Genios - Jano.es

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Genios
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Nuestra mente
Mentes
literarias
Javier López Iglesias
Diez genios
La definición de genio invoca
necesariamente lo trascendental y
lo extraordinario. Trascendentales
y muy fuera de lo común son las
personas que recoge este breve y
subjetivo intento, este apunte
antológico de mentes literarias
excepcionales.
Es obvio que no están todos los
que son, pero no lo es menos que
en este mosaico de genios de la
lengua los diez que están son:
Genios
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Homero
(Grecia, siglo IX a.C.)
Obras: Ilíada; Odisea.
Es arriesgado hablar del genio de Homero porque son
legión los eruditos que sostienen que Homero no fue
una persona en particular,
sino una tradición. Una escuela literaria de la que surgieron los dos grandes poemas épicos. En cualquier caso, si hablamos de esas dos
joyas que constituyen la Ilíada y la Odisea, nos estamos refiriendo a dos clásicos
cuyo genio ha trasvasado
épocas, escuelas y tendencias para instalarse como
dos referentes de la historia de la más alta literatura.
Dante
(Italia, 1265-1321)
Obras: La vida nueva; Sobre la lengua vulgar;
La monarquía; La divina comedia.
No es posible discutir el genio en la historia mundial
sin centrarse en Dante. Entre las fechas cruciales del
autor, la muerte de su ideal
amado o su amada idealizada Beatriz, el 8 de junio de
1290, cuando el poeta tenía
25 años, acaso sea la de más
peso. En torno a esta platónica devoción gravitará gran
parte de su obra.
La Pascua de 1300 es la fecha en la que se fija el viaje
que emprende en La divina
comedia, y terminó el Infierno, su parte primera y
más notable, en 1314. En los siete años que le quedaban de vida tuvo la sublime fortuna de componer el Purgatorio y el Paraíso, de forma que su deslumbrante poema estuvo terminado
un año antes de su muerte.
Shakespeare
(Inglaterra, 1546-1616)
Obras: Sonetos; El sueño de
una noche de verano;
Ricardo III; Romeo y Julieta;
La fierecilla domada;
El mercader de Venecia;
Hamlet; Macbeth;
César y Cleopatra; La
tempestad.
William Shakespeare cambió
con su literatura nuestra forma
de percibir y presentar la natu-
raleza humana. En sus 52 años de existencia modeló con su
escritura hombres y mujeres más reales que los de carne y
hueso. Ahí están Falstaff, Hamlet, Lear, Macbeth o Cleopatra.
Su lenguaje es primordial en su arte y es flor abundante. Sentía el impulso de acuñar nuevas palabras. Empleó mas de
21.000 palabras diferentes de las que inventó una de cada 12,
casi 1.800 nuevos cuños, muchos de los cuales se siguen utilizando en la actualidad.
Cervantes (España, 1547-1616)
Obras: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha;
Novelas ejemplares; La Galatea; Viaje del parnaso;
Los trabajos de Persiles y Sigismunda;
Los baños de Argel; El retablo de las maravillas.
La vida de Miguel de Cervantes estuvo tan plagada
de accidentes e infortunios que podríamos leerla
como si fuera una de sus
novelas ejemplares. Hace
400 años escribió el Quijote y ese hecho lo instala
en la cumbre de la literatura.
Es ejemplo de la obra en
la vida, en lugar de la vida
en la obra. El propio Cervantes escribió al final de
su maravilloso libro: “Para
mí sólo nació Don Quijote,
y yo para él: él supo obrar
y yo escribir, solos los dos
somos uno…”.
Kafka (República Checa, 1883-1924)
Obras: La metamorfosis; Diario íntimo; El proceso;
Cartas a Milena; El castillo; Un artista del hambre;
La sentencia.
Franz Kafka murió de tuberculosis antes de cumplir
los 41 años. Si su muerte no
hubiera sido tan prematura,
probablemente hubiera sido
asesinado en un campo de
concentración alemán, como lo fueron sus tres hermanas y su amante Milena
Jesenká.
Originalidad y autenticidad
presidieron las historias que
nos dejó para siempre. Pero
además disfrutamos de la
genialidad de sus cuentos
cortos, fragmentos, aforismos, anotaciones en diarios, aquellas cartas… Decir Kafka es
decir capacidad de narrar, de atraparnos, de sumergirnos en la
esencia de quien, mediante la escritura, inquieta.
JANO EXTRA NOVIEMBRE 2005. N.º 1.583
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Proust
(Francia, 1871-1922)
Obras: En busca del tiempo perdido (A la sombra de las
muchachas en flor; Por el camino de Swann;
El mundo de Guermantes; Sodoma y Gomorra;
La prisionanera; Albertina ha desaparecido;
El tiempo recobrado); Contra Saint-Beuve.
El genio de Marcel Proust es vasto, casi shakesperiano, a la hora
de crear personajes diversos. Gran
artífice de la memoria como objeto narrativo, el autor de la monumental En busca del tiempo perdido dejó escrito: “Dado que los
muertos sólo existen en nosotros,
es a nosotros mismos a quienes
golpeamos sin descanso cuando
persistimos en recordar los azotes
que les hemos propinado”.
Proust pensaba que el sufrimiento
erótico no tiene límites, que las intrusiones en nuestra soledad nos
dañan el pensamiento, que la única manera de concentrarnos en el dolor es mantenerlo a distancia. Para nuestro bien como lectores, hizo de estos pensamientos razón de escritura. En sus obras constatamos el resultado.
Tolstói
(Rusia, 1828-1910)
Obras: Guerra y paz; Ana Karenina; Relatos de
Sebastopol; Infancia, adolescencia, juventud; Felicidad
conyugal. Tormenta de nieve; La muerte de Ivan Illich.
La narrativa de Léon Tolstói es
sorprendentemente rica. Tratar
de acotar o definir su genio, una
empresa absurda. Es común la
afirmación de los críticos de que
este conde ruso, narrador deslumbrante, lo ve todo, y lo cuenta
como si nadie lo hubiera visto jamás. Sin embargo, mezcla la extrañeza de lo que ve con el sentido de lo universal, como si lo que
él mismo ha visto no lo hubiera
visto salvo a través de lo que en
su literatura describe.
Obras: Viaje de ida; La señora Dalloway; Al faro;
Orlando; Las olas; Los años; Entre actos.
Virginia Wolf, autora de algunos
de los perfiles más desgarrados
de los personajes contenidos en
la novela europea, se sentía fundamentalmente lectora. “Si todo
lo dicho es verdad —dejó escrito—, si leer un libro tal como se
debe exige un alto grado de
imaginación, comprensión y criterio, probablemente concluiréis que la literatura es un arte
muy complejo, y que es muy
probable que no lleguemos a ser
capaces, después de toda una
vida dedicada a la lectura, de
hacer aportación alguna, digna de consideración, a la critica literaria. De ahí que debamos quedar en lectores…”.
Ella leía y en la soledad de su cerebro, que acabó por naufragar en las aguas del río Ouse el 28 de marzo de 1941, se levantó una de las cumbres literarias de la historia. De su mano partieron algunas de las novelas más originales de la tradición occidental.
Borges
Pessoa
Poeta visionario. Poeta de lo sublime. Fernando Pessoa, que en
vida sólo vio publicado su libro
Mensaje, fue uno y varios al escribir bajo la firma de tres heterónimos distintos: Alvaro de
JANO EXTRA NOVIEMBRE 2005. N.º 1.583
Woolf (Inglaterra, 1882-1941)
(Argentina, 1899-1986)
Obras: Pedro Menard, autor del Quijote; Ficciones;
El Aleph; El informe de Brodie; Elogio de la sombra;
La historia universal de la infamia;
Cuadernos de Bustos Domecq; El fulgor.
(Portugal, 18881935)
Obras: Mensaje; Libro del
desasosiego; Obras completas
de Alvaro de Campos; Ricardo
Reis y Alberto Caeiro.
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Campos, Alberto Caeiro y Ricardo Reis, cada uno de ellos poeta con mayúsculas. En consecuencia no deberíamos hablar del
genio, sino de “los genios” del escritor portugués.
Con Pessoa la fascinación se inicia con su nombre que significa, persona o máscara. Tantas son las máscaras tras las que se
oculta como las distintas literaturas que su poesía contiene y
que, en buena medida, le hacen inabarcable, infinito, eterno.
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Jorge Luis Borges es a la literatura lo que la literatura es a
Jorge Luis Borges: todo. Borges es una biblioteca. Se sentía
parte de la literatura y confesaba sin rubor que los libros
constituían la razón única fundamental de su existencia.
Poeta notable y ensayista brillante, la historia lo acoge como uno de los mejores cuentistas —así le gustaba ser llamado— que los libros han
conocido. En dos o tres páginas nos introduce en historias
asombrosas cargadas de simbolismo en las que a menudo se
mezclan espejos, brújulas, caminos que se bifurcan, laberintos… metáforas de las que se sirve para intentar desentrañar
aquellas preguntas que flotan sobre toda su literatura :¿qué es
el hombre?J
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