El maíz - Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

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EL MAÍZ
Su origen.-Que la cuna del maíz es americana ya no hay nadie que lo ponga en duda. Se
insistió en tiempos, en considerarlo oriundo del
Asia fundándose en la denominación que, durante
los siglos xvi y xvii de Tritic^um iavdicum, le dieron muchos escritores sin parar atención en lo
débil de la argumentación, pues bien sabido es
que Colón murió creyendo que lo que había descubierto era la costa oriental de la India. Si hubiese
sido así, como opinaban dichos publicistas, el maíz
se hallaría extendido con profusión en todo el
Indostán, lo cual no sucede y no por falta de
condiciones climatológicas, sino por no estar generalizado su empleo. En cambio nuestros descubridores de tierras americanas hacen constar que
al abordar en la Florida, la Guyana y Nueva Granada pudieron comprobar que el maíz entraba como uno de los alimentos más generalizados del
régimen dietético de los indígenas.
Los documentos de la civilización de los incas
corroboran también tal extremo, y son muy pocos
los países en que se cultiva el maíz tierno--el capia de los indios americanos-, pues el importado
El úrgan^ masculino de la planta de maíz, el plumeru,
pendón, copo.
cn I?spaña a raíz del descubrituiento fué el cíe
grano cluro, el llamado 7.ara en el Pertí.
Nada de extrañ^^i tiencn esos carohi^^s de ^len^^mi-
naciones cua^idu ahora mismo et^ España ha}^
regiones dondc al maíz sil,rucn dcnc^minán^jolc ^,inizo, a.m ilcscuno^imiento absoluto de. lo tlue sc,ti
u»o }' otru.
Tuclo^ lus indicios lo dan rou^u oriuudu tíc las
Antillas, ^lc cl^m^le iu^ introducitlo en ^^Zéjicu y de
La mazorca señalando ccímo de cada grano sale una
barba, el estilo que sirvió de conducto ai elemento masCulino fecundador.
23
cuyas tierras pasú a]as regicmes septentricmaíes
amcricanas.
Los españolcs y portugucses la difuncliurcm pc^r
h: u ropa.
Clima.-li.s ia cirrwistancia cíu^ en el maí^ influye más para cl renclimiento eroncímico.
l;s una #;rrcniínea que súlo con huu^cdad suíiciente puede dar cosecha y esa humeclacl ha cie
producirse en los meses de verano, cosa muy rara
en ia mayoría de las regiunes españolas. Yor es^^
fuera cí^ la zona cantábrica y en algunos valles
rie ríos caudalosos cl cultivo del maíz en secanc^
Esquema de nn grano de maíz en corte longitudinal:
n, picl ; b, germen ; c, endospermo.
no es posible. Lus ^a^ metros de altitucí es un
límite para la ^^el;ctación de esta 1>lanla.
1.^s el maíz planta cuyo cucrpu está fortnaci^^
^le tejidos jttgosos y ticrnu^, asi como de úrganos
Colecci^^m c!c ^ran^^., qs^e manitiestaix la enorme varieda^l de f^^rma^ quc pueden presentar (I,a Hacienda).
foliares amplios y de mucha superfi^^ie. 5u porte
y constitttciún da ideti, desdr el primer moment^^,
de scr un vc^etal que prccisa mucha huuiedad
para desarrollarsc convenicntemente. Y así es,
pues le hacen falta durantc el verano 20o niilímetros de agua para que pueda <lesarrollarse sin
necesitar riego.
Con el maiz se aprecia notablemente ]a diferencia en la concentración de principios segítn sea
el clima templado o frío. La misma clase de maíz
dá cañas con jugo algo a•r.ttcarado en ]as regiones
- 25 -de mucho calor y completamente ^sípid0 en lss
zonas templadas.
^
tiu ciclo de vegetación es de iYri^ cieirév cincuenta días con temperaturas mrdia^^cib- ^6 a Ic^
grados. Para alcanzar la swna integí^';c^^e^ ^.S^o
grados, que en promeciio necesita y ett la' zona
Norte de Lspaña, es necesario sembrarlo temprano, pues sino su grano no madura. En latitudes
más elevadas como en los países escandinavos no
pueden llegar a sazón sus granos. Cuanto más cálido es el clima su vida se acorta, cerca de las
zonas tropicales en tres meses ha recorrído todo
su ciclo de vegetación.
Eí maíz tiene dos empleos, en grano y en forraje. Es al primero al que nos referimos en esas
limitaciones de área geográfica. Como forrajero
su área de vegetación se amplía, pues si ciertos
climas no dan el tiempo y calor necesario para la
evolución de su fruto sí pcrmite el cíesarrollo vegetativo, alcanzando en ellos todo su porte.
Constitucián ^de la planta.-Es de las llamadas
monoicas, es decir de las que tienen flores masculinas y femeninas en lttgar distinto pero del
mismo pie de planta.
Las flores masculinas se forman en el ápice ^^
el conjunto de aumentos que forman recibe el
nombre de pendón, plumero, etc. Las femeninas,
en cambio, están sentadas sobre un receptáculo
carnoso que lleva el nombre de zuro, tusa, corozo.
F_stán esas flores protegidas por amplias espatas
-hojas envolventes-y por la punta de lo quc
zb -
Mazorcas de distintas clases de maíz : A, del maíz ordinario; B, el llama ^ o diente de caballo; C, maíz de
pico, especie rostrata, }^ I), maíz enano. Las dos íiltimas, C y I), son de las que sc cmplcan para la industria de las palomitas.
constituye la mazorca salen unos largos filamentos
que son los estilos cíe la flor.
En la maduración sale de los pendones el polvillo fecundante que, flotando en el aíre, vienc
en gran parte a depositarse en el extremo de ]a
cabellera de la maznrca para efectuar la fecundación. Cada planta de maíz, aquí no suele ]levar
de ordinario más que un pendón y una mazorca,
por excepción dos de estas últitnas (suela fértil
y varíedad prolífica), y en cambio en América es
corriente que cada planta lleve un número de tres
y cuatro.
El tallo es grueso, caña maeiza y algo aplastada
ert^ los entrenudos superiores. Las hojas son amplias y envainadoras. Sus raíces forman un conglomerado cer^a del cuello y son superficiales. 1 ✓1
mateado^ se manifiesta en el maíz, dando hijuelos
y raíces s'upletorias o raigones, clavns suelen do
nominarse en ciertas zonas,. más };ruesas que ]as
raíces primeras.
Los primeros, ]os chupones, hay que eliminarlos para que la planta se desarrolle bien ; en cambio hay que favorecer el buen desarrollo de las
segundas que ayudan a sostener mejor la planta
y a que se nutra de una manera más completa.
El fruto, que es el grano, tiene unas veces la
forma alargada y otras aplastada, no cabe por
ello dar una definición precisa de su forma.
Clasificación idel maíz.-Se ,pueden establecer
tres tipos, por decirlo asi, principales :
i° Zea mais. Maíz ordinario..
2° Zea Curagua. Maíz Curagua.
3."
7,ca Rostrata. ^Iaíz de pi^o.
.^u^ryuc existcn las cshecics hirta dc hujas )•
^;lumas pelosas, la túnica de granos cuL^icrtus yla erithrol^^ris o de glun^as rojas, son las tres prim^ras las currientemente cultivaclas.
Las de la primera esl^ecic, dc grau^^s lisus, lustrusos o n^ates ^• de hujas con borde liso coml,rcncirn muchas varicdadcs, segtín scau sus granus ovoideos, alargados o aplanados y comprimi-
blazorcas correspondientes al tipo dent¢do. I3n su super6cie exlerna se aprecia el snrco que ]o asemeja al borefe
de un diente.
I)istintas clases de mazorcas del tipo de los duros sin el
surco en ]a espalda de los ^ranos.
clos. Así mismo dentro de ellas se establecen diferencias por el color blanco, amarillo o rojo.
L.os de la especie curagua-o curahua , ori^inaria de Chile tiene las hujas dentadas en ]os
bordes, con ^ranos muy harinosos, los de la terrera especie son característicos por tener ]a partc
superior dcl grano terininada en punta.
I,as cualiclades del maír se aprecian como en
el trigo, por la proporción de gluten y almidón
que contienen sicndo éstas muy variables y estando relacionadas con la forma del grano.
-30Cultívo.-Es norma dedi ^ar al cultivo de este
cereal lvs suelos sueltos, pues en ]^s fuertes a
causa de vegetar en verano se desecan mucho, 1^>
que es un inconvenientc si se ha de í•ultívar sín
riego.
El trigo, trébol, nabo, patatas, lino, etc., sc dan
muy bien en las z^^^nas maiceras montxñesas a]ternando con maíz y con la alhalva, cebadas, trigo,
etcétera, en lugares tnás secos.
Es planta esquilmante y requiere mucho abono, pudiendo darse como fórmula media la de
zoo kilogramos de sulfato amónico o aso nitrato,
30o de superfosfato y 20o de sal potásica. De
esta última se podría escatimar algo si las cañas
del maíz, que ninguna utílizacián tienen, se incineran en el mismo campo. Todo ello, como es natural, subordinado a la riqueza mayor o menor
que el suelo tenga en elementos fertilizantes. El
abono, en lugar de echarlo a voleo, produce más
efecto añadiéndolo en los hoyos sietnpre que no
esté en contacto con la semilla. Daria mejor resultado si a uno y otro lado del surco de hoyos
se pone el abono conveniente, para lo cual se construyen máquinas agropiadas.
El maíz necesita un terreno bien preparado y
laboreado con bastante profundidad, sobre todo si
ha de cultivarse sin riego, pues en el verano sufriría mucho por falta de humedad. La labor de
alzar es imprescindible y un par de labores después, una de ellas en la primavera antes de la
siembra, con la que el terreno Se dispone para
esta operación. Las primeras evoluciones del maíz
Sistema radicular del maíz. Obsérvese cómo de los nucios inferiores de) tallo salen numerosos raigones favorecidos por el recalce.
son ^lc gestaci^ín difícil y dc ayuí ]a 1,rrharaci^ín
cuiclaclusa clel lugar en c^ue ha cle seinbrarse.
La semilla sana, si es posible selecciona^la cn
la forma que se ^iirá en e] correspon^licnte caPítulo, es la quc dehe emplcarse. I)e no hacerlo así,
lo ^tienos que puede hacer es conservar el grano
destinado a siembra en la misrna mazorca v al
desgranarla, en esta época, desechar los granos
de la punta. Lo yue debe evitar es cogcr semilla
de plantas con tendencia a producir chupones,
pues para maíz de grano es una mala cualidad.
I?1 momento de realizar la siembra es abril en
las zonas meridionales y mayo en las scptentrionales y de altitud. Se disponc la simiente a ho^^os
o golpes, en los que se depositan dos o tres semi-
Tallo de maíz atacado por la rosquilla.
Ilas para ascgurar la nas^:cncia. I)c „ a.}i ccntímetros entre hoyus }^ ^^.7^> ^^netru dc separaci^^n
entre líneas vienen a resultar una^ ^^.^xx> plantas
en la hcctárea. ^ veces c^^nvicrie Il^^;;^r a las
.}^.ctou p^lantas. La sin^:ícní. a ci,^l,lear para lunrar
tal resultado viene a scr dc uu^^s ^^^ lcilo^ralnu,
pon c^ctárea. L.a profun^lida<( no scr^i nttnca mayor que ocho centí^nrtros, hncs si se quedan itiuy
soterrados no salen. Un par a cuatro centíntetros
es suficíente. I:vicíentet^^ente pucde hacerse esta
operación con sembradora, consiguicndo, acíemás
de regularidad, ahorro de siti^ientc. Lo riue sí dcbe tenerse en cuenta, que no le conviene exceso
de humedad al sembrar, sino de hacer lo que
llaman tempero eniuto.
Cuirla^dos durante la. vegctarió^i.-I;s el maíz
planta exigente en ellos, lo quc indica que es :,ultivo que exige bastante mano cle obra. Al maíz
para ^rano hay que darle tres binas si se ha •ae
poner en condiciones ^le venetaci^ín yue pueda dar
abundantes rendimicntos. La I^^riuiera bina se dará cuando alcanaa cíe is a^'o centímetros, cuando
tiene unas cinco hoias, para ]a que se puede emplear binadora, pero resultando mcjor con ]a azada ordinaria. Se aprovecha esta t^ina p^ara aclarar
dejando un pie en cada hoyo y quitar chupones o
hijuelos cortándolos y no tirando de ellos, pues
de esta última manera pueden sufrír rnucho las
plantas. Si se dejan, quitan fuerza al tallo principal y las mazorcas que producen son raquíticas
y de grano mtry menudo. LTna nueva adicibn rle
nitrato en esta ^poca está muy itldicado. La ter-
^
Op^^raci^"m yuc «• ^Iclic rcalirar con la; cafias dci maí;_
^•n ^uant^^ .utrcn ^lc untt pl^t^;a.
rera hina se a^n^^wrcha ltara recalzar el tnaíz ^lttc
sc hacr cttau^l^t l^ts tall^ts alcanran unus tiu a^^>
ceutíme•tr^ts ^• r^,niicnza a iniciar5c cl l,luntero eu
cl ví^rticc u hunta ^lc la ltl^tnta. Con cse a^wt•ca^lu
sc facilita la turmaci^'m cn raiguncs l^ur cncim^i
de la cabcllera ^lc raíc^s yuc cuntril,u^^an a nutrir
más cunt^^l^•lantcntr la ^^l.u^ta ^' disp^tnc, a^lemás, Ja
ticrra en n^ej^tres c^mdiciuncs hara cl ricgu si cl
cultiv^ cs en vcga.
1;1 númcr^, ^lc rirl;^ts yuc ncrc,ita cl ntaíz cs ^lc
scis a^tchu, en cl casu ntás ^icsfav^trat>l^ nucvc.
No ^Icltcn prcxlibarsc niuch^t, l^ucs si sc lc ^la cxu-
- 35 bcrancia cxagcrada al fullaje, las uiazorcas tardan
más en aparecer y se compromete su inaduraci^^n_
Cuando ]as hojas ^Iel interior eíel ^naizal apareccn
resecas, uua vez que el sol sc 1>usc^, es incliciu
dc que las plantas cumicnzan a sufrir cíe sccl.
Itis costumbre cuando empieza a ilesecarse la cabcllera de ]a mazorra, proceder al desmochadc^ del
maíz, cortancío el es^i^ón, cc^pu o f^lu^riero a partir del nudo colocado encíma de la última marorca, declicándolo para alimentar al ganado bien
en esa época o guardándolo para cI invierno. 1'^sa
operación no perjudica a la buena ^ranazón si no
va acompañada de un deshojado irnprudente, que
a la vez que aquél, realizan en algunos sitios. Las
hojas determinan el aporte de elementos hacía
los granos de la mazorca y su eliminación puede
perjudicar el engrosamiento de aquéllos. Sálo la
necesidad de que el desecado de las mazorcas se
ha^a bien puede obligar a realizar el total deshcjado en países fríos y aw1 en los no muy templados, dando al maizal el aspecto rarc^ que presenta
con sus cañas peladas y sosteniendo las panojas
en su extremidad.
Pecoleccióm.-En la recoleccií^n del maíz no es
necesario apresurarse a recogerlo, pues no tienc
peligro del des^ranado como los otros cereales.
Sólo la humedad lo perjudica extraordinarian^ent^.
y no conviene, por lo tanto, demorar esa oper,tción a la época de las Iluvias. La humedad se introduce entre ]as espatas que recubren la mazorca, lo cua] oeurre hasta con el rocío, siendo conveniente es^erar a que se eva^ore,
1'ruzo dc mazurca mostrancl^^ lu, ^ranos atacados por
la pulilla.
La culuraciún uscura de la cabcllera de ]as mazurcas y la t^^tal ^esecaci^'^i^ ele lds brácteas ^^ue
-37ía recubren, son los caracteres que señalan el momento de la recolección del rnaíz.
Se hace a mano arrancando las rnazorcas, ernpleándose seis jornales en recoger las de una hectárea. Lo conveniente es transportarlas al almacen
en sitio seco y despojarlas cíe las espatas envolventes, operación que puede hacerse a máyuina
movida a mano o a motor. l^l dcsgranado no cun^•iene hacerlo enseguida, pues los granos cstán
rnuy húmedos y fuerteiliente adheridus al zuro,
del cual, todavía después de cortacío, emigran sustancias hacia los granos que no po'rían hacerlo
con el desgranado antes de tíempo. La buena economía agrícola aconseja demorar esa operación
para ocupar a los obreros en días de invierno
cuando no son posibles ]abores al aire libre. También puede hacerse a máquina.
Mientras Ilcga este momento las mazorcas deberán tenerse en graneros, desvanes o departamentos bien aireados para evitar enmohecinrientos
o fermentaciones por exceso de humedad.
En el desgranado a mano, o sea restregancío el
obrero la mazorca sobre una harra de hierro, colocada en el asiento, puede desgranar en la jornada unos ciento cincuenta ]cilogramos, en cambio
a máquina, servida por un peón y un muchacho,
puede hacer 2.00o kilogramos en la jornada. Lo
mismo la operación de deshojar, el ctesperfollo,
como la llaman los de levante, que la del desgranado, deben hacerse con las mazorcas muy secas,
para que las máquinas funcionen bien y cl grano
no resulte averiado.
El renciimiento ordinario del rnaíz oscila entre
Otro .enemi);u drl maíz almacenacio ^• al que sólo con
^cncn^^^ ^r lc )^ucdc cotnUatir.
^. ^ txt a.{.^x^t I:il^t^rantus ltun c^rt:írca cn la ^cncr:tli^la^l clc las z^^na, rslr,tñulas t•un cnst•clta rc,;ular }^ lntena resi^crtivatttcntc. Lus c^trrit•ut^s cn
11í•jicu t ltaí;es ^li• rlinta nt:ís hcnignu ltasan sicutltre ^lc l^s ^^.^x>'t I:ilu;;ram^^^. I•:u rcali^la^l ,un ltru^iu^ci^^ne, c•xi;;uas ]as qve ayuí se consiguen y
por estt, cn cl ra{,ítulo quc sikuc a éste, ^lamus
tntas nuci^ntcs tlc rímxt lntcclc r^^nscguirsc una intcnsilicari^'>n tle rendimientos.
Eytc^ntig^,s d^^l maí^.-I?nlrc las plagas tnás corrientcs tlr estc rcrcal tcnctuns la Nun:t{;rí^t. ^iuc
cs ntu_^• ^urrientc cn ltts ntaizales del nortc ^le I•;sltañst. l.a tuaripusilla, quc cs la turnta yttc ticnc
cl insccttt ^crfccto, culuca los hucvccillos cu ^is-
- 39 tintos lu},^ares cle la planta ya dcsarr^iliada, sea
en cl plumrr^>, sca cn l^ts a^ilas clc las h^^jas ^^ 7^:
larva que nace de acluéllos perfura l^^s teji^l^>s 1^
Penetra en e^l interiur ^1^•1 tallu cuy^a mí^<lulrt rur,
lo yuc deterniina l^í^r^lida clc ví^,ror tn la I,lanta.
Hacc su crisali<laci^>n ^lcntru ^le lus misinu; iallu;,
cle nuxlu <^ue el elejarlus ]x^r mu^hu tiem^^u en cl
cauipu cs iavurec^r que el cicl^, ^Ic evulu^•i^ín •_Ic
este insccto se completi ^° quc la ^^la;;a sc herpetur.
La denon^iuada rosquil!¢ es otra mariposa ru}'a
oruga es más voraz que la nonagría, pues destroza las plantas en cualquier edad, causan^l<^ vcrdaderos estropicios. I;s muy dificil comhatirla y^ la
eliminación de los pies invadidos es la única solución.
La pcrlomilla (Sitotro^ral, en cambio, ;iíaca al
inaíz en almacén, realizancio su rvolución en el
interior del grauo, cu^^a ^nat^ria consume.
Entre las eniern^edades cripto^ámicas, se señala el tarbó^r2, hon^o perjudicial, que cn las rnazorcas producc cleformaciones ^^ bolsas cun ^i;l
contenido de esporas ne^ras, quc son las que, difundiéndose, propagan la enfermedacl. Kecoger
las bolsas y quemarlas impeclirá la difusión. ha
sulfatado o carbonatación de la semilla se p^ueden utilizar como procedimiento preventivo. Si
hemos de hacer constar, que cl carbonatado tiene
el inconveníente de que cuan<]v se usa sembradora, el ^olvil(o de carbonato de cobre ataca ^^
las partes metálicas y estropea Ios distribuiclores,
si no se ticne cuidado de extremar la ]impieza,
Tar.^l,ií•n aia a al niaír tina rn^^a c^l7ccífica, s^^l^rc trx,lc^ lo^ ;iiir,s rnnv^ húinc•clus, quc hacc rctrasar
la madttrai i;'^n run l^» ccrosi^uicntcs trastc^rnoc.
:^n ticnc rc:i^c;lic^ n^;ís yu^• cn el cn>>>Icu clc '^aric^ia^lc, resi:^trntc; a c>ta i ril^l^ígama.
\L\Í"I, 1:\ I:L : ^CC':WO
I?l si,teina ^ie ííneas l^areatlas aplicado a los Cercales de invicrnu en lul;^ares cloncle la sequía es
acentuada se ha aí^licado también a éste si bien
con la reíativiclacl que es cle suponcr en cuanto
a la apreciaciún clc la seyuia. Terrenos y lugares
en que el tri^Yo o la cebada todavía pueclen darse,
no son aprup^^situ para el cultivo del maíz, que
ncccsita recursus dc l^umc<íad mucho más abundantes. Su cnnstitti^ción foliar ^^ raíces rnenos profundas harcn quc sufra pronto ron las escasas
precipitacio,^es ;,cuusas.
F?i7tendernc^s, nosotros, que es Agricultura precaria la qtte ticnc yuc echar n^iano de suelos ;,^
climas estremoscis, para lo yue es el normal •^n
ciertas plantas, pcro aun así no querenios falte en
este resurñeu del cultivo de íos cereales de este
l;rupo, las rcnlas establecidas para el mejor éxito
de duien se decide a utilizaríos. .
^
I^stá ftmclaclo cl sistema en los grandes espacia^^
mientos de sieinbra y en el laboreo persistente d^
la porcicín cíe suelo que quecla sin cubrir por las
plantas.
Desde luc^o, sc aconscja destinar a maíz ias
1)cin^^^traci^'^n drf cíect<^ qiie cn cI maíz pr^>ducc c( ab^uado minc^ral. La fila dcl centro ha sido abunacla, y las
utras, no. Ctiltivu en secanu.
huenas ticrras ele tril,rci, siemprc clue nc^ scan ntu}•
fucrtcs, ^lan^lu al terrcnc^ lahures ltr^^luu^fas a fin
cie aun^entar la capaci^lad rec^l^tura dcl sucln para
la poca huincda^l quc cn cl mismu cail;a. Tras dc
las labores, se ^larán antes ^l^ la sicn^bra un par
^ie hinas que elimine to^ia la vegctaci^ín espontánea y cleje tnulli^la la sul^erficie.
La cantidad ^le ab^,n^^s hoclrá ser all;^> nte^utr
yue la utiliza^la en el cuitivu c^n-riente. ^abiilo es
quc con riego o en país hútttedu el consunto <ie
fertiliiantes es mayor.
Lu yuc sí habrá de clegírse bíen es la varíedad,
pues no es bueno cualquicr ntaíz para resistir circunstai^cias tan ingratas. Z', en efectu, se escogeran ayuellas variedades de cicl^^ c^trto y maíces
- .32 -
tempranos para yuc cl otor'to, con las hun^edacle,
propias de la cstaciúu, nu impida la maduración
de irutos.
La Estación de Cerealicultura española tiene recumend•adas a este ^n, para L.xtrernadura y pruvincias limítrofes, el maíz rojo vinosu cíe Aragón,
para Andalucía los maíccs blanco y amarillo de
líuelva y similares. Ln Castilla la Nueva y Aragón, el rojo vínoso de Aragún y el precoz an^arillo de Succi. En las provincias de la cuenca tlcl
Duero cl de morro de vaca de Navarra y el de
Succi:
La siembra debe tenderse a adelantarla con
el fin de que su maduración venga en fechas tempranas, y así en las provincias más meridionales
habrá de hacerse en febrero, retrasando la fecl^.^^
a medida que sc sube hacia el Norte, y siendo primeros de mayo en las zonas secas dc las provincias norteñas.
La separacion entre las líneas debe ser cle un
metro y o,^^ m. la de los hoyos dentro cle las
líneas, pudiéndose achicar en io ó i^ centímetros
la separación de líneas y g=olpes en lugares no muy
secos o distanciarlas esa cantidacl míts, en los muy
secos. Para esta clase cíe cultivo conviene emplear
sembradnras a propósito o, en su defecto, hacerla
con arado romano y a chorrillo en el surco. A seis
centímetros de profuncíidad cs buena hondura para los granos. La cantidad de semilla no debe exceder de zo kilogramos por hectárea, esto es, casi
la tercera parte de la que se emplea en las condicianes ordinarias.
Cuando las plantas alcanzan ]ns zo centímetros
^ 43 _.
se da uua labor cruzada entre calle^-pues debe
quedar sembrado a marco real-y enseguida se
hace el aclareu o entre saca. Si se hizo a golpes
nu qucdará niás yue dos plantas y si a chorrillo,
se dejarán plantas aislaclas a 60 ó ^o centímetros.
Enseguida-puede hacerse al mismo tiempo-se
cava alreclcdor cíe las plantas en unos ^^o centín^etros y se añaeíe cl abono mineral si no se añadió al hacer las iabores, siendo este-de no poder
hacer el abonado en los hoyos-mejor método para realizar el abonado. A continuación se da un
surco con arado de vertedera a uno y otro lad^^
a fin de recalzarlas, labrando el resto de las calles también.
Con la binadora se seguirán dando pa ^es a las
calles cuantas más veces se pueda sin que pasen
de io centímetros de profundidad y así hasta quc
las mazorcas hayan entrado en franca maduración. Con ello se tiene el campo libre de malas
hierbas y se mantiene la humedad por rotura y
pulverización de la capa superficial.
La bina es la práctica fundamental en zonas
de secano y el señor Arana, primer dircctor de
la Estación de Cerealicultura de F_spaña, ha comprobado que con ciento treinta milímetros de lluvia
durante el período de vegetación se logran, sin
binar, i.2oo kilogramos de cosecha por hectárea
y i.6oo, 2.ioo y 2.50o kilograrnos con una, dos
tres y cuatro binas respectivamente.
Tal es el sistema preconizado como mejor para
el cultivo del maíz en tales circunstancias.
^i.tíz roKe:tyi•:xo
Como su nc^mbre lo indica, es el maíz cultivado para ser cc^nswnicio en verde como alimento
dcl ganado u para ensilarlo. f^n algunos puntos,
como en Aragón, le llaman :llcnc^^rt, ignorando si
es derivada de alcacel, con que se conoce en otros
la mezcla de centeno y cebacía para forraje, o si
es palabra genérica para denominar los cer.eales
usados como forrajeros.
Todos convienen, agricultores y técnicos, en
que el maíz es una de las forrajeras rnás útiles,
tanto por la avidez y fruición con que el ganado
la come, como por los principios nutritivos que
la integran. Ocupa, además, poco tiempo la tierra
y se presta a variadas alternativas o combinación
con otros cultivos.
I_as variedades más empleadas a este fin son el
curagua y el denominado diente de caballo, que
pertenece a la especie rnais u ordinario. El primero, es de tamaño gigante y acompañándole condiciones a propósito puede alcanzar dos y tres
metros de altura. En Europa no alcanza ]as dimensiones que en América. 1:1 diente de caballo
no llega a tan soberbia talla: Uno y otro son muy
tardíos y para recoger su grano precisan climas
muy templados.
Si ya de por sí es el maíz planta de terreno y
clima fresco, a menos de contar con abundantes
y seguros recursos de humedad, en el caso de explotarlo para forraje esa circunstancia se hace
más necesaria por la gran cantidad de follaje que
-45-
l^ecolección de maíz a máquina.
se sostiene por hectárra, ^• la activa evapcn•acibn
que comu consecuencia se l^ruduce.
l.as mismas labores ezi^;iclas pur el maíz ícara
grano han de clarse al suclo clestinaclo a maíz furrajero.
No exige el terreno íareparaci<"m dilcrentc de
la cíel destinado a maíz. para ^rano. En la fertilizaci^>n cíeben forzarse las closis cle los abon orgánicos y nitrogenacíos, pues es masa cle follaje
la quc nos interesa en cstc caso partictilar. Como
a la vez ese forraje clebe ser tierno, conviene que
la siemhra se haga espesa, para quc ]os tallos no
engrttesen y se enclurezcan en ^lemasía. No 7iac^^
falta quitar chupones o hijuelos, pero sc^n conv^nientcs los re ^ alc^s,
-46-
1?nsiladu del maíz dcspués de cortado en per^ueñu; trozus.
La siembra se realiza a voleo ernpleandu clc
t,o a rf^c> kilo^ramos de semilla por hectsírea, quc
se cubre coino en el caso de maíz para grano. Si
se sie^iibra en líncas con la primera ^ antidad es
suficicnte. La é^oca mejnr hara efecttiarla es ^^a-
-47^a^las las hclaclas primaverales, sin yue sea tan
ur^;cnte y l^crentoria la sicinhra cumo en el de
hrano, yuc ha cic cumplctar un ciclo más lar^<, iie
ve^,retaci^'>n parti la iornit!c_^^m de aquél.
1Vo obstante, hay que distinguir a los efect^^s
cle la ^poca de siembra si se ha cle destinar a ser
consun^ido cn verdc u a cnsilarlo, pues en el primer caso cunvendr^í escalonarlas con intcrvalos
cíe veintc ^lías, descíe el mes de abril a prirneros
de a^rosto. Si se destína a cnsilaje, conviene en la
época dicha primeramente senlbrarlo todo, pues
alcanza el máximo desarrollo y puede ^^ortarse
todo en el morr^ento preciso.
Mientras el período de vegetación, el empleo de
nitrato favorece la exuberancia de la vcgetación
y que las plantas totnen cuerpo. La dosis lebe
ser de roo a i5o kilogramos por hectárea.
La producción de forraje oscila entre 35.00o a
qo.ooo kilograroos de forraje por hectárea. Los
franceses dan rendin^icntos inucho mayores, pero
nosotros no hemos pasado de ]os que quedan citados y ello disponicnclo cle agua.
En aquellos lu^ares de tcrrenos ^nontañosos no
suele pasarse de 20.00o a zs.ooo kilogratnos por
hectárea.
Ll turno dc riego para el maíz en ]as parcelas
para ello dispuestas, debe ser de doce a dieciocho
días.
Si se deja pasar el mes dc agosto, por lo regiilar habiéndolo sembracío en abril, comienzan los
tallos a endurecerse, resultando dc nlala calidad,
tanto para consumirio así como para el silo.
El inomento de recogerlo para el aprovechd-
mirnto cn vcrde es cuando han aparecido ios plui^^eros }• c^m^ici:zan a formarse las maz^.'^rcas,
l^.n cl cas^^ quc sc destine al ensilado ^,^uedc
a;;uardarsc un poco más, o cuanclo se ínicia la
furi^^ación dc l^^s ^ran^,s. I'i:crle hacerse esa recolección con huz, aunque en T^úces tropicales utilizan curhillos especiales por el fuerte grosor que
alcanzan las cañas. Si son r.^uy altos sc da un
cortc hacia la mitad l^ara romplctarlo dcspu ^s con
utro a ras del terreno, ello facilita 1a formación
de ios haces o fascales para la carga.
En grandes superficies se hace a máquina, sobre
todo cuando se corta pareio, como dicen los agricuttores, a la recolceción de una vez y así suele
hacerse cuando se emplea para almacenarlos en
silos. El corta fcrrajes los reduce a trozos menudos, de cíos ccntímetros a Io sumo, mejor de
uno, única manera de que, pudiendo desalojar el
aire que entre la masa quede, se produzca una
buena fermentacíón y resulte jugoso y agradable.
Aunque el resultado económico del maíz como
forraje depende hasta de circtmstancias locales,
no estará de más indicar, siquiera aproximacíamente, lo que puede ser un promedio.
Ge.rto.r y^rodasctos de una heciárea de maís f orrajero :
295,00
g2^5o
50,00
iz5,oo
ioo,oo
t5o,oo
Laborco y estercolado a razón de unos r,ooo kg.
Semilla i5o kilot;ramos a o,55••••••••••^^••••••••••••
Abonos minerales .......................................:....
Mano de obra en siembra y yuntas ..................
Gastos de escardas y recalce .......................... •
Recolección, corte, atado y acarreo ..................
782,50
Producto: 40.00o kilogramos de forraje fresco.
Yreciq él ^l c^sto por tgnelaél'a ^ y82,^o : qo = i9,56 ptas,
-49F: N ti n..4I10
h'r^s.
_ - --l^orra}e fresco correspontlicnte a la hf'^•tárea....
.to.ooo
Merma en el en5ilaje, 2.} p^,r Ioc^, ^^ ^^ue^l^u^......
;;o..}oo
I'ru.c.
^- ---.. _ _
Mano de obra y amortizaci^ín de m^"t<^uina
cortaforrajes y silo, p^r hectárea............
Costo de la tonelada cie Inaíz ensilado (^c^tin
cnenta anterior) ..........................................
TOTAL ..............................
3,;t,oo
yRz,^o
(.II;,So
7.I13,i0 : 30 = ,1^ }^Ctiet1^.
Fl atnnento por lcilo^ramos cíe maíz ha sido,
pues, de poco más cíe céntimo y nlcdio a consecuencia del ensilaje.
CL^LTIVOS :1Sf)CL\I^5 AL ^^tAÍ"I_
La colocación amplia ^^ espaciatla que de •^rdinario se da a las plantas de maíz cuancío se dedica a grano, pertnite llevar a cabo cultivos intercalares que, sin perjudicar excesivamente a la
cosecha principal, permite obtener en el mismo
terreno otra cosecba.
Son plantas que se as^cian con aquél las iudias, patatas, guisantes, garbanzos, al^arrobas,
berzas, coliflores, etc, y hasta e1 sor^o de escobas. También suelen intercalarse remolachas y
nabos.
Só^o va biGn dc éstos, acluéilas clue no tiencn
9
exccsi^^^, },nrtc ^^ lus yuc, ^^ l^irn nri^li^ran :^^ites
yue rl n?aíz ^^ cunúcriz;^n a^lcsar^•r,llarsc cuand^^
ri n^aíz sc rrc^7l^^^tri. I.a^ ^>>^ís t»sclas sun lcrs ^t^isantcs ^^ las ju^iías, más estas últimas y s^^n ^^relerihl^s las enanas n las ^Ie enrrtnx^, }>ues ^•uando
hace de arl^a u tut^^r cl rnaír, e^ste es sumbrcado
en exces^^ }^^,r las ju^lí<ts } s<,lu clejaria ^le pcr^ u<,lic.^rlu cn ^^aíses cíili^l^^s.
LAti GHANDH:S 1'NUllUCCIOn1Sti ?)L: ^I:1Í"I.
i^.l talismán que permite incren^entar de tnudn
extraordinario la producción de maíz se encu.ntra en la semilla y este capítulo va a ser dedicado
a enseñar al agricultor el modo de utilizar dich^^
talismán, para que lo que pretende sea una realidad. A.ese fin es preciso que atienda y comprenda pri ^ riero estas observaciones previas.
^
Desde las épocas más antíguas los ]abradores
tuvíeron cierta intuición cíe que las semillas bien
fonuadas, las mcjor constituídas habían racionalmente de producir mejores resultados que las que ^
fueran raquíticas. Y su criterio se rundaba cn la
r,^zvn simplicísima de^que asimilada la simiente a
lc^ que es el huevo fecunclo entre ]os animales haIn•ía cle desarrollarse mejor aquél que en sus cvolurioncs primeras contase con más eleinentos de
iiutricibn, con más medios de subsistencia durante
el período embrionario.
Y en efecto, de tales sernillas se dan ordinaria^^^cnte plantas vigorosas y no es del todo perdido
lo que en tal sentido haga. Ahora bien, a una con
cl materia{ palpable que constituye la semilla se
encuentra en ella otra cosa impalpable, su esencia
j,^cnrtica yu<• nu r^ j^usilrlc arjuilat:rr ni lrcrrif,ir
hrrr rnu^^ l;rantlrs nrcrlir,s rle ^^isir'>n yuc l,ucda utilizar, ^^ cs cn ^•ll:r ^l^,n^lc• sc rniurrrtran l:r, ^^ausas
Opcraciunr; rlr fccun^l•aci^^^n arti ^ cial cn cl maíz dc una
C:ump..iitía dc nrcjura dc pl.urfas en Plunmin^;tun, IIL,
li^tadus 1'nidos,
finalrs ^• ucuhas rlcl l,roccsr, mcjurarlur ^Ic una
l,lanta. Pttcs cunx, rsr, nr, s^ ti^c ni sc aln•ecia a
sirnple vist:r ni r„n la bal:rnza, <le ahí que nu ^
bastc el pr^,cc^lin,icntr, antcs irrrlic:t^lr^ l,ara 1^>,t;^rar
avanc^s efectivus ni en la n^eiura ni en ^^l renrlirniento.
Las partit-ulari<larlcs o atril^utos de ]r^ quc ll:tmamos la csencia ;;cnética dcl,cndc clc la clasc tlr
elemcntos sexuales, masculinu y femcninr^, quc
- 53 --
I3olsa colocada Lapand^7 una mazorea. E1 pasador metálico únpide ^^ueda caerse.
-^4^c cu;nbincn cn cl arto dc la rcpro,lucci_'» ^, };^^ryue
csus elemcnt^,s llevan en sí cstercotipadus ;^ ^^n
l^utencia lns c^irttcteres l^c^uliares de la planla ^1^^
yuc j^r^^cr^lrn.
i^:] labr,^^l^^r sabc tambiín quc rn el ruaíz, a^lifcrcncia ^lr ^,trus cercalcs, cr^mu el tri^u lu^r ^; jcnil^ln, ytie Ilc^^a ^lcntr^^ ^íc s;i^^; ^lum,is lus clcn^cnt^^s
masculinos ^^ temeninos de la ílor, se presentan l^^s
niasculinos cn el plumcro, o penclbn, y lus femenin^^s cn las niazorcas y yue, si en ayuél, en el
trigo, la fecundación es directa por ]o rer;ular,
es <^lecir, por unión de los elen^entos de ]a misma
flor ( t), en el i7^aíz, de tlores con sexos contr^^rios,
no es eso lo corriente, sino el cruce, poryue el
polvillu fectm<lantc ciel plumero de una p^lanta ^va
con i^iucha facilida^l a las inazorcas de plantas
distintas.
líecho curios^ es también que las plantas, en
las yi^c la norma es la fecundaci<ín directa, ]as
uniunes cunsan^uíncas, es decir, entre parientcs,
porque no es utra c^^sa aquélla, no disrr^inuy^e el
vigor dc los scres que d^ cllo resultan, p^>r lo
tant^^ no dc^,reneran. Pero en ayuéllas cíonde la
rel;la es la fecundación, cruzada la degeneración
se acentua a rnedida due es rnayor cl parentescr
c.ntre los clementos sexuales v alcanzando cl máximo de aquéllas cuando las plantas s^e airtofecun<jan.
L'na clase de i:^aíz seil^brada sin interri^.nci^ín
una y otra vcz va acentuando la consa:^^ruini^la^l
(i) NuTn.-Esto mismo ocurre en la avena, cebada,
guisante, pero no en otras hermafroditas.
---- 55 de sus individuos, acerc.índose las plantas de ayuél
a ser drscendientes ^le Ir^rientes uiu}^ c^reant^s y-,
pur tantu, impriaui^n^^lo el sell^, ^Lr la det;encraci^ín
cn las p^iblacioncs sucesivas. Lat caml^^io, si sc
cruznn plantas de rnaíz yue prurc^len de variedades muy ^litcrentes, su vil;or será acreri^l^, tanto
n^<is ^^uantu m:ís cxtrañas scan las iamilias a que
pcrtc:^czcan.
S^^ puecle <'.;ir una clara iclca de lo clue es un
híbrirlo de maíz cu^nparándolo cun lu que es la
mula, pues tiene con este ser un conjunto de condiciones de semejai^za mu}' acentua<las. El mulo,
híbrido de yegua y asno participa de las •; ualidades iavorables de sus ancestrales, pero en sí, como
individualidad, no cun^^o raciador, por que es cstéril y no puede reproducirse. EI maíz híbrido es
también la primera generaciún^de dos estirpes de
maíz. Su vaí^>r conu, se:•:^illa es clevado para la
obtención de ttn grano excelentc <le carácter ca^ncrcial, pero no com^^ arranqi-^e de raza apreciable. Si se cinpleara otra vez hara simiente, es seguro el descenso en reneiimient^^ en las sucesivas
generaciunes.
Ahí está, pues, cl secreto para couseguir de
esta gramínea óptimas cosechas, }' si el labrador
quiere lo^rarlas dcberá pr^^cecícr a realizar las
operaciones que a continuaci^^n se indican :
^i ° Obtenci(>n de raras puras.
2.° Obtención de los híhridos.
Es evidente que para suscitar el ch^>que o^°ncuentra de elementos ^enéticos dispares con la
máxima eficacia, procede, en primer lugar, ^aislar
las ii-^dividualidadcs genéticas que después hayan
PRIMER AÑO
6[T.SS[^.[0
/
^^'
oE.asniD
/ 1 (8MA)M(CiD)
DOUBLE•CNOS4 SEED
\\
y
i0R COYYEMC^AL PLANTINO
S^NL^[-^^NOSSPLANT(B1{A)
^
`
=^.= '
^5i 1
SINDLC-OROSSPLANT(C.O)
1
Esquema de la obtencibn de híbridos doblcs, tomado
del Paryr:ers' Bulletin, U. S. Las plantas A y B, como
las C y D, son procedentes de granos obtenidos por autofecunciacil>n, Cada pareja, después de desmochar las
plantas B y C, nos cía los híbridos de primera generación B X A y C X D, que son las mazorcas superiores. Sus granos sembrados dan las plantas inferiores
que cruzadas nos originan el doble híbrido (B X A)
X (C X B).
-57-
de enfrentarse en la couipenetración cíe sus elementos sexuales. I:;sto es, tíene que obtener, si no
dispone cie ellas, dr^s razas puras o lo más purificaclas posiLle,
l;n estc primer período ^las polinizacion^s conviene haccrlas a mano, artificialmente. Se elegirá
una parccla de terreno algo extensa donde sc
tenga ser7^bracla una variedaci quc pretendemos
purificar, y quc contenga unos miles de pies, pues
así es más fácil, entre gran número, elegir mejores plantas. Eligiríamos, por ejemplo, unas 50.
Utilizando esas bolsas de papel que emplea el
comercio de ultramarinos--las de kilo y medio
kílo son aceptables-y puestas boca abajo se cubren las mazorcas y plumeros de las plantas elegidas. Tal operación debe hace^rse antes de que
echen las barbas las mazorcas, que suelen hacerlo
al día siguiente o a los dos días después de asomar la espiga o mazorca entre el tallo y la hoja.
Si salen dos es siempre la primeramente nacída
la que forma más pronto la cabellera, aunque parezca que la segunda aparecida se adelanta. Es,
pues, a poco de salir cuando la mazorca debe ser
cubíerta o encaperuzada, podríamos decir, y sujeta la bolsa con una cuerda para que el viento no la
desplace.
A la vez debe cubrirse el plurnero para que
cl polen no se difunda, con bolsas análogas pero
atadas al vástago del pendón para que no cscurra
el polvillo fecundante fuera de la bolsa en 1a que
debe quedar recogido.
Para proceder a la fecundación artificial, ese
polen recogido del plurnero se espolvorea sobrc
-58-
las barbas de la mazorca para lo que se habrá
descubierto volviéndola a tapar seguidamente para
que ningún grano dc otro polen pueda ]legar .a
ella. Así debe permanecer de diez a quince días
al cabo de cuyu tienipo se puede dejar libre.
Las mejores mazurcas que de esta operación
restiltaren se siembran, distribuyrndo los granos
de cada mazorca en una fila y volviendo a hacer
la autofectmdación en las mejores plantas de cada
fila, como se hizo en las anteriores. Cada año,
únicnmente las mazorcas de las mejores plantas
de cada fila deben ser las recogidas, a fin de continuar las distintas estirpes. A1 cabo de la quinta
autofecundación puede darse prácticamente por
purificada.
Debe estar alerta el ]abrador respecto a circunstancias que se le van a producir que no
deben descorazonarle. Tal es, por ejemplo, la pérdida de vigor el primer año de la autofecundación
y su descenso hasta la quinta generación en que
se detiene. Lse fenórneno es natural y nccesario,
pues son los caracteres dominantes los yue van
desapareciendo, quedando al descubierto el recesivo, que es el propio de la variedad.
I:n esas líneas obtenidas al cabo de la yuinta
generación, el mismo resultado se obticne autofecundando que cruzando entre sí las de ]a misma
línea.
Por esto, en lugares en los yue desde tiempos
lejanos se viene cultivando la misma variedad de
maíz, prácticamente puede tomarse como pura y
servir para la obtención de los híbridos, que es
la segunda operación que debe hacer el labraclor
-- 59 -
ti• n la cual queda únicamente reducida si elige
tuaí.^es de zonas de las condiciones antedichas.
'I"odu se re^íucc, Intes, a conseguir ^^I cruce de
d^,s variedadcs puras, pues se ha crnnpr^^bado que
cl viK^or .Ilcanzado por los híbriilus de ]a prirnera
^^neración ^s tan elevado que sobrepasa en mucho
rt la varierlacl original.
1le ac{uí las cifras yue señala a este particular
el señor Gallastegui Unamuno que ha trabajado
mucho y bien en el mejorarniento del maíz.
Kilogramoe vor
heet6rea
Cosecha media de las diez variedades mejor seleccionadas y más productivas .....................
{dem de ]as líneas autofecundas .....................
Idem hibridos de la primera generación.........
(^lem íd. cruces dohle ^ ....................................
b.225
3•^37
7•^5
R.5^9
Las variedades pepita de om y reina blanca son
las dc más valor ohtenidas.
l^.n las vegas malagueñas clonde la variedad
Morillo no rinde más de r.4oo 1<ilogramos por
liectárea, el híbrido Guadalhorce, conseguido de
cruzar dos variedades de mayor altitud en aquella
zona elevó la producción a 3.^a^ kilogramos. Débese hacer la observación que se trata de territorio
apropia^ío para producción forrajera y de muy dii icil granazón.
En Navarra se ha logrado producciones de
6. ^oo kilogramos con el híbrido blanco del país
y roja argentino cuando escasamente pasa de los
^{.5cx^ kilogramos por hectárea las cosechas logra-
Campo dc hibridaci^m natural tl^^ maí<•cs cn la l^;staciún
^ic :A^ri^•^tltura !-:xlu^rimrntal rlc Int^a (1•:. l^.). (•ada
cuatru tila^ dc•^mucl,ada; >c íy,rccia l:u dc L•i ^arirdad
yur, cun:cr^•.incL^ :n plumcru, rcalixa la lccundaciún.
^lay ^un cl „rclin:uin. C•I:n•„ c>t^t, ^^ttc cl cru•r.amicnt^, ^lc cicrt:ts líncas l,r^,^lu^•c mci.>rc: resultaci^,s
yuc utr:ts, ^^ ahí c>t;t ln•cri;;uuentc l:t ^^ist:t ^^ hucn:t cle^ri^',tt clrl a};rirttltur. I•at };cncral, l,ut•^íc clccirsc ^luc las cstirl^^•s ^lc tall^, cttrl^•nyuc ^> ^lí•l,il,
sistcma ra^licul:tr I ,u},rr ^ t^:aznrras clc rr^iuri^lu
tantañ^, dch^n cruzar;c r„n las surrtcs <lc raractcres c^,ntr:trius, t ucrtc catia, rohttst„ sistcnta railic•ular ^• tuluntinu;as ntazurca.^ l,ara tcncr r.ta^^urrs l,rul,al^ili^la^les ^lc runsc;;uir I,ucnt,s híl,ri^l„s.
I•;l mu^k, ^ic ^lislx^ner la l,lant:tci^"m lru-a ^^I^,t:•ncr
sentilla híhritla cs, c•l^^^ir utt cantptt aisl:trltt tlue
no tenga a tncnus ^listancia ^lc ^o ntctros cn t^^dos
- 6r seutidos-mcjor si es más-^,tri^,s camp<^s de ^:^aíz.
I?n él se siembran cuatro i^las dc la semilla que
va a dar plantas madres-l^urs dc ella n^is conviene existan más-, y a uno ^^ otru laclo una fila
de la que scrvirá de planta padre, }^ en rsta Yor❑^a intercalan^]^^ entre cada ruatro de la primera
una de la se^unda se complrta el campo de plantación. Cuando van a apuntar los plumc>ros en las
filas más numerosas se desmnchan ^^ así todas las
mazorcas dc sus plantas qucdarán iecund,id^ s por
el polen de la otra variedad intercalada.
Anualmente, por tanto, el labrador tiene que
disponer de las semillas puras cie dos variedades
para obtener la simiente híbrida que le sirva para
la siembra genera) de sus campos, a menos quc
de la obtenida un año guarde para los siguientes,
pues su facultad germinativa se conserva bien durante tres años.
La obtención de híbridos dobles pocíría en cierto modo obviar algunos inconvenientes. Las líneas
autofecundadas producen poca semilla, y sería precíso una extensión grancíe para obtener una
regular cantidad. Pero si se cultivan hibridos sencillos para cruzarlos entre sí y conseguir dobles.
resultaría que, como los híbridos de la primera
generación, dan tres veces m^rs cosecha que los
autofecundados, haría falta la tercera parte cíe
terreno. Esos híbridos dobles tienen, además, la
ventaja de que durante varios años consecutivos,
sembrada la semilla recolectada, dan tan buenas
cosechas como los sencillos en su primer año. Además, la semilla del híbrido sencillo es pequeña
como la de la planta madre. .fa aumento df; ta-
-6z-maño se cunsi^ue al semhrar ae^u^llas ^,ara cunsenuir las plantas yue n^^s han de dar ^xrr su cruzamicnto cl híbri^lc^ clohlc ^^ }^a se vií^ al l^rinci^^^io
dtl capítulo la importancia ^íc s^^ml^rar ^;ran^, vuluminr,s^^. Sól^^ entrando cl agricult^^r cn la realización de estas prácticas, u establcciend^^ Centros
especiales que las produ-r.can, se conse^;^uirá f^^rzar en gran escala la pru^luccibn unitaria de esta
r;ramínca.
SORGO
Es planta perteneciente al ^cuadro de ]os cultivos en las regiones tropicales, pues necesita una
suma integral de grados de calor bastante más
elevada que la del maíz para dar cosecha buena
y abundante. Son los 4.00o grados C.° necesarios
si han de sa2onar sus frutos, claro está que al
igual que el maíz tiene dos aplicaciones como grano y como forrajero. En este último aspecto su
área de difusión es más am_nlia.
No obstante, en Fspaña es muy reducida ]a
extensión que se dedica a esta graminácea, como
se demuestra con los datos de recientes estadísticas.
PARA f,RANO
Fiecfáreas
Cád i z . . . . . . .. . . . . . . . . . . . .. ... . . . .. . . .. ... . . . . . . ...
Córdoba ... ... ... ... ... ... . .. ... ... ... ... ... ... ...
Gerona ......... ... .................. ......... ... ...
348
300
to
658
- ^y -
Cahczas dc di^tinta, c^^^ccic•^ de s^rrt;c^: t, Shallu; z,
1lilo durra; 3, }íalir; .{, Fctcrita. Todus ello;para^rano.
YARA I'ORRAJE
tiecfáreas
Italcares... ... .
Harcelona... ...
Cuenca... ... ...
^r7
1i5
$o
"1'^rrnl .... ... ... ... ... ... ...
t^t^
I^,n juntu, 2^^c^ hecYrrreas nrr es sul^cnc^ie mtt}•
c^tensa c<Imct ltara c^lusiricrar nucstro ltaís du^iru clel :írea ^rrueluctrrra tle ^rlr};t^^.
A hesar dc trxlu, el tiur,^r<t resiste all;n ntejt^r
la seyuía que rl maíz, l,ues .en lrarcclas cumpara^tivas sc• ha visto cl ítltin^ul run síntrnnas de sufrimiento, sin ^^tte a<^tlí•1 lr^s aCtlsru•a. ^e ^la, ]^ttes,
-- 65 el Sorl;o con :nenos agua y en terren.^s más pohres que nc^ hucdelx dar maíz.
A nuestru juicio, cl Sorgo, ni para grano ni
^,omo forrajcro, puede alcanzar en condicicmes al
maíz, y sólo se dche cultivar ^onde éstc no pueda
darsc. La grano del Sorgo, zahina o Saina, como
también se le denomina entre nosotros, es de infcrior calidad y como forraje, si bien, segúu estudios en Kansas y California, dicen hay muy poca
diferencia entre el ensilaje de maíz y de sorgo,
aquí hemos obscrvado que, si se ensila con recolección temprana, resulta un producto ácido y si
se retrasa toma .demasiada consistencia. El ganado come con más apetencia el silo de maíz que
el de sorgos.
Tal vez pueda resultar mejo, como se indica
en sitios algo secos y para consqmirlo en fresco,
dada la facilidad con que rebrota y abundanter.lente, lo que no ocurre con el maíz. Deiado e]
sorgo para recolectar el forraje en una vez, no
cla tanta producción como el maíz en las regiones
cíel Norte de España.
Véase el resultado comparativo obtenido en la
Granja provincial de Navarra, zona subhúmeda
de España.
Kilogramos por
hecf8rea
Sorgo azucarado chino Koroliangs... ... ... ...
Sorgo azucarado Minessota ... ... ... ... ... ... ...
Sorgo azuearado, .mezclas ... ...: ... ... ... ... ... .::
Maíz Curagua ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Maíz diente de caballo ... ... ... ... ... ... ... ... ...
zI.718
I ^ .q55
24^o97
zs.qbz
z5.qqi
IOClos ellos cultlvados en secano:
8
Cabeaa de una platti^ de sorgo, variedad Grahoma.
-67Coryistituciri^ya dc la. j^lauta.--I^a sorg^^, a difrrcncia dcl maír, no ticne las flores masculinas ^- fetiteninas en distinlo lut,=ar dc ]a pfanta, sino reunidas, formando unas espit;as en cl :ípice cie la
planta.
l^a portr- y aspecto varía scgún la ^^aricdad, }ron esta especie ve^etal suc^le hacersr tres a;;ru^
paciones :
i.a Sorgos azucarados y forrajeros.
z.x Sorgo para grano.
3.° Sorgo de escobas.
Los sorgos sacarinos se caracterizan por sus
tallos altos Ilenos de jugo dulce. I,as cabezas son
mtty variables en forma y color y no producen,
por lo general, gran cantidad de grano. El tallo
es lo más apreciado en esta clase de sorgos que
se utiliza con prefereneia, bien para forraje o para obtener jarabes azucarados. Con ellos están
reunidos los que sólo tienen csta última utilización.
Los sorgos para grano, en unas variedades tienen tallos medulosos y cortos y hojas estrechas
}' otras presentan las hojas más amplias.
Los de escobas, especie sropay-itc^sr, se distinguen por sus tallos secos, medulosos y por sus
largas y flojas espigas, que son las que constituyen la parte aprovechable para la fabricación de
aquel utensilio industrial.
I^mriedrudes.-Entre los sorgos forrajeros está el
de Halepo, o hierba de cuba. y que en España
suele denominarse Alcanáía y en Norteamérica
Johnson c^rass. Es originario de la región medite-
Planta de grahoma,
^mr^ e.pecie ^ de sor^o muy re ^ omrrnlafile:
^^__
rrinea y fué cultivado con cxtensión y en cantidad por el coronel ) ohnson en Alahama.
Como esta planta se animcia en las casas productoras de semilla convíene Ilamer.^i^:^s sobrc .ella
la atención.
l;n la Argentina se considera a esta planta tan
perniciosa como la langosta, la denominan maicillo, pasto ruso, pasto polaco, y en lenguajc criollo
ca^nela.
Los rizomas que se encuentran en su raíz le
dan esa propiedad de infección extendiéndose en
forma de mancha, pero, además, la semilia que
produce en gran abundancia es transportada hasta por el viento con mucha facilidad, propagando
su área de infección. En Argentina, las provincias o departamentos de Salto, Formosa, Chaco,
Corrientes, Misiones, Santa Fe, Córdoba, Entrerios y Buenos Aires están declaradas como infectadas por el sorgo de Halepo, lo yue prueba la
importancia que se da a]os daños yue ocasiona
y la prevención que contra la misma se debe ^c-•
ner.
Es la planta cíe gran talla con nudos pelosos,
hojas lanceoladas y relativamente estrechas, algo
vellosas, espigas, ramosas y con pedicelos rojizos.
El sorgo del Sudán.procede del de Halepo espontáneo. Es originario del CTobierno de Itartum,
como resultado de las investigaciones realizadas
para encontrar una variedad de sorgo de Halepo
que no tuviera rizornas.
Con la semilla de éste suelen ir con f recuencia
las de Halepo, lo que hay que vigirlar con cuidado.
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A^^^cclu yuc ^^rc.,cnla uri fa.r,il clc ^urgu dcl Su^lán.
Ll ^^f iuistcriu tlc A^;ricultttra Argentiii^^ tiene elisptiestu ^lcsdr ^93t ^^uc, "tcnirn^ln las scmi(las ^lc
surnuti ^Ir f lal^jw y^le] ^u^ian ^aracleres murfolú^;icus mu^^ scmcj^inte,, yttc haccu ditícil su clistinciiín ^x^r l^^s a^rr^tanus ^^ aún ^x^r lus ^^ruÍrsiunalcs nu iamiliariza^lus cun las mismas, sc resucl-
- ^1 -
ve prohibir la venta o tencr en poder para la ^^enta, a los tines de siembra, en el territorio de la
Itepública, semilla de 1'crba ciel ^udán, o de sorgo azucaraclo, sin clispuner dc un ccrtiticadc^ cle la
I?stación de ensayo de seniillas yue acredite est^ín
clespr^rvistas de la dtl so^;t;^u clc I^íalcpo.
l.a panoja del surgo sudanensis es Hoja y abierta y muy parccida al dc Halcpo, pcro tui poco
más ancl^ia. Las gluittas son sin aristas ^^• ^^uandu
Horece tiene color púrpura yue se turna pálido en
la madttrez. Esas glumas se desprenden al reco^er el grano, y por eso sus semillas en el comercio raramente están cubiertas. Tiene hojas más
anchas que su ancestral, dándole apariencia de
maíz forrajero. No obstante, en uno y otro son
mucho más estrechos que en cl niaíz.
I-iay sitios en los que se ha sembrado r.^ezclado
con guisantes, habas y otras leguminosas. También puede ser pastado.
"I'ambién se han obtenido híbricíos como el
Jolvnsorgo, el 11^y^aber hay y ei Har^a grnss, provistos unos de rizomas y otros sin ellos. ^on peores que el sorgo del Sudán.
lle los más importantes sor^Yos para obtencii^n
de grano tenemos el Kafir y^^tilo durra. Otro
grupo es el de los ShcrZlus, o trigo de Egipto, más
tardío que aquéllos, he importado descíe la ]ncíia
en los I^stados L'nidos de Norteamérica.
Los Kaf ir se caracterizan por tener caña robus=
ta, tallos frondosos, hojas anchas, r2 a i6 ó más
en número muy juntas abajo y muy separadas arriba. Las cañas tiene jugo pero no dulce. Los rnilo
durra son más tiernos de caña medulosa y con 7
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Grabado que rePrescnta la raíz del sorKo de Halepo,
planta infestante en aho ^rado y^ quc se debc cumbatir
por todos los mcdios.
a rr hojas, m^is bien pequeñas, con espigas o cabezas largas y compactas.
Una variedad de esta esnccic es la Feterita y
el Gra/zoma, es una hibriclación cíe ^^stas realizada nor un agricultor de Rritton.
Los Shallus son de zonas más húmedas y tienen
la cabeza o panoja rnás suelta. fatos tienen la ho^a
amplia como e] :naíz.
^73Los denominados l^aolianys, o sorgos azucarados, de China y 1^lincssota, aunyue son de grano
tienen mejor utilización como forrajeros.
En los sorgos azucarados, los amcricanos distribuyen sus variedades según tpoca de maduraiión. Así, entre otras, se distinguen las siguientes :
Minnesota Amber . .. > Ue madurez femprana.
{ndiana Amber ...... j
Folger ...............
Red x ................ ^ De madurea m¢dfa, y de todas ellas, la de
Me Lean ............. ( meJor rendimiento la primera.
Sapling ............. J
Honey . .............. 2 DE maduración tard(e.
Oooseneck .......... )
De ordinario, el sorgo de esta clase, presenta
tallos más robustos y frondosos, ahija más que los
otros. La cascarilla del grano en éstos es muy
adherente.
Lntre los sorgos de escobas también hay variedades como cl California Golden, negro de I?spaña, el Scarborugh, etc., pero la aparición de fibras
de otra clase hace yue éste vaya disminuyendo
cn extensión.
C^^ultivo.-I;s tan similar al maíz en sus exigencias, yue poco ha de variar la norma para su cultivo. I^esde luego prefiere los suelos sueltos a los
fucrtes. Fxige labores análogas a las del maíz y
un abonado intenso.
F,l terreno se estercolará en abundancia y a falta de este producto orgánico se suplirá con nitrato en dosis de i5o a 20o Icilogramos por hectárea
cuando las plantas tengan unos 3o centímetros de
-- 74 altura. f•au^ a},nnu> nitrn^cn:t^lu, sc ruml,lt•tar;ín
^on ;ul,crFu,(:;t^, ^^ ,a1 l,^,t;ísi;;t ru l,rul,urr:^,nrs
;Ic •i^u ^^ t^u kilu^;ramu>, í,;,n c^rt:írca tlr i:t;l:t
utt„• rrsl,rili^'rtntcntc.
1'ur ^cr l,lanta ;Ic l,;tí^ r:íli^l^^ lu; iríu, lc ltai^•n
^cntir tu:í^ ytt^• :;I tn:úz. (,;,r c^u la í•l,ur:t ;li ^irntt,r;t ^l^•n^•n^lcní ^Ic ]a, rirrun^tanria, ^Ir ili;ua ^Icl
lug;u- cn yuc sc culti^c. \ a, (,ucs• tlr m;trzu ;; al,ril,
srbún luralicla^lcs• t^•ntlirn^l„ a cvitar la airi,•,n ;Ir
los últimus tríus, u;ca, ]u; ^Ic iumicnzn tlc }^riutavera. ^i es l,ara };ran,, rnnv^•ntlrá harcr la scntrn[era lu mismu yue (,ar1 el ntaíz, ^rhantlu rn iatl:t
hoyo tres u cuatru gran<,s, lx•ru t:tml,ií•n l,uetlc haccrse en líneas. ^e rml^lcan alretlctlt,r dr um,s z^
kilugramos pt,r hrrtárea, alg;, men,^s ^n las tierras
Hujas. I.a distanria cntrc línca;• :tnálul,^a a r„nx, sr
sicml,ra cl maí•r.. I•:1 surg^, ahija más. Si se yuicrc
t(ue la },rimera caña se ^lcsarr„lle I,icn l,at•a tlar
una espi^a },irn i„rmacla ,lchcr:út snl,rimirsc ]t,s
hijuclt,s.
tic harctt ^,r^•ri;:;^ la; csrar;lati, m;;s si ral,c t^ttc
en el maíz. lntes, cs ntíts scnsil,l^• a l:t aiii;m ,Ic
las malas hícrl,as tlur a;luí•l. I^ualtncntc clcl,c ha
rcrse el rrcalce al tcnrr las l,lanta^ unus ^e, ientímctrc,s, a tin dc l,r^,vr^iar l:t l,r;xluccitín tlc raíecs secun^larias y rstimttlat• su rrecimicntu, yuc
tlesdr ese numtcntu ^c haie m:ís r:ípi^l^,. A^ecesita,
pur lo tncnc,s, t,rh„ rirl;c,s.
f•a mument^, cle rect,lectarlr, t•ienc elatlt, t,t,r el
amarillcamient^, tlr las inllr,resccnrias ^, l^an;,jas,
y hay yuc alendcrlt, csirttl,ul<,samente, l^ucs se
des(;ran:t cott murha farili,latl, tnucht, más si csa
reroleccitín se ha de haier a máquina. ^uele ortt-
^s -
1)istint„ti tipns de cabezas ^le sor^u para escobas, tn^as
aceptal,lc^, cumu la e; utras inútiles, como las c; otras
rechazable., como las f y y, por exresiva torsión. (Tumada dcl Far^ners' RuUelin.)
rrir la macluración en sej^tiemhre, pues en país cle]
:^<^rte ^le I^apaña ^>ara cl t^ cle a^usto ^•a se ha
^^r^xluciclo ]a espi^;ación.
l^^;s j^lanta que se ^ruza ^un nnuha facilida^l y
y6
por eso no elegirá para la producción las panojas
muy desarralladas, que procederán de algún cruce. Eíegirá las de porte mediano y las más iempraitas, pues, le conviene acentuar cuanto pueda
esa cualidad. Yara conservar la semilla tendrá yue
disponerla en sitio seco y ventilado, siendo n^ejor
dejarlas en las espigas hasta la primavera siguiente. La trilla suele hacerse por los procedimientos
aiatiguos del látigo o trillo ordinario, no obstante,
en Norteamérica se hace con trillacíora. llebe secarse byen el grano antes de almacenarlo.
Un análisis de grano de sorgo (grahorna) efectuados en la Estación Olivarera de Almodóvar
del Campo, dió como ^resultado :
17^36
Materias proteicas ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 8,65
Materias grasas ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 1,6F3
Materias hidrocarbonacias ... ... ... ... ... ... ... ... 64,23
0,23
I,62
Cenizas en i00 gramos ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Cal expresada en Ca. O en íd ... ... ... ... ... ... ... 43^35
0,36
Cloruros en Ce. Ha. en íd ... ... ... ... ... ... ... ...
Composición que deja patente es inferiar como
alimento al panizo y, desde luego, que el maíz. Es
por esa poco cultivada con esta finalídací, pues
para los piensos de las aves son más utilizadas los
otros que éste que es de abolengo africano.
So^rgo para forraje.-La siembra del sorgo destinado a forraje ha de ser muy espesa y a voleo,
debiéndose emplear cinco kilogramos de semilla
por hectárea a ese hn.
Se recolectará cuando se inicia la floración llevándolo al cortaforrajes y silo. Si se deja muy
77
lin exuberante campo de sorgo forrajero.
tarde, ya se indicó que sus tejidos se endurecen
demasiado.
Como composición llega a mejorar la del maíz.
Un análisis de la misma procedencia que el anterior dió el siguiente resultad^ :
FONHA^E DE SnR^^O COMPARADO AL bE MAÍZ
Humedad ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Ymteína... . _ .. ... ... ... ... ... .
Sorgo
Mafz
78,67
2,3;
83,68
^,49
0,47
0,27
M. hidrocarbonadas ... ... ... ... ... ... ... .2,55
Celulosa ............... :..... ......... ...
t,55
Cenizas ... ... ... ... ... ... ... _... ... ...
2,z7
io,5i
i,oz
^,54
Relaci^ín.nutritiva del forraje de maiz.., .:. ,.. ; I s 7,-1
Idem íd. del sorgo... ... ,.,- ..:. ... ... ... ... ... i ; 5,8
l:^r^^•nn<•d<ui^s.-I.as yttr ^^r^linari^, ataran a ^^sta gramin;írra sun cl ^islil^a^7^^, u carL^"m, ^^uc turina sus csE^^,ra; ncl;ras cn la, ral,cra^ ^^ csl,i;;,is,
Ia rr^1^a yuc ^^ri^ina man^has litn-^^tírcas ^•n la; hujas y' la ^riilra^-nosis t^uc ^^ri^,^ina n^ancha, cn ]as
liujas y tall^^s ron ^iústulas yt^e a^^are^en m,ís tar^le.
I,r^s pruccilitt^ient^^s In-c^^ci^tiv^^s s„n: ^^ara rl r;u--
JV^vaja utiliaada para la recolección de las cabezas de
sorgo.
'
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h^>n y la roya los ir^^licadus para las análr^gas d^l
maíz y e] stilfatado para ]as antracn^^sis.
Ue pla^;as ro^^parasitarias, la palot^^illa (sitotr<^^al pucdc haccr claños al ^ran^^ almacenado. tie
i^tilizarán ^^s pr^^cedFmieiatos ^,>crterales dc desir^[ec^ión de };raneros.
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