20 mejoras sociales y medioambientales que

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20 mejoras sociales y medioambientales
que conlleva el consumo ecológico y local
Existen muchos motivos por los cuales consumir ecológico y local, estos
son algunos:
1. Consumir productos locales es beneficioso para la economía local. Un euro gastado en
productos cercanos genera el doble para la economía local.
2. Los productos locales son más frescos. Los productos transportados largas distancias
pueden llegar a estar semanas en congeladores. Sin embargo, al comprar local estamos
obteniendo un alimento cosechado en el momento óptimo de maduración y poco antes de
ser comprado, lo que significa que los alimentos tienen más nutrientes.
3. La comida local sabe mejor. Un producto recolectado ayer tiene mucho más sabor y
propiedades nutricionales que uno recolectado hace semanas y que ha sido mantenido
artificialmente en cámaras.
4. Tardan más en estropearse. Los productos recolectados tradicionalmente cerca de tu casa,
son recién cosechados, tienen menos productos para conservarlos y te duran más tiempo al
ser recién cosechados.
5. Comer de esta forma reduce emisiones de gases contaminantes. El transporte de los
productos de lugares lejanos provocan elevadas emisiones de CO2, contribuyendo al cambio
climático, haciéndolo insostenible.
6. Comemos productos de temporada. Al consumir productos locales automáticamente
comemos productos adaptados a cada temporada. Además los productos de temporada son
más baratos. Es fácil olvidar que muchos productos no se pueden cultivar durante todo el año.
Comprar directamente a los productores te pone en contacto con las estaciones del año
aprendiendo a diferenciar cuándo es el mejor momento para consumir cada producto.
7. Apoyar el mercado de agricultores La compra en el mercado local de agricultores, aunque
sea muy pequeña, ayuda a los agricultores locales y los pequeños productores a sobrevivir y
prosperar.
8. Reducir el embalaje. Aprovechamos para reutilizar bolsas, cajas, llevar el carro de la
compra, etc. para transportar nuestra compra y no malgastar bolsas plásticas o embalajes
innecesarios, como pasa en las grandes superficies donde muchos productos frescos ya están
envasados. Esto supone una gran diferencia.
9. Conoce de dónde vienen tus alimentos. Siempre es más reconfortante sentarte a comer
sabiendo de dónde proceden los productos. El agricultor te puede decir todo sobre el
producto: los cultivos y las variedades que producen, prácticas empleadas, etc.
10. La comida local es variada. En muchas ocasiones son los pequeños agricultores los que
mantienen vivas algunas variedades de frutas y hortalizas, y esto se debe también a la
policultura que conlleva la agroecología. Además llevar una dieta variada es muy beneficioso y
nos ayuda a mantener una buena salud.
11. Impides oligopolios. El 80 % de los productos que se distribuyen en España lo controlan 5
empresas las cuales hacen y deshacen en cuanto a precios finales y en cuánto se produce y
cómo. Apoyar a los pequeños productores sirve para luchar contra este oligopolio y ejercer
nuestro derecho a una soberanía alimentaria.
12. Comprando a los productores locales apoyas el desarrollo sostenible. Con ingresos, los
agricultores permanecerán y utilizarán las tierras para producir alimentos. Aprovechando las
tierras y comprando a proveedores locales que dan trabajo a otras familias. A medida que
crecen se tendrá que emplear a más gente local. Ellos también van a comprar a proveedores
locales y aumentar aún más el valor de su euro localmente gastado. En definitiva: ayudamos a
preservar e incluso crear empleo sostenible en nuestro entorno.
13. Los mejores ingredientes y al mejor precio La compra directa ofrece una buena relación
calidad-precio. Compras alimentos de calidad, producidos con respeto y artesanalmente y a
pequeña escala a un precio digno para el productor y justo para el consumidor.
14. Reducir los desperdicios – no sólo los tuyos, sino los del agricultor también. Por estética,
una parte de los alimentos producidos para los supermercados se rechaza porque no tienen el
tamaño, color o forma adecuados. Los productores locales ofrecen la mejor calidad, e incluirán
formas grandes y pequeñas e irregulares, porque así es como la naturaleza hace las cosas.
15. Conservación del paisaje. La agricultura ecológica promueve la conservación y respeto de
las variedades autóctonas, lo que va contribuir muy positivamente en la creación y
mantenimiento de paisajes variados y en equilibrio.
16. Ayudas a mantener la biodiversidad local. Los alimentos de carácter local tienden a
desaparecer de la vista ya que los supermercados ordenan sus líneas de productos según sus
intereses económicos, sin importar su impacto negativo a niveles cultural, medioambiental y
de salud. Al consumir localmente podrás consumir productos o variedades que normalmente
no encontrarás en el supermercado, y así estarás ayudando a mantener la biodiversidad
productiva de la zona, alimentándote mejor y fomentando la diversidad. ¡Ah! Y sin pagar
las abusivas comisiones de los intermediarios.
17. Comprar directamente al productor es educar Si compras en el mercado del agricultor o
en la propia finca, puedes hablar con el agricultor y preguntar sobre cómo el alimento se ha
cultivado, propiedades, cómo cocinarlo, etc. Para los niños puede ser emocionante ver cómo
crecen los alimentos que comen, conocer su ciclo vital y su entorno. Recuperar los vínculos de
los consumidores con la tierra y las personas que la cultivan.
18. Comprar la cantidad de alimentos que realmente necesitas. En los supermercados se
venden grandes cantidades y alimentos en embalajes que en ocasiones no se ajuntan a
nuestras necesidades y finalmente acaban descansando en el fondo de una bolsa de basura.
Este consumismo sin sentido que promueve un modelo insostenible, tanto ambiental como
socialmente, es totalmente perjudicial para el bienestar del Planeta. Su solución es tan sencilla
como llevar a cabo un consumo crítico, sostenible y racional, pensando las cantidades y
productos realmente necesarios para nuestra vida cotidiana.
19. Los productos ecológicos y locales son más saludables para el consumidor y el medio
ambiente, ya que no contienen aditivos químicos perjudiciales ni pesticidas, y suponen un
importante ahorro en las emisiones de CO2. Estaremos realizando un consumo responsable y
sostenible, evitando el daño producido al medio ambiente por el transporte, el uso de
fertilizantes, pesticidas, etc.
20. Conocer y valorar las variedades de fruta y verdura de cada zona favorece su gastronomía
regional convirtiéndola en un activo cultural diferenciador y único.
Por todo ello, te animamos a que compres directamente a los agricultores de tu zona, en
mercados locales.
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