La realidad como objeto de conocimiento

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La realidad como objeto de conocimiento.
Las preguntas acerca del origen y las características del
conocimiento, sin duda nos invitan a pensar qué conocemos?
¿conocemos lo real? ¿Existe una realidad? O la realidad es
múltiple y diversa? ¿Qué es lo real? Lo que vemos? Lo que
creemos acerca de ella?
Se ha considerado un problema esencial dentro de la
gnoseología, el determinar si existe o no una realidad y en qué
medida esa realidad es independiente del acto de conocer.
Teorizamos a cerca del mundo, sus cosas, sus leyes; hacemos
afirmaciones sobre nosotros mismos y sobre aquello que
consideramos diferente de nosotros. Pero, esas realidades, ¿no
serán acaso simples quimeras del conocimiento como sucede,
por ejemplo con los sueños, las alucinaciones y otras ficciones
de la mente humana?
¿No serán el mundo y sus cosas, construcciones de nuestros
propios estados mentales, tal como lo creemos de las cosas que
un demente dice ver y que nosotros no vemos?.
“Realismo” e “idealismo” son los términos más usados para
agrupar las respuestas filosóficas a estos problemas.
Realismo:
El realismo, como posición filosófica, afirma que existe una
realidad independiente del conocimiento de los sujetos, existe
aún cuando no hubiera sujetos que pudieran conocerla.
Esta concepción está asociada a nuestro diario discurrir: existe
el centro de la tierra, la otra cara de la luna, los vehículos de
transporte, las cosas que compramos, etc. Además estamos
seguros de que las cosas tienen ciertas propiedades mediante
las cuales se distinguen unas de otras: su color, su peso, su
rugosidad, su sabor, etc.
Sin duda alguna, el realismo es la actitud más primaria de la
mente humana, muy cercana al sentido común. Según el modo
de pensar realista, la mente es como un espejo que representa la
realidad como ésta misma es en sí misma. Los objetos -cosas se
reflejan en la mente humana del mismo modo que un objeto se
refleja en un espejo.
La mente humana adopta una actitud absolutamente pasiva
ante la realidad, limitándose a reproducir fielmente lo que los
objetos son en el mundo externo.
Idealismo:
El idealismo es una posición filosófica que tiene como uno de
sus precursores el filósofo moderno: Imanuel Kant (1724-1804).
El sostenía que el conocimiento no es una copia de la realidad
tal cuál se nos presenta e impone a nuestros sentidos, sino que,
para Kant la actividad del conocimiento consiste en, constituir,
construir los objetos.
De manera que lo determinante en el acto de conocer no es
tanto el objeto, cuanto más bien el sujeto.
La realidad, entonces, es algo que surge del pensamiento
mismo. De acuerdo al idealismo kantiano alemán: “las
condiciones del conocimiento no están en las cosas sino en el
sujeto trascendental; no conocemos las cosas en sí, sino lo que
nosotros ponemos en las cosas: los fenómenos; las condiciones
para el conocimiento no son exclusivas de un determinado
sujeto, son condiciones de todo sujeto humano y de todo
conocimiento posible”.
La reflexión filosófica acerca del conocimiento de la realidad,
analizaba, entonces, si es posible acceder al conocimiento de la
realidad tal como ella es (digamos la realidad en sí,
independientemente de mi experiencia) o si en cambio
debemos conformarnos con hablar de la realidad como una
construcción del conocimiento. Esto equivale a distinguir entre
“lo que hay ahí afuera” independientemente de nosotros y lo
que llamamos “lo real” en tanto que construcción de
conocimiento.
Desde la perspectiva del idealismo, los objetos de
conocimiento podrían ser planteados como construcciones
sociales. El problema de la esencia del conocimiento consiste
en determinar si en efecto el sujeto es meramente receptivo en
el acto de conocer, como pretende el realismo, o si, por el
contrario, no es un espejo y el conocimiento se convierte así en
una especie de acción, de praxis.
Esta última es justamente la opinión de Kant, quien sostiene
que conocer no es, en su fundamento, reflejar los objetos sino
que es ante todo trazar el horizonte dentro del cual los objetos
son objetos de conocimiento.
Para Kant, el conocimiento en su último fundamento, no es ya
teoría, pura contemplación, sino una cierta operación
transformadora que el sujeto cumple: conocer quiere decir
elaborar el objeto. Y los discípulos de Kant – Hegel entre otros –
va a terminar sosteniendo que conocer significa directamente
crear el objeto de conocimiento, más aún la realidad.
Bibliografía:
Carpio, A. (1997) Principios de filosofía. Bs. As. Glauco.
Colacilli de Muro, Elementos de Lógica Moderna y Filosofía.
Nociones
Fragmentos para la discusión, la reflexión y el
diálogo….
Podemos y debemos insistir en que algunos hechos están ahí para
ser descubiertos y no para ser legislados por nosotros. Putnam,
Hilary. Las mil caras del realismo.
El hecho de que haya representación no es, según Heidegger, un
fenómeno reciente. Todo lo que deviene presente, todo lo que es,
es decir, todo lo que es presente, se presenta, todo lo que sucede
es aprehendido en la forma de la representación. La cuestión es,
para ésta época la del valor de la representación, la de su verdad o
adecuación a lo que representa. Jacques Derrida, La
desconstrucción en las fronteras de la filosofía.
Cuando doy más vueltas a la cuestión veo sin duda alguna que el
estar despierto no se distingue con indicio del estar dormido, y me
asombro de manera que el mismo estupor me confirma en la idea
de que duermo. Descartes Meditaciones metafísicas.
La realidad auténtica y primaria no tiene por sí figura. Por eso no
cabe llamarla mundo. Es un enigma propuesto a nuestro existir.
Encontrarse viviendo es encontrarse irrevocablemente sumergido
en lo enigmático. A este primario y preintelectual enigma reacciona
el hombre haciendo funcionar su aparato intelectual, que es sobre
todo, imaginación. Crea el mundo matemático, el mundo físico, el
mundo religioso, moral, político, y poético, que son efectivamente
“mundos” porque tienen figura y son un orden, un plano. Esos
mundos aceptados cuando aparecen ajustarse a ésta con máxima
aproximación. Pero bien entendido, no se confunden con la
realidad misma. Ortega y Gasset, José. Ideas y creencias.
Orientaciones para el análisis:
1) Busca información sobre los autores mencionados en cada fragmento.
Contextualiza dicho autor precisando la época en que vivió y la
corriente filosófica en que se podría encuadrar cada uno de ellos.
2) Busca aspectos en común en las afirmaciones. Intenta encontrar
diferencias entre ellas.
3) Intenta analizar las posibles coincidencias con las dos posiciones
presentadas en el texto anterior.
Actividad de Producción:
1.- Busca diferentes autores que analizaron la problemática de la realidad
como objeto de conocimiento.
2.- Selecciona aquellas afirmaciones que te parecen más representativas
de los puntos de vista de esos autores.
3.- Elabora una presentación en Power Point con las diferentes reflexiones
filosóficas sobre la temática, sistematizando primero las preguntas que
originaron sus reflexiones. Intenta “poner en diálogo” las afirmaciones
seleccionadas, encuentra semejanzas, coincidencias, confrontaciones, etc.
4.- Formula preguntas que orienten a los destinatarios de la presentación a
descubrir y analizar las relaciones que planteaste en el punto anterior.
5.- Ilustra la presentación con fotos, imágenes, etc.
Sugerencias para el docente
Sugerencias para los alumnos : criterios de evaluación
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