Este trabajo intenta describir características relevantes de los

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Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Humanas
V Encuentro Nacional y II Latinoamericano La Universidad como objeto de investigación
LA UNIVERSIDAD EN LA CARCEL.
UN EXPERIENCIA UNICA EN EL MUNDO
Mesa 8 – La institución y los actores
Prof. Carlos Alberto Gavarotto 1
1) Un poco de historia de la institución - La experiencia del Centro Universitario Devoto
El Centro Universitario Devoto (CUD) es la única experiencia, a nivel mundial, de la enseñanza universitaria
en cárceles 2 . Fue a fines del año 1985 cuando se firma un convenio entre la Universidad de Buenos Aires
(UBA), y el Servicio Penitenciario Federal (SPF) por el cual se establece que “…los internos (procesados y
condenados) alojados en Unidades del Servicio Penitenciario Federal, sin ningún tipo de discriminación,
podrán iniciar y/o continuar los estudios universitarios”. 3 Y en febrero del año siguiente este convenio fue
ratificado por el Consejo Superior de la UBA.
Luego de estos acuerdos formales había que ganar espacio al interior del penal, para lo cual, aquél grupo
pionero del que participó, desde entonces y en su calidad de tal, la actual Directora del Programa, Lic. Marta
Laferriere, solicitó y obtuvo la ex Planta 4 de Menores que había sido incendiada por un motín y que consistía
en un espacio de 1500 metros cuadrados. A partir de allí comenzó la tarea de acondicionar ese lugar, el que
actualmente ocupa el CUD y que cuenta con 10 aulas, salón de actos, biblioteca, oficinas, capilla, sala de
profesores, escuela de informática, 2 dormitorios comunes para internos, cocina, comedor, patio de deportes,
jardín de invierno, etc. Los internos fueron los que se encargaron del reacondicionamiento y de la
construcción de las instalaciones con materiales que, en su mayoría, fueron donados por empresas privadas y
comunidades religiosas.
Los primeros tiempos fueron difíciles pero existía mucha energía y poder atractivo en aquellos internos frente
a sus compañeros del pabellón. De este modo cada año eran más los que se inscribían en el CUD.
En 1991 se reglamentan las actividades del Centro las que fueron aprobadas por Resolución 310 –Anexo 1del Ministerio de Justicia. En dicha resolución se establecen los fines, objetivos, condiciones de acceso y la
organización técnica y administrativa del CUD. En dicho Anexo se define el objeto y la función del Centro
Universitario Devoto de la siguiente manera:
Profesor en Filosofía de la UBA. Docente a cargo de la enseñanza de Introducción al Pensamiento Científico en la Unidad
Penitenciaria Nro.2 de Villa Devoto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es además Investigador formado del Proyecto
UBACYT que dirige la Dra. Alicia Iriarte.
2 En los sistemas carcelarios se imparten por lo general los niveles primario y secundario.
3 Convenio entre la UBA y el SPF. Expte. E.920/85. Art.1.
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Objeto: “impartir enseñanza universitaria a los internos alojados en el ámbito del Instituto de detención de la
Capital Federal (Unidad 2) “.
Con ello quedaban reglamentadas las actividades regulares de enseñanza, es decir, el dictado de las materias en
el CUD.
Se considera que la aprobación de los cursos será tenida en cuenta “a los fines del cumplimiento de la
Progresividad del Régimen Penitenciario”, lo que significa que la trayectoria académica de los alumnos será
tenida en cuenta por el Tribunal a la hora de resolver sobre la reducción de la pena o de la excarcelación.
Función: “contribuir a la readaptación social –mediante la enseñanza universitaria y la autogestión- de los internos
que, voluntariamente, deseen iniciar o proseguir estudios universitarios…”
Luego se establecen los requisitos que deben reunir los internos para estudiar en el CUD, requisitos que ya
habían sido incluidos en el Convenio UBA-SPF de fecha 17 de diciembre de 1985.
Organización Técnica y Administrativa del CUD
En función de las reglamentaciones mencionadas puede realizarse el siguiente organigrama:
DIRECTOR
DEL C.U.D.
Jefe de
Estudios
Universitarios
Jefe de Planta
Biblioteca
del CUD
Esta organización del Centro está directamente asociada al SPF ya que, el Director del CUD, es oficial del
Servicio y depende directamente del Director del Penal. Por su parte, el Jefe de Estudios Universitarios es
además responsable de la Coordinación con la UBA y lleva el registro y documentación de todos los alumnos.
En cuanto al Jefe de Planta se le adjudica la responsabilidad del control interno. Excepción hecha del
Bibliotecario que generalmente es un interno subordinado al Jefe de Estudios Universitarios, todos los demás
cargos y responsabilidades están cubiertos por el SPF.
Por debajo de esta organización se encuentra el Grupo Universitario Devoto (GUD) “que agrupa y
representa de manera exclusiva a todos los estudiantes universitarios del CUD” y que ha sido reconocida con
la aprobación de sus Estatutos de fecha 7 de octubre de 1997.
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Esta organización de estudiantes internos elige a quienes tienen la responsabilidad de la organización interna
del CUD mediante actos electorales anuales y por voto directo de todos los alumnos del CUD, quienes en la
actualidad suman 357 internos estudiantes. Así las cosas puede trazarse el siguiente organigrama del GUD:
ASAMBLEA
GENERAL
COMISION
DIRECTIVA
PRESIDENTE
DEL GUD
SECRETARIO
GENERAL
SECRETARIO
ACADEMICO
COORDINADORES
DE CARRERAS Y
DEL CBC
La Asamblea General es el órgano máximo de gobierno en directa correspondencia con la Asamblea
Universitaria. Se convoca como Asamblea Ordinaria 3 veces por año y como General por petición del 25%
del padrón actualizado.
De ella dependen la Comisión Directiva que es el cuerpo ejecutivo del GUD, integrado por 1 Presidente, 1
Secretario General, 1 Secretario Académico y 4 Vocales. Todos ellos tienen mandato por un año y pueden ser
reelectos la cantidad de veces que se quieran presentar. El Secretario General hace las veces de vicepresidente.
Del Secretario Académico depende la organización académica del CUD en consonancia con los
coordinadores externos de cada Facultad y del CBC.
Se declara que el GUD “promueve la plena participación e integración del alumnado del CUD en base a la
autogestión y autodisciplina, garantizando el pluralismo ideológico, la manifestación de la voluntad estudiantil, la
administración responsable y transparente de sus recursos y la consecución de los propósitos consagrados en
el presente estatuto, sin establecer diferencias ni impedimentos por razones ideológicas, religiosas, étnicas o socioeconómicas”.
(Art. 5to)
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En consecuencia, la organización institucional del CUD es compleja, ya que a la complejidad específica del
sistema universitario se le suma la que es propia del sistema penitenciario. De este modo forman parte del
contexto institucional inmediato del CUD las siguientes entidades:
•
Rectorado de la UBA de cuya Secretaría de Asuntos Académicos depende la Dirección del Programa
UBA XXII.
•
Ministerio de Justicia de la Nación
•
Servicio Penitenciario Federal
En estas reglamentaciones quedan expresas ciertas concesiones de la Universidad hacia el SPF aunque de
alguna manera se haya ganado un “territorio liberador” al interior de una prisión.
2) Algunos actores. Características de la población de internos que asiste al CUD
Las características que se mencionan a continuación son el resultado del procesamiento de cuestionarios
aplicados a una muestra de alumnos del CUD en el mes de octubre de 2005. Así fueron encuestados
alrededor de 70 estudiantes
Es de destacar que faltan realizar entrevistas a docentes y autoridades del la UBA y del SPF para disponer de
un análisis cruzado de las opiniones de todos sus actores institucionales.
Veamos a continuación los resultados del procesamiento señalado precedentemente.
Edad. El 40% de la muestra corresponde a la franja etaria de 30 a 40 años y un 16% menor de 30 años. A
esto se agrega un 38% mayor de 40 años y un 6% mayor de 60 años.
Nacionalidad. Hay un 73% de argentinos y el 27% restante de extranjeros, los que en su mayoría vienen de
países limítrofes, particularmente de Perú.
Estado civil. El 35% de la población son solteros sin hijos junto a un 27% de solteros con hijos, seguido de
un 26% de casados con hijos. Hay en total un 58% de la muestra que son padres de familia con
independencia de su estado civil.
Situación laboral previa. El 86% declara haber trabajado antes de su ingreso al penal, de los cuales el 69%
dice haberlo hecho “por cuenta propia” y sólo un 17% en “relación de dependencia”.
Estudios cursados. El 45% declara tener estudios universitarios incompletos junto a un 19% que dice
haberlos completado. Lo que hace un total del 64% de la muestra con nivel universitario. Si bien es cierto que
esta muestra no representa a la población detenida sino a internos en condiciones de ingresar al CUD, no
obstante es dable suponer que se trata en su mayoría de individuos que provienen de sectores sociales medios
y medio-altos en su nivel de instrucción.
Un 24% dice tener nivel secundario completo y un 10% de este nivel incompleto.
Vínculo familiar previo. Casi el 50% declara haber tenido relaciones familiares “muy próximas” antes de su
ingreso al penal. Luego otro 50% las declara sólo “próximas” o “distantes”, mitad por mitad. No se ha
indagado acerca del estado de esta relación en el presente.
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Año de Ingreso al penal. El 93% de la muestra dice haber ingresado durante el quinquenio 2000 – 2005 y
sólo un 7% con anterioridad.
Reincidencia. Casi el 70% de la muestra declara que ha sido la primera vez que está detenido.
Tipo de delito. De acuerdo a la carátula del expediente de la causa un 36% se halla detenido por tráfico de
drogas, un 34% por robo, 17% por homicidio, el 8% por estafa y un 5% por secuestro extorsivo.
Año de ingreso al CUD. Casi el 50% declara haber ingresado en el 2005, y un 22% en el 2004, seguido de
un 15% en el 2003. El resto se distribuye en menor proporción hasta alcanzar el año 1998.
Carrera elegida. Casi el 50% opta por Abogacía, un 34% por carreras vinculadas a Ciencias Económicas, un
9% elige Sociología y un 5% Psicología. Es de señalar que no existen otras carreras de la UBA en el CUD.
Año que cursa. Del total de la muestra el 73% cursa el primer año y de ellos el 40% lo hace por CBC y el
resto por UBA XXI, es decir, a través del programa de educación a distancia ya que no han regularizado su
inscripción al 1er año del CBC. El 27% restante cursa de 2do a 5to año de la carrera elegida.
Cómo se enteró del CUD. Casi el 80% de la muestra dice haberse enterado de la existencia del Centro
Universitario a través de algún compañero del Pabellón y sólo un 6% a través de la difusión en la cárcel. El
resto declara que se enteró cuando hacía el secundario, por su familia, por el abogado, y sólo un 3% por una
circular del SPF, la que de acuerdo a la reglamentación vigente debiera ser la forma mayoritaria de difusión de
la existencia del Centro. 4
Por qué quiere seguir estudios universitarios. El 46% de la muestra declara que estos estudios le darán la
posibilidad de iniciar una nueva vida cuando salga del penal, seguido de un 13% que considera que esta
capacitación le evitará seguir cometiendo errores. Un 10% lo ve como una forma de aprovechar el tiempo
libre haciendo algo productivo y otro 10% porque quiere finalizar los estudios que había comenzado afuera.
Inconvenientes para ingresar al CUD. El 75% declara no haber tenido inconvenientes para ingresar al
CUD. El resto los atribuye a dificultades para conseguir la documentación requerida sobre todo cuando se
está lejos del lugar de origen familiar y escolar.
Tiempo estimado de permanencia en el CUD. Aproximadamente la cuarta parte de la muestra considera
que no permanecerá más de 1 año y medio ó 2 en el CUD. Junto a un 20% que considera que le falta menos
de 1 año para salir en libertad, y otro tanto que cree seguir por 2 ó 3 años más. Es importante destacar que
aquí más de un 30% declara no saber o directamente no contesta.
Continuación de los estudios. El 88% declara que continuará sus estudios al salir en libertad y sólo un 12%
declara que no podrá por razones laborales, porque se dedicará a la profesión que ya poseía, porque retorna a
su país, etc.
Oportunidades y obstáculos para estudiar en el CUD. Entre las oportunidades más mencionadas se
encuentran:
•
Participar de un ambiente y actividades no carcelarias
Según Res 310/91, Art. 8, “se otorga la función de realizar la oferta de los estudios al SPF quien entregará un folleto a cada
interno al momento de su ingreso al penal”.
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•
Contacto personalizado con los Profesores
•
Adquirir nuevos conocimientos
•
Poder rehabilitarse a través de la instrucción
•
Obtener un título con salida laboral
•
Calificar mejor en el penal
•
Tener mejor alojamiento y lugar para estudiar
•
Disponer de libros en la biblioteca
•
Conocer gente decente
Y entre los obstáculos más señalados se destacan:
•
La situación de detenido
•
Soportar críticas del SPF y de otros internos en el pabellón
•
Falta de concentración por problemas personales
•
Requisa y “bajadas” a cargo del SPF 5
•
Conseguir documentación de estudios cursados
•
Obtener materiales de estudio
•
Dificultades en el acceso y ausencia de los docentes
Inconvenientes para estudiar. El 58% dice tener inconvenientes para estudiar los que atribuye a:
•
Falta de concentración
•
Comprensión de los textos
•
Falta de materiales
•
Alojamiento y hacinamiento en el pabellón
•
Poca dedicación por problemas personales
El 42% restante declara no tener inconvenientes para estudiar.
Cómo estudia y dónde. El 54% dice estudiar sólo y un 45% declara estudiar con otro compañero. En
cuanto al lugar donde la mayoría dice estudiar, el 54% utiliza la biblioteca, el 49% en el Pabellón, y el resto en
otros lugares del CUD disponibles como aulas, jardines, patios.
Materias más difíciles. El 43% considera que ninguna materia es difícil. Del 57% restante que sostiene lo
contrario, el 65% declara que Introducción al Pensamiento Científico (IPC) es una materia muy dificultosa.
Luego un 6% en cada caso le atribuye alguna que otra dificultad a Introducción al Conocimiento de la
Sociedad y del Estado, Sociología, Matemática y Economía. En los fundamentos de por qué IPC es tan difícil
dicen que la materia es muy compleja, que requiere mucha concentración y dedicación. Lo cierto es que el
rendimiento académico de esta asignatura es uno de los más bajos en todo el CBC y no solo en el CUD.
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Así le llaman al hecho de que el SPF es el encargado de hacerlos bajar desde el pabellón de origen hasta el CUD.
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Alojamiento en el penal. El 41 % declara vivir en Planta 5 (celulares 1 y 2); un 29% se aloja en Planta 3,
sobre todo en el pabellón 12, un 21% en Planta 6 y un 10% en Planta 1 y 2, autodenominadas “la Villa” y “el
corazón de la Villa”, respectivamente. En la actualidad, la Planta 1 ha sido reacondicionada lo que, según
parece, le ha hecho perder aquélla denominación. Es de señalar que un porcentaje ínfimo de la población que
asiste al CUD vive en dormitorios del Centro Universitario (aproximadamente 10 personas).
Las tres mayores dificultades de la vida en el penal. Son varias las dificultades que se señalan en esta
pregunta pero la mayor concentración de respuestas se refieren a:
•
Tener que convivir con “gente distinta a uno”
•
La situación de detenido
•
Estar lejos de la familia
En relación con la primera dificultad mencionada, los mismos internos no dudan en afirmar que: en
condiciones de encierro y de convivencia obligada con sujetos con quienes jamás pensamos siquiera saludar
en la calle se desarrollan mecanismos tendientes a la rápida “filiación” que permita ubicarse unos a otros en
determinadas posiciones y relaciones sociales. Se trata de un rápido e imperceptible mecanismo que consiste
en registrar la forma en la que “el otro” se expresa lingüísticamente en diversas circunstancias y de esa manera
descubre las condiciones socioeconómicas y culturales de origen. Nadie es capaz de confesar cómo lo lleva a
cabo pero todos los entrevistados reconocen “hacerlo” habitualmente, esto es, proceder a la identificación de
“quién es quién” a través del discurso del detenido.
En cuanto a la segunda dificultad, la categoría “situación de detenido”, aunque comprensible no es muy clara
y podría ser interpretada de diversas maneras.
Por último, la lejanía de la familia es, creo, fundamental, en estos casos. Se supone que a pesar de convivir en
relaciones propias de grupos primarios, sin embargo, suelen no ser sinceras –o no poder serlo (¿tal vez un
mínimo resguardo de intimidad?)- las relaciones que los internos mantienen entre sí.
Calificación otorgada a la gestión de internos del CUD. Más del 50% califica como “buena” y otro 24%
como “muy buena” a la gestión. En tanto que un 16% la califica de “regular”.
Desempeño académico de los docentes. Un 57% lo califica como “muy bueno” y otro 42% como
“bueno”. Es de señalar que nadie lo califica como regular o malo.
Salida en libertad. La casi totalidad de internos declara que volverá a vivir en su casa con su familia y confía
en conseguir trabajo. La mayoría cree poder continuar con el trabajo que tenía antes de su ingreso al penal.
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3) Algunas reflexiones finales
a) El Acceso al CUD – Algunos factores condicionantes
•
Cumplir con la documentación necesaria para inscribirse a la Universidad puede requerir de una
cantidad de tiempo imprevisible ya que su obtención depende de la gestión de amigos, familiares,
autoridades, etc. Esta dificultad es mayor cuanto más alejadas se encuentren las entidades educativas
que debieran extenderla.
•
La discrecionalidad del poder que ejerce el SPF puede producir efectos no deseados tanto en la
población de internos como –aunque en mucha menor proporción- de docentes. En el primer caso,
muchas veces los alumnos no “bajan” al CUD aparentemente sin razones, o son trasladados de un
lugar de alojamiento a otro e incluso a otras unidades penitenciarias, sin que se conozcan los motivos
al interior del CUD. En segundo lugar, los docentes hemos sufrido a veces la aplicación de “medidas
sorpresivas” que impiden por ejemplo nuestro ingreso con bolsos o carteras al penal. Y aunque estas
disposiciones sean comprensibles, pueden estar muchas veces reñidas con la dignidad y autoridad
académicas.
A pesar de estos condicionamientos no obstante la Universidad puede desarrollar en el CUD no sólo
actividades de enseñanza curriculares sino también actividades de extensión. Por ejemplo, cursos
(informática, periodismo,), seminarios (ética y discriminación, criminología, filosofía, talleres de literatura,
lenguas modernas, técnicas de estudio, taller de teología, actividades artísticas (canto, teatro).
b) La Permanencia
Aquí también podemos señalar algunos factores que condicionan la permanencia de los internos en el
CUD. Entre ellos:
•
Llamado a los alumnos a entrevistas con sus abogados o con autoridades que se presentan al penal.
•
Los reintegros que se realizan hacia los pabellones de origen en horarios preestablecidos e
inamovibles.
A pesar de los factores condicionantes señalados u otros, lo cierto es que de las relaciones pedagógicas que
los docentes establezcan con los internos dependerá en última instancia la permanencia de los alumnos en las
clases.
La heterogeneidad de los grupos de alumnos que asisten a los cursos es un verdadero desafío para los
profesores ya que deben ajustar sus prácticas a: diferencias etarias y generacionales, pertenencia a
determinadas plantas y pabellones dentro del penal, modos de vestir y de comportarse, maneras de hablar,
códigos explícitos e implícitos presentes en individuos de culturas distintas.
Hay experiencias pedagógicas que sólo podemos tener en este medio particular. Así de la entrevista del Prof.
Tomás Abraham puede extraerse el “impacto” que un docente puede recibir en relación con los cursos del
CUD: “Algo que me sobrepasó emotivamente, no pude controlar la emoción, me ganó. Cada vez que iba a
Devoto salía casi llorando. El hecho de irme y ver que las puertas con rejas se cerraban y ellos se quedaban
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adentro y yo podía caminar libre afuera me conmovía mucho. Pero no sólo eso, también el modo en que me
habían recibido. No lo esperaba: la atención, las expectativas que depositaban”. 6
c) La salida
Para un ser privado de libertad la única salida es recuperarla a toda costa. En el cumplimiento de la pena se
fija dicha limitación. A ello se suman las especulaciones por el incremento de la pena o por su reducción.
Parece reflexionarse muy poco acerca de cuáles son las oportunidades que la sociedad ofrece a los que
recuperan su libertad. Y no sólo se reflexiona poco sino que se hace poco o nada. Desde el Ministerio de
Justicia existe el Patronato de Liberados cuya actuación en este sentido parece no tener la menor incidencia.
Y, sin embargo, según comentan los internos, recibe una importante partida presupuestaria.
Un dato de relevancia es el porcentaje de reincidencia promedio en el delito para la población que asiste al
CUD, guarismo que es del 3% promedio en todos estos años, mientras que los porcentajes de reincidencia de
la población penal en el país es del 30%. Ello significa que la educación sí hace algo con los internos. ¿En qué
consiste esta especificidad de la educación? ¿Se trata de algún compromiso con el conocimiento? ¿Se
convierte el conocimiento en agente liberador y sostenedor de una nueva identidad? ¿Cuál es el rol que los
docentes deben desempeñar para posibilitar dichos cambios? ¿Cómo enfrentar y afrontar los embates de la
sociedad?
Es difícil evitar la polarización de la opinión pública sujeta a los vaivenes de los sistemas masivos de
comunicación que impactan sobre ella de modo reiterativo con el solo propósito de instalar en sus “justos
reclamos” la solución del “incremento de la pena”, lo que de ninguna manera ha resuelto ni disminuido nunca
el fenómeno de la delincuencia.
¿Qué puede esperarse de un sujeto que es “liberado” de manera “condicional” o “transitoria” si durante todo
el tiempo de su detención ha tenido que vivir en el olvido y el despojo de todo su pasado, de sus relaciones
sociales y familiares, de su propia identidad? ¿Y qué, cuando cumplida la pena, es definitivamente arrojado al
vacío de una sociedad que no tiene los mecanismos de contención necesarios como para reubicarlo en el
medio social de pertenencia o por qué no, en alguno mejor?
El derecho a estudiar, establecido por la Constitución Nacional, no discrimina. Sin embargo, existe la opinión
externa e interna de que un detenido (procesado o condenado) no debería estudiar.
Desde adentro, porque muchos internos que no concurren al CUD piensan que los que estudian son los giles
(“el que no afana es un gil” como nos enseñó el maestro Discepolín). Y, desde afuera, porque esa gente debería
pudrirse en la cárcel, suele ser la opinión pública de quienes confunden las causas de la delincuencia – pobreza y
marginación – con sus efectos. Así suelen escucharse cuestionamientos tales como los siguientes:¿Cómo es
posible que un delincuente salga del Penal con título universitario? ¿Cómo, que el Estado financie la
educación más “vivienda” y “alimentación” del detenido? ¿No será que este derecho debiera ser restringido?
¿Puede considerarse que un delincuente tenga derechos?
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“La Universidad en la cárcel” Programa UBA XXII. Libros del Rojas, UBA, 2006.
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Parece ser que estos interrogantes borran con el codo lo que nuestros constituyentes electos han escrito con
sus manos en cuanta Carta Magna se aprobara en la Nación.
Sin embargo, frente a las tesis socioeconómicas y culturales que vinculan el delito con la miseria y la
marginación social, podríamos quizá sostener también la existencia de una “delincuencia” exenta de la
necesidad. Una delincuencia “enganchada” en el deseo de “lo que falta”, de “la ausencia principal”, de la
apelación a “la ley”, del “recurso al Padre”.
Hay un olvido muy marcado, a mi entender, en los análisis realizados sobre “los delincuentes”: el olvido de la
estructura psíquica de los sujetos, quienes por otra parte son, en estas condiciones, más “sujetos sujetados”
que los que supuestamente disponen de la libertad “ambulatoria”. Freud identifica varios tipos de carácter
descubiertos en la labor analítica que dan cuenta de “actos delictivos” llevados a cabo por sus pacientes y que
él relaciona con lo que denomina “sentimiento de culpabilidad” en directa conexión con el triángulo edípico –
asesinato del padre e incesto con la madre-. 7
Para decirlo de una manera fácil y rápida puede afirmarse que muchos docentes deciden dar clases en el CUD
porque creen de alguna manera que a través de la educación es posible resignificar la vida de las personas.
Si se quiere algún fundamento de peso, puede agregarse a lo anterior el imperativo filosófico que Platón puso
en boca de Sócrates para obligar al “egresado” de la caverna a que retorne a la caverna para rescatar a los
prisioneros que todavía quedan allí abajo. Dice Sócrates: “…olvidas, mi querido amigo, que la ley no se
propone la felicidad de una clase de ciudadanos, con exclusión de las otras, sino el bienestar de todos,
uniéndolos por la persuasión y por la autoridad, y llevándolos a participar de las ventajas que cada cual puede
aportar a la comunidad. Si la ley, pues, se consagra a formar tales ciudadanos, no será para dejar que cada uno
de ellos se aplique a lo que quiera, sino para hacerlos concurrir a la cohesión de la ciudad”. 8
Freud, S. “Obras Completas”. Vol II. Cap.XVI. El delincuente por sentimiento de culpabilidad Edit. Biblioteca Nueva. Madrid 1968.
Págs.1093/4.
8 Platón. República. Libro VII, 519 e – 520 a. Edit. EUDEBA. 1998. Pág.448.
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BIBLIOGRAFIA
“La Universidad en la cárcel” Programa UBA XXII Libros del Rojas, UBA, 2006.
Foucault, M. Vigilar y Castigar –Nacimiento de la prisión- Siglo XXI Edit. Argentina 2002
Freud, S. Obras Completas. Biblioteca Nueva. Madrid. 1968
Platón. República. Edit. EUDEBA. 1998.
Revista “La Paloma”
Documentos: Convenios, Resoluciones y Estatutos
ISBN 978-950-658-187-9
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