y mejores discos - Pablo Formica

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Rosario 2014
Rosario, Argentina, 12 y 19 al 23 de mayo de 2014
En busca de más y mejores discos:
producción artística independiente
Pablo Formica
Licenciatura en música y tecnología - Universidad Nacional de Quilmes
[email protected]
www.facebook.com/tangoformica
Resumen
Esta investigación surge a partir de la observación de las dificultades que se presentan en
las producciones discográficas independientes de grupos musicales que eligen realizar y
difundir sus proyectos artísticos sin contar con el apoyo de un sello comercial, lo que significa
resignar la asistencia en materia de organización, infraestructura y financiamiento que estos
proveen. Mi propuesta es que la participación de un productor artístico podría contribuir a
resolver estas dificultades al aportar un esquema de trabajo que combine elementos técnicos,
artísticos y ejecutivos aplicados tanto a la concreción y al enriquecimiento de cada proyecto
particular, como también a la autonomía y la legitimación de la escena independiente de su
entorno local. Tomando al ámbito musical autogestionado de la ciudad de La Plata como caso
de estudio, uno de los más prolíficos y eclécticos del país, se muestran ejemplos de interacción
entre los principales actores involucrados en la producción, publicación y difusión de discos
independientes.
1 Caracterización de la figura del productor artístico
•
El productor es un artista:
“El desarrollo de las metodologías de producción resulta un fenómeno de adición, más que de
evolución. […] Esta situación del productor definiendo la dirección estilística y el sonido de la
música registrada, es el resultado de un número de factores que se combinan y evidencian la
importancia de su aporte. […] Como mediador entre el mundo de la inspiración y el mundo del
conocimiento operativo, el productor se ha convertido en una figura central”.
-Virgil Moorefield, “The producer as composer”
La disciplina de la producción artística ha desarrollado en los últimos 60 años un lenguaje
estético propio a partir de adicionar distintos procedimientos a su dominio, comprenderlos, y
manipularlos para alterar sensiblemente el resultado musical.
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•
Sus herramientas son musicales, técnicas y del ámbito humano:
“Tratar de definir el rol del productor, es comprender el amplio rango de habilidades y atributos
involucrados. […] Su aporte creativo es incuestionable. Los elementos estilísticos de la obra
producida, artísticamente ubicada en la estética de su espacio y su tiempo, podrían considerarse
parte del carácter del productor, su ‘marca de agua’. Esta marca de agua está presente en la
música o deliberadamente o sutilmente, y aporta una identidad sustancialmente más grande que la
suma de esos elementos”.
-Craig Golding, ‘What is music production?’
Todo productor artístico debe familiarizarse con los procesos involucrados en la producción
de un disco, y debe comprender la manera en la que cada aspecto musical, técnico y ejecutivo
repercute en el resultado final. Aquellos procedimientos en particular de los cuales el productor se
valga para influir en la obra, definirán el carácter estético de su participación en ella.
•
Su objeto de arte es el disco:
“Lo contenido en un disco no es el documento de un evento en tiempo real, porque ese evento dejó
de existir. […] La música grabada comenzó con una paradoja: ¿cómo puede una representación
de la música ser tan real y auténtica como la música que representa? Cada disco es una nueva
confrontación ante esta paradoja; incluso al rechazar la idea de registrar algo real, la relación
con la tradición es ineludible, y la solución abordada para sortear ese problema representa un
nuevo ideal del sonido perfecto. Cada disco es un desafío que proclama ‘esto es música’”.
-Greg Milner, ‘Perfecting sound forever’
La fonografía también ha desarrollado un lenguaje estético particular que engloba y
contextualiza a las piezas musicales contenidas en el disco, y es el productor artístico el
encargado de analizar y organizar integralmente el discurso musical a través de las mismas.
•
Su instrumento musical es el estudio:
“Existen artefactos capaces de crear cambios tímbricos en los instrumentos, lo cual en mi opinión
es especialmente importante en el rock, ya que es un estilo no caracterizado por la estructura, o la
melodía, o el ritmo, sino por el timbre; el motivo por el cual los nombres del estudio y del
productor comenzaron a ser reconocidos en los créditos de los discos, es por la influencia que
tienen en la tímbrica de la obra. […] Estas son las cosas que el oyente promedio no detecta.
Muchas operan casi subliminalmente –son la ambientación de la obra, a diferencia de sus
elementos más obvios. Pero son las que se llevan el mayor grado de atención del productor, y
permiten reordenar las prioridades de la música de manera drástica”.
-Brian Eno, ‘The studio as compositional tool’
El estudio como espacio de trabajo del grupo musical junto con el equipo de producción,
es el ámbito en el cual el productor establece vínculos de confianza con los intérpretes,
supervisa e influye en el discurso musical, y opera los procesadores de audio y demás
instrumentos técnicos que definen el carácter y la versatilidad tímbrica de la obra.
2 Producción aquí y ahora
•
El personal studio, el bunker del productor artístico independiente:
“Es importante reconocer, al menos en términos generales, la importancia no sólo de los cambios
en el contexto económico, en la tecnología, y en la configuración de los estudios de grabación de
este período, sino además el cambio de paradigma en los conceptos y en las prácticas de las
grabaciones. […] Hacia el final de este período [refiriéndose al advenimiento de los instrumentos
y los procesadores digitales, en la década de 1980] el término ‘project-studio’ comenzó a
utilizarse para denominar locaciones de producción de pequeña escala. Principalmente se
trataban de estudios personales modestamente equipados que comenzaban a operar con
aplicaciones profesionales, contemporáneamente a la introducción de la informática como medio
de registro sonoro y a Internet como medio de difusión de arte”
-Paul Théberge, ‘The end of the world as we know it’
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Es responsabilidad del productor artístico independiente reconocer y proponer
alternativas ante las diferencias que puedan existir entre las necesidades particulares del
proyecto en el que se desempeña, y las prestaciones del entorno local. Esto es aplicable
a todos los factores involucrados en la producción en los que no coincidan la situación
ideal con los recursos disponibles, y la manera de proceder determinará el carácter
general de la obra y el grado de influencia del productor en la misma.
•
Etapas de producción, y los aspectos claves de cada una:
1. Presentación de la propuesta. Relevamiento de las características del proyecto, análisis del
contenido estimativo de la obra. Influencias artísticas de los músicos del grupo. Puesta en
común de las generalidades del marco estético. Recopilación de material grabado previamente.
Puesta en común de las atribuciones y de las responsabilidades (en los ámbitos artístico,
técnico y ejecutivo) del productor. Conformación del grupo humano de trabajo. Propuesta de
un calendario y un presupuesto tentativos.
2. Composición. Definición del repertorio. Análisis cualitativo y cuantitativo del material
sonoro disponible, y de las piezas compuestas. Propuesta del estudio como instrumento
musical y elemento de composición. Bibliografía y discografía que ejemplifique este concepto
al grupo. Posibles aportes del productor y de su grupo de trabajo a las composiciones.
Implementación de músicos adicionales invitados o contratados, de ser requeridos.
Incorporación de pasajes electrónicos, o improvisaciones libres.
3. Pre-producción creativa. Trabajo constante entre el productor y el grupo durante los ensayos.
Reflexión acerca de la identidad de la obra discográfica como objeto de arte autónomo.
Análisis de la macroestructura de cada pieza, y del disco en su conjunto. Propuestas en
búsqueda de versatilidad técnica, estética, instrumental. Conclusiones a obtener durante la preproducción:
‐ Mecánica apropiada de grabación, locaciones apropiadas para cada instrumento.
‐ Eficiencia de los instrumentistas al grabar, observaciones particulares.
‐ Claridad en los arreglos y en la transmisión del mensaje de cada pieza.
‐ Interacción entre piezas con similitudes estilísticas, estéticas, tímbricas, etc.
‐ Orden de las piezas en el disco, teniendo en cuenta la búsqueda de climas, tensiones, puntos
de descanso, punto de clímax, etc.
Resultados pretendidos de la pre-producción:
‐ Maquetas que permitan realizar una escucha objetiva de las piezas.
‐ Realizar cambios en la composición de las piezas, previamente a la grabación.
‐ Grabación de pistas de referencia (scratch tracks), sobre las cuales los músicos grabarán sus
partes definitivas.
El objetivo de una pre-producción creativa exitosa, es eliminar toda sensación de incertidumbre
en los músicos durante el momento de la grabación definitiva, incluso si aún hay decisiones
pendientes para afrontar durante la post-producción. Es además el momento en el que se
produce la conexión humana determinante entre los músicos y el productor.
4. Grabación. Obtención de las partes instrumentales definitivas del disco. Adaptación del
proceso de grabación a las diferentes locaciones elegidas. Acondicionamiento del entorno de
grabación, transporte o alquiler de equipamiento e instrumentos requeridos. Análisis de la
acústica de los recintos utilizados, y de la compatibilidad entre los sucesivos procesos de
digitalización del audio. Tres claves: Captura (optimización de la calidad técnica de la
grabación), Arreglo (interpretación adecuada de las partes compuestas y revisadas durante la
pre-producción), Performance (interpretación satisfactoria de la técnica instrumental
requerida).
5. Edición. Organización de los tracks grabados, separación de las diferentes piezas, preparadas
para la mezcla. Corrección de defectos menores en las performances de los instrumentistas:
correcciones temporales, de altura tonal, o de articulación. Comping: intersección de dos o más
tomas imperfectas para componer una toma definitiva satisfactoria. Aplicación de instrumentos
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virtuales a secuencias MIDI. Reamplificación de instrumentos grabados de línea.
Procesamiento analógico previo a la mezcla digital.
6. Mezcla. Escucha micro (características de los tracks parciales de cada pieza), escucha macro
(cada pieza completa), escucha holística (piezas sucesivas que componen el disco).
Reinterpretación de la música inicialmente compuesta, imaginario del objetivo sonoro.
Identificación y enfatización de los elementos principales del arreglo. Diseño tridimensional
dinámico del espacio sonoro. Aspectos claves: balance, espectro, panorama, dimensión,
dinámica, factor de interés. Elementos dinámicos presentes en la mezcla: base, pad, rítmica,
lead, fills. Características de la acústica de la sala de mezcla. Características y calibración del
sistema de monitoreo. Relevamiento de los procesadores analógicos disponibles, y del software
a utilizar (DAW, plugins, controlador de la tarjeta de audio).
7. Mastering. Formato de renderización, soporte físico de transporte de las mezclas. Nueva
versus misma locación que la mezcla (características de la acústica, monitoreo y procesadores
disponibles en la nueva sala). Técnico de mastering dedicado versus productor. Headroom
apropiado. Análisis tímbrico de discos de referencia orientativos. Ubicación dentro del estilo
musical pretendido, características espectrales, espaciales y dinámicas deseadas. Secuencia de
las piezas del disco. Espacio entre piezas, fade in/fade outs, imbricaciones (edición
transparente). Fluidez tímbrica y dinámica. Ecualización correctiva. Reconstrucción del rango
dinámico. Eliminación de ruidos, distorsiones, artefactos indeseados. Ecualización cosmética.
Manipulación de macro y microdinámica, aumento de volumen. Procesamiento mid/side.
Procesamiento multibanda. Manipulación de la imagen estéreo y de la profundidad. Limitación
digital. Elección de formato/s de salida. Nivel RMS final. Dithering.
3 La contracara de la producción independiente
Trabajar en la escena musical independiente, como la de la ciudad de La Plata o la
de distintas ciudades del país, significa tener que familiarizarse y lidiar con dificultades
recurrentes, ocasionadas principalmente por la ausencia de sellos discográficos
comerciales que puedan proveer asistencia en materia de organización, infraestructura y
financiamiento, y por la informalidad de las personas involucradas. Estas son algunas de
las complicaciones observadas:
• Aspectos musicales: carencias en los instrumentistas (técnicas instrumentales,
lectoescritura, versatilidad hacia la improvisación), baja calidad y variedad de instrumentos y
equipamiento, baja disponibilidad de instrumentos e intérpretes ajenos al rock (cuerdas, vientos,
percusión no tradicional, etc.).
• Aspectos técnicos: equipamiento en los estudios de producción limitado y deficiente,
enormes deficiencias en el tratamiento acústico y en el sistema de monitoreo de los estudios
(especialmente en los dedicados a post-producción), sistemas de refuerzo sonoro con problemas
de calibración y performance en escenarios (bares, teatros, centros culturales, etc.) asociados a
la escena independiente.
• Aspectos humanos: las complicaciones relacionadas con las personas involucradas en
todos los aspectos de las producciones independientes tienen que ver recurrentemente con el
hecho de que la dedicación a estos oficios no es ni profesional ni exclusiva. En el caso de los
músicos se observa una gran informalidad, en varios casos falta de compromiso y
responsabilidad, y muy comúnmente una notable inexperiencia frente a la situación de
grabación en estudio. Con respecto a los técnicos, tanto en el estudio como operadores de vivo,
en muchos casos su situación de empleo transitoria y circunstancial provoca que no tengan (ni
consideren importante tener) una formación básica en electrónica, acústica, psicoacústica,
lenguaje musical, y recursos humanos.
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Subestimar la influencia de estos aspectos durante la producción de un disco o de
un evento, podría ocasionar distintas consecuencias indeseadas: ineficiencia
(desperdicio de tiempo y dinero), imprevisibilidad y falta de correlación entre el
objetivo y el producto final, desgaste en las relaciones humanas entre las personas
involucradas en el proyecto, y en ciertos casos la no concreción del proyecto. Es
responsabilidad del productor evitar estos desenlaces de distintas maneras y con
propuestas creativas, asistiendo al grupo musical que podría pasar por alto muchos de
estos defectos.
4 Estrategias de producción cooperativa
Motivada por el deseo de mostrar su trabajo sin tener que depender de insertarse
en el circuito de entretenimiento comercial, la comunidad artística ha improvisado y
autogestionado estrategias para solventar las deficiencias mencionadas. Optando por
una mecánica de producción periférica, desarrolla nuevas redes sociales y culturales de
difusión y expresión, que priorizan la pluralidad y la diversidad. Se ubica en una
intersección de propuestas como base, motor y sustento, que trasciende la instancia de
una experiencia performática para plantear un verdadero paradigma estético de
encuentro, intercambio y fomento.
El procedimiento más recurrente en la ciudad de La Plata es el de la conformación
de núcleos creativos, organizados principalmente por afinidades estilísticas en la
música, y por prácticas y metodologías en común. Los mismos son integrados
obviamente por músicos intérpretes y compositores, así como por técnicos, productores
musicales y/o ejecutivos, artistas de múltiples disciplinas, periodistas, community
managers, y demás colaboradores cercanos. Sus objetivos, además de la producción
independiente de discos y/o de eventos, incluyen actividades enriquecedoras para sus
participantes y la comunidad (clínicas, cursos, talleres, workshops y conferencias), y
distintas instancias de encuentro y convivencia con la audiencia y con colegas. Para
concretarlos, estos grupos cuentan con apoyo en materia de difusión (radios
independientes, prensa escrita especializada en cultura joven, redes sociales, público
comprometido y participativo), infraestructura (centros culturales, bares/pubs, teatros,
espacios públicos), soporte técnico (estudios de grabación y post-producción
audiovisual, empresas de refuerzo sonoro, estudios de diseño gráfico), y en situaciones
puntuales el patrocinio del estado municipal/provincial.
Estos son algunos de los proyectos activos en la actualidad:
• Rock: ConceptoCero (sello discográfico), DICE discos (sello discográfico), ciclos de
recitales en el bar Pura Vida, festival Ciudad Alterna, festival La Plata Calling.
• Rock progresivo: Colectivo Progresivo Platense, festival LProgfest.
• Jazz: DICE discos (sello discográfico), Asociación Jazz en La Plata, ciclo de jam
sessions.
• Folklore: Cuchá (sello discográfico de música latinoamericana), Folcloreishon (jam
sessions de folclore, producción de un “real book” de folclore argentino), ciclo de peñas en La
Salamanca.
• Tango: ciclo de conciertos Manso Jueves en el bar Las tres ranas.
5 Consideraciones finales
Teniendo en cuenta el enorme valor cultural que tienen estas producciones para el
desarrollo de la sociedad local, y reconociendo la iniciativa de la comunidad artística
independiente para desarrollar estrategias que le permiten proponer una oferta ecléctica
y atractiva, surgen interrogantes acerca de cómo preservar la viabilidad de estos
emprendimientos. La intención de esta investigación es difundir e implementar la figura
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del productor artístico en los mismos, con el objetivo de compensar las deficiencias
descriptas aportando un esquema de trabajo creativo, integral y contemplativo.
Es necesario destacar que esta dinámica de producción se lleva a cabo en un
contexto global de incertidumbre, en el que la crisis de la industria del entretenimiento
hace que cada proyecto sea una apuesta muy arriesgada. Los formatos de distribución
audiovisuales, la influencia de internet y las redes sociales, los hábitos de escucha
musical cotidianos, y los paradigmas de interacción entre los artistas y su audiencia,
están en constante evolución tanto desde la oferta como desde la demanda.
La subsistencia de esta práctica depende de la viabilidad de sus emprendimientos.
La estrategia ideal para compensar los inconvenientes de cada proyecto en particular,
requiere una reflexión tan creativa como la música que lo compone. El productor, como
uno más de los artistas comprometidos con esta causa, y con pleno conocimiento de sus
virtudes, responsabilidades y del contexto que rodea a la producción, podría ser el
eslabón que falta para profundizar y legitimar la escena independiente y autogestionada.
Bibliografía sugerida
Libros:
Herworth-Sawyer, Russ; Golding, Craig. “What is music production?” Focal Press, Oxford, 2011.
Owsinski, Bobby. “The music producer’s handbook”. Hal Leonard Books, New York, 2010.
Gibson, Curtis. “The art of producing”. Artist Pro Publishing, 2004.
Burguess, Richard James. “The art of music production”. Music Sales, 2005.
Frith, Simon; Zagorski-Thomas, Simon. “The art of record production”. Ashgate, Surrey, 2012.
Milner, Greg. “Perfecting sound forever: an aural history of recorded music”. Faber & Faber, 2010.
Moorefield, Virgil. “The producer as composer: shaping the sounds of popular music”, MIT, 2005.
Eisenberg, Evan. “The recording angel”. Yale University Press, 1987.
Ensayos y publicaciones:
Carvalho, Alice Tomaz de. “The discourse of home recording: Authority of “pros” and the sovereignty of
the big studios”. Université de Montréal, 2012.
Gould, Glenn. “The prospects of recording”. High Fidelity Magazine, 1966.
Eno, Brian. “The studio as compositional tool”. New York, 1979.
Madoery, Diego R.. “Los procedimientos de producción musical en música popular”. UNLP, 2000.
Homer, Matthew. “Beyond the studio: the impact of home recording technologies on music creation and
consumption”. Nebula, 2009.
Théberge, Paul. “The end of the world as we know it: the changing role of the studio in the age of the
Internet”. Londres, 2009.
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