Santa Sofía de Constantinopla

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Santa Sofía de Constantinopla
Santa Sofía de Constantinopla
1. IDENTIFICACIÓN DE LA OBRA.
El edificio conocido como Santa Sofía de Constantinopla o Divina Sabiduría (Hagia Sofia) fue
mandado construir por el emperador Justiniano, durante el período artístico conocido como
Primera Edad de Oro del arte bizantino.
-Identificación del autor: Antemio de Tralles, arquitecto artista, e Isidoro de Mileto, arquitecto
técnico. Arte Bizantino.
-Identificación de la obra. Santa Sofía, es la antigua catedral cristiana de Constantinopla
(actualmente Estambul, en Turquía), convertida en mezquita en 1453 y en museo en 1935.
Dedicada a la segunda persona de la Trinidad, es una de las obras más sublimes del arte
bizantino. Fue construida del 532 al 537, durante el mandato de Justiniano I en
Constantinopla, capital del Imperio bizantino (hoy Estambul, en Turquía).
Analizaremos la planta, el exterior y el interior.
2.-ANÁLISIS FORMAL.
-Materiales: Los materiales usados fueron piedra y ladrillo para los muros, mármoles de
colores para las columnas y el pavimento, planchas de cobre en el interior, tejas blancas y
esponjosas para la cúpula.
-Elementos sustentantes y sostenidos: La enorme cúpula (de 31 metros de diámetro) se apoya
en cuatro grandes machones que, a través de cuatro triángulos curvilíneos (pechinas) permiten
el paso de la planta cuadrada a la circular. Pero los empujes que esta cubierta genera se
dirigen también en sentido lateral, para lo cual se colocan bóvedas de cuarto de esfera, cuyos
empujes son, a su vez, recibidos por otras menores de igual forma y por dos bóvedas de cañón,
contrarrestadas también por gruesos estribos. Solucionado el problema de empujes y del paso
del cuadrado al círculo gracias a las pechinas, esta enorme cúpula fue también posible porque
en su construcción se emplearon tanto piedra porosa como teja, para hacerla menos pesada y
porque su tambor se horadó totalmente con ventanas, con lo que se aligeró aún más.
La cúpula aloja hasta cuarenta ventanas, que se sitúan en su arranque, y con el fin de aligerar
su enorme peso se utilizaron tejas blancas y esponjosas fabricadas en Rodas, más ligeras que
las tejas convencionales. A 55 metros de altura se sitúa la clave de esta bóveda que cerraba el
espacio interior pero que al tiempo era el reflejo de la inmensa bóveda celeste.
-Elementos decorativos: Las paredes que son de ladrillo como los arcos y bóvedas, se hallaban
recubiertas en el interior de dorados y maravillosos mosaicos que recibían el impacto de la luz
y producían un efecto y un ambiente sobrenatural
-Planta: Su planta conjuga magistralmente dos tipologías conocidas, la basilical y la de cruz
griega cubierta por una gran cúpula. De la basílica toma las tres naves (la central más ancha
que las laterales) y el ábside y de la segunda, la cruz griega inscrita en un rectángulo que casi
es un cuadrado.
En ella se descubren importantes novedades artísticas. En su lejana inspiración deben situarse
las minúsculas iglesias de Asia Menor de planta cuadrada o poligonal. Se separa con ello de la
tradición basilical romana, que se habían mantenido todavía en las anteriores iglesias de
Constantino y de Teodosio.
-Alzado: El alzado es lo más prodigioso de Santa Sofía, a causa de su ingenioso sistema de
contrarresto de empujes. La nave central, de 33 metros de ancho, se cubre con una colosal
cúpula de más de 30 metros de diámetro y 55 metros de altura que descansa sobre pechinas y
arcos, que trasladan su peso a cuatro grandes pilares que se apoyan en inmensos
contrafuertes exteriores.
Para contrarrestar su peso, la cúpula se ha colocado entre dos exedras de idéntico diámetro
que, a su vez, reparten sus empujes a otras exedras más pequeñas, tanto en la cabecera
(donde hay tres) como en los pies (donde hay dos exedras y un pórtico con bóveda de cañón
que cumple la misma función). De este modo, los inmensos empujes de una cúpula de este
tamaño son repartidos escalonadamente a través de exedras y bóvedas cuyas dimensiones son
cada vez más reducidas. Se consigue, así, un espacio interno, totalmente diáfano, sin ningún
tipo de obstáculo visual, de más de 30 metros de anchura por más de 80 metros de longitud.
3.-ANÁLISIS ICONOLÓGICO Y SOCIOLÓGICO.
-Clasificación de la obra en su estilo: El arte bizantino logró en la basílica de Santa Sofía su
monumento más sobresaliente y característico. El emperador Justiniano no regateó ningún
esfuerzo para conseguir que este templo poseyera la grandeza conveniente para convertirse
en centro espiritual del Imperio, en Catedral de los Patriarcas, escenario de los actos estatales
importantes y marco en suma donde se manifiesta el poder y la dignidad de su imperio
teocrático.
-Función y contexto de la obra: Esta iglesia es un lugar dedicado tanto a la glorificación de Dios
como del Emperador, con una jerarquización del espacio que deja traslucir el rígido protocolo
de la corte, reflejo de la influencia oriental en la cultura bizantina.
Su arquitectura es eminentemente espacial, aunque el efecto exterior ha sido
significativamente modificado por los otomanos, que lo enriquecieron con minaretes,
espolones y grandes contrafuertes.
Justiniano consiguió reconstruir el antiguo imperio romano, conquistando casi todo el
Mediterráneo. Durante su reinado se levantaron importantes obras de arte como la iglesia de
los Santos Sergio y Baco, los Santos Apóstoles, Santa Irene, todas en Bizancio, y las iglesias de
San Vital y San Apolinar in Classe, ambas en Rávena, que fue durante un tiempo, la segunda
capital del Imperio.
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