Centrales Lecheras

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MADRID
FEBRERO 1958
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Centrales
Lecheras
N.° 4-58 H
Santiago Matallana Ventura
Ingeniero Agrónomo.
MINISTERIO DE AGRICULTURA
DIRECCION GENERAL DE COORDINACION, CREDITO
Y CAPACITACION AGRARIA • SECCION DE CAPACITAGION
CENTRALES LECHERAS
Es la leche un extraordinario alimento que la Providencia divina ha puesto a disposición del hombre ; pero es un
alimento pelig^roso, que lo mismo que aporta al ser humano
todas las sttstancias que para su desarrollo precisa, en forma
tan equilibrada que podemos calificar de perfecta, puede constituir un peligro para su salud, pues su maravillosa estructura, sus propiedades excepcionales se ven muy rápidamente
disminuídas e incluso sustituídas p^or otras de signo contrario, cuando la leche no ha sido obtenida, manejada y conservada de f orma racional.
No existe leche alguna que en el momento cle surg^ir de
la ubre no contenga ya un nítmero más o menos grande de
gérmenes. Son microorganismos at;arentemente inofensivos
en unos casos, pat "ogenos en otros ; seres que, en definitiva,
precisan nutrirse y, para cumplir su ciclo vital, se reproducen en proporciones fabttlosas.
Por eso, nada tiene de particular que a las pocas horas
tma leche pueda estar ácida, e incluso producirse esa rnagttlación a que todos nos referimos cuando empleamos la ^-ráfica frase de "la leche está cortada".
El abastecimiento de los núcleos urbanos.
Desde tiempos inmemoriales es la leche un alimento habitttal en las dietas alimenticias de personas pertenecientes a
mtry distintas clases y condiciones, desde niños, en los primeros tiempos de su vida, a enfermos o ancianos, sin excluir
a los adultos en perfecto estado de salud, pues muchos son
los que gustan de consumir este producto.
Desde tiempos inmemoriales, también ha sido la leche un^l
mercancía fácil de adulterar, que en numerosas ocasiones no
llegaba al consumidor en su forma auténtica. es decir, íntegra, sana ^y en condiciones sanitarias e hi^-iénicas irreprech^bles.
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Desde el aguado hasta el clesnataclo, pasando por una serie
de grados intermedios, la picaresca ha ido haciendo de la
leche ese proclucto vtilgar v sin valor, cuando no peligrosa
ftiente de contaminación, que es la leche que en muchas ciuclades espaiiolas o del mundo se ha bebido y se bebe.
En los íiltimos tiempos, por circunstancias económicas de
todos conociclas, las calidades de las leches que hemos coilsumido han iclo bajando más y tnás, a la par que ]as inspecciones sanitarias de tipo municipal perdían su intensidad y stt
eficacia. El deseo de mantener unos precios políticos ha sido,
y es, la causa de que esas inspecciones, no solamente necesarias sino obli^adas, no se hicieran o se realizaran dentro de
unos márgenes de tolerancia recusables, a nuestro juicio^. ^
Necesidad de asegurar la calidad de la leche.
En todo caso, no es fácil controlar la calidad de la leche
en los núcleos urbanos importantes. En cuanto se tropieza
con una multiplicidad de suministros surge la dificultad, que
se aumenta también con esa multiplicidad de despachos y centros de venta, que han sido, y son todavía, en muchas ciudades, el pan cle cada día.
Hay muchas ciudades en España donde la leche llega a
través de varios centenares de abastecedores y ciudades también donde el número de despachos pasa del millar. Qttiere
decir esto que no es posible realizar una vigilancia y una inspección eficaces, pues ello requeriría un Cuerpo de Inspectores tan numeroso como caro.
Comprendiendo esto, pensó el Estado Español que era lleyado el momento de seguir los pasos que, con relación al
abastecimiento de este producto básico de alimentación, se
habían establecido en otras naciones v, nara ello, la adecuada fórmula era, única y exclusivamente, centralizar la recogida, el proceso de higienización y, en definitiva, las ventas.
Sólo esos Centros de higienización, esas Centrales Lecheras, hacen posible que con un nítmero limitadísimo de personas se vi^-ilen y comprueben las calidades de las leches que
del can^po llegan y se tenga la se^-tu-idad absoluta de 1^ bondad del alimento lácteo que al pílblico consumidor lle^a.
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La esterilización va e^tendi^n^lose más cada día v muchas Centrales Lecheras dan
e^trada a torres para realizar este piroceso térmico. i.sta ioto^rafía reproduce
la basc de uua torre capaz dc cst^^rilizar ;.oon h^^tcllas por hora, montada en uua
iá^n^ica de ltarcelona.
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J
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Vigente legislación sobre Centrales Lecheras.
En cl año ic^5z se dict^ ttn Decreto dc la Presidencia
del Gobierno, que tiene techa i^ de abril, y que se publicó en el Boletíri O f icial del Estaclo del día 27 de mayo.
Late Decreto fué coinplementado por un Re^lament^^, ciue se
recoge en (^rden conjttnta de los Ministerios cíe A^ricultttra
y Gobernación, de 3o de julio de dicho año, publicada tainbién en el, Bolet^í^^ Of icial c^cl I^st^z^do del z2 dc agost^^.
I?stas disposicicm^s son, justo es reconocerlu, í ranc^l^nente ambiciosas. Sc ha recog-ido en ellas tod^l la eYheriencia
cjtte a lo largo de casi veinticinco ^1i1^^s se había id^^ acuniulando en una serie de instalaciones yue cruzaban el n^undo,
desde los Países Escandinavos a Francia, Australia ^^ Lstados Unidos.
La le^islación a que nos referirnos hace obligat^n-ia la
i^i^plant^lción de Centrales Lecheras en todas las ciudades y
villas esj^añolas con más cle 25.00o habitantes, en tres eta^^as: la ^^rin^era, ^^ara ciud^icles con inás de r5o.ooo habitantes ; la segui7d,_i, Para las co.nprei^didas entre ;^.ooo
y i5o.oo0, y la tercera, que precisamente se inicia en este
^ño Ic^58, para todas las i-estantes.
No entraremos en detalles sobre las características técnicas qtte sc exigen, gues las estudiaremos al exponer, en
este mism^ trabaj^, cámo debe concebirse una ^Central Lechera; nos limitaremos a decir que unas ^Comisiones 'Consultivas Provinciales son las encar^adas de ir preparando el
terreno ^^ara 1^ implantación de estas instalaciones ; c^ttc se
^la preferencia, p^ra beneficiarse de las concesiones reglan^entarias, ^ las C^operativ^s de Ganaderos y Enticlades de
este ti»o con car^cter miYt^ ; qtie se hrocura dotar a cad^
ciudad cle más de uno de estos Centms, para huir así de los
>>eli^ros ^^ue los m^nopoli^^s llev^n c^nsi^o; cine determina
la forma en que las industri^s ya establecidas puedan c^ntinttar fitncionand^ v qtte, en definitiva, se articula t^d^ 1^
relacionad^ con el abastecimiento de leche fresc^a a las hoblaci^nes es^^añolas.
-6RESULTADOS OBTENI'DOS.
Han trar scurrido cinco años desde que la vigente legislación sobre Cenirales Lecheras se promulgó y en el momento
actual se ei.cuer.*,ran funcionando instalaciones de este tipo
en Gerona, Bada joz, Bilbao, Pamplona y Las Palmas, En
Sala de llenado y capsulado de botellas de la Central Lechera recientemente
inaugurada en Lisboa.
fecha próxima se inaugurarán, junto con otra en Bilbao y
una más en Pamplona, las Centrales de Valladolid, San Sebastián, Granada y las concedidas para 7aragoza. Están en
vías de construcción las Centrales de Madrid, Tortosa, Vigo,
Santa Cruz de Tenerife, Córdoba y alguna otra en fase que
pudiéramos llamar de preparación.
Las anteriores realidades vienen a confirmar el éxito de
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unas disposiciones gubernamentales que en su iniciación tropezaron con dificultades que parecían insuperables, resultados que pueden calificarse de extraordinarios y que vienen
a demostrar la visión de quien, comprendiendo la necesidad
de suministrar al pueblo español una leche llena de calidades,
dictó las disposiciones de que venimos ocupándonos.
5omos optimistas y pensamos que las Centrales correspondientes a la tercera fase se inicien también, para vencer
iguahnente las dificultades con que han de tropezar, y que si
en los pasados años tueron muchas, en la coyuntura económica presente aun son mayores, pues conviene recordar que
la maquinaria precisa ha de adquirirse, forzosamente y en
gran parte, fuera de nuestro país, con la consiguiente inversión de divisas.
LQué es un,a Central Lechera?
Desde el punto de vista funcional, las Centrales Lecheras
han cle estar preparadas para recibir toda cuanta leche lleguc
a ellas y contar con una serie de secciones qtte, por su intere s, enumeramos a continuación :
• l,aboratorio propio de la Empresa, convenientemente
c^luil^ado, y un Gabinete de investigación anejo, para la Insl^ección Veterinaria Munieipal.
• hecepción y pesado.
• Kefrigeración y conservación a menos de i8° C., hasta su
higienización, de toda la leche que no se higienice dentro de
1<^5 d^^s primeras horas de su recepción.
• I'urificación de la leche por filtrado^ o centrifugación.
• Higienización e inmediata refrigeración a menos de
8° C: ambas operaciones realizadas al abrigo del aire.
• Lmbicíonado, embotellado y cierre automático.
• Lavado, esterilizado y secado automáticos de botellas y
bicl<^nes.
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^ Cámara frigorifica para la conservación de la leche a
baja temperatura hasta su distribución.
^ Aprovechamiento industrial de la leche subrante y de l^l
considerada impropia para el consumo.
^ Producción del frío^ necesario para la refrig-eracióti de la
leche y cámaras frigoríficas.
^ Producción de vapor en cantidad adecuada a las necesidades de higienización, lavado, esterilización y aprovechamiento industrial.
Igualmente, nuestra leg-islación establece que el tratamiento térmico de la leche ha de hacerse a temperaturas no
inferiores a 7i'5° y durante quince segundos, pudiendo utilizarse, bien los modernos pasterizadores de placas, o los modelos tubulares que en la actualidad se fabrican.
Realizaciones concretas.
Teniendo en cuenta que incorporamos a esta publicación
la planta de una Central Lechera, estimamos interesante explicar su funcionamiento y organización.
LA CI;NTRAL LECHI.RA Dl: V ITORIA.
Esta Central, cuya construcción inicia en los primero:^
meses de r958 la ^Caja de Ahorros y Monte de Piedad, tiene
capacidad para z5.ooo litros diarios. Su funcionamiento responde a una línea de sencillez y de eficacia. Se recibe ]a leche
en el correspondiente muelle, colocándose sobre ttna cinta
transportadora mecánica (1), la cttal la conduce a la báscula (2), de la que se descarga en ttn depósito^ de i.ooo litros (3).
Las ollas vacías pasan a través de una lavadora lineal (4),
continuando, mediante una cinta de rodillos, hasta un muellc^
secundario, donde se carga y lleva en los catniones.
La leche es aspirada por dos bombas (5), las cuales, indistintamente, pueden enviarla a un refrigerante (7) o directamente al pasterizador.
En el primer caso, la leche se deposita en tres tanc^ues
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Pl^int.a de la Central Lechera yue actualmente se construye en Vituria.
-^isotérmico^s de q..ooo litros de capacidad cada uno (8), y en
el segundo, la leche se templa en el pasterizador, ^para ser
clepurada en tres higienizadoras centrífugas (g), de las cuales dos estarán en funcionamiento y la tercera quedará en
reserva.
Vuelve la leche al pasterizador ( lo), donde se trata a
^i'5^O durante quince segundos, para pasar, finalmente, a tres
t<anqttes isotérmicos, y también verticales (ri), de a.ooo litros de capacidad.
Las jaulas con las botellas sucias se reciben en muelle independiente, haciéndolas pasar a la nave correspondiente
mediante transportado^res de a-odillos (13), y a la lavadora,
utilizando una cinta móvil ( r4). Esta lavadora es de 5.000
botellas por hora ( z^), y la de cestillos, de 40o unidades,
aproximadamente, también por hora (i6).
Las botellas limpias se conducen p^or una cinta eshecíal ( z 7), que las lleva a las Ilenadoras-capsuladoras ( z 8), que
son do^s, de z.5oo litros/hora, pasando, finalmente, las cestas
llenas de botellas, por la cinta (i9), a una cámara f.ría con
capacidad para 20.00o botellas de litro.
La salida se efectíia por el muelle de recepción, en una
zona independiente de éste.
Tiene esta Central, como puede verse en el plano, una
amplia sección de mantedt^tería y quesería (22 al 30), y una
serie de servicios complementarios, colocados, bien en planta
de semisótanos, o bien en la misma planta de fábrica, que
está situada a i'1o so^bre el nivel exte^rior del suelo.
El semisótano estará ocupado, igualmente, p^or vestuarios,
aseos, etc., y en la planta de fábrica se disponen las oficinas.
los laboratorios v otros servicios auxiliares.
Utilización de los sobrantes.
Como se ha podido ver, en la Central Lechera de Vitoria
y, en general, en todas cuantas se proyecten y co^nstruyan, es
fundamental dotarlas de secciones lo más completas posibles
para la transformación de las cantidades de leche sobrantes.
El hecho de ser obligatorio por parte de la Central la
compra de toda la leche que los ganaderos llevan a la misma,
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unido a lo^s sensibles incretnentos que se originan en la producción en determinadas épocas del año, especialmente en
primavera, hacen que los volíimenes habituales de recogida, _v
con los cuales se cubren las necesidades del consumo directc,
aumenten de tal forma que dejan diariamente cantidades,
importantes muchas veces, a las que ha de darse un destino
racional y económico.
Es necesario, por lo^ tanto, completar las Centrales Lecheras con instalaciones para concentrar leche y, mejor aun,
para desecarla, con los elementos indispensables, para fabricar quesos, hacer caseína u obtener lactosa, y, en todo caso,
con los medios convenientes para producir manteca, ya que
esta última utilización es, por lo general, más conveniente
para salida a las leches que lleguen con acidez excesiva.
Muchas f ábricas españolas van montando también torres
de esterilización, ya que este tipo de leche,, por sus excelentes cualidades, se va bebiendo más cada día, sobre todo en
zonas donde la leche pasterizada no^ tiene posibilidades de
llegar. Conviene recordar que estas leches esterilizadas, así
como los batidos y las leches especiales con f rutas, se conservan dttrante cinco o seis meses, si el tratamiento térmico
se ha hecho con las debidas garantías.
Las Centrales Lecheras y los ganaderos.
En muchas ocasiones hemos tenicíe^ oportunidad de hablar con ganaderos destacados, que se lamentaban del ruinoso
negocio que era la explotación de ganado vacuno lechere.
Estos ganaderos no creían en las Centrales Lecheras, y í?nicamente se limitaban a exnoner las lamentaciones a que n^>s
referimos y a pedir para la leche un precio justo, que fuera,
por lo menos, modestamente remunerador.
A algunos ganaderos pudimos convencer de la equivocación en que se encontraban, haciéndoles ver las ventajas que
habían de encontrar coiaborando al plan del Gebierno, referente a la implantación de Centrales Lecheras y a, ortando.
con su prepara.ción y sus posibilidades, ese entusias:^^o sin e':
cttal en la vida no es posible acometer grar.des empresas.
-- II -
^ 1^,1. PR1:CI0.
El ganadero sólo piensa en el precio, y ello es lógico,
l orque r^o podemos engañarnos, y es necesario decir claro
rlue, sobre todo en determinadas regiones de la Península, la
leche ha constituído y constituye el más ruinoso de los negocios. Podemos citar los centenares de vacas que se han sacriñcado en algunUS mataderos; las g-anaderías enteras, con
^o y 8o ejemplares selectos, que en las provincias de Madrid,
"l^c_^ledo o Guadalajara l:an desaparecido, vendiéndose a tratantes, con un incierto destino para tan excelentes animales ;
los numerosos ganacieros que todavía albergan en sus establos vacas lecheras, esperando la primera ocasión para sustituírlas, etc., etc. Es natural, po^r lo tanto, que se piense en
los precios más altos y las Centrales Lecheras han de proporcionarlos, y los están proporcionando en los casos de actual
funcionamiento. Podemos poner como ejemplo la provincia
de Ladajoz, donde los ganaderos percibían poco más de 2'60
ó 2'^o pesetas por litro en sus fincas, y a los que se paga
a 3' jo, ó los de Bilbao, que perciben por encima de las 3'^o pesetas, o aquellos de Las Palmas, a quienes se ha subido casi
una peseta por litro, son ejemplos de lo que en el futuro suc.ederá.
Pero las Centrales Lecheras llevan al producir otra g^arantía mayor, cuando le propa^rcionan un amparo de que
hoy carece, ya que el precio viene fijándose de maner<.I unilateral, mientras que en el futuro habrá de ser establecid<^
por el ^^Iinisterio de Agricultura, a propuesta de las Comisiones c^nsultivas provinciales, integradas por técnicos competentes v por lo^s propios productores de leche. Quiere decir
^esto, qtte podrán exponerse los hechos tal y como son ante
personas razonables, y que ese absoluto desamparo en qtte
los ganaderos se encuentran habrá de transformarse en una
l^^rotección justa a intereses justos también.
^ SEGURIDAD DF_ VENTA.
Si este facto^r precio tiene extraordinaria importancia,
hay otro que, a nuestro juicio, tiene tanto mayor interés. Nos
referimos a la obligación que tienen las Centrales Lecheras
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cle aclquirir, en tod^o tiempo y época^, la totalidad de la lech.^^
que por los ganaderos se lleve a estos Centros de higicnización. Es bien sabido que nuestra produceión lechera acusa
dos épocas totalmente distintas a lo largo del año. De una
parte, la época de invierno, en que las vacas producen menos,
y, de otra, los meses de primavera y parte del verano, en que
la producción aumenta extraordinariamente, a la par que se
produce un fenómeno de contracción en el consumo^. ^sta
realidad tenía su reflejo en el viejo comercio de la leche y
así, nos encontramos con que muchos ganaderos, llegada l:t
primavera, no sabían qué hacer con la leche ; habían de venderla a precios no ya redttcidos e insuficientemente remuneradores, sino de verdadero desastre. La legislación, al imponer esta obligación a las Centrales, echa sobre cllas un^t
carga tan fuerte, que puede darse el caso de ^tue algtu^a de
estas Empresas sufra grandes quebrantos económicos, si n^^
ha sabido disr^oncr instalaciones transformadoras orientada^.
con un sentido co^mercial, racional y actual.
^ MAYOR AMPLITUD DE MF_RCADO.
Las Centrales Lecheras han de abrir un mercado mayor a
la leche, porque no pocíemos olvidar que en muchas ciudades
españolas, por no decir en todas, se vende leche con un 3o y
un qo por Ioo de agua; qttiere decir esto que al suprimirse
este agua-debemos recordar que en las Centrales Lecheras
no será posible cometer este f raude-y elevarse el consumo,
como ha sucedido en todo el mundo, una vez vencida la reducción producida por los mayores precios de la leche, habrá
que aportar al mercado volúmenes mayores, y, por lo tanto,
la producción habrá de incrementarse, bien por selección del
ganado, o bien por aumento del nílmero de vacas. Esta mayor
demanda irá, fo^rzosamente, ligada a mayores precios.
^ I,xTENSIÓN DE LAS RECOGIDAS.
Los hechos anteriores han de producir otro efecto, que
tiene que traducirse, lógicamente, en un aumento de los efectivos ganaderos y es que, al necesitarse más leche, las recogidas de las Centrales tendrán que extenderse y llegar a
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^^untus adonde en la actualidad no se lleg^a, bien porque las
vías de conlttnieación son deficientes e incluso pordue las cantidades inicialmente disponibles son muy reducidas.
^ hOSIBILIDAD DE ACTUACIÓN INDUSTRIAL.
Decíamos antes que las disposiciones dictadas sobre Centrales Lecheras brindaban oportunidad excepcional a los ganaderos para que, reunidos cooperativamente, pudieran acometer la realización del montaje de las instalaciones precisas
para realizar la fase industrial, contándose así, de una parte,
con la materia prima indispensable, y de otra, con el product^>
elaborad^. Las ventajas de esta posibilidad son bien claras.
Justo es reconocer que son varios los caso^s que de las mismas se han aprovechado los ganaderos, y así, las Cooperativas de Productores de Leche de Badajoz, Vizcaya y Córdoba ; la Agropecuaria de Ganado Yroducto^r de Leche de
I,as Palmas, la de Son Suñer, dc I'alnla de ^^T^ll^^rca, ctc.,
han acometido esta tarea, habiendo muchas de ellas tern^inado sus Centrales y están funcionando o dispuestas para haccrlo en los primeros meses de Ic^58.
® ^^I LJORA D^ LA GANA']^I.RÍ a.
Las Centrales Lecheras han de constituir, de rechazo, un
beneficio co^nsiderable para las zonas típicamente ganaderas,
en lo clue se refiere a vacuno de leche, y en especial a todas
las provincias norteñas, ya que las cantidades deficitarias de
leche con que en muchos sitios se tropezará habrán de buscarse eii estas regi^nes. I^ste beneficio ha de repercutir igualmente s^bre todas esas z^mas de nuevos regadí^^s ^lue sc estíin
iu^^^lant<^ndo, y en cuy^^s ^^rimern:5 tiempos de explotación es
iniprescindible establecer una orientación decididamente forrajcra ^^, como consecuencia, dar entrada al ganacio, y especialmente al Productrn- de leche, ^^or ser a^^uél que ^^roporcifma mayor cantidad de estiérc^l, y cuva aliinentaci^^n adecuada se lo,^ra más fácilmente en los re^adíos.
® ^ ^ 1'KAS VENTAJ:AS.
Esa c^r^-anizaci^^n cu^^perativa que los ganader^s han id<^
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creando para acudir a los concursos de Centrales Lecheras
y para construir éstas, lleva consigo, por su mera constitución, otras ventajas. Una dé ellas es la posibilidad de distribuir piensos entre los g^anadero^ encuadrados en las mismas.
i^^ o se puede olvidar que en los, países progresivos del munda
van alcanzando importancia creciente los pienso^s compuestos, obedeciendo a conceptos mvdernos de la alimentación y
a orientaciones económicas perie^tamente estudiadas y definidas. ^ Qué duda cabe que en una Central Lechera a la que
lleven la leche de sus ganados varios centenares de productores se encuentran en las mejores condicio^nes par^ poder
entregar piensos compuestos adecuados a la producción de
leche, con garantía en su composición y en su precio, manejando el simple juego contable que se ofrece a través de las
lic^uidaciones que periódicamente han de hacerse r
Otra de las ventajas que los ganaderos han de encontrar
con la implantación de Centrales Lecheras hay que bttscarla
cn las eYtraordinarias posibilidades que han de tener-y en
^llgunos casos, coneretamente, ya las tienen-para a^lcluirir
^anado selecto y sustituir los animales de su cabaña clue no
^^mducen lo c^ue comen o clue proporcionan menos leche de la
^^ue cualc^uier animal bien seleccionado suministra. Ha^^ Centr^les que están entregando a los ganaderos, con facilidades
de pago _y a deducir de las cantidades ^lue les corresponden
en las liquidaciones clue con ellos se verifican, animales de
pr^cedencia conocida, con antecesores reputados en la Pmducción de leche ; es decir, noniendo en sus manos un :lrma
de extraordinaria eficacia y valor para aumentar el nílmer^
de litr,^;s, sin que ello rePercuta de manera sensible en los
^^astos diarios que la ex^^^lotación de estos animales supone_
Dificultades para la implantación de Centrales.
Nuevamente hemos de señalar que la implantaci^n de
C`entrales Lecheras ha ido frenando su rápida marcha inicial, como consectiencia de nuevas dificultades derivadas de las
circunstaneias económicas por c^ue atravesamos.
La más importa_nte de todas se encuentra en ^la limitación c^ue impone la esc^sez de divisas dis»onibles. Ello ha
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da^io lugar a que Centrales como la de Madrid, por ejemplo,
que tienen su edificio muy adelantado, hayan tenido que paralizar las o^bras, 'al no contar con la niaquinaria indispensable y que, con^io ya hemos dicho, ha de itnportarse en su mayor parte. Igual ha sucedido con la Central de las Cooperati^^as Reunidas de jaragoza, otra en Palma de Mallorca, etc.
_^ esta gra^^e dificultad hay que unir los retrasos que suponen el tinanciar Emhresas que requieren la inversión de
grandes capitales, y no es posible olvidar el gra^^e inconveniente que ^representa el hecho de no e^istir en Eshaña mano
de obra especializada en el número preciso para a;ender aI
funcionamiento de las C'entrales Lecheras.
La Escuela de Industrias Lácte,as.
El Sindicato Nacional de Ganadería comprendió hace
tres o cuatro años esta última dificultad que hemos expuesto;
por ello creó en la Casa de Campo, de Madrid, su Escuela
dc Isidustrias L^rcteas, Centro docente del que han salido^ ya
cuatro ^promociones de alumnos, con casi un centenar de
contramaestres y obreros, que se han ido colocando en las
industrias que ya fttncionan o están a punto de funcionar.
Esta Escttela da cursos de seis meses, cuenta con un profesorado elegido entre técnicos de capacidad bien conocida y
dispone de unas instalaciones piloto de primer orden, que son
réplica, en miniatura, de las máquinas que han de manejar
en las Centrales Lecheras e industrias transformadoras.
Duran los ctu-sos de la ^scuela desde noviembre a mayo,
y se da una preponderancia e^traordinaria a las clases prácticas, estudiándose, entre otras materias, las diferentes técnicas de transformación : qtúmica, bacteriología de la leche ;
producción higiénica de leche, etc.
Las Centrales Lecheras y los consumidores.
Para terminar, dedicaremos unas líneas a los beneficios
que el pílblico^ consumidor ha de encontrar cuando las Centrales Lecheras estén funcionando, beneficios que, aunque de por
sí se alaban, son sometidos por mttchos a comparaciones no
siempre muv afortunadas.
- IÓ -
^;s indudable que cuando las Centrales Lecheras empiecen a funcionar, la leche habrá de ser pagada por el consumidor a mayor precio, y ello como consecuencia de tres razones fundamentales, que son: a), necesidad de pagar a mejor
precio la leche a los ganaderos; b), adquisición de una leche
pura desde el punto de vista alimenticio ; c), compra por el
consumidor de leche higiénicamente irreprochable.
Si recorda.mos que hoy se compra la leche en muchos
centros de población con más de un q.o por ioo de agua,
quiere decirse que el precio pagado actualmente es, en realidad, un ,^o por ioo más caro de aquel que se desembolsa
al adquirir la cotidiana ración de leche. Por ello, y partiendo
de este principio, nos atrevemos a afirmar que en muchos
casos los aumentos han de tener un carácter puramente externo, aunque, en realidad, prácticamente, no existan o representen un cuantía insignificante frente a ese alto valor
sanitario e higiénico a que también nos hemos ref erido.
Creemos que el consumidor debe exigir, al adquirir leche,
un producto de primerísima calidad, pues se trata de un alimento que puede ser fuente de ;raves infecciones, semillero
de enfermedades y que, por entrar en la dieta normal de
cientos de miles de familias, puede causar daños de extraordinaria extensión e importancia.
Conclusión.
La conclusión a que, después de todo lo expuesto, se llega,
creemos que no puede ser más que una, y muy sencilla. Que
todos estamos en la obligación de ayudar a nuestras Atttoridades nacionales para el rápido y feliz desarrollo del plan de
Centrales Lecheras ordenado^, de modo que se vaya desenvolviendo de acuerdo, especialmente, con las posibilidades de importación de la maquinaria que, siendo fundamental, no se fabrica er. nuestro país con la rigurosa garantía que es obligado
exigir.
nEPOSITO LAEGAL. M. 3.109 - 1958
C+RÁPICAS UGUINA - MAPR7I1
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