Observador de meteorología TRASPASO DE PODERES (Raquel Aranda Domínguez) Traspaso de poderes: los bits toman el mando, los genes se retiran. Esto sueñan nuestros ingenieros vanguardistas.  Pero será si el ecosistema lo permite: nos hallamos en medio de la sexta gran extinción en la historia de la vida, tal y como corrobora el ritmo anual de desaparición de especies. Hace años lo escribÃ-an Leakey y Lewontin: ahora lo vocifera ya la prensa. La anterior gran extinción fue hace 65 millones de años, y sepultó el reinado de los grandes saurios en beneficio de nuestros ancestros mamÃ-feros.  El calentamiento global derrite los polos, amenaza con anegar ciudades enteras. Y en el peor de los escenarios, 6º de aumento en la temperatura global, amenaza catástrofe biológica mundial. Más huracanes, más sequÃ-a: el agua será el motivo principal de las guerras en este siglo XXI (ya lo es en Israel o en Ruanda).  El aire se envenena, los mares también (nuestros desechos interfieren ya en sus cadenas tróficas). ¿No estaremos instalando las condiciones de futura vida recicladora de nuestros residuos quÃ-micos -y nuclearesantes bien que en la transición evolutiva hacia un supertecnológico mundo poshumano?  Hagan sus apuestas. ¿Qué avanza más rápido, nuestra constructividad e ingenio tecnológico, o nuestras tendencias autodestructivas? Quizás nos extingamos con el conocimiento de la dificultad enorme de plantar vida en otros planetas para luego colonizarlos: la vida a veces es asÃ-.  Cuántos pensadores de nuestra era tecno-cientÃ-fica confÃ-an Ã-ntimamente en alguna mano invisible evolutiva que nos lleve a buen puerto. Que nos salve de nosotros mismos. Digamos ¿un destino o misión cósmica? La vida tiende a salvarse a sÃ- misma, dice Lovelock, pero no necesariamente la andadura humana: por hermosos y complejos que sean nuestros hallazgos culturales.  La intelligentsia del sistema económico asegura, incluso, que la mano invisible del mercado según Smith arreglará a tiempo el desaguisado ecosistémico. Por cierto, como todo proceso entrópico, e histórico: ¡es irreversiblemente irreversible!  Quizás se refieran a que las empresas que más ensucian y destruyen el mundo, se lucran ahora además ofreciendo sus servicios de limpieza -sin dejar de destruirlo.  Además de apostar nos queda la contestación, el afán polÃ-tico de cambiar este sistema mundial de depredación (y auto-depredación). Que sangra poscolonialmente a la mayor parte del mundo pobre, las periferias económicas, en beneficio de los centros imperiales, y sus agentes multinacionales. En deuda externa esos paÃ-ses pobres, desnudados de cualquier forma de estado social, pero sÃ- represivo e imperialmente connivente, devuelven intereses abusivos que superan cuatro veces lo que reciben en ayuda externa al desarrollo.  Tanto entre paÃ-ses, como en la polaridad social dentro de los mismos paÃ-ses: se trata siempre de que los pobres financien el fabuloso poder de los ricos y poderosos. Los únicos que cuentan. Se creen, quizás, el superhombre nietzscheano. Más allá del bien y del mal. Pero no inmunes, me temo, al suicidio total de la especie. La gran apoptosis humana.  O nos resta legar en soportes magnéticos la trágica historia de una civilización estelar mal llevada. Drake, Sagan y los suyos, calculaban la probabilidad real de esto como una medida exobiológica: ¿será lo habitual en otras civilizaciones nucleares? Raquel Aranda  [email protected]  http://observadordemeteorologia.com Potenciado por Joomla! Generado: 20 November, 2016, 02:29