Reflexiones sobre este cuarto de siglo (1943

Anuncio
Re1 ..iled. l"ni1·. ,\"rnarrrt Xíi; 141, 1')68
Reflexiones sobre este cuarto de siglo (1943-1968)
E. Ortiz de Landázuri
Para conmemorar sus bodas de plata, la
revista ginebrina Medicine et Hygiene *,
el comité de redacción ha querido honrarlo publicando en su n.º 828, correspondiente al 5 de Junio de 1968, una interesante recopilación de los hechos más
destacados de la Medicina Internacional,
que fueron en su día sucesivamente recogidos por dicho semanario, de prestigiosa categoría informativa tanto clínica
como sanitaria. Los acontecimientos científicos. técnicos y sociales de esta etapa
histórica. al sucederse en aceleración creciente. están imprimiendo a la Medicina
un indudable cambio de perspectivas que
merece una meditada reflexión, aunque
como sucede en esta ocasión, por ser muy
breve, resulte excesivamente incompleta.
Indudablemente, corren vientos de Cümpkta transformación de las estructuras
científicas. afortunadamente basados en
la objetividad de las anteriores investigaciones, por lo que más que de "revolución" médica contemporánea se debe hablar de permanente ((evolución)), aunque
Rev. Medicine et Hygiene, n, 0 828, Junio
de J96:S.
(*)
aquéllos que no sepan adaptarse al actual
impulso dinámico de nuestra civilización
serán arrollados, y en este caso, sí se debería decir, revolucionados. Por esta razón, con mirada más entrañable analizando nuestra propia vida nacional, al surgir la feliz iniciativa de creación de nuevos centros docentes, deseamos nazcan
con una proyección hacia el futuro sin
dejarse llevar por romanticismos no sólo
trasnochados, sino incluso inviables.
Para penetrar en la intimidad del momento histórico que vivimos, nada mejor que
recordar a las figuras señeras de la ciencia, precisamente a través de los que en
estos últimos cinco lustros alcanzaron la
máxima categoría del Premio Nobel de
Fisiología y Medicina.
La primera consideración surge al reconocer que el avance de la Medicina se ha
logrado gracias a las geniales aportaciones de muy diferentes hombres de ciencia. De ellos, nueve fisiólogos, cinco biólogos en sentido estricto, doce bioquímicos, ocho genetistas, dos cancerólogos experimentales, un cirujano, dos clínicos y
seis farmacólogos, considerándoles en su
l4K
L
ORTU DI' LANDAZURI
sentido más amplío, y cuyas investigaciones repercutieron directamente en eficaz
utilidad terapéutica. En esta línea de estudios, la élportación y colaboración de la
industria famacéutica con la Investigación
clínica y biológica, es digna del mayor
encom10.
Al intentar establecer esta clasificación
de la procedencia universitaria. de estos
sabios galardonados con el Premio Nobel
de Medicina de 1943 a 1968. hemos tenido que forzar en parte la estricta realid'!d. En efecto, resulta en este momento,
a todas luces prácticamente imposible,
matizar e incluso discriminar dónde empieza por ejemplo la bioquímica y continúa la fisiología o la microbiología o la
.genética. Todo está a la vez por una parte íntimamente entrelazado y sin embargo. por otro lado, cada vez se necesita
má~ Ja colaboraci6n de mentes humanas
muy específicamente especializadas en temas concretos de la investigación biológica. Esta doble circunstancia, aparentemente paradógica. constituye una de las
R:randes verdades de la Medicina de nuestros días y en las que la libertad del investigador de cualquier grado, incluso del
Residente, a través de su curriculum, debe
~·er de modo muy especial respetada.
Merece especial comentario que para premiar el avance logrado en la Medicina.
sólo dos clínicas hayan logrado tan adm:rado galardón: Ph. Hench (1950) que,
siendo clínico en el Hospital de Nueva
York, aportó la meritoria observación de
la mejoría de los enfermos reumáticos
con el embarazo o, en ambos sexos, por
Ja hepatitis. Por otra parte, se le concedió el Premio Nobel a W. Froschmann
(1956) como ((bello homenaje)) a la medicina rura 1. en este caso representada por
un médico alemán que aislado en su puesto de trabajo de su pequeña localidad,
tuvo la pionera iniciativa de auto-sondarse con una sonda ureteral las venas desde
la flexura del codo a la aurícula derecha
bajo control radiológico; en cierto modo
como entre nosotros intentaron nuestro
Vof. XII
maestro C. Jiménez Díaz y B. Sánchez
Cuenca. en el Hospital de San Carlos, en
1940. Esta ausencia de clínicos, en las
cimas de la investigación médica, es un
ejemplo más de la grandeza y servidumbre de la Clínica Médica. Sin ella, el avance de la ciencia médica no tendría sentido, no sólo en la praxis sino igualmente
en su dcctrina. La investigación clínica
constituye para la investigación básica lo
que en tantas observaciones de la naturaleza sucede: sin la circulación sistemática de la hematosis sería imposible explicar la respiración hística o tisular.
En Medicina, las investigaciones básicas
y clínicas se potencializan, surgiendo del
contacto de la investigación básica con
los problemas que nlantea la clínica una
gran palanca para impulsar la investigación. Por todo ello, la estrecha relación
de la Facultad de Biológicas con la de
Medicina representa en el ámbito de la
Universidad una indudable necesidad.
Las nuevas Facultades alemanas, como
la que dirige en Ulm como Rector el
Prof. Heilmeyer, antiguo ordinario de
Clínica Médica de Freiburgo, tiene esta
orientación. asimismo sucede en nuestra
Universidad de Navarra.
La referencia directa de los sucesivos premios Nobel, desde 1943 a 1968, ha sido la
siguiente: 1943, Dam y Doisy al descubrir,
respectivamente, la vitamina K y su naturaleza química; 1944, Grosser y Erlangen
por sus aportaciones neurofisiológicas;
1945, Fleming, Florey y Chain por la penicilina; 1946, Muller (H. J.) por los estudios genéticos; 1947, Houssay por la hormona contrainsular y Carlos Fernando Cori y su mujer Teresa por el desarro!Io catalítico del glucógeno, así como a Domagk
por las sulfamidas (concedido desde
1939); 1948, Muller (P.) por el D.D.T.;
1949, Hess como neurofisiológico y Egas
Moniz por las leucotomías; 1950, Hench.
Kendall y Reichstein por la cortisona;
1951, Theiler por el virus y la vacuna de
la fiebre amarilla; 1952, Waksman por la
estreptomicina; 1953, Lipman por la fos-
,Í1111io
1968
Kt:t~Lt;XIuNES
:::tüBRE ESTt CUARTO
forilización anaerobia y Krebs por la síntesis de la urea; 1954, Enders, Weller y
Robbins por el cultivo industrial del virus de la poliomielitis; 1955, Thorell por
los estudios de la energía de oxidación;
1956, Cournaud, Richards y Forssmann
por el caterismo cardíaco; 1957, Bovet
por los anthistamínicos y el sulfatiazol;
l 958, Beadle, Tatum y Ledberg por el
análisis de los factores enzimáticos en la
actividad cromosómica; 1950, Ochoa y
Kornberg por la síntesis del DNA y RNA
a partir de las proteínas; 1961, von Bekesy por la actividad vibrante del tímpano; 1962, Crick, Watson y Wilkins por el
código genético; 1963, Huxley y Eccler
por el influjo nervioso; 1964, Bloch y
Lynen por los estudios reguladores del
metabolismo de la colesterina y ácidos
grasos ; 1965, Monod, Lwoft y Jacob por
síntesis y comportamiento de las proteínas ; 1966, Rous y Huggins con sus aportaciones sobre el sarcoma experimental
del pollo y tumores de próstata y mama;
1967, Harthime y Wald por el estudio sobre fisiología de los colores.
De todos ellos, 27 fueron norteamericanos (65 ';{,), 5 ingleses, 4 suizos, 3 franceses, 3 alemanes y uno de los siguientes
países: Argentina, Australia, España y
Suecia.
A la par que la investigación genuinamente básica fue consiguiendo las fundamentales aportaciones científicas, muchas
y variadas novedades fueron logrando la
merecida fama internacional y, como referencia anecdótica aunque a sabiendas
muy parcial, queremos recordar:
1944: Primera operación de un Fallot, estudiado por Helen Taussig e intervenido por Alfred Blalock.
1945: W. J. Kolf con el riñón artificial.
1947: Curación de la meningitis tuberculosa con la estreptomicina.
1948: Castle descubre la B12 •
Se realiza por Gross el primer trasplante arterial.
DE
SiGLO
.!49
1951: S::: descubre la Chlorpromazine y
el test de Nelson para la lues.
1952: La hibernación artificial (Laborit).
1953: La circulación extracorpórea (Dogliotti).
1954: Stoll consigue con LSD provocar
situaciones neurósicas.
1955: Las sulfamidas antidiab é ti ca s
BL55 (Loubatiers y Janbon).
1957: Se aprecian Jos buenos efectos de
la vacuna Salk en la poliomielitis
(1955).
1958: Reanimación boca a boca (Safar).
1959: Mathe en París logra salvar a cinco enfermos, víctimas en Yugoslavia de la desintegración del átomo,
con el trasplante de médula ósea.
que desde 1958 igualmente estudió
Dameshek en Norteamérica.
1962: Transistor para el Stokes-Adams.
1966: Tratamiento de la Bilhaziosis por
Lambert y Max Wihelm.
1967: El trasplante del corazón (Barnard)
continuación del renal (1951) y de
la m. ósea (1958).
Finalmente en este recuerdo retrospectivo
de 25 años de Medicina nos produce especial intimidad el recuerdo de los grandes maestros que falleciemn en este período. muchos de ellos muy longevos, de
más de 80 años, una respetable proporción, como si la dedicación a la ciencia
fuera motivo de una más dilatada senectud: Yesin (80 a.); Staehlin (68 a.): Vogt
(64 a.); Steinach (83 a.); Barlow (99 a.);
Arthur (83 a.); Hopkins (86 a.); Wright
(85 a.); Meyer (84 a.); Abderhalden
(73 a.): Leriche (75 a.); Fleming (73 a.);
Bing (78 a.); Leermitte (82 a.); Glanzman
(72 a.); Bordet (91 a.); Jung (86 a.); Joslin (93 a.); Florey (70 a.); Miescher (73 a.);
Schinz (75 a.); Schick (90 a.); Stern (90 a.);
Weggelin (89 a.).
150
!:.
l!Rl IL DE LANDAZURI
Naturalmente otros fallecieron menos
v1e¡os, como Alexis Carrel, Fiessinger,
Minot, Polonowski, Rohr, Papanicolau y
Domagk.
Entre los españoles, Jiménez Díaz y Marañón fallecieron alrededor de los setenta
años, pero en cambio, Farreras Valentí
en plena juventud científica.
En el balance de la aportación española
al progreso de la investigación médica
Vol. XII
mucho se podría decir. Quizá nuestro
gran error esté en la falta de una auténtica organización científica de nuestros
centros docentes y asistenciales. Cuando
el temperamento hispan-o se ordena su
capacidad intelectual no desmerece. Rompamos nuestros viejos prejuicios y contemplemos con alegría y optimismo la
admirable historia de la Medicina contemporánea. Su meditada reflexión a todos nos será de gran utilidad.
Trastornos gastrointestinales
Nerviosismo
Fatiga
Palpitaciones ...
son síntomas funcionales
frecuentes de
una paciente habitual:
la mujer
nerviosa
Bellergar
tranquiliza y equilibra
la esfera vegetativa
Control de todos los síntomas debidos a trastornos
funcionales
Acción segura, comprobada en miles de casos
clínicos
Tolerancia excelente, sin peligro de habituación
Forma retard: acción terapéutica sostenida
durante 24 horas
, Beflergal, ~uuos
retard,ir<1
on?J.·==..=:.:::::;
REVISTA ESPAÑOLA
DE
FISIOLOGIA
Fundada en 1945, publica trabajos de investigación sobre temas de Fisiología
humana normal y patológica, Fisiología animal y comparada y Bioquímica.
Los cuatro números publicados cada año forman un volumen.
Cada artículo lleva un extenso resumen en inglés.
Precio de suscripción anual:
España, 400 pesetas. Extranjero, 8 $ U. S. A.
REDACCJON Y ADMINISTRACION:
REVISTA
ESPAÑOLA
APARTADO 273
-
DE
PAMPLONA
FISIOLOGIA
(ESPAÑA)
Descargar