gigantes y cabezudos / agua, azucarillos y

GIGANTES Y CABEZUDOS / AGUA, AZUCARILLOS Y AGUARDIENTE
miércoles, 31 octubre, 21.00 h.
Inicio venta: 28 septiembre
Precios: A 27€ B 20€ C 15€ D 10€
GIGANTES Y CABEZUDOS
Zarzuela en un acto y tres cuadros de Manuel Fernández Caballero
sobre libreto de Miguel Echegaray y Eizaguirre
Con Ruth Terán, Lourdes Martín, Susana Galindo, Sonia García, Miguel Guardiola,
Pablo Prados, Guillermo Díaz, Luis Pacetti y Carlos Alberto
AGUA, AZUCARILLOS Y AGUARDIENTE
Zarzuela en un acto de Federico Chueca sobre libreto de Miguel Ramos Carrión.
Con Ruth Terán, Susana Galindo, Lourdes Martín, Rosa Ruiz, Antonio Torres,
Luis Pacetti, Pablo Prados, Sonia García y Miguel Guardiola
Coreografía Aída Sánchez
Coro y Orquesta Teatro Lírico Andaluz
Dirección escénica Pablo Prados
Dirección musical Arturo Díez Boscovich
Patrocina Onda Cero Málaga
GIGANTES Y CABEZUDOS
Dan título a esta célebre zarzuela las tradicionales figuras de cartón piedra que desfilan a modo de
caricatura en pasacalles, verbenas y fiestas de todo el norte de España. En medio de esas mascaradas se
desarrolla la trama amorosa entre Pilar y Jesús, que está en la Guerra de Cuba. El Sargento, amigo de Jesús y
enamorado también de Pilar, se aprovecha del analfabetismo de ésta para confundirla con un supuesto casamiento
de su novio en tierras lejanas. El engaño es descubierto y el amor triunfa cuando Jesús es repatriado.
La obra es una apoteosis de la jota con números tan populares como "Anda ve y dile al Alcalde", "Si las
mujeres mandasen", "Por ver a la Pilarica", la elegante romanza de la carta, la salve final y, sobre todo, el
celebérrimo coro de repatriados.
Entre las más famosas y populares composiciones del género chico, Gigantes y cabezudos marcó profundamente el
desarrollo del género zarzuelístico en los años que la sucedieron.
AGUA, AZUCARILLOS Y AGUARDIENTE
Cuadro de la vida madrileña basado en la muy arraigada tradición de la burguesía de pasear por las calles
Recoletos y el Prado, donde se ofrecía al paseante en enormes botijos los clásicos aguaduchos: un refresco con
agua de Lozoya o de la fuente del Berro y, con él, un azucarillo. Esta castiza costumbre inspira a Ramos
Carrión un sainete del que Chueca parte para realizar una de sus mejores partituras.
Doña Simona, sumida en graves apuros económicos, planea casar a su hija Asia, escritora frustrada y casi tan
cursi como su propia poesía, con Aniceto, el primo del pueblo o dar un sablazo a Serafín, su novio actual.
Serafín propone a Pepa, que regenta un puesto de agua y pasa por similares estrecheces, que ponga un narcótico
en el agua de Doña Simona para disfrutar a su gusto de Asia. Ésta se niega pero no Lorenzo, novio de Pepa, a
cambio de una modesta suma. Y a partir de aquí todo tipo de personajes y historias rocambolescas que se
enredan para después desenredarse con final ¿feliz?
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