también corroborada la importancia del punto en que crece el ve

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también corroborada la importancia del punto en que crece el vegetal por el valor que concede á los caracteres tomados eso loco, y
Hedenbergensu disertación Slaciones plantarum reconoce la necesidad de recolectar en su patria y estación las plantas que se destinan á la medicina.
Diferentes son las causas que influyen en la distribución de las
plantas por la superficie del globo: la atmósfera, por la mayor
disposición que tiene á agitarse en algunos paises produciendo
vientos que alejan á ciertas especies, singularmente á las arbóreas, como sucede en diferentes comarcas de Menorca y en varios
montes elevados, como en el Puigmal; el estado higrométrico ó
las lluvias, quedeterminan.no poca diversidad en varias regiones
del globo, como son diferentes también las plantas que requieren
terrenos secos ó húmedos, y en cierta relación la sequedad ó humedad con el calor; la luz, cuya ausencia determina el ahilamiento; la naturaleza y cualidades físicas del suelo y subsuelo, ya
porque proporciona á varias especies algunos principios minerales
que necesitan, ó ya por la conformación de los órganos vegetales,
que requieren un terreno compacto unas veces, deleznable ó arenoso otras; la lucha de las mismas plantas por excluir unas á otras
de ciertos terrenos, y por fin, la presencia de animales que las
destruyen ó que favorecen su desarrollo.
157. El influjo del CULTIVO sobre las plantas, por las modificaciones que las hace experimentar y el cambio de propiedades que
en ellas determina , es bastante conocido, y podemos prescindir
de extendernos mucho sobre este particular. Las infinitas variedades de ranúnculos, trinitarias, tulipanes, anemones, etc., son
únicamente efecto del cuidado y esmero con que los floristas y los
aficionados las han cultivado. Algunas plantas anuas, como el
pimiento , pueden, mediante un cultivo esmerado, vegetar dos
años y m á s , resguardándolas del frió , y mientras con frecuencia
se exagera el desarrollo de ciertos órganos, otros, como las espinas del azufaifo y alcaparrera, se atrofian; llénanse de azúcar los
sarcocarpios naturalmente acerbos de las drupáceas y pomáceas,
y la achicoria, los cardos, el apio, etc., casi pierden su sabor
amargo. De modo, que si por estas circunstancias el cultivo es
ú t i l , porque nos proporciona alimentos gratos y más nutritivos;
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