EXPULSIONS DE GITANOS A FRANÇA Cronología

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EXPULSIONS DE GITANOS A FRANÇA
Cronología
- 17 de julio. Un joven gitano de 22 años muere de un disparo en Saint-Aignan,
tras saltarse un control, según la policía. En la localidad se producen violentos
disturbios.
- 28 de julio. El Gobierno francés anuncia que desmantelará en tres meses
300 campamentos ilegales.
- 31 de julio. Sarkozy anuncia nuevas medidas contra la delincuencia. Entre
ellas, la posibilidad de quitar la nacionalidad a los extranjeros que ataquen a los
policías.
- 6 de agosto. Francia empieza los desalojos. El primer campamento
desmantelado es el de Saint-Etienne.
- 19 de agosto. Empiezan las deportaciones de gitanos con el envío de tres
aviones a Bucarest. Se prevé expulsar a 700 personas hasta finales de
septiembre. El ministro de Inmigración, Eric Besson, dice que se trata de un
"retorno voluntario". El presidente de Rumania, Traian Basescu, pide un plan
de integración europea para los romaníes.
- 31 de de agosto. Un tribunal francés anula siete órdenes de expulsión de
gitanos dictadas por la policía.
- 2 de septiembre. La UE pide explicaciónes para averiguar si se han
producido expulsiones individuales, según las normas europeas, o
deportaciones masivas.
- 4 de septiembre. Miles de personas protestan en Francia por la política de
extranjería de Sarkozy y la expulsión de gitanos.
- 9 de septiembre. El Parlamento Europeo aprueba una resolución de condena
a Francia y pide el fin de las expulsiones.
La fatídica circular del 5 de agosto
La orden interna del ministro del Interior a la policía para dar prioridad a la
expulsión de romaníes rumanos desmonta la estrategia del Ejecutivo
francés
Hace una semana, en París, el ministro del Inmigración francés, Eric Besson,
delante de un ramillete de ministros de Inmigración extranjeros, respondió así
cuando le preguntaron sobre la polémica política de expulsión de gitanos del
este de Francia: "Escuche, yo nunca hablo de gitanos, ni de cualquier otra
etnia, lo que se está haciendo en Francia es devolver a sus países a
ciudadanos en situación irregular, no hay expulsiones masivas sino
deportaciones caso a caso". En París, en Bruselas, en Rumania, en la prensa y
en la televisión, Besson ha repetido siempre la misma consigna para justificar
el desmantelamiento de los campamentos. No solo él: ayer mismo, después de
haber recibido la agria reconvención de la vicepresidenta de la Comisión
Europea y responsable de Justicia, Viviane Reding, el ministro del Interior
francés, Brice Hortefeux, aseguraba en la Asamblea Nacional: "Nosotros no
expulsamos a los gitanos porque son gitanos, sino porque están en situación
irregular".
Pero una circular oficial interna, hecha pública el viernes por un periódico local
de la región de Loire, Le Canard Social, levantando una oleada de polémica y
bochorno en Francia, demuestra justo lo contrario, deja en entredicho todas las
declaraciones de Besson y Hortefeux y retrata la política de inmigración del
presidente Nicolas Sarkozy. Redactada el 5 de agosto, poco antes de que
empezara el desmantelamiento masivo de campamentos, firmada por el jefe de
Gabinete del Ministerio del Interior, Michel Bart, y enviada a los prefectos de
policía de todo el país, especifica que hay que erradicar los asentamientos de
inmigrantes "tomando como prioridad los de los gitanos rumanos". Por tres
veces (aludiendo al desmantelamiento de los campamentos y a la vigilancia
para que no se instalen más) aparece la misma coletilla "tomando con prioridad
los de los gitanos rumanos", que ha irritado tanto a Europa.
La circular aludía también al determinante discurso del presidente de la
República, pronunciado en Grenoble el 30 de julio. "Los clandestinos deben ser
trasladados a la frontera. Es dentro de ese espíritu que yo he ordenado al
ministro del Interior el desmantelamiento de los campamentos descontrolados
de gitanos del este", dijo entonces el jefe de Estado francés.
Conviene recordar el contexto de ese discurso en el que Sarkozy relacionó la
delincuencia con la inmigración y que desencadenó todo lo que iba a llegar
después. El índice de popularidad del presidente se encontraba más bajo que
nunca. Y eligió Grenoble porque, 10 días antes, un barrio de esta ciudad de
150.000 habitantes vivió un sábado de disturbios, coches quemados y disparos
a los coches patrulla después de que la policía matara en una persecución a un
presunto atracador de un casino cercano. Ese mismo fin de semana, otra
ciudad, Saint-Aignan (al sur de París), de solo 3.500 habitantes, sufrió una
jornada de pesadilla después de que la policía matara en un control a un joven
gitano francés que no se paró en un control de carretera. Los parientes gitanos
del joven, también franceses, acudieron al día siguiente a la ciudad y, armados
de hachas, atacaron la comisaría y destrozaron los semáforos callejeros y
algunas tiendas y talaron algunos árboles públicos.
El 11 de agosto, el ministro del Interior, omnipresente todo el mes de agosto,
informaba del desmantelamiento de los primeros campamentos de gitanos
rumanos, especificando que a los adultos se les daba 300 euros para el
traslado y a los niños, 100. La exposición mediática no hacía sino refrendar una
orden, dada por él mismo a los prefectos (en otra circular), en la que les pedía
que la operación "tuviera un eco mediático". Las críticas arreciaron, incluso
entre algunos miembros de la derecha francesa. Europa comenzó a mirar de
reojo hacia la política de inmigración de Sarkozy, que, por otra parte, mejoraba
en los sondeos.
Ayer, después de que un portavoz del Ministerio de Exteriores mostrara "su
asombro" por la reacción de Europa, el ministro del Interior, que ha retirado y
reescrito la polémica circular del 5 de agosto, informaba de que a lo largo del
verano han sido desmantelados 411 campamentos de gitanos rumanos y
búlgaros. Cerca de 1.000 personas han sido expulsadas. Los últimos, más de
200, fueron enviados ayer a Bucarest en dos aviones desde los aeropuertos de
París y Marsella.
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