¿Por qué se suicidan tantos soldados estadounidenses?

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INTERNACIONALES
JUNIO 2013 > viernes 14
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¿Por qué se suicidan tantos
soldados estadounidenses?
Beatriz Díez
El suicidio se ha convertido en la causa
de muerte más frecuente entre los militares estadounidenses que la guerra en sí.
Las cifras hablan por sí solas. Cada día
se quita la vida en Estados Unidos un militar que ha regresado de una zona de conflicto.
Por ejemplo, el número total de soldados que se suicidaron desde que volvieron de Afganistán supera a la cantidad de
militares muertos en combate allí.
¿Qué está fallando en la atención a los
miembros del ejército de EE.UU.?
EL PTSD COMO PRINCIPAL TRASTORNO
Los problemas mentales son una de las
causas principales que empujan a los
veteranos a buscar ayuda en el Departamento de Asuntos de Veteranos, dependencia del gobierno federal de Estados Unidos. Dentro de ellos, el Síndrome
de Estrés Postraumático (PTSD, por sus
siglas en inglés) es el trastorno más frecuente, por encima de la depresión y el
abuso de sustancias.
Paula Schnurr, vicedirectora ejecutiva
del Centro Nacional para el PTSD en
Estados Unidos, le dice a BBC Mundo que
“el PTSD es un problema muy significativo
entre los veteranos y el personal militar
puesto que es uno de los trastornos más
comunes que afecta a los individuos que
viven una experiencia traumática durante
el servicio militar, como por ejemplo la
exposición a una zona de guerra”.
¿Es ajustado vincular el trastorno de
estrés postraumático con la alta tasa de
suicidio entre los militares estadounidenses?
“La incidencia del suicidio en personas
con PTSD u otros desórdenes mentales
es alta”, responde Schnurr, “pero la gran
mayoría de personas que sufren PTSD
no intentan suicidarse. Es un problema
serio, pero hay que subrayar que la
mayoría de los pacientes no tiene tendencia al suicidio”.
MÁS ATENCIÓN MENTAL POR LEY
El presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, vio la luz de alarma y
decidió invertir más recursos materiales y
humanos a la atención psicológica para
los veteranos de guerra y militares aún en
servicio.
El 31 de agosto del año pasado, publicó
un decreto ley con el que se otorgaban
más fondos y más poder a un conjunto de
departamentos oficiales que trabaja en la
atención a los miembros del ejército. Son
el Departamento de Asuntos de Veteranos, la Secretaría de Defensa y el Servicio de Salud.
Entre agosto del 2012 y el pasado
marzo, se ha incrementado la capacidad
de la Línea de Atención a los Veteranos
en un 50 % para garantizar que en crisis
puedan recibir ayuda.
Desde el departamento de Asuntos de
Veteranos, se informó a BBC Mundo que,
en estos meses, se han establecido 15
proyectos pilotos en siete estados donde
trabaja dicho organismo en los que proveedores de salud mental locales ayudan
a los veteranos a tener acceso a estos
servicios a tiempo.
Además, se puso en marcha una campaña nacional para la prevención del suicidio con el fin de conectar a los veteranos y militares en activo con los servicios
de salud mental.
EL DINERO NO LO ES TODO
Sin embargo, juzgar toda esta situación
como una mera falta de recursos es,
según los expertos, simplificarlo demasiado. Así lo subraya Raúl Coimbra, director del Sistema de Salud del hospital
de San Diego.
Hay otros factores que juegan un papel
muy importante, como el estigma que persiste en torno a los problemas mentales.
Muchos militares no se sienten cómodos
pidiendo ayuda, no quieren ser calificados
como locos, le dijo Coimbra a BBC Mundo.
Los hay que sí quieren tener ayuda
pero no de la mano de un especialista
civil. Los militares se quejan de que los
civiles desconocen la realidad a la que se
enfrentan los miembros del ejército y por
eso prefieren acudir a otras fuentes de
ayuda.
Como la organización Veterans4Warriors
(Veteranos por los guerreros), que ofrece
asistencia a todo veterano o militar en servicio que acuda a ellos.
A través de una línea de atención telefónica o por correo electrónico, la persona
que sufre de algún tipo de secuela mental
puede recibir la ayuda de otra persona
afín que pueda comprender mejor la
situación que está atravesando.
Por su parte, el Departamento de Asuntos de Veteranos atiende a nueve millones de personas que acuden en busca de
ayuda, del total de 22 millones de veteranos que hay en todo el país.
TERAPIAS ALTERNATIVAS
En el caso concreto del trastorno de
estrés postraumático, se ha criticado la
tendencia a medicar a los pacientes que
lo sufren en lugar de ofrecerles terapias
más prolongadas, que requieren de más
personal, más tiempo, y por supuesto,
más financiación.
Las terapias tradicionales también están
bajo la observación de una lupa. Entre las
alternativas que surgen con más fuerza
está la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés) o la
teoría del crecimiento postraumático, según la cual las experiencias traumáticas
pueden convertirse, a medio y largo plazo,
en una vivencia que cambie a la persona
en un sentido positivo.
Con la terapia ACT se pretende que el
paciente no niegue o eluda la causa de su
desazón, sino que la acepte, la enfrente y
aprenda a desprenderse de ella. Además, el paciente debe identificar los valores principales que son el eje de su existencia y comprometerse a vivir conforme
a ellos. (Fragmentos tomados de BBC
Mundo)
Gran Bretaña indemnizará a los Mau Mau
por los crímenes de la era colonial
Unas diez mil personas murieron, según las estimaciones más bajas, y
decenas de miles fueron encarceladas durante la brutal represión de
la revuelta Mau Mau, entre 1952 y 1960.
El Gobierno británico indemnizará a los kenianos víctimas de torturas y otros malos tratos durante la represión
del movimiento Mau Mau que hace medio siglo se levantó contra las autoridades coloniales, según declaraciones del secretario del Foreign Office (Exteriores), William
Hague.
Hague expresó su pesar por esos crímenes e indicó
al Parlamento que las compensaciones ascenderían a
19,9 millones de libras (23,5 millones de euros), para
5 228 denunciantes representados por un bufete de
abogados británico.
El Foreign Office alegaba inicialmente que la responsabilidad por hechos acaecidos durante la época
colonial recaía en el Gobierno de Kenia, una vez que
el país del este de África se proclamó independiente
en 1963.
Pero el mes pasado la diplomacia británica confirmó
negociaciones para llegar a un acuerdo con ancianos
kenianos que acusan a las fuerzas imperiales de
haberlos sometido a torturas, abusos sexuales y otros
maltratos.
“El Gobierno británico reconoce que hubo kenianos
sometidos a la tortura u a otras formas de maltrato por
parte de la administración colonial”, dijo Hague.
“El Gobierno británico lamenta sinceramente que
esos abusos hayan ocurrido y entorpecido el avance
de Kenia hacia la independencia. La tortura y los maltratos son violaciones aberrantes de la dignidad humana, que condenamos sin reservas”, agregó.
El Ministro del Gobierno de David Cameron comentó que
Gran Bretaña contribuirá además a la construcción en
Nairobi de un memorial a las víctimas de torturas y maltratos durante la era colonial. Unas diez mil personas murieron, según las estimaciones más bajas, y decenas de miles
fueron encarceladas durante la brutal represión de la
revuelta Mau Mau, entre 1952 y 1960. En ese entonces, la
atención internacional se había focalizado en la muerte de
32 colonos blancos. (Tomado de Rebelión)
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