el cambio climático estará absolutamente vigente al

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Chile enfrentará menos riesgos que otras zonas
“EL CAMBIO CLIMÁTICO ESTARÁ ABSOLUTAMENTE
VIGENTE AL AÑO 2050”
Para el doctor en bioclimatología Fernando Santibáñez, con el Cambio
Climático Global el Desierto de Atacama se avanzaría unos doscientos
kilómetros hacia el sur. La aridez habría que combatirla con una mejor
gestión de los recursos hídricos (por lo pronto se necesitaría embalsar tres
mil millones de metros cúbicos adicionales) y el alza en las temperaturas se
vería contrarrestada en las zonas costeras gracias a la influencia del Océano
Pacífico. Los cultivos debieran adaptarse a este nuevo escenario, que estaría
en absoluta vigencia el año 2050.
Por Jorge Velasco Cruz
E
l ingeniero agrónomo Fernando
Santibáñez es uno de los principales especialistas en bioclimatología del país. Doctor en ciencias
naturales y bioclimatología de la Universidad de Paris IV (París-Sorbornne),
en Francia, es profesor titular de agroclimatología en la Facultad de Ciencias
Agronómicas de la Universidad de
Chile. Participante activo en diversas
iniciativas académicas y productivas en
Chile y el extranjero, su opinión es importante al momento de comprender
cómo afectará el cambio climático global a la agricultura en el futuro a corto y
mediano plazo.
De partida, recalca, el año 2014 continuará en un ciclo seco pero con mejores perspectivas que sus antecesores.
“No hay que extrañarse de esta sucesión de años con problemas de precipitaciones. No obstante, para este año
hay informes que indican que las temperaturas del Océano Pacífico podrían
subir y mantenerse un poco más arriba
de lo normal y eso va a notarse al final
del otoño. Para nosotros es una buena noticia, en el sentido de que podría
significar que podríamos tener un año,
aunque no lluvioso, un poco más normal en materia de precipitación. Tampoco, por lo tanto, debiera ser particularmente frío. Esperamos que no sea
un año tan complicado como los recientes en materia de heladas”, explica.
Y es que al aumentar la temperatura
del mar, detalla Santibáñez, el anticiclón del Pacífico –un centro de alta presión- tiende a retirarse mar adentro y
dejar la pasada a otros frentes. Cuando
hay agua fría, por tanto, es garantía de
que el anticiclón no dejará pasar mayores lluvias. En cambio, cuando es un
poco más caliente, existe una cierta
esperanza de que los frentes puedan
llegar. Eso es lo que ocurriría este año.
REDIBUJAR EL PANORAMA AGRÍCOLA
Fernando Santibáñez tiene la certeza
de que, más allá de las dudas que puedan plantear algunos climatólogos, el
Cambio Climático Global es real. “Hay
cientos de papers científicos que demuestran que el clima está cambiando. Van quedando pocos escépticos.
Pero en lo que hay menos consenso es
acerca de la magnitud de los cambios
que puedan esperarse”, comenta.
¿Habrá efectos drásticos? ¿O se producirán consecuencias pero no tan severas? “Los horizontes que se manejan
son de cuarenta a cincuenta años para
tener efectos instalados, importantes
e irrefutables. En 2050 debiéramos estar de lleno en un escenario climático
distinto”, dice Santibáñez. Las alteraciones climáticas, sin embargo, ya son
perceptibles y se incrementarían de
manera constante.
-¿Qué significa el cambio climático
para chile?
-Para nuestro país significa que tenemos que poner mucha atención en la
gestión de los recursos hídricos. Para
Chile el cambio climático no implica
grandes riesgos, como le trae a la zona
intertropical en la cual los huracanes
se pueden multiplicar en número e intensidad. Pero sí hay riesgos menores.
Tenemos la suerte de tener un océano
Junio 2014
frío al frente, lo que va a ayudar a temperar las alzas de temperatura. Es una
de las zonas del mundo más privilegiadas en ese sentido.
No obstante, hay una amenaza bastante seria que es la falta de recursos
hídricos. El Desierto de Atacama, según todos los modelos mundiales (hay
23 modelos aceptados por la comunidad científica), va a avanzar hacia el
sur. Uno llega a la conclusión de que
todos nuestros límites climáticos, se
debieran trasladar unos doscientos
kilómetros hacia el sur. O sea, lo que
ocurre en Aconcagua podría ocurrir en
Rancagua, lo de Rancagua en Talca y lo
de Talca en Los Ángeles.
-¿Cuáles serían, desde la perspectiva
agrícola, las zonas más afectadas?
-La más perjudicada sería Atacama,
porque el epicentro está en el borde
del desierto. Luego estarían las regiones de Coquimbo y Valparaíso. Si se soluciona el problema del agua (tenemos
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LOS PROYECTOS DE SANTIBÁÑEZ
Fernando Santibáñez trabaja en un gran número de proyectos de investigación, tanto en Chile como en el extranjero. Con profesionales de Canadá, Argentina, Brasil
y Colombia se está desempeñando en una iniciativa que
tiene que ver con la evaluación de la vulnerabilidad de las
agriculturas de estos países frente a los extremos climáticos: en qué medida pueden estar amenazadas por el incremento en la intensidad de los fenómenos del clima.
Para ello están realizando estudios comparativos en estos
países, para intercambiar experiencias y ver cuáles serían
las medidas a implementar para hacer menos vulnerable
a la agricultura. El proyecto está financiado por el IDRC
(International Development Research Centre).
“Estamos mapeando distintos riesgos climáticos en su
situación actual y futura, desde Canadá a Tierra del Fuego. Es una evaluación de cuál es el real escenario que
podemos enfrentar. Se habla mucho de cambio climático
pero se hace poco. Queremos darle una dimensión a la
amenaza, de modo de sacarse algunos mitos y miedos de
recursos, pero nos falta infraestructura), que disminuya la disponibilidad pluvial no sería grave. Y cosecharíamos el
beneficio de un clima más temperado.
Si bien no hemos hecho estudios a fondo, para tener una muy buena presentación frente a este nuevo escenario
climático, necesitaríamos del orden de
tres mil millones de metros cúbicos de
capacidad de embalse desde Santiago
al sur, adicional a la actual. Eso significa
varios embalses.
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encima, como también de meter otros”, comenta el académico.
Otra iniciativa consiste en la realización de un Atlas del
Cambio Climático, concluido recientemente. Tiene que ver
con la identificación en zonas áridas de Chile –Coquimbo,
Valparaíso y Región Metropolitana-, para establecer cuáles
podrían ser las consecuencias para ellas de un movimiento del Desierto de Atacama hacia el sur, en términos de
recursos hídricos, biodiversidad e impactos agrícolas.
“Los años con déficits de agua han aumentado dramáticamente en las cuencas del norte. Vamos a tener que
acostumbrarnos a vivir en sequía en esta zona del país, a
menos que bajen las necesidades de agua o que aumenten los recursos hídricos. Eso se traduce en tener más
infraestructura hidráulica para no perder agua y políticas
de microcaptaciones. Estas zonas del país van a tener que
‘disraelizarse’ un poco. No se podrá seguir regando por
métodos tradicionales”, dice Fernando Santibáñez.
Hay otras amenazas, como el incremento del viento, que podría afectar
a las zonas costeras. Y también está el
aumento de las lluvias de primavera y
del granizo, que podrían perjudicar a la
fruticultura.
-¿Qué tipos de cultivos se verían
perjudicados y beneficiados?
-Ningún cultivo en particular va a quedar completamente fuera. Sólo va a
requerir un cambio de sistema de pro-
ducción o un cambio de localización.
Pero algunas especies van a quedar
con menos ventajas competitivas que
otras. El arroz, por ejemplo. Con la gran
cantidad de agua que requiere, es probable que sea un cultivo de lujo frente
a una situación de escasez hídrica.
En las zonas costeras va a aumentar
fuertemente el efecto marino sobre los
climas. Por lo tanto, en muchos valles
no va a ser necesario irse muy lejos
hacia el sur sino más bien acercarse a
la costa para gozar de esa situación de
regulación marítima. Probablemente,
habrá que redibujar los potenciales de
producción para identificar si las vides
tienen que ir hacia el sur o bajar por los
valles para acercarse al mar.
De modo que se tendría que redibujar
un poco el panorama agrícola, si se dan
los cambios en toda su magnitud. Pero
yo no creo que haya zonas que queden
fuera, como San Felipe y Los Andes,
sino que en ellas habrá un recambio de
variedades y probablemente la agricultura se achicará un poco. Es probable
que el grueso de la producción agrícola
cambie las coordenadas.
12-06-14 16:50
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