La poesía medieval 2. La poesía culta: el mester de clerecía. Al mismo tiempo que existe una épica castellana, que se cultiva como entretenimiento, hay a fines del siglo XII y durante el XIII una poesía culta con fines didácticos: el mester de clerecía, cultivado por caballeros estudiosos y clérigos. Son poemas narrativos, de tema religioso (1) o histórico (2) . (1) Versan sobre vidas de santos, milagros, etc.; en este caso la intención didáctica de las obras es de tipo religioso-moral; (2) Los temas históricos pueden ser: a) asuntos de la Antigüedad clásica, que, aunque conocida, no era comprendida en la Edad Media. O b) se tratan algunos temas épicos nacionales, aunque es mucho menos frecuente. En ambos casos lo característico es que la materia se obtenía de otros textos anteriores escritos en latín. Las dos obras principales sacadas de temas de la Antigüedad son: el Libro de Apolonio y el Libro de Alexandre (sobre Alejandro Magno, rey de Macedonia; siglo IV a.C.) Respecto a la forma, el mester de clerecía utiliza la cuaderna vía: estrofa de cuatro versos de catorce sílabas (llamados alejandrinos, precisamente por el Libro de Alexandre) monorrimos. Cada verso se divide en dos partes o “hemistiquios”, mediante una pausa breve a la que llamamos “cesura”. Los poetas que empleaban esta forma de composición estaban muy orgullosos de ello, y así lo demuestran estos versos del autor del Libro de Alexandre: mester traigo fermoso, non es de joglaría, mester es sem pecado, ca es de clerecía, hablar curso rimado, por la cuaderna vía, a sílabas contadas, ca es gran maestría. Es de estos versos de donde nace la oposición entre los dos mesteres. [Nota: en la primera época de esta manera de escribir no se empleaban sinalefas.] Será Gonzalo de Berceo (s. XIII) quien lleve la cuaderna vía a su máxima expresión. Pertenece también al mester de clerecía Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (S. XIV), clérigo “ajuglarado” cuyo Libro de Buen Amor es una síntesis de toda la poesía medieval.