La mitad de los chicos del Gran Mendoza son pobres o indigentes

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Impreso el día 15/12/2008 a las 09:15 hs
La mitad de los chicos del Gran
Mendoza son pobres o indigentes
Un estudio revela que sólo en este conglomerado la incidencia llega a 54
por ciento de la población infantil. Desde los comedores comunitarios
dicen que las condiciones han empeorado en los últimos meses.
11/12/2008 | Quienes recorren barrios y asentamientos, atienden comedores y merenderos
u organizan talleres para ayudar con tiempo y esfuerzo a las familias más desprotegidas,
alertan que la situación en Mendoza es desesperante.
Dicen que los niños son, una vez más, la franja más vulnerable; que algunos ni siquiera
pueden vestirse, que no saben lo significa sentarse a una mesa familiar, tener un techo que no
se llueva cada vez que hay un aguacero o ir a la escuela sin pensar en el hambre. Pero las
denuncias también hablan de una indiferencia social creciente y de un Estado que aparece sólo
tímidamente.
"Antes los chicos al menos venían calzados; ahora sus padres sólo piensan en qué van a darles
de comer". Tan simples como contundentes, las palabras de Ema Agulló, quien atiende a 120
chicos del barrio La Favorita, sintetizan esta realidad que además se confirma en las
estadísticas. En la Argentina, según las estimaciones de la Red Solidaria y la Universidad de
Buenos Aires (UBA), ocho niños mueren diariamente por desnutrición.
En Mendoza -coinciden desde distintas entidades barriales- hay señales que dan cuenta de que
la pobreza y la indigencia ya comienzan a tomar rasgos similares a los de la crisis de 2001.
Ante la carencia de datos oficiales actualizados que describan la problemática, un estudio,
denominado Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, realizado entre la Universidad
Católica Argentina y la Fundación Arcor, muestra que 54 por ciento de los chicos del Gran
Mendoza (Capital, Guaymallén, Las Heras y Godoy Cruz) se hallaba en condición de pobreza o
indigencia en 2007.
Durante el segundo semestre de 2006, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio
a conocer los últimos resultados de la Encuesta Permanente de Hogares, que se llevó a cabo
en 31 aglomerados urbanos del país.
Sólo tomando como referencia el Gran Mendoza, se desprende que de los 192 mil niños
menores de 14 años (que representa 21% de la muestra total), el 31% es pobre. De ellos, el
21% es pobre no indigente, mientras que 10% es indigente, es decir que no logra cubrir sus
requerimientos alimenticios básicos.
El panorama se complementa a partir de la información del último censo nacional de 2001 que
a su vez fue retomado por la Dirección de Sistema de Información, Monitoreo y Evaluación del
Ministerio de Desarrollo Humano, Familia y Comunidad. Éste muestra que de un total de 458
mil chicos de la misma franja de edad, 101 mil tenía para esa época al menos una de sus
necesidades básicas insatisfechas.
Vale decir, condiciones de hacinamiento, vivienda precaria, falta de un retrete adecuado en la
vivienda, imposibilidad de ir a la escuela, bajo nivel educativo de los padres y desocupación.
Otros parámetros, (como los 200 mil niños que son asistidos desde el Gobierno en merenderos
o las 24 mil familias que hoy dependen del ticket alimentario para vivir) dan cuenta de que
nuestra provincia, al igual que el resto del país, está lejos de garantizar los derechos del niño y
de los adolescentes estipulados en la Ley N° 26.061. En su artículo 8, la normativa hace
explícita referencia al derecho de los chicos a una "buena calidad de vida".
Nada menos esta vulneración es la gran preocupación de quienes trabajan de cerca con la
infancia. Desde el punto de vista de Emilia Hervida, presidenta de la Fundación Ancaya,
entidad que contiene a niños y adolescentes de los Barrios La Primavera y Juan XXIII de Mayor
Drummond, Luján de Cuyo, "las situaciones complejas que hoy se viven son la consecuencia
de muchos años, de muchos abandono".
Ema, quien sabe bien las problemáticas que viven las familias de 17 barrios del oeste de la
Capital incluso fue más allá.
"Estamos muy amargados y nos hemos cansado de golpear las puertas al Gobierno; no
escuchan el llamado de atención que les hacemos", se quejó. Su inquietud no es menor, ya
que según manifestó, los niños que se acercan a pedir ayuda a su merendero del barrio La
Favorita cada vez son más e incluso llegan en condiciones de abandono muy agudizadas.
La mujer agregó que incluso, los padres de los niños que se han quedado desocupados ahora
se acercan a su entidad para colaborar en los talleres y así conseguir algo de alimento; algo
que no ocurría desde la última gran crisis.
Allí, la leche ha tenido que ser remplazada por licuados de frutas o agua e incluso la escasez
de recursos ha llevado a cerrar el comedor. Por eso, esta ONG ha decidido movilizarse en los
próximos días: "No damos más; estamos saturados y los chicos han quedado a la deriva",
aseguró.
Norma Alfaro, fundadora del comedor comunitario que funciona en el barrio Paraguay de
Guaymallén desde hace 18 años, coincidió con Ema. Dijo que hay pocos brazos disponibles
para sostener a tanta gente y que desde finales del año pasado los niños llegan con bajo peso
y al borde de la desnutrición.
"Todo es causa de la marginación y la falta de trabajo", sentenció.
URL http://www.losandes.com.ar/notas/2008/12/11/sociedad-397417.asp
http://www.losandes.com.ar/includes/modulos/imprimir.asp?id=397417&tipo=noticia
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