1 Not too long ago, Filbert died by drowning in Acapulco. It

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Hace poco tiempo. Filiberto, murió ahogado en Acapulco. Sucedió en Semana
Santa. Aunque despedido de su empleo en la Secretaría, Filiberto no pudo
resistir la tentación burocrática de ir, como todos los años, a la pensión alemana,
comer el choucrout endulzado por el sudor de la cocina tropical, bailar el sábado
de gloria en La Quebrada, y sentirse "gente conocida" en el oscuro anonimato
vespertino de la Playa de Hornos. Claro, sabíamos que en su juventud había
nadado bien, pero ahora, a los cuarenta, y tan desmejorado como se le veía,
¡intentar salvar, y a medianoche, un trecho tan largo! Frau Müller no permitió
que se velara-cliente tan antiguo-en la pensión; por el contrario, esa noche
organizó un baile en la terracita sofocada, mientras Filiberto esperaba, muy
pálido en su caja, a que saliera el camión matutino de la terminal, y pasó acompañado de huacales y fardos la primera noche de su nueva vida. Cuando llegué,
temprano, a vigilar el embarque del féretro, Filiberto estaba bajo un túmulo de
cocos; el chofer dijo que lo acomodáramos rápidamente en el toldo y lo
cubriéramos de lonas, para que no se espantaran los pasajeros, y a ver si no le
habíamos echado la sal al viaje.
Not too long ago, Filbert died by drowning in Acapulco. It happened during All Saints’
week. Although he’d been dismissed from his job in the Ministry, Filbert couldn’t resist the
bureaucratic temptation to go, same as every year, to the German pensión, to eat sauerkraut sweetened by the sweat of the tropical kitchen, to dance on the Saturday of glory in
La Quebrada, and to feel himself a “regular” in the dark anonymity of evening on the
beach of Hornos. Clearly, we know that in his youth he had swum well, but now, at forty,
and in as bad shape as he seemed to be; to try to cover, and at midnight, such a distance!
Frau Müller wouldn’t permit his vigil –such an old client– to be held in the pensión. On the
contrary, that night she organized a dance on the little suffocated terrace, while Filbert
waited, very pallid in his box, for the morning truck to depart the terminal, and passed the
first night of his new life accompanied by baskets and bundles. When I arrived, early, to
watch over the shipment of the coffin, Filbert was under a mountain of coconuts; the
driver said we should arrange him quickly on the awning and cover him with tarps, so that
the passengers wouldn’t get frightened, and to make sure we wouldn’t bring a curse on
the voyage.
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Salimos de Acapulco, todavía en la brisa. Hasta Tierra Colorada nacieron el
calor y la luz. Con el desayuno de huevos y chorizo, abrí el cartapacio de
Filiberto, recogido el día anterior, junto con sus otras pertenencias, en la pensión
de los Müller. Doscientos pesos. Un periódico viejo; cachos de la lotería; el
pasaje de ida-¿sólo de ida?-. Y el cuaderno barato, de hojas cuadriculadas y tapas
de papel mármol.
Me aventuré a leerlo, a pesar de las curvas, el hedor a vómito, y cierto
sentimiento natural de respeto a la vida privada de mi difunto amigo.
Recordaría-sí, empezaba con eso- nuestra cotidiana labor en la oficina; quizá,
sabría por qué fue declinando, olvidando sus deberes, por qué dictaba oficios sin
sentido, ni número, ni "Sufragio Efectivo". Por qué, en fin, fue corrido, olvidada
la pensión, sin respetar los escalafones.
We left Acapulco, still in the breeze. Toward Tierra Colorada the heat and light came
to life. Over a breakfast of eggs and sausage, I opened Filbert’s briefcase, retrieved the
day before, along with his other belongings, from the Müllers’ pensión. Two hundred
pesos. An old newspaper; lottery stubs; a one-way ticket –only one way?--, and the
cheap notebook, with pages divided into squares and covers of marble paper.
I ventured to read it, in spite of the curves, the stench of vomit, and a certain natural
sentiment of respect for the private life of my deceased friend. It would record – yes, I
started with that– our everyday work in the office; maybe I would find out why he’d been
in decline, neglecting his duties, why he was dictating official documents without feeling,
or number, or “effective suffrage.”* Why, in the end, he had run away, forsaking a
pension, with no regard for the payrolls.
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"Hoy fui a arreglar lo de mi pensión. E1 licenciado, amabilísimo. Salí tan
contento que decidí gastar cinco pesos en un café. Es el mismo al que íbamos de
jóvenes y al que ahora nunca concurro, porque me recuerda que a los veinte años
podía darme más lujos que a los cuarenta.
“Today I went to fix up all that business about my pension. The lawyer was very
friendly. I left there so happy that I decided to spend five pesos in a café. It’s the same
one we went to when we were young and that nowadays I never enter, because it
reminds me that I could afford more luxuries at twenty than I can at forty.
Entonces todos estábamos en un mismo plano, hubiéramos rechazado con
energía cualquier opinión peyorativa hacia los compañeros; de hecho
librábamos la batalla por aquellos a quienes en la casa discutían la baja extracción o falta de elegancia.
In those days, we’d all been on the same plane, we would have rejected with energy any
negative opinions about our comrades; in fact we waged war on those in the house who
even mentioned bad breeding or lack of elegance.
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Yo sabía que muchos (quizá los más humildes) llegarían muy alto, y aquí, en la
escuela, se iban a forjar las amistades duraderas en cuya compañía cursaríamos
el mar bravío. No, no fue así. No hubo reglas. Muchos de los humildes quedaron
allí, muchos llegaron más arriba de lo que pudimos pronosticar en aquellas
fogosas, amables tertulias. Otros, que parecíamos prometerlo todo, quedamos a
la mitad del camino, destripados en un examen extracurricular, aislados por una
zanja invisible de los que triunfaron y de los que nada alcanzaron. En fin, hay
volví a sentarme en las sillas, modernizadas -también, como barricada de una
invasión, la fuente de sodas-, y pretendí leer expedientes. Vi a muchos, cambiados, amnésicos, retocados de luz neón, prósperos. Con el café que casi no reconocía, con la ciudad misma, habían ido cincelándose a ritmo distinto del mío. No,
ya no me reconocían, o no me querían reconocer. A lo sumo-uno o dos-una mano
gorda y rápida en el hombro. Entre ellos y yo, mediaban los dieciocho agujeros
del Country Club. Me disfracé en los expedientes. Desfilaron los años de las
grandes ilusiones, de los pronósticos felices y también todas las omisiones que
impidieron su realización. Sentí la angustia de no poder meter los dedos en el
pasado y pegar los trozos de algún rompecabezas abandonado; pero el arcón de
los juguetes se va olvidando, y al cabo, quién sabrá a dónde fueron a dar los
soldados de plomo, los cascos, las espadas de madera. Los disfraces tan queridos, no fueron más que eso. Y sin embargo había habido constancia, disciplina,
apego al deber. ¿No era suficiente, o sobraba? No dejaba, en ocasiones, de
asaltarme el recuerdo de Rille.
I knew that many (perhaps the most humble) would go very far, and here, in school,
they would forge the lasting friendships in whose company we would cross the wild seas.
No, it wasn’t like that. There were no rules. Many of the humble ones stayed there, many
went further than we could have predicted at those lively, friendly gatherings. Others, we
who seemed to have all the promise, we remained in the middle of the road, disembowelled in an extracurricular test, isolated by an invisible trench from those who triumphed
and from those who never accomplished anything. Finally, today I came back to sit in the
seats, modernized –also, like the barricade of an invasion, a soda-fountain— and
pretended to read briefs. I saw many of them, changed, amnesiac, retouched by neon
light, prosperous. With the café that I almost didn’t recognize, with the city itself, they had
been chiselling themselves out to a rhythm different than mine. No, they no longer recognized me, or didn’t want to. At the most –one or two— a fat, quick hand on the shoulder.
Bye, old man, take it easy. Between them and me intervened the eighteen holes of the
Country Club. I hid myself in the briefs. There paraded past me all the years of big
dreams, of happy predictions, and also, all the omissions that impeded their realization.
I felt the anguish of not being able to put my fingers in the past and fit together the pieces
of some abandoned puzzle; but the toy chest is being forgotten, and in the long run, who
knows where they’ve come to rest, all the tin soldiers, the helmets, the wooden swords.
Such cherished disguises, they were nothing more than that. And, nonetheless, there
had been constancy, discipline, devotion to duty. Had that not been enough, or did it
suffice? I was struck, on occasion, by the memory of Rilke.
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La gran recompensa de la aventura de juventud debe ser la muerte; jóvenes,
debemos partir con todos nuestros secretos. FIoy, no tendría que volver la vista
a las ciudades de sal. ¿Cinco pesos? Dos de propina."
The great payback for the adventure of youth must be death; young people, we
should do away with all our secrets. Today, I wouldn’t have to return my gaze to the cities
of salt. Five pesos? Two for the tip.”
"Pepe, aparte de su pasión por el derecho mercantil, gusta de teorizar. Me vio
salir de Catedral, y juntos nos encaminamos a Palacio. É1 es descreído, pero no
le basta: en media cuadra tuvo que fabricar una teoría. Que si no fuera mexicano,
no adoraría a Cristo, y...-No, mira, parece evidente. Llegan los españoles y te
proponen adores a un Dios, muerto hecho un coágulo, con el costado herido,
clavado en una cruz. Sacrificado. Ofrendado. ¿Qué cosa más natural que aceptar
un sentimiento tan cercano a todo tu ceremonial, a toda tu vida?... Figúrate, en
cambio, que México hubiera sido conquistado por budistas o mahometanos. No
es concebible que nuestros indios veneraran a un individuo que murió de
indigestión. Pero un Dios al que no le basta que se sacrifiquen por él, sino que
incluso va a que le arranquen el corazón, ¡caramba, jaque mate a Huitzilopochtli! E1 cristianismo, en su sentido cálido, sangriento, de sacrificio y liturgia,
se vuelve una prolongación natural y novedosa de la religión indígena. Los
aspectos de caridad, amor y la otra mejilla, en cambio, son rechazados. Y todo
en México es eso: hay que matar a los hombres para poder creer en ellos.
“Pepe, apart from his passion for commercial law, enjoys theorizing. He saw me leave
the cathedral and together we walked to the Palace. He’s a non-believer, but that’s not
enough for him: in half a block he had to fabricate a theory. That if I weren’t a
Mexican, I wouldn’t worship Christ, and –no, look, it seems evident. Here come the
Spanish and they propose that you worship a God, killed by a coagulation, with a
wounded flank, nailed on a cross. Sacrificed. An offering. What could be more natural
than accepting a sentiment so close to your whole ceremonial, to your whole life...?
Imagine, instead, that Mexico had been conquered by Buddhists or Mohammedans. It’s
not conceivable that our Indians would venerate an individual who died of indigestion.
But a God who, it’s not enough that they sacrifice themselves for him, but also that they
tear his heart out; caramba! Check-mate to Huitzilopochtli!* Christianity, in its warm,
bloody feeling, of sacrifice and liturgy, turns into a natural and novel prolongation of the
indigenous religion. The aspects of charity, love, and the other cheek, in turn, are
rejected. And everything in Mexico is that: you have to kill men to be able to believe in
them.
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"Pepe sabía mi afición, desde joven, por ciertas formas del arte indígena mexicano. Yo colecciono estatuillas, ídolos, cacharros. Mis fines de semana los paso
en Tlaxcala, o en Teotihuacan. Acaso por esto le guste relacionar todas las
teorías que elabora para mi consumo con estos temas. Por cierto que busco una
réplica razonable del Chac Mool desde hace tiempo, y hoy Pepe me informa de
un lugar en La Lagunilla donde venden uno de piedra, y parece que barato. Voy
a ir el domingo.
"Un guasón pintó de rojo el agua del garrafón en la oficina, con la consiguiente
perturbación de las labores. He debido consignarlo al director, a quien sólo le dio
mucha risa. E1 culpable se ha valido de esta circunstancia para hacer sarcasmos
a mis costillas el día entero, todos en torno al agua. ¡Ch...!"
“Pepe knew my affinity, since my youth, for certain forms of indigenous Mexican art.
I collect statuettes, idols, pottery. My weekends are spent in Tlaxcala, in Teotihuacán.
Perhaps for this reason, he likes to relate all the theories he elaborates for my consumption back to these themes. It’s certain that I’ve been looking for a reasonable replica of
Chac Mool** for some time, and today Pepe tells me about a place in La Lagunilla where
they’re selling one of stone, and cheap, it seems. I’m going to go on Sunday.
“Some joker dyed the cooler-water in the office red, with the consequent disruption of
work. I’ve had to bring it to the attention of the director, who just laughed a lot. The guilty
party took advantage of this circumstance to make sarcastic comments to me all day, all
having to do with water. Ch...!”
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"Hoy, domingo, aproveché para ir a La Lagunilla. Encontré el Chac Mool en la
tienducha que me señaló Pepe. Es una pieza preciosa, de tamaño natural, y
aunque el marchante asegura su originalidad, lo dudo. La piedra es corriente,
pero ello no aminora la elegancia de 1a postura o1o macizo del bloque. El
desleal vendedor le ha embarrado salsa de tomate en la barriga para convencer a
los turistas de la autenticidad sangrienta de la escultura.
"El traslado a la casa me costó más que la adquisición. Pero ya está aquí, por el
momento en el sótano mientras reorganizo mi cuarto de trofeos a fin de darle
cabida. Estas figuras necesitan sol, vertical y fogoso; ése fue su elemento y
condición. Pierde mucho en la oscuridad del sótano, como simple bulto agónico,
y su mueca parece reprocharme que le niegue la luz. E1 comerciante tenía un
foco exactamente vertical a la escultura, que recortaba todas las aristas, y le daba
una expresión más amable a mi Chac Mool. Habrá que seguir su ejemplo."
“Today, Sunday, I took the opportunity to go to la Lagunilla. I found the Chac Mool in
the junk shop to which Pepe directed me. It’s a precious piece, of natural dimension, and
although the merchant insists on its originality, I doubt it. The stone is common, but that
doesn’t lesson the elegance of the posture or the solidity of the block. The disloyal vendor
has smeared tomato sauce on its belly to convince tourists of the sculpture’s bloody
authenticity.
“The move to my house cost me more than the acquisition. But it’s here now, for the
moment in the basement while I reorganize my trophy room to make space for it. These
figures need sun, vertical and fiery; that was their element and condition. He loses a lot
in the darkness of the basement, like a simple mass of agony, and his grimace seems to
reproach me for denying him light. The shop-owner had a light bulb directly above the
sculpture, which clipped all the sharp edges, and gave a more friendly expression to my
Chac Mool. I’ll have to follow his example.”
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"Amanecí con la tubería descompuesta. Incauto, dejé correr el agua de la cocina,
y se desbordó, corrió por el suelo y llegó hasta el sótano, sin que me percatara.
El Chac Mool resiste la humedad, pero mis maletas sufrieron; y todo esto, en día
de labores, me ha obligado a llegar tarde a la oficina."
“I woke up this morning and the plumbing was broken. Carelessly, I left the water
running in the kitchen and it overflowed, ran across the floor and went into the basement,
without my noticing. The Chac Mool resists the humidity, but my suitcases suffered; and
all this, on a work day, made me late to the office.
"Vinieron, por fin, a arreglar la tubería. Las maletas torcidas. Y el Chac Mool,
con lama en la base." "Desperté a la una: había escuchado un quejido terrible.
Pensé en ladrones. Pura imaginación."
“They came, at last, to fix the pipes. The suitcases, twisted. And the Chac Mool, with
moss on the base.” “I woke up at one in the morning: I had heard a terrible moan. I
thought maybe thieves. Pure imagination.”
"Los lamentos nocturnos han seguido. No sé a qué atribuirlo, pero estoy nervioso. Para colmo de males, la tubería volvió a descomponerse y las lluvias se han
colado, inundando el sótano."
“The nocturnal laments have continued. I don’t know what to attribute it to, but I’m
nervous. Just to make matters worse, the plumbing is broken once again, and the rains
have dripped inside, inundating the basement.”
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"El plomero no viene, estoy desesperado. Del Departamento del Distrito
Federal, más vale no hablar. Es la primera vez que el agua de las lluvias no
obedece a las coladeras y viene a dar a mi sótano. Los quejidos han cesado: vaya
una cosa por otra."
“The plumber isn’t coming, I’m desperate. As for the Department of the Federal
District, it’s better not to talk about it. This is the first time that the rainwater refuses to
obey the drain-pipes and has drained into the basement. The moans have stopped; if it’s
not one thing, it’s another.”
"Secaron el sótano, y el Chac Mool está cubierto de lama. Le da un aspecto
grotesco, porque toda la masa de la escultura parece padecer de una erisipela
verde, salvo los ojos, que han permanecido de piedra. Voy a aprovechar el
domingo para raspar el musgo. Pepe me ha recomendado cambiarme a un
apartamento, y en el último piso, para evitar estas tragedias acuáticas. Pero no
puedo dejar este caserón, ciertamente muy grande para mí solo, un poco lúgubre
en su arquitectura porfiriana, pero que es la única herencia y recuerdo de mis
padres. No sé qué me daría ver una fuente de sodas con sinfonola en el sótano y
una casa de decoración en la planta baja."
“They dried the basement out, and the Chac mool is covered in moss. It lends him a
grotesque aspect, because the whole mass of the sculpture looks like it’s suffering from
a green rash, save the eyes, which have remained of stone. I’ll set aside Sunday to
scrape the moss. Pepe recommended that I switch to an apartment, and one on the top
floor, in order to avoid these aquatic tragedies. But I can’t leave this big old house,
certainly too big for me alone, a bit mournful in its Porfirian architecture, but it’s the only
inheritance and memory of my parents. I don’t think I could stand to see a soda-fountain
with a jukebox in the basement and a house of decorations on the ground floor.”
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"Fui a raspar la lama del Chac Mool con una espátula. E1 musgo parecía ya parte
de la piedra; fue labor de más de una hora, y sólo a las seis de la tarde pude
terminar. No era posible distinguir en la penumbra, y al dar fin al trabajo, con la
mano seguí los contornos de la piedra. Cada vez que repasaba el bloque parecía
reblandecerse. No quise creerlo: era ya casi una pasta. Este mercader de La
Lagunilla me ha timado. Su escultura precolombina es puro yeso, y la humedad
acabará por arruinarla. Le he puesto encima unos trapos, y manana la pasaré a la
pieza de arriba, antes de que sufra un deterioro total."
“I went to scrape the moss off of the Chac Mool with a spatula. The moss seemed to
have become part of the stone already; the work took more than an hour, and only at six
in the afternoon could I finish. It wasn’t possible to see in the half-light, and upon finishing
the job, with my hand I followed the contours of the stone. Every time I scraped the block
it seemed to grow softer. I didn’t want to believe it: it was almost a paste. That
shopkeeper from la Lagunilla has taken me for a ride. His pre-Columbian sculpture is
pure plaster, and the humidity will end up ruining it. I’ve put some rags over it, and tomorrow I’ll transfer it to the room upstairs, before it suffers a complete deterioration.”
"Los trapos están en el suelo. Increíble. Volví a palpar al Chac Mool. Se ha endurecido, pero no vuelve a la piedra. No quiero escribirlo: hay en el torso algo de
la textura de la carne, lo aprieto como goma, siento que algo corre por esa figura
recostada... Volví a bajar en la noche. No cabe duda: el Chac Mool tiene vello en
los brazos."
“The rags are on the floor. Incredible. Once again I touched the Chac Mool. It’s hardened,
but not turned back to stone. I don’t even want to write it: there is, in the torso, something
of the texture of flesh, I squeeze it like rubber, feel that something is running through that
reclining figure... I went back down in the night. No doubt remains: the Chac Mool has
hair on his arms.”
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Esto nunca me había sucedido. Tergiversé los asuntos en la oficina: giré una
orden de pago que no estaba autorizada, y el director tuvo que llamarme la
atención. Quizá me mostré hasta descortés con los compañeros. Tendré que ver
a un médico, saber si es imaginación, o delirio, o qué, y deshacerme de ese
maldito Chac Mool."
Hasta aquí, la escritura de Filiberto era la vieja, la que tantas veces vi en memoranda y formas, ancha y ovalada. La entrada del 25 de agosto, parecía escrita por
otra persona. A voces como niño, separando trabajosamente cada letra; otras,
nerviosa, hasta diluirse en lo ininteligible. Hay tres días vacíos, y el relato
continúa:
“This had never happened to me before. Messing offficial matters up in the office: I
issued a purchase order that hadn’t been authorized, and the director had to call it to my
attention. I almost let myself be rude to my co-workers. I’ll have to go see a doctor, to find
out if it’s imagination, or delirium, or what, and rid myself of that damned Chac Mool.”
Up to here, the handwriting of Filbert was the old version, the one that so many times I
saw on memoranda and forms, wide and oval-shaped. The entry from August 25th
seemed to be written by another person. At some times like a child, laboriously separating each letter; at others, nervous, to the point of declining into unintelligibility. There are
three missing days, and the story continues:
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"Todo es tan natural; y luego, se cree en lo real... pero esto lo es, más que lo
creído por mí. Si es real un garrafón, y más, porque nos damos mejor cuenta de
su existencia, o estar, si pinta un bromista de rojo el agua... Real bocanada de
cigarro efímera, real imagen monstruosa en un espejo de circo, reales, ¿no lo son
todos los muertos, presentes y olvidados...? Si un hombre atravesara el Paraíso
en un sueño, y le dieran una flor como prueba de que había estado allí, y si al
despertar encontrara esa flor en su mano... ¿entonces, qué...? Realidad: cierto día
la quebraron en mil pedazos, la cabeza fue a dar allá, la cola aquí, y nosotros no
conocemos más que uno de los trozos desprendidos de su gran cuerpo. Océano
libre y ficticio, sólo real cuando se le aprisiona en un caracol. Hasta hace tres
días, mi realidad lo era al grado de haberse borrado hay: era movimiento reflejo,
rutina, memoria, cartapacio. Y luego, como la tierra que un día tiembla para que
recordemos su poder, o la muerte que llegará, recriminando mi olvido de toda la
vida, se presenta otra realidad que sabíamos estaba allí, mostrenca, y que debe
sacudirnos para hacerse viva y presente. Creía, nuevamente, que era imaginación: el Chac Mool, blando y elegante, había cambiado de color en una noche;
amarillo, casi dorado, parecía indicarme que era un Dios, por ahora laxo, con las
rodillas menos tensas que antes, con la sonrisa más benévola. Y ayer, por fin, un
despertar sobresaltado, con esa seguridad espantosa de que hay dos respiraciones en la noche, de que en la oscuridad laten más pulsos que el propio. Sí, se
escuchaban pasos en la escalera. Pesadilla. Vuelta a dormir... No sé cuánto
tiempo pretendí dormir. Cuando volví a abrir los ojos, aún no amanecía. E1
cuarto olía a horror, a incienso y sangre. Con la mirada negra, recorrí la
recámara, hasta detenerme en dos orificios de luz parpadeante, en dos flámulas
crueles y amarillas.
“Everything is so natural; and later, what’s real is believed in..., but real it is, more
than what’s believed in by me. A water-cooler is real, and more, because we take more
notice of its existence, or presence, if a prankster dyes the water red... Real drag from an
ephemeral cigarette, real monstrous image in a funhouse mirror, real, aren’t they, all of
the dead, present and forgotten...? If a man walked around Heaven in a dream, and they
gave him a flower as proof that he’d been there, and if upon waking up he found that
flower in his hand..., then what...? Reality: one day they broke it in a thousand pieces ,
the head came to rest over there, the tail here, and we don’t know about more than one
of the severed parts of its great body. Free and fictitious ocean, only real when it imprisons a snail. Up until three days ago, my reality only was one to the degree of having been
erased today: it was a reflex movement, routine, memory, briefcase. And later, like the
earth that one day trembles so that we remember its power, or death that will arrive,
reprimanding the forgetfulness of all my life, another reality presents itself that we knew
was there, homeless, that must shake us to make itself alive and present. I thought,
anew, that it was imagination: the Chac Mool, smooth and elegant, had changed color in
a night; yellow, almost gold, he seemed to indicate to me that he was a God, lax for the
moment, with the knees less tensed than before, with the smile more benevolent. And
yesterday, at last, a startled awakening, with that frightening certainty that there are two
breaths in the night, that in the darkness there beat more pulses than one’s own. Yes,
steps are heard on the staircase. Nightmare. Go back to sleep... I don’t know how long I
pretended to sleep. When I opened my eyes again, dawn still hadn’t come. The room
smelled of horror, of incense and blood. With a black gaze, I scanned the bedroom,
coming to rest on two orifices of blinking light, on two flickers, cruel and yellow.
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Casi sin aliento encendí la luz.
Almost breathless I turned on the light.
"Allí estaba Chac Mool, erguido, sonriente, ocre, con su barriga encarnada. Me
paralizaban los dos ojillos, casi bizcos, muy pegados a la nariz triangular. Los
dientes inferiores, mordiendo el labio superior, inmóviles; sólo el brillo del
casquetón cuadrado sobre la cabeza anormalmente voluminosa, delataba vida.
Chac Mool avanzó hacia la cama; entonces empezó a llover."
There was Chac Mool, upright, smiling, ocher, with his belly flesh-colored. Two eyes
paralyzed me, almost cross-eyed, very close to the triangular nose. The bottom teeth,
biting the upper lip, unmoving; only the luster of the square headpiece on the abnormally
voluminous head suggested life. Chac Mool advanced toward the bed; then it started to
rain.”
Recuerdo que a fines de agosto? Filiberto fue despedido de la Secretaría, con
una recriminación pública del director, y rumores de locura y aun robo. Esto no
lo creía. Sí vi unos oficios descabellados, preguntando al Oficial Mayor si el
agua podía olerse, ofreciendo sus servicios al Secretario de Recursos Hidráulicos para hacer llover en el desierto. No supe qué explicación darme; pensé que
las lluvias excepcionalmente fuertes, de ese verano, lo habían crispado. O que
alguna depresión moral debía producir la vida en aquel caserón antiguo, con la
mitad de los cuartos bajo llave y empolvados, sin criados ni vida de familia. Los
apuntes siguientes son de fines de septiembre:
I remember that at the end of August, Filbert was dismissed from the Ministry, with a
public reprimand from the director, and rumors of madness and even theft. This I didn’t
believe. Yes, I’d seen some pretty whacked-out memos, asking the Senior Official if
water could be smelled, offering his services to the Secratary of Hydraulic Resources to
make it rain in the desert. I didn’t know how to explain it to myself; I thought that the
exceptionally strong rains, from that summer, had enervated him. Or that some moral
depression must have been produced by life in that big, ancient house, with half the
rooms under lock and key and covered in dust, without servants or family life. The following notes are from the end of September:
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"Chac Mool puede ser simpático cuando quiere... un glu-glu de agua embelesada... Sabe historias fantásticas sobre los monzones, las lluvias ecuatoriales, el
castigo de los desiertos; cada planta arranca de su paternidad mítica: el sauce, su
hija descarriada; los lotos, sus mimados; su suegra: el cacto. Lo que no puedo
tolerar es el olor, extrahumano, que emana de esa carne que no lo es, de las
chanclas flamantes de ancianidad. Con risa estridente, el Chac Mool revela
cómo fue descubierto por Le Plongeon, y puesto físicamente en contacto con
hombres de otros símbolos. Su espíritu ha vivido en el cántaro y la tempestad,
natural; otra cosa es su piedra, y haberla arrancado al escondite es artificial y
cruel. Creo que nunca lo perdonará el Chac Mool. É1 sabe de la inminencia del
hecho estético.
"He debido proporcionarle sapolio para que se lave el estómago que el mercader
le untó de catsup al creerlo azteca. No pareció gustarle mi pregunta sobre su
parentesco con Tláloc, y, cuando se enoja, sus dientes, de por sí repulsivos, se
afilan y brillan. Los primeros días, bajó a dormir al sótano; desde ayer, en mi
cama."
“Chac Mool can be nice when he wants to..., a glug-glug of delightful water... He
knows fantastic stories about monsoons, equatorial rains, the punishment of the deserts;
every plant derives from his mythic paternity: the willow, his long-lost son; the lotuses, his
spoiled ones; his mother-in-law: the cactus. What I can’t stand is the smell, inhuman, that
emanates from that flesh that isn’t flesh, from the ragged flaming shoes of antiquity.
With a strident laugh, the Chac Mool reveals how he was discovered by Le Plongeon,
and put, physically, in contact with men of other symbols. His spirit has lived in pitcher
and storm, naturally; his stone is something else, and to have taken it from its hiding
place is artificial and cruel. I think that Chac Mool will never forgive it. He knows about the
imminence of the aesthetic deed.
“I’ve had to get him scouring soap so he can wash his stomach, which the merchant put
ketchup on, thinking he was Aztec. He didn’t seem to like my question about his relation
to Tláloc,* and, when he gets mad, his teeth, in and of themselves repulsive, grow sharp
and glint. The first few days, he went down to sleep in the basement; since yesterday, in
my bed.”
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"Ha empezado la temporada seca. Ayer, desde la sala en la que duermo ahora,
comencé a oír los mismos lamentos roncos del principio, seguidos de ruidos
terribles. Subí y entreabrí la puerta de la recámara: el Chac Mool estaba rompiendo las lámparas, los muebles; saltó hacia la puerta con las manos arañadas, y
apenas pude cerrar e irme a esconder al baño... Luego, bajó jadeante y pidió
agua; todo el día tiene corriendo las llaves, no queda un centímetro seco en la
casa. Tengo que dormir muy abrigado, y le he pedido no empapar la sala más."
“The dry season has begun. Yesterday, from the hall where I sleep now, I started to
hear the same hoarse wails from the beginning, followed by terrible noises. I went up and
cracked open the door of the bedroom: the Chac Mool was breaking the lamps, the
furniture; he lunged toward the door with his hands spread, and I barely had time to close
it and go hide in the bathroom… Later, he came down panting and asked for water; all
day he has the faucets running, there isn’t a dry centimeter left in the house. I have to
sleep all bundled up, and I’ve asked him not to drench the hall any more.1”
Filiberto no explica en qué lengua se entendía con el Chac Mool.
Filbert never explains how he understood the language of Chac Mool.
16
"El Chac Mool inundó hoy la sala. Exasperado, dije que lo iba a devolver a La
Lagunilla. Tan terrible como su risilla-horrorosamente distinta a cualquier risa
de hombre o animal-fue la bofetada que me dio, con ese brazo cargado de brazaletes pesados. Debo reconocerlo: soy su prisionero. Mi idea original era distinta:
yo dominaría al Chac Mool, como se domina a un juguete; era, acaso, una
prolongación de mi seguridad infantil; pero la niñez-¿quién lo dijo?- es fruto
comido por los años, y yo no me he dado cuenta… Ha tomado mi ropa, y se pone
las batas cuando empieza a brotarle musgo verde.
“The Chac Mool inundated the hall today. Exasperated, I said that I was going to
bring him back to La Lagunilla. As terrible as his laugh –horrendously distinct from any
laugh of man or animal—was the smack he gave me, with that arm loaded with heavy
bracelets. I must admit it: I’m his prisoner. My original idea was different: I would
dominate the Chac Mool, like one dominates a toy; it was perhaps, a prolongation of my
infantile security; but childhood –who said it?— is a fruit eaten by the years, and I hadn’t
realized… He’s taken my clothes, and he puts on the nightgowns when he starts to shed
green moss.
El Chac Mool está acostumbrado a que se le obedezca, por siempre; yo, que
nunca he debido mandar, sólo puedo doblegarme. Mientras no llueva-¿y su
poder mágico? -vivirá colérico o irritable."
The Chac Mool is accustomed to being obeyed, always; I, who have never needed to
command, can only submit. As long as it doesn’t rain –and his magical power?— he will
live angrily or irritably.”
17
"Hoy descubrí que en las noches el Chac Mool sale de la casa. Siempre, al
oscurecer, canta una canción chirriona y anciana, más vieja que el canto mismo.
Luego cesa. Toqué varias veces a su puerta, y cuando no me contestó, me atreví
a entrar. La recámara, que no había vuelto a ver desde el día en que intentó
atacarme la estatua, está en ruinas, y allí se concentra ese olor a incienso y
sangre que ha permeado la casa. Pero detrás de la puerta hay huesos: huesos de
perros, de ratones y gatos. Esto es lo que roba en la noche el Chac Mool para
sustentarse. Esto explica los ladridos espantosos de todas las madrugadas."
“Today I discovered that at night the Chac Mool leaves the house. Always, at dusk,
he sings a song, out of tune and ancient, older than singing itself. Later, it stops. I
knocked several times at his door, and when he didn’t answer me, I dared to enter. The
bedroom, which I hadn’t seen again since the day the statue tried to attack me, is in ruins,
and that smell of incense and blood that has permeated the house is concentrated there.
But, behind the door, there are bones: dog bones, rats and cats. This is what the Chac
Mool steals in the night to sustain himself. This explains all the frightening barking at
dawn.”
"Febrero, seco. Chac Mool vigila cada paso mío; ha hecho que telefonee a una
fonda para que me traigan diariamente arroz con pollo. Pero lo sustraído de la
oficina ya se va a acabar. Sucedió lo inevitable: desde el día primero, cortaron el
agua y la luz por falta de pago. Pero Chac ha descubierto una fuente pública a
dos cuadras de aquí; todos los días hago diez o doce viajes por agua, y él me
observa desde la azotea. Dice que si intento huir, me fulminará; también es Dios
del Rayo. Lo que él no sabe es que estoy al tanto de sus correrías nocturnas...
Como no hay luz, _ debo acostarme a las ocho. Ya debería estar acostumbrado
al Chac Mool, pero hace poco, en la _ oscuridad, me topé con él en la escalera,
sentí sus brazas helados las escamas de su piel renovada, y quise gritar.
“February, dry. Chac Mool watches every step of mine; he’s made me telephone a
restaurant so that they’ll bring me daily rice with chicken. But the severance pay from the
office is going to run out soon. The inevitable happened: since the 1st, they cut the water
and the light for lack of payment. But Chac has discovered a public fountain two blocks
from here; every day I make ten or twelve trips for water, and he watches me from the
roof. He says if I try to flee he’ll strike me down; he’s also the god of lightning. What he
doesn’t know is that I’m on to his nocturnal movements… Seeing as there’s no light, I
must go to bed at eight. I already should be accustomed to the Chac Mool, but a little
while ago, in the darkness, I ran into him on the stairs, I felt his icy arms, the scales of his
renewed skin, and I wanted to scream.
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"Si no llueve pronto, el Chac Mool va a convertirse en piedra otra vez. He
notado su dificultad reciente para moverse; a voces se reclina durante horas,
paralizado, y parece ser, de nuevo, un ídolo. Pero estos reposos sólo le dan
nuevas fuerzas para vejarme, arañarme, como si pudiera arrancar algún líquido
de mi carne. Ya no tienen lugar aquellos intermedios amables en que relataba
viejos cuentos; creo notar un resentimiento concentrado. Ha habido otros
indicios que me han puesto a pensar: se está acabando mi bodega; acaricia la
seda de las batas; quiere que traiga una criada a la casa; me ha hecho enseñarle
a usar jabón y lociones. Creo que el Chac Mool está cayendo en tentaciones
humanas; incluso hay algo viejo en su cara que antes parecía eterna. Aquí puede
estar mi salvación: si el Chac se humaniza, posiblemente todos sus siglos de vida
se acumulen en un instante y caiga fulminado. Pero también, aquí puede germinar mi muerte: el Chac no querrá que asista a su derrumbe, es posible que desee
matarme.
"Hoy aprovecharé la excursión nocturna de Chac para huir. Me iré a Acapulco;
veremos qué puede hacerse para adquirir trabajo, y esperar la muerte de Chac
Mool: sí, se avecina, está canoso, abotagado. Necesito asolearme, nadar,
recuperar fuerza. Me quedan cuatrocientos pesos. Iré a la Pensión Müller, que es
barata y cómoda. Que se adueñe de todo el Chac Mool: a ver cuánto dura sin mis
baldes de agua."
“If it doesn’t rain soon, the Chac Mool is going to change into stone again. I’ve
noticed his difficulty recently in moving,; sometimes he reclines for hours, paralyzed, and
seems to be, once again, an idol. But these rests only give him new strength to torment
me, to scratch me as if he could draw some kind of liquid from my flesh. Those friendly
intervals in which he would relate old stories no longer take place; I think I notice a
concentrated resentment. There have been other indications that have made me think:
he’s almost finished off my wine cellar; he caresses the silk of the nightgowns; he wants
me to bring a maid into the house; he’s made me teach him to use soap and lotions. I
think that the Chac Mool is falling into human temptations; there’s even something old in
the face that before seemed eternal. There may lie my salvation: if the Chac Mool is
being humanized, maybe all his centuries of life will accumulate in an instant and he’ll be
struck down. But also, here, could lie my own death: the Chac Mool won’t want me to be
there for his downfall, it’s possible that he’ll want to kill me.
“Today I’ll take advantage of Chac’s nocturnal excursion in order to flee. I’ll go to
Acapulco; we’ll see what can be done about acquiring a job, and await the death of the
Chac Mool: yes, it’s settled; he’s gray, swollen. I need to sun myself, swim, recover my
strength. I have four hundred pesos left. I’ll go to the Pensión Müller, which is cheap and
comfortable. Let Chac Mool keep everything: we’ll see how long he lasts without my
buckets of water.”
19
Aquí termina el diario de Filiberto. No quise volver a pensar en su relato; dormí
hasta Cuernavaca. De ahí a México pretendí dar coherencia al escrito, relacionarlo con exceso de trabajo, con algún motivo psicológico. Cuando a las nueve de
la noche llegamos a la terminal, aún no podía concebir la locura de mi amigo.
Contraté una camioneta para llevar el féretro a casa de Filiberto y desde allí
ordenar su entierro.
Antes de que pudiera introducir la llave en la cerradura, la puerta se abrió.
Apareció un indio amarillo, en bata de casa, con bufanda. Su aspecto no podía
ser más repulsivo; despedía un olor a loción barata; su cara, polveada, quería
cubrir las arrugas; tenía la boca embarrada de lápiz labial mal aplicado, y el pelo
daba la impresión de estar teñido.
Here ends the diary of Filbert. I didn’t want to think about his tale; I slept until
Cuernavaca. From there to México I tried to give coherence to the screed, relate it to an
excess of work, to some psychological motive. When at nine in the morning we arrived in
the terminal, I couldn’t even conceive of the madness of my friend. I hired a truck to carry
the coffin to Fibert’s house and from there to arrange his burial.
Before I could fit the key in the lock, the door was opened. A yellow Indian appeared, in
a house robe, with a scarf. His appearance couldn’t have been more repulsive; he gave
forth an odor of cheap lotion; his face, powdered, trying to cover the wrinkles; he had his
lips smeared with badly-applied lipstick, and his hair gave the impression of being dyed.
20
-Perdone... no sabía que Filiberto hubiera...
“Pardon..., did you know that Filbert had...”
-No importa; lo sé todo. Dígale a los hombres que lleven el cadáver al sótano. “It doesn’t matter; I know everything. Tell the men to bring the cadaver to the basement.”
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