demás puntos se presenta en manchones sueltos, co

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FLÓnULA FARMACÉUTICA
demás puntos se presenta en manchones sueltos, como en Aragón, Valencia y Provincias Vascongadas, y
sus caracteres orográficos, geológicos y botánicos
presentan diferencias considerables que merecen tenerse en cuenta.
También es notable la formación marina
del
tercia-
rio: se encuentra en las provincias orientales y andaluzas, y más principalmeate en la provincia de Murcia, en la que origina páramos extensos, y tristes por
su aridez.
Menos frecuente es el ¡üioceno, á pesar de- la afirmación de algunos autores (2), y en cuanto al eoceno ó
nummulítico (3), diremos solamente que aparte de alguaieníe las diferencias que el terreno mioceno ofrece en los d i f e rentes puntos de la Península, porque estas diferencia^ son más
de Geología que de Botánica, y no es prudente tratar aquí esta
cuestión con tanto d e t e n i m i e n t o . Si se ^desean más detalles,
consúltese la Memoria de la comisión del Mapa geológico, p u b l i cado en \SVó, y la del S r . Lujan, publicada por la A c a d e m i a de
Ciencias en 1830.
(2) Opina Ezquerra que el espacio que media entre A l m e r í a
y la Sierra Almagrera, está constituido por el terreno plioceno;
y el S r . Vilanova, rectificando esta aserción, sólo a d m i t e c o m o
plioceno real el terreno do Lorca y C u i t o , reconocido por V e r neuill, y la colina de Bellvor, en Mallorca, estudiada en sus c a racteres paleontológicos por el geólogo E l a i m o .
(3) Llámase también terciario inferior, porque su estratificación discordante descansa sobre el terreno cretáceo y sirvo de
asiento al mioceno 6 piso medio del terciario. E s un terreno
m u y rico en materiales do aplicación; las calizas, el silex «notorias
areniscas, las arcillas plásticas y las margas, se aplican á
diversos usos, y !o m i s m o sucede c o n eílignito y el yeso; pero
es más notable todavía la presencia de la sal c o m ú n en masas
considerables, c o m o empotradas en los estratos r¡cl terreno,
c o m o sucede en Cardona (Cataluña), y este os, precisamente, el
c a r á c t e r propio de! terreno eoceno español. Bajo el punto de
v i s t a b o t á n i c o , las condiciones que ofrece sun variables: en g e neral es fértil, propio para la agricultura y con alguna r i q u e z a
en manantiales, lo que dá un aspecto risueño á sú vegetación.
V é a n s e las observaciunos de Vezian: «Boletín de la Sociedad
Geológica de Francia en 4¡>58», con la nota c r í t i c a de A r c h i a c .
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