En los úHimos veinte años, nadie consiguio vencer simultaneamen te en la «Volta» y en sus montañas;0] en cu na, (1 el ve icó ‘. s bal .no de o, con sien ue no ara ir uerdos osar... te na », que sigue iue se o por condi ar en en al nergió lel ol on su er la on las ¡e un Pre rentes vencedores años. UN de los últimos veinte CASO ORIGINAL... La «Volta», igual que todas las carreras por etapas, necesitaba ali cientes para rnantenér el interés hasta el fin. Un día fueron las pun tuaciones montañeras; otro las bo nificaciones; luego los premios a la combatividad y a la desgracia. La Unión Deportiva de Sans te nía el escaparate, pero había que adornarlo y renovarlo constante mente, al ritmo del «Tour» y del «Giro», para que no decayesen el interés ni la ilusión. Así es que un buen día del año 1940. recién terminada nuestra Gue rra de Liberación se estableció el «G. P. de la Montaña», con las ca rreteras hechas un desastre y cin cuenta desvíos para suplir los puentes que volaron en la retirada de 1939. El solo hecho de terminar la carrera ya era una proeza. pero habia que ponerle lo que hoy se «Volta» en 1971 y de su Gran Premio Montaña en 1973 conoce como «puntos calientes» o emotivos, y la experiencia fue un éxito que todavía perdura. Trueba y Berrendero fueron los acapara dores de las primeras ediciones; hasta el año 1955, figuran en la relación de vencedores Langarica, Poblet y ‘Bahamontes, cuyos nom bres ilustran elocuentemente el acierto sansense. Resumiéndonos al período 19551974, diremos que existe el caso sin gularísimo de que ninguno de los que ganaron las ediciones de la «Volta» entre los años 1955 y 1974, resulto vencedor del G. P. de la Montaña. El clásico «doblete» que se ha producido tantas veces en el «Tour» y en el «Giro», no se dio jamás en la «Volta». Es más: Karmany, Gómez Moral, Perurena y Ocaña, que figuran en el histo rial de - vencedores de la «Volta», también fueron algún día reyes de la montaña, pero sin coincidir jamás ambos premios en el mismo año. Con este solo detalle, originalísi mo por demás, habremos de refor zar nuestro tema, pero de momento y antes de que se nos escape de las manos, como un auténtico jil guero granadino que era, diremos que el plusmarquista de vencedo res de la clasificación montañera es Joaquín Galera, que a la ehita y callando y además con una mo destia cautivadora, se lo adjudicó seis veces seguidas, entre los años 1964 y 1970. ¿No es un caso digno de admi ración? Pienso. que la U. D. de Sans es tá obligada a establecer un premio que lleve el nombre de este ilus tre granadino, que saltando como un jilguero por nuestras montañas, las dominó durante seis años con secutivos. Su estilo de escalador era el de un verdadero saltarín y sin demasiadas facultades físicas, lo suplió todo con una tenacidad ad nirable y digna de un recuerdo u homenaje que refresque su nom bre y su personalidad. La idea está lanzada y Joaquín Galera lo merece... - dían sopoitar este tipo de «vivi dores”, y se estableció la obligación de clasificarse entre los quince pri meros para tener derecho a estos premios especiales. Ahora, el am biente es más oxigenado y por con siguiente, más sano. Pero hubo un momento en que las carreras por etapas eran poco menos que un dragón ‘con cinco cabezas y cada uno iba a por la suya. De cien co rredores, sólo diez disputaban la clasificación de la verdad y en las etapas cronometradas, se registra ban verdaderas atrocidades en cuanto a desinterés e indiferencia. Afortunadamente, las montañas LOS ESPECIALISTAS DESENFADADOS... Antonio Kormany, que gano e! G. P. de ¡a Montaña en 1959 y la «Volta» en 1962 Dicen que «hecha la ley, hecha la trampa...» y no andan descabe llados los que así piensan, porque los hechos nos demuestran con una claridad diáfana que el Gran Pre mio de la Moñtaña. las metas vo lantes y las «combinadas», que en sus comienzos constituyeron un no table atractivo para las carreras de larga duración, se convirtieron con el tiempo en un semillero de vi cios para los aprovechados, que vi ven al margen de la inquietud de los primeros puestos. Así nacieron unos «especialistas» que, sin im portarles un comino la victoria y sus problemas, se entregaban deli beradamente a sus clasificaciones preferidas. Y se llegó al abuso de terminar con retrasos inadmisibles en la clasificación general, porque una ‘vez cumplida la que conside raban como su misión en la ca rrera, perdían el terreno volunta riamente, sin sentir el menor son rojo. Y al día siguiente, sus nom bres aparecían como líderes de al guna de estas clasificaciones, que eran el motivo y la razón para unos desenfadados que llenaban de opro bio el ciclismo. Menos mal que siempre existe un veneno más fuerte que el que po- de la «Volta» siguen siendo igual de altas y de majestuosas y los aires que se respiran en sus cimas, oxigenarán y sanearán el ambiente enrarecido que se respiró hace años. El porvenir está en manos de los jóvenes. Entonces, ¿por qué en lugar de pasar tantos apuros para contratar figuras extranjeras, no la converti mos en «open»? Sería una solución y tendría el mismo encanto para la afición ca talana...;1] Juan PLANSBOSCH ‘A -. 4. ? AÑO 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1985 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 VENCEDOR INDIVIDUAL J. Gómez Moral Aniceto Utset. Jesús Loroño Van Genechten Salvador Botella Miguel Poblet Henri Duez Antonio Karmany Joseph Novales Joseph Carrara Antonio Gómez Moral A. Den Hartog Jacques Anquetil Eddy Merckx Mariano Díaz A. Bitossi Luis Ocaña Felice Gimondi Domingo Perurena Bernard Phevenet VENCEDOR DEL O. P. MONTAÑA F. Martín Ba-hamontes Antonio Gelabert Alfredo Esmatges -René Marigil Antonio -Karmany A. Gómez Moral José Segú J. Guardiola A. Gómez Moral Joaquín Galera Joaquín Galera Joaquín Galera Joaquín Galera Joaquín Galera Joaquín Galera Domingo Perurena A. Lazcano Jesús Abilleira Luis Ocaña Andrés Oliva En la presente estadística puede comprobarse que en este pe riodo ningún vencedor de la “Volta” consiguió el mismo año l “doblete” con el Gran Premio de -la Montaña, si bien algunos de ellos ganaron ‘la carrera individualmente desnués de haber pasa do por el primer puesto de la clasificación montañera. O viceversa, que también se da el caso.