Pablo Tsukayama Expresión Genética / UPCH / 2003-I Control molecular del ritmo circadiano en mamíferos Introducción.Los relojes circadianos son mecanismos moleculares que permiten mantener una determinada ritmicidad en una gran variedad de células en diversos organismos. El rol principal de estos relojes es el de dirigir la expresión rítmica de genes involucrados en la fisiología, metabolismo y comportamiento del individuo. La principal característica que presentan los relojes circadianos es su habilidad para “sincronizarse” con elementos ambientales, o zeitgebers, como los ciclos de luz/oscuridad o de temperatura, además de la capacidad para mantener un funcionamiento rítmico en condiciones constantes. En los mamíferos, el reloj central se encuentra localizado en el núcleo supraquiasmático (NSQ) del hipotálamo anterior. El NSQ es regulado por los ciclos de luz/oscuridad por medio de células ganglionares fotosensitivas de la retina que se proyectan hacia el NSQ a través del tracto retinohipotalámico. Luego, el NSQ controla otras funciones corporales mediante la secreción de ciertos factores (ej. TGFα, procineticina) que actúan de manera local sobre el hipotálamo y también regulan otros osciladores circadianos en tejidos periféricos (ej. riñón e hígado) por medio de señales humorales (ej. glucocorticoides). Estos osciladores periféricos pueden, sin embargo, desacoplarse del NSQ si algunas necesidades específicas lo requieren, como ocurre en el hígado, pulmón y músculo esquelético luego de la regulación por la comida. El NSQ mantiene una ritmicidad persistente (>2 semanas) cuando es sometido a la regulación por ciclos de luz / oscuridad in vivo y en cultivos celulares in vitro, mientras que los osciladores periféricos pierden esta ritmicidad luego de 4-5 días bajo las mismas condiciones. Genes involucrados en el control del ritmo circadiano.En 1984, el primer clock gene, period, fue aislado en Drosophila. Luego se descubriría en esta misma especie que la transcripción del gen period es inducida cuando los niveles de su producto, la proteína PERIOD se ven reducidos. De esta manera, Drosophila se convirtió en la primera especie en la cual se descubrió un “feedback loop” autorregulatorio que causaba las oscilaciones en la transcripción de estos clock genes. En los siguientes años, se identificaron otros clock genes circadianos en Drosophila. Estos genes incluyen a timeles (tim), clock (clk), cycle (cyc), double-time (dbt), cryptochrome (cry) y vrille (vri). Las mutaciones en estos genes alteran la duración del período o llevan a una pérdida de la ritmicidad circadiana. A nivel molecular, se piensa que la expresión de per está 1 Pablo Tsukayama Expresión Genética / UPCH / 2003-I dirigida por el heterodímero de CLK y CYC, el cual se une al E-box presente en el promotor de per, activando así su transcripción. Los mRNAs transcritos salen del núcleo y son traducidos en el citoplasma de la célula. Posteriormente, la proteína PER es fosforilada por una casein kinasa I (CKI) codificada por el gen dbt. La fosforilación afecta la estabilidad de PPER y por lo tanto influye sobre la cantidad de de PER que puede ser transportada al núcleo junto con TIM. En el núcleo, los complejos PER/TIM bloquean la activación de la transcripción de per al interferir con la actividad de los heterodímeros CLK/CYC. Es por este feedback negativo que se regula la expresión de per en Drosophila. En la actualidad ya se han conseguido encontrar los análogos en mamíferos para la mayoría de los genes responsables del reloj circadiano en Drosophila (Tabla 1), manteniéndose un alto grado de conservación a nivel de genes y de mecanismos involucrados (Fig.1). Los principales, tres genes Period en mamíferos (mPer1, mPer2 y mPer3), dos genes Criptocromo (mCry1 y mCry2), Clock, Bmal1 (análogo de cyc) y CKIε (análogo de dbt) ya han sido identificados. Tabla 1 Principales genes reguladores del ritmo circadiano aislados en el ratón Los genes mPer1, mPer2 y mPer3 contienen el dominio PAS (period, arnt y sim), importante para las interacciones proteína-proteína, y el dominio CLD que ayuda a la localización de las proteínas en el citoplasma. El clonamiento del gen clock reveló que codifica la proteína CLOCK, que reconoce dominios PAS/bHLH (basis helix loop helix). CLOCK forma un heterodímero, el cual es internalizado hacia el núcleo y se une al E-box de la región promotora de mPer1. Hasta este punto se sugiere que el autofeedback negativo presente en Drosophila se encuentra conservado en mamíferos (Fig. 1). 2 Pablo Tsukayama Expresión Genética / UPCH / 2003-I Fig. 1 Mecanismo común de la regulación del reloj circadiano. Los factores positivos estimulan la transcripción de los clock genes, y los productos de su traducción regulan de manera negativa a sus mismos genes. En mamíferos, los clock genes son expresados principalmente en el NSQ, el cual es el principal regulador del ritmo circadiano en todo el organismo. Muchos de estos genes son expresados de manera oscilatoria a nivel transcripcional y traduccional (Tabla 2). Las diferentes fases en la expresión oscilatoria de estos genes sugieren que estas diferencias son funcionalmente importantes para el mantenimiento del reloj circadiano. Tabla 2 Tiempos de máxima expresión de los clock genes de mamíferos en el núcleo supraquiasmático de ratas y ratones. Cabe mencionar que, de manera interesante, la expresión de estos clock genes no está restringida únicamente al NSQ, sino que puede ser observada en la mayoría de los tejidos. La expresión oscilatoria de estos genes puede ser mantenida en los órganos periféricos y hasta en cultivos celulares. Esto indica que esta ritmicidad circadiana no es específica para cada tipo de célula y no es una propiedad individual de éstas. 3 Pablo Tsukayama Expresión Genética / UPCH / 2003-I Mecanismo de control.Los ciclos de retroalimentación de los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano pueden resumirse de la siguiente manera (Fig. 2): Dos osciladores principales, mPer1 y mPer2, existen en la célula. La transcripción de estos genes es estimulada por la unión de heterodímeros formados por proteínas bHLH-PAS (CLOCK y BMAL1) a los E-box de los promotores de mPer1 y mPer2. La activación de la transcripción conlleva a la formación de mRNAs de mPer1 y mPer2, que son traducidos en el citoplasma. Cuando la concentración de éstas proteínas es lo suficientemente alta, pasan a formar parte de los factores negativos que comprenden a mCRY1, mCRY2, mPER1, mPER2, mPER3 y mTIM y que suprimen la transcripción de los genes de mPer1 y mPer2 al unirse a los factores positivos (CLOCK/BMAL1). Junto con los factores negativos, mCRY1 y mCRY2 poseen un gran potencial de inhibir la transcripción del gen mPer1 inducida por MBAL1/CLOCK por unión directa a estas proteínas bHLH-PAS. Experimentos con ratones doble knock-out para mCry1/mCry2 y knock-out para Bmal1 mostraron la pérdida inmediata del ritmo circadiano en condiciones de completa oscuridad. Esto sugiere que mCry1/mCry2 y Bmal1 juegan un rol clave dentro de este ciclo de regulación. En los últimos años se ha venido especulando que, junto con este mecanismo de feedback negativo, existe también uno de feedback positivo involucrado en la oscilación del reloj circadiano en varias especies. Fig. 2 Modelo del ciclo de retroalimentación principal en el reloj circadiano mamífero. 4 Pablo Tsukayama Expresión Genética / UPCH / 2003-I Si la concentración de los factores negativos es lo que determina el momento en que se detiene la transcripción, el siguiente paso sería conocer cuáles son los mecanismos que determinan la concentración de estas proteínas “clock”. El primer es su fosforilación. Los monómeros de mPER1 y mPER2 son fosforilados por la casein kinasa Iε (CKIε), y estos monómeros fosforilados son rápidamente degradados. De esta forma, la proteína no se acumula hasta que la transcripción de mPer1 y mPer2 alcanza niveles altos el número de monómeros de las proteínas mPER1 y mPER2 es tan alto que supera la capacidad de fosforilación de CKIε. La importancia de la fosforilación para la generación y control del ritmo circadiano ha sido mostrada en modelos humanos. El síndrome familiar de fase de sueño avanzada (ASPS, por sus siglas en inglés), que provoca que el individuo se quede dormido en tempranas horas de la noche, se basa en una mutación del gen mPer2, lo cual conlleva a un impedimento en la fosforilación. De esta manera, esta mutación permitirá una acumulación más rápida de mPER2 en el citoplasma que podría llevar a un detenimiento más temprano de la transcripción. Dentro del núcleo, las proteínas mCRY1, mCRY2 y mTIM se unen con mPER1, mPER2 y PER3 para formar un complejo que tiene acción negativa sobre la transcripción de los genes mPer (Fig. 2). Este complejo se une a los factores (COCK y BMAL1), evitando así su acción estimulatoria sobre mPer1 y mPer2. Efecto de las mutaciones sobre el reloj circadiano.Estudios de mutaciones de estos genes revelaron que gran parte de éstos poseen funciones redundantes, pero diferenciadas en el tiempo. Si éstos fueran esenciales para la realización de un ciclo del reloj, una mutación nula en uno de ellos probablemente llevaría a una pérdida inmediata de la ritmicidad; y este no es el caso para la mayoría de este grupo particular de genes. La pérdida o mutación específica de los clock genes puede llevar a una alteración en la duración del periodo (Cry1, Cry2, Per1, Per3, CKIε) o una pérdida progresiva (Clock, Per2) o inmediata (Bmal1) en condiciones constantes (Tabla 3) Los doble mutantes para Cry1/Cry2 y Per1/Per2 pierden la ritmicidad de manera inmediata bajo condiciones constantes, demostrando así la importancia de éstos genes en el control del ritmo circadiano. Sin embargo, Per3 parece no ser de tanta importancia, ya que el efecto de su deleción sobre el ritmo es muy leve, y los mutantes Per1/Per3 y Per2/Per3 muestran el mismo fenotipo que los mutantes Per1 y Per2, respectivamente. 5 Pablo Tsukayama Expresión Genética / UPCH / 2003-I El único gen no redundante de este reloj (hasta ahora) parece ser Bmal1. La deleción de este gen lleva a una pérdida inmediata de la ritmicidad en condiciones de oscuridad constante. A nivel molecular, no se puede apreciar la expresión de Per1 y Per2 en el NSQ, lo cual reafirma el rol de Bmal1 sobre la expresión de los genes Per. Tabla 3 Los genes del reloj circadiano mamífero y el efecto de sus mutaciones sobre la duración del periodo en condiciones de oscuridad constante Los ratones carentes de Cry1 y Cry2 son arrítmicos en su comportamiento y muestran una expresión constitutiva de Per1 y Per2 en el NSQ y tejidos periféricos. Esto demuestra que los genes Cry actúan como reguladores negativos sobre la expresión de los genes Per (Fig. 2 y 3). Los ratones carentes de Cry1 o Cry2 presentan ritmicidad, pero con alteración en la duración de los periodos. Ratones Cry1-/- muestran un periodo menor de 24 horas, mientras que el de los ratones Cry2-/- es mayor de 24 horas (Tabla 3). En condiciones de oscuridad constante, los relojes de estos ratones corren más rápido o más lento, respectivamente, sugiriendo la idea de que se encuentran regulando a proteínas diferentes dentro de dos osciladores que poseen acción opuesta (Fig. 3). Los ratones con deleciones específicas en Per1 y Per2 pierden la ritmicidad de su ciclo, a diferencia de los ratones Cry1/Cry2, lo cual demuestra la importancia de estos genes en el mecanismo de control del ciclo. Una mutación en Per2 lleva a una pérdida gradual de la actividad locomotora circadiana y a una expresión reducida de Per1 y Cry1, mientras que la expresión de Per3 y Clock no se vieron afectadas. Estas observaciones sugieren un rol de Per2 como regulador positivo del la expresión de genes circadianos. Los ratones que carecen de Per1 no mostraron alteraciones en los niveles de mRNA de Per2, Cry1 y Bmal1; sin 6 Pablo Tsukayama Expresión Genética / UPCH / 2003-I embargo, en el núcleo de las células del NSQ se detecta una menor concentración de la proteína PER2, lo cual sugeriría que PER1 podría regular a PER2 de manera posttranscripcional y también podría estar influyendo en su transporte hacia el núcleo. Una reducción o pérdida de PER2 en el núcleo lleva a la variación en la transcripción de Bmal1 y genera un desfase en la oscilación del reloj circadiano, lo cual lleva a una variación en la duración del ciclo o eventualmente a una pérdida total de la ritmicidad en los mutantes de Per1. Bajo condiciones de luz constante, la duración del periodo en mutantes en Per1 es mayor de 24 horas, mientras que en mutantes en Per2 es menor y no se observa la misma pérdida de la ritmicidad. Estas observaciones apoyan también la hipótesis de la acción de dos osciladores de acción opuesta (Fig. 3). Fig 3 Modelo de oscilación entre mañana (M) y noche (E) en una neurona del NSQ. En el núcleo, la transcripción de los clock genes Per y Cry es inducida por el complejo CLOCK/BMAL1. Las proteínas PER son fosforiladas por CKIε, interactúan con CRY1 (C1) o CRY2 (C2), respectivamente, y son transportados nuevamente hacia el núcleo donde los complejos PER/CRY interactúan con CLOCK/BMAL1 e inhibiendo el complejo, cerrando así el ciclo oscilatorio. Los osciladores de M y E son sincronizados vía PER2 (P2), el cual regula la expresión del gen Bmal1. El transporte de P2 a su vez es influenciado por la cantidad presente de PER1 (P1) en el citoplasma. La luz actúa sobre los dos osciladores de manera diferencial. Dependiendo de la hora del día, la luz provoca la liberación de ácido glutámico, el oscilador E es reiniciado (línea discontinua) o se afecta al oscilador M (línea continua). Esto genera diferencias en la expresión de los “clock-controlled genes” putativos (ccg), donde ccg1 son controlados principalmente por el oscilador M y ccg 2 por el oscilador E. 7 Pablo Tsukayama Expresión Genética / UPCH / 2003-I Sincronización con el ambiente externo.El reloj circadiano realiza un periodo que dura alrededor de, pero no exactamente, 24 horas. Por lo tanto, este reloj debe ser “reiniciado” periódicamente para asegurar la sincronización entre la fisiología del organismo y los patrones de luz/oscuridad (Fig 4). La importancia que tiene esta regulación por el medio externo radica en que el organismo es capaz de predecir los cambios en el ciclo de luz/oscuridad, lo cual le permite estar preparado para ellos. Recientemente se ha llegado a demostrar que el principal regulador en ambiente externo es la luz nocturna. La información sobre la luz nocturna es transmitida en los mamíferos a través del glutamato (Fig. 3), el cual es liberado a partir de proyecciones de la retina hacia el NAQ. La activación de los receptores de glutamato provoca la entrada de iones Ca2+ hacia la célula, lo cual termina llevando a una activación dirigida de ciertos genes. Dado que Per1 y Per2 muestran una gran respuesta (pero a la vez diferenciada) a la luz, podrían ser genes blanco de estas vías de activación por luz. Fig 4 Cómo la luz regula el reloj circadiano mamífero. La luz induce la expresión de Per1 y Per2, pero con diferentes intensidades y a diferentes tiempos, por lo cual el efecto de la luz sobre los componentes del reloj se ven muy influenciados por la hora del día. La rápida activación de la síntesis de los mRNA de Per probablemente se debe a la fosforilación del factor de transcripción CREB y la activación de MAP kinasas. Dado que la activación de CREB y las MAP kinasas puede ser causada por varios eventos dentro de la célula, la expresión de los genes Per también puede ser sincronizada por otros factores no fóticos. Esta sincronización no fótica es particularmente en los relojes periféricos de mamíferos, donde la luz no tiene un efecto directo sobre tejidos como el hígado o el riñón. Estos relojes periféricos, por su parte, son activados por otros factores llevados por la sangre, como los glucocorticoides, el ácido retinoico, IL-6, IFN-α, entre otros. 8 Pablo Tsukayama Expresión Genética / UPCH / 2003-I Fig 5 Regulación temporal de Per1, Per2, Per3, tim, Clock y Bmal1 en los relojes central y periférico. Genes blanco del reloj circadiano.Varios aspectos de la fisiología y el comportamiento son controlados por el reloj circadiano a través de vías neurales y endocrinas. Esto permite una adaptación a las variaciones diarias y estacionales en el ambiente externo. Sin embargo, los mecanismos moleculares de la acción de los relojes circadianos no se conocen muy bien. Recientemente se descubrió que el complejo CLOCK/BMAL1 está involucrado en el control de la transcripción del gen de la arginina-vasopresina (AVP, por sus siglas en inglés). Ratones mutantes en Per2 muestran una inhibición el la expresión rítmica de AVP en el NSQ, demostrando el control circadiano de este gen. La proteína de unión al elemento D (DBP, por sus siglas en inglés) es un factor de transcripción del hígado que se expresa con una periodicidad circadiana, y recientemente se demostró que su transcripción también se encuentra regulada por el complejo CLOCK/BMAL1, lo que demuestra que los clock genes son capaces de regular la transcripción periódica de sus propios reguladores. A su vez, DBP es capaz de unirse al promotor del gen Per1, influenciando de manera positiva su transcripción. Esto indica la capacidad del reloj de responder ante sus propios genes blanco, característica esencial para controlar el estado del organismo en cualquier momento determinado. El análisis de la expresión de Per1 y Per2 en ratones mutantes ha demostrado que existen diversas vías controladas por este reloj. Existen diversos tipos de genes controlados por este reloj (“clock-controlled genes”, ccg): 1) genes que están bajo el control de Per1, 2) genes bajo el control de Per2, y 3) genes que dependen de ambos. Uno de los ccg identificados es CRBP1, un gen que codifica para una proteína involucrada en la homeostasis de vitamina A. Como se menciona en la página anterior, el ácido retinoico, un precursor de la vitamina A, es 9 Pablo Tsukayama Expresión Genética / UPCH / 2003-I capaz de regular los relojes circadianos periféricos. Por lo tanto, parece que la disponibilidad de vitamina A y la regulación del reloj circadiano se encuentran ligadas. Dado que los genes Per pueden responder a vías de señalización comunes, es probable que las vías controladas por el reloj circadiano puedan retroalimentar de manera directa o indirecta al reloj, aunque estas vías aún no se conocen lo suficiente. Nuevo modelo de la regulación del reloj circadiano.Diversos análisis de expresión de los genes involucrados junto con las observaciones descritas en las secciones anteriores llevaron al modelo propuesto por Daan et al. (Fig. 3). Las proteínas CLOCK y BMAL1 dimerizan y forman un complejo que se une a los E-boxes de los promotores de los genes Per1 y Per2, activando su transcripción. Esto probablemente se da en asociación con otros factores aún desconocidos. Las proteínas PER1 y PER2 luego son fosforiladas por CKIε, lo cual influye sobre su estabilidad y capacidad para interactuar otras proteínas como CRY1 y CRY2, respectivamente. Las mutaciones en Cry1 y Cry2 muestran que estos dos genes tienen efectos opuestos sobre la duración del periodo. A partir de estas observaciones y de los diferentes patrones de expresión de Per1 y Per2, incluyendo su respuesta a la luz, el mecanismo de regulación puede ser visto como un oscilador que es estabilizado por dos vías regulatorias distintas. Una de estas vías muestra un oscilador para la mañana (M) y otro para la noche (E) (Fig. 3). Luego de su interacción, el complejo PER1/CRY1 sería transportado de vuelta hacia el núcleo por medio de un mecanismo desconocido, interfiriendo con el complejo el complejo CLOCL/BMAL1, inhibiendo así la transcripción de Per1 y (posiblemente) Cry1. De manera similar, el complejo PER2/CRY2 regularía la transcripción de Per2 y Cry2. PER1 también puede interactuar con PER2 de manera directa e influir sobre la cantidad de PER2 que llega al núcleo. Por lo tanto una variación en la expresión máxima de Bmal1 debería observarse en el mutante Per1 de manera similar a lo que se observa en mutantes Per2. Así PER2 regula la expresión circadiana de Bmal1, y por lo tanto la interacción PER1/PER2 parece ser importante para la regulación entre los osciladores M y E. Esto también afectaría a otros genes que son regulados por el complejo CLOCK/BMAL1. DE esta manera, los osciladores M y E se encuentran acoplados a través de la dimerización entre PER1 y PER2. Una pérdida de la función de uno de estos genes Per llevaría a una falla en la sincronización y reiniciación del reloj con el ambiente, como se ha observado en diversos experimentos. En el reiniciación mediado por luz, el glutamato juega un rol importante. Este es liberado por la estimulación luminosa hacia el NSQ, activando diversas vías de señalización que influyen sobre la expresión de Per1 y Per2. 10 Pablo Tsukayama Expresión Genética / UPCH / 2003-I Esta separación del mecanismo de control en dos osciladores M y E resulta atractiva porque demuestra que Per1 y Per2 no son genes redundantes y que son capaces de activar a diferentes ccg por vías separadas (ccg, ccg1 y ccg2), dependiendo del momento del día. El modelo de la Fig. 3 muestra la presencia de dos osciladores en una sola célula del NSQ. Sin embargo, también es posible que los osciladores M y E se encuentran separados en diferentes células, dado que las células neuronales del NSQ varían entre sí en cuanto a su ultraestructura, histoquímica y conexiones con otras células. De manera general, este modelo enfatiza que los genes Per1 y Per2 no son redundantes y que regulan diferentes genes blanco y respuestas fisiológicas. Las dos vías dirigidas por Per1 (M) y Per2 (E) se encuentran interconectadas, regulándose mutuamente. Los genes Cry son reguladores negativos de ambas vías y son responsables para el mantenimiento de la oscilación. De esta manera, los genes Per podrían establecer la fase en la que se encuentra el ciclo y los genes Cry establecerían la duración de éstas. 11 Pablo Tsukayama Expresión Genética / UPCH / 2003-I Idea de investigación.Mucho se ha mencionado acerca del rol del gen mPer3 en el control del ritmo circadiano en mamíferos, y muchos autores han llegado a la conclusión de que no se trata de un gen esencial para el correcto funcionamiento del reloj. Sin embargo, gran parte de estas conclusiones se basan únicamente en la observación de modelos mutantes para mPer3 y el efecto que tienen estas mutaciones sobre la duración del periodo (se da solo una leve alteración de éste). Por otro lado, dado que los modelos planteados en las secciones anteriores, como el de Daan et al. pueden ser sustentados sin la necesidad de incluir la acción de mPER3, se suele considerar que esta proteína no tiene función relevante sobre la regulación. Sin embargo, si nos basamos en el hecho de que las proteínas mPER1 y mPER2 no son redundantes, regulando diferentes fases dentro del ciclo, cabría la posibilidad que mPER3 pudiera estar ejerciendo alguna función regulatoria diferente a las ejercidas por mPER1 y mPER2. Esta función sería llevada a cabo por interacción con otras proteínas del ciclo regulatorio (ej. proteínas de la familia CRY) o proteínas desconocidas hasta ahora. Para analizar nuevamente el efecto de la mutación/deleción sobre mPer3, primero se deben generar los ratones knockout para mPer3 por medio de recombinación homóloga dirigida contra la secuencia conocida de mPer3 (GenBank: AF050182). Los vectores que se construyan deben ser linearizados e introducidos en células madre por medio de electroporación. Las líneas recombinantes pueden ser identificadas por su resistencia a la neomicina; la recombinación homóloga puede ser identificada por medio de electroforesis en gel de agarosa utilizando enzimas de restricción que corten en las zonas que flanquean al gen, o puede ser también identificada por su resistencia al ganciclovir (aquellos que hayan realizado recombinación no homóloga serán sensibles). Los ratones recombinantes luego se aparean entre sí hasta obtener homocigotes mPer3 -/-. La ausencia total de la proteína mPER3 puede ser identificada utilizando la técnica de Western Blot con anticuerpos específicos anit-mPER3 a partir de células provenientes del NSQ y otros tejidos donde se haya demostrado la presencia de relojes circadianos periféricos (ej. hígado o riñón). Una vez obtenidos estos ratones se analiza su comportamiento y la duración de su ciclo en condiciones de oscuridad constante (para evitar la sincronización con la luz del medio externo). Para analizar si esta mutación tiene algún efecto sobre la expresión de otras proteínas involucradas en el control del ritmo se podría efectuar una prueba de Northern Blot para determinar la variación en las concentraciones de los mRNAs de estas proteínas. Una variación en las concentraciones con respecto a ratones control sugeriría un control a nivel 12 Pablo Tsukayama Expresión Genética / UPCH / 2003-I transcripcional. Por otro lado, una variación en la concentración de las proteínas (por medio de Western Blot) sugeriría una regulación durante o después de la traducción. Es también posible que esta proteína no influya tanto sobre la concentración total de los reguladores del ciclo, sino sobre el patrón de expresión de éstos a lo largo del ciclo. Para analizar esto se podrían utilizar genes reporteros como la luciferasa bajo el control de cada uno de los promotores de estas proteínas. Bajo la estimulación de constante de la luciferina, los patrones de expresión se verán reflejados en los patrones de luminiscencia observados. Esta técnica incluso puede ser aplicada in vivo en ratones, como ya se ha demostrado con anterioridad (Yamaguchi et al. 2001), en donde se insertó un polímero de fibra óptica justo encima del NSQ de un ratón que expresaba uno de estos genes reporteros al cual se le administraba constantemente luciferina en el ventrículo lateral. El otro extremo de esta fibra óptica era conectado a un aparato de conteo de fotones. Otra manera de analizar el efecto de la falta de expresión del gen mPer3 es por medio de la técnica de RNA de interferencia (RNAi). Por medio de esta técnica, se introducen RNAs de doble cadena a la célula, los cuales serán rápidamente digeridos por la enzima Dicer hasta pequeños fragmentos de 20-25 nucleótidos de longitud (small interefering RNAs, siRNAs). Estos RNAs se unirán al complejo de silenciamiento inducido por RNA (RISC, por sus siglas en inglés) y cuando se unan al mRNA complementario (en este caso el mRNA transcrito a partir de mPer3) provocarán su degradación a partir de el extremo 3’. De esta manera se consigue la transcripción, mas no la traducción de mPer3. Esta técnica resulta muy útil ya que se interrumpe la expresión del mPer3 solo en un momento deseado, y no permanentemente con en el caso de los ratones knock-out. De esta manera, no se alterarían los efectos (en caso los tuviera) que tiene la proteína mPER3 sobre el desarrollo del ratón y sólo se evaluaría el efecto a nivel del control del ritmo circadiano. Una vez que se acaba el silenciamiento, es muy posible que el ratón regrese a los patrones normales de regulación, facilitando la comparación entre las fases de presencia y ausencia de mPER3. La interacción con otras proteínas conocidas del ciclo regulatorio también puede ser demostrada in vitro utilizando, por ejemplo, el sistema de doble híbrido en un modelo de levaduras. También existe la posibilidad que mPER3 se una a otras proteínas no conocidas para ejercer su supuesta acción regulatoria. Para este caso se podría realizar un ensayo de coinmunoprecipitación utilizando anticuerpos anti-mPER3 unidos a cuentas de sepharosa y analizar las proteínas con las que precipite mPER3 de manera conjunta. Estas posteriormente pueden ser analizadas por SDS-PAGE y su rol puede ser evaluado por ensayos de análisis de expresión. 13 Pablo Tsukayama Expresión Genética / UPCH / 2003-I Referencias bibliográficas.Asai M, Yamaguchi S, Isejima H, Jounouchi M, Moriya T, Shibata S, Kobayashi M, Okamura H (2001) Visualization of mPer1 transcription in vitro by luciferase mediated bioluminescence: NMDA induces a rapid phase-shift of mPer1 gene in cultured SCN. 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