Ojos que no ven, oídos que no oyen: Día mundial del Hambre

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Ojos que no ven, oídos que no oyen: Día mundial del Hambre
(Mt.13:10-17)
Introducción: Este verano pasado quizás hayan visto una publicidad que decía “¡Sea del país
en sus próximas vacaciones, cambie su religión por un mes!” Un nuevo programa en Turquía
realmente ofrecía a sus huéspedes la posibilidad de ser Musulmán por un mes para fomentar la
conciencia cultural. Pero cualquier persona que aceptaba la oferta debía estar de acuerdo con
seguir las costumbres religiosas y sociales del Islam durante el tiempo de su estancia: la
oración en la mezquita, el estudio del Corán, el aprendizaje del árabe, nada de alcohol ni carne
de cerdo, visitando lugares santos islámicos (http://ww.muslimforamonth.com/).
• La Fundación Thai que patrocina esta opción promueve las incursiones culturales similares al
Budismo y el Hinduismo, y dado el hambre de parte de muchos Occidentales por nuevas
“experiencias espirituales”, ¡esta fundación para el intercambio cultural puede haber
descubierto una mina de oro financiera! (http://bloodfoundation.org/)
• ¿Cómo sería parecerse a un Cristiano por un mes? ¿Cuáles serían los puntos esenciales que
deberían aprender los novatos de otras procedencias? Ellos, obviamente, tendrían que
comenzar por la Biblia, pero ¿cuánta doctrina cristiana? ¿El culto del domingo, la música
Cristiana, la comunión, los diezmos y ofrendas? ¿Qué pasa con el amor al prójimo y alimentar
a los hambrientos? ¿Se incluiría eso como uno de los fundamentos Cristianos?
1) Cuando Jesús quiso presentar a la multitud las bases para seguirlo a Él, les contó un cuento
acerca de un agricultor que salió y sembró su tierra con semillas, y todo el argumento de la
historia parecía estar enfocado en los diferentes tipos de terreno donde cayeron las semillas.
• En primer lugar estaba el sendero endurecido, donde toda la semilla quedó sobre la superficie
y fue comida por las aves; luego estaba el terreno rocoso, donde las semillas brotaron
rápidamente pero no tenían raíces profundas y no pudieron sobrevivir al calor del sol; el suelo
espinoso estaba lleno de otras plantas que ahogaron la semilla sembrada por el agricultor; y
finalmente fue la buena tierra la que produjo una gran cosecha. Jesús cerró la historia con esta
enigmática frase: "Si tienes oídos, ¿por qué no escuchas?" ¡Los oídos están destinados sin
duda a ser utilizados para que les saquemos el mayor provecho!
• ¡Los discípulos estaban asombrados! Aquí Jesús tenía a esta audiencia cautiva: una enorme
multitud con todos atentos a Sus palabras, y Él les cuenta este pequeño cuento agrario que no
parece llevar a ningún lado. Los discípulos se levantaron y fueron directamente a preguntarle a
Jesús cuál era el significado de esto: “¿Por qué le hablas a la gente en parábolas?” (v.10)
¿Cuál era el objeto de la pequeña descripción agrícola? ¿Quién iba a estar impresionado por
las semillas y cómo crecen? ¡Los discípulos tal vez no lo estuvieron, y quizás tú y yo tampoco!
2) En la respuesta de Jesús, Él indica que en esta simple parábola está revelando secretos del
reino de los cielos (v.11) –fundamentos del discipulado Cristiano, ¡aspectos esenciales para
una vida semejante a Cristo! ¡Y todo trataba sobre semillas, tierra y sembrado! ¿Hubieras
incluido eso en una orientación para cristiano por un mes?
• Luego Jesús les dice que a quien tiene, se le dará más, y al que no tiene, aún lo que tiene le
será quitado (v.12). Inmediatamente nuestro sentido de la indignación se dispara, porque
según nuestro entendimiento de la justicia, ¡queremos que Jesús quite a los que tienen y dé a
los que no tienen! ¿Pero y si Jesús estuviera hablando de "lo que oímos"? Al que tiene oídos
para oír... Él le va a dar más, incluso en abundancia, y quien no tiene oídos para oír las
palabras de Jesús simplemente va a estar completamente sordo.
• Así que Jesús dice que es por eso que les habla a la gente en parábolas: “Aunque miran, no
ven; aunque oyen, no escuchan ni entienden” (v.13). ¡¿Que trágico puede ser eso?!
¡Teniendo ojos y oídos que no funcionan!
• ¡La verdad es que, vivimos en una generación que está sintonizada a otras frecuencias!
IPods, mp3, móviles, Internet, Facebook, Twitter –¡es un extraño nuevo mundo allí fuera! No
estoy en contra de la tecnología, pero a veces puede ser usada por el enemigo para
distraernos e impedirnos escuchar la voz correcta. De hecho, según defensores de la
seguridad en Gran Bretaña el año pasado, los IPods y los móviles estaban en realidad detrás
de un reciente incremento en las muertes en las carreteras. Vuestros expertos en tecnología de
16 a 19 años de edad tenían más probabilidades de morir a causa de una tragedia en la
carretera que de cualquier otro tipo de violencia, abuso de drogas, o lo que sea.
3) En tiempos de Jesús, no tenían la tecnología avanzada u otras excusas, sin embargo, Él
llegó a comparar su generación a la de Isaías, cuando estas palabras fueron escritas por
primera vez: "Por mucho que oigan no entenderán; por mucho que vean, no entenderán” (v.14).
• ¡Oyendo, pero no escuchando el mensaje que puede salvar tu vida; viendo, pero sin
sintonizarte a lo que está directamente en frente tuyo! ¡Fue verdad para la generación de Isaías
700 años A.C., verdad para los tiempos de Jesús hace 2000 años, y aun es cierto en nuestro
tiempo! ¡Parece que pese a todo el avance tecnológico, el corazón del hombre no está
haciendo ningún progreso! De hecho, la Escritura llama a sus corazones "encallecidos"
(griego= insensible, aburrido, v. 15): esta era la fuente real de los oídos tapados y los ojos
cerrados.
• Así que Jesús continúa citando a Isaías: "De lo contrario, verían con los ojos, oirían con los
oídos, entenderían con el corazón y se convertirían, y yo los sanaría” (v.15). Jesús no está
siendo obtuso al hablar en parábolas, Él no está tratando de ocultar su significado. Es sólo que
Él sabe que la condición humana no tiene esperanza si está separada de su remedio. Él sabe
qué oscuridad envuelve realmente al corazón humano, y con sus parábolas está invitando,
alentando, persuadiendo dulcemente e instando a la humanidad a considerar una perspectiva
diferente: ¡la del Autor! El que tenga oídos para oír la autoridad en su voz se sentirá
definitivamente atraído por Él, tanto si entiende por completo el significado de sus palabras
como si no.
• No crucificaron a Jesús por contar historias sobre agricultores y semillas, lo crucificaron por
señalar su ceguera y por poner el dedo en su herida, afirmando ser capaz de curarla. Él mismo
era una parábola andante, continuamente apuntando más allá de este mundo hacia algo más.
Su forma de hablar y actuar hizo parecer como si Él fuera el único que realmente entendía lo
que estaba pasando aquí, el máximo intérprete de la realidad. De hecho, el verdadero Dueño,
el que tenía la legítima autoridad sobre todas las cosas. Eso significaba que si no lo reconocían
por lo que Él era, entonces le estaban robando al Rey aquello que era sólo suyo. Esas son
malas noticias, pero la Biblia dice que es lo que se aplica a cada uno de nosotros. Pero aquí
están las Buenas Noticias: este Rey vino a visitarnos, disfrazado de Sirviente; disfrazado de
Médico curando cuerpos, mentes, almas (¡el legítimo "médico sin fronteras" por excelencia!);
disfrazado como un simple Pastor reuniendo a sus ovejas; un simple Agricultor sembrando
buena semilla en su terreno; un simple Rabino invitando a la gente a poner su absoluta lealtad
solamente en Él. Y la humanidad respondió matándolo por reclamar lo que era legítimamente
suyo. Pero Él no lo usó en contra nuestro; de hecho cambió nuestra maldición en bendición. A
través de su perdón en la cruz, declaró una amnistía universal para todos los que le invocan
como su Señor y Salvador, para todos aquellos que depositan su confianza en Él, su cruz y su
resurrección.
4) Por eso Jesús dijo que los ojos de los discípulos eran bendecidos, porque estaban viendo
realmente, y sus oídos, porque estaban oyendo (v.16). ¡Oídos que realmente escuchan y ojos
que realmente ven son de verdad una bendición!
• Jesús dijo que los profetas y los justos de la antigüedad desearon ver y oír lo que los
discípulos estaban viendo y oyendo (v.17) – el cumplimiento de las promesas de Dios – pero
no fue su privilegio. Es simplemente la naturaleza de las cosas que no llegamos a estar
presentes en todos los eventos clave en la historia, solamente eres testigo de lo que sucede
durante tu “guardia”. ¡Pero Jesús afirmaba ser el cumplimiento de las promesas, el
cumplimiento de las edades! ¡Sus ojos y oídos fueron bendecidos porque estaban viéndolo y
escuchándolo a Él! Esa es la clave para la verdadera bendición para todo el tiempo.
• Nuestros ojos no llegaron a ver la Encarnación misma, pero eso no significa que no podemos
ver y escuchar al Señor. Se hace visible y audible a través de Su Palabra viva, ¡el testimonio de
aquellos que Lo vieron y oyeron personalmente! De hecho, los profetas y los justos de antaño
también desearon ver lo que vemos hoy en día: el Evangelio extendiéndose por todo el mundo.
Y deseaban oír lo que oímos: la Palabra de Dios siendo predicada en más y más idiomas,
¡gente de toda raza y nación buscando a Jesús como Señor!
• Viendo y escuchando a lo que accedemos hoy en día - a través de Internet y otros medios de
comunicación mundiales - también tiene su lado oscuro: podemos ver y escuchar la difícil
situación de aquellos que están en una situación desesperada, y no podemos cerrar los ojos o
hacer oídos sordos sin violar nuestra solidaridad con Jesús. Él continuamente criticó la ceguera
de las personas religiosas que pensaban que la religión se trataba principalmente de conseguir
lo que necesitaban y querían de Dios, en vez de convertirse en siervos de Dios y cuidar "de la
gran familia" de Dios. La intención de Jesús nunca fue que sus seguidores se convirtieran en
una "subcultura extraña y alienada", sino que siempre quiso que estemos en contacto con la
cultura que nos rodea en su nombre, con su amor. Cuanto más vemos y escuchamos a Jesús,
mayor es la responsabilidad que tenemos el uno por el otro y aún por aquellos fuera de la fe.
Cuanto más nos acercamos a Dios, más nos acercamos a toda la humanidad,
independientemente de los "límites" artificiales que la humanidad ha establecido para
dividirnos.
Conclusión: Este verano también nos trajo la noticia de una refugiada de 14 años del Congo
que llegó a Ceuta el pasado diciembre en un bote abierto, obviamente en mal estado de salud.
En poco tiempo le diagnosticaron un tumor en el cuello. Su nombre era Enaie Bobo. En el
reportaje la llamaban una "cristiana evangelista", señalando que ella sonreía mucho y trabajaba
mucho en el aprendizaje del español. Para el verano era claro que tenía poco tiempo de vida, e
hizo saber que quería donar sus órganos vitales para salvar las vidas de otros niños. Sólo era
una niña, una refugiada de África Central, en mal estado de salud, dueña de nada; ¡sin
embargo, al morir salvó la vida de otros seis niños! ¡Una discípula de Jesús expresó su
solidaridad con los demás de tal manera que, a pesar de no tener nada, siendo nadie, con tan
poco tiempo, hizo un impacto duradero! (El Eco, nº 3-2011, p. 7).
• ¿Qué pasaría si usted y yo nos atreviéramos a seguir realmente a Jesús por un mes? ¿Cómo
sería? ¿Qué haríamos de manera diferente? ¿Cómo afectaría a nuestra preocupación por los
demás? ¡Tendríamos ojos para ver la grave situación de las personas en el Cuerno de África,
oídos para oír sus gritos de desesperación, y los corazones de empatía y sacrificio en su
nombre!
• Podríamos hacer valer nuestro mes realmente leyendo la Biblia como si fuera la Palabra
personal de Dios para nosotros. Realmente buscando al Señor en oración, como si
verdaderamente quisiéramos hacer su voluntad en lugar de conseguir que Él hiciera la nuestra.
Alabándolo y adorándolo con todo nuestro corazón porque Él es tan digno. Siendo auténticos
discípulos de Jesús, preocupándonos por los demás más que por nosotros mismos, sirviendo
con humildad, sembrando semillas de fe y esperanza todos los días en todas las situaciones.
¡Pronto descubriríamos que conocer y seguir a Jesús trae tanta alegría que querríamos seguir
haciéndolo de esta manera, cambiando nuestro "mes de prueba" por un compromiso de por
vida!
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