Anexectomía profiláctica.

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ANEXECTOMÍA PROFILÁCTICA. ¿UNA
CUESTIÓN DE MODAS Ó UN
VERDADERO FUNDAMENTO
CIENTÍFICO?
Aguilar Romero, MT; Oliver Díaz, M; Rodríguez Oliver, A.
INTRODUCCIÓN
Más de 600.000 histerectomías que se realizan anualmente en Estados
Unidos se practican en mujeres premenopáusicas que tienen procesos
ginecológicos benignos, y en la mitad de ellas, se incluye la práctica de
anexectomía bilateral. La salpingo-ooforectomía profiláctica es la mejor
estrategia para disminuir la tasa de cáncer de ovario y la necesidad de una
cirugía ovárica futura1. Por esta misma razón, el porcentaje de anexectomías
bilaterales que acompaña a la histerectomías se ha duplicado.
Es interesante reseñar el hecho que el cáncer de ovario (CO) es una
enfermedad maligna poco frecuente (15.500 muertes al año), presentando una
incidencia anual variable según la edad 2. En pacientes de 50 años, sólo a 1 de
cada 1.500 mujeres se diagnosticará CO, a la edad de 60: 1 de cada 600 y, a
la edad de 70 (edad de máxima incidencia), en una de cada 400 mujeres se
hallará un CO1. Sin embargo, son bien conocidos los efectos beneficiosos de
preservar los ovarios, que hasta la edad de 65 años se asocia con tasas de
supervivencia más altas1, entre otras.
En los últimos años se ha abierto un debate entre la preservación de los
anejos y la anexectomía electiva. Existen tres estudios (dos prospectivos y uno
retrospectivo) que comparan la ooforectomía electiva vs la conservación de los
ovarios al tiempo de la cirugía.
1. The Nurses`Health Study: Estudio prospectivo de cohorte, que
incluyó a 29.380 mujeres que se realizaron una histerectomía por
patología benigna. La edad media en el momento de la inclusión en
el estudio fue de 51 años, el rango medio en el momento de la cirugía
de 43-47 años y se realizó un seguimiento de 24 años3.
1
2. The
Women`s
Health
Initiative
Observational
Study:
estudio
prospectivo, que incluyó a 25.448 mujeres que fueron sometidas a
histerectomía por patología benigna. La edad media en el momento
de la cirugía fue de 49 años, realizándose un seguimiento de 8 años4.
3.
The Mayo Clinic Cohort Study: estudio retrospectivo de 2365
mujeres, a las que se les realizó ooforectomía uni ó bilateral por
patología benigna. La edad media en la cirugía era de 44 años para
mujeres premenopáusicas y 62 años en postmenopáusicas. Se le
realizó un seguimiento de 25 años a las pacientes sometidas a
ooforectomía bilateral. En un 95% de los casos la anexectomía se
llevó a cabo al tiempo de la histerectomía5.
La actual recomendación del American College of Obstetricians and
Gynecologists (ACOG)6 sobre la ooforectomía profiláctica es la de preservar los
ovarios en pacientes premenopáusicas, que no presentan riesgo genético
aumentado de CO; mientras que en las mujeres postmenopáusicas, la
salpingo-ooforectomía al tiempo de la histerectomía debería ser considerada
de forma individualizada6.
FUNCIÓN OVÁRICA EN LA MENOPAUSIA
El ovario es un órgano endocrino, que en los años reproductivos
produce estradiol, testosterona y androstendiona. Cerca de uno 50% de la
androstendiona circulante procede de los ovarios.
La ooforectomía en la premenopausia produce una menopausia
quirúrgica y una pérdida inmediata y significativa de hormonas, incluyendo
estradiol, progesterona y andrógenos; lo que contrasta, con la menopausia
natural, que en sí no se asocia a un cambio significativo de los valores
circulantes de testosterona. Los ovarios continúan produciendo andrógenos
hasta los 80 años de edad: la androstendiona se convierte en estrona en la
grasa y el músculo, y la estrona y testosterona se convierten en estradiol1,2,6.
BENEFICIOS DE ANEXECTOMÍA ELECTIVA
Reducción del riesgo de Cáncer de Ovario (CO)
El cáncer de ovario es la quinta causa de muerte en mujeres en Estados
Unidos, llegando a ser la cuarta causa de muerte en mujeres entre 40-59
2
años7. Un 63% de los casos se diagnostica en estadio tardío y presentan una
supervivencia a los 5 años del 44%. De tal manera, que al no estar
recomendado ningún método de screening efectivo en el cáncer de ovario,
parece que la Salpingo-Ooforectomía bilateral (SOB) al tiempo de la
histerectomía es una buena opción de prevención del CO. Si se realizara una
anexectomía profiláctica durante la histerectomía, se estima que alrededor de
1.000 nuevos casos de CO se evitarían, produciéndose una disminución de un
12% de los casos diagnosticados en mujeres mayores de 40 años8.
Población de riesgo
El riesgo de padecer CO en la población general es del 1.4% (1/70), de
13-46% en mujeres con mutación BRCA1-2 y del 3-14% en Síndrome de
Lynch. En ausencia de ningún método de screening, el procedimiento
recomendado en mujeres con alto riesgo de CO, especialmente aquellas que
presenten una historia familiar ó predisposición genética, es la SOB profiláctica,
no electiva6.
La SOB en mujeres con mutación BRCA1 ó BRCA2 reduce la mortalidad
por CO (3% vs 0.4%; OR:0.2; 95% CI, 0.06-0.80), así como todas las causas
de mortalidad globales (10% vs 3%; OR: 0.4; 95% CI, 0.26-0.61)9.
Datos
acordes con meta-análisis publicado por Rebbeck y cols10, que concluyen que
el riesgo de CO en pacientes BRCA1-2 disminuye de forma significativa, si se
practica SOB bilateral (OR: 0.21; 95% CI, 0.12-0.39)10.
Población general
La reducción del riesgo de cáncer de ovario en la población general
queda recogida en Nurses`Health Study3. Para Parker y cols. las mujeres
sometidas a ooforectomía bilateral presentan una reducción significativa de la
incidencia de CO (2 vs 42 casos por 100.000 personas por año) y de la
mortalidad por dicha causa (1 vs 14 muertes por 100.000 personas por año),
en comparación con aquellas que conservan los ovarios. Basándonos en estos
datos, sería necesario tratar 220 casos para evitar un nuevo caso de CO en la
población general3,7. Resultados similares a los publicados en el Women`s
Health Initiative Observational study (1/323)4.
A pesar de estos datos, la decisión de realizar SOB junto con la
histerectomía debería ser individualizada en las mujeres que presenten algún
3
factor de riesgo asociado (raza blanca, nuliparidad, endometriosis, historia
familiar de cáncer de ovario,….)8.
Otros procedimientos asociados
Existen otros procedimientos quirúrgicos que pueden reducir el riesgo de
CO y que no conllevan una menopausia quirúrgica. Destacan:
- la histerectomía per se asocia a una disminución del riesgo de CO en
torno a un 34%8.
- Ligadura tubárica. Un reciente meta-análisis11 examina la asociación
entre CO y ligadura tubárica; 27 de los estudios concluyen que el riesgo es
bajo, mientras que en 3 se evidencia un incremento no significativo del mismo.
Cibula y cols. observaron una disminución del riesgo de padecer CO en
mujeres con mutación BRCA1 que habían sido sometidas a ligadura tubárica
(OR: 0.69, 95% CI, 0.43-0.96) sin encontrar significación estadística en
portadoras BRCA2 (OR: 0.73, 95% CI, 0.42-1.24)12. Sin embargo, en estos
estudios no se especifica el tipo de ligadura tubárica ni el lugar de tejido
extirpado; presentando muchas de estas mujeres la salpinguectomía como
forma de ligadura11.
- Salpinguectomía bilateral. Durante los últimos años, científicos y
médicos han sugerido que la trompa de Falopio juega un papel importante en
la patogénesis del carcinoma seroso de ovario de alto grado. Este fundamento
se confirmó en el estudio publicado por Salvador y cols.13, donde se observó
que las mujeres portadoras de mutación BRCA1-2 y que fueron sometidas a
salpingo-ooforectomía profiláctica presentaban lesiones precursoras en el
epitelio tubárico (carcinoma tubárico intraepitelial, CTI), responsables de 2/3 del
carcinoma seroso pélvico de alto grado (incluye cáncer de ovario no
hereditario, cáncer de trompa y primario peritoneal).
La evidencia de esta hipótesis14,15 se basa en que las lesiones tubáricas
precursoras presentan un perfil molecular muy parecido al cáncer seroso de
ovario (por ejemplo: marca p53); en segundo lugar, la frecuencia (3-16%) y la
localización de carcinomas ocultos (básicamente localizados en las fimbrias)
tras la realización de SOB; y por último, la reducción del cáncer seroso de
ovario observada tras la ligadura tubárica tanto en la población general (OR:
0.73; 95% CI, 0.63-0.85) como en portadoras de la mutación BRCA1 ó BRCA 2
(OR: 0.43; 95% CI, 0.22-0.80)9.
4
En estudios posteriores, el examen microscópico de la salpinguectomía
profiláctica mostró CTI en las fimbrias entre un 57-100%9,14,15,16. En estos
casos, las trompas de Falopio fueron detenidamente estudiadas usando el
protocolo SEE-FIM (Seccioning and Extensively Examining the Fimbria)
establecido por Medeiros y col.9,14,16, y que consiste en la sección longitudinal
de las fimbrias de unos 2-3 mm
de grosor para conseguir una mayor
exposición del epitelio.
Por otro lado,
Lee y cols. demostraron que la molécula p53 y las
lesiones intraepiteliales tubáricas en transición (LITT), presentes en los
carcinomas serosos, se situaban en la porción distal de las trompas con una
prevalencia similar en mujeres con ó sin factores de riesgo14,16.
Así, en
pacientes BRCA1 y 2 sometidas a salpingo-ooforectomía bilateral y en mujeres
con carcinoma primario peritoneal se han identificado varias lesiones
precursoras a nivel tubárico (94% en la porción distal de la trompa)16:
-
Molécula p53: índice proliferación bajo, no atipia. Alteración no
neoplásica, que ocurre en la mucosa de la fimbria y que muestra una
gran positividad para p53.
-
LITT: lesión intermedia entre p53 y CTI. Índice proliferación
moderado, no atipias celulares.
-
CTI: células secretoras con un índice proliferación alto, atipias.
Lesiones que han favorecido la aparición de un nuevo modelo de
carcinogénesis a nivel tubárico distal y que están implicadas en el desarrollo y
expansión de los tumores serosos de alto grado a nivel pélvico. Por ello,
expertos han propuesto reevaluar los criterios de carcinoma de ovario,
peritoneal y tubárico y definir el papel que desempeña la porción distal de la
trompa en la carcinogénesis pélvica, para así poder realizar una estrategia
preventiva.
Población de riesgo
Kauff y Barakat
9
evaluaron el impacto de la SOB sobre el cáncer
ginecológico en pacientes BRCA1 y BRCA2, demostrando que la salpingoooforectomía se asociaba a una disminución significativa del riesgo de
presentar cáncer de ovario y tubárico, así como de la mortalidad global. Un
reciente meta-análisis confirma que pacientes BRCA positivas que se sometan
a SOB, presentan un 80% de riesgo menos de padecer un cáncer
5
ginecológico10. Por tanto, SOB se debería ofertar a pacientes BRCA positivas a
partir de 40 años, que han cumplido sus deseos genésicos6.
A partir de estos datos, nos podemos plantear una cuestión: ¿sería
ético ofertar a una paciente de riesgo una salpinguectomía bilateral con
preservación ovárica, con la finalidad de evitar los efectos negativos de la
ooforectomía?9 La salpinguectomía bilateral como procedimiento para reducir
el riesgo de cáncer podría beneficiar a paciente con mutación BRCA1 y
posiblemente a BRCA2, que previamente han sido sometidas a una
mastectomía y quieren evitar los problemas asociados a la menopausia
quirúrgica11. Sin embargo, se necesitan estudios prospectivos aleatorizados
con un gran tamaño muestral para que se produzca un cambio en la práctica
clínica diaria.
Población general
En Estados Unidos se realiza una media de 600.000 histerectomías por
año debido a procesos benignos, con preservación de los anejos para evitar la
menopausia quirúrgica, asumiendo que la probabilidad de desarrollar un CO
tras una histerectomía es del 4.5-14%. Recientemente, se está produciendo un
cambio en la práctica clínica, ya que al tiempo de la histerectomía se realiza la
salpinguectomía bilateral11, para evitar el riesgo de carcinoma seroso pélvico.
Así en mujeres que deseen esterilización definitiva, se debería
considerar la salpinguectomía bilateral mejor que la ligadura tubárica11. Con
esto se elimina la posibilidad de gestación ectópica, hidrosalpinxs por
enfermedad pélvica inflamatoria y se reduce el riesgo de cáncer pélvico.
Reducción de riesgo de cáncer de mama
Población general
La ooforectomía electiva reduce de forma significativa el riesgo de
cáncer de mama en mujeres menores de 45 años en el momento de la cirugía3,
sin alcanzar la significación en la mortalidad asociada en ningún grupo de
edad. Sin embargo, Jacoby y cols.4 no encontraron una disminución
significativa en la incidencia de cáncer de mama en pacientes sometidas a
ooforectomía en comparación con aquellas que preservaron los ovarios.
6
Población de riesgo
La SOB está indicada en pacientes con cáncer de mama, que presentan
alto riesgo de cáncer de ovario. Menos del 5% de las mujeres con cáncer de
mama presentan mutación BRCA1, sin embargo dicha mutación se asocia
frecuentemente con mujeres jóvenes con cáncer de mama y con historia
familiar de cáncer de mama y ovario6.
Mujeres portadoras de mutación BRCA1 ó BRCA2 tienen un 20-50% de
riesgo incrementado de cáncer de ovario y un 40-60% de desarrollar un
segundo cáncer de mama6. De tal modo, que la ooforectomía profiláctica
reduce el riesgo de cáncer de mama en estas pacientes. Kauff y cols.2,9
publicaron una disminución del 72% asociada al cáncer de mama en pacientes
BRCA2 y del 85% en mujeres BRCA1 relacionada con cáncer ginecológico.
Además, si la SOB se realiza antes de los 40 años en mujeres BRCA1, se
reduce un 64% el riesgo de cáncer de mama, comparado con un 50% en
pacientes con edad comprendida entre los 40-50 años8,9.
El ACOG recomienda la práctica rutinaria de SOB en mujeres portadoras
de mutación BRCA1 ó BRCA2, una vez alcanzados sus deseos genésicos
(nivel evidencia B)6.
Disminución del riesgo de cirugía ovárica posterior (por algia
pélvica ó quistes ováricos)
- Los quistes benignos ováricos son comunes en las mujeres
postmenopáusicas, y en diversos estudios su prevalencia se sitúa entre un 113%. No representan una enfermedad excepcional, y pueden permanecer
durante mucho tiempo, requiriendo rara vez intervención quirúrgica1.
-El síndrome de ovario restante, que presenta una prevalencia de 3-4%
y suele aparecer en los 5 años siguientes a la histerectomía, se caracteriza por
algia pélvica, dispareunia e hinchazón abdominal. En ocasiones requiere
cirugía mínimamente invasiva (laparoscopia), que suele ser muy dificultosa,
con una morbilidad alta por lesiones intestinales y ureterales1,8.
RIESGOS DE SALPINGO-OOFORECTOMÍA BILATERAL
Se incluye entre otras: el aumento de riesgo de enfermedad
cardiovascular, fractura osteoporótica, demencia, enfermedad de Parkinson,
7
disfunción sexual, incidencia de síntomas menopaúsicos, mortalidad global y
riesgos asociados a la cirugía.
Aumento de la mortalidad global
La evidencia sugiere que la ooforectomía bilateral en mujeres jóvenes se
asocia con un incremento de la mortalidad, especialmente en aquellas que no
reciben terapia hormonal sustitutiva (THS). El mecanismo causante es aún
cuestionable, pero un factor predisponerte puede ser el hipoestrogenismo2.
En un trabajo publicado por Rocca y col5, de la Clínica Mayo, se
descubre la relación entre extirpación profiláctica de los ovarios y muerte
prematura en mujeres jóvenes (menores de 45 años) que no reciben un THS
adecuado. La mortalidad debida a todas las causas aumentó 1,7 veces en las
mujeres dentro de este grupo y fue particularmente más alta para cáncer
asociado
a
estrógenos
y
enfermedades
cerebrales
ó
del
sistema
cardiovascular. Además, el aumento en el riesgo se hizo evidente sólo 10 ó
más años después de la ooforectomía1. Resultados similares a los publicados
en The Nurses`Health Study3, que muestra que las mujeres sometidas a
ooforectomía bilateral, presentan un aumento significativo de riesgo de muerte,
comparada con aquellas que preservaron sus ovarios (648 vs 527 por 100.000
personas-año; OR 1.12; 95% CI, 1.03-1.21), sobre todo en las más jóvenes. Se
observa un incremento significativo de muertes por cáncer de pulmón y
enfermedad coronaria8.
En contraste a estos hallazgos, the Women`s Health Initiative
Observational Study
4
no encuentra diferenciación estadística con respecto al
aumento de mortalidad (797 vs 791 por 100.000 personas-año; OR: 0.98, 95%
CI, 0.87-1.10) en ningún grupo de edad.
Parker y cols.7 analizaron los riesgos y beneficios de mujeres entre 4080 años sometidas a ooforectomía electiva (OE); demostrando que la OE antes
de los 65 años se asociaba a un mayor riesgo de muerte por enfermedad
coronaria (EC) y después de los 65, con fractura osteoporótica. De tal manera
que si 10.000 mujeres se sometieran a ooforectomía electiva con histerectomía
entre los 50-54 años, a la edad de 80 años , se morirían 47 menos a causa de
CO, 838 por Enfermedad Cardiovascular (ECV) y 158 por fractura de cadera1.
8
Todo ello ha llevado a considerar que la preservación de los ovarios
hasta la edad de los 65 años se asocia con tasas de supervivencia más altas7,8.
Enfermedad Cardiovascular (ECV)
La SOB en mujeres pre y postmenopáusicas se asocia a un incremento
del riesgo de ECV; a partir de los 50 años se incrementa el riesgo en un 40%.
La asociación entre SOB y ECV queda recogida en varios estudios:
- En un meta-análisis
2,8
de 18 estudios se observó que la mujer
premenopaúsica somtida a SOB presentaba un mayor riesgo de ECV al
compararla con mujeres sin ooforectomía (RR 2.62, 95% CI, 2.05-3.35).
Además, el riesgo de ECV era significativamente mayor, si se extirpaban los
ovarios antes de los 50 años (RR 4.55, 95% CI, 2.56-8.01).
- The Nurses`Health Study encontró un incremento estadísticamente
significativo de enfermedad coronaria en pacientes que se sometieron a
ooforectomía (207 vs 163 por 100.000 personas-año; OR: 1.17, 95% CI, 1.021.35). En el análisis por grupo de edad, se concluyó que sólo en mujeres
menores de 45 años se alcanzaba la significación estadística3. Datos similares
a los publicados por Estudio de Clínica Mayo5.
- Por otro lado, en el Women`s Initiative Observational study no se
encontró diferencia estadísticamente significativa entre la ooforectomía y la
enfermedad coronaria4.
Función cognitiva.
La SOB previa a la menopausia parece estar relacionada con un
incremento del riesgo de demencia y enfermedad de Parkinson2. El efecto
neuroprotector de los estrógenos puede verse reflejado en varios estudios, que
muestran un deterioro de la función cognitiva tras la intervención quirúrgica,
sobre todo en mujeres menores de 50 años. Dichas mujeres se enfrentan a dos
veces más riesgo de demencia y parkinsonismo en comparación con las
mujeres que conservaron sus ovarios ó las que recibieron un THS adecuado
después de la cirugía al menos hasta los 50 años (OR 1.89; 95% CI, 1.272.83)2,8.
9
Disfunción sexual.
Los estrógenos en la función sexual femenina ayudan a mantener el
tejido genital, reducen la atrofia vulvo vaginal y el índice de infecciones
vaginales y urinarias. Un reciente estudio prospectivo2 concluye que las
mujeres premenopáusicas tras la BSO presentan una disminución significativa
del deseo sexual, frecuencia y respuesta orgásmica. Posterior a la
administración de THS, el deseo sexual sigue siendo significativamente menor
que previo a la intervención; sin embargo, la dispareunia es menor que en
aquellas pacientes sometidas a ooforectomía y que no han sido candidatas
para usar THS2,8. Esta disminución de la líbido disminuye igualmente en la
paciente postmenopáusica ooforectomizada, al compararlo con el deseo sexual
previo a la cirugía.
Osteoporosis y riesgo de fractura
Es un hecho conocido que los estrógenos y los andrógenos inhiben la
resorción ósea y estos últimos incrementan la formación ósea. Por tanto, la
menopausia es un factor de riesgo asociado a osteoporosis.
El valor de la conservación de los ovarios en la mujer pre y
postmenopaúsica puede observarse en el riesgo de fractura. Melton y cols en
un estudio de seguimiento a 15 años de mujeres a las que se sometió a
ooforectomía después de los 49 años de edad, observó un 54% más de
fracturas osteoporóticas que las mujeres con ovarios intactos1. Datos
concordantes con los recogidos en la publicación de Clínica Mayo5, en donde el
riesgo
de
fractura
osteoporótica
es
mayor
en
la
paciente
pre
y
postmenopaúsica ooforectomizada. En la premenopausia el incremento es por
fractura vertebral y de antebrazo, pero no por cadera2,8.
Aunque existen autores que afirman que la relación existente entre el
riesgo de fractura y la ooforectomía menopáusica no está dilucidado
totalmente2.
Síntomas menopaúsicos.
La
ooforectomía
en
mujeres
premenopáusicas
y
algunas
postmenopáusicas puede desencadenar la aparición súbita de sofocos,
10
bochornos y de alteraciones del ánimo. Del mismo modo, los síntomas de
atrofia urogenital se incrementan en mujeres después de la ooforectomía1.
Riesgos relacionados con la cirugía
Cualquier procedimiento quirúrgico no está exento de riesgos. En un
análisis realizado sobre histerectomías por patología benigna entre los años
1979-2004, se comprobó que las mujeres a las que se les realizó OE al tiempo
de la histerectomía presentaban un riesgo aumentado de sangrado, daño
visceral y complicaciones gastrointestinales y circulatorias, comparado con
pacientes solo histerectomizadas17.
A pesar de ello, el impacto de la SOB sobre la morbilidad quirúrgica es
motivo de controversia, ya que entre otros factores va a depender de la vía de
acceso (vaginal , laparoscópica y laparotómica), experiencia de cirujano,
características clínicas de la paciente y la propia indicación quirúrgica
(adherencias, tamaño quiste)17.
¿DECISIÓN CLÍNICA A TOMAR?
La decisión de realizar la SOB ó salpinguectomía bilateral profiláctica es
compleja. La cirugía de la trompa de Falopio al tiempo de la histerectomía ó
ligadura tubárica es recomendada por Regional Health Autority en Canadá8, ya
que consideran que con esta nueva práctica clínica se reduciría la muerte por
cáncer de ovario en torno a un 50% a lo largo de 20 años. Entonces habría que
preguntarse, ¿cuándo es apropiado realizar Anexectomía ó Salpinguectomía?
1. Mujeres con mutaciones BRCA 1 y 2. En este grupo de pacientes la
salpingo-ooforectomía bilateral, una vez cumplidos sus deseos genésicos,
reduce significativamente el riesgo de cáncer de mama en aproximadamente
un 50% y cáncer de ovario en un 80-95% (Nivel evidencia B)6.
Aunque hay que tener presente el riesgo asociado de cáncer primario
peritoneal (2-5%). Por ello, junto con la SOB se debería incluir una cuidadosa
inspección de la cavidad abdominal, lavados peritoneales, la extirpación
completa de las trompas de Falopio y la ligadura de los vasos ováricos en el
ligamento ancho (Nivel evidencia C)6.
11
2. SOB: Casos de endometriosis grave, pacientes que no han
respondido a tratamiento médico, enfermedad pélvica inflamatoria y dolor
pélvico crónico. (Nivel evidencia C)6.
3. En la paciente premenopaúsica que no presenta factores de riesgo se
deberían conservar los ovarios al tiempo de la histerectomía (Grado 2C),
valorando la salpinguectomía bilateral8,11.
4. En mujeres con varios factores de riesgo asociados, pero que no
presentan cáncer hereditario familiar, el tratamiento debería ser individualizado.
5. En la paciente menopáusica menor de 65 años: salpinguectomía
bilateral más histerectomía11. Por el efecto negativo de la menopausia
quirúrgica, se deberían conservar los ovarios. Si la paciente tiene más de 65
años, anexectomía1.
6. Esterilización tubárica: Salpinguectomía en lugar de ligadura
tubárica11.
7. Por elección propia de la paciente, se puede realizar anexectomía1.
CONCLUSIONES
Ha de contemplarse la conservación ovárica antes de la menopausia en
pacientes con una historia familiar de enfermedad cardiovascular ó
neurológica. Mientras que en pacientes con alto riesgo de cáncer de ovario se
debería realizar una salpingo-ooforectomía bilateral.
La salpinguectomía debe ser incluída en la práctica clínica diaria, ya que
se considera que tiene un efecto protector sobre el CO, lo cual influye en su
incidencia, prevención y resultados a corto y a largo plazo.
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