Cuando se acercan estas fechas es habitual echar la vista

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¿Que nos deparará la Industria Móvil en el 2010?; comienzan las predicciones?
Ignacio Berberana
Tecnologías
La industria móvil es una constante fuente de noticias y sorpresas. ¿Qué ocurrirá este año? Este artículo intenta responder a esta cuestión.
Cuando se acercan estas fechas es habitual echar la vista atrás y repasar como ha sido el año que ha
terminado. Así, empiezan a menudear las listas de los mejores (y de los peores) discos, libros, películas,
etc., del año. La tecnología no es ajena a esta tendencia. Fierce Wireless, por ejemplo, publicó a finales de
2009 una de lo que denomina ‘pavos’: los mayores desastres en el segmento de las comunicaciones
móviles durante 2009 (fundamentalmente en Estados Unidos). Allí están el Blacberry Storm,
Windows Mobile 6.5, la pérdida de datos de Sidekick o el móvil de Garmin nuvifone.
También es habitual mirar hacia adelante y tratar de predecir lo que nos deparará el futuro que se nos
viene encima: en estos momentos, el año 2010. Incluso en este boletín tenemos la tradición de revisar lo
que ha sucedido en el que nos deja y aventurar lo que nos puede traer el que viene. Con poco éxito, esto
último, para ser sinceros. Afortunadamente, los que incurren en este tipo de osadías predictivas saben que
los que las leen rara vez se molestan en verificar el grado de acierto de anteriores intentos (quizás por ello
repiten). En cualquier caso ya han empezado ya a publicarse las primeras listas de predicciones
sobre aspectos tecnológicos.
Por supuesto, los hay que prefieren jugar sobre seguro y no arriesgar. Hace algo menos de un mes Gartner
publicó una nota en la que identificaba las tendencias tecnológicas que serán estratégicas para la mayoría
de las organizaciones durante 2010. Es lo que se podría calificar como un catálogo de lugares comunes:
cloud computing, TIC verdes, aplicaciones móviles, memoria flash, virtualización, seguridad…
Por su parte, la consultora inCode Telecom publica regularmente al final de cada año cuales serán, en su
opinión, las diez tendencias y tecnologías más importantes para el sector de las comunicaciones
inalámbricas. Recientemente publicó las correspondientes a 2010, entre las que se podría destacar
algunas. Por ejemplo, que finalmente durante ese año se producirá el despegue definitivo del
netbook como ‘cuarta pantalla’, fundamentalmente gracias al impulso de los operadores móviles. Esto
puede deberse en parte, aunque no se indica en la información suministrada por inCode, a la llegada al
mercado de dispositivos basados en el núcleo procesador de ARM, como los smartbooks que
propugna Qualcomm. También al impulso que puede suponer la disponibilidad del sistema operativo
que Google está desarrollando para estos dispositivos, Chrome OS. Nuestra visión respecto del netbook
era (y es) menos optimista: es cierto que se han vendido muchos, pero la gente se los ha comprado
pensando que eran portátiles de bajo coste, cuando en términos de capacidad están más próximos a un
teléfono móvil avanzado (o aun PC de hace más de cinco años). El hecho de que, por ejemplo, solo
puedan utilizar la versión básica de Windows 7 en los mismos es un dato que apunta en esta dirección
(como el hecho de que la última actualización de Mac OSX impide que este se pueda utilizar sobre
procesadores Atom). Para que finalmente pudiera despegar el netbook necesitaría encontrar
aplicaciones que lo diferenciaran de sus hermanos mayor (el portátil) y pequeño (el móvil
inteligente) – y no solo el sistema operativo. Y allí se encuentra con la competencia de al menos dos
dispositivos conocidos, el lector de libros electrónico y el reproductor de TV/vídeo digital móvil (podría
incluirse el sistema de navegación portátil, pero todo parece indicar que Google está empeñado en que
desaparezca). Y también de uno desconocido, más temible, sea lo que sea que Apple prepara para lanzar
en los próximos meses, si no semanas.
Otro aspecto en el que se fija inCode es en el hecho de que, con la llegada de la 4G y de los nuevos
dispositivos avanzados (con capacidad, por ejemplo, para grabar y reproducir vídeo de alta definición), la
brecha entre los requisitos de potencia de los terminales y la capacidad de las baterías se
incrementa. Hasta ahora, debido a que los servicios de datos que más capacidad requieren, se basan en el
uso de módems USB y tarjetas de PC en ordenadores portátiles, este hecho pasaba más inadvertido. Los
procesadores multinúcleo y el uso de tecnologías de fabricación con litografía cada vez más reducida
ayudan a que la situación no sea tan mala, pero están lejos de constituir la solución definitiva. Otra pata
de una posible solución pasa por acercar el terminal a la red, evitando que se transmita con una potencia
elevada. Pero lo que de verdad aliviaría este problema, el desarrollo de baterías con una capacidad
significativamente mayor, no parece que se vaya a producir en breve plazo.
Otro punto que destaca inCode es el hecho de que la vía para obtener ingresos adicionales de los
servicios de datos móviles tendrá que ser la diferenciación en la calidad de servicio soportada.
Según esta consultora, no solo no hay marcha atrás en lo que se refiere a la tarifa plana, sino que
además, como ha ocurrido en otros sectores como la aviación comercial, los operadores no tendrán más
remedio que seguir los pasos de sus competidores suicidas, igualando sus ofertas, aunque sepan que le
conducen a la perdición. La diferenciación en la QoS se podría centrar en aplicaciones que podrían
beneficiarse de la misma, como la voz o el streaming de vídeo. El problema de esta estrategia es que es
muy difícil de implementar en un entorno operativo tan complejo como son las comunicaciones móviles,
donde, por poner un ejemplo, que salgan las hojas de los árboles en primavera puede tener un impacto
sobre el servicio ofrecido superior al de muchos mecanismos de gran complejidad que se puedan
implementar en la red. Y el riesgo que se corre es que la imagen del operador se deteriore al no poder
ofrecer la calidad comprometida (y pagada).
Más interesantes parecen, a primera vista, las consideraciones de EE Times sobre los fabricantes de
móviles. Por lo menos esta publicación se atreve a cuestionar, basándose en datos de Lazard Capital
Markets, el crecimiento de las ventas del iPhone durante los próximos meses. Claro que al final se
atribuye a un efecto estacional. Existe, sin embargo, una corriente de opinión que considera que los días
de gloria del iPhone están tocando a su fin. Bien porque la relación precio/funcionalidad que ofrezcan
otras alternativas empiecen a ser competitivas, bien porque Apple no sea capaz de evolucionar el producto
para mantener esa ventaja que le permite operar con los márgenes más elevados de la industria.
¿Corre el riesgo el iPhone de convertirse en el próximo RAZR? Sobre el papel hay razones para
pensar que podría ser así. El iPhone es una plataforma de difícil evolución desde el punto de vista del
factor de forma, al menos de una manera que le permita diferenciarse de otras alternativas [1]. Incluso en
el terreno del software, existen ya alternativas de sistemas operativos comparables al iPhone OS (no tanto
Android, de momento, como WebOS; ambos con capacidad multitarea, de la que carece el iPhone).
Android, por su parte, parece que está ganando tracción entre la comunidad de desarrolladores, con una
SDK más ‘amigable’ que la del iPhone. Pero hay cosas que siguen diferenciando a Apple del resto de sus
competidores, como es el hecho de que puede permitirse el ‘lujo’ de focalizarse en un único dispositivo,
mientras sus competidores sacan al mercado docenas de modelos con los que tratan de adaptarse a
distintos segmentos de mercado (ni siquiera Palm se atreve a asumir ese riesgo y acaba de sacar el Pixi).
El resultado es que el grado de ‘terminación’ de su producto es mayor que el de sus competidores. Pero lo
que no se puede esperar es que Apple siga manteniendo los márgenes de los que actualmente
disfruta (en el último trimestre, con un 2% de cuota de mercado global sus beneficios netos son un
45% superiores a los de Nokia, con un 38% de cuota). Tiene que haber un límite al sobreprecio que los
usuarios están dispuestos a pagar por disponer de un producto de Apple. Y eso puede llevar a la
multinacional californiana a cambiar el foco.
Para que no se diga, ahí va nuestra predicción: a partir del próximo año Apple se centrará en ‘sea lo que
sea’ que Steve Jobs nos presentará en enero, no solo en el dispositivo en sí sino en el ecosistema lo
apalanque, sean contenidos multimedia, aplicaciones o publicaciones electrónicas. El iPhone seguirá la
ruta del iPod y, posiblemente, acaben fusionándose. Durante el próximo año seguirá creciendo, sobre todo
cuando se terminen los contratos de exclusividad y salgan al mercado los modelos CDMA (Verizon,
KDDI). Pero el recorrido no puede ser mucho mayor sin un esfuerzo de innovación que, nos tememos,
Apple está dedicando a otros dispositivos.
Un último apunte: entre las predicciones que apuntábamos a principios de 2009 para ese año, de las más
fáciles de comprobar es la que auguraba que Nortel y Motorola desaparecerían no solo del ranking de
suministradores de telecomunicaciones, sino incluso como empresas independientes. En el caso de
Nortel lo cierto es que acertamos, pero no es que eso sea motivo especial de orgullo. Como le dijo Brahms
al crítico Eduard Hanslick cuando este le comentó que el último movimiento de su primera sinfonía se
parecía mucho al final de la novena de Beethoven: hasta un tonto se habría dado cuenta de ello. El caso de
Motorola es distinto, porque hay algunas divisiones, ciertamente las menos ‘glamurosas’, que todavía
generan beneficios. Pero no así, no, al menos todavía, la de terminales ¿Puede la estrategia que su
co-CEO Sanjay Jha ha impulsado de centrarse en móviles con sistema operativo Android evitar la
quiebra que a finales del año pasado parecía casi inevitable? Desde luego, es una buena noticia que al
menos haya una estrategia. Pero nuestra opinión es que no. Básicamente porque la imagen de marca de
Motorola está muy deteriorada y su capacidad para diferenciarse no solo de Samsung, LG o Sony
Ericsson, sino incluso de HTC, Dell o Lenovo, es muy escasa si no inexistente.
«Artículo incluido en el boletín eKISS nº 123, una publicación semanal interna de Telefónica»
REFERENCIAS
[1] Es curioso, sin embargo, que uno de las estrategias que sus competidores han intentado utilizar para
diferenciarse del iPhone desde el punto de vista del hardware, la inclusión de un teclado físico, no haya
resultado al final exitosa. No son pocos los que opinan que si se quiere un móvil para escribir correo se
debe adquirir una Blackberry, y si no, el teclado sobra.
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