LA FAMILIA MULEY

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LA FAMILIA MULEY: EL DESTINO TRÁGICO
DE LOS NOTABLES MORISCOS GRANADINOS
The Muley family: the tragic destiny of the Moorish nobles
in Granada in 16th century.
Florence Lecerf*
Resumen:
La importancia de la familia morisca de los Muley en el seno de la sociedad granadina
del siglo XVI fue probada, no sólo como defensores de la comunidad morisca como
lo fueron algunos de sus miembros -Francisco Núñez Muley siendo el más conocidosino también por su ascendencia real. Sin embargo, varias zonas de incertidumbre
permanecen en nuestros conocimientos de esta familia y de sus miembros. Los
estudios realizados hasta el momento tienden a mostrar las afrentas cotidianas
padecidas por algunos Muley. ¿Cómo una familia descendiente de los príncipes
meriníes y del rey Muley Haçen, pudo venirse a menos y caer en la decadencia si
tomamos la expresión de Bernard Vincent?
En este artículo presentaremos documentos inéditos de diversos miembros de la
familia Muley; nos informan sobre su biografía, sobre su unión con otras familias
moriscas -en particular con la familia Çaybona- y nos dejan ver algunos indicios de
esta tragedia de los notables moriscos a quienes se les quitaban el respeto y el honor
de su condición.
Abstract:
The importance of the Moorish family of the Muley in Grenadian society of the 16th
century is nowadays obvious, not only by the actuation of some of its members
-Francisco Núñez Muley is the more famous- but also by the royal ascendance
discovered some years ago by María Jesús Rubiera Mata. However we are far from
knowing all about that family and its members. The studies realized until now tend to
show that some of them were insulted in their daily life. How a family descendant of
merinis princes and of king Muley Haçen could have gone to total “decline” using the
term of Bernard Vincent?
*
Universidad de Granada. E-mail: [email protected]
Este trabajo se inserta en los llevados a cabo por el grupo de investigación
“Investigaciones Filológicas y de Cultura Hispánica”: GRINFICUH. HUM 837.
Trastámara, nº 12, julio-diciembre 2013, pp. 5-32, ISSN: 1989-4066
This article analyzes new documents of various Muley family’s members; they give us
new information about their biography, about their unions with other Moorish
families -particularly with the Çaybona family- and let us catch sight of some
reflections of that tragedy of Moorish nobles deprived of the respect and the honour
of their condition.
Los notables moriscos granadinos fueron la materia de estudios de
varios especialistas entre los cuales Enrique Soria Mesa y Bernard Vincent. En
la opinión de Bernard Vincent, la mayoría de los notables moriscos tuvo
mucha dificultad en imponerse en un ese mundo en reconstrucción como era
entonces la sociedad granadina después de la Reconquista, a pesar de ser
personas muy influentes en el ámbito político, económico y cultural. Tomó
como ejemplo a la familia Muley: después de recordar los datos biográficos
aportados por María Jesús Rubiera Mata - quien supo, la primera, identificar a
los Muley granadinos, como los descendientes de Abdal Haqq1, ultimo sultán
meriní de Marruecos, y después de referir los servicios a la Corona y sus
consecuentes gratificaciones, el hispanista ha señalado el malestar
probablemente sentido por algunos nobles frente a atrasos de pagos o a todo
tipo de insultos o humillaciones que no hacían sino evidenciar una falta de
consideración u de respeto hacia su persona. Recordaremos también el
incidente que opuso Francisco Núñez Muley a Hernán García de Valera, quien
lo insultó de “perro moro”2. Luego relató las contrariedades sufridas por la
familia Muley después de la deportación de los moriscos fuera del Reino de
Granada. Algunos padecieron la prisión, otros la deportación y la confiscación
de sus bienes y se puede decir que todos sufrieron el menosprecio y la
indiferencia a pesar de su condición de nobles.
No voy a volver sobre lo que ya sabemos, daré a conocer documentos
inéditos que nos permitieron seguir los pasos de algunos Muley, e insistir de
nuevo sobre la precariedad de su situación. Esos documentos proceden del
Archivo de Protocolos del Ilustre Colegio Notarial de Granada y hoy reunidos
nos permiten ampliar nuestros conocimientos; aunque no estemos todavía
1 RUBIERA MATA, M. J. (1996): «La familia morisca de los Muley-Fez, príncipes
meriníes e infantes de Granada». Sharq Al-Andalus, 13. Alicante, pp. 159-167.
2 GARCÍA PEDRAZA, A. (2002): Actitudes ante la muerte en la Granada del siglo XVI:
los moriscos que quisieron salvarse. Tomo II. Editorial Universidad de Granada / Fundación El
Legado Andalusí. Granada, pp. 940-948.
6
capacitados para elaborar un árbol genealógico completo ni conocer en
profundidad todos sus miembros.
1. ALGUNOS DATOS BIOGRÁFICOS
Once documentos sirvieron a la redacción de este artículo3.
3
Testamento de Hernando de Fez Muley Çeyen.
3 de Julio de 1537.
ARCHIVO DE PROTOCOLOS DEL ILUSTRE COLEGIO NOTARIAL
(Arch. Prot. Gr.), Protocolo G-41, fols. 345v-346v.
DE
GRANADA
Inventario de los bienes de doña Isabel Muleya, hija de Francisco Núñez Muley.
27 de junio de 1554.
Arch. Prot. Gr., Protocolo G-83, fols.211r-213v.
Carta de dote de doña Catalina de Fez Muleya otorgada por Álvaro López el
Çamar.
28 de abril de 1558.
Arch. Prot. Gr., Protocolo G-106, fols. 362v-367v.
Carta de dote de Florencia Enríquez Abençaydbona otorgada por Hernando de
Fez Muley el Mozo.
15 de abril de1559.
Arch. Prot.Gr., Protocolo G-111, fols. 408r-412r.
Carta de dote de doña Isabel de Mendoza de Fez Muley otorgada por Pedro
López Enríquez Abençaydbona.
6 de mayo de 1561.
Arch. Prot. Gr., Protocolo G-120, fols. 333r-337r.
Codicilio de Juan Zacarías el Begi, padre de Brianda de Guevara Begia.
9 de julio de 1561.
Arch. Prot. Gr., Protocolo G-120, fols. 387v-388v.
Escritura de venta de Hernando de Mendoza de Fez Muley y Florencia Enríquez
Abençaydbona.
Arch. Prot. Gr., Protocolo G-116, fols. 622r-623v.
Testimonio pedido por Francisco Hernández Muley.
14 de agosto de 1567.
Arch. Prot. Gr., Protocolo G-158, fols. 1008r-v.
7
Dos testamentos redactados con treinta y tres años de diferencia
-respectivamente del abuelo y del nieto- abren y cierran esta serie de
documentos. Estos dos documentos fueron citados por María Jesús Rubiera
Mata, nos interesaremos en su contenido.
El testamento que don Fernando de Fez Muley Çeyen otorga en 1537
es bastante corto4. Este hombre es el rey exiliado “Al-Mutawakkil”, casado con
una hija del rey Muley Buliaçen, cuñado de Boabdil. Lo encontramos también
con el nombre de Fernando Abdilhaque de Fez o Muley Seyen5.
Cuando otorga su testamento Hernando de Fez Muley Çeyen debe de
tener unos noventa años. Tiene tres hijos: Alonso, Álvaro y Luis. Alonso es
loco -“es falto de juyzio”- y pobre, por eso le deja el tercio de sus bienes además
del quinto que deja a cada uno de sus hijos. De don Álvaro nos sabemos más.
En cuanto a Luis, parece ser difunto en el momento de la redacción del
testamento de su padre; sin embargo entre los herederos se encuentran sus
hijos: doña María, don Fernando y don Andrés.
Sabíamos hasta ahora que Álvaro hubiera tenido un hijo, Hernando
Muley o Hernando de Mendoza de Fez Muley6. En el testamento al que nos
referimos ahora, aprendemos que Luis también tenía un hijo llamado
Hernando.
Testamento de Brianda de Guevara Begia, mujer de Andrés Muley
8 de mayo de 1569.
Arch. Prot. Gr., Protocolo G-172, fols. 174r-177v.
Testamento de don Fernando de Fez Muley.
17 de enero de 1570.
Arch. Prot. Gr., Protocolo G-172, fols. 604r-606v.
Dispensa matrimonial de María Bexia y Alonso Gómez Çaibona.
2 de mayo de 1569.
ARCHIVO DE LA DIÓCESIS DE GRANADA, Legajo 1, pieza 54.
4 Arch. Prot. Gr., Protocolo G-21, fols. 345v-346v.
5 Estos diferentes nombres aparecen en la probanza de los Infantes de Granada,
don Fernando y don Juan, en la cual don Hernando de Fez interviene como testigo:
LÓPEZ DE COCA CASTAÑER, J.E. (1988): «Granada en el siglo XV: las postrimerías
nazaríes a la luz de la probanza de los Infantes Don Fernando y Don Juan ». En Andalucía
entre oriente y occidente (1236-1492), Actas del V Coloquio Internacional de Historia Medieval de
Andalucía. Diputación Provincial de Córdoba. Córdoba, pp. 599-641.
6 En su memorial, Francisco Núñez Muley afirma que la cédula firmada por
Carlos V que suspendía la prohibición del uso y confección del traje morisco en 1518, «está
en poder de Don Hernando Muley, mi sobrino, hijo de Don Álvaro de Fez, su padre, ya difunto, que la
había traído su agüelo, mi tío, Don Hernando de Fez, difunto”: FOULCHE-DELBOSC, R. (1899):
«Memorial de Francisco Nuñez Muley». Revue Hispanique, VI. New York, p. 209.
8
Hemos encontrado la carta de dote que Hernando de Mendoza de Fez
Muley “el Mozo”, otorga en 1559 a Florencia Enríquez Çaybona. Esta escritura
confirma que Álvaro es su padre y nos da el nombre de la madre: Mayor
Çalmona.
Hernando de Mendoza de Fez Muley el Mozo nació alrededor del año
1541: tiene unos 20 años aproximadamente, en 1561, cuando otorga una
escritura de venta con su mujer Florencia. Ambos son menores y tienen que
jurar; tienen más de 20 años y menos de 25 años7.
En 1559, su padre, Álvaro de Fez Muley, ya había muerto. Y en su
testamento, que redacta 10 años más tarde sabemos que su padre y su abuelo
están enterrados en la iglesia de San Pedro y San Pablo8:
“mando que my cuerpo sea sepultado dentro de la dicha yglesia de San Pedro y
Sant Pablo de donde yo soy parroquyano en una sepultura que allí yo tengo
mya donde estan sepultados mys padres y abuelos ya difuntos”.
Hernando y Florencia tienen dos hijos: don Álvaro y doña Madalena.
Vemos una vez más que abuelo y nieto llevan el mismo nombre, lo que es
todavía algo usual entre los musulmanes hoy en día.9.
La repetición del nombre Hernando dificulta nuestro estudio de esta
familia, a veces nos sabemos a quién se refiere el documento. Por ejemplo, en
1558, don Hernando de Fez Muley y doña María Moroxia, casan a su hija doña
Catalina de Fez Muleya con Álvaro López el Çamar10. En 1561, don Hernando
de Mendoza de Fez Muley y su mujer doña Francisca de Almorox casan a su
hija, Isabel de Mendoza de Fez Muleya, con Pedro López Enríquez
Abençaydbona11. En esta ultima escritura, está indicado que Andrés de Fez
Muley es el tío de la novia, lo que nos permitiría identificar a don Hernando de
Mendoza de Fez Muley como hijo de Luis y hermano de Andrés. Podemos
confirmar este parentesco en el testamento de Brianda de Guevara Begia, la
mujer de Andrés Muley, puesto que en el momento de otorgar su testamento
7
Arch. Prot. Gr., Protocolo G-116, fols. 622r-623v.
Arch. Prot. Gr., Protocolo G-172, fols. 604r-606v.
9 Sobre la transmisión del nombre y del apellido en el seno de la comunidad
granadina del siglo XVI ver: LECERF, F. (2009): «Une identité imposée, une identité
revendiquée : Les morisques grenadins au XVIe siècle». Cahiers de la Méditerranée, 79
(dossier thématique coordonné par María Ghazali : Les morisques : d’un bord et l’autre de la
Méditerranée, Centre de la Méditerranée moderne et contemporaine. Université de NiceSophia Antipolis). Nice, pp. 73-93.
10 Arch. Prot. Gr., Protocolo G-106, fols. 362v-367v.
11 Arch. Prot. Gr., Protocolo G-120, fols. 333r-337r.
8
9
se encontraba en casa de don Hernando [de Mendoza]12 Muley, su “cuñado”,
quien firma la escritura:
En 1564, doña Isabel Jabiça es declarada libre de cualquier obligación
hacia Lucia Torbaca quien le había servido durante nueve años. Recibió lo que
se le debía en una clausula testamentaria de don Fernando Muley, difunto en el
momento de la escritura de finiquito. Don Fernando Muley era el marido de
Isabel, vivían en la parroquia de San Pedro y San Pablo. Don Fernando de
Mendoza de Fez Muley el Mozo firma la escritura como testigo13. ¿Quién era
ese don Fernando Muley?
Nos preguntamos también sobre la procedencia del apellido “de
Mendoza”. Parece que fue Hernando de Fez Muley, el hijo de Luis, quien
empezó a utilizar este apellido y que su primo, su homónimo, lo imitó
añadiendo “el Mozo”. Ignoramos quien era la mujer de Luis, la de Álvaro se
apellidaba Çalmona. Puesto que el apellido no correspondía siempre al de los
padres, podemos imaginar otros criterios en el momento de la elección. En
este caso podríamos pesar que adoptaron este apellido en honor al conde de
Tendilla, su protector. No sería imposible que el conde de Tendilla hubiese
sido padrino en el bautizo del niño Hernando. Hay que recordar que es muy
probable que el conde de Tendilla hubiese sido el promotor de la redacción del
Memorial presentado por Francisco Núñez Muley. De hecho, un documento
probaría que el memorial de Núñez Muley hubiera sido el « resultado de una
operación concertada y minuciosamente preparada» en la cual el marqués de
Mondéjar parece haber desempeñado un papel importante.14 Una vez más no
12
El apellido “de Mendoza” está tachado en el texto lo cual nos sorprende.
Arch. Prot. Gr., Protocolo G-137, fols. 1339r-v.
14 “La présence de sa requête aux Archives de la Alhambra, semble désigner le
marquis de Mondéjar comme protagoniste essentiel de l’affaire”. VINCENT, B. (2002):
«Histoire d’une déchéance: la famille des Fez-Muley à Grenade au XVIe siècle». Cahiers du
C.R.I.A.R., 21. Rouen, p. 72.
13
10
son sino suposiciones que sola la consulta minuciosa de los archivos nos
ayudaría quizás a confirmar o rechazar.
Podemos sin embargo confirmar los lazos de unión con la familia
Çaybona. Además de la unión de Hernando de Fez Muley con Florencia
Enríquez Çaybona, y de la de Isabel de Mendoza de Fez Muleya con Pedro
López Enríquez Abençaydbona, encontramos la de doña Isabel Muleya con
Pedro López el Bergi, el hijo de Constanza Çaydbona, casada con Juan
Zacarías el Bergi. El caso se vuelve sumamente interesante cuando sabemos
quién es el padre de Isabel: Francisco Núñez Muley, el famoso abogado de los
moriscos15. La cosa va más allá: la hermana del yerno de Francisco Núñez
Muley, doña Brianda de Guevara Bergia, estaba casada desde el año 1539 más
o menos con don Andrés Muley. Treinta años más tarde -como hemos vistootorga su testamento en casa de don Fernando [de Mendoza (tachado en el
texto)] Muley, su cuñado16. Andrés está citado en el texto, heredaría de ciertos
bienes de su mujer pero no parece asistir a la redacción del testamento de su
mujer. No parecen tener hijos porque la única heredera de Brianda es su
madre, Constanza Çaybona. Sus albaceas son Yñigo Hernández y Pedro López
Çaydbona.
Estamos en 1569, y sabemos que un Andrés Muley y un Hernando
Muley fueron expulsados del Reino. Además hubieran sido los instigadores de
una conspiración en Sevilla en 158017.
¿Cuál de los Hernandos fue expulsado, a cuál se le autorizó quedarse, el
que acompañó a Alonso del Castillo a Madrid en 1583?
Uno de los dos granadinos cuyas desventuras nos contó Domínguez
Ortiz se llamaba don Fernando Muley, o también llamado Fernando Enríquez.
Era un “hombre astuto, de mediana estatura, pelo oscuro y ligeramente calvo cuyo lenguaje y
cultas maneras no estaban en consonancia con su origen morisco”18. El apellido Enríquez
nos remite también a los Çaybona pero nos faltan todavía muchos datos.
Volveremos ahora sobre Francisco Núñez Muley. Los archivos no nos
han revelado quienes eran sus padres. Sabemos que tuvo por lo menos dos
15 Estas informaciones se encuentran en el inventario de bienes de Isabel Muleya,
redactado por Juan Zacarias el Bergi y Constanza Çaybona, quienes declaran haber
recibidos los bienes de Francisco Nuñez Muley, “padre de la dicha difunta a donde estaban
guardados”. Arch. Prot. Gr., Protocolo G-83, fols. 211r-213v.
16 Arch. Prot. Gr., Protocolo G-172, fols. 174r-177v.
17 DOMÍNGUEZ ORTIZ, A. (2009): «Desventuras de dos moriscos granadinos». En
Moriscos. La mirada de un historiador. Editorial de la Universidad de Granada / Fundación El
Legado Andalusí. Granada, pp. 27-32.
18 Ibídem, p. 30.
11
hijos: Alonso Martínez de Santiago19 et Isabel Muleya. Desconocemos quien
era su mujer. Tenemos más datos sobre el final de su vida: hasta ahora
pensábamos que había muerto antes de la revuelta de los moriscos de la
Navidad de 156820, pero un documento nos muestra lo contrario. Esta vez, no
se trata de un documento de los archivos notariales sino de una pedida de
dispensa matrimonial, conservada en el Archivo diocesano del arzobispado de
Granada. Los interesados son María Bexia y Alonso Gómez Çaibona. María
Bexia es la hija de Pedro López el Begi y de Isabel Muleya, entonces nieta de
Francisco Núñez Muley21. Alonso pide la dispensa necesaria, dado el grado de
parentesco existente entre ambos, el tal grado superando el cuarto grado de
consanguinidad. Formuló seis preguntas a las cuales contestaron tres hombres:
don Hernando de Mendoza de Fez Muley, Francisco Núñez Muley y don
Andrés de Fez Muley.
El documento está fechado del 2 de mayo de 1569, el texto nos indica
que Francisco Núñez Muley tiene 79 años (lo que nos permite decir que nació
alrededor del año 1490). Está ciego y guarda cama. Le queda seguramente poco
tiempo de vida, pero fue testigo de la rebelión de los moriscos y de sus
dramáticas consecuencias.
Todos estos documentos evidencian una realidad que Enrique Soria
Mesa demostró de manera muy acertada: la “gran familia” que formaban las
élites moriscas del Reino de Granada22. El caso de los Muley, aparentados con
los Granada Venegas, con los Çaybona, los Çamar, los Almorox….lo ilustra a
la perfección.
Sin embargo, las rivalidades estaban presentes. Bernard Vincent reveló
una cierta oposición entre el Zegrí y Nuñez Muley23. Esas tensiones parecían
deberse a una diferencia de convicciones: el primero no dudaba sobre lo que
tenía que hacer para conservar su dignidad y su honor sirviendo hasta el final a
la Corona, el segundo dependía inevitablemente del destino de su comunidad,
de la defensa de su identidad cultural. Y aquí radica el origen del drama de los
19
VINCENT, B. (2006): «Algunas voces más: de Francisco Núñez Muley a Fátima
Ratal». En El río morisco. Universitàt de Valencia, Universidad de Granada, Universidad de
Zaragoza. Valencia, p. 94.
20 Ibídem, p. 96.
21 ARCHIVO DE LA DIÓCESIS DE GRANADA, Legajo 1, pieza 54.
22 SORIA MESA, E. (2009) «Una gran familia. Las élites moriscas del Reino de
Granada». Estudis: Revista de historia moderna, 35 (Ejemplar dedicado a: Ciclo de
conferencias: Los Moriscos. Una minoría en la España Moderna). Valencia, pp. 9-36.
23 VINCENT, B. (2006): «Las élites moriscas granadinas». En El río morisco,
Biblioteca des Estudios Moriscos, Universitàt de Valencia, Universidad de Granada,
Universidad de Zaragoza. Valencia, p. 194.
12
Muley: ellos que no pudieron elegir entre el exilo y la conversión, no aceptaron
nunca la pérdida de su identidad.
2. EL DESTINO TRÁGICO DE LOS NOBLES MULEY
En la primera parte de este trabajo, nos hemos centrado en los datos
biográficos sacados de los documentos. Ahora analizaremos los indicios de la
tragedia sufrido por la familia Muley, descendiente de los príncipes meriníes, y
a menudo despreciada, insultada y arruinada.
Volvamos sobre el primer testamento; el de don Hernando de Fez
Muley Çeyen. Este hombre recibió una pensión vital importante y los Reyes
Católicos reconocieron su estatuto real:
“20.000 de por vida a Don Fernando de Fez, antes Abulhacen
Almutaguaguil, 22 de Noviembre 1500”24
“Los Reyes Católicos parecen reconocer su estatuto real: posiblemente sean los
padrinos de su bautismo y el de su mujer, la hija de Muley Haçen, ya que
reciben el nombre de Fernando e Isabel y le otorgan una cuantiosa pensión, sólo
inferior a aquellos que fueron “colaboracionistas” por propia voluntad, como
don Pedro de Granada. Fernando de Fez fue también beneficiario de la farda
y posiblemente recibió otros beneficios reales” 25
No obstante es pobre al final de su vida:
“yten pido e suplico al reverendisimo señor don Gaspar Davalos arzobispo de
Granada mi señor me mande dezir un creyndinario de mysas rezadas de mas
de las que yo he reçibido e reçibo cada dia de si reverendisima señoria e me
mande de tomar una bula porque con mi neçesidad e pobreza a mi
me queda muy poco con que poderlo dezir”26
24 LADERO QUESADA, M. A. (1993): Granada después de la conquista. Repobladores y
mudéjares. Diputación Provincial de Granada. Granada, pp. 593-603: Mercedes reales concedidas
a nuevos cristianos para compensar su conversión y evitar los prejuicios económicos que pudiera causarles,
Legajo 59. Citado por RUBIERA MATA, M. J. (1996): «La familia morisca de los MuleyFez…», art. cit., p. 161.
25 RUBIERA MATA, M. J. (1996): «La familia morisca de los Muley-Fez…», art. cit.,
p. 163.
26 Arch. Prot. Gr., Protocolo G-21, fols. 345v-346v.
13
No sabemos nada más, no deja nada a nadie excepto a sus hijos y
nietos, sin que sepamos a cuánto se elevan sus bienes; pero todo está dicho: el
rey Al Mutawwakil era acabó pobre. Eso no deja de sorprendernos, de la
misma forma que nos sorprendió ver que era el único en no recibir el cargo de
regidor al finalizar la Reconquista. Al principio del siglo, en el momento de su
conversión vivía en la parroquia de Santa María de la O, en el momento de la
redacción del testamento vive en la de San Pedro y San Pablo. ¿Qué pasó entre
estas dos fechas ? Es algo que nos quedará por investigar.
El testamento de su nieto es mucho más largo. Vive en la misma
parroquia donde vivía su abuelo. Parece haber subido la economía familiar,
aunque no sabemos tampoco a cuántos se elevan sus bienes. Lo que sí es cierto
es que gasta más que su abuelo en misas y limosnas para la Iglesia y que deja
bienes a varias personas además de a su familia cercana. Su problema es que no
puede gozar plenamente de sus bienes, espera una licencia de su Majestad para
poder venderlos: “que se le den luego y cada y quando su magestad diera licencia para que
yo pueda vender mys bienes rayzes”27.
Estamos a principios del año 1570, la situación de los moriscos
granadinos no es fácil, incluso para lo que fueron autorizas a quedarse.
En último lugar, presentaremos un documento un tanto extraño,
sumamente interesante. Se trata de una pedida de testimonio por parte de
Francisco Hernández Muley al escribano público Luis de Hontiveros, quien
debe atestiguar del estado en el cual se encuentran tres tiendas que Francisco
Hernández Muley había alquilado a os padres Teatinos “en el Albayzin en la plaça
que dizen de los Alamos en la collacion de San Salvador çerca de la dicha yglesya de San
Salvador”28.
Aquí tenemos a otro miembro de la familia Muley, que no conocíamos.
Vive en la misma parroquia que lo que hemos visto antes: la de San Pedro y
San Pablo. Debía tener bastantes relaciones cercanas con los Muley que
conocemos puesto que uno de los testigos de esta escritura es Pedro López de
Guevara el Bergi, el marido de Isabel Muleya (la hija de Francisco Núñez
Muley) y hermano de Brianda, casada ella con Andrés Muley.
Los Teatinos pertenecían a la Orden religiosa fundada en 1524 por San
Cayetano de Thiene, sacerdote de Roma, y por Juan Pedro Carafa (papa con el
nombre de Paulo IV en 1555), entonces obispo de Chieti (en latín Teate). Los
Teatinos inauguraron ese nuevo tipo de órdenes religiosas apostólicas
aparecidas en el siglo XVI, como lo fueron también las órdenes de los Jesuitas
y de los Barnabitas.
27
28
Arch. Prot. Gr., Protocolo G-172, fols. 604r-606v.
Arch. Prot. Gr., Protocolo G- 158, fols. 1008 r-v.
14
Parece que hubo pronto una confusión entre los dos términos “teatinos”
y “jesuitas” en España29.
El padre Francisco de Borja, escribiendo al Padre Ribadeneyra, le dice:
“Lástima, padre, lo que por acá pasa. Hanse descubierto muchos luteranos y hanse
comenzado a prender. No ha faltado quien ha echado fama en esta misma Corte y en
Castilla, que los teatinos (así nos llaman por acá) eran causa de estos errores, y que a mí me
habían prendido”30.
La confusión se daba también en Italia porque Esteban de Garibay,
hablando de la Compañía de Jesús advierte sobre la confusión entre Teatinos y
Jesuitas: “en Castilla y también en Italia a estos religiosos […] llaman con crasa ignorancia
«teatinos», los quales son también religiosos, pero de diferente Orden…”31
Francisco Hernández Muley había alquilado esas tiendas a los padres
“Teatinos”, para que establecieran una escuela. Es la función que tuvieron
durante un tiempo:
“para tener e en que avian tenydo escuela de niños e moços con los altos dellas
que estan ençima por çierto tiempo e preçio e en çierta forma e manera”
“yo el dicho escrivano doy fee que de antes de agora en las dichas tyendas solia
aver muchachos e moços de leer e escrivir e que nonbravan escuela de teatinos
asy en lo baxo como en lo alto de las dichas tyendas”
“hera verdad q podia aver medio mes poco mas o menos que vido que el cotretor que amuestra a los nyños de la dotrina […]”.
Una escuela de Jesuitas en el Albaicín, en la parroquia de San Salvador,
nos hace pensar en la Casa de la Doctrina. No sabemos todavía con certeza
donde estaba ubicado este colegio32. Se puede tratar aquí de una de las anexas
29
Ver sobre este asunto el articulo de GÓMEZ ORTÍN, F. (1992): «El topónimo
murciano Los Teatinos». Revista Murgetana, 85. Murcia, pp. 33-43.
30
MHSI. Borgia, III, 322-323, cit. en HUERGA, A. (1969): «La vida cristiana en los
siglos XV-XVI». En Historia de la espiritualidad. Tomo II. Juan Flors. Barcelona, p. 102.
31 O’NEILL, C.E., DOMÍNGUEZ, J.A., dirs. (2001): Diccionario histórico de la compañía
de Jesús. Biográfico-temático. Vol. IV. Institutum Historicum / Universidad Pontificia de
Comillas, Roma/Madrid, pp. 3707-3708. El término “teatino” acabó por definir también las
cualidades morales de una persona; una persona “teatina” era una persona “devota” o
“recogida”.
32 ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, J. R. (1983-1984): «La Casa de la Doctrina del Albaicin.
Labor apostólica de la compañía de Jesús con los moriscos». Cuadernos de la Alhambra, 1920. Granada, pp. 233-246.
15
que los religiosos tuvieron que alquilar para hacer frente al número creciente de
alumnos, como podemos leer en los anales de los jesuitas:
“y para acudir también a la enseñança y remedio de los moriscos naturales,
gente bien necesitada de Doctrina, se alquiló una casa en el Albaiçín,
dando lo necessario para el sustento el Arçobispo. Y se pasaron a ella nueve de
la Compañía, teniendo por superior al P. Ambrosio de Castilla. Predicaba a
los moriscos el P. Albotodo en su lengua arábiga los domingos y fiestas, y
pusieron escuelas para enseñar a leer y escrevir a sus hijos por enseñarles
juntamente los mysterios de la fe y buenas costumbres. Acudió gran número de
niños y algunos hijos de los christianos viejos que vivían en la ciudad; era el
maestro de escrevir el P. Francisco de la Torre que havía sido canónigo de esta
santa Iglesia, cosa que causó grande edificación ver ocupado en hacer materias,
corregir las planas, y cortar las plumas a los mochachos, una persona tan
conocida. Continuáronse estos ministerios hasta el año de 69, que por la
rebelión de los Moriscos, saliendo todos ellos desterrados de
este Reyno, cesó el fin de esta obra”33
“En el mismo ministerio edificó el P. Juan de Quixada que enseñava a leer, y
otros de grandes prendas, que continuaron en este tan humilde como útil
ministerio hasta el año de 1569, que fue el alzamiento de los
moriscos y los desterraron deste Reyno […]”34
“[…] se iva aumentando no sólo de novicios que daban raros exemplos de
humildad y desprecio del mundo, sino de sujetos antiguos, de grandes talentos,
virtud y letras, llegando ya el número a 70, con que se veían obligados a
mudar casas más capaces porque no cavían en las que
habitavan, pagando siempre el alquiler el Sr. Arzobispo.”35
La escuela que ocupaba las tres tiendas de Francisco Hernández Muley
fue abandonada al final de julio o principios de agosto del año 1567, dado que
el documento está fechado del 14 de agosto de 1567 y que les jesuitas hubieran
dejado los edificios al abandono dos semanas antes. Lo que es muy
sorprendente: el incidente tuvo lugar más de un año antes de la rebelión.
33 BÉTHENCOURT, J., OLIVARES, E., ed. (1992): Historia del Colegio de San Pablo:
Granada 1554-1765. Universidad de Granada. Granada; Primera parte: Historia Sucinta y
compendaria de el Colegio de Granada conforme a la ordenación de nuestro Padre general. Años 15541599, p. 31.
34 Ibídem, p. 175-176.
35 Ídem, p. 176.
16
Este documento nos muestra las tensiones existentes y que se hicieron
cada vez más opresivas para los moriscos. En efecto, los “teatinos”
abandonaron la escuela, quitaron las puertas sin avisar –“sin le desir ny haser de
saber cosa alguna”- y dejaron al abandono las tiendas. Los vecinos echaron allí
sus inmundicias y hasta se cogían las piedras para las obras de la Iglesia de San
Salvador:
“desanpararon las dichas tyendas no enbargante que todavia corre por ellos la
dicha renta dellas y sin le desir ny haser de saber cosa alguna e demas de lo
suso dicho le quytaron todas las tablas e çerraduras e maderos donde se ponyan
las tablas de las dichas puertas de las dichas tyendas e para los quytar
derrocaron parte de las paredes de las dichas tyendas e las avia dexado fechas
corrales y demas donde los vecinos se servia de echar ynmundiçias de tal manera
que las dichas sus tyendas quedaron disfamadas para no se poder alquylar a
persona alguna aunque agora se tornasen a poner en el estado que antes
estavan e solian estar e porque asy mysmo estavan arrancadas a las dichas
tyendas piedras e tierra de la obra que agora se fundava de la dicha yglesia de
San Salvador todo en mucho daño e perjuyzio de las dichas sus tyendas e renta
dellas”.
Podemos imaginar la humillación sentida por este notable, miembro de
una de las familias más prestigiosas. Francisco Hernández Muley les había
alquilado las tiendas mediante un contrato y también “de palabra”. La expresión
adquiere un valor inestimable; faltaron a su palabra. Es una afrenta, una
humillación personal la que se relata aquí: “como se qontenia en la escriptura que
sobrello paso e asy mysmo de palabra con algunos de los dichos teatinos”.
Esta traición al acuerdo previo recuerda las Capitulaciones de 1491 que
no fueron respetadas. Francisco Núñez Muley insiste, en su memorial, sobre la
transgresión de lo acordado: “[…] la conversión de los dichos naturales deste Reyno fue
por fuerça y contra lo capitulado”36
Francisco Hernández Muley, humillado e indignado, pide este
testimonio para que se le reconozcan sus derechos. No nos referimos ahora a
las afrentas que pudieron sufrir los moriscos con la población cristiana vieja,
con personas celosas o temerosas, sino de una afrenta con la autoridad
eclesiástica. El arzobispado pagaba el alquiler de las casas donde se establecían
las escuelas de los Jesuitas. Los jesuitas predicaban al pueblo y debían inspirar
confianza y dar el buen ejemplo. ¡Qué desilusión, qué frustración para este
36
FOULCHE-DELBOSC, R. (1899): «Memorial de Francisco Nuñez Muley», op. cit., p.
206.
17
notable morisco. Por otra parte, Francisco Núñez Muley denunció los abusos
tanto de la justicia seglar como de la eclesiástica:
“[…] para mal ante cada dia peor y mas maltratados en todo y por todas vías
y modos, ansi por lo que tengo dicho por las justiçias seglares e sus ofiçiales
como por la eclesiástica”37
Una vez más, estamos frente a esta “difícil convivencia”, frente a otro
« acontecimiento inesperado o excepcional [que] nos enseña mucho sobre las
relaciones cotidianas, porque abunda en indicios.”38
3. CONCLUSIONES
El drama de la familia Muley, lo hemos dicho, fue de no haber podido
elegir entre el exilio y la conversión, a principios de siglo. María Jesús Rubiera
Mata hizo hincapié en esta realidad: “Y este hecho lo convierte en una figura
excepcional: es el único miembro de la antigua corte nazarí que no puede emigrar y ha de
quedarse en la situación que los vencedores decidan para los moriscos y, por ello se ve
indudablemente obligado a bautizarse.”39
Es quizás una de las razones porque los miembros de esta familia
actuaron como defensores de los intereses de la comunidad morisca y de su
identidad cultural. Francisco Nuñez Muley defiende los intereses de los
moriscos como comunidad pero también los de los nobles moriscos. A medida
que leemos su discurso, vemos que Francisco Núñez Muley insiste sobre la
perdida de la fortuna de los nobles moriscos, sobre la pérdida de sus privilegios
y por consecuente de su honor. La frustración y la indignación se sienten en
cada repetición del texto:
37
FOULCHE-DELBOSC, R. (1899): «Memorial de Francisco Nuñez Muley», op. cit., p.
218.
38 “un événement inattendu ou exceptionnel [qui] nous apprend beaucoup sur les
relations quotidiennes, car il fourmille en indices”. VINCENT, B. (2009) : «La difficile
convivance». Cahiers de la Méditerranée, 79 (dossier thématique coordonné par María
Ghazali : Les morisques : d’un bord et l’autre de la Méditerranée. Centre de la Méditerranée
moderne et contemporaine, Université de Nice-Sophia Antipolis). Nice, p. 404.
39 RUBIERA MATA, M. J. (1996): «La familia morisca de los Muley-Fez…», art. cit.,
p. 163.
18
“en perjuizio de los naturales desde Reyno y contra sus previlegios y
probisiones”40
“[…] y presos por un quchillo y enviallos a galeras, y perderse sus
haziendas y los ofiçiales de la justiçia gozando de sus
haziendas”41
“por donde de rrazon y justiçia avian de ser mas fauoresçidos que los otros
Reynos y probinçias, y sus prebilegios y libertades guardados, y no se perdiese
como se perdió qualquier prebilegio y probision que se hizo
en su fauor”42
“es muy gran perdiçion y molestias y perdimientos de hazienda y
personas”43
“que fruto se puede sacar de todo lo suso dicho, sino perdimiento de
personas y haziendas por diversas e munchas partes e los prinçipios
dellos perdimientos dellas tales personas e haziendas sean
empeçado a mostrarse dende el dia que se pregono la dicha prematica”44
“e nos mas perderse an las personas y los linajes moriscos”45
“Pues que se puede perder en esto de hazienda e memorias, pues
que no les queda las antiguas por donde conozca cada uno lo suyo”46
“sino perdimiento de personas y haziendas como se a empeçado a
mostrar”47
¿Y cómo no insistir en ello? La propia experiencia de la familia Muley
con la « decadencia » d’Al-Mutawwakil visible en su testamento en 1537, el
pago de sumas escandalosas a las autoridades para ganar tiempo (en 1526 a
40
FOULCHE-DELBOSC, R. (1899): «Memorial de Francisco Nuñez Muley», op. cit., p.
214.
41
Ibídem, pp. 216-217.
Ibídem, p. 219.
43 Ibídem, p.221
44 Ibídem, p. 228
45 Ibídem, p. 229
46 Ibídem, p. 233.
47 Ibídem, p. 235
42
19
Carlos V) o para obtener indulgencia (en 1559 con «el Negocio General»48), la
confiscación y expropiación de bienes, etc. Todos esos abusos propiciaron y
acrecentaron un resentimiento profundo que les llevó seguramente a las
conspiraciones, que sea en 1568 en Granada o en 1580 en Sevilla.
No obstante, la familia Muley dio pruebas, a lo largo de su historia, de
una gran capacidad de reacción para reorganizarse y enriquecerse de nuevo. Al
Mutawwaqil murió pobre, ahora bien, su nieto don Fernando de Fez Muley
había acumulado una fortuna de más de 8.000 ducados cuando fueron
confiscados sus bienes en 157049.
Un articulo muy interesante de María del Carmen Ansón Calvo50, nos
informa de la unión de Alonso Enríquez Muley y Merín de Fez con una mujer
muy rica de Zaragoza: Cándida Compañero Navarro, la hija de Enrique
Compañero y de Gracia Navarro, notables moriscos muy famosos. El acta de
matrimonio está fechada del 16 de febrero de 1604. Sabemos que Alonso era
natural de Sevilla y que residía en Zaragoza; era abogado. No es imposible,
como lo subraya Ansón Calvo, que fuera el hijo de don Hernando de Mendoza
de Fez Muley et de Florencia Enríquez Abençaydbona.
Hemos visto que las elites moriscas formaban una “gran familia” en el
seno de la sociedad granadina y vemos ahora que eran capaces de encontrar
apoyos exteriores cuando lo exigían las circunstancias. ¿Quién mejor que los
moriscos podían poner en práctica el acertado refrán « la unión hace la
fuerza »?
Esos trayectos individuales de los miembros de la familia Muley tienden
a mostrarnos el sufrimiento, la tragedia de su destino pero también su
capacidad a reorganizarse, a crear nuevas redes de contacto y de uniones para
hacer frente a las dificultades. Es lo que daba miedo a las autoridades cristianas,
además de una posible ayuda exterior de los Turcos. Pero las diferentes
uniones entre las elites no hubieran bastado para organizar una rebelión
armada contra el poder -el episodio de 1580 mostró los límites de una supuesta
reorganización que estaba hecha principalmente de rumores-.
Nuestro deber es intentar seguir las huellas de esos individuos, en los
archivos, para juntar todas las informaciones posibles y entender sus decisiones
48 Hernando de Fez Muley había gastado en este “negocio” alrededor de 500
ducados. ÁLVAREZ DE MORALES, C. (1996): «Lorenzo el Chapiz y el “Negocio General”
de 1559». Revista Qurtuba, 1 Córdoba, pp. 11-38.
49 DOMÍNGUEZ ORTIZ, A. (2009), «Algunos documentos sobre moriscos
granadinos». En Moriscos. La mirada de un historiador. Editorial de la Universidad de Granada
/ Fundación El Legado Andalusí. Granada; pp. 78-79.
50 ANSÓN CALVO, M.C. (2003-2007) “Diego de Rojas y Alonso Muley Enríquez y
Merín de Fez: ilustres esposos de Cándida Compañero». Sharq al-Andalus, 18. Alicante, pp.
9-37.
20
y actitudes. La familia Muley es, en este aspecto, enriquecedora e ilustrativa de
lo que pudieron padecer los moriscos que no estaban dispuestos a abandonar
ni su identidad cultural ni sus privilegios de nobles. Todos no mostraron esta
fuerza de resistencia cultural ni todos defendieron su identidad porque todos
no estaban dispuestos a perder los privilegios que consiguieron de la Corona.
La expulsión acabó con esta lucha constante de los Muley entre su
voluntad de ser respetados y tratados como nobles y su apego a sus raíces
culturales.
21
ANEXO DE DOCUMENTOS
3 de julio de 1537. Granada.
Testamento de don Fernando de Fez Muley Çeyen. Nombra como
albaceas a doña Constanza Riaho, mujer de Álvaro Abenbucar y
Gonzalo Gutiérrez, cura y beneficiado de la iglesia de San Pedro y San
Pablo. Nombra como herederos a Alonso, Álvaro y doña María, don
Fernando y don Andrés, sus nietos, hijos de su hijo Luis.
Archivo de Protocolos de Granada. Protocolo G-41, fols. 345v-346v.
En el margen izquierdo: testamento fecho/ don Fernando de Fez Mulei/ su testamento/
En el nonbre de Dios, amen. Sepan quan-/tos esta carta de testamento vieren
como/ yo don Fernando de Fez Muley Çeyen vezino/ que soy desta nonbrada e grand çibdad
de/ Granada en la collaçion de San Pedro e San Pablo/ estando enfermo del cuerpo y sano
de la voluntad/ y en mi buen seso e juyzio natural tal qual Dios/ nuestro señor tuvo por
bien de me lo dar e temyendome/ de la muerte que es cosa natural de la qual ninguna/
criatura puede escapar cobdiçiando poner/ mi anima en la mas çierta carrera que pueda fa/llar para la salvar e llevar a la gloria otorgo e conosco que hago y hordeno este my
testamento en la forma e manera siguiente/
Primeramente que encomiendo mi anima [en la mas/ çierta carrera] a Dios padre e a su hijo
bendito// my señor e redentor Ihesu Cripto que por su preçiosa/ sangre muerte e pasion la
crio e redimio e pido/ e ruego a la gloriosa Virgen nuestra señora su bendita madre que ella
con todos los santos e santas de/ la corte del çielo quieran ser mis ynterçesores/ e abogados
delante de my señor Ihesu Cripto quiera/ perdonar mi anima/
yten mando que cada e quando de mi acaeçiere fi-/namyento mi cuerpo sea sepultado en la
dicha yglesia/ de San Pedro y San Pablo en la sepultura que al señor/ Gonçalo Gutierrez
cura e benefiçiado de la dicha yglesia/ le paresçiere al qual ruego que tome para ello li-/cençia
del alçobispo my señor/
yten mando que el dia de my enterramyento si fuera ora sino/ otro dia luego siguiente me
digan una mysa de requien cantada segund es uso e costumbre e se pague/
yten mando que los tres dias primeros despues de/ my enterramyento me digan un novenario
de mysas de requien ofrendas de pan e vino e çera segund es cos-/tunbre
yten pido e suplico al reverendisimo señor don Gaspar Davalos/ alçobisco de Granada mi
señor me mande dezir un cre- yndinario de mysas rezadas de mas de las merçedes/ que yo he
reçibido e reçibo cada dia de su reverendisima señoria/ e me mande de tomar una bula por
que con mi neçesi-/dad e pobreza a mi me queda muy poco con que po-/derlo dezir /
22
yten mando el terçio de todos mys bienes, derechos, acçiones que/ al presente tengo a don
Alonso mi hijo porque es fal-/to de juyzio lo qual le mando en aquella mejor forma/ e
manera que de derecho aya lugar y porque es my voluntad/ ansi y porque es pobre/
yten mando al dicho Alonso e Alvaro hernandez mis hi-/jos el quinto de todos mys bienes
despues que de que los/ partan por yguales partes tanto el como el/ otro y porque es my
voluntad ansi lo qual ansi mesmo// les mando en la mejor forma que de de-/recho aya
lugar/
E para cunplir e pagar este mi testamento e man-/das e obras pias en el contenydo dexo
por/ mys universales albaçeas a doña Costança Riaho muger de Alvaro Abenbucar e al
dicho/ Gonçalo Gutierrez, cura e benefiçiado de la dicha/ yglesia de San Pedro y San Pablo
a los quales/ y a cada uno dellos doy poder conplido pa/ra que entren e tomen de mys bienes
e con-/plan e paguen este dicho mi testamento e conplido/ e pagado en el remaniente que
quedare de/ todos mys bienes muebles e rayzes avidos e/ por aver dexo por mys universales
herederos/ a los dichos Alonso e Alvaro e a doña Maria e a don/ Fernando e a don Andres
mys nyetos hijos de don/ Luys mi hijo de los quales dexo por erederos que/ quiero que los
ayan e los partan por ygua-/les partes tanto el uno como el otro y el otro co-/mo el otro e que
no lleve ninguno dellos mas/ de lo que le cupiere e por este mi testamento revoco e anulo otro
qualquier testamento que antes/ del aya fecho que no quiero que valga salvo/ este que agora
fago y otorgo en la mejor manera/ que de derecho aya lugar. En testimonio de lo qual otor/gue esta carta ante el escrivano publico e testigos de yuso escrip-/tos en el registro de la qual
firmo a mi ruego un testigo/ que es fecha e otorgada en la dicha çibdad de Granada a tres
dias del mes de jullio año del nasçimyento de nuestro/ salvador Ihesu Cripto de myll e
quynientos e treynta e siete años testigos que fueron presentes a lo que/ dicho es Luys de
Ribera e Diego Axaco [vecino de] e Martin/ Sanches e Juan de Jofin Alvarin e Benito
Garçia/ guarniçionero vezinos y estantes en Granada. Va testado do dize despues de vecino
de vala./
Por testigo : Luys de Ribera.
23
17 de enero de 1570. Granada.
Testamento de don Fernando de Fez Muley. Nombra como albaceas a
Fernando de Guevara, don Fernando Muley el Viejo y doña Florencia
Enríquez, y como herederos a sus hijos, don Álvaro y doña Madalena
Muleyes.
Archivo de Protocolos de Granada. Protocolo G-172, fols. 604r-606v.
En el margen izquierdo: don Hernando de Fez Muley/ su testamento /
En el nonbre de Dios todo poderoso que bibe syn comyenço/ y reyna syn fin y de la
bien aventurada Virgen Santa Maria/ su madre nuestra señora a quyen todos los criptianos
tenemos y ynbocamos/ por señora e por abogada en nuestras tribulaçiones y nesçesidades/ e a
honrra e serviçio suyo e de los sanctos e santas de la corte ce-/lestial. Amen. Sepan quantos
esta carta de testamento vieren como yo/ don Hernando de Fez Muley el Moço, vezino que
soy desta çiudad/ de Granada a la collasçion de Sant Pedro y Sant Pablo estando/ enfermo
del cuerpo y sano de la voluntad y en mi buen seso/ juyzio y acuerdo y entendimyento natural
tal qual Dios nuestro señor/ quyso e tuvo por bien de me dar creyendo como creo firme/ e
verdaderamente en la santissyma trinydad padre e hijo/ y espiritu santo tres personas un solo
dios verdadero y todo/ lo que tiene e cree la santa madre yglesia de Roma/ ansy e como tal
fiel y catolico christiano lo deve thener e creer/ e temyendome de la muerte que es cosa
natural/ de la qual persona alguna no puede escapar por ende/ otorgo e conozco que fago e
hordeno este my/ testamento en la forma e manera siguyente/
Primeramente encomyendo mi anyma a Dios, nuestro señor/ que la crio y redimyo por su
preçiosa sangre muerte/ e pasyon e quando finamyento de my acaesçiere mando/ que my
cuerpo sea sepultado dentro de la dicha yglesia de/ Sant Pedro y Sant Pablo de donde yo soy
parroquyano/ en una sepultura que alli yo tengo mya donde estan se-/pultados mys padres y
abuelos ya difuntos e que el/ dia de my enterramyento sy fuere decente hora e syno/ en otro
dia luego siguyente digan por my anyma/ en la dicha yglesia de Sant Pedro y Sant Pablo una
mysa de requien cantada con su vigilia e responso y en los/ dias luego siguyentes despues de
my enterramyento/ me digan en la dicha yglesia un novenario de mysas de/ requien rezadas
ofrendadas todas las dichas mysas/ e que la ofrenda sea al paresçer de mys albaçeas/ de yuso
contenidos e paguen de mys bienes por dezir las dichas/ mysas e bigilia sus derechos
acostumbrados/
Yten mando que me digan en la dicha yglesia de// Sant Pedro y Sant Pablo nueve mysas
rezadas a honor/ e reberençia de las nueve fiestas de nuestra señora la/ virgen Santa Maria
madre de nuestro redemtor Jesu cripto e/ paguen por las dezir la limosna acostumbrada/
24
Yten mando que me digan en la dicha yglesia de Sant Pedro e/ Sant Pablo tres
mysas rezadas al honor e reberençia de/ la santissima trinydad y paguen por las dezir la/
limosna acostumbrada/
Yten mando que me digan en la dicha yglesia de Sant Pedro e Sant/ Pablo otras
seys mysas rezadas a honor e reberen-/çia de los doze apostoles que nuestro redemthor Jesu/
cripto traxo en su conpania e paguen por las dezir/ la limosna acostumbrada/
Yten mando que me digan en la dicha yglesia de Sant Pedro/ e Sant Pablo otras
seys mysas rezadas de requyen/ por my anyma e por las anymas de purgatorio e paguen/ por
las dezir la limosna acostumbrada/
Yten mando que el dia de my enterramyento acompañen/ my cuerpo con la cruz
doze clerigos presviteros e les paguen/ sus derechos/
Yten mando para la obra de la dicha yglesia de Sant Pedro/ y Sant Pablo en
reberençia de los santos sa-/cramentos que della he resçibido y espero re-/çibir quatro reales
de plata e a la obra de la yglesia/ mayor de Granada dos reales e las quatro mandas/
acostumbradas en esta dicha çiudad de Granada a cada/ una dellas quatro maravedis por
ganar sus perdones/
Yten confieso y declaro que yo he tenydo quentas/ con Hernand Lopez el Feri
mercader vezino desta ciudad/ de çiertas sedas que yo del he conprado y quentas de con/pania que con el yo he tenydo e contratado e por çierta parte de lo que asy me deve yo le
tendo hexentado/ e puse la exençion ante y en uno de los officios publicos de Granada a que
yo me refiero e porque yo tengo mucho amor/ e voluntad al dicho Hernand Lopez el Feri por
buenas/ obras que yo del he resçibido y por esta clausula de my/ testamento le hago graçia e
suelta e perdon de todo lo que/ paresçiere deverme en la dicha razon e mando que no se le/
pida ny demanda cosas nynguna de lo que asy me deve// Y demas desta gracia e suelta que
asy le hago no obstante que las quentas que entre my y el ubo estan fenesçidas y aberigua/das y yo no les devo cosas nynguna le mando por las causas/ que dicho tengo y demas de la
dicha suelta que asy le hago/ otros veynte ducados los quales mando que se le den e/ paguen
de mys bienes por quanto es asy my determina-/da voluntad/
Yten confieso y declaro que me debe la vibda de/ Christoval Ruyz Valera ya
difunto vecina de Granada a Sant Yle-/fonso sesenta e quatro ducados de resto de una
huerta/ carmen que yo le vendi por obligaçion que contra ella/ tengo que paso ante Lorenço
Sanchez escrivano publico del numero de Granada/ mando que se [le] cobren della y de sus
bienes/
Yten confieso y declaro que me deve Francisco Nuñez/ Muley vecino de Granada a
Sant Pedro y Sant Pablo veynte/ e siete ducados por dos escripturas de obligaciones que yo
tengo/ en my arca que pasaron la una dellas ante Garcia de Castilla escryvano/ de su
magestad e la otra ante Alonso Verdugo escrivano a que yo me refiero/ mando que se
cobren/
Yten mando a Mençia my criada por el amor que le tengo e/ por los servycios que
me a fecho en diversas vezes que a estado en my ca-/sa porque no a estado de ordinario veynte
25
ducados los/ quales mando que se le den luego y cada y quando su magestad/ diera para que
yo pueda vender mys bienes rayzes por quanto es/ ansy my voluntad/
Yten mando a Maria de Palaçios madre de la suso/ dicha y con la limytaçion que
se contiene en la clausula/ de antes desta diez ducados de oro esto por el mucho/ amor que le
he y tengo y porque ruegue a Dios por my anyma/
Yten mando a Luçia Naxara donzella vezina de Granada/ a Sant Pedro y Sant
Pablo otros diez ducados de oro los quales se le den luego y cada y quando se me diere/
licençia pa vender mys bienes rayzes por quanto es asy my voluntad e por/ que ruegue a Dios
por my anyma/
Yten confieso y declaro que devo a la dicha Mençia my criada/ otros dos ducados en
esta manera los ocho/ reales de los que me dio para/ ayuda a le comprar un manto y la resta
al conplimyento de los dichos dos ducados// que yo le hize graçia dellos pa el dicho hefecto y
no se le conpre/ el dicho manto mando que se le paguen de mys bienes/
Yten mando que a la hija de Luçia Guajaria vecina de Granada dos ducados de
oro/ los quales le mando por el mucho amor que le he y tengo e porque ruegue/ a Dios por
my anyma/
Yten mando a los nyetos pequeños de Alonso de Leon el Nuja-/gual que son Pedro
e Diego e Mariana, vecinos desta dicha çiudad a ca-/da uno dellos un ducado porque son
pobres e porque rueguen a Dios por/ my anyma/
Yten confieso y declaro que puede aver diez años poco mas/ o menos tiempo que yo
me case segund horden de la santa madre/ yglesia de Roma con doña Florencia Enriquez my
muger/ e al tiempo que con ella yo me case la suso dicha traxo a my/ poder e yo reçibi con
ella en dotte e casamyento lo que paresçe-/ra por la escriptura de dotte que en su fabor yo
tengo/ otorgada que paso ante Alonso Fernandes Gavano, escrivano de su magestad a que
yo/ me refiero por tanto mando que la dicha my muger sea pagada/ e preferida en el dicho su
dotte y arras/ enteramente por/que ansi conviene al descargo de my consçiençia/ respecto a
que todos sus bienes dottales/ yo se lo tengo consumydo e gastado en la mayor parte y esta es
my voluntad/
Yten mando a Francisca e a Brianda mis cuñadas hermanas/ de la dicha my
muger a cada una dellas quynze ducados/ que son pa anbas treynta ducados de por mytad
los quales les mando/ por el mucho amor que les he y tengo e pa ayuda a sus casa-/myentos e
porque rueguen a Dios por my anyma/
Yten mejoro y mando a don Alvaro Muley my hijo/ ligitimo e de la dicha my
muger en el terçio e re-/manyente de quinto de todos mys bienes rayzes e muebles/ derechos e
acçiones que de my quedaren e remanesçieren/ al tiempo de my fallesçimyento el qual dicho
terçio y remanyente de/ quynto le mando al dicho my hijo de mejoria demas y aliende de/ la
legitima que de my le cupiere e pertenesçiere o demas de/ los otros mys herederos por aquella
via e forma que mas a su fabor/ convenga e a lugar de derecho y esta es my voluntad/
E para pagar e cunplir este dicho my testamento e todo lo en el/ contenido de mis
bienes dexo y establezco por mis al-/baçeas e testamentarios exentores deste my testamento//
26
a Fernando de Guevara e a don Fernando Muley el Viejo vecinos desta/ dicha çiudad de
Granada y a la dicha doña Florencia Enriquez / my muger a los quales e a cada uno dellos
por sy yn-/solidad doy poder cunplido aquel que de derecho en tal caso/ se requyere pa que
sin liçençia ny abtoridad de alcalde ny/ de juez ny de otra persona alguna puedan entrar e
tomar/ vender e rematar tantos de los dichos mys bienes asy de/ muebles como de rayzes que
tantos basten y cumplan/ pa lo cumplir e pagar e asy mysmo dexo e nonbro/ a los dichos
mys albaçeas por tutores e curadores e ad-/mynystradores de las personas e bienes del dicho
don/ Alvaro my hijo y de doña Madalena de Fez Muleyes me-/nores mys hijos legitimos e
pido e suplico a qualesquier/ justiçias e juezes de su magestad los admitan en el dicho cargo e
le/ den el poder que pa lo usar y exerçer se les deve dar/
E pagado e cunplido este dicho my testamento e todo lo en el contenido de los/ dichos mys
bienes segund que aquy esta escripto e hordenado/ todo lo que fincare quedare e remanesçiere
de/ los dichos mys bienes asy de muebles como de rayzes/ derechos e acciones doquier que yo
los aya e tenga e me/ pertenezcan en qualquyer manera despues de cunplido/ e pagado lo
contenido en este dicho my testamento quyero e mando que los ayan/ y hereden los dichos don
Alvaro e doña Madalena/ Muleyes mys hijos legitimos e de la dicha my muger a los quales/
dichos mys dos hijos dexo e constituyo por mys legitimos e unyver-/sales herederos en el dicho
remanyente de mys bienes ygualmente/ tanto al uno como al otro/
Yten confieso y declaro que devo a Yñigo de Al-/morox vecino de Granada ocho ducados de
resto de quenta que entre my y el uvo que estan fenesçidas y remata-/das entre my e el suso
dicho hasta oy o lo que mas el suso dicho/ dixiere, los quales se le paguen luego y cada y
quando/ se me diere liçençia pa cobrar mys bienes rayzes e/ por quanto es asy my voluntad/
Yten confieso y declaro que porque a my se me deben/ çiertas contias de maravedis por
particulares personas e/ por agora yo no me puedo acordar las cantidades/ que son mando
que se cobre todo lo que paresçiere deverse-/me//
E por esta carta de my testamento reboco e anulo e doy por ningunos/ e de nyngund
valor ny hefecto todos e qualesquier testamentos cobdiçilios o mandas que antes deste/ yo aya
fecho e otorgado ansy por escripto como por palabra/ hasta oy dia de la fecha de esta carta los
quales quyero/ e mando que no valgan ny hagan fee en juyzio ny fuera del/ ellos ny alguno
dellos salvo este dicho my testamento/ que yo agora hago e otorgo en que es cunplida e acaba/da my final ultima e postrimera voluntad/ el qual quyero e mando que vala e sea firme,
bastante e vale-/dero cunplido y exentado en todo e por todo segund e/ como en el se contiene
e declara/
Yten mando que todas las mandas graçiosas que tengo fechas/ por este my
testamento se paguen e cunplan luego y cada/ y quando se me diere liçençia pa vender mys
bienes/ rayzes y esta es my voluntad/
En testimonyo de lo qual otorgue esta carta de my/ testamento en la manera que dicha es
ante el escryvano e/ testigos yuso escriptos en cuyo registro lo firme de my nonbre que es fecha/
e otorgada en la dicha çiudad de Granada a/ diez e siete dias del mes de henero año del
nasçimyento/ de nuestro salvador Jesu Cripto de myll e quynientos e setenta años/ a lo qual
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fueron presentes por testigos llamados e rogados/ Gonzalo Hernandez de Alarcon y
Sebastian Xuarez y Melchior/ Lopez Galarya y Geronimo de Aguylar y Antonio Morillo
vecinos/ de Granada y Pedro Rodriguez albañyr ansi mesmo vecino de Granada.
Por testigo: Gonzalo Hernandez
Ante mi: Alonso de Faces, escrivano.
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14 de abril de 1567. Granada.
Testimonio pedido por Francisco Hernández Muley al escribano
público Luis de Hontiveros sobre el estado de tres tiendas que tenía
arrendada a los padres “Teatinos”.
Archivo de Protocolos de Granada. Protocolo G-158, fols. 1008r-v.
Cruz.
Francisco Hernandes Muley testimonyo/ que pidio/ fecho/
En la çibdad de Granada catorze dias del mes de agosto de myll e quinyentos/ e sesenta e
siete años en presencia de my Luys de Hontiveros escrivano de su Magestad Real/ e vecino de
Granada e de los testigos yuso escriptos estando delante de las puertas de tres tyendas/ juntas
unas con otras que son en esta dicha çibdad de Granada en el Albayzin en la plaça/ que
dizen de los Alamos en la collacion de San Salvador çerca de la dicha ygle-/sya de San
Salvador donde yo el dicho escrivano fuy llevado para que diese por/ testimonyo de lo que
viese e me fuese pedido y estanto presente Francisco Hernandes/ Muley vecino desta dicha
çibdad a la collacon de San Pedro e San Pablo el qual dixo/ que por que en dias pasados el
arrendo e dio a renta a los muy reverendos// padrs teatinos las dichas tres tyendas para tener
e en que avia tenydo escue-/la de niños e moços con los altos dellas q estan ençima por çierto
tpo/ e prçio e en çierta forma e manera como se qontenia en la escriptura que/ sobrello paso e
asy mysmo de palabra con algunos de los dichos tea-/tinos e por que los suso dhos antes de
ser conplido el tpo q avian de/ tener las dichas tyendas los dichos padres teatinos le deyron e
desan-/pararon las dichas tyendas no enbargante que todavia corre por ellos/ la dicha renta
dellas y sin le desir ny haser de saber cosa alguna e demas de lo/ suso dicho le quytaron todas
las tablas e çerraduras e ma-/deros donde se ponyan las tablas de las dichas puertas de las
dichas/ tyendas e para los quytar derrocaron parte de las paredes de las dichas tyendas e las
avia dexado fechas corrales y demas donde los vecinos se ser-/via de echar ynmundiçias de tal
manera que las dichas sus tyendas quedaron/ disfamadas para no se poder alquylar a
persona alguna aunque agora/ se tornasen a poner en el estado que antes estavan e solian
estar e porque/ asy mysmo estavan arrancadas a las dichas tyendas piedras e tierra de la
obra que agora se fundava de la dicha yglesia de San Salvador todo en/ mucho daño e
perjuyzio de las dichas sus tyendas e renta dellas e por que/ pa su derecho le convenya tomar
por testimonyo todo lo suso dicho dixo que/ pedia e pidio a my el dicho escrivano que lo diese
asy por testimonyo para guarda/ de su derecho e para pedir lo que oviese que le convenya y el
dicho pedimyento yo el/dicho escrivano doy fee que en el dicho dia por el dicho Francisco
Hernandes Muley fuy/ llevado a las dichas tres tyendas de suso declaradas las puertas/ de
las quales no tenyan puertas nyngunas de tablas ny de otra forma estavan yermas e syn estar
en ellas persona alguna e paresçia aver quytado/ dos de las cañalejas donde se devieran de
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antes de poner tablas/ de la parte del suelo por que a lo q paresçia avia seña dello e cabe un
palar/ de las dichas tyendas estavan asy mysmo arrancadas çiertas piedras de/ canteria que
los que se hallaron all presente dixeron q heran piedras para la/ obra de la dicha yglesia de
San Salvador e yo el dicho escrivano doy fee/ que de antes de agora en las dichas tyendas
solia aver muchachos e moços/ de leer e escrivir e q nonbravan escuela de teatinos asy/ en lo
baxo como en lo alto de las dichas tyendas de lo qual que dicho es/ el dicho Francisco
Hernandez pidio que se lo diese asy por testimonyo e yo del dicho pedimyento/di al presente
segund de suso en el dicho dia e mes e año suso dicho e fueron/ testigos presentes al dicho
pedimyento e testimonyo Pedro Lopez de Guevara el Bergi/ e Sevastian de Cabra dixo que
hera verdad q podia aver medio mes poco mas o menos que vido que el co /tutor que
amuestra a los nyños de la dotrina e otros con el avia arrancado/ e se avian llevado las tablas
de las dichas tyendas e avian arrancado/ las cañalejas baxas de las dos puertas dellas e las
avian dexado yermas/
Fuy presente al dho testimonyo: Luys de Hontiveros, escryvano publico
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