menos coloreado, frecuentemente muy engruesado en el ápice de

menos coloreado, frecuentemente muy engruesado en el ápice de
la teleutospora y también algo al nivel de los poros germinativos,
sobre todo cuando la germinación está próxima. El episporio puede
ser liso, pero muchas veces es más o menos finamente verrugoso,
pudiendo estas verrugas ser espinosas, y en ciertas especies llegar
a constituir largas y características espinas, como en el Triphragmium echinatutn Lev., por ejemplo, y en otras muchas, particularmente exóticas. Las verrugas en ocasiones, por su confluencia y
anastomosis, forman como una verdadera red o malla, que aparece en
relieve sobre la superficie de la teleutospora y que se puede observar mirándolas con gran aumento, pero en seco o en agua destilada,
no en medios que las hagan transparentes y las den turgescencia.
El pedicelo, en las teleutosporas que lo tienen, puede ser persistente o caedizo, siendo en muchos casos, más que caedizo, frágil, y,
en realidad, pudiendo considerarse como una célula intercalar, que,
como ésta, no tiene posterior desenvolvimiento una vez formada la
teleutospora. El basidio se desenvuelve en cada cavidad de las
teleutosporas, poseyendo éstas un poro germinativo o varios por
celdilla y saliendo por ellos, arrastrando dentro del endosporio, al
que alarga prolongándolo exteriormente, la masa protoplásmica y
los núcleos producto de la mitosis del dicarión, y dividiéndose este
basidio en cuatro cavidades por tres tabiques, dentro de cada una
de las cuales se emite fuera un esterigmato, al que pasa el protoplasma y el núcleo correspondiente (fig. X ) . En el caso que citamos del género Coleosporium
y otros análogos, la teleutospora se
debe considerar como un verdadero probasidio o como un cistidio
en el cual está enquistado el basidio. El género Zaghouania
se
aproxima, como dijimos, a éste, pero aún más a otros hongos más
superiores.
El color de las teleutosporas más o menos obscuro, anaranjado
a veces, no es característico, como no lo es tampoco en realidad la
relación de color entre las diversas facies de una misma especie de
uredínea, según la autorizada opinión del profesor Ed. Fischer (1),
pero no deja de auxiliar en la determinación de las especies, como
en el caso del Uromyces pallidus Niessl (2), y siempre teniendo en
cuenta que la teleutospora varía de coloración, según es más o metí)
F I S C H E U ( E D . ) , i n Ceñir,
g i n a 205.
(2)
In
Ibid.
f.
Bakt.,
etc., 1906. A b t . I I , B d . X V I I , p á -