GuydeMaupassant(Francia,1850‐1893) Lasjoyas ElseñorLantinlaconocióenunareuniónquehuboencasadelsubjefedesuoficina,yelamorlo envolviócomounared. Erahijadeunrecaudadordecontribucionesdeprovinciamuertoañosatrás,yhabíaidoa Parísconsumadre,lacualfrecuentabaaalgunasfamiliasburguesasdesubarrio,conla esperanzadecasarla. Dosmujerespobresyhonradas,amablesytranquilas.Lamuchachaparecíaserelmodelode lamujerhonesta,comolasoñaríaunjovenprudenteparaconfiarlesuporvenir.Suhermosura plácidaofrecíaunencantoangelicaldepudor,ylaimperceptiblesonrisa,quenoseborrabadesus labios,parecíaunreflejodesualma. Todoelmundocantabasusalabanzas;cuantoslaconocieronrepetíansincesar:"Dichosoel queselalleve;nopodríaencontrarcosamejor". Lantin,entoncesoficialprimerodenegociadoenelMinisteriodelInterior,contresmil quinientosfrancosanualesdesueldo,lapidióporesposaysecasóconella. Fueverdaderamentefeliz.Sumujeradministrabalacasacontanprudenteeconomía,que aparentabavivirhastaconlujo.Leprodigóasumaridotodogénerodeatenciones,delicadezasy mimos:eratangrandesuencanto,quealosseisañosdehaberlaconocido,éllaqueríamásaún quealprincipio. Solamenteledesagradabaqueseaficionaseconexcesoalteatroyalasjoyasfalsas. Susamigas,algunasmujeresdemodestosempleados,leregalabanconfrecuencia localidadesparaverobrasaplaudidasyhastaparaalgúnestreno;yellacompartíaesas diversionesconsumarido,alcualfatigabanhorriblemente,despuésdeundíadetrabajo.Porfin, paralibrarsedetrasnochar,lerogóquefueraconalgunaseñoraconocida,quepudiese acompañarlacuandoacabaselafunción.Ellatardómuchoenceder,juzgandoinconvenientela proposicióndesumarido;pero,alfin,sedecidióacomplacerlo,yélsealegrómuchísimo. Suaficiónalteatrodespertóbienprontoenellaeldeseodeadornarse.Suatuendoera siempremuysencillo,debuengustoymodesto;sugraciaencantadora,sugraciairresistible,suave, sonriente,adquiríamayoratractivoconlasencillezdesustrajes;perocogiólacostumbrede prenderensusorejasdostrozosdevidrio,talladoscomobrillantes,yllevabatambiéncollaresde perlasfalsas,pulserasdeorofalsoypeinetasadornadasconcristalesdecolores,queimitaban piedrasfinas. Disgustadoporaquellainconvenienteaficiónaloropel,sumaridoledecíaconfrecuencia: —Cariño,laquenopuedecomprarjoyasverdaderasnodebelucirmásadornosquela bellezaylagracia,quesonlasmejoresjoyas. Peroella,sonriendodulcemente,contestaba: —¿Quéquieres?Megusta,esunvicio.Yaséquetienesrazón;peronopuedocontenerme,no puedo.¡Megustanmucholasjoyas! Yhacíarodarentresusdedosloscollaresdesupuestasperlas;hacíabrillar,deslumbradores, loscristalestallados,mientrasrepetía: —Observaquébienhechosestán;parecenfinos. Élsonreíadiciendo: —Tienesgustosdegitana. Algunasveces,porlanoche,mientrasestabansolosjuntoalachimenea,sobrelamesita dondetomabanelté,colocabaellalacajadetafiletedondeguardabala"pacotilla",segúnla expresióndeLantin,yexaminabalasjoyasconatención,apasionándosecomosigozaseunplacer secretoyprofundo.Seobstinabaenponerleuncollarasumaridoparaecharseareíryexclamar: —¡Quémonoestás! 1 Luego,arrojándoseensusbrazos,lobesabalocamente. Unanochedeinvierno,alsalirdelaÓpera,ellasintióunestremecimientodefrío.Porla mañanatuvotos;yochodíasmástardemurió,deunapulmonía.Lantinseentristeciódetalmodo, queporpocoloentierrantambién.Sudesesperaciónfuetangrandequesuscabellosencanecieron porcompletoenunmes.Llorabadíaynoche,conelalmadesgarradaporundolorintolerable, acosadoporlosrecuerdos,porlavoz,porlasonrisa,porelperdidoencantodesumuerta. Eltiemponocalmabasuamargura.Muchasveces,enlashorasdeoficina,mientrassus compañerosseagrupabanparacomentarlossucesosdeldía,selellenabandeagualosojosy, haciendounamuecatriste,comenzabaasollozar. Habíamantenidointactalahabitacióndesucompañera,yseencerrabaallí,diariamente, parapensar;todoslosmuebles,yhastasustrajes,continuabanenelmismolugar,comoellalos habíadejado. Perolavidaselehizodificultosa.Elsueldo,quemanejadoporsumujerbastabaparatodas lasnecesidadesdelacasa,erainsuficienteparaélsolo,ysepreguntabaconestuporcómoselas habíaarregladoellaparadarlevinosexcelentesymanjaresdelicados,queyanoeraposible adquirirconsusmodestosrecursos. Contrajoalgunasdeudasy,alfin,unamañana,ochodíasantesdeacabarelmes,faltándole dineroparatodo,pensóvenderalgo.Yacasoporserloquelehabíaproducidoalgúndisgusto, decidiódesprendersedela"pacotilla",alaqueleguardabaaúnciertorencor,porquesuvistale amargabaunpocoelrecuerdodesumujer. Rebuscóentrelasmuchasjoyasdesuesposa—lacualhastalosúltimosdíasdesuvida estuvocomprando,adquiriendocasicadatardeunajoyanueva—,yporfinsedecidióporun hermosocollardeperlasquepodíavalermuybien—ajuiciodeLantin—dieciséisodiecisiete francos,pueseramuyprimoroso,apesardeserfalso. Selometióenelbolsilloy,decaminoparaelMinisterio,siguiendolosbulevares,buscóuna joyeríacualquiera. Entróenuna,bastanteavergonzadodemostrarasísumiseria,yendoavenderunacosade tanpocoprecio. —Caballero—ledijoalcomerciante—,quisierasaberloquepuedevaleresto. Eljoventomóelcollar,loexaminó,lediovueltas,lotanteó,cogióunalente,llamóaotro dependiente,lehizoalgunasindicacionesenvozbaja,pusolajoyasobreelmostradorylamiróde lejos,paraobservarelefecto. Lantin,molestoporaquellasprevenciones,sedisponíaaexclamar:"¡Oh,yaséquenovale nada!",cuandoelcomerciantedijo: —Caballero,estovalededoceaquincemilfrancos;peronopuedoadquirirlosinconocersu procedencia. Elviudoabrióunosojosenormesysequedóconlabocaabierta.Porfin,balbució: —¿Estáustedseguro?... Elotro,atribuyendoaotracausalasorpresa,añadiósecamente: —Puedeversialguienselopagamejor;paramí,valesóloquincemilfrancos. Lantin,completamenteidiota,recogióelcollarysefue,obedeciendoaundeseoconfusode reflexionarasolas. Pero,encuantosevioenlacalle,estuvoapuntodesoltarlarisa,pensando:"¡Imbécil! ¡Imbécil!Silehubiesecogidolapalabra...¡Vayaunjoyero,quenosabedistinguirlobuenodelo falso!" YentróenotrajoyeríadelacalledelaPaz.Encuantoviolajoya,elcomerciantedijo: —¡Ah,caramba!Conozcomuybienestecollar;hasalidodeestacasa. Lantin,desconcertado,preguntó: —¿Cuántovale? 2 —Caballero,yolovendíenveinticincomilfrancosyselocompraréendieciochomil,cuando meindique,paracumplirlasprescripcioneslegales.¿Cómohallegadoasupoder? EstavezelseñorLantintuvoquesentarse,anonadadoporlasorpresa: —Examínelo...examínelousteddetenidamente,¿noesfalso? —¿Quiereusteddarmesunombre,caballero? —Sí,señor;mellamoLantin,estoyempleadoenelMinisteriodelInterioryvivoenlacallede losMártires,enelnúmero16. Elcomercianteabriósuslibros,buscóydijo: —Estecollarfueenviado,enefecto,alaseñoradeLantin,calledelosMártires,número16, enjuliode1878. Losdoshombressemiraronfijamente;elempleado,estúpidoporlasorpresa;eljoyero, creyendoestaranteunladrón. Elcomerciantedijo: —¿Accedeadepositarestajoyaenmicasaduranteveinticuatrohorasnadamás,ymediante recibo? Lantinbalbució: —Si,sí;yalocreo. Ysaliódoblandoelpapel,queguardóenunbolsillo. Luegocruzólacalle,anduvohastanotarquehabíaequivocadosucamino,volvióhacialas Tullerías,pasóelSena,vioqueseequivocabadenuevo,yretrocedióhastalosCamposElíseos,sin ningunaideaclaraenlamente.Seesforzaba,queriendorazonar,comprender.Suesposanopudo adquirirunobjetodetantovalor...Deningúnmodo...Luego¡eraunregalo!¡Unregalo!Y¿dequién? ¿Porqué? Sedetuvoyquedóinmóvilenmediodelpaseo.Lahorribledudaloasaltó.¿Ella?...¡Ytodaslas demásjoyastambiénseríanregalos!Leparecióquelatierratemblaba,queunárbolselevenía encimay,tendiendolosbrazos,sedesplomó. Recobróelsentidoenunafarmaciaadondelostranseúntesquelorecogieronlohabían llevado.Hizoquelocondujeranasucasaynoquisoveranadie. Hastalanochelloródesesperadamente,mordiendounpañueloparanogritar.Luegosefuea lacama,rendidoporlafatigaylatristeza,ydurmióconsueñopesado. Lodespertóunrayodesol,yselevantódespacio,parairalaoficina.Eramuydurotrabajar despuésdesemejantesemociones.Recordóquepodíaexcusarseconsujefe,yleenvióunacarta. Luegopensóquedebíairalajoyeríayloruborizólavergüenza.Sequedólargoratomeditabundo; noeraposiblequesequedaraelcollarsinrecoger.Sevistióysalió. Hacíabuentiempo;elcieloazul,alegrandolaciudad,parecíasonreír.Dostranseúntes ociososandabansinrumbo,lentamente,conlasmanosenlosbolsillos. Lantinpensó,alverlos:"Dichosoelquetieneunafortuna.Coneldineropuedenacabarse todaslastristezas;unovadondequiere,viaja,sedistrae...¡Oh!¡Siyofueserico!" Sintióhambre,nohabíacomidodesdelaantevíspera.Peronollevabadinero,yvolvióa ocuparsedelcollar¡Dieciochomilfrancos!¡Eraunbuentesoro! LlegóalacalledelaPazycomenzóapasearseparaarribayparaabajo,porlaacerafrente alajoyería.¡Dieciochomilfrancos!Veintevecesfueaentrar;ysiempresedetenía,avergonzado. Peroteníahambre,unhambreatroz,yningúndinero.Porfinsedecidió,bruscamente; atravesólacalley,corriendo,paranodarsetiempodereflexionar,seprecipitóenlajoyería.El dueñoseapresuróaofrecerleunasilla,sonriendoconfinura.LosdependientesmirabanaLantin dereojo,procurandocontenerlarisaquelesretozabaenelcuerpo.Eljoyerodijo: —Caballero,yameinformé.Siustedaceptamiproposición,puedoentregarleahoramismoel preciodelajoya. Elempleadobalbució: —Sí,sí;claro. 3 ElcomerciantesacódeuncajóndieciochobilletesdemilfrancosyselosentregóaLantin, quienfirmóunreciboylosguardóenelbolsilloconmanotemblorosa. Cuandoyaseiba,sevolvióhaciaeljoyero,quesonreía,yledijo,bajandolosojos: —Tengo...aún...otrasjoyasquehanllegadohastamíporelmismoconducto,¿leconvendría comprármelas? Elcomercianterespondió: —Sinduda,caballero. Unodelosdependientessevioobligadoasalirdelatiendaparasoltarlacarcajada;otrose sonóconfuerza;peroLantin,impasible,coloradoygrave,prosiguió: —Voyatraérselas. Ycogióuncocheparairabuscarlasjoyas. Alvolveralajoyería,unahoradespués,nosehabíadesayunadoaún.Comenzarona examinarlosobjetos,piezaporpieza,tasándolosunoauno.Casitodoserandelamismacasa. Lantindiscutíayalosprecios,enfadándose,yexigíaquelemostraranloscomprobantesde lasfacturas,hablandocadavezmásrecio,amedidaquelasumaaumentaba. Losdossolitariosvalíanveinticincomilfrancos;losbroches,sortijasymedallones,dieciséis mil;unaderezodeesmeraldasyzafiros,catorcemil;laspulseras,treintaycincomil;unsolitario, colgantedeunacadenadeoro,cuarentamil;yascendíatodoacientonoventayseismilfrancos. Elcomerciantedijoconsorna: —Estoesdeunapersonaquedebiódeemplearsuseconomíasenjoyas. Lantinrepuso,gravemente: —Cadacualempleasusahorrosasugusto. Ysefue,habiendoconvenidoconeljoyeroque,aldíasiguiente,comprobaríanlatasación. Cuandoestuvoenlacalle,mirólacolumnaVendome,ysintiódeseosdegatearporellacomo sileparecieseunacucaña.Sesentíaligero,conánimoparasaltarporencimadelaestatuadel emperador,puestaenloalto. Almorzóenelrestaurantemáslujosoybebióvinodeaveintefrancoslabotella.Después tomóuncocheparaquelollevasealbosque,ymirabadespreciativamentealostranseúntes,con ganasdegritar:"¡Soyrico!¡Tengodoscientosmilfrancos!" SeacordódesuoficinaysehizoconduciralMinisterio.Entróeneldespachodesujefeyle dijocondesenvoltura: —Vengoapresentarmidimisión,porqueacaboderecibirunaherenciadetrescientosmil francos. Luegofueaestrecharlamanodesuscompañeros,ylesdiocuentadesusnuevosplanesde vida. PorlanochecomióenelcaféInglés,elmáscaro.Viendojuntoaélauncaballero,quele pareciódistinguido,nopudoresistirlatentacióndereferirle,conmuchacomplacencia,que acababadeheredarcuatrocientosmilfrancos. Porprimeravezensuvida,noseaburrióenelteatroypasótodalanocheconmujeres. Sevolvióacasaralmedioaño.Lasegundamujer—verdaderamentehonrada—teníaun carácterinsoportableylohizosufrirmucho. 4