combatirlo á través de un paciente y accidentado proceso revolucionario. La naturaleza del partido socialista es emi­ nentemente circunstancial y transitoria. Y no desvirtúa esta afirmación el hecho de que ha­ ya constituido la vanguardia de las fuerzas en rebelión. Natural que así fuera, desde que constituía la «entéte» de los pocos que habiendo com­ prendido el mecanismo del régimen capitalis­ ta, obraban contra dicho régimen. Es por eso que en nuestro concepto el rol cumplido por el Partido socialista está níti­ damente precisado y restringido á su acción negativa de crítica énérgica al capitalismo, á la de agitación de las masas obreras caóticas é informes; removér á estas é incitarlas á or­ ganizarse, á tomar conciencia de si misma, constituyéndose en clase. Ese rol se traduce, pues, en el estímulo inteligente y generoso que impulsa á los pro­ ductores á realizar su oiganización, para asu­ mir ellos mismos la gestión de sus intereses con toda la clarovidencia y tenacidad corres­ pondiente; y para que en esta lorina los ata­ ques al régimen burgués sean el resultado de la lucha directamente ejercitada por la clase trabajadora. lie ahí la misión del Partido socialista: con­ tribuir áqu e el proletariado haga su organi­ zación para que sil victoria sea el resultado de su propia obra; y no empeñarse torpemen­ ------------------ te en la vana pretensión de ser él (el parti­ do socialista) el autor de tal éxito, pues los partidos nunca han sido los genitores de nin­ gún retazo de la historia. En su consecuencia, lo racional y científico para dicho partido consiste en propiciar la madurez de la organización proletaria, dándo­ le todas sus energías, toda su vida, y no res­ tarles esta en la creencia de constituir esa or­ ganización total ó parcialmente, pues se en­ cuentra fuera de ella y solo es un apéndice de la misma, destinado á desaparecer en lo futuro. Solo así se habrá facilitado «la superación, como dice Leone, de la fase transitoria del socialismo de partido para ascender á la fase del socialismo de clase,» el cual se materiali­ za, se concreta, y constituye, puede decirse, toda la obra elaborada en el seno de los úni­ cos órganos específicamente revolucionarios: los sindicatos obreros. Son estos los que en realidad plasman la organización de la clase-, son estos los que lle­ vados á un grado superior de florecimiento torman, por si mismos, la anhelada y querida sociedad del porvenir: la sociedad del trabajo. Son ellos los que absorbiendo toda la vida obrera, gestionando los intereses de clase y respondiendo á sus exigencias, con las Cáma­ ras de Trabajo como centros motores sólida­ mente coordinados y con las federaciones de oficio como músculos tendidos á través de to­ das las distancias, vienen á integrar felizmente aquel organism o obrero que habrá de susti­ tuir en el gobierno social al organismo capi­ talista. Y su naturaleza bien los revela y acredita. Ellos convocan á los obreros, no en nom­ bre de una ideología, sino en su calidad mate­ rial de productores, que vale por todas las ideologías, para que hagan valer sus dere­ chos colectivos de productores, para que se habiliten en la defensa de sus intereses co­ lectivos de productores, para que afirmen la calidad de su función social de productores, la hagan pesar, y organicen convenientemente co­ mo tales la gran revolución que impondrá la soberanía del mundo proletario. Ellos al concentrar á los obreros en nombre de todas las necesidades é intereses de cada uno, refundidos en las necesidades é intereses colectivos del núcleo, están forjando en su mayor fuerza, en su máxima solidez el vínculo material de solidaridad de clase, que á su vez se convierte en rica fuente de lozanos y puros cariños fraternales. En esta forma los sindicatos al concertar de tal manera los intereses, las voluntades y los afectos obreros, en un solo interés, en una sola voluntad y en un solo afecto colectivo, no solo organizan una nueva forma de p ro­ ducción social (el taller colectivo), sino que también van modificando el espíritu de los hombres para adaptarles al medio de un nue­ vo orden de cosas. Los círculos políticos difieren radicalmente. En ellos sus afiliados se congregan en nombre de una ideología, que por más bella y bon­ dadosa que sea, no adjudica á quien la posee un rol social efectivo, material y práctico. Y venidos así porque se está conforme con una determinada teoría ó doctrina sociológica, natural que su composición se verifique con elementos desemejantes,— como dice Lagardelle;— con hombres llegados de todas las capas sociales, formados en los ambientes más d i­ versos, con educación, costumbres, gustos y afectos distintos; y en el terreno material des­ vinculados por la contrariedades de sus inte­ reses. ¿Que acción específicamente de clase les será dado ejercitar, si ocurre que una parte de sus miembros no son obreros, y están impedidos, en su consecuencia, de comportarse como tales? Esa accjón, esa lucha solo puede ser el pa­ trimonio exclusivo de las organizaciones habi­ litadas por su naturaleza para comportarse en el combate social en una forma típica, profun­ damente especial á la clase; á las organiza­ ciones en que el resorte de todos sus movi­ mientos, de toda su vida, sean la afirmación cada vez más nítida y triunfadora de la cali­ dad de obreros propia á sus componentes; á las organizaciones, en fin, que constituyendo por sí solas una fuerza, la puedan hacer sen­ tir con el recurso de armas ligadas á la con­ dición de obreros. l’or eso, como dice Michels, «el sindicato abierta y decididamente socialista es el ins­ trumento, es la base de la revolución social*, y los que, superado el proceso de la lucha, habrán de asumir áinplia y libremente la di­ rectiva de la producción, y el gobierno moral de la sociedad por la orgánica inteligencia de los mismos. A. S. L o k k n z o . Difundid £ a fic c ió n S o c ia lis ta U SÉ M E t m DEL TRABAJO LIBRE A una mayor conciencia del proletariado, á una mayor penetración del elemento obrero en la lucha de clases y á una mejor compren­ sión de la misma, corresponde una variación correlativa en la clase enemiga. Esa variación puede traducirse en represio­ nes brutales, en leyes coercitivas que obstacu­ licen el desarrollo progresivo, creciente de la organización y conciencia obrera; 6 en ciertas iniciativas privadas, que tienden por hábiles artimañas á dificultar el movimiento prole­ tario. A e s te ú ltim o g é n e r o p e r te n e c e la s o c ie d a d Protectora del trabajo libre, f u n d a d a r e c ie n te ­ m e n t e p o r c a p ita lis ta s d e las e m p r e s a s d e t r a s ­ p o r te s . Bajo la apariencia de protección á los tra­ bajadores que en ellas ingresen, se encubre el fundamental propósito de impedir las huelgas, que tanto lesionan su privilegio, y que tantos beneficios de orden moral reportan al prole­ tariado, poniendo en acción su conciencia y energía y cimentándolas paulatinamente. En efecto; esos capitalistas emplearán todos los medios para obligar á sus obreros á for­ mar parte de la sociedad por ellos fundada, y los más conscientes que á ello se nieguen se verán boycoteados y perseguidos. La cohesión, la unidad de pensamiento y acción tan indispensables, para abordar con éxito la lucha, desaparecerán por completo, i Con esto lograrán dificultar la producción de las huelgas, y las que se realicen llevarán pocas probabilidades de triunfo, estando como estarán obstaculizadas, por el carneraje de los obreros de la sociedad patronal, que so pre­ texto de la mentida libertad de trabajo, trai­ cionarán á sus hermanos en lucha. * * * Los capitalistas han comprendido la impo­ sibilidad de ahogar el movimiento obrero por la fuerza bruta y las leyes de excepción. Buscan ahora la mentira y la ruindad que caracteriza á todos sus actos de clase parásita y exploradora, para aminorar los efectos de la mayor conciencia revolucionaria del prole­ tariado. Este que sabe todo lo que ha costado lle­ gar á la altura en que se encuentra, presen­ tando al enem igo baluartes como la Unión y la Federación, debe rechazar de plano estas iniciativas burguesas que redundarán en per­ juicio de la organización y la conciencia obrera del país. Las entidades obreras de la República están en el deber, si en algo estiman la labor realizada y la emancipación de la clase traba­ jadora, de realizar una activa propaganda, á fin de impedir que los obreros entren en esas sociedades patronales, embriones de futuras corporaciones rompe-huelgas, y en hacer co­ nocer á los inconscientes los propósitos que guian á los capitalistas, bajo tanta apariencia filantrópica: la mejor defensa de sus intereses y la prolonga! ión en lo posible de la esclavitud obrera. Y al mismo tiempo que realizan esa obra defensiva, deben completarla con el robusteci­ miento constante de sus sindicatos, infundién­ doles un potente sentimiento revolucionario, despojándolos de todo espíritu de estrecho y mezquino corporativismo, encauzándolos en la lucha de clases, árnplia y fecunda, via única que traerá la emancipación obrera y que re­ bela á los explotados el abismo que media entre sus intereses y los de la burguesía. PROPAGANDA ANTIMILITARISTA En nuestro número anterior apareció un artículo de propaganda antimilitarista. En él se revelaban á grandes rasgos, la función pa­ rásita y por ende degradante que cumple el ejército en el actual régimen, las selecciones regresivas que ocasiona el servicio militar, los hábitos nocivos que infunde á sus indivi­ duos, etc. Nosotros convencidos de todo eso, de que esos ejércitos sostenes en todo tiempo de la tiranía, de que esos ejércitos que como ha dicho alguien, no vigilan la defensa de la integridad territorial de los pueblos, sinó que por el con­ trario, toda su atención se reconcentra en la defensa del privilegio burgués, conmovido constantemente por la acción del proletariado, creemos que esa propaganda debe hacerse en un doble campo. l’or la prensa, los folletos y las conferen­ cias haciendo conocer al pueblo el espíritu criminal y bárbaro que informa A los ejércitos de todo el mundo; denunciando en todo mo­ mento los fines para que ha sido creado, el peligro que entraña la organización militar para la estabilidad de la paz universal y los gastos enormes que reclaman su sostenimiento. El otro campo de una gran eficacia es la organización anti-mi/itarista, como existe en Bélgica, Francia, Italia, etc. L A ACCION Los jóvenes de cierta edad, directamente interesados porque les toca la conscripción, esos son los que deben formar esas asociacio­ nes que en los países citados y especialmente en Bélgica dan tan hermosos resultados. A q u í, cada cen tro.so cialista puede servir de base para esa organización, cediendo su local y ayudando moral y m aterialm ente, para a g ru ­ par á los jóven es por parroquias ó com o se crea más conveniente. F orm ar por el m om ento una federación lo ­ cal y lu ego una nacional. E sa federación ten ­ dría su periódico dedicado á una activa p r o ­ paganda anti-m ilitarista. S e enviaría á todos los conscriptos cuyos nombres y dom icilios aparecen en los diarios d espu és del sorteo y podría realizar las o tia s form as de agitación que se efectúan en B é lg i­ ca, y para no citar más que una: en los días de sorteo, es.i^ agrupaciones pueden reunirse para protesta t contra el servicio m ilitar y el m ilitarism o, pui m edio de m ítines y gran des conferencias, presentándose al sitio m ismo del sorteo. Y aquellos jó v en es fogueados en esa propa­ ganda, cuando van al cuartel socavan los ci­ m ientos de la organ ización m ilitar, hacen que los desgraciados allí m etidos le cobren odio y salgan futuros luchadores de la causa obrera. D el C entro S ocialista de la 8" había su rg i­ do esta iniciativa no ha m ucho tiem po, pero parece que ha q uedado en la nada. Incitam os á esos cam aradas á renovarla, á tener una reunión preparatoria con com pañe­ ros de otras circunscripciones, para llevar a d e­ lante esta idea que dará buenos resultados y com enzar los trabajos prelim inares para la fo r­ m ación de las organ izacion es anti m ilitaristas á las que ofrecem os desde ya nuestro ai diente y d ecidid o apoyo. S O C IA L IST A necesidad histórica de la tendencia que pres­ tigiam os e a este pais, y que contemporánea­ mente con designaciones distintas, los p role­ tariados de otras n a c io n a lid a d e s , aceptan co­ mo norma invariable de acción contra el capi­ talismo. H em os subrayado intencionadam ente a lg u ­ nas afirm aciones de principios, tales com o las del 5n párrafo, que establece contra el viejo criterio anárquico, el reem p lazo de las actua­ les instituciones burguesas por la com unidad de libres productores, que utilizaría los m e­ dios de producción y distribución de una mane­ ra sistemática y bajo la dirección de las orga­ nizaciones obreras. E s la orientación revolu ­ cionaria del sidicalism o, el p ro gresiv o p erfec­ cionam iento de las organizaciones grem iales, para qu een un m om ento dado puedan sustituir ventajosam ente á la clase q u e m onopoliza hoy la producción y distribución de la riqueza social, y tom ar á su vez su dirección, sin in­ terrupciones ni entorpecim ientos, y en el m a­ y o r beneficio de la colectividad entera, per­ m aneciendo después de este acontecim iento histórico com o instrum entos de registro y salvagu arda sociales. E sta concepción está reñida enteram ente con la anarquista, de que los sindicatos son instrum entos de gim nástica revolocionaria, que deberán una v ez cum plida la destrucción del actual régim en burgués, desaparecer igu a l­ m ente, para dejar sitio á una aglom eración de individuos, organ izad os expontáneam ente y sin sistem a alguno. E l párrafo (8'’ , que se refiere al socialism o de estado, refleja nuestra apreciación de la utopía, tan en boga, hasta hace algu n o s años de la conquista de los poderes públicos bur­ gu eses por la clase trabajadora, por su sim ­ ple acción electoral, y la pueril creencia de una transform ación fundam ental d e las rela­ ciones económ icas por un acto em anado del estado en manos ya de la dem ocracia socia­ lista. H o y , esta utopia está ya desechada para siem pre, y el proletariado no piensa ya en la L a s uniones socialistas libertarias y gru p os conquista del estado, sino en la destrucción anárquicos de diez localidades de H olanda, se del estado, basado en la concepción científica han reunido en A b ril del corriente año, con de que una revolu ción social no podría ope­ el propósito de fundar una Federación comu­ rarse sino en virtu d de m odificaciones hechas nista libertaria, y han concertado su unión en las condiciones m ateriales no solo de la dando la sigu ien te d eclaración que establece producción sino tam bién de los individuos de una m anera clara la evolución operada en que en ella intervienen, y por lo tanto en las las prim itivas concepciones del anarquism o, instituciones que de las e xigen cias de la m is­ basadas en el principio individualista más in­ ma, y para su consolidación, surgen con ca­ transigente. rácter social. L a Federación de los Com unistas Ii bet ta­ Una revolución social, debe tener p or ca­ rtos se com pone de personas y agrupaciones racterística, una transform ación d é la s formas convencidas de los principios siguientes, y de la producción, y no podría operarse sino concordes con ellos: en virtud de la existencia de nuevos órganos i ° Siendo un hecho que en la sociedad ó instrum entos, que anulen ó substituyan, peractual existen la m iseria y la servidum bre, y feccionadam ente, los anteriores que tenían co ­ que se trata de hacerlas desaparecer. m o predom inio su gestión . E sto s órganos, no 2° Q ue la m iseria de las gran des masas podrían ser nunca, ni el estado, que sólo es de una parte, y la situación privilegiad a de tal en v iitu d de representar la coacción de unos pocos, de otra, son la consecuencia ló ­ una m inoría sobre la m ayoría, es d ecir un gica de las relaciones económ icas actuales, instrum ento d e tuerza y opresión, ni el par­ que sirven igualm ente de base social á la d o ­ lam ento, institución genuinam ente burguesa, m inación de los hom bres, los unos sobre los qu e su rgió y perm anece en el régim en capi­ otros; talista, com o asam blea de individuos pertene­ 3 o Q u e la esencia de estas relaciones con­ cien tes á la clase dom inante, á objeto único siste en el hecho de que en cada población, de discutir sus intereses de clase, consolidarlos la m ayoría de los hom bres— la clase trabaja­ y robustecerlos, frente á las agresion es de la d ora- producen todas las riquezas; en tanto clase dom inada. que una m inoría— la clase capitalista— dom i­ E l sindicato, y sus am pliaciones, cada na la producción y la repartición de esas r i­ día más perfeccionados son los órgan os inevi­ quezas; tablem ente destinados á cum plir esta obra de 4 o Q ue la estabilidad de las relaciones so­ revolución 6 transform ación social, es decir, ciales existentes debe ser atribuida al hecho á reem plazar, en la gestión de la producción, de que todos los m edios de producción y con una m ejor repartición de sus riquezas, á distribución de las riquezas pertenecen á la las instituidas por la actual clase dom inante. minoría dom inante, y que ésta puede servir­ L o s com unistas libertarios holandeses, con se de ellas para el m antenim iento de su dom i­ una d esignación gu ardad a en virtu d de un nación trascendiendo del p od er coercitivo del inconfesado cariño á nom bres que represen­ estado: ju sticia , policía, ejército; taron una etapa m ental ya superada, han hecho 5° Q ue la sociedad actual debe ser igu a l­ sin em bargo, declaraciones categó ricas que los mente m odificada en sus bases de m odo que confirman verdaderos sindicalistas, y cuya re­ las diferentes clases sociales sean reem plaza­ producción hem os creído oportuna para dem os­ das por la comunidad de los productores que trar una v ez más, que el sindicalism o no es p o r la asociación, utilizará los medios de p ro ­ sino una tendencia de este m om ento de la lucha ducción y distribución d e u n a m a n e r a s i s t e ­ de clases, im puesta por la experiencia h istó­ m á t i c a BAJO LA DIRECCIÓN DE LAS ORGANI­ rica adquirida por el proletariado en la mis­ ZACIONES o b r e r a s ; ma, y cuya m isión será inevitablem ente la de 6U Q ue la clase trabajadora no poseyente sellar su última etapa del triunfo d el p ro le ta ­ — el m oderno proletariado— no lograría obte­ riado sobre su en em igo de clase. ner un m ejoram iento durable y fundam ental de su suerte sobre los bases de la sociedad actual y que todas las m ejoras económ icas tem porarias no tienen valor social, en tanto N o es hecho nuevo. que ellas no puedan servir á la intervención L o s órganos creados por la burguesía pa­ de los obreros en las relaciones industriales, ra la defensa de sus intereses de clase, obran y á la expropiación de la clase poseyente. 7 ” Q u e es m isión especial de los com un is­ de acuerdo con ese pensam iento que infor­ mó su creación. tas libertarios propender á que todos los Pero si no es un m isterio para nadie que cam bios posibles en las relaciones sociales, se la policía, com o el parlam ento y los dem ás realicen respetando en el m ayor grad o la li­ ó rgan os integrantes del estado burgués, no bertad individual y los principios de la a gru ­ pueden ser sino elem entos de defensa del ré­ pación libre; 8o Q ue por esta razón, los com unistas li­ gim en capitalista; es también notorio que la institución policial en el país ha evolucionado bertarios combaten a l socialismo de estado, f o r ­ en el sentido de afirmar cada vez más su es­ ma naciente de la esclavitud de estado, basada píritu de clase, adaptándose á las necesida­ sobre la utopia de un cambio fundam ental de des nuevas creadas por el m ovim iento obrero. las relaciones económicas por la intervención Antes, la policía era en virtud del m edio d el poder d el estado y sobre la idea nefasta m ismo en que se desenvolvía, sino una insti­ emanada de esta utopia, de la conquirta délos tución com pletam ente social, porque siem pre poderes públicos realizada p o r los obreros, or­ se d istin guió por su saña con el débil y el ganizados en partido de clase] pobre y su servilism o con el rico: pero por 9° Q u e para lo grar su em ancipación los lo menos un elem ento que no efectuaba ac­ obreros deberán luchar con todas los m edios tos de clase, pareciendo protejer por igual que consideren ellos m ismos lícitos y efica­ los intereses. ces; H o y ha cam biado. io Q u e en esta lucha los obreros de tod os L a policía no es guardadora del orden pú­ los países deben m ostrarse solidarios los unos blico, sinó continua perturbadora del mismo, d e­ con los otros» fensora en todo m om ento del p rivilegio bur­ H e aquí un p rogiam a verdaderam ente sin­ gu és, interviniendo bárbara y brutalm ente en dicalista, desde el prim ero hasta el últim o con­ los conflictos que á diarjo sfe suscitan ’ entre cepto, que vú ne á dem ostrar una vez m ás,la LA EVOLUCION DLL ANAtpMO HACIA LL SINDICALISMO LA EOLICiA u n DE CLASE obreros y patrones, obstacu lizan do por tod os los m edios el m ovim iento proletario lanzando hordas de p tsq u izas á la caza de trabajad o­ res conscientes. . D esd e que la agitación obrera en el país se h izo cada v ez más creciente, la policía se pre­ sentó com o un excelen te instrum ento d e re­ presión. , Su actuación en las h uelgas lo com pru eba eficientem ente; aprisiona ob reros huelguistas, prom ueve d istu rbios que hace cesar a m ache­ tazos y ni siquiera las m ujeres están á salvo d e los procederes inicuos d e esos bárbaros. Su activid ad en defensa d e la clase parási­ ta es ilim itada, toda una legión de pesquizas, in d ivid u os d eg en erad os, en la cual el ladrón alterna con el crim inal y el borracho, son I09 en cargad os de aprehender y m altratar á los trabajadores que luchan por una idea noble. L o s ob reros más conscientes, los m iem bros de com isión de las sociedades de resistencia y los propagandistas, son á cada m om ento llam ados al departam ento policial, con el pre­ texto de pedir inform es etc., pero con el m al propósito de co n ocerlos, retratarlos, to ­ m arles las im presiones d igitales, haciéndoles sufrir toda clase de vejacion es y am enazas. N um erosos son los cam aradas á d iario t o ­ m ados presos en la vía pública, b a jó la im ­ putación de peligroso, de ebriedad, uso de a r­ mas, etc. S e les m ete en un calabozo y no h ay re­ clam o que valga; 15 ó 20 días de prisión es por lo gen eral el presente g rieg o . S u zaña no tiene lím ites; las m atanzas del I o de M ayo, d el R osario, del 21 de M ayo y los atropellos del pasado estado d e sitio la han revelad o á los trabajadores com o á un enem i­ g o m ás á 'q u ien com batir. Y la clase obrera tiene el d eb er d e neutra­ lizar estos ataques continuos de la policía; fortificando su organ ización de clase, en la cu al vé la m ism a burguesía el a u gu r de su futura bancarrrota, y es por eso que trata de am inorar sus efectos lesionando la persona de sus m ás calu rosos y conscientes defensores. Cretinismo p arlam en tario A q u ello s pobres hom bres (la izquierda en el parlam ento de F rancfort, en 1848) en el prosaico transcurrir d e sus m ezquinas existen­ cias, estaban tan poco acostum brados á nada que fueran éxitos, que habían tom ado m uy en serio sus insignificantes triunfos obtenidos con dos ó tres votos de m ayoría, y se figuraban q u e con ellos iba á cam biarse la faz d e E u ro ­ pa. D esd e el principio de la A sam b lea estaban atacados, en proporción m ayor q u e las dem ás aprupaciones de la Cám ara, de aquella en fer­ m edad que podría calificarse de cretinism o parlam entario, y que consistía en una especie de delirio que acom etía á sus víctim as, las cuales creían que el m undo entero, su pasado y su porvenir, se gobernaban por una m ayo­ ría de votos de aquella Asam blea, en la cual tenían el honor de contarse, y que todo lo que acaecía fuera de las cuatro paredes de su recin to, guerras, revoluciones, construcciones de ferrocarriles, colonización d e nuevos con ti­ nentes, descubrim ientos de m inas d e oro en California, canales d e la A m érica Cen tral, ejércitos rusos y dem ás cuestiones que pudie­ sen influir en los destinos de la H um anidad, eran m uy poco, ó no significaban nada, al la d o de lps im portantes debates que ocupaban la atención de aquella honorable Asam blea! C arlos M arx (Revoluciónjf Contra-revolución)—Tratl. esp. pég. 135. LA EM IG R A C IO N CHINA L o s celestes se ven rech azados d e todos los países. L a situación inferior de esta raza, es un obstáculo para su expansión, y sus corrientes em igratorias corren el riesgo d e ser totalm en­ te rechazadas. Y a en E stados U nidos el C o n g reso votó una le y en 1882 por la cual prohibía la in m igra­ ción china por 10 años, á causa de la gran afluencia de am arillos desde hace más de m e­ d io siglo , sobre todo en California. L a le y no d ió los resultados que se espe­ raban y en 1893 una nueva disposición le g is­ lativa determ inaba la expulsión de los chinos residentes, disposición que, por otra parte, fra ­ casó com o la primera. En el Perú acaba d e proponerse recien te­ m ente la sanción de un p royecto de ley q u e im pida la entrada de chinos en aquel pais. Indudablem ente será aprobado, pero su efi­ cacia real será relativa. N o ha m ucho un buque que conducía inm i­ gran tes am arillos fué rechazado, no record a­ m os en qu e puerto, y en el T ran sval se está efectuando una agitación con tra la in m igra­ ción china. E s esta una cuestión que afecta al proleta­ riado, aunque á prim era vista perezca carecer de interés, por la influencia que tiene en el valo r de los salarios y en la duración de la jorn ada de trabajo, lo m isino que en la mar­ cha general del obrero. V eam os las razones que se aducen para el rechazo de estos inm igrantes. L a em igración tal y com o debe ser, no fo­ m entada artificialm ente, es un fenóm eno n atu ­ ral y lógico determ inado por la d esigual d en ­ sidad de población, en los distintos países, y que tiende á restablecer el necesario eq uilibrio de las mismas. Y esto lo com prueba la sencilla observación de las direcciones de las corrientes emigrato­ rios, que van siem pre, de los países cuya densidad de población es enorm e, á aquellas en que es reducida. A s í ItaH*. con una pob lación relativa de 100 h abitan tes por k iló m etro , en vía sus hijos á la A rg e n tin a cu y a p ob lación reían va es aproxi­ m adam ente de 1,80 h. por k iló m etro . L a C h i­ na con 36.3 h. p o r k iló m etro , los en vía á Estados U n id os cu ya d en sidad es m ucho menor: o por k iló m etro cu ad rad o. . . . E l h echo inverso: es d ecir d e q u e los inmi­ g ra n tes vayan d e países m enos p ob lad os á países d e m ayor pob lación , no se o b serva, y es ló g ico , p u esto qu e el e xceso d e pob lación crea m ayores d ificu ltad es para la satisfacción de las necesidades. S i estas co rrien tes em ig rato rias son enton­ ces un fenóm eno n atural, inherente á la vida m ism a de lo s pu eb los y m ás tratán dose de p u eb los com o la C h in a cu y a p rodu cción y perfeccion am ien to técn ico no está á la altura d e otros paises, ¿porqué se les rechaza? L a d ive rsid a d d e las razas con su correla­ tiva d esigu ald a d d e h ábitos y aspiracion es es un factor p rincipalísim o, tratán do se de los am a­ rillos. E s una raza in ferior, un p e lig ro para el pred om inio d e los b lancos, se d ice con fre­ cuencia. S e d á un v a lo r e x a g e ra d o , un v a lo r ina­ cep ta b le al térm ino raza, d e su yo inconsisten­ te y v a g o . L a s razas propiam en te d ichas, p u ed e afir­ m arse qu e h o y no existen . C o n el frecuente trato d e los pu eblos, en sus cada v e z m ayo­ res relacion es in telectuales y com erciales, el cru ce d e las razas es un h echo real, in n egab le, q u e ha q u itad o tod o v a lo r ab so lu to al térm i­ no raza. D e b e tom arse en un sen tido com pletam en ­ te rela tivo , desde q u e dom in a el co sm op olitis­ m o y tal v ez d eb ería ser su stitu ido p o r otro m ás apropiad o, d esde qu e h o y no ob servam os razas absolutam ente puras, sino varied ad es. E vid en tem en te las am arillas están en una situación in ferior m aterial é intelectualm en te con relación á los blancos y no tam p o co en un sentido absoluto. S o n elem entos étn icos d eten id os en su p ro­ g re siv a ascención, p e ro no son inm utables. S o n tan su scep tib les d e m odificación com o lo han sid o las blancas. E n un tiem po, las n obles razas com o d ice N o vico w , estu vieron en p e o re s con d icion es que las am arillas. P robad o el o rig en sim ian o d el h om b re, pro­ bad o q u e la e sp ecie hum ana p o r m odificacio­ nes grad u ales, q u e se ob servan en las d iv e r­ sas capas g e o ló g ica s d on d e se en cuen tran los instrum entos d e qu e se ha v a lid o en su lucha p o r el alim en to y la vid a , p rob ad o, decim os, q u e ha p o d id o eleva rse hasta la altura en q u e se en cuen tra m orfológ ica, m oral é intelectualm ente, se d ed u ce q u e esta le y n atural d el transform ism o, de la evo lu ció n d e los séres no es patrim onio e xclu sivo d e una raza ó una r e ­ g ió n , sin o q u e o b ra con m ay o r ó m en or in­ ten sidad segú n los factores q u e se op o n ga n á ella en tod os lo s tiem p os y lu ga res, y enton­ ces sería un absu rdo a d m itir el estan cam ien to ó la cristalización d e los am arillos. L o s am arillos, com o los n e g ro s, con tra los cu ales se tienen p reven cion es absu rdas y b ru ­ tales, elevad os á o tro m edio, han e volu cion a d o, se han m odificado. E l m edio en qu e actualm en te v ive n no fa­ vo rece ese cam bio y el od io crim in al d e ra­ zas, del cual los blancos son los gra n d e s cu l­ pables, es un ob stácu lo m ás á esa eleva ció n tan necesaria. E l cru ce cada v ez m ayor d e las razas, la infiltración d e las razas in feriores y o tro con ­ ju n to d e factores, tales com o la m ayo r m orta­ lid ad y la m enor natalidad d e los in d ivid u os de esas razas, etc., con stitu yen á p esar d e to­ do, esa evolución indispensable para la fr a ­ tern ización de los pueblos y el adven im ien to d el m undo proletario. Y la em igración, q u e es una d e las form as qu e con trib u ye á la elevación de los pueblos, es siem pre benéfica aun que sean razas in fe ­ riores los inm igrantes. S e d ice que los chinos se aíslan y no buscan el con tacto con el pu eb lo q u e los asila. S ab id o que cuanto m ás se extien d a la po­ blación por el planeta, tanto m ayor será e x ­ plotada, y d om inada la naturaleza y pu esta al serv icio d e la hum anidad. L a pob lación con cen trada en d eterm in ad os p un tos no pu ed e ser un h echo d eseab le, d es­ de que los produ ctos no pueden o b ten erse to ­ dos en una m ism a regió n y perm anecerán inexp lotad as é incultas g ra n d e s exten sion es d e tierra. L a m odificación de las razas es un h echo real, ¡n egab le y sería la rg o para un artícu lo de perió d ico enum erar la g ra n cantid ad de pruebas que abundan en su favor. Im ped ir la expansión d e esas razas q u e necesitan m odificarse es con spirar con tra los intereses y el bien hum ano; el od io d e razas que se fom enta de ese m odo es crim inal y ha d ado resultados d esastrosos: en cam b io favo­ recien d o esa evo lu ció n por tod os los m edios, se evitarán g r ndes castástrofes y se abre una vía más para la futura igu a ld a d d e los seres hum anos. *** e r a ^ n ^ T dÍCh° V * ,a in m iffración china era un hecho q u e afectaba al proletariado. E n efecto, los ob reros chinos pueden h acer una com petencia desastrosa á los ob reros de otros países, en el m ercado d e trabajo, d eter­ m inando una dim inución en el v alo r d e los salarios y una p rolon gación e.i la duración L a ACCION SOCIALISTA 5 5 á Pa¡. U p . Sn crea 6« ¿ , e n to n. v id a 1ama­ ina- de la jornada de trabajo, fuera de otros tras­ manas y vaciar las redacciones de sus diarios cial para entregarse á esa obra desordenada tornos de orden moral, que influyen en la y las organizaciones obreras. de creación legislativa! Y hay socialistas que, «¿Es necesario correr este riesgo por la marcha de la organización llevando á cabo esta concepción democrática, y grande idea que defendemos? El gasto de un obrero chino es inferior en jacobina, sueñan con un Parlamento socialista ¿Qué se ganaría con ello? E l martirio por subordinando y dirigiendo la vieja máquina mucho al del trabajador de. cualquier pais. una idea que parece todavía criminal á la ma­ administrativa. Lejos de serla reabsorción de Su alimento se reduce á un poco de arroz, substancia de no mucho valor. Carecen por yoría de la población, criminal como sería el ac­ lo político en lo económico, el socialismo se­ to que, en caco de guerra, abriría a l país d ' ría así la absorción, por el lado político del su misma condición, de otras aspiraciones y la invasión enemiga con todos sus honores. mundo productor, y la incorporación de los necesidades, llegando muchas veces ó ser de «Sin la menor probabilidad de impedir una trabajadores en la vieja jerarquía burguesa. práctica la sodomía. guerra, se provocaría las más graves compli­ Hombres inconsciente en lo que ó la lucha El sindicalismo revolucionario rompe¡abierde cl'se s se refiere, se dejan explotar inicua­ caciones para no obtener sino este resultado: tamente con toda esta fantasmagoría estatista y democrática. mente trabajando largas jornadas y reclaman­ E l Ponido grandemente comprometido y su Juersa de propaganda disminuida por completo.» Se propone conducir al parlamentarismo á do poco i alario. Decididamente en esta parte, Kautsky se Con razón ha podido decir Loria, que los su rol esencial de crítica, negación y des­ presenta despojado de todo espíritu revolucio­ composición; no posee elfetiquismo de la Ley, obreros americanos, fuertes é inteligentes eran vencidos por los chinos degenerados y bru­ nario, y se olvida, lo que es más grave, de este nuevo ídolo, esta moderna expresión de ia lección histórica proporcionada por las le­ un nuevo: sobrenalui al: e l sobrenahu a l democráti­ tales. yes excepcionales de Bismarck, que permitie­ co. Y lo que reclama para la clase obrera, no Pero esto no es un argumento para que ron en doce años doblar el número de las es la protección, sino la libertad,— la libertad los trabajadores se opongan á la inmigración fuerzas electorales de la democracia social. de erigir poderosas colectividades frente á la china. Luego intenta demostrar !a imposibilidad Por el contraiio, ellos tienen el deber de im­ burguesía, y de desarrollarse de tal manera de hacer eficaz, una huelga general militar, que absorba en sí, á medida de su desenvol­ pedir esa explotación, colocando A los chinos en igualdad de condiciones, respecto á sala­ que no hallaría en modo alguno la simpatía vimiento, toda la sustancia del Estado, y le de los campesinos. reduzca finalmente á no ser más que una vai­ rio y jornada, imponiéndose á los patrones. Como se puede ju zgar por lo expuesto, le na vacia. Ese elemento será más tarde un obstáculo pasa á Kautsky, lo que á la mayoría de los que se opondrá á la explotación capitalista. Por esto es que sostendremos los puntos de vis­ Ese elemedto pondrá en guardia á los nue­ teóricos socialistas, sumamente temerarios y ta del sindicalismo revolucionario. Denunciare­ vos inmigrantes de su raza,- compenetrándo­ audaces en la idea, sumamente tímidos en la mos infatigablemente las ilusiones estatistas|y de­ acción. Es, á lo que parece, la característica mocráticas: Nada de socialismo de Estado, na­ los con la demás población obrera. de la social democracia alemana. da de paternalismo patronal ó gubernamental, El proletariado debe tender por todos los H ay un maleamiento de la opinión propia nada de proteccionismo, nada de catolicismo •medios P su alcance á elevar, intelectual y social laico! Guerra á los Consejos del Traba­ moralmente, al trabajador chino, hacerle en­ al medio ambiente; el ideal socialista sometido inconsideradamente a la influencia preponde­ jo, guerra á las Comisiones mixtas de ¡toda trar en la organización; y tratar de que esas rante de los prejuicios populares, que debe especie, guerra á toda tentativa de parlamenfuerzas disgregadas y dispersas se incorporen tarización del movimiento obrero! La lucha, á la falange proletaria, reduciendo la ampli­ combatir sin miramientos. Su horror al martirio, que dice estéril, es tud del campo de explotación del capitalismo. siempre la lucha, en toda su nitidez, en toda realmente deplorable, y contradicha por la ex­ su amplitud, la lucha del trabajo centra el ca­ periencia histórica. Nada hay más erróneo que pital, de la libertad contra la autoridad, del ese juicio atrevido, pues todas las causas re­ productor contra el improductivo, de la igual­ volucionarias han triunfado en virtud de una dad contra el privilegio! Y que, como dijo lucha encarnizada con las situaciones conser­ Prondhon, «de las entrañas del pueblo, de Los sindicatos de ebanistas, torneros, esculvadoras, y pagando sus hombres, con sangre las profundidades del Trabajo surja una auto­ cultores en madera, silleteros y lustradores, en una asamblea que tuvieron el domingo pasa­ propia, es decir el martirio, sus convicciones ridad más grande, una acción más poderosa é ideales revolucionarios. que se sobreponga al capital y al Estado, y do en la Stella dTtalia, han resuelto implan­ En cuanto á la practibilidad temporaria de les subyugue.» tar la jornada de ocho horas á partir del pri­ mero de Octubre próximo en todos los talle­ las huelgas generales militares, no hay nada Eduardo Berth. que objetar. res de la titulada primera categoría. 'P ero esto no obsta, á que la clase obre i a La resolución ha sido adoptada en virtud de sea orientada en .el sentido de negar su apo­ que para esa fecha debería entrar en vigor yo y su contribución corporal y moral, al for­ la jom ada de nueve horas establecida en el convenio que se hizo últimamente entre obre­ talecimiento de la idea patriótica, cueste lo que El formulismo curialesco cueste, pues ella será una etapa necesaria de ros y patrones á raiz de una huelga, y que en las organizac ones obreras su triunfo. ahora las organizaciones han determiiTado no Sin embargo, esto no se hace, y Hervé lo acatar, considerando hallarse con fuerzas su­ dice con toda razón y justicia: L a Protesta, del 14 del corriente, deplora ficiente para eludir su aplicación. Debe intentarse. Por el contrario, la social en conceptos que denotan en el fondo, una Esto es come se vé, lucha de clases franca real simpatía hacia nosotros, la pretendida tal como ella se presenta en la realidad so­ democracia en uno de sus congresos, ha re­ chazado de plano, el proyecto de una cam­ desviación de nuestro criterio habitual, en cial y como á objeto de alumbrar el criterio paña práctica antimilitarista, objetando los ries­ cuanto se refiere al juicio de las resoluciones obrero ella se exhibeá nuestravista diariamente. del quinto congreso de la F. O. R. A . so­ Esto comprueba una vez más, que las al­ gos y perjuicios que ella entrañaría para los bre el célebre pacto de solidaridad. ternativas de la lucha, no pueden ser elimina­ socialistas militantes, padres é hijos, y la jus­ Y el colega, en virtud de las vinculacio­ das por textos y convenciones, cuyas disposi­ ticia del reproche que podría venir del estado burgués alemán. nes que lo ligan estrechamente con los ele­ ciones ambas partes están prontas siempre á mentos integrantes del citado congreso, intenta fracturar, de acuerdo con la potencia de suá con poco éxito vindicar la contradictoria re­ fuerzas respectivas. solución, y hacernos comb se dice vulgarmente, comulgar con ruedas de molino. Cuando nos hemos colocado en el terreno H ay dos socialismos entre los cuales es ne­ abiertamente franco en que nos hallamos, no cesario elegir. ha sido con el propósito de llévar el rebaño H ay el socialismo de Estado, reformista, Es Un tema que está agitando intensamente de una capilla á otra, permítasenos la frase, democrático, pacifista, parlamentario, el socia­ el mundo socialista internacional. sino simple y sencillamente, para contiib uirá A las opiniones decisivas que emitió G us­ lismo de patada, el socialismo de la frase, el librarlo en lo posible de la influencia perni­ socialismo de salón y de antesala ministerial; tavo Hervé, y que fueron reproducidas en L a ciosa de los malos pastores. los financieros le adoptan, la gente de mundo Internacional, del r° de A gostó, han seguido No somos neófitos en el movimiento obre­ le admiten, los profesores le discuten y ponen las de otros eminentes socialistas, solicitadas ro; há mucho ya que estudiamos y analiza­ en grandes libracos, á nadie inspira temor, en forma de cnqucle por la Vie Social™ le. mos los defectos y llagas que lo roen, y mal Esta, como la realizada á propósito de la pero es peligroso porque ilusiona las masas y consolida á la burguesía; engaña al pueblo siem­ que les pese, á los que sienten heridos por huelga general por L e Mouvement Social/ste, nuestros dardos, difícilmente se llegaría á pro­ permite comprobar con sentimiento la profun­ pre demasiado crédulo! — Y hay el socialismo bar en nuestra conducta un fondo de mala da anarquía de criterio que reina entre los obrero, que no es necesario calificar de otra intención ó animosidades de orden inferior. manera para determinarlo y oponerlo al pri­ más grandes pensadores socialistas. Los obreros que nos leen, lo saben; y si Berstein, se revela un intemacionalista bur­ mero. Pero ¿cual es el prejuicio típico, el prejui­ hubiera vindicaciones posibles y justas, se­ gués á lo Ribot, Méline, Bourgeois ó Clemenríamos los primeros en hacerlas constar, abo­ cio esencial del primer socialismo? Es el de ce*u. nando la buena fé, no del adversario, pues Debel, llega á acordar á los socialistas fran­ creer que el socialismo pueda realizarse por no aceptamos esta designación, sino del her­ via parlamentaria y electoral, el de atribuir al ceses el derecho de defenderse contra una agre­ mano de causa con quien nos separan peque­ sión de Guillermo II, sin exponer lo que ha­ parlamentarismo un valor creador, el de es­ ñas diferenciaciones de conceptos. ría en caso recíproco la democracia social ale­ perar de una mayoría socialista en el Parla­ L a Protesta, quiere hacernos decir lo que mento la transformación de la actual sociedad. mana. no hemos dicho; por ejemplo, pretende que Será vano no entrar más en los ministerios, Los socialistas franceses, por su parte, sal­ nuestros ataques van á la institución, cuando no más formar parte de blocs democráticos: si vo excepciones honrosas y muy escasas, son sólo nos referimos y esto lo ratificamos, á un apasionados defensores de la patria socialista se continua considerando al Parlamento como el eje de la transformación socialista, y conci­ congreso de delegados, de dudosa genuinidad, francesa. que no se ha inspirado, volvemos á afirmarlo, Kaustky, es uno de los pocos que emite al biendo la conquista del poder político como la simple substitución, en el manejo de la má­ en los verdaderos intereses de sus represen­ respecto una verdadera opinión socialista. Hé tados. quina gubernamental, de un personal dicho aquí lo que dice el gran pensador: Se ha hecho, es cieito, al rededor del ce­ «No es patriota. Está proto á sacrificar socialista al personal burgués, nada se ha lebrado pacto una polémica caótica y necia, su patria, todas las pátrias, á la causa del cambiado y el socialismo sigue amenazado de volvemos también á repelólo, que lejos de proletariado. Con Marx, declará que los tra­ una creciente degeneración democrática alumbrar la cuestión, 110 ha hecho sino envol­ El sindicalismo revolucionario se presenta bajadores no tienen patria. verla en un inmenso manto de obscuridades, con dos palabras de orden: acción directa y «Cree, como Bebel en Amsterdam, que una que hace imposible ahora apreciar con exac­ huelga general. Pero ¿que quiere decir acción guerra entie Francia y Alemania, no podría titud, los verdaderos motivos de su rechazo. ser considerada sino como una lucha entre dos directa y huelga general? Quiere decir, que Y sino véase, y aprécielo también nuestra los obreros toman á lo serio el principio de clases capitalistas, tan poco democrática la una la Internacional: la emancipación de los traba­ amiga L a Protesta, en la que nosotros lamen­ como la otra. tamos asi mismo su desviación del buen sen­ «Considera que la organización de los mi­ jadores será la obra de los trabajadores y que quieren hacer ellos mismos la Revolu­ dero que había adoptado en un principio. licias ciudadanas, sería un grande obstácu<9 La más fundamental de las razones que ción, y no más por delegación parla mentaría opuesto á las veleidades belicosas de los gdcontiene la orden del día, q e es como lo de­ biernos, pero reconoce al mismo tiempo que y gubernamental. El socialismo es .la reabsorción de lo polí­ cíamos, un verdadero contrasentido de órden para obtener esta institución, será necesario tico en lo económico, la desaparición del E s­ sociológico y natural, se basa en la inherencia una revolución. de la solidaridad en la especie, muy difícil por tado en las organizaciones de los trabajadores«No le repugna enteramente, en principio, cierto de probar, y en la inutilidad de fórmu­ la idea de contestar á una orden de moviliza­ ¿Y que es el Estado moderno'?!Es esencialmen­ te, un vasto cuerpo administrativo sólidamen­ las escritas que establezcan la determinación ción, por una insurrección de ambos lados de circunstancial de este instinto natural en indi­ te jararquizadu y centralizado, y á quién se la frontera.» Pero al llegar á este punto, Kautsky, abor­ dice, contralorea el Parlamento. La democra­ viduos y en colectividades, lo que vendría, si se aceptara in extenso, á hacer perfectamente cia contemporánea, en efecto, ha conservado dando la práctica y la ejecución de este pro inútil la existencia de nuestra cada día más yecto, aparece presa de escrúpulos, hesitacio­ religiosamentu el marco napoleónico; ella pretende solo manejarla, gracias á un Parla­ compleja 1eglamentación. nes y timideces extrañas: Y bien, si este formulismo, era innecesario, mento, en un sentido demociático. Y el Par­ «La propaganda de la insunccción en caso y si, contrariamente á la experiencia dada por lamento instituido para votar el presupuesto, de guerra ¿se sabe acaso lo cpie ella quiere controlar los ga.tos y limitar el ai bilí iu ad­ las 1¡validades que han dividido hasta ahora, decir en la mayoría de los estados? La huelga la familia obrera, se tenía el convencimiento ministrativo, es decir, para un rol por entero militar, por ejemplo, que es una de sus fases, negativo y crítilo, es erigido en tpoder crea­ de que el pacto de solidaridad, se impondría reconocida por la democracia social alemana en los momentos de la lucha, ¿cómo se expli­ en uno de sus congresos, sería el mejor me­ dor, que pretende legislar subre ludo y dio p.-.n lim ar de socialistas las cárceles ale­ con respecto á todo: abandona su tarea esen­ ca y justifica esa contradictoria nota publicada 1 U S 0fE A CIltO JE ACCION D U R A EL FACIO IE JQ L ID a HIIIAD Los c/os socialismos Patriotismo y socialismo ínie- U po- lo* i*ai v *» en L a Protesta del 15, en que escrito, y ETen escrito en letras de molde, se acepta el. con­ denado pacto en la forma más explícita y ter­ minante posible? ^ Y después de esto, díganos L a Protesta, si s? puede dar atadero á la resolución vo­ tada por el quinto congreso de la F. O . R . A., que nosotros sin cipillism os ni sectarismos, hemos impugnado teniendo en cuenta, créalo el apreciable colega, á todas las opiniones vertidas en la polémica que halló campo en sus columnas, y después de conocer por contacto con diversas organizaciones de la F . O. R. A . la opinión casi generalizada en ellas, favorables en un todo, á la rea­ lización del combatido convenio. ¿Y á qué extendernos más? Si L a Prptesla, puede ahora reconocer con una veleidad desconsoladora que erró en su primera apreciación de los hechos, nosotros por el contrario, no tenemos después de las actitudes variables asumidas por los impug­ nadores más fogosos del pacto, sino motivos muy serios y formales para ratificar lo dicho anteriormente, sin rencores de capillas, sin doctrinarismos sectarios, socialistas ni anar­ quistas, y sí apreciando, como lo haremos siempre, los verdaderos intereses de la clase trabajadora. De los boycotts Un acuerdo que se impone A medida que la adopción de esta arma ofensiva contra el capitalismo, se generaliza en las organizaciones gremiales del pais, se van advirtiendo ciertos defectos en su aplica­ ción que pueden ser fácilmente corregidos. Uno de los que hasta la fecha, puede ser considerado el más grave, puesto que ha im­ portado en ocasiones el fracaso de su aplica­ ción, es la forma independiente, caprichosa­ mente autónoma con que él ha sido declara­ do por organizaciones aisladas. El boycott, si surte su efecto, no puede ser sino en virtud del apoyo que ha de pres­ tarle la clase trabajadora, que constituye el mercado consumidor por excelencia. Es á ella, que corresponde en primer térmi­ no conocer la justicia, causas y antecedentes de él, para proceder en la circunstancia, 'con el mayor convencimiento posible, [condición imprescindible de su éxito. Sin embargo, esto no se hace, y no se ha­ rá probablemente, si al evidente y palpable perfeccionamiento de la organización obrera en el pais, no corresponde correlativamente la creación de órganos ó instituciones, que llenen nuevas funciones, reclamadas por el ma­ yor desarrollo y extensión de la lucha de clases, rica ya en innumerables aspectos y al­ ternativas. Tal sería entre nosotros, un consejo de boy­ cotts, establecido en casos especiales, para ‘es­ tudiar y resolver sus aplicaciones, cuando ellas sean requeridas por organizac;ones, que se crean con derecho y en salvaguardia de sus intereses á apelar á la solidaridad de todos los trabajadores, para hacer prevalecer sus reivindicaciones. Este consejo, debe ser compuesto por indi­ viduos pertenecientes á las dos grandes orga­ nizaciones obreras del pais, y su dictamen ser ratificado por el acuerdo d élas asambleas gremiales. Así, no podría alegarse en ningún caso desconocimiento del hecho, injusticia de él, ó cualquier otro subterfugio, nacido de diferen­ tes causas, y cuyos resultados son esterilizar y hacer imposibles los frutos que de esta po­ derosa arma podría obtener el proletasiado. La ¡ornada de 8 horas COMO MEDIO DE AGITACIÓN Con motivo de la intensa agitación promo­ vida en toda Francia, de acuerdo con la de­ cisión adoptada en el Congreso de la Con/edctaiión General del Trabajo realizado en Bourges, el ciudadano A . Bruckére publica en L e Socialisle (órgano central del partido So­ cialista de FYancia) del 20 de A gosto próxi­ mo pasado, las siguientes observaciones, que creemos de utilidad reproducir ha orientación práctica y directa que va tomando paulatina­ mente el movimiento obrero internacional alec­ cionado con una amarga experiencia de la pi­ rotecnia parlamentaria, espumosa, desbordan­ te..; pero absolutamente estéril é infecunda co­ mo lo reconocía hace poco el mismo Jaures en un artículo de su periódico L'H um anité, si no se halla, no secundada, sino cimentada en una formidable base de organización sin­ dical y en una viva é intensa conciencia de clase es digna de estudio. Hé aquí algunos párrafos del artículo én cuestión. ' La verdadera importancia de las ocho horas No se podrá acusarnos de ver algo trascedental en la Jornada ríe Ocho Horas como re­ forma; precisamente porque la desembaraza­ mos de las esperanzas ilusorias es que nos per­ mite afirmar mejor desde luego toda su im­ portancia como medio de agitación. La jornada de ocho horas no constituye so­ lo una reforma, ni mucho menos un fin; es ante todo un medio de propaganda. Un medio maravilloso. Nuestra propaganda tiene por fin formar conciencia de clase. Ahora bien, esta propa­ ganda 110 puede limitarse á predicar verdades abstractas; es en la acción y por la acción que se forma la conciencia de clase. L A ACCION SO C IA L IST A REDACCION Y ADM INISTRACION- E s preciso ilustrar nuestros principios marxistas con im ágenes concretas del mismo m o­ do que se ponen grabados en un libro. Nuestra táctica consiste: I o en volver cada día más clara la conciencia de clase; 2o en vol­ ver más eficaces nuestras armas de clase, (la huelga). L a agitación de las ocho horas realiza em i­ nentem ente estas dos condiciones, En efecto ella tiene la inmensa ventaja de plantear la cuestión sobre su verdadero terre­ no, el terreno económ ico, y sobre esa parte d el terreno económ ico que ha d ejado de ser corporativa para con vertirse en política. Especialm ente en F rancia, este m odo de agitación tiene la ventaja de d esviar la aten­ ción proletaria del g n ig n o l parlam entario, don ­ de se agitan los farzantes del dem ocratism o para hacer o lvid ar al proletariado su verda­ dera misión. L a pequeña Imrguesía dem ócrata, que d e­ tenta en nuestros días el pod er político, d es­ p lieg a sus talentos para h acer olvid ar a los trabajadores las cu estion es vitales. C o m o un charlatán de feria ella nos aturde con sus de­ claraciones y hace brillar reform as tras refo r­ mas. L a agitación de las ocho horas nos aparta de este espectáculo entontecedor. E n segu n do lugar, cuanto más dudoso sea que la jorn ad a de ocho horas con stitu ye una m ejora durable de las condiciones de vida pues después d e las experiencias que han sido he­ chas, la jornada de ocho horas, lejos de redu­ cir los beneficios de los gran des capitalistas, tendría más bien una tendencia á acrecentarlos, tanto m ás cierto resulta que ella constituirá un m ejoram iento considerable de las condiciones de lucha del proletariado. Parece, aún, que sea es­ ta última m ejora la más im portante y d ign a de ser tenida en cuenta. E n com paración de esta poderosa m ejora d e nuestro arm am ento en la lucha social, toda m odificación política resulta bien poco eficaz. P o r el hecho m ism o que la jo rn ada de ocho horas tendría una tendencia á elevar los sala­ rios (ó más bien á neutralizar provisoriam ente la tendencia al descenso), p o r el hecho m ismo que ella otorgará más tiem po para el reposo de la «bestia», y para la cultura d é la conciencia, por el hecho m ismo que ella detendrá la espan­ tosa decadencia física de la raza, por todo eso ella preparará soldados individualm ente más vigo ro so s para la lucha social, para la santa g u erra civil. Para conquistar la jorn ada de ocho horas, el proletariado tendrá que presentar la batalla al en em igo y esta lucha le servirá de ejercicio, de preparación á las batallas futuras más gran ­ d es y más decisivas. N o se tratará de la lucha de clase p o r delega­ ción, com o en cam paña electoral, por un conse­ jero de distrito. S e trata de la lucha de clase directa, la que se realiza en el taller y en la calle, la que tem ­ pla los caracteres. L a jorn ad a de ocho horas no constituye una reform a, sino un medio de agitación. N o cons­ tituye un alivio, sino un arma. L a ¡ornada de ocho horas form a;á un pro­ letariado fuerte, y nosotros debem os ser fuer­ tes en la lucha, porque solo vencerem os por la lu ch a. E l perro capitalista defenderá terrible mente sus privilegios; para arrancárselos habrá q u e rom perles los dientes. Arm ém onos para la lucha, porque el prole­ tariado solo puede contar para su em ancipación con el derecho del puño. internacionalismo del capital «El capital no tiene patria, va donde encuen­ tra una buena colocación. Y si esto es así, si la explotación burguesa ha llegad o á ser, ne­ cesariam ente, por razón del desarrollo econó­ m ico, una explotación internacional q u e n o r e cqaoce razas, ni fronteras, y que se ejerce in­ diferentem ente donde quiera h aya que robar, al am paro de una intervención gubern ativa in­ distinta, ante este cosm opolitism o de la In­ ternacional am arilla, debe alzarse el interna­ cionalism o obrero, correspondiente al verda­ dero antagonism o de los intereses en conflic­ to .» — G a b r i e l D e v i l l e . C om o varían los hom bres y los tiem pos, di­ ría un filósofo desilusionado. Y la verdad, que el D e v ille que escribió eso, no es, el de la época que tan cínicam ente ha traicionado en el parlam ento francés los intereses de clase del proletariado. Huelgas Cortadores de ladrillos de los hornos -S o ­ licitando aum ento de salario y condiciones inás hum anas de trabajo, se ha declarado en huelga este grem io. H asta la fecha no se ha obtenido una solu­ ción satisfactoria al conflicto. L o s dueños de hornos se avienen solam ente á acordar un au­ m ento de 20 centavos por m illar de ladrillos m oldeados, pero se resisten con em peño á acordar las dem ás condiciones pedidas, que se refieren á la m edida fija de la adobera y tra­ to más hum anitario á los obreros. E stos, por su parte, no se dejan intimidar por la actitud altiva de los patrones y se m an­ tienen firmes en el terreno que han elegid o, dispuestos á obtener una victoria com pleta. D ías pasados los dueños hicieron propalar la noticia de que en caso de no reanudar sus labores los obreros parados, se verían en la ne­ cesidad de desalojarlos de las viviendas que éstos tienen en los hornos. Conocida la am e­ naza por la organización gremial, ésta dispu­ so se preparara en el caso de que ella se lle­ vara á efecto, alojamiento para los obreros ex­ pulsados. Aún más. A objeto de provocar es­ ta resolución, los huelguistas presentáronse en los hornos pidiendo á los patrones el pago in­ m ediato de los salarios que se le adeudaban y re sueltos á llevar por sí mismos á la prác­ tica la amenaza patronal. L a cosa fué casi cóm ica. L o s dueños de hornos se jabonearon, com o vulgarm en te se d i­ ce, y se resistieron á abonar los salarios ad eu ­ dados, con su bterfu gios de diversa índole, pe­ lo en el fondo con el propósito de im pedir el éxo d o de sus obreros. A título de inform ación describirem os á gran des rasgos las condiciones norm ales del trabajo para los cortadores de ladrillos. L a forma de la rem uneración es el ajuste á destajo por m illar de ladrillos m oldeados, $ 2,50 antes de la h uelga, sum a m iserable que no perm ite á los obreros obtener después de una jorn ada que va d e 12 á 16 horas, sino una m ensualida 1 m edia de ochenta y cinco pesos. A g ré g u e s e á esto, la im posición de v i­ v ir en alerta constante para que la llu via ú o tro accidente m eteorológico no eche á per­ der el fruto de tanta labor y, se considerará la ju sticia del reclam o obrero. Hasta el momento de cerrar nuestra hoja la huelga se mantenía con encom iable firme­ za y estusiasm o. Obreros del puerto Un conflicto serio en perpectiva La obra de las organizaciones patronales -L a consideración del b oycott al arm ador M ihanovich ha sido postergad o por la asam blea de los obreros del puerto, el dom in­ g o 17 del corriente, para resolución de otra que debería realizarse el 23 6 24. L a produc­ ción de otro conflicto con la casa cerealista D reyfu s, no ha sido ajena á este tem pera­ m ento, pero la causa prim ordial consiste en la gra v ed a d especialísim a que reviste ahora el asunto. L a aplicación estricta de un boycott va haciéndose cada día más im posible para la sociedad de resistencia, por la fuerza contra­ ria y esterilizadora que im portan las asocia­ ciones patronales, las que á pesar del núm ero reducido de sus hom bres, logran sin em bargo savar al patronato de la coyun tura y substi­ tuir á los ob reros organizados. D e aquí que éstos se vean ahora después de un frío y ra­ zonado análisis de la situación ob ligad os á optar más bien por m ovim ientos gen erales, de esfuer­ zos más difíciles, pero de resultados más positi­ vos, y tal v ez más favorables. Ten ien do en cuenta estas circunstancias, es más que probable la producción de una gran h uelga en el puer­ to para la sem ana próxim a. T a le s á lo m enos son los inform es que hem os obtenido en fuen­ te fidedigna. N o solo la pedirán los estivadores sino tam bién los conductores de carros, que por las causas anotadas, se verían casi en el m ism o riesgo de fracaso. E sta es la obra de las organizaciones p a tro ­ nales, sobre cu ya m isión de orden se foijan tantas ilusiones sus fundadores y la prensa asalariada del capitalism o. Un m ovim iento que se resolvería por un b o y co tt parcial, fácilm en­ te term inado con un poco de buena fé de par­ te de uno de los más voraces lobos del capi­ talism o, está á punto d e en volver ahora á las dos clases en una batalla de sin gu lar trans­ cendencia y peligros. P o r nuestra parte, nos felicitam os de acuer­ do con el principio de que la agud eza é in­ conciliabilidad de espíritu de capitalistas y obreros con trib u ye á determ inar en m ayor g ra ­ do, lo que hace aún tanta falta al proletaria­ do del país: la conciencia de clase. T alabarteros — E ste grem io realiza otro im ­ portante m ovim iento en protección del obrero E . Zopatti expulsado arbitrariam ente del ta­ ller de L ó p ez A lv a re z y Cia., A rte s 58. R equ erida la Unión O b reros T alabarteros por los com pañeros de Zopatti á fin de obte­ ner su readm isión, con una buena voluntad incom iable, se ha hecho inm ediatam ente solida­ ria y enviado una nota á los propietarios del taller reclam ando la abolición de las multas, el in greso del expulsado y la im plantación de la segunda entrada de la mañana. Sabedora la otra organ ización O b reros Ta­ labarteros y anexos del conflicto producido se ha solidarizrdo por entero con el m ovim iento. L a h uelga dada la arm onía de la acción em prendida, no cabe duda term inrá con un triunfo análogo al obtenido últimamente. Albañiles—E l m ovim iento que parecía lle­ g a r á su térm ino con la obtención casi g e n e ­ ral de las ocho horas, parece de nuevo reabrir­ se por la actitud desleal y doble d e construc­ tores y arquitectos. Com o lo advertía el sindicato de los alba­ ñiles á los obreros del grem io, la aceptación es­ pontánea por parte de aquellos á las condicio­ nes pedidas, y su resolución contradictoria de no subscribir ningún docum ento eran m otivos más que suficientes para despertar las sospe­ chas y desconfianzas de obreros ya avezados y escarm entados por las artim añas capitalistas. E l hecho se ha producido antes de la fecha en que era esperado. E l 16 del corriente la m ayoría de los g ra n ­ des constructores y arquitectos con toda ho­ m ogeneidad, restablecieron la jornada de nue­ ve horas, colocando al grem io en las condi­ ciones anteriores al m ovim iento. L o s albañiles em pleados en esas obras han parado inm ediatam ente el ttabajo y la huelga ha vuelto á asum ir el carácter general de sus prim eros días. Con su acostum brada talsia la prensa bur­ guesa y el parlam ento ha condenado la .b ra­ va y ju sta actitud de los obreros engañados pretendiendo desconceptuarlos ante la opinión pública i intentando demostrar com o siempre que la situación de ellos es por demás envi­ diable y satisfactoria. C ochebem b• P r e c io d e N o han faltado obreros en vejecid os en el trabajo que se hayan en carg ad o de restable­ cer la verdad en todo su brillo, descon certan ­ d o los falsos apóstoles de la d em ocracia y la „ 8EMEHTKE.................................... . » TRIMESTRE ............................ » Circunscripción 16”— R ealizará una im por­ tante velada el d om in go 24 del co rrie n te á las 8 p. m. en el local de la «Sdad. D em ocrática Italiana» C ab ild o 2358. L a conferencia estará á ca rg o del co m p añ e ­ ro A. S . L o ren zo, y se pondrá en escena las chistosas com edias en un acto « L os dem onios en el cuerpo» y «Caerse de un nido»; y el d iá ­ lo g o titulado «Tam bién la ge n te d el pueblo.» E l precio de entrada á esta fiesta ha sido fijado en 0.60 centavos, destinándose su pro­ ducto á beneficio de « L a V an gu ardia» y del C om ité Pró Presos de la U . G . de T . Circunscripción 8 .“— E ste centro ha o rg a ­ nizado una función teatral conm em orando el tercer aniversario d e su tundación, que tendrá lu g a r el día 23 de S etiem b re en los salones de la « T ip ográfica B onaerense», ca lle San Juan 3244. En tre los núm eros d el p rogram a figura la obra de reciente producción del com p. L u is L o tito, titulada « L a E x p u lsió n » . A BENEFICIO DE “LA AC01ÚN SOCIALISTA" Un gru p o d e com pañeros ha o rg an izad o una conferencia, función y rifa, cu yo producto se destina á aum entar los fondos d e esta p u ­ blicación. A fin de asegu rar el éxito, se rem itirán á las organ izacion es grem iales y cen tros so cia ­ listas, invitaciones y boletos de rifa, qu e a gra ­ decerem os destinen un poco de esfuerzo para colocarlos en el m ayor núm ero posible. L a fiesta tendrá lu ga r el 11 d e N oviem b re próxim o, en el salón W orw aerts, R in cón 1 1 4 1 . ¿Devbabes crueles? Con las reservas d el caso, reproducim os el sigu ien te telegram a á e L a Prensa: « E n la sesión celebrada a yer por el co n gre ­ so socialista reunido en la ciudad de L ieja el diputado B ern stein ,jefe de la fracción llam ada revisionista, pronunció un discurso, en el qu e puso de m anifiesto la decadencia del Reichstag, puesto que el gob iern o adop ta con fre­ cuencia m edidas im portantes sin consultar á los representantes de la nación. Lam en tó que la im potencia política de los socialistas para­ lizara el efecto de sus triunfos, y term inó d i­ ciendo que á pesar del núm ero crecid o de los representantes socialistas en el parlam en­ to, la influencia del partido sobre la m archa de los sucesos es casi nula. «Las declaraciones de Bernstein fueron a co­ gid as con algunos m orm ullos d e protesta. «En la reunión que celeb ró esta tarde el con greso, el d iputado Bebel d eclaró que los obreros estaban en el d eber de repeler con todos los m edios de que disponen los ata­ ques que se hacen al principio d el su fragio uni­ versal y d el vo to secreto. « E sadeclaración fué som etida al con greso en lo r m a d e u n proyecto». ** $ N ada com o las palabras del leader d el re­ visionism o alemán tan insospechables d e toda falsía ó mala intención, vendrían á ratificar la veracidad de nuestros ju icio s anteriores. N o som os ya nosotros los detractores ca­ prichosos del parlam entarism o alem án, su con ­ denación sale de la boca misma de uno d e los im portantes hom bres de la dem ocracia social alemana. L a graved ad y contundencia de las palabras de Bernstein hace inútil todo com entario; el lector por sí sólo ante sus verdades, podrá lácilm ente hacer el ju icio más oportuno y ló­ gico , sobre las virtu des exim ias y tan pondera das, que se han atribuido á la acción parla­ m entaria positiva, no sólo del R eich stag ale­ mán, sinó de todas las cám aras legislativas el mundo. N U M E R O S U E L T O ....................................................0.10 Notas administrativas Movimiento Socialista Unión ObreroSjTalabarteros— E sta sociedad festejará su duodécim o aniversario, con una gran función conferencia y baile fam iliar el sá­ bado 23 del corriente á las 8 p. m. en el sa­ lón de la U nione é B enevolenza, C a n g a llo 1368. S e pondrá en escena el dram a L a Pa sion aria y el ju g u e te cóm ico Salvarse en una tabla. H a­ blará E m ilio T roise. E n trad a un peso, asientos 0.20. S om brereros -Celebrarán asam blea el dom in­ g o 24 á las 8 a. m. en su local S olis 2 14 9 , O rd en del día. A cto anterior, n om bram iento de revisadores de cuentas, inform e de la com i­ sión en cargada de estudiar la constitución de las secciones, pacto de solidaridad, varios. S e recom ienda puntal asistencia. Unión Gremial Femenina—E sta sim pática agrupación prepara un interesante m atinée que tendrá lu g a r el dom in go i° de O ctu b re en el salón de la calle M éxico 2070. L a conferencia de costum bre estará á ca r­ g o del com pañero Iñ ig o Carreras. S a e c r lp c ló a POR A Ñ O .............................. ................................................* 2 U0 iusticia. . . E l grem io se m antiene resu elto á reivin d icar sus derechos y con el propósito esta v ez de no ser víctim as de los fraudes y pillerías de sus insaciables amos. _____ Gremiales 340* E . Iba ñ ez— R ecib im o s carta. S e contestará p or correo . — E n reem p lazo d e este com pañ ero q u e se ha ausen tad o d e la ciu d ad d e S a n tia g o del E ste ro , se ha d esig n ad o en el carácter de a gen te d e nu estro p e rió d ico al com p. R óm ulo R ava. P rim itivo Centeno. San Ju a n — R ecibim os carta acep tan do el c a rg o d e a g e n te en esa. G racias; va con testación . R ogelio E spinosa. R o ja s — R ecib im o s carta. Ind íqu enos un com pañ ero que q u iera ser nues­ tro agente. AVISOS Im prenta y Encuadernación de LOTITO y BARBERIS 321 - CALLE LAVALLE - 321 Casa especial para impresiones de todo gánero LOS FUNDAMENTOS DEL SOCIALISMO CA R LO S H ERSCH EL p o r E s una re co p ilació n d e los ju icios v ertid os sob re el socialism o, p o r los m ás em inentes so­ c ió lo g o s con tem porán eos. S u lectu ra es tan necesaria com o in stru ctiva. E n ven ta, en la a d m in istración d e L a V an­ guardia, D efen sa 888. LA IN T E R N A C IO N A L Revista Socialista J tp a r e c e m ensualm ente R edacción: A zcuenaga 981 A dm inistración: Cuyo 1932 “LA V A N G U A R D A D iario socialista S u sc r ip c ió n m en sua l 1 $ Es deber de todo socialista conscien te el contribuir con su suscrip­ ción al sostenim iento del órgano ofi­ cial del partido. Redacción y Administración: Defensa 888 Avanguardia Socialista ORGANO de la fr a c c ió q Revolucionaria D IR IG ID O P O R A. LASCOLA 7 W, M0CCH2 MILAN Via Ugo Foscolo 5 LA LEY DEL TRABAJO F olleto conteniendo los juicios que h a m erecido de los socialistas el pro­ yecto del ex M inistro González. A parecerá en breve P or pedidos dirigirse al C entro Socia­ lista del Azul. EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO EN RUSIA por A . S. L O R E N Z O Precio 10 centavos. El beneficio de la venta se destina por m itad al Comité Pro-Presos y edita ° ° CÍalista del que lo A las organizaciones gremiales y centros socialistas La redacción agrad e ce ría á de las L a A c c ió n S o c i a l is t a com isiones adm in istrativas de sis asfm UK Pr aOCeS, h rCmÍSÍÓn ^ inform es de sus asam bleas y dem ás actos sociales á fin de d arles pu b licid ad en sus colum nas Es necesario recordar á los compañeros, la conveniencia de no cejar en el o e a lm n l? ’0 8’ cons.ej o d e ' “ Unión, hace algún tiempo inició contra la fábr íca m « l t Pi“ 'e a ta 'V-a como un medio do av ad ar a la resistencia que d i casa ™ ' f * lue'&nistas hacían A dicha Ningún obrero debe prar pro­ ductos de la fábrica Lacom Argentina;, p a r a h a o e r c o m p , , „ dV ; capitalistas el valor d éla fuerza obrlera. La Acción TSbeialista ÍI8 * * a q i o * . 34oz r lP o ¡6 n í p e r ió d ic o s in d ic a l is t a r e v o l u c io n a r io AÑO sírativ as ir ta . B a jo ©1 estado Se i C d e Pt r0 * en el r nt!tag0 d el al c°m p . R ó tu lo J ^ n ^ R e c ib ¡m o s de aS ente en esa_ Recibimos carta. l,e quiera ser núes- os adernación arberis ALLE - 321 nes de todo ¡jónero EL SOCIALISMO ÍR S C H E L los juicios vertidos más eminentes soSu lectura es tan ración de La Van- CIONAL tlista ta lm e n te a 981 ón: Cuyo 1932 1A " > socialista ju a l 1 1. T R A B A JA D O R E S ! Contestar4 0 $ socialista cons;on su suscripdel órgano ofi:ión: Defensa 888 ocialista v o lu c h n a r ia OR Ugo Foscolo 5 TRABAJO los juicios que ialistas el proGonzález. U ° a v e z más nuestra ■ “ ----------------------------burguesía ha apelado ... á sus recu rsos extrea e s it io mos para sofocar las vig o ro sa s dem andas proletarias; una vez más ha puesto en ejercicio to ­ dos los m edios de represión y tiranía para detener vuestro avance, para im poneros el servilism o, para asegu rar su gan an cia y afianzar su p riv ileg io so­ cial; una xez más con audacia cín ica se ha d es­ pojado de la hipócrita vestidu ra que la consagran como distribuidora de ju sticia, para p resen tarse tal cual es y tal com o se le imponen las circun stan ­ cias- la clase capitalista dueña de la riqueza, que se apropia de una parte del trabajo obrero, que acum ula á expensa del eslu erzo obrero, que ha organizaEo la socied ad en la form e determ inada por la naturaleza y la esen cia de sus in tereses, que tiene el gobierno político jurídico y m oral de aquella, que d esarrolla y estim ula una serie de convencionalism os m uy aptos para afirm ar su pri­ vilegio; la clase capitalista, en fin; que al sen tir amenazada su ganancia, al sen tirse disputada en la posesión de los frutos del trabajo; que ante la actitud resu elta y revo lu cio n aria del proletariado se bate á brazo partido en la plénitud de sus fuer­ zas, sin am bajes ni cortapizas, y solo espasm ódicam ente preocupada en reconquistar su predom i­ nio absoluto, en refo rza r su im perio tam baleante, y en perpetuar el pasado que és p erp etu arse á si misma. Una vez más, trabajadores, la punzante enseñ an­ za de los hechos proclam ándoos con su elocu en ­ cia soberana é indiscutida, com o frente á vu estro mundo en plena gestació n y desarrollo, sabe eri­ girse el mundo capitalista dispuesto á em peñar todas las b atallas, dispuesto á re sistir y á atacar, arm ado de todas las arm as, irrespetuoso de todos los escrú p u lo s. Una vez más la lucha revelán d ose en su clara y precisa rerlidad. acentuando sus ca ra cteres y d e­ m arcando con m ayo r nitidez las p ersp ectivas de su porvenir. A l crecim iento constante de vu estras o rga n iza ­ ciones, único p resag io del triunfo de mañana, á la capacitación y disciplina p ro gresiva de vu estras energías, al robustecim iento continuo de vuestra acción en el cam po accidentado de la lucha, c o ­ rresponden tedos los actos y sentim ientos de oposición del adversario, y su decidida voluntad de b aegar por vu estra absoluta sum isión y por el vencim iento de todo obstáculo á la estabilidad de su régim en. Y no invoquéis á las pretendidas garan tíás con s­ titucionales y disposiciones ju rídicas consign adas en los códigos. E scritos por la b urguesía para re s­ ponder en determ inadas circun stan cias á sus reales intereses, la ló gica y el buen sentido bien indica que se ha de despojar de ellas cuando le m olesten, que las ha de olvid ar cuando no las n ecesite para m ueirse de las que le inspire su conveniencia en cada momento ae la g u e rra civil. G arantías constitucionales! son hoy com ida de ingenuos, que solo pueden continuar sugestionan­ do á los ingenuos. L a lucha ha conquistaeo su verdad ero terreno y su m ás exa cta fisonom ía: es el choque continuo y cada vez m ás enconado de dos fuerzas sociales que se repelen y se exclu yen ; es la g v e rra á m uer­ te de dos mundos cu yas existen cias no pueden co n ­ cillarse; es la g u e rra á m uerte de la legalid ad burguesa constituida por toda su tradición h is­ tórica y jurídica, por las inspiraciones de sus in ­ tereses, por todos y cada uno de sus actos con ­ tra la leg a lid a d obrera que em pieza á crecer, á desarrollarse, que b rega por definirse h asta ad?[uirir la n ecesaria consistencia y solides de triuno; contra esa le g a lid a d obrera que se m odela en en el seno de las organ izacion es p roletaria y que se m anifiesta cada vez más vigorosa, en cada una de los actos, en la acción com pleja y conjunta de aquellas oaganizaciones. Y esa es la lucha, lucha de predom inio entre el mundo de la explotación, del parasitism o, de la ti­ ranía, de la cla se cap italista y el mundo del traba­ jo organizado, de la fam ilia p roletaria en m archa á su independencia, dispuesta á im poner su g o ­ bierno, á sancionar su ley. Y «sa t s la lucha em peñada sin escrúpulos, lle­ vada á todos los lugares, realizad a con todo los medios y con el recu rso de todas las arm as. T R A B A JA D O R E S ! Inundad vu estro s cereb ro s con la gran luz de los hechos. D isipad vu estras vagu ed ad es y afirm ad - B U EN O S A IR E S , OCTUBRE . DE 1905. N U M ERO 7. vuestra coneiencia con las enseñanzas profundas de los hechos. A p ren ded en ell js las preciosas nociones que os ofrecen para q n e s e p ú s a c e la ra r vu estra m archa, afirm ar vuestro mundo y conquistar su victoria. A prended en la actitud del ad versario á ven cer tim ideces, debilitadoras de las m ejores energías. O b servad com o aquél rom pe todos los escrúpulos, supera todos los lim ites, y se esfu erza con audacia y cinism o en satisfacer las ex igen cia s im puestas por la consolidación de su dominio. O b servad com o ante cada acto de los vuestros, apela á todas sus fuerzas, pone en ejercicio s todos sus recursos: el recu rso de la ley, el recu rso de las m edidas violentas y coercitivas. Cuando los obreros estivad ores han paralizado la vida de los puertos argentin os, cuando han n e­ gado el provech o que rinde su trabajo abriendo un paréntesis al proceso de la explotación b urguesa, cuando han violentado así la ley prim era y funda­ m ental del régim en actual consistente en la sum i­ sión obrera y en >a acum ulación capitalista, nuestra b urguesía, la burguesía criolla, sacudida en sus b a­ ses, herida en pleno corazón, no ha vacilado en obrar, com o y en la íórm a reclam ada por las c ir­ cunstancias S e inicia obstrucionando la libre acción de los huelguistas, obstaculizando el libre funcionam iento de sus organizacion es sindicales, aprisionando los cam aradas más in teligen tes y lu­ chadores; pero ante la ineficacia de estas medidas, que sólo tienen el poder ds e x a lta r las conciencias y las pasiones obreras, de rob ustecer y ensanchar el m ovim iento huelguista, ya no va cila en adoptar las actitudes extrem as; y para disculpar sus crím e­ nes, para en volverlos eb las som bras del silencio sanciona la ley d el e s ta d >de sitio, en la esperanza de que su sim ple decreto llevaría, com o en ocasio­ nes anteriores, el terror entre las filas obreras. Ha hecho todo lo que ha podido, todo lo que le era perm itido realizar, y hubiera continuado en sus m ovim ientos si no se hubiese sentido paralizado ante la terrible im presión cíe un debilitam iento en sus tuerzas, no presentido, com o consecuen cia de la m ayor potencia del ad versario que ju zgab a aún extrem adam ente débil. E sp eraba que el miedo cundiendo entre vosotros, os acon sejaría el inm ediato retorno á los lu g ares del trabajo os acon sejaría la sum isión y el respeto servil á su autoridad cíe prepotentes. Os creían débil y cobarde com o en la jornada anterior durante los prim eros m eses del corriente año. No os pencaban cap aces de v o lv e r por vuestra dignidad, aleccion ados por la exp erien cia, fo rta le­ cidos por la lucha, con vu estra conciencia de clase m ás nítida y perfecta, con vu estro espíritu de luch a­ dores vigorizados, com o resultado ue sus propias arb itrariedades y desm anes. Es así com o estaban m uy lejos de p resen tir que la sanción de la ley m a rcia l por el estado burgués, sería contestada por el estado obrero con la d ecla­ ración de la h u elga general, y con la perm anencia airada de los obreros del puerto en sus lu g ares de com bate. Y asi habéis cum plido con vu estro deber, obrando en la m edida de las circun stan cias im p revistas y de la im preparación de vu estras huestes. T en éis cum plida una jorn ada, tenéis conquistado un palm o. L o s erro res y deficiencias de hoy os servirán de lección p ara mañana. A la aud acia de arrib a h abéis sabido con testar con m ás en erg ía que en circu n stan cias anteriores. P ero no está cum plida aún toda la obrainm ediata. P or espacio de noventa días pesará sobre nosotros el estado de sitio con to d is sus arb itrariedades, con todas sus traiciones, aum entado con las m últiples probabilidades de ser prorrogado por va rio s m eses m ás. ¿D urante todo ts e tiem po qué debem os hacer? ¿D isculparía vu estra resisten cia del prim er m o­ mento, á la indiferencia, al m utism o á la inacción posterior? Nól trabajadores, vu estro p orven ir está preñado de gran d es esp ectativas, que p resagian nuevas batallas. L a lucha reclam a m ayores esfuerzos, superiores en ergías. En el m utismo y en la inacción se pier­ den las adquiridas. Tenéis, por consiguiente, el deber de no consentir que la tiranía b urguesa d isg reg u e vu estras filas. D ebéis em peñaros entusiastas y decididos en m an­ tener vitro'el espíritu de rebeldía, en aum entarlo, en h acerlo más poderoso. En a cla ra r la conciencia de las m asas con la difusión de nuestra literatu ra o b rera y revolucionaría. En m atener y estim ular el espíritu de solidaridad llevando á cabo reuniones, y asam bleas. En ejercita r así el desarrollo y la fortaleza de vu estras organizaciones. Estas son el principal balu arte de la lucha. E llas constituyen el peor p elig ro del enem igo. C ontra ellas d escarga toda su audacia, todo su poder. A ellas sólo le co rres­ ponde el arm a única capaz de ten erle en jaque, de producir su desconcierto.de q u eb rarsu prepotencia. L os hechos os lo ensenan con su lucidez irrefuta ble: la hu elga, la deserción de los lu g ares del tra­ bajo de los productores, tiene el poder de sacu dir al mundo burgués; la h u elg a le obliga á las a ctitu ­ des más extrem as; y sólo con la huelga os es posi­ ble ejercita r un acto de protesta y de resistencia. A m ad la, pues; dedicadle vu estras m ayores aten ­ ciones, vu estros m ejores cuidados. A cada momento tendréis que esgrim irla, porque á cada m omento tendréis que obrar. Trabajadores!! olvidéis que estam os bajo el estado de sitio, y, por consiguiente, expuestos á las arbitrariedades, á los abusos, á las audacias del adversario, que sólo se pueden red u cir con audacias m ayores. Y no olvidéis que el medio más práctico, m ás r á ­ pido, más contudente de re le g a r á la historia y para siem pre el ejercicio de la ley m arcial sólo co n ­ siste, sólo puede consistir en la resisten cia p ro leta ­ ria realizad a m ediante vu estras o rgan izacion es sin ­ dicales puestas en la plenitud de sus fuerzas y en el g rad o más álgido de la acción revolucionaria: en L A H U E L G A G E N E R A L que determ ina la m uerte transitoria (por ahora) de la sociedad cap italista y, á su vez la exaltación á su vida más intensa de la sociedad proletaria. ¡¡ ^ b a j o e l e s t a d o d e s i t i o !! d o n e s estatales de la burguesía; em pleo de tg io s los m edios para con trarrestar la barbarie en auge; preparación de un próxim o y gran m ovim iento p roletario en que cada agru pación siendo solidaria con la6 dem ás, obre com o debe obrar, sin m ira, m lentos, sin hum anitarism os que han conducido en m uchos casos, ai proletariado á la m atanza. E so es lo que reclam am os de la clase ob rera de de la república, eso esjlo que los suprem os intere­ ses de la misma le aconsejan, y esta realidad pal­ pitante, aguijoneando la m ente y el corazón de nuestro proletariado, no^se esterilizará en pueriles tem ores; sin ó ,p o r el contrario se traducirá en una robusta acción revo lu cio n aria, que determ inurá el debilitam iento de la b u rguesía y una explosión de vida en perpétuo retoñnm ienio en el m uado p role­ tario. . ■ . ■ mi. C1.1¿¿I m inos claros, la revueltaVde la clase trabajadora,-«s la negación del régim en cap italista; es la tíu e rz u nu eva que al ir elaborando otro orden de cosas, con sp iraLcontra la existen cia del predom inio bur­ gués; es la u u ’. eriaUzACióaó m ejor dichcg leí Iplanteo en térm inqs claro..!, p recisos é irred uctibles de-los antagonism os sociales,u.-.Bor eso Ja otgar.ización obrera tendiendo d sacudir el y u g o cap ita lista , sblo es factible m ediante ln luchh contra tn clase e x p lo ­ tadora.! L a organ ización o b r e ra , trae p u e s ’fáialm ente ap arejad a rea lucha. F rente á la socfeddti proletaria, la sociedad b u rg u e sa .v Y ’'ln fcolueióñ librada exclu sivam en te d u n í g u erra" sin 'c u a r te l entre am bas clases. i1 . i. i ! , ,iti L a obra co n stru ctiva del proletariado’ réeFartih, en su cohseóuencia, la destrucción prijgrdsivá* y contem poránea del actual orden de1 donas.)lj L ,'ir r ' > Y en* v e r d a d q u e )a org a n iz ació n o b re ra Yin di - Una v e z más qüe_ rem os llam ar la a te n , ftntimilitHi'iHfa ción de los trabajad o­ re s sobre este asunto Muy poco ó nada se ha hecho, entre nosotros con respecto á la propaganda antim ilitarista. Es un cam po da la a cción socialista y rev o lu c io ­ naria aue aún D erm anece inculto; ni cual tod avía no m ism a im plica ese d e s m o ro n a m ie n to , érr euánfó c o n c e n tra n d o en su s e n e toda la vida y la'a'cfívidad de Irt clase tra b a ja d o ra . "h • " * ''* 'J 't * n i P e ro esa o rganización ob re ra; al e s t a r áh^désarrollo ín tim am e n te ligado con el d e r ru m b e cótrefá* tiv o id e l m undo bu rgu és, necesita e j e r c ita r fina aéeión d ire c ta m ónte en c a m in a d a á tal o b j e t o . ' Ufia acción 1n eg a tiv a que s e c u n d e el esfudPzo co n s­ tructiv o d é l a clase t r a b a i n d o r r una acción iidir.Ytlvh Ii V i v a la re v o l u ció n so c ia l H ay algo de fatal en la h istoria. El ejem p lorep etido de m u­ <3© clase. chas revoluciones y tra n s­ form aciones soeiales..no-basta á e n s e ñ a r á la clase dom inante lo que significa la obstinada, la brutal defensadel p rivilegio, fren­ te á una clase oprim ida que m archa hacia el cum plim iento de una gran misión histórica. No p arece sinó que. á pesar de todas las mutacionesoperadas en el seno de las sociedades p e r­ sistiese una necesidad fatal y terrible: la guillotina y el g arro te para las clases dom inantes en los m o ­ mentos resolu tivos d«d proceso revolucionario; y no p arece sinó, que el em pecinam iento la con­ tinua violación de las m ism as leye s im puestas por la b u rgu esía para la defensa y p erp etu a­ ción de su régim en podrido y tiránico, hicieran ap arecer á la violencia, com o un medio orgánico é inseparable de toda transform ación social. Y la burguesía argentin a tan rapáz com o c o ­ barde, se coloca en este terreno; y la burguesía argentina, inepta, con instintos de bestia, com o si p erm aneciera cristalizada en el fondo oscuro de los com ienzos hum anos, incapaz de sosten er un com bate leal, con el p roletariado del pais, d esp re­ ciando las gran d es leccion es de la historia, quiere que la hum anidad entera se co n vierta en una nue­ v a plaza de la R evolu ción . Extasiada, con un orgu llo im bécil, ante la opu­ lencia de su régim en, labrada con la m iseria y la san g re del proletariado, no sabe que sin éste, su mundo es nada; que sin el m úsculo potente y la in teligen cia de la cla se obrera, su mundo tom a aspectos de cad á ver, no sabe que la im potencia y la degrad ación son su característica, frente á la en ergía, á la fuerza incontrastable que se a gita en el mundo proletario. Y es por esto, por que com prende que se a c e r ­ ca la hora de su bancarrota como c la se parásita y exp lotadora del esfu erzo humano, que recu rre á los m edios más brutrles para salva g u a rd a r su pri­ v ileg io , que trata de h erir á m uerte á la orga n iza ­ ción ob rera del país, en la que ve el au g u r de su derrota. iis por eso que ante la form idable h uelga de estibadores, que ha paralizado todos los puertos de la república con un v ig o r y una espontaneidad que asom bra, que ante la am enaza de hue’g a de los ferro ca rrilero s del R osario, ha prom ulgado por 90 días el estado de sitio. N osotros que no resp eta ­ mos su legislación , por que es la reglam en tación de la esclavitu d obrera, y por tanto la defensa de la explotación; nosotros que pensam os con toda r a ­ zón que el estado es un órgan o de clase, resu lta n ­ te de la existencia de una clase poseedora y otra no poseedora, no pedim os la prescindencia del mismo en la lucha de clases, porque es im posible; pero di m enos es n ecesario que el pueblo sepa, ENZO y V la n fa a a a k ..« M A rH im « *U la u t i n ffrn n P r o p n jg fn n id a • un nuevo golpe d eben disponerse i resistencia obsti j :nto y ia energía • clara y termin opósito de contest al enemigo, no cc , ón y cobardía, sinr * a su g ra d o mayo con todos los ene i los recursos eñe terse una vez por te J e la bu rg u e sía ti :onveniencia bien c i ip a clases. O b ra ag : £,-‘ miento obrero, pe la perjudica, la m , ,:j •' 1 necesidad de co com o hasta ahor pro du cido ese i m ientras así le declarará el estad tio le ofrece la pe x ió n ieivindicador B r u ta lid a d 1UÍ10 ENE® lo ian con c u rrid o á o de defensa reali país. s, no caer en los es que tenem os !! J Centro Sucia- miento ae ia socieuau ig u a n m m j ■ rvi i'j wv» * * m«m cado. obstaculizado, asesinado tam bién, por la entL dad que resum e en sí la fuerza de la b u rguesía y salvaguarda sus intereses; el estado. El hecho real, incontrovertible, lo tenem os d In vista; estam os sufriendo sus efectos. * Una b u rg u esía que de acuerdo con la com ple­ jidad de sus intereses, que inspirándose en sus necesidades de c la se detentadora del esfu rzo proletario, no vacila en ap elar á los m edios más brutales para im pedir la elevación de la m asa obrera; que ante el acTescentam iento constante de la organización proletaria, que significa para ella los com ienzos de su derrota; que ante la m ayor capacidad de acción de los trabajadores, que le niegan en la época p r o p ic ia d esfuerzo de su bru­ zo y su inteligencia: quiebra su propia legislación y se adapta á las n u eras necesidades cread as por la organización revolucion aria del proletariado. Y así es com o vem os á una de las fuerzas so­ ciales no cristalizarse, así es com o vem os á la bur­ guesía no inm ovilizarse en ios moldes rljidos de su reglam entación jurídica, sinó por el contrario, bregando por co n serva r su situación de cla se di­ rigente; así es como la vem os pujando por a p la s­ tar las energías que se agitan en d mundo del trabajo. i L A P A R E C E E L 11 T 21 de CADA M BS breve lü l N o f variar su co nduct .isposiciones de la > que im pone el reí ts, las exigencias íplo de las b urgu nadas hasta en p •era, p o rq u e toda oobres zonzos extr irutecedor de ideol is estas son pamj. aso una burguesía jeta en la conce; ses. os d e repetir lo q; n varias ocasiones ■do el fruto del an los dos contendí sía) que h o y se , solo pueden so or la victoria de ; obtenida en la m id desp legad a en a. O tra solución jji inobservancia saci ,\\slituciones, el irre : ' s públicas y de h Itn p re o c u p ar á q i capitalista qu e d e í ' le clase qu e conqi (•abajadora del pah ■ jnenazas de estado dt • ¿ su m ovim iento sit neficaz aquellas m< lya c o nq uistad o un: n. pensable hacerle p nirg u e sía la inconv o. P a ra ello es in<J nd er con hechos, abras, que sus nú fejar de p ro d u c ir su; 'á estas no sucede la inactividad pro sta el presente. Q i sitio para co nten er obrero, en adelan 1, y que su sanción ecer ese movimiento •ralización, llevarle po tente manifestac 'ha, d e represalia obr irguesía sepa, por h d u ra y e jem p lar 1< ; sitio ya no tienen e las ma/aderias prole rio, ile hacerla más ii a en renunciar á to a, ella será la prim ctos d e clase, la sane esto, no p o rq u e nuest c o n v e rtid o de hdrfi, trece creerlo a lgunos ícillamente p o rq u e v< tolerancia, la más á sus intereses de cli los tra b a ja d o res del f am enaza d e un nuevT i en érg ica y ilecididi a genera!, d id o m uy o p o rtu n a m i Iga General d e la F. () i. de T. al recabar eras cual serla su act te d e nuevo el estadi o se lian pronunciai >s m anifestando unánii hu e lg a general. LA is preciso ilustrar nuestros j as con imágenes concretas ( que se ponen grabados en i íuestra táctica consiste: Io t más clara la conciencia de c más eficaces nuestras arma Iga).a agitación de las ocho hoi temente estas dos condición !n efecto ella tiene la inme itear la cuestión sobre su v el terreno económico, y s terreno económico que ha >orativa para convertirse en specialmente en Francia, « ación tiene la ventaja de d proletaria del guignol parís ¡e agitan los farzantes del . hacer olvidar al proletari misión. a pequeña Kurguesfa demé i en nuestros días el pode ja sus talentos para hacer ajadores las cuestiones vita llatán de feria ella nos atur Aciones y hace brillar referí i agitación de las ocho ho ste espectáculo entontecedc i. segundo lugar, cuanto n: hr Jornada de ocho horas ra durable de las condición jés de las experiencias qu la jornada de ocho horas, is beneficios de los grane ía más bien una tendencia ; más cierto resulta que ell ramiento considerable de la del proletariado. Parece, < tima mejora la más import enida en cuenta, comparación de esta po estro armamento en la lucí cación política resulta bier |r el hecho mismo que la jo tendría una tendencia á t ó más bien á neutralizar j dencia al descenso), por f lia otorgará más tiempo pa stia», y para la cultura d hecho mismo que ella de ecadencia física de la razt reparará soldados indivic sos para la lucha social, civil. ■ a conquistar la jornada d( riado tendrá que presentí go y esta lucha le servir paración á las batallas fe más decisivas, se tratará de la lucha de i :omo en campaña electora distrito, rata de la lucha de clase iza en el taller y en la c í caracteres, jornada de ocho horas no [a, sino un medio de agita un alivio, sino un arma, ornada de ocho horas f< o fuerte, y nosotros del la lucha, porque solo vem El perro capitalista defi sus privilegios; para arra mperles los dientes, émonos para la lucha, p> solo puede contar para si erecho del puño. RmCIIMLISUO DEL apital no tiene patria, va buena colocación. Y si ?tación burguesa ha llep lente, por razón del de |na explotación internad 1 razas, ni lronteras. y q i (emente donde quiera ha Jiro de una intervención ante este cosmopoliti: |nal amarilla, debe alza: 10 obrero, correspond Itagonismo de los inter ( a b r ie l que todas las prom esas de libertad, de am paro de derechas y de respetos hacia el mismo de parte del estado son una mentira, son una farsa de la dem ocracia basada en antagonism os de clase, y reclam am os del proletariado ninguna consideración hacia su brutal y torpe enem igo. Esta continua violación de la legalidad burguesa, por la misma bu rguesía, cuando el proletariado revolucionario la coloca en situación aprem iante, enseña á la clase obrera, d no v e r en la lucha de clases, un com bate hiddlgo, sinó un largo y d o lo ­ roso proceso revolucionario, en que am bos con­ tendientes apelarán d todos los m edios para d efen ­ der sus in tereses. Esto enseña á la clase obrera, á u tilizar todos los modos de acción que puedan lleva rla hacia su triunfo finál, d no desperdiciar las circunstancias favorables para a sertar d su enem igo de clase, golpes certeros que la desconcierten, d 110 depirse a rrastrar por al ilusionism o dem ocrático, p erm a­ neciendo iiel d la v ieja máxim a de la internacional: la em ancipación de los trabajadores será la obra de los trabajadores mismos. Y así, confiada en su propio esfuerzo, teniendo com o norma de conducta, que su m ism a acción, es la gran cread ora de conciencias rebeldes, con cen ­ trando toda su energía revolu cionaria en el seno de sus sindicatos, com o centros de descom posición y recom posición social; es com o logrará su straerse á estas arrem etidas brutales de su enem igo de clase, asi es com o neutralizará, para redu cir á la impotencia, á la acción coercitiva del estado, puesta en ju ego por la burguesía, cuando se detrim ento su provecho. E l estado de sitio viene á realizar en gran e sc a ­ la, lo que realizaban en épocas norm ales, los ins­ trum entos de la burguesía, aunque menos intensa­ mente. En efecto, ese gran m ovim iento proletario, estaba obstaculizado en toda la gran de amplitud de su de­ sarrollo, por la acción can allezca del estado bur­ gués. Y a la policía, precioso instrum ento de represión obrera, conglom erado de inconscientes abajo de hipócritas y bestias arriba, había violado con cínica im becilidad el derecho d t reunión, creyen do am i­ n orar la resistencia de los cam aradas en huelga. Y a los poderes públicos habían lavorecido, por todos los medios, el carn eraje, poniéndose de parte de los que pueden estar: los patrones. Y á pesar de esto el m ovim iento era cada vez m ás firme, la solidaridad proletaria jam ás dió ejem plo más vigoroso. Y ante amona» , de huelga de los fe rro c a rrile ­ ros rosarinos, que com plicaba más la luena. y ha­ cia más ditícil, para la burguesía su triunfo en un terreno leal, ésta y el gobierno creyeron que ha­ bía llegado el día del ju icio , en que había de dar cuenta de sus gran des crím enes ante el terrible tribunal de la justicia popular, y se apresura á sancionar el estado de 6itio, contando con el s e r v i­ lismo de ambas cám aras, para poder así con el im perio de la fuerza, desbaratar el triunfo obrero, desconcortar el m ovim iento y som eter á los re ­ beldes. El presidente Quintana, ex-asalariado de las em ­ presas ferroviarias, no podía olvid ar en este trance á sus antiguos patrones; el presidente Quintana ex-asalariado de las em presas ferroviarias, re cib i­ rá su recom pensa por haber impedido que a lg u ­ nos miles de libras dejasen de entrar á los bolsi­ llos oe los accionistas; pero tam bién el pueblo obrero ha de retribuirle sus am abilidades . . . . Hoy, hasta la hora en que escribim os, las bruta­ lidades del estado de sitio no han am enguado en nada los efectos de la gran gu elga. En el puerto el m ovim iento es m ás firme, toda la extensa zona que abarca está muerta; la huelga gen eral solidaria, en lo que realm ente pesa en la vida ecoúóm ica del país, fábricas, talleres y com er­ cio m ayorista dió un excelen te resultado; solo el tráfico de tranvías y coches, los dos grem ios más inconcientes, continuó norm alm ente. A h o ra los obreros conciernes, quedan á m erced de la horda degen erada de pesquizas, á m ereed de la policía, m onum ento de cu ltu ra y equidad, que hará una v isita de cortesía á los dom icilios obreros, la ley de residencia, aplicada en gran escala, los periódicos obreros clausurados y secuestrados; los calabozos llenos de cam aradas, c u y o único delito es repudiar este sistem a de opresión y explotación. P ero todos estos actos vandálicos, estos m alones especiales de la burguesía argentina, que denota en el fondo uua gran debilidad y un miedo también grande, á la organización obrera, no harán sinó encarrilar por un sendero más revolu cionario á la obra del proletariado argentino, no harán sinó c i­ menta la conciencia de clase del proletariado, que pronto se herguirá altivo, cansado de tantas bestialidades, para pedir cuenta á todos los ban­ didos que la oprimen y tom ar la gran revan ch a ansiada por todos los hum ildes y sufrientes. Cam aradas de toda la república: el desaliento no puede cundir en nueetras filas, todos los bárb ara­ mente perseguidos y vejados confían en nosotros, nadie debe rehuir el com bate,ninguno debe aparecer m añana con el est gm a de traidor y de cobarde! A n im o puesl V iv a la em ancipación obrera! ACCION % S O C IA L IST A P r e s id e n t e Q U IN T A N A de i e B e p d b liM y a b ogad o de U l salp resa* fe r r o v ia r ia s : H a s in s t it u id o a l o s ta d o do s it io com o s is ts m a do t u g o b isr n o p a ra rospondor m ojor & t u ca lid a d da d ó c il fu n c io n a r o b u rgu és y do oolooo p a tr o cin a d o r do loo ingrlooot. E s tá s em p eñ ado en d e te n e r la c ía de p ro g reso y o iv ilisa o ió n que a v a n sa au gu ran d o un p o rv en ir de v e n t u r a ; e s t á s em p eñ ado en eo fo o a r e l m o v i­ m ien to em an cip ad or de la e m a sa e p r o le ta r ia s , q u ieres p or to d o s lo s m ed ios a s s g u r a r la e s ta b i lid ad d el E sta d o , co n te n e r en derru m b e f a ta l, y g a r a n tir la g a n a n c ia la d ro n a d e lo e c a p it a lis t a s esq u ilm a d o res de la sa lu d d el pueblo. P a ra e llo , a p ela s á to d o s lo s r e c u r so s, e s g r i ­ m es to d a s la s a r m a s ; n ad a t e arred ra, que no se » la ín e r s a de lo s d e ab ajo ; e l c rim en no to rep u gn a y lo bae p u e sto á la ord en d el d ía : j la s c a lle s d el B o e a rio h an sid o m a n ch a d a s oon la «angra d e lo s ob reros ! ] G ra cia s Q u in ta n a 1 A s í t e q u erem os : c ín ic a ­ m en te fra n co , y no c ín ic a m e n te h ip ó c r it a ! ¡G r a c ia s Q u in tan a! por tu co n cu rso 4 la o b ia d e a c la ra r, de d efinir la c o n c ie n c ia d e ola»e e n ­ t r e la s m a sa s o b r e r a s ; 4 la obra d e eep ecifio a r b ien n ítid a m e n te e l ro l de la s in s t it u c io n e s e s ­ ta ta le s ; 4 la ob ra do forjar, en e l cam po d el com b ate a g iio y v io le n to q u e p ro v o ea t u a u d a ­ cia , ro b u sto s y b ien tem p la d o s e s p ír itu s d e la c h a , ta n in d isp e n sa b le p ara arru in ar t u m undo y ed ificar e l m undo d el t r a b a jo . P or eso, to d o s t e deb en u n a reo o m p en sa : A la s p reb en d a s y p ita n s a s qne t e ofreo e e l E s ta d o 4 la s UbraB e s te r lin a s q n e t e p a g a n lo s in g le s e s , p ron to, m u y p ro n to , ir á 4 a g r e g a r s e e l ob seq u io de lo e tra b a ja d o res a g r a d e c id o s. ¡ E s p e r a ! ¡ E sp era ! Si las m odalidades que asum e la lucha de clases en el país, a n tim ilita ri8ta no fueran m otivo su ­ ficiente para lle v a r la propaganda revolucionaria a ciertos cam pos vírgen es aún, seguram ente que la acción p ráctica y fecunda en el cam po antim ilitarista, no se haria sentir N ecesidades im periosas que su rgen de la lucha, obligan hoy más que nunca, al p roletariado á e x ­ tender su radio de acción al cam po m ilitarista; pero no Diatónicamente, con la sim ple p ro p ag an d a ideológica, sinó de una manera p ráctica, de a c u e r­ do con la rea.idad. Hoy más que nunca, repetim os, se hace sen tir la necesidad de una activa propagan da a n tim ili­ tarista, en el sentido de preparar á las gran d es m asas de conscriptos, para que se nieguen á a ta ­ car al pueblo obrero cuando éste, en lucha con el capitalism o, ponga en p eligro, siquiera sea por un momento, su estabilidad. Una propaganda activa, tenaz, que se palpe en los hechos, dando por resultado la resisten cia de los conscriptos á acom pañar y defen der á los carneros, dando com o resultado m ás fecundo aún, la resisten cia de esos mismos con scriptos á su sti­ tuir á los obreros huelguistas, cuando alcan cen á com prender la traición que hacen al pueblo de donde salieron, pada ir á resp irar la atm ósfera podrida del cuartel, esa escuela del crim en, foco de barbarie que anula las m ejores in iciativas, para desarrollar el espíritu de servidu m b re y los instintos más bajos y bestiales del hom bre. E ste sería el prim er paso para hacer m ás tard e im posible el servicio militar, sea por las d e se r­ ciones y la resisten cia de los sorteados, sea por la misma propaganda revolu cio n aria en e l seno del cuartel. P erd esta prim era etapa á re c o rre r no puede ser la obra de individuos a isla d o s; debe se r la resultante de una fuerte y concierne organización antim ilitarista, en la que deben form ar parte los directam ente interesados: los futuros conscriptos. Y esto no es un im posible, aunque ten ga sus obstáculos que habría que ven ce r con p e rse v e ­ rancia y energía. En otros países las organizacion es de este g é ­ nero dan sus herm osos resultados L a propagan da su b versiva en el cuartel preocupa sobrem anera á la burguesía de todo el mundo, porque su r é g i­ men se ap oya en la fuerza y la ignoran cia Aquí, entre nosotros, h ay qile ech ar las bases de esa organización, dedicarle los m ayores e s ­ fuerzos, y sus consecuencias se harían m ás n o­ tables que en otros pueblos, p or el mism o c a rá c ­ ter del criollo. F ácil es hacer com prender á los conscriptos que en gran parte son de los cam pos, que m ien­ tras ellos defienden á los cap italistas en los pue­ P r o p a g a n d a blos y ciudades* ah ogan do con la fue, vkBiftfttos obreros; allá, en ctrck|ipo, son e*p lo t* d o * por los terratenfeiuc* trabajfcd°r*? p ? r *0*. in d u s t r ia » Q u * alhtTñnim én, en m edio d e que los rodea, sus g rito s de p rotesta cüaj m ás pan y una jo rn a d a mas humana, _ ados por la fuerza; que ellos v o l v e r ^ . su casa y un dfa sentirán éñ sT e t^ g ^ L lucha, v serán tam bién m altratados, como época lo hicieron ellos con sus hermanos del pueblo. Q ue sus padres, com o ellos, no serán perm anezcan sum isos, m ás que bestias d tl instrum entos del c au d illo ra te ro y de' exp lo tado r. Y esos hom bres que am an la libertad en ella han vivid o , serán rebeldes, toscam ente, in stintivam ente talvez, á iiu no so p ortar la d iscip lin a em brutecedoñ U 1 tel, á no d efen d er á los capitalistas ej y am ar á sus herm anos de infortunio, i A la obra enton ces I No esp erem o s que se p roduzca otro g m vim iento ob rero com o el qu e hemos p m m m S en que vearao á los carn e ro s escoltadosTaS? criptos y á los h u egu istas sustituidos p or ellos para a co rd arn os recién lo quejfc hacer, culpándonos nosotros mismos por fifitrab ajado en ese terreno. f presentado ner para h a cer tj d e 1 . i n j u s t i c i a ti ^ Una vez más U ffo b e rn a n te s , d es S a n id a d , de honj re ite ra r su la c lase trab aja d o Una v e z más, ei confiado, c u y a bo tontería, ha.podid; poderosos « e " enM 1 Q a é le resta, f que todos los tral buena v ez p or tod otra exp resión qu m inante m am festa •hacia todo cuanto del p ro letariad o ? ¿Q u é puede esp de los que con ta lidad han aho gad o L A IN T E R N A C IO inaciones, a Pon ^án. cida, encarcelánd ol S e nos p id e que pon gam os en c o n o cm i^ ultrajándolo torpe los su scrip tores de esta revista que ¿C on tin u ará c re j ¿ A q u ila ta rá , p or 1 situació n an orm al que atravesam os, p en d id a la a p arición d e su ú ltim o número. él tie n e p ara sus h Tan pronto como la s circu n stan cias lo do y oprim ido ? se procederá d e nuevo á su publicación. ¡ Oh 1 c re em o s, 1 ciclos, que esta es, 1 ficios serán in calci laff discusiMg da sald rá al cab o P a r la m e n to á En brará e n e rg ía s a diario sostenewgK m uchos compañeros* 1 desesp eración y la y sin d ic a to afirm ar que la a a $ can alla g o b ern an te c ia lista parlamenta^ tallsm o. el fraca so disputable triun fo 1 be se r una a cción absolutam en te negativa;P o r esto (bendita los rep resntan tes so cia lista s en los padu deben lim itarse á h a cer ob ra crítica, obra opresión! ledora. T od o ellos, con el C riterio este em in en tem en te marxista y a zas que trae apareja del capital! hará qi lista. Sin em bargo, los que asi piensan no se cootÉ ■ . el fin de todas vu v u estras indignidad sindicalista y. lejos de eso, nos combaten. /Com o se ex p lica esto? realizad a su cohesié y tom e con su s pr< L o s so cialistas de todas las tendencias de acu erd o en que al actu al gobiern o d e J k S f tros os em peñáis er bres, su ced erá la «adm inistración de las eos» t S i el parlam ento debe s e r objeto de nuestrai I dem oledora; si ten dem os á la «destrucción delji * político burgués» y de las instituciones todas ¿cual se rá esa «adm inistración de lasABi tf L a h u e lg a No vem os otra sinó el sindicato. f S i este debe se r el ente re g u la d o r de la pnl j e n d i v e r s o s ción y la distribución en n uestro mundo fin este es eh la actu alidad e l ente defensor de iií proletaria, p or quien y p ara quien ha sidoen tiem po contra las bi n uestra m isión es la a e ro b u stece r su . guesfa, se ha hecho tándolo de todos los ó rga n o s, de todas k m * rosos puntos del paí En el A stil, el me ciones, que podam os. E sta s atribuciones-*"!! ¡ de 800 tran aja d o res que ro bu stecen al sin d icato debilitan al 4 días 11 y 12 del co rr político b ú rg u és » frente y con tra quien se kifj aquel. vibran te m anifiesto 1, sociedades grem iales E se poder b u rg u é s no está lim itado al parla 1 T odo estab a para es verd ad , pues, la jurisp ru d en cia, la pnKd' A zu l, ha dem ostradi ejercito, etc., son p arte de ese poder, pero fia l parte del m ism o com o puntales, como soma* ■ de clase, y sus firmes á sus herm anos en la parlam ento de quien han solido y de quiOrtT En B a h ía B la n c a , den. E l parlam ento es el órga n o burgués por*1 tinúá cad a v e z m ás 1 len cia pues que con la b u rg u e sía nació. d esm erece á la de lo E l adven im ien to de una cla se a l predomiwi tos de la re p ú b lica . p oder social, del p od er p olítico, no es c® Están firm em en te 1 advenim iento de F u la n o ó M engano, 110 a « lu ch a y antes que ce el cam bio de p erson as que no produce ® abandonarán la ciudc algun o en los re so rtes del réjim en; elasnü una clase so cial en el predom inio de la ski * cbas. L o s albañ iles que trae . a p arejado un cam bio com pleto en el* político, jurídico, m oral, etc , com o c o n s é * !, están .en h u elga, sjg mentó. de la tran sform ació n económ ica que haeJH*® A lg u n a s y a han sai tado la sociedad, y que ha dado lu gar « n t!! cosecha. ción de clase. E sto nos dice la historia. ¡ En J u n in , cada una C re e r que la revolu ció n so cia l que pfeg® ! ras, lanzó su m anifle no p roducirá cam bios radicalísim os en laHífl dores á la h u elga gen ra política actual, es infantil, com o infantfrts* acto de solidarid ad p que el parlam ento pod rá h a cer y s o b r e d i 1 C a p ita l. E n el puvi R evo lu ció n , tinuado con m ás firn E l parlam ento con la b u rg u esía nació gación del estad o di con ella. medida iba directam e L o s com pañ eros que tienen este criterio'kjj c asar ese herm oso mo al parlam ento deben con sid erarse sindicflWí Jam ás la b u rg u e sía si tales no se proclam an porque no qui*s®i el estado, h u b iera c re i en el Partido S o c ia lis ta hayan diferencias líente com o tenazm en n o s y p areceres, (única exp licación á 1*1 pensado, que el im pe pregu n ta que hicim os en este artículo)^ intensificada, qu e r e p f can é n tre lo s dos bandos á fin de aunarlo? f 1 se r ineficaz, a n t- la d e sap a recer las dos ten den cias, sepan qucí los o b rero s del puerto, hacen es form ar la te rc e ra ten den cia. esos hom bres, in cap ac testar á una a g re sió n a D e v ille . varían los hombres y los tiempos, diílósofo desilusionado. Y la verdad, que lie que escribió eso, no es, el de la ue tan cínicamente ha traicionado en mentó francés los intereses de clase ietariado. Huelgas dores de ladrillos de los hornos —So> aumento de salario y condiciones nanas de trabajo, se ha declarado en :ste gremio. la fecha no se ha obtenido una solnisfactoria al conflicto. Los dueños de se avienen solamente á acordar un aule 20 centavos por millar de ladrillos os, pero se resisten con empeño á las demás condiciones pedidas, que se á la medida fija de la adobera y trahumanitario á los obreros. por su parte, no se dejan intimidar ctitud altiva de los patrones y se manrmes en el terreno que han elegido, >s á obtener una victoria completa, jasados los dueños hicieron propalar 1 de que en caso de no reanudar sus os obreros parados, se verían en la nede desalojarlos de las viviendas míe La huelga dada la armonía de la acción emprendida, no cabe duda terminrá con un triunfo análogo al obtenido últimamente. Albañiles — El movimiento que parecía lle­ gar á su término con la obtención casi gene­ ral de las ocho horas, parece de nuevo reabrir­ se por la actitud desleal y doble de construc­ tores y arquitectos. Como lo advertía el sindicato de los alba­ ñiles á los obreros del gremio, la aceptación es­ pontánea por parte de aquellos á las condicio­ nes pedidas, y su resolución contradictoria de no subscribir ningún documento eran motivos más que suficientes para despertar las sospe­ chas y desconfianzas de obreros ya avezados y escarmentados por las artimañas capitalistas. El hecho se lia producido antes de la fecha en que era esperado. El 16 del corriente la mayoría de los gran­ des constructores y arquitectos con toda ho­ mogeneidad, restablecieron la jornada de nue­ ve horas, colocando al gremio en las condi­ ciones anteriores al movimiento. Los albañiles empleados en esas obras han parado inmediatamente el tiabajo y la huelga ha vuelto á asumir el carácter general de sus primeros días. Con su acostumbrada talsia la prensa bur­ guesa y el parlamento ha condenado la .brava v m eto a rfífn /J ^ 1 '------ — * to, la influencia del partido sobre la marcha de los sucesos es casi nula. «Las declaraciones de Bernstein fueron aco­ gidas con algunos murmullos de protesta. «En la reunión que celebró esta tarde el congreso, el diputado Bebel declaró que los obreros estaban en el deber de repeler con todos los medios de que disponen los ata­ ques que se hacen al principio del sufragio uni­ versal y del voto secreto. «Esadeclaración fué sometida al congreso en lorma de un proyecto». Nada como las palabras del leader del re­ visionismo alemán tan insospechables de toda falsía 6 mala intención, vendrían á ratificar la veracidad de nuestros juicios anteriores. No somos ya nosotros los detractores ca­ prichosos del parlamentarismo alemán, su con­ denación sale de la boca misma de uno de los importantes hombres de la democracia social alemana. La gravedad y contundencia de las palabras de Bernstein hace inútil todo comentario* el lector por sí sólo ante sus verdades, podrá fácilmente hacer el juicio más oportuno y 16 g.co, sobre las virtudes eximias y tan pondera das, que se han atribuido á la acción parla mentaría positiva, no sólo del . por m itad al Comité P ro -P r Centro Socialista del A z u l,'q u e lo e d ita . «e«to c e ,a Sü¿ lcuau «do. ob staculizado, asesir que resum e en s í la f a‘ ~ A las organizaciones g rem iales a »»• in tereses ¡8ta e*t ® rea1, in co n trov Tin - raoS h i e n d o s , Una o u rg u e sla qüe de y cen tro s so cialistas ,| ír a d e c e r 1 r i6“ , de LA ACC,ÓN S « « a u St a de ]as a aS comislones administrativas de susS agrU K P,aC,0neSJ 13 remisión ^ informes de h f 3A ya en áS soc‘a,es á fin a e darles darles pubhcidad sus aCtOS columnas. eces^dades in tereses, q, de c la 9e dei rutl¡an° ’ n° Vacila en « w T V Para itnpedir la an ante el aoresci Proletaria u A C0.®ienzos de su d err, «P oddad de acción d é l o 0 y s u T , a é p o c a P rop ici se ad te!,8e p cia: q uitib Es necesario reco rd ar á los compañeBovr.ntfOOnV0T I1CÍa d en o cejar en el Boycott, que el consejo de la Unión, haA giUn “ P° lnició contra la fábrica p aig atas La Argentina, como un lo rd¿ d6*a>T ,a r a resistencia que os vahentes huelguistas hacían á dií*.HA. riucin cha casa. N ingún obrero debe com nrar nro- í' °rganÍ2a^ U aS nueTas 1 Y asf l f t re v o lu c jo ,, ^ lesSnnÜ_COmo Vemo* á esianno0|-la,Uarse- a« « f r e g a n d o POr P u e n te ; así in d ic a c<w,Serva r su í tar las e n e r? í ^trabajo. ,a Veo rgías que se a clase a h r . LA io C O n1 tr ® «i « « £ » « » k , . s,Hr; te" S « s tr ia le s te d io d e es s n ,t * com ^ , d e pro iesta cj s u ^ “ e e l l 0 s h v S v e a ; S° V ^ ■" - » - ¿ a c„ 'S ,» 4 » . ¿ q u e b « 10 ™ « t S na « ¡o » < A ÍS ? ® a “ l a li b e r t a d rá n r e b e ld e s f p,t» :n te t a l v e z , T *"*«!!< • e m b r u t e c e d o r a h !]0i » c a p ita lis ta s e m ? ^ e in fo r tu n io . plotad» p rod u zca otro q u e h em os presen?" y ^ r o s e s c o lta d o s ¿ 2 * 4 « a s s u s titu id o s d n A >os re c ié n lo q„e d" A 'tros m ism os por N A C U )¡v 4 Tantos en conocimitnh i r e v is ta que d e b $ t a tr a v e s a m o s , ha s i l , e s u u ltim o número circu n sta n cia s lo t>tmr a s u publicación = 4 En las discusiones á diario sostenemos' m uchos compañeros,oi» a firm a r que la accióe c ia lis ta parlamentaria solutam ente negativa’ ; l i s u s en los parlad r o b ra critica, obra da em ente marxista y sin4 asi piensan no se considf so, nos combaten. ^ i das las tendencias estt :tu a l gobierno de losk n istración de las cosas> e s e r objeto de nuestrar s á la qdestrucciímdelp las instituciones burga m in istración de las cosa úndicato. e r e g u la d o r de la proi n n u estro mundo fon: i el en te detensor de lac p a ra quien ha sido en: ro b u ste c e r su acciót g a n o s, de todas lasan E sta s atribuciones i ü id ica to debilitan al >p ; y c o n tra quien se 1er >está lim itado al parla» u risp ru den cia, la pouc de ese poder, pero m p un tales, como sostente in solido y de quien el ó rg a n o burgués port b u rg u e s ía nació. ¡na c la se al predonu» :r p o lítico , no es co# -o ó M e n g a n o , no es 5 que no produce c» d el réjim en; Pl c ^ J p redom in io de la im b io com pleto en al. etc . com o consec» con óm ica que baeíp e ha dado lugar á i» js d ice la h R t o r i a . ^ :ión so c ia l q “ en ^ eV r a d ic a lís im o s e n la e a b u r g u e s ía nació y 0 :co tienen esí?_cr¿[ndica^ nsiderarse^sinj» los i finde e n a n c a s , sep »" 4 roerá ten d en cia. i > ro -P r© 80B / U uh <iu e 1 0 k lo H C o m P » 11®* ~ r» í ’,0\'Ar 0 P T o lí» IaR , C*ail»tia r . en aeClOll ^ na vez míis’ e ' Estado, eterno instrum ento de bajo y rastrero servilism o del capital, ha venido á probarnos su condición opresora y tiránica. Una vez más las instituciones g u b e r­ nam entales, hechuras de la clase expoliadora, hanse presentado en la palestra para alentar, para soste­ ner para h acer triunfar el im perio de la sinrazón, de la injusticia, de la inm oralidad burguesa. Una vez más la brutalidad, la ferocidad, de los gobernantes, despojados de todo sentim iento de dignidad, de honradez, de pudor, han venido á reiterar su sanción de enem igos .1 toda costa de la clase trabajadora. Una vez más, el pueblo, siem pre sumiso, siem pre confiado, cu y a bondad raya en la más inaudita tontería, ha podido verifica r el concepto que los poderosos tienen form ado de él. Una vez más, en fin. la clase obrera de la A r ­ gentina, ha podido darse cuenta del lam entable papel que desem peña con su pasividad ante los desm anes del gobierno. ¿Q ué le resta, pues, por h acer al Estado para que todos los trabajadores se convenzan de una buena vez por todas que él no representa, no es otra expresión que no sea la más cla ra y te r ­ minante m anifestación de su abierto antagonism o ■hacia todo cuanto signifique derechos é intereses del proletariado ? ¿Q ué puede esp erar, desde luego, el obrero, de los que con tan cín ica y escan dalosa p arcia­ lidad han ahogado la voz de sus legítim as re cla ­ maciones, apuntándole al pecho el m áoser hom i­ cida, encarcelándole, vejándole en todas las form as, ultrajándolo torpe y villanam ente? ¿C ontinuará creyendo aún en el D ios Estado ? ¿ Aquilatará, por fin, el significado verd ad ero que él tiene para sus intereses de productor esquilm a­ do y oprim ido ? ¡ Oh l creem os, estam os profundam ente con ven ­ cidos, que esta es una nueva lección, cuyos beneJfictos serán incalculables, porque la clase exp olia­ da saldrá al cabo de su funesta irresolución, c o ­ brará en e rg ías arrolladoras, gen erad as por la desesperación y la cólera ante la infam ia de la canalla gobern an te puesta en acción por el cap i­ talismo, el fracaso del éxito de hoy, será su i ndisputable triunfo de m añana. P o r esto (bendita sea la tiranía, bendita sea la opresión! Todo ellos, con el caudal de saludables enseñan­ zas que trae aparejadas (creedlo, estúpidos rufianes del capital! hará que se acelere vertigin osam ente el fin de todas vu estras prepotencias, de todas vu estras indignidades, y que la clase proletnria, realizad a su cohesión com pleta, a la rgu e su abrazo y tome con sus propias m anos lo quo hoy v o so ­ tros os em peñáis en n e g a rle. F. La h uelga g e ­ neral d e clara ­ da en señal de en diversos puntos protesta y ata­ que al mismo tiem po contra las brutalidades estatales de la bur­ guesía, se ha hecho sentir intensam ente en n u m e­ rosos puntos del país En el A zul, el m ovim isnto fué espléndido, m ás de 800 trabajad ores abandonaron sus tareas los días l l y 12 del corriente, invitados á ello por un vibrante m anifiesto lanzado por los com ités de las sociedades g rem iales de dicha ciudad. Todo estaba paralizado y el proletariado d el A zul, ha dem ostrado una vez más. su conciencia de clase y sus firm es propósitos de no abandonar á sus herm anos en la lucha. En B a h ía B lan ca , la h uelga de estibadores, con ­ tinúa cada vez más firm e y su resisten cia en nada desm erece á la de los obreros de los dem ás puer­ tos de la república. Están firm em ente decididos á continuar en la lucha y antes que ced er á la im posición patronal abandonarán la ciudad para dirigirse á las cose. chas. L os albañiles que tam bién hafce m uchos días están .en huelga, siguen com o en el prim er m o­ mento! A lg u n a s ya han salido para los trabajos de la cosecha. En J u n in , cada una de las organ izacion es o b re­ ras, lanzó su m anifiesto invitando á los tra b a ja ­ dores á la huelga gen eral, la que fue un herm oso acto de. solidaridad proletaria. C a p ita l. En el puerto, la h u elga h uelga ha con­ tinuado con más firm eza después de la prom ul­ gación del estado de sitio, á pesar de quo, esta medida iba directam ente tncam in ada, á h acer fra ­ casar ese herm oso m ovim iento. Jam ás la b u rgu esía por interm edio de su órgano: el estado, hubiera creído en una resisten cia tan v a ­ liente com o tenazm ente ejercitada; jam ás hubiera pensado, que el im perio de la fuerza, la barbarie intensificada, que rep ren ta la ley m arcial, pudiera ser ineficaz, ante la o rgan ización conciente de los obreros del puerto, jam ás hubiera creído, que esos hom bres, incapaces hace pocos m eses de con­ testar á una agresió n brutal del estado, idéntica L a huelga general miento OC U SUClCUMU l^uantnrm j itvivf w«. «« cado, obstaculizado, asesinado tam bién, por la entf. dad que resum e en sí la fuerza de la b u rguesía y salvagu ard a sus intereses: el estado. El hecho real, incontrovertible, lo tenem os d Irt vista; estam os sufriendo sus efectos. Una b u rg u esía que de acuerdo con la com ple­ jidad de sus Intereses, que inspirándose en sus necesidades de c la se detentadora del esfu rzo proletario, no vacila en apelar á los m edios más brutales para im pedir la elevación de la m asa obrera; q ueante el acrescentam ien to constante de la organización proletaria, que significa para ella los com ienzos de su derrota; que ante la m ayor capacidad de acción de los trabajadores, que le niegan en la época p r o p ic ia d esfuerzo de su bra­ zo y su Inteligencia: quiebra su propia legislación y se adapta á las n u eras necesidades creudas por la organización revolucion aria del proletariado. Y usí es como vem os á una de la* fuerzas so­ ciales no cristalizarse, así es com o vem os á la b u r­ guesía no inm ovilizarse en los moldeó rijklos de A C C IO N S O C IA L IS T A N° lc ¿ A la actual, perm anecieran bajo el estado de sitio firm es en la dem anda y perjudicando g ra n d e­ mente el provecho capitalista. Bien por ellos] b u ran te más de 15 días los estibadores de todos los puertos de la república, han p aralizado la vida económ ica del país dem ostrando una ve z más la inutilidad de la burguesía en el concierto de la producción v la esterilidad del provecho robado á los trabajadores, cuando estós le niegan el con­ curso de su brazo. Hasta la hora en que escribim os, es casi com ­ pleta. A ella han contribuido grandem en te los carreros, que en érgicam en te han correspondido, que han dado el ejem plo más herm oso de con­ ciencia y de firmeza. L e s hacem os n o­ t a r que la a n o r­ m alid a d de las A M i G O S a c tu a le s c ir c u n s ­ ta n c ia s nos o b li­ g a á lu c h a r con m u ltitu d de o b stácu lo s, h a c ie n ­ do por c o n sig u ie n te m ás d ifíc il la ta rea . Que á ello se debe e l reta rd o de n u estro p eriód ico en su ap arició n y la tra n sfo rm a ció n d el m ism o. A d em ás le s recom endam os se esfu ercen en difun dirlo y en re ca u d a r racu rsos á fin de que su m arch a no re v e a en to rp a cid a por razon es p ecu n ia ria s. P o r n u e stra p a rte , estam os disp u estos á no esoatim ar esfu erzos en pro de n u e stra s co n v ic­ ciones y á p esar de tod os los con tratiem p os. NÜJLCSTROSÍ Choque e n tre ob reros y fu e r ­ zas del e jé rc ito . — L a resisten cia incom parable, form idable,del pro­ H o i s a r i o letariado rosarino á la exp lota­ ción patronal, ha puesto fuera de quicio á los o lig a rca s de esa ciudad. Han recu rrid o á todos los m edios para h acer facasar esa vigorosa m anifestación de c la se y no han v a cila d o en ap elar á la fuerza bruta pretendiendo quebrar la resisten cia y red u cir á los trabajadores á la misma situación por estos rech azada. A pesar de que se ha asesinado cobardem ente al pueblo obrero, éste ha perm anecido firme contestan­ do en érg ica y valientem ente á la salva je agresión. Por inform* s recibidos subam os p ositivam ente que se ha hecho fu ego sobre los trabajad ores y las cosas parecen haber ocurrido del sigu ien te modo, sin afirm ar, por nuestra parte, la veracid ad de b s particularidades del hecho, pero repetim os que en el tondo, lo indiscutible es que na habido una m asacre: 60 ubreros de una réfineria abandonaron el lúnes el trabajo en señal de protesta y afirm ando su solidaridad con los dem ás cam aradas. Ei burgués avisa á la policía, despechado de que á él también se le sublevaran ; la tropa se presenta y al salir á la puerta los tra b a ja d o re s , hace un disparo de m etralla, destrozando á todos L a noticia cunde en. el mundo proletario, la in d ig ­ nación se espande y todos, com o un solo hom bre organizan una m anifestación por las calles, llev a n ­ do á los caídos, víctim as de tan bestial atentado; los choques se reproducen y el pueblo contesta á la agresión con la agresión y p arte de la tropa se n iega á tirar sobre el pueblo. Un saludo y un augurio de triunfo al v a lien te proletariado rosarino, que sabe responder á todas las exijen cias de esta lucha gijantesca! Nuestro sentim iento mas profundo de cariño y adm iración por los cam aradas caídos, víctim as de este crim en de clase; ellos han caído com o buenos en defensa de la redención humana y sus hijos crecerán am ontonando odio á este sistem a de la ­ trocinio y servidum bre! N uestra excecra ció n á la canallo que ha obligado al soldado inconsciente, em brutecido por la d isci­ plina, á fusilar á sus hermanos! E n el ¡=Fr= C onsideraciones sobre — La hnelga «>-oii*»>-r1 L a huelga g e n era l no es una utopía; al contrario es el ú n F o m edio para derrum bar el E s ta d o d e clase y da al proletariado la posibilidad de d e st.u ir la base eñ que descansa el estado de clase. ¿En que cosa se base el listado de clase? S im ­ plem ente en este hecho: el p roletariado es e x p lo ­ tado com o factor de la producción, com o tal su existen cia es indispensable á la existen cia del esta ­ do de clase. El Capital es nulo, cosa m uerta si no hav brazos para infundirle vida v perm itirle crea r valo r Si entonces el proletariado, adquiere co n cien cia de su función y se da cuenta de lo que puede, reh u ­ sando su concurso al proceso de producción, *el Estado de clase term ina. C ierto y se com prende que nosotros no creem os clo n es estatales de la burguesía; em pleo de t-idos los m edios para con trarrestar la b a rb a rie e n auge; preparación de un próxim o y gran m ovim iento p roletario en quo cada agru pación tiend o solidaria con las dem ás, obre com o debe obrar, sin mirar mientos, sin hum anitarism os que han conducido en m uchos casos, ai proletariado á la m atanza. Kso es lo q u e reclam am os de la clase ob rera de d é l a república, eso eslío que los suprem os intere­ ses de la misma te aconsejan, y esta realidad pal­ pitante, aguijoneando la m ente y el corazón de nuestro proletariado, not se esterilizará en pueriles tem ores; sin ó ,p o r el contrario se traducirá en una robusta acción revo lu cio n aria, que determ inurá el debilitam iento de la burguesía y ana explosión de vida en perpétuo retoñam iento en el mundo p role­ tario. tlL a il P r o p n a p n n d n IjL '" Una v e z más que. rem os llam ar la a te n . de hoy á mañana, en la posibilidad de la h uelga g en eral (1); y naturalm ente, la fuertísim a o rg a n i­ zación del estado actual, que dispone de grandes recursos, no caerá con la sola am enaza ve ro a l de la huelga general. Pero la idea d e la j a r a l p ro le ta ria d o á n ec esid a d de fo r m a r p o n e r en ella toda su h u tlg a g e n e r a l debe e m p u ­ co m p re n d er con p resició n la u n a j u e r t e o rg a n iza c ió n y e sp e ra n za p a ra el p o ven ir. Una revolución política, no podría verifica rse sin elusión de san g re y sin violen cia. L a h uelga g e ­ neral es un medio de lucha moral: es el rechazo libre y consciente del trabajo, que se transform a en un arm a de com bate. V en g a lo que ven ga; nuestros ad versarios podrán reducirnos á los estrem os, podrán dejarnos ham ­ brientos, pero en esto no debem os preocuparnos m ucho •No sabem os, ciertam ente, obligados á respetar las leyes de la sociedad capitalista, que hemos heredado de un pasado de esclavitud y si habrá sufrim ientos, los m ayores no serán para el p ro le­ tariado que rom pe sus cad en as. E l medio de lucha preconizaoo por nosotros, tiene un g ra n valor educativo. P ara n eg a rse en la plenitud de la responsabilidad, del trapajo, se n ece­ sita una alta conciencia m oral, puesto que para realizar esto, es indispensable e le v a rse por encim a de los propios intereses egoístas y sacrificarlos por el interés suprem o de su clase y el p rogreso hu­ mano. A tal fin, es necesario quebrar todos los o b stá ­ culos que se oponen á nuestra liberación m oral. A aq u ello s q ue nos o b jetan q u e ra l, es im posible con los ejé rc ito s el estad o , yo c o n te s ta ré que p o r d e b e r del sin d icalism o es h a c e r la m ilita ris ta del p ro le ta ria d o . la h u e lg a g e n e ­ de q u e d isp o n e esto m ism o, el ed u cació n a n ti­ H ay naciones en las cuales los sindicatos ponen en mano de cada uno de sus adherentes que parten cuarteles, los opúsculos antim ilitaristas, y que o r­ gan izan instituciones esp eciales, para p rotejer á los obreros d u rarte su perm anencia en el r e g i­ miento, é inm ediatam ente después de su licenciam ento restau rarlos al sindicato. El trabajador, así ayudado, no pierde, m ientras está en el cuartel su conciencia de clase. L os so l­ dados sabrán entonces lo que nosotros harem os. SI los trabajad ores no castigaran nunca sus hijos, si les dieran una educación libre y verd ad eram en ­ te moral, sin sofocar bajo los golp es el sentim iento de respeto, estos niños se harían hom bres que en el regim iento, no se dejarían fácilm ente insul­ tar, y sabrían desob ed ecer á la orden de tirar so­ bre sus propios herm anos. H uelga generall No es, nó, una palabra vana, pronunciada hoy, olvidada mañana; pero si la barí le ra de la organización ecanóm ica del p ro le­ tariado, la idea en nom bre de la cual, los o b re­ ros, elaborarán su propia cultura personal, la de sus propios hijos y la de sus com pañeros de lu­ cha. E d a dice en cla ras notas: P roletarios, v u e s ­ tra suerte, la suerte de vu estra clase está en v u e stras manos, depende de vu estra fuerza moral! Unios en tuertes organ izacion es, haceos con cien ­ te de vu estra potencia, y a sí haréis caer en tierra vu estras cadenas! Y por encim a de todas las constituciones e s c ri­ tas, fruto de un pasado de servidu m bre, vosotros haréis triunfar las ley es im p rescrip tibles de la l i ­ bertad HUM ANA. D octor F r ie d e b e r g (l) E l autor se refiere a una huelga general resolutoria del proceso <le descomposición y recom posición so cial, que opera el p ro letariad o. Más de 300 v a lien ­ tes cam aradas, su ­ fren las vejacion es y deportaoiones policiales en los c a ­ labozos. L o s pesquisas y la policía, con una astucia febril, m uestran al proletariado, las bellezas del estado de sitio, cazando trabajad ores conciernes. V a rio s han sido ya deportados el sábado, entre los cuales iba nuestro com pañero de redacción L u is B ernard. Una recua de pesqu izas que los acom pañaban, enfatuados con su dictadura presente, sin com p ren ­ d er que son se rviles instrum entos dé una clase brutal; no querían que á este último se le en treg a se la ropa necesaria. N uestra palabra de ¡diento á los luchadores e n ­ jau la d o s y á los expulsad os del país; los que que(frin luchando no reh u yen el com bate; todas estas prisiones y deportaciones influyen en el alm a noble del pueblo obrero y le dan m ayor vig o r y en tu ­ siasm o para la acción revo lu cio n aria. D etenoiones m in o sd u r o s , lu revu elta, de la clase trabajadora,-eis la negación d e l régim en cap italista; es la ’luerzu nueva que al ir elaborando otro orden de cosas, con sp iraLcontra la existen cia del predom inio buzgucs; es U u u ’.erlttUzACióaó m ejor dichov elIplanteo en térm inos d a r o .i, precisos ó irred uctibles de-los antagonism os so cia le s,a ñ P o r eso fia otgar.taación obrera tendiendo ¡t sacudir el y u g o cap ita lista , stolo es factible m ediante la luchb contra la clase-'expiOt adoro. L a organ ización o b r trá , trae pues " fa ta l­ m ente aparejad a t s a lucha. F rente á la soefedsü proletnria, la sociedad b u rg u e sa .1 Y ' ‘la ' holacíóh librada exclu sivam en te d u n í g u e rra 11 s in 0 cu a rtel en tre am bas cla ses. n • L a obra con stru ctiva del proletariado1 réelártilt, en su coh seduen tia, la destrucción p rtíg résiv a 1 y contem poránea del actual orden dé1 c'oshs,11' *• )f" ’ Y en* verd ad que )a organ ización obrera"ém óí mismu im niiea ese desm oronam iento,éiv cuanto \*Vi concentrando en su seno toda la vida y lá 'a tílv id a d de Id cia se trabajad ora. i ian co ncurrido á deb 0 de defensa realizad país. s, no caer en los mi es qu e tenem os co ■ un nuevo golpe, le deben disponerse de. 1 resistencia obstinad •nto y ia energ ía r ■ clara y te rm in a nt opósito d e contestar •I enemigo, no con ón y cobardía, sino co a su g ra d o m ayor d con todos los encon ; los recursos eficace u rse una vez por toda de la b u rg uesía tiene :onveniencia bien cale 0 clases. O b ra agres miento obrero, p orqi la perjudica, la mole 1 necesidad de contr com o hasta ah ora : . pro ducid o ese resi , m ientras así le co d e clarará el estado e tio le ofrece la posi rción leiv in dicad ora variar su con du cta r isposiciones d e la san i qu e im pone el respe is, las exigencias de íplo de las burguesí fiadas hasta en pro >era, p o rq u e todaa jo b re s zonzos e x tra v : irutecedor de ideologí is estas son pamplin aso una bu rg u e sía q jeta en la concepci ses. os de repetir lo que n varias ocasiones: 1 .do el fruto del anta ’ los dos contendien • sía) que ho y se dis , solo pueden soluc or la victoria de un ¡ obten id a en la medi id desplegada en c a. O tr a solución real ; inobservancia sacril b litaciones, el irresp s públicas y d e la Itn p re o c u p a r á quie capitalista que defen le clase q u e conquis •abajadora del país s (uenazas de estado de s su m ov im iento sindi neficaz aquellas medi lya c o n qu istado una e n. pensable hacerle pal n irg u e sía la inconven o. P a ra ello es indis nder con hechos, y abras, q u e sus med" iejar de p ro d u c ir sus e \á estas no sucederá la inactividad prolet sta el presente. Q u e , sitio p ara contener, ob rero , en adelante , y q u e su sanción te ecer ese m ovim iento o ■ralización, llevarle á p o ten te manifestació ñu, de represalia o b re r irguesía sepa, p or ha d u ra y e jem plar lee ; sitio ya no tienen la e las majaderías prolet rio, de hacerla más int a en renu nciar á tod a, ella será la prim er ctos de clase, la sanció esto, no p o rq u e n uestra co n v e rtid o de bdrbar irece creerlo a lgu nos b icillamente p o rq u e ver tolerancia, la más cc á sus intereses de clasi los tra b a ja d o res del pal am enaza de un nuevo i enérg ica y decidida a general. did o m uy o p o rtu n a m e n Iga General de la F, (). I L A T AC CIO N con victo del ham bre de sus pobres herma®* . Valle, ese, pues, más que el nom bre de hoi Mnnifleiüto del C en tro h a c e ­ m erece el de «alcahuete de la clase capit, 5 ¿ mos no­ L a s prostitutas tienen sus a lcah u etes y los NoeialiHta d el .-^zitl tar e n listas tien en á su vez, los su yos. Ambos »0u^, otro sinos del d esp recio de los hom bres honestos *T tio, la huelga gen eral en el A zu l, fué un h erm o­ anatem a de los oprim idos. ^ obioo n * » » * ’ so acto de protesta proletaria. A in ve n ta r este re cu rso suprem o, á que recto, Publicam os á continuación algunos p árrafos del la b u rg u esía reinante, ha contribuido indudshu e n érgico m anifiesto, lanzado por los cam aradas m ente la a v a ric ia cap ita lista, la que dAndos* azuleflos: cuenta de que sus p riv ile g io s no han de ser eterZ «Trabaiadores: Cuando vosotros perm anecéis com o no lo fueron ni los de la clase feudal, ni i sum isos al m andato incondicional de los explota­ dores; cuando os desinteresáis de vuestra situación de la cla se cle rica l, se agita, se extremece t y dejais en plácida tranquilidad á la voracidad pudiendo re c u rr ir á la ló g ica para refutar Ci en virtud de una tenc insaciable de la sanguijuela capitalista; cuando fundam entos económ icos, ético é histórico del 'deraramo* *g' consic servís de triste com parsa á los politiqueros ó de cialism o, se v a le de la fu erza com o recurso i roble epo*0 y resueltos los ■ p■ ti, ue'"carne de m atadero para las g u e rra s ó revu eltas mo, com o la única «razón capitalista». Antes ¡tío ha planteado á ■ ■ burguesas, ensonces, os honran con el título de bern aba con la fu erza del ham bre «venced; r*Qe‘ * ‘" - ‘lación afir»» pueblo bueno, porque com o m ansas ovejas os de­ sin vaci todos los escrúpulos»; h oy sig u e gobernando ja is impunem ente esquilar. Pero, cuando im pul­ fuerza de las ballo n etas. de la reclusión, sados por la angustiosa m iseria ó por una más persecución y de la extra d ició n (L ey de r' clara conciencia de vuestros intereses, os lanzáis cia)....... á reivind icar vuestros derechos conculcados por E l único rem edio eficaz p ara suprim ir esa patrones y gobiernos, enton ets os llam an chusm a, tula cap italista que se denom ina: comisaría de^ íe la critica enégioa á la y toda la btutalidad del poder, toda la osadía v e stiga cio n es (sección so cial) t s la organizad «dores- y» hemoS 8Up canallesca de los esbirros, toda la inm undicia de cad a v ez m ás form idable de la clase trabaj las plumas vendidas, toda la salvajada de los de la rep ú blica. “ jo. d « l o . o b ,e ,o .to d o brutos de uniform e todo se v u elca sobre vosotros, E l día, que á la prisión de un solo obrero, con la intención p erversa de ahogar las manifiestai , violen*. conduett del hab er incitad o á la h u e lg a á un compañero, ciones de libertad los prim eros pasos hacia la orsu ced a ipso f a d o , una nota a l je fe de policía, en^ ligo más que realizar. g a n iiació n del mundo n uevo de los trabajadores, La crítica y la protesta i que se le notifique, qu e si en el término d e í vuestros ataques al p riv ilegio capitalista, g e n e r a ­ feas no implican ua acto ] h o ra s ese com p añ ero no es puesto en libertad al dor de m iseria y em brutecim iento, de ignorancia m uta, se d e clarará un m ovim ien to de hnelga Sus efectos se dirigen , .. ..— •y servilism o. g rem io á qu e p erten ezca e se dia, decimos, no itj L a única libertad que poseíais era la de hacer preciso, com o ha su ced ido y a repetidas veces, jrü huelga, la de n egar vuestros brazos ú la exp lo ta ­ v a le rse de influencias p erso n ales ó de medios leji ción; y el «comité de los ricos», el Estado, con un les, para o b ten er la libertad de ese compafler; grosero y crim inal atentado os lo ha arrebatado. sino que los m ism os cap ita listas, por intermedióte T odos los poderes del Estado se oponen al desa­ su órgano, el Estado, ord en arán en el acto i rrollo del pueblo obrero, á su obra fecunda y c i­ libertad del m ism o y se gu a rd a rá n de reincidir q vilizad ora de elevación y em ancipación. la p rá ctica estúpida de un m edio, que cada vez qi D ebe resonar alta y fuerte la voz del pueblo, se e je rcita se co n vierte en una verdad era malí debe lanzar á la faz de los explotadores el grito p ara ellos: la dism inución de su s ganancias de indignación y de protesta, debe de im pedir que Nos hallam os, pu es con todas sus consecm se le am ordace ni que se le corrte en sus m ovi­ fren te al sigu ien te dilem a: ó la clase trabaj; mientos, y á los desm anes de la canalla explotado­ trata de h a cer efectiv a la organización, haciendí ra debe responder con energía y vigor. de ella un poder que lla m a rem os el Estado obm E l servilism o, el acatam iento á la osada im posi­ audazm ente le va n tad o fren te al E sta do burgult,i ción del E stado Burgués, no puede se r para los ERIÓD1CO SINDICAL! bien, renuncia abiertam en te á todas las reivii obreros concientes, que aman á su clase y que lu­ cion es que ha afirm ado hasta el presente, se entrchan contra esa sociedad burguesa. g a á se r v íctim a de la exp lo tació n pacifica y de J TRABAJAD O RES: c ara d a del cap italista, le lam e los pies cuando a H ay que reb elarse á tam aña imposición; hay le ordene, ren u n cia á todas las conquistas realizad: que hacer sentir á la cu rg u esía la potencia de la en los órd en es c iv il, religio so , político y económia organización obrera, y prácticam ente su inutilidad ípeesidad com o clase social; hay que defen der la dignidad y se tran sform a en el a cto en la bestia del capiti proletaria y nuestro más preciado derecho: la la nooión abdicando de su dignidad de hom bre, permanecía t hnalga. L a rapaz burguesía criolla lo quiere aho­ do por todos los sig lo s de los siglos, en la situad* g a r en medio de la violencia é iniquidades. S ep a ­ reda en soberbio torbell del paria. mos responder como se m erece á este ataque co ­ X. Y así como el movim ien barde. atería y de la fuerza, a: cha son inseparables de El estancamiento, la cri No podemos suponer lonstituye una fuerza, en Los grupos humanos ur ses materiales, por idén lonstituyen una clase, e; A L O S S U S C R I P T O R E S ismo. A sí como hay un dinah L a red a cció n y adm inistración d e n u estro p erió d ico s e h an tra sla d a d o mo terna evolución de la ro: mismo; así tam bién hay m entáneam ente Á M on tev id eo , de donde con tin u arán la n za n d o e s t a Hoja d e combatí pide la cristalización de ue obran en la sociedad, q * misma. J a toda acción corres poi Peñ os intensa, según la pe n lucha. L a fiera acorr H A F IE S T A A B E N E F IC IO D E “ L A A C C IO N S O C IA L IS T A tona contra el ataque en 1, brarla de la muerte. Y D E “ L A IN T E R N A C IO N A L ” Y «na d a s e a eelal, cuan C om o reciso ilustrar nuestros on im ágen es concretas se ponen grab ad os en tra táctica consiste; Io i clara la conciencia de l eficaces nuestras arn gitación de las ocho h :nte estas dos condicic fecto ella tiene la inn ■la cuestión sobre su terreno económ ico, y eno económ ico que h: tiva para convertirse í rialm ente en Francia, n tiene la ventaja de oletaria del g u ig n o l pai tgitan los farzantes d< cer olvid ar al proleta isión. squeña '■u’-guesía der i nuestros dias el poc ¡us talentos para hact lores las cuestiones vi n de feria ella nos atnes y hace b rillar refe gitación de las ocho 1 espectáculo entontece gundo lugar, cuanto otnada de ocho hora; durable de las condicú de las experiencias c jornada de ocho hon beneficios de los gra más bien una tendenci lás cierto resulta que < niento considerable de el proletariado. Parece 1a mejora la más impe da en cuenta, omparación de esta p tro armamento en la h ición política resulta bt 1 hecho mismo que la ndría una tendencia á más bien á neutralizar □cía al descenso), poi otorgará más tiempo ia», y para la cultura echo mismo que ella c cadencia física de la ra parará soldados indi' )s para la lucha soda civil. conquistar la jornada iado tendrá que preser y esta lucha le serv aración á las batallas rás decisivas. tratará de la lucha dt no en campaña electoi distrito. ta de la lucha de cías i en el taller y en la aracteres. rnada de ocho horas t sino un medio de agi n alivio, sino un arm rnada de ocho horas fuerte, y nosotros d lucha, porque solo ve £1 perro capitalista d< us privilegios; para ar. iperles los dientes, monos para la lucha, olo puede contar para srecho del puño. De nuestra ciase g o b e rn a rte parasi­ J aQN perroK taria. todo lo esp e­ tlel oai>italÍHMto rábam os. Pero lo que ra y a en lo in­ creíble, lo que da la nota más alta de la ruindad, de la bajeza y de la corrupción m oral de nuestra oligarqu ía criolla, es el triste esp ectáculo que nos ofrece de poner ál se rvicio del capital extra n g ero, por no d ecir grin go, todo un cuerpo organ iza o, costeado con nuestro sudor y destinado, única y exclu sivam en te, á defender y con solidar sus intereses m ateriales, persiguiendo y catan do indefensos obreros, en su m ayor parte argen tin os. |Es asi como esa clase corrom pida nos da leccion es de patriotism o, á nosotros los socialistas! A l m encionar este hecho, no lo hacem os com o patriotas. D enunciam os sim plem ente la conducta de la canalla gubern ativa, para que sea com entada com o es debido por los que aun con servan el p re ­ ju icio de am ar á su nación, odiando á las dem ás, aberración en la que nó incurrim os los so cialistas, que dem ostram os con la historia, que la idea de patria se ha ido ensanchando cada v ez más, p a ­ sando por la de familia, la de tribu, de ciudad, de provin cia, y de nación, para llegar, finalm ente, en un porvenir no m uy lejano, á la de hum anidad. L a explicación del hecho que m otiva estas lín eas es á Duestro ju icio bien sencilla: la com isaría de in vestigaciones vive, por una parte, de toda la podredum bre social: ladrones, asesinos, etc. de profesión, con que nos brinda el régim en cap ita­ lista actual. Pero sucede con esa industria (nos referim os á la de investigaciones) lo que con todas las demás: hay exceso s de brazos; para u n puesto hay cien postulantes, que están prontos para c o l­ garse el collar del em pleo y ladrar á sus com peti­ dores. - Y así com o L a N ación inventó el recu rso de abrir una biblioteca popular, á fin de dar tarea á sus obreros!...., expulsados de su im prenta por la introdución de una nueva m aquinaria, de igu al manera la C om isarla de in vestigacio n es exten dió sus funciones inventando una n ueva sección desco­ nocida hasta estos últimos tiempos: la de in vesti­ gación social, cu ya triste m isión hem os analizado más arriba. ¿A quien se podía colocar á su frente? ¿Cuál sería el perro más apto para p ersegu ir á sus h er­ manos, que luchan para que sus pobres esposas y sus débiles criaturas tengan más pan, m ás aire y menos frió? ¡Oh, idea luminosal L o s anarquistas tienen tam bién su Judas, y entre ellos ese se r m iserable que se llam a Valle, fué el ú nico que pudo prestarse para personificar la institución más ruin, más infame que conozcan los tiempos, y á cuyo lado la santa inquisición, con todos sus ho­ rrores, es todavía una institución e x celen te. E sta luchaba á lo menos por un ideal, el ideal religio so ; por el ihás allá. A q u ella, en cam bio, no es otra cosa que un perro ruin y m iserable que se pone aj servicio del judío capitalista, y se hace cóm p lice fatalmente qafere *er re m ueuusuo m i pital no tiene patria, i buena colocación. Y tacióp burguesa ha 11 ente, por razón del < ía explotación intern: azas, ni fronteras, y mente donde quiera ro de una intervenció ante este cosmopoli íal amarilla, debe al: 10 obrero, correspor agonismo de los int SO C IA L IST A E l esta d o de b arb a rie ■ eterna servid um b re, tam porque a tr a v esa m o s, lia rá im p o sib le la r e a U z a d é » < >Prg.* ‘ h agresión, ai r » r g „ a * la derrota, q i d o s p u b lica cio n es en u n c ia d a s m á s a r r ib a y propiciad!, á 'raern os, « T la fiesta á b en eficio d e la s p or un gru po d e e n tu sia sta s cam aradas, p ara e l 11 d e n o v iem b re próxim o. Huelgas dores de ladrillos de los hornos -Soi aumento de salario y condiciones nanas de trabajo, se ha declarado en :ste gremio, la fecha no se ha obtenido una soluisfactoria al conflicto. Los dueños de se avienen solamente á acordar un aule 20 centavos por millar de ladrillos os, pero se resisten con empeño á las demás condiciones pedidas, que se á la medida fija de la adobera y trahumanitario á los obreros. por su parte, no se dejan intimidar ictitud altiva de los patrones y se manrmes en el terreno que han elegido, ds á obtener una victoria completa, pasados los dueños hicieron propalar a de que en caso de 110 reanudar sus SSSr- ión, -ledestal de i ^ ^ganos queh' ^ SOcieda 'ju c nandei Moiefr..:e ta n o L ‘ , i a e s ast- ABRIEL D E V IL L E . varían los hombres y los tiempos, diilósofo desilusionado. Y la verdad, que le que escribió eso, no es, el de la je tan cínicamente ha traicionado en nento francés los intereses de clase etariado. * La huelga dada la armonía de la acción emprendida, no cabe duda terminrá con un triunfo análogo al obtenido últimamente. Albañiles —El movimiento que parecía lle­ gar á su término con la obtención casi gene­ ral de las ocho horas, parece de nuevo reabrir­ se por la actitud desleal y doble de construc­ tores y arquitectos. Como lo advertía el sindicato de los alba­ ñiles á los obreros del gremio, la aceptación es­ pontánea por parte de aquellos á las condicio­ nes pedidas, y su resolución contradictoria de no subscribir ningún documento eran motivos más que suficientes para despertar las sospe­ chas y desconfianzas de obreros ya avezados y escarmentados por las artimañas capitalistas. El hecho se ha producido antes de la fecha en que era esperado. El 16 del corriente la mayoría de los gran ­ des constructores y arquitectos con toda ho­ mogeneidad, restablecieron la jornada de nue­ ve horas, colocando al gremio en las condi­ ciones anteriores al movimiento. Los albañiles empleados en esas obras han parado inmediatamente el trabajo y la huelga ha vuelto á asumir el carácter general de sus primeros días. Con su acostumbrada talsia la prensa hur­ to, la influencia del partido sobre la marcha de los sucesos es casi nula. «Las declaraciones de Bernstein fueron aco­ gidas con algunos murmullos de protesta. «En la reunión que celebró esta tarde el congreso, el diputado Bebel declaró que los obreros estaban en el deber de repeler con todos los medios de que disponen los ata­ ques que se hacen al principio del sufragio uni­ versal y del voto secreto. «Esadeclaración fué sometida al congreso en lorm adeun proyecto*. $*^ Nada como las palabras del leader del re­ visionismo alemán tan insospechables de toda falsía ó mala intención, vendrían á ratificar la veracidad de nuestros juicios anteriores. No somos ya nosotros los detractores ca­ prichosos del parlamentarismo alemán, su con­ denación sale de la boca misma de uno de los importantes hombres de la democracia social alemana. La gravedad y contundencia de las palabras de Bernstein hace inútil todo comentario- el lector por sí sólo ante sus verdades, podrá lácilmente hacer el juicio más oportuno y 16. gico, sobre las virtudes eximias y tan pondera das, que se han atribuido á U por m itad a l Comité Pro-Presos y Cen Centro Socialista del Azul, que lo edita, A las organizaciones g rem iales y cen tro s so cialistas La redacción de agradecería á L a A c c ió n S o c ia l is t a las comisiones administrativas de sus agrU.PIac,onesJ la am isió n de informes de darlp k r 3^ s actos sociales á fin de darles publicidad en sus columnas [uesla para SnSrt nSt-n ,m .eht )IT>pleja v «-•» om ,oación y g ra n d e obra i ea»'*a, hora ¡ Z ° D ra<l«« fian,., día tentó qe .1, a h<>ra “ yy < ,ad°. obstaculizado dad que resum Íg,la a s e sin« |*a*Va guarda s u s T * * U fu El ^echo real , e s es; V,8ta' e * ta m S fn co n tr° v e Jldad d€ sos • que de 1 necesidad es riln te r e s e s > qu Proletario no C,a3e d e t O t a t e s ¿ ara Tac,la «n a | ^ I„ ,e T r<1Ír * ^ g a n iz a c ió n a c r e sc e l i e n z o s „ p r o ,e t £ t r i a , derro !?PQc*<Ud dj acción de *« «erro de loe en la ^ * Si Es necesario recordar á los compañeros, la conveniencia de no cejar en el Boycott que el consejo d ^ a U ^ n "ha a |Un ^ P° lm ció con tra la fábrica pai gatas La Argentina , como un •í*e ,a ' l| (lar il la resistencia que los vahentes huelguistas hacían á dicna casa. N ín o rín úpoca y se ada„* g PcG: quiebi Y nI 7 ‘*12acid o ~ " U eT as n su breg n« j en Cntación riv g8nd<>P¿ á Ón 8ente; tr*bai„ c<*»SerVa« rgías ’ Veií que‘ se —, — ««yus. timbos son'dVu nos del desprecio de los hombres honestos y d anatema de los oprimidos. e' A inventar este recurso supremo, á que recur la burguesía reinante, ha contribuido indudabl^ mente la avaricia capitalista, la que dándos cuenta de que sus privilegios no han de ser eterno6 como no lo fueron ni los de la clase feudal, ni 1 S’ de la clase clerical, se agita, se estremece y pudiendo recurrir á la lógica para refutar j fundamentos económicos, ético é histórico del s°S cialismo, se vale de la fuerza como recurso supr° rao, como la única «razón capitalista». Antes bernaba con la fuerza del hambre «vencedora d todos los escrúpulos»; hoy sigue gobernando con |* fuerza de las ballonetas. de la reclusión, de i* persecución y de la extradición (Ley de Reside * cia) n‘ E l único rem ed io eficaz para su p rim ir esa pú tu la cap italista que se denom ina: co m isa ría de ¡n' vestig acio n e s (sección social) t s la o rga n iza ció cad a v e z m ás form idable de la cla se trabajador* de la rep úb lica. a Ef día, que á la prisión de un solo obrero, p0r h ab er incitado á la h u e lg a á un com pañero, Se su ced a ipso Jacto, una nota al je fe de p olicía, en la que se le notifique, que si en el térm in o ’ de 24 h o ra s ese com p añero no es puesto en libertad absouta, se d e cla ra rá un m ovim iento de h u elga del g rem io á que p erten ezca ese día, decim os, no será preciso, com o ha sucedid o y a rep etid as v e ce s, ir 4 va le rs e de influencias p erso n ales ó de m edios lega, les, p ara o b ten er la lib ertad de e se com pañero sino que los m ism os cap italistas, p or interm edio de su órgan o , el E stado, orden arán en el acto ia lib ertad del m ism o y se g u a rd a rá n de rein cid ir en la p ráctica estúpida de un m edio, que cad a v e z que se e je rc ita se co n v ierte en una v e rd a d e ra maldición p a ra ellos: la dism inución de sus g an an cia s. N os hallam os, pues con todas sus consecuen cias fre n te al sigu ien te dilem a: ó la cla se trabajadora trata de h acer efectiva la organ izació n , haciendo de ella un poder que llam arem os el Estado obrero audazm ente leva n ta d o fren te al Estado burgués, 0 bien, renuncia ab iertam en te á todas las reivindica, ciones que ha afirm ado hasta e l p resen te, se entre­ g a á se r v ic tim a de la explotación p acífica y des­ cara d a del capitalista, le lam e los pies cuan d o este le ordene, ren u n cia á todas las conquistas realizadas en los órdenes c iv il, religio so , p olítico y económ ico y se transform a en el acto en la bestia del capital abdicando de su dignidad de hom bre, perm anecien­ do por todos los sig lo s de lo s siglos, en la situación del paria. X. R E S Ileo se lia.ii trasladado mo< izando esta lioja de combate. C IO N A L ” S O C IA L IS T A ” imposibles la realización de la m ás arriba y propiciada noviem bre próximo. m itad al Comité I’ro-Preaos y ro Socialista del A zul, que lo i organizaciones grem iales y centros socialistas redacción de L a A cción S ocialista :cena á las comisiones administrativas * agrupaciones la remisión de informes asambleas y demás actos sociales á fin les publicidad en sus columnas. 1 BJ ÜU tecesario recordar á los compañe* 1 conveniencia de no cejar en el tt, que el consejo de la Unión, ham tiempo inició contra la fábrica pargatas La A r g e n t in a , como un do ayudar á la resistencia que ientes huelguistas hacían á di­ ga. jun obrero debe comprar pro­ de la fábrica La Argentina , icer comprender á los dueños istasel valor déla fuerza obrera. C 9 u c i a PE R IO D IC O S IN D IC A L IS T A R E V O L U C IO N A R IO A Ñ O I. - Imposiciones do fa lucha Si en virtud de una tendencia & la tranquilidad y al repqso consideráramos agotado el tema del estado de litio y resueltos los problemas que la arbitrariedad burguesa ha planteado á la clase obrera de la repú­ blica, sin vacilación afirmamos que tal pensamiento solo se inspiraría en una pura conveniencia particular( y nunca en los vitales intereses é imposiciones de la clase trabajadora luchando por su emancipación. Sin duda alguna ya hemos superado la oportunidad de la critica enégica á la bárbara actitud de los dom i­ n a d o r e s ; ya hemos superado el momento en que se hacia necesario revelar con la mayor claridad á los ojos de los obreros todo el alcance y significado de la violenta conducta del adversario. Pero aun hay algo más que realizar. La critica y la protesta verbal ó escrita por si mis­ mas no implican un acto positivo ó material de lucha. Sus efectos se dirigen más hacia la clase obrera, en »_ -.1 fnn H fia i i s u A P A R E C E E L 11 Y a i DE CADA M B U E N O S A IR E S', N O V IE M B R E D E 1906. - N Ú M ERO 9 . tenga la virtud do ofrecerlo una situación do cosas muy conveniente á sus intereses; la calma absoluta, el quietis­ mo de las organizaciones obreras, la actividad febril en las fábricas y talleres De aquí que surja evidente una afirmación por todos aceptadas: La burguesía argentina ha erigido e l esta d o d e s ttio . corno sistema de gobierno para ahogar todo movimiento obrero y suprimir cualquier obstáculo en el proceso de su explotación durante la época de mayor ac > tiv'dad económica. Frente á e ste hecho, á esta realidad innegable, la clase trabajadora no puede coi,tentarse con pronunciar palabras de ruido 6 proferir amenazas que minea se cumplen. Ella tiene ante si una trascendental cuestión que estu­ diar y resolver. Se dice que la conducta desmedida del enemigo es de consecuencias saludables para el movimiento y las orga­ nizaciones obreras, porque al dar á la lucha modalidades más ásperas y fuertes ejércita al pueblo trabajador gene Ha Rido unánime en las filas obreras la opinión de q él actual estado de sitio no terminaría en los primei días de Enero por cuanto con suma probalidad él st prorrogado. Y por poco que reflexionemos necesario es convei que poderosas razones apoyan tal previsión. A l mes 1 Enero corresponde la época de la mayor actividad en economía nacional y durante la cual se realizan en 1 industrias agrícolas operaciones que no admiten dilació que deben efectuarse en un plazo perentorio. Y á no dudarlo si el estado de sitio se levantara, movimiento huelguista alcanzaría, quizás, prnporeiom no superadas debido á la imposibilidad en que se ht encontrado la casi totalidad de los gremios de interpon» sus reivindicaciones en estos últimos meses del año. Esto no lo ignora la burguesía, y por el contrario 1 sabe perfectamente bien. Por eso, y en vista de su conducta anterior y de 1 prepotencia que parece caracterizarla juicioso es prevee que el estado de sitio será prorrogado. .\T i.- I .. 5Cion 'Ul1 P E R IÓ D IC O S IN D IC A L IS T A R E V O L U C IO N A R IO - .BU EN O S A IR E S , OCTUBRE DE 1 9 0 5 .' - N Ú M ERO 8 . ¡ La acción es la vida ! liberando al trabajo cread or de la explotación — — — —— — Rna i,a surgido del ch o­ p arasitaria, y la clase obrera sobre la cual actúa c lo l a d o o i ó n que, del perpétoo movim ás intensam ente el factor económ ico y factores miento de los átom os y m orales que determ inan en ella la necesidad de m overse, de luch ar y organizarse, tam bién se ins­ rueda en soberbio torbellino por el planeta. pira en la vida: la acción y el movimiento,) para Y así com o el m ovim iento es in sep arab le de la lan zarse al com bate, hacer cada ve z m ás cruenta materia y de la fuerza, asf tam bién la acción y la la lucha de clases y p resen tar al enem igo nuevas lucha son in sep arab les de los grupos hum aros. El estancam iento, la cristalización, son la m uer­ situacion es á las cu ales un día no pueda adaptarse. Y así tenem os á los dos mundos en la brecha: el te. No podem os suponer una clase social, que mundo del trabajo y el mundo de la explotación, constituye una fuerza, en estado estático. Los grupos hum anos unidos por idénticos in te­ m ovidos por las m ism as leyes inflexibles del m ate­ rialism o económ ico. reses m ateriales, por idénticas aspiraciones, que Así vetnos á uno de ellos ap elar á los ipstrutneBconstituj en una clase, están en perpétuo dina­ tos de opresión, para s a lv a r el provecho robado á mismo los productores; así lo vem os m ostrándonos la fra­ A sf como hay un dinam ism o en el cosm os la gilidad de sus id eo lo gía s dem ocráticas, cuando el eterna evolución de la m ateria y la en erg ía por proletaria lo rom pe la dependencia forzada en que el mismo; asf tam bién hay un dinam ism o social que se encu entra en el régim en actual, p ara d. term inar, impide la cristalización de las fuerzas antagónicas m om entáneam ente, la paralización del proceso de que obran en la sociedad, que acelera la m archa de la explotación capitalista. <r la misma. A sí vem os á la m isa obrera, vacilan te prim ero, A toda acción corresponde una reacción más 6 menos intensa, según la potencia de los elem entos firm e y decidida después, a ta ca r y defenderse, en lucha. L a fiera acorralada se defiende, re a c ­ esp erar la reacción sin tim ideces, convencida de ciona contra el ataque en la form a que m ejor pueda que ú fuerza de Combates es com o form ará las librarla de la m uerte. huestes que preparan el advenim iento del mundo Y una c la s e s o e ia l, cuando es lesionada^ cuan d o proletario; así la vem os contestar á la ley m arcial, brutalm ente qotere 4 e r reducida por su enem igo, im puesta por la b u rguesía com o m edida violenta y á eterna servidum bre, tam bién refiecw na, tam bién eficaz, para sem brar la derrota y el terror entre las contesta á la agresión, aunque sufra después la filas obreras; asf la tem o s, repetim os, contestar con la h uelga generdl en pleno estado de barb arie y am argura de la derrota, que si sobreviene, rto'p or eso deja de traernos, en m edio de sus tristezas, co n serva r la integridad de sus organ izacion es. C on servan d o sus orga n iza cio n es el p roletariado preciosas enseñ an zas para el futuro. Y en la lucha g ig an tesca que el proletariado sos­ triunfa. T riu n fa porque ellas surgen de la lucha é Inflaren en ella;’ si son co n secu ín cia de la luch a » tiene contra el p rivileg io burgués, en la afirm ación quiere decir que la inactividad y el renunciam iento constante de su derecho á una vida verdaderam ente humana y libre, en consonancia con la función p rin­ están desterrados del cam po p ro le ta rio ; que la cipalísim a que desem peña en el mundo de la produc­ agitación constante, la lucha sin pactos que la r e ­ glam enten y que desn aturalicen su c a rá cte r de ción. pedestal de las sociedades, en la elaboración dfe g u erra de intereses an tagón icos que no pueden los órganos que han de sustituir en el futuro mundo proletario, á los instrum entos utilizados por la b u r­ co ex istir sin chocar, , es la norm a de, conducta adoptada por el ejército obrero é im puesta por la guesía para su dom inación de clase, en fin, en la m ism a realidad. com pleja y gran d e obra que ese mismo proletariado [A cció n y m ás acciónl realiza, hora á hora y dfa & día, para el a d ven i­ L ucha sin tregua, no acatam iento á las disp osi­ miento de la sociedad igu a lita ria y lib r e .s e ve ata­ cado, obstaculizado, asesinado tam bién, por la enti­ cio n es estatales de la burguesía; em pleo de t ajos los m edios para con trarrestar la b arb arie en auge; dad que resum e en s( la fuerza de la b u rgu esía y preparación de un próxim o y g ra n m ovim iento salvaguarda sus intereses: el estado. p roletario en que cada agru pación siendo solidaria El hecho real, in con trovertib le, lo tenem os d la con las d» más, obre com o debe obrar, sin m ira­ vista; estam os sufriendo sus efectos. Una b u rg u esía que de acuerdo con la com ple­ mientos, sin hum anitarism os que han conducido en m uchos casos, al proletariado á la m atanza. jidad de sus intereses, que inspirándose en sus E so es lo q u e reclam am os de la clase ob rera de necesidades de c la se detentadora del esfu rzo de la república, eso esjlo que los snprem os intere­ proletario, no va cila en ap elar á los m edios más ses de la m ism a le aconsejan, y esta realidad p al­ brutales para im pedir la elevación de la m asa pitante, aguijoneando la m ente y el corazón de obrera; que ante el acrescentam ien to constante de nuestro proletariado, noase esterilizará en pueriles la organización proletaria, que significa para ella tem orei; sin ó ,p o r el contrario se traducirá en una los com ienzos de su derrota; que ante la m ayor robusta acción revo lu cio n aria, que determ inurá el capacidad de acción de los trabajad ores que le niegan en la época p r o p ic ia d esfu erzo de su bra­ debilitam iento de la burguesía y una explosión de vida en perpétno retoñam iento en el mundo prole­ zo y su Inteligencia: quiebra su propia legislación tario. y se adapta á las nuevas necesidades cread as por la organización revolu cion aria del proletariado. Y así es com o vem os á una de las fuerzas so­ Una v e z más que. ciales no cristalizarse, así es com o vem os á la b u r­ rem os llam ar la a te n , guesía no inm ovilizarse en I09 molde9 rljidos de ción de los trab ajad o­ su reglam entación ju rídica, sinó por el contrario, res sobre este asunto. bregando por co n serva r su situación de cla se di­ Muy poco ó nada se ha hecho, entre nosotros con rigente; así es com o la vem os pujando por a p la s­ respecto á la propaganda antim ilitarista. tar las en erg ías que se agitan en el mundo del Es un cam po d e la acción socialista y revo lu cio ­ trabajo. naria qué aún perm anece inculto; ni cual todavía no Y la clase obrera, destinada á cum plir una gran íe heñios dedicado ningún esfuerzo. revolución, para la cual necesita fortificar pro Y sin em bargo su im portancia os indiscutible. A greslvam ente sus elem éntos de com bate, de los nadie puede pasar inadvertida su transcendencia cuales depende su triunfo; y la clase obr< ra sobre en la com plejn y azarosa lucha contra el mundD 1* cual pesa la c a rg a de la producción de las del despotism o y de la explotación burguesa. riquezas, que un día gestion ará por sí misma, Nipeesidad 1*00 A P A R E C E E L 11 T 21 DE CADA BIES KíO »0 A Ñ O I. i t. «UíVMi .. in J in n frlid -ib u--. , n.M . ni, En el continente europeo es una de las grand es cuestiones que en la actualidad agitan y m ueven á las masps proletarias: L os revolu cion arios rusos afanosam ente em osñ alo» en p rovocar la in su rre c ­ ción entre las filas de los rese rv ista s que debían ser conducidos á la gu erra, así com o tam bién en el seno de la fuerza arm ada que la au tocracia opone al esfuerzo abnegado y gen eroso del pueblo m osco­ vita bregando por su em ancipación. L o s tra b a ja ­ dores franceses que ante la p ersp ectiva de un posible conflicto con A lem an ia, afirm an cla ra y term inantem ente el cará cter antipatriótico, en absoluto y sin lim itaciones, de la lucha obrera; y en tal sentido resu elven p ro vo car la in su írecció n interior, toda vez que la clase dom inante de su país se d eclara se en g u e rra con otra potencia extran gera. L o s m ism os trabajad ores fran ceses que á taléS efectos, y en vista de los m asacres de L im o g es y Saulnes, reafirm an su acción sistem ática y activa contra las instituciones m ilitares, m ediante la d es­ organización ó d isg reg a ció n de los ejércitos. L os trab íjadores italianos que en presencia de las bárbaras y continuas m atanzas obreras re a liz a ­ das en el S u r de la península, intensifican con m ayor em puje la propaganda antim ilitarista!‘p ro ­ vocando la inquietud de las clases dirijentes al sentirse herid-as en su baluarte principal jl m ás querido: el ejército. i E s que esta acción tiene perfectam ente m arcado su lu g ar y su rol enáa vasta tarea confiada al p role­ tariado de instituir su nuevo régim en social co rre s­ pondiendo á su em ancipación. ♦ * * La lucha á m uerte contra la sociedad b urguesa presenta dos fases diversas, una constructiva, y d e s­ tru ctiva la otra. L a prim era consistiendo en la organización de la cla se, en la form ación del nu evo régim en m ediante -el d esa rro llo paulatino y cada vez más precoz de sus órganos re sp e c tiv o s. -n L a segunda faz se p resen ta com o una co n secu en ­ cia fatal y necesaria de la prim era: la organ izació n o b rera com o g erm en de una nueva, sociedad sblo puede nacer y desarrollarse en contra y á pesar dp la sociedad burguesa. Esa organización es en t é r ­ m inos claros, l« revu elta, de la clase trabajadora,-«s la negación del régim en capitalista; es la tuerza n u eva que al ir elaborando otro orden de cosas, conspira contra la existen cia del predom inio bur­ gués; es la uuieriüliiZACióaó m ejor dicho, el planteo en térm inos claroj», .precisos é irred uctibles de-las antagonism os so ciales, !. P or eso la organización obrera tendiendo á sacudir el y a g o cap ita lista , sblo es factible m ediante la luchii contra In clase e x p lo ­ tadora.) L a organ ización o b rtrá , trae-p u es1Tamul­ m ente ap arejad a rea lucha. F rente á !a soefedátí proletaria, la sociedad burguesa. Y 'la ‘ Solución librada exclu sivam en te á u n í g u erra s in 'c u a r t e l en tre am bas cla ses. 1 1 . ■íu L a obra con stru ctiva del proletariadóréeFartih. en su coh secu encia, la destrucción p rb g résiva' y contem poránea del nctoal orden de1 dosas. 0 1 -Jno-. Y en* verd ad que la organ ización o b re ra 'é n áí m ism a im olica ese desm oronam iento, érr cuanto vh concentrand o en su seno toda la vida y la'aCfividad de In cla se trabajad ora. P ero e9a organización obrera; al estar stúd ésarrollo íntim am ente ligado con el derrum be córrela* tiro del mundo burgués, necesita e je rc ita r üna acción d irectam en te encam inada á ta! objeto. Ufla acción n eg a tiva que secunde el esfüeTzo con s­ tru ctivo d é la clase trabajadora; una acción negrftlva que p recipitan do el de^m orónam iento d e 'l h ’*vieja sociedad,- v e n g a Sá facilitar la floración exub e­ rante y robusta de la anhelada socñ dád drl p orvenir En tnl sentido, eficazm ente, los obreros deben ex ten d er su accidn revolu cion aria al s e r ó dé Ids stra tacuca consiste: i is clara la conciencia d h eficaces nuestras ar agitación de las ocho lente estas dos condici efecto ella tiene la in ir la cuestión sobre su terreno económico, j rreno económico que 1 ativa para convertirse ecialmente en Francia, ón tiene la ventaja de iroletaria del guignol p¡ agitan los farzantes < lacer olvidar al prolel nisión. pequeña burguesía dt en nuestros días el pe sus talentos para hat idores las cuestiones ' tán de feria ella nos a ones y hace brillar reí igitación de las ocho i espectáculo entontec ¡egundo lugar, cuanto jornada de ocho hori durable de las condic s de las experiencias a jornada de ocho hoi beneficios de los gr más bien una tendenc más cierto resulta que miento considerable de del proletariado. Paree ma mejora la más imp íida en cuenta, comparación de esta stro armamento en la cación política resulta l el hecho mismo que la tendría una tendencia • más bien á neutraliza ncia al descenso), pe otorgará más tiempo ia*, y para 'a culturs ¡echo mismo que ella cadencia física de la i parará soldados ind as para la lucha soci civil. conquistar la jornada iado tendrá que prese o y esta lucha le ser laración á las batallas nás decisivas. ; tratará de la lucha c mo en campaña electc distrito. ■ato de la lucha de cía za en el taller y en la caracteres. ornada de ocho horas ,, sino un media de ag in alivio, sino un an ornada de ocho horas o fuerte, y nosotros a lucha, porque solo v E l perro capitalista « sus privilegios; para a nvperles los dientes, émonos para la lucha solo puede contar par: derecho del puño. Im ram usuo si apital no tiene patria, buena colocación. Y tación burguesa ha 1 lente, por razón del na explotación interr razas, ni ironteras. j :mente donde quiera ro de una intervencF ante este cosmopol nal amarilla, debe al no obrero, correspo :agonismo de los in; a b r ie l D e v ille . i varían los hombres y filósofo desilusionado, lie que escribió eso, r ¡ue tan cínicamente h; imento francés los ir letariado. Huelga adores de ladrillos de o aumento de salarie imanas de trabajo, se este gremio, a la fecha no se ha o t itisfactoria al conflicto se avienen solamente de 20 centavos por ir idos, pero se resisten r las demás condiciones a á la medida fija de 5 humanitario á los ob >s, por su parte, no se actitud altiva de los p firmes en el terreno q stos á obtener una viel 5 pasados los dueños ¡cia de que en caso de s los obreros parados, d de desalojarlos de 1: tienen en los hornos. ( Publicam os á continuación algunos párrafos del e n érgico manifiesto, lanzado por los cam aradas axuleflos: «Trabajadores: Cuando vosotros perm anecéis sum isos ál m andato incondicional de los explota­ dores; cuando os desinteresáis de vuestra situación y dejais en plácida tranquilidad á la voracidad insaciable de la sanguijuela capitalista; cuando servís de triste com parsa á los politiqueros ó de carne de m atadero para las gu erra s ó revu eltas burguesas, ensonces, os honran con el título de pueblo bueno, porque com o m ansas ovejas os de­ jais impunem ente esquilar. Pero, cuando im pul­ sados por la angustiosa m iseria ó por una más clara conciencia de vuestros intereses, os lanzats á reivin d icar vuestros derechos conculcados por patrones y gobiernos, enton ets os llam an chusm a, y toda la brutalidad del poder, toda la osadía canallesca de los esbirros, toda la inm undicia de las plumas vendidas, toda la salvajada de los brutos de uniform e todo se v u elca sobre vosotros, con la intención p erversa de ahogar las m&nifiestaciones de libertad los prim eros pasos hacia la organiaación del mundo nuevo de los trabajadores, vuestros ataques al privilegio capitalista, g e n e r a ­ dor de m iseria y em brutecim iento, de ignorancia ___ oligarqu ía criolla, es el m e te e sp e cia c .™ - i- - •— o frece de poner al .en rie lo del capl.al por no decir grin go, todo un cu* rp * lcft costeado con nuestro sudor y de*‘ ln a .G r 9U9 y exclusivam ente, á defender y consolidar sus intereses m ateriales, persiguiendo y ,nos# Indefensos obreros, en su m ayor par e g |Es asi como esa clase corrom pida nos da leccion es de patriotism o, á nosotros los sociallistas A l m encionar este hecho, no lo h ^ e tn o s com o patriotas. D enunciam os sim plem ente d de la canalla gubernativa, para que sea com entada com o es debido por los que aun c ° nse* dem ás; ju icio de am ar á su nación, odian o ¡_iista9 aberración en la que nó incurrim os o ^ que dem ostram os con la historia, que patria se ha ido ensanchando cada v ’ sando por la de familia, la de tribu, e ’ provincia, y de nación, para llegar, na t un porvenir no m uy lejano, á la de human ’ L a explicación del hecho que m otiva estas 1 neas es A nuestro juicio bien sencilla: la c o m is a ra in vestigaciones vive, por una parte, de to a podredum bre social: ladrones, asesinos, etc. a e profesión, con que nos brinda el régim en cap ita­ lista actual. Pero sucede con esa industria (nos referim os á la de investigaciones) lo que con todas LA A C C IÓ N S O C IA L IS T A bu rgu esía reinante, ha con tribuid o ind _ m ente la a v a ric ia cap italista, la que dán cuenta de que .u s p r iv ile g io , no han de ser eti com o no lo fueron ni los de la cla se f e u d a l ^ de la clase c lerica l, se agita, se extrem ece yj pudiendo re c u rrir á la ló g ica para refutar,* fundam entos económ icos, ótico é histórico cialism o, se v ale de la fuerza com o recurso •« mo, com o la única «razón capitalista» . A n t j ^ bern aba con la fuerza del ham bre «vencedora, todos los escrúpulos»; h oy sigu e g o b e r n á n d o s e fuerza de las b allonetas. de la reclusión, dei p ersecución y de la extrad ición (L e y de R e * u la cia) . E l único rem edio eficaz para su p rim ir esa tula cap italista que se denom ina: com isaría de ¡g.| v estiga cio n es (sección social) t s la orgaoizacjfcl cad a v ez más form idable de la cla se trabajadoril de la rep ú blica. I E l día, que á la prisión de un solo obrero, porl haber incitado á la h u elga á un compañero, J su ced a ipso f a d o , una nota al je fe de policía, en fal que se le notifique, que si en el térm ino de ad h o ra s ese com pañ ero no es puesto en libertad abso-l uta. se d eclarará un m ovim iento de huelga de|| tf,ct»c . J t»10L ,o »* , W(Wndol ‘ r •“ mí»*1 . . w** el»1 “‘ u I !■641 ido ■ s» he^ revel»r Co el del 1 «.I**1 1. prot^* V ;( aS »ct° P •«.nliCS® v á Ja taita de fuerza moral en nuestra clase trab a­ ó r g a u ts "ó it^tttucioiws burguesas, «ó con el propósito van o y utópico de conquistar la dtrecció i j a d o r a para afrontar <on decisión y en ergía las de su funcionam iento para hacerle se rv ir á sus y arbitrariedades del E stado Es indudable que ese tan necesario espíritu com bativo, carácter de lu ch a ­ intereses? nó para robustecerías prestándoles su dores, lo adquirirán los obreros con su con cu rren ­ concurso nuevo, inteligente y fecundo; sinó, al cia persistente y continuada á la acción de clase. contrario, anim ados del propósito bien definido, de La propaganda antim ilitarista, á su vez, daría entorp ecer su mecanism o, de obstruccionar su por resultado fortalecer el cará cter de los obreros, funcionamiento, á fin de obtener, en form a práctica despojándolos del tem or que les infun *e la presen­ y sen cilla, su debilitam iento progresivo, su anu­ cia de los soldados, y 1 1 irresolución que les pa­ lación completa. raliza ante las medidas ó actos violentos de la bur­ En uha palabra, acción n egativa mediante la guesía. Más confianzu en sí mismos y menos irrupción en el propio seno del adversario, con el miedo á la fuerza militar, tienen el a p reciable e fe c ­ propósito único y fundamental de d esorganizar sus to moral de hacerles capaces de resistirse y luchar filas, de p aralizar sus instituciones, y descom pa­ contra los obstáculos de cualquier gén ero opuestos g in a r el com plejo engranage que m ueve y sustenta por el adversario. á su organism o de clase. En tal sentido hacem os un llam ado á todos los T al es el fin á qae debe obedecer, en nuestro elem entos revolucionarios que estando dispuestos concepto, la acción parlam entaria y electoral del á cooperar en la tarea de organ izar la acción anproletariado. tim ilatarista, se sientan con la en> rzía necesaria T al es el fin á que dobe ser encam inada una para afrontar las adversidades inherentes á esta tenaz, activa y en érgica propaganda antim ilita­ lucha áspera y fuerte. rista. El período histórico por 1 1 que atraviesa la d e b e h a c e r s e clase obr. ra de este país, debe servirle de provechosa enseñanza en lo futuro. H em os co n sta ­ tado. clara y palpablem ente en más d f u n a op o r'u nidad, las m aniobras del gobierno de Quintana, fiel y genuino representante de la burguesía, al im plan­ tar como sistem a contundente, el estado de sitio, cada vez que los trabajadores, en defensa de sus más legitim as aspiraciones, tratan de conquistar por su esfuerzo propio, m ejores condiciones de vida, á que son a c m dores como seres humanos y como úni­ cos productores de la riqueza social. L a actitud parcialísim a del Estado se manifiesta en toda su desnudez, defendiendo descaradam ente los intereses capitalistas frente á las justas exíjencias de los obreros. Vem os al parlam ento, (órgano em inentem ente burgués) se r v ir adm irablem ente á la clase que lo ha creado para su único y exclu sivo servicio, sancionando leyes y dictando toda clase de medidas coercitivas, te n iien te s a restrin gir la libertad de pensam iento, cuando se trata de sus capitales amenazados. L a lucha entre explotadores y explotados está claram ente delineada. Los prim eros buscan por todos los medios á su alcance, asegu rarse las tabulo sas ganancias que les perm ite p rev alecer sobre los segundos, y estos tratan sacar el m ayor ben e­ ficio de su trabajo, imponiéndose á sus opresores por medio de sus organizaciones, en las diferentes form as de lucha que exijen las circunstancias. A h o ra bien, los trabajadores deben prestar mu­ chísim a atención á la táctica usada por nuestra burguesía, y luego obrar en consecuencia, inutili­ zando con su acción netam ente revolucionaria, todas las prevenciones que tome la clase capitalista para asentar su predom inio so bre la clase productora; todas nuestras en ergías han de dirigirse obstina­ dam ente á desbaratar sus planes, m anteniendo latente e l espíritu de rebelión en las fitas o b re­ ras, no dejándose am edrentar por todas las le) es de represión existen tes y por existir, contestando go lp e por golpe á las brutalidades del Estado, y manteniéndose firmes y decididos en sus fortifi­ caciones: los sindicatos de resistencia. D e este modo, robusteciéndonos en la lucha que es vida, tem plarem os nuestro espíritu en la fragua del com bate y estarem os siem pre preparados para repeler con energías todo avance de nuestros co­ munes enemigos. Por ejemplo: á nadie escapará que aproxim ándo­ se la época de la exportación de la cosecha, el g o ­ bierno prorrogará el estado de sitio con el objeto de impedir cualquier m ovim iento huelguista, y es entonces cuando los trabajadores deben asum ir una actitud tranca y decidida, abandonando todos, co ­ mo un solo hombre, el trabajo, y alzándose airosos llenos de noble indignación,ante la canallesca a r ­ bitrariedad de los que queriéndose burlar de noso­ tros, erijen el im perio del estado de sitio como una mordaza, á los que clam an una parte de lo que le pertenece. Es entonces cuando debem os dem os­ trar á toda esa cáfila de parásitos que es peligroso L o qn^ . mil! »»•00'..«* diriseL-t- ¡ Siendo ese el alcance y significado de la acción obrera contra las instituc ones m ilitares, no puede ser desconocida para nadie la im portancia que reviste y la necesidad de em peñarla á la m ayor brevedad. E sa im portancia la da el lu gar prom inente que ocupa el m ilitarism o entre las dem ás fuerzas de explotación y tiranía puestas al servicio de la clase enem iga. Y el valo r que para esta representa se a crece á medida que la gu erra social toma caracteres más ásperos é intensos. El m ovim iento obrero progresivam ente robuste­ cido y generalizado va destruyendo los prejuicios y las mentiras sociales que tan eficazm ente explota la bu rgoesía en su favor. Y ese desm oronam iento paulatino de la actual su perextructura social, obli­ g a á la clase dominante á con cen trar la defensa y conservación de su predominio en el seno de sus instituciones de fuerza. Estos se convierten, en definitiva, en el único am ­ paro y baluarte de la vieja sociedad contra los ataques vigorosos y continuados de la huestes pro­ letarias. Y a no se trato de una sim ple crítica académ ica á la económia burguesa, que no incom oda m ayor­ mente á los poderosos y que estos se limitan á contrarrestar con los sofismas capciosos de sus sabios asalariados. L os obreros abandonan el verbalism o de una pura propaganda ideológica, p ira em peñarse en una acción sistem ática y efectiva, de actos, de hechos revolucionarios. Y a l m lestar así, el pro­ ceso de la explotación capitalista y sacudir las bases de la vieja sociedad, esta debe asum ir actitudes de conservación que por lo gen eral, y en una dada etapa de la lucha, solo pueden traducirse en medi­ das violentas, y por consiguiente en el funciona­ miento activo de las instituciones militares. E sto nos explica todo el cuidado, toda la atención que aquellas merecen de la clase capitalista. Pero así como la burguesía está profundam ente interesada en el robustecim iento de dichas institu­ ciones, nosotros debem os estar profundamente in ­ teresados en su destruccióu He aquí toda la u rgencia y toda la im portancia de la acción anti­ m ilitarista. Es verdad que nunca se ha dejado de hablar contra el militarismo; pero no se trata de una sim ­ ple critica teórica, de una simple cuestión de pala­ bras, sino de una critica práctica, de una acción efectiva, de una serie sistem ática de actos, de hechos meditada y enérgicam ente encam inados á desor­ g a n iza r ó d ebilitar la fuerza arm ada de la bur­ gu esía . Y suponemos que no se objetará de extem porá­ nea á nuestra iniciativa, por cuanto son las actúa, les circunstancias ,as que más hablan á favor de ella. En efecto, frente á cada acto de la clase tra­ bajadora organizada, nuestra burguesía, sin recato ni escrúpulos, apela á las medí las más extrem as y moviliza su gente de cuartel. Adem ás otra consideración de indiscutible valor yjene á prestigiar dicha iniciativa. Nos referim os „oe Pu de Q°c van tres ju g a r con la dignid ad de los que trabajan v pr^n Y apesardi(ia co e rc ió 3' 1 nAM y rt h Vi a o c e r de Ai* m H n que n iip la <;Anri<l9 d tr iu n fe L cm a :_ ^ n t o s O» ¡njjcntos cen. mnodo la sonrisa dee triunfo , imisma m0vinwt*pro! sus labios, se torne en una m ueca de espanto. >fchoZar , ias filas prolet •ntuplt* n ien d oqu e reco n o cer al fin que todo el p od er* F ni' ac,''"uciones, ce-ellos ejercen no basta á deten er la avalancha ti las Perse pr0ietariado, so multuosa de esa turba que se im pone y se yergi tos, nuesír P bratai¡jad de com o una am enaza te rrib le á la tranquila <Ug( namente Inélga general P tíón de sus ahitas person alid ad es. con una manifestaCÍdD D ^ d e ya, deb mos em pezar una activa y c ta m A - . nte propagan da en el seno de nuestras orgai que valoran ^ c0sia, «.«'•**•ciones, reuniendo el m ayor núm ero Je asocia* brutalidad del en eni cada uno de los diferentes grem ios organizad! suyos J y |a DI!"'*ja ,, presión oresión y h acer d eclaracion es term inantes en este sentid &s d¿clr'hq ra haber obra Q ué á raiz de un decreto del go b iern o prorroga ri«. ‘I01' ,Cde la hurgues do el estado de sitio, los trab ajadores declararán] )' l o s órganos h u elga gen eral, valién dose en tooas las formi cia. r0letariado del para p erjud icar á aquellos que no conformes ro Nuestro p no es v iv ir de nuestro sudor, nos oprim en y nos veji vez Por to a ; . j esW(j0; tan infam em ente. Esta K o n propaganda nrnnaoranHa se ef* ha de rto hact hiiJ.inlllirí anulará Ih acc en todas partes, en la calle, en las fábricas y ü todos lot cia l será un hecho, lleres, en todas las r< uniones, lanzando manifiest# *:“l corA un *iec*10' S* - ;V U J U V ,wM- — Tenemos por delante un ... ior,tn r\p tocias la dor de todo lo que existe, y entonces sí, oirem os g rito s de angustias, no ya p r o fe r id o s » , g a rga n ta s p roletarias sinó por los que hasta ahnr ciones que acusen ' creyeron triun far y que en lo su cesivo , sentir*"riase. c*ase co rre r un escalofrío por todo su cuerpo cada ve; La elección no es dudosa S i amamos realmente la e que piensen en la posibilidad de un movimieifo p roletario que al fin se ha dado cuenta eiacn tañado, si todas las palabi de su tuerza de acción, que lo puede todo, y e$(j años de acción, son la expreí pronto á se gu ir adelante, siem pre adelante con l| y no palabras vanas; si qu< fé de su prooio poder, h ista su com pleta emanci que sufren, luchemos por s tad. pación del do gal capitalista. J uan R oulé. JL >efen sa JL o m e n é r g ic a actitpp o b r e r a D E L P U E B L O OBKBMj — U na estúpida medid* de proteccionism o al glj d e O liiie _____________ nado chileno, ha dado origen á choques violar tos entre el pueblo y los g u a rd ia n es d el orden. L o s ganados chilenos im potentes para competir con los que se introducen de las p ro vin cias andina*, n ecesitaban el apoyo gu bern am ental que se tradujv en un fuerte im puesto á la introducción de ganad» D e aquí su rgen dos hechos fundamentales: el cará cter com pletam ente cap italista del parlamento, que por una medida de proteccion ism o á los inte­ reses de los hacendados chilenos, cre a una vidi más difícil aJ pueblo obrero; y la necesidad de uw m anifestación extra-legal, de parte de aquel prole tariado, que saliendo de la órbita restringida d* las peticiones sum isas, com p eliera al estado á ans la r ese impuesto. Y así han acaecido los hechos. s u c e e o s i miento y acción obrera, ha! deraao como secundario-, el ] en la lucha de clases. El sindicato obrero, actu; estrechos, despojado de su Organo transitorio y de si estabilidad se ponía en dud pación amorfa, para reunir aarlos al torpente revolucu disgregación al dia siguienl mación, para los otros; se potencia que encierra, cuan Pprn f " él t0 d a SU e n e r g l «Ji» rente á esas concer d o Í K Ü f Slndtcaltsy»o r de acuerdo con la J " » necesidades A p u esta s " n i «'gano no solo cana, H P r datos á los e m i& j de prc Lr su potencia cn u0'"’ en plir la gran rJt ? D u r a n t e v a r i o s d ía s e l p r o l e t a r i a d o c h ile n o , cuy» s itu a c ió n e s b ie n t r i s t e , s e la n z ó á la c a lle , comb*ij ttó , le v a n t ó b a r r i c a d a s , in c e n d ió , lle v ó e l pánico j l a a r i s t o c r á t i c a b u r g u e s í a c h i l e n a y a r r a n c ó la pro! m e s a f o r m a l d e la a b o lic ió n d e e s e i m p u e s to que 1*¡ im p e d iría e n a d e la n te c o m e r c a r n e . f ttva; viendo á i, i 0luci6n que --!?ídp - - - v obrero «orerw -y — ” m .S in d ic a l is m o hace h i de toda id! mismas cí!^!Uetnente obn Patada, n n . f j 0nes ^ que ttna de las fu^ “ Dlendo en Si no hubiera sido por la presión llevada i . \l ,las tnecesidades cohÍe los extrem os, el estado no habría cedido; y por mis!: todo rnSE*®08 intereses discursos que se pronunciaran en la cám ara, pof u los interela/ i a acción más peticiones que se hicieran ante los poderes V asi. consiLr Ja c,as públicos, el im puesto habría sido un hecho y 4 2 S ! j rio- s u s c e S S °n pueblo chileno, de su yo m iserable, habría visi« ra, qoe^nL^^entamipn1 lle g a r las reses á los m ercados y las habría faen* &»nda ideí?.A de l{* locha do para los ricos, él se con tentaría con com® p,roceso re¥oi8 l5a ' conside porotos. T-^evo r¿l;JUlvo, que *7 P e ro nó. E l proletariado chileno ha defendió* valientem ente el derecho que no se dejan arran ctf A cción a Co®o ei Á p-a ni las bestias: el derecho d comer, d n utrirse por* v iv ir y poder un d ia sem brar la derrota entre U cW Í d e lProiÍi!Xpl°t; d a s e que to explota y envilece. **las e! s c°mo ias j ado ¡Que contraste la actitu d resuelta de los o b re f # son , . f a eSfu *as ener; chilenos y la de nuestro p roletariado! i La DT tito d el ** OI Y la ofensa es la misma. Si á aquél se le quita el derecho* de com er comMí t a ^ í la orKan^0cial. debe hacerlo un ser humano, al nuestro estro s í lequH*\ mí, .pero elian'4ac¿ón e l derecho d m overse, d lu ch a r, á accionar - , libertad, para lle v a r a la p le n itu d de su desarrfl 5,1 esin _a lio d la organización obrera, fu en te de todo jora m ien to para la cla se explotada y base i e »\ fu tu r a revolución. « «a— A 4\lN U i . — J5UAINU2» A tK E S » , N O V IE M B R E DE N U M ERO 9 . 1905 « aI* s e a ¿ ti \ C U se ' « « t a F S ^ 4 ,a lógica " *xtre«aeL ,p* ,nómiCoS) ét!Co Z ara ref¿ V *><> Imponicioncg do Ir lucho. ' de la fuerza® hlswriCo ! , lo* Si en virtud de una tendencia á la tranquilidad y al ?* ,ra*ón cap?tTr recQrso su S°' reposo consideráramos agotado el tema del estado de h e r z a del v, PUa,,sta». An?ttPrt, sitio y resueltos los problemas que la arbitrariedad burguesa ha planteado á la clase obrera de la repú­ “ “« « « . I d “ , * obe" * M Í ^ ■>< blica, sin vacilación afirmamos que tal pensamiento 15 solo se inspiraría en una pura conveniencia particular, üo etica» w'<' y nunca eu loa vitales intereses ¿ imposiciones de la clase trabajadora luchando por su emancipación. " « >ienom¡!‘ . S“pri®"- « a M Sin duda alguna ya hemoa superado la oportunidad ,l6n social) t's ,0ailSaría de de la critica enégioa 4 la bárbara actitud de los dom i­ n a d o r e s ; ya hemos superado el momento en que se hacia necesario revelar con la mayor claridad 4 los ‘ »«»<*» d e „ JÍ^ U l> a e li a a " „ S° o t> re r«, p » ojos de los obreros todo el alcance y significado de •» Una nota al je fe h Oa,paftero, ^ la violenta conducta del adversario. Pero aun hay Ue’ <l«e si Vn el ® P° Ucía^ n í algo más que realizar. ler° no es puesto dr®u»o de ^ La critica y la protesta verbal ó escrita por si mis­ Un m° vi miento d e ^ f « - Í mas no implican ua acto positivo ó material de lucha. . nuelea de| Sus efectos se dirigen más hacia la clase obrera, en llos-: *>oys ¡ ^ ” b r' ■«»££**>■ tenga la Tirtud do ofrecerlo una situación de cosas muy conveniente á sus intereses; la calma absoluta, el quietis­ mo do las organizaciones obreras, la actividad febril en las fábricas y talleres De aqui que surja evidente una afirmación por todos aceptadas: La burguesía argentina ha erigido e l esta d o d e s it io , como sistema de gobierno para ahogar todo movimiento obrero y suprimir cualquier obstáculo en el proceso de su explotación durante la época de mayor ac • tiv'dad económica. Frente á e s te h ech o , á esta realidad innegable, la clase trabajadora no puede coi,tentarse con pronunciar palabras de ruido ó proferir amenazas que nunca se cumplen. Ella tiene ante si una trascendental cuestión que estu­ diar y resolver. Se dice que la oonduota desmedida del enemigo es de conseouenoias saludables para el movimiento y las orga­ nizaciones ubreras, porque al dar á la lucha modalidades más ásperas y fuertes ejércita al pueblo trabajador gene vig o re -o ír' ’ ’ 1 ” Ha sido unánime ep las filas obreras la opinión de que él actual estado de sitio no terminaría en los primeros días de Enero por cuanto con suma probalidad 61 será prorrogado. Y por poco que reflexionemos necesario es convenir que poderosas razones apoyan tal previsión. A l mes de Enero corresponde la época de la mayor actividad en la economía nacional y durante la cual se realizan en las industrias agrícolas operaciones que no admiten dilación, que deben efectuarse en un plazo perentorio. Y á no dudarlo si el eBtado de sitio ae levantara, el movimiento huelguista alcanzaría, quizás, proporciones no superadas debido á la imposibilidad en quo se han encontrado la casi totalidad de los gremios de interponer sus reivindicaciones en estos últimos meses del año. Esto no lo ignora la burguesía, y por el contrario lo sabe perfectamente bien. Por eso, y en vista de su conducta anterior y de la prepotencia que parece caracterizarla juicioso es preveer que el estado de sitio será prorrogado. .\r — --I"- — — la clgs^ u .:. J — j _ i __ ■ tí' LA rn ^ a d d C l0 S q u e t r a b a j a n v ^ rne d ° la SOnri?a de triu f : Y apesar de quq van tres veces que se dicta la Cn Una m ueca d e espa * misma medida coercitiva, el estado de sitio , para ce r al que todo e! n i*0' 1 ah° £ ar ,os m ovim ientos obreros y llevar la desornasta á detener la aval gani’ ación á las filas proletarias, á pesar de todas turba que se im pone v 3riCba 11 las persecuciones, centuplicadas en estos momena*a terrib le á la tranouM6 tos’ nuestro proletariado, solo ha contestado mediaas P ersonalid ades. '° namente á la brutalidad da la burguesía argentina, fi m os em pezar una aeti con una hue,8 a g eneral pacífica; cuando debiera a en el sen o de nuest V3 y COn! haber sido la manifestación enérgica de una clase el m ayor núm ero J ^ ° rgatt que v al°rando ,a grandeza de su organización la >s d iferen tes grem ios 6 aso.c'a<b defiende á toda costa, contra la inconciencia de los 'io n e s term inantes en ° r^an*Za<** su?os ? la brutafidad del enem igo i d ecreto del gob iero Senii(l1 És decir, que la presión, violenta si es necesatio, los trabajadores d , Pr° rr° sai ria’ 9UP debiera haber obrado contra los carneros v a lién d o se „ eciararáni y los órganos de la burguesía, brilló por su auseni a q u ello s que n o w n f í * k""* C‘a‘ sud or, nos o '-ull,orines co Nuestro proletariado debe darse cuenta, una E sta' proDag ^ n° S Veí>l vez por todas’ 9 ue no es éste el m edio, con que pn la c a lle en 1* 3 f e b !1 de ^ anulará la acción del estado; debe darse cuenta, que s r( uniones 1 ^ r,cas y a todos los años y en esta m ism a época, la ley marn. r , r , , \ a n za ndo manifiestoi cial será un hecho, si él no la anula, con su en ergía e c u e í * ClaSe ° b rera > para qJ revolucionaria. á c ° n c u r r ,r al trabajo crea Tenem os por delante un dilem a de hierro: ó el , q ^ e x ,s te > y entonces sí. q“ renunciam .................. iento de toaas _____ .... las afirm aciones ,y conria s ^ s 8^ 35' n0 y a Pr°feridos po- quistas proletarias, ó la lucha cruda, sin v a c ila ­ ra por los que hasta ahon ciones que acusen debilidad y tem or al enem igo de J que en lo su cesivo, sentiré» clase. por todo su cuerpo cada vei ve? L a elección no es dudosa. P osib ilid ad de un movimiento Si amam os realm ente la em ancipación del prolea Ira se ha dado cuenta exacr tariado, si todas las palabras vertidas en tantos cción , que lo puede todo, y esté aflos de acción, son la expresión de lo que sentim os, e -inte, siem p re adelante con li y no palabras vanas; si querem os realm ente á los d er, h tsta su com pleta emanci Que sufren, luchem os por su elevación y su libercap iialG ta, tad. J i m n R o u lé . D e fe n sa e b íb g ic a a c t it ü i D E L P U E B L O OB&BBO — U na estúpida medidi rfo » , de proteccionism o al g» B nado chileno, ha dado o rigen á choques violeir y los g u a r d ia n e s d el orden ix „ ■ Z. . . lenos im p oten tes para competu d u cen de las p rovin cias andinas ro g u b ern a m en ta l que se traduje >to á la introdu cción de ganados dos hechos fundamentales: el aente cap ita lista del parlamento a de p roteccion ism o á los inte dados chilenos, c re a una vid; o ob rero; y la necesidad de uu -le g a l.d e p arte de aquel prole do de la ó rb ita restringida di sas, co m p e lie ra al estado á ano o los h ech os. as el p roletariad o chileno, cap ¡ste, se lan zó á la calle, comba ías, incendió, lle v ó el pánico i ruesía ch ilen a y arrancó la pr° b olición de ese im puesto que K te co m e r carne, ido p or la presión llevada do no habría cedido; y por mi» ronunciaran en la cám ara, P® se h icieran ante los poder to h ab ría sido un hecho y e s u y o m iserable, fiab ríaV I* t m erca d o s y las habría faen U se co n ten taría con come ta ria d o ch ilen o ha deí®^‘J ech o q u e no se dejan « rr.«£ echo d com er, d n u ín r s e p ¡, 3 sem bra r la derrota e.drt Z ^ Z u e lta d e lo s o b r e * stro pro leta ria d o ! aism a. lita el d erech o de com hum ano, al nuestro $e com' cCt 'se, d luchat \ dd ü e Su desard >a la p le m tu d d e s / obrera, fu e n te di> " ’ , lia s e explotada y base En nuestro país, com o en m uchos otros donde o b r e r a i predom ina una co n cep ­ ción especial del m ovi­ miento y acción obrera, h a b í' sido siem pre consi deraao com o secundario, el papel de la organización en la lucha de clases> El sindicato obrero, actuaba dentro de lím ites estrechos, despojado de su esencia y su cará cter, O rgano transitorio y de sim ples conquistas, cuya estabilidad se ponía en duda por la m avoría; agrupación am orfa, para reunir á los oprim idos y lanzarlos al torrente revolucionario; para in;ciar su disgregación al día siguiente de la gran tran sfor­ mación, para los otros; se d es'o n o ció siem pre la potencia que encierra, cuando el proletariado con centra en él toda su en ergía revolucionaria. Pero, frente á esas concepciones falsas, absurdas, se levanta el sin d ica lism o revolucionario, que d an ­ do á la organización revolucionaria d el p ro leta ria ­ do, su verdadero valor, hace del sindicato obrero, de acuerdo con la exp erien cia histórica y con las necesidades im puestas por el conflicto actual, el órgano no solo capaz de producir beneficios inm e­ diatos á los e x p lo ta d o s en el sentido de a crecen ­ tar su potencia com bativa; sinó, tam bién de cu m ­ plir la gran revolución que propiciam os, s o b re v i­ viendo á la misma y siendo la base del futuro mundo obrero El sindicalism o hace del sindicato, lo que es en realidad, libre de toda id eología subjetiva: instru­ mentó em inentem ente obrero, que surgiendo de las mismas condiciones en que se encuentra la clase explotada, que reuniendo en «u seno la totalidad de uoa de las fuerzas en conflicto, que inspirándose en las necesidades cotidiancs del proletariado y en los suprem os intereses del mismo, se opone en todo momento á la acción ciel órgano que rep resen ­ ta los intereses de la clase enem iga: el estado. Y así. considerado com o la síntesis del poder proletario, susceptible de un aum ento de funciones, paralelo al acrecentam iento de la conciencia ob re­ ra, que surje de la lucha diaria, y no de la p ro p a ­ ganda ideológica; considerado com o el centro del proceso revolutivo, que elabora los elem entos para el nuevo régim en, al mismo tiempo que debilita el poder político burgués, para disociar sus elem entos; considerado com o el único capaz de a b ro g * r 3e la dirección de las fuerzas obreras, com o único rep re­ sentante de la clase explotada; así es com o la unidad de acción del proletariado recu p era toda su poten­ cia, asi es com o las energías dispersas y esterili ­ zadas en esfuerzos aislados y contraproducentes, son rein tegradas á la organización, sin la cual el advenimiento del mundo proletario, sería utópico La Revolución Social, sería un sueño, sin la e d u ­ cación y la organización revolu cion aria drl p role­ tariado; pero ella se hace palpable, surje com o la más grande y fecunda de las realidades, cuando el proletariado agrupado revolucionariam ente concen­ tra su esfuerzo en la salva g u a rd ia y acrecenta miento de esas agru paciones, cuando solo espera de ellas su em ancipación, cuando se esfuerza en capacitarse para una m ayor acción de clase, a te ­ niéndose á sus propiaa en erg ías. » A C C IÓ N S O C IA L IS T A H asta hace poco tiempo, entre nosotros, no se ha creído que el grem io tu viera en sí la potencia de ser el m ejor m edio de defensa ob rera en lo que á cuestiones ju ríd icas se refieren. L a acción del abogado, el recu rso de habeas corpas, etc. eran la panacea, siem pre ineficaz; pe­ ro supersticiosam ente, también, siem pre buscadas. T raigam os á colación algunos casos concretos, que pueden más que todos los raciocinios, y que nos dem uestran la eficacia de la presión obrera, sobre los desm anes policiales. Es de todos conocida la forma com o procede este instrum ento de la burguesía, encarcelan do obreros aun en épocas norm ales, por el solo hecho de d e­ clararse en huelga. Pues bien, la p olicía puso preso á los obreros Carm ona y Dupuis, ae las sociedades de R esistencia y A rgen tin a, respectivam ente ; porqué los tra­ bajadores del puerto declararon el boycot al con­ tratista del vap or B ellailsa, que pretendía redu cir el núm ero de hom bres que trabajaban en las bode­ gas. L a casa cargad ora del vap or intervino. E l b oy­ cot, solo fué levantado, una vez aceptada las con­ diciones im puestas por los trabajadores, entre las cuales figuraba en prim era línea, la libertad de los detenidos. En el segundo caso tam bién m ediaba la deten­ ción de dos cam aradas carreros. L os obreros de la tropa de carros de A lfred o B lanco, fueron á la huelga. Triunfaron; pero dos obreros fueron detenidos por la policía, á instigaciones del burgués Blanco; entonces la sociedad de carreros y los estivaderes le declararon el boycot, que solo fué levantado tam bién, como en el prim er caso, bajo la condición de la libertad inm ediata de los presos. H asta tanto los cam aradas presos, no llegaron al sitio en que se encontraban los otros, ninguno reanudó el trabajo. T enem os do6 casos mas pero de naturaleza di­ ve rsa el uno del otro. En el prim ero se trata del comp. C orrales, preso á raiz de la h uelga de horneros. M uchos días estuvo detenido y no habría sido puesto en lib er­ tad. á no ser la enferm edad que le aquejaba. Todos los recu rsos le g a le s fueron inútiles; poli­ cía y ju ez obraron en consonancia con los in tere­ ses de clase de que depende. En él segundo se trata de ün cam arada e s ­ cu ltor en m adera. L os obreros de la casa G uadagna, declararon un m ovim iento. V a rio s aprendices no se p legaron á el y el com pañero Z-iino fué á exh ortarlos para que hi­ cieran causa común con los huelguistas. L os aprendices, obligados por el patrón, d e cla ­ raron en la com isaría que dicho com pañero les había am enazado con violencia y bajo esta talsa im putación fué encarcelado L os cam aradas de las sociedades de E banistas y E scu ltores, im pusieron al patrón G uadagna. que hi­ ciera poner en libertad al detenido, so pana dfc sacarles los operarios del taller. E ste fué el rem edio. A tem orizado, hizo d eclarar nuevam ente á los aprendices, en contradición con la acusación for­ mulada, lo que facilitó la acción del defensor. D e estos cuatro casos que suscintam ente relata­ mos surgen conclusiones de im portancia que debem os h acer resaltar: 1° L a in u tilid a d de todos los recursos leg a les, por m ás razón que se tengan, cuando la policía obedeciendo al patronato, aprisiona cam aradas conscientes, como lo dem uestra el caso Corrales. 2 ‘ L a excelen cia de ¡a presión obrera para con­ trarrestar estas confabulaciones patronales y p o li­ ciales, pues los capitalistas, ante la am enaza de una h u elg a que ¡iistnin -ye su gan a n cia y ci­ m enta la conciencia obrera no trepidan en orde­ nar la libertad el detenido, como lo confirm a el caso d el B e lla ils a , el de B la n co y el m ás recien ­ te de los Escultores. De m anera que para estos casos tan com unes, el sindicato obrero, se revela tam bién de ca p a c i­ dad excelen te para solucionarlos. Es una función que se a g re g a á las m últiples que debe cum plir, en la lucha de clases; es una am pliación de su cam po com bativo, hasta hace poco desconocido entre nosotros y que dem ues­ tra una vez mas, con la potencia incontrovertible de los hechos, que su pape) en la lucha de clases se hace cada vez más prom inente é invencible. E stas enseñanzas serán aprovech adas por nues­ tro proletariado, que com prenderá la puerilidad de q uerer anular la acción brutal de la burguesía, con las m ism as le y e s dictadas por ésta, para Iq perpetuación de su p rivilegio, y sí por el contrario con sx esfuerzo decididam ente revolucionario. A B E N E F IC IO DE N U ESTB .O P E B IÓ D IC O S u m a m a a te com placido» in fo rm am o s d s l e x o s ls n te re s u lta d o .* n e h a o b ts n id o 1» su s c rip c ió n in ic ia d a A bsnsfioio d# n u e s tro p erió d ic o A fia de e v ita r o u s lq u ie r c o n tra tie m p o A loe com paña;.os que figuj r a n e n le e li s ta s d e eneoripoión, hem o s re e u e lto a p la s a r p a r a m ejo r o p o rtu n id a d , eu p u b lio ao ió u . C o m ité P ro P resos Ha sido necesario que se realizara una intensa reacción burguesa, para que viéram os con claridad m eridiana toda la im portancia del «Comité própresos», en cuanto al gran papel que puede d e sa ­ rro llar en el sentido de p restar su apoyo decisivo á los com pañeros perseguidos por la brutalidad de los gobernantes. A pesar de las circunstancias del caso, el «Comité pro-presos» de la U.G- de T . ha llenado su com etido, hasta ahora, de una m anera digna de todo aplauso, puesto que ha socorrido á los com pañeros presos sin distinciones de ninguna especie, que en estos casos serían odiosas en sumo grado, tratándose de obreros que luchan por una causa común. S e atendió á un sin número de com pañeros lle­ vándoles la com ida todos los di »s. lo que por lo menos les evitaba ve rse obligad os á acep tar el repugnante m enjurge con que se obsequia á los infortunados que tienen la mala suerte de pasar por las cárce les burguesas. A d em ás se socorrió á las fam ilias necesitadas de esos com pañeros, p ri­ vadas de todo apoyo al serle arreb atado de sus hogares los que con su esfu erzo m uscular les llevaban el m endrugo con que alim entar sus m íse­ ras existencias, víctim as de la voracidad cap italis­ ta. Y pensar que la prisión de esos obreros es el delito h orrible á los ojos de los usurpadores del t.udor ageno, de ex ijir m ás pan para sus m ujeres é hijosl En estos momentos que escribim os, la casi tota­ lidad de los pre os han sido desterrados, unos á M ontevideo y otros encerrad os á bordo del Santa Cruz». Por lo tanto, esperam os que los com pañeros activen la propaganda para a llega r recu rsos á este com ité, pués solo no abandonando á los com pañeros perseguidos, harem os de ellos más ardientes lu ­ chadores. en lu g ar dt verlos v o lv e r á nuestras filas cansados v abatidos por la falta de apoyo. L a verd a d era obra de los trabajadores es: L a solid a rid a d en todos los momentos de la lucha E speram os que todo esto no caiga en saco roto. L a Santa Rusia, el im ­ Tí U S I A perio de los C zares, donde parecen haberse concen­ trado todas las tiranías del pasado, para fructificar engendrando un despotism o brutal, bam boléa. Su viejo arm atoste gubernam en tal, sedim enta­ ción de todos los oprobios, síntesis soberbia de las tiranías que han pesado sobre la humanidad, cru je am enaza derrum barse y su caída, será la caída de toda una época,de uno de los gran d es anacronism os históricos, perpetuados por la tuerza brutal de los de arrib a y la ign oran cia de los de abajo. L a R usia autocrática, incólum e hasta poco, no ante los avan ces de la pseudo-dem ocracia burguesa falsa panacea para m itigar asp erezas m uy hondas é irreductibles, ilusoria porque su estabilidad se funda en la dependencia de una de las dos fuerzas antagónicas en lucha; sino ante los avan ces del proletariado revolucionario, que apesar de todas sus heroicidades, que á pesar de toda su en ergía com bativa, no había lograd o conm over hondam ente los cim ientos de aquel réjim en: vá hoy cam ino de la bancarrota. No es posible esp erar y a una reacción favorab le á la autocracia, no es posible cree r y a en la super­ viv en cia de una Rusia m alvada á lo C atalin a II, después de la acción revolucion aria tan intenSá d esarrollada por el proletariado m oscovita. El resultado de esta lucha terrible no puede ser otro, que el aniquilam iento, la derrota total y pafá siem pre de una de las fuerzas en conflicto. Y la au tocracia es la que caerá; debilitada por la g u erra exterior que la redujo á los últimos extrem es, sacudida sin interm itencia por el esta­ llido de las fuerzas revolu cion arias internas, inco­ herentes en si misma por las divisiones, será aplastada ante la avalan ch a lib ertaria del pueblo oprim ido. L a s p royeccion es de este gran dram a social, de esta lucha de clases intensificada y sin am bajes; serán m uchas indudablem ente. No puede afirm arse d priori que se detendrá en las fronteras rusas, no puede sab erse aun las com ­ plicaciones que Originará en el m ovim iento obrero internacional; pero .1 pesar de que toda afirm ación á este respectó seria hipotética, nos es dable cree r en ulterioridades de trascen d en cia para la em an ci­ pación obr« ra. P ro dentro de las fronteras rusas, puede afir m arse que no se lim itará á un sim ple cam bio po­ lítico, a la prom ulgación de una constitución elección de una representación parlam entaria. ian com 0 de de país. s, no ca es que ■ un nu d eb en < 1 resiste :nto y l " clara opósito « ;l enemi| !>n y cob; a su grl con todc| i los rec| ■brse una •• de la bul *i4' :onvenien ? clases. V miento a v, la perjud . ■ l necesid| como li 1 . p rod ucá m ie n tr a 1 « declarará, i— fsjU. 1 "'y tío le oír : x ió n ieivl variar su| isposicion| i > qu e imp| is, las exi| íplo de lJ fiadas Aal • era, por/ jo bre s zoi >rutecedor is estas s| aso un a 1. je ta en 1 ses. os de rept­ il varias < «do el frute los dos sía) que 1; , solo puj or la victo •; obtenida id desplee a. O tra so| ¡ inobservai htituciones, f s pú b licas len preocu p capitalista le c lase qu« •abajadora (nenazas d e < BU m ovim ie| neficaz aqu< l y a conquista n. pensable ha b u r g u e s ía laf o. P a ra ello n d e r con (abras, qu e : iejar de prodj 4 estas no [ la inactivid; sta el preser ; sitio para c« ob rero , en y qu e su sr ecer ese movi ■ralización, ll| p oten te mai ña, de represal irguesía sepa, d u ra y ejein[ ; sitio ya no t e las majadería rio, de hacerla a en renuncia| a, ella será la ctos de clase, 1; esto, no po rq u e co nv ertido de trece creerlo alg icillamente por< tolerancia, la á sus intereses los trab ajado res am enaza d e un i enérgica y d¡ a general, did o m uy oporti Iga General d e 1; «. d e T. al rec; eras cual sería s, se d e nuevo el í o se han pron >s m anifestando i hu e lg a general, naza debe tomai ¡ intensa, d e ui ■lga). agitación de las ocho itemente estas dos condic En efecto ella tiene la In ntear la cuestión sobre st el terreno económico, ; terreno económico que 1 porativa para convertirse Especialmente en h rancia, tación tiene la ventaja de n proletaria del g u ig n o l p¡ se agitan los farzantes < a hacer olvidar al prole! •a misión. La pequeña burguesía de ita en nuestros días el pe ega sus talentos para hai bajadores las cuestiones arlatán de feria ella nos a raciones y hace brillar re! ,s. La agitación de las ocho este espectáculo entontec En segundo lugar, cuanto e !• jornada de ocho hori ¡jora durable de las condic spués de las experiencias as, la jornada de ocho hoi los beneficios de los gr idría más bien una tendenc íto más cierto resulta que sjora miento considerable dt (ha del proletariado. Paree última mejora la más imj: r tenida en cuenta. En comparación de esta nuestro armamento en la jdificación política resulta l Por el hecho mismo que la ras tendría una tendencia >s (ó más bien á neutraliza tendencia al descenso), pt e ella otorgará más tiempo «bestia1!», y para la culturs r el hecho mismo que ella sa decadencia física de la i a preparará soldados ind jorosos para la lucha soci ierra civil. Para conquistar la jornada oletariado tendrá que prest emigo y esta lucha le ser 1 preparación á las batallas s y más decisivas. No se tratará de la lucha c (n, como en campaña electt -o de distrito. S e trata de la lucha de cía realiza en el taller y en la a los caracteres. La jornada de ocho horas forma, sino un media de ag uve un alivio, sino un ari i jornada de ocho horas iado fuerte, y nosotros ¡nía lucha, porque solo v a. El perro capitalista < te sus privilegios; para a romperles los dientes, finémonos para la lucha do solo puede contar parí ¡1 derecho del puño. El capital no tiene patria, una buena colocación. Y xplotaciún burguesa ha r i a m e n t e , por razón del j, una explotación interr )ce razas, ni íronteras. } rentemente donde quiera mparo de una intervencM inta, ante este cosmopol acional amarilla, debe al alismo obrero, correspo >antagonismo de los in — G a b r ie l D e v il l e . lomo varían los hombres y un filósofo desilusionado. Deville que escribió eso, i ca que tan cínicamente h jarlamento francés los ii proletariado. Huelga rtadores de ladrillos de ndo aumento de salarii humanas de trabajo, se ja este gremio, asta la fecha no se ha ol satisfactoria al conflicto os se avienen solamente :o de 20 centavos por n leados, pero se resisten dar las demás condicione ren á la medida fija de íás humanitario á los ob »tos, por su parte, no st la actitud altiva de los p :n firmes en el terreno < uestos á obtener una vic ¡as pasados los dueños oticia de que en caso dt res los obreros parados, dad de desalojarlos de 1 s tienen en los hornos. < «Trabajadores: Cuando vosotros perm anecéis sum isos al mandato incondicional de los explota­ dores; cuando os desinteresáis de vuestra situación y dejais en plácida tranquilidad á la voracidad insaciable de la san guijuela capitalista; cuando servís de triste com parsa A los politiqueros ó de carne de m atadero para las g u erra s ó revu eltas burguesas, ensonces, os honran con el título de pueblo bueno, porque com o m ansas ovejas os de­ ja is impunem ente esquilar. Pero, cuando im pul­ sados por la angustiosa m iseria ó por una más clara conciencia de vuestros intereses, os lanzáis á reivin d icar vuestros derechos conculcados por patrones y gobiernos, enton ets os llam an chusm a, y toda la btutalidad del poder, toda la osadía can allesca de los esbirros, toda la inm undicia de las plumas vendidas, toda la salvajada de los brutos de uniform e todo se vu elca sobre vosotros, con la intención p erversa de ahogar las manifiestad o n e s de libertad los prim eros pasos hacia la organiaación del mundo nuevo de los trabajadores, vuestros ataques al p riv ilegio capitalista, g e n e r a ­ dor de m iseria y em brutecim iento, de ignorancia costeado con nuestro su dar 7 ... #u« y exclusivam ente, á defender y con solida*_ sus intereses m ateriales, persiguiendo y cañando á indefensos obreros, en su m ayor parte a * ¡Es así como esa clase corrom pida nos da lecci de patriotism o, á nosotros los socialistas omo A l m encionar este hecho, no lo hacem 0 . ta patriotas. D enunciam os sim plem ente la c ° “ ° u de la canalla gubernativa, para que sea com entada com o es debido por los que aun con servan ju icio de am ar á su nación, odiando á as > aberración en la que nó in currim os los 80C • que dem ostram os con la historia, que a patria se ha ido ensanchando cada v ez más, pa sando por la de familia, la de tribu, de c u a , provincia, y de nación, para llegar, finalm ente, en un porvenir no m uy lejano, á la de humani a . L a explicación del hecho que m otiva estas lin eas es á nuestro juicio bien sencilla: la com isaría de in vestigaciones vive, por una parte, de to a a podredum bre social: ladrones, asesinos, etc. de profesión, con que nos brinda el régim en cap ita ­ lista actuul. Pero sucede con esa industria (nos referim os á la. de investigaciones) lo que con todas com o no lo^fímron ni los de la clase feudal, ni de la clase c lerica l, se agita, se extrem es* f < pudiendo re c u rrir i la ló g ica para refutar~ fundam entos económ icos, ético é histórico dr1 cialism o, se v ale de la fuerza com o recurso m mo, com o la única «razón capitalista». A n i** bern aba con la fuerza del ham bre «vencedor*’ todos los escrúpulos»; hoy sigu e gobernando fuerza de las b allonetas. de la reclusión, p ersecución y de la extrad ición (L e y de R< cía ) . E l único rem edio eficaz p ara su p rim ir esa tula cap italista que se denom ina: com isaría de j¡ v estiga clo n es (sección social) t s la organizad cad a v ez m ás form idable de la cla se trabaj; ‘ de la repú blica. El día, que á la prisión de u n solo obrero, hab er incitado á la h u e lga á un compañero, su ced a ip to f a d o , una nota al je fe de policía, en que se le notifique, que si en el térm ino de h o ra s ese com pañ ero no es puesto en libertad aba*] uta, se d eclarará un m ovim iento de huelga 1 «in ^TeU u°* , lo» .|UCb“ b»cl* ... obte A .11» “ " . v i » ! ’»* 8 cu»»10 ®ec»Dl! pUliedeo c#»nto e®Pe:ñ»r»e C0ñtf en la 1 p»r* Cl“ r t hund*n *** MM™01 , _ ei »lcaoc« DfP0 LA A llí los cam pesinos reclam an la tierra. tallos quieren poseer en común el ju d o que riegan con sus sudores y con su san gre y nada ni nadie lo­ grará detenerlos. Y a no creen en las prom esas del P a d r e c ito , que hizo asesinar colectivam ente á sus herm anos á principios de año; no quieren delegaciones que v a ­ yan á reclam ar lo que ellos directam ente pueden hacer: posesionarse de la tierra que hacen produ­ cir para sus amos, quebrando su misión de clase. En estos momentos la agitación revolu cionaria del proletariado, alcanza una iutencidad nunca vista en todo el Imperio. L a huelga ferroviaria h.« alcanzado proporcio­ nes extraordinarias. F av o rece la acción de los elem ento revolucio, narios en alto grado, porque impide la m oviliza­ ción de las tropas y crea una situación difícil á la autocracia que no puede impedir la expansión de las insurrecciones. L a s ciudades incom unicadas, el pueblo defen­ diendo sus derechos, con la huelga y barricada, las industrias paralizadas la propaganda re v o lu ­ cionaria extendiéndose é intensificándose, son los preludios de la bancarrota czarista y del triunfo del pueblo obrero. Y á pesar de todos, las m atanzas e fe ctú a la s por la tropa, á pesar del odio d : razas fomentado por la autocracia, com o indispensable á su sosten1míen to, pues ap rovech a la disención de las fuerzas in ternas para aniquilarlas (odio que vá am enguandosé por la constante propaganda socialista, que hace cojnprender á los pueblos rivales que todos caen bajo la acción nefast i del czarism o). á pesar le todos los esfuerzos desesperados para elud ir el golpe certero y finnl, la autocracia m archa á la derrota. El proceso de descom posición socia' y político que opera actualm ente el proletariado en Rusia, ha llegado á su máximun; la obra de la organización obrera revolucionaria vá definiéndose, haciéndose neta y su vasto plan de com bate no será burlado. Y todos los luchadores de la libertad m artiri­ zados por la tiranía czarista, y todos los buenos que dieron su vida en defensa del pueble su frien ­ te y oprimido, tendrán la gran revancha: el hun­ dimiento de un réjim en brutal, sím bolo de un pa­ sado bárbaro, cim entado sobre m ontañas de cadá­ veres, y el advenim iento dt la R usia popular y lib re. E stib ad oras. — L a c ir­ cunstancia de haber rea­ ¡ g r e m io s nudado el trabajo después del m ovim iento huelguis­ ta en que se empeñaron, sin ser atendidos en sus justas reivindicaciones, no parece haber influido desfavorablem ente en cuanto á su espíritu de lu ­ cha y a la robustez de su organización de resis­ tencia. A s í lo denuncia la reclam ación interpuesta p or la sociedad del grem io al contratista Muchinston que seguram ente confiado en las dificultades cre a ­ das á los obreros con el estado de sitio, se p er­ mitió violar una de las condiciones de trabajo establecida por aquel os. dism inuyendo el personal destinado á las bodegas. Intimado á respetar la aludida condición, y habiéndose resistido á ello, el 23 de! corrien te los obreros abandonaron el trabajo. Pero el mismo día y con más prontitud que la quizá prevista por los trabajadores, éstos fueron atendidos en su imposición. El contratista Muchinston con su som etim iento incondicional se habrá enseñado á sí mismo y á sus colegas que Iqs efec­ tos del estado de sitio no alcanzan basta perm itirle violar impunem ente las condiciones de faena es­ tablecidas con anterioridad. E l hecho com entado nos permite justam ente con­ siderar que á pesar del estado de sitio los obreros pueden hacer y son capaces de hacer a lg o , y que si tuvieran la fuerza de espíritu de despojarse del miedo que los inm oviliza ante las m edidas violen ­ tas del adversario, se sentirían con la capacidad necesaria para hacer a lg o m ás, es decir, todo lo que las exijencias de la lucha les reclam a en las circunstancias presentes. P o i* lo s A C C IÓ N S O C IA L IS T A T o ia b a r t s r o s .— D esde i l 19 del co m e n te , sin intim idarse por el estado de sitio, se han declara­ do en huelga reclam ando la abolición dt 1 trabajo á destajó y otras mejoras. V arias de las principales casas han aceptado ya las reivindicaciones exijidas, por lo c aa l el m ovi­ miento ha tomado un cará cte r parcial L o s que aún continúan en huelga, alcanzan á 600 y el de las casas que se obstinan en no con ceder lo reclam ado por los obreros, son diez. Nuestra palabra sincera y efusiva de aliento á estos trabajadores para continuar en su encom iaW e actitud de resistencia Todo m ayor esfutrzo p a ia prolongar é intensificar su en ergía tendrá su pre­ mio: por un lado la conquista de las m ejoras exijida?, por otro, y principalm ente la form ación del cará c­ ter com bativo ó la educación moral t:n indispensa­ ble para saber afrontar con valentía las múltiples altern ativas de una lucha la rga y sinuosa. Panaderos. — El Consejo local de la sociedad de este grem io ha lanzado un manifiesto en que lorm i . la su crítica viril á los dtsm ; nes burgueses; é incita á ¡os asociados á m ajiU in ree firmes y dispuestos á no perm itir el menor abuso patronal. En tal s e n ­ tido les recuerda que siendo una de las m ejoras conquista ja s el descanso en t i último dom ingo de cada i»*,}-, i.ingur.o debe ir á trabajar en tal dí.i ni consentir una violación por parte de los p a ilo ­ nes. Y á no dudarlo, lo? obreros p naderos que cucM .ui con una tradición de fecundo lucha, qqe h m sabido, responder unánim em ente al últir ino p .ro general, sabrán cum plir con su deber y in an .ftstarse celosos de las conquestas alcan ­ zadas. Ce ra s g a á Ida oc m pafisros que ten ga n ta lo n a rio s da ri^a y lo hayan vendido, rem itan el im porte á la brevedad posible donde in d ica la nota re m itid a Zga«Jme»te se lee recuerd a 4 lo s -g a s ta n gen lis t a de su scrip ción de m an darlas con lo raooletado , lo m-i8 pronto quejpuedan. - S e las rn aga á los sasorip toresjp on erss al d ía 1 de lo con trario ao 1# suspenderá ol e nvío do l á A C C IÓ N . B a h ía B la n c a . — La agrupación socialista de esta localidad acaba de publicar un enérgico manifiesto incitando á los obreros á m antenerse firmes y no dejarse in tim i­ dar por el estado de sitio. No dudamos que los trabajadores de Bahía B lanca sabrán cum plir con su deber. Así nos induce á pensar la actividad y el entusiasm o de que vienen dando prueba de un tiempo á esta parte. V ario s son los grem ios organizados, y varios son las organizaciones obreras existen tes en aquella lpcalidad llenas de vida y excelen tes condiciones para la lucha. L o s m ovim ientos huelguistas que han prom ovido se caracterizaron por su v ig o r y su éxito. Esto hace que Bahía B lanca se encuentre entre las prim eras ciudades del interior, en cuanto á la im portancia y lozanía de la acción em ancipadora de los obreros. Nuestro aplauso y nuestra palabra de aliento. . A su l —Es uno de los puntos del interior que también se distingue por La prosperidad del mo vim iento obrero. Un testim onio de ello nos lo ofrece el tenaz em ­ peño de los funcionarios burgueses en con trarres­ tar de todas m aneras la acción de los obreros. En efecto, á t a i z del herm oso acto de protesta contra el estado de sitio que llevaron á cabo los trabajadores azuleóos, durante los días 11 y 12 de O ctubre,la policía se inició en una série de medidas las más arbitrarias y brutales. Encarceló á sesenta obreros pertenecientes á los varios grem ios que tomaron parte en el paro gen e­ ral. Clausuró la im prenta del valien te colega «El Obrero». |Hasta selló la biblioteca del com pañero Bosio, seguram ente por temor de que su rica dota­ ción de buena literatura socialista y revolucionaria pudiera arrojarles algo p oligro so. . . . D e l in t e r io r _.»nitud 7 ®*gn,lu“ 7 ¡«o, de*Pu riel •ne0l,g con ’ la ((Imbéciles! siquiera In h u b* s e * utilizado ¡* bfl d esasnarse un poco. ..) q«e miento ade . establecer o A l com pañero F. O jeda le pusieron u« esbw en la puerta de su casa, con orden de detenerlo l»s»n rinit! salía á la calle. re» ge Pel P ero O jeda voló, y aún perm an ece el milico su honorable p u e s to ... <*,al B osio y el se cre ta rio de la sociedad de alhahi fueron conducidos, carg ad o s de caden as y espo* Y no 1 prim ero á L a P la ta y lu ego á esta capital. irrollo S eg u ra m en te á estas horas, la chusm a burgos del A zu l, se sei.tirá m uy com placida pensando la i Acacia decisiva de su go lp e ¡Pobres cretinos! no alcanzan á comprender q« los resultados serán bien distintos. Conocemw » » » » “ <!• los com pañeros del A zu l, y nos com place afina que saldrán de la prueba con m ás empuje, c , ¡„po,ibili“ r « '• ) “ más ardor. , 01o por ahora e A l em peñar la lucha en el terreno más radical de clase, no han ignorado los contratiempos qi L» burguesía sabe q les acarrearía; si la han realizad o es porque h ibrán sentido con la e n e rg ía necesaria pu efecto de ahogar todo afrontar sus consecuencias. en absoluto toda inicn -S £ T --í -•-eD>“dClC y esees el resultad San P sd ro — L os trab ajad ores del puerto, que sol los que constituyen d núcleo principal de la orgt principios del año coi »,n!r todo el m zación obrera en aquella localidad, han debió para prevenir sosten er una lucha en extrem o encarnizada •de la cosecha. En l* tirante con los em p resarios durante el últin al imperio de la mism m ovim iento. los obreros del puerti La sociedad »Libre T rabajo * en su asqueros de los realizados hast misión de ; roporcionar carn ero s á los capitalistas pleo de estas m ed id i no ha escatim ado tsfu e rzn s en contra de la cansí de los obrrros. P ara p. J er trab ajar se quien adjudica un triunío q conquistado. (Sin ei exijir de aquellos su in greso en la aludida insti ticamente se recom tución. Pero la totalidad de los afiliados á la tociedi manezcan en sos cas: de resisten cia se oponen á ello, manteniéndpa nos pegue, que la pol firmes en su organización. Uno solo ha dado porque los movimient triste ejem plo de traicion ar á sus compañeros obra de incon scieni Los con sejos huelgan. L o que deben hacer es­ casos term inan con li tos trab ajadores depende de lo que sean capaces se mienta, aunque la de rea lizar. trario) L a s difíciles circunstancias porque puedan atrave Es verdad, que el ui sar deben se r sus me jores con sejeros. Y á no dudar lo la resolución más honesta de todo conflicto sala provoca alguna antipat una consideración basl podrán obten erla m ediante un suprem o esfuer» traducido en un acto de acción e n é rg ica y audai Varguesia en sv eje: que violentando todos obstáculos les devuelva respeto absoluto de su organización . G sn sra l V ille g a s - E l grem io de albañiles ki conseguido la jo r n a ia de 9 horas sin necesidad* re c u rrir á la huelga. Un solo con structor se negó á a ce p ta r la reivindi­ cación aludida, lo que m otivó la declaración boycott por los obreros. Y aún cuando á los pocus dfas dicho construetqí se som etía incon Jicionalm en te.sus ob ras han cootí1 nuado paralizadas debido á que otros constructor* ocuparon á sus obreros. Buen ca stig o á su ter quedad y excelen te enseñanza para vi porvenir. — L a cuadrilla m unicipal se decl ró en huelg» e l día 14 de O ctu bre, reclam an do la jornada de horas; pero el lo cesab a el m ovim iento con triunfo com pleto de los obreros. —L o s h erreros y carpinteros han presentado a* pliego de condiciones e xig ien d o 9 horas de trabaj» y otras m ejoras Com o los patrones se negaran á suscribirlo, M» segun da reunión de los o b ie ro s rea lizad a el dí 17, acordó pasarles una nota in vitán doles ó prese» tarse al dfa siguien te en la se c re ta ría de la sociedad para firm ar el pliego, de lo con trario declarar!»* la huelga del grem io. P ero ésta no han necesitado ejercitarla, P®** con suma diligen cia y docilidad con currieron todo» á m anifestar su aceptación á las exigen cias obre — Esta actividad de los trab ajadores bajo ^ estado de sitio, ha provocado, com o era de esp» rarse, la actividad de la policía que clausuró inmídiatam ente el local de las sociedades, colocaüdP una guardia en la puerta. T am bién citó á varia* com pañeros para m an ifestarles que quedabaB ter­ m inantem ente prohibidas toda clase de reuniones intim ándoles la suscripción de un documento p* el cual se com prom etieran á resp etar sus dispod* ciones. ioai« «o ensueño revoluci, <ioe la realidad está Para decirnos lo que Y nadie puede c « e l estado de sitio: Se necesitaría muc ¡^rguesiaabandon «sT¡¡¡,paniella cq tartaño P r° b lc m á ' marcial l° rgUesía a Marzo ’ í°1rque ^ centra'(ia toda ta ^ aPelaráa7 r? ,a Pot. Pr°úuctos. 5> P a r a as ” *‘ S 4 w rmiiir 1 Masacre* T Proles i2“ f“ro»»°dUs *“ r ^ tU e aao„.^ í rech< qüe cueste acctón á s, las • ra hacer lntenc¡on esto que i».. l0nes critnú k *uchar u ' “«i ilT tlúe ah<lacia de la L que P E R IO D IC O S I N D I C A L I S T A R E V O L U C IO N A R I O í o T . reci m áu írt.^ que Je_: j*CÍ e rd4' , Mw,». A Ñ O I. B U E N O S A IR E S , N O V IE M B R E D E tta w i A P A R E C E E L 11 T 21 D E C A D A M E S 1905 N Ú M ERO 9 . >,íeuda\,táV* ttre m e c t ■j^ * reta l» Imposiciones do ja luelta. \ 6t\c o 4eV ^ Si en virtud de una tendencia á la tranquilidad y al reposo consideráramos agotado el tema del estado de A rñ«s^ sitio y resueltos los problemas que la arbitrariedad ven ceáou \xvAxAa * burguesa ha planteado á la clase obrera de la repúclusioQ C0|)li blica, sin vacilación afirmamos que tal pensamiento eca ts o su ytt. Resid ^ *ol° 86 *nsP‘rarf* en un* Pura co nven‘encia particular y nunca en los vitales intereses ¿ imposiciones de la clase trabajadora luchando por su emancipación. Sin duda alguna ya hemos superado la oportunidad de la critica enégioa á la bárbara actitud de los domi'Mor, nadores; ya hemos superado el momento en que se hacia necesario revelar con la mayor claridad á los 0 °hre re, ojos de los obreros todo el alcance y significado de °°>paúiero. P* conducta del adversario. Pero aun hay , p .. v la violenta conaucia érm . *• eBt algo más que realizar. libertad * La crítica y la protesta verbal ó escrita por si mis­ mas no implican un acto positivo ó material de lucha. .huel«a dt Sus efectos se dirigen más hacia la clase obrera, en cuanto tienden á ilustrarla sobre el verdadero funda­ mento y mecanismo de la sociedad burguesa, y en cnanto pueden contribuir eficazmente á prepararla para empeñarse en la lucha en cada circunstancia. Pero ya abundan las palabras y los comentarios. Después de habernos revelado ampliamente toda la magnitud y el alcance de la conducta audaz y opresi­ va del enemigo, después de habernos convencido por utilúado la experiencia, con la repetición del mismo procedi­ miento, de que á la burguesía del país la anima el pro­ ran u« esl pósito de establecer como práctica de su política de de deienen clase, la sanción de la ley marcial toda vez que los ce el milico trabajadores se permiten molestarla en la adquisición r de sus ganancias; después de percibir claramente el ad de alhajé alcance de sus audacias y prepotencias, un problema lenas respok se nos plan ea cuya solución de ninguna manera p o ­ c a p ita l demos rehuir. Y no podemos rehuirla porque de ella u s in a burgos depende el desarrollo progresivo y lozano del movi­ l a pensando^. miento obrero. En efecto, el estado de sitio se ha convertido en la omprenderf Conoce©» madida que sistemáticamente tiende á adoptar la raplace afina burguesía contra todo acto del proletariado. No se trata de un obstáculo ó peligro que se limita > empuje, c§ á imposibilitar el ejercicio de los mejores derechos, a m á s radica solo por ahora Es el gran obstáculo del presente, y tratiem p os % una amenaza del porvenir. t s porque^ La burguesía sabe que el estado de sitio tiene el n e c e s a ria p f ' efecto de ahogar todo movimiento obrero, de quebrar en absoluto toda iniciativa ó propósito de lucha. puerto, quesr^ Y ese es el resultado inmediato que ella busca. A pal de la orp principios del año corriente prorrogó la ley marcial id, han •>*" debí para prevenir todo entorpecimiento en el transporte encarnizad: :arnizad:f .d , ;cosecha. En las actuales circunstancias apeló .. inte: el filtif de la misma para vencer el movimiento de j al imperio imp los obreros del puerto, el movimiento más ptderoso i su asqDera^ os capitalisé de los realizados hasta ahora en el país. Y con el em­ ra de la c«f pleo de estas medidas violentas el adversario se a ja r se qcwr adjudica un triunfo que de otra manera no hubiera i aludida wr' conquistado. (Sin embargo entre nosotros ststemd' ticamente se recomienda la calma y que todos per á ia soeirdi manezcan en sus casas.... para evitar que el vigilante n a ntenién* nos pegue, que la policía se irrite, etcétera. Además 0 ha dado porque los movimientos violentos son descabellados\ compafteroi* obra de inconscientes]I que eu la totalidad de los ben hacer tr casos terminan con la derrota. Y esto se dice aunque se a n capaot se mienta, aunque la experiencia manifieste lo con l trario) jaedauatn^ Es verdad, que el uso eontinnado del estado de sitio Y i oo dtdt provoca alguna antipatía; pero esta no puede constituir 1 conflictos^ una consideración bastante poderosa, para detener A la remo esfflfl* Ipupuesia so su ejercicio, mientras la ley m a rc ia l gica y 3$ s devneln' 9 tenga la virtud de ofrecerle una situación de rosas muy conveniente á sus intereses; la calma absoluta, el quietis­ mo de las organizaciones obreras, la actividad febril en las fábricas y talleres De aquí que surja evidente una afirmación por todos aceptadas; La burguesía argentina ha erigido el estado de sitio, como sistema de gobierno para ahogar todo movimiento obrero y suprimir cualquier obstáculo en el proceso de su explotación durante la época de mayor ao < tivdad económica. Frente á este hecho, á esta realidad innegable, la clase trabajadora no puede contentarse con pronunciar palabras de ruido ó proferir amenazas que nunca se cumplen. Ella tiene ante si una trascendental cuestión que estu­ diar y resolver. Basido unánime en las filas obreras la opinión de que él actual estado de sitio no terminarla en los primeros días de Enero por cuanto con suma probalidad 61 será prorrogado. Y por poco que reflexionemos necesario es convenir que poderosas razones apoyan tal previsión. A l mes de Enero corresponde la época de Ja mayor actividad en la economía nacional y durante la cual se realizan en las industrias agrícolas operaciones que no admiten dilación, que deben efectuarse en un plazo perentorio. Y á no dudarlo si el estado de sitio se levantara, el movimiento huelguista alcanzaría, quizás, prnpoicionea no superadas debido á la imposibilidad en que se han encontrado la casi totalidad de los gremios de interponer sus reivindicaciones en estos últimos meses del año. Esto no lo ignora la burguesía, y por el contrario lo sabe perfectamente bien. Por eso, y en vista de su conducta anterior y de la prepotencia que parece caracterizarla juicioso es preveer que el estado de sitio será prorrogado, ¿ Y ante tales perspectivas la clase trabajadora del país ha de continuar indiferente y muda? jSe dejará sorpren­ der por los acontecimientos, demostrando asi que para ella no tuvieron ninguna eficacia las profundas enseñan­ zas de los hechos anteriores? Confiamos en que esto no ocurrirá y que como es propio de los seres inteligentes, sabrá prevenirse con tiempo de los nuevos ataques con que le amenaza el ad­ versario. Se dice qua la conducta desmedida del enemigo es de consecuencias saludables para el movimiento y las orga­ nizaciones obreras, porque al dar á la lucha modalidades más ásperas y fuertes ejércita al pueblo trabajador gene rando en él un vigoroso espíritu de combate. Pero para eso es necesario aceptar esa lucha y no esquivarla Pre­ sentarse al enemigo dispuesto á desarrollar las más grandes energías, dispuestos á molestarlo en toda forma, obrando con audacia y empuje, y despojado de la pam­ plina de los brazos cruzados que á nadie asusta, y solo cuadra á los santos varones de la iglesia. En verdad que no comprendemos como se pueda adqui rir ese carácter combativo, si se hace del estado de sitio un período de tregua, de reposo, cuando debiera por el En tal sentido conceptuamos muy juiciosa y atinada contrario, ser un periodo de lucha apasionada. la proposición que Juan Roulé formuló en nuestro núN a d i e se aventurara á sostener que es eu esa forma lu c io pocaclo; —- ¿ w como la clase trabajadora solucionará la situación excep­ «Aoordar la inmediata realización de una huelga gene­ cional en que la coloca la actitud del enemigo, conquis­ ral en caso de que el estado de sitio fuera prorrogado » tando ó asegurándose la libertad de ación tan indis La posibilidad de practicarla ya no se discute Los p e­ p?n sable para el desarrollo y madurez de sus organiza - simistas y los indecisos saben ahora, que no es cosa des­ ciones cabellada y loca provocar un movimiento general bajo el Esa solución solo puede ser hija de una franca y abier imperio de la ley marcial. Los hechos han reivindicado al ta disposición á la lucha, del retorno al combate obsti­ grupo de los extremadamente jóven es__ nado y vigoroso, á la vida activa, á la más pujante Lo que ahora debe preocuparnos es la necesidad de acción revolucionaria y de clase. darle una mayor extensión y transcendencia, empeñar­ Si la burguesía decreta el estado de sitio con el pro nos en que sus efectos sean superiores. pósito de detener el movimiento obrero é inmovilizar las Para ello solo bastaría iniciar desde ya una activa y organizaciones sindicales, nadie puede negar que el único entusiasta propaganda en el seno de todos los gremios remedio solo puede consistir en contrarrestar sus efec á fin de preparar el ánimo de los trabajadores, y adop­ tos, en anularlos, provocando consecuencias diametral tar todas las medidas conducentes á asegurar el óxito mente contrarias; es decir, haciendo que al decreto de la en el caso de que se hiciera necesario empeñar la bata­ lla. ley marcial no corresponda el silencio, el quietismo de las masas obreras, sino el estallido expontáneo de moví Y no vacilemos en responder decididamente á todas las exigencias de la lucha. mientos generales tan intensos, tan convulsivos y amena zantes como lo impusieren las circunstancias y lo con­ Concurrir á la acción es manifestar el firme propósito sintiera el grado máximo de la capacidad obrera. de emanciparse, de conquistar la victoria á cualquier Es innegable que la burguesía ante la ineficacia y el precio Solo en el combate sin cuartel la clase trabajado­ ra adquiere coxciencia de su fuerza y avanza en la jo r ­ resultado edverso del estado de sitio, inspirándose en sus nada de su rendencíón. propies conveniencias, se abstendría en lo sucesivo de em­ plearle con tanta facilidad y descaro. A este fin deben converger todos los esfuerzos del proletariado. Su atención debe estar hoy totalmente solicitada por esa lacha negativa encaminada á eliminar los obstáculos más inmediatos y poderosos que se oponen á su marcha triunfadora. Debe empeñarse en librar á su movimien­ to de la amenaza constante que le asedia con la pro mitigación de la ley marcial toda vez que se inicia en sus gestiones reivindicadoras. D e otra manera* poco ó nada sólido le será permitido realizar. « • * Aceptadas estas consideraciones, corresponde concre­ tar la conduota del pueblo trabajador frente á las pers pectivsB de un porvenir muy inmediato. Todo temor por la estabilidad de las organizaciones es infundado. En el quietismo, en el silencio, se disgregan y debi­ litan. En la lucha se vigorizan, porque son hijas de la lucha y necesitan de su ambiente para desarrollarse y vivir. Marx lo ha dicho: *Un movimiento, una acción valen más que una doceua de programas». La A c c ió n S o c ia l is t a . R ecom endam os ó los com pañeros, qne situpatisan son la p rop agan d a de n u estro p eriód ico, se em p eñ en en difu n d irlo y cooperen á su s o s te n !gziepto. albaflü*5 necesid»11 ar lare¡v¡4 jclaraciáo * l u a i a llU p Q V tv n sv y iswv* iviog-M iiw iiw www»- <■»■ ^ o sp — ,o c o n s t é tuo ensueño revolucionario; nó, lo afirm am os, por ras haocí que la realidad está ahí, patente, inconm ovible, c o n s tr u í para decirnos lo que p asará y lo que debem os h a­ go á cer. Y nadie puede cree r que e l o de E nero term i­ ne el estado de sitio sin que en ese m ism o día sea prorrogado. , jornad*^ Se necesitarla m ucha ingenuidad para cree r que liento coi la burguesía abandonará las enorm es cosechas, que importan para ella cuantiosas ganancias, á los a za ­ res de una problem ática con ciliación con el p ro le ­ T«lS dt t tariado. Nó, la burguesía adoptará nuevam ente la .ley jscribhft f marcial, porque los m eses de E uero, F e b rero y y Marzo, son los de más actividad y en ellos está con ­ centrada toda la potencia económ ica del país, y apelará á todas las m edidas de fuerza que c re a convenientes, p a ra a se g u ra r la exp ortación de los productos. ss«3 *a5{ir0$ <■' re“í ? A ntes de perm itir la m enor lesión á su p ro vech o irá á todos los extrem os; antes de consentir una reivindicación p roletaria, en esos m om entos hará masacres, si la clase ob rera no o b ra valie n iem e n . te, rechazando las im posiciones y sosteniendo en toda form a su derecho á la vida, asegurando am plia libertad de acción á sus o rgan izacio n es, cu este lo que cueste. Y para hacer esto, para anular una vez por todas las intenciones crim inales de los explotadores, hay que luchar, h iy que uní.* á la fuerza del p ro leta ­ riado, la audacia de las gran d es em presas, sin que 1PCT HMIIC i m i l JPO 'm n v t n v p i . _ propósitos de los dom inadores y habrem os sa n c io ­ nado el acatam iento á las b rutales im posiciones d¿ la burguesía, luchando habrem os dado un paso más hacia la conquista de la libertad, habrem os más afirm ado una vez, no con palabras sino en el terreno de los hechos, nuestra intención de h acer im posible la paz social m ientras persista la exp lo­ tación, la servid u m b re de la m asa obrera. A la obra entóneos, si am am os la libertad y el derecho ú la vida, pues no entendem os á éste en la opresión y en la m iseria, sinó en el bienestar y en 1* libertad. ¡ Viva la h u elg a g en era l revolucionaria I / Viva la em ancipación obrera ! L a A cción S ocialista. E l p a c t o (le s o lid a r id a d E s bueno que recordem os algo de esta tentativa de acercam ien to e n tre las dos gran d es institucio­ nes obreras del país; aspiración noble, pero fr a c a ­ sada ante el sectarism o de m uchos conscientes. Y la recordam os, no para lam entarnos, sino para condenar to n toda nuestra energía, á esos preten­ didos defensores de la cla se obrera, que «anteponen ideologías mal digeridas, á los suprem os intereses de los trabajadores; que impiden con su uctuación una acción de clase nítidam ente revo lu cio n aria á los obreros com ponentes de am bas entidades y los hechos, la realidad, han venido á dar la razón d los excesivam ente en tu sia sta s , pero nada prdc~ ticos ni sesudos. A t íc ió n c e v o h ic io iia r ia Si preguntáram os que es un procedim iento re v o ­ lucion ario las respu estas que nos darían serían las m ás variadas, á pesar de p rovenir todas de hom ­ bres que profesan un m ism o ideal y pertenecen A un mismo partido. Y no pocas opiniones se han om i­ tido sob re ese tema, ni pocas polém icas se han sos* tenido, á pesar de lo cual poco dilucidado h ay al respecto. T an poca luz hay sobre el p articular que puede rep etirse que «dos p erfectos evolucion istas se a cu ­ saran recip rocam ente de acon sejar m edios re v o lu ­ cionarios y dos revolu cion arios se acu saran de no adoptar respectivam en te m ás que m edios legalfsmos», (Labriola, Kef. y R ev. Social). ¿En qué 110 se ha hecho con sistir un acto re v o ­ lucionario? En la reform a m ás insignificante de uno de los m ás insign ificantes cen ten ares de m iles de ley es que rigen á los pueblos; en el más pequeño m ejoram iento obtenido por los trabajad ores, y has­ ta en la aspiración de efectu a r un cam bio ue las b a ‘ ses económ icas del ordenam iento social. - ian conc u rrid o á deb o de defensa realizad j país. j s, no caer en los mis­ es q u e tenem os con• un nuevo golpe, los • d e b en dispo nerse des» re siste n cia .o b stin ad a :nto y la en ergía re• clara y terminanteopósito de co ntestar á j¿el enemigo, no con el ón y cobardía, sino con a su g ra d o m ayo r de con todos los enconos > los recursos eficaces, irse una vez por todas; !e la b u rg u e s ía tienen Conveniencia bien calcu- clases. O b ra agresi, miento obrero, po rq u e ® la perjudica, la moles|jj. 1 necesidad de contracom o hasta ah o ra su . p ro du cido ese resulm ientras así le c o n ­ d ec la ra rá el e sta d o de tio le ofrece la posibi:ción ie iv in d ic a d o ra d e variar su conducta re. lisposiciones de la santa i 5 qu e im pone el respeto is, las exigencias de la íplo de las burguesías nadas hasta en propi>era, p o rq u e tod aa esaobres zonzos extravia¡ irutecedor de ideologías ’ is estas son pam plin as :aso un a b u rg u e sía que acta en la concepción ses. os d e re p e tir lo que ya 11 varias ocasiones: los ido el fruto del antagolos dos contend ientes • sía) que h o y se dispu, solo p u ed e n solucioor la victoria de uno ú <¡ o b te n id a en la m edida ad desp legad a en cada ^ a . O tr a solución real y . I-i inobservancia sacrilega •Ir titildones, el irrespeto s públicas y d e la cullen pre oc up a r á quienes capitalista q u e defender le clase qu e conquistar, .'abajadora del país solo (nenazas d e estado de sitio, bu m o vim iento sindical, neficaz aquellas m edidas lya c o n qu istado una efecn. pensable hacerle palpar, lu rg u e sía la inconvenieno. P a ra ello es imiispennd er con hechos, y 110 ^abras, q u e sus m edidas lejar d e p ro d u c ir su s efeciá estas no sucederá la la inactividad p ro le ta ria sta el presente. Q u e d e ­ sitio p a ra contener, p ara o bre ro, en a d ela n te sus , y que su sanción tendrá iecer ese movim iento obre-ralización, llevarle á ex.. p o te n te manifestación de ' ’tfa, d e represalia ob rera, irguesía sepa, p o r haberlo d u ra y e jem p lar lección, ; sitio ya n o tienen la efie las majaderías proletarias, rio, de hacerla más intensa, a en renun ciar á toda vea, ella será la p rim e ra en ctos d e clase, la sanción de esto, no p o rq u e nuestra burco n v e rtid o de bárbara en irece creerlo a lg un os buenos icillam ente p o rq u e verá en tolerancia, la más conveá sus intereses d e clase, los trab ajad ores del país d e ­ am enaza de un nu evo esta1 en érg ica y d ecidida amea general. did o m uy o p o rtu n a m e n te , el tga General d e la F. O. R. A. >. d e T . al recabar de las eras cual sería su actitu d en -e de nu evo el esta d o d e sio se hau p ro n u n c ia d o los is m anifestando unánim em enhuelga general, naza debe to m a r to dos los , intensa, de una enconada l^ w C m lp y P f t l o e l o a t n c lo d o a i t | o i i i <11 o í i t o t a jnffi del c¡rt , do cpn los' ¡o R fese» de su fclaaej que^léníT n ecesidades, tocan te á la coordinación de Pasado el*prim cr m om ento en que fué decretad o el «11 rnallriul otrn nona i|iin Gomittín luglituidoa para ouitl.tr tln loa negocio* feren tes fraccion es de la clase capitalista, . estado de sitio, con el propósito de salvagu ard ar los ooinune* de le ulano bnrgueen. ciad as por razones de predom inio en las fu* intereses de la clase capitalista, la que se hallaba en el i U t i n i / i t n t a d e In » C o i b i o t l l t i . S l de la m áquina estatal, las qu e si bien e$ peligro do soltar una m igaja de lo m ucho qur le p e r­ T o d o s los gab iern ot v m uy erp jcia'm en te el nues­ están d ividid as en este sentido, no pasa lo — tenece á los trabajadores, parece que todo se ha ech a tro confirm an e9ta vertf id. cuando se trata de la clase obrera, frente á u - -d g .e u p lvid p , lo t jf l ha q u ed ada como. .ej\.est*do nor­ Kl estado es para la b u rgu etia el sostén síñ se hace-c is o omi9o d e todas las rencilla*.partid mal. N o se oye una voz de protesta, nada.. ! T o d o s el cu al le seria im posible su existencia de clase d o ­ para dar lu gar á la acción com pacta de defensa< parecen dispuestos á acatar las leyes infam es de un com unes intereses. m inante; en el estad i cu en ta U burguesía de cada gob iern o hipócrita é im bécil, dign o de quien lo presi* Sentada estn V re'fiísá! cíé3fe~$uprop)Vp<!só5. pais con un defensor po ieroso en las luchas quo s o s ­ d e, viejo ach acoso é in ú til, porque ya la corrup ción parlam ento es un instrum ento de clase destin» tiene con las burguesías de otros países, defensor que en que ha vivido, m asticando esterlinas in glesas ha h e rir n u e ^ ic s in tereses, desde que represe* no om ite esfuerzos para protejerla, dictando leyes co­ llegad o á em bargatlo por com pleto, y serian vanos d e fie n d a «Vieftánrente loa con trarios. mo las de Primas á la exp ortación de azúcar y á los todos los esfu eizos que se intentaran hacer para h a ­ A hora bien: ¿Podem os e sp e ra r qu e con la prvapores que hagan viajes rápidos á E u ropa, en la A r ­ cía de los diputados so cialistas en la C i bituarlo ¿ n o frecuentar sus antigu as... relacion es con gentina, el im puesto al ganado argentino, en Chile; puede cam biar en un áp ice el rumbo-que se los hijos de la rubia A lb ió n todas las leyes aduaneras, y en fin, las leyes. . . to ­ señalado? Nó, puesto qué e stá n d o lo s represen»Q u ién no se indigna ante los actos vandálicos que das; consideram os que aún aquellas que son en b e n e ­ cap italistas siem pre en m ayoría no permitirá com ete este gob iern o repu blican o por e x c e le n c ia , ficio do los trabajadores aorovech an á la burguesía ningún inodo la sanción de cu alq u ier proyecte que continuam ente hace caer sobre el p u eb lo tra b a ja, desde el m om ento en que satisfaciend o una n ecesidad los perjudique, ésto sin m en cionar otros obstá dor el peso de sus brutalidades, d ecretan do leyes d e al proletariado evitan luchas que solo perjudicarían á de Índole d iv e rsa que ven d rían á destruir ei coersión para los eternos exp oliados, m ientras los aqu ella pues éste, poco tieneque perder. fuerzo que aquellos pudieran realizar. • e xp oliad ores colocad os en con d icion es superiores, p o r V em o s entonces; que p reten d er en el parlamY no para ahí. O uaudo las leyes no bastan está el set dueños de los m edios de p rod u cción , se le p roteje le g is la r en nuestro beneficio, es imposible ab* ejército , aparentem ente defensor de la patria, real­ descarada y arbitrariam ente contra las o rg an izacion es lam ente, por cuanto trop ezaríam os continuammente defensor del capitalism o. obreras, cuando sus com ponentes exigen un p o c o con la ap lastante m ayoría bu rguesa que se * Las guerras del Tonkin. de A rg elia, de M arruecos, más de pan y algo más de descanso para su m ísera v i­ desdeñosam ente de hom bros, ante todas las ra H ispan o-A m erican a la A n glo Boer, la Internacional m ás justas y m ás g ran d e s que les expusida de trabajo y de privacion es no disfrutando ni aun en China, ¡a reciente Ruso Japonesa y mil otras, son nuestros diputados. Lo único que se consen del arte que la naruraleza ha creado p a ia todos los se­ una luctuosa y sangrienta prueba de fidelidad que el con esta ingénua actitud, eviden tem en te neg*res sin distinción, no ten ien d o más derecho que el de estad* ha dado á la b urguesía. sería la de ro b u stecer las fun cion es de un eleprodu cir para loa am os, y siendo en carcelad os y d e ­ Todas estas guerras han puesto en peligr~ á los go­ enem igo, dándole una im p ortan cia que de ni­ p ortad os cuan do in d 'gn ad os poi tanta infam ia levan­ biernos be'igerantes y á régim enes -m ero s por ejemna m anera tiene, y p erjud icán donos enormetan su voz de protesta. en la verd ad era acción que tenem os que des pío, Ru9ia; sin em bargo á ellas han ¡do los estados Es censurable que los obreros se detengan a tem o ­ fiar en los sindicatos o b re ro s. cuando los intereses capitalistas lo han requerido. rizados ante las m edidas im puestas por n u tstro s g o ­ C re e r que la lucha p arlam en taria es un Esta regla no ha sido eludida por el estado argen­ bernantes. A n tes por el con trario debem os protestar eficaz para h acer obra co n stru ctiva, es despo¡tino. Todas las leyes que el capitalism o nacional ha con todaa nuestras fuerzas, de una m an era en érgica, de toda lógica, es v iv ir fuera de la realidad pn ecesitado, las ha sancionado. demo; trá n d o le que no acatam os sus le y e s. to que ninguno puede e star esperanzad o en los Y cuan do una nueva fu tr ía resultante del d esarro, tienen in terés en no dár, y si de quitarnos E llos nos desafian y nos p rovocan por segunda ó lio de la socied ad burguesa, entró e a ju e g o ponien­ donde sea posible, algo de lo aparentem ente 1 tercera vea y n osotros no debem os rehuirlos, al c o n ­ do en p e lg r o los d ividendos leon in os de los capita­ que tenem os. trario, hemos de levantarnos llenos de gran in d ign a­ listas, él, no reparó en ob stácu lo s y dictó tres estados L a única form a cap az de a rra n c a r alguna m ción pid ién doles cu enta de la sangre p roletar/a que de sitio, una ley de expulsión, insti uyó una policía ra no está t n el con ven cim ien to que puedan 11, allá en la plaza M arzini y Lavalle, ha regado las ca lles n uestros diputados á sus c o le g a s b u rg u eses- especial, . ten dien te á im pedir la expansión de esa á ellos rjue snn los responsables de esos actos sa lv a ­ fuerza: más aún, tendiente á destruirla. to que á éstos les im porta un com ino, lo que jes; sí, á ellos y todo su séquito de inquisidores, capi­ sea sus cap itales é in tereses,— sinó en la 1P a ra esto tuvo que rom per sus propias leyes, su tan eados por el ya renom brado' y antigu o la d ró n fran cam en te revolu cion a ria lle v a d a á cabo por propia legalidad. V alle. m ism os o b rero s o rgan izad o s, que son la veré ¡V aliente trabajo! ¿Q ué es la legalid ad , el d erecho? ra fuerza que in teligen tem en te orientada en SI continuam os así, siem pi* hem os de ser e xp lo ta ­ N ada, frente al d eiech o de los derechos, frente á la corrien te de e n e rg ía s siem pre nuevas, los dos y oprim idos; blanco de la am bición capitalista, fuerza. Esta es la que im pera soberana en todas p ar­ fu ertes y p reparados p ara p od er o b lig a r á sus m ientras perm anezcam os aislados y no nos demos’ tes E l estado p oseyén d ola ha usado y abu sado de plotadores A d esp ojarse de todos aquellos pri» cuenta de una vez por todas q u e nuestro verdadero ella en beneficio d é l a clase que representa. Estuvo gío s que hoy por h o y los hacen más pod puesto, desda el cual debem os lu ch ar y vencer á nues­ en su papel. sos, pero que sin ellos serían fuera de toda, dtros opresores, es desde los sin d icatos obreros á los Un acto realizado por un órgano de clase, com o es in fe n o re s á n osotros. cuales hem os de dedicarnos con verdadera pasión y el estado, ten dien te á am parar á la burguesía de lo* L a obra de los diputados so cialista s no debe entusiasm o, puesto que ellos son los en cargad os de ataques del proletariado, debía p rovocar en las o rg a ­ la de adaptación al m edio en que se encueta llen ar un im portante papel en nuestra em ancipación nizaciones que representan á este, otro a cto tendiente pretendiendo, aunque inútilm ente, erig irse enl* E l deber nos im pone segu ir nuestra obra em pren­ á exteriorizar sus sentim ientos, y así acaeció. la d o r e s ,-c u a n d o los únicos llam ados á hacerlo dida hasta v en ce rlo s ob stácu los que nuestro gobierno los m ism os ob reros, im poniéndose directamen L a lucha, pues, se libra entre las dos organizaciones nos p resen ta á cad a paso: su s a m o s—ia acción de los representantes obr la burguesía y la proletaria, en tre las organizaciones en el parlam ento debe se r única y exclusivam La lucha d ebe ser reñida, los más fuertes vencerán y estatales y sindicales. de d escréd ito á todo lo que signifique poder éstos serem os nosotros (A la lucha, pues, y así h are ­ E l proletariado en su lucha á m uerte con la burgu és, adop tar una actitud decididam ente der m os obra práctical guesía, en cu en tia en ei estad o al aliad o incondicional dora, d escu brir todas las m iserias é infamias _______ B oilita de esta; en el sin d i;a to (gobierno que cu id a de los in­ ios hom bres que m anejan la cosa pública, ser tereses com unes d¿ la clase proletaria) encuentra su batallador constante, un obstru cionista en toda J-a, tAceión a m en tari». m e;or aliada: la m ancom um ón de sus fuerzas. am plitud de la p alabra, que rem u eva la podred Y si lo d icho es verdad ¿cóm o pretender que el p r o ­ bre de este sistem a social, y que la pestilencia y l a o la !» e o h r o r n letariad o no ti-n d a á destruir ese pod<r, pedestal de las porquerías b u rgu esas sirva n para ahogari* com batirlos sin cesar, con toda la energía de la sociedad? ¿Cóm o pretender que él luche p .r a a u ­ U n tem a p o r d em ás a g o ta d o en d iv e r s a s o c a s io ­ se siente capaz el que sabe lo que su fre el mi mentar el poderio del estado? Por que entendem os n es, p ero q u e se p re sta s ie m p re .1 n u e v o s c o m e n ­ trab ajador que v a uncido al p esado carro de tario s, estos s e d esp re n d e n co n tin u a m e n te d e lo s que es aum entar su pod er concentrar ten sus m anos régim en abom inable; en una p alab ra, ir al pi h e ch o s q u e á d iario v em o s re p ro d u cid o s, a lg u n a d e los ferrocar.iles, las minas ect , com o lo pretenden m entó p ara ob stacu lizar su funcionamiento é 1 la s v e c e s con v a ria n te s m ás ó m en os e v id e n te s ! ios socialistas estatistas estilo V an dervelde. L e jt s de tih za r lo , no 4 robustecerlo. lo s o jo s de los tra b a ja d o re s, y d e lo s c u a le s se eso. d eb e te n d e rá destruirlo porque .la clase obrera e n tre sa c a n e n se ñ a n za s p r o ficu a s p a ra el m e jo r deL a acció n p a rla m en ta ria d eb e s e r aceptad» no puede lim itarse á entrar en pooeción de la m áqui­ lo s o b reros co m o uno d e lo s ta n to s m ed ios de 1: ° la acri6rl o b re ra en la s m ú ltip le s h Lns i<i>M*rnna m n iln m o * nf> m n y a E s preciso ilustrar nuestro1 xistas con im ágen es concrete do que se ponen grab ad os e N uestra táctica consiste: i día más clara la conciencia c ver más eficaces nuestras ar huelga). L a agitación de las ocho nentem ente estas dos condic En efecto ella tiene la in plantear la cuestión sobre si no, el terreno económ ico, d el terreno económ ico que 1 corporativa para convertirse E specialm ente en Francia, agitación tiene la ventaja de ción proletaria del g u ig n o l p. de se agitan los farzantes < pa ta h acer olvid ar al prole dera misión. L a pequeña l.nrguesfa dt tenta en nuestros días el pe pliega sus talentos para ha< trabajadores las cuestiones charlatán de feria ella nos a d a ra d o n e s y hace brillar re mas. L a agitación de las ocho d e este espectáculo entontec E n segu n do lugar, cuantc que la jorn ada de ocho hori m ejora durable de las condic después de las experiencias chas, la jorn ada de ocho ho cir los beneficios de los g r tendría más bien una tendenc tanto más cierto resulta que m ejoram iento considerable d< lucha del proletariado. Paree ta últim a m ejora la más im[ ser tenida en cuenta. E n com paración de esta d e nuestro arm am ento en la m odificación política resulta t P or el hecho m ism o qu e la h oras tendría una tendencia ríos (ó más bien á neutraliza la tendencia al descenso), pi que ella o torgará más tiempo la «bestia», y para la cultur; por el hecho m ismo que ella tosa decadencia física de la i ella preparará soldados ind v igoroso s para la lucha soci gu e rra civil. P ara conquistar la jornada proletariado tendrá que prest en em igo y esta lucha le ser de preparación á las batallas des y más decisivas. N o se tratará de la lucha c ción, com o en cam paña elect< jero de distrito. S e trata de la lucha de cía se realiza en el taller y en la pía los caracteres. L a jo rn a d a de ocho horas reform a, sino un medio de ag titu ye un alivio, sino un ari L a iornada d e ocho horas letariado fuerte, y nosotros tes en la lucha, porque solo \ lu ch a. E l perro capitalista i m ente sus privilegios; para a q u e rom perles los dientes. A rm ém onos para la lucha taríado solo puede contar par; con el derecho del puño. INTERNACIONALISMO SI « E l capital no tiene patria, tra una buena colocación. Y la explotación burguesa ha • cesariam ente, p or razón del m ico, una explotación interr cq aoce razas, ni lronteras, 3 diferentem ente donde quiera al am paro de una intervenci? distinta, ante este cosm opol ternacional am arilla, debe al cionalism o obrero, correspo dero antagonism o de los in to .» — G a b r i e l D e v i l l e . C om o varían los hom bres y ria un filósofo desilusionado, el D e v ille que escribió eso, 1 época que tan cínicam ente h el parlam ento francés los ir del proletariado. Huelga Cortadores de ladrillos de licitando aum ento de salark más hum anas de trabajo, se h uelga este grem io. Hasta la fecha no se ha ot ción satisfactoria al conflicto hornos se avienen solam ente m entó de 20 centavos por n m oldeados, pero se resisten acordar las dem ás condicione: refieren á la m edida fija de to más hum anitario á los ob E stos, por su parte, no se por la actitud altiva de los p tienen firmes en el terreno c dispuestos á obtener una vic D ías pasados los dueños la noticia de que en caso dt labores los obreros parados, cesidad de desalojarlos de Ir éstos tienen en los hornos. ( na del estado, com pletam ente m ontada, para hacerla funcionar á beneficio de sus propios fines, (manifiesto de los com unistas). fa c e s con q u e se p resen ta la lu ch a d e c la s e s S i to m a m o s la a c c ió n p a rla m e n ta ria , co m o un E ' proletariado no debe amar al estado, ni puede cm q u ista rlo : d eb e destruirlo. En cam bio d ebe am ar S i form a °Hten,e r V en tajas Pa ra ><>« tra b a ja d o re s en fo rm a d e le y e s q u e v e n g a n á b e n e ficia rlo s e n co n tra re m o s en s e g u id a una c o n tra d ic e * ? p ? p a b le e n tre la te o ría y lo q u e re a lm e n te e s en la y vigorizar al nuevo estado, al sindicato, su b a'u arte actual y gérm eu de la nueva socied ad L. t,. w c u q u e s e e m p e lla r o n , s in s e r a i e u u i u u s c u u t ó g i c a 3na V éam os: sus justas reivindicaciones, no parece haber influido desfavorablem ente en cuanto á su espíritu de lu ­ cha y a la robustez de su organización de resis­ tencia. A s í lo denuncia la reclam ación interpuesta por la sociedad del grem io al contratista Muchinston que seguram ente confiado en las dificultades crea ­ das á los obreros con el estado de sitio, se per­ mitió violar una de las condiciones de trabajo establecida por aquel os. dism inuyendo el personal destinado á las bodegas. Intimado á respetar la aludida condición y habiéndose resistido á ello, el 23 del corriente los obreros abandonaron el trabajo. Pero el mismo día y con más prontitud que la q u u á prevista por lps trabajadores, éstos fueron atendidos en su imposición. El contratista Muchinston con su som etim iento incondicional se habrá enseñado á sí mismo y á sus colegas que los efectos del estado de sitio no alcanzan basta perm itirle violar impunemente las condiciones de faena esta b le a d a s con anterioridad. E l hecho com entado nos permite justam ente con­ siderar que á pesar del estado de sitio los obreros pueden hacer y son capaces de hacer algo, y qUe si tuvieran la fuerza de espíritu de despojarse del miedo que los inm oviliza ante las m edidas violentas del adversario, se sentirían con la capacidad necesaria para hacer algo más, es decir, todo lo ? “ ! >,asi ®x y|e n d a ^ de Ja lucha les reclam a en las fría m e n te con e l e s c a lp e lo E l p arlam en to e s un m iem b ro im por- LW4i o u Í S T m f r e PUéS n0 10 tiene baJ° "in g ú n punto L a b u r g u e s í a lo h a c r e a d o p a r a s u u s o exclns L ‘ " ! ¡ f ra r« Cl CaS0 q u e y a n o P o d r í a s e r v i r 1 ¿ i L h T /* T a’ o p o n d r í a t ü d o s lo s o b s tá c u lo s * g i n a b l e s á la e n t r a d a d e lo s o b r e r o s co sa inútil 4 e ™ú lti“ ° ^ ü s i s co sa in ú til é in ser v ib le. a l recinto lo destruirla UVt/Vt, E T 13 achtivid a d y el entusiásm o*desque*vienen dando prueba de un tiempo á esta parte. J “ r , 8 í s o n 108 8 r e n » ° s o r g a n i z a d o s , y v a r io s s o n la s o r g a n iz a c io n e s o b r e r a s e x i s t e n t e s Ln a q u e l U l o c a lid a d lle n a s d e v id a y e x c e l e n t e s . . . . . . para la lucha. de rS n í n^ rt0S á ,qUf se Ven obli^ d o s á recurrir, o jam ás, entiéndase bien, jam ás com o medio excelen tes condiciones L o s m ovim ientos huelguistas que han prom ovido se caracterizaron por su v ig o r y su éxito Esto hace que Bahía Blanca se encuentre entre las prim eras ciudades del interior, en cuanto á Ü VUUIIUW *4 o 2 !d - U v , o b rero s. ta m b * HUn° de l0S PUntos del in terio r'q u e también se distingue por la prosperidad del vim iento obrero. mo m°rnÍ° dC eU° 008 ,0 0frece «1 tenaz emL r ? ? h * func,onanos burgueses en c o n t r a s ­ tar de todas m aneras la acción de los obreros En efecto, á ia iz del herm oso acto de protesta contrp el estado de sitio que llevaron á c l l T l o l trabajadores azulefios, durante los días 11 y 12 d ! O ctubre,la policía se inició en una série de medidas las más arbitrarias y brutales. m eataas Encarceló á sesenta obreros p e rte n e c ie n te á 1 v an o s grem ios que tomaron parte en el paro g t ñ ? ral. Clausuró la tmprenta del valien te colega ?E1 Obrero-. ¡Hasta selló la biblioteca del ro m p a fie n Bosio, seguram ente por temor de que su r i ? d o ? ción de buena literatura socialista y revolucionaria* Buen c a s tig o á su tef- c»adrl r a 'e e n se 0 a ° 2 a p a ra “ P ° " CTlr- tQO que ?°s< ia »eñ0 --¿ S í Cer- Y n ? 0s Jo Qt s'»«*sí; p lie e o de^com»02 ^ carp 'nteros han presentada * y on-as m ejoras N uestro aplauso y nuestra palabra de aliento I‘ va. ■e « » e u . i» c o n J lc ¡ Ó ^ to V n ,r /Q r o b 7 a ¡ ha» * 9 h ‘" “ « • « ■ * 55325 Pr°blen segunda r e n ^ iT " ? * ,S' " ' 8aran a suscribir*.. «• NÓ‘ 18 b«, 17. acordó pasaríes uoL°S 0l>ler0S r<¡alizadl d * ^rc *' tarse al día s ig n íñ te ñ ñ " " " “ "“ « 'o s ‘ ¡ * * 4 de l0 'onvpt,. ^cias P ¿ m a n ife s ta r su a cep ta ció n á las ex ig en cia s ob* V e, e s ta d e ^ s it io ^ h a ^ 1<>S trabaj a d o r e s bajo ra rse, la a ctiv id a d (iP.rí>V0Ca. f 0 ' co m o era de espr d ia u m e n te e l local d e fas clausurd * “2 ana guardia en i so c ied a d e s, coloca»# com p añ ero” ! " ' * T am b ién c ité 4 van* m inaV em ém Pe " S “ a t!” q “ ' in tim án d oles io btd^s toda c la s e d e reunioft^ el m u i su sc n p c i6 n d e un docum ento si U ^ : ; '«cante i ,a aSc' q a e & i, M Atoas O .tyF * 4 .? a^í de» in ­ P°r razones dp n c ca,,. ®dt - . dicadas T C p feren teaiea e á laa¡ sU dicátos tie 're resíptencia, robusteciéndolos con ku acción conciente conciente‘¿quina e.tatal ^ 0^ * e ^ S ta e w p W fr , el gobfcrjnq nn fyi inconvpiuen te en h^cer uso de tpdos los recursos arbitrarios, qb< h an puesto nuestn en en sus sus manos m a n o s nuestros tiu estrn s m m b ln cip n tp : han complacientes mente revolucionaria, capacitándose cada vez más representantes, para sofocarlo. A d i d a s en e ste í q U e si bi % en el m anejo del en gran aje social, reconcentrando /inte la desnuda realidad de ios hechos, no caben Se tra ta d e 1.a elase6” ^ 0’ n° Pa! * en el sindicato las fuerzas disem inadas y form ar dos interpretaciones El gobierno es un organismo c-iso omiso de toda® ia a’ frenf lo» así una organización potente que irá agrandándose esencialmente burgués, ó mejor dicho, un ciego ins r lu ^ r d l a a c c ¡6 n c ; i s ^ i l U ^ siem pre más, hasta rom per con los m oldes del s «ntereses. ° mPacta de* fS trumento de la burguesía y por consiguiente la de­ da e s t i ' í s á ' ®ffK* mundo viejo: surgiendo de su seno el nuevo r é g i­ fiende con todas sus energías, usando para ello de M csta Premisa, ca'é *-> men que traerá la era del ' Trabajo», de «Verdad» todos los recursos que tiene á su alcance. Sentada y de vJusticia». ue“ " i n J uan R oulé. esta premisa, no reconoce la legitimidad de otros in­ ^ > ¿ £ £ 2 5 * * & S ' tereses que los que atañen á la clase por él represen­ bien: ¿Podemos esD^r ari°3; ^ tada; y todas las tentativas de reivindicación proleta­ g .! L e l b a jita . C n i z ios d ip u tad a sociaí,',’ "6 « « V * ria, serán sofocadas con odiosas leyes de excepción, L a b r u t a lid a d e n a u g e •imbiar en un ópice el r en lar serán ahogadas en sangre por la fuerza de las bayo­ >• Nó. Puesto qué e s ta n d o T ^ '* netas. No hay que forjarse ilusiones, las posiciones No debe extrañarnos, ni puede tachársenos de las siempre en mayoría están perfectamente deslindadas. De un lado están pesimistas al afirmar que todo lo que venga de la modo la sanción de cuí£„-° Per^ los explotadores, los que sin producir absolutamente U'Muef 6sto sin menciol r Pr% burguesía, no puede inspirarse en un pensamiento nada usufructúan todas las comodidades que les pro­ e diversa que v e n d r ía is ° > « f i civil y noble porcionan sus riquezas mal adquiridas, los que derro­ Ue a^ueHos pudieran real» ' Todo en ella es brutal, desde su pensamiento, chan en una noche de orgía el producto del trabajo de mal encubierto con un barniz de seudo ciencia, ^entonces; que pretende" Í V » centenares de obieros, les que acumulan en sus cajas en nuestro beneficio e " P^ ’ hasta sus modos de acción en defensa del privilegio pilas y más pilas de moneda. Del otro las inmensas L os camaradas presos á causa del estado de sitio por cuanto tropezaríam o?^1'* legiones de desheredados, las famélicas falanges de Justante mayoría burgue*, H y trasladados al Santa Cruz, han sido objeto de explotados, que ignorando 1 enorme fuerza que re­ lamente de hombros, ante brutalidades de parte del comandante de dicho buque, presentan, no dándose cuenta de que siendo los úni­ f-as y más grandes que por el simple hecho de p-otestar contra la violación cos productores de toda la riqueza ocial, deben ser diputados. Lo único '* ** de la correspondencia que les enviaban. también los únicos disfrutadores de ella De este an­ mgénua actitud, evidentemím^ Uno de ellos, el ciudadano de la Matta, escribió tagonismo de intereses ha surgido bien delineada la le robustecer las funciona dá los compañeros que le mandaban correspondencia, lucha de clases, lucha que si bien al principio no alar dándole una importancia qo ”?* rogándoles dejaran de hacerlo, pues en el buque la mó mayormente á nuestra burguesia, hoy la tiene en ra tiene, y perjudicándonos **■ abrían. continua zozobra, haciéndola vivir en perpétua alar­ ¿adera acción que tenemos í En dicha carta criticaba duramente al irritante >s sindicatos obreros. ^ espionaje, y fué por esa causa metido en la barra, ma al ver que día á día tiende á adquirir su verdade­ ro carácter, haciendo peligrar sus privilegios de clase. que la lucha parlamentaria es nn durante 48 horasra hacer obra constructiva, es d* En efecto; los obreros, comprendiendo la verdad que Varios camaradas quisieron hablar al comandante, ógica, es vivir fuera de la realid? para exponerle su queja contra esa pena injusta, lo encierra el viejo axioma de que la unión hace la fuer­ nguno puede estar esperanzado J za, y que siendo común el enemigo, comunes deben cual les fué negado. terés en no dar, y si de quta¿ ser los esfuerzos para combatirlo, hacen á un lado sus El comandante del buque los hizo formar y les a posible, algo de lo aparenten^ disensiones, prescinden de las rivalidades de forma expresó que nada tenian que decirle á él; cumplo, que los dividían y se aprestan á la lucha reforzando :a forma capaz de arrancar algm dijo, órdenes sagradas para mi. sus organizaciones á fin de presentar sus filas compac i « n el convencimiento que pac^' Sin embargo, 6 de esos compañeros no cejaron en diputados á sus colegas burgne%. su propósito y escribieron al mismo jef* protestando, tas é incontrarrestables ante la burguesia; alarmada éstos les importa un comino, lo# lo que les valió 48 hora de barra, y los marineros esta por la magnitud que adquiere la concentración obrera, trata de contrarrestar su acción y para ello capitales é intereses,—sinó en |T han sido armados de revólver implora la protección de su perpétuo aliado, de su nte r e v o lu c io n a r ia llevada á cabo; Hemos relatado suscintamente el caso, no con breros organizados, que son lare el propósito único de revelar iniquidades, pues estas genuino defensor el estado; y este, servidor inconditio que inteligentemente orienüdu son asoneda corriente, sinó con el de incitar á todc* nal de ella, cómplice de todas sus depredaciones, no de energías siempre nuevas, li los compañeros decididos á emprender la Un necesa­ vacila en prestarle su apoyo y protección tratando preparados para poder obligar ii ria propagamda antimilitarista. de destruir la solidaridad obrera con inicuas y repug­ 3 á despojarse de todos aquellos ¡t. nantes leyes de excepción, pretendiendo atemorizar­ Con ella lograremos impedir la producción de estos hoy por hoy los hacen máspi. nos <on las persecuciones y vejámenes más injustos, hechos, que á pesar de indignarnos no podemos que sin ellos serían fuera de toii las prisiones más arbitrarias y los fusilamientos á man­ evitar ahora, con ella haremos del soldado ua hombre á nosotros. salva........ libre, que resistirá primero el cumplimiento de esas i d e los d ip utad os socialistas no tt ¡Bienvenido sea el estado de sitio y bienvenidas to­ órdenes y más tarde negará su concurso á la organi­ ita ció n al m edio en que se ene» zación militar, para hacer así imposible el em biu das las arbitrariedades é injusticias que á su sombra id o , au n q u e inútilmente, erigirseo se cometen, pues ellas contribuyen, mejor que la más tecimiento del ser humano, por la disciplina del cu an d o los ú n ico s llamados ábate activa propaganda, á despertar las conciencias que cuartel al servicio del capitalismo. is o b re ro s , im poniéndose directi* aun permanecen adormecidas, á excitar el espíritu .de - l a a cc ió n de los representantes» rebelión que germina en los pechos de todos los opri­ a m en to d e b e s e r única y exclosim midos! lito á tod o lo que signifique po* ¡Burguesía y gobierno mancomunados! ¡Eternos jt a r una a ctitu d deciduamente i Las persecuciones inicuas, las prisiones injustas, expoliadores de la clase productora! Extremad vues­ u b r ir to d as la s miserias é ufe* los vejámenes arbitrarios y las iniquidades sin cuenta tros rigores, no vaciléis en tirar de la soga conque e s q u e m an ejan la cosa pública, * que á diario se rea >izan contra los obreros conscien­ pretendéis ahorcarnos! ¡Lanzad vuestras desenfrena­ co n sta n te , un obstrucionistaen: tes, son el digno corolario del brutal estado de sitio das hordas para que sacien su sed de exterminio en le la p a la b ra , que remueva la pofc infelices obreros que no han cometido más delito que » siste m a so cia l, y que la pesca­ con que un gobierno inepto y despótico, pretende so­ pedir una ínfima parte de lo mucho que les pertenece, ría s b u r g u e s a s sirvan para abop focar las justísimas aspiraciones de la clase obrera. que solicitan un mísero mendrugo de pan para sus is sin c e s a r , con toda la energí». Al pacífico movimiento de los obreros de los puertos, el gobierno ha contestado de un modo tan contun­ hijosl ¡Tiranizadnos sin compasión, pero no olvidéis u p a z el q u e sab e lo que sufre dente, que no deja lugar á dudas acerca de la benig­ o al pesado carro que la historia nos enseña cual ha sido el fin de todos que v a u n cid ---------------. los tiranos!.... b om in ab le; en una pa|abr* “ ‘ n id a d de sus intenciones hacia nosotros. Con su a o b s ta c u liz a r su funcionan**- ^ modo de proceder ha demostrado claramente cual Nos habéis arrojado el guante de desafio y con la será su actitud en lo sucesivo, en todas las emergen­ o á robustecerlo. ^ altivez que surge de la convicción que tenemos de la n p a rla m e n ta ria debe ser í JJ-- cias que se susciten entre el trabajo y el capital. justicia de nuestra causa lo recogemos, aceptando ¡ c o m o uno de los tantos m Los ilusos, que aun creían que era m ucho más fácil vuestro reto con todas sus consecuencias! Aprestaos conseguir algo de la clsse capitalista, mostrando el ,5 á q u e se v e n «do» ¿ á la lucha pues ella será sin cuartell.... e n tién d a se bien, jamás más profundo respeto hacia las leyes, y evitando que La clase obrera, por vosotros acorralada como p eli­ p u é s no lo tien e bajo ningí»^ al orden fuera alterado en lo más mínimo, no podrán grosa fiera, comprendiendo que ha senado la hora de menos que confesar el error craso en que estaban, las reivindicaciones, dándose cuenta de que ha llegado le s la lo ha cre a d o p a ra '« pues oad-e podrá decir que en la reciente huelga se el momento de la lucha, se apresta á ella sin temores o P ^ r a ,n«« r - - bstáco a, el c a s o que yya haya faltado el respeto á las leyea ni se haya preten ni vacilaciones y se dispone á discernir justicia....Y la jes, f{Cl íes o p o n d ría todos dido alterar el orden público; y á pesar de esto, no justicia popular suele ser terrible, por lo tanto no os la e n tr a d a de l o » ° br®* destruid obstante el tranquilo ambiente en que el movimiento tioosbieis de lis consecuencias. Habéis pretendido f en ú ltim o análisis ■ ''a c c io n e s de , / ? r í ' 4 > 5 L a - l i o r a . d e la , ju . s t i. o ia . sofocar hasta los gérmenes de reJbelifún, sin daros cuenta de que esta fermenta al calor mismo de las represiones. Habéis colmado la medida de la paciencia obrera sin comprender que esta al desbordarse, cual torren­ te impetuoso arrasará irremisiblemente cuantos obs­ táculos se opongan á su paso No os quejéis del re­ sultado, pues no teneis derecho para el*o. Esoj. R U S I A m L .i i. La agitación revolucionaria que se opera actual­ mente en Rusia, va en aumento A pesar de todas las promesas el proletariado de aquel país, continúa firme en la brecha, luchando con tenacidad y sin vacilaciones. El medio más eficaz, de que se vale para impugnar el régimen oprobioso de los Czares, es la huelga revolucionaria arma poderosa, usada únicamente por los que a ello tienen derecho: los productores. A llá con un estad o d e s itio perpétu o, la clase obrera se agita, combate y no omite sacrificios pata abatir al enemigo, y hoy va camino del triunfo. Entre nosotros, periódicamente se repite, Lo que en aquél país es normal. El estado interviene oportunamente, para salvaguar­ dar la ganancia capitalista, amenazada por el movi­ miento obrero Y sin embargo, nuestro proletariado no ha hecho aún, lo que debe hacer: usar consciente y valientemen­ te esa arma de lucha obrera, en los momentos críticos para enviar al museo de las cosas prehistóricas, los medios de dominación puestoi en juego por una bur_ guesía brutal y un poder político, reflejo fiel de sus propósitos é intenciones. Es tiempo ya que abandone timideces y obre en consonancia coa su misión revolucionaria, pues de lo contrario le sucederá lo que al hambriento que espera el maná del cielo. S o b r e h u e lg » ian concu 0 de defel país. s, no caei es qu e t ■ un nue\ deben de 1 resisten<J ^nto y la ' clara y 1apósito d« ;1 enemigf írn y c o b a r a su gra< con todos : los recuij e r s e una ve J e la bu re :onvenienci| ; clases. miento ob. la perjudii 1 necesidad com o has producidm ientras d eclarará tio le ofre< x ió n ieivin| g e n e r a l El llamado á las fuerzas propias y esclu:ivas de la clase obrera, tanto paia la defensa de sus intereses económicos ó políticos ccmo para el derrocamiento del orden burgués y la toma de los medios de pro­ ducción por el proletariado organizado, es lo que en el fondo constituye la noción de la Huelga General, considerada bajo su doble aspecto de medio de lu cha inmediato y de forma inevitable de la Revolución Social. La Huelga general es el medio de »aeción di­ recta,» á la vez el más simple y el más perfecto que posée el proletariado. El socialismo no triunfará más que en la medida en que el proletariado, su portador histórico, sea capaz de realizarlo. El acrecentamiento de la capacidad obrera es el problema esencial del socialismo. ¿Y que debe entenderse por capacidad? Se trata pura y simplemente de una cuestión de fuerza: el dia en que la clase obrera sea solidaria, unida, h om ogé­ nea, ella será capaz moral y materialmente de des truir el conjunto de las instituciones é ideas tradicio­ nales del Estado y sustituirla por las ideas é institu­ ciones proletarias con los tipos nuevos de vida social que ellos comportan; pa:a llegar á este grado de fuer­ za el proletariado debe tomar conciencia de ia poten­ cia de que puede disponer, del lugar que ocupa en el conjunto de la produccióa moderna y de la discon tinuidad que existe entre el mundo antiguo que c o m ­ bate y el mundo nueve que elabora. variar su isposicioni que impoi; :s, las e x i g t íplo de las, nadas has: ’ era, porqt jobre s zonzj irutecedor d| is estas soi aso una b u ­ jeta en la ses. os d e rep e tí n v a ria s ocj ■do el fru to los d o s Ci • sía ) q u e h o | El recurso á la huelga geaeral, es decir al levanta­ miento en masa de las fuerzas obreras, es el mejor medio de educación y el más seguro excitante á la organización que encuentra el proletariado revolu­ cionario. D ec:r que la huelga general es una utopia, es de­ cir que el socialismo es irrealizable Pues es desesperar d : ver ¿ ia clase obrera bastante unida, solidaria y o r ­ ganizada para erigirse coma un solo hombre y derro­ car el mundo burgués que lleva eu sus espaldas. L as objeciones dirigidas contra la huelga general, é in s e r v ib le . , solo pueo r la victori) ; o btenida ei td desplega» i. O tra solu| éi inobservancj %stituciones, i ¿ ; S públicas \ k n preocupa! capitalista q> le clase que •abajadora d< aienazas de es> su movimient neficaz aquell lya conquistad n. pensable haci nirg uesía la ii o. P a r a ello c nd er con h< abras, q u e su fiejar de p r o iu \á estas no sj la inactividad sta el presentí ¡sitio para con ¡ ob re ro, en ai j, y que su san ecer ese movin iralización, lle\ p oten te mani - .Ai, d e represali; irguesía sepa, ¡ d u r a y ejemph ? sitio ya no ti« e las majaderías rio, de hacerla n a en renunciar a, ella será la ctos ile clase, la esto, no ¡jorque n co n v e rtid o de irece creerlo algu icillamente porqu tolerancia, la i á sus intereses d los tra b a ja d o res c am enaza d e un t i en érg ic a y ilec a general, d id o m uv o p ortm Iga General d e la i. d e T. al recaí Í 1 U919 llupuvsvii»v| isvo tuo ensueño revolucionario; nó, lo afirm am os, por ,-que la realidad está ahí, patente, inconm ovible, para decirnos lo que pasará y lo que debem os ha­ cer. Y nadie puede cree r que el 0 de E nero term i­ ne el estado de sitio sin que en ese mism o d(a sea ( prorrogado. Se necesitaría m ucha ingenuidud para cree r que la burguesia abandonará las enorm es cosechas, que importan para ella cuantiosas gan an cias, á los nza; res de una problem ática conciiiución con el p role­ tariado. Nó, la b urguesia adoptará nuevam ente la ley m arcial, porque los m eses de Enero, F eb rero y Marzo, son los de más a ctiv id u d y en ellos está con' centrada toda la potencia económ ica del país, y J apelará á todas las m edidas de fuerza que crea convenientes, para a seg u ra r la exportación de los productos. A ntes de perm itir la m enor lesión á su p ro vech o ' irá á todos los extrem os; antes de consentir una reivindicación p roletaria, en esos m om entos hará masacres, si la clase obrera no ob ra val ¡entumen. te. recha— Ins. ú m s i i IoIh m i .« r'triIlilIJCCICll 4U llin viiivo propósitos de los dom inadores y habrem os sán elonado el acatam iento á las b rutales im posiciones de la burguesía, luchando habrem os dado un paso más hacia la conquista de la libertad, habrem os más afirm ado una vez, no con palabras sino en el terreno de los hechos, nuestra intención de h acer im posible la paz social m ientras persista la exp lo­ tación, la servid u m b re de la m asa obrera. A la obra entónccs, si am am os la libertad y el derecho á la vida, pues no entendem os á éste en la opresión y en la m iseria, sinó en el bienestar y en 1 1 libertad. ¡ Viva la h u elg a g en era l revolucionaria ! ,1 ’iva la em ancipación obrera! L a A c c ió n S o c ia l is t a . E s bueno que recordem os algo de esta tentativa de acercam ien to en tre las dos grand es institucío- á los obreros com ponentes de am bas entidades y los hechos, la realidad, han ven ido A dar la razón ü los excesivam ente entusiasta s, pero nada prác­ ticos ni sesudos. tV t‘( ‘i ó u r t 'v o l u e i o i ia r i a S i preguntáram os que es un procedim iento re v o ­ lucionario las respu estas que nos darían serían las m ás variadas, á p esar de p rovenir todas de hom ­ bres que profesan un m ism o ideal y pertenecen á un mismo partido. Y no pocas opiniones se han om i­ tido sob re ese tema, ni pocas polém icas se han sos" tenido, A pesar de lo cual poco dilucidado hay al respecto. Tan poca luz hay sobre el p articular que puede rep etirse que «dos p erfectos evolu cion istas se a c u ­ saran recip rocam ente de a con sejar m edios re v o lu ­ cionarios y dos revolu cion arios se acusaran de no adoptar resp ectivam en te m ás que m edios legalis- -u preciso ilustrar nuestr con im ágenes concre e se ponen grabados :stra táctica consiste: ás clara la conciencia ás eficaces nuestras í sultado t« c o n tr a el s o c ia lis m o , S i lo s s o c ia lis ta s re v o lu c io n a rio s e s tá n c o n v e n c id o s d e q u e el ré g im e n so c ia lis ta n o d e s a p a re c e rá dulce» m e n te ; si e llo s c re q n e n la n e c e s id a d d e s a c a rle fe e ra d e su s g o z n es p a r a a r r u in a r le d e fin itiv a m e n te ; si e s ­ tá n p e rs u a d id o s d e q u e la r te o ría s p s e u d o —s o c ia lis ­ ta s d e la c o la b o ra c ió n d .-c'a < e 9 y d e la paz d e ra o c r á tic a y so c ia l s o u u e fa sta * al m o v im ie n to d e lib e ra c ió n o b re ra ; si p ie n sa n q u e el triu n fo d l p r o le ta ria d o e stá trabajo. L a com isión de huelga continúa lanzando m ani­ fiestos para alentar á los huelguista*. 0 -. agitación de las oche nente estas dos condi efecto ella tiene la i ar la cuestión sobre ! terreno económ ico, rreno económ ico que •ativa para convertirs» ecialmente en Francii ón tiene la ventaja c roletaria del g u ig n o l j agitan los farzantes lacer olvid ar al proh nisión. pequeña ' uirguesía c en nuestros días el p sus talentos para h; dores las cuestiones án de feria ella nos 5* anes y hace brillar r< s u b o r d in a d o al d e se n v o lv im ie n to d a s u e n e rg ía c r e a ­ agitación de las oche espectáculo entonte segundo lugar, cuant jorn ad a de ocho hoi durable de las condi s de las exp erien cias a jorn ada de ocho lie beneficios de los g m ás bien una tenden n ás cierto resulta que m iento considerable d del proletariado. Pare, na m ejora la más im lida en cuenta, com paración de esta stro arm am ento en la :ación política resulta el hecho m ism o que 1 endría una tendencia más bien á neutraliz; encía al descenso), p a o torga rá más tiempi ¡lia*, y para la cultur hecho m ismo que ella ecadencia física de la eparará soldados int ¡os para la lucha soc civil. i conquistar la jom adriado tendrá que pres ¡o y esta lucha le se paración á las batalla más decisivas. ,e tratará de la lucha imo en cam paña elect distrito. rata de la lucha de el* iza en el taller y en 1 caracteres. ornada de ocho hora: t, sino un medio de a. un alivio, sino un ar ornada d e ocho hora: lo fuerte, y nosotros la lucha, porque solo ' E l perro capitalista sus privilegios; para í m perles los dientes, ¿m onos para la luché solo puede contar par derecho del puño. la bo..dad d el estado patrón. En tanto que los obreros ganan en los talleres pri­ vadas 2 pesos 50 por el mis n i trabajo, en las obras del estado perciben la mísera c u n idad de 0.50 por n n m ic w u s u o d: pital no tiene patria, m ena colocación. \ aciófi burguesa ha míe, por razón del a explotación interi azas, ni lronteras. ; nente donde quiera o de una intervencii ante este cosm opo al am arilla, debe a o obrero, correspc gon ism o de los in BRIEL DEVILLE. varían los hom bres 3 ósofo desilusionado. s que escribió eso, i e tan cínicam ente h íento francés los ir tariado. Huelga es de ladrillos de amento de salarii ías de trabajo, se : grem io, fecha no se ha ot ctoria al conflicto avienen solam ente 20 centavos por n pero se resisten dem ás condicione: la m edida fija de nanitario á los ob or su parte, no se tud altiva de los p es en el terreno c á obtener una vic ados los dueños d o ra , al s e n tim ie n to d e s j re s p o n s a b ilid a d y d e su fu erza: «i q u ie re n m a n te n e r in ta n g ib le la c o n c ie n c ia d e la ru p tu r a a e to d o lazo e n tro las c la se s, del a b ism o in fra n q u e a b le q u e las s e p a ra , del c o m b a te sin c u a rte l q u e ello s p e rsig u e n ; re c o n o c e rá n q u e la h u e lg a g e n e ­ ra l, q u e d ic e á lo s p ro d u c to re s d e c e s a r la o b ta d e la p ro d u c c ió n , á los tra b a ja d o re s d e n o p ro p o r c io n a r m ás s u tra b a io á la cla se e n e m ig a , es u n a d e las id e a s m ás fe c u n d a s e n q u e p u e ia v e n ir á re te m p la rs e e l s o c ia lis m o e* p e lig ro . H . LAOARDEÜLe. 3 L o v i i i i i « » n l o < ) h H u e lg a r o d el R ia c h u e lo L os rem achadores en caliente, de las ob ras del Riachuelo, nos sum inistran un hecho con creto sobre día trabajando 9 h o ra ¡ y 1(4. L a situación de estos trabajadores no puede ser peor y por lo mismo han ido á la huelga, reclam an ­ do un pago idéntico al de las fábricas privadas. E l estado patrón, cuyas bondades tanto se han d ivulgado en l.bros y conferencias, ha con ven id o en pagar lo naísuao. . . . Que a u te i. Y los huelguistas, jó ven es ob reros de 12 y 13 años son obstacu lizados y perseguidos por la policía. Estos hechos si bien perjudican á m uchos trabajañores, traen aparejados, tam bién sus buenos ben efi­ cios pues aclaran la conciencia ds clase de las ma­ sas productoras y les hacen com pren der m ejor que todas las peroraciones, e! rol d e opresión que juega el estado en el rég'.m m actúa , sea cual íu e re , la m anifestación en que lo considerem os. Bien por ellos qué con tribuyen con su elocu en cia al más pronto desm oronam iento de esta socied ad crim inal y facilitan el advenim iento de! m undo del ti abajo! Los obreros qm trabajan en la u n á n lm q d .e c U ió o d i no c o n ^ u r tif Y u g u lllo i'o s C la s is ta s usina de gas “ La N ie v a 11 B9 han declarado en huelga reclamando la read misión de cuatro citnpañeros que han sido despedidos por distinguirse en la organización y en la lucha del gremio. Esta actitud de la empresa obedece al propósito de restablecer las ant’gtn s condici mes de trabajo, valiéndo­ se de la situación difícil en que coloca á los obreros el actual estado de sitio. L is hu-ilgoistas han sido reemplazados por marine­ ros de la armada. Pero es p m b le que estos se resistan á c mtinuar rsalizan 1 j tan infame papel, debido á los muchos accidentes de que son víctimas por su incompe­ tencia en un trabajo que presenta alguno* peligros. Un obrero que traiciouaba la causa fué víctima de un tiro de escopeta Su estado es bastante grave. Con mo­ tivo de este hecho han sido d°tenido8 siete obreros. Los huelguistas con inuan todos firmes, anim ados de la mayor energía. Nuestra palabra de alieato j nuestro aplauso á quie­ nes stbeu afrontar la lucha sin timideces y dispuestos ¿resistirse á posar de todos los obstáculos, T a la b a r te r o s L A B A N D A —L o s t r a b a ja d o r e s d e l a se rra d e ro ^ niara ta ciu d ad . En dicha asam blea se resolvió así m ismo ayudar á los cam aradas presos, y al objeto se com enzó á le vantar una lista de suscrición entre los com pañeros presentes en la asam blea. Otros han prom etido coad yu var ¿ esta solidaria lezn . N o a s i se h a co m p o rta d o la c o m isió n d e projn g a n d a d e l C e n tr o S o c ia lis t a d e S . d e l Estero, q* se n e g ó á to m a r en c o n s id e r a c ió n u n a n ota acof p a ñ a d a d*» u n a lista d e s u s c r ip c ió n á fa v o r de || h u e lg u is ta s , á q u ie n e s h a sta a h o r a no h a prestó ÍZ n in g ú n a p o y o ni m o ra l n i m a te ria l. — A l C e n tr o S o c ia lis ta , c o n c u r r e n to d as las nocht un b u en n ú m e ro d e o b r e r o s . — S e h a e s ta b le c id o u n a c á te d r a co n objeto 4 fo r m a r p r o p a g a n d is ta s e n tr e lo s o b r e r o s agreadi d o s. — E x c e le n t e a c o g id a h a te n id o la in iciativa j A r a d q u ir ir un lo ca l p r o p io p a r a e l c e n tro socialh y la s s o c ie d a d e s g r e m ia le s . E n la s v a r ia s r e u n io n e s r e a liz a d a s a l efecto, aeh p o d id o c o n s ta ta r q u e la id e a s e r á lle v a d a dentr d e b r e v e tie m p o á la p r á c tic a , n o sólo por c o o p e r a c ió n g r e m ia l, sin o ta m b ié n p o r la pera v e r a n c ia q u e c a r a c t e r iz a a l in ic ia d o r , compafitr O. R a im o n d i. « co n una cuotaen la form a qu e se explica. — En la A v e aid a Ind epen d en cia de esta ciu d a d y á pocos m etros del C onsulado F rancés fueron a tro p e­ llad os y apaleados por v a ríe s polizon tes, dos obreros pan ad eros, que fueron luego con d u cid os á la co m i­ saria. O tro obrero que iba á poca d istan cia de ellos, se refugió en el consulado, esperando á que la torm enta policíaca pasara. — También ha sido detenido el ob rero p an ad ero P esce por ser un activo propagandista de la so cie ­ dad grem ial. L u ego fué puesto en lib ertad, p r e v io el pago de 20 pesos de m ulta. — Los obreros panaderos de algunas fábricas se d e ­ clararon en huelga, triu n fan d o en sus propósitos d e s­ G B N E B A L V IL L E G A S . — L o s co m p añ e ro s Ha d iv il y B a rb a , fu e ro n d e te n id o s d ía s pasado! r a íz d e u n a d e n u n c ia fo r m u la d a p o r lo s dueñosh e r r e r ía s D e s p u é s d e h a b é r s e le s te n id o encera d o s é in co n u n ic a d o s e n un c a la b o z o p o r espac d e s ie te d ías, y p r e v io e l le v a n ta m ie n to de 1 s u m a rio en q u e se le s a c u s a b a d e < alteración ó o rd e n s o c ia l • , fu e ro n tr a s la d a d o s á la cindi d e M e r c e d e s v p u e s to s á d is p o s ic ió n d el juezd crim e n , d o c to r O rtiz. P e r o é s te , o b ra n d o con n re c titu d m u y a g e n a y c o n t r a r ia á la s práctic d e n u e s tr o s fu n c io n a r io s b u r g u e s e s , sobreseyó c a u s a d e lo s a lu d id o s c a m a r a d a s , ordenando in m e d ia ta lib e rta d p o r n o e n c o n tr a r fúndame! e n s u d e te n ció n . E s p e ra m o s q u e la c o n tr a r ie d a d s u fr id a por l c o m p a ñ e ro s M e n d iv ii y B a r b a , no h a de tener m a l e fe c to d e in tim id a r le s e n lo m á s m ínimo, pl q u e h a d e s e r v ir le s d e s a lu d a b le e stím u lo pi im p u lsa rle s á la lu c h a co n m á s entusiasm o d e c is ió n . pués de seis dias de huelga. R o s a r lo Hermoso ejemplo de fuerte espíritu de lucha es el que acaban de ofrecer los trabajadores del Rosario pro vocando movimientos huelguistas, que animados de la necesaria energia y empuje han podido contrarrestar las prepotencias de la burguesía. Para la mejor información de los lectores d etallare­ mos los hechos día por día y en la forma que nos han sido trasmitidos por nuestro corresponsal D IA 13— Declararónse en huelga los mayorales y co cheros de tranvías reclamando un aumento de 0 50 cen­ tavos por dia. Las cuatro estaciones de la localidad han permanecido cerradas, y durante todo el dia no ha circulado ningún coche. D IA 14 — La huelga de les obreros de tranvía conti niia en el mismo estado. Circula un número reducido d : coches guiados por los iaspectores, que en to la s las ocasiones han sido la causa del fracaso de los movimien­ tos. E l batallón 4 de caballería ha sido puesto á dispo­ sición de la empresa. Se dice que en la esquina de C» rrientes y S a i L u is los huelguistas dieron muerte á un vigilante y á un krumiro. DIA 15— Continúa la huelga de los tranvía Son m uy pocos los coches en circulación, y manejados por in d ivi­ duos incoan petantes. A las ocho de la noche se parali­ za totalmente el trífico de los mismos. La ci misión d i huelga ha concurrida hoy á la municipalidad, pero toda­ vía no se conoce el resultado de la entrevista El m ovim iento h uelgi ista que sostiene este grem io continúa en la misma fo:m a El voto general exp edid o para consultar la opin ión — La Federación Obrera Rosarina declaró la huelga general para *1 23 del corriente por ser el aniversario de los hechos sangrientos que en ese día tuvieron lugar Ó estado de ánim o de los obreros, ha dado por re­ en aquella localidad el año pasado y en loa cualea fu e- E l g r e m io d e albañiles B A H IA B L A N C A Todo augura un triunfo para los obreros dado el entu siaemo y la decisión que los aDima D IA 16 - L i sociedad Unión Artes Gráficas ha en viado un pliego de oondiciones á las direcciones de todo* los diarios de la ir añina, los cuales han contestado favo rablemente, á excepción de E l N a c io n a l que iechazó la reclamación de los operarios. Inmediatamente estos se levantaron en huelga, dejando aquel de aparecer en el día de hoy. La JO **» «*< * fe r r o c a r r il B u e n o s A ir e s y R o s a r io , qu e hacen m e ses y 2 0 d ía s q u e s e e n c u e n tra n en huelg, pgflO® p e rm a n e c e n fir m e s v a n im a d o s d e l fo rm a l propür s ito d e p e r s is tir en la re s is te n c ia , d isp u e sto s 4 todo) lo s sa c rific io s . H a s ta a h o r a n in g u n o h a traiciom d o tan sim p á tic a c a u s a Y en lu g a r d e desmaya lo s o b r e r o s a n te la te rq u e d a d p a tro n a l -aclaran» c o n c ie n c ia de c la s e y r o b u s te c e n su ca rácte r 4 lu c h a . T o d o h a c e e s p e r a r q u e e l co n flicto term n a r á con un r e s u lta d o fa v o r a b le á lo s ob reros. E l C e n tr o S o c ia lis t a d e L a B a n d a , solidarizó* d o se in te g r a m e n te co n la c a u s a d e e sto s trabaja d o re s, no ha o m itid o s a c r ific io d e n in gu n a natoq E l Centro Socialista de la circu n scripción Oeste, se reunió en asam blea num erosa, n om bran do una nue va junta ejecutiva que ha q u ed ad o con stitu ida con cinco anim osos com pañeros, varios de e llo s p r o b a ­ dos en la larga lu ch a que han venid > sosten ien do to ­ dos los com ités y centros obreros que existieran en es o b ra con su ób olo Así mismo se resolvió contribuir v tfí* . W Iflf f e lM * Los empleados fíe tra n v ía han vuelto todos «1 „ bajo, después de obtener 0 30 oentavoa de aumento. Se desmiente la noticia de que loa huelguistas haj; do muerte á un vigilante y 4 un oochero. c dado Nos aseguran que los obreros de este grem io se d eclararon en huelga obtenien do una com pleta s a ­ tisfacción en lo reclam ado. E a única á la B ib lioteca de Propaganda. La propaganda continúa á pesar de todo, pero r o I lu e ls a .d o la rqn »1 si fu e ra n fu n d a d a s , v a ld r ía n ta m b ié n irrefutabjejnw x* TE Bajo el imperio ger gu» «¡tos y P« Una ruda leooiói en el alcance de sus las La pebIÚDICO SHTBICALIS 1 E l e sta d o d e SÍ Su pi El periolo de crítica, á la 1 nuestra bnrpesía para imp obreros, en la época de may< ca, lo hemos ya superado. __ En los primeros momentos después que la clase*Trabai'ad * la ley marcial, con una huelí tra actividad debía limitarse a hechos, cuya brutal real d ^’ ^ p e d ia s te° ria s pacifistas' cíase, en la guerra social e sta lo c a lid a d y a lle v a 45 d ía s d e huelga. I o b ra s en c o n s tr u c c ió n p e r m a n e c e n paralizad» L o s o b r e r o s , d a n d o e l m á s h e rm o s o ejemf d e te n a z r e s is te n c ia p r o le ta r ia , r e c la m a n la je n a d a d e o ch o h o ra s y s e m a n ifie sta n dispuestos c o n tin u a r firm e s h a sta ta n to n o h a y a n obten» d ic h a r e iv in d ic a c ió n . E r a el momento en que la E l d ía 9 d e l c o r r ie n te lo s p a tro n e s ofrecieros ■ — — presentaba r'^wuau; como el ¡•a,, se 1 ^ h u e lg u is ta s la re g la m e n ta c ió n d e la jornadr para contribuirá la s ig u ie n te lo rm a : 7 h o ra s e n in v ie r n o , 8 hotfde la lucha í i UDa Dia^or n en — p r J— im a v e r a« y- 9 o h o ra s en v e r a n o . ®de las rmc», — aSes‘ ’ H’ P'die P e r o lo s o b r e r o s h an re c h a z a d o la proporidloegan e^ ^ Ct0ras’ rec p a tro n a l y s e m a n tie n e n firm e s en d e la s 8 h o ra s p a r a to d a s la s te m p o ra d a s . N o d u d a n d e q u e p ro n to e l c o n flic to uní mirn».. 10 sserá c i » ss « uni m aoera = irr-Aanta§onisi • cio n a d o á su e n te r a s a tis fa c c ió n , en v ista del 1 sencilla d* ir, “reaucttble y « • o s trabajador. c e le n te e s ta d o y b u en e s p ír itu d e lucha a n im a á to d o s lo s o b re ro s. — H a q u e d a d o d e fin itiv a m e n te constituida C o o p e r a tiv a d e A lb a ñ ile s y y a h a empezad»1 tra b a ja r , te n ie n d o á su c a r g o tr e s o b ra s. H°y ha mente. lle&*do ei A l d e s e a r le la m a y o r p r o s p e r id a d en el mome rr o llo d e d ich a in stitu ció n , re co m e n d a m o s í ,P « P h a y o b r e r o s a lb a ñ ile s cu id en d e n o v ic ia r la con el ^cioue¿ • C|ae accionar Wnesque sin t m ín im o d e b ilita m ie n to d e u n a m p lio espirito i o s D|anr , ^ P o r t a , P'anes hna d C lase. '“>PediIerrtlinará Para ace? 05 P°f 4 7 Ser°tr Para Sfr, llevár I, *» Para *>“ w vuí ^/v-iiui V I, OKI OV1 MlLllUlUUa CU 8U3 ju s ta s re iv in d ic a c io n e s, no p a re c e h a b e r influido d e s fa v o ra b le m e n te en cu an to á su e sp íritu de lu ­ c h a y á la ro b u ste z de su o rg a n iz a ció n d e r e s is ­ ten cia. A s í lo d en u n cia la re cla m a ció n in te rp u e sta p o r la so c ie d a d d el g re m io al c o n tra tista M uch in ston q u e se g u ra m e n te co n fiad o en las d ificu ltad e s c r e a ­ d as á lo s o b re ro s con el e stad o d e sitio, se p e r ­ m itió v io la r una de las co n d icio n es de tra b a jo e sta b le c id a p o r aqu el os. d ism in u y e n d o el p erso n a l d estin a d o á las b o d eg as. In tim ad o á re s p e ta r la a lu d id a co n d ición , y h ab ié n d o se re sis tid o á ello, el 23 del c o rr ie n te los o b re ro s a b a n d o n a ro n el tra b a jo . P e ro el m ism o día y con m ás p ron titu d qu e la qu>2á p re v ista po r los tra b a ja d o re s, ésto s fueron a te n d id o s en su im p o sició n . E l co n tra tista M uch in ston con su so m e tim ie n to in co n d icio n a l se h ab rá en señ a d o á sí m ism o y A su s c o le g a s q u e Iqs e fe c ­ tos d el e sta d o d e sitio no a lca n za n b asta p e rm itirle v io la r im p u n em en te la s c o n d ic io n e s d e fa e n a e s ­ ta b le c id a s co n a n te rio rid a d . E l h ech o co m en ta d o n os p e rm ite ju sta m e n te co n ­ s id e r a r q u e á p e s a r d el e stad o de sitio lo s o b re ro s p u ed en h a ce r y son c a p a c e s de h a c e r a lg o , y que si tu v ie ra n la fu e rza d e e sp íritu de d e s p o ja rse del p e n sa r la a ctiv id a d y el e n tu sia sm o d e q u e v ie n e n dan d o p ru e b a d e un tiem po á e sta parte. V a r io s son los g re m io s o rg a n iz a d o s , y v a rio s son la s o rg a n iz a c io n e s o b re ra s e x is te n te s en a q u e lla lo ca lid a d lle n a s de v id a y e x c e le n te s co n d icio n e s p a ra la lu ch a. L o s m o v im ie n to s h u e lg u ista s qu e han p ro m o v id o se c a r a c te riz a ro n p o r su v ig o r y su é xito . E sto h a ce q u e B a h ía B la n ca se e n c u e n tre e n tre la s p rim e ra s ciu d a d e s d el in te rio r, en cu a n to á la im p o rta n cia y lo za n ía de la a c c ió n e m a n cip a d o ra de los o b re ro s. N u e stro a p lau so y n u estra p a la b ra de alien to . . A * a l . - E s uno de lo s pu n tos d el in te rio r q u e tam b ién se d istin g u e por la p ro sp e rid a d d el m o v im ie n to o b re ro . Un testim o n io de e llo nos lo o fr e c e el te n a z e m ­ peñ o d e los fu n cio n ario s b u rg u e se s en c o n tr a r r e s ­ ta r d e tod as m a n e ra s la a cció n de lo s o b re ro s En e fe cto , á ia iz d el h e rm o so a cto d e p ro te sta co n tra el e sta d o d e sitio qu e lle v a ro n á ca b o los tra b a ja d o re s a zu le ñ o s, d u ran te los d ías 11 y 12 de O c tu b re ,la p o licía se in ició en una s é rie de m ed id as la s m ás a rb itra r ia s y b ru tale s. E n c a r c e ló á se se n ta o b re ro s p e rte n e c ie n te s á los v a rio s g re m io s qu e tom aron n a rte en ai __ zi» s e so m e tía m c o n d ic io n a lm e n te .s u s o b r a s han coo¿ n u ad o p a r a liz a d a s d eb id o á q u e o tro s con stru ctor* Uciona ía h" o cu p a ro n á s u s o b re ro s . B u e n c a s t ig o á su & ," ' la r .X '''01»'*"q u ed a d y e x c e le n te e n se ñ a n za p a ra vi porvenir. ahí _ cer. v~arnos j0 ’ Pai . , c “ a d n U a m u n icip a l s e d e c l ró en bueH> — el t s . r ? ,c P uede ' p a s * r á y e l d í a l 4 d e O c tu b r e , r e c la m á n d o la jo rn a d a de» h o ra s; p e ro e l i 0 c e s a b a e l m o v im ie n to sin Se RUe triu n fo c o m p le to d e lo s o b re ro s. h e r r e r o s y c a rp in te ro s h an presentad» u‘ p lie g o d e co n d icio n e s e x ig ie n d o 9 h o ra s d e trabó» y o tr a s m e jo r a s C o m o los p a tro n e s se n e g a r a n á su scrib irlo , o®' s e g u n d a re u n ió n d e lo s o b ie r o s r e a liz a d a el <» t a r ^ a f r f í P a s a r le s u n a n o ta in v itá n d o le s á prese» ta r s e al d ía s ig u ie n te en la s e c r e t a r ía d e la socied^ p a ra firm a r el p lie g o , d e lo c o n tr a r io d e c la r a ^ la h u e lg a d el g re m io . P e ro é sta no han n e c e s ita d o e je rc ita r la . con su m a d ilig e n c ia y d o cilid a d c o n c u rrie ro n tod* ^ m a n ife s t a r su a c e p ta c ió n á la s e x ig e n c ia s obN a c tiv id a d de Jos tr a b a ja d o r e s bajo r a í s e 0l í ea r H ,0H ^ Pr o v o c n d o, co m o e r a d e eip* r a r s e , la a c tiv id a d d e la p o lic ía q u e c la u su r ó ¡n»p d ia ta m e n te e l lo c a l d e la s 8nr¡í>íi»Hflc onincaDÓf ¡fe .» Prohl *6. rgUe: • O P»r cJ*°.Son ra<U aPe|¡ará toda u ' V c°hc1 thest; 7 es 5 ¡ J ' i » PC, ^ a '^ x ia s or lo n b a c * e s L r0bust*erfiWíQj>? ^ "T AÑO I. - BUENOS A IR E S , ENERO UK Í VUU íh u iv u u c u n w '*o<f7L ‘r < ">«S•» * S *1 a Om;*.0lnitid. la Ca„ B«Hd3 bv P N IÓ N ha ,a x ^ *U ^Oc ali.. la COft,.- . 0niar „ Clal‘sta d/® * ' ‘Ui,r een n Con" “ aca de ’’ 4 * q u i e n . 7 .h ^ ‘J’Jienes r i Scripci,\ „ Z ,y° Qi mn!S„.has‘a ah * n i t ¡ k T *> S o c S . nal. lm ' I-oCi í o h a C ° ,’ cl‘ tté,n eS,a">«U ^ ”X ’P a 8 an{J¡s t a s _ a le d r a '* ^ He r' , ac°Sida ha ♦ ° Ca| Prop,o ^ dades g ré rn i'^ , w '’ r h ' < ^ O la P a r a el lnica»tv •—í T a" ^ 5 w A "iar I » ' U i í - f X í,e »npo ¿ i r ldea DE 'J 'R A B ftJ A U O H E S - pE D E R A C IÓ N pBRERA JHe G IO N A L ^A R G E N T IN A N X “ pEN ERA L l, TRABAJADORES: fc-1 > T 3 £3 O Bajo el imperio de la ley marcial que por tercera vez viene á sancionar la burguesía argentina, no podemos ya vacilar en suponer cuales puedan ser sus actos y propósitos ulteriores Una ruda lección de hechos nos ha enseñado que por la defensa y salvaguardia de sus privilegios no se detiene ante nada y ante nadie. Que confiada en el alcance de sus fuerzas, pasa & travez de todos los obstáculos Que indiferente á sus propios convencionalismos de cínica moral, pisotea y destruye las estúpidas promesas de libertad consignadas en sus códigos y leyes. Que ante nuestra dudosa sumisión á soportar, como antes sin protestas el peso de su C tzl O “ue w Síu X U e*re‘>>¡al’ L S‘RO taCtlca' m k : i n° di « tó a C I CoS i Los i rb a . fueron V e t e i i ? j u n c i a fo rm, t n' dos días día, > tu n ica d o s enh , * £ £ 'a s > y P re vio el u ...X alf “e * es - ' « acasabr ¿ " ta« > í fueron tr a sla d a /alterj<Ü * Puestos á d isíí! °S á ? ; c to r O rtiz P * ™ * P 0 S lc >ón del ¡ > E B l O D I C O «y agena y £ L °s La °*° Porí * £ S IN D IC A L IS T A cam ara a libertad por no e ención. P EL II 7 21 DECADA A N O I. BUENOS A IR E S , D IC IE M B R E D E 19 0 5 . — NÚM ERO 10. S()b r í / ------- 0rdc«J» "° encon*ar deba ni pueda detenernos nada, ó de lo con trario renunciem os á todas nuestras afirm aciones, yendo ° SX l ' . a. . COní r a r ¡edad sufrid»• S il p r o r r o g a c ió n á ocultar nuestra im potencia junto á los estériles é s M e n d iv il y B a r b a ,' incapaces, ven cidos en la lucha por la vida, más d e i n t i m i d a 'r l e s " e n ló “- i * S por su taita de co rag e que por lo? o b stácu lo s deí s e rv irle s de salnVakimáSlDílli#‘i > á la lucha a01e estlnujl El período de crítica, A la m edida adoptada por enem igo. c °n más entusiij,',iüestra b urguesía para im pedir lo¿ m ovim ientos ¿Debemos e n e r a r qu - llegue el ó d,- E n eio , pat a obreros, en la época de m ayor activid ad eeonórnisaber lo que debem os hacer? S erla una puerilidad y un crim en B L A N C A - - E l gremiode albwc a ’ ,0 hem0S y a suPe ra d o ’ Una puerilidad porque los gran d es m ovim ientos dad y a lle v a 45 días de h ,o s Prim e r o 3 m omentos del estado de sitio, y obreros no se im provisan en 24 horas, m áxim e en :on stru cción permanecen ^ d esp u és flue ,a clase trabajad ora hubo contestado iro s, dando el más h aratatt la ley m arcial, con una h uelga general; toda nuesel m edio nuestro; un crim en, porque ab an don aría­ m os el cam po al enem igo, que ob raría ensañándo­ ■esistencia proleta ’ ermoso ^tra actividad debía lim itarse al esclarecim ien to de se ante la im preparación y la con sigu ien te d eb ili­ bo horas v se m a*^ ’ reClanua h ech o s, cu ya brutal realidad, asestab a un rudo dad de las huestes p roletarias. firm es hasta ta t**' ^ h° d'Spi(,EolPe á las teorías p acifistas y de colaboración de D esde y a sabem os las intenciones de la b u rg u e­ indicación. ” ° n° ha*M °V/«se, en la g u erra social sía, que han de co n vertirse en hechos en el mo­ del m rrien r* w . E ra el m om ento en que la propaganda ídeológif . p? "^^^ttfca.se presentaba com o el n ecesario com plem ento, m ento oportuno, a r e g amentación de la jonnpara contribuir á una m ayor nítidezen la concepción F u es nuestra ob ra debe se r de agitación y p re­ ° rniQ h ° raS en *nv*erno'^Üe la lucha de clases, im pidiendo m alear el criterio paración constante, para rep eler en érgicam en te la e ra y y horas en verano. de las maS)as productoras, recalcan d o el papel que prorrogación de la ley m arcial. ob rero s han rechazado la pn>|»jueg an e n el conflicto las instituciones estatales, ¿Que es lo que quiere la b u rguesía, con una nu eva se m antienen firmes en la enpaprovechando la agu dez intensificada del choque, im posición de estado de sitio? >ras p ara todas las temporadas que presentaba los antagonism os de clase de una L a com pleta inm ovilidad del P roletariado, la no n de que pronto el conflicto sdde una m anera irreductible y clara' ante la m ente realización de m ovim ientos ob reros que impidan su e n te ra satisfacción, en vista ^sencilla de tos trabajadores, no disim ulados por la la lib re exp ortación de los productos y que puedan tado y buen espíritu de luchingenuidad dem ocrática, y haciendo en fin. resaltar ocasionarle pérdidas. )dos los obreros. la im periosa necesidad de defend erse y atacar, inY es de suponerse que la clase trabajad ora no tedado definitivamente constitiidicando el m edio más eficaz para quebrar los prose rv irá adm irablem ente los propósitos de la bur guesía, perm aneciendo quieta; es de suponer que 'a de A lbañiles y ya ha empeapósitos de la b u rgu esía. oh ará precisam ente lo que los explotadores no quie­ m iendo á su cargo tres obras. Hoy ha llegado el m om ento de obrar nuevaren que h a g a : declararse en h u e lg a , negarse d ir le la m ayor prosperidal en d mente. transportar y ^embarcar las cosechas. dicha institución, recomendamos P etp h ay que a ccio n ar sin tim ideces, sin vacilaE l único m edio de anular la m edida co ercitiva bañiles cuiden de no viciarla cottciones que im portarían una derrota y fav o recerían que im porta la ley m arcial, es n egar el contttrso bilitam iento de un amplio espitaos planes del enem igo de clase. Y decim os que hay que obrar nuevam ente y con d é lo s brazos, es la deserción d el m undo de la producción, por los trabajadores. energía, porque la le y m arcial term in ará dentro de Y cuando nuestro proletariado h a g a ésto con poco tiempo. toda la am plitud é intensidad n ecesariaj puede de­ Pero term inará para se r otra vez im puesta, .para impedirnos por dos ó tres m eses toda la libertad cir que ha quebrado, reducido á la nada á la k y de acción, para p erseguir, en ca rcelar y d esterrar m arcial y la fuerza del estado. á los rebeldes, para llev a r nuevam ente luto y dolor P rep a ra r un gran m ovim iento obrero, h acer toda al hogar obrero, para d escon certar la organ ización la propaganda indispensable para su m ejor t x ,t o i y salvar las cosechas. m antener viv o el sentim iento de la revu elta p ro le ­ Y si afirm am os todo esto, no es porque una neutaria, debe ser la obra de todos los luchadores. rosis im paciente, nos tenga hundidos en un perpéPermanecien Jo inactivos habrtmos servido á los '7 .’ ^ ' T cns obras han c* tuo ensueño revolucionario; nó, lo afirm am os, por propósitos de los dominadores y habremos sancio­ anJicionalm ente.sus congtrUCl# que la realidad está ahí, patente, inconm ovible, nado el acatamiento á las brutales imposiciones de das debido á fiue 0tr0Si .„ „ 4 sí i para decirnos lo que p asará y lo que debem os h a­ la burguesía, luchando habremos dado un paso s obreros. Bueo cMbg»•* cer. Y nadie puede cre e r que el o de E nero term i­ más hacia la conquista de la libertad, habremos ne el estado de sitio sin que en ese mism o día sea más afirmado una vez, no con palabras sino en el prorrogado. terreno de los hechos, nuestra intención de hacer Se necesitaría m ucha ingenuidad para cree r que imposible la paz social mientras persista la explo­ la burguesía abandonará las enorm es cosechas, que tación, la servidumbre de la masa obrera. A la obra enlónccs, si amamos la libertad y el >to de los obreros. -.peentai11 importan para ella cuantiosas gan an cias, á los a za ­ res de una problem ática con ciliación con el p ro le­ derecho á la vida, pues no entendemos á éste en la tariado. opresión y en la miseria, sinó en el bienestar y en Nó, la b urguesía adoptará nuevam ente la ley la libertad. ÍS es se negaran ásuscnm nj ¡cribi*1 marcial, porque los m eses de E n ero, F e b re ro y ¡ Viva la h u elg a g en era l revolucionaria ! ltron, jos 05ieros reabza¿nft/ M arzo,son los de más a c tiv id a d y en ellos está con/ Viva la em ancipación obrera ! dn Cna nota invitándoles centrada toda la potencia económ ica del país, y La A cción S o c i a l i s t a . .^ ^ m re n la secretaría de apelará á todas las m edidas de fuerza que crea uiente ^ ^ contrario dec ..«f-nte convenientes, p ara a se g u ra r la exportación de los pliego, productos. E l p a c t o d o H o liiln rid su l grem iontes de perm itir la m enor lesión á su p ro vech o necesitado eíer^ í j . A ..................................... ^ ,rá á todog log extrem os; antes de consentir una ao haD docilidad concurre rancia y •An á las exigefln reivindicación p roletaria, en esos m om entos hará E s bueno que recordem os algo de esta tentativa ;U acepthc ‘dn masacres, si la clase ob rera no ob ra valien tem en . de acercam ien to en tre las dos grand es institucio­ trab»jad°reí a. di te, rechazando las im posiciones y sosteniendo en nes obreras dei país; aspiración noble, pero fra c a ­ idad de 108 ‘ como era rái^jí * J .« a . forma --------------------------------------------------------t°da su derecho á la vida, asegurando am plia sada ante el sectarism o Ue m uchos conscientes. que cUusu ^ libertad de acción á sus orga n iza cio n es, cueste lo Y la recordam os, no para lam entarnos, sino para dad de >a v s0Ctedades, ^ que cueste. condenar con toda nuestra energía, á esos p reten­ Y para hacer esto, para anu lar una vez por todas didos defensores de la clase obrera, que anteponen las intenciones crim inales de los exp lotadores, hay ideologías mal digeridas, á los suprem os intereses n Ia P^ !S ta rlea fi“c ara toda cla*c de re#ff!r que luchar, h i y que u n i: á la fuerza del p ro le ta ­ de los trabajadores; que impiden con su actuación docu®6". o r o h i b i d ^ t0 o0 a o^~una acción de clase nitídam onte revo lu cio n a ria riado, la audacia de las gran d es em presas, sin que l su scrtp cid " respetar sus la e s ta d o d e s itio un nuevo f deben dispoi i resistencia into y la em ■ clara y te opósito de ce ¿1 enemigo, i 'jn y cobardía, a su g ra d o i con todos lo;¡ los recursos *:rse una vez | de la burgue: ronveniencia n e clases. Ob| miento obrerí la perjudica, 1 necesidad t como hasta . p ro ducid o t m ientras asi declarará el tio le ofrece x ió n ieivindii M BS J f ,0narios b o g ú e s e ! * a lu d id o s A PA R ÍC E R E V O L U C IO N A R IO ían c o nc urrid o de defensa país, s, no caer en es q u e teñe que tratan de m antener en el cam po obrero, una división puram ente ideal, contraria á lá realidad, apelando á todos los odios y á todas las insanias que por una y otra parte se han voniitadó. El hecho real está ahí, incólumne, irrefutable, para dar un soberbio mentís, á lac seudo-argumeñ- taciónc:. Je Jos enemigos dei pacto S e dijo que era innecesario porque el ins*inio de conservación, im pelía á ias o rga n ú a cio n esj en los m om entos de peligro, á una unión m om entánea. No bastaban dos estados de sitios an teriores, p a­ ra dem ostrar la falsedad de este argum ento; ha s i­ do necesario un tercero p ara h acer m ás luz sobre el asunto. ¿D onde está el instinto suprem o de c o n s e rv a ­ ción ? Ha desap arecido ante el odio y el sectarism o de los unos y de los otros. Hemos visto á am bas entidades ob rar separada* m ente con distintos criterios y con resultados e v i­ dentem ente efím eros, ante los que se hubieran o b ­ tenido m ancom unando los esfuerzos. Hemos visto á la F ed eración y la Unión a p re cia n ­ do diversam en te la duración del acto de protesta; las hem os visto d ecretar el paro en distintos días, perdiendo éste toda la intensidad que debía r e ­ vestir. L a s hemos visto separadas com o en épocas nor­ m ales, en tanto que, el enem igo de clase ap elab a á todos los m edios para ah o gar el más gran d e de los m ovim ientos p roletarios habidos en la república. Y sin em bargo, para los sectarios, ésto, no sig n i­ ficará nada. V o lv e rá en el próxim o congreso á se r tratado el asunto, y se apelará, otra vez, al instinto de c o n s e r ­ vación , para rechazarlo! L a realidad nada dice á estos ofuscados. Pero la m asa ob rera que va adquiriendo día á día m ayor conciencia, com o resultado de una acción cada vez más intensa, ha de im poner su voluntad en los futuros congresos, anulando la activid ad p erniciosa de estos elem entos in capaces de a c c io ­ nar com o deben ante el enem igo común; pero si de perpetuar y abordar d iverg en cias en el cam po proletario. El m omento actual ha de se rv ir de enseñanza á los obreros com ponentes de am bas entidades y los hechos, la realidad, han ven id o á dar la razón d los excesivam ente entusiasta s, pero nada prdeticos ni sesudos. ¿ V c o i ó i i v o v o l i i o i o i i í i r ’i » S i p reguntáram os que es un procedim iento re v o ­ lucionario las respu estas que nos darían serían las m ás variadas, á p esar de p rovenir todas de hom ­ bres que profesan un m ism o ideal y pertenecen á un mismo partido. Y no pocas opiniones se han om i­ tido sob re ese tema, ni pocas polém icas se han s o s ­ tenido, á pesar de lo cual poco dilucidado hay al respecto. Tan poca luz hay sob re el p articu lar que puede rep etirse que «dos perfectos evolucion istas se a c u ­ saron recíp rocam ente de acon sejar m edios re v o lu ­ cionarios y dos revolucion arios se acu saran de no adoptar resp ectivam en te m ás que m edios legalismos». (Labriola, Ref. y R ev. Social) ¿En qué no se ha hecho consistir un acto re v o ­ lucionario? En la reform a m ás insignificante de uno de los más insignificantes centen ares de m iles de ley es que rigen á los pueblos; en el más pequeño m ejoram iento obtenido por los trabajad ores, y has­ ta en la aspiración de efectu a r un cam bio ae las b a ‘ ses económ icas del ordenam iento social. variar su coi isposiciones d j qu e im pone is, las exigen) íplo de las I nadas hasta •era, po rq u e oobres zonzos >rutecedor de is estas son aso una burg je ta en la i ses. os de repetir n varias oca.do el fruto d los dos cor sía) que hoyl , solo pued< or la victoria] ; obtenida en id desplegad, a. O tra solur inobservanci, lstituciones, , el| s públicas y len preocupar^ capitalista qu1 le clase que •abajadora dt atenazas de est su movimientc neficaz aquel! lya conquistad n. pensable hac» tu rg u e sía la ii o. P a ra ello e n d e r con h< abras, q u e su tejar de produ> á estas no sj la inactividai sta el presentj isitio p ara coi ¡ ob rero , en a y que su sai le c e r ese moviu leralización, lie) ■n p o te n te man> ’:ia, de represalq irguesía sepa, d u ra y ejempl ; sitio ya no ti e las majaderías rio, de hacerla i a en renunciai a, ella será laj ctos ile clase, la esto, no po rq u e co nv ertido de irece creerlo alg icillamente porq tolerancia, la á sus intereses los trabajadores! am enaza de un| i enérg ica y di a general, did o muy o p o rt| Iga General d e 1; i. tle T. al re, eras cual sería se d e nuevo el o se lian jirón >s m anifestando i hu e lg a general, naza debe toma . intensa, de u can p - m m m n o . a * ?n grabados e ca consiste: i a conciencia d !9 nuestras ar deolararon en huelga oDtenlenao una tisfacción en lo reclamado. dora, al sentimiento de s 1 responsabilidad y d e su fuerza- «i quieren mantener in angible la conciencia de la ruptura oe todo lazo entre las clases, del abismo infranqueable que las separa, del com bate sin cuartel nue ellos persiguen; reconocerán que la huelga gene­ ral, que dice ó los productores de cesar la obia de la producción, ú los trabajadores de no proporcionar más su trabaio á la clase enem iga, es una de las ideas más fecundas en que pue la v.rnir á retem plarse el socialism o ea peligro. E l Centro Socialista de la de las ocho culo entontec lugar, cuanto de ocho hori de las condic 1 experiencias , de ocho hoi os de los g r [n una tendenc resulta que onsiderable de Itariado. Paree ra la más imp luenta. ción de esta amento en la llítica resulta l riismo que la na tendencia 1 á neutraliza I descenso), pi |á más tiempo ara >a cultun tsrao que ella física de la 1 told ad os ind [ la lucha soci ar la jornada drá que prest lucha le ser á la s batallas Uvas, de la lucha t a111paña electt lucha de cía taller y en la ; ocho horas medio de ag sino un ari ; ocho horas y nosotros porque solo v capitalista « egios; para a is dientes, ara la lucha : contar par; l puño. B¡ tiene patria, olocación. Y urguesa ha I razón del tación intern tronteras. ) onde quiera a intervencif te cosmopol illa, debe al o, correspo de los im . os hombres y esilusionado, scribió eso, 1 [nicamente h ancés los ir uelga ad rillo s de de salarit trabajo, se >. 10 se ha ot 11 conflicto solamente avos por n se resisten condicione: ¡da fija de io á los ob >arte, no se iva de los p el terreno c ner una vic os dueños en caso dt is parados, ijarlos de Ir os hornos. < IM x v v iin io n lo ,erroc«»* mt n a £ do» en la larga lucha que han venid , do» los com ités y centros obreros que exls ta ciudad. ..,„ d a r á En dicha asam blea se resolvió así mism > los cam aradas presos, y al objeto se comenz vantar una lista de suscrición entre los cornp u presentes en la asamblea. Otros han prom etido coadyuvar .„ i María a esta con una cuota única á la Biblioteca de Propaganda. La propaganda continua á pssar de to o, pe < u ia o u u o io Los rem achadores en caliente, de las obras del Riachuelo, nos suministran un hecho concreto sobre la bo..dad d el estado patrón. c_ Li *. .ihrecox minan en los talleres pn- q u e s'e e n cu en tra n e T T y 0 P *C0 firm e s v a n im a d o * d el formal nr? n i» * ® se reunió en asam blea numcr08Rin° m bra' ? luida co n va junta sjecutiva que ha quedado con oba. cinco animoso» com pañeros, varios e e o. ^ i m o i s i i tioi ........... c ir c a ^ r íp e ló n Oernt^a obra con su óbolo Asi mismo se resolvió contribuir burguesía de os días el pe itos para ha< 3 cuestiones ría ella nos a p lace brillar re! e v il l e p .c u a u - s o c in ii.. de U colaboración d • o ' w i V de la pa* dem ocr*tlca y «acial sou nefasta < al movimiento de liberación obrera; si piensan que el triunfo d 1 proletariado está subordinado al desenvolvimiento da su energía c re a ­ de las ocho as dos con d ic la tiene la in stión sobre s i . económ ico, 3 inómico que 1 a convertirse e en Francia, la ventaja de del gu ign ol p¡ >s farzantes < dar al prolel D que m i w o n n la forma que se explica. , — En la Avenida Independencia de esta eluda y poco» metros del Consulado Francés fueron atrope­ llados y apaleados por v aríes polizontes, dos obreros p a n a d e r o s , que fueron luego co u d u cid o . á la comí- Pi; las Haita ahora ninguno ha trai? * n " ic fc a u * a Y « lugar * «¿*¡1 ios o b re ro s a n te la te rq u e d a d P ír tro n a U d * , N c o n c ie n c ia Je c la s e y ro b u s te c e n su c a r * * p r íió íí fu ch a1 lid ® b a c e < S p e ra f \ T ®l oonfllcto ^ n ará con un re su lta d o fa v o r a b le á lo .o b r fcro? í l C e n tro S o c ia lis ta d e L a B and a, solidaril_ in te g ra m e n te con la c a u s a de estos trahj J w s , n«Tha om itid o sa c rific io d e ninguna ^ le í se leZ»ío a si » <* ha co m p o rta d o la com isión de pr0|f c ^ e n tro cn inlis lista ga^n d a d elI C S o^c ia ta d d ee S. S. del d el Estet0^ K j fe nn ee gg óó áA ttoo m e ra c ió- n .u n a — nota m a a rr en t u c o n s id ------------- --------« lc a p añíaa d a d ca de- una lista d e su scrip ció n A favor h u e lg u ista s, á q u ien e s h a sta a h o ra no ha prestW prestí ^ , „ „ r p o y o ni m o ral n i m a te ria l - A l C e n tro S o c ia lis ta co n c u rre n todas las nod ^ Em M* I M un bu en n ú m ero de o b re ro s. — S e ha e sta b le c id o una c á te d ra con objeto ( fo rm a r p r o p a g a n d ista s e n tre lo s ob reros agre* aer — E x c e le n te a c o g id a h a ten id o la iniciativa 1 a d q u irir un lo ca l p r o p i c i a r a e l cen tro soci* la, ^ 8>i« e! !” f . *> be<J UDarU< a Busfuer**8’ LA ACCIÓN SOCIALISTA Vccynps: ¿ t a refiorma, la su p re sió n ó la p ro m u l­ g a ció n u e una ie y es un a cto rev o lu cio n a rio ? Nó, pu es todos los d ías s e están re fo rm a n d o , su p rim ie n ­ do y -prom ulgan do le y e s, sin q u e p o r esto a d e la n ­ tem os un paso en Sentido re v o lu c io n a rio . P o r lo d e ­ m ás, los que h acen todo eso son los c o n s e rv a d o re s ) _PLTí ; císíi m ente: . . . ¿L o es la con q uista de un.i m e jo r ’ ? T a m p o c o t pue:, m ejo ras la c la s e d om in an te ha d ado síem pre, n ó p or n u estros bellos o jos, sino por su in te ré s p a ra T etard ar y d ila cio n a r el cam in o de la id ea so ­ cia lista re v o lu cio n a ria , com o M edea tira b a á lo la r­ g o d el cam in o los tro zo s sa n g u in o len to s de su p r o ­ p io h erm an ito, para re ta r d a r la c a r r e r a d el p e r s e ­ g u id o r G ete-. (F e rri. M ov. Rev.). S e r á en ton ces a cto re v o lu c io n a rio la asp ira ció n á e fe c tu a r un cam b io d é l a s b ases d el ord en am ien to social? T a m p o co lo es, pu es las asp ira cio n es, los fin es, co m o tales, «son m eros estad o s del ánim o, ten sió n idea! d el espírituprosp ecto s ló g ic o s v iv ie n te s d e pu ra v id a in te rio r" (L a b riola . R e í. y R e v .S o c ia l) T o d o ré g im e n social tien e sus ó rg a n o s p o lítico s y a d m in istrativ o s que lo re p resen ta n y defienden. E n la s so cie d ad e s p rim itiv a s el p a tria rcad o ; en e l ré g im e n .fe u d a l la m on a rq u ía a b so lu ta y en el r é ­ gim en hurgué» el estad o re p re s e n ta tiv o . C ad a uno de esto s o rg a n ism o s tien en In m isió n e sp e cia l, p r i­ m ordial, de c o n s e rv a r el ré g im e n q u e rep resen ta n con sus re sp e c tiv o s siste m a s de propiedad, ju ris ­ p ru d en cia, e tc., de cu a lq u ie r m odo, aun q u e se a r e ­ form and o eso s siste m as p a rcia lm e n te , p a ra m a y o r seg u rid a d d el con ju nto. L a c la se dueña d el p o d e r eco n ó m ico h ace del p o ­ d er p o lítico un in stru m en to, un a g e n te de co n se r­ v a c ió n se g u ro y g ra tu ito . L a e x iste n c ia de é ste es in d isp e n sab le á la e x isten c ia de ella, m ien tra s él se a lo su ficien tem en te fu erte para p red om in ar sob re el resto de la so cie d ad ó so b re c u a lq u ie r a gru p a ció n de in d ivid u o s que tien d a á d estru ir el ré g im e n que él re p resen ta , la so cie d ad e x isten te no p e iig ra . A m edida que su pod er d ism in u y e , d ism in u ye la s e ­ g u rid a d de ésta. Y sólo cu an d o el p o d er p olítico de la c la se d om inante esté rela jad o , d esacred itad o d es­ com pu esto; só lo cu an d o c a ie z c a d e los recurB os q u e so la m en te en la actu a lid ad , e l b ra zo p roletario puede a p o rta rle ó d eja r de a p o rtarle, cu an d o sea su ficien tem en te o rg an izad o y co n scie n te , e sp era n za que n u estro ten az em p eñ o ha d e colm ar; só lo e n ­ to n ces será posiple la tra n sfo rm ació n de las b ase s eco n ó m ica s d e la s o c ie d a d . A cció n re v o lu c io n a ria es, pues, la d em olició n de ios ó rg an o s de las so c ie d a d e s q u e s e d ese a d estru ir. P e ro la m isión del re v o lu cio n a rio es: d e stru ir y co n stru ir. Y e sta es la p a rte d estru ctiv a L a p arte c o n stru c tiv a co n siste en lle v a r al n u evo ó rg a n o que c re a la c la se re v o lu cio n aria; tod as las fu n cion es n e ce sa ria s á la buena m arch a d e la so ­ cied ad ; c o n c e n tra r toda la a ctivid ad d ire ctiv a y a d ­ m in istrativ a en él y h a c e r q u e el pueblo no acate no re co n o zca m ás al ó rg a n o , al estad o an tigu o , sino al n u evo . E sto es lo q u e en ten d em os p o r p ro ced im ien to r e ­ vo lu cio n ario . D e sd e q u e vem o s en los lá b io s d e m uch os co m ­ p añ eros a so m ar la son risa del pesim ism o que p a re ­ ce decirn os: ¡rela jar, d esa c re d ita r, d esco m p o n e r el ré gim e n im p eran te y d estru irlo opon ién d ole n u es­ tra s d éb iles o rg an izacio n e s! ¡Q ué locu ra! P e ro n os­ otros con testam os: ese es el p ro ced im ien to q u e la h istoria y la n ecesid a d señ alan A tod a c la s e r e v o lu ­ cio n a ria que q u iere lle g a r al fin propu esto. No d e ­ cim o s ni sabem os el tiem po q u e d u ra rá el p roceso rev o lu cio n ario ; y , no d ec im o s q u e la o rg an izació n ob rera, actu alm en te, sea ca p a z de su stitu ir al e sta ­ do, pero d ecim o s q u e a lgú n d ía se rá ca p a z de d e­ rrib a rlo y su stitu irlo . Y e ste d ía está tanto m ás c e r ­ ca cu an to m ás pronto se d ec id a el p roletaria d o á re co n o c e r al sin d icato la im p ortan cia que tiene. E l punto d e a p o yo q u e d eseó A rq u ím ed e s, lo tie ­ ne el p ro letaria d o en el sin d icato, y con la p alan ca de la lu ch a de c ia se s re m o v e rá h asta el co ra zó n , al m undo b u rgu és. -ol mu nyiiru L, L . L a netnación polítie» t lo l P a r t i d o H u b iéram o s d ese ad o no o cu p a rn o s de e ste tem a, p e ro las c ircu n sta n cia s nos fu erzan a h a c e rlo . L a acción política d el p a rtid o so cia lista d eb e s e r se n cilla m e n te lu ch a d e cla ses, in spirán d ose en los su p rem os in te re se s d el p ro le taria d o y eslo rzá n d o se p o r r e a liz -r lo s . D e lo co n tra rio no s e ría m ás q u e un partid o b u r­ g u é s a va n za d o . No o b stan te eso, el B o le tín , p a re c e no en ten d erlo así. P a ra él la cu e stió n p o lítica d e actu a lid ad p a lp i­ tante, se re d u ce á las fu tu ras e le c c io n e s d e M arzo; á P e lle g rin i, V illa n u e v a , U g a rte , etc,, y á la c o a li­ ción e le cto ra l. Ni u n a p a la b ra siq u iera, de lo q u e co n stitu y e el v e rd a d e ro m otivo para una in ten sa a g ita ció n p o lí­ tica d e cla se, q u e se tra d u zca en h ech os p rá ctico s d en tro d e b r e v e tiem po: la se g u ra p ro rro g a ció n d e l estad o d e sitio ; y d esp u é s sa lim o s in g e n u a m e n ­ te a p e lan d o á la so lid a rid ad p ro le taria in te rn a ­ cion al, so lid a rid ad q u e d eb ía se rn o s n egad a , pu esto q u e aqu í don de re a lm e n te e stam o s in te re sa d o s en e v ita r la le y m arcia l con to d as la s brutalidades» no h acem os lo q u e d eb ié ra m o s h acer: esfo rza rn o s en a n u la r esa m ed id a de opresión , ten der p or todos lo s m ed ios á b u rla r los p ro p ó sito s d e la cla se d o ­ m in a n te. Y a h em os d em o stra d o m ás d e una v ez, d esd e e s ­ tas m ism as colu m nas y d esd e la trib u n a, q u e la a cció n p o lítica d el p ro le ta ria d o , no es ú n icam en te la a ctu a ció n de una 1 e p re se n ta d ó n parlam en taria; q u e la a cción p o lítica e s m uch o m ás v a sta y se sin ­ te tiza en d os p alab ras: ta ch a d e clases. H em os re p e tid o que el p a rtid o so cia lista , deb e su b o rd in ar su a cció n á la acció n s e g u id a por los p ro d u cto re s, d esd e q u e no e s e l p a rtid o ni los g r u ­ pos a n á rq u ico s los q u e h arán la R e v o lu ció n , sino la o rg a n iz a ció n de c la se d el proletariad o: hem os a fir m ado, d e a cu e rd o con la e x p e rie n cia h istó rica , que la u n idad d e a cció n es la m ás fecu n d a para la r e ­ v o lu ció n o b re ra , que es una d u alid ad a bsu rd a, p r e ­ te n d e r u n a o rg a n iz a ció n económ ica d e l p ro leta ­ ria d o , y por fu e ra de ella u n a a g ru p a ció n p o lític a d e l m ism o, y en fin, que h asta tan to el partid o so ­ cia lista no se a a b so rb id o en la g ra n d e unidad d e la o rg a n iza ció n re v o lu c io n a ria d e los p rod u ctores, debe, si q u ie re s e r co n sid e ra d o com o p artid o de cla se, e sfo r za rse c o a d y u v a r a l m e jo r é xito del m o­ vim ie n to o b re ro , e n tre g á n d o le tod a su d ec isió n y toda su e n erg ía . ¿O bra a sí n u estro p a rtid o en estos m om entos? ¿ C o n trib u ye en a lg o á la m ejo r solu ción d el p ro b le ­ m a de tra sce n d e n ta l im p o rta n cia p a ra la m arch a fu tu ra d e la org an izació n ? ¿Su a ctu a ció n p o lítica resp on d e á la s n e ce sid a d es im p u estas por e l co n ­ flicto? N o pu ed e h a b e r v a c ila c io n e s en la resp u esta , si se a n a liza la m arch a d el p artid o en esto s últim os tiem pos. N o ha co n trib u id o en n ad a y lo q u e es m ás d o lo ­ ro so aun, el ó rg a n o del C o m ité, p a re c e q u e r e r a h o ­ g a r en el sile n cio la cu e stió n q u e m ás p reo cu p a á la c la s e tra b a ja d o ra d el país: la P rorroga ción d e l estad o d e sitio , la n e ce sid a d m ás se n tid a que tra b a ja ála o rg a n iz a ció n y que d eb e d a r lu g a r á una v iril m an ife sta ció n d e cla se . A la c la s e tra b a ja d o ra no le p reo cu p a, ni pu ed e p reo cu p a rle P e lle g rin i y U g a rte , las fu tu ras e le c c io ­ n es ni la coalición ; nó; á n u estro p ro letaria d o le preocu p a e l estad o b u rg u és con sus m edidas de r e ­ presión con su le y m arcia l p erió d ica m en te a p lic a ­ da, para s a lv a r la g a n a n cia ca p ita lista y el m edio m ás e fica z para a n u la rla . ¿C óm o la co n se g u irá , y e n d o á la s u rn as ó n e g a n ­ do el co n cu rso de su b r?zo y de su in te lig e n c ia en la é p o ca propicia? N o es d ud osa la e lecció n . E l partido so cia lista com o fu e rza e le cto ra l pu ed e m uy poco, y si su a cció n en e se te rre n o im p lica se una lim itación á la lib e rta d de la b u rg u e sía ésta h ub iera im pedido en una ú o tra form a la s reu n io­ nes de c a rá c te r e le c to ra l q u e se e stán efectu an d o. E n ca m b io el p ro le ta ria d o con su s ó rg a n o s de re- sis te n c ia e s lo q u e le p r e o c u p a y tra ta de La huelga general no es pues la realiza. b rar. I fantasía « “ ba“ ' w'e . A l n ° ldea E l ab a n d on o d el tra b a jo , la h u e lg a en losm L |d ,d lm p r« c tr0 D aliStb itl tos de m a y o r a c tiv id a d e co n ó m ica , es lo qQe i Z j o r a , la táctica P cuantos q u ie r e im p e d ir y p o r e so a p e la á la le y m arciifB L eado. Y sin e m b a rg o’ndo se tr. No d eb e m o s o b s c u r e c e r , en to n ce s, el objeti* SD,0S socialistas- cua . as dt q u e la m asa o b re ra p e rs ig u e ; d eb e m o s constitniJ scncjili.mente,feo l8S p ° forma to d o s y c a d a un o en v o c e r o s d e ese m o vim io j ;enómeno inevitable, ya■ . £ n e c e sa rio , p a ra lle g a r á lo .q u e la burguesía p ara muchos corr . ‘ ntroVet qu iere: a b a n d o n a r e l t r a b a jo en lá época de las J COQj 0nto de dogmas meo se ch a s, h a c e r todo lo in te n s ó y exten so p o s ib le * ctnsufable discutir y anattz m o vim ie n to d án d o le un m a rc a d o ca rácter de clan■ fuera de los congresos, U n a v e z m ás n os e s d o lo ro so com probar elp i^I tudiar ¡mparcialmente el divorcie iu n d o a le ja m ie n to d e n u e s tro partid o y la cli o b re ra . Icón la acción, á no s e r la del a E l p rim e ro , en e sto s m o m e n to s en que debia roca; los que guardan U s verdac n e r tod a su e n e r g ía é in te lig e n c ia al servid* dominio propio, bajo globo de e n lo s tra b a jo re s, re d u c e su a cció n á una propaga e le c to ra l e sté ril, sin c o m p re n d e r que la grande 1 car-, se han visto obligados á re< (Jaurés entre otros). El m ovim ient ción p o lític a la e fe c tu a ría con trib u yen d o á lai liz a c ió n d e un fu e rte m o v im ie n to proletario enij rriló malgrado sus observaciones, é p o c a en q u e el e sta d o d e sitio se prorrogase. de una evolución de mosquito á el L a se g u n d a co lo c á n d o s e en e l terren o en que i su empuje, y tratados á la par de be e star; t e n d e r á s a l v a r su organ ización ,base( talistas, instigadores obcecados, v la R e v o lu c ió n S o c ia l y d e su mejoramiento un día de luz, otro de pan y ca sen te. la vez. Era difícil entonces no rene E l p a rtid o d e b e s e g u ir lo s im pulsos d elai cia, negar la fuerza y eficacia d el o b re ra ' q u e a p o rta á la lu c h a un conjunto de te. pero como esta lucha es p elig r cio n e s p r á c tic a s in e stim a b le s, y no encastillánd con el med.o de captarse las sim| en un m odo d e acció n , q u e s í en tiempos nórmala) tarias, necesarias á la obtención no re a liz a o b ra e fe c t iv a m en o s podrá realizarían sorias, una selección se opera en el é p o ca s a n o rm a le s. alejándose los que no están direcl I n c ita r á lo s tr a b a ja d o r e s á u sa r del derecho 1 dos en el resaltado de un com bate su fra g io , sa b ien d o d e a n te m a n o lo que vale 1 to, los que prefieren el ca lifica d m étod o d e lu ch a, m á x im e cu a n d o se le da caráctd siempre original, sinónim o de abnc d e co n q u ista í y no d e c ir u n a palab ra sobre otr mo, á percances y responsabilidad cu e stió n m ás c e rc a n a , m ás g r a v e y que más hondal Los obreros, preñados de teorías m eDte a fe c ta los in te r e s e s su p re m o s del proleti al acto aespués de la explicación, do, no nos p a r e ;e e l m ed io m e jo r para manteos de las paradojas y sofism ^ as que ca la a rm o n ía e n tre la m a sa p ro d u cto ra y el partidoH híbrido de legalitario y antilegalit; ni ta m p o co e l m ás a d e c u a d o p a ra preparar la sco » han tomado la delantera del me q u ista s fu tu ra s de lo s e x p lo ta d o s. I p u é s de haber preparado la ruta 1 C r é e m o s q u e el p a rtid o p u e d e y debe coopere!hora, quedan rezagados, porque m< a l m ejo r é x ito d e un m o v im ie n to iniciado ptrlaor-i formando el socialism o p etlf b g a n iza c ió n á o b je to d e im p e d ir la prorrogación de| sorio que real, perjudicial p o rq u ” n la le y m a rcia l, y á e llo le in citam o s. exigencias de la reacción mid°ahiSU féen 13 hUelga g e " e r a l, c B a j o l a m o r d a z a S t ? reK COn°Cen ,0S 0níanos »i cialismo obrero m archa solo. ¿No as utopías de a ye r son las verdad C o n ra p id e z los a n ta g o n ism o s d e cla se se revelsi con a so m b ro sa c la rid a d , á la v e z q u e la lucha entre ca p ita l y tra b a jo c a r a c t e r iz a m ás netamente íl tá c tic a o fe n s iv a y d e fe n s iv a . C u a n d o la c la s e o b re ra sin co n cie n cia y sin I* e n e r g ía q u e d e e lla d e r iv a , a c e p ta b a plácidameo* su su e rte , la s e x ig e n c ia s p a tro n a le s crecían á o*d id a d e su ig n o ra n c ia y su m isió n , así como i lfll p u eb los d om in a e l m ás a u d a z o p r e s o r. Por fin.** un tiem p o re la tiv a m e n te c o rto , m erced á co#' ju n to d e c irc u n sta n c ia s m a te r ia le s y morales, U * elión d e la in te lig e n c ia o b re ra h a preparado In ^ su s m an os y v e m o s en p le n a lu z lo q u e vió Marx.» m a ra v illo so filósofo d e la a cció n , con su esplóN p ro fé tico . greso? reahZadÓn de 138 utopía msmo ii otro s u e d ü m ás adí consumo, que D2 á falta de . el Pobre g r a n e ? Pr° Veer al o y W « k ta J D,rí c n ," d» s e “a manos amigas c onsti .-"« « s-p rta S CO» cs>ta tierra de. P o r tod as p a rte s, d esd e la v ie ja E u ropa hasta I» jo v e n A r g e n tin a , im p e rio s, re in o s, repúblicas, ó m énos d e m o c rá tic a s , s ir v e n a l ca p ita l por m^10 de su v e r d u g o , el esta d o , y lo s a g e n t e s subalterno*, c o sa co s y o ficia le s, h a b la n la le n g u a de la barbar* Í Í 2 ! e u o i c iv iliz a c ió n. p o r m ed io d el k n u t .d e lr fj L ÍS íír t . P ° lic ía ' Je £ ¡stas, representantes htjos s a c r ile g o s d e h e rm o sa constitución- io i / ” ^ an° p a ra ah o 8 a r al p u e b lo p r o d u c to r^ en ' ° í a e s p e cia l d e lo s la d ro n e s de Bolsa J:1 coim eros: el e sta d o d e sitio . rr „ ? í r a b s a rm a s s o ld a d e s c a s h irien do conelfi*; la J e fe u siv a d e lo s trabajadores * pu ed e s e r o tra q u e la p r o p a g a n d a antimilitaris]* m u e r t p 1 4*1 ° d i° 31 i n s t r u m e n t o c o b a rd e do se l í la n e « a tiv a d e u sa rlo , á la traición, c a l ­ ch as ü » a , 6 re e ra P,a z a r á lo s o b re ro s en sus in­ d a c a ra ° ut* h ue lg a g e n e r a l capitalista, surg^ m ed io m á s ^ e ™ ? 81*8 p a rc ta ,e s’ respondede0£ d e r a c io n « p o d eroso Pa r a re p e le r lo : h u elgas de £ n " r « r• ^se g úr nn°ladegreT g r a v e d a°d' dsi-° el p e i°“ lig ro,es' . " í Ufuerz! v mientras pof e ? 6 S( Ulttarie d a 5 h ! lCQe e u s í i o s ’ 1C° n t ' ^ res¡ón clí Qniana: la huela mei n t e Puede gnn a ge n ,aaiWe dttct0 de le “ la » , p°u ers Co* o p ro d n obrera pero cuand c‘óndeiau ° Untaria se Pasa s _ - .y - ■ü"B¡en“ ¡V ires'y Rosario, que hacen d0i 20 dias que se encuentran en huelg> ce» firmes v animados del formal propa.’ ersi^nr en l a resistencia, dispuestos á todos Idos. Hasta ahora ninguno La traiciona. Apática causa Y en lugar de desmaya -os ante la terquedad patronal-aclaran n, ii le clase y robustecen su carácter ae odo hace esperar que el conflicto termj. un resultado favorable á los obreros, tro Socialista de La Banda, solidarizan, gramente con la causa de estos trabaja ha omitido sacrificio de ninguna natur¡u se ha comportado la comisión de propa, 1 Centro Socialista de S. del Estero, q„t tomar en consideración una nota acom. e una lista de suscripción á favor de i0j as, á quienes hasta ahora no ha prestado joyo ni moral ni material, ntro Socialista, concurren todas las noches lúmero de obreros, establecido una cátedra con objeto dt ■opagandistas entre los obreros agremia. P E R IO D IC O S IN D IC A L IS T A AÑ O I. P N IÓ N tí tí tí tí O o tí ,nte acogida ha tenido la iniciativa dt t í n local propio para el centro socialista t í AFABECE R E V O L U C IO N A R IO pENERAL - B U EN O S 1906. A IR E S , EN ER O D E UE 'J ’RA Bft J A U O H 6 S - pE Ü E R A C IÓ N - pBRERA N Ú M ERO 11 . EL 11 T 21 DE CADA M ES = s= J Í E G í ONAL. /A R G E N T I N A TRABAJADORES: t"1 > hj & O tr1 C Bajo el imperio de la ley marcial que por tercera vez viene á sancionar la burguesía argentina, no podemos ya vacilar en suponer cuales puedan ser sus actos y propósitos ulteriores Una ruda lección de hechos nos ha enseñado que por la defensa y salvaguardia de sus privilegios no se detiene ante nada y ante nadie. Que confiada en el alcance de sus fuerzas, pasa á travez de todos los obstáculos Que indiferente á sus propios convencionalismos de cínica moral, pisotea y destruye las estúpidas promesas de libertad consignadas en sus códigos y leyes. Que ante nuestra dudosa sumisión á soportar, como antes sin protestas el peso de su — ^ miooti-ao oot,alúas todo el azote brutal de sus audacias, todo el instinto sanguinaro de sus esbirros. ízj O O 1 £ LA ACCIÓN SOCIALISTA ¡o que le preocupa y trata de desmetn. no del trabajo, la huelga en los momenr actividad económica, es lo que ella fir y por eso apela á la ley marcial, ios obscurecer, entonces, el objetivo obrera persigue; debemos constituirnos i uno en voceros de ese movimiento »ra llegar á lo .que la burguesía no lonar el trabajo en la época de las cor todo lo intenso y extenso posible el Jándole un marcado carácter de clase is nos es doloroso comprobar el proliento de nuestro partido y la clase , en estos momentos en que debía potnergía é inteligencia al servicio de i, reduce su acción á una propaganda ril, sin comprender que la grande ac­ ia efectuaría contribuyendo á la rea;n fuerte movimiento proletario en la el estado de sitio se prorrogase, colocándose en el terreno en que de­ le r á salvar su organización, base de Social y de su mejoramiento preiebe seguir los impulsos de la masa >orta á la lucha un conjunto de nois inestimables, y no encastillándose ; acción, que sí en tiempos normales a efectiva menos podrá realizarla en les. trabajadores á usar del derecho del ado de antemano lo que vale este a, máxime cuando se le da carácter ' no decir una palabra sobre otra rcana. más grave y que más hondaí intereses supremos del proletarias:e el medio mejor para mantener : la masa productora y el partido, ás adecuado para preparar las conle los explotados, el partido puede y debe cooperar t un movimiento iniciado por la or|eto de impedir la prorrogacioh de á ello le incitamos. t> l a m o r d a z a antagonism os de clase se revelan andad, á la vez que la luch a entre > caracteriza más netam ente su f defensiva. ■obrera sin conciencia y sin la ia deriva, aceptaba plácidam ente (encías patronales cre cía n á mencia y sumisión, así com o á los I más audaz opresor. P o r fin, en ivamente corto, m erced á conacias m ateriales y m orales, la re­ gencia obrera ha preparado la de » en plena luz lo que vió M arx, el o de la acción, con su esp íritu desde la vieja E uropa ha9ta la U penos reinos, rep ú b licas, más ¡as, sirven al capital por medio istado, y los agentes subalternos, hablan la lengua de la barb arie *n, por medio del knut, del rifle lA legistas, representantes d el lie g o s de herm osa constitución, i ahogar al pueblo productor ba­ tial de los ladrones de B o lsa y de sitio. Soldadescas hiriendo con el fiegnsiva de los tra b a jad o re s no la propaganda an tim ilitarista 1 al instrum ento co b ard e de 1 de usarlo, á la traición, cuanllazar los obreros en sus lu* ••ga general capitalista, surgi* Igas parciales, responde otro para repelerlo; huelgas de fe* j®8re mio, sino lo cales, regio* pravedad del p eligro . á L a h uelga g en e ra l no es pues la crea ció n de una fantasía com b ativa, es la realización de una n ece ­ sidad im prescindible. A l no id earla la c la se traba­ jadora, la táctica patronal, súbitam ente la hubiese creado. Y sin em bargo, ¡cuantos anatem as entre los mismos socialistas, cuando se trataba de estudiar, sencillam ente, ¡en las páginas de sus diarios, este fenómeno in evitab le, y a en form ación! P ara m uchos correligion arios, el socialism o es uu conjunto de dogm as in con trovertib les, siendo tan censurable discutir y an alizar sus m edios de acción, fuera de los congresos, com o p ara un católico es­ tudiar im parcialm ente el d ivorcio en las colum nas de E l Pueblo. Y sin em bargo, los m etafísicos, siem p re en riña con la acción, á no ser la del a g u a horadando la roca; los que gu ard an las verd ad es de a y e r com o dominio propio, bajo glo b o de crista l «ver y no to­ car», se han visto ob ligad as á recon ocer su e rro r (Jaurés entre otros). E l m ovim iento obrero se en ca ­ rriló m algrado sus ob servacion es; el g r a v e axiom a de una evolución de m osquito á elefante, no detuvo su empuje, y tratados á la par de aristócratas cap i­ talistas, in stigad o res ob cecados, vié ro n se privados un día de luz, otro de pan y carn e, ó de todo á la vez. E ra d ifícil entonces no rendirse á la evid en ­ cia, n eg a r la fuerza y eficacia d el arm a contunden­ te. pero com o esta lucha es p eligrosa, incom patible con el m edio de cap tarse las sim patías p arlam en ­ tarias, n ecesarias á la obtención de reform as ilu ­ sorias, una selección se opera en el cam po socialista alejándose los que no están directam ente in teresa­ dos en el resultad o de un com bate franco y re su e l­ to, los que p refieren el calificativo de socialista, siem pre o rigin al, sinónim o de abnegación y altru is­ mo, á p ercan ces y respon sab ilidades g r a v e s . Los obreros, preñados de teorías, acostum brados al acto aespués de la explicación, enem igos natos de las paradojas y sofism as que caben en el estado híbrido de leg a lita rio y an tileg a b tario sim u 'tán eos, han tom ado la delantera del m ovim iento. D es pués de h aber preparado la ruta, los de la prim era hora, quedan rezag a d o s, porque m enos necesitad os formando el socialism o p etlt bourgrois, m ás ilu­ sorio que real, perjudicial porque no responde á las exigencias de la reacción . Con su fé en la h uelga g en eral, cu ya eficacia fo r­ midable reconocen los Organos b u rgu eses, el s o ­ cialismo obrero m archa solo. ¿No es verd ad «que las utopías de a y e r son las verd ad es de mañana» y que la realización de las utopías form a el pro­ greso? El m ovim iento obrero argen tin o debe p rep a ra r el porvenir con ahinco. S i m ás adelan te el Quintanismo ú otro sucedáneo ataca, él posee una arm a sola; la huelga g en eral, á falta de co o p era tiva s de consumo, que puedan p ro veer al obrero y llenar el pobre gra n ero p ara cuando se nuble el cielo y estalle la tem pestad! C uando sabrán en E uropa, qué sirena engañadora es la C onstitución a rg e n ti­ na manos am igas en lazarán se con la de los tra b a ­ jadores oprim idos de esta tierra d ^..libertad C l l l tf ANGO F u o rz a v io lo n o ia Entre la una y la otra hay mucha diversidad: la violencia no depende de la libre voluntad de los individuos, ella surge de las condiciones objetivas de las circunstancias; no puede ser eficazmente predeliberada, mientras por el contrario el sistema fie la fuerza tiene en sí los elementos de la vo­ luntariedad humana; la huelga general que es su expresión culminante puede ponerse en práctica como producto de “ la voluntaria 11solidaridad obrera. Pero cuando se pasa á examinar.la manifesta­ ción de la huelga general, se nos presenta una pro­ posición que á primera vista parece absurda é iló­ gica. Ella no es manifestación legal; ella no es ma­ nifestación ilegal. No legal porque tiende á romper las institucio­ nes actuales, comprendidas en el Estado; no ilegal porque desenvuelve su aéción en un campo, que es base de la sociedad burguesa: la libre compra y ven ta de la fuerza de trabajo. P o r consigu iente es extrale g al. L a h uelga g en eral tiene por objeto ofender en sus cim ientos la existencia del capitalism o y es por eso que durante tales m anifestaciones se descubre á fondo la neta división de las clases; no es el ju e g o de los m omentos electo ra les en los que á menudo, elem entos que de todo tienen m enos de p roletarios, votan por el candidato socialista; la h u elga g e ñ é r a lp o r lo m ism o que es un fenóm eno agudo y por lo tanto típico aleja de sí todos los elem entos extrañ os á la clase trabajadora. E lla dice con hechos que el proletariado es la sola fuerza acreed ora del socialism o. A s í la lucha de clase identifica su verd ad era na­ turaleza; ella polariza al proletariado con las otras clases, no los aproxim a. C on secu en cia de ste exam en es que la “ fuer za cread ora., del rescate, la solidaridad obrera, se d irig e hacia una form a antagónica al poder b u r­ gués, m ientras los intereses de las otras clases se agru pan al red ed o r de aquel poder. Solo partiendo entonces, del sindicato de ofi­ cio st puede d elin ear el cam ino exacto que debe s e g u ir el proletariado, cu yo problem a siendo co ­ mo es un problem a de fuerzas, puede dar lu g ar, según Sorel, á que se p regu n te si la cla se tra b a ja ­ dora tiene noción de su destino histórico, si tiene la clara visión de su situación ante las otras c la ­ ses, si ha llegad o en fin, á tal punto de m adurez com o para poder revo lu cio n a r la socied ad todaE n r iq u e L eone . I j JI in u n d a c ió n « Llueve continua é incesantem ente durante días y semanas». E l a g u a penetra por doquier, los pequeños arroy u elo s se han con vertid o en im petuosos torrentes, los cam pos están inundados de una á otra e x tre ­ midad; la ola cre c e terrib le, pasa por sobre los obstáculos v arrolla cuanto se le opone. En vano se intenta deten erla, en vano se levantan á su paso diques y valladares; todo obstáculo á >-u m ar­ cha es vana tentativa, el agu a soberana é indo­ m able destruye todo io que encu entra á su paso, avanza im ponente, penetra, rom pe, dom ina; ha vencido». «Hace m eses y años que se predica y difunde la p alab ra de paz, ju sticia y regen eración soc a>. E l sol del p o rven ir ilum ina las conciencias, los p e q u e ñ o s 'y lejanos países despiertan del letarg o en que vivieron, las ciudades están com pletam ente conquistadas, en ln cam paña pululan valien tes com pañeros que difunden la buena nueva; la g r n Idea se ha im puesto por doquier y el m ovim iento em an cip ador ha resultado gran d ioso y prepoti nte . «Y esta agu a salu d able destinada á la v a r v pu­ rificar á la hum anidad c o rre siem pre gritando: yo paso, señores, yo pasol ..» Con estas p alabras saludaba el com pañero Díñale á la organ izació.. obrera, que después de haber sido so m ttid a á la dura prueba de la reacción, su r. g la m ás lu e rte q u e nunca dispuesta á lib rar nuevas b atallas, á c e le b ra r nuevos triunfos. Y la b u rgu e­ sía que no v a ciló en m asacrar ni pueblo italian >, que ham briento pedía un pedazo de pan, m ordió el polvo de la derrota ante la firm eza y cohesión de las o rgan izacion es que no om itieron esfuerzo alguno para m antenerse firm es en la lucha em p e­ ñada por su ideal de Justicia y Libertad. En nuestro pais, donde la fistoria del m ovim iento obrero cuenta aún m uy pocos núos la b u rguesía no quiero saca r enseñ an zas de la vieja E u ro p a ,y apela á la prisión y la m ordaza para sofocar el m ovi­ m iento revolu cion ario de las clases trabajadoras. Pero si los p roletarios se m antienen decididos en la lucha entablada por la reivin dicación de sus de­ rechos, la burguesía tendrá, á pesar de todo, que sen tir palpar la inutilidad de los m edios violentos y co ercitivo s por ella em pleados Por lo tanto no hay que om itir esfu erzos, nuestra causa es digna de que por ella nos sacrifiquem os y aventurem os nuestra propia libertad, si es n ecesario. Itokarbk E l e sta d o e le s it io . •. n o s en señ a El estado de sitio actual decretado con el único propósito de sofocar las huelgas, que en el más p erfecto orden se producían, y las que en p ers­ p ectiva estaban, es una m edida á la que por cierto i nuestro gob iern o no es la prim era vez que apela. Un gobierno com puesto en su m ayoría por te. rraten ien tes industriales y com erciantes no p o d ía p erm anecer indiferente ante la am enaza hecha á sus intereses por el avance del proletariado en su lucha contra el capital, traducida en su form a m ás p ráctica y eficaz: la abstención al tra ­ bajo; y es por esto que nuestra b u rguesía im p e­ ran te decretó el estado de sitio al v e r en pe. igro sus cosechas, y la exportación de sus p r o ­ ductos. com o una m edida co ercitiva á la acción de los trabajad ores. P ero los hechos enseñan, y de ellos debem os saca r las consecuen cias que dicten á los ob reros sus determ inaciones que han de fijar s u ; futuros rum bos. V a ria s ve ces el gobierno, á raíz de una huelga; s e ha valid o de la ley m arcial com o de un medio infalible para sofocarla y hasta ahora lo ha con­ seguido en m ayor y m enor parte. S i antes la lucha contra el capital presentaba ciertos inconvenientes (que y a se puede d ecir se han salvado) y hoy, en cam bio se nos presenta de otra m anera más fuerte y por consiguiente es m enester que una sólida y buena organización, no y a capaz de arran car m e­ jo ra s al capital, sinó para algo más im portante, para rep eler leyes de coherción, por ejem plo, que hagan al proletariado capaz de oponer una fitm e resistencia á sus opresores P ues bien, si ante los hechos que á nuestra pro. pia vista se suceden, perm anecem os anonadadost incapaces de tom ar una m edida verdad eram ente enérgica, continuaríam os siendo un ju g u ete de las intenciones de nuestros enem igos. El paro g en eral último llevado á cabo, fue todo un éxito á pesar de la ley m arcial y de la p recip i­ tación con que fué preparado. En los actuales m om entos, en que todo tiende á dem ostrar que el estado de sitio será p roriogad o, los trabajadores pueden, y tienen el deber de in­ sistir en las m ejoras que habían exijido y que aún no han conquistado, preparando al efecto, desde j a , un m ovim iento, q u e su hará tanto m as fácil si se tiene en cuenta el m om ento propicio que se p re­ senta con la escasez de brazos y acum ulam iento de las cosech as, que necesariaraeute deben se r exp or­ tadas. P or lo tanto, si nos proponem os h acer a lg o ese algo, ha de ser de en erg ías revolucion arias; hechos que sirvan de escarm ien to y enseñen á nuestros m in d o n e sq u e los obreros de hoy no son los esc la . vos de antaño; que nos rebelam os porqué ellos nos obligan, porqué sentim os una im periosa necesidad que nos llam a á ejecu ta r actos que nosotros no desearíam os, pero que recu rrim os á ellos ob ligad os por las ciacun stan cias del caso. Ellos nos desafian, forzosam ente debem os re co g e r el guante; reu sarles seria sen cillam en te una co. bardia. B o il it a / I Ln8tfi c u á n d o / S í, hasta cuando, p erm an ecerás sin reb elarte contra el despotism o b urgués y la tiranía que p re ­ sid e el san guinario inquisidor Q a in tin a . Olí! cpmpañeros de infortuniol Si sup ierais el triste papel que representáis, perm aneciendo in ertes ante la b arb arie -do vu estros verdu gos, que día á día nos ciñe más el cordel que con clu irá por e s tr a n g u la r ­ nos, si no tratam os de poner coto á ello. S e ha im puesto la necesidad que abandonem os éste estado de inercia, parecido á la m uerte, y .e n ­ trem os en la lucha qu * es vida, para re iv in d ica r nuestros derechos de hombres, arran cad os por otros nuestros sem ejantes. Es cobarde, dejarnos ti­ ran izar por los mismos que nos roban el fruto de nuestro sudor. Sacudam os de una voz por todas este m arasm o que nos tiene invadido, y dem ostrem os al despótico gob iern o de este país y á la b n rg u esía i lu st ra r u u c s i i ' ig e n e s d e su» c o n c re l g ru ñ e -; p a r a tá n p e r s u a d id o s ríe n g ra b a d o s tic a c o n s is te : la c o n c ie n c ia ces n u e s tra s de la s dos e lla tie n e la d e la r u p t u r a o r s > e c o n ó m ic o , que ara c o n v e rtirs e n te en e la v e n ta ja a del g u ig n o l lo s fa rz a n te s Iv id a r al la c o m b a te s in que su el de va ju n ta de tra b a io á la c l a s e cesar la de no es una A v o n ir b u r g u e s ía s tro s d ía s re te m p la rs e LaGARDEiAC. han o b ra co n le n to s la s ú n ic a p p ara < e lla ) l > i * o r o la s tá c u lo a iln e l^ a Los rt ocho re m a c h a d o re s en p ro a s í m ism o o b je to s u s c r id ó n se e n tre a á p ro m e tid o su á coadyuvar e s ta n ará se la B ib lio te c a c o n trib u ir con R ia c h u e lo un de la s o b ra s h e c h o c o n c re to - . . del e n lo s ta lle re s fu e ro n lu e g o de y c o n d u c id o s á y lu g a r d e desm », P A tro n a U c la ra a ro b u s te c e n q u e de con c a rá c te r á p flIÓN lo s o b re ro s. Banda, s o l i d a r i a de e s t o s tra W de n i n g u n a n a t j L a la su e l c o n f lic to terJ fa v o ra b le ríri cau sa s a c rific io buen ni ha p ri- m o ra l e s ta b le c id o un ni 4 ¿ f a v o r de | no ¿J h a p re s m a te r ia l. noc^ la s -K . * imperi0 de Ift 0*1° el Tpropómtoi d e o b re ro s. u n a p ro p a g a n d is ta s a d q u irir 4 ah o ra J n o ta S o c ia lis t a c o n c u r r e n tod as d o s. — E x c e le n te c o m i- u n a s u s c r ip c ió n q u ie n e s h a s ta n ú m e ro fo rm a r c o n s id e r a c ió n lis ta d e apoyo - S e á o b re ro s la una A l C e n tro a tro p e ­ lla d o s y a p a le a d o s p o r v a r ic s p o liz o n te s , d o s so b re p a n a d e r o s ,q u e fu e ro n -------í ^ . . , K r » r , u i m a n a n F ra n c é s en e sp e ra r n o h a o m itid o n in g ú n un C o n s u la d o Y S o c ia lis ta h u e lg u is ta s , á en — E n la A v e a id a I n d e p e n d e n c ia d e e s ta c iu d a d p o c o s m e tro s del c la se h ac e s e n e g ó á to m a r e n c u o ta p ero *D‘ C° h„. une. l a c o m i s i ó n d e p ro , N o a si se h a c o m p o rta d o g a n d a d e l C e n t r o S o c i a l i s t a d e S . d e l E ste ro ,, d e P ro p a g a n d a . to d o , en le z n . p añ ad a una e n c u e n tra n te rq u e d a d in te g ra m e n te d o re s, le la u n re s u lta d o E l C e n tro * re s o lv ió Je T odo con do se s o lid a ria ó b o lo a n te c o n c ie n c ia c o m p a ñ e ro s á s im p á tic a c a u s a o b re ro s lu c h a . ayudar a com enzó lo s R o s a rio , q u e hacen m aa dd oo *s dd ee ll ff oo rr m aA nniim m aa ll . yv firm e s y se — a c o g id a lo c a l c á te d ra e n tre h a p r o p io con o b je to lo s o b r e r o s te n id o p a ra la ^ ser au« ,J ÜD « d e 8 u s f« erza e n e l a lc srm r o n , e s a fl d e 1 ndehe ag re® in ic ia tiv a , e l c e n t r o s o c ia l!, ^ laa « B tu p t «abe ¡nícuo jar®8 cuant j dt b» en hor 'L T e ñ u e e tr o s h ijo B d e la s c o n d i' e lh “ vor alcance d e s u s é a de le ile l c a lie n te , la b o ..d a d d e l e s ta d o p a tr ó n . e n to n te lu g a r, e llo s la f o r m a q u e se e x p lic a . R ia c h u e lo , n o s s u m in is tr a n de de v e n id > s o s te n ie n d o io ­ L a p ro p a g a n d a c o n tin ú a á p e s a r d e nos h a c e b rilla r n v a r io s ta n lo s hí c u e s tio n e s fe ria do p r e s e n te s e n la a s a m b le a . d el p re so s, y al v a n ta r u n a lis ta d e A si m is m o i nue c o n s titu id a c o n , lo s c a m a r a d a s la s O tro s II. quedado E n d ic h a a s a m b le a s e r e s o lv ió s o c ia lis m o e e p e lig ro . p ro le ha ta c iu d a d . de de que qu e sS iitt oo ud ee p e r s i s t i r e n l a r e s i s t e n c i a , d i s p u e s t o s 4 ^■— - ■ H a as tUa a h o r »a n i n g u n o h aa t tr ra ai i _^ iWo s s- .aacr r i f i c i o s . O e s te , d o s lo s c o m ité s y c e n tr o s o b re ro s q u e e x is tie ra n e n e s p ro p o rc io n a r e n e m ig a , e je c u tiv a p erm a n ec en p la ta c ir c u n s c rip c ió n d o s e n la la r g a lu c h a q u e h a n gene­ o b ra la c in c o a n im o s o s c o m p a ñ e ro s , c u a rte l la h u e lg a de B u e n o s A ire s mtses yv 20 días s e r e u n ió e n a s a m b le a n u m e ro s a , n o m b r a n d o u n a su c o n c ie n c ia q u e e llo s p e rs ig u e n ; r e c o n o c e r á n id e a s m á s fe c u n d a s e n q u e p u e í a { y i n f r a n q u e a b l e q u e l a s ‘i c p a r a , d e l m ás E l C e n tr o S o c ia lis ta s u e n e rg ía c r e a ­ ¡ n 'a n g i b l e la p r o d u c c i ó n , á lo s t r a b a j a d o r e s d d e lib e ra c ió n e s tá fe rro c a rr il e n lo r e c la m a d o . I-a to d o liu o e n t r e la s c la s e » , d e l a b is m o ra l, q u e d ic e á lo s p r o d u c to r e s F ra n c is tis f a c c ió n d e m o c rá ­ re s p o n s a b ilid a d fu e rz a : “ i q u ie re n m a n te n e r i so b re c o n ó m ic o pa? l p ro le ta ria d o d e s e n v o lv im ie n to d e d o r a , al s e n tim ie n to d e s i N o s a s e g u r a n q u e lo a o b r e r o s d e e s t 8 d e c la ra ro n e n h u e lja o b te n ie n d o u n a c o m p le ta p s e u d o — so c ia lis ­ tic a y s o c ia l s o n u e f u s l a ; a l m o v im ie n to condi le s tió n d e f in itiv a m e n te ; ai c a ­ te o ría s o b r e r u ; a i p i e n s a n q u e e l t r i u n f o il a ocho jta s q u e la r t a s d e la c o l a b o r a c i ó n d - c 'a s e s y d e la s u b o rd in a d o ai n a rru in a rle de ocho is e x p e r i e n c i a s da de c io s ocho de he lo s . . movimientos nuestros ¡mpen e e U b le c ie n d o ^ ^ K‘ > ie n u n a t e n d e n rto L A re s u lta q u e A C C IÓ N S O C IA L IS T A c o n s id e ra b le d le ta r ia d o . P a re i ¡o ra la m á s e n g o m e r a ) , q jl< ? s / y t \ o s h o r r a r e s y q o e in v n id a d , q u e d e n in g u n a m a n e r a n o s p a r e c e m o s á lo s c u e n ta . a c ió n re b a ñ o s de e s ta c ito p a r a 1; d e sc e n so ), p -a la lu c h a [s ta r la j o r n a d ; ta a á la s le te h a n si ta lle r y A tí y la b u rg u e s ía , lo s d erech o s puede n o s o tro s p ro d u c to s b ra z o y medio jn 10, s i n o tro s , p ara es de d e s b a ra tá n d o le en ar de o c h o h o ra : 2, y n o s o tro s la 0 c a p ita lis ta su la to d o s p la n e s sus de c o m b a tié n d o lo s d e ltro n o á e n c a rr ila » se n d e ro , en en que la s in n o la a c c ió n a m b a je s tie n e la fe ro c id a d h ech o s p rá ctica s, p a ra lle v a r á c o o r d in a c ió n d e con ni noso­ c a p ita lis ta , q u e s ie m b re n cabo la s e s ta lu c h a h u e s te s to d o s lo s o b r e r o s e n c ió n de e s ta m an e ra, p a ra e s c u e la s t-i r o b o , l a le d e c o n t a r p a r a lb e ­ y a c c io n a r d e rro c a rlo s v erd ad ero ni con en v e r­ e l e s p a n to que en un es s ó lo haz e s ta d ía no la d is tin ­ de le ja n o , p o d a ­ cadenas im p ía s o c ie d a d y u n ié n ­ s in p re p a rá n d o n o s u n a v e z p o r to d a s , la s c o rru p c ió n n e c e s a rio p ro le ta ria s , un te n d e n c ia s , n o s tie n e s u je to s á lu c h ; co­ ro m p e rla c a to e s n e c e s a r io su m os ro m p e r d e d ie n te s , p ara que b asad a ¡C o m p a ñ ero s lia so n a d o la h ora. A la acción ! C on feren cia c o lo c a c ió n . n b u rg u e sa , por ra zó n r p lo ta c ió n ni El \ la r del fr o n te ra s . ; en b re ro , de lo s a la a c c ió n ó rg a n o s e je rc id a por d e c la s e , s o b re a n á rq u ic o s , to ra l? ¿ p o rq u é in H iz o y fo d e s ilu s io n a d o , ue e s c rib ió an c ín ic a m e n te h o fra n c é s ir i lo s ta d o , la s eso, ado. se la Huelga ladrillos de s a la rá no se c o n f lic to n o ta r p ara la im p o s ib ilid a d re a liz a r d ife r e n c ia s in s titu c ió n la R. e n tre de la el c la s e ; de > se por S .; p o n i e n d o re v o lu c ió n c a rá c te r e x p lic ó v a lo r n u lo de la a c c ió n e l p a r la m e n to a rg e n tin o y d ire c ta m e n te a fe c ta al c u e n c ia c o n q u e s e h a b la c ia lis ta d e S a n tia g o el lo s lo s se d e lo s p una < v ic caso la de la d e m o s tra n d o con con c a ­ c o n s id e r a c io ­ so b re el im p u e s to p u e b lo o b r e r o y de de que la d is m in u irlo fre ­ p o r v ía d( de h o rn o s. e x te n s a n o ta d e l C e n tro S o­ la n es cual se p o r n u e s tro en el n° co rre sp o n sa l d e d ic h o s o s te n e r s id o nunca C e n tro C e n tro , y A á en a p o r ta r d ,e S ep ­ d e S a n tia g o , lo s h u e lg u is ta s ; que esa fu é el com p. fie s ta h a b ló to d o s su pequeño lo s lu c h a d o re s . F o rtu n a to .1p e x p u ls a d o la M o lin a ri, a g ru p a c ió n de S a n tia g o . c u m p lid o con la p e tic ió n c a m a r a d a s s a n t i a g u e ñ o s , e n lo e s e n c i a l de lo s q u e la n o ta TVXovimieiito obrei*o N o la p u b lic a m o s ín te g r a p o r s u m u c h a e x te n s ió n v ie n e n S in c o n tie n e té rm in o s a lg o g ro se ro s que no al caso. e m b a rg o d ar un e x tra c to d is m in u c ió n rre sp o n sa l n o s A f ir m a Y c r e ta r io < hecho d ic h o un d eb er la en á la lo s m i s m a s e n d a , r.o dem ás h a c e r o tro g re m io s ha que d e p a s a r d e s a p e rc ib id o d e b ie ra n em p e ñ a rse en ta n to . E n el p u e r to de la c a p ita l le a lta d por c o n f ia n z a A nos o b lig a eso im p liq u e que n u e s tro U n a s é r ie d e m o v im ie n to s p a r c ia le s , e n lo s c u a le s la v ic to r ia m á s c o m p le ta fu é d e lo s tr a b a ja d o r e s , n o s d e m u e s tr a n q u e e l e s p ír itu d e lu c h a d e lo s c a ­ m a r a d a s d e l p u e r to , e n n a d a h a d is m in u id o , á p e s a r d e la p ro x im id a d d e l g r a n m o v im ie n to q u e p a r a liz ó to ta lm e n te , y p o r m u c h o s d ía s ; la v id a e c o n ó m ic a d e l m ism o , R e la ta r e m o s s u s c in ta m e n te lo s h e c h o s : V apor C a s ild a — B o y c o t l o s d í a s 3 y 4, c o n s i g u i e n ­ d o q u e to d o s lo s p e o n e s f u e r a n d e la S o c ie d a d d e R e s is te n c ia O b r e ro s d e l P u e rto . 4 V apor N o y r tle d e n c - h o m b re s p o r b o d e g a te rio rm e n te . co ­ B o y co t el en lu g a r d e 5. 2 c o n s ig u ie n d o q u e h a b ía a n ­ C e n tro p ro de por es lo s in te rm e d io in c ie r to que h u e lg u is ta s de no de su se se ­ haya a se rra - E n Z á ra te —L o s o b re ro s fic a s s e h a n d e c la r a d o e n c a u sa d e l m a l tra to d e q u e M uchos h an m a rc h a d o p á ^ T e r u e l experieu — a c tú a ' m la s d e l a s c á m a r a s f r ig o r th u e lg a d ia s pasados, í e r a n o b je to . a r a la c o se c h a . o re s L o s c a rre ro s , e s e g re m io q u e ta n a d m ira b le m e n te lu c h ó e n e l r e c ie n te m o v im ie n to , d a n d o la n o ta m á s a lta e n e s p íritu d e re s is te n c ia , ta m b ié n h a e n tra d o e n a c c ió n . L a t r o p a R io L u já n , c o m p u e s t a d e 35 c a r r o s , h a s id o b o y c o te a d a p o r la S o c ie d a d d e C a r r e r o s v E s tiv a d o re s . H ace ra d a . m ás de 15 d í a s q u e e s tá c o m p le ta m e n te p a­ v M u c h o e s p e r a m o s d e lo s c a m a r a d a s e s tiv a d o r e s y c a r r e r o s , a n te la p o s ib le p r o r r o g a c ió n d e l e s ta d o d e s itio ; s u d e c is ió n y e s p í r i t u r e b e l d e n o s e r á d e s ­ m e n tid o y h a n d e c o n tr ib u ir a l m e jo r y m á s s e g u r o é x ito d e c u a lq u ie r m o v im ie n to q u e s e e m p r e n a a . B a h ía B la n c a — U n g r a n t r i u n f o h a c o r o n a d o e l « t u e r z o d e c id id o d e lo s a lb a ñ ile s d e B a h ía B la n c a M á s d e 60 d í a s d e l u c h a , s i n d e s m a y a r , h a n t r a í d o c o m o r e s u lta d o la im p la n ta c ió n d e la jo r n a d a d e 8 h o ra s , a c e p ta n d o a d e m á s lo s e m p r e s a r io s c o n s tr u c ­ to r e s , to d a s la s c lá u s u la s d e l c o n tra to del a f ín pasado. N u e s tr o a lie n to á lo s c a m a r a d a s d e B a h ía B la n c a y n u e s tr a in c ita c ió n á p e r s e v e r a r en la m ism a s e n d a , d o ta n d o A la o r g a n iz a c ió n d e un p o te n te s e n tim ie n to c o m b a tiv o , c ie rn e M en d o sa E n e l ta lle r m e c á n ic o d e lo s s u c e s o r e s d e B e r r i lo s o b re ro s h a b ía n h e c h o a b a n d o n o d e l tr a b a jo A c a u s a d e la b r u ta l tir a n ía d e l c a p a ta z , el q u e lle v ó s u s a b u s o s á ta l e x tre m o , q u e fu é im p o s ib le c o n ti­ n u a r tr a b a ja n d o b a jo la fé ru la d e e s e s e r v il in s tr u ­ m e n to d e lo s in te r e s e s c a p ita lis ta s . E s to d ió lu g a r á q u e lo s o b r e r o s d e e s e t a lle r e x ig ie r a n la in m e d i a t a e lim in a c ió n d t d ic h o su je to * lo o u e c o n s i s u i e ro n d e s p u é s d e 6 d ía s d e h u e lg a , re a n u d a n d o e l tr a b a jo e n la s c o n d ic io n e s m á s fa v o ra b le s . S an R a fa e l (M e n d o za) L o s p e o n e s d e l F . C . T ra s a n d in o q u e tra b a ja b a n b a jó la s ó rd e n e s d e d o s c o n tra tis ta s , s e d e c la r a r o n e n h u e lg a , p id ie n d o a u m e n to d e s a la rio , l o q u e c o n - H em os re c ib id o de n u e s tro B e rn a rd , h a c ie n d o un a s e rv a c io n e s el R e p ú b lic a L a y de su O O so d e la jr de en un p o c o ta rd e v em o s re c ib o d e v irtu d c a rá c te r m uy nos o b lig a d o s de tu a r tíc u lo . s e r s u m a m e n te fu n d a m e n ta lm e n te a p r o p ia d o 4 p a r a e l p r ó x im o n ú m e ro . B o » io — A c u s a m o s y in te re s a n te o b re ro á la s a c tu a le s K s ti e x te n ­ d o c trin a rio c irc u n s ta n c ia s ) a p l a z a r e m o s s u p u b l i c a c i ó n p a r a m e j o r o p o rtu n id a d - A d m in .s tr a c ió n P o r del ú ltim a vez se in te rio r, re m ita n ro q u e te n g a n en su le á la lo s a g e n te s m a v o r b re v ed ad c o m u n ic a e l d in e ­ p o d e r , d ’e á re c ib o s co b rad o s lis ta s d e s u s c r ip c ió n , e s p e c ia lm e n te n u e s tr o en C ó rd o b a . — L a fie s ta v ie m b re d e s itio . q u e d e b ía p p d o . fu é S e re c o m ie n d a o n an o s de rifa , c e le b ra rs e p o s te rg a d a á la v e n ta , 1 CS a * Sj r t a , i z a r á e n l a p r i m e r le v a n ta d o e l e s ta d o d e s itio . A lo s a g e n te s A 1 ''c c l d N e l e n v ío y no qu e h ay an h r 7 c E A Cí p r 6 x i m o n ú m e r o s e b r e s d e l o s a g e n te s m orosos. q u e re c ib id o se de que I* se* p a q u e t e s d* la s le N o­ t e n g a n ta- p o r c u a n to q u in c e n a h a y a n c o n te s ta d o á p ° r e s ta A d m in istra c ió n d e l p e r ió d ic o . 11 d e l estado cau sa á lo s c o m p a ñ e r o s a c tiv e n el 1 a g e n te n o ta s en- su sp e n d e r! p u b lic a rá n lo s n om ­ ai ni A. la p r o lo i la huelga» g< m u y j u i c i o s a s ob- B h a b e r lle g a d o e s p a c io , p u b lic a c ió n b rilla n te , p e ro (n o d e qut No podéis, no debeis, co m p añ ero O r ie n ta l. fa lta a p la z a r s e r ie m o v im ie n to c irc u n s ta n c ia d e p o r B . so b re u n a q u e r id o re s p o n s a b ilid a d e s organizaciones nacidas por p o b l a c ió n q u e d ó s in pan. M o n te v id e o de e l d u el< logrará sus propósitos R e d a c c ió n c o rre s p o n d e n c ia d e l a s c< emancipación y por la « La burguesía defendií Vapor D u n K e ld — B 4hom a c e p ta r Si de otra manera obi L a l e y p r o v i n c i a l c o m o l a l e y n a c i o n a l s o b r e el d e s c a n s o d o m i n ic a l , e x c l u y e e n t r e o t r o s tra b a ja d o ­ r e s á lo s p a n a d e r o s . E s te g re m io , q u e e n la c a p ita l d i ó u n a l t o e je m ­ p l o d e c o m b a t i v i d a d , t o m á n d o s e p o r s u c u e n t a el d e s c a n s o , q u e l e n e g a b a n , h a s i d o i m i t a d o p o r los p a n a d e ro s , d e Q u ilm e s ; q u e el p r i m e r d o m in g n que c o m e n z a b a á r e jir la le y n o c o n c u r r i e r o n *1 tra h a jo . o y c o t el d ía 8 h a s ta c o n s e g u ir por bodega, d efen sa T e n e d p re s e n te q u e R o s a rio -L o s tip ó g ra fo s q u e t r a b a j a b a n e n el d ia rio d e e s ta lo c a lid a d « E l N a c io n a l-' h a n v u e lto al tra b a jo , d e s p u é s d e 8 d í a s d e h u e l g a , co ro n a dos de u n triu n fo c o m p le to . E s to l o g r a i o n los o b re ro s p o r h a b e rse im p u e s to e n é rg ic a m e n te á su s e x p lo ta d o re s n e g á n d o s e to d o s c ó m o u n solo h o m b r e á c o n c u r r i r a l tr a b a jo , lo q u e tra jo com o c o n s e c u e n c ia , q u e m ie n tra s d u ró l a h u e l g a no a p a re c ió d ic h o d ia r io . N u e s tr a a p la u so s in c e ro á e s to s v a l i e n t e s ca­ m a ra d a s E n Q u ilm a s c o n s e c u e n c ia la La solución: de C om o sitio, Una vt* más p on d rá P a n a d e r o s — E n la m is m a lo c a lid a d , lo s panade­ r o s lia n e f e c tu a d o un m o v im ie n to que c o n tin u a f i r m e . R e c l a m a n l o s i g u i e n t e : l o s c u a t r o D o m in g o s d e l m e s f e r i a d o s , e n l u g a r d e l ú l t i m o ú n ic a m e n te ; c o m e r f u e r a d e l a c a s a , p u e s s e l e t r a t a m a l ; 1$25 p o r c a d a c o m id a y 1 k ilo d e p a n E l l o c a l les fu é c la u s u r a d o p o r la p o lic ía . o y c o t e l d ía 5 h a s ta o b te n e r 4 h o m b re s p o r b o d e g a y e l d ía 8 n u e v a m e n te a b ie r ­ to e l b o y c o t, h a s ta o b lig a r á a c e p ta r la a d m is ió n d e u n c a m a r a d a d e s p e d id o . de ¡Trabajador© e s o s tra b a ­ E n S a n N i c o l á s » - N o t i c i a s i n c o m p l e t a s n o s lle g a n u n a h u e lg a d e o b re ro s d e tra n v ía s . N o h e m o s p o d id o s a b e r la c a u s a . U n ic a m e n te s a b e m o s q u e d u r a n t e e l d í a 7 no c i r c u l ó n i n g ú n c o c h e . P o r l a n o c h e e l m o v im ie n to h a b í a t e r m n a d o , p r o b a b l e m e n t e c o n u n a rre g lo , E n e l p r ó x im o n ú m e r o d a r e m o s lo s d e ta lle s . estado de todas las libertades. d También la piensa as No caben conjeturas, Vapor B a u f ie ld e s — B m e re c e . g e n e ra l, q u e nada de d e e lla , s in q u e en P a n a d e ro s U n h e r m o s o a c to d e a c c ió n d ire c ta h a n r e a liz a d o lo s p a n a d e r o s , h a c e p o c o s d ía s . L a le y d e d e s c a n s o d o m in ic a l, in c lu ía e n t r e la s e x c e p c io n e s a l g r e m io d e p a n a d e r o s el c u a l 110 q u is o r e s ig n a r s e y r e s o lv ió to m a r p o r si m ism o , lo q u e n o le d a b a n . A l e fe c to , e l p r im e r d o m in g o e n q u e c o m e n z a b a á r e g ir la le y , n in g ú n p a n a d e r o c o n c u rrió a l tr a ­ b a jo , h a c ie n d o e f e c tiv a u n a r e iv in d ic a c ió n q u e le a negaba. A n te la a c titu d r e s u e lta d e e s te g re m io , c u y o e s ­ p ír itu d e c o m b a te e s b ie n n o to r io , lo s p a t r o n e s h a n c e ja d o , c o n c e d ie n d o á d e m á s el I $ y 20 p a r a la c o ­ m id a . A lg u n a s c a s a s - e l m e n o r n ú m e r o — p a r e c e n re ­ s u e lta s á n o a b o n a r e l im p o rte d e la c o m id a , p e ro s e v e rá n fo rz a d a s á a c a ta r la im p o s ic ió n o b re ra , p u e s e m p e ñ a r la lu c h a e s p a r a e lla s m a s p e lig ro s o q u e a c c e d e r. E s te a c to d e lo s p a n a d e r o s , q u e m e r e c e to d o n u e s tr o a p la u s o y n u e s tr a in c ita c ió n á p e r s e v e r a r po r s i g u i e r o n i n m e d i . ' v t a t n c n t e ; a c r p c q m o l o s o b re ro » ¿ e p l W é e n d e l o s a r t í c u l o s a e c o n s u m o e n l o s désp a c h o s d e q u e s o n d u e ñ o s l o s m i s m o s c o n tra tis ta s , é s t o s q u i s i e r o n d e s q u i t a r s e a u m e n t a n d o e l p re e io d e l a c a r n e , e l p a n , e t c . , d a n d o l u g a r á a u e a q u e llo » a b a n d o n a ra n n u e v a m e n te el tra b a jo . E l c o n f lic to c o n tin ú a s in s o lu c io n a rs e to d a v ía . L a p o l i c í a , c o m o d e c o s t u m b r e , s e h a c e n o t a r por • -u p e r s e c u c i ó n á l o s o b r e r o s , á q u i e n e s e n c a lid a d iíe p r e s o s s e l e s l l e v a á m a t a r l a n g o s t a . F s d e e s p e r a r q u e e s t o s t r a b a j a d o r a s n o s e d ejen i n t i m i d a r d e i a i n f a m e a c t i t u d d e l o s s i c a r i o s d é la b u r g u e s í a , y s e p a n d a r u n a m u e s t r a d e l o q u e p ue­ d e l a f u e r z a a e l a u n i ó n e n t r e l o s o b r e r o s , e l triu n ­ f a r á p e s a r d e to d o . N u e s tr o s a lu d o y p a la b r a d e a lie n to ja d o re s re c ib id a tie n e . 9 en c iu d a d . y adem ás u n a p arad o s, lo ja rlo s lo s ob no dueños e en os de te rr e n o ener y com o p a r la m e n ta ria p id e re c tifiq u e m o s a p ie c ia c io n e s h e c h a s d ic h a Itiv a e s ta d o s ig n if ic a d o d e l E s te ro , e n d id a á e s­ re lie v e b u rg u e sa del el d e el C on testa n d o H e /n o s r e c ib id o u n a n r e s is te n p a r te , p ro p a ­ p a r la m e n ta ria . d e n u e s tr o p e r ió d ic o , irio p re ­ n e s s o b re e l im p u e s to á la s h e r e n c ia s a d o p ta d o p o r is c o n d i c i o n e ñ ja g ru p o s dos a d a p ta r lu c h a p o lític a y d e l p a r la m e n ta r is m o h a ol s o la m e n te n ta v o s lo s en se al :n de c a m b io , la r á c te r d e c o n q u is ta ; te rm in . n d o tra b a jo , su p e­ p ro le ta ria d o c o n d e n s á n d o la n o s im p id e , e n p r o le ta r ia ; a n a liz ó el de el la d e re s is te n c ia ? h o m b re s d e s ta d o d e el re s a lta r g a n d a e m in e n te m e n te o b r e r a , e n la s o r g a n iz a c io n e s D e v ille . ía n lo s re g u ­ g u n ta s : ¿ p o rq u é se n o s p e r m ite la p ro p a g a n d a e le c ­ c o rre sp c lis m o e l debe su s de a l N o r te , a n te ca m a ra d a s. la o rg a n iz a c ió n , h a c ie n d o p o lític o s y cosm opo B a rra c a s A c ció n p o lí t ic a , so b re a lg u n a s c o n s id e r a c io n e s s o b re y rio rid a d q u ie ra im a rilla , n ú m e ro d e s itio e u n a in te rv e n c ii ; e s te c o n fe re n c ia H iz o in te n te d o n d e I o d ió , e l c o m p . T r o is e , e n u r.a ha no ha en liA Q U E D A N O . ía p o r el de X X m e n tira . del puño. ; n o tie n e p a tria , d et A f ir m a ta m b ié n q u e e l c o m p . la fila s b u r g u e s a s . donos v ile g io s ; p a r a ; 1 lo s la s P e ro i, p o r q u e s o l o - la lo s que esta d o d e s itio s ie m p re , h a s ta re sp o n d a m o s d a d e ro s d e a. un ó b o lo p a r a la in te lig e n c ia q u e n o s te n g a s u m is o s á c o n te m p la c io n e s p a r a q u ie n o c h o h o ra : to ­ lo q u e e x i s t e som os lo s to ta l b e n e fic io C ré e n lo s h a b e r q u e lo to d a la fu e rz a d e n u e s tr a a c c ió n , tr a d u c id a de 111:1. " que d e la h u e lg a , in c ita n d o tu y o s ! d e to d o e x tra e m o s tira n ía d e c o lo c a d o . F e to en 1 e jé r­ Q v .d tie m b re o rg a n iz a d a á R a im o n d i, de un la tu s fu e rz a cread o ra avan zan d o o b re ra p o r lucha de el* de p is o te a n n u e s tro to d a s !a s fo rm a s lucha c a m p a ñ a e le c t la e llo s d efen sa, ú s iv a s . rá d e la d eb er c o n tra b a ta lla lila s c o n tr a la n o s im p o n e e l u n a lig a d u ra d río , e l se lle v a r d ,c l a o b re ro . m o q u e p re s lu c h a d e ja n d ero s d e fe n d e r m e n tira s p a tr ió ­ m a d r e N a tu r a le z a , o fr e c e a l del la s a r tif ic ia l, p o r q u é S i e l g o b ie rn o m d rá A q u e e la b o ra m o s y soc se in te re s e s q u e so m o s en el m u n d o in t en 110 t e r e b e l a s d o , o u e s to q u e e s la fís ic a d e la 1 s o ld a d o s lo s c ru e lm e n te R e fle x io n a la c u ltu r veces v id a s p o r tá n d o te le n ta m e n te m is m o q u e e lla c ía d efen d er l« .s q u e t a n ja rá m á s tie m p i p ara m uchas tic a s ; y e n c a m b io n e u tra liz ; c o rd e ro s, q u e c a b e z a g a c h a .— N o: J a m á s l d a n d o v u e s tra s u n a te n d e n c ia il la F o rm a d o s p o lític a r e s u lt a ie n á de m ansos al c o rra l con m a m e n to e n la 0 m ism o q u e d ig ­ o enérgica y profúndame! Q siln asi ací hohrom nR Ai Solo habremos ¡T r a b a ja d o r ' Manifestémonos, pu oobardias anteriores, Test im pusiere »1 mej'or éx Que cada uno se co apasionar los compañen conti andas. Que el ejemplo sub el efecto saludable de p: Así lo reclama la n Así lo reclama la ¡T ra b a ja d o r consolidar para siempre ¡¡V iv a la lio ¡i A b a j o e l e s t*nrf» htn vuelto toSc* ■ 0 30 oentavos de aumento ttV ia de que loa huelgu¡8ta(, V nte y á un cochero. y*' 'abajadores del aserradero h ¡res y Rosario, que hacen ¿J le se encuentran en huel • animados del formal pro8* PBMODICO SINDICALISTA REVOLUCIONARIO resistencia, dispuestos a tod* . ahora ninguno ninguno hh aatri.-J traición 01 ANO I. BUENOS AIRES, ENERO DE 1 9 0 6 . Y en lu g a r de desm an* - ¡rquedad PA tronal-aclaran * Y robustecen su carácter í ¡perar que el conflicto ter^ ►favorable á los obreros a de La Banda, solidariza,, >n la causa de estos trabai sacrificio de ninguna nati^’ rtado la comisión de pron ialista de S. del Estero, , , •□sideración una nota acó* e suscripción á favor de ¡ í hasta ahora no ha prestaJ al ni material. ta. concurren todas las noch* breros. una cátedra con objeto a s entre los obreros agren^ P n i ÓN P e n E R A L << ** £3 S S tí O ha tenido la iniciativa & Ñn pió para el centro soriai.-^. social^ S tí 02 O ccrp cpmo los obreros s ae consumo en los tléslos mismos contratistas, se aumentando el preeio ando lugar á que aquellos el trabajo. El conflicto todavía, umbre, se hace notar por ros, á quienes en calidad atar langosta, trabajadores no se dejen itud de los sicarios de la a muestra de lo que pueatre los obreros, el triuna de aliento á esos trabá­ de las cámaras frigoríhuelga dias pasados, á s eran objeto, jara la cosecha. ia localidad, los pana.iejvimiemo que continúa yute: los cuatro Domingos r del último únicamente; íes se le trata mal; 1 $ 20 lo de pan El local les icía. is incompletas nos llegan ¡ de tranvías, la causa. |ue durante el día 7 no ■la noche el movimiento ¡mente con un arreglo, laremos los detalles. ¡ que trabajaban en el SI Nacional» han vuelto días de huelga, coronaleto. Esto lograion los juesto enérgicamente á •se todos cómo un solo •ajo, lo que trajo como ras duró la huelga no o á estos v a lie n te s ca­ lata* la ley nacional sobre tí je entre otros trabajado¡apital dió un alto ejem* indose por su cuenta el . ha sido imitado por los ne el primer domingo ley no concurrieron al o o o ► —I p i H hH 02 tí Q O Q H 02 tí tí tí Q te O O O & O tí O tí tí DE y R A B f t J A U O K E S - pE O E R A C IÓ N pBRERA R E G IO N A L . / U g E N T I N A TRABAJADORES: Bajo el imperio de la ley marcial que por tercera vez viene á sancionar la burguesía argentina, no podemos ya vacilar en suponer cuales puedan ser sus actos y propósitos ulteriores Una ruda lección de hechos nos ha enseñado que por la defensa y salvaguardia de sus privilegios no se detiene ante nada y ante nadie. Que confiada en el alcance de sus fuerzas, pasa & travez de todos los obstáculos Que indiferente á sus propios convencionalismos de cínica moral, pisotea y destruye las estúpidas promesas de libertad consignadas en sus códigos y leyes. Que ante nuestra dudosa sumisión á soportar, como antes sin protestas el peso de su inicuo parasitismo, sabe descargar sobre nuestras espaldas todo el azote brutal de sus audacias, todo el instinto sanguina™ de sus esbirros. I Y bien nos lo ba enseñado, trabfcjidores 1 En la fachada de su lúgubre castillo, tiene escrito con la sangre de nuestros hermanos de combate con el hambre de nuestros hijos y esposas, que sus crímenes irán hasta donde lo demande el siniestro respeto de su predominio socal, hasta donde lo permita el mayor alcance de sus fuerzas. |Y bien ni s lo ha enseñado, trabajadores! Por tres veces seguidas la burguesía argentina ha esgrimido sus armasde odiosa represión para ahogar nuestros movimientos reivindicatoríos, quebrando los más elementales derechos, llenando sus cárceles con centenares de esforzados compañeros, y estableciendo asi el imperio del silencio y de la muerte, la noche tris e de los grandes crímenes s 'c ;a!es Dentro de breves días va á espirar el plazo del actual estado de sitio coincidiendo con la época de la mayor actividad económica de la república. Y esa cruel experiencia, con harta claridad nos enseña que la burguesía del país en la defensa avarienta de sus provechos, como ayer y como hoy, obrará solo inspirada en sus conveniencias de clase muy libre, de toda ingenua idea de iroderac:ón y de paz. Y esa dura experiencia nos dá la convicción deque la clase dominante á fin de garantirse el tranquilo transporte de sus cosechas, prorrogará el actúa1 e sta d o d e s it io ; y que una vez más, esta situación discrecional de los poderosos\enoiá á disculpar sus crímenes, sus infamias, la violación de todas las libertades. También la piensa asalariada, con cínica displicencia nos ha revelado la g r a ta n u eva . No caten conjeturas, pues, sobre lo que harán nuestros explotadores Una vez más pondrán de manifiesto su desprecio por cualquier libertad que les moleste, y oon sarcástica arrogancia nos invitarán á la lucha. ¡ T r a b a j a d o r e s ! — Las circunstancias nos marcan con demasiada claridad el camino que debemos elegir. La defensa de las conquistas realizadas, la dignidad y la salud de nuestras organizaciones, el porvenir de nuestra causa, sólo nos consienten una solución: aceptar el duelo, concurrir á la batalla. Tened presente que hemos sido los primeros en provocarla al abandonar la situación de esclavos sumisos. ¡Tengamos entónces el valor de afrontar las responsabilidades que nos hemos creado! Si de otra manera obráramos, á la par de revelar una infame cobardía, denunciaríamos el propósito de no incomodarnos por la conquista de nuestra emancipación y por la vida de nuestras organizaciones. La burguesía defendiendo sus privilegios se empeña en anular el poder naciente de nuestros órganos de combate; pero tened presente que estas organizaciones nacidas por y parala lucha solo pueden vivir y desarrollarse en el ambiente fecundo de las contiendas enérgicas. Por eso el adversario solo logrará sus propósitos si nosotros nos obstinamos en no rompei el silencio de vergonzosas retiradas No podéis, no debeis, pues, vacilar en responder, entusiastas y generosos, á nuestro grito de guerra y á nuestro llamado á la lucha : A la p r o l o n g a c i ó n d e l e s t a d o d e s i t i o c o n t e s t e m o s c o n l a d e c l a r a c i ó n d e la ln te lg -a g e n e r a l , d e s d e e l I jU I N E S 8 de E N E R o , ta n e x te n s a , ta n e n é r g ic a y p od erosa y com o se a in d is p e n s a b le p a r a a c e n t u a r b ie n p r o fu n d a m e n te s u c a r á c t e r r e v o lu c ió n a r io . Solo asi habremos cumplido con nuestro deber, y afirmado nuestra capacidad para marchar á la conquista del futuro. ¡ T r a b a j a d o r e s ! — No olvidéis que el triunfo de las grandes causas siempre han impuesto tributos dolorosos y muchos sacrificios. Manifestémonos, pues, decididos á rendir lo que hoy nos demandan las emergencias de nuestra lucha YT asi, despojado de las timideces y cobardías anteriores, resolvamos concurrir al combate con energía, con decisión, dispuestos á obrar en la medida de las circunstancias y como nos lo impusiere ri mejor éxito de nuestra causa. Que cada uno se convierta en el mas entusiasta y valiente agitador, que cada sociedad de resistencia-dedique todo su tiempo y todas sus actividades á apasionarlos compañeros del gremio, impregnando sus pechos de santa indignación é iluminando sus cerebros con las fulguraciones de estas próximas contiendas. Que el ejemplo sublime de los compañeros rusos, soldados esforzados del acontecimiento social más grandeque registra la historia del mundo, tenga el efecto saludable de producir en nuestros organismos una profunda vibración de coraje y de ira. A sí lo reclama la necesidad ineludible de aplicar un severísimo oorrectivo á nuestros adversarios por sin audacias y prepotencias. Así lo reckma la necesidad de trocar su mueca sarcástica de triunfo y poderío en una mueca de terror y de miedo. ¡ T r a b a j a d o r e s ! — En la hora de la prueba dos conquistas nos esperón: Afirmar nuestra fuerzay respeto frente á los tiranos sociales, y consolidar para siempre el hermoso abrazo fraternal que hoy une á todos los proletarios argentinos. ¡¡V iva la ¡¡A bajo el h u elga estad o ge n era l!! de ¡¡V iva la en iaxio lp ao ló n o b r e r a !! sitio!! U nion G eneral F ederación O brera de T rabajadores R egional A rgertina >blación quedó sin pan. 3 C ÍÓ 1 1 tevideo una interesante ro querido compañero rie de muy juiciosas obvimiento obrero de la ¡r llegado un poco tarde ios vemos obligados A :» el próximo númeroibo de tu artículo. Está í ser sumamente extenvitalmente doctrinario Actuales circunstancias) para mejor oportunidad tr a c ió n Omunica á los agentes layor brevedad el diñede recibos cobrados y tímente nuestro agente •lebrarse el 11 de N®* Ida á causa del estad lafleros que tengan t*' l venta, por cuanto 1° Imer quincena que se* i recibido paquetes de testado á las notas en frión se le suspen derá re publicarán los noifl* ian concurrid o de defensa país, s, no caer en es que teñe hasta tanto pueda obtener- el un própdéfetrt. y hasta que los obreros no consigan neutrali­ zarlo ó inutizarlo. Es un acto de la lucha de clases. Con esas medidas el E stad o— que la inte­ resada enseñanza ha hecho considerar como la potencia tuteladora de los intereses gene­ rales, de lodos; como el padre amoroso é im­ parcial que con la más buena voluntad vijila y salvaguarda á todos— se ha evidenciado, una vez más, con su actitud resueltamente hostil hacia el movimiento obrero, en su pa­ pel de instrumento del patronato. Siguiendo la encadenación lógica de los he­ chos se pone de manifiesto que el patronato cuando se ve acosado por la fuerza de la or­ ganización obrera, y no la puede dominar con sus recursos habituales, con la simple re­ sistencia, recurre á su defensor natural, el Estado, que tiene medios y coarta la libertad de acción, impide á los trabajadores el ejer­ cicio práctico del derecho ríe la huelga. La inercia concertada de los brazos obre­ ros, á veces llega á asumir tal fuerza que la simple resistencia patronal no logra vencer. Los brazos obreros en reposo vencen por un momento y dan la impresión rápida y pro­ funda de la potencia que encierran, poniendo en ridículo las propaladas mentiras de los ca­ pitalistas y sus asalariados sostenedores, de fítfin u n w , c u n ic iT iiu id s , itÁ G o p a c iv ,u iu T t u r T y “ administrativos. De esto no se excluyó ni al mismo Partido Socialista, que siempre fué con­ siderado como un partido subversivo. Si este último hecho no tuviera una expli­ cación positiva, diríamos que solo se debe á la deferencia que el «compañero» Quintana tiene para con los compañeros socialistas del programa mínimo. La verdad es, que todos los partidos polí­ ticos que se desarrollan y accionan solo en el terreno de la legalidad burguesa, en el cam­ po electoral, contribuyendo al funcionamiento regular de las instituciones políticas, no pue­ den detrimentar ni entorpecer; no realizan obra revolucionaria. La acción de los partidos, así considerada, no podía, ni aun durante el estado de sitio, incomodar el proceso de la producción, ni el funcionamiento de la máquina Estado. Y hu­ biera sido una torpeza, una falta de sentido, si la clase gobernante hubiese obstaculizado las inofensivas manifestaciones de los parti­ dos. Esta diversidad de tratamiento, según fue­ ran partidos políticos ó sindicatos obreros, in­ dica claramente que la fu erza real y efectiva que puede amenazar y que trastorna la pro ducción capitalista, r e s i d e e n i . ds s i n d i c a ­ t o s o b r e r o s (sea socialista ó anárquica la flbvcpai'cmonos Con el recrudecimiento vigoroso de la acti­ vidad obrera, viene á presentarse la posibilidad de que la burguesía insista en utilizar el esta­ do de sitio, como medio de defensa y salva­ guardia de sus provechos. Así lo deja prever su conducta anterior, y así lo insinúa L a Nación del 24 del corriente en 1111 artículo titulado Las huelgas. Pero no debe preocuparnos el grado de posibilidad que exista en la sanción ó 110 del estado de sitio. Debe bastarnos con saber que es posible ó se tiene el propósito de decre­ tarlo, para aceptar la existencia de un proble­ ma de urgente resolución. Ante esa amenaza contra el actual movi­ miento huelguista que sin duda alguna está destinado á tomar mayores proporcione;, la clase obrera organizada, suficientemente alec­ cionada con las enseñanzas de un pasado muy próximo, 110 puede permanecer muda y des­ preocupada. No puede cometer el grave error de disponerse á !a defensa cuando ya el ata­ que se lia realizado, cuando las medidas del enemigo dificultan en mucho sil acción amplia y profunda de resistencia. Esa falta de previsión ha sido una de las O te .0 tT"1 H GG H > C O • un nuevo ■deben dispor 1 resistencia,^ :nto y ia en< ' clara y te •opósito de co el enemigo, n ón y cobardía, a su grado 1 con todos los ¡ los recursos jjerse una vez p de la burgués Conveniencia b 2 clases. Obr miento obrera la perjudica, I necesidad d como hasta . producido e mientras así declarará el e tio le ofrece 1 xión reivindic variar su con .isposiciones de s que impone e is, las exigenc íplo de las bi riadas hasta •era, porque C jobres zonzos *"0 •rutecedor de i o is estas son ¡ te aso una burgu jeta en la co o ses. os de repetir k n varias ocasio o ido el fruto del w los dos conte sía) que hoy s , solo pueden ¡> or la victoria d • obtenida en 1 W ad desplegada a. Otra solució &3 •t inobservancia r 1 'siituciones, el O s públicas y d len preocupar á capitalista que G le clase que coi m [abajadora del 55 (nenazas de estad h bu movimiento neficaz aquellas lya conquistado tr1 n. pensable hacerle m rguesía la inco o. Para ello es nder con hech abras, que sus Wjar de producir 'ó estas no suce la inactividad p sta el presente, sitio para conten obrero, en adeh , y que su sanció lecer ese movimien eralización, llevarl potente manifest iuerza, de resistencia, de represalia ° 1 Y cuando la burguesía sepa, por aprendido en una dura y ejemplar que sus estados de sitio ya no tienei cacia de salvarla de las majaderías pro y sí, por el contrario, de hacerla más ella será la primera en renunciar á I leidad reaccionaria, ella será la pri descartar de sus actos de clase, la sar la ley marcial. Y esto, no porque nueí guesía se hubiera convertido de bdf civilizada, como parece creerlo alguno: socialistas, sino sencillamente porque una tal actitud de tolerancia, la má: niente satisfacción á sus intereses de < En tal sentido, los trabajadores del ben contestar á la amenaza de un nue do ile sitio, con la enérgica y decidt¡ naza de una huelga general. Así lo ha entendido muy oportunan Comité de la Huelga General de la K. (| y de de la U. (I. de T . al recabar organizaciones obreras cual sería su ac caso de sancionarse de nuevo el estad tio. Y al respecto se han pronunci; principales gremios manifestando unáni te que irían A la huelga general. Pero esta amenaza debe tomar te caracteres de una intensa, de una e' a LA ACCIÓN SO C IA L IST A ja metafisi m e n te q u e n u n c a , r e a liz a r la u n ió n INuost rn T ra b a ja d o re s : pnlabr» E l e . ta d o d e s itio v a á s e r p r o r r o g a d o , y s in m ie n to E s tá lu s tr a r n u e s tr genes la c o n c re á p u n to d e b u r g u e s ía te rm in a r el g o b e rn a n te de p la x o e s te s e ñ a la d o p a ís , en g ra b a d o s n u e str o s d erech o s d e reu n ió n y h u e lg a ic a c o n s is te : o tra la c o n c ie n c ia es n u e s tra s de la s as dos la tie n e g s tió n vez d e v u e lto s . la s a lta s r e g io n e s e n ; tra m a n d o c r im e n ; y p o s ib le m e n te , condi re p re s e n ta n : a d o p ta d a que en c o n c ie n c ia F ra n c i: v e n ta ja tra n q u ila e g u ig n o l \ del que al p ro l de irilla r del en vea á g [m s id e ra b le d añ a d o . P a re la m á s m e jo r e s ts 1 m o m e n to s lo s ha ro s tro el E l de s e g u irá s itio , de h a s ta re d u c ir al m asa de h o m b re s, s ó lo es capaz que se de y y in . d ic io n e s que L a com o m ira n d o e c o n ó m ic o s y del d erech o y el que le s m o ra l d erech o fu e ro n que peso de e lla de la la n z a rn o s a c titu d de c la s e sag rad o s s u m is a la y lib e ra c ió n d eb e res c u m p lim ie n to el fu tu ro se h a lla rá n s o c ia le s , y fo rm a rá n no que puede en su a te m o r iz a re m o s g ra n es n e c e s a rio e x p lo ta d o ra á su» p ara o rg a n is m o . y de s a c rifi­ audaces ai h u ra ñ o s la d ro n a a lu d ir, sf y n u e s tro c o n v e n c e rn o s y á que nos tie n e u n c id o s , p a r a \ucka de el esa; su de lo s m isió n es e s c la v itu d , a h o g a r en 1 e s to s ó lo puede tra n q u ila o ch o h o ra ó de e s to , la ai E s la fe ró z lib e rta d , b u rg u e se s no de ya la v io le n ta p o ic ió n s o c ia l m a n te n e r la p ro d u c ir o b te n e rlo m e d ia n te liz a c ió n d e t s i e n o s o tro s > rq u e s o lo ip ita lis ta que ó se m ise ria , y s u m is ió n y a im p u e s ta , lla m a de el p ro le ­ e u rn a s d e ja r la á to d a d ie n te s , s e g u ir c o n s in tie n d o la r e a ­ c r im e n ú n ic a s y p afs, q u e jio s ; p a r a . b u rg u e s ía s ig a s o c ia l, del cual so m o s v íc tim a s ? ¿ P o d e m o s, p o r g o b e rn a n te a u d a z m e n te su lib e rta d , de y ra p á z p ro p ó s ito im p e d ir to d a la s e je m o lo , d e e s te de a n u la r re iv in d ic a c ió n T erem o s c o n ta r p ai el sag rad o , el in e lu d ib le d efen d ern o s y d e sal v am o s. Y puño. h u e lg a g u n a q u e n e s lo q u i t e y n o s e » to se T re s c o n d ic io n e s , m in e a re q u ie re n u e s tra no lo c o n c ie n c ia , s in g ra n la s la s h ab rá no y la e n e rg ía s o c ia l. b u rg u e s ía ro b á n d o n o s c u r a r s a c ia r s u s in e x tin g u ib le s a p e tito s c ió n y a l­ c u m p lire m o s e m a n c ip a c ió n c u a le s y de fu e rz a d ig n id a d de tin u a rá e s q u ilim á n d o n o s , d erech o a rre b a te . P e ro p a ra c u a le s eb ra T r e s c o n d ic io n e s , s in y capaz S i n e c e s id a d Si d erech o á la h a s ta que de un e s te d ig n o es con­ p ara de p ro ­ d o m in a ­ d e riq u e z a s . c ie rto q u e del es n u e s tra s e n tir que d esd e fu e rz a la rg o d e tra d u c irs e tra d u c irs e d ev o rar n u e s tra en en un hecho. o tro y á tra b a ja d o ra por el hecho la v ic to ria p r o le ta ria , e s in d is o lu b le v o lu n ta d con d e re sp o n d e r c o n la o b s tin a d a en su s á la e q u ív o c a y h a c ie n d o la q u e en caso en que, desde lo p ara a lto d e lo s n o s o tro s la á A b a jo la ea g u e r r a ! ,» e l p ro le ta ria d o á l a o rd e n ese d ía e s ta m o s d e in te re s e s , p o d re­ seg u ro s lo s e n c o n tra r de d irig e n te s e l j u r y d e la H a y a , y s o m e t e r s u d i f e r e n c i a al ú n ic o m e d io con c o n se rv e de la s m asas p o p u la re s c o n te s ta r d e s lig a r la de á á la o rd e n será el p ro le ta ria d o una sea p re fe re n c ia p a trio ta , y d e lo s m ie n tra s s e n tim e n ta l m e re c e q u e se im p o sib le o b te n e r d e c lo n e s re v o lu c io n a ría s fin á la s por esa dé la él p a trii p a t r i a vale l a v i d a p o r e lla , l o s t r a b a j a d o r e s l a s re s u lu que ú n ic a m e n te p u e d e n poner g u e rra s in te rn a c io n a le s . H a s ta a q u í lo s s o c ia lis ta s m a s a s p o p u la re s : r e c u r s o e f ic a z p ara ah o g ar n o s c o lo c a e n la s itu a c ió n e s ta d o el de Es m o v im ie n to o b r e r o esa to d o s E l p ro v o c a d o ra . P o r eso n o s u p o s ib le p ro rro g a , á o b re ra p erm an ezca que a g u in a ld o , n a tu ra le z a sus se su s no d iv e rs a s in te n s ific a ­ o c a s io n e s , y sus es e n tre de un n e c e sa rio la s a c tu a le s c a rá c te r u n m i n í m u n de q u e v iv e n e n ré ­ lib e r ta d e s e le m e n ta le s que e n su p a r te , al H iz o ta d o , la s n o ta r p ara la im p o s ib ilid a d re a liz a r d ife r e n c ia s de R. e n tre p r o le ta r ia ; a n a liz ó in s titu c ió n la la el c la s e ; de a d a p ta r S .; p o n i e n d o re v o lu c ió n c a rá c te r e x p lic ó e s ta d o jelga v a lo r n u lo de de s a la ru ra b a jo , a c c ió n y la de la d e m o s tra n d o p a rla m e n ta ria r á c te r d e c o n q u is ta ; te rm in . n d o con con c a ­ c o n s id e r a c io ­ n e s s o b r e e l im p u e s to á la s h e r e n c ia s a d o p ta d o p o r e l p a r la m e n to idrilíos de la e s­ com o s ig n if ic a d o lu c h a p o lític a y d e l p a r la m e n ta r is m o el el re lie v e b u rg u e sa del el de a rg e n tin o y d ire c ta m e n te a fe c ta al c u e n c ia c o n q u e s e h a b la so b re el im p u e s to p u e b io o b r e r o y de de d is m in u irlo que la fre ­ por v ía p a r la m e n ta ria . se 0 se 1 c o n f lic to p o r el tra b a jo g e n e ra c io n e s . No hem os s a lie ra de m a ta r p o r h a ot C on testa n d o se por n r e s is te n H e jn o s r e c ib id o u n a c ia lis ta d e S a n tia g o e x te n s a n o ta d e l E s te ro , e n d e l C e n tro la c o n d ic io n e p id e re c tifiq u e m o s a p ie c ia c io n e s h e c h a s la d e n u e s tr o p e r ió d ic o , fija > á lo s irte , a de no ob sí d e lo s p te rre n o c d ic h a p o r n u e s tro cual se en el c o rre sp o n sa l S o­ nes n° 9 en c iu d a d . N o la p u b lic a m o s in te g r a p o r s u m u c h a e x te n s ió n y adem ás v ie n e n c o n tie n e té rm in o s al caso. a lg o g ro se ro s que no " d e b e m o s m á s fu e rte - la s pa- son v ic to ria con máS d * 15 dÍ3S qUC CStá co m Ple ta m e n*e ra d a ° e pa- M u c h o e s p e r a m o s d e lo s c a m a r a d a s e s t iv a d o r e s v c a r r e r o s , a n te la p o s ib le p r o r r o g a c ió n d e l e s ta d o d e s itio ; s u d e c is ió n y e s p í r i t u r e b e l d e n o s e r á d e s ­ m e n tid o y h a n d e c o n trib u ir a l m e jo r y m á s s e e u r o é x ito d e c u a lq u ie r m o v im ie n to q u e s e e m p r e n a a . B a h ía B la n c a U n g r a n t r i u n f o h a c o r o n a d o e l e s f u e r z o d e c id id o d e lo s a lb a ñ ile s d e B a h ía B la n c a M á s d e 60 d í a s d e l u c h a , s i n d e s m a y a r , h a n t r a í d o c o m o r e s u lta d o la im p la n ta c ió n d e la j o r n a d a d e 8 h o r a s , a c e p ta n d o a d e m á s lo s e m p r e s a r io s c o n s tr u c . * as c lá u s u la s del c o n tra to del ello » M en d osa E n e l ta lle r m e c á n ic o d e lo s s u c e s o r e s d e B e r r i lo s o b r e r o s h a b la n h e c h o a b a n d o n o d e l tr a b a io á c a u s a d e l a b r u t a l t i r a n í a d e l c a p a t a z , e l q u e l l e ’v ó s u s a b u s o s á ta l e x tre m o , q u e fu é im p o s ib le c o n ti­ n u a r tr a b a ja n d o b a jo la fé ru la d e e s e s e r v il in * tru m e n tó d e lo s in te r e s e s c a p ita lis ta s . R c m a ja del com bat o r g a n iz a c ió n o b r e r a j co n fu n d en , s e id e n tific a n . O rg a y luchar es o rg a n iza rse. L a org, convierte en el prod u cto d e la h su vez', la lu ch a d e cla ses e x te llevada d su s ú ltim o s e x tre m o : organización obrera. Casos práeticos de aeclc Desde la a parición d e n u e s tro pe do hemos venido d e fin ie n d o y des criterio sobre la m a n e ra d e concebí: lista y revolucionaria, las ex ig e n cia : ria con sus bruscas a lte rn a tiv a s, n definir ó aclarar u n a s e rie d e conc terpretados p o r un v e re d ic to vulgai | s do bárbaram ente a se sin a d o s m edía í mistificación E n tre e llo s se c u e n ta la s a r a n d e a d frruoc ón lreCta> para m uchos P oa 'n o p ’n a d a y loca d e las a eenre e¡ rh Vh ce hc he o, a ^trá too jde reoi ay ^ Vt g iccaóp'c o , c a lle m atar u n v ig ila n te , p o r q u e s í v L ♦ o p o rtu n a ,. E s to e n c u a t o i „ * en cerrab a el c o n c e p to e n e l n o n dicalistas r e v o lu c io n a rio s P ^ en su m ás a m p lía e x n r l • c ta * e i r a d a m e n t e m e z a u in » al fu n < en v ir tu d d e l ? 0 l s e ? * -a * ° Tgani Preten d en a s ig n a r le s . u n d an o qu d t f u a L o eÍ o r l a c , i t i c a d e desdén, se empeña* J ? n c '* * vi«>nia cta». «sindicalism o d ,c u lu a r lo in o ra n te s manas. d“ e a tr CÍOnan'° » a e « i n o r i z a r c ie rt ; ' “ “« 8M g“» " d ó T ) d í s P » f id » d e n l¡ \ d e la c la se c a p i” y p o r el é s ta L a y es la g u e rra c iv il, m a sa s p o p u la re s n o la fa lta a p la z a r b . su de h o m b re s e n t i e n d e n n a d a d el o ( y o h a b e r lle g a d o e s p a c io , p u b lic a c ió n de m uy en nos re c ib o d e v irtu d c a rá c te r a p r o p ia d o u n p o c o ta rd e v em o s de tu a r tic u lo . s e r s u m a m e n te fu n d a m e n ta lm e n te A o b lig a d o s á p a r a e l p ró x im o n ú m e ro - B o s io — A c u s a m o s b rilla n te , p e ro la s a c tu a le s E s tá e x te n - d o c trin a rio c irc u n s ta n c ia s ) a p la z a r e m o s s u p u b lic a c ió n p a r a m e jo r o p o rtu n id a d A d m iii.stra oió n Hai d ltim a v e z s e le c o m u n ic a á lo s ag en tes r n m ía .n o r ’ r e m ' ta n á la m a y o r b r e v e d a d e l diñel i k t a c h e nfi:an .e n s u P o d e r, d e r e c i b o s c o b ra d o s J en C ó r d o Sb a S C n P C Í Ó n , e S p e C Í a , m e n t e n u e s t r o vi¡'mbrefiennHqUre Adebítt « O b r a r s e el 11 de Nod e ritió P o sterg a d a á ca u sa del estado lo n a r ^ s ° rfie"da >' -o c ¡ » l¡,m o re v o lu d ó » O r ie n ta l. c irc u n s ta n c ia d e p o r ‘ g é n e ro h u m a n o d e s d e m uchas dora nr c o m o la s R e p ú b lic a í , e '0 . P e r o d e l a s r i q u e z a s s o c i a l e s a c u m u la d a s año N u e s tr o a lie n to á lo s c a m a r a d a s d e B a h ía B la n c a y n u e s tr a in c ita c ió n á p e r s e v e r a r e n la m ism a s e n d a , d o ta n d o á la o rg a n iz a c ió n d e un p o te n te s e n tim ie n to c o m b a tiv o , p v n e n ie d e o rg a n iz a c ió el au­ ’ ’ 3 s e c u e n c ia taQtas form a v ic to rio s a , la h a v m á s q u e u n a s o la g u e r r a d ig n a d e in te lig e n te s , so c ia l. L a t r o p a R io L u já n , c o m p u e s t a d e 35 c a r r o s h a s id o b o y c o te a d a p o r la S o c ie d a d d e C a r r e r o s v E s tfv a d o re s . p as^ fd s o la m e n te iv o s e n a c c ió n . T odo p rin c ip io re ja d o l a i n i c i a c i ó n p ro la ta ria d o , [ ÍV IL L E . hombres j ilusionado, ribió eso, i camente h icés los ii se dominante. su p e r­ m is m o e n t o d a s la s p a­ lo s p a ís e s ¿ozan de defensa y p a r a su p ro p ia c o n s e r E m peñarse, p u e s , e n g e s ti ó n sus in te re se s, e s e m p e ñ a r s e e n g h ijo s, c e sa r: p u e d e n e s p e r a r , p o r la e x p r o p ia c i ó n c r e c ie n te . m o m e n to s c r ític o s es el siguiente, e s p r o v o c a r la , e s d e. L a s o l a g u e r r a q u e n o s e a u n a m e n t i r a , e s a q u e ll» a l f in d e l a c u a l , bi s o n v e n c e d o re s lo a p ro le ta rio s e n q u e n o s c o lo ­ L a h u e lg a g e n e r a l y a n o e s la ir r e a liz a b le d e a y e r ; en to d o s p u e d e fu n c io n a r s in A u n c u a n d o su p a tiia P e ro ¿q u é d e b e m o s h a c e r? E n e s to s com o ta lis ta , a p o d e ra r s e p o d id o c o n s t a t a r s u e f ic a c ia p ero le n g u a je , e x is te n to ta lid a d q u ie n e s pagan lo s g a s to s m e n to d e lo s im p u e s to s . d a s y c o n tin u a s . la h e m o s a d o p ta d o de L o s tra b a ja d o re s que se h acen tria s a c tú a le * s o n e n g a ñ a d o s re a c c io n e m o s o p re s io n e s á las b e lla , E n R u s i a m i s m o , h a s i d o a t a c a d o d e m u e r t e e l r é g im e n a u to c rá tic c . d a c ia s d e l a d v e rs a r io . c a h o y la b u r g u e s ía c o n que su n o se p u e d e n a rre b a ta r, a n te la c la s e a r m á n d o n o s d e la firm e v o lu n ta d d e q u e b r a r la s a u ­ Y e s ta e s la c o n d ic ió n d e e s p ír itu en lib e r ta d e s p o lític a s , t o d o s re p e tirá , h a s ta in fa m ia s , n o so n g im e n c a p ita lis ta in d ife re n te . U n o b s e q u io d e ta l de el v io le n ta y p u e d e a d m itirs e títu lo d e o tro ré g im e n c a p ita lis ta tria s ; y c u a le s s o n lo s e f e c to s y m e d id a d e g o b ie rn o , ta n d ife r e n c ia s p a tria s , fic ia l. ex p e­ e n e s ta fo r m a , A d a p ta rs e á s u s c ir c u n s ta n c ia s . de d ic h o es e s i n d i s p e n s a b l e a l p ro ­ d ig a m o s y le r e p ita m o s s in L as la e m p le a r han no «L o s p ro le ta rio s n o tie n e n p a tñ a . r ie n c ia a d q u irid a p a r a d e s c if ra r e l p o r v e n ir y p o d e r a lc a n c e n e c e s a rio q u e le a c e p ta r la p o s ib ilid a d d e s u p r o r r o g a c ió n . E s p o r lo m e n o s ju ic io s o a c o n s e j a r s e d e p a tria g re so h u m a n o ; es el b ie n c o m ú n a u n d e lo s d e s h e r e d a d o s .» d e s itio , c o m o n o v a c ila r e n p a trio ta s « N u e s tr a tie n e u n p a s a d o g lo rio s o ; e lla A g u in a ld o de ano n u evo del la expl t o m a r !a i L a A c c ió n S o c ia l is t a s is te m á tic o c o n tra t o d o s e n tim ie n to d o n d e el a z a r te h iz o n a c e r y c r e a q u e tra b a ja d o re s . e m p le o A bandonar e se p r á c t i c o é in f a lib le de la n e g a tiv a u n á n im e n e c e s a rio M ie n tra s h u e lg a g e n e ra l re v o lu c io n a ria , v iv a la e m a n c ip a c ió n la in s u rre c c ió n , n o s o tro s la r e s o lu c ió n v in l d e m á s q u e la s o tr a s tira n o s , v iv a que p a trió tic o . p a la b ra s b e n é v o la s q u e lo s « ¡S e a cusí in te rn a c io n a l. d e m o v iliz a c ió n arm as, c r im in a l lo s g e n e r a d o r e s d e to d a v id a . T ra b a ja d o re s : lo s g o b e r n a n t e s P e ro p a r a lle g a r á o b te n e r c á r c e l, d e s tie r r o , h a m b r e y p lo m o : s ie m p r e la m u e r ­ te s i se el m undo, sepan q u e d e c o n f lic to s es el s ó lo y q u e to m e n g o b ie rn o s b u rg u e s e s , n o m ás p a tria c u r a r á lo s g o b e r n a n t e s d e s u s v e l e id a d e s b e lic o s a s . re sp o n sa­ y c o n la p a z q u e re s id e e n L a lo e s t á im p o n ie n d o . L o p a ra s itá ria s o c ia lis ta s p a ­ nuest a to d o d e la s d iv e rá a s p a tr ia s s a b r ía n im p o s i­ e s e l a g r e s o r , de lo s a n t e s la in s u r r e c i ó u m o s d o rm ir tra n q u ilo s ; s a lv a c ió n c o m o c la s e re v o lu c io n a ria . á la c la s e P o rq u e la e s ta b ilí' )a s o c ie d a d c a p i t a l i s t a : l a c o n c illa rte e s tá b ie n d e c id id o á r e s p o n d e r d e m o v iliz a c ió n h o ra p r e s t n te , m e jo r re s u lte , c o r r e s p o n d e ella m ie n to .e s r e b e l a r s e q u e e s i m p o s i b l e sa- fó rm u la d e lo s g o b e r n a n te s a r b itr a je d eb e r en L a e x p e rie n c ia h is tó r ic a n o s tie n e n a g re so r, o rg a n iz a d o , p ro c e so la i n t r a n q u i l i d a d h o g ares, s o c ie d a d r e a liz a n u n h ech o c o n t b u rg u é s* . te n ie n d o p o r b a s d y ' b lo tra b a ja d o r, s ó l o e s p o s i b l e e s e in te rn a c io n a ­ a ta c a » , e s ta o tra n e ta y c la ra p a r a fu e ra el e x p lo ta n d o del ¡ieCho ttu n0S6,0á ; r X d e l a * g el Á i el p a trio tis m o . E s te q u e d e e s te a c to a d e la n te , y b a s ta r d o q u e p * e te n d e p a r a lo s p r o le ta r io s y p a r a la b le la p a z s o c ia l. d ic h o n u e s tr a a f ir m e m o s s e g u ir b e r , c u a n d o e s ta lla u n c o n f lic to , q u ie n c o n el e s ta d o a lte ra c ió n p ro d u c c ió n , s e m b ra n d o n u e s tro cu al an tip atriótico Y e s tie m p o , s o b re to d o d e s d e la a m b i c i o s a paz e— conspirar c o n tra la e x is t e n c ia c lism o a d u lte r a d o C u an lo d e é s ta d e s e g u ir e n e sfu e rz o , h a y q u e E s te e s el o b s tá c u lo s . S o cia lism o van­ d e c ir, c o n d e l p ro p ó s ito q u e p e r s ig u e y so p o r­ g u e rra s u a v e y p la ­ ' w d ,u m is ió n d e é s t e . c o n s c ie n te la c la s e io .” d ' “ i la p esa d a v e n im o s B o ilita . m e d id a de 3 5 * . ó r ior' »“ 5 e l d e b e r de L a h u e lg a g e n e ra l debe hecho, con tr a v é s d e to d o s lo s b u rg u e s ía . la n o s o tro s la p r ó r r o g a d e l e s t a d o d e s itio p u e. le s u s e s p íritu s la » para g e s tio n a r p y te rm in a - n u e s tro im ro n e tie m p o d e s a lu d a b le v e n g a n z a q u e e lla r e q u ie r e de g u e rra , A s a c u d ie n d o trio ta s : « N o s o tro s d e f e n d e r e m o s A l p ro p ó s ito im p o n e n s o m o s e x p l o t a d o s y q u e a n h e la - lo s r ig o r e s a n u la c ió n lo p r e s e n t e y la con- tr a ic io n a rn o s o p re s o re s , c o n to d o s b le s ó lo c o n nos h acer T ra b a ja d o re s : v id a , no com o una p ro testa d e m o s tra c ió n d e lo s u n e f e c t o p r o f u n ’. A si h ay q u e c o n te s ta r s u b lim e a c to L a h u e lg a g e n e ra l s a lv a r á á c a rá c te r y un E s y a tie m p o d e r e a c c io n a r c o n tr a e n e s to s m o m e n to s . P e r o o fe n sa d a r le e m a n c ip a c ió n , s e c o n tr a lo s e x p lo ta d o r e s . de la h u e lg a g e n e ra l, r e v o lu c io n a ria , s in té r m ir o p ro le ta ria d o re a liz a r, s o lid a rid a d , de A m o s n u e s tra su le s d e v o ra . p ro rro g a d o á de esa re c u rr ir ta n d o . n o lo p e r d id o s , p u e s lle g a r ía n g e n e ra l l a s m e d i d a s v i o l e n t a s d e I* ' r e v o lu c io n a rio . cad en a de c o lm a r su a v a ric ia , el in s a ­ riq u e z a s s itio ta n to , c a n s a d o s o b re ra ? lu c h ; de a lc a n c e q u e es in fa ­ d e e llo s , p re c io . p o r n u e s tro p ara B ie n c o n o c e m o s ¿ P e ro , pod< m e s a c a so m isió n una ta ria d o . o ch o h o ra e s ta ría m o s lim ite s y que m ism o s . p r o d u c ir le riq u e z a s g o b e rn a n te s o tra . a c e p ta d a ; e s a in m e n s a de a y El N o . L a m isió n es c re e d lo , c u e rp o s p ara deo em o s P e n s a r lo c o n t r a r i o que d e c re ta r el h a m ­ n o s o tr o s la c u a lq u ie r c ia b le a p e tito d e la la y de á e n c o n tra r ía con in s a c ia b le s c o n q u is ta r el re s p e to c r e c ie n te d e s p r e c io A l e s ta d o é c u m p le n lib e rta d p ara te m ib le s y q u is ta d e l p o r v e n ir . tra b a ja d o re s . im p o n e a n u la r c ir c u n s ta n c ia s , la s e g u r id a d te n d r á c o n m is e ra c ió n y b ie n e s ta r. n ip a ñ a e le c l e s ta d o la d e s ig n io s ; d e n u e s tr a d e b ilid a d , y n o s lib e r ta r á d e l y u g o vas. lle ­ la s m is m a s c o n ­ p r e s e n te e s d e im p o s ic io n e s a c a ta n d o m e z q u in o s n e c e s a rio , p u e s h a c e rn o s al c o b a rd e s, p o r h a b e r una a n h e la d a tie n e cuyo Jam ás ja m á s , ne patria, locación. ^ Iguesa ha 1 razón del Ición interi Ironteras. l d e quiera |intervenci cosm opo a, debe a correspc ld e los in lo s es m ás, se de in m e n s o con h o ra d a m e n te tra n ­ N u e s tr o s h ijo s, n u e s tro s tira n o s , la d o m in a d o re s , UIISUO1 E s del a h e rro ja r b re p a ra en p re d ic a . te n d rá n que, y o b ra b u rlá n d o s e de d is p u e s to s c o n s c ie n te s en a c u e rd o e lla n ad a el o b re ro s in s ta n te ese s u s titu ii L e c o r re s p o n d e c o m b a tir, p a ra en h o ra c io s . lucha de e n e rg ía » e n t u s i a s m o y e m p u j e , s e o to .' Y c o m o la m e jo r e x p r e s ió n es n u es­ in e lu d ib le . d á lic o y a p la s ta d o r, s in o c o m o v iril s ig n o d e a ta q u e o c a s io n e s cáe el é N o hay nada de p riv ile g io s p rin c ip ie s e lla A lo s d e b e re s soc Irá que pres P u c h a le se . las b a t a l l a m e tó n ic a lo p e r m i t e . v erd ad . h is tó r ic a . p ro le ta ria d o n ar; I r la jo r n a d e x p lo ta d o re s n u e s tra s rc e rse co n n ifie s te c a p a z d e to d o s lo s g o b e r n a n te s ; d e e s e c ú m u ­ b ilid a d p o r e n te r o lu c h a la su tr a b a ja d o r a , p o r e l c o n tr a r io , e s la ú n ic a re ta rd a r p ld a d o s ra una h irie n te a p ó s tro fe d e lo s un lo s S o b re I fís ic a d e la s in o de b u rg u é s, im p e rio s o íiio , il im i t a d a , e t e r n a , s i f u e r a p o s i b le , e n la m e jo r p ro v e c h o , y re s p o n s a b ilid a d n i fa ls e a r (tedio su fa b ric a d o d a se am o q u e e ll. a lle r y m udado seg u ro e lla sus to d o s m á s tie m p la la s o c ia l. la c u ltu i de d esd e el sen o e n é rg ic o u n iv e rs a l; m is tific a n d o e s to s h e r m o s o s d é b il, Se h a b r ía g o b e rn a n te ; de en |á Ira a c to e s ta d o á tris te c o n c e p to s p e rm itid o j seg u ro , en un to d o s lo s p e r ío d o s h is tó r ic o s d efen sa la te n d e n c ia n e u tra liz buen g o b e r­ c o n s e c u e n c ia del e s c la v o s , c la s e d e s c e n d ie n te s , J iis m o q u e d e sc e n so ), á la c u lp a b le . (tic a r e s u lta h u b ie ra n d e la ju s tic ia L a de y v erg ü en zas la c la s e o b je tiv o c o n s id e ra rn o s la s to rp e z a s d e in - p re o c u p a rse p ara m ism a a e n to e n la ' é s o c ia le s , s in je n ta . |ó n á m e d io in a c c ió n , la p u r a y p e rm itid a s , im y m ansa in te lig e n c ia en de h ic ié r a m o s , A n te a s í; y un de o b ra d o en la re s u lta q u e la o b ra r cu an d o E s ta e s i u n a te n d e r y re c u rso la a c c io n a r ú ha lo s c o b a rd ía la s v io la c io n e s y p ro le ta ria d o , él d ic h o , (e x p e rie n c ia s de d e s m á n ic a tra b a ja d o ra , q u e lo h a c e . del ta n to hoi h( e x tra ñ o y E lla c o r r e s p o n ­ in c a lific a b le p ro c e d e ría , que v a lié n d o s e m e jo r ocho de s u s e n e m ig o s . n o h a s id o qué acu sar ls la el se c o rre s p o n d ie n te m e n te . I d e la s c o n d i de n ad a a r b itr a ria to n q u ilo s y s u m is o s , in c lin á r a m o s n u e s tr a s f r e n te s a n t e lo b u rg u e sa . c la s e no v a lie n te s ile n c io y cuant ocho é s ta P e ro , e n to n te |l u g a r , que y &e je c la s e g o b e rn a n te . m o m e n to , r e v o lu c io n a rio s d e s d e n u e s tro s * oche p ro te g e r c a p ita lis ta s del D e ja ría m o s y no y r de será n u e s tro s d e re c h o s , lib re y h u m a n a . d eb er c r e c ie n te s a ta q u e s d e a c titu d nos fin s itio h a c ia H a c e r im p o s ib le e s te tro a c c ió n d e lo s t r a b a j a d o r e s f r e n t e á lo s y fo rm a b ru ta l h; á de o tro s o c ie d a d re ite ra d o s n a n te . la s e s ta d o lo s s o c ia le s , f e lo n ía , a lg u n o m u ltip lic a r a c c ió n to rp e p ro p ó s ito d e im p e d ir n u e s tr a a s c e n s ió n á u n a d o m i n a d o la e lio la le im p o n e n j el lia á s u lre to d a s as s tio n e s |de b ie n , je s ía p ara a c titu d S i e l v a lo r, la e n e r g ía fa rz a n te s Id a r e s ta p o r la tir a n ía d e , s a b e d lo sean e n el g o b ie rn o . en c o n v e rtirs » nos la s o m b r a d e o tra p la z o , de que lo s ti r a n o s N o h a y n a d a , a b s o lu ta m e n te so b re p n ó m ic o la el nuevo la tr a n q u ila e x p o t a c i ó n an o rm a l ;e q u e v iv e n E n o tr a a r tim a ñ a , p ro rro g a d o p o r u n oche la se e s tá I e c o n ó m ic o , la N o s e r á a s í. por p ara p ara m ira ­ n u e s t r a c l « j |¿ c o m Pa ñ e r o s q u e tengan ta*, *' P r°P ia y e«Ji ° a “ b re clase Z g* HÍ3ada « ¿ 2 “ IVa de 65 dec¡r, / 0 5 « - j ‘,n te s «s ó re j 'te que nunca, realizar la Unirtn . i multiplicar nuestra* , ae n^ K ón á ejercerse e je r c e r s e con c o nentusia.I® V u s S ? 8 y ParaS > LA :ste c a p a z d e a n u la r las m e d i í , ? » * . f * ’ meditJas vioie^ e g o b e rn a n te . as Vl®lentijf c o m o la m e jo r e x p re sió n de es-, a acuerdo c u e r d o deoem deoem o oss recurrir r e c u r r ir ** .*, -n a ,, uestos 'u e sto s á darle d a r le un « c a r áic rte ,r .v. a huetea Ue,8» «5* lí* ten te r e v o lu c io n a r io . A s i . L , u n s ta n c ia s , la s e g u rid a d del Dr? InipoO ita d el p o r v e n ir . ^ esente y e n s a r lo c o n lr a r lo „ t r a ic io n a n ., . a to a ' S i «X i es cierto que somos explotados v s nuestra emancipación, se im roiJ er sentir nuestra fuerza sacudiend ^ lenguaje abstracto de la metafísica, como es indispen sable para hacerse comprender de ellas hablar un len guaje concreto, se hace necesario no vacilar para ex presarles muy bien que nosotros no tenemos ningún sentimiento naciona1, y proclamar muy alto que nos es indiferente ser franceses, alemanes, IngleRes, italia­ nos ó ru«os. Si seriamente queremos acelerar el acontecimiento de los Estados Un'dos de Euiopa, es necesario desde ya, proc’au.ar ardientemente que no S om os ni alema nes ni franceses, ni ingleses, ni italianos, ni rusos, pero si Europeos, ó mejor, los compatriotas de los explotad 's de toda la tierra G u st a v o H e r v é . L u d i a y o r g a n iz a c ió n Qo,a q u e d e s d e u r * ° « ™ p » r a b a ja d o r e s : la p r ó rr o g a del estado dP tr a d u c ir s e en un h ech o . L a huelga J “S d u c ir s e en o tro h ech o , con el c Uaf nera1^ s t r a in d is o lu b le v o lu n ta d de s e g U ifirnie®t v é s d e to d o s lo s o b stácu lo s. 'F adeiaítt S o c i a l i s m o a n t i p a trióte Es ya tiem po de reaccionar contra ese inte.* no ad u lterad o y bastardo que p-etende ' «ncilit, i el p atriotism o. Y es tiem p o, sobre todo desde que es ianmiKi r, cuan d o estalla un conflicto, quien es el ae *' itituii á la equívoca fórmula de los so cial?'4 otas: «Nosotros defenderem os nuest a pat ataca», esta otra neta y clara para todo eU 1' ra los proletarios y para los gobernantes «s(1 sra el agresor, antes la insurreción que la ' » ? Cuando los gobernantes sepan que el proleu*1 ganizado, está bien decidido ¿responder állod! m ovilización con la insurrección, nosotros po*. os dorm ir tranquilos; ese día estamos seguros ie en caso de conflictos de intereses, los d¡ri»» ilas diveráas patrias sabrían encontrar el jury dj| iz que reside en La H aya, y someter su diferendit bitraje internacio nal. E ste es el sólo y único medio práctico é infalib)» irar á los gob eroan tes de sus veleidades belicosa Pero para llegar á obtener de las masas popule íe tom en la resolución vird de contestar á la orde i m ovilización con la negativa unánime á toman mas, es necesario desligarla de todo sentimia. itriótico. M ientras el p ro letariad o sea patriota, mientras: onserve una preferencia sentimental por la pac onde el azar le hizo nacer y crea que esa patria* lás que las otras y m erece que se dé la vida pore* ¡rá im posible obtener de los trabajadores las rea ,ones revolucion arias que únicamente puedenpoa n á las gu etras internacionales. H asta aquí los socialistas patriotas han dicho ii s a s u populares: «Nuestra patria no es bella, pe ene un pasado glorioso; ella es indispensablealp reso hum ano; es el bien común de todos sos i* un de los desheredados.» E s necesario em plear otro lenguaje, es necear |ue ln digam os y le repitam os sin cesar: «Los proletarios no tienen patria. L as diferencias que existen entre las » latrías, son en su totalidad de un car ‘“ ¿ i régim en capitalista es el mismo e" jjj! rias; y com o no puede funcionar sin u ^ ibertades políticas, todos losi países q rimen cap italitta ^ozan de hbertade |ltlI¡á so se pueden arrebatar, en su P5” 1®» Pe el régi* En Rusia mismo, ha sido atacado d t ic c ^ _ . t « r not I»? rabajadores que se hacen tua!e« son «ngañados jon a cuando su p atiia saltera vic: ■ , p ig a n los gastos de la victoria ie los im puestos. _,„tira. « ^ -,la guerra que no sea u" 8 jos prole“í e la cual, hí son venced? í de ia clase # esperar, por la expropiad . , s jen®0^ apoderarse de las riquezas ‘ rabajo y por el género humano av más que una sola 8uerr* id -fM|a ^ s, ésta es la guerra civ.l, Cuando los trabajadores se proponen organizarse para gestion ar por sí m ism os sus propios intereses, no sólo realizan un hecho nuevo, desconocido y ageno á la vida de la sociedad burguesa, sino que también realizan un hecho contrario á la existen cia de aquella. Porque la estabilidad de la sociedad burguesa, teniendo por base la explotación del pue­ blo trabajador, sólo es posible con la absoluta su­ misión de éste. A b an don ar ese estado de som eti­ miento, es reb elarse contra la ley fundam ental de la sociedad capitalista: la explotación o b re ra ; es conspirar contra la existen cia de aquella; por con­ siguiente, es p rovocarla, es desafiarla a lu ch ar en defenca y para su propia conservación. Em peñarse, pues, en gestion ar autónom am ente sus in tere ses.es em peñarse en g u erra contra la cla ­ se dominante. Todo principio de organ ización obrera, trae apa­ rejado la iniciación del com bate social. En su con­ secuencia organización obrera y lucha de clase se confunden, se identifican. O rgan izarse es lu ch a r, y lu char es organizarse. L a organización obrera se convierte en el producto de la lucha de clases; y d su ves: la lucha de clases ex ten d id a , robustecida lleva d a d su s ú ltim o s extrem os, se alim enta de la orga n ización obrera. C a s o s p r á c tic o s d e a e c ió n d ir e c ta . Desde la apariciÓD de nuestro periódico, aún cuan­ do hemos venido definiendo y desarrollando nuestro criterio sobre la manera de concebir la acción socia­ lista y revolucionaria, las exigencias de la lucha día ria con sus bruscas alternativas, nos han impedido definir ó aclarar una serie de conceptos que mal in­ terpretados por un veredicto vulgar é ignorante, han s do bárbaramente asesinados mediante una espantosa mistificación Entre ellos se cuenta la sarandeada cuestión de «la acción directa» que para muchos se traduce en la irrupc ón inopinada y loca de las masas obreras para consumar el asalto caótico de la sociedad burguesa; ó en el hecho trágico, callejero y vu'gar, á la vez, de matar un vigilante, porque sí y en todas las ocasiones oportunas. Esto en cuanto á lo nuevo que según ellos encerraba el concepto en el pensamiento de ios sin dicalistas revolucionarios Con respecto 4 lo h ech j hasta ahora susceptible de ser definido por «acción directa» entienden por tal, en su más amplia expresión, al funcionamiento deli­ beradamente mezquino de las organizaciones gremia­ les, en virtud del rol secundario que pretendieron y pretenden asignarles. Y nunca anduvo mejor la ciitica de nuestros críticos. Ignorantes de su ignorancia y víctimas de un petulante desdén, se empeñan en r dieulizarlo todo: «acción di­ recta», «sindicalismo revolucionario», etc. Es una de las tantas formas de esteiiorizar ciertas desgracias hu­ manas. Es lógica una seria disparidad en la interpretación ó alcance asignado á la a c c ió n d ir e c ta , porque en co rrelativa á la profunda disparidad en el modo de con­ cebir uoos y otros, al socialismo y al movimiento obrero. Pero lo que no nos parece igualmente lógico es a q u ella ir o n ía que muy de continuo toma moda­ lidades c r e tin a s . Para nosotros «la práctica del socialismo», «la lu­ cha obrera» y «la emane pación obrera» deben ser la obra directa, propia y esdusiva de la c la s e tr a b a ja « d ora o r g a n iz a d a mediante sus órganos naturafes de d ate, es decir, lo s s in d ic a t o s que se presentaneo- A C C IÓ N S O C IA L IS T A mo instituciones genuinamente obreras, como p r o ­ d u c to s tín ico s de la guerra entre exptotadores y ex­ plotados. Pensamos que estas organizaciones son las únicas habilitadas para entender en la gestión to ta l de los intereses proletarios, y para empeñar la lucha en todos los campos y en todas las circuntancias, perqué en ellas actúan los obreros d ir e c ta m e n te en su ca'idad de p r o d u c to r e s , porque allí sólo se ventila., cuestio­ nes y se persiguen propósitos exclusivamente relacio nados con los intereses obreros. Esto hace que la lucha social, en una forma natural y expontánea asuma la extensión y la intensidad co­ rrelativa á la capacitación superior de la clase traba­ jadora para bastarse á sí misma, correlativa á la ma­ durez creciente del nuevo orden social que los obre­ ros van elaborando en sus órganos de revolución, los sindicatos. Es asi como entendemos que se practica la sentencia marxista por todos aceptada y propalada: la emanci­ pación de los trabajadores debe ser obra de los tra­ bajadores mismos. Y mientras nosotros adjudicamos á las organizacio nes sindicales la realización, dirección y monopolio de todo el movimiento obrero, nuestros críticos le adjudi­ can un rol visiblemente secundario. A c c ió n d ir e c ta es, pues, para mosotros esa vasta y compleja actividad desarrollada por los sindicatos es todo el movimiento obrero en cuanto éste se realiza por obia de las aludidas instituciones Nuestros críticos piensan y se com pjrtan en una forma distinta. Ellos consideran que «la práctica del socialismo», «la emancipación obrera», etc , se realiza fundamentalmente por medio de u n a a cció n d e p a r ­ tid o y no por medio de la a cció n de la c la s e o r g a ­ n iz a d a . Para ellos, al partido socialista le corresponde la preeminencia en la dirección del movimiento obrero, y un papel secundario á las organizaciones de resis­ tencia. No comprenden, ó no quieren comprender, que una nítida y fianca acción de clase, nunca puede ser des­ arrollada por unidades políticas, compuestas por ele­ mentos eterogéneos, que cuando no obstaculizan con su imperfecta visión de la guerra civil desvian en mé rito á la adversidad de sus propios intereses ó á la ausencia de una amplia sen.im eculidad de clase. La acción directa por ellos entendida se restringe, en su consecuencia, al rol que asignan á los sind catos obreros. Y esta acción directa, difieie fundamental mente, como lo hemos visto, á la explicada por ei sin­ dicalismo revolucionario. Paia nosotros la acción directa debe tender á ab ar­ car todo el movimiento obrero. Para nuestros críticos ella queda constituyendo una parte de lo que entien­ den por movimiento obrero. Hemos querido hacer esta pequeña disgre-ión. por conceptuarla necesaria, antes de entrar á exponer dos nuevos casos concretos de efectiva acción directa apli cada á la defensa de los trabajadores contra las p erse­ cuciones policiales. Anteriormente hemos tenido oportunidad de reve­ lar la absoluta ineficacia que ha resultado,hasta ahora, de los iecursc>s legales inleipuestos para obtener la liberación de obreros detenidos á consecuencia de la lucha En cambio, nos ha sido muy grato ofrecer á nues­ tros lectores una serie de hechos concretos, en los cuales los trabajadores han apelado á la fuerza de su organización y solidaridad para imponer la libertad de sus camaradas, obteniendo el éx to más feliz Al repetirse estos hechos, nos hacemos un de­ ber en exponerlos á fía de que los trabajadores robus tezcan su sentido práctico cor estas enseñanzas de la experiencia; se desprejuicien de toda supersticiosa es peranza en la ley, y apiendan á esperarlo tedo, de sus propias y exclusivas fuerzas. Los casos concretos á que hemos aludido se refieren á dos huelgas que detallamos en la sección respectiva En la primera los obreros constructores de carruaje d é la casa S i g u í B o ttch fl, al tiempo de solucionar el conflicto con la íntegra aceptación de lo reclamado, imponen como requisito primero y fundamental para la vuelta al trabajo, la liberación de los compañeros Juan Sabalza y Remo* Di Pietro, que habían sido em ­ barcados en el Santa Cruz, á causa del movimiento. Como es na ural el capitalista puesto en la disyuntiva de continuar con sus talleres paralizados ú obtener la libertad de los dos obreros, optó por lo rejundo. En la segunda, ocho de los obreros huelguistas de la imprenta M ikei (Mendoza) fueron detenidos por la policía; pero á las tres horas de ariesto obtuvieron la l.bcrtad, ¿ requirimiento de los dueños de las otraj imprentas que fueron aaserazado* por sus respectivos personales, con declarar la huelga general del gremio Este s hechos, no sólo tienen el efecto saludable de ejercitar la fuerza obrera ñanzas, sino también r simpática y hermosa de solidaridad proletaria, lib. ciones y torpes timideces. U t o p í a d e c r e ti* Es una locura pretender que e1 sistema ecc. moderno, que la clase dominante ha constituido >. grandes esfuerzos, á través de varios siglos, por la vio­ lencia, por la astucia, por el talento, poT la cen cía , reconozca sus deficiencias, y se destruya á sí mismo, para dar lugar á las reivindicaciones de los pobres y a los razonamientos de sus abogados. ¿Cómo pedir la supresón de la miseria sin pedir la destrucción de todo lo restante? Requerir de esta so­ ciedad que cambie su derecho, que constituye su d e ­ fensa, es requerir una cosa absurda. Requerir del Estado que cese de ser el amparo y la defensa de esta sociedad y de su derecho, es navrgar en el ilogismo. He ahí cómo ha nacido, especialmente en Prusia, la ilusión de una m o n a rq u ía so c ia l, que pasando por encima de la época liberal, resolvería arm ónica­ mente lo que se llama la cuestión social. Esta absurdidad se ha reproducido hasta el infinito, en las distintas variedades del socialismo de cátedra y del socialismo de estado. A las diferentes formas de utopismo ideológico y leiigioso, se ha agiegado una forma nueva: la utopia democrática y fiscal, la u to p ia d e lo s c retin o s. A ktonio L a b r i c l a a si h u e l g a y g r^ n e ra l ¡sus p r e p a r a t i v o s Con un entusiasmo y una expontaneidad que nos llena de la más grande satisfacción, se han realizado los preparativos y la propaganda indispensable para el mejor éxito de la jornada proletaria A diferencia de otras ocasiones la totalidad de los gremios se han preocupado de realizar los trabajos del caso, á fin de concurrir al movimiento general en la mayor unanimidad posible. Aparte del manifiesto lanzado, en número crecido, por la Unión General de Trabajadores y la Federación Obrera Regional Argentina, la mayoría absoluta de las sociedades giemiales han decidido publicar el suyo por su parte Todo induce pues, á c rje r que en caso de prorro­ garse el estado de sitio, la huelga general decretada aiu arrá en esta opo-tunidad. una mayor importancia. Este es el resultado lo g c o de la lucha; la educa­ ción moral que esta proporciona, cuando los obreros se esfuerzan en satisfacer sus imposiciones. No creemos que la huelga general en perspetiva vaya á tener ef efecto de realizar milagros; pero nos cabe la convicción de que alcanzará propoiciones su ­ periores, y que de ella saldrán los trabajadores más aguerridos, mejor preparados para cualquier emergen cia posterior. Por lo pronto, podemos congratularnos de ios efec­ tos producidos, ante la eminencia del peligro común, por el amigable y cordial acuerdo de todos los o b re­ ros organizados para concurrir unidos á una lucha que va asumiendo cada vez modal dades más ás­ peras. Omitimos la relación detallada de los trabajos verifl a d osen cada uno de los gremios pe r considerarlo supeilluo, limitándonos á dar en otra paite del perió­ dico los detalles que conceptuamos de algún interés de información. De varias localidades del interior se han ¡recibido entusiastas comunicaciones manifestando el firme pro pósito de no ahorrar saci ¡fictos á fin de responder también, al movimiento geuertl P .dem os adelantar que en la casi unanimidad < los puertos del lit -ral, la paralización será cumple' e n tie n d e n n»* no la* masas populares no ! d e h ab er lle* ad? ? b í¡8 * p ació , nos ventos acio, n0V « r ó Xi® °°Ú P :ión e ttu artic^ > lO S rpe a c ff i b o"d de nteh r t u d dde e s esei rsuffl* irtud >fo " r licació n para m ^ ¿0c ^ > « le em itan á la n» y reCib<>s estr0 en su Po d c r ’ lm ente nue! •ipción, e sp eci . j i lif, celebrar** del *** |ue d e b ía ce i c#uSa . f0é postergada ^ aue ieJ é f hasta tanto pueda obtener el luí propuesto, y hasta que los obreros no consigan neutrali­ zarlo ó ¡nutizarlo. Es un acto de la lucha de clases. Con esas tnedid«s el Estado — que la inte­ resada enseñanza ha hecho considerar como la potencia tuteladora de los intereses gene­ rales, de lodo:', como el padre amoroso é iniparcial que con la más buena voluntad vijila y salvaguarda á todos— se ha evidenciado, una vez más, con su actitud resueltamente hostil hacia el movimiento obrero, en su pa­ pel de instrumento del patronato. Siguiendo la encadenación lógica de los he­ chos se pone de manifiesto que el patronato cuando se ve acosado por la fuerza de la or­ ganización obrera, y no la puede dominar con sus recursos habituales, con la simple re­ sistencia, recurre á su defensor natura!, el Estado, que tiene medios y coaita la libertad de acción, impide á los trabajadores el ejer­ cicio práctico del derecho de la huelga. La inercia concertada de los brazos obre­ ros, á veces llega á asumir tal fuerza que la simple resistencia patronal no logra vencer. .n n A n nnr reuniones, comeieiicias, ununiwa t . t . i u i » . . . j~ administrativos. De esto no se excluyó ni al mismo Partido Socialista, que siempre fué con­ siderado como un partido subversivo. Si este último hecho no tuviera una expli­ cación positiva, diríamos que solo se debe á la deferencia que el «compañero» Quintana tiene para con los compañeros socialistas del programa mínimo. La verdad es, que todos los partidos polí­ ticos que se desarrollan y accionan solo en el terreno de la legalidad burguesa, en el cam­ po electoral, contribuyendo al funcionamiento regular de las instituciones políticas, no pue­ den detrimentar ni entorpecer; no realizan obra revolucionaria. La acción de los partidos, asi considerada, no podía, ni aun durante el estado de sitio, incomodar el proceso de la producción, ni el funcionamiento de la máquina listado. Y hu­ biera sido una torpeza, una falta de sentido, si la clase gobernante hubiese obstaculizado las inofensivas manifestaciones de los parti­ dos. Esta diversidad de tratamiento, según fue­ ran nartidos políticos ó sindicatos obreros, in- Iptucpavcinonos Con el recrudecimiento vigoroso de la acti­ vidad obrera, viene á presentarse la posibilidad de que la burguesía insista en utilizar el esta­ do de sitio, como medio de defensa y salva­ guardia de sus provechos. Asi lo deja prever su conducta anterior, y asi lo insinúa La Nación del 24 del corriente en un artículo titulado L as huelgas. Pero 110 debe preocuparnos el grado de posibilidad que exista en la sanción ó 110 del estado de sitio. Debe bastarnos con saber que es posible ó se tiene el propósito de decre­ tarlo, para aceptar la existencia do un proble­ ma de urgente resolución. Ante osa amenaza contra el actual movi­ miento huelguista que sin iluda alguna está destinado á tomar mayores proporcione-i, la clase obrera organizada, suficientemente alec­ cionada con las enseñanzas de un pasado muy próximo, no puede permanecer muda y des­ preocupada. No puede cometer el grave eiror ftiwr\íinpr*íi» á la defensa cuando va el ata- tuerza, de resister Y cuando la 1 aprendido en un. que sus estados 1 cacia de salvarla y si, por el contr ella será la primt leidad reacción»! descartar de sus la ley marcial. Y guesia se hubiera civilizada, como | socialistas, sino si una tal actitud d niente satistneciói En tal sentido ben contestar á 1 do de sitio, con naza de una hnel Asi lo ha en tí Comité de la /fu y ile ile la l '. organizaciones ol caso ile sanciona lio. Y al respei v * . <t>. V \ C» L A ACCIÓN SOCIALISTA s e a c u a lq u ie r a la d u ra c ió n y e l e n su s ^Tovimiojrtío <>t>.roro Es p re c is o ¡s ta 9 c o n 3 que se N u e s tr a c o n c re t^ E S T IV A D O H .E 8 .— C o m o ponen g ra b a d o s tá c tic a c o n s is te : ^ ^ c o n c ie n c ia 4 a m ás c la ra la :r m ás e f ic a c e s ^ n u e s tra s a dando :n te n ie n te En a n te a r de e s ta s e fe c to >, e l la la s c u e s tió n e c o n ó m ic o p ara E s p e c ia lm e n te tie n e >n p r o l e t a r i a a g ita n ia hacer ra m isió n . ega que gu ign ol p del p ro le ’ iK g u e s ia ta le n to s la s de y el p ara e lla el m i.-m o la con­ p ro rro ­ de p lie g o de a v iv a de la tra b a ja d o re s R e p ú b lic a , c o n con m ás c a u s a n te fu e rz a de lo s cual o tro s s ie m p re h a b la n lo s d e m á s , \e s de d is f r a z a r la de in c a p a c id a d fo rm a p ro p ia com o en q u iz a s , re ju v e n e c e r e s p íritu s sus esa que la e n é rg ic o á c o n tin u a c ió n m a n ifie s to que le s te de la s e s p e c tá c u lo ün s e g u n d o de d u ra b le }ués de e n to n te » lu g a r, 1* j o r n a d a ira F re n te m osa c u a n t, ocho 1¿»£ to d a s g ra n debe hor la lío s b e n e fic io s |r ( a m ás ho lo s gi d irla y re s u lta q u e v io le n c ia b u rg u e sa , y la e n e r g ía sus d e l p ro le ta ria d o . P a re e m e jo ra te n id a en la m á s r e v o lu c io n a ria im ¡ ra r e s ta c e s a c ió n f u e rz a y d e c o m b a te l s a lu d a b le te rr ib le o d io v irtu d de e n a rd e c e r c o n tra de id e n c ia al p ara hecho p' p re p ara rá al c o m b a te usos la se so ci e s ta a c ió n á la s le en lucha i de s in o de lo fu e rte , la |E d e ap un an 1p e r r o lo s tm o n o s la y b u rg u e sa la e x p lo ta c ió n ra zas, ni to d o s con n u e s tra d e fe n d ie n d o ó v de h a s ta el c rí­ donde d e m o s c u e n ta de de en lo m ás do de tra b a jo . de s itio , n u e s tro en d eb er en io d o el n u e s tra s P e ro im p ro p ia e s to de s e ría h o m b re s de re a c c io n a r el re s p e to de m e d id a a lc a n c e de su s g ru p o n u m e ro ­ en s o c ie d a d d e g re m io , o r ­ una a c tiv a del p ro p a g a n d a á en ca so d e p ro ­ r r o g a r s e e l e s t a d o d e s itio . m io . y m á s a u n p a r te d e lo s c o m p o n e n te s d e l cu a n d o e sp e ra n e P r e s e n ta rá n á to d a s la s s itio , p r e te n d e la n c é m o n o s el s ig u ie n te p lie g o d e c o n d ic io n e s : l e C u a tro p esos la lu c h a , so m o s capaces de h acer a p e s a r d e to d a s v a le r sus a rb i­ g u e rra y O. R la a ya ha s id o e n é rg ic o s . y de h u e lg a si la por c o m p a ñ e ro s U de G . d e T ., r e s o l ­ g e n e ra l el la n z a d o y jo rn a d a m á x im a de 8 de c a te g o ría s . D e s c a n s o s e m a n a l. s itio se p ro ­ p u e s to s lo s e m p le a d o s 1903, S e tie m b re d e d e s p e d id o s p o r fo rm a r p a r te de el 29 de la S o c ie d a d d e R e s is te n c ia . « p a r te s » y q u e j a s en g e n e ra l. m a n ife s ta r que g e n e ra l, e s te dado s a b id o g re m io , que u iz á s e a m anche de á con la de n u e s tra re p u g n a n te h is to r ia v erg ü en za no de e n to d a s d is tin g u irs e la s p o r su á o c a s io n e s o b re ra . H a a p a r e c i d o e l p e r i ó d i c o g r e m i a l E l lá tig o d e l carrero p l e t ó r i c o d e l a m e j o r y m á s s a n a d i s p o s i c i ó n e l c o m b a te . T a m b ié n han la n z a d o un m a n i* fie s to in c ita n d o á ia h u e lg a g e n e r a l. M A R IN ER O S Y FO G U IST A S c o n c u r r ir á la h u e lg a - c o n p lie g o d e H an la v a lie n te a c titu d no c u m p lir c o n su d e b e r y n o re s u e lto c o n d ic io n e s , de c o n te s te lo s d e m á s o b re ro s n u e s tr o g r e m io c o n la p re s e n te que n o s o tro s y CENTHO SO C IA L IST A C IR C U N S C R IP C IÓ N n la a s a m b le a r e a liz a d a p o r lo s c a m a r a d a s d e e s te c e n tro el 30 d e D ic ie m b re , se han to m a d o e s p e c ia lm e n te le la c o n v e n ie n c ia yando de la de p u b lic a r un m a n ifie s to a p o ­ h u e lg a g e n e ra l d e c re ta d a p o r la T ra b a ja d o re s y la U n ió n G . F e d e r a c ió n O . R . A r g e n tin a , á pa . c o tn . la con­ unos p ero su e a n s a d o s de in m e d ia ta s e s to p u n to se que vam os m e d id a s á lo s d e a rg e n tim a m e n a z a d o e n su c la se s e - 'e n c e - p re d o m in io . a d q u i r i e n d o n o c i o n e s so­ q u e to m a n de p o rq u e no a d e la n ta n m ás c o n tra su l a s o rg a ­ e le m e n to d e rru m b e e le m e n to in c o m p e te n te o tra c o sa in e p to , f a t a l é in e v ita b le . l a b u r g u e s í a n o hace q u e p e r d e r p a r te d e e s to a l p e r ju ic io tra n s ig e n c ia ) p o r e l lo q u e e x p l o t a ; ag re­ o c a s io n a d o ó lo s (d e b id o g re m io s que á s u in­ s e encuen­ e n h u e l g a . U n h e c h o r e c i e n t e m e n t e s u c e d id o ! un b u rg u é s ta r con d e e s ta lo c a lid a d , a c a b a v e z p o r to d a s lo una la p é r d id a la n c h a a d e la n te si n o le s flo te , su d o r de s u s c a p ita le s lo co m p ro b a r la « P re fe rid a » i cap aces d e condu­ e g o is m o ! te n e r q u e (e s to P erú n a tu ra lm e n te lo s p o b r e s ta n la m e n ­ p ara s ie m p r e o b re ro s), p o rq u e p ero no en a c re c e n ­ s in á la ta l e s te p o d e r lo s h o ra d e o c u lta r, y d esengáñese Corresponsal. s o c ie d a d c la ra d o e l b o y c o tt á « A r te s de ha de­ ló s o fo ta n c ín ic a m e n te lu eso, n fran cé s in ta ria d o . H iz o n o ta r p ara la la s d ife r e n c ia s e n tre p r o le ta r ia ; a n a liz ó in s titu c ió n el Huelga de g re m io . a fe ch a ra c t o r i a se al c o n f lic to , c e n ta v o s se > dem ás ie la r e v o lu c ió n c a rá c te r e x p lic ó v a lo r n u lo de la a c c ió n de el es­ re lie v e b u rg u e sa del el e s ta d o y la com o s ig n if ic a d o de la d e m o s tra n d o p a r la m e n ta ria r á c te r d e c o n q u is ta ; te rm in . n d o con con c a ­ c o n s id e r a c io ­ n e s s o b re e l im p u e s to á la s h e r e n c ia s a d o p ta d o p o r a rg e n tin o y so b re el im p u e s to d ire c ta m e n te a fe c ta al p u eb !o o b re ro y c u e n c ia c o n q u e s e p a r la m e n ta ria . h a b la de de d is m in u irlo que la fre ­ por v ía una v ic t caso 1 de p arad o s, d e s a lo ja rlo s de h o rn o s. H e /n o s r e c ib id o u n a d e S a n tia g o e x te n s a n o ta d e l E s te ro , e n d e l C e n tro S o­ la nes cual se p id e re c tifiq u e m o s a p i e c ia c io n e s h e c h a s d e n u e s tr o p e r ió d ic o , d ic h a p o r n u e s tro en el n“ co rre sp o n sa l en c iu d a d . y adem ás v ie n e n S in d ar un una : la C c o n tie n e té rm in o s a lg o g ro se ro s que no al caso. e m b a rg o un e x tra c to de le a lta d d e e lla , s in q u e d is m in u c ió n rre sp o n sa l nos d eber en la por c o n f ia n z a L a nos o b lig a eso im p liq u e que n u e s tro tro p a R io L u já n , E s tfv a d o re ^ s 001" 3 ra d a °e P°r á co ­ m e re c e . A f ir m a d ic h o C e n tro p o r in te rm e d io d e su s e ­ c r e ta r io g e n e r a l , a u e e s in i- io » - » . . . . . - - - ■ ^ c o m p u e sta S o c ie d a d 35 de de c a rro s C a rre ro s m d S d e 15 d Í 3 S q U C e S t á c o m P l e t a m e n t e cias r i d i c u l a s la p p id e e n a b s o l u t o ce la y d e s tie rra ; a ta q u e ria d o . v ig o ro s o « o rd e n p ú b l i c o » . P a ra rs e a g ita d o r e s , c a fre s , e tc . a c titu d im b é c il d e l a lu d id o J a im e a l c o m p o rta m ie n to e c u á n im e le c o n s in tie ro n s u s L a causa de la M a s , c o rre sp o n d e de lo s tra b a ja d o re s s in m e d id a . abusos m ejor en tu sia sm o anim a á todo e l gremio en esta lucha. S e han p ublicado los m anifiestos abnn dando en d eta lles al resp ecto . E l V a rio s p o b re s de e s p irítu o c u p a n lo s h u e lg u is ta s ; p ero le s io n a e n á nada su L a p o lic ía c o n d u c t a no o b r e r o s , p o r sí d e t u v o á 8 d e lo s c o m p a ñ e r o s e n hnd- 3 h o ra s d e b ió re q u ir im ie n to d é lo s dueños que lo s p u e s t o s de e l o fic io . g a ; p e ro á la s ta s lo s b o ch o rn o sa la c a u s a d e a b s o lu ta in c a p a c id a d e n fu e ro n p o n e r lo s d é la s en c o n d e c la r a r la lib e rta d ! dem ás am en azad o s, en caso su s p e rs o n a le s g re m io . im p re n ’ c o n t r a r i o , p»f h u e lg a g e n e r a l de1 o tra eo s; ' a * defender a l , d e fe n s a . ve tra n s e c r e ta , poi Propósito Es un ya indica *a clase anule ó E ^abajadoi Los hei Cu ande Proporcio cupitalism Paraliza r nómica, d y de pa- c irc u n s ta n c ia d e ypor fa lta a p la z a r de su h a b e r lle g a d o e s p a c io , p u b lic a c ió n nos u n p o c o ta rd e vem os o b lig a d 0 5 * p a r a e l p r ó x im o n ú m e ro k - m 'i 0 , l ü ~ A c u s a m o s r e c i b o d e t u a r t í c u l o . E 5** b r i l l a n t e , p e r o e n v i r t u d d e s e r s u m a m e n t e extenfn o (n o B a h ía B la n c a — U n e s f u e r z o d e c id id o r 'p £ ! R epública O riental. L a c a ra c te r fu n d a m e n ta lm e n te d o c trin a n » a p r o p i a d o á l a s a c t u a l e s c irc u n s ta n c ia s ) m uy tales • P a rc j y Sal lo a desmayar, M á s d e 60 d í a s d e l u c h a , s i n han ra íd ó c o m o r e s u lta d o la im p la n ta c ió n d e la j o r n a d a d é s h o ra s , a c e p ta n d o a d e m á s lo s e m p r e s a r io s c o n s t r L 4 ti; P eí c N u e s t r o a l i e n t o á l o s c a m a r a d a s d e B a h í a R u n ^ r. y n u e s tr a in c ita c ió n á p e r s e v e r a r e “ ! Í C s e n d a , d o ta n d o á la o rg a n iz a c ió n d e un n ó te m e s e n tim ie n to c o m b a tiv o , p o te n te M endosa ta lle r m e c á n ic o d e lo s s u c e s o r ia S an Rafaal (Mendoza) n p n n f c H a I C" /"» *r» S i, d e r r n ° t 7 Ú ltÍm 3 ro a u e tJ ü * ' lis ta s d e J en V ez s e re tn ita n 311 ,e n .s u le á la r ú n i c a lo s agen*** m a y o r b re v e d a d e l d in 6" P o d e r, d e á re c ib o s 'ho* cd a n , co b rad o s. 8 a n ¡* C ó r d o b a c n P c i ó n , e s p e c i a l m e n t e n u e s t r o age» v i ¡ ¿ b r e f i e n n H qU re d e s itio ° lo n a rio s ° ™ é e r if a f i e s t a « e - . i- c°n < s ¡ Estad de a- N»' h . d lo s o b r e r o s h a b la n h e c h o a b a n d o n o d e l t r a b ^ á c a u s a d e la b r u ta l tir a n ía d e l c a p a ta z . ¿ 1 q u e J s u s a b u s o s á ta l e x tre m o , q u e fu é i m n o s , h i . V . ^ n u a r tr a b a ja n d o b a jo la fé r u la d e e s e w r r i l m e n tó d e lo s in te r e s e s c a p ita lis ta s . E s to d L n , á q u e lo s o b r e r o s d e e s e ta lle r e x i g i r á n la n £ ar d i a t a e l i m i n a c i ó n d t d ic h o s u je to , lo q u e c o n s i a , ^ ! ro n d e s p u é s d e 6 d ía s d e h u e lg a r e a n » H . ? U ie ’ tr a b a jo e n la s c o n d ic io n e s m á s /a v o ra b re s eI L os -^-dmiii.stra ció n , " d,s l‘ ! cláus"las del “ i» ™ E n el fesae la p, a z a r e m o s s u p u b l i c a c i ó n p a r a m e j o r o p o rtu n id a d g r a n triu n fo h a c o ro n a d o el d e lo s a lb a ñ ile s d e B a h ía R ia í?7 1 ta c io n e s d e v i d a < fic a b a y M u c h o e s p e r a m o s d e lo s c a m a r a d a s e s tiv a d o r e s y c a r r e r o s , a n te la p o s ib le p r o r r o g a c ió n d e l e s ta d o d e s itio , s u d e c is ió n y e s p í r i t u r e b e l d e n o s e r á d e s ­ m e n tid o y h a n d e c o n trib u ir a l m e jo r y m á s s e g u r ó é x ito d e c u a lq u ie r m o v im ie n to q u e s e e m p r e n a a . 9 N o la p u b lic a m o s ín te g r a p o r s u m u c h a e x te n s ió n q dueños en lo s se te rr e n o lo s o b re ro s 1 obi no lo s t r a b lu c h a ; s u p r i m e c o en acción.’ “3 C ontestando c ia lis ta d e lo s p; el que n en m de lo s p a r te , o b te n e r ¡a d o s fija á a ltiv a en por re s is te n m e d id a > or s u á a d a p ta r ha ob c o n d ic io n e s m a n ita rio itu d de S .; p o n i e n d o s o la m e n te p ero la se no a v ie n e n íe s s a la rio tra b a jo , te 20 R. el c la s e ; e l p a r la m e n to ires de ladrillos de , im p o s ib ilid a d r e a liz a r la lu c h a p o lific a y d e l p a r la m e n ta r is m o de d e l a m o r d a z a , cc a<L0 í* P ( Se trat: ta d o , e s c rib ió anas in te re s e s c a p i ta l is t b e b ó n o b r e r a , d ec cualquier y se ¿ im p u d ic ia in c r e i t»,? ,0s ( d e s ilu s io n a d o , de p o lític a s , q u e p a ra « h a c e r b ie n » d e l e s t a b l e c i m i e n t o , á q u i e n e s d i c h o i n d i v i d u o ca li­ de r< el s ile n c io y l a ii l6~ -ent0 h o m b res a u m e n to com pk L a s m e d i d a s de in t lo s C o n la m e n tó , t i t u l a d a “nidad de que le n to d ig n id a d . v is te n n u e v a m e n t e D e v ille . I v a r ía n lo s in q a e b ra n ' c a s a M i k e s p o r ha­ al lo s n az é b a ja d o re s, q u e d i M a s d e s p e d i d o á l o s o b re ro s la a n tig u a d u e ñ o D . Ja im e G rá fic a s * co rre sp o L g o n is m o J b r if.l debe c u a l q u ie r f o r m a ] fie n d e y p r o t e j e h a b d ic a r s u p r e p o te n c ia . cosm opol o b re ro , lista . E l p ro p ó s ito e blico » a m e n a z a d o , q u ie ra a m a rilla , lo lid a d y c o n t i n u i d b u r g u e s i a e s t o s h ec h o s d e u n a in te rv e n c ió J a n te e je r c ic io n o m c o i a c tiv id a d p u e d a n i g ig a n te y fr o n te ra s , d e re c h o s y ? n ra r q ue se g o z a en T odo se hace de en señanza M a n d o sa -L a b e r su del c o m o an­ á paso d e h a c ía n . pasan fu e r z a ta c ió n d e l e s t a d o c u s ió n á i d o á p iq u e . c o s ta rá u n te n d rá n b u e n c u id a d o S ir v a n que ¡o h com o si so n del b u q u e p o r h a b e rse h a c e rla p o n e r á s a ld rá d e l de p e r n i c i o s o q u e e s p a r a s u s in­ que no saben d e e x p l o t a c i ó n de 4 la c l a s e s ) ve­ l o s e m i s a r i o s , s i n o q u e . n o hace q u e a p r o x im a r C on n ad a z0l r e c l a m a n d o m e jo r a m ie n to d e S p e rto se d e v i s t a , p o r q u e e l l a no e l m o v im ie n to p r o le ta r io ( lu c h a a rre ro s -sción. ccar pU An ta lis m o la que • <” ar,De a s í los e n tre g a r la e q u iv o c a e g o is m o e s tre c h o , e n xa mov,'m que ( k r u m i r o s ) com o m a ta d e ro p a ra to d o s q u e lo i e m is a r io s hum ana en i e s té d esahogada; c u a n to s b e s tia a l p re d o tn i- h u e l g a re c la m a n d o m ás Es de acontecimient°sértos, y c u a n to m e d io que el / cuan­ e v o lu c io . lle v a rá n m e jo ra s £¡ E stadt d e lo s g ra n d io s a s y se d d e g a n a n c ia a c o p ia r c a rn e m o s q u s e s ta s la s s ig u ie n te s r e s o lu c io n e s : y m o m e n to s n iz a c io n e s s o n in e f ic a c e s y h a s ta c o n tra p ro d u c e n te s ; cam a- — M a n d a r u n a ni ta a l C o m ité E je c u tiv o in d ic á n d o s o m o s lo s p r i­ d e c o s a s , y a q u e la b u r g u e s ía d ir ig e tra ic io n a r á s u s y a d e s d e e l m o m e n to d e s u que no ra d as. 18 - E de L o s o b re ro s la e s p o n ta n e i­ d a d y e n e r g ía p a r a c o n c u r r ir á la lu c h a un c o b a rd ía ! v a le rs e m ás que b re á cons- la s enseñan- p rá c tic a su p er- c o n c u rrir! p u b lic a r u n m a n ifie s to in v ita n d o á to d o s lo s o b r e r o s p á g in a en su e x p lo ta d o re s d e g o lla d o r; rró a l re s v ie n e d esen g añ an , en b u sc a r, p o r q u ie n lle v a u n a ve re s o ln - re a c io s , p re p a rá n d o s e á lle v a r u n a v id a q u e lle g a la CO NDUCTO RES DE C A R B O —Q p ara sus ayuden ta ñ o to s c o m p a ñ e ro s e s tá n re s u e lto s á in te r p o n e r e l p lie ­ se m ás la e s to s a lc a n c e , s u p la n ta r lo s o b r e r o s al la eu ro p eo que ta n ta e s c la v itu d , s e d e c la r a n e n de m i t i n el d e l l l a m a d o ..D o - n u e s tr a e m a n c ip a c ió n . tre p id a ta rá n J u s tif ic a r lo s de fo r ta le c e r la s b u r g u e sia , no su A u n , e n e l c a s o d e l e v a n ta r s e e l e s ta d o d e s itio , e s ­ flu o y m ás en p a lp a n y A h o ra, ju z g u e n á re a liz a r u n n o s d e m u e s tra n s u rje n c irla , p a r a d e s p u é s 6 o A l a C o m p a ñ ía « A n g lo A r g e n tin o » : R e p o n e r e n á h erm o sa q u is ta d e la h u e lg a . 7¡ p a la b ra lo s c e r e b r o s in d iv id u o s N o d e s p e d ir á n in g ú n e m p le a d o p o r to m a r p a r le de p a c ta s fila s p r o l e t a r i a s , q u e lo s L a no c o n t r a ia lo r m a r p a r te del p ro le ta ria d o p re c is a m e n te te r e s e s c o n f ia r A b o lic ió n d e l tra b a jo p o r h o ra . id e a el m enudo in g re s a r una A b o lic ió n su s r e v o lu c io n a ria e s ta d o d e ra tra n d ia rio h o ra s. p ro rro g a r á nando g ado e m p re sa s e n é rg ic a P a la c io s a l q u e c a d a d ía h ech o s es g re ­ p o d e r c o n ta r co n c o n c u r s o d e lo s d e m á s tr a b a ja d o r e s . en p or p ro p o rc io n a d o p o r la s e g u r id a d d e q u e s u lla m a d o e n c o n tr a r á eco en u n a g ra n 2C 3“ 4o 5o lo zas que á re s is te n c ia y a d h e rid o s á c u r r a n ta m b ié n á la h u e lg a g e n e r a l á n u e s tro s la d e tra n v ía co n ­ h ab rem o s m e ro s in te re s a d o s e n d a r p o r tie r r a c o n e s te e s ta d o .*• y su . „ „ el C . E. por In terio r vem os c o n s e g u ir q u e lo s e m p le a d o s su s in te rn Im e n te d o n d e fin d e in d if e r e n c ia y e l s ile n c o d e lo s c a r n e r o s ! 1 le s a n ta v o lu n ta d C. p ar» . ocupan de con m e jo r e n c o m io , r e a liz a r la to d o s m ín im o o b lig a c ió n E n ero , T engam os del la la U . G . d e T ., h a d e c id id o c o n e n tu s ia s m o d ig n o a c titu d b ru ta l d e l c o n s e n tim o s a rg e n tin a de com o de la ¡Q u é n u e s tro g rito m ás a n n iv e rs a rio c a p ita lis ta b a jo to d o g a n iz a d o s • la e n tu s ia s ta s 8 m in u to ' por EM PLE A D O S DE T R A N V ÍA —U n T ie n e n T ra b a ja d o re s !! Y ha ra z ó n y b u rg u e s ía g rito el lu c h a , m e d io s . p o r la lib e r ta d d e e s ta c o b a rd ía d e la R e p ú b lic a por á rro g ase: ip ita l n o tie n e p a tria , |e n t e , tie rra p ro p ó s ito s im p o n ié n d o le s F e d e ra c ió n se Ita c ió n arm a s, m á s ru in e s , c o n el e s ta d o p u es, tira n o s p ara la p ara g o d e c o n d io n e s p re c e d e n te . la ¡Q u é c o lo c a c ió n . de to m a d a S an F a d ro -U n a c u e s te tra b a jo del lo s á n im o s en m in g o R o jo » e n R u s ia , y d e a c u e r d o c o n n io lu g a re s m o v id a s m a y o r c o ra je s ie m p re h a del puño. Ibuena lo s c o b a rd e s v ie n d o d e c la r a r di su h u e lg a la lu c h a rsmcioMisMO de tro s Is o lo p u e d e c o n ta r p a r; le re c h o la s que nos m e jo ra r vez n u e s tro s ( d ie n te s , p ara asegu­ o p re s ió n h o n e s to s . E sfe p riv ile g io s ; p a r a a p e r le s y c o n te s te si a lm a s re b e ld e s d é m o le s u n a e je m p la r le c c ió n , d e m o s tr a n d o á n u e s ­ n o s o tro s c a p ita lis ta la y de re a c ­ tra rie d a d e s lu c h a , p o r q u e s o lo v bus b a jo s y n u e s tr a s re iv in d ic a c io n e s o ch o h o ra s y to d a s q u e n o s c o lo c a v erg ü en za Y o ch o h o ra s a liv io , la d erech o s. en k medio y p o d a m o s c o n tin u a r e l a c tu a l e s ta d o s in o u n lo m a d a en n u e s tra to rn a d a m ise ria lo g ra r su s T enem os, c a ra c te re s , lu n h a s ta lib re s y lucha de cía el ta lle r y no e s c la v o s u na : d is tr ito . |i z a lo s m á s c o n d ic io n e s d e v id a c a m p a ñ a e le c ti r a ta d e la la re c u rre á re n u n c ia d o á b a ta lla s tr a ta r á d e la lo m o e n de p e rm ita m o s n o s o tro s . g re m io sei m á s d e c isiv a s . Ise a v a rie n ta a t r o p e l lo s , c o n s e n ti m o s q u e á la h u e l g a q u e p re st lu c h a y c a m in o á C o m p añ ero s: a d v e rs a r io . r a c o n q u is ta r la j o r n a d a y lo Si iria d o te n d rá el c la s e . s itu a c ió n c iv il. ig o m is m a d e te n e r n u e s tra m a rc h a E s n e c e s a rio , p u e s, in d lu c h a sí por n u e s tr o s h ijo s y lu c h a n d o m enes fís ic a d e la i p ara e n e rg ía te n g a d is p u e s to s d e m a r c h a r á la c o n q u is ta d e s u r e d e n c ió n . c o n s c ie n te Y a s í, s e g u ir á e n s u o b r a d e v io le n c ia s la c u ltu r ; s o ld a d o s de n u e s tra m is m o q u e e lla [d e c a d e n c ia m e d io s pan tila o to r g a r á m á s tie m p e e s iia » , y á e llu á fin d e q u e n e u tra liz a d e sc e n so ), la o rg a n iz a c ió n , re d u c ir n o s á u n a c o m p le ta im p o te n c ia u n a te n d e n c ia m á s b ie n á de la n z a b ie n e s ta r co n p ara n u e s tro s p e c h o s d e lo s tir a n o s b u r g u e s e s , y la n z a rn o s el g u e r r a n o s e a e l d e lo s a m b r ie n to s , p e r o s í e l d e la s ser d o lo s o b r e r o s y d o lo re s s e n tiio s te n g a n Q u e c a d a u n o c u m p la p ro le ta ria d o Q u ie re a n iq u ila rn o s , d a r p o r l¿ pr e l h e c h o m is m o q u e la s de E . la d e E n ero , p o r la d el tra b a jo e n p o d e ro s a m a ­ B o le tín p ro p a g a n d a P r o A m n i3 tía -I n d ic a r al C ta t« r Q u e lo s s u f r im ie n to s im p o te n c ia . n u e s tro s . lo s p fic a c ió u p o lític a r e s u l t a 1 te n d ría su Y lu c s tr o a r m a m e n to e n la |( ó g a n a n c ia s , se lo s de a r g e n tin a h a s e n tid o un con ¡A la c e s a c i ó n d e t o d a s l a s l i b e r t a d e s y g a r a n t í a s , e fe c to a c titu d d e l c o m p a ñ e ro d e u n p ro le ­ so d e c o m p a ñ e ro s p e r te n e c ie n te s á e s te c ió n , d is p u e s ta c u e n ta . c o m p a ra c ió n d is p o n e r c o n te ste m o s de p re p a ra r m e d id a p e c to . del . P o r e s o , te m e r o s a i r a m i e n t o c o n s i d e r a b l e d< lltim a puede lu c h a d o m uchos lo s de to d a m e re c e r p u b lic a ra a r tíc u lo s t e r que el g a r s e e l e s ta d o d e s itio . — A l m is m o tie m p o p r o te s ta a n te re c la m a n lo q u e c u e s te . Y que al ab an d o n ar e s tiv a d o re s íe v e lá n d o le y re c la m a r que h u e lg a g e n e r a l á fin d e p ro le ta ria d o d ic h o s fre n te á e s a h e r­ lo s ile l p re c io , y v ez h a b ía m o s c o n s e g u id o s a c u ­ p ro fu n d a m e n te de que b ie n u n a te n d e n » m á s c ie rto to d o s R e p ú b l i c a , la b u r g u e s ia C o m o n u n c a , e s ta ocho de por te rr ib le s im p re s io n e s d e su e x p e rie n c ia s la jo r n a d a d e re a liz id a al des á c u a lq u ie r la n z a d o ú ltim a h u e lg a , v ic to ria s . v ic to ria ag rad o ln r e a l i z a c i ó n d e e s t e m o v i m i e n t o e n c a s o d e p r o r r o - C o m ité que con h a b e r to m a d o u n a m ise ria y d e c o n q u is ta r e l triu n fo d e m o s tra c ió n d e fu e rz a y d e c o n c ie n c ia r e v o ­ lu c io n a r ia d e la s c o n d ie la s á n u e s tra de p á rra fo s co m p a ñ e ro s: ocho m e re c e d o re s c o m p a ñ e ro s d e s c e n d e r á lo s c a m p o s d e a g ita c ió n C o n g re so ta r ia d o c o n s c ie n te ! o f r e c e n lo s a lg u n o s han la n ife s ta c ió n d e y la g lo rio s o p a s a d o d e T ra b a ja d o re s !! ¡A v e r ía n E je c u tiv o c o n c u r r ir d e c id id o el h a c e rn o s dem ás -O u e c ió n lu c h a ) e n v e je c id o s n u e s tro to m a d a s e n e l q u in to q u e la o p o n g a m o s la fo rm a c o n s e g u ir , de s a c rific io s . la T ra n s c rib im o s del lo s o tra cansados. ; de lu c h a N o o lv id e m o s c o b a rd ía p ara b ie n e n p e n e tr a r e l e je m p lo d e l p u e r to , p a r a y o lv id a r F . O . R . A ., y v io le n c ia c u a lq u ie r in c a p a c id a d o b re ro s re la p re c io te n d re m o s q u e c o n ta n e s tú p id o d e s ­ la una o rg a n iz a c ió n d e l p u e r to , s e r ia f a lta r a l c u m p lim ie n to d e la s re s o lu c io n e s e x te n s ió n , la h u e lg a d e l a c t u a l e s t a d o d e s itio . reflex iv o s, y lo y p nos lo s o b r e r o s s a c r i f i c i o * ', y to d a s la . v io le n c ia s y h ru lo s la la b a ta lla . N o o b r a r a s í, s e r ia de d ha h a c e b rilla r h arán de c u e s tio n e s fe ria ■ a c io n e s den fa rz a n te s al de á re v o lu c io n a rio sabios /.o s h a r ía n b a ja d o re s d .s p e c h o d e pasada F ra n c ia d caso de m e jo re s d is p u e s to s a s o s te n e r lo m ism o p u e r to s v e n ta ja n u e s tro s d ía s ¡ r la tá n L o y á en o lv id a r su s ta ü d a d e s . re p ro d u c id o lo s L a pequeña en tu e rz a s c o n v e rtirs e la p ara p ro p ó s ito d e l m a l re s u lta d o h u e lg a , s o s te n d rá n c o n d ic io n e s i e c o n ó m ic o , 1 te rre n o ita c ió n la so b re rp o ra tiv a ita d e c id id o c u r r i r á u n m o v im ie n to g e n e r a l e n s u ú ltim a c o n d ii tie n e g re m io g a r s e e l a : t u a l e s t a d o d e s itio . ocho dos e lla te rre n o se su A l e fe c to , y c o m o r e v a n c h a a g ita c ió n e s te e je m p lb d e e x c e le n te s d is p o s ic io n e s lu c h a , h a e x p r e s a d o te lg a ). La s ie m p re , c o n tra g re m io . ’ N a d ie p u e d e , p u e s , v a c ila r e n ilu s tr a r n u e s tn im á g e n e s g o lp e s d e b ía a l e b r a r s e e l 11 est»d° P o s te r g a d a á c a u s a d e l es C O I” p a ñ e r o s a c tiv e n la v e n ta , <*ae te D C l » p o r c u a n to le v—an d e* sitio. P rÍm er qUÍnCen3 ^ A tad lo*o el « « lua dd oo d L a A c c i(S M g C n te S q u e h a y a n re c ib id o " y 110 ha'’an rn»,».— p a q u e te s * \ *11 Vetiu i}'•>"*■ t o t o n C * C»sode r ° s i Prorr0. C E „ P ea c P° r i La Acción Socialista P eriódico (Mi la , U°- S in d ica lista R e vo lu cio n a rio h Aparece el 11 y 21 de cada m es Redacción y Administración: ^MÉJICO 2070 p « ¿ 5 lai>. «OlUcio Í ° s ,s y C rá0 4 u « „ . :,a y Predomi. >medio esté 4 e eansados <je S* reclamando atas que ios ogada; así i0s sarios qQe ^ •umiros) como ‘ra entrcgana lTüca la clase * * m ed ian o 1 «lúe se-'enceinio. lo nociones sode clases) veontra lasorg». raproducentes; ¡mentó inepto, o que, no hace al é inevitable, guesía no hace explota; agreebido á su inju e se encuen;nte sucedido á de comprobar ¡ es para sus in•Preferida» á aces de condo­ ler que lamen¡ ido á pique. n __ Per ti para mente siempre eros), pero en ue no acrecengante como an­ da estos hechoi y desengáñese h a de ¡s p o r ha3S obreros rid u o caliisa de b rresponde ibajadorej lo el gremio en ianifiestos aban los puestos de sa conducta no obreros, por51 á H10d e ^ r ,ve hrad<>5 y l0Se sCtLr o a#*'1 pu Je [ju« por c« < , q u e sf [nc^P* paq°etgSff la» n°*eJ,drf; le E l E stad o de sitio y e l m ovim iento obrero Es de todos conocida la historia de los acontecimientos. Basta recordar que á raiz del movimiento de los trabajadores de los puertos, marineros y foguistas de la nave­ gación, carreros y parte de los ferrocarriles, solidarizados en un grande y armonioso abra­ zo, reclamando con energía y decisión, un mejoramiento de las condiciones de trabajo y respecto á los derechos conquistados, el capi­ talismo argentino, conmovido en sus bases, amenazado en su vida, impedido en su obra de explotación desmedida é inhumana, recurre á la fuerza del Estado, y obtiene la implan­ tación del estado de sitio, la supresión de los derechos y garantías de libertad de acción de que se goza en épocas normales, cuando su ejercicio no incomoda mayormente la estabi­ lidad y continuidad de la explotación capita­ lista. El propósito era bien claro: ahogar bajo cualquier forma y con cualquier medio la te­ naz é inquebrantable resistencia de los tra­ bajadores, que defendían sus intereses y su dignidad. Con la complacencia manifiesta del Parla­ mento, titulada representación del pueblo; con el silencio y la inactividad de las fracciones políticas, que se disputan á diario el poder para «hacer bien», el gobierno, con rapidez é impudicia increíble, acude en defensa de los intereses capitalistas, amenazados por la re­ belión obrera, decreta é implanta el imperio de la mordaza, continúa la ya iniciada persecusión á los trabajadores organizados, y en lucha; suprime con brutalidad ó con exigen­ cias ridiculas la prensa obrera; prohíbe é im­ pide en absoluto toda reunión obrera; encar­ cela y ■destierra á los elementos que por su actividad puedan inspirar la resistencia obrera. Todo se hace en nombre del «orden pú­ blico» amenazado. A s í se ahogan las manifes­ taciones de vida de la clase obrera, y se de­ fiende y proteje los intereses capitalistas del ataque vigoroso que le llevaba el proleta­ riado. Las medidas de fuerza del Estado se re­ visten nuevamente con el «atrapa bobos» de «orden público». Y no podía pedirse, ni es perarse otra cosa. La misión del E stad o es la de defender al capitalismo y enmascarar esa defensa. El procedimiento no es nuevo. En el bre­ ve transcurso de menos de tres años se de­ creta, por el mismo motivo y con el mismo propósito, tres veces el estado de sitio. Es un procedimiento que por sus efectos ya indica que es un recurso de fuerza, que la clase gobernante adopta, cuando con él anule ó neutralice la fuerza combativa de los trabajadores. Los hechos ocurridos lo demuestran. Cuando el ejercicio de la huelga asume proporciones grandiosas, amenazantes para el capitalismo, por su extensión é intensidad, y paraliza rápida y profundamente la vida eco­ nómica, deteniendo el proceso de la produc­ ción y del transporte— como en efecto suce­ dió— entonces, para la conservación y conti­ nuidad de la ganancia, se impone que de cualquier modo se continúe el trabajo. Si los obreros no ceden, la fuerza del Es­ tado se pone en movimiento para que cedan. Se trata sencillamente de un procedimien­ to de guerra de clases, del uso de un medio que posee la burguesía, y del cual hará uso hasta tanto pueda obtener el fin propuesto, y hasta que los obreros no consigan neutrali­ zarlo ó inutizarlo. Es un acto de la lucha de clases. Con esas medidas el E stado— que la inte­ resada enseñanza ha hecho considerar como la potencia tuteladora de los intereses gene­ rales, de todos; como el padre amoroso é im. parcial que con la más buena voluntad vijila y salvaguarda á todos— se ha evidenciado, una vez más, con su actitud resueltamente hostil hacia el movimiento obrero, en su pa­ pel de instrumento del patronato. Siguiendo la encadenación lógica de los he­ chos se pone de manifiesto que el patronato cuando se ve acosado por la fuerza de la or­ ganización obrera, y no la puede dominar con sus recursos habituales, con la simple re­ sistencia, recurre á su defensor natural, el Estado, que tiene medios y coarta la libertad de acción, impide á los trabajadores el ejer­ cicio práctico del derecho de la huelga. La inercia concertada de los brazos obre­ ros, á veces llega á asumir tal fuerza que la simple resistencia patronal no logra vencer. Los brazos obreros en reposo vencen por un momento y dan la impresión rápida y pro­ funda de la potencia que encierran, poniendo en ridículo las propaladas mentiras de los ca­ pitalistas y sus asalariados sostenedores, de que «los capitales son la base y el factor in­ dispensable de la vida social.» Eso sucedió en ocasión ae la huelga que motivó el estado de sitio. Pero, la ruda realidad, la siempre iecunda realidad, con soberbia indómita desmentía tantas y tan interesadas mentiras. El brazo vigoroso del mocetón-proletario se ensayaba, y veia con asombro que él, tam­ bién era capaz de asestar sonoros bofetones al matón burgués, propalador de temeridades y aventuras, pretendido indispensable para la vida de todos. La farsa estaba al descubierto. Las entradas que el esfuerzo obrero hace afluir diariamente á las cajas patronales, eran interrumpidas en su curso; el prestigio del capital tambaleaba. Era necesario, para la conservación y de­ fensa capitalista, que la situación creada por la rebelión obrera terminara, pero, sin ceder nada á los productores. Se qi.ería la continuidad de la ganancia, y esto exigía como condición prévia é indispen­ sable, la continuidad de /a producción y del transporte. ¿Cómo conseguirlo? L a resistencia patronal no era suficiente. Ella, por el contrario, anula­ ba su misma vida. El Estado no es un órgano inútil para los capitalistas. Con su fuerza sirve para aplastar la resistencia obrera. Y esto tuvo su sanción práctica. El pensamiento y la acción, la vida de los trabajadores fué puesta á merced de los ó r­ ganos ejecutivos de la burguesía; las huelgas sofocadas é impedidas. ¿Qué hicieron los partidos políticos, ante esta supresión de derechos elementales? ¿Qué actitud tomaron, los que tanto decla­ man á las libres libertades de la Constitu­ ción de este país, al verlas desconocidas y pi­ soteadas? Hicieron lo que era lógico que hicieran, como elementos ó fracciones de una misma clase: la burguesía. > Frente al movimiento obrero, que atacaba el provecho capitalista, los unos (los más in­ mediatamente afectados) se defendieron acti­ vamente; y los otros (los menos perjudicados materialmente) permanecieron en una pasivi­ dad tolerante, porque veían en el movimiento obrero, un movimiento de clase, del cual siem­ pre temen su extensión y desarrollo. El respeto á las libertades «conquistadas por los próceres de la independencia» fué ol­ vidado porqué así convenía. Los intereses materiales ponían en fuga to­ das las ideologías jurídicas, políticas, patrio­ tas, etc. . . . Los hechos venían á demostrar que la lucha de los partidos políticos era para escalar los poderes públicos, desde donde mandar, espe­ cular y defender la estabilidad de la sociedad actual. ¿Contra quienes se ejerció la más intensa é inicua persecusión? Los actos gubernativos, por intermedio de uno de sus instrumentos, la policía, hicieron sentir su rigor á las organizaciones obreras y los miembros que por su actividad se des­ tacan. Las reuniones gremiales absolutamente p ro ­ hibidas; los secretarios de los sindicatos, en ­ carcelados, perseguidos ó molestados; los lo­ cales clausurados; las huelgas y toda la ac­ tividad de los sindicatos obreros impedida ó sofocada, como si se tratara de una manifesta­ ción de peligrosa delincuencia. A los partidos políticos se les permitieron reuniones, conferencias, trabajos electorales y administrativos. De esto no se excluyó ni al mismo Partido Socialista, que siempre fué con­ siderado como un partido subversivo. Si este último hecho no tuviera una expli­ cación positiva, diríamos que solo se debe á la deferencia que el «compañero» Quintana tiene para con los compañeros socialistas del programa mínimo. La verdad es, que todos los partidos polí­ ticos que se desarrollan y accionan solo en el terreno de la legalidad burguesa, en el cam­ po electoral, contribuyendo al funcionamiento regular de las instituciones políticas, no pue­ den detrimentar ni entorpecer; no realizan obra revolucionaria. La acción de los partidos, así considerada, no podía, ni aun durante el estado de sitio, incomodar el proceso de la producción, ni el funcionamiento de la máquina Estado. Y hu­ biera sido una torpeza, una falta de sentido, si la clase gobernante hubiese obstaculizado las inofensivas manifestaciones de los parti­ dos. Esta diversidad de tratamiento, según fue­ ran partidos políticos ó sindicatos obreros, in­ dica claramente que ia fu erza real y efectiva que puede amenazar y que trastorna la pro ducción capitalista, r e s i d e e n i . os s i n d i c a ­ t o s o b r e r o s (sea socialista ó anárquica la ideología con que se revistan) y nó en los núcleos político-electorales de un partido, aun cuando este tenga una ideología revoluciona­ ria. Se sabe perfectamente que las manifestacio­ nes de los partidos no afectan el funcionamien­ to del centro del sistema (la producción), pues­ to que se exteriorizan al través, y por interme. dio de mecanismos (elecciones, parlamento, municipios etc.) propios de la sociedad bur­ guesa. Los sindicatos obreros agrupan á los indi­ viduos por sus intereses; los partidos políti­ cos por sus ideas. Y es una enseñanza ele­ mental que nos proporciona el materialismo histórico, y la práctica diaria, que tiene más eficacia y más profundidad la acción á base de interés, que á base de ideas. Los movimientos de los grupos que se ri­ gen por su interés son capaces de provocar transformaciones, desplazar un estado de co­ sas. Los sindicatos obreros son instituciones nue­ vas, que aparecen en pleno mundo burgués, y que se desarrollan en una esfera aparte de su influencia, adquiriendo una independencia ab­ soluta, un carácter propio, y escapando á to­ da influencia gubernativa, á toda ingerencia del poder. Se entiende que hablamos de los sindicatos de obreros revolucionarios. Ellos son una amenaza inmediata y futura, para la estabilidad del mundo burgués. Los sindicatos obreros manifiestan su acti­ vidad en el campo de la producción— base y vida de la burguesía— ; y los efectos inmedia­ tos y reales de su acción se hacen sentir en perjuicio de la ganancia capitalista, de la au­ toridad patronal, y del prestigio del Estado. Esa actividad, esa lucha contra el patrona­ to y contra el Estado se traduce, para los tra­ bajadores, en un a j mentó de bienestar (por las mejoras que se conquistan); en un aumen­ to de conciencia (por la agudeza y claridad de los antagonismos sociales que se manifies­ tan en los conflictos); y en un aumento de fuerza y capacidad (por el ejercicio y la ex­ periencia diaria) revolucionaria de la m sa obrera. Como consecuencia lógica de esta actividad diaria, el sindicato obrero se desarrolla, se agi­ ganta como organismo nuevo. Eso solo, no es una amenaza, sino una realización progresiva de la amenaza que está irguiéndose frente al mundo de la explotación. Es una cuestión de vida y de predominio entre dos organismos antagónicos é irreconci­ liables. Las instituciones burguesas erigidas en nom­ bre y para la defensa de la sociedad capita­ lista. Las instituciones obreras erigiéndose por y para la defensa de los intereses de los traba­ jadores, en focos, núcleos activos, de un nue­ vo mundo social. Los sindicatos obreros organizan la rebe­ lión obrera, desarrollan su acción directamen­ te, prescindiendo de todos los partidos y po­ deres, de toda influencia extraña y de toda tutela que no sea la que emane de sus pro­ pias conveniencias. Esto, explica suficientemente, el porqué de la persecución gubernativa, la lucha manifies­ ta ú oculta que el Estado burgués realiza con­ tra las organizaciones obreras revolucionarias. Recordemos que la lueba desarrolla, forti­ fica, agiganta, capacita y transforma. B a r t o l o m é B o s io . p r e p a r é m o n o s Con el recrudecimiento vigoroso de la acti­ vidad obrera, viene á presentarse la posibilidad de que la burguesía insista en utilizar el esta­ do de sitio, como medio de defensa y salva­ guardia de sus provechos. Así lo deja prever su conducta anterior, y así lo insinúa L a Nación del 24 del corriente en un artículo titulado Las huelgas. Pero no debe preocuparnos el grado de posibilidad que exista en la sanción ó 110 del estado de sitio. Debe bastarnos con saber que es posible 6 se tiene el propósito de decre­ tarlo, para aceptar la existencia de un proble­ ma de urgente resolución. Ante esa amenaza contra el actual movi­ miento huelguista que sin duda alguna está destinado á tomar mayores proporcione», la clase obrera organizada, suficientemente alec­ cionada con las enseñanzas de un pasado muy próximo, no puede permanecer muda y des­ preocupada. No puede cometer el grave error de disponerse A !a defensa cuando ya el ata­ que se lia realizado, cuando las medidas del enemigo dificultan en mucho su acción amplia y profunda de resistencia. Esa falta de previsión ha sido una de las causas principales que han concurrido á deb litar en mucho todo acto de defensa realizad por los trabajadores del país. Es indispensable, pues, no caer en los mis­ mos errores de ayer, si es que tenemos con­ ciencia de ellos. Ante esa amenaza de un nuevo golpe, los trabajadores organizados deben disponerse des­ de ya á la defensa, á la resistencia obstinada con todo el apasionamiento y la energía re­ querida. Deben expresar clara y terminante­ mente su decidido propósito de contestar á un ataque reiterado del enemigo, no con el silencio que es humillación y cobardía, sino con la acción llevada hasta su grado mayor de potencialidad, caldeada con todos los enconos y robustecida con todos los recursos eficaces. Es necesario convencerse una vez por todas: las medidas de fuerza de la burguesía tienen su razón de ser en ia conveniencia bien calcu­ lada de sus intereses de clases. Obra agresi­ vamente contra el movimiento obrero, porque ese movimiento obrero la perjudica, la moles­ ta. Siente, pues, la vital necesidad de contra­ rrestar sus efectos, y como hasta ahora su conducta agresiva le ha producido ese resul­ tado, persistirá en ella mientras así le con­ venga. Una vez más declarará el estado de sitio, si el estado de sitio le ofrece la posibi­ lidad de contener la acción leivindicadora de las masas obreras. Y no se pretenda variar su conducta re­ cordándole las santas disposiciones de la santa constitución, los deberes que impone el respeto de las libertades públicas, las exigencias de la cultura cívica, ó el ejemplo de las burguesías de otras regiones empeñadas hasta en propi­ ciar la organización obrera, porque todaa es­ tas son pamplinas de pobres zonzos extravia­ dos en el laberinto embrutecedor de ideologías sofísticas. Porque todas estas son pamplinas de las que no hará caso una burguesía que sepa inspirar su conducta en la concepción realística de sus intereses. Una vez más debemos de repetir lo que ya tenemos manifestado en varias ocasiones: los conflictos de clase siendo el fruto del antago­ nismo irreductible de los dos contendientes (proletariado y burguesía) que hoy se dispu­ tan el gobierno social, solo pueden solucio­ narse por la fuerza, por la victoria de uno ú otro de los adversarios obtenida en la medida de la mayor capacidad desplegada en cada emergencia de la lucha. Otra solución real y positiva no existe. La inobservancia sacrilega de las libérrimas constituciones, el irrespeto hereje de las libertades públicas y de la cul­ tura cívica, solo pueden preocupar á quienes no tienen un provecho capitalista que defender ó una reivindicación de clase que conquistar. Por eso la clase trabajadora del país solo se verá libre de las amenazas de estado de sitio, solo verá respetado su movimiento sindical, cuando haya hecho ineficaz aquellas medidas violentas y cuando haya conquistado una efec­ tiva libertad de acción. Para ello, es indispensable hacerle palpar, dolorosamente, á la burguesía la inconvenien­ cia del estado de sitio. Para ello es indispen­ sable hacerle comprender con hechos, y no con el ruido de palabras, que sus medidas reaccionarias van á dejar de producir sus efec­ tos anteriores. Que á estas no sucederá la calma, la quietud de la inactividad proletaria como ha ocurrido hasta el presente. Que de­ cretado el estado de sitio para contener, para ahogar el movimiento obrero, en adelante sus efectos serán distintos, y que su sanción tendrá por resultados recrudecer ese movimiento obre­ ro, provocar su generalización, llevarle A ex­ tremos peligrosos en potente manifestación de fuerza, de resistencia, de represalia obrera. Y cuando la burguesía sepa, por haberlo aprendido en una dura y ejemplar lección, que sus estados de sitio ya no tienen la efi­ cacia de salvarla de las majaderías proletarias, y sí, por el contrario, de hacerla más intensa, ella será la primera en renunciar A toda ve­ leidad reaccionaria, ella será la primera en descartar de sus actos de clase, la sanción de la ley marcial. Y esto, no porque nuestra bur­ guesía se hubiera convertido de bárbara en civilizada, como parece creerlo algunos buenos socialistas, sino sencillamente porque verá en una tal actitud de tolerancia, la más conve­ niente satisfacción á sus intereses de clase. En tal sentida, los trabajadores del país de­ ben contestar á la amenaza de un nuevo esta do de sitio, con la enérgica y decidida ame­ naza de una huelga general. Así lo ha entendido muy oportunamente, el Comité de la Huelga General de la F. O. R. A. y de de la L1. (L de T . al recabar de las organizaciones obreras cual sería su actitud en caso ile sancionarse de nuevo el estado de si­ tio. Y al respecto se han pronunciado los principales grem ios manifestando unánimemen­ te que irian A la huelga general. Pero esta amenaza debe tomar todos los caracteres de una intensa, de una enconada L A ACCION SOCIALISTA agitación para que ella produzca sus efectos morales, no solo sobre todo el proletariado del país apasionándolo, disponiéndolo á la lucha, sino también sobre el propio ánimo d e h clase capitalista. Los trabajadores tienen el deber ineludible y sagrado de defender su m ovim iento obrero, y esto solo lo podrán realizar manifestando la firme voluntad de responder sin vacilacio­ nes á todas las exigencias de la gu erra que sostienen con su enem igo á muerte, la bur­ guesía. Y con muchas probabilidades, bien pudiera ser que el enérgico propósito de contestar al estado de sitio con un m ovim iento general y por tiempo indeterminado, tuviera la eficacia de conducir á la clase contraria por un camino de conveniente y calculada tolerancia. ----Regalos de la Dem ocracia fin q u é te E llo s criticab an no lu cu alid ad , sino la ca n ­ G ranval, e t c .. .. los mismos del sindicatoam atidad; 110 el contenido, sino el volum en. rillo. Los alimentos, aseguran, serán d e pri­ Muy en breve iniciarem os una «enquéte» íoh A si, por ejem plo, (iu esd e y M illerand acep te mera calidad — ¡como el trato! -al precio más el valor, la im portancia y el papel de la batí igu alm en te las reform as que h oy con ­ equitativo, -com o el jornal.. den a el p roletariad o revolu cion ario, G u esu e, gan ización en el m ovim iento obrero. P a r a ? N o dicen las promesas si com erán allí los revolu cion ario, aprobaba aqu ellos Consejos revista un carácter práctico, requeriremos días de huelga y s i . . . será prudente del trabajo, que M illerand, reform ista, b aoia prim era linea la opinión de los trabajado'” Pero no irán los obreros; han visto la tram­ in stitu id o .. , que vienen luchando y vivien d o en la orga * pa, conocen, la dama filantropía, con atavio vis­ Y tíl m ism o G u esd e p resen ta b a a la la m a r a zación, por con sid erar que ellos pueden trae’ un p royecto de le y sobre arb itraje o b lig a to ­ toso y descuidados dessous. «Progreso de la la im presión más real del m ovim iento. f rio en poco d iferen te del p ro y e c to q u e nliu eBoca» inició una campaña en favor de los A sí, pues, nuestra «enquéte» se dirigjr ¿ rand tentó de h acer sancionar por el I ar* fonderos del puerto, pobres diablos unos, que lam en to. G u esd e concebía, en su con secu encia, especial á los secretarios de organización'” fían durante la huelga y si bien son patro­ las reform as en m odo id én ticas á M illerand. obreras; y ped irem os, para más ilustración 1 nes, solo lo son de sus cacerolas. N o era sobre su sígn ilicad o Intim o que su rg ía opinión de propagan d istas y otras persona! Una señora argentina en tregó á Mr. E spi­ el d esacuerdo entre los dos cam peon es del so­ que vienen actuan do y estudiando en el nio nosa 200.000 pesos para ser distribuidos en cialism o, pero si, sobre el núm ero y la exten vim iento ob rero y socialista del país. esta forma: 100.000 $ para la fundación ije , sión de estas re fo rm a s. E stá dem ás hacer n otar la importancia una Universidad católica (¡necesidad sentida!) 11 pueda tener esto, en la clarificación del crite. 50.000 para el sem inario concilio; 50.000 pa­ E l sin d icalism o rev o lu cio n ario d eterm in a rio que se ten ga sobre el asunto. ra los circuios de obreros, empleando con pre­ una orientación m uy d iversa de la acción so ­ ferencia esta suma en la construcción de casas ----c ia lista . N o se trata m ás de h ab lar com o so­ para obreros, alquilándoselas de manera que cialistas para lu ego h ab lar com o d em ócratas:se más adelante puedan ser propietarios. debe hablar y obrar en un m ism o modo, Si L os filósofos del home han dicho que *la no, las palabras socialistas vuelan y qu ed an casa d el obrero a l obrero es e l mejor gaje y los actos dem ocráticos. (E l E stad o de sitio fué una medida anti­ S e r socialista sign ifica obrar com o so cia lista , seguridad de paz.» constitucional. . . . los derechos que acuerda es decir crear una rea lid ad d iferen te á a q u e lla Bajo la dirección de las hermanas de San la carta o rg án ica d e la nación fueron desco­ V icente de Paul que acaban de llegar de E u ­ que nos circunda. L a organ ización de la vid a puede asum ir un ca rácter so cia lista , com o un nocidos y p is o te a d o s. . . . no h ay espíritu de­ ropa, ex-profeso y presididas por una señora carácte r dem ocrático ó con servad or, ó re a ccio ­ m ocrático en los g o b e rn a n te s. . . . la burguesía argentina, se ha fundado la sociedad «Ampa­ nario. ha pisoteado la leg a lid a d . . . . es una clase ro de las obreras» con el fin de desenvolver E l problem a consiste, precisam ente, en de­ inculta, ignorante, b r u t a l . . . etc., e t c .) una acción moralizadora extraordinaria, dice finir bien el v erdadero ca rácter que re v iste ( í* Vanguardia «El D iario», cada acción. To dos conocen el grad o de ternura que A q u e lla s reform as, que com o en el ejem plo N o podem os, ni debem os adoptar para la de los C o n sejo s del trabajo, tienden á lesio­ las señoras del pais de cierta posición social, nar la lucha de ciases, á d estru ir ei e sp íritu explicación de los hechos últim os, argumentos tienen para la obrera. Esta última sabe que d e índole sentim ental ó legal, com o lo ha jamás una m iiada simpática, ni siquiera curio­ de rebelión en el corazón del proletariad o, se ­ rán reform as d em ocráticas, p ero son c ie rta ­ hecho más d e un com pañero, y com o lo he­ sa, acarició su rostro al rozar en la acera, m ente a n ti-so cia lista s. m os visto exp resado en editoriales d e nuestro con opulentas matronas. L a atraerá más segura­ P o r el con trario, es so cia lista tod a reform a órgan o central «La V an gu ardia». mente un perro cualquiera, haciendo travesu­ que facilita la acción autón om a de la clase ras, que una mujer sin som brero. Para unos, las m edidas gu b ern ativas son trabajadora, que d esarrolla la con cien cia del Sin em bargo, acaban de com prar para ellas, una flagrante violación d e la ca rta fundamen­ antagonism o de la s clases, que d ism in u ye el las obreras, con ó sin trabajo, un edificio que tal del país, de la fam osa y nunca bastante dom inio de la a ctivid ad del E stad o, que d eja valía 1 millón y 1/2 de pesos y fué dejado lib re el cam po al con flicto social. E11 este sen ­ ponderada Constitución: son torpes y arbitra­ tido se puede decir que e x iste un «reform ism o á la sociedad por doscientos mil ¡que pichin­ rias violaciones de la legislación , d e la legali­ revolucionario». cha! T ien e dorm itorios con ventilación inme­ dad, un caso d e dictadura, d e m a l gobierno! L o s so cia lista s del viejo e stilo no te­ jorable, salones, salas de baño y sobre todo— Para otros, es efecto del espíritu criollo de dic_- «El Diario» — una m agnífica capilla don­ nían un concepto preciso de todo esto. ¡ L o s que está em papada la b u rgu esía, de la falta «revolucionarios», aunque p red icand o la lu ­ de predicará el padre Laphitz. E l «Amparo» de modernidad de criterio, una manifestación cha de ia ciase y h abland o de revolu ción , o b ra ­ establecerá grandes talleres de lavado y plan­ de incultura de nuestra clase d irigen te, que ban segú n crite rio s d e m o c rá tic o s! chado para grandes hoteles y particulares; se no sabe tom ar ejem plo en la cu ltu ra y en el E llo s no podían hacer de otra m anera, por­ com pondrá, confeccionará ropa para afuera. que su revolu cion arism o era puram en te v e r­ m odo de proceder de las b u rgu esías de NorLas obreras con trabajo que quieran ser am­ bal, y porque 110 reconocían ningún v a lo r so­ te-A m érica, In g laterra, etc. paradas alquilarán cuartos. cia lista á Jas in stitu cion es proletarias y a tr i­ N o h ay duda de que se trata de un socia­ buían poca im portancia á la acción práctica. Tam poco dice si no tendrán que mudarse lism o, «m odern-style*, porqu e d e otro modo L a con q uista del elector era su única p reocu ­ por huelga. no se exp lica com o pueda echarse por tierra pación, y ia lu ch a de clases se reso lvía p a ra Cabe concluir con las palabras de Schulzetoda una concepción orgán ica, com o la con­ ellos en una batalla electoral. D eliztch: «Insistamos para llevar la cuestión cepción m aterialista, y v o lve r de nuevo á l a ; E l balance del socialism o revolu cion ario tra ­ del dom inio de las tendencias humanitarias al concepciones idealistas, m ás ó m énos manifies­ dicional se cierrra con la b an carrota de su terreno económ ico general.» acción práctica, que no b a producido n in gú n tas, más ó m enos ocultas, bajo una capa de Am pliando, diremos nosotros: «del terreno m odernidad. efecto específicam ente socialista, y tam bién con de la dem ocracia al del socialismo.» la b an carrota de su teoría, Ja cual dem asiado L a C o n s titu c ió n es lo m e n o s te n id o en ab stracta y por esto m al com pren dida de la c u e n ta p o r e l p a tr o n a to , c u a n d o la d e fe n s a y L a b r ie g a . m asa, h a degenerado en un d ogm a estrech o y la c o n s e rv a c ió n d e sus in te r e s e s le im p o n e e sté ril. EQUÍVOCOS 01 n o s IDEOLOGOS L a especialidad de las dem ocracias, por más que quieran justificar su nombre, es te­ ner algunas veces para el pueblo productor, mimos de madre que adula con el objeto de hacerse obedecer, y rigores de suegra celosa cuando resiste. Desarrollándose en círculo vi­ cioso, busca con paliativos, el medio de c o ­ rregir (sin dañarse en demasía) el error que trae en sí. El respecto á la familia, la propie­ dad, las leyes, 6 una superstición cualquiera, protestantismo ó catolicism o, son los puntales en que descansa y que el socialism o trata de derribar. O bligada en dar vigoroso impulso á la industria, se acrecenta la miseria por la intensividad del maqumismo que provoca so­ breproducción, abaratamiento de los artículos, aumentando el número de desocupados. S ien ­ do el lema de la dem ocracia el tender siem­ pre á m ayor igualdad entre los hombres, el problem a se torna entónces insoluble: no pudiendo nivelar, solo trata de remediar. Democracia, aunque deriva de pueblo, es en verdad gobierno burgués, predom inio del ca­ pital sobre el trabajo; por consiguiente si no se suprime el gran desigualador á que su exis­ tencia está supeditada, ella miente en sus ac­ tos á los com prom isos que involucra un nom­ bre usurpado. N ivelar sin tocar á la propiedad es imposible; atenuar apenas; solo puede hacer acallar un momento los clamores que se ele­ van, alejar el peligro próximo. L o consigue por medio de obras filantrópicas. Para asegurar la quietud de los niños albo­ rotados, la madre-democracia fabrica el gran remedio soporífico; el chupón destinado á en­ gañar el hambre del inocente, que aspira sin sacar nada, consolándose con el gesto. En sus arranques filantrópicos, las demo­ cracias utilizan á las mujeres, con ó sin há­ bitos. De antemano aquellas discuten el con­ trato; asegurado el mantenimiento, la mora­ u n a a c c ió n in m e d ia ta . S i la c o n s titu c ió n no da, la capilla, se encargan de distribuir igual III e s p e c i f i c a , n o d á v i s o s d e leg alid ad á u n a m e ­ beneficio temporariamente, durante algunos L o s obreros revolucion arios, o rg an izad os en d i d a g u b e r n a t i v a , e l a p e g o á l o e s t a t u i d o , á lo días ú horas, en salas-cunas, refugios, asilos, su s liga s de resisten cia, d espu és de haber su ­ c o d ific a d o , n o lle g a h a s ta e l e x tr e m o d e q u e talleres, donde vienen á estrellarse los más frido los a taq ues de un gobiern o dem ocrático, la c la s e p a tro n a l y g u b e r n a m e n ta l s e d e te n g a U na gu erra sin cu artel ha sido d eclarad a débiles, los impotentes, que la marejada in­ y a saben ahora qué m edios deben em p lear en y a m o ld e su s a c to s á lo s d ic ta d o s d e la al socialism o obrero. T o dos los propietarios la lu ch a de clase y en la acción p ráctica d es­ dustrial desecha y arroja sin pan, sin abrigo, C o n s t i t u c i ó n . L a a d o r a c i ó n , e l r e s p e t o p o r lo de fórm ulas anticu adas se levan tan en su con­ arro lla d a p or su s asociaciones económ icas. sin techo, á merced de la desesperación. tra , denunciando la «degeneración sin d ica ­ c o d ific a d o n o lle g a h a s ta a s u m ir e s e c a rá c te r, P a ra com batir el capitalism o y d em oler el E s obra de la mujer pues, dar á estas ins­ lista». e s p e c ia lm e n te c u a n d o a s í n o c o n v ie n e á lo s E stad o, para form ar la conciencia so cia lis­ tituciones un carácter lorzoso de proselitism o. L o que turba á estos ca b a llero s del d ogm a g o b e rn a n te s y b u r g u e s ía ; lo ta y d esarrollar la ca p acid a d in telectu al de los contrario sería E s innecesario dictarle su conducta; el interés es la prep on deran cia dad a por el sin d icalis­ obreros, e l sin d icato es el in strum en to n atu ral una n e g a c ió n d e l p ro c es natural de las de conservación de su clase se la dicta. In tu i­ mo revolu cion ario á la acción práctica. D e s ­ cosas. y p tin cip al. E l o rg an iza la lu ch a. Y solam en te tivam ente ella sabe que, de un sublevado d e­ de el m om ento que la clase obrera está decidi­ la lu ch a m antiene v iv o el esp irito de resisten ­ L o s a c t o s i n d i v i d u a l e s , c o l e c t i v o s ó d e c la ­ be devolver á la sociedad un resignado, si da á sacar ú n icam ente de su propia e x p e ­ cia . Y esta es la su stancia del socialism o. s e , d e ja r ía n d e te n e r u n a b a s e r e a l, u n fo n d o rien cia la s reglas de conducta, q uiere decirposible, es un agradecido; soldados distraídos E o s teóricos pueden con tin uar contraponien­ que ha llegado á su propia m adurez, y en v ir­ in te re s a d o , q u e re s p o n d ie ra á n e c e s id a d e s in ­ al enem igo, inertes para contingencias futuras. do a la acción d irecta del sin d icato, Ja con­ m e d ia ta s ó m e d ia ta s. tud de lo cual ellos sienten que su función de qu ista de lo s poderes pú b licos y la p olítica Pero, el interés es tan anclado en la socie­ tu tores e stá por term inar. L a acción m atará L a burguesía argen tina, com o clase patronal electoral pero ahora los obreros saben q u e ca­ dad capitalista, que los huevos filantrópicos á la frase. m ino deben segu ir. E llo s uo con fian m as que y dom inante, frente al m ovim iento obrero, no se rompen para nacer, sino bajo presión. T o d a la origin alid ad del socialism o obrero veía seriam ente am enazados sus intereses, y Hpifn 8 1,r.üpias b e r z a s ,e n su s propios sacrificios E s necesario que la miseria amenaze y amese con creta en el hecho, que el espíritu revolu« sin detenerse á con siderar la constitucionalidad 08 Cn ,c? niúl1’ en la con cien cia c re ­ naze bien, exhibiéndose en las calles en im po­ donario debe emanar de la acción practica. ciente de su solidaridad, en su recíproca a yu a6ní , lnconstitucionalidad d e su proceder, nente número, que sus clamoreos hayan des­ E l no d esciende del cielo, y a sea este el cielo t-n.v . aCf lü.n d ,recta les P ^ e c e el m ejor iiisapeló para defenderse, d e los medios y pertado á los padres demócratas durmiendo en socialista; no es el fruto de predicaciones a b s­ E ? 0, ? blUalJa en la s m anos. tractas. P ero se adquiere, ó m ejor dicho, se recursos de que d.sponía y d e q u e era capaz. los sillones parlamentarios; es necesario que M ientras proporciona la ocasión de probar R e c u r s o s le g a le s y re c u rs o s ile g a le s. R e­ los voceros de las supersticiones hayan estig­ con q uista poco á poco, en la prueba cu otid ia ­ el coraje de lo s com pañeros y d esarrolla el c u rs o s q u e ie b rin d a b a su c o n s titu c ió n , co m o m atizado de lo alto de sus esculpidas tribu­ na de la lucha y en el con stan te contacto de sentim iento de la resp onsabilid ad , e lla m antiela organización: es de la vida que se obtienen u r s o s q u e le p r e s e n ta b a n la s c irc u n s ta n c ia s . nas, los agitadores del populacho, los seres lás ideas y los sentimientos. “ ' a t a r 10 81 esplrilu «»"»>«iVoy t J S a r e c especialm ente las fuerzas del Estado! que se sublevan contra el poder, emblema de la generosidad y bondad de Dios. IV D o n e e I|| g lC ° qU C 3SÍ f u e r a ‘ L a hiCha, ¡m P a rtie n d o de esta prem isa, se com prende Sin em bargo, algunas veces, basta la vista Hiii >ji P recisam ente porque la acción del sin ­ más J miSma’ la ad° pCÍOn de los ” ‘ d'° s fá cilm en te que el sin d icalism o revolucion ario mas eficaces para vencer, para con seguir el de un trapo colorado. d ic a li s m o revolu cion ario, se m an ifiesta sustan p r o p ó s ,,, pe ¡do ^ | o "m* 5 f ^ d re v u e lv a todas h s trad icio n ales id eas socia­ Pero el pueblo com prende ya estas cosas, cialm ente d iversa á la de los socialistas tradi listas. descubre las mentiras de los amos que se dió; L a coherencia entre la práctica y la teoria 2 v 1 h •“ í ' “ ,0d0s los d' 1» estos últim os. ¿ Q ue cosa su rgirá de este c o n . el pan ofrecido gratuitam ente lo irrita. no es una de aqu ellas verdades q u e se ha í h £ . ‘ ? m ?1 y h‘,mana’ T lo 1“« Ultimamente 10.000 desocupados desfilaban a h i s t o r i a d e l a s s o c . e d a d e s d i v i d i d a s e n c la ­ S Ch°,? jJ anifestado d, ? ; ? ya, SÍdo d isim ulado y querido afirm ar. H asta ah o ra se ten ía la cos­ se h a y a am con meQOS m ayo r evid en cia y ses, c u y o s in te re s e s s o n a n ta g ó n ic o * , donde en los barrios más aristocráticos de Londres tum bre de con trapon er la una á la otra. clarid ad ? llevando banderas con estas inscripciones: *N o ad ivin arlo. N ° debeU,° 8 tra ta r’ por a l— , ¿ ¡ V dom inados y L a acción práctica parecía la negación del espíritu revolucion ario. * ----------tan Y quienes son explotados. P queremos caridad.» «Pedimos trabajo para no e e ? r ° 1 ? tr0f a o * i,n Porta m ien tras tanto ha¿ No reivin dicab an los reform istas para su morirnos de hambre.» Antes de disolverse re­ elementa3! ? 813^ ‘ nd' cac‘ones fundam entales y d istín ter Y la ®x iste n cia de dos m ovim ien tos ten den cia e x clu siva m en te el m érito de rea­ dactaron la siguiente declaración: distinto*. Y com o 110 e s e i acuerd o teórico el porau e pm ” f o n w >><“"cia s lamentables, liz a r la acción práctica, de ocu parse de la rea­ « Los obreros sin trabajo de Londres proque interesa, sino la unidad de la a S d lid ad de la v id a ? ¿ Y los revolu cion arios no porven ir perm anece obscuro. ’ í e la realidad^Taria.0"116™0’ CntUrbia Ia visi6n « testan enérgicam ente contra la idea que la proclam aban el v a lo r m uy secundario de la P ero cu alqu iera’ que ~fu¿s¿ el » « caridad es un rem edio á los males que soacción in m ediata, á la cu al preferían la propa- este conflicto que n osotros cre nm í ? la ^ u r !u e s / 'tUC'<">n’ t0da ' a *e£ a''d a d escrita de « portan los desocupados. Piden reconozca el ^ burguesía, no responde siem siem nre pre vy exactada teórica? P e! sin d icalism ^ rev o lu c^ n a rfo 'Í H J K d l « gobierno el derecho elemental que tiene ca- gan L o s hom bres p rácticos no eran re v o lu cio - que temer: él no es el D r o d u c m a ! add áme? e Í ! U. ' ! ga,Ídad * * * » • reall d el momento s u s c o n v e n ie n c ia s « da individuo de ganar su sustento con un narios, y los revolucion arios no eran de las cepción abstracta, pero si el m o v im f o n E 3. (!0n m ateriales y sociales de «■ trabajo honrado, y se haga votar por el Parpersonas practicas. táueo de las m asas Y si w ñlloH , espoaPodroue10 lo s íaS- T SC CXP,ÍCa V e En el fondo, los hom bres «de la realidad» y teoría, no es igu alm en te Ut^r una « lamento grandes trabajos de utilidad naciop u d ie ro n i f a ro n C o n s titu c ió n n o los h om bres «del ideal» tenían una m ism a ga n izá cio n es ° Ua “ d estru ir la s or« nal. L a asamblea declara, además, una gueconcepción d e ]a p r t c t i c . H „ , ¡ e n e , su ^ ^ q ! e su c J ^ S P r e V C e r C O n e x a « ¡t “ d t o d o lo « rra sin cuartel al sistema capitalista, que A s i para los unos como para lo s otros la E n lin e a * , c o r .r e r d e lo s tie m p o s , « condena á los obreros honrados á vivir en E fias ! . ! ! » : multUl,.d proletaria. acción p ráctica con sistía en cualquier m ejora le g is la -o n g C n e es >n s t > t u y e r o n su d efen sa, « la ociosidad y la miseria. » obtenida, de la cual no se exam inaba ni ’ su v ictoria v e l í d ? ’ « 2 ! 1 “ ae»tido, q ue la sS en T e Z r o ? ¿ T '™ y L a dem ocracia argentina hizo soportar á índole ni su sign ificad o. L a acción práctica ■ m e ro n e la b o ra n d o , y e la b o ra n su los creadores de la riqueza nacional seis me­ siendo m eritoria,todos indistintam ente podían ses de estado de sitio en un año, para difi­ aprobarla. E l movim ie n to o b re ro , L o que d ivid ía á los unos de los otros era cultarles el m edio de pedir y obtener más c < ? a c i d a d 1p a r <a s u s t i t u i r l o . X ^ o s fa c to re s. que no fué previsto con clar id a d , v ie n e , salario, jornada más corta, etc., y sim ultánea­ sim plem ente una cuestión de m ás ó de m e­ les -U sfo?nP° il0S trabajadores perm anecen fieprovocar m~a a ° H actos é instituciones, á nos. L o s reform istas condicionaban toda la m ente preparaba apósitos inteligentes para la transform ación social en la acum ulación de bra de órden e*s ^ cioliariói cuya paladablem ente la' T ' P.roc?dim ientos que, induherida. pequeñas m ejoras, en una secu ela de su cesivas tu los <*«•/ a / ° nstltuc>ón, la legalid ad esetif er¿° peiSOn'11 y ™ ¡6 n El ministro de hacienda ha concedido tres reform as. e s p e c T fic ? ' í ,a SOCiedad b u r g u e s a no lotes de terreno en el costado oeste del puer________________ H u b z ht L iq a r d b l l i. A estas reform as los revolu cion arios las E sto n ó ” 0 m an> S ° n hechos posteriores, ó (¿que le costaba?) para cocinas económicas aceptaban com o á otras tan tas concesiones, D IF U N D ID guien do á 1 0 ! % ? ? para q a e nosoü-os, si­ destinada á los trabajadores del puerto. L os pero dem ostraban su exigu o núm ero é in su fi­ e n ta de i» k adoradores de la legalidad esiniciadores d e . . . . l a cocina, son M ihanovich, ciencia. La ftcción Socialista fensores de ,Ur8ues*a ’ nos convirtam os en deres de la constitución, clam ando por su H c c íó n p r á c tic a prdctl te L a ACCION SOCIALISTA *«n0 PaP e ? > *rer0, N 14 reque7 ; ? ara ]or*"erir' en Or. i*dt Or» «n r A, strac^ ts i ras J h Jnt0. 1 cr,^ I !3 hedida que a„ a^> hayfu« t .o . ne¡c <>. l - - l?h,ntU d^ es *■» etc ) ^ * idontar „ los arcr ara la , ’ jumentos v '« í • ^ Omo lo he. bernativas son arta fundamen. 1Unca bastante ,rP®s 7 arbitm d ,e la legali. ™al gobierno! '¡ntu oiolio de lla- de la falk manifestación d irig e n te , que :u*tUra y en el uesías de Ñora de un sodade otro modo arse por tierra como la conle nuevo á la nénos manifies’ una capa de ios tenido en o la defensa y >es le impone onstitución no dad i unameestatuido, á lo tremo de que ital se detenga iictados de la respeto por lo r ese carácter, onviene á los ontrario sería atural de las ¡vos ó de dareal, un fondo ecesidades ¡o- medios que deben usar para neutralizar ó respeto, ni que veamos en su violación la anular esas medidas de fuerza. bondad ó la maldad de un gobierno. Unicamente olvidando el juego de las tuer­ Lo que realmente se vé, es un acto defen­ zas que se agitan en el seno de la sociedad sivo por parte de la burguesía. Una ruptura de la legalidad escrita, para defender la lega­ capitalista, se puede atribuir el decreto del Estado de sitio, las persecuciones, los encar­ lidad real, sus intereses materiales, que para celamientos/ las medidas contra las organiza­ ella representan la verdadera legalidad. ciones obreras, á la torpeza, á la falta de Y también surge una enseñanza para los cultura, al criollismo ó á la fa lla de 'moder­ trabajadores que aún creen que los actos de la clase que gobierna, se inspiran en precep­ nidad de la burguesía de este país. Las clases dominantes, siempre para la de­ tos constitucionales, en fórmulas escritas. La burguesia ha pisoteado su propia lega­ fensa de sus intereses y de su predominio social, han organizado esa defensa, formando, lidad! Bien venido sea el acto. El enseña creando instituciones con ese propósito. cuán mentido es el respeto á la constitución. La defensa, la conservación así se lo exi­ Que los intereses materiales son la determinan­ gía; y es un hecho visible y comprobable, te real de los actos del patronato y del poder. que tiene su reproducción en todos los cam­ Jamás demolición más acertada se hizo de pos de la actividad animal y humana. la legislación burguesa, que la que realizó Frente al ataque, ó á la probabilidad, sur­ prácticamente la misma burguesía para la de­ ge inevitablemente la necesidad de la defensa. fensa de sus intereses. Y , frente á estos hechos preñados de en­ Frente á la continuidad del ataque ó de la señanzas y de confirmaciones de nuestra doc­ continuidad de la amenaza, surge inevitable­ mente la necesidad de la organización de la trina, vamos, acaso, á cometer la torpeza de defensa. clamar por el «crimen de lesa Constitución»? El gobernante personalmente nunca podrá .■Vamos á ser tan ingénuos, tan cándidos, que ser el determinante real de los acontecimientos, nos transformemos en los paladines esforzados de las medidas. Sólo podrá ser el exponente de una legalidad escrita? Lo lógico es que de lo sucedido aprenda­ de todo un momento ó laz de la clase patro­ nal, el instrumento de ejecución inmediata, mos la manera como hacer respetar nuestros que defiende los intereses amenazados por la derechos, conveniencias é intereses, y nó una acción enérgica del enemigo, de la clase sulegalidad escrita, una constitución que tiene geta. nada más que vaguedades, cuando se trata de Si nos pagamos con términos y adjetivos los dominados, de los trabajadores. Cuando vivimos en periodos constituciona­ más ó ménos impresionantes, ó buscamos la explicación de los hechos pasados (Estado de les— estamos cansados de verlo —los ciudadanos, sitio, etc.), en la falta de ciertas cualidades para quienes se han estatuido las garantías y cultura, inteligencia etc.), de la burguesía los derechos, son privados de esos mismos argentina, caemos en la obscuridad más ab­ derechos de la tan decantada libertad. soluta. Que lo realizado es obra de la mala Basta recordar las prisiones que efectúa la policía cuando los ciudadanos, reivindican me­ índole, de la incultura, de la brutalidad, etc., de la burguesía. De lo cual resultaría este es­ jores condiciones de vida y de trabajo en las tupendo descubrimiento: |que la burguesía fábricas, campos, talleres, en el terreno de la puede realizar la felicidad del proletariado, producción. siempre que los hombres de Estado, se inspi­ La constitución, teóricamente, permitirá, el ejercicio de derechos elementales de asocia­ raran en el bien, fueran cultos y respetuosos de los derechos de aquellos á quienes........... ción, huelga, etc., pero, la conveniencia, el están explotando diariamente, sumiéndolos en interés material de la burguesía no lo puede la más negra miseria! permitir, por qué se vé lesionada. Cuando se implanta el Estado de sitio, no La necesidad de conservar el predominio, se hace más que intensificar un procedimiento que diariamente se usa en pleno funciona­ de continuar la explotación, de vivir á expen­ sas de la labor agena y de gobernar, impele miento constitucional. á la clase burguesa á organizar su defensa y Lo que se desprende es bien sencillo: los á llevar el ataque á la clase que explota, ciudadanos (trabajadores) son respetados en la medida que ellos lespeten los intereres mate­ cuando esta se rebela. La necesidad de conservar su vida y mejo­ riales de la clase pational; es decir, mientras rarla, de poner término á la explotación de no usen de esos derechos, para la defensa de que es objeto, y de capacitarse para gestionar sus mtereses, como productores. 1.a Constitución es de una elasticidad directamente sus intereses y la producción, asombrosa. Se amolda á todas las convenien­ sin necesidad de intermediarios, patrones, g o ­ cias de la burguesía; sus apologistas, sus asa­ bernantes é.... intelectuales, impele á la clase lariados se esmeran poique así sea. Y cuan­ obrera á organizar su defensa inmediata, á llevar el ataque recio y continuado á la ga­ do no lo consiguen, entonces, se le relega al nancia capitalista, y á organizar en permanen­ olvido, se le pasa por alto. cia, la rebelión obrera y el mundo de los Bien pobie sería nuestra defensa, si recu rriéramos á cobjarnos bajo su sombra, cuan­ trabajadores que será llamado á sobrevivir al mundo viejo burgués, y que heredará la g es­ do arrecia el ataque de la burguesía. Llena tión de la producción. de conlusiones y de malas enseñanzas sería Esta es la base de toda la actividad de las tal actitud para los tiabajadoies. dos clases en lucha. La deiensa de los trabajadores no puede Trabajemos por el desarrollo de la concien­ reposar en el respeto de la Constitución. cia y de la capacidad proletaria, la fuerza ¡Sería como decir que la legalidad burguesa es la defensa ó garantía de los derechos ele­ real de transformación social y riámonos de la burla y d é la sátira anticipada de los ideó­ mentales de los obreros! Funciona la Constitución, y los trabajado­ logos, aun cuando se titulen socialistas. res quieren prácticamente usar de los derechos B. B. que dicen le acuerda, son oprimidos, perse­ guidos, encarcelados y obstaculizados en mil iormas. Deja de funcionar la Constitución, se aumenta el rigor con que eran tratados. ¿De qué modo puede ser respetado el ejer­ cicio práctico de esos derechos? N uestra concepción socialista y revoluciona­ ria con rapidez fácilm ente perceptible gana ¿Esperando, confiando en el advenimiento terreno y conquista voluntades. de un buen y demoo ático gobierno, respetuo­ Se robustece en los paises que cons­ so de la Constitución, tolerante, imparcial, tituyen su foco y penetra donde imperan las culto y moderno? organizaciones obreras de m arcado carácter Sería la espera de un nuevo Mesías, de un conservador. dios social, de una potencia sin Ínteres en las L a sencillez, la claridad que es su esencia, contiendas sociales, sin base de vida en la la profunda verdad que guardan sus premi­ sociedad, de modo que pudiera armonizar á sas y conclusiones como vigorosa filosofía de todos y con paternal cuidado vigilar para que la realidad de los hechos, de la experiencia adquirida, se impone á las mentes proletarias. la acción, el desarrollo, la actividad de un Les aclara su horizonte hasta ayer nebuloso; grupo, ó de una clase no fuera á herir los les precisa su acción hasta ayer confusa y intereses de otra y vice versa. caóLica; les restituye su tesoro, consistente El Dios de la paz social entre las clases en la tarea de labrar con sus propias manos en lucha! El Estado de los ideólogos! su anhelada em ancipación; les pone al frente Cuando se pierde el contacto con el mundo de su propio movimiento; y les plantea el real y se remonta el vuelo por los espacios problema de la cuestión social en términos que infinitos de las teorías, se vá á caer, inevita­ iiaceu depender la solución de sus exclu sivas blemente, en esas absurdas concepciones. fuerzas. En esta form a les infunde confianza y les El respeto, la garantía de los derechos pa­ ahorra desengaños. ra la libre acción de los trabajadores, es me Es así que en los E. U . de Norte A m érica nester recordarlo bien, solo puede ser obra de el sindicalism o revolucionario em pieza á preuna fuerza real que lo imponga; solo los inte­ 0 -upar á los trabajadores, encontrando euturesados pueden conseguirlo. iastas A inteligentes sostenedores en sus filas. En una sociedad como la capitalista, en M is prácticos que otros estos cam aradas han donde les hombres están divididos en clases, coavocado un congreso, que inspirándose en y tienen intereses diversos y opuestos, en la : mcrpcíón sindicalista del movimiento donde la lucha para la defensa de esos inte­ o b r e n . tuvo por objeto coordinar y concre­ tar la acción de los elem entos sindicalistas reses, es una realidad y constituye la vida de revolucionarios. esas mismas clases no es posible pedir, ó es­ Ei (L n greso se lia realizado en la gran ciu­ perar que la clase gobernante y dominante dad de Chicago, desde el 29 de Junio al 3 de respete el ejercicio de derechos que usados •i ulio por la otra clase, le perjudican en sus intere­ Las organizaciones ndberenles se podrían ses. Sería un tenóineno monstruoso, que indi­ sub'lívidir en varios grujios de acuerdo con caría en la clase que tal cosa hiciera por pro­ la» tendencias especiales que los informaba: pia voluntad ó por «el que dirán», la mayor Kl Club de los obreros industriales, representado incoherencia, el indicio de incapacidad, una l> >r lla g erty , anteriorm ente miembro del liár­ telo xicialista americano, y boy afiliado á un falta manifiesta del más elemental instinto de nartido obrero independiente del estado de conservación. Y esto no es posible que suce­ Montana; el grupo del Socialist Labor Partycon da, jamás en la realidad, sinojtan solo en la 1 laiu d l)u León á la cabeza, quien debido á su mente de algún ideólogo. iutegridid, á jiesar de haber, antes del con ­ Una B a ñ a interpretación puede muy bien greso, ejercitado una táctica violenta contra contribuir á que los trabajadores, con el cau­ todas las Trade Union»— jiorque á toda cos­ dal de experirncias adquiridas en la lucha ta quería la sii|>remacia de Inacción política diaria, sepan cuales son los motivos verdade­ — negó a ejercitar una gran influencia sobre ros de las medidas del poder, y cuales los las decisiones del Congreso; el grujió de las EL SINDICALISMO EH JO S ESTADOS UNIDOS danien tales y lamenrabie*1 sión rbia la vi lad escril* ie re V eXaCU *del y s'*cialeSJae e a*< ción *0 % lo 3 5 todoos tiemp0 los defen5»' su „ n progre' El m°vi' * h eSt^1,0 ga,i lega" :3 ° v 0de- - adhesiones individuales, notable en cuanto comprendía á Eugenio Debs, el popular obrero militante, candidato del Social Democratio Party en las últim as elecciones presidenciales y sobre cuyo nombre se acumuló el m ayor número de votos socialistas que hasta ahora haya si­ do dado 4 un solo hombre ((>0(1,OUÜ votos). A. M. Simons, uno de los primeros cerebros del socialismo norte-americano, y director de la interesante International Socialist lleview; Mother Jones, la valiente luchadora en la huelga de los mineros; Transntann antiguo redactor del periódico de la Federación de los cerveceros, destituido del puesto debido á los manejos de Jouiper, y como consecuen­ cia de su participación en el m ovim iento sindi­ calista revolucionario. En fin, el último grupo estaba constituido por 72 delegados representando á !J1 .OiJU sin­ dicados, cuyas organizaciones la m ayor par­ te son adherentes de la Federación Am erica­ na del Trabajo. El total de delegados al congreso, sum a­ ba 207 . El voto se basó en el sistem a de proporcio­ nalidad de manera que un delegado venia á representar 1000 adherentes. Se pidió que Jos delegados á título indivi­ dual tuviesen un puesto en las Comisiones y naturalmente derecho al voto, pero después de un severo discurso de P orvers contra Jos intelectuales que pretendían dirigir el m ovi­ miento, el Congreso decidió que solo los dele­ gados de las organizaciones tuviesen cabida en las comisiones. Pero fué en los debates sobre las cuestiones fundam entales puestas á estudio y exam en del Congreso, que se reveló nítidam ente todo el progreso alcanzado por la idea y acción sindicalistas. Eugenio D ebs afirmó la necesidad de una nueva organización basada sobre un terreno más vasto y más en arm onía con Jas necesi­ dades de la clase trabajadora, em peñada en una lucha de emancipación; luego D aniel De León, á nombre de su num erosísim o grupo, pronunció un discurso que fué toda una ver­ dadera revelación. De León ha sido, durante estos últim os tiempos, el sostenedor ferviente de ia acción opolítica-electoral» socialista á la cual so de­ bía subordinar, como factor secundario, el movimiento de la organización sindical; por el contrario en el aludido congreso él se ha pro­ nunciado por la suprem acía del sindicato obre­ ro. «La clase capitalista— ha dicho— puede corromper la papeleta del voto, no así á una buena organización económica». Todas las discusiones, en suma, que se pro­ dujeron han dem ostrado como y ¿cuanto la idea sindicalista se había reforzado eri el con­ vencim iento de sus partidarios, conquistándo­ se la sim patía y voluntad de muchos que an­ tes eran su» adversarios de buena fé. Al punto de vista de la unidad socialista en los Estados Unidos, el Congreso sindical de Chicago es significativo. M ilitantes de los dos partidos socialistas disidentes, se han recon­ ciliado sobre el terreno del sindicalism o revo­ lucionario. Dirijiéndose hacia De León, el incansable campeón del Socialist L a‘>os Parta, Debs, can­ didato del Social- Democrat Part, declaró en el Congreso: «Yo me encuentro por completo junto á aquellos d? quienes lie estado alejado durante varios años, y estoy bien lejos de aquellos al lado de los cuales me encontré hasta^esta época En efecto, Daniel De León es el protagonista en los E stados Unidos del sindicalism o re­ volucionario, por el cual el partido de Debs no manifiesta sentim ientos m uy sim páticos. Vale hacerse notar que la nueva organiza­ ción colocándose abiertam ente en el terreno revolucionario é inspirándose en el más puro marxism o, no se adhiere á ningún partido político. Y sin rechazar la acción electoral, sus fun­ dadores afirman el rol fundam ental y princi­ pal de la acción desarrollada por las orga­ nizaciones sindicales. Adem ás, como expresiva y profunda afir­ mación del pensamiento que anim aba al Con­ greso, este ha proclamado la huelga general como uno de los m ejores medios de acción del proletariado. Es asi como con el nombre de Trabajado­ res Industriales del mundo, se ha creado esa nueva organización que ingresa al movimiento obrero de los Estados Unidos muy dispuesta y m uy anim ada del firme propósito de suplan­ tar al viejo trade-unionismo conservador, hoy encastillado en ia American Federaiión nf Labor. E sta enorme federación de sindicatos de oficio, calcada en el tipo de las organizaciones es inglesas, ha emponzoñado la clase obrera americana con las estúpidas doctrinas de la arm onía entre el Capital y el Trabajo. D urante los últim os años, esta antigua táotica lia proporcionado al proletariado de aquel pais, derrotas sobre derrotas; io s g e fe s d e i inavimiento se han convertido en los agentes co­ rrom pidos del capitalismo. Un político burgués, Mark Hanna, les feli­ citó por ser «los lugartenientes obreros del Capital.» Y el presidente de la R epública, Roosevelt, en su su mensaje al Congreso Nacional ( 1903) aconsejaba á los trabajadores á organi­ zarse en las trades-uniones, «desde que estos reco n o cía n la legitim idad de los otros» es d e ­ cir, de los capitalistas. Bien venida sea, pues, la flamante o rgan i­ zación de los sindicalistas revolucionarios de N orte-Am érica que dando, á no dudarlo, exac­ to cum plimiento á su hermoso program a de doctrina y de acción, consiga rejuvenecer con su poderosa savia revolucionaria, el cuerpo proletariado am ericano. Y , ojalá, el ejemplo de estos compañeros tengan el efecto delnducir á nuestros «viejos luchadores» á exam inar coa más juicio, más reflexión y honestidad lo que se empeñan en ilustrar y difundir «los recién venidos»... delito este m uy disculpable si se tiene en cuenta que son «extrem adam en­ te jóvenes».... E l movimiento obrero bespués bel estabo be sitio Las esperanzas de mayor tranquilidad que pudiera abrigar la clase dominante, una vez levantada la capa de plomo del estado de si­ tio, han debido desvanecerse. Nos hallamos como al jirincipio: en una situación que tiene todos los caracteres de una verdadera revuel­ ta obrera. iNada hay que induzca á suponer una diminución de las energías proletarias, ni mucho menos, un descorazonamiento en la ardua empresa que realizan por su elevación económica y política los obreros del país. ¿Y cómo podría ser de otra manera? Por un lado, subsisten siempre las causas materiales de los movimientos obreros, es decir, la inferior situación del proletariado que trabaja, su natural descontento por una insuficiente remuneración y una excesiva é in­ humana jornada; del otro, hay un reavivamiento del espíritu rebelde en toda la masa. Esto es fruto de una luminosa comprobación de la guerra de clases que se libra en el seno de las sociedades contemporáneas, que contribuye á aleccionar á los trabajadores inspirándoles una moral de lucha y de antagonismo contra todas las representaciones de la tiranía bur­ guesa. Este espíritu de rebeldía intensificada que surge después de un período de opresiones desmedidas y que se expresa en una súbita é inmensa sucesión de huelgas, tiene un alcan­ ce poderoso en su interpretación, y que comjjrueba cuán contradictorias son en ver­ dad, las vandálicas disposiciones del esta­ do contra un movimiento obrero que se ins­ pira en el concepto revolucionario de la lu­ cha de clases, y es determinado por un es­ fuerzo deliberado de sus miembros, en el sen­ tido de conservar sus conquistas, y ampliar­ las y enriquecerlas constantemente. Con un jiroletariado así, la derrota del or­ den burgués, no es sino cuestión de tiempo. El alma que lo enciende, es indestructible, y sólo jiodrá apagarse con la obtención total de sus grandes anhelos. La burguesia corrom­ pida, de apetitos despreciables, no jjodrá nunca ojioner la grandeza de un sentimien­ to tan profundo, encendido y creado al amor de una causa de trascendental justicia y fra­ ternidad. Si dejamos de un lado el móvil aparentemen­ te material, que impulsa la acción del jiro­ letariado del |>a(s, y penetramos, mediante la apreciación de sus actos en los últimos años, la eminente moral revolu ionaria de que ¿1 está investido, jiodremos ciertamente asegurar que el movimiento obrero en la Argentina tie­ ne un carácter peculiar, que constituye, por asi decirlo, su verdadera caracterización, muy distintiva y alejada de todo móvil estre­ cho y egoísta. Esto lo presenta á la faz de sus colegas del mundo entero, como ejemplo á imitarse, en lo que concierne á la elevadísima moral que lo inspira. Sea por bien las condiciones ambientes, por la especial y extraña forma en que la represión burguesa se manifiesta, ó aún más, por la cir­ cunstancia de ser este un país nuevo, singu­ larmente favorecido con un excepcional des­ arrollo de la producción, el hecho es, que un movimiento de clase más límpido y pro­ gresivo que el que desarrolla entre nosotros es muy dificil de ser observado en las viejas na dones europeas. En el movimiento obrero de la Argentina no existe esa lémora que se opone al ascenso triunfal del proletariado en los países euro­ peos, y que se distingue con el nombre de corpor a iivismo. Las organizaciones, los sindicatos, han sido inoculados con una recia y severa propaganda de clases, agria, si se quiere, pero cuyos Futos sabrosos se recogen en las circunstancias extraordinarias en que atravesamos, bajo una obstinada represión del estado ca|>italista. Otro movimiento obrero que no estuviera insjiirado, mejor dicho, encendido en la llama d é la revolución social, hubiera restringido sus manifestaciones, abatido su alma y circuns­ cripto el camjjo de su acción. El nuestro, por el contrario, siente bajo el peso de la perse­ cución buiguesa, reavivarse su espíritu y des­ arrollarse al infinito ese afán de lucha que lo lanza constantemente á acrecentar sus reivin­ dicaciones y á manifestarlas m is enérgicani“ nte. Esto es lo que vemos. Surgidos del estado de sitio, ile esa abominable violación que el democratismo burgués de los bárbaros en el gobierno, se ha inferido á sí mismo, por to­ das jiartes, en todos los límites de nuestro mundo obrero, advertimos la exuberante flo­ rescencia de nuestros ideales, merced al riego virtuoso de las persecuciones, de los ostracis­ mos, de los encarcelamientos, de las restric­ ciones sin cuento y sin medida, con que los odiados gobernantes se lian servido reani­ marlos y darles más amplia y jioderosa vida. Y ¿qué más manifestaremos? Nada, sino es la persuasión siempre acrecentada bajo el bárbaro azote de la ti­ ranía, de que es latal, dc.que es necesario, de que urge converger los esfuerzos proletarios bácia el centro de nuestras aspiraciones mag ñas, para desde alli, explotar en un» mani­ festación de tuerza poderosa, incontrarrestable, P r e c io d e que hunda para siem pre el ruinoso edificio b u rgu és, receptáculo de oprobios, de in justi­ cias, de crím enes, entre el estrépito d e las aclam aciones de un m undo nuevo, esplenden­ te de ju sticia y libertad. Talabarteros T erm in ad o el lock out y abiertos los talle* res, puede decirse con la victoria capitalista, se reanudó la producción en esta industria. E l go lp e sufrido po r ambas organizaciones, y por el grem io en gen eral, habla sido duro. L a i n ­ fluencia moral de este triunfo bu rgu és, sobre ciertos elem entos obreros, no d ejó de ser ma­ lign am en te poderosa, pero, en general, el es­ píritu de los trabajadores batidos, al v o lver A la cárcel de la producción revelaba A sim ple vista el mAs profundo rencor y el más ardo­ roso deseo de una próxim a revancha. E ste es, p or suerte, generalm ente, el fruto p sico ló gico que las tiránicas m edidas del capitalism o, en­ cienden en las almas proletarias que pueden ser reducidas sí, circunstancial y tem poralm ente, pero no aniquiladas al punto que la fantasía m ental de alguno s sórdid os bu rgu eses desea­ rían ó pretenden verla. E l cenáculo capitalista, ha exten dido a xa geradam ente el alcance d e su victoria. E l pro­ pósito de m atar las organ izacion es d e resis­ tencia de una m anera efectiva v real, y que se m anifestó enseguida en una disposición, con­ fabulada en las regiones lóbregas de su dom i­ nio, se dirigían A castigar con la expulsión y con la inscripción en la lista n egra A todos aquellos obreros que efectuaran trabajos de propagan da en el interior v en el exterior del establecim iento de su propiedad. Por otro la­ do, con hábil diplom acia, intentaban, m erced A una prom esa de gratificación, de dudoso cum plim iento, interesar en el normal funcio­ nam iento de sus fAbricas, A los ob reros de débiles convicciones, que am edrentados por el la rgo pato sufrido, no se hallaran dispuestos A correr con las privaciones inherentes de una nueva y más prolon gada desocupación. E l conocim ientc de estos torpes propósitos capitalistas tuvo por frutos inm ediatos, tina espontánea con vergencia de los elem entos obreros conscientes, que se creía derrotados, efectuado con el propósito francam ente e x ­ p u esto de im posibilitar la im plantación d e la odiada le y patronal. L a sim ilitud de opiniones en tre los obreros talabarteros, fué com pleta; ni las la rga s pri­ vaciones sufridas durante el lock out, ni las am enazas de una inm inente reproducción del mismo; ni la segu rid ad de las vejacion es po­ liciales, nada, en fin, fueron obstáculo bastan­ te para enfriar su deliberado deseo de librar una nueva batalla. L a asam blea del 12 del corriente fué e x ­ plícita y term inante en ese sentido; A la im ­ plantación del reglam ento interno en los talle­ res, se respondería con la suspensión com ple­ ta del trabajo en los mismos. E l conflicto se produjo casi inm ediatam ente. L o s industriales Fernández, Caim ari y C ia., O tero y Cia., H ijo s de L u is M arconi, y U rioste y A b al, fueron los prim eros en fijar en los m uros de su casa, el brutal docu­ mento. C om o contestación, el personal com pleto de las mismas abandonó sus tareas. D esd e la fecha en que se o rig in ó el conflic­ to, 17 del corriente, hasta hoy, la actitud de abierta resistencia de los obreros talabarte­ ros no se ha m odificado en nada, A pesar de todas las amenazas y atropellos infligidos A sus elem entos, por la policía puesta al serv i­ cio, com o siem pre, del patronato. Sin em bar­ g o , todas estas dem ostraciones y actos de fuerza, no son suficientes para o b liga r A los obreros A reanudar las suspendidas tareas, y no lo harán hasta tanto no sean am pliam en­ te reconocidos p or la lig a patronal sus ofen­ didos derechos. N o hay para qué d ec ir la im presión d es­ agradable que ha producido esta altiva a cti­ tud de sus obreros, en los dueños de talabar­ tería, que creían haber obtenido una victoria decisiva con la aplicación del últim o lock out. E l hecho los ha casi desm oralizado, pues las circunstancias porque atraviesa esa industria son totalm ente distintas A las que precedieron el cierre de los talleres. Entonces, los capita­ listas • que los subscribieron contaban con un gran stock de productos que les perm itió ha­ cer frente A la dem anda en ese periodo de no productividad, sin riesgo algu no en cuanto A la pérdida de la clientela y por lo tanto de reducción de beneficios. A h ora, no pueden de­ term inarse A clausurar sus puertas, sin correr el albur de g ra v es riesgos, y esta circunstancia hace que la sin gu lar solidaridad de que d ie­ ron m uestras en el prim er conflicto con sus obreros, haya ^ido bastante debilitada. E n tre los obreros es gen eral la opinión de que en esta em ergencia la célebre lig a patro­ nal quedará m uy mal parada. Y todo induce A creer que están en lo cierto, pues A pesar de haber am enazado con un nuevo lock out, el hecho es que hasta ahora han dejado en la es­ tacada A las cuatro em presas m encionadas, las que no saldrán seguram ente del conflicto sino p or su esfuerzo propio. E sto es m uy natural, y los obreros no pue­ den m enos que tenerlo en cuenta para pro­ lo n ga r la resistencia hasta el lím ite que les sea posible. Q uienes aprovechan de la situa­ ción crítica de estos talleres, no pueden ser sino los dem ás capitalistas del ram o, que g ra ­ cias Ala suspensión del trabajo en las casas huel­ gueadas vien e A acrecer enorm em ente la produ c­ ción en los suyos, y extender de un m odo rápido é inesperado el cam po de su clientela. E l lock out, es un arm a de suicidio en las m anos d el capitalism o, ilógico , contraditorio con las condiciones substanciales del mismo, que es el de producir supervalía, provtch o, y A nadie puede ocurrírsele que el cieiíre de talleres en una industria dada tenga por con­ secuencia un beneficio para el capitalista que lo realiza. S u s resultados son pérdida pro­ ducción, pérdida de m ercado, resurgim iento victorioso de in dustiiales locales ó extranjeros, que están siem pre alerta para usqluctuar en su provecho las condiciones de inferioridad en que pueden encontrarse sus colegas Iconcu­ rrentes. S irv a esto de aviso, A los bravos obreros talabarteros, y con tribu ya A con servad os en la actitud asum ida, de cuya prolongación pue­ den estar convencidos, d epende la más com ­ pleta d e sus victorias sobre el sórdido y g ro ­ sero capitalism o d e esa industria. A últim a hora se hablaba de defecciones en el bando capitalista, y se anunciaba que una de las más im portantes casas de las pa­ radas, había anunciado el propósito de en ten ­ derse directam ente con sus obreros en huelga. de estaciones d e que no reciban ca rga para M ercado y barracas hasta tanto no sea so lu ­ cionado este conflicto. C om o se ve esta disposición desm iente la pretendida no im portancia de la h uelga, y de­ term ina una suspensión de operacion es que no puede ser más que perjudicial á los intereses POlt A S O . . . , ............... S u s c r ip c ió n 4U ( . MKMKrttKK........................................ m *. » T R IM K H T R K ........................................................ . . # S0 » NI'MURO HIJKLTO.......................................... ttJ# clara A q u e d eb erá aju starse la revista, ^ la preten d ida in spiración práctica (?!) qUe ten er y q u iere tener, la plum a del redactor ha traicion ad o su p rop ósito y en el párrafo qUe hem os tran scrito, vem o s retratad o de cuerj® en tero al crite rio q u e g u ia á la revista. E n pocas palabras. P a ra la revista Vi£ N ueva el socialism o y a no es lucha de c¿amt¡ sino una discusión, un estudio, un razonamien­ to d e «los in trin cad os problem as que abrumas trabajo. á las colectivid ad es.» T o d o q u ed a en el cam­ po d e la teoría, d e la d isertación y del ra­ H erradores zon am iento m ás p u ro, lo cual indudablemen­ O tro m ovim iento de seria im portancia, es te o b lig a rá al ca p italism o á reflexion ar «obre el que ha iniciado este g rem io por la o b te n ­ la vida nueva, y d esp oján d ose, él también, de ción de la jo rn a d a de och o horas y aum ento sectarism os (lo m ism o q u e los trabajadores de sus salarios. q u e se inspiren en « V id a N u eva» ), solucionar L a casi totalidad de los o b re ro s q u e lo n orm al y razo n ad am en te los p ro b le m a s. . . . com pone, cerca de quinientos, han su spen d i­ C onductores de carro s E ste es un reju ven ecim ien to, con la más­ do en un m om ento dado el trabajo, haciendo Hacía la rg o tiem po que este im portante cara d e socialism o, d el id ilio en tre las clases, efectivo su propósito de o b lig a r A los p atro­ grem io sentía la necesidad de lanzarse A la d el id e a lism o — in cap az para n ad a — con pre­ nes A conceder las m ejoras pedidas. huelga, reivin dican do su derecho A m ejores ten did o rop aje d e cien tífico. M uchos dueños de talleres, su b scrib ieron condiciones d e trabajo. L a academia, resucita, en el cam po socia­ favorablem ente el p lie g o de con d icion es que S u participación desinteresada en varios lista! Y el socia lism o re volu cion ario, la lucha les fué pasado, solicitan do personal para sus m ovim ientos de otros oficios, realizada A d e clases, para esos n u evos idealistas, es cosa casas. Las asam bleas, en cargad as d e d iscu ­ sim ple y puro título de solidaridad, le había vieja, propia d e sectarios, de doctrinarios. Lo tir estas peticiones, han resuelto con uniform i­ im pedido por un m otivo de elevada moral, dicen ahora, en el m om en to preciso que el dad y reiteradam ente, en n egativa, m ante­ form ular anteriorm ente las reclam aciones al movimiento obrero, se orien ta cada vez más, niendo el carácter gen eral del m ovim iento, patronato. con su acción d e tod os los d ías, en la ver­ hasta que el núm ero de los patrones firman­ C reíase, d igna y justam ente, que un acto dad era lucha d e clases. tes sea lo bastante con sid erable para d ete r­ de solidaridad no podía ser desvirtuado con P e ro es v erd a d q u e para esos socialistas m inar la victoria de los obreros. exigencias de orden m aterial. razonadores , estudiosos serenos, el movimiento E l 24 del corriente, con sideran do la asam ­ A sí es, com o, no obstante, su intervención ob rero es bien p o ca cosa cu an d o no inspirán­ blea, que las p erspectivas de un a rre g lo p ró ­ en la h uelga de portuarios, el grem io no dose en sus e lu cu b racion es preten d a segu ir lu­ xim o, eran a lg o lejanas todavía; ha resuelto aprovechó las circunstancias favorables de chando, por un cam ino in d ep en d ien te y propio. aquel m ovim iento, para obtener m ejores con ­ sensatam ente la reapertura de la v ieja co o p e­ rativa grem ial que había d ejad o de funcionar L a revista « V id a N u eva» d ice que «será diciones de trabajo para sus asociados. hace ya algún tiem po. socialista A secas, sin adorn os d e inútiles ad­ Sin em bargo, h oy, por un esfuerzo d elib e­ jetivos». Y y a sabem os el v a lo r q u e pueda rado y directo, los conductores de carros, han E m pajadores de d am aju an as tener ese térm ino tan d esg a sta d o por pillos y iniciado una lucha tendiente A conquistar las E ste grem io com puesto por un núm ero re­ e m b ro llo n es cien tíficos, por p o litiq u ero s y go­ mejoras que creen legítim as y ju stas, pero ducido de obreros, no m ayor d e ciento cin ­ biernos y p o r tod os los qu e qu ieran cubrir confiando el éxito A su esfuerzo colectivo y A cuenta, vien e sosteniendo desde hace un mes, sus acciones, sus in tereses reales, con una más­ la ob ligad a solidaridad A que se han hecho un m ovim iento huelguista d ig n o en todos cara m oderna, con un n om b re en v o g a . acreedores de los otros grem ios A quienes han sentidos, de la atención y e lo g io d e los tra­ S om os am igo s d e las cosas claras y de las apoyad o moral y prácticam ente en sus rei­ bajadores conscientes. posicion es definidas. Y m ás aún en épocas co­ vindicaciones ante el patronato. L a lucha es por dem ás difícil, pues se lle­ m o la actu al en q u e to d o el m un d o es socia­ E l aspecto de la huelga, puede sin e x a g e ­ va A cabo contra la más p od erosa fábrica de lista «A su m odo». ración alguna, considerase m agnifícente. L a botellas d e la ciudad, la de Barbi, y contra E l p ro gra m a d e « V id a N u eva» puede sin­ totalidad de los obreros del grem io, no m e­ un capitalista dispuesto A extrem ar su re sis­ tetizarse en estas p alab ras, p o r tod as las con­ nos de once mil, han suspendido sim ultánea­ tencia A fin de no som eterse á las ju stas e x i­ sid eracion es qu e se hacen en el pró lo go : se­ m ente el trabajo, determ inando la paralización gen cias de sus obreros. remos lo que seamcs\ y los le cto re s vayan atan­ com pleta de las operaciones de ca rga y trans­ E l m otivo de la h uelga es un aum ento de d o cabos con esa fórm ula fam osa que que­ portes, en m ercados, barracas y puertos. 20 °[0 reclam ado p or los em pajadores en to­ rien d o abrazar todo, no d ice nada. L a cohesión del m ovim iento, no inesperada das las catego rías del trabajo qu e realizan. en uua colectividad grem ial com o esta, cuyos E n una n ota q u e la red acción pon e A una E l industrial Barbi, aún no ha m anifestado antecedentes en la lucha contra el patronato, tradu cción « A cció n Sin dical» (F ed e ra ció n de de una m anera con creta sus deseos de arri­ son por dem ás honrosos, ha producido el d e­ B otelleros-Italia), los bu rlon es de la acción bar A un arreglo, y los dueños de pequeños sorden y la estupefacción con siguien te en los d irecta, los m ism os q u e en « L a V anguardia» talleres de la plaza, que en su m ayoría tra­ centros del alto com ercio cerealistas^ que se lanzaron sus d ard os literarios-satíricos á los bajan para él, no se arriesgan , en v irtu d de ven am enazados de nuevo con una nueva y com pañ eros sin d icalistas, p reten d en ahora dar­ órdenes expresas que les ha sido dadas por d esagrad able interrupción en el proceso de nos una lección d e esa acción directa que el botellero, en con ven ir un a rre glo con sus sus ganancias. ellos tanto d esp restigia ro n . obreros, A pesar de que están casi ahorcad os N ad a vale, ni vald rá para atem orizar al v a ­ P arece q u e el espíritu d e im itación d e que de necesidad. leroso grem io, en su propósito, de conquista. tanto g u sta h ablar A otro re d acto r de Vida L o s em pajadores, en su m ayoría ob reros j ó ­ Su s asam bleas notables por el núm ero de los N ueva, se vá en señorean d o d e los hasta ayer venes y bien dispuestos p a ia la lucha, no se concurrentes y la arm onía de las opiniones, inm unes socialistas A secas. P e ro lo m alo es sienten intim idados por la d ureza patronal, A exteriorizan una resolución inquebrantable de qu e se trata d e una in m itación sim ulada, por la que ellos oponen d e su parte la in q ueb ran ­ reanudar solam ente el trabajo, en el caso de q u e d eb ajo d e la cáscara p ro viso ria, se en­ tab le resolución d e no v o lv e r al trabajo, sino una com pleta victoria. cuentra siem pre A los socialistas «art noudespués de haber con segu id o las m ejoras que E sta no puede dejar de prodm irse en b re ­ veau.» con toda ju sticia han reclam ado. ve, A pesar de las m anifestaciones de alardea­ E llo s tam bién son s in d ic a lista s. . . . pero á S a stre s d a intransigencia que hacen algunos troperos, su m odo! tal vez, con el pueril propósito de d ebilitar L o s obreros sastres se reunirán en asam blea Vida N ueva, m arca un re g re s o en nuestra el espíritu d e algunos h uelguistas de pocas gen eral, el d om in go 28 del corriente á las 2 v id a p erio d ística, por cu an to ella es de un robustas convicciones. de la tarde en el salón San M artin, R o d r í­ criterio sum am ente con tra d icto rio , am biguo, g u e z Peñ a 344. C óm ico en cierto m odo ha sido el hecho lleno d e v agu ed ad es, p o r cierto adorn ada de de la solidaridad ofrecida A los obreros por lindas frases, algu n a s tallarinescas ( 1 ) , pero — — algunos patrones al objeto exclusivo de ob te­ nada m ás que d e lin d as y pu lim entad as frases. ner apoyo m oral, con el que intentan robus­ S en tim os q u e una sem ejan te p rodu cción li­ tecer las reclam aciones form uladas ante las teraria te n ga un títu lo tan sim pático, y se di­ autoridades con m otivo de la prohibición de g a socialista. usar el cadenero en las calles céntricas de la Vida N u e v a — Buenos A ires. A cu sam os re­ ciudad. cibo d el núm. 1 de esta revista. L a organización, ha entendido cuál era su Confesam os con franqueza que la lectura de d eber en esta em ergencia, y desvinculándose esta nueva revista socialista, nos ha causado por com pleto del patronato en su conflicto con una penosa im presión. C reíam os qu e se trata­ N u e stro s su scriptores, han d e considerar la m unicipalidad, ha resuelto e x ig ir de los tro­ ra d e una revista qu e denotara, q u e fuera el qu e si la aparición d e esta h oja no se hizo peros la contestación perentoria y escrita al Índice del adelanto d e nuestras ideas, y de con la regu la rid ad in d icad a anteriorm ente, fué pliego de m ejores condiciones que les fué pa­ la robustez del m ovim iento obrero, pero en p or la sen cilla razón d e q u e el estad o de sitio, sado últim am ente cam bio nos hallam os frente A una d e las tan ­ con todas sus circunstancias, nos o b lig a b a A ha­ S i la respuesta no es concedida A satisfac­ tas d ivagacion es literarias qu e d esgra ciad a ­ cerlo cuando se pudiera, sin aten ern os para ción del grem io en h uelga, el salario de cada m ente abundan para enturbiar y eq uivocar el eso A días determ in ados. C o n tod o eso el pe­ dia que transcurra después del plazo fijado, criterio sim ple y real d e los trabajadores. riód ico ha aparecido siem pre, aun cuan do para correrá p or cuenta de los recalcitrantes pa­ L ejos dem arcar un progreso, esa revista v ie ­ m ayor facilidad tu vim os q u e h acerlo en un trones. ne A in d icar— si todos los que la leen se orien ­ form ato m ás pequeño. Con esto, la sociedad entiende cu stod iar tan por ella en cuanto A la robustez d el cri­ C o n el n úm ero actu al v o lv e m o s á tomar correctam ente los intereses de sus m iem bros terio y d el m ovim iento d e los trabajadores n uestro form ato habitual, y d esd e el m es pró­ y clarificar su conducta de m odo que tod a de este pais— un regreso, ó un estancam iento. xim o la aparición será con la re g u la rid a d an­ errónea ó m aligna interpretación sea im po­ R e p ro d u ce — con una precisión incom prensible terior ( 1 1 y 2 r de cad a m es). Y dado el sible, ante el cam bio continuo de circunstancias, y a p oyo crescien te qu e en cuen tra en el seno de ¡M uy bien por los carreros! factores en el m ovim iento ob re ro — el viejo las o rg an izacion es ob reras, y la n ecesidad que criterio de los idealistas, d e los am igo s d é la llena un perió d ico d e la Índole d el nuestro, Peones de b a rra c a s y M. C. de F rutos frase elegante, del periodo literario. N ad a d i­ podem os a se gu rar q u e m uy p ron to su apari­ E s este otro im portante m ovim iento, cu yos ce y deja A obscuras sobre el m étodo y el ción será cada 10 días. efectos em piezan A ser realm ente sensibles, un program a de acción práctica. poco retardado, si se quiere, debido al estado Para darse cuenta de esto basta leer a lg u ­ A g ra d e ce m o s las sum as v o ta d a s para nues­ de sitio, ofrece la perspectiva de una prolon­ nos de sus articulos, espec'alm en te el « P ró­ tro p erió d ico p o r los g re m io s siguientes: gada duración, que som eterá A prueba el v i­ lo g o de estilo». C o nstructores d e carros $ 20, S astre s $ 20, g o r de la organ ización y resistencia d e sus R eprodu cim os un pasaje, adm irable por su E ban istas $ 30, S o m b rerero s d e C o g h la n $ 20. m iem bros. obscuridad, por su falta de criterio é inspira­ E sto es una d em ostración bien clara y con­ E n los días que van trascurridos desde su ción socialista. creta, de q u e nuestro p erió d ico es un verda­ iniciación, t6 d el corriente, no puede pedirse « E l socialismo debe ser, cada día más la d ero d efensor d e los intereses ob reros. una m ayor cohesión ni solidaridad obreras. tendencia que nos em puje A despojam os de io­ L a exp on tan eidad d e esas asam bleas obre­ M ercado y barracas, tienen casi com pletam en­ do resabio de absolutismo sectario, pa ra buscar ras al v o tar parte de sus fon dos d e resisten­ te paralizadas sus operaciones norm ales, y em ­ en la discusión y en e l estudio de los hechos cia para el sosten im ien to d e esta hoja, sin pieza A producirse el consiguiente atiborram ienla solución norm al y razonada de los in b incajam ás h abérselo solicitad o p o r nuestra parte, to de m ercancías. dos problem as que abruman d las colectivida­ es sena evid en te d e q u e esos trabajadores hsdes . » L o s efectos, que se ¡pretenden nulos de an en él su hoja de com bate, el defensor este m ovim iento, em piezan A hacerse sentir en A pesar de que en todo el p rólogo se note, g e nuino d e sus in tereses d e clase. la cam paña. L as em presas de ferrocarriles han con m arcada acentuación, la n egativa A darse im partido por circular la orden A los jefes un program a, á exp on er una linea d irectiva capitalistas. Los obreros, m anteniéndose resueltos A no reanudar el trabajo, sin antes haber obtenid o las m ejoras pedidas, en las frecuentes asam bleas que realizan, sólo se expresan en térm inos que no denuncian por cierto un quebranto en su espíritu de resistencia, y sí, al con trario, la resolución de forzar A los patrones A rem une­ rarles más eq uitativam ente su penoso y duro Bibliografía DE LA REDACCIÓN _7 ADMINISTRACCIÓN en la ii'vUta^Uíuí,^01' '° 3 ntuneroso9 italiauiamos que aparee*» Buenos Aires Febrero 11 de 1905 A ño I No 13 La Acción Socialista Periódico S in d ic a lis ta R e v o lu c io n a rio -> ap arece el 11 y 21 de cada m es Redacción y ARi«4nirtración: MÉJICO ‘2 070 en el cual se exponían los fundamentos d cada uno de los artículos del Programa de pFrancés, igual al nuestro, con peque ñas diferencias; trabajo que tendía á fací lita No es un misterio para nadie la situación el conocimiento de los propósitos socialistas política porque atraviesa la clase trabajadora Esa forma de difundir la idea socialista de la república. exigía personas que estudiaran y pensaran los La acentuación de los antagonismos, la as­ medios más adecuados para facilitar su éxito. pereza en las relaciones de las clases sociales, De aquí que yo encaminaba con preferencia proletariado y burguesia, indica claramente mi propaganda al medio burgués, procurando que hemos entrado de lleno en una nueva faz interesar á aquellas personas que habían de­ de la lucha. mostrado cierta independencia en la exposi­ La burguesía argentina se manifiesta más ción de sus juicios, circunstancia que facilita­ agresiva que nunca. Obstaculiza en todo sen­ ba la aceptación de la idea socialista. tido y de cualquier modo, la acción de las Una noche conversaba sobre los progresos masas obreras, descargando sobre sus organi­ que hacía el Partido, con uno de los compa­ zaciones el peso de las medidas más violen­ ñeros mas estudiosos, y las consideraciones tas y represivas. que aducía eran que comenzaba á formarse un La burguesía, con clara conciencia de sus núcleo de personas instruidas. . .E l compañero intereses de clase, ha comprendido todo el pe­ Palacios necesitando probar la importancia del ligro que las organizaciones obreras entrañan P- S. A . en el Congreso, enumeró las perso­ para el proceso de su explotación y para la nas que componían el núcleo á que hacía re­ vitalidad de su dominio y privilegio. Ha com­ ferencia el compañero anteriormente citado. prendido que ¿as organizaciones obreras son La forma ideológica de concebir el socia­ órganos de la lucha proletaria, y focos de ac­ lismo, me conducía á probar (con el objeto tivísima rebeldía. siempre de llamar á nuestras filas el elemen­ D e esa comprensión, la burguesía dedu­ to más inteligente y honesto de la burguesía) ce, lógicamente, que el funcionamiento libre que el movimiento socialista era humanitario, de esas organizaciones obreras, perjudica los civilizador, justo, y el único capaz de llevar á intereses y conveniencias patronales, y que cabo los progresos sociales. para que tal cosa no suceda hay que llevar Como puede notarse, esa forma de concep­ el ataque al campo obrero, haciendo paralizar ción y propaganda socialista es ideológica. su acción. Tendía á constituir una clase dirigente más Para ello, apela á los recursos que le brin­ capaz y mas preparada que la existente en da su condición de clase privilegiada. la actualidad, la que debía llevar á cabo la Pero, á su vez, esas organizaciones obreras nueva organización social, á cuyos efectos tenía que fueron capaces de provocar tales actos por misión instruir al pueblo con las nuevas del adversario, se han manifestado, también, ideas, y organizado en condiciones adecuadas capaces de realizar su defensa y de conservar para realizarlas. la integridad de sí mismas. A las agresiones D e aquí la necesidad de tomar posición e un charlatán, en un pelafustán\— N o com­ {Con la presente iniciamos la publicación de del enemigo han sabido responder con ener­ todas las instituciones actuales que se forman prendían la lucha de clases, los distintos me­ gía, animadas de excelentes disposiciones para una serie de interesantes apuntes sobre socia­ lismo sindicalista que en forma epistolar nos dios en que había actuado, y buscaban en las por el voto popular, y don de se em peñaría la lucha. cualidades intelectuales y morales de la per­ batalla con la clase explotadora y dirigentr La burgesía argentina no decae en sus pro­ euvia el compañero D r. J . A . Arraga. la Municipalidad, el Parlamento, el Gobie sona, la explicación de esa contradicción entre Nos complace recomendar muy especialmente pósitos reaccionarios de contener á viva fuer­ n o . . . haciendo s e rv ir á esos propósitos toda el obrero asalariado, y convertido después en su lectura á los trabajadores, por asistirnos la za el movimiento obrero. las otras instituciones secundarias. — El triun patrón, en lugar de buscarla en las diferentes firme convicción de que ella contribuirá salu­ A su vez, la clase trabajadora organizada, fo d e l a s i d e a * t i n r i a l i e l - a s í t o k í - , condiciones de vida en que se había encon­ enrinlista, con los instrumentos y por los procedimien" con más vigor que nunca, continúa en la im­ dablemente á clarificar la trado. posición de sus reivindicaciones, y, libre de dada la sencillez y exactitud de la argumenta­ tos legales que usa la clase dirigente actual Las discusiones habidas últimamente en el ción en que abunda el aludido camarada. las timideces de otro tiempo, se afirma en el Nuevas é interminables faces podía presen Congreso entre los diputados representantes A la presente carta seguirán otras de no propósito de robustecer su defensa y vigori­ de los patrones y el compañero Palacios re­ tar de la concepción socialista que vengo ex­ menor interés que y a tenemos en nuestra mesa zar el ataque contra la clase enemiga. poniendo, pero me llevarían muy lejos, y por presentante de los asalariados, me confirman Esta persistencia obstinada de los conten­ de redacción.) otra parte, pienso que con las anotadas, bas­ también en aquella opinión— ¿Como podían dientes nos dá la característica del momento tan para que un compañero relativamente pre­ convencerse, probarse qne lo que convenía y Compañero Lorenzo: Varias veces me ha político del país. parado, se dé una idea de aquella. era ju sto ! legal! etc. para los patrones, debía pedido le enviara un artículo. E l tema es el Actualmeute mi criterio socialista se mode­ ser ju sto ! legal! etc. para los asalariados? C a ­ que debía tratar en la conferencia que sus­ la, no sobre el programa del Partido, sino De aquí, que la preocupación dominante de da uno razonaba de su punto de vista, desde sobre el movimiento obrero mismo. todos los socialista deba ser la de salvaguar­ pendí por el decreto del Estado de S itio . . . medios distintos.— Esas discusiones pusieron «Mi nuevo criterio sobre el movimiento obre­ Socialismo no es ya, para mi, una forma dar la integridad y el libre funcionamiento de de manifiesto que los diputados aunque apa­ ro»— aunque ya he adelantado algunas refle­ de concepción social mas justa y mas igualita­ las organizaciones obreras. rentaban concluir opinando basados en los ra­ xiones en artículos publicados en «La Van­ zonamientos de sus discursos, en la realidad, ria, sino la expresión de cierto movimiento Por razones fundamentales de doctrina y obrero— Con demostrársenos ahora que el pro­ por razones no menos importantes de circuns­ guardia», hoy más firme en mis opiniones, y ellos tenían su opinión hecha de antemano, con más caudal de datos y de observaciones, grama socialista no es realizable, p. ej. no se tancias, los socialistas deben hacerse entuimpuesta por el me lio y después arrimaban voy á completar, á desarrollar aquellas. me demuestra que el movimiento obrero no ciastas y decididos defensores de la libertad razones, argumentos, etc. que aparentemente Las breves discusiones que surgieron en­ existe. de acción y del libre desarrollo de los sindi­ parecían que fueren los que habían formado tonces nos demuestran lo difícil que me será N o necesito tampoco ahora, saber como djcatos obreros, que son la base real del movi su opinión. hacerme comprender, y poner de relieve, la berá realizarse el programa mínimun ó máxi­ miento socialista. Para darse cuenta exacta de todo eso, es diferencia entre mi criterio anterior y el ac­ necesario comprender como actúan las clases mo del Partido. Ahora me interesa conocer que Por eso pensamos que el Partido Socialista dificultades diarias necesita vencer el movi­ al disponerse á la lucha electoral, en los pró­ tual . en la sociedad y concluir que sus problemas Cuantos esfuerzos necesitan hacer los hechos miento obrero y los recursos y elementos pa­ ximos comicios de Marzo, debe contribuir á la se solucionan por la fuerza.— La clase que es ra realizarlos; los encontrará, no en el progra­ defensa de las organizaciones obreras, batallan­ para destruir el tejido espeso que nos produ­ más inteligente, mas enérgica, esa solucionará do contra el propósito reaccionario y liberti­ ce la dañina enseñanza que recibimos: la ideo­ los conflictos. . . . y después, no le faltará opi­ ma, sino en la enseñanza misma de los he­ logía burguesa, producto de la ideología de la chos.— Nótese que el movimiento obrero no cida de las clase burguesa y gobernante. niones de autores, leyes, constituciones, etc., iglesia. Todo lo cual nos impide pensar so­ se ha desenvuelto ejecutando gradualmente el Pensamos que la concreta afirmación de los etc. que fundamenten y justifiquen lo que se bre hechos para hacerlo sobre palabras. Está programa, sinó luchando con la clase patro­ principios del socialismo obrero, el programa haya resuelto. tan arraigada en mi esa opinión qúe me he nal, y es la lucha constante y sin interrup­ de combate en estos momentos, y siempre, lo La Convención Nacional en la Revolución ción la que le ha ido marcando lo que de­ constituye las necesidades, las exigencias in­ convencido de que toda discusión es inútil; que Francesa, pone á las claras, como les daba mediatas y vivamente sentidas del pueblo tra­ los argumentos, razones, e t c .. .n o modifican forma constitucional á las resoluciones que to­ bía hacer para desenvolverse é ir mejorando el criterio de las personas. Estas piensan y sus condiciones de vid a .— No es la teoría que bajador organizado. maba en detensa y salvaguarda de los intere­ obran según las condiciones materiales de su ha ido marcando su acción, sinó por el con­ Y siendo esas necesidades y exigencias de ses de la clase burguesa. trario, esta ha ido formulando aquella. N o la hora presente, las de conquistar más li­ existencia— ó en otros términos— los hechos La solución del problema social no estaba es propagando la idea socialista que se han bertad de acción para las org nizaciones pro­ influenciando su espíritu lo determinan á pen­ en las discusiones de Jos convencionales para sar y á obrar de un modo especial. ido organizando los gremios y después vincu­ letarias y más respeto para las mismas, el legalizarlas, sino, en la lucha de las fuerzas A sí cuando llega á encontrarse una perso­ lándose estos en una acción colectiva. Partido Socialista debe hacer de ellas el ob ­ sociales, en que la mas fuerte determinaba la La idea es impotente para influir los espí­ jeto principal y único de su campaña electo­ na inteligente que vive en el medio capitalis­ forma de la solución. ta y un obrero que ha comprendido su medio, ritus y llevarlos á conducirse de un modo ral. Concluyo afirmando que las discusiones no determinado. Son los hechos que tienen esa Así lo exige la coherencia con los princi­ — por más que discutan, por más argumen­ modifican la manera de pensar de las perso­ tos, razones, etc. que se presenten, eso no in­ pios socialistas, y la práctica de la lucha de nas, sinó que estas piensan según sus condi­ vittud, los que influencian á las personas á fluirá en io más mínimo en el criterio de ellos. pensar y á obrar; por eso no hay que propa­ clases. ciones de existencia, y que los conflictos de gar ideas, sinó demostrar hechos.— Asi el obre­ Siendo la actitud de los obreros organiza­ ¿Porqué? Porque este está determinado por las clases sociales no se solucionan por las los hechos, y cada uno es lógico con su me­ constituciones, leyes, e t c . . . sino por la fuerza. ro recapacita y se determina por sí á la ac­ dos la lucha franca y áspera contra todas ción; no necesita de otros, se basta asi mismo; las formas de explotación y tiranía, el Parti­ dio.— El único camino para modificar sus cri­ La clase más fuerte determina la forma de terios respectivos, es hacerlos cambiar de me­ él se dirige, y entra en el camino de su do Socialista solidarizándose por completo con solución. dios. todas las organizaciones obreras que luchan emancipaciónEn un principio me esforzaba por contribuir En varias ocasiones algunas personas que No me dirijo ahora al elemento mas ó me­ en el terreno de clases, debe al concurrir á viven en el medio capitalista, han creído ha­ á formar un partido socialista, compuesto de nos inteligente de la burguesia, sino á los los comicios de Marzo, hacerlo inspirado en personas de todas las clases sociales que acep­ obreros, en mis observaciones y reflexiones, iguales propósitos de lucha enérgica y deci­ cerme un argumento contundente, al presen­ taran nuestra doctrina expuesta brevemente tarme casos, en que obreros asalariados que pues son estos los que deben prepararse jiara dida. hablan hecho propaganda gremial y converti­ en el Programa del Partido y explicada y sostener la lucha con la clase patronal, la cla­ Y siendo la caracteiistica del socialismo fundamentada con los folletos, conferencias, dos en patrones, habían combatido más que obreio nna g u en a tenaz y persistente contra se dirigente que sirve y ampara sus intere­ artículos, etc., que se publicaban al efecto— muchos patrones de origen, las organizaciones todas las ius/ituciones políticas da la burguesia, ses. quería que la idea socialista se difundiera por hasta su total eliminación, el Partido Socialis­ gremiales; tic lo que deducían que el movi­ medio de la propaganda, con el propósito de N o necesito demostrar ahora, que el movi­ miento obrero era una farsa, y los propagan­ ta, como organización electoral de la clase miento socialista es humano, civilizador, justo, formar conciencias socialistas, hacer convencí distas unos vividores.— Pensaban esos santos obrera, debe continuar la guerra en el seno progresista, etc., pues para el elemento obre­ dos, los cuales á su vez deberían trasmitirlas mismo de las fortalezas enemigas, en el Par­ varones que los obreros socialistas debían ha ro no tiene eso importancia práctica. — Lo que ber nacido y venido al mundo con una mi­ á otros y asi se iría formando el P. S. A ., lamento, municipios, etc; con el propósito bien necesita es saber como aquel se capacita y se hasta constituir una inmensa mayoría que im­ sión socialista, que su personalidad moral era difinido de demoler, desacreditar y entorpecer hace fuerte para luch ar. . . . plantaría la nueva forma social. el funcionamiento de esos órganos de la so­ algo superior que escapaba á su medio, y que La importancia y valor del Partido Socia Respondiendo á esos propósitos, traduje se imponía á todo.— El había sostenido como lista no la busco ahoru en el núcleo, en la ciedad burguesa. del francés un folleto que me facilitó el com ­ El proceder en esa forma, es de una per­ asalariado sus opiniones gremiales y deberá personas inas ó menos competentes que despañero Justo, escrito por Guesde y Lafargue sostenerlas siempre, so pena de convertirse en fecta coherencia con la práctica de la lucha de La lucha electoral dores, siguiendo la lógica que deriva de la cía es. En la realidad diaria, el choque délas dos clases se concreta así: destrucción, desmo­ misma lucha, tiendan á obstaculizar, combatir ronamiento, ineficacia de las instituciones bur­ y paralizar toda la actividad de la clase ene­ miga y de sus instituciones. guesas por obra de la fuerza, y á consecuencia El Partido Socialista debe reflejar fielmen­ del desarrollo independiente de las instituciones te en su acción, las necesidades y la vida obreras. nueva que procrean las organizaciones obreras. En tai sentido, la conducta de los repre­ Solamente asi, será ú til a l desai rollo del sentantes socialistas, dentro y fuera del Par­ movimiento obrero. lamento, es la de una lucha enérgica y atre­ Si no procede de ese modo, y se dej'< in­ vida, tendiente á obstaculizar el runcionamienilusiones democráticas, querien­ to de los órganos de la clase burguesa, é im­ vadir por las do ser el porta voz y la acción de todos los pedir su acción contraria á la vida de las or­ ciudadanos honestos y de buena voluntad, que ganizaciones obreras. pertenezcan á cualquier clase, olvidando por lo La misma clase burguesa, con su ataque, tanto su carácter de o r g a n i z a c i ó n e l e c t o ­ con las medidas contra el libre funcionamien­ r a l d e l a c l a s e o b r e r a , no hará más que to y desarrollo de las organizaciones obreras agitarse en el vacío, engendrando, al mismo está enseñando la conducta á seguirse en la tiempo, confusión en la mente de los trabaja­ lucha empeñada. dores. Si as! procede, resultará un elemento inútil y hasta nocivo al movimiento obrero. A sí consideramos la acción del Partido S o ­ E l desarrollo, la actividad de las institucio­ cialista y de sus representantes, en la lucha nes obreras perjudica la vida y los intereses electoral y en las instituciones políticas de la de la burguesía, tendiendo á la elimjnacifyj, burguesía. de la explotación capitalista, y es claro que Y estamos convencidos que cada adherente las instituciones políticas de la burguesía tra­ proletario á esta lucha política no se ilusiona­ ten de combatir, neutralizar ó anular á los sin­ rá, ni tendrá desalientos, porque sabrá muy dicatos de obreros revolucionarios. bien que el mejoramiento de sus condiciones A su vez, el funcionamiento de las institu­ de trabajo y de vida, y la emancipación de ciones burguesas, perjudica á los intereses y su clase solo puede ser obra de su propio es­ vida de la clase obrera combatiente y á sus fuerzo. instituciones, y es por esto que los trabaja­ Mi nuevo criterio sobre el movimiento obrero L A ACCION c u e lla n , s in ó de en la lo s o b r e r o s s o c ia l que c a p a c id a d y o rg a n iz a d o s . p re s e n ta ría en E s ta el es si tra ta ra de lock out , El n ú m e ro la c o n tra rio fu e rz a c a p ita lis m o , d e m o s tra r s o c ia l q u e n o g e n e ra r es e l re s u lta d o c u a n to s p ro ­ c o n tra d ic c ió n la y s in ó p ro d u c c ió n lo s la r e s u lta n te a c tu a l.— E l p ro p a g a n d is ta s a s a la ria d o s .— L o de lo s no de d e te n e r de fo rm a ha de la en m o v im ie n to de con lo s á la a c e p ta b a lu c h a to el za la que lo s el resolvía y a s a la ria d o s a r b itr a je , lu c h a , el la lo d io o b re ro se la s e n tre h a b la la d ía e je rc e r e n a c c ió n su de cada im p o rta n c ia S egún mi y m o v im ie n to a c tu a lid a d se c u a lid a d la p ara la la s com o á la s in s ­ de s e r v ir re v o lu c io n a rio . y E n s o lo a c e p to in s titu c io n e s a s a la ria d o j c o m o puede de la b u rg u e s ía crear m o s e r v ir s e nuevos que b u rg u e s ía ser c la se p e n d iz a rs e si m is m a , si e lla de tro n a l, de la creó c la se crear del m is ­ m e c a n is m o s de sus de re c u rso s, d e s tin a d a á v iv ir p. su la a c tu a lid a d , á d e s e n v o lv im ie n to , del E s ta d o d e c o n s e g u ir lo , n o g uesas, s in ó con con sus s itio , la s p ro p io s te o b re ro s una in te n s id a d uno y por el e n tre lo s p o d id o re c u rso s de que te ó ric a ó lo s ha es fá b ric a s b a tir de del la s in c a p ita lis m o , o rg a n iz a c ió n a lg u n a , con de el lo s ob­ en ta la b a rte ro s , p u n to de de en L as cuya y él á d a r le aquí to de a c u e rd o deber n u e s tro cha que tie n e en e f ic a c ia el la s p aro en de en el que de de la es lu ­ m u­ p re p a ra d o por poder p re v is o r hacer m e rc a d o s in p ro d u c c ió n fre n te que un s e tra d u z c a a r tic u lo c irc u n s ta n c ia s se de ig u a l cuando d is m in u id o m ás ce rra r s in fu e rz a re q u e rid a m odo la lo s m ucho, d e p e r ju ic io y p a tro n e s p ro d u c c ió n a m o n to n a m ie n to p e rm ite n q u e su en y de D e o tra un m a n e ra , de m a de d e m e n te s . ta r c o n v e n c id o s te lig e n te , m enos y de za r to d o de lo s es m e rc a n c ía s , le s de p u e ita s en o b re ro s que s u e le es c o n s e c u e n c ia s p e r ju ic io p ara é l, á el nos le e n , dos con­ que se r­ p a r a a lc a n ­ y tra s c e n d e n c ia d e l p r o ­ p r o d u c ir le s dos que un sus del la un la el se á la m ás á fa v o re c ie n d o h a s ta el sea p o s ib le m ism o s lo s p ro p ie ta rio s , la e le m e n to s , m ás el de ó v ig ila r m enos d e sus no c o n v ic c ió n b u rg u é s y si lo g r a n ló s el c r ític o s p ero de se de tra d u c e y su por por puede m ism o la el p é r d id a v u e lv e ya re c u rso , á re s is ­ p o rq u e de re s u rg im ie n to d e s u s c o m p e tid o re s , in g e n te s de m uchos re a b rir sus ta ­ lle re s , s in m á s tr á m ite s . in d u s tr ia a e tiv id a d , y ha la ha re c o b ra d o se la le h a n re a liz a r a q u í a lg u n a s q u e s u e le s in an pan de fin el a n te to d o la fo r ta le z a lock out p o d ero so en hechas el con d e l m o m e n to , en ta n to te m o r. esa de la c la s e , s a g a c id a d , á d o m in ic a l, p ero de la le y to d o no cuyos e f ic a c ia in te lig e n - e n e rg ía p o r la m ás con ta l p rá c tic a lo q u e con o fre ­ que á 6 te re s a en de C uando c ió n de se e s p íritu se­ y re a ­ e x a m in a n d o g m á tic a a m o ld a r o b re ra com o no Y le y del s in con­ o c a s io ­ la le g is ­ de en fó rm u la s id e o ló g ic a s , com o vá le g is la c ió n d e crear n ad a nuevo; y a e x is ­ p ara lo s tra­ bajadores organizados, hecha, conquistada m e­ d e lo q u e y a d ia n te su m as la es e sfu erz o a llá una de lo re a lid a d d ire c to y e x c l u s 'v o . un d e c la ­ ig u a l n ic a do de que la le ­ y la s tie m p o s a lu d a b le in ­ la s la en la a p re m ia n te s ó por (á de su c o n tra m undo «L a V a n g u a rd ia » a u tó n o m a c o n q u is ta c ie n c ia de poner su una á la y p re s ió n so b re m ás «al ta m p o c o e s te de m o ra l Q u e re m o s d e te n e rn o s fe n o m e n a l: del á del hecho, m as, c a tó ­ cou por a lto por lo en O tro cado el o c u rrió á la lo s en de a tri­ la « la lo s y im ­ in flu e n ­ le y » de á m ás cóm o­ á la ac­ p le n a c o n ­ e je rc ie n ­ p a n a d e ro s. c o n s ta ta r, pueden á h a b ilita b a a trib u irlo á n im o que ta n to de en c o n tin u o c o n tin u a pasa F ru to s . y basada lo que y en p o d rá n con lo s su p lie g o del M e r­ m ila g ro s o y m o ra l d e la a q u e llo s de in te g ra c ió n . o b re ro s e fe c to in f lu e n c ia c o m p re n d e !!) yen en c o n s ta n te c re c i­ c o n s ta n te P o r el p e r h u m a n o d e la su- le y so­ « L a V a n g u a rd ia » tra b a ja d o re s c o n d ic io n e s la in c lu ­ a lu d id a re i­ v in d ic a c ió n . S in a n te e m b a rg o la crey en d o d e F ru to s poso se que lu e rz a P e ro su p ara a n te s «L a la su de o b re ro s en la d e te rm in a r le y un que y te n ie n d o Q ue n e g o c io s q u erem o s Q ue lo s caba­ h o n ra en la in s p ir a c ió n d e s u s d o m in ic a l a lm a c e n e ro s de . . E s b u rla n fo n d a se le y . ó á casa d is p o n e n no en ta l e s ta de á re ­ in te re ­ de la in ­ é tic a e m e rg e ob­ c o m id a . a b r ir sus d o m in g o s. im p o rta d o re s d e se m b a rc o ser que lo s c a p ita lis ta s a r g e n tin o s m is m o s lo s re ­ c o n s id e ra n descanso p a te n te lo s se d e s c u b rim ie n to A h o ra esa lo s del c o m p re n d id o y s e n ­ flu e n cia y d el espíritu de la v irtu d M ercad o del é tic a c la se . del c o n q u is ta n e c e s id a d , V a n g u a rd ia » : fre n te á v a c ila n te s im p o n e rla . re v e la n d o g u la n aunque n o s p e rm itim o s c o n ­ p o rq u e h an v iv a m e n te co rt lo s em peñan d o m in ic a l tid o á n o s o tro s , c o lo s a l a f ir m a c ió n , tin u a r de a g r íc o la s , p id e n m á q u in a s e tc ., se e x c e p tú e d e s tin a d a s á el la s f a e ­ e tc . P e ro « L a V a n g u a rd ia » ló g ic a c o n s e c u e n te c o n a c c ió n d e m o c rá tic a , p a z s o c ia l. p o r v ía p a r la m e n ­ a r b itr a je o b lig a to ­ C re tin is m o R o sarin o E n c ie rre por al p ro y e c to del m o v im ie n to en a lg o de «L a lis ta s del V a n g u a rd ia * R o s a rio os no p o b re s in te le c tu a l p o r d o re s del tro de lo s la y la p ro m e te r el o jo s á lo s lo s v u lg a r en y soda p ro te s ta e te rn o fran ca lo s a c c ió n d e c is iv o < £ ¡£ ta nl ° J y qu. a g re c ió i za rp a z o su d. s e r v ilis m i d esp reo cu p a d : de y la s b u r d a s re a c c ió n d e a ta q u e ra d a d e á s o fis m a s una h e r id o s n u e s tra re v e la r c o n c e p to E s to rp e n o s e x tra ñ a . E s e s p íritu s a c titu d d e l ju é v e s , p u b lic a n se c o n v ie rte e n u n a c o n tra n o s o tro s . el lo s r e s is te n c ia m uy le e n c o n tró e s p íritu pensó c a p a c id a d m ie n to , Y c o n s ig u e n com p. un se C e n tro lo s h u e lg a , de le y fra c a sa d a , p asam o s r e fe r im o s a l « g r o s e r o la la s d o m in ic a l» d e s u s c r ib ir la una to ­ «L a d e s f ig u ­ a lc a n z a d o fu e rz a p re o ­ de la com o pasam os la s l a s o r g a n i z a c i o n e s o b r e r a s ; a s í , c ó m o su eficad a ó su f u e r z a n o d e p e n d e n d e s u naturaleza s i n o d e la capacidad c o n q u i s t a d a p o r la m is ­ hechos. c o m p ru e b a a c tu a c ió n á le lo s e s p e c ie , se de e sfu e rz o in v ita c ió n ta m b ié n « re p o so d e b ilid a d á ra iz y su in ic ia tiv a no y p a n a d e ro s que democrático m o ra l» Y se lo s fu e rz a y do no de re iv in d ic a c ió n ; do p o r’ a tri­ a n á lo g o s tra n s ito rio con d e s g ra c ia d a N os la la a n ta g ó ­ p o litic a n te s d e s u s in d ic a to , c ia nas le c h e , m e n ta l q u e d e c la se y in te re s a d o s ; c o n tra rio de la y de a c c ió n c a p ita lis ta lo s e lo c u e n ­ g é n e ro . s a tis - re s u lta d o P ero la de e sfu e rz a m enos la triu n fo la le ­ in te re s a ­ fu e rz a de se n e c e s id a d ; p a rc ia l a s u n to la el la s b u rg u e sa s s e m a n ifie s ­ lo s fe liz e fic a z m e n te te rm in ó el del n in g u n a pesar que ó la s c o s a s a lto que cuando to d a s con hechos a d v e rsa s d e c ió n n e c e s id a ­ n e c e s id a d e s de a f ir m a lo s el y im p lic a d e s p re s ti­ in s titu c io n e s que de d e to d o un re fe re n c ia de la be­ s o lo tra b a ja d o ra . com o en b u ir n a tu ra ­ c o n tr a r io , la s e s tra v ío d e p e n d ie n te s lo s c o n s ta ta c o le c tiv i­ c o m p re n d i­ s e m a n a l. re iv in d ic a c io n e s irra c io n a l se b o n i­ c la ra m e n te afan a, m ás d escanso d e m o s tra r to d o p ro p ó s ito á en d ire c ta m e n te só b re en v a se se e fe c to s lic o s ) que tie n e la v ir tu d no y e fe c to s el b a jo la o b s e s ió n r e s u lta d o p re o c u p a ­ hechos la envase c la se son la m e n ta b le m e n te to d a lo s la la c a p a c id a d P asam os á v a r ia s a lc a n c e s de á a te n d id a s m u n ic ip a l le ­ v ie n e m ás V a n g u a rd ia » ó que te , e lla y sus lib re m uy de d o m in ic a l p e rc ib ir por son dos poseen fa c e rla . b u ir m enos com o, so lo c ie rre o b je tiv o , á com o c la se p o r te n , de á p re o c u p a que c o n v e n ie n c ia del le y acción directa de d e rro ta so b eran a lle ro s in a d v e rtid o p a ­ una la c u p a c io n e s le s la m e n ta b le m e n te m undo descanso a lc a n z a das, y c o n q u is ta re s p e c to el ‘q u e r i d o pensado. c u e n to s ó che, N o e fe c tiv a em anadas ses n e c e s id a d to d o pa­ im p o te n te s V a n g u a rd ia » n a rra r e g la m e n ta c ió n nunca la c ió n o b r e r a . con «La s e n tid o a d ju d ic a al b u r­ b e n é v o la m e n te p arece p asa r á la y al descanso c a p ric h o de nunca le z a n e f ic ia , al el re c u e rd o que o fic ia l una En cuando fu e r­ d e sus cues­ p an a d e ro s ta ria , rio y sin o in d iv id u o s la dad se. nunca b u rg u e sa s: le ­ e x c lu ­ c o n tr a la s to ta l o b re ro s lo s e l cuento de la em ancipación es r e s is tirá d e s c a n s o d o m in ic a l s o s te n id o el b e n e fic io e s to ó rg a n o O b re ro la un m ás qu e im a g in a c ió n in c ó lu m e b u rg u e sa , gozar P ero su a u tó n o ­ e fe c to to d o por (se a c c ió n des­ la p a s a in a d v e rtid o q u e con­ im p re ­ su y su s c o n c re to g e n e ra le s e n c u e n tra n in m e d ia ta s a tis fa c c ió n LA EFICACIA J1E LA LEY en en c o n se rv a rá tra d u c e hem os a trib u irá n se ra firm a r lo M añana d e ja r s in V a n g u a rd ia » caso p ro n to ja n o s . del o c u rra e n lu c h a s u p ie ro n de y e s p íritu r e s o lu c ió n d i­ o b re ro s a ira d a co n ­ s o lo e n b r e d e s c a n s o d o m in ic a l, s e g ú n in s titu c io n e s p a r la m e n to . le tro n a l, la s e r ig id a s ta n s u s o rg a n iz a c io n e s . aunque ei se v in c u la r lo * de el con­ m o ra l to d a h á c ia e s tá a lu d id o s v io le n ta y c o n f ia n d o la p e r d id o h as­ co m p re n d e , Al c la se . no m ín i­ he­ d o m in i­ g rito s le s des o b re ro s p u ed e n liz a r el s a c rific io in m e d ia to de á m ism a , m ism o esos m ás de d is tin ta s . p re c e p tu a d o haber lo s lo s cuya á y e x is te n c ia gués e lfo s P a ra lo de p o r­ to d o s lo s e f e c ­ en re s u lta n c ia a d v e rs a m e n te in te re s e s , t,- . r c o n c ie n c ia la lo s a lu ­ reivindica­ e s a lu c h a . p o d rá m e jo ra q u e e x c e p c ió n d e de sus c o n trib u ir su por (n o que á lock o u t, c a p ita lis ta , s in d ic a to de te n d rá s io n a rlo s m a le y el fo rm a r q u is ta r, 'm e s - convencer no in te lig e n c ia re s u lta d o s s e g u r o s , m enos tra rio , á la d ía s c o m o c o n s e c u e n c ia de han em peñado tra b a ja d o re s la c a rn c t° r gozan d efen sa lo s in te r p u e s ta s d o m in ic a l. tie n e p a r a pue­ de c a p ita lis ta , en nunca un lo c u m p lim ie n ­ to d o s g e s tfo n e s d is c ip lin a d o , e s p a n to s o d e la de lu c h a á del c a p ita lis ta s , re c a b a n d o N o g a­ e s p íritu descanso m ás no organización obrera o rg a n i­ d o m in ic a l, in te re s a d a d e c o n ­ b u rg u e sa la s no s in n in g u n a e fe c to s c o n v e n ie n c ia lock out. al m e re ­ P a r a lo s p a tr o n e s r e s p e c ­ ó ta n to te rr o r, c o m b a te r e u n ir la nes p re n sa de lo s el s e r ie s o fis m a s ! de a b s o lu to «L a g io d e o r­ e x p r e s a u n a s itu a c ió n u n a n e c e s id a d c o m p le m e n ta r y e n e r g ía e o n q u e lo s U n la de s in ­ del en el p arece a c to que h erm o so yes re a lid a d d escanso El a lg u n a , en ta rd e n c o n f u n d ir duda to d a un a p ro ­ por hu­ P a ra p er­ e s u n m ito , E m p ie z a no á «en una e n la tio n e s . re a liz a d o p ara u na fu e rz a el fu e rz a s descanso que lo s e x ig e n c ia s que e llo le y , n in g u n a con­ que la de s iv a s los favorecidos o b serv ar del lo s e x c e le n te s o b s e rv a c io n e s m e re c e rle s arm a depende de y á s u n ú m e r o 50 n o s to s a l re s p e c to . de tra el que lo s re a c c ió n m ás o rg a n iz a ­ el ágenos p a r te e s ta b ilid a d , que d e c la ra c ió n p ro p o n e m o s tra b a ja d o re s que una p re c io co rre sp o n ­ m uchos tra n s ito ria , m odo \ ic to rio s a , e fe c tu a r a n te r io r á la nos c e : te s la hoy ra el o rig in a d o s . ro b u s to p re m u r a , d e b id o á la s r ’a en La co n su m ad a ia s e n tre o b re ro s á tra ­ de de to d o e x c e p tu a d o s c o n v e rtirs e gozan tra b a ja d o re s d e su e x c e p c io n a l fu e rz a la rg a m e n te s id o u n a a c c ió n p o d id o p e r ío d o una la m is m a ; e n c u e n tra n d ic a to , e n to n c e s , un de p a ra d e s q u ita rse p e r ju ic io s q u e que d id o s h iz o dem anda v a lo riz a d o lo s o b re ro s , d ic io n e s H é d ic h o s e x is te , Y la le y , no á hay s u s in d u s tr ia s d e l d e s c a n s o A d e m á s e s e b e n e fic io n o m o d e fru c ­ en p a s a je ra , de m uchos su a q u e lla s itu a c ió n a lg o c a p ita lis m o e fe c to s b e n e fic io s , b ie ra ta rd a rá in fo rm a de u lte rio rid a d e s . C uando L a nos to s , c o n s e r v a r la le y té rm in o s c ia d e la le y , no tra lo r. la pueden que com o la o b te n id o e llo s la le y c u a n to d e la de in m e d ia to , d e m o s tra n d o á tra v é s d e in m e d ia to s tie n e c o n s ta n te m e n te la s e n o r m e s v e n ta ja s q u e o rg a n iz a c ió n tífe r a s la re c u rso r e c o g id a s p o r e llo s , e fe c to s v o lu n ta d s in d ic a to in c u lc a rle s del o b re ro s e s te to la s le s in ­ c ie n d o z a s c a p ita lis ta s , y p erm a n ec en de que tiv o s c ie rto del h a b ía n a trib u y e poder de im p lic a le y , y de q ue la le y » , fu n d a m e n ta lm e n te V a n g u a rd ia » tra o b re ro s le y » s im p le b u e n s e n tid o A en r a n tía s o c ia l. m o m e n t o q u e in - ta lle re s p o r la m isió n q u e ser Y ra zo n a­ a c c ió n re iv in d i­ c la se . ción de clase. C e rra d o s á lo s com o cosas d ic a to . o tra ta n to zados p ro ­ la m o tiv o , que de en ta e l c e rla . lo s c a p ita lis ta s tr a n q u ila m e n te lock out, so b eran o ya fu e rz a . la de lo s o b r e r o s p a n a d e r o s lo s o b ra a lu d id a c u e s tió n , y m esa p ro v e ­ ni en p a r te lu ­ lo s tr a b a ja ­ in te lig e n te no causas e sfu e rz o p ro ­ su p ro ­ « L a V a n g u a rd ia * re a liz a c ió n ta l s e n tid o d e una g ra n c o n s o lid a ­ y la re s p e c to d e b e m o s v irtu d e c o n ó m ic o que á la le y ; á la lo s de s e c o n te s ta rá en del y p re s e n ta de de a n u la c ió n p ro g re so ré g im e n de c a p ita lis m o , s u s p e n s ió n en a c titu d del p ro c e d im ie n to re s p e c to , o r g a n iz a d o s aún la le y A l e x c e le n ­ p e rs u a s ió n deben nada to d o s g a n iz a c ió n d e la p ro c e d i­ una no su no m a n e c ie ro n re ­ con á lo s P ero por com ­ s ie m p re su en el la le y d e la m a te r ia ) á s u v o lu n ta d , esti­ mulada p o r la influen cia m o ra l de la ley y ^fortalecida» p o r e l espíritu de U misma. ¡ O h d o m in ic a l. el s in d ic a to a c e rta d a de « V o r. en fo rm a d o m in ic a l a lu d id a o rg a n iz a c ió n , c a m b io y c o n tra rio , la p ro d u c to los "beneficios á e c o n ó m ic o s , fu n d a m e n ta l s u re a liz a c ió n , fá c ilm e n te lock. out E n u lte rio ­ E n c o m b a te organizados la con «L a de s a ló n p u b lic a m o s e v id e n te m o ra l d e le y » chos o rg a n iz a c ió n p r o le ta r ia . den d ie ro n in ­ a d o p ta r te m ­ fu n d a m e n ta l, que e l s ig n if ic a d o c e d im ie n to y aú n es­ r e s u lta d o . so b re o rd e n ar­ un c a p ita lis m o cuyas un in m e d ia to de el c ie e r e n e m ig o d e a c titu d e s lock out el una la á? la fu e r­ dar d e d escanso c o m p re n d id o s á su re fle ja , ha un E llo s deben n o h a n a l­ que el le y . le y g ro se ra á del lu g a r « el re s u lta d o in f lu e n c ia cal le y gozaban s id o por lu c h a la la en de em anando, e n tre p ues, o tro a lu c in a c ió n e n f e r m iz a d e d i­ r e iv in d ic a c io n e s p r o d u c to el d is c u ­ en vé un tra b a ja d o re s com o usado d e s a o a re c id a s m e rc a d o , q u e un la s o b v io , la por a c tu a l lo s han la lim ita , es en es sen ­ ó in te ré s c o n f lic to F e b re ro 114 » - g ra m a . e s ta s a f ir m a c io n e s . d e te r­ s id o sus cuando c a p ita lis ta , bueno, que y h a c e rse s id e ra c io n e s á Y re s o lv e rs e P ueden v irá n com o es s u ic id io p re v is o r p e ra m e n to s pueden o tra L a le y arm a ha t p n n if ir n H a la H p rran H a v c o n d ic io n e s fa v o ra b le s del ta lle re s . s e r ía él y a c tu a l el in d u s ­ huelga la en e n c u e n tra lock out, ha usan de c o n tra c la s e s , d e c ir, d e ja r á o b re ro s sus d e s c ré d ito tr o n ú m e ro p ró x im o , á en e sfu erz o del v a lo r de c a p ita lis m o . boycot un su de lo s y p re p a ra d o su s el arm a de por b a s e e n la b le , q u e re c o g id a a lc a n c e , m o m e n to s e n tid o a v a lo ra d a , fá b ric a s del s u c in ­ fa b ric a . tra b a jo u san el m anos in m e d ia ta com o m o m e n to s m ás el p o d ero sa m e d ia n te escasez A s í, de un p ro lo n g a d o tria l a m b ie n te : sus S o c ia lis ta de un m odo e x p e rie n c ia e s ta n e c e s id a d e s la la re la tiv a fr u to re a liz a d o con de p a tro n a to , á el e x c e p c io n a l A c c ió n a n a liz a r p ro p io s ig n if ic a c ió n el d e s c u id a r im p o rta n c ia L a p o rq u e su cho, no de fu tu ­ la f o r ta le z a de del de de La á al e n tra ñ a . H é y la p re ñ a d a s c o rre sp o n d e adem ás, cree en c o n o c i­ p io , e fe c to s , c ió n e s ta m o s con a c tu a le s , s o lu c ió n o b lig a n a s u n to , y é l, á c a c ió n , es­ a n u la r s u s es b a jo , c irc u n s ta n c ia s nos que de y honesto el e x p e rim e n ta l. p ro b le m a s ro , por c o m e rc ia le s, h a b la r in ­ c a rru a je s h a s ta m a y o ris ta s de de lo s c u r tid o r e s , por por d e b a tir se que a n te rio rm e n te in tim id a ­ a lc a n c e s de lo T odos d e s tru irle to d o sus y c o n s titu y e tra b a ­ por z a p a te ro s , a d o p ta d o o c a s ió n m ie n to o c a s io n e s c o n s tru c to re s ser g re m io hoy v a r ia s a se rra d o re s, una d e te rm in a d o que tir E nsayado, se p e re n to rie d a d c o n fa b u la d o s o c ia l. Y n u e s tra ganan­ á NOTA— En os fu e rz a o b re ra . le g is la c ió n re an u d ar p u e d e s e r s in o educados en que fa v o re c e r de duda La ca­ negar nuevos de R in c ó n p ro ­ la c la s e tr a b a j a d o r a . E lla s del la de hechos legales, la s de encuen­ c a p ita lis ta v ita l 19 S ábndo w a rts » , b u rg u e sa s, la f o r m a hechos s in o y le g a l d e m u e s tra . E n fe n ó m e n o s c a rá c te r v e r s io n e s re p ro ­ lo le y , s itu a c ió n sus q u ie re d e c la ra d o p ara sus la no donde d e rro ta co­ de se o b re ro s han eran ja d o re s . d u s tria le s se de h o n o re s n o s o tro s , ha d e c la ra r ob­ lla m a d o la a te n ­ c ie rre m ie m b ro s de m ás á la se la c la s e con de com o b u rg u e sa c o n s ta ta m o ra le s , cuando, por p a r te s ó lo por se té rm in o que m e re c id o lock out, je to ha to d o , e s c u d riñ a r d u c c ió n , e s te p a ís e x tra n je ra . ha d u c c ió n de fo rm a e lio s , y se en o b lig u e za que del una lo s tr a b a ja d o r e s , p ero , que m odo y d e c ir, p re s e n ta n E l n a tu ra le z a . o c u rre e fe c tiv a s una organizaciones n o p u d ie n d o v erd ad era ta n to y no de m e rc a d o se Es en se tra n q u ila ­ del su de de “La Acción Socialista,, des­ sotne un y c a p ita lis ta de que b e n e fic io “La Internacional,, tra o a - c o n d ic ió n c o n tra tie n e á una p ro d u c c ió n , ju ríd ic a s si e . lo s r é g im e n nuevos tra d u c e e n e x is te n c ia , no por o p rim id a . obrera , l a s Y función y Conferencia a p riv ile g ia d a e n la c o n s p ira n p o rq u e su del fo rm a s lo s O tro c lie n te la . si A s í la s c o s a s , n o c a p ita lis ta s a d q u irid o c o n te n d ie n te en E n tre el ha a d o p c ió n p re n sa e n tre re la tiv a , o tro c id o s c ió n , lu c h a o r g a n iz a d o s s e r v a r la a la á el d o re s que e sp e ra n la s re co n o ce , re a le s la s de c illa m e n te con­ p re v ie n d o o b te n id a hechos b u rg u e sa . s im u la r puede re s is te n c ia s lo así cho f. A. A. D esd e su m ás de puede cha, m e c a n is m o s . Como debe apreciarse esta arma capitalista la in te lig e n te que tra b a ja d o re s y c o n c ie n c ia no b u r­ E l lockouty los sindicatos de no re c o n q u is ta r e fe c to s e fe c to s B a s ta , debe­ in s titu c io n e s lo s y “ ? a s p ira c ió in , fo rm a d e la lucha c u a n to de c o n d ic ió n son d u c c ió n m ie n to . el re c u rso eso por in m e d ia ­ su u n a c la se t r a ^ fu e ra ó lo a b s o lu ta n e c e s ita y que a n te p r e n s ió n d e lo s p e rp e tu a ­ in u tiliz a r la s s in d ic a to s n o s u lta d o s re v o lu ­ e lla la d e c o n s e rv a c ió n fo rm a d o que e j. e n á re s u lta d o tro c a d o in d u s tr ia s lock out in d e ­ a m p a rá n d o ­ c la se si e n te ra m e n te . e x p e rie n c ia rid a d e s , la c la s e p a ­ n o s e r ía tra e rá de la o b re ra s, n o p u e d e co m o se y por p ara en tra d u c e e s ta d o e x p lo ta d o ra de P o r eso s e r f a v o r a b le á lo s c irc u n s ta n c ia s g ro se ra in s tin to canzado fe u d a lis m o . d e p e n d ie n d o e s ta ría constitucional rá h a s ta c o n c e p c ió n n e c e s ita b a s ta rs e c la se re c u rso re s u lta d o s c ie rre , p ara de El n e c e s ita del out , arm a c o n tra m e n te s o m e tid a . p ara lock s u rtid o d o m in a n te , in s titu c io n e s , c io n a ria , sus es no p erd er La s u s p r o p ia s in s titu c io n e s , p u e s v iv ie n d o sus A sí y m e c a n is m o s c o m b a te , lo re v o lu c io n a ria c o n tin u a ra en d e s tru irla . p a r a e m a n c ip a rs e P a ra se p ara s in o re fle jo cansan y la s in d ic a to s . esa re v o lu c io n a ria , m ism o s m e c a n is m o s la p ro p io s lo s e s te c r ític a , p ro p ia m e n te fu e rz a de un en b“ ^ u n a « .v in d ic a c ió n v erd ad -------------- com o c u y a a d o p c ió n , s e ­ d e l c a p ita lis m o , que q u e la s m in a d a s no a u to - p r o d u c ie n d o ta n to , tra b a ja d o re s h a m b r e á lo s o b re ra s. El lo s p ro d u c c ió n te lo en le y ¡a d o re s o rg a n iz a d o s L a s fo rm a s ju ríd ic a s tir pen o sa c ió n la por c a p ita lis m o , háyanse un a trib u ía del que en r e iv in d ic a c ió n y a una v id a tra b a jo lo le g is la d o r d e la tra d u c ir r e i¡vvii n d i c a c i ó n p ro lo n g a ­ la á miento tra s c e n d e n c ia m o d ific a d o El n a tu ra le z a . p o s ib ilid a d cuya f a c ilid a d e s ta m ­ de s ig u e n Io b a p e t e c i d o s de c ia s y fijo es, p ita lis m o , la la y y o b te n id o , la s ac­ de una la d e c id e o b re ra , q u e p u e d e p erm a n ec er m u y tra n s ito rio , e n tie n d e hayan po­ con d is tin g o e lla s , d esconozco la s la se s in d ic a l de su o b re ro y con cuya in s tr u m e n to s m a y o r ia d e lo s c a s o s m e n te á d ife r e n c ia to d a e n te n d e ría e n c ie rra , u lte rio rid a d e s es C o n g re so — com o p rim e r c r ite rio b u rg u e sa s que v irtu d Es se del tra b a ja d o ra . d u c ta a s a la ria d o s . la e le c to ra l a c c ió n una ser del m e­ q u e e s ta s o lo del la fo r tifiq u e . Se m a y o ría d e lo s c o r p o ra tiv a .— A h o ra titu c io n e s al sen o c o n f u n d ía d e s lin d e b ié n de c la se en C u a n d o el ó rg a n o com o n o rm a lm e n te . tra e rá , p ara trib u n a l c o m ­ n o ta d o a c c ió n p o lític a . P e n s a b a el un una a s p ira c io n e s c ió n ta m b ié n á de no se lim ite , in te lig e n c ia in te re s e s p a ra li­ la c u e s tió n s u b s is te s u p e rv a lía . c a p ita lis n o , I0 9 ser, v e e n la a p a re c e e c o n ó m ic a y fu n d a m e n ta l, del lo s y to s , p e ro p ro d u c id o s n e c e s a ria y saca lo t r a n s p o r ta p rin c ip io e x is te es que la no fin H oy no acep­ p o rq u e c a p a c ite g e n e ra lm e n te Al ‘q u e que p o rq u e y c o n tra ria á c o n f lic to s y p a tro n e s . lu c h a a c e p to p o n ía re al que tra n s ito rio , a s a la ria ­ que p re c is a m e n te o b re ro Ñ o p u e s to a r b itr a je ó v is ta , e s e n c ia só lo dado P uede el gún e n tre el ta n to c o n tin u a d o s. A n te s un fá b ric a d irig e n te , medidas consti­ p ro p a g a n d is ta s á la a n u la c ió n d e u n r é g im e n lo s ig n o ra n c ia c la se y á p ro v e ch o s u b s is te n c ia c ió n cread o han cread o la leyes lo s el e s to s d e m u e s tra con d e s tru ir de a s a la ria d o y p r e te n d e n tucionales fin y que c a p ita lis ta s cuando unos s im p le es, que im p o rta n c ia d e a q u e l.— F u e rz a e x c lu s iv o d e á lo la p a g a n d is ta s , lo y lo s tra b a ja - m istific a c io n e : s o c ia lis ta . c ó m p lic e s c o n tra la a n te g ro se ra lo s ti a b a ja d o r e s su g r a d a d el núes m ascaem an- so- a lto P a la c io s c o m e te r d e le y o b re ro c u r io s o fe tic h is m o » , á y 3 la lU t a fo r ? .L listas ( ? ) r o ro n por " ° S e X lr a " a s a n n o s q u e s ie m p re su in c a p a c id a d tach" ¡“ r o p p ^ u r f a rin a c ió n . a b s o f o ta d e los ¡ocias e d is tin a u ie p ara Í e a S d e p ro p a g a n d a y lié 7 m ° S q “ ' s i e m p r e s e a credi. mPetencia en e l c h i s m e y l a d i - L a ACCION SOCIALISTA Proceso antimilitarista en f rancia M anifiesto c a u sa de la condenación Ha llegado el memento en que debeis pagar vuestra deuda á la patria. Dentro de algunos días debéis abandonar todo lo que os es querido, familia, amigos, prometida, para endozar la infame librea militar. Vosotros abandonareis vuestros intereses y vuestro trabajo para en­ trar en el montón de brutos á quienes se les enseña el arte de matar. Como ya lo hemos hecho el año pasado, venimos á invitaros á que reflexionéis. Ante-i de renunciar definitivamente á vuestra calidad de hombres, antes que vuestra razón sea obscurecida en esas cárceles depri­ mentes, que son los cuarteles, pensad en lo que vais á hacer. Trabajadores, vosotros os debeis ante todo á la clase obrera. La p a ­ tria burguesa, que os exige años de servidumbre y también el sacrificio de vuestra vida, no ha sido para vosotros más que una m adrasta. Vosotros no le debeis ni devoción, ni obediencia. Cuando se os ordene descargar vuestros fusiles sobre vuestros herma­ nos de miseria—como sucedió en Chálon, La Martinica, Limoges— tra­ bajadores, soldados de mañana, no titubiareis un instante, no obe­ deceréis. Vosotros tirareis, pero no sobre vuestros camaradas. Tirareis sobre los militares galoneados que se atreven á daros semejantes órdenes. Cuando se os envíe á la frontera á defender la caja fuerte de los ca­ pitalistas contra otros trabajadores explotados, como lo sois vosotros mis­ mos, vosotros no marchareis. Toda guerra es criminal. A la orden de mo­ vilización, responderéis con la huelga inmediata y con la insurrección. El 1° de Mayo de 1906 vuestros compañeros que luchan contra la opresión patronal, afirmarán su voluntad de no trabajar más que ocho horas por dia. En esta circunstancia se os pedirá que ahoguéis en sangre este esfuerzo de independencia y dignidad obrera. Pero, también, cons­ criptos, os negareis á desempeñar el papel de baja policía, proclamando la estrecha solidaridad que os une á los manifestantes. Eso es lo que haréis conscriptos. Eso es lo que debeis examinar desde ahora. Recordad que habéis contraído deberes hacia la clase á la cual per­ tenecéis. Recordad bien que vuestro interés está íntimamente ligado al de los trabajadores. Faltar á estos deberes, olvidar qsos intereses, sería más que una de­ bilidad, una traición. Jovenes compañeros conscriptos, vosotros no defraudareis las esperan­ zas de los trabajadores. Vosotros no abandonareis al pueblo, al cual per­ tenecéis. Vosotros no traicionareis la causa de los explotados; que es vuestra causa! E l C. N. d e l a A s o c i a c i ó n I . • A n t i m i l i t a r i s t a . LOS CONDENADOS Gustave H ervé 4 años de prisión. Georges Ivetot 3 “ “ “ Miguel Alm ereyda 3 “ “ 1‘ Roger Sadrin 3 “ “ “ Loáis G randidier 2 “ “ “ Amedee Bousquet 15 meses de prisión (í Auguste G arnery “ U << E m ile Coulais 15 44 44 Ch. Desplantques 1 ano 44 44 44 fíaym ond Duberos 1 li 44 44 Urbain Gohier 1 44 1 León Clement Jules L tquery 1 1 44 E m ile Laporte 44 44 1 Lazare Hogeon 44 44 1 Néstor fíosche 44 44 1 {< E m ile P ataud 44 44 A rnold B antem pt 1 44 1 Jules A. Nicolet 44 (4 Piene Le Blavec 1 44 44 1 f . Castagne 44 1 Eugene Merle ti Rene M outon 1 *• 44 14 Jean-M . F rontier 1 44 44 P. Alberl Chavin 1 “ Loáis Perceau 6 meses 44 DEFENSA DE GUSTAVO HERVÉ Señores jurados: El gobierno no nos da todos los días, la ocasión de expresar nuestras ideas, casi siem­ pre desnaturalizadas intencionalmente por re porters adversarios. Y o dejo á mi abogado la tarea de defender mi persona. Vosotros decis, que desde hace cuatro años, yo me entreten­ go en clavar la bandera en el estiércol. Mi amigo el abogado Lafont se encargará en de­ mostraros cual ha sido mi vida. Por mi parte, yo os haré ver en que consiste lo que se ha dado en llamar el «herveismo», como si com­ pañeros como Ivetot, y otros antes que yo, no hubiesen desarrollado las mismas doctri­ nas. Y o no he hecho nada más que traducir las ideas nacidas en la clase proletaria, aun cuando yo haya resultado un símbolo. Esas ideas son nuevas. Ellas pueden ser chocantes para vosotros. Todas la* ideas nue vas siempre en un principio producen uu efec­ to chocante. El protestantismo es uu ej .mido. Nosotros merecemos la excomunión corro los herejes de todos los tiempos, que comba­ ten una religión. Hemos sido los fieles 'ír un principio fuimos discípulos de Derouh.de. Se nos había inculcado ... .a religión de<dc )a cura, cuando no teníamos ningún rsp lr u crí­ tico. Con rna tducación semejante se puc.de llegar á ser un sa lió como Pasteur, pero hay un rincón del cerebro, aquel en donue la ma dre ó el sacerdote han derramado á ¡nanos llenas ’ :» leyenda, que permanece cerrado y que impide toda discusión. Alrededoi de la mesa paterna, cuando niño, sa, reunión, asociación, el jurado para ju zg a ­ ros, los sindicatos profesionales, el sufragio universal». El sufragio universal! Que es el sufragio universal? Oprimido, corrompido, ro­ to por toda clase de presiones, por los gran­ des diarios en poder de los capitalistas que falsean sistemáticamente los hechos para fa bricar á su gusto la opinión pública. La libertad sindical, la libertad de palabra? Preguntadle al amigo Bouquet, que significa eso. La libertad de prensa? Henos aquí, en estos bancos, y ya no llevamos cuenta de los delitos de prensa que se nos atribuye. Que tenemos el jurado? Y acaso el jurado que es­ tá frente á nosotros se compone de iguales nuestros? Donde están entre vosotros los de nuestra clase, los obreros, los que conocen y participan de los sufrimientos? Se ve claramente que existen dos clases: la nuestra, la que está aquí en estos bancos de acusados, y la vuestra, la clase burguesa, la que nos juzga! Vos sois, señor abogado g e­ neral, el abogado de oficio. Que los de vuestra clase amen á la patria, es lo más natural. La patria es una buena ma­ dre para vosotros. Sí ciudadano abogado g e ­ neral (movimiento). Sí, yo comprendo que á esta patria, nos les seáis ingratos, que corráis á defenderla y que tratéis de arrastrarnos á nosotros, para que la defendamos. Vosotros ne­ cesitáis que seamos patriotas porque, si vues­ tra patria es amenazada en Fourmies, en Lim oges, en Nancy, en La Rochelle, donde ayer hubo otro asesinato cometido por los soldados proletarios, nosotros seamos los pe­ rros de guardia de las cajas fuertes patrona­ les, con la benda del patriotismo sobre los ojos! Las fuentes místicas y las fuentes interesa­ das de vuestro patriotismo de clase, las cono­ cemos perfectamente. Soportad, pues que no­ sotros consideremos á la patria nó como una madre, y al patriotismo como un atrapa bo­ bos. Pero nosotros tenemos libertades;. . . . Cualquiera que sea la guerra, no obedece­ remos á la orden de movilización. Declaramos que si por cualquier pretexto, vosotros nos pedis eljúnico bien que poseemos, nuestra vida, no os la daremos. Sabemos que no será sin riesgo. Pero eso no cambiará nuestra resolución ¿Que gan remos con una guerra inteina­ cional? La única guerra que nos puede ser prove­ chosa, es la guerra civil, la guerra de ciase, porque si triunfamos, sereis vosotpi-. 1"- que pagareis los platos rotos. Esa es la verdade­ ra guerra para los proletarios. Nosotros hacemos la guerra civil para to­ mar posesión de la riqueza social, que es nuestra, porque somos nosotros que la pro­ ducimos. Nosotros pretendemos organizar una sociedad mejor que la vuestra, y de la que aprovecharán también vuestros hijos! yo oí hablar de atrocidades alemanas; de la la Francia refugio de las libertades, y nues­ tros padres y madres nos daban soldaditos de plomo, sables y tambores. Nos hicieron pa­ triotas. En la escuela, los libros que se nos hacía estudiar, escritos por los charlatanes del pa­ triotismo, representaban el soldado francés co­ mo el eterno soldado del derecho, lo mismo el soldado del Palatinado, como el de las gu e­ rras de Napoleón. Nosotros contemplábamos Señores jurados, esa es la declaración que llenos de admiración los grabados que los quería hacer. Y o hablo, y lo habéis visto, sin ilustraban, rebosando odio al estrangero, é ningún cuidado para evitar la prisión, con idolatría por el sable. muy poco cuidado, puede ser, de la libertad Cuando jóvenes, los grandes diarios hacían de mis compañeros acusados. Y o le s p d i que un culto del patriotismo, y cuando de este me disculpen. modo ya formados, nosotros vemos pasar los No os pido, señores, que ap’-ob-i-. .ús regimientos, hay un despliegue de teatralidad ideas, no tengo tan ingénua pretención, pero que influye sobre nuestros nervios del mismo estoy scgai^ qav. os marchareis co.i m im­ modo que la música del órgano sobre los de­ presión de nuestras ideas, que forman un só­ votos. Todos hemos corrido para ver desfilar lido cuerpo de doctrina, que tienen detrás pa­ bajo los rayos del sol los instrumentos de ma­ ra sostenerla, gentes que no tienen fría la mi­ tanza, jóvenes hombres destinados á absurdas rada y que no son un puñado solamente. No carnicerías, y cuando pasaba en la estremidad es una opinión personal, señor abogado ge­ de un palo el pedazo de trapo que es la ban­ neral, como lo habéis pretendido, es la opi­ dera, nosotros nos descubríamos devotamente. nión de sindicatos que cuentan con miliares Ah! yo sé que debo herir vuestra conciende adherentes, y á cuyos representantes ha­ ciencia oficial de la cual el acusador se ha hecho béis visto desfilar por la barra. Es, por ejem­ intérprete. Pero eréis que Voltaire no hirió la plo, en nombre de treinta mil trabajadores conciencia de nadie? leñadores, los siervos del bosque, que habló Lo único que podéis preguntaros, es si no­ ayer, nuestro compañero V euilLt, secretario sotros somos sinceros. de la federación nacional de los leñadores de Y bien, nosotros hemos abierto los pliegues Francia. de esa bandera para ver lo que es la patria; lo que son todas las patrias. Oh! es preciso que tengáis mucho valor Vuestras patrias se nos presentan compues­ para absolvernos. Teneis que reaccionar con­ tas de dos grupos de hombres: uno, sentado tra la sugestión de todos los días, que se ha alrededor de una mesa, comprende los hom­ impuesto á vuestros cerebros por la lectura bres menos numerosos, que comen bien, be­ de vuestros diarios, los que hacen que voso­ ben hbn, trabajan alguna vez y realizando tros nos consideréis como energúmenos que tan solo un tia b 'jo de dirección, agradable y pasamos nuestra vida insultando á los oficia­ noble: comprende á los hombres de las pitan­ les y clavando la bandera en el estiércol. . . zas, á las grandes cabezas de las administra­ Tendríais que exponeros á las críticas y re­ ciones, nuestros stñores los ministros, el cuer­ proches de vuestros amigos, que no os per­ po de lrs abogados. Nosotros no nos senta­ donarían el haber absuelto «al hombre de la rnos fsa n e ja . F.1 otro grupo lo componen bandera en el estiércol» ......... los perneños negociantes aplastados por los gi i ? almacenes, los pequeños patrones ar stadoa por la fabrica, los pequeños agri¿No habéis comprendido que nosotros so­ í u ' ; . . obre todo la clase obrera, la mamos el mejor freno para Guillermo II? No es c Je lCcíos aquellos que para vivir no cuen­ á vuestros fusiles á quien teme él, sino á los fusiles de los socialistas alemanes, los camatan mas que con sus brazos! Esa es la patria ciada 1 n- s jurados! radas que del otro lado del Rhin hacen la Y ti eiudafano abogado general, no quie­ misma propaganda que nosotros. Todos, aún los más nacionalistas, quieren re t"jr so ’ .anle de clases! Dice que no exist i. -lases! Verdaderamente! Nosotros sabemos la paz, no es verdad? Deseariais que la alta finanza de vuestra clase capitalista arreglara c<mo )•• clase buiguesa ha hecho su fortuna sus cosas con la alta finanza de los países ve­ / e m ú ís :1.a la que h i hecho los códigos cinos, por medio del arbitrage internacional. «:n provecho proprn, como ha sabido defender la propiedad y se ha preocupado tan poco Pero vosotros decís: «Es un fastidio estos tri­ do] trabajo y del trabajador. Se sabe como se bunales de arbitrage. Ellos arreglan las pe­ queñas cuestiones, pero cuando se trata de una hí u hecho ’as leyes de ferrocarriles, las leyes gran cuestión, siempre se soluciona á cañona­ m iiit.rcs, etc. La clase burguesa, durante un J g .o ;e ha íoimacio una situación privilegia­ zos. El czar de La Haya hace como los otros». Y bien, nosotros hemos encontrado, para vo­ da, aún desde el punto de vista militar. Ella ha edificado su fortuna sobre el aplastamien­ sotros, una receta á fin de obligar á los gobier­ to de los pequeñas. Nosotros sabemos todo nos, á todos los gobiernos, á que arreglen por medio del arbitrage sus conflictos, lodos eso, y que la riqueza se halla en poder de algunos miles de zánganos. los conflictos. «Pero, dice el abogado general, vosotros Nuestra receta consiste en propagar, de ca­ teneis liuertades, todas las libertades de pren­ da lado de las fronteras, y particularmente en P r e c io d e S u s c r ip c ió n P O R A Ñ O .................................................................................................« 2 .0 0 n SEMESTRE............................................ . ] (jo » TRIMESTRE........................................... 0.50 » NUMERO 8UELT0 ................................. . o.10 Francia y Alemania, nuestro grito de guerra á la guerra: «Mejor la insurrección que la guerra». Es á vuestros hijos como á los hi­ jos del pueblo que le evitaremos la muerte horrible de los campos de batalla. Si nos encerráis en una prisión y si, lo que es imposible, podéis impedir nuestra propaganda, temed que una guerra no venga, un día pró­ ximo, á destruir, en la flor de la vida á los seres que os son queridos. Tem ed que la ma­ dre de vuestro hijo venga á deciros: «Des­ graciado, ha habido hombres que, con peligro de su libertad, habían encontrado un medio para impedir que los gobiernos desencadena­ ran la guerra, que masacraran á mi hijo, y eres tú, miserable, quien los ha encerrado en una prisión!» DESPUES DE LA SENTENCIA LOS ABSU ELTO S Apenas se pronunció la sentencia, la ciudadadana Numieska se levantó indignada: — Yo protesto— g ritó — contra el juicio im­ bécil del jurado, en lo que me concierne. Yo protesto y yo tengo el derecho de protestar. Es una sentencia de idiotas. Son unos im­ béciles . . . . E l presidente.— No insultéis al jurado. Po­ dríamos pronunciar otra condena. Numieska. — Poco me importa! A . Cipriani y la ciudadana Numieska son absueltos. — Enseguida Cipriani manifiesta: — Pido decir dos palabras. Yo debo pro­ testar contra esta injusta decisión . . . . Y o asu­ mo las responsabilidades. . . . Y o quiero com­ partir la suerte de mis cam aradas. . . . Lo que acaba de hacerse es indigno, es una vergüen­ za! . . . . LOS Bousquet.— Y a República. CONDENADOS no existe libertad bajo la Cibot.— Y o no digo nada, porque detrás mío hay veinte y seis camaradas. Nicolet. — Hace tiempo que en mi concien­ cia me he absuelto. Gustavo Hervé— Y o debo agradecer al ju ­ rado de lo que acaba de hacer y por lo bien que ha ilustrado la tesis que yo he sos­ tenido. Vosotros habíais jurado juzgarnos sin odio ni temor. E l presidente.— Es á la Corte y no á los señores jurados que debéis dirigiros. H ervé— Señores de la Corte, los jurados que habían prometido juzgarnos sin odio y sin temor, ellos nos han juzgado con el odio de clase, con el temor déla opinión pública, de los diarios capitalistas y «del que dirán» de la gente de su clase. Ellos han trabajado bien para ahondar entre su clase y la nuestra el abismo donde nosotros le arrojaremos! Almereyda.— Y o doy las Vepetidas gracias á los jurados, por los muy republicanos. . . . Lo que me interesa es la protesta de los que han sido absueltos. Cam us.— Los jurados acaban de trabajar para la revolución so cia l. . . . L e Guery.— Si hay pena que sufrir, soportaré de buen grado. Baudin.— Y o doy la* repetidas jurado. yo la gracias al Yvetot.— Y o marco el record de las conde" naciones por antim ilitarism o... Y o he siem­ p re— condenado ó absuelto— prometido de volver A empezar y yo he mantenido la pa­ labra. Esta vez también os prometo volver A co­ menzar. Estad seguros que mantendré mi pro­ mesa . . . Pataud.— Jamás me forjé ilusiones sobre la justicia de los adversarios de mi clase. Perceaux.— Y o doy las gracias al jurado, no por las circustancias atenuantes que me ha acordado, sino por la condena. Esta no será capaz de impedir A los militantes la continua­ ción de la propaganda. Le Blavec.— Yo agradezco al jurado por haber hecho una buena propaganda antim ilita­ rista . . . . Caslagne,— Y o prefiero haber sido condena­ do que ab su elto. . . . Duberos. — El jurado ha demostrado, al con­ denarnos, que él es el enemigo de nuestra clase. No hay que razonar con los burgueses. Es menester sacudir, puesto que ellos sacu­ den . . . . M erle.— Vuestra sentencia me es indife­ r e n t e . . . . Mi madre me ha escrito esta m a­ ñana, que, cualquiera que sea el resultado del proceso, yo saldré más g ra n d e. . . Mouton— El jurado nos condena, pero un millón de trabajadores nos absuelveFrontier.— Mi padre tiene una pensión de 8o pesos como viejo militar. El acaba de es­ cribirme que, A consecuencia de este proceso, teme que la perderá. Pero él está orgulloso de su hijo. Garnery. — Esta condena es la revolución que vendrá mañana. La sangre brilla sobre vosotros. Coulais. — Agradezco al jurado. El nos lan­ za un guante. Nosotros le arrojamos el Manual del Soldado al rostro, que vale más! L A ACIO N SO C IA L IST A flfcovínuento obrero Conductores de carros E s ta m e ro h u e lg a , c u y a ú ltim o , ha c o n tin u a d o fa v o ra b le m e n te , de lu c h a que L la m ó lo s g ra c ia s a n im a tro p e ro s , que m enos p re s io n a n te p ara denanza que E n un á la p u n to en p a ra el g re m io por una v o ra b le , c o n d u c to re s to d a s cuya la s n o d e te r­ m e jo ra d e ro g a c ió n h u e lg a , y no su una p a r te , in flu ía n e n m a n te n ía n se com ponendas fa­ de de re n c ia de es a s u n to s m ás q u e o b re ro s, o fre c ió v ita n d o á en Se el rnotu propio , in flu e n c ia a n te o b lig a rlo s lo s á in g e ­ o fi­ c o n f lic to , á su que en­ de y v a le r su c a rro s, f a v o ra b le m e n te pa­ el con­ H a b ie n d o con tro p e ro s el m ás en á e s to s o tra ro tu n d o re ch az o la s d ife r e n c ia s fu n d o de fu é el con e n tu e rto s , no re p re s a lia , c ió n de la lo s r e c a 'c i t r a n t e s jo ra s p e d id a s D e sd e el se de m o v im ie n to s ig u ió fran co e n tre de d e c irs e que e s ta c a rá c te r g e n e ra l, en to d o el re p a