Parte 4 condición de que las restantes entidades financieras, el mercado de capitales y los ahorristas confíen en la solidez de sus negocios. Esa es la tarea en la que estamos empeñados». La revista preguntaba si el Agrobanco no era una entidad redundante con otras entidades financieras, a lo que respondíamos «la bancarización en el sector rural y allí donde opera la pequeña producción agropecuaria, es muy baja. Esto a pesar del esfuerzo de las microfinanzas por ampliar su presencia. El Agrobanco no busca desplazar a las microfinanzas, sino complementarlas como que varias entidades que no dependen de bancos o grandes inversionistas, también se financian con recursos del Agrobanco . Pero no solo somos un complemento, somos la avanzada, el medio para innovar productos financieros como en su tiempo, las cajas municipales lo hicieron con los negocios en la base de la pirámide urbana». En septiembre 2012 el Instituto Peruano de Economía (IPE), el think tank del neoliberalismo, también se ocupó del banco en un artículo con título «Para que el crédito verdaderamente sirva al agro». En este caso, el tema era el producto Creditierra y el sentido del artículo era mejorar un producto financiero que consideraban pertinente. IPE sostenía que no había forma de que ese producto ayudara a los minifundistas pero que «si, en cambio, la idea de Creditierra es lanzar un programa de crédito auto sostenible para apoyar la expansión de pequeños empresarios agrícolas exitosos, con la intención de poner en marcha un proceso más grande a nivel del sistema financiero, entonces la idea puede tener mérito. La duda más grande está en la implementación, especialmente teniendo en cuenta la trayectoria de Agrobanco y de otros programas crediticios agrícolas» (negritas en el original). Y entonces volvía al tema de que la banca estatal terminaría subsidiando y malogrando una buena idea. Escribí una nota expresando nuestra opinión, que IPE cumplió con publicar (www.ipe.org.pe/comentario-diario/28-9-2012/para-que-el-credito-verdaderamente-%sirvaal-agro). Allí señalaba que «Creditierra está dirigido a pequeños productores agropecuarios emprendedores. Se trata de contribuir a formar una base de “farmers” en el campo de modo que la tierra que hoy esta subutilizada, arrendada o abandonada por falta de capital o empeño, sea recuperada por los propios productores de la zona. Este producto financiero no podrá entenderse si no se asocia con otros productos del propio Agrobanco como Credifinca, que financia al portafolio de cultivos y crianzas del pequeño productor en un financiamiento continuo y de mediano a largo plazo para lograr su diversificación o reconversión productiva, y Agroequipo/Rapiequipo, que financia equipamiento y capitalización agraria. Este es el sentido de una banca de fomento, capitalización del campo basada en planes de negocios y mejora tecnológica» Y a continuación señalaba que «¿Pueden entrar los más pequeños? Intentaremos que algunos de ellos puedan hacerlo y para eso estamos trabajando con Agroideas -122-