La gran estafa: cómo nos roban el dinero

Anuncio
La gran estafa: cómo nos roban el dinero (Simón Hergueta, 2012):
Según el Banco Internacional los bancos alemanes y franceses tienen expuestos en la
economía española e italiana 730.000 millones de euros.
El 1 de julio de 1944 EE.UU. convoca 44 naciones que se reúnen en Bretton Woods
para implantar una política de libre comercio. Se crea el Banco Mundial y el FMI, para
conceder préstamos financieros. EL FMI para países con problemas económicos y el
Banco Mundial para economías postbélicas. Se estableció el valor de las monedas con
respecto al dólar (no al oro). Rusia, junto con la sociedad americana de banqueros,
Taher Norte Billón, Látimer Culé y Francisco Aguilar se opusieron, vaticinando que
acabarían tiranizando a los países con problemas financieros.
El dinero ya no es físico (5%), sino imaginario (95%). El sistema de reserva fraccional
establece que el banco tiene derecho a prestar el dinero de sus clientes y devolverlo
cuando lo reclamen. El dinero se crea mediante la intermediación bancaria (fuertemente
regulado por el requerimiento fraccional de reserva: el límite que impone el gobierno
para la creación del dinero mediante el coeficiente de caja o el porcentaje de dinero que
un banco debe mantener mediante reservas líquidas, igual a los activos divididos por las
deudas): cada vez que alguien pide un préstamo el banco emite un pagaré.
Según el reglamento 17 45/ 2003 del Banco Central Europeo el coeficiente de caja está
en un 2%, sin embargo, según el artículo 4 los depósitos a plazo de más de dos años se
les aplica un coeficiente de un 0%; se puede crear dinero de la nada ilimitadamente sin
generar depósitos de reserva.
El efecto de multiplicados define que pueden aumentarse 50 veces el valor de una cifra
cualquiera.
El dinero lo crean los bancos privados de la nada cada vez que alguien pide un
préstamo, aportando para ello algo real como fianza. Si un banco no puede pagar
(agotado su efecto multiplicados o impagos superiores a las ganancias) es rescatado por
los ciudadanos y el BCE, quien crea dinero de la nada a un interés bajo, que utilizan los
bancos en quiebra para especular con bonos del Estado. Si un ciudadano no puede pagar
se confisca su fianza.
Los políticos permiten esto por la teoría de las puertas giratorias, que relaciona
oligarquía y política.
Los políticos (de cualquier grupo ideológico) piden préstamos a los bancos,
multinacionales o grandes constructoras (a cambio de cierto interés) con el fin de pedir a
empresas amigas la realización de proyectos públicos, con publicidad sobre su utilidad
de cara a la ciudadanía y a la economía del país. Estas empresas engordarán los costes
reales legalmente mediante ingeniería financiera, quedándose el político con la
diferencia, que mandará generalmente a un paraíso fiscal. Si se hace mal quedan al
descubierto tramas de corrupción, lo que les obliga a modificar las leyes a su favor o
sobornar a los jueces. Para devolverle el favor a los bancos los políticos legislan a su
favor, organizando rescates si así lo necesitan, asegurando que siempre ganen, con el
beneplácito de las instituciones económicas internacionales (BM, FMI, BCE). Se genera
así un déficit público insostenible (una deuda contraída de la nada a través de un banco).
Se vende la idea de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y se acude a
un rescate (que también se crea de la nada) del FMI como solución, priorizando el pago
de la deuda e incluso cambiando la Constitución. Para ello se exige al país endeudado
que aplique medidas que garanticen el pago de la deuda, esclavizando a la clase media,
cesando los derechos y privatizando los activos del estado a precios irrisorios. Una vez
que los políticos acaban su mandato se incorporan como consultores a las empresas o
entidades bancarias cómplices.
La gran mayoría de empresas que cotizan en el Ibex-35 tienen presencia en los paraísos
fiscales (Aruba, Bahamas, Belize, Barbados, Brunei, Chipre, Dominica, Dubai,
Emiratos Árabes Unidos, EE.UU. Delaware, Gibraltar, Granada, Guam, Hong Kong,
Islas Fiji, Isla de Man, Islas Cayman, Islas Cook, Islas Malvinas, Islas Marianas del
Norte, Islas Salomón, Irlanda, Jordania, Líbano, Liberia, Liechtenstein, Luxemburgo,
macao, Madeira, Maldivas, malta, Mauricia, Micronesia, Mónaco, Omán, Panamá,
países Bajos, Filipinas, Polinesia Francesa, Puerto Rico, Seychelles, Singapur, Suiza,
Trinidad y Tobago, Uruguay y Vanuatu). La cuarta parte de la riqueza mundial está en
paraísos fiscales. Los países pobres pierden anualmente 160.000 millones de dólares por
la falta de recaudación de impuestos. Según Euroestat las inversiones financieras a
paraísos fiscales por parte de la UE ascendieron en el 2011 a 58.900 millones de euros.
Según Global Integrity, en el 2009 los flujos de capital hacia paraísos fiscales fueron
903.000 millones de dólares. Los objetivos del milenio solo pueden lograrse si todos
pagan impuestos.
El 66% de la población mundial es pobre y más de 100.000.000 de personas conviven
con el hambre mientras se inyectan miles de millones de euros a los bancos. No es una
crisis, es la mayor estafa de la Historia.
Las soluciones podrían variar desde una tasa sobre operaciones financieras del 0’1%,
establecer un tribunal independiente que lleve auditorías sobre al deuda y sus acreedores
para casos de corrupción, acabar con el secreto bancario, limitar la actividad la actividad
de los paraísos fiscales mediante impuestos al capital circulante del 30%, presionar a los
partidos políticos para que reorienten sus políticas hacia el pueblo, apoyar grupos
independientes que busquen una independencia entre el poder judicial y el político y
económico, utilizar la banca ética, participar en medidas de comercio justo y en
sindicatos, iniciativas legislativas populares, participar y apoyar asociaciones que
promuevan un desarrollo sostenible, no votar a los partidos mayoritarios, instruirse,
espíritu crítico contra , actividad, afíliarse a un partido con el que estés en desacuerdo y
trata de cambiarlo desde dentro, utilizar la cabeza antes que la violencia.
Descargar