Fibromialgia - International Association for the Study of Pain

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Fibromialgia
Introducción
El síndrome de fibromialgia (FM) se define como un síndrome reumatológico común que se caracteriza por dolor
musculoesquelético y sensibilidad difusos crónicos, con una cantidad de síntomas asociados, entre los cuales la
dificultad para dormir, la fatiga y la disfunción afectiva son particularmente frecuentes.
Epidemiología y economía
• Afecta a entre el 2% y el 10% de la población general, de todas las edades, grupos étnicos y culturas.
• La distribución por género indica que es hasta siete veces más común en mujeres que en hombres.
• El impacto de la FM en la calidad de vida de la persona y la función física es importante.
• En los EE.UU., aproximadamente el 15% de los pacientes recibe en la actualidad una asignación de fondos
por discapacidad debido a sus síntomas.
Fisiopatología
La fisiopatología de la FM no está completamente aclarada, pero se ha visto implicada una serie de alteraciones
neuroendocrinas, relacionadas con los neurotransmisores, y neurosensoriales, así como una predisposición
genética, en su generación.
• Alteración neuroendocrina: disfunción del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal, que incluye respuestas
debilitadas al cortisol; regulación anormal de la hormona de crecimiento
• Alteración neurotransmisora: disminución de la serotonina en el sistema nervioso central; niveles elevados de
factor de crecimiento nervioso y sustancia P en el líquido cefalorraquídeo
• Alteración neurosensorial: ampliación central del dolor y/o reducción de la antinocicepción (sensibilización
central, anomalías en las vías inhibitorias del dolor descendentes)
• Alteración genética: fuerte concentración familiar de casos de FM; evidencia de un rol de polimorfismos de
genes en los sistemas serotoninérgico, dopaminérgico y catecolaminérgico en la etiología de la FM
Características clínicas
• La FM tiene una aparición gradual o post-traumática
• El dolor se describe como una sensación persistente, difusa, profunda, pungente, pulsátil en los músculos y,
con mucha frecuencia, continua
• Los síntomas clínicos asociados con la FM son trastorno afectivo, déficit cognitivo, pérdida de memoria
reciente, dolor de cabeza, sueño no restaurador y cansancio diurno que se asemeja a fatiga física
• Con frecuencia, una cantidad de condiciones clínicas tiene lugar en personas con FM con más frecuencia
que en la población en general (comorbilidades):
o depresión
o ansiedad
o síndrome del intestino irritable (IBS)
o fatiga, incluido el síndrome de fatiga crónica
o perturbaciones del sueño
o dismenorrea, cistitis intersticial, otras condiciones reumáticas y trastorno articular
temporomandibular
• Los pacientes con FM tienen una reacción anormal a los estímulos dolorosos:
hipersensibilidad a estímulos dolorosos aplicados a estructuras somáticas, no solamente en
zonas dolorosas sino también en áreas de control normales
o umbrales de dolor más bajos a los estímulos térmicos, mecánicos, eléctricos y químicos
o mayor sumación temporal (el dolor con estimulación repetida es mayor)
o después de una infusión de solución salina hipertónica, dolor muscular de una duración más
prolongada y dolor referido que se extiende a un área más grande que en los controles
• Respuestas anormales al dolor observadas en las neuroimágenes del cerebro funcional:
o hallazgos combinados en varias regiones del cerebro
o disminución del flujo de sangre talámico
o pérdida acelerada de materia gris cerebral
o
Criterios de diagnóstico
Los criterios actuales para el diagnóstico del FM son aquellos establecidos por el Comité del American College of
Rheumatology en 1990:
1) Antecedentes de dolor extendido (lo que incluye las 4 extremidades y el tronco) que haya durado, al menos,
3 meses y
2) Sensibilidad durante la palpación digital (con una presión de 4 kg) en al menos 11 de 18 (9 simétricas) zonas
del cuerpo predeterminadas llamadas puntos de sensibilidad (tender points, TePs) (un punto de sensibilidad
se define como un lugar de extrema sensibilidad en tejidos blandos, en oposición a los puntos
desencadenantes del síndrome de dolor miofascial).
Diagnóstico y tratamiento
• El FM no pone en riesgo la vida de los pacientes, pero puede provocar una discapacidad grave y, así,
comprometer de manera importante la calidad de vida. Casi nunca se alcanza la resolución completa de los
síntomas, pero puede lograrse una mejora significativa con una terapia adecuada.
• Generalmente, el manejo del FM es multimodal:
o educación para las personas afectadas, las familias y la sociedad
o estímulo para que el paciente adopte un rol activo en su propia atención
o apoyo psicológico o psiquiátrico
o fisioterapia, principalmente con un programa de ejercicio (aeróbico, fortalecimiento), con el
agregado de modalidades físicas, como un masaje o estimulación nerviosa transcutánea
(TENS), según corresponda
o dosis moderadas de medicación que ha comprobado ser efectiva:
i. antidepresivos tricíclicos en bajas dosis (amitriptilina)
ii. inhibidores duales de la recaptación de serotonina-norepinefrina
iii. inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
iv. antiepilépticos (gabapentina, pregabalina)
o monitoreo y seguimiento regulares
© 2009 International Association for the Study of Pain®
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