COMENTARIO DE UN PAISAJE RURAL PAISAJE RURAL DEL INTERIOR PENINSULAR 1. LOCALIZACIÓN DEL PAISAJE. La imagen nos muestra un paisaje del interior peninsular y cuya localización geográfica probable sería, atendiendo al cultivo y al poblamiento, la submeseta sur y zonas del interior de Andalucía. 2. ANÁLISIS DEL MEDIO NATURAL. La imagen nos muestra un paisaje ligeramente accidentado, ya que se observa que el pueblo se haya en una altitud y que los campos se presentan en laderas o campiñas. La vegetación presenta cultivos herbáceos y leñosos, de los que hablaré más adelante. En este medio los ríos son largos e irregulares (Tajo, Guadiana), ya que se corresponden con un clima mediterráneo de interior que se caracteriza por escasas precipitaciones -destacando la aridez estival- y por unas temperaturas frías, aunque no en exceso, en invierno y muy cálidas en verano. El tipo de suelo dominante es puede variar entre la tierra parda meridional (rocas silíceas) o suelo rojo mediterráneo (rocas calizas). 3. ANÁLISIS DE LOS ELEMENTOS HUMANOS VISIBLES. Por lo que respecta al PARCELARIO, en la imagen no se observa claramente ningún tipo de parcelación ni la forma de las parcelas, por lo que podemos descartar que se trate de parcelas pequeñas y que el sistema sea de campos cerrados o bocage; así pues, podemos intuir la gran explotación con parcelas grandes en un sistema de campos abiertos u openfield. Podemos intuir que se ha seguido una política de concentración parcelaria que optimice la inversión productiva y los rendimientos, aunque ya diremos que la introducción de maquinaria no es fácil en este tipo de cultivos. Por lo que respecta a los USOS DEL ESPACIO RURAL, los usos agrarios son los predominantes, dándose la tradicional agricultura extensiva de la “trilogía mediterránea” (trigo vid y olivo). En este caso, la imagen muestra un claro dominio del olivo, que es un cultivo arbóreo de secano, muy resistente a la sequía estival, que alterna las buenas y las malas cosechas, y que se destina básicamente a la obtención de aceite (40% de la producción mundial) y, en menor medida, a la aceituna de mesa. Su principal área son las campiñas andaluzas, especialmente Jaén y algunas provincias de Castilla-La Mancha. Se enfrenta a algunos problemas como la escasa mecanización y la competencia por la carestía de nuestro aceite. La ganadería juega un papel secundario y extensivo, con predominio del ovino (no aparece en la imagen), que se dedica principalmente a la producción de carne y de leche y, secundariamente, a la obtención de lana. En menor medida son importantes el ganado vacuno y el porcino. La actividad forestal no es significativa. En la imagen no aparecen elementos de un uso no agrario del suelo, es decir, no se observan industrias, segundas residencias, equipamientos, etc. Tan solo podemos intuir la existencia de algún camino rural. Esta ausencia se debe a que nos encontramos en un espacio rural con densidades de población bajas debido al éxodo rural, y con un predominio casi absoluto del agro, aunque en los últimos años hay intentos de difusión de la industria y de industrialización inducida, buscando las potencialidades de los recursos de cada zona. El tipo de POBLAMIENTO que vemos en la imagen es concentrado, es decir, las viviendas se agrupan en un núcleo, quedando rodeadas de las tierras de cultivo. En lo referente al HÁBITAT, éste está conformado por las típicas “casas blancas”, encaladas, del sur peninsular, de una o dos alturas y dominadas por los eedificios principales, la iglesia y el castillo. Alguna casa rural que se puede observar en primer plano, responde a la tipología de casa bloque, y encierra todas las dependencias bajo un mismo techo (vivienda, establo, almacén, etc). 4. PROBLEMAS, SOLUCIONES Y PERSPECTIVAS DE FUTURO. El espacio rural que se observa en la imagen sufre múltiples problemas: despoblamiento, envejecimiento y falta de formación de la mano de obra, escasa diversificación, falta de infraestructuras y equipamientos, insuficiente empleo de telecomunicaciones y de las nuevas tecnologías, dependencia de la industria y del mercado, etc. Algunas soluciones pasan por favorecer la permanencia de la población a través de ayudas, indemnizaciones, favorecer la competitividad de sus explotaciones, potenciar su formación, etc. Las perspectivas de futuro pasan por intentar introducir una mayor formación en el agricultor, una mayor mecanización en los trabajos propios del olivo y en el fomento de una producción de alta calidad, como el aceite “virgen”.