--------------------------------------------------------------------------Cáncer de ovario: Dura lucha por frenar el avance tumoral Oriana Olivos Marín Diversas investigaciones, presentadas en ASCO 2010, dieron a conocer la efectividad de terapias combinadas cuyo logro final es detener el crecimiento del mal. Oriana Olivos Marín El cáncer de ovarios es una patología que avanza sigilosamente. La razón radica en que los síntomas se presentan en forma tardía y difusa, lo que incluso puede llegar a confundir su diagnóstico con otras patologías abdominales. Por este motivo, la mayoría de las mujeres que lo padecen son tratadas tardíamente. Se estima que el 75% de los casos se diagnostican en etapas avanzadas, complicando enormemente el pronóstico. Por lo mismo, ha sido complejo bajar la tasa de mortalidad. Se calcula que en el mundo al año se registran cerca de 215 mil casos, de los cuales 100 mil tienen resultado de muerte. Además, este mal se sitúa en el sexto lugar entre los cánceres más frecuentes en el mundo. En tanto, en Chile constituye la novena causa de decesos por cáncer en mujeres, con una tasa de 4 por 100 mil. La mayor incidencia se da en personas sobre 50 años de edad. Escasa progresión Estas dramáticas estadísticas han alertado a la comunidad mundial, transformándose el cáncer de ovario en un tema de interés para ASCO 2010. Según el oncólogo médico, Christian Caglevic, quien asistió al encuentro mundial, lamentablemente en el tema sobre prevención no se puede avanzar mucho, ya que se trata de una enfermedad no prevenible. En ASCO sólo se hizo alusión a la incidencia de un factor de riesgo, de carácter genético (Gen Braca I y II), que estaría presente en casos de pacientes con antecedentes familiares. Pacientes con resistencia En cuanto a diagnóstico, se presentó un estudio de tamizaje en mujeres posmenopáusicas con mayor riesgo de cáncer de ovario ROCA. Se trata de un modelo matemático médico que permitiría hacer un seguimiento de este factor con el marcador tumoral CA 125. Esta aplicación posibilitaría una mayor precocidad en su pesquisa sólo en mujeres que presentan este tipo tumores. Incluso se podría masificar en el futuro porque tienen un costo relativamente bajo. Cuenta el especialista que las novedades más importantes se dieron en el área del tratamiento. Se presentaron distintos trabajos, como el del Grupo de Oncólogos Ginecológicos (GOG), cuyo universo de trabajo fueron 1.800 mujeres con cáncer avanzado de ovarios, sometidas a una extirpación significativa de tumores. El estudio consistió en tratar a una parte de este grupo con una terapia adyuvante estándar (Carboplatino más paclitaxel), y a otro, con este mismo tratamiento, pero además se adicionó la droga bevacizumab. Las pacientes que recibieron esta última combinación tuvieron una sobrevida libre de progresión mayor entre 4 y 6 meses respecto del otro grupo que no fue tratado con esta alternativa. Por otra parte, la especialista argentina Liliana Zamora plantea que si bien es cierto que estas estadísticas no parecen significativas, implican una mejora sustancial en la calidad de vida de las pacientes. Agrega que la droga en sí promete mucho, considerando que el tratamiento fue suministrado al 70% de pacientes que padecían cáncer avanzado con un horizonte de sobrevida muy corto. Esto tiene que ver con la dificultad del diagnóstico y con las propias características del tumor. De allí que se piense que en fases menos avanzadas podría resultar más efectivo. Una enfermedad letal Entre los cánceres ginecológicos, el de ovario es el menos frecuente. Sin embargo, es el más difícil de curar y las pacientes diagnosticadas tienen un mal pronóstico: el 80% muere en un plazo de cinco años. Por eso es que se dice que es el segundo en grado de letalidad después del cáncer al pulmón.